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Toros Notables Libro I : Letra A 

2 El PUERTO de SANTA MARÍA - 2008

Toros Notables 

El PUERTO de SANTA MARÍA - 2008 

Libro I : Letra A 

A mis queridos toros os pregunto: ¿Puede 

encontrarse otra criatura en el Universo 

que tenga más derechos, más grandeza y 

hermosura, más nobleza y entrega, a la 

que dedicarle una publicación, que por 

entero os pertenece? Por ello: ¡Va por 

todos!, majestuosos seres vivos. 

Portada: Ejemplar de don Ortigao Costa. 

Foto: Antonio Santos. 

3


La conducción de toros, con destino a los Cosos. (Dibujo de G. Doré,) 



Prólogo ............................................................................ 7 

Relación de los nombre de Toros: 


CONTENIDO 

Abalorio - Aguardientero .................................... 9 - 49 

Aguaverde - Alumno .......................................... 50 - 99 

Alvorato - Arriero .............................................. 100 - 147 

Arrogante- Azuquero ......................................... 148 - 192 

BIBLIOGRAFÍA ................................................ 193 


Páginas 

5





PRÓLOGO 


urante nuestra larga estancia la bella ciudad colonial de Zacatecas, 

D 

publicamos entre otros muchos libros, dos tomos con los nombres de 

los toros notables de México y España, alcanzando entre ambos una 

cifra superior a los 4.000 toros, que están colgados en la «red» de 

Internet, bajo el formato «pdf», para que quien lo desee, sin coste alguno, 

pueda bajar la publicación que seleccione. Aquellos libros aparecieron cuando aún no 

había actualizado su obra: LOS TOROS, don José María de Cossío, ni habíamos 

terminado de leer libros, revistas taurinas y periódicos, por lo que faltó haber incluido 

dos millares más de nombre de toros notables, o por las más diversas circunstancias, 

alcanzando así un total superior a los 6.000 toros, que es realmente una cifra importante. 

Sin embargo, en sucesivas actualizaciones alcanzaremos los 10.000 astados. 

En esta publicación, que estará integrada en principio por unas doce entregas 

o libros, los lectores aficionados encontrarán las mini biografías de toros que han 

conformado la gloria y la tragedia de centenares de toreros, junto a un número 

considerable de anécdotas y detalles, de proezas y curiosidades; pero llegó un día en 

que, agobiado ante los muuchos toros que faltaban por incorporar y faltando sólo 

unas fechas para la llegada del año 2008, recordé las circunstancias que vivió el 

cronista taurino mexicano, don Agustín Linares, que le pusieron al borde de la 

desesperación, cuando sentía el transcurrir de los días, los meses y hasta algunos 

años, para completar su anhelada obra, por demás interesante: Toros Famosos de 

México, en 1979... y desistió, tal y como este servidor de ustedes, de seguir 

incorporando incotables toros más a la ya abultada publicación... 

Y recordé la pregunta que se hizo don Agustín, que aparece en el Prólogo de la 

obra citada: «¿Qué hago?... Y no hallé otra solución que dar remate al trabajo porque 

todo en la vida tiene un límite en el tiempo, que no aguanta ni espera, teniéndose que 

resolver a como dé lugar.» Es exactamente lo que consideró este autor, decidiendo 

no seguir investigando, por un lapso de tiempo prudencial, los nombres de otros tantos 

miles de toros, que harían de esta multi publicación una verdadera enciclopedia de 

muchos y gruesos tomos. Un amigo zacatecano, don Enrique Rodríguez, honesto 

liberal de pie a cabeza, erudito universal de la fiesta brava, aprobó la idea de cerrar 

lecturas e investigaciones, pero, eso sí, dejando abierta la carpeta electrónica digital 

Word, para seguir enlistando nuevos nombre de toros mientras me quede un hálito de 

vista y de existencia; de tal suerte que, anualmente, en cada uno de los tomos 

publicados, aprovechándonos de las grandes facilidades que nos ofrece el formato 

«pdf», iremos incluyendo los nombres de los toros notables que se vayan lidiando. 

Por ejemplo, en cuatro años se han agregado 40 toros notables de la letra A. 

La imposibilidad de abarcar, en la extensión que se merece, a todos los toros 

famoso y notables que se han lidiado a lo largo de tres siglos (1700-2008), nos la dicta 

el hecho real de que sólo en el año 2000, por citar un solo ejemplo, salieron a los 

7

uedos, alcanzando nota de sobresaliente, 259 astados, a los que se les cortaron 

311 orejas, de las que 118 fueron dobles y las restantes 75, sencillas; de los 259 

astados a 65 se le dio la vuelta al ruedo, 10 fueron indultados y a 38 le cortaron el rabo. 

Lo dicho anteriormente aparece en el TOMO I, que relaciona los toros de la A a la G. 

El prólogo era excesivamente extenso y no es nuestra intención repetirlo y sí limitarnos 

a lograr la publicación de una serie de libros que tenga una extensión aproximadamente 

igual en cuanto a número de páginas, aunque para ello tengamos que incluir varias 

letras en algunos de ellos. 

Hemos tenido en cuenta el sabio criterio de don Juan José de Bonifaz, cuando 

dice: «Parece obligado, debido a los nuevos modos imperantes, concretar el criterio 

que se ha seguido para que una res figure en la siguiente relación, ya que si en tiempos 

pasados se medía la bravura del astado por el número de varas que admitía –o de los 

caballos que despenaba-, tal criterio –sobre todo desde la aparición del peto- ha 

quedado rotundamente anticuado y su mención hoy en día es pura anécdota. Por ello 

he admitido como toro reseñable, en cuanto a su buen comportamiento en el ruedo 

se refiere, aquel a cuyos restos se concedió el honor de la vuelta al ruedo en el arrastre 

o fuera indultado, y aquellos otros a los que les fue concedido algún trofeo, bien en 

ciclos feriales como el madrileño de San Isidro o en corridas-concursos de ganaderías, 

como las celebradas en Jerez de la Frontera o Salamanca.» En nuestro caso, cuando 

se trate de toros notables lidiados en la Plaza de Toros de El Puerto de Santa María, 

ampliaremos el espacio necesario para incorporar, en la mayoría de los casos, la 

crónica completa de la corrida correspondiente, haciendo con ello honor a don José 

María Rojas Guillén, «el rescatador oficial de las Crónicas Taurinas de la Plaza Real 

durante 125 años.» 

Ni creemos será necesario recordar que si este autor nació en 1933 no pudo 

ver lidiarse más que un centenar de toros notables de los miles estudiados. Los demás 

han sido logrados de las más diversas fuentes y todas ellas aparecen en la Bibliografía. 

Pero esa realidad la desconocen y suele ocurrir que, muchos integrantes de algunas 

Peñas Taurinas de España, especialmente en aquellas de superficial calado, convierten 

esas instituciones en verdaderos reductos de taurinos que no terminan de enteder 

estas cosas, en conglomerados de aficionados poco cultivados, capaces de emitir 

los juicios más detractores. Por eso este autor, con todo respeto, no frecuenta dar 

conferencias en las Peñas Taurinas, y esa actitud piensa seguir, pues ya ha 

comprobado los intereses ajenos a la Fiesta que se viven en muchas de ellas, 

afortunadamente, no en todas. ¿Äcaso necesitan lecciones los sabios taurinos? Es 

esa la causa por la que siempre hemos dicho que para qué queremos peores 

enemigos que los que tenemos dentro de nuestra propia Fiesta Brava. Este 

espectáculo, del que todos saben sin haber tenido que abrir un libro -menos escribirlo 

o, simplemente, analizarlo-, es como la familia humana: la destruyen sus propios 

miembros y «miembras», para decirlo más «actualizadamente.» 

El Autor

TOROS Notables de ESPAÑA y MÉXICO 

(475 Toros con la Letra A) 

1) Abalorio: 

Este novillo –que abre una relación 

por orden alfabético de muchos de los toros 

cuyos nombres empiezan por la letra A, que 

suman 475-, estaba marcado con el número 

6, de la divisa de don Francisco Ramírez y 

fue lidiado en sexto lugar en el corrida celebraba 

en la Plaza de Toros Vista-Alegre, de 

Bilbao el (03-04-1955). Por su bravura se le 

concedió el honor de la vuelta al ruedo al ser 

llevado con las mulillas. Dicha ganadería 

procede históricamente de la formada por don 

Juan Sánchez Tabernero, con reses de 

Lorenzo Rodríguez, de quien la adquirió 

Francisco Ramírez en 1950. En 1965 doña 

Isabel Ramírez, hija de don Francisco, heredó 

una parte del ganado. En 1966 la compraron 

los hermanos Lozano, que la anunciaron a 

nombre de La Jarilla, variando el hierro y 

agregando reses de doña Eusebia Galache. 

En 1982 eliminaron todo lo anterior y formaron 

la ganadería con vacas y sementales de los 

Herederos de don Carlos Núñez, anunciándose 

con el nombre de Alcurrucén, de los 

Sres. Hermanos Lozano –divisa: Azul celeste 

y negra; señal: Hendida en ambas; fincas: 

«Ejido Grande» (Navalmoral de la Mata, 

Cáceres), «La Mudiona» (Alcollarín, Cáceres) 

y «La Cristina» (Olivenza, Badajoz), procede 

de don Carlos Núñez y su antigüedad es del 

(18-06-1989). 

La primitiva divisa de D. Lorenzo 

Rodríguez. 

2.1) Abanico: 

La corrida de toros celebrada el (17- 

02-1946), en la que se lidiaron los toros: 

Tilapo, Cazador, Cilindrero, Platino, 

Troyano y Abanico, de la ganadería mexicana 

de Cuaxamalucan, propiedad de don 

Felipe González, está ubicada en el Municipio 

de Tlaxcala (México)- su antigüedad es del 

año 1918 y divisa: morado y rojo-, se convirtió 

en una tarde triunfal, que pasó a los anales 

de la historia taurina de México: en el ruedo 

del El Toreo de Cuatro Caminos (ciudad de 

México D. F.), en la que toreros y público 

tuvieron la ocasión venturosa de vivir uno de 

los acontecimientos más grandiosos y 

resonantes. 

«En aquella tarde memorable -nos 

describe don Agustín Linares-, de imborrable 

recuerdo para los que asistieron a la plaza, 

salieron de los chiqueros los seis astados en 

el orden citado. Figuraban en el cartel, el 

Un año y seis meses después, 

Manolete moría en Linares.


Monstruo de Córdoba, Manuel Rodríguez 

(Manolete); el inspirado torero del barrio de 

San Bernardo sevillano, Pepe Luis Vázquez 

y el agitanado y personalísimo del barrio de 

San Juan, el mexicano Luis Procuna, que lidió 

a Abanico. 

Hacer una narración detallada de esa 

corrida, supondría ocupar el mismo espacio 

que estamos empleando para este libro, baste 

por tanto decir, dando una lidia ejemplar de 

principio a fin. Todos se arrancaron con 

codicia y alegría a los caballos y llegaron a la 

muleta plenos de facultades y con una 

bravura noble y transparente, para que los 

tres grandes toreros, rayando a una altura 

increíble, triunfaron plenamente. 

Los toros fueron llevados al destasadero 

sin orejas, ante el delirio de una 

multitud, que llenando el coso, vibraba de 

entusiasmo, aclamando con fervor a toreros 

y ganadero, y dando vueltas y vueltas al 

ruedo, originándose un espectáculo inenarrable 

y de sin par belleza emotiva, con un 

albero lleno de flores, sombreros y toda clase 

de prendas, como testimonio y reconocimiento, 

para esos colores, morado y rojo, que 

escribieron una de las paginas más bellas, 

en la historia taurina del país de los aztecas.» 

Pero hay que recordar siempre que esos toros 

llevaban sangre de casta andaluza y provienen 

de 10 vacas del Saltillo (1 y 2). 

Don José Miguel Llaguno Gurza es 

el actual propietario de «Arroyo 

Hondo.» 

(ANCTL) 

3.2) Abanico: 

El (13-09-1970), con Abanico, de la 

ganadería zacatecana de Arroyo Hondo, de 

don José Julián Llaguno, el diestro mexicano 

Joselito Huerta, natural de Tetela de Ocampo 

(Puebla de los Ángeles, México), le dio la 

alternativa al diestro José Luis Medina, en la 

Monumental de Monterrey (Estado de Nuevo 

León, México), siendo Manolo Martínez el 

testigo de la ceremonia. Joselito Huerta, actuó 

(1) Llegaron a la ganadería, procedentes de España, en 1904 y llevaron los nombres de: Garbosa, 

nº 423; Conductora, nº 523; Conductora, 544; Cantarera, 548; Carriona, 554; Recobera, 564; 

Andaluza, 566; Fantasía, 583; Murciana, 586 y Trianera, 586, además de los sementales Tianjito, nº 

58, y Tabaquero, nº 61. El ganado reseñado consolidó definitivamente la casta saltillense andaluza 

en la ganadería de Piedras Negras, especialmente con el semental, de nombre Fantasío, hijo de la 

vaca española del mismo nombre, para gloria de la ganadería brava mexicana. 

(2)La famosa ganadería de San Mateo, en el Estado de Zacatecas, también está formada con la 

misma sangre del marqués del Saltillo. A principios de 1907 llegaron a la Hacienda 6 vaquillas 

escogida en aquella histórica tienta celebrada en la finca sevillana del Marqués, y 2 sementales; y la 

segunda importación en 1909, en que llegaron a los campos del mimos Estado un total de 22 

hembras y 4 sementales, uno de los cuales se llamó Trianero y fue destinado a la antigua ganadería 

zacatecana de Malpaso. Igualmente llegó el magnífico semental, de nombre Conejo, acompañando, 

entre otras a las vacas: Guantera, Pardita, Sapita, Vidriera, Cominita, Cumplida, Remolona, 

Lebrijana, Platillera, Zandunguera y Vencedora, a las que suelo y los ricos y nutritivos pastos, con 

idiosincrasia argentífera, del Estado de Zacatecas les vinieron de maravilla para producir toros de 

una calidad de nobleza y bravura realmente extraordinarias. 



Divisa de la ganadería de «Arroyo 

Hondo.» (ANCTL) 

el domingo (23-02-1958), en que hizo su 

debut en la Plaza de Toros del Nuevo Toreo 

de Cuatro Caminos (ciudad de México, D. F.), 

la vacada de don José Julián Llaguno 

Ibargüengoitia, hijo del fundador de la vacada 

de San Mateo, don Julián Llaguno González 

y, por tanto, sobrino del famoso ganadero don 

Antonio Llaguno González, dueño de la 

renombrada vacada de San Mateo (Estado 

de Zacatecas), figurando en el cartel Antonio 

Velázquez, Anselmo Liceaga y Joselito Huerta, 

saliendo en quinto lugar el toro de nombre 

Egoista, al que Liceaga le hizo una faena 

extraordinaria, catalogándose el astado de 

«bandera», cortándole apéndices y dando la 

vuelta al ruedo con el entonces joven 

ganadero. 

4.1) Abaniquero: 

Veamos la reseña, a título de ejemplo, 

de una corrida suspendida en la Plaza Real 

de El Puerto de Santa María (Cádiz): Con 

fecha (08-07-1883), cuando ya se habían 

celebrado dos corridas, los carteles anunciaron 

la inauguración de una «nueva Empresa», 

que había tomado el circo portuense en 

subarriendo. La tercera corrida de la temporada 

de 1884 fue anunciada también como 

organizada por una «nueva empresa», que 

al parecer sólo celebró aquel espectáculo, ya 

que la anunciada para el 31 del siguiente mes 

figura presentada por una «nueva Empresa, 

distinta y ajena por completo a las que 

anteriormente han tenido a su cargo el 

hermoso circo taurino de esta ciudad»…, 

mucho más hermoso cuando se compara 

con la sucia labor de muchos de los 

empresarios que la rigieron, pues muy mal 

quedaron todos con la afición -¡y siguen 


(ANCTL) 


A la derecha, el típico pelaje jirón o 

cinchado, de la ganadería de «Arroyo 

Hondo.» 

(ANCTL) 

quedando!- cuando tanto interés demuestran 

los últimos empresarios en no ser confundidos 

con sus ilustres antecesores. 

Pues bien, la nueva Empresa -¡vaya 

cómo comenzó!- contrató a Fernando Gómez 

(Gallo) y a Rafael Guerra (Guerrita) que 

debían alternar en un mano a mano la tarde 

del (31-08-1884), lidiando seis toros de D. 

Eduardo Ibarra, que previamente fueron 

reconocidos por los profesionales veterinarios 

en el rancho Viruela, pero la corrida fue suspendida, 

porque el resultado del referido 

reconocimiento de los toros fue el siguiente:. 

1º Portugués, con el nº 7, negro, 

astillado del derecho, aunque bien puesto de 

cornamenta, tenía fracturada la tibia de la 

extremidad anterior derecha, presentando una 

manifiesta claudicación. 2º Abaniquero, 

caído o gacho del derecho, estaba marcado 

con el nº 12. 3º Castillejo, negro bragado, 

brocho, marcado con el número con una 

herida abdominal en la parte ínfero posterior 

izquierda. 4º Borrero, cárdeno, bragado, bien 

puesto, con el nº 49, era tuerto del derecho. 

