Uno de los Mitos más divulgados entre los aficionados a lo desconocido es el famoso Triángulo de las Bermudas, en el que consta que han desparecido más de 50 grandes embarcaciones e incluso más de 20 aviones de forma misteriosa.
A pesar de su popularidad, con gran eco en libros, películas y también entre la prensa “seria”, se trata de un mito relativamente nuevo, al forjarse su leyenda durante el reciente siglo XX.
Cabe definir al Triángulo de las Bermudas como un área geográfica de algo más de un millón de km2 que se ubica en el Océano Atlántico, sobre tres puntos entre Puerto Rico, Fort Lauderdale en Florida y las Islas Bermudas.
A principios del siglo XX, diversos periodistas empezaron a publicar noticias sobre extrañas desapariciones en la zona de embarcaciones y la reaparición de ellas totalmente vacías o incluso años más tarde.
Aunque las estadísticas de la Guardia Costera norteamericana no indican más desapariciones en este triángulo que en otras zonas de su costa, la falta de información y el tratamiento sensacionalista de la prensa del momento creó un perfecto caldo donde cultivar misteriosas leyendas que perduran en nuestros días, aceptando como explicaciones desde la aparición de monstruos o extraterrestres hasta la entrada a otras dimensiones del tiempo y el espacio.
Lo cierto es que ya en la época de la navegación a vela esta zona era muy transitada por los barcos que querían volver a Europa, aprovechando los vientos dominantes y la corriente del Golfo, pero es precisamente esta corriente una de las razones de que sea un espacio azotado por frecuentes y temibles huracanes. Por ello, al ser una zona muy transitada a pesar del peligro, por estadística es muy posible que algunas embarcaciones puedan desaparecer entre las tormentas.
Una de las desapariciones más famosas fue en 1909 la del pequeño velero The Spray, del aventurero canadiense Joshua Slocum, que fue el primero en dar la vuelta al mundo en solitario y escribir un libro con sus experiencias.
Con todas las historias sobre desapariciones, ¿nos atreveríamos a atravesar el Triángulo de las Bermudas, o mejor buscamos otra ruta que no sea tan misteriosa?. *Por R. Masabeu