La Jerusalén de Jesús - las Puertas de la muralla

       Como puede observarse en el plano, la Ciudad Vieja de Jerusalén  (llamada a menudo Old City) se encuentra hoy dividida de forma administrativa en cuatro sectores: musulmán (NE), judío (SE), cristiano (NW) y armenio (SW). (Recordemos que Jerusalén es ciudad santa para las tres religiones monoteístas mayoritarias):

- El sector armenio (la Iglésia Apostólica Armenia es la Iglesia nacional más antigua del mundo, pues Armenia se convirtió al cristianismo justo en los inicios del s.IV) es el más pequeño.

- El sector cristiano, que incluye el Gólgota – antiguamente extramuros –,

- El sector musulmán (el más grande) y el sector judío, que engloban ambos el recinto del Templo de Jerusalén (estructura rectangular derecha), respectivamente por el norte y el sur.

Mapa de la Old City de Jerusalén

Fuente: Murphy-O'Connor, Jerome. Tierra santa. Desde los orígenes hasta 1700. Guía arqueológica. Acento Oxford. Madrid, 2000, p.13.

 

       Como comentamos en el anterior post, la Jerusalén de Jesús (s.I) difiere mucho de la Jerusalén actual. Por eso vale la pena dejar claras las principales diferencias, para no mezclar contextos históricos si, por ejemplo, se desea entender correctamente algunos de los pasajes del NT. Así, el trazado de la muralla de la parte antigua de la Jerusalén que se conserva y que delimita lo que hoy se conoce como la Ciudad Vieja (Old city), sigue la remodelación que se realizó en el s.XVI. Por eso esta muralla es distinta a la que existía en época de Jesús. Así pues, los muros actuales y seis de sus siete puertas – la puerta nueva es de finales del s.XIX –, fueron construidas bajo el gobierno del sultán otomano Soleimán el Magnífico, aproximadamente entre 1536-1542. Y aunque algunos muros respetan bastante el trazado original, otros no. Por ejemplo, el monte Sión – donde residía la clase aristocrática –, o la Ciudad de David (incluyendo la piscina de Siloé), que en época de Jesús estaban dentro de la muralla, quedaron luego fuera. Y el Gólgota – como ya dijimos –, que hoy es intramuros, antiguamente estaba fuera. (Jesús no hubiese podido ser ajusticiado en el interior de la ciudad). Algunas puertas mantienen la ubicación de antaño, como la puerta de Jaffa o la de Damasco, aunque fueran reconstruidas por el sultán. Otras puertas trasladaron su ubicación, como la de los esenios o la del estiércol (puerta Dung) antiguamente más al sur respecto a su trazado actual. Otras puertas fueron creadas de novo por el sultán como la puerta de los Leones. Y otras puertas fueron tapiadas ya desde época medieval, como las puertas de Hulda o la puerta de Oriente (puerta dorada).

 

En el LADO ORIENTAL había tres puertas: la primera, más al sur, era una puerta que desembocaba a la fuente de Gihon (extramuros), y por eso era conocida como puerta de la fuente. Considerablemente más al norte, habÍa una segunda puerta, la puerta del chivo expiatorio, que desembocaba en los sótanos del templo, y era por donde, una vez al año, un macho cabrío era llevado al desierto para Azazel (Lev 16,1-10). Era pues, una puerta pequeña y restringida al oficio del templo. Pero todavía más al norte existía una tercera puerta, la puerta de Susa, que probablemente sería la puerta de Oriente a la que alude el profeta Ezequiel (Ez 44), y por donde se creía debía entrar el mesías a la ciudad. Es posible que Jesús entrara por allí, al menos una vez. Fue rehecha posteriormente en época califal, y era rellamada Puerta Dorada (o de la misericordia), aunque posiblemente ya desde el s.IX fue tapiada por los mismos musulmanes, por el temor a que otro candidato a mesías la cruzara y revoloteara al pueblo. En época de Jesús daría acceso al templo, y su entrada al parecer estaba reservada al uso del personal del mismo.

Centrado el lado oriental de la Jerusalén del s.I en el mapa pueden verse las tres puertas mencionadas: la puerta de la Fuente, la puerte del Chivo expiatorio (ubicada aquí en la ruta que venía de Betania) y la puerta Dorada.

(Mapa: Daniel-Rops, La vida cotidiana en Palestina en tiempos de Jesús, Librería Hachette. Nueva colección Clío. Buenos Aires, 1961)

 

 

Es probable que la puerta Dorada se construyera sobre la de Susa, pues se han encontrado huellas de un arco en el suelo que indica la existencia de una puerta anterior. Antiguamente la puerta de Susa era llamada también puerta de la vaca (o novilla) roja, pues por aquí se sacaba este animal, que era sacrificado en el monte de los olivos, y con sus cenizas se preparaba el agua lustral (Núm 19).