5º Merino, de pelaje negro, con el número 

61 y bien encornado. 6º Pacheco, castaño 

ojinegro, con el nº 17 y cornipaso. 7º 

Viñadero, negro, con el número 7 y bien 

puesto. Castillejo y Borrero fueron desechados 

por sus defectos físicos. Pacheco por 

defectuoso de cuerna y Merino por su 

11


escasa edad y desarrollo, no contando con 

las condiciones reglamentarias. Firmaron los 

veterinarios D. Manuel Prada y D. Francisco 

Cebrián. 

El día anterior de la corrida, es decir, 

el 30, el Alcalde de El Puerto envió un 

telegrama al Gobernador, en los términos 

siguientes: «Acabo de recibir el Certificado 

de los veterinarios que han verificado el 

reconocimiento de los toros por la mañana, 

que dice: «…que si bien no reúnen condiciones 

de primer orden para la lidia, juzgan 

reasumiendo que pueden considerarse 

aceptables para ellos. Suplico a V. E. me 

ordene con toda urgencia si suspendo la 

corrida o no, consultando si le parece el 

Reglamento; pues según dicho dictamen no 

reúnen las condiciones reglamentarias.» 

El Gobernador le contestó en el 

sentido de que suspendiera la corrida y que 

lo anunciase con un edicto, como así lo hizo 

el Alcalde: EDICTO: El Alcalde de esta ciudad 

hace saber: Que resultando del reconocimiento 

pericial practicado por los 

veterinarios que se designaron al efecto, que 

los toros que debían correrse en el día de 

mañana; de ellos, cinco son de desecho y 

no reúnen por lo tanto las condiciones 

reglamentarias para la lidia, queda en 

suspenso la celebración de dicha corrida 

conforme a los resuelto por la Autoridad 

Superior de esta provincia a quien he 

consultado acerca de ello en cumplimiento 

de mi deber, todo en evitación del conflicto 

que en otro caso pudiera ocurrir, atendidas 

las consideraciones antes expuestas. Puerto 

de Santa María, 30 de Agosto de 1884. 

Francisco Miranda. Secretario. 

Fue una lástima -la primera de una 

interminable serie de corridas defectuosas 

que hasta el día de hoy siguen, salvo 

honrosas excepciones, en la Plaza Real-, 

pues el espectáculo prometía ser interesante: 

los seis toros iban a ser lidiados por El Gallo 

y Guerra, especificándose bien claramente 

en el programa: «… ambos con obligación 

de poner banderillas a dos toros.» El aliciente 

de ver colocar las banderillas al maestro y al 

peón, en un mano a mano, un tanto forzado 

estaba en esta ocasión superado por otro 

menos visto en los ruedos españoles de 1884: 

Rafael Guerra (Guerrita), actuando como 

espada. No pudo ser entonces, y la afición 

quedó defraudada. Pero tiempo tendría, para 

conocer las tardes de gloria y maestría del 

nuevo califa que venía pegando. De aquel 

entonces extraordinario banderillero que 

oscurecía los nombres de los más consagrados 

matadores de toros de la Época de 

Oro. (Crónica rescatada por de don José 

María Rojas Guillén). 


El (22-04-1888) fue lidiado en la nueva 

Plaza de Toros de Madrid, Abaniquero, de 

pelo cárdeno y de la antigua ganadería 

española del duque de Veragua XIV -su 

antigüedad (24-03-1867)-, antes de don Juan 

Vázquez. Hizo una buena pelea en el primer 

tercio, aguantando 10 varas de mucho 

De semejante corpulencia fueron los 

toros de los duques de Veragua que 

se lidiaron durante el siglo XIX. 

castigo, ocasionando tres caídas y la muerte 

de tres caballos. Aquella misma tarde fue 

lidiado en la misma plaza Carasucia, de don 

Ildefonso Núñez de Prado, que recibió ocho 

puyas, derribó cuatro veces y mató dos 

caballos. Al referirnos al término «aguantando», 

nos adelantamos a señalar que el 

verbo aguantar se aplica también a una 

manera de matar en la que el espada, ya 

perfilado para la suerte, sufre inespera- 



damente la acometida del toro y no rehuye el 

lance, situación frecuente que Antonio Peña 

y Goñi (Don Cándido) nos describió en La Lidia 

(1895) así: «... cinco pases naturales y cuatro 

con la derecha, para una estocada 

aguantando, algo tendida.» 


El (25-07-1890), fue lidiado en la Plaza 

de Ioros de la Real Maestranza de Caballería 

de Sevilla el novillo, llamado Abaniquero, de 

la ganadería española de don Pablo y don 

Diego Benjumea. Fue el primero que estoqueó 

en aquella bellísima ciudad andaluza el 

famoso diestro sevillano Antonio Reverte 

Jiménez (1870-1903). Seis años antes ya 

figuraba la ganadería en los carteles, en uno 

de éstos aparece Francisco Arjona Reyes 

(Currito), que remató el (11-05-1883), el toro 

de pelo castaño oscuro, llamado Melenero, 

que fue lidiado en Madrid la fecha antes 

señalada, tomó 16 varas. 


El (22-11-1890), en la primera corrida 

en la que actuaron los entonces banderilleros, 

Antonio Lobo y Escobar (Lobito chico) y 

Manuel Morales (Mazzanitinito), a su vuelta 

de México, día en que se presentó en Madrid 

la famosa pareja, pareando muy exitosamente, 

en unión de Enrique Vargas (Minuto), 

a Abaniquero, berrendo en negro, de la 

ganadería española de don Anastasio Martín. 

8.1) Abarrotero: 

La tarde del (06-01-1974) fue 

memorable en la Monumental «Plaza 

México», especialmente para la vacada 

zacatecana de Arroyo Hondo, don José Julián 

Llaguno, ya que en la corrida celebrada ese 

día, de los seis astados presentados, cinco 

fueron de bandera: Fresnillense, Gambusino, 

Durangueño I, Obelisco I y Abarrotero, 

indultándose al último de los citados, 

que fue lidiado en sexto lugar por Mariano 

Ramos. Pesó 498 kilos y era de pelaje negro 

bragado y marcado con el número 54; 



Bien pudo ser Abaniquero, el 

primero que estoqueó en Sevilla 

Antonio Reverte Jiménez. 

Gambusino, fue para el hispano José María 

Manzanares, y se ovacionó en el arrastre. 

Cabe decirse, a modo de colofón, que una 

vez que el toro al que se le perdonó la vida, 

regresó a los corrales, Mariano dio la vuelta 

al ruedo en compañía del ganadero y de su 

hijo, el entonces joven, Fernando Llaguno 

Garza. 


El (08-09-1974), fue indultado 

Abarrotero, de la ganadería mexicana de Las 

Huertas, de don Luis Javier Barroso Chávez 

–su antigüedad es del año 1953 y su divisa: 

Divisa de la ganadería mexicana de 

Las Huertas. 

13


amarillo, oro y negro-, en la Monumental 

Plaza de Toros fronteriza de Tijuana (México), 

a petición unánime del público, ya que la 

bravura que demostró desde que pisó la 

arena, hasta llegar a la muerte, fue en grado 

superlativo. Se dejó pegar con fuerza de los 

piqueros, arrancándose al caballo con alegría 

y recargando en la suerte. Le correspondió 

al diestro Mario Sevilla. Es oportuno señalar 

la gran cantidad de aficionados norteamericanos 

que cruzan la frontera de California 

para asistir a las corridas. Con 100 vacas y 3 

sementales de la ganadería de Pastejé, entre 

los que estaba el toro, llamado Observador, 

de sangre muruveña, fundó esta vacada don 

Luis Javier, en el año de 1953, en el rancho 

Santa Rosa, municipio de Tlaxco (Estado 

mexicano de Tlaxcala). 


En el tradicional serial taurino de la 

Feria Nacional de Zacatecas (México), en 

septiembre del año 1999, fue lidiado otro 

astado, Abarrotero, que lució muy poco. Se 

le bautizó con ese nombre en honor de uno 

de los empresarios, Ismael Gutiérrez, abarrotero 

en la ciudad de Fresnillo (Zacatecas). 

Don Ismael fue, en 1984, uno de los socios 

fundador de la Peña Taurina Fresnillo... lució 

menos, al no darle la oportunidad de torear 

en la Monumental Plaza de Toros de la ciudad 

de Zacatecas, a Luis Parra (el Jerezano). De 

aquella fundación, este autor, guarda cuidadosamente 

toda la documentación, que algún 

día saldrá a la luz y hará historia, porque si 

bien Ismael no le apoyó el diestro jerezano, 

su paisano Antonio Ariza, fue peor.. 

11) Abeja: 

Paco Alcalde, la tarde del (08-07- 

1988), remató el toro, llamado Abeja, de 

pelaje negro, marcado con el número 77 y 

con 600 kg. de p. v-., en la Plaza de Toros de 

Pamplona, de la ganadería de los señores 

Herederos de don Salvador Guardiola. Obtuvo 

el prestigioso Trofeo Carriquiri al toro más 

bravo de la Feria de San Fermín. 

Don Luis Javier Barroso Chávez, 

propietario de la ganadería 

mexicana de Las Huertas. 

12) Abejarruco: 

Mariano Tornero Serisola, banderillero 

de toros, nacido en Madrid el (11-06-1851), 

comenzó a trabajar como tal en 1870. Tomó 

parte en la última corrida celebrada en dicha 

plaza, pareando en unión de Diego Fernández, 

el toro, llamado Miranda del duque de 

Veragua XIV, último que salió al ruedo la tarde 

del (15-08-1874), dato de por sí importante, 

pero en nuestro caso interesa decir que el 

(29-04-1880), a 34 días de inaugurarse 

nuestra Plaza Real, actuó en la cuadrilla de 

Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo), 

sustituyendo al banderillero Pablo Herráiz, en 

la Plaza de Toros de Jerez de la Frontera. 

Fue Tornero enganchado al salir de clavar un 

par a un toro, llamado Abejarruco, de don 

Rafael Laffite y Castro, siendo volteado y 

corneado en el suelo, resultando con una 

herida penetrante en la parte media anterior 

del muslo derecho, cerca de la ingle, siendo 

trasladado a Madrid en estado grave, aunque 

no tardó en reponerse y volver a la profesión. 

En otra crónica se dice que Mariano Tornero, 

banderillero que fue cogido, volteado y sufrió 

una grave herida en la ingle, el (29-04-1880), 



por el toro llamado Abejarruco, de la 

ganadería española de don Rafael José 

Barbero, jugado en Cádiz ese día. 

13) Abejito: 

Joselillo de Colombia remató la tarde 

del (16-08-1992) el toro, llamado Abejito, 

marcado con el número 81 y 555 kilos de p. 

v., de los Hermanos Domínguez Camacho, 

que fue lidiado en la Plaza de Toros de Gijón 

(Asturias, España), en sexto lugar. Por su 

carácter en el ruedo fue distinguido con los 

premios siguientes: Unión Asturiana de 

Peñas Taurinas al mejor toro de la Feria de 

Gijón y Colegio Oficial de Veterinarios de 

Asturias, al toro de mejor trapío y comportamiento 

durante el serial de la Feria. 

14.1) Abejorro: 

El día (18-04-1925) fue jugado en la 

Real Maestranza de Caballería de Sevilla, el 

toro Abejorro, negro, de la ganadería 

española del conde de la Corte (3), cuya 

antigüedad es del (17-05-1928). Fue muy 

bravo durante toda la lidia y uno de los 

mejores toros lidiados aquel año en el citado 

coso. 


El (19-12-1943), recibió la alternativa 

el diestro mexicano Luis Briones, en el antiguo 

coso de El Toreo, (ciudad de México, D. F.), 

siendo su padrino Fermín Espinosa 

(Armillita) y testigo de la ceremonia Carlos 

Arruza, con la cesión de Abejorro, de la 

ganadería mexicana de Rancho Seco (4, véase 

al pie de la siguiente página). El nuevo doctor 



Don Sergio Hernández González, 

propietario de «Rancho Seco.» 

(ANCTL) 

Divisa de la ganadería del Sr. conde 

de la Corte. 

nació el (07-10-1919), en la ciudad mexicana 

de Monterrey (Estado de Nuevo León), y 

falleció el (22-06-1981), en el Distrito Federal 

(ciudad de México, D. F.). 


En El Toreo de Cuatro Caminos 

(ciudad de México, D. F.), la tarde del (08-12- 

(3) Con divisa encarnada, oro y verde; señal: hoja de higuera en la derecha y garabato en la 

izquierda, se fundó sobre los años 1910 al 1912, por la marquesa de Tamarón, con vacas y 

sementales de don Fernando Parladé (antes de don Eduardo Ibarra, línea Muruve), que a su muerte 

paso a su esposa y a la muerte de ésta, en 1920, pasó a ser propiedad de dicho conde, que 

presentó por primera vez sus toros en la Plaza de Toros de Madrid el (17-05-1928). Conservó en 

toda su pureza la sangre de Vistahermosa. Los toros del conde de la Corte «por sí solos se 

alaban», y buena prueba de ellos es el hecho de que muchos ganaderos, buscando con lo que se 

considera esencial en el toro de lidia, esto es: finura en su hermosa jechura, nobleza, buen trapío, 

bravura, etc., adquirieron por muchos decenios sementales de esta vacada bien para refrescar la 

sangre o para cruzar sus respectivas ganaderías. 

15

(ANCTL) 


Típico toro de pelaje cárdeno, de la 

ganadería de «Rancho Seco.» 

(ANCTL) 

1956), recibió la alternativa Fernando de los 

Reyes (El Callo), siendo apadrinado por 

Fermín Rivera y de testigo el español Antonio 

Borrero (Chamaco) -éste le cortó una oreja a 

Abejorro-, con Clavelito III, de la ganadería 

zacatecana de San Mateo (4). En ese mismo 

festejo, Fermín le cortó las orejas al llamado 

Los 21, de la ganadería también del Estado 

mexicano de Zacatecas, de don Jesús 

Cabrera. 

17) Abogado: 

El (04-11-1973), en la Plaza de toros 

de Tlaxcala (México), el diestro regiomontano 

Eloy Cavazos lidió admirablemente un toro 

Don José Antonio Llaguno, uno de 

los ganaderos más célebres de todos 

los tiempos. 

de bandera de la ganadería mexicana de don 

Manuel De Haro, de nombre Abogado, y tan 

extraordinario animal logró que el matador y 

el ganadero dieran una vuelta triunfal al ruedo. 

Dicha ganadería obtuvo su cartel el (10-06- 

1971). Para el matador mexicano Jorge de 

Jesús (El Glison), «… la ganadería De Haro 

es una de las más interesantes de nuestro 

país (México). Los astados de esta dehesa, 

en cuanto a belleza física y formas 

anatómicas, son, para la comodidad de los 

(4) Propiedad de los Herederos de don Carlos Hernández (Sergio Hernández González) -fallecidoel 

(08-12-1977)-, cuya antigüedad es del año 1925 y divisa: caña y rojo. Figura entre las muchas 

ganaderías mexicanas que tienen sangre de Muruve. Fue fundada en 1922 por doña Cristina Carvajal 

de Muñoz y doña Beatriz Carvajal de González, en Rancho Seco, en el municipio de Tlaxco, del 

Estado mexicano de Tlaxcala, con vacas y sementales de Zotolucas. El (13-01-1952), en la «Plaza 

México», el diestro español José María Martorell le cortó dos orejas y rabo al toro, llamado 

Andrajoso, cuyos restos fueron homenajeados con la vuelta al ruedo y lo premiaron como el mejor 

de esa temporada, lo mismo que el encierro completo. El (07-03-1971), se lidiaron en el coso 

máximo de Insurgente (ciudad de México, D. F.), cuatro toros de bandera, todos de la ganadería 

mexicana de Rancho Seco, siendo el que cerró plaza Malvavisco. Maravilloso toro, que al igual que 

sus hermanos anteriores, puso su casta, bravura y nobleza a gran altura. Le faltó un puyazo, porque 

no se acordaron de su sangre Muruve, y por ello se fue para arriba y Villanueva no logró un buen 

trasteo con la muleta. 



toreros, los que se les conoce en el argot 

taurino con el mote de muñecos.Preciosos, 

de comoda encornadura, de pintas llamativas 

y de hermoso colorido, de estatura y largo 

ideal, de pezuñas y extremidades finas y bien 

cortadas, y hasta tienen cara de buena gente. 

Uno los ve, y se enamora de ellos. Hasta que 

los conoce por dentro y de frente.» 

Sin embargo, la referida «comodidad 

de los toreros», con esos «muñecos», no 

parece estar de acuerdo con lo que El Glison 

señala después: «Si hay en México un tipo 

de toro con el cual hay que estar constantemente 

al acecho de su comportamiento, 

sería uno De Haro. Nunca brindan una 

embestida idéntica entre sí, la primera puede 

ser corta, la segunda larga, la tercera más 

corta y la cuarta muy larga; se puede vencer 

por un lado o por el otro y luego pasar 

totalmente franco. Siempre están pensando 

lo que están haciendo, intentando descubrir 

el engaño, siempre discerniendo lo que 

sucede. Por eso mismo los toreros no pueden 

dar por sentado que se han hecho dueños 

de un toro De Haro»... ¡Vaya manera de 

tergiversar las cosa!... 

18) Aborrecido: 

El (30-08-1886), en una corrida 

nocturna en la plaza de San Sebastián, el 

célebre varilarguero José Bayard y Cortés 

(Badila), al picar a Aborrecido, del duque de 

Veragua XIV (5, véase cuadro adjunto), que tomó 

con mucho poder cinco puyas de Fuentes, 

Matacán y Badila-, hizo el mismo lance que 

ejecutó el también picador José Arana Molina 

(Agustín Molina) a Marismeño, el (16-04- 

1899). Recordando el hecho puedo citar que 

al picador Badila le valió una sonora ovación, 

ya que en el cuarto puyazo dejó el picador 

más de dos cuartas de palo dentro del morrillo 

del toro citado, mientras que a Rafael Guerra 

(Guerrita), el público respondió verdaderamente 

hostil, arreciando una lluvia de 

naranjas contra Molina, cuando se dispuso a 

picar el tercero de la tarde... y Guerrita ordenó 

a su piquero que se retirase a las cuadras. 



Duque de Veragua XIV. 

19) Aborrecío: 

Fue lidiado en el quinto de los 

festejos a «plaza partida» que se celebró en 

la Plaza de Toros del Puerto, el (31-08-1958) 

y en esta ocasión fueron 6 toros y 6 novillos, 

todos ellos de D. Carlos Núñez, de Tarifa 

(Cádiz), que fueron lidiados, los toros, por 

Rafael Ortega, Gregorio Sánchez y Juan 

Antonio Romero, y los novillos por Pepe 

Álvarez, de El Puerto; Emilio Oliva (padre), 

de Chiclana de la Frontera (Cádiz) y Rafael 

de Paula, de Jerez de la Frontera (Cádiz). 

Los programa de mano hacían 

curiosas advertencias. Por ejemplo, que la 

corrida sería presidida y asesorada de la 

forma ordinaria, y que para la novillada habría 

una delegación de la Presidencia, por lo que 

los cambios de suertes y demás, serían 

ordenados por cada una de ellas con distintos 

toques de clarines. 

(5) Duques de Veragua XIII y Osuna III: 

del (04-07-1836) al (28-09-1850); duque 

de Veragua XIII: de (28-09-1850) al (24- 

04-1867); duque de Veragua XIV: de (24- 

04-1867 al (17-09-1911); duque de 

Veragua XV: de 1911-1929. 

17


La división de la Plaza estaba ya hecha antes 

del desfile de las cuadrillas, que en esta 

ocasión lo hicieron por puertas distintas y 

recorridos diferentes. Igualmente había doble 

puerta de toriles. Los tres primeros toros se 

lidiaron en la media Plaza, correspondiente a 

los tendidos de Sombra, y los tres últimos a 

los del Sol, simultaneándose la lidia de cada 

toro con la de un novillo. 

También había dos bandas de 

música, una por cada mitad de la Plaza. En 

este espectáculo se cubrieron los tendidos y 

las gradas en su totalidad, siendo los precios 

de 190 pesetas el tendido de Sombra y 90 

pesetas el de Sol. Y finalmente se hacía la 

advertencia de que para el caso de que algún 

astado saltase la valla, habría habilitada en 

ésta dos puertas comunicantes, para facilitar 

la vuelta del animal a su mitad de ruedo 

correspondiente. Para satisfacción del 

aficionado curioso, ofrecemos la relación de 

los toros lidiados en esta corrida, con 

indicación de su capa, peso en canal y 

espada que le dio muerte. 

Fueron: Chirrino, negro, 289 kgs., 

Rafael Ortega; Capachero, negro, de 273 

kgs.; Perdigón, colorado ojinegro, 255 kgs., 

Juan Antonio Romero; Leñador, negro 

bragado, 272 kgs., Ortega; Lechuzo, negro, 

285 Kgs., Sánchez; Picapleito, negro, 283 

Kgs., Romero. Promedio de la corrida: 276 

kilos y medio a la canal, correspondiendo a 

una media de 556 kilos en vivo. 

Y los novillos lidiados fueron: Fogón, 

negro listón, 221 Kgs., Pepe Álvarez; Florido, 

mulato, 244 Kgs., Emilio Oliva; Furioso, 

mulato, 227 Kgs., Rafael de Paula; 

Aborreció, mulato burraco, 273 Kgs., 

Álvarez; Volador, negro, 248 Kgs., Oliva. Y 

Jumillano, negro, 244, Paula. Promedio de 

la novillada: 243 kilos a la canal, correspondiendo 

a una media de 490 en vivo. 

Imagen de la corrida a «plaza partida» que se celebró en la Plaza de 

Toros del Puerto, el (31-08-1958) y en esta ocasión fueron 6 toros y 6 

novillos, todos ellos de D. Carlos Núñez, de Tarifa (Cádiz), 

(Foto Rasero) 



20) Abridor: 

El día (02-05-1991), el toro, llamado 

Abridor, de pelaje negro zaino, marcado con 

el número 68, de la ganadería jerezana de 

don Fermín Bohórquez Escribano (6) -hijo-, 

de procedencia Murube -esos que 

antiguamente se lidiaron a nombre de doña 

Carmen de Federico y a los que Juan 

Belmonte llevó a sus últimas consecuencias 

su invención del temple-, criado en la dehesa 

Fuenterrey, en el término municipal de Alcalá 

de los Gazules, en su bella serranía -pueblo 

al que este autor bautizó como Corazón de 

la Ruta del Toro (A B C de Sevilla, septiembre 

de 1961)-, y que se tientan en el cortijo La 

Peñuela, fue el ganador de la Corrida 

Concurso de Ganaderías que se celebran 

desde hace decenios en Jerez de la Frontera 

(Cádiz). 

21.1) Abrileño: 

El toro de pelaje negro bragado, 

llamado Abrileño, herrado con el número 85, 

con 551 kilos de p. v., era de la divisa de don 

Baltasar Ibán Vides (7, véase al pie de la siguiente 

página) y fue lidiado en primer lugar en la 

corrida celebrada en la Plaza de Toros de 

Madrid el (19-05-1967). Fue cedido por Julio 

Aparicio a Pedrito Benjumea, en presencia 

de Santiago Martín (el Viti), en el protocolo 

de la confirmación de alternativa del espada 

sevillano. 



Divisa de la ganadería de don Fermín 

Bohórquez Escribano. 

22.2) Abrileño: 

El (27-04-1974), el toro de lidia, 

llamado Abrileño, de pelaje negro, marcado 

con el número 72 y 530 kilos de p.v, de a divisa 

de Torrestrella, propiedad de don Álvaro 

Domecq y Díez, fue lidiado en cuarto lugar, 

en la Real Maestranza de Caballería de 

Sevilla, siendo calurosamente aplaudido en 

la vuelta al ruedo que le dieron las mulillas. 

Se le concedió el trofeo al toro más bravo de 

aquella Feria de Abril sevillana. 

23) Abubillo: 

El (12-09-1918), en la plaza de toros 

de Salamanca, fue lidiado el toro de pelo 

La divisa de la vacada de don 

Baltasar Ivan. 

(6) Los señores hermanos Bohórquez, uno de ellos, llamado Fermín, fue el padre de los también 

hermanos Fermín y José Bohórquez Gómez, que presentaron por primera vez sus toros en la nueva 

plaza de toros de Madrid el (25-03-1912). Su posterior antigüedad es del (17-05-1951) y su divisa: 

verde y encarnada. Fincas: «Fuente Rey», Jerez de la Frontera (Cádiz); «Fraja», Alcalá de los 

Gazules (Cádiz), y «Casa Blanca», Arcos de la Frontera (Cádiz). La ganadería de don Fermín 

Bohórquez Gómez, padre de don Fermín Bohórquez Escribano y abuelo del rejoneador Fermín 

Bohórquez fue formada en 1940 por don Luis Vallejo Alba con 59 vacas y dos sementales de doña 

Carmen de Federico (Muruve), en 1944 propiedad de don Antonio Urquijo, los primeros productos 

fueron ocho novillos, muy bravos, que se lidiaron en Barcelona el (15-10-1944), y en 1946 compró la 

ganadería don Fermín Bohórquez Gómez, que cambió el hierro en 1951, antes de hacer su debut en 

Madrid, manteniéndolo hasta hoy. Tras el fallecimiento de don Fermín I, en 1974, la ganadería pasó a 

su hijo Fermín II Bohórquez Escribano, cuya ganadería tiene actualmente (2005) procedencia: 

Murube-Urquijo. 

19


jabonero –»… claro o charrengue, blanco 

sucio y amarillo, como el café con leche» 

(Joaquín Bellsolá, Relance. El toro de lidia)-, 

llamado Abubillo, de la ganadería del duque 

de Veragua XV. En seis puyazos dio otras 

tantas caídas y mató tres caballos. 

24) Abudad: 

Toda la mitología de Persia estaba 

basada en dos principios que se enfrentaban 

entre sí: Ormuz, como el del Bien y de la Luz, 

y Arhiman, como el del Mal y Príncipe de las 

Tinieblas. Se sabe de un antiguo mito persa, 

cómo Ormuz, después de haber creado la 

luz, creó a un toro, en cuyo cuerpo se encontraban 

todos los gérmenes de la vida 

orgánica. Pero Arhiman invadió con sus 

fuerzas malignas a Ormuz, atacándole 

furiosamente y produciéndole la muerte. 

Ormuz extrajo de la paletilla derecha del toro, 

llamado Abudad, a Kaiomorts, el primer 

hombre, quien fue también asesinado por 

Arhiman. Entonces Ormuz decidió extraer de 

la paletilla izquierda de Abudad, a Gocharum, 

el alma del toro, la cual estaba destinada a 

ser la base de toda la generación zoológica, 

ya que de su esperma purificado produjo 

Ormuz dos toros, macho y hembra, de los 

que salieron 272 especiaes de animales. De 

las astas del toro salieron los árboles; de su 

rabo, los cereales; de su nariz, las legumbres; 

y de su sangre, las uvas. Al mezclarse 

la sangre de Kaiomorts con la tierra 

formó un árbol, Heom, del que después de 

Abrileño, de pelaje negro, marcado 

con el número 72 y 530 kilos de p.v, 

de la divisa de Torrestrella, 

una década, brotaron diez ramas, las cuales 

formaron las diez primeras parejas del 

planeta. 

25) Abulaqueño: 

Astado de pelaje mulato, marcado con 

el número 38 y criado por los Hermanos Miura 

(don Eduardo III y don Antonio III), en 

Zahariche, fue lidiado en Pamplona, durante 

el tradicional serial taurino de las Fiestas de 

San Fermín, el (13-07-1997), obteniendo muy 

merecidamente Abulaqueño, el Premio al 

Mejor Toro de la Feria. 

26.1) Abutardo: 

El (02-07-1875), el astado de nombre 

Abutardo, de la antigua ganadería española 

(7) La ganadería de don Baltasar Ibán Valdés, con divisa rosa y verde, y señal, muesca en las dos 

orejas, es oriunda de Contreras, pasando después a don Fernando Sánchez Rico, quien la enajenó a 

don Jerónimo Díaz Alonso, y que éste aumentó con hembras de don Julián Fernández Martínez. 

Los herederos de don Jerónimo, fallecido durante la Guerra Civil, vendieron la vacada a don Manuel 

González Martín las reses recuperadas después de la fraternal contienda y este último las agregó a 

otras de diferente origen que antes poseía. 

En 1940 enajenó la mitad de su vacada al conde de Ruiseñada, y en 1957, se deshizo de la 

ganadería, siendo adquirida por don Baltasar Ibán. Baltasar Iban Valdés, ganadero del que se dice 

logró una notable fortuna aprovechándose de una de las incontables «oportunidades» que se 

presentaron en España los años posteriores a la Guerra Civil. Los hubo, como Iban, que ante la 

gran falta de neumáticos, éstos se pagaron a altos precios cuando él había logrado adquirir a bajo 

precio miles de ellos (Luis Ortega). 



de los Hermanos Arribas -su antigüedad es 

del (24-06-1883)-, corrido en la plaza de toros 

de Barcelona, tomó 26 varas y mató siete 

caballos. Un 2 de julio, pero del año 1702, la 

flota de Nueva España es atacada en Vigo 

por ingleses y holandeses. Al hundirse 

algunos navíos fallecieron ahogados centenares 

de valientes marinos españoles y se 

perdieron diecisiete millones de pesos de oro. 

27.2) Abutardo: 

Luis Mazzantini y Eguía, Rafael 

Guerra (Guerrita) y Antonio Reverte Jiménez 

alternaron en la Plaza de Toros de Madrid la 

tarde del (19-03-1898). Mazzantini, trabajando 

en provincias españolas, continuó cosechando 

aplausos, corroborando tan brillante 

temporada con las actuaciones de otoño en 

Madrid, en que alternó con el ya inigualable 

Guerra. 

Terminados sus contratos en la 

Península, se embarcó para México, llevando 

como segundo a Nicanor Villa (Villita); toreó 

allí, y luego en La Habana, varias corridas con 

buen éxito, volviendo en marzo de 1898 a 

España y participando el citado día en la lidia 

de ganado de D. José Antonio Adalid. No tuvo 

suerte en sus faenas, en una de las cuales 

fue derribado por el toro Abutardo, cárdeno, 

haciéndole Guerrita un gran quite. Absorbida 

toda la atención, o la mayor parte, por la figura 

formidable del lidiador cordobés, y un tanto 

por las valentías de Emilio Torres y Reverte, 

Luis Mazzantini no volvió este año a trabajar 

en Madrid, a excepción de la función benéfica 

con motivo de la triste guerra con los Estados 

Unidos. En Sevilla, Bilbao y otros puntos actuó 

con acierto repetidas veces, aunque el 

continuo engrosamiento le iba restando 

habilidad y energía. 

28.1) Acaudalado: 

El toro de pelaje negro, llamado 

Acaudalado, marcado con el número 22, de 

la ganaderías de Isaías y Tulio Vázquez 

Román, fue lidiado en cuarto lugar en la 

corrida celebrada en la Plaza de Toros Vista- 



Un hermano de Abulaqueño bajo una 

encina en Zahariche. 

Alegre, de Bilbao, el (19-06-1946). Mereció y 

obtuvo el honor de da la vuelta al anillo antes 

de pasar al desolladero. 

29.2) Acaudalado: 

El toro de pelaje castaño, herrado 

con el número 154, de la ganadería del 

marqués de Domecq (8, véase al pie de la 

siguiente página), fue lidiado en cuarto lugar 

en la corrida celebrada en la Plaza de Toros 

de Albacete el (12-09-1959). Se le adjudicó el 

Trofeo donado por el Club Taurino Albacetense 

para premiar al astado más bravo de 

aquella Feria taurina. 

30) Acechador: 

Había expectación en la provincia 

gaditana por ver la novillada en la Plaza Real 

de El Puerto de Santa María la tarde del (18- 

08-1889) y los numerosos aficionados que 

se desplazaron desde de Cádiz se regresaron 

satisfechos, porque a las actuaciones 

de los novilleros se sumó el interés por ver al 

torero-charro mexicano Ponciano Díaz y sus 

charros. 

21


Los novilleros alternantes fueron 

Enrique Santos (Tortero) y Rafael Bejarano 

(Torerito) y el ganado, siete astados, de don 

Eduardo Ibarra, resultaron muy buenos, y aun 

hubieran resultado mejores de haber sido bien 

lidiados; todos con el hierro de la Y, con 

muchas libras, bonita lámina, bravos y con 

empuje, llevaron los nombres siguientes: 1º 

Jaquetón, con el nº 43, negro hito, 

escobillado del izquierdo y bien encornado, 

fue superior. 2º Colegial, con el nº 34, negro 

lombardo y bien puesto. 3º Chirrido, con el 

nº 35, negro peceño y con armadura. 4º 

Polvorillo, con el nº 72, negro listón y bien 

puesto. 5º Gitano, con el nº 31, negro 

chorreado y cornidelantero, fue un toro de 

bandera. 6º Fortuna, con el nº 12, negro 

chorreado, bragado y puesto, también fue de 

bandera. 7º Acechador, con el nº 50, negro 

zaino y astillado del izquierdo. Entre los seis 

mataron 10 caballos. 

Siguiendo la crónica rescatada por D. 

José María Rojas Guillén reseñamos: «El 

Tortero, que vestía terno granate y oro, estuvo 

desgraciado en la muerte de sus novillos - 

que fueron Jaquetón y Chirrido- y en quites 

también desafortunado, pero ser su labor 

voluntariosa fue aplaudido. El Torerito, que 

vestía terno verde botella, fue aplaudido toda 

la tarde por sus merecimientos. En la muerte 

de sus toros –les tocaron Polvorillo y 

Fortuna-, demostró valor y arte, rematando 

a sus dos de sus tres novillos como pudiera 

hacerlo cualquier matador de fama. Con 

Fortuna estuvo desgraciado por arrancársele 

Divisa de la ganadería de don Pedro 

Domecq y Rivero, más conocido 

como del marqués de Domecq. 

súbitamente cuando se disponía a matarlo, 

dándole un estocada atravesada. Sin 

embargo, con la muleta toreó con arte y de 

cerca. Muy acertado en quite y trabajador en 

la brega. En suma, fue una buena tarde para 

el futuro espada. De los banderilleros y 

picadores nada notable.» 