(Una nueva puerta, situada más al norte que las demás y conocida hoy como la puerta de san Esteban o de los Leones, no existía en época de Jesús, porque esa zona quedaba entonces extramuros. Esta última puerta no puede corresponder por tanto, con el lugar en el que fue martirizado Esteban hacia el año 33-35 y citado por Hch 7,54-60).

 

 

En el LADO NORTE y en el segundo muro estaba la puerta de Damasco, una de las principales vías de acceso a la ciudad. Probablemente fuera aquí donde se martirizó a Esteban, y es razonable que por ella entrara Jesús habitualmente a la ciudad. A través de ella se llegaba al templo, siguiendo la amplía calle que avanzaba por el torrente del Tyropéon.

(Existe otra puerta en la esquina NW de la muralla, la puerta Nueva, pero data de 1887).

 

 

 

 

 

 

Centrado el lado norte de la Jerusalén del s.I en el mapa puede verse la puerta de Damasco (representada por el torrente del Tyropeón), que cruza de norte a sur la ciudad.

Mapa: Daniel-Rops, La vida cotidiana en Palestina en tiempos de Jesús, Librería Hachette. Nueva colección Clío. Buenos Aires, 1961

       En el LADO OESTE, y aproximadamente en la intersección de los dos muros estaba la Puerta de Jaffa, muy cercana a la Torre Hípico (o de David), y activa en época de Jesús para la gente que venía de la costa. La puerta original ya no existe. Hoy puede verse todavía una puerta pequeña, más lateral, que es del s.XVI, y una gran obertura central que es del s.XIX, para permitir el paso de los grandes carruajes. Josefo cita además la puerta de la Gehena (¿la puerta de los jardines?), al sur del Gólgota, que se encontraría al inicio occidental del primer muro y permitiría el paso al interior del segundo muro, construido siglos después. La puerta, que debería estar situada cerca de las torres de Mariamne y Fasael, no se ha encontrado. Si había jardines en la proximidad, eso podría encajar con la presencia de un huerto cerca del Gólgota, lugar de la crucifixión (Jn 19,41; 20,15).

La puerta de Jaffa (arriba en la foto), tal y como se ve hoy. En el mapa, puede sobreentenderse cerca de la torre de David, donde partía un camino hacia el sur (Belén). La puerta de la Gehena (no ilustrada en el mapa), permitía cruzar el muro intermedio y se ubicaría entre el palacio de Herodes y el Xystus.

Foto del autor (octubre 2013)

Mapa: Daniel-Rops, La vida cotidiana en Palestina en tiempos de Jesús, Librería Hachette. Nueva colección Clío. 1961.


       En el LADO SUR de la ciudad habría dos puertas, ambas en el primer muro (muro cuadrangular) y con acceso desde el valle del Hinnon: al oeste la Puerta de los esenios, que quedaría al sur de la actual puerta de Sión, y con la que podrían encajar restos encontrados en la parte inferior del cementerio protestante de Sión. En la esquina sureste, al sur de la gran piscina de Siloé, estaría la llamada Puerta del estiércol, por donde se sacaba la basura de la ciudad, que sería después incinerada en el mismo valle. Por eso, el valle del Hinnon (Gehena) es usado por Jesús como metáfora del castigo y la condenación eternas (Mc 9,43-46; Mt 23,33). (La actual puerta Dung (‘basura’) está construida mucho más al norte de la original y fue llamada también puerta de los mogrobinos).

Centrado el lado sur de la Jerusalén del s.I puede verse en la maqueta de Jerusalén del Israel Museum la puerta de los esenios (muy pequeñita a la izquierda de la foto, en la muralla). Foto del autor con permiso del Museo de israel.

La puerta del estiercol (en el mapa) debería ubicarse en la desembocadura del Tyropéon (más a la derecha).

Mapa: Daniel-Rops, La vida cotidiana en Palestina en tiempos de Jesús, Librería Hachette. Nueva colección Clío. Buenos Aires, 1961


De las ocho puertas que existían en época de Jesús, dos eran pequeñas y parece que comunicaban directamente con el templo y otra era una puerta interna que comunicaba el primer muro con el segundo. Es decir, de las ocho puertas, solo había cinco para un tramo de muralla de más de 2 km. Ello, unido a la difícil orografía de la ciudad – edificada sobre pendiente y rodeada por valles –, producía un entramado geográfico que hacía de Jerusalén una plaza difícil de tomar. Su punto débil había sido el suministro de agua, y sobre este habían trabajado los judíos construyendo numerosos estanques, canales y acueductos a lo largo de su historia.

 

En el siguiente post abordaremos las principales recursos hídricos de la ciudad: fuentes, piscinas y acueductos, utilizando pasajes del NT para ilustrarlos. Y más adelante, veremos algunos de los principales monumentos cristianos de la ciudad (el cenáculo, la casa de Caifás, el Gólgotha,...) y discutiremos su ubicación.

 

Un saludo,

Jon C.


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