«Salieron Ponciano Díaz –que vestía 

azul y plata-, Agustín Oropesa y Celso 

González a demostrar sus habilidades con 

Colegial. En el primer tercio, Oropesa y 

González picaron como ya quisieran hacerlo 

algunos afamados piqueros. Entraron muy 

bien en la suerte y con garrochitas muy 

cortas. Pusieron un buen número de varas 

en todo lo alto del morrillo, perdiendo uno de 

ellos un caballo. En una de las varas el toro 

le arrancó todos los arreos al penco y el 

charro siguió picando en pelo. El público 

tributó una ovación merecida a los dos 

mexicanos. Ponciano se retiró por no tener 

el bicho condiciones para la suerte de banderillas 

a caballo. Sin embargo, en el 5º, 

Gitano, volvió a salir y puso dos pares de 

banderillas a media vuelta, aplaudiendo el 

(8) La ganadería de don Pedro Domecq y Rivero, más conocida como del marqués de Domecq – 

divisa: Azul y Amarilla; señal: Punta de espadas en ambas; fincas: «Martelilla» y «El Carrascal» 

(Carretera Jerez-Medina Sidonia, Km. 14 y Jerez de la Frontera, Cádiz) y «Las Castellanas» y «Los 

Barrancos» (Puerto Real, Cádiz)-, cuya procedencia histórica fue de unos de los lotes en que se 

dividió la de don Ramón Gallardo González y que heredó su hija doña Emilia Gallardo Santos de Los 

Barrios (Cádiz), que en septiembre de 1949 la adquirió don Pedro Domecq y Rivero (Marqués de 

Domecq D´Usquain), agregándole en principio reses de don Juan y don José Belmonte y, 

posteriormente, en 1951, de don Juan Guardiola. En 1955 don Pedro Domecq y Rivero vendió la 

ganadería a don José Villar Vega, el cual la enajenó en 1959 a los señores Núñez Hermanos (Carlos 

y Marcos), que a su vez se la venden a don José Luis y don Pablo Martín Berrocal. En 1981 fue 

nuevamente adquirida por los hermanos Núñez, que se le vendieron en 1983 a su actual propietario. 



público y siendo premiado con música. No 

gustaron las suertes que ejecutaron con los 

dos últimos becerros que se lidiaron con 

objeto de que se lazaran y jinetearan los 

mexicanos, pues resultaron suertes aburridas, 

aunque trabajaron con acierto. 

Cuadrilla de Tortero: Picadores, 

Manuel Rodríguez (Cantares) y José Gutiérrez 

(Cano). Banderilleros, Regaterillo, el Chaval 

(que dio el salto de la garrocha) y Lobito. 

Cuadrilla de Torerito: Picadores, Juan 

el de los Gallos y Antonio Pérez (Mellado). 

Banderilleros: Bernardo Hierro, José y Antonio 

Bejarano. 

En otra crónica se dice: Ponciano 

Díaz, célebre matador-charro mexicano, que 

vino a España al frente de una escaramuza 

de charros y que hicieron en nuestros ruedos 

diversas y atractivas exhibiciones de ese 

toreo a caballo, integrado por varias suertes, 

incluyendo el vistoso y arriesgado «salto de 

la muerte», actuaron la tarde del (18-08-1889) 

en la Plaza Real del Puerto. Además de poner 

banderillas desde lo alto de su montura 

charra, Ponciano y sus dos compañeros, 

Agustín Oropeza y Celso González, ejecutaron 

diversas suertes montadas, todas 

desconocidas por los aficionados portuenses, 

cuyo solo nombre ya venía impregnado 

de la bravía tierra mexicana: el «coleadero», 

el «jaripeo», las «manganas»… y el lazado 

de las reses con las «reatas» al estilo de su 

país, para retirarlas del ruedo, sin necesidad 

de la intervención de los cabestros. Uno de 

los toros muertos –para torear los cuales en 

lidia ordinaria estaban las cuadrillas de 

Enrique Santos (El Tortero) y Rafael Bejarano 

(Torerito)-, sería arrastrado, según anunciaban 

los carteles, al estilo de México, por 

las dos airosas jacas de Ponciano, llamadas 

General y Avión. 

La visita de los charros despertó en 

El Puerto una lógica curiosidad, debido a su 

procedencia, y en general por las tierras de 

allende de los mares, y fueron incontables 

los toreros españoles que, tras terminar la 

temporada en España, se embarcaron y así 



lo siguen haciendo, para el Nuevo Mundo en 

busca de gloria y dinero, y siguiendo esa ruta 

nos encontramos a Bernardo Gaviño Ruedo, 

de Puerto Real, y a D. Luis Mazzantini, que 

según señala Cossío, fue el primer español 

que abrió la oportunidad americana a los 

diestros peninsulares, pero no es así, porque 

algunos otros diestros se le adelantaron. 

También fueron muchos los lidiadores 

americanos, especialmente los mexicanos 

que, cruzando el Atlántico en dirección 

opuesta, vinieron a torear a España, creándose 

así una doble corriente de ida y vuelta 

que cada vez hermanaba más los toreros del 

Nuevo y Viejo Mundos. El más importante de 

los diestros mexicanos que alcanzaron fama 

y prestigio en las Plazas de España, hasta el 

El matador-charro mexicano 

Ponciano Díaz actuó en El Puerto. 

23


punto de ser considerado como uno de los 

mejores y más elegante matadores de su 

tiempo, fue Rodolfo Gaona. Ya en España, 

en 1908, tomó la alternativa de manos de 

Manuel Lara (Jerezano), en la madrileña Plaza 

de Toros de Tetuán de las Victorias, y unos 

días más tarde, en terna con Ricardo Torres 

Reina (Bombita) y Rafael González Madrid 

(Machaquito), inauguraba otra Plaza de Toros 

de Madrid, la de Vista Alegre. 

Ya se puede decir que desde 

entonces formó en la primera línea de los 

espadas de moda, compitiendo en arte, valor 

y elegancia con el diestro español Antonio 

Fuentes y Zurita, posición que durante algo 

más de dos decenios supo mantener. Era un 

fino, que ponía banderillas con gran destreza, 

y manejaba el capote con una clásica 

perfección, realizando con él toda clase de 

suertes, incluso una de su propia invención, 

y que de él tomó el nombre de gaonera. Le 

falta sin embargo el valor y el entusiasmo en 

algunas ocasiones. Y ello es lo que claramente 

explicaba la irregularidad de sus 

actuaciones, y los inesperados fracasos en 

aquellos momentos en que la afición 

portuense más esperaba de él. 

Es el momento de recordar que en 

el siglo XVI se produjo la primera exportación 

de vacunos navarros al Nuevo Mundo. 

Conocedor de la agresividad y bravura de los 

toros navarros, Juan Gutiérrez de Altamirano, 

primo de Hernán Cortés, se encargó en 1521 

de que llegaran a la isla antillana de Santo 

Domingo un hato de vacunos compuesto por 

doce pares de toros y vacas procedentes de 

Navarra, que a principios de 1526 fueron 

traslados a tierras mexicanas y ubicados en 

la extensa región de Calimaya en la que 

existía un pueblo indígena del mismo nombre, 

que con todo su término y otras rancherías 

que adquirió en el valle de Toluca constituyó 

la hacienda de Atenco y dicho hato de vacunos 

el fundamento de la célebre ganadería 

que ha llegado hasta nuestros días conservando 

fielmente las características del 

ganado de su procedencia. 

Pocos años después los misioneros 

españoles llevaron también vacunos navarros 

a Ecuador, aunque en este caso su intención 

no fue la de extender las fiestas de toros por 

aquellas tierras, sino más bien su utilización 

como animales de guarda y defensa, para 

evitar los expolios de los huertos y tierras 

colindantes con las misiones, que servían de 

sustento a los frailes. Los toros navarros, ya 

famosos entonces por su agresividad, 

causaron el terror entre los indígenas americanos 

y permitieron preservar la precaria 

economía de los misioneros, que dispusieron 

alrededor de sus tierras un sistema de doble 

empalizada cortada en cada ángulo. En cada 

lado del cuadrado o rectángulo resultante se 

colocaba uno de los toros traídos de Navarra, 

que siempre estaba dispuesto a arrancarse 

ante el menor ruido o ante la presencia de 

quienes quisieran penetrar en las parcelas. 

Además, era frecuente que para 

reunir las reses necesarias para un festejo 

taurino fuera necesario contar con las 

existentes en más de una ganadería, puesto 

que los machos de edades adultas eran poco 

abundantes en cada vacada y se limitaba a 

aquellos que se empleaban como reproductores. 

Habida cuenta de su agresividad, 

las peleas entre los toros eran frecuentes y 

por eso la en plazas era muy buena salida 

para los animales adultos. Sus propietarios 

los vendían para la lidia, sustituyéndolos por 

novillos, que resultarían menos complicados 

para su manejo y eran igualmente útiles para 

las funciones reproductivas. 

El preponderante origen navarro del 

vacuno de lidia mexicano se mantuvo, como 

hemos visto por los comentarios de los 

diestros españoles que los lidiaron, hasta 

finales del siglo XIX. Fue entonces cuando 

los ganaderos aztecas iniciaron varias 

importaciones de ganado español, principalmente 

de la ganadería del marqués del 

Saltillo, encabezados por los célebres 

hermanos Llaguno González (don Antonio y 

don Julián), entre los años 1906-1910- y los 

dueños de la Hacienda Galindo (Estado de 



Querétaro), que importaron de la ganadería 

sevillana de don Eduardo I Miura, hasta un 

total de cuarenta y cuatro reproductores de 

distintas ganaderías y sentaron las bases de 

lo que habría de ser el moderno toro mexicano. 

Solamente uno de los sementales 

importados de España por los ganaderos 

aztecas durante aquellos primeros años de 

la década de 1910 fue de origen navarro, 

concretamente de la ganadería de los 

herederos de don Fausto Joaquín Zalduendo, 

por lo que esta Casta Navarra empezó a 

diluirse, desapareciendo por completo pocos 

años después, cuando se trajeron a México 

nuevos hatos de reproductores de otros 

muchos orígenes, fundamentalmente del 

marqués del Saltillo, que constituye la base 

principal y mayoritaria del vacuno actual 

mexicano, en cuya modernización –de toros 

y toreo- tuvo una importancia central la labor 

mágica que realizaron los hermanos Llaguno, 

correspondiendo ese orgullo a todos los 

zacatecanos (Estado de Zacatecas, México). 

Por otro lado, Rodolfo Gaona y 

Jiménez, célebre matador mexicano de toros, 

nació en León de los Aldamas (México) el (22- 

01-1888). Cursó con gran aprovechamiento 

los estudios primarios, dando claras 

muestras de una inteligencia despejada. 

Pronto tuvo que abandonar los colegios para 

procurar refuerzos a los ingresos de la casa 

de sus padres, de posición humildísima. 

Siendo aún niño surgió en él la vocación 

taurina. Quiso su buena estrella que por 

entonces se estableciera en la citada 

población una escuela taurina el antiguo 

banderillero de Frascuelo, Saturnino Frutos 

(Ojitos). Gaona se matriculó en ella en los 

primeros momentos, destacándose en 

seguida de todos sus compañeros. Y eso que 

de aquella escuela salieron lidiadores muy 

notables o estimables en sus diferentes 

jerarquías, pues no cabe duda que Ojitos era 

un maestro consumado, que supo imbuir en 

sus discípulos la técnica, la disciplina y la 

competencia. 



Cuando Ojitos le creyó capacitado, 

presentó en público a Gaona. Fue esto el 1 

de octubre de 1905, en la Plaza de Toros de 

la ciudad de México (D.F.), y tan brillante fue 

el éxito logrado, que pronto fue el artista 

favorito de la plaza de la Capital y de todas 

las de la República, según se fue presentando 

en ellas. Desde la citada fecha, que fue 

también en la que vistió por primera vez el 

traje de luces, hasta su llegada a España, 

toreó 122 corridas. A España, por los toreros 

españoles que allí actuaron y por diferentes 

conductos, habían llegado claros antecedentes 

de la valía del muchacho, existiendo 

el natural interés en verle para juzgarle. 

31) Aceitero: 

En la arena de la capital portuaria de 

Tampico (México), el (04-06-1967), el toro, de 

nombre Aceitero, dejó constancia de su raza 

y limpia bravura, al morir peleando hasta el 

fin. A este astado, Manuel Capetillo, le realizó 

una faena de antología, toreándolo a placer y 

cortándole las dos orejas y el rabo, ante un 

entusiasmo indescriptible por parte del 

público, que puesto en pie aclamó con frenesí 

a tan extraordinario astado. 

32) Aceitoso: 

El toro herrado con el número 196, 

llamado Aceitoso, con 600 kilos de p.v., de la 

divisa de don Antonio Pérez Tabernero (9, 

véase al pie de la siguiente página), de San 

Fernando, fue lidiado en primer lugar en el 


Alicante el (23-06-19639. Fue cedido por 

Pedro Martínez (Pedrés) a Vicente Fernández 

(Caracol), en presencia de Paco Camino, 

en al acto de la alternativa del espada 

alicantino. 

33) Aceitunero: 

El astado de pelaje negro zaino, 

llamado Aceitunero, marcado con el número 

96 y 515 kilos de p. ,v., era de la vacada de 

don Francisco Ramírez Zurbano y fue lidiado 

en primer lugar, la tarde del (06-04-1969) en 

25


Los sementales de las dehesas charras se hacen tan lanudos como 

«patudos» y muchos presentan hipertrofia de pezuñas. 

Ganadería de don Antonio Pérez 

Tabernero, de San Fernando. 

la Plaza de Toros de Madrilejos (Toledo). Con 

la cesión de ese toro el diestro José Zúñiga 

(Joselito de Colombia) le concedió la alternativa 

a Ángel López Rodríguez (Angelete). 

La población de Madrilejos posee una 

modesta plaza en forma avalada que los 

aficionados del pueblo levantaron en 45 días, 

horadando en el terreno un circuito y haciendo 

(9) Con divisa amarilla, azul y encarnada, y señal: puerta y hendida en las dos orejas, procede de la 

que en 1893 formó el portugués don Luis de Gama, con vacas y sementales de Murube, que él 

heredó de su padre don Fernando, de la que formara con vacas del duque de Veragua XIV y toros de 

Miura, y con una singular y genial visión de futuro, eliminó lo heredado y, en 1911, formó su propia 

ganadería con la adquirida a Gama, que trajo de Portugal. Con estas reses debutó como ganadero 

en la Plaza de Toros de Alicante el (07-07-1911), siendo Manuel Mejías (el Padre Negro) el diestro 

que lidiara su primer toro, de nombre Marqués, cuya cabeza se con-serva en San Fernando. 

Más tarde, en 1916, una mañana en el Novelty le compró el toro, llamado Azulejo, del hierro 

de Parladé, a su amigo Rafael Clairac; y no contento todavía, en 1919 adquirió la ganadería de 

Gamero Cívico, que al poco tiempo traspasó a su compadre Andrés López Chaves, reservándose 80 

vacas del hierro del marqués de Tamarón. Ya había, pues, juntado don Antonio en San Fernando 

todas las ramas de Muruve-Ibarra-Parladé, y con la base, con la madre buena, le infundió su sello 

personal, les imprimió a sus toros su carácter y creó un tipo o una raza nueva. «Inventó», en 

definitiva, los «apés.» No dejará nunca de ser interesante que sobre tres Antonios recayera el 

desarrollo de las mejores ganaderías de España y México: Los señores D. Antonio I Miura, don 

Antonio Pérez Tabernero y don Antonio Llaguno González. 



en él, a fuerza de pico y pala, los asientos del 

graderío, sobre el que se colocaron baldosas. 

Tiene cabida para 3.000 espectadores. 

34) Aceitunito: 

El día (03-09-1922) tomó la alternativa 

en Mérida (Badajoz, Extremadura), el hasta 

entonces novillero José Ramírez (Gaonita), 

cediéndole Ignacio Sánchez Mejías la muerte 

de Ecijano, de la ganadería de don Santiago 

Sánchez Rico -su antigüedad del (05-07- 

1926)-, de pelo cárdeno y marcado con el 

número 26. Quedó muy lucidamente en su 

actuación aquella tarde, toreando después el 

mismo año en Aranjuez, Béjar (Salamanca) 

y otras plazas. En esa corrida se lidió 

Aceitunito, de la vacada salmantina 

española de don Antonio Pérez Tabernero, fue 

muy bravo y noble, haciendo gran pelea en 

todas las suertes. Esa tarde, pues, se lidiaron 

en Mérida toros de dos ganadería. 

35.1) Aceituno: 

El diario El Heraldo (10) de Madrid 

reseñó un día después la corrida celebrada 

en su Plaza de Toros, ubicada en los 

extramuros de la Puerta de Alcalá, la tarde 

(11, véase a pie de la siguiente página) del lunes 

(12-06-1842). Entre los picadores anunciados: 

Juan Gutiérrez (Montañés) y Joaquín Coyto 

(Charpa). Los espadas: Juan Yust y 



Francisco Arjona Herrera (Cúchares), 

figurando de sobresaliente Isidro Santiago; 

pero aunque esto se anunciaba, como de 

anunciar a hacer hay gran trecho, Yust no se 

presentó en la Plaza. Cúchares vestía de 

morado, y en celeste Isidro, ambos con 

caireles y guarniciones de plata. 

El segundo toro, que se llamaba 

Aceituno, fue el mejor de su casta. De pelaje 

rubio, grande y algo cornidelantero, fue seco 

y duro en sus arremetidas. A la primera de 

cambios mató el caballo de Montañés, y como 

hizo lo mismo con los tres que tras aquel 

sacó, Charpa se hallaba solo a cada instante 

en la Plaza. Pero no debe pesarle, vista la 

copia de aplausos que arrancó su osadía, su 

arrojo y habilidad. Con haber puesto más 

varas, con haber salido a los medios, todavía 

conservaba su caballo, que se echó el 

comenzar el tercio de las banderillas, mientras 

que su compañero había despachado cuatro 

caballos. Charpa era joven y principiante, pero 

sobresalía ya sobre los demás y prometía 

igualar un día a los Mingués y Corchados. Su 

mano de rienda era excelente, sacaba el 

caballo siempre en regla, y acudía con 

maestría, como por tres veces realizó aquella 

última corrida de la tarde, a defender la vida 

del caballo dejando arrastrar el palo para que 

el toro huyera cuando recargaba por detrás. 

Aceituno tomó 16 varas, y Minuto con el 

(10) Apareció por primera vez en los kioscos de Madrid el Diario «El Heraldo», la mañana 

del (13-06-1842), dedicando bastante espacio a la crítica taurina. El revistero no firma sus crónicas, 

ni utiliza seudónimos. Destacaba el detalle de la descripción y las características de los toros, así 

como su comportamientos en la suerte de varas, que era a lo que concedía mayor importancia, 

reseñando la relación de picadores primero, seguido de los espadas, sin incluir a los banderilleros. 

En la crónica de la corrida celebrada el lunes (12-06-1842), de su primer número dedicó la totalidad 

de la reseña a la actuación de Joaquín Coyto (Charpa), y a la popularidad de que gozaban los 

picadores, en base a la referencia retrospectiva al decir que podría alcanzar la fama de los Mingués 

y de Luis Corchados, y menciona la «copia de aplausos que Charpa recibió por su osadía», cuando 

aún no se daban noticias sino esporádicamente de la reacción del público, y ello en una corrida en 

la que toreaba Francisco Arjona Herrera (Cúchares). En cuanto a los banderilleros, citó de pasada 

dos veces a Blanco y su compañero, del que sólo dice que vestía de morado y plata, y a Minuto por 

un salto al trascuerdo, y por las banderillas que puso en compañía del sobrino de Jordán a un toro 

reparado de la vista. Pero nada dice la crónica de cómo ejecutaron las suertes y la posición de los 

palos. De Cúchares, en una corrida que calificó de buena y divertida, concluye que es atolondrado y 

que no se para delante del toro, limitándose a pinchar y a matar sus toros por 

donde le viene en ganas. 

27


sobrino de Jordán, vestido de turquí y negro 

el primero, y de plata y celeste el segundo, le 

pusieron tres pares y medios de banderillas, 

matándole sobre la marcha Cúchares de un 

pìnchazo a media vuelta, y una buena 

recibiendo y por todo lo alto, que después le 

metieron más pinchazos desde la barrera 

para lograr rematarlo. Los restantes toros 

llevaron los nombres de Señorito, Airoso, 

Melenas, Macareno y Vigilante. 


Rafael Molina Sánchez Lagartijo) y 

Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo) 

alternaron en un mano a mano, la tarde del 

(24-06-1880), en la Plaza de Toros de El 

Puerto de Santa María. Presentó El Puerto 

una gran animación para asistir a los actos 

anunciados, resultando muy celebrada la la 

alegre velada que tuvo lugar la víspera de San 

Juan en el paseo de las calles Luna y Larga 

De la corrida que se celebró el día 22, es decir, 

dos días antes, sólo tenemos los datos de 

que no gustó a los aficionados, ya que el 

ganado fue muy flojo y los diestros tuvieron 

poca fortuna, especialmente Lagartijo en su 

primer toro. La entrada no fue tampoco nada 

buena. 

La corrida del día de San Juan en El 

Puerto fue menos que mediana. Los toros 

también flojearon y dieron poco juego para 

que las cuadrillas se lucieran. La concurrencia 

regular. Los toros lidiados, por orden de lidia, 

se llamaron: 1º Gazpachuelo, berrendo, 

capirote, salpicado y corniapretado. 2º 

Maestro, castaño ojinegro, marcado con el 

nº 16 y bien puesto de cuerna. 3º Pirindolo, 

negro bragado, marcado con el nº 12 y bizco 

del izquierdo. 4º Confitero, negro zaino, bien 

puesto, con una herida en la tabla del cuello. 

5º Mosquito, negro zaino, marcado con el nº 

5 y bien puesto. Pies de liebre, cárdeno, 

astigordo, ensabanado de lomo y vientre, 

marcado con el nº 32. 7º Aceituno, negro 

salpicado, marcado con el nº 4 y cornialto. 

Fueron reconocidos 28 caballos y 2 

yeguas para los picadores Manuel, José y 

Francisco Calderón, Francisco Gutiérrez y 

Juan Díaz. Fueron reconocidos y aceptados 

los équidos, así como los toros, por los 

veterinarios don Manuel Ordóñez y don 

Manuel Prada. 


El (12-09-1883), se corrió en Utiel 

(Valencia), el toro, llamado Aceituno, del 

conde de la Patilla -éste ganadero presentó 

por primera vez sus toros en la nueva Plaza 

de Toros de Madrid el (08-07-1883)-, que tomó 

17 varas y mató ocho caballos. Curiosamente, 

la misma fecha, pero del año 642, 

aparece en una lapida funeraria hallada en 

Villafranca de Córdoba, localidad a unos 23 

kilómetros de dicha ciudad, con el nombre 

de un noble godo llamado Oppila que, en 

lucha contra los vascos, quedó aislado de sus 

tropas y murió en una escaramuza; sus 

soldados llevaron su cadáver Córdoba, su 

tierra natal, donde lo enterraron el 10 de 

octubre del mismo año. 

(11) «Una tarde de sofocante calor, con sus correspondientes nubarrones y niebla de polvo, 

presagiaba escasa entrada para la última corrida de la primera parte de la temporada; pero la fe del 

público, y su creciente afición, vencieron todos los obstáculos que el mal tiempo presentaba. Y es 

que la corrida había excitado una general curiosidad, y el motivo tenía sin duda sus visos de bien 

fundados. Llevábamos algunas funciones en que se habían lidiado a competencia toros castellanos, 

y los últimos de los duques de Veragua y Osuna, fueron realmente malos. Pero ese lunes fueron 

toros andaluces, toros de la famosa casta del Barbero de Utrera; y como en materia de toros no 

siempre es mejor la nobleza más antigua, esperaban algunos aficionados ver vencidos a los 

picadores históricos por los modernos hidalgos de la pica. Y en verdad tuvieron razón, aunque 

también es cierto que la sentencia de este pleito, ganaba en primera instancia, todavía era apelable. 

Nosotros, pues, deseamos que en la apelación se produzcan nuevas pruebas para rectificar nuestro 

juicio, y en tanto que este caso llegue, hagamos alarde de la crónica de la función. 




El Puerto de Santa María abrió su 

temporada taurina en la Plaza Real la tarde 

del (27-05-1888), con una entrada regular, 

llegando mucha gente desde Cádiz, en la que 

actuaron Luis Mazzantini y Eguía –después 

de la corrida del (21-06-1885) ya no volvió a 

torear en El Puerto hasta tres años después- 

, y Fernando Gómez (El Gallo), en un 

interesante mano a mano, lidiando ganado 

de Piál, del conde de la Patilla, que llegó tres 

días antes del festejo a la estación de 

ferrocarril, transportada en cajones (12) sobre 

el tren, por lo que a partir de esa fecha dejaron 

de llegar al Puerto los toros por la Cañada 

Real. Fue puesta de manifiesto en el lugar 

denominado Palmar de la Victoria, para la 

noche antes trasladarla a los corrales de la 

plaza. Hasta esa fecha las corridas llegaban 

desde la dehesa donde se criaban, como era 

natural por entonces, a través de las cañadas, 

recorriendo las distancias en interminables 

jornadas. La venida en cajones en ferrocarril, 

fue todo un adelanto para la mejora y 

condiciones del ganado a lidiar en aquellos 

últimos años del siglo XIX. Luis Mazzantini, 

cabeza de cartel aquel día, cobró 19.000 

reales y Fernando Gómez (El Gallo) 13.000. 

Fue la primera corrida de la temporada, 

misma que arrojó: ingresos: 109.924; gastos: 

121.944; quebranto: 12.020 Rdv. 

El Sr. Gobernador se encontraba en 

un palco acompañado del Delegado de 



Hacienda y el Coronel de la Guardia Civil. En 

los toros del Conde hubo como en botica: de 

todo. Mataron entre todos 12 caballos y casi 

todos estaban astillados de algún pit´´on. 

1º Pimenter, castaño claro, con el 

nº 57, bien encornado y astillado de los dos, 

fue bueno. Le correspondió a Fernando 

Gómez (Gallo). Lo toreó a la perfección, haciendo 

magistrales quites, ejemplar lidia y 

certero en su muerte, pues le asestó una 

buena estocada. 

2º Canario, jabonero, con el nº 21, 

y estaba bien encornado fue también bueno, 

habiéndole correspondido a Mazzantini, 

estuvo oportuno en la brega y con la muleta 

algo más despegado que de costumbre. 

Superior, matándolo de una estocada por todo 

lo alto que le hizo rodar. En este segundo toro 

los picadores se negaron a picarlo, 

ignorándose la dificultad que tendrían las 

garrochas. 

3º Aceituno, castaño albardado, 

con el número 109, bien puesto y astillado, 

perteneció a el Gallo, siendo fogueado por 

su mansedumbre, pero fue bueno en el último 

tercio. Lo toreó a la perfección, haciendo 

magistrales quites, ejemplar lidia y certero en 

su muerte, pues le asestó un buen volapié, 

después de un pinchazo. 

4º Comerciante, colorado, con el 

nº 119, bien encornado y astillado del 

derecho, correspondió a Mazzantini, siendo 

bueno en todos los tercios. Pero a la hora de 

(12) Con respecto al uso de los cajones, refiere don José María de Cossío que «la innovación, como 

toda novedad -así lo vivió este autor con la introducción del sistema de inyecciones a distanciaprodujo 

protestas y polémicas y se discutieron ampliamente ventajas e inconvenientes. Aun 

coleaban tales alegatos bastantes años después. He aquí como razonaba, en 1877, el periódico 

taurino «El tío Juanero», que se publicaba en Málaga: «¿Cuál es la causa que modifica el carácter 

salvaje de las fieras? La reclusión. En los estrechos límites de una jaula, el animal más feroz acaba 

por domesticarse y perder las fuerzas prodigiosas que desarrolla en estado salvaje en los campos... 

Se les hace entrar en unas jaulas estrechas, sin ventilación suficiente..., proporcionándole para 

mayor castigo más cargas y descargas en la estación de salida y arribo...» Este era el patrón de las 

censuras que aun tenían eco muchos años después, si bien siempre complicadas con la nostalgia 

de los encierros que habían venido a ser espectáculo en muchos sitios tan apasionante y apetecido 

como la corrida misma. Tal la protesta que en 1894 promovieron en Portugal grupos de aficionados 

para que las conducciones de los toros se hiciera como siempre, y no en jaulas. El periódico 

profesional «O forcado» se hizo cargo de ella para defender el nuevo sistema, aunque sin oponerse 

a la diversión del tradicional encierro. 

29


matar le dio media estocada y seguidamente 

una en todo lo alto. En esto toro, Mazzantini y 

el Gallo realizaron un quite superior, terminando 

arrodillándose los dos delante de 

Comerciante, echándole el Gallo albero en 

los morros. 

5º Borriquero, castaño ojinegro, 

con el nº 21, con buena arboladura y astillado, 

fue el tercero del Gallo y resultó regular. Lo 

toreó a la perfección, haciendo magistrales 

quites, ejemplar lidia, ofreciendo a la 

concurrencia un quiebro de rodillas magistral, 

pero lo remató como pudo, dadas las malas 

condiciones del bicho. Fue pues un buen día 

para Fernando Gómez (Gallo). Mazzantini, 

con el consentimiento de el Gallo, le colocó a 

Borriquero un buen par de banderillas. 

6º Boca-Negra, castaño hosco – 

oscuro-, con el nº 43, bien encornado y 

astillado del izquierdo. Mereció ser fogueado, 

pero se libró de sentir la fragua. A la hora de 

matar, dada las condiciones del bicho, lo 

remató como pudo. 

En resumen: No quedó satisfecho 

el público de la ganadería, pues dos de los 

toros parecieron de desecho y había pagado 

por la corrida un precio bastante alto. Mazzantini 

cobró por esta corrida 19.000 reales 

de vellón y el Gallo 13.000. La corrida arrojó 

un déficit de 12.020 reales de vellón. Se 

cuenta que para esta corrida los toros llegaron 

a El Puerto, por primera vez, en cajones a 

través del ferrocarril. Antes de comenzar la 

corrida la Banda Municipal tocó una partitura 

de opereta en el centro del redondel. 

*Cuadrilla del Gallo: Picadores, 

Manuel Crespo y Rafael Alonso (El Chato). 

Banderilleros, Manuel Sevillano, Francisco 

Sánchez, Antonio Herrera y Antonio García. 

*Cuadrilla de Mazzantini: Picadores, 

Manuel Martínez (Agujetas) y José Bayard 

(Badila). Banderillero, Regaterín, José Galea 

y Regaterillo. Cachetero, Romualdo Puerto. 


De las cuatro corridas, en principio 

programadas para la segunda temporada de 

la «Sociedad Taurina» (13) del Puerto de Santa 

María, la de 1889, -la segunda del 26 de mayo 

fue suspendida, debido a la intensa lluviatanto 

la del 24 de junio, como la del 21 de 

julio, fueron la base del cartel, como el año 

anterior, Rafael Molina (Lagartijo) –en la 

primera, alternando con Rafael Guerra 

(Guerrita), y la otra con Luis Mazzantini. 

Ambas funciones fueron buenas, y dieron 

aceptables resultados económicos. Los seis 

toros, todos de la viuda del Saltillo y con buena 

armadura, lidiados el día 24, ante casi 9.000 

aficionados, recibieron 50 varas, provocaron 

28 caídas a los piqueros y mataron 18 

caballos. 

Fueron bravos y manejables, lo que 

les permitió al maestro y al discípulo realizar 

buenas faenas. Fue en suma una gran tarde, 

y los once mil espectadores que llenaban casi 

por entero las localidades de la Plaza salieron 

plenamente satisfechos. El cartel se repitió 

el 19 de agosto siguiente. Los astados 

llevaron los nombres siguientes: 

1º Panadero, con el nº 9, entrepelado, 

chorreado en verdugo y bragado, le 

correspondió a Lagartijo (14, véase al pie de la 

siguiente página), que vestía ante los 

portuenses de grosella y oro –tanto el matador 

como sus tres banderilleros vestían luto 

riguroso por la muerte de Bocanegra, resultó 

un superior por su bravura, de gran empuje y 

nobles en todos los tercios. El Califa I lo toreó 

de cerca y parándose en algunos pases, 

terminando con media «lagartijera» buena a 

volapié y dos intentos de descabello, por lo 

(13) La «Sociedad Taurina» del Puerto de Santa María cuya Dirección estaba integrada por los 

siguientes señores: D. Ramón Jiménez Varela, D. Antonio Rodríguez Ginesta, D. Juan Pedro 

Muñoz, D. José Pastor de la Rimada, D. Sinforiano Molleda, D. Bernardo Casaux y D. Rafael de 

Galarza. Representante: D. Pedro Urri. 



que en este y sus otros dos enemigos se ganó 

palmas toda la tarde. 

2º Granadino, con el nº 12, cárdeno 

bragado, le correspondió al Califa II, Guerrita, 

-vestido de azul y oro y faja de pañoleta negra, 

a quien en los carteles llamaban «su discípulo 

predilecto» –todavía no habían llegado los 

años de la rivalidad, mucho más enconada 

que la de Frascuelo- pues se llegó a la 

enemistad personal, sólo propia entre paisanos-, 

lucía un llamativo terno verde 

brillante, combinado de plata. El Califa II 

trabajó con los deseos de agradar y la valentía 

de siempre, haciendo quites toda la tarde, 

algunos muy buenos, valiéndole música y 

ovaciones. Lo toreó con lucimiento y lo remató 

con media estocada a volapié. 

3º Pescador, con el nº 61, castaño, 

corrió a cargo de Lagartijo. Tomó buen número 

de varas, aunque no demostró la misma 

codicia que sus compañeros. Le pinchó dos 

veces, pero éste valió como una estocada, 

dos medias, la última tendida. Le tiró la puntilla 

dos veces y descabelló al tercer golpe. 

4º Mulato, con el nº 40, negro meano 

y listó, fue para Guerrita y en varas sólo 

cumplió, pero el discípulo le concedió a su 

maestro poner dos pares de banderillas, los 

dos cuarteando, de poder a poder, muy 

buenos, pues los puso ganándole la cara al 

bicho con mucha vista y valentía, apoyado 

en su gran conocimiento de los toros y sus 

terrenos. También Guerrita le puso otros dos 

pares, uno cuarteando y otro al sesgo, ambos 

superiores. Lo toreó al hilo de las tablas, que 

era lo que la res pedía, arrancándose el 

diestro con un pinchazo, saliendo mal, y una 

excelente, también al borde de las tablas, que 

le valió una ovación. 



5º Aceituno, con el nº 72, cárdeno 

bragado, fue de Rafael Molina Sánchez 

(Lagartijo). Fue toreado al alimón, terminando 

ambos de rodilla ante el toro y rascándole la 

testuz, en un gesto de gallardía y dominio. Lo 

mató de un volapié superior, aunque 

arrancándose algo largo. 

6º Caramora, con el nº 35, cárdeno 

entrepelado, brocho y defectuosa cuerna, fue 

el tercero y último del festejo y de Guerrita. 

Tomó buen número de varas, aunque no 

demostró la misma codicia que sus compañeros. 

Tras unos pases al inválido de cornamenta, 

le dio un pinchazo, media arrancando 

y una en todo lo alto en la misma suerte, 

siendo muy aplaudido. 

Los picadores, en su conjunto, lo 

hicieron mal y los banderilleros pusieron a 

los seis toros 17 pares de banderillas, sin 

contar los cuatro pares de los matadores, y 

3 medios, portándose a buen nivel todos ellos. 

En la brega, Juan Molina, Almendro y El 

Torerito. La presidencia acertada. 


El domingo (17-01-1971), en la 

Monumental «Plaza México», fue lidiado en 

primer lugar Náufrago II, que correspondió 

al diestro mexicano regiomontano Raúl 

García y en séptimo lugar el extraordinario 

Aceituno, que se le ha asignado indebidamente 

a la ganadería mexicana de Tequisquiapan, 

por el famoso torero regiomontano 

Manolo Martínez, ofreciéndolo como obsequio, 

ante la imposibilidad de no haber podido 

lidiar el segundo de su lote, que fue de otra 

vacada, el que había sido protestado por el 

público en forma ruidosa y, ante la negativa 

de la Autoridad de devolverlo a los corrales, 

(14) Había toreado en la Plaza Real en tres ocasiones la temporada de 1888, celebrando la primera 

el día 24 de junio, día de San Juan. Aquella temporada Lagartijo estaba entonces en su mejor 

momento: después de su proeza en la Plaza Real el día de San Juan, el 29 de junio y el 1 de julio, 

había obtenido dos clamorosos éxitos en la Plaza de Toros de Barcelona, que había repetido en 

Madrid los días 5 y 8 del mismo mes. En esta última fecha alcanzó el público tal grado de 

entusiasmo que hubo de suspenderse la corrida para dar ocasión de retirar del redondel el 

sinnúmero de prendas de vestir de ambos sexos que habían arrojado los enfebrecidos 

espectadores. Ahora volvía al Puerto, a confirmar su triunfo de la corrida de San Juan de 1889. 

31


se originó la bronca más grande de la 

temporada, viniendo a calmarla Manolo con 

el astado citado, que dio una lidia ejemplar, 

llegando a la muleta con pujanza y alegría, 

toreándolo el regiomontano a su total antojo, 

con su arte depurado, realizando una de sus 

mejores faenas, y, al matarlo certeramente, 

se le concedieron las orejas y el rabo, logrando 

la reconciliación con el público, ya que sus 

anteriores actuaciones no había sido muy 

lucidas. 

Desde que Náufrago II hizo acto de 

presencia en el ruedo, nos cuenta Agustín 

Linares, causó admiración en el público, por 

su bella estampa y trapío, aumentando el 

entusiasmo en los tendidos durante toda la 

lidia, ya que su fiereza fue en aumento, 

arrancándose en banderillas, de tercio a 

tercio, así como antes lo había hechos con 

los caballos y, siendo, sin lugar a dudas, uno 

de los más bravos y encastados de la 

temporada. Don Agustín agrega: 

«He de hacer constar, que los toros 

restantes de esta corrida, pertenecieron a 

otra vacada, viniendo Náufrago II a completar 

el encierro, por haber desechado la autoridad 

un astado, en el examen previo a la celebración 

del festejo. Por cierto que la bravura 

de este toro, dio ocasión a que Raúl García, 

Doña Mónica Serrano Velarde, actual 

propietaria de la famosa vacada 

mexicana de Tequisquiapan. 

colocase un gran par de banderillas, de poder 

a poder, por el que le fue concedido el trofeo 

de la temporada.» El último propietario de la 

vacada, don Ramón Serrano, trasladó en 

1990 la ganadería de la Hacienda de 

Tequisquiapan, al rancho «Los Magueyes» en 

Tepejí del Río (Estado de Hidalgo), y el (22- 

11-2000) le cedió la vacada a su hija Mónica 

Serrano Velarde. (Actualización gracias a la 

Dehesa de «Los Magueyes», en la que pastan los toros de 

Tequisquiapan. En un bello medio agreste y el suelo 

tapizado de piedras... esos toros no se caen. 



Asociación Nacional de Criadores de Toros 

de Lidia, de México) 


El (29-10-1995), en la «Plaza México» 

se confirmaron tres alternativas a mexicanos: 

Benjamín Magallanes, Manuel Lima y Miguel 

Reyes (El Niño de Biafra), siendo el padrino 

Marcos Ortega. Magallanes con Velero; 

Lima, con Buena Suerte y El Biafra, con 

Aceituno. Los tres bureles, como todo el 

encierro, fueron de la dehesa zacatecana de 

Torrecilla o El Sauz (15), del heredero de don 

José Antonio (Toño) Llaguno. En este festejo, 

el matador Rodolfo Rodríguez (El Pana) le 

cortó una oreja a Chocolatero. 

42) Aclaraban: 

El último toro que mató Manuel Mejías 

Jiménez (Bienvenida) en España, fue en la 

Plaza de Toros de San Sebastián, alternando 

con Cayetano Ordóñez (El Niño de la Palma) 

y Vicente Barrera y Cambra, el (24-04-1938), 

llamándose el astado Aclaraban, de don 

Graciliano Pérez-Tabernero, al que le hizo 

El inconfundible «Manolete», don José Julián Llaguno y 

Rafael Vega de los Reyes, en la dehesa de Torrecilla, 



Don José Antonio Llaguno Sesma, actual 

propietario de Torrecilla, con sus 

hermanas Mª Carmen y Mª del Rosario. 

una gran faena, cortándole la dos orejas y el 

rabo, y la última corrida de su vida fue en la 

Plaza de Toros de Lisboa, en un mano a mano 

con Vicente Barrera y Cambra, con toros de 

Pinto Barreiro y, a pesar de que ya estaba 

(15) La fuerza del cartel 

de Torrecilla se demuestra 

por haber sido 

elegida entre todas las 

mexicanas para el debut 

de Manolete, en la plaza 

de El Toreo (ciudad de 

México, D. F.), el (09-12- 

1945), en que alternó con 

Silverio Pérez y Eduardo 

Solórzano, que se despidió 

ese día. Esa tarde, 

con Cantaclaro, realizó 

Silverio una de sus mejores 

faenas de su vida 

torera, cortando las 

orejas y el rabo, recibiendo 

un puntazo. Manolete, 

que abrió plaza y confirmó 

su alternativa, lidió al 

toro, llamado Gitano, al 

que realizó una faena 

indescriptible, cortándole 

las orejas y el rabo. 

33


fatigado por la enfermedad, estuvo 

fenomenalmente, quedando para el recuerdo 

su último par de banderillas, que desde 

entonces es conocido como «el par de 

Lisboa.» 

43) Acortado: 

Antonio Bienvenida), Galloso y 

Palomo Linares) alternaron el (18-07-1971), 

en la Plaza Real de El Puerto de Santa María, 

saliendo los tres por la Puerta Grande, ya que 

Bienvenida, cortó dos orejas, día que 

concedió la alternativa a Galloso, tras cortar 

dos orejas al toro, llamado Acortado, de la 

ganadería de don Carlos Núñez 

44) Acostado: 

El astado, de nombre Acostado, 

perteneciente a la ganadería de don Luis Frías 

Piqueras, fue corrido en la Plaza de Toros 

de Tarazona de la Mancha el (20-08-1988). 

Estaba marcado con el número 38, de pelaje 

negro bragado, fue lidiado en segundo lugar. 

Le correspondió rematarlo al diestro Manuel 

Ruiz (Manili), que le cortó las dos orejas. Por 

su bravura fue recompensado con una 

póstuma vuelta al anillo. 

45) Acuchillado: 

Novillo de la divisa de don Daniel Ruiz 

Llagues, de nombre Acuchillado, marcado 

con el número 24, de pelaje colorado, se lidió 

la tarde del (05-09-1994) en un festival 

celebrado en Alcaraz. Le correspondió a 

Manuel Caballero y por su bravura y nobleza 

fue indultado. 

46.1) Acusado I: 

Alberto Elvira, novillero que el día (22- 

03-1992) remató el novillo, llamado Acusado 

I, marcado con el número19 y colorado de 

pinta, del hierro de González-Sánchez Dalp, 

que pertenecía a don Fernando Peña Catalán. 

Se jugó en la Plaza de Toros de Galapagar el 

citado día. Por su indudable bravura se le 

premió con una vuelta al ruedo. 

47.2) Acusado II: 

El toro marcado con el número 31, 

colorado y de 455 kilos de p.v., pertenecía a 

la divisa de González-Sánchez Dalp, que 

pertenecía a don Fernando Peña Catalán, fue 

lidiado en quinto lugar el (28-03-1992), en la 

cuarta corrida de la tradicional feria taurina 

de la Magdalena de Castellón, por el diestro 

colombiano César Rincón, que le cortó una 

oreja. Se le distinguió por su carácter, con el 

Premio Casino Antiguo al mejor toro de la 

Feria y con el Trofeo Ciudad de Figueras al 

mejor astado de la temporada. 

48) Acusón: 

La divisa de don Carlos Núñez (16, 

véase al pie de la página siguiente) lució la tarde 

Toros de la ganadería zacatecana de Torrecilla, preferidos por «Manolete» 

cuando toreaba en México. 



del (17-05-1954), con su toro, de nombre 

Acusón, que fue lidiado en primer lugar en 

la corrida que tuvo por escenario la Plaza 

de Toros de Las Ventas, de Madrid, con el 

que Manuel Jiménez Moreno (Chicuelo II) 

confirmó su alternativa de matador de toros, 

de manos de Emilio Ortuño (Jumillano), con 

Pedro Martínez (Pedrés) como testigo. 

49) Acharoso: 

El astado de pelaje negro, herrado 

con el número 158, de la vacada de don Juan 

Pedro Domecq y Díez, fue lidiado en segundo 

lugar en la corrida celebrada en la Plaza de 

Toros de Jerez de la Frontera (Cádiz) el (30- 

04-1966). Por su buen comportamiento 

durante los tres tercios de la lidia se le 

concedió una vuelta póstuma en el ruedo. La 

ganadería de don Juan Pedro viene desde la 

de don Gregorio Vázquez. Tras su muerte, 

en 1870, se hizo cargo de la ganadería su 

hijo don Vicente José Vázquez, quien, 

eliminando todo el ganado formó su nueva 

ganadería con reses del marqués de Casa 

Ulloa, Bécquer, Cabrera y Vistahermosa. A la 

muerte de don Vicente fue adquirida en 1830 

por el Rey Fernando VII. Al morir el Monarca, 

la Reina Gobernadora la vendió en 1835 a 

los duques de Osuna y de Veragua XIII, 

quedando en 1849 como único propietario el 

duque de Veragua y a la muerte de éste en 

1866 su hijo don Cristóbal Colón de la Cerda. 

En 1927 la adquirió don Manuel Martín Alonso. 

En 1930 la compró don Juan Pedro 

Domecq y Núñez Villavicencio que la 



incrementó con dos lotes de eralas y cuatro 

sementales del conde de la Corte. Desde 

1937 la ganadería se anunciaba como «Hijos 

de don Juan Pedro Domecq», estando bajo 

la dirección de don Juan Pedro Domecq y 

Díez, hermano de don Álvaro, aumentándola 

con reses de la ganadería de don Ramón 

Mora Figueroa, procedente de don Francisco 

Correa y García Pedrajas, a las que añadió 

reses del conde de la Corte, de la que sólo 

quedan algunas vacas de extraordinarias 

notas. En 1939 se adquirieron más hembras 

del conde de la Corte. En 1975, a la muerte 

de don Juan Pedro Domecq y Díez, pasó a 

su esposa e hijos, pasando en 1978 el hierro 

original y una parte de las reses a su hijo don 

Juan Pedro Domecq Solís, siendo su 

procedencia el año 2003 de don Juan Pedro 

Domecq y Díez y su antigüedad del (02-08- 

1790). Divisa encarnada y blanca, y señal: 

puerta de lanza en ambas. 

50) Adiestrado: 

El novillo de pelaje negro zaino, 

herrado con el número 70, de la divisa de don 

José Benítez Cubero (17), llamado Adiestrado, 

fue corrido en la Plaza de Toros de 

Alicante el (24-06-1949) y alcanzó tal altura 

con su incomparable bravura y nobleza, que 

además de recibir una clamorosa ovación de 

la concurrencia mientras era paseado por el 

albero, que todos obligaron a que el mayoral 

de la ganadería recorriera el redondel bajo una 

lluvia de aplausos. Hacia 1950 se produjo el 

mejor momento para las divisas derivadas 

(16) En 1955 don Pedro Domecq y Rivero vendió la ganadería a don José Villar Vega, el cual la 

enajenó en 1959 a los señores Núñez Hermanos (Carlos y Marcos), que a su vez se la venden a don 

José Luis y don Pablo Martín Berrocal. En 1981 fue nuevamente adquirida por los hermanos Núñez, 

que se le vendieron en 1983 a su actual propietario.Según el diestro alicantino, José María 

Manzanares «el encaste Núñez es importantísimo en la ganadería brava española, y de él 

descienden otras muchas vacadas. Este es un encaste –decía el toreroque entiendo bien, es un 

toro agradecido, con raza, que responde según le hagas las cosas bien o mal. 

(17) Hacia 1950 era el mejor momento para las divisas derivadas del encaste Hidalgo Barquero, 

cuyo representante más destacado era la vaca sevillana de don José Benítez Cubero, que estaban 

en el mayor auge de sus éxitos, figurando en los mejores carteles de aquella época, en las ferias 

más importantes y además sus sementales servían de simiente para crear o mejorar otras vacadas. 

Vivió don José Benítez Cubero y su hijo una verdadera etapa de éxitos constantes. 

35


del encaste Hidalgo Barquero, cuyo representante 

más destacado era la vaca sevillana 

de don José Benítez Cubero, que estaban en 

el mayor auge de sus éxitos, figurando en los 

mejores carteles de aquella época, en las 

ferias más importantes y además sus sementales 

servían de simiente para crear o 

mejorar otras vacadas. Vivió don José 

Benítez Cubero y su hijo una verdadera etapa 

de éxitos constantes. 

51.1) Adiós: 

El (19-05-1946), se celebró la última 

corrida en la plaza El Toreo (ciudad de México, 

D. F.), con la actuación de Andrés Blando, 

Edmundo Zepeda y el colombiano Miguel 

López, quien confirmó su alternativa con 

Marinero, que como todo el encierro fue de 

la ganadería mexicana de San Diego de los 

Padres -propiedad del Lic. don Nicolás 

Gozález Jáuregui, cuya antigüedad es del año 

1859, con divisa: rojo y blanco-, y fue también 

López el que lidió el último, llamado Lince. 

También hubo un novillo, llamado Adiós, de 

la misma dehesa, para el maestro Samuel 

Solís. Al final se llevó a cabo una ceremonia 

de despedida con la participación de Rodolfo 

Gaona y otros toreros. 

52.2) Adiós: 

El (09-06-1978), en la Plaza de Toros 

de Caracas (Venezuela), se lidiaron los toros: 

Azteca, Madrileño y Adiós. En esa corrida 

se despidió de los ruedos el que fuera el gran 

torero de la tierra, César Faraco, encerrándose 

con cinco toros de la ganadería 

mexicana de Piedras Negras (18) y uno de la 

ganadería también mexicana de don Manuel 

De Haro, en sustitución de un astado que se 

asfixió en el largo viaje. La corrida, en puntas, 

dio un promedio de 480 kilos, destacando los 

toros mencionados, que dieron muy buena 

pelea. El lidiado en último lugar, el llamado 

Adiós, que fue toreado en forma magistral 

por Faraco. Estaba marcado con el nº 11, y 

era chorreado en verdugo. Al terminar la lidia 

del quinto toro, el ganadero, don Raúl 

González, fue llamado al palco Presidencial, 

donde el mandatario de la Nación, don Carlos 

Andrés Pérez, lo felicitó efusivamente. 

53.3) Adiós: 

Llevó el nombre de Adiós el astado 

que indultó y con el que se despidió 

definitivamente del toreo el matador mexicano 

Alberto Galindo (El Geno) en el coso de la 

Ciudad Cuahtémoc (México), el (05-03-2000), 

vestido de negro y oro, alternando como único 

espada frente a cuatro toros de El Colmenar, 

recibiendo del tercero una cornada en el 

muslo izquierdo. Don Gerardo Martínez 

Ancira, en sociedad con don Luis Barroso 

Barona y su hijo don Juan Pedro Barroso 

Díaz, fundaron esta casa ganadera mexicana 

en 1986, en el rancho Buenos Aires, municipio 

de Abasolo (Estado mexicano de Tamaulipas), 

con el nombre de Santa Cruz de 

Jarama. Lo hicieron con 130 vacas y 4 sementales 

de Jaral de Peñas. En 1990 don 

Gerardo se quedó como único dueño de la 

vacada y en 1991 le cambió su nombre por 

el de El Colmenar. 

54.1) Adivino: 

El (14-09-1958), fue lidiado en el 

Monumental «Plaza México», llamado 

(18) Propiedad de don Saúl González, cuya antigüedad es del año 1890, con divisa: negro y rojo. En 

el número 335 de 6 TOROS 6, de la Revista de Actualidad Taurina, correspondiente al martes 28 de 

noviembre de 2000, se dice: «... el antiquísimo casco de la hacienda de San Mateo Huiscolotepec, 

más conocida como Piedras Negras, fundada en 1580 (¿?). Frente al vetusto edificio se levanta la 

capilla y, a un costado de ésta, el nostálgico cementerio de la familia González. Lápidas de pálido 

mármol recuerdan la trascendencia de la vida y el misterio de la muerte. Mausoleos de varias 

inscripciones se congregan bajo el tímido sol; en una tumba cercana a la entrada yacen los restos 

mortales de Jorge Aguilar «El Ranchero», a cien pasos de la habitación donde vio la primera luz y a 

escasos kilómetros de la plaza de tientas de Coaxamalucan, sitio en el que murió de un infarto 

cuando toreaba una becerra por naturales... 



Adivino, con el que hizo su presentación el 

ganadero mexicano don Javier Garfias de los 

Santos. Fue un novillo extraordinario que 

correspondió a Jesús Peralta, que le ejecutó 

una faena magistral, misma que fue premiada 

con las orejas de su bravo y noble enemigo. 

El mismo (14-09-1958), se lidiaron en la plaza 

de toros de Ciudad Juárez (México), los 

toros: Bordador, Hechicero y Sabroso, 

todos de la ganadería zacatecana de Arroyo 

Hondo, de don José Julián Llaguno, que 

resultaron extraordinarios. Fueron lidiados por 

los espadas mexicanos Alfonso Ramírez (El 

Calesero) y Joselito Huerta, que los 

desorejaron, dándosele a los tres la vuelta al 

ruedo en el arrastre. 

55.2) Adivino: 

El toro de pelaje negro zaino, llamado 

Adivino, con sus 510 kilos de p. v., era del 

hierro de don Celestino Cuadri Vides y fue 

lidiado en primer lugar en la corrida celebrada 

en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla 

el (09-04-1967), con el que Gabriel de la Haba 

(Zurito) concedió la alternativa a José María 

Gordillo (José María Susoni), en presencia de 

Gregorio Tébar (el Inclusero). 

Celestino Cuadri Vides, cuya antigüedad 

es de el (08-04-1956), procede de 

vacas y sementales de don Juan Belmonte, 

cuando la fundó don José María Lancha 

Vázquez en 1928. De esta sangre conservada 

de Santa Coloma recordamos a aquel 

Clavijito, al que cortó Diego Puerta orejas y 

rabo en Valencia; a Forastero con el triunfo 

de Luis Francisco Esplá en la capital del 

Turia, con el que Celestino Cuadri recibió 

Divisa de la ganadería de don 

Celestino Cuadri Vides 



todos los trofeos de Fallas 1966 y en 1983, lo 

mismo que en Madrid lo lograron sus astados 

Colladero, en 1970 y Marinero, en 1982, 

para repetir Clavellino copando todos los 

premios en 1993. 

56) Aduanas: 

En aquellos años (1775-85), don José 

Daza actuó como picador en dos corridas 

de toros de la Real Vacada de Aranjuez 

(Madrid), que picó y rejoneó él sólo, hacia el 

año 1778, «que todos creían el final de mi 

vida en cada uno -así debieron ser de 

grandes y pesados-, como lo fue de cuantos 

caballos saqué a la plaza. Salió el primero, 

Aduanas, y puede decirse justamente que 

siendo toro del Rey, era el rey de los toros; y 

los otros no fueron nada menos.» 

Don José Daza, fue un célebre 

picador, rejoneador y escritor taurino español, 

de Manzanilla (Huelva), actuó como varilarguero 

y a veces como rejoneador, entre los 

años de años 1740 y 1785, debiendo haber 

nacido hacia el año 1720 y fallecido en 1785. 

Sólo se han logrado unos cuantos testimonios 

verdaderos con su nombre, y la 

mayoría de sus noticias las debemos a su 

interesante libro titulado: 

«Precisos manejos y progresos 

condonados en dos tomos. Del más forzoso 

peculiar del Arte de la Agricultura que lo es el 

del Toreo», que Daza hizo copiar en 1778. 

José Daza fue padre de Rodrigo, a quien con 

discreta modestia le cita el padre en sus 

escritos contándole entre los «inferiores» de 

los que en su patria, Manzanilla, toreaban a 

caballo. Cuenta asimismo que en una ocasión 

le volteó un toro, arrancándole ambas 

faltriqueras. Su padre le hizo el quite con el 

caballo, forzándole a dar una pechada al toro. 

No llegó a ser un reconocido rejoneador. 

57) Afanosito: 

Vicente Barrera remató la tarde del 

(28-07-1995) al toro, llamado Afanosito, 

marcado con el número 68, lidiado en sexto 

lugar, de la ganadería de Alcurrucen (19, véase 

37


al pie de esta página), en la Plaza de Toros de 

Valencia, durante la tradicional Feria Taurina 

de San Jaime. Por su carácter en el ruedo se 

le concedió el Trofeo al Mejor Toro de la Feria, 

galardón que le concedió la Peña Taurina 

Holanda. En otras informaciones apareció 

como Afanes. 

58) Afanoso: 

La divisa de la ganadería del marqués 

de Domecq, lució en su toro de pelaje negro 

mulato, llamado Afanoso, herrado con el 

número 42, lidiado en sexto lugar en la 

Corrida-concurso de ganadería celebrada en 

la Plaza de Toros de Jerez de la Frontera el 

(09-09-1956). Se le dio la vuelta al ruedo en 

el arrastre y se concedió al ganadero un 

«Catavino de Plata.» Con antigüedad del (18- 

05-1966) aparece nuevamente la ganadería 

del señor marqués de Domecq D’Usquian 

(Don Pedro Domecq Rivero) –la primera fue 

en septiembre de 1949-, cuya procedencia 

es de una parte adquirida directamente por 

don Francisco Correa, vecino de Guillena 

(Sevilla), a don Fernando Parladé, quien a su 

vez adquirió su ganadería en 1904. Se trataba 

de un lote de vacas acompañado por el 

semental, llamado Bandolero. 

Esta vacada, recibida provisionalmente 

por don Félix Moreno, en 1915, fue 

transferida en 1918 al cordobés don Antonio 

García Pedrajas, que debutó en Madrid el (31- 

05-1925). En 1931 heredaron esta ganadería 

a partes iguales los hermanos don Francisco 

y doña Magdalena García Natera. Mientras 

que la parte correspondiente a doña Magdalena 

pasó a manos de doña María Luisa 

Domínguez y Pérez de Vargas (esposa de 

don Salvador Guardiola Fantoni), la porción 

proveniente de don Francisco fue adquirida 

por don Ramón y don Jaime Mora-Figueroa 

(hijos de las marquesa viuda de Tamarón) que 

emplearon los sementales Chavatero y 

Noventa y cuatro», del hierro del conde de 

la Corte. Dirigió en principio esta ganadería 

don Ramón Mora-Figueroa, vecino de fina de 

don Juan Pedro Domecq Núñez de Villavicencio, 

quien había adquirido por entonces 

la ganadería del duque de Veragua XV a la 

que añadió dos lotes de eralas y cuatro 

sementales (Llorón, Bodeguero, Chucero 

y Carabello), también del hierro del conde 

de la Corte. 

La relación entre ambos ganaderos 

dio lugar a ciertos cruces y, además, a la 

adquisición de reses de la ganadería de los 

hermanos Mora-Figueroa por parte de los 

hijos de don Juan Pedro Domecq y Núñez de 

Villavicencio. La vacada de los señores don 

Ramón y don Jaime Mora-Figueroa volvió a 

marcarse con el hierro del marqués de 

Tamarón y a usar la divisa azul y amarilla. En 

1945 pasó a manos del conde de Antillón y 

en 1947 a don Jerónimo Domínguez Pérez 

de Vargas, marqués de Contadero. Finalmente 

fue adquirida en 1949 por don Salvador 

Noguera de quien pasó en febrero de 1951 al 

Excmo. Sr. Marqués de Domecq y Hnos., 

quienes la incrementaron en la misma fecha 

con un importante hato de reses de la 

ganadería de los hijos de don Juan Pedro 

Domecq y Núñez de Villavicencio. En 1955 

se sustituyó el hierro por el que se usa 

actualmente (2003). Ambas procedencias, 

unidas en una sola ganadería, ha dado lugar 

a la formación de encaste propio, con unas 

(19) Propiedad de los Sres. Hermanos Lozano –divisa: Azul celeste y negra; señal: Hendida en 

ambas; fincas: «Ejido Grande» (Navalmoral de la Mota, Cáceres), «La Mudiona» (Alcollarín, 

Cáceres) y «La Cristina» (Olivenza, Badajoz), procede de don Carlos Núñez y su antigüedad es del 

(18-06-1989); pero históricamente de la formada por don Juan Sánchez Tabernero, con reses de 

Lorenzo Rodríguez, de quien la adquirió Francisco Ramírez en 1950. En 1965 doña Isabel Ramírez, 

hija de don Francisco, heredó una parte del ganado. En 1966 la compraron los hermanos Lozano, 

que la anunciaron a nombre de La Jarilla, variando el hierro y agregando reses de doña Eusebia 

Galache. En 1982 eliminaron todo lo anterior y formaron la ganadería con vacas y sementales de los 

herederos de don Carlos Núñez, anunciándose con el nombre de Alcurrucén. 



particularidades que lo distinguen del resto 

de ganaderías procedentes exclusivamente 

de los hermanos Domecq y Díez y 

posteriores ramificaciones. Desde febrero de 

1951, se ha mantenido puro dicho encaste, 

si bien se ha refrescado sangre con 

sementales de las ganaderías de don Juan 

Pedro Domecq Solís, «Jandilla» y de don 

Salvador Domecq. Desde 1977 se anuncia 

«Ganadería Marqués de Domecq.» 

59) Afectivo: 

El miércoles (30-06-1999), en la 

Plaza de Toros de Algeciras (Cádiz), en una 

corrida con toros de los herederos de don 

Manuel Álvarez y del marqués de Villamarta, 

en la que ya Eduardo Dávila Miura le había 

cortado una oreja a un toro de don Manuel, el 

diestro Juan Serrano (Finito de Córdoba), 

protagonizó otro momento estelar con 

Afectivo, un toro del marqués de Villamarta 

«muy en Villamarta», bravo como él solo. 



Tanto y tan bravo y codicioso fue que 

incomodó con sus bríos y efusiva transmisión 

al torero, que si bien le realizó una faena 

importante, «no lo crujió de la forma que 

reclaman este tipo de toros.» Por eso le cortó 

sólo una oreja tras una faena con mayor 

acoplamiento en su fase final. 

60) Afirmadito: 

La vida taurina de la Plaza Real, salvo 

contadas ocasiones, vivió las más diversas 

situaciones, incluyendo las incidencias 

atmosféricas, como en el caso que narramos, 

no quisieron en su conjunto sumarse a la 

solemnidad de numerosos festejos. Sin 

embargo, el ánimo de los portuenses no 

decayó y si normalmente la celebración en la 

Plaza se había considerado, tras veinte años 

de su inauguración, como sucesos de tipo 

no sólo provincial, sino incluso regional, a 

partir de 1911, y por espacio de algunos años, 

se organizaron festejos especiales, corridas 

La vida taurina de la Plaza Real, salvo contadas ocasiones, vivió las 

más diversas situaciones, muchas de ellas insólitas. 

39


de beneficencia, que alcanzaron gran prestigio, 

proyectadas con el generoso fin de 

atender a las necesidades de distintas 

Asociaciones y Entidades benéficas, tanto 

locales, como de Cádiz y de Jerez, en busca 

de fomentar el noble ejercicio de la caridad. 

Dichas funciones trataron de reunir a los 

mejores lidiadores de aquellos años con 

astados de las más afamadas ganaderías, 

al mismo tiempo que se daba al espectáculo 

toda la solemnidad y galanura acorde con el 

logro de tales fines benéficos. 

Para la celebración de esta nueva 

modalidad de funciones taurinas se redoblaron 

los esfuerzos para tratar de convertirlas 

en verdaderos acontecimientos. Y lo 

cierto fue que, aunque no siempre se lograron 

ver los tendidos rebosantes de público, la 

resonancia que tales espectáculos tuvieron 

en aquellos años fue realmente notable, y el 

recuerdo que han dejado, como el de una 

etapa excepcionalmente gloriosa de la Fiesta 

Nacional en El Puerto. 

D. Manuel Martínez Alfonso, asegura 

que «abrió la marcha de esta serie de corridas 

benéficas, la que se anunció para el (28-05- 

1911), cuyos beneficios netos se destinaron 

a la Asociación Gaditana de Caridad. 

Distinguidas señoritas de toda la región 

ocuparon el palco presidencial y, convenientemente 

asesoradas, juzgaron la marcha 

de la lidia. La Plaza Real se hallaba excepcionalmente 

engalanada, y la animación que 

reinaba en las calles de El Puerto, en las 

horas anteriores al festejo, era extraordinaria. 

Había gran afluencia de gente venidas de 

Sevilla y de Córdoba, para ver actuar a sus 

respectivos ídolos, que entonces constituían 

la pareja de la máxima actualidad: Ricardo 

Torres Reina (Bombita) y Rafael González 

Madrid (Machaquito), los protagonistas del 

«veto a los miuras.» 

Un cielo encapotado y atmosféricamente 

triste, impropio del mayo en Andalucía, 

no logró deslucir la Fiesta, esencialmente de 

luz y color. Los portuenses y los forasteros 

compensaron solidariamente la falta de 

alegría medioambiental con la abundante 

libación de los ricos caldos de la tierra, 

milenariamente generosos y cordialmente 

despachado en bares y tabernas habituales. 

Pero a la hora de comenzar la corrida, las 

negras nubes empezaron a dejar caer sobre 

la ciudad su inoportuna descarga. Se cuenta 

como curiosa anécdota, que todos los 

paraguas que había en el comercio local (20), 

abierto excepcionalmente dadas las circunstancias, 

se agotaron en pocas horas, pues 

ninguno de los forasteros quisieron perderse 

el espectáculo. Los toros fueron de Benjumea 

y si bien el tiempo defraudó a la afición, no 

así los dos espadas, que fueron muy 

aplaudidos, cortaron algún que otro trofeo, dos 

orejas Machaquito y una Bombita –en 

tiempos en que ello constituía algo de 

verdadera excepción- y hasta hubo intento de 

sacar a hombros al cordobés. 

El maestro de toriles portuense, 

Adolfo Pallares, estaba listo para abrir el 

portón de los sustos y les dio salida a los toros 

que fueron verdaderos marrajos («Los toritos 

(20) Entre los establecimientos que vendieron todos los paraguas figura «Las Novedades», ubicado 

en el corazón de la calle Larga, que precisamente abrió sus puertas el día que se inauguró la Plaza 

Real y que desde entonces sigue abierto al público, siendo el decano de todos los comercios de El 

Puerto, con la excepción de la panadería «La Pastora», inaugurada en 1832 y que vendiendo sus 

productos con la calidad de siempre. 

(21) Desde la temporada de 1894, en la que sólo se dieron dos corridas de toros, y la segunda de 

ellas, el día de Santiago Apóstol, el 15 de julio, con una flojísima entrada, según cuentan las 

crónicas, a pesar de que la torearon, en un mano a mano, Antonio Fuentes y Zurita y Emilio Torres 

Reina (Bombita). Peor librada salió la siguiente temporada, en que la Plaza Real permaneció 

cerrada todo el año, con la excepción, para mayor INRI, de la celebración de una payasada bufa y 

ridícula el (02-06-1895). 



de Benjumea, quien quiera que los vea,»), en 

el orden siguiente: 

1º Dorador, negro y de mucha 

cabeza, al que le hicieron buenos quites 

Bombita y Machaquito. Ricardo Torres Reina 

(Bombita) vestía de hueso y oro, debutaba 

aquella tarde, por cierto que muy tardíamente 

en la Plaza Real, cuya afición ya conocía el 

arte de su hermano Emilio desde muchos 

años antes (21, véase al pie de la página anterior), 

pero todavía no había tenido ocasión de 

aplaudir al más torero de los tres hermanos 

que, por esta fecha, ya llevaba trece años de 

alternativa. Bien, Bombita, después de darle 

a Dorador once pases de muleta, le largó una 

estocada hasta las cintas y un descabello, 

recibió palmas. 

2º Afirmadito, negro bragado, 

recibió 5 varas y tres pares de banderillas, 

de Rafael González Madrid (Machaquito), que 

lucía un terno verde botella y oro -ya había 

toreado en la Plaza Real el (13-07-1902). 

Aquella tarde del 28 de mayo estaban ambos 

en el pináculo de la fama, y, lógicamente, la 

expectación que la corrida había despertado 

resultaba perfectamente natural. Machaquito 

pasó al segundo de la tarde con 6 naturales y 

3 redondos, soltándole sobre la marcha una 

media estocada tendida y repitió bajo una 

intensa lluvia un primer pinchazo, al que 

siguieron dos más y el toro se echó. 

3º Valenciano, berrendo en negro, al 

que Bombita recibió con 4 lances, dando 

resbalones debido al mal estado del piso. 

Después dio cinco pases buenos, para 

seguidamente dar media estocada delantera. 

Más pases redondos, para otra media, 

recibiendo palmas. (Aguacero fin de siglo). 

Vuelta al ruedo ¡¡sin paraguas!! 

4º Madrileño, negro, correspondió a 

Machaquito, pero Bombita, le dio al toro cuatro 

capotazos que produjeron el delirio entre el 

público. Machaquito recibió al bicho de capa 

y fue ovacionado. Resbaló también por el mal 

estado de la arena empapada en agua y tiró 

las zapatillas, para seguidamente colocar dos 

pares y medio, entrando a matar con arrojo, 



Los aficionados de El Puerto, a 

principios del siglo XX, tuvieron 

ocasión de ver las magistrales 

estocadas de Machaquito en la 

Plaza Real. 

dejando una media corta, seguida de un 

descabello y ovación. 

5º Valenciano –más de una vez se 

han lidiado en la Plaza Real corridas con dos 

toros del mismo nombre-, de pelaje fino y 

gacho del izquierdo. Huyó de los capotes, de 

los caballos y de todo lo que se le presentaba. 

Lo condenaron a sentir elfuelo de la fragua, y 

aquello fue tal martirio para el manso cuadrúpedo 

que bramaba y enloquecía de terror. 

Bombita, después de una faena exponiendo 

mucho, le largó un pinchazo poniendo el alma, 

sufrió un esguince en el tobillo y pasó a la 

enfermería. Ovación, oreja –la primera oreja 

concedida en la Plaza Real la obtuvo el 

mexicano Rodolfo Gaona la tarde del (28-08- 

1910)- y aplausos. 

6º Cerrajero, negro y de los de menor 

talla, también recibió el implante del fuego. 

Machaquito lo trasteó valientemente entre los 

pitones, largándole una estocada corta que 

41


acabó con el marrajo… y el público se echó 

espontáneamente al ruedo para abrazar a 

Machaco.El éxito de esta función benéfica, 

aunque la entrada fue floja por el inclemente 

clima, despertó en los ediles portuenses el 

deseo de repetirla, pero en la próxima ocasión 

serían los beneficios para el Hospital de 

San Juan de Dios de la ciudad. Con ello, y 

aunque sólo fuera en alguna ocasión, volvían 

las cosas a su lugar de origen, ya que como 

señalamos en anterior lugar, que el motivo o 

principal estímulo para la celebración de 

fiestas de toros en el Puerto no era otro sino 

el de favorecer la obra pía del Hospital de 

Providencia de Nuestra Señora de los 

Milagros, establecimiento que dio origen al hoy 

extinto San Juan de Dios, en el que nacieron 

Alicia y Alejandro, hijos de este autor. 

Pero don Manuel Martínez Alfonso no 

le dio importancia al hecho de que en palcos 

a derecha e izquierda del de la presidencia 

tomaron asiento jefes y oficiales de los 

buques de Guerra de las Armadas francesa 

y alemana fondeados en la bahía gaditana; 

que el palco regio lo ocupaban también 

miembros de la Armada española de los 

buques que se hallaban en el Caño del 

Arsenal de la Carraca; y que el señor Alcalde, 

don Luis Portillo invitó a los marinos aludidos 

a que pasaran al antepalco presidencial, 

donde estaba preparado el lunch servido por 

el señor Quirós de La Mallorquina, de San 

Fernando. Fue espléndido el obsequio, y los 

agasajados alzando sus copas tuvieron 

frases muy aleccionadoras para España, para 

El Puerto de Santa María y para el señor 

Alcalde, por sus finas atenciones. 

61) Afligido: 

Dámaso González remató la tarde del 

(22-11-1992) el toro, llamado Afligido, de 

pelaje negro y marcado con el número 86, 

de la divisa jerezana de Jandilla (22). Se lidió 

en un festival celebrado en Nimes y Dámaso 

le cortó las dos orejas y el rabo, que fueron 

simbólicos, pues el público solicitó unánimemente 

el indulto, que fue concedido. 

62.1) Africano: 

En el mes de julio la lista de toros 

notables de la ganadería española de don 

Tomás Pérez de la Concha (23), se enriquece 

con Africano, corrido el (07-07-1868) en 

Barcelona, el cual tomó con bravura 16 varas 

(22) La vacada de Jandilla –divisa: Azul; señal: Horquilla en ambas; fincas: «Jandilla» (Vejer de la 

Frontera, Cádiz) y «Los Qauintos» (Llerena, Badajoz)- procede del mismo nombre y fue constituida 

en 1930, en la finca Jandilla, donde continúa hoy en día (2003), por don Juan Pedro Domecq y 

Núñez de Villavicencio, con vacas y sementales del marqués de Tamarón y del conde de la Corte, 

ambas de procedencia de don Fernando Parladé y casta de Vistahermosa. 

Desde su fundación hasta su muerte en 1975, fue dirigida por don Juan Pedro Domecq y 

Díez, y hasta 1982 se lidió con el hierro de los duques de Veragua. En 1978, poco después de la 

muerte de don Juan Pedro Domecq y Díez, las nueve décimas partes de la vacada fueron 

transferidas del hierro de Veragua al actual y comenzó a lidiarse con el nombre de Jandilla en 1983. 

Desde 1975 a 1986 fue dirigida por su hijo don Fernando Domecq y Solís, y a partir de 1987, al 

fundar don Fernando su propia ganadería, lleva la dirección su hermano don Borja Domecq y Solís, 

quien continúa en la actualidad (2003). La célebre vacada de los «Juan Pedro», cuya sangre corre 

por numerosas ganaderías españolas y americanas actuales, se extiende por todos los países 

donde se crían toros bravos. El hierro de la estrella fue creado en 1943 por las hermanas: Doña 

Serafina y doña Enriqueta Moreno de la Cova con reses procedentes de las ganaderías de sus 

padres de origen Saltillo. En 1970 fue comprada por don Juan Pedro Domecq y Díez quien eliminó la 

totalidad de las reses originarias- 

(23) Don Fernando de la Concha y Sierra de 1823 a 1848; don Joaquín de la Concha y Sierra (09-09- 

1850), falleció 1861; don Joaquín Pérez de la Concha Álvarez (sobrino), de 1861 a 1899, año que 

falleció; Tomás Pérez de la Concha, hijo del anterior, la recibió en 1899 y falleció en 1923; don 

Joaquín y Enrique Pérez de la Concha y Pereira, hijos de don Tomás, recibieron 

la ganadería en 1923. 



y mató siete caballos; el astado de pelo 

cárdeno, llamado Almendrito, también de 

don Tomás Pérez de la Concha, lidiado en 

Madrid el (10-07-1868), tomó seis varas, mató 

otros tantos caballos y ocasionó cinco caídas. 

De la corrida celebrada en la Real 

Maestranza de Sevilla el (19-07-1868), en la 

que actuó José Cineo (Cirineo), cierta revista 

taurina dejó escrito: «Cirineo, con un bonito 

traje celeste y plata -el mismo color que vistió 

Julián Casas (el Salamanquino), el (25-01- 

1878), cuando lidió a Tendero, en una corrida 

en Madrid, con ocasión de celebrarse las 

bodas de don Alfonso XII y doña Mercedes 

de Orleáns-, lo pasó tres veces al natural y 

una de pecho, y le endosó una magna a un 

tiempo hasta la mano, a Hortelano, dándole 

antes tres lances de capa al natural, dos 

navarras y dos farolillos, para recibir palmas, 

música y puros.» 


El (14-12-1924), el astado, de nombre 

Africano, de la ganadería zacatecana de San 

Mateo, de don Antonio Llaguno González, 

lidiado en la plaza de El Toreo (ciudad de 

México, D. F.), por José Roger (Valencia I), 

resultó muy bravo y noble. Recibió el 

homenaje de toda la plaza al darle dos vueltas 



al anillo, que lo aclamaba sin cesar, siendo 

considerado como el toro más bravo de la 

temporada. En esa misma corrida, Fortuna, 

de la misma ganadería, que no hizo honor a 

su nombre, ya que se fracturó una extremidad 

anterior al revolverse con extrema codicia al 

matador Panadero. Esa tarde actuaron 

también, Manuel Jiménez (Chicuelo II) y 

Antonio Márquez. En la Tauromaquia existen 

doce diestros con el mismo apodo. 


En la plaza de toros de San Luis de 

Potosí (México), el año probablemente de 

1945, de una novillada de seis astados, tres 

de ellos fueron de bandera y todos de la 

ganadería mexicana de Santo Domingo (24): 

el primero, Marquesito I, dio una lidia 

extraordinaria llegando a la muleta en 

inmejorables condiciones, dándosele al final 

una merecida vuelta al ruedo; el segundo, 

Africano, fue también paseado por la arena, 

dada su gran bravura y nobleza; y el tercero, 

Gladiador, cerró con broche de oro los 

colores de la divisa de Santo Domingo, 

recibiendo el mismo homenaje póstumo que 

sus otros dos hermanos. Esa ganadería tiene, 

como se señaló, sangre de Miura. 

(24) Propiedad de don Javier Labastida Meade (sucesores) y su antigüedad es de 1926, con divisa: 

negro, rojo y gualda-, que tiene sangre de Miura, quien fundó esta afamada casa ganadera el año 

citado, con 300 vacas y varios sementales procedentes de lo que quedaba de Espíritu Santo, 

después de la crisis de la Revolución mexicana. En 1927 adquirió 50vacas de la ganadería de 

Cruces (producto de vacas criollas con un toro de Otaolaurruchi). Lidió por primera vez el (03-03- 

1927) en la Plaza de Toros de San Luis del Potosí con seis toros para Juan Silveti (El Tigre de 

Guanajuato) y Manuel Blanco (Blanquito). Agregó 5 sementales de San Mateo en los años 1928, 

1930, 1932, 1934 y 1943, así como uno de don Carlos Cuevas en 1942. Se presentó en la Plaza de 

Toros de El Toreo (ciudad de México, D. F.) el (25-06-1944) con seis novillos para Francisco 

Rodríguez, Gabriel Soto y Pepe Luis Vázquez. A partir de 1946 agregó 18 sementales de Torrecilla. 

Don Manuel dejó de existir el (26-01-1961) y legó la ganadería a sus tres hijos: Manuel, Javier y 

Emma Labastida Meade. 

(25) El origen de la sangre de la ganadería mexicana de La Punta es notablemente antiguo. Se 

inició con don Nicolás Madrazo, nacido en Santander (España), casado con doña Luisa Carral. 

Heredó la ganadería el hijo de ambos, don Ignacio Madrazo Carral, español que se casó con doña 

Carlota García Granados, mexicana de nacimiento e hija de españoles. Don Ignacio compró La 

Punta al señor José Alonso, español, que a su vez la había adquirido de don Pedro Rincón Gallardo. 

El árbol genealógico y cronológico de esta ganadería ya en México, es el siguiente: 

43



La tarde del (17-11-1963), con Africano, 

de la ganadería mexicana de La Punta 

(25, véase al pie de la página anterior), en 

Monterrey (México), recibió la alternativa 

Mauro Liceaga, de manos de Juan Silveti 

Reinoso, siendo testigo de la ceremonia el 

diestro de Puerto Real (Cádiz), Juan García 

(Mondeño), amigo desde la adolescencia de 

este autor y al que no he vuelto a saludar 

desde que sufrió aquella gloriosa desviación. 

66) Agachaíto: 

El (09-05-1880) salió a picar por última 

vez en Madrid en una corrida de seis toros, 

dos de don Ildefonso Núñez de Prado, dos 

de don Joaquín Pérez de la Concha, dos de 

Anastasio Martín y uno de don Ignacio 

Roquete; los seis primeros para: Rafael 

Molina (Lagartijo), Francisco Arjona Reyes 

(Currito), hijo del célebre Cúchares, y 

Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo), y 

el último para Hipólito Sánchez Arjona. 

El primero astado, Agachaíto, negro 

y corniapretado, de don Ildefonso Núñez de 

Prado, que le tocó en suerte a Rafael Molina 

(Lagartijo), dio una caída a Manuel Luque, que 

ya le había puesto tres puyas, y entró por su 

pie a la enfermería con una contusión en el 

vientre que al caer se produjo con la perilla 

de la silla. Ni el público dio importancia a la 

lesión, ni los médicos que le reconocieron. 

Arcas marchó a caballo a su hospedaje, y a 

la mañana siguiente se declaró la peritonitis, 

muriendo el (11-05-1880). Fue Manuel Luque 

un varilarguero de los bueno, arrebatado a la 

vida cuando llegaba a la perfección su arte. 

Buen jinete y grandes conocimientos de las 

reses, sobresalió por su decisión y su coraje, 

y se le olvidó injustamente. 

67) Agaveño: 

Novillo que hizo recordar a los 

aficionado de la ciudad de México a Gotita 

de Miel, toro de la ganadería mexicana de 

Xajay (26, véase al pie de la siguiente página), cuya 

fecha de lidia descono-cemos, pero fue con 

el que Manolo Martínez logró hacer la mejor 

faena de su vida en el ruedo de la Monumental 

«Plaza México.» Este astado, que era 

cornicorto, capacho, tirando a cubeto, brocho, 

bizco del derecho, esbelto y con un son 

impresionante de bueno, ha sido recordado 

al lidiarse el (26-09-1999), un novillo de la 

Rafael Molina Sánchez (Lagartijo). Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo). 



misma ganadería, llamado Agaveño, que se 

diferenció de su hermano en que comenzó a 

fallar de sus extremidades a medio trasteo, 

pero se recuperó y llegó con buen son al tercio 

final, sirviendo para que el novillero José Daniel 

Ayala, de León (Guanajuato, México), le 

cortara las dos orejas y saliera a hombros de 

la «Plaza México.» Alternó esa tarde con 

Alberto Huerta -hijo del matador Víctor Huertay 

Alberto Espinosa. 

68) Agitado: 

El astado de pelaje negro, llamado 

Agitado y herrado con el número 57, era de 

la vacada de don Manuel Arranz y fue jugado 

el (06-08-1961), al que justamente se le dio 

una vuelta al ruedo bajo una lluvia de 

aplausos, en el coso de Tarragona. El Sr. 

Arranz presentó por primera vez sus novillos 

en la nueva Plaza de Toros de Madrid el (02- 

09-1928). Esa tarde actuó José Robles 

(Blanquito), a la sazón novillero, que había 

cosechado antes muchos éxitos, toreó su 

última novillada en la citada Plaza. Las reses 

salieron muy duras y difíciles, por lo que 

Blanquito recordó al terminar la corrida, que 



su padre no había necesitado manejar la 

espada y la muleta para ganar prestigio y 

honores, y siguiendo los consejos de la 

sensatez se decidió por las banderillas. Por 

lo pronto marchó a América, colocado en la 

cuadrilla de Francisco Vega de los Reyes 

(Curro Puya o Gitanillo de Triana), para hacer 

la temporada de invierno 1928-29. 

69) Agosteño: 

Manuel Amador, a la sazón novillero, 

que el día (19-09-1992) remató el novillo, 

llamado Agosteño, perteneciente al hierro 

de don Félix Hernández Barrera, en la Plaza 

de Toros de Almodóvar del Campo, siendo el 

diestro muy ovacionado y a su enemigo le 

concedieron una merecida vuelta al ruedo. 

Posteriormente se le concedió el Trofeo Club 

Taurino de Almodóvar del Campo al mejor 

novillo de la feria. 

70) Agraciado: 

El astado, de nombre Agraciado, de 

la ganadería de don Félix Hernández Barrera, 

fue lidiado en la Real Maestranza de 

Caballería de Sevilla el (10-04-1988). Llevaba 

(26) La ganadería fundada por los Sres. Edmundo y don Jorge Guerrero Perrusquia, en 

1923, fue adquirida en 1963 por el arquitecto mexicano don Juan Sordo Madaleno, quien la trasladó 

al racho La Laja (Tequisquiapan, Estado mexicano de Querétaro), sirviéndole de apoyo su esposa – 

ella llevaba con su puño y letra el libro de la ganadería) y su hijo José Juan. Ambos aportaron al 

ganado un sello propio, comenzando por retentar el ganado adquirido, con divisa verde y rojo, 

conservando sólo 100 vacas, y seguidamente adquirieron vacas y sementales de don Javier 

Garfias, cambiando lo de Parladé a Marqués del Saltillo. Con un profundo conocimiento y tras 

largos años de estudios lograron ligar de maravilla poniendo a la ganadería en los más altos niveles 

de las Fiesta Brava en México, con un gran cartel en todas las plazas del país. Don José Juan 

falleció, quedándose al frente don Juan hasta que también falleció el (13-03-1985), dejando la 

ganadería en manos de sus actuales propietarios (2004): doña Magdalena Bringas de Sordo, doña 

Magdalena Bringas de Yturbe y don Javier Sordo Madaleno Bringas, quienes vienen sosteniendo el 

abolengo, tradición y solera muy en alto, consiguiendo grandes triunfos , especialmente por los 

toros llamados: Luna Roja, Retoño y Escarcha. 

(27) En la revista taurina mexicana Matador -en el año 6, número 3, del año 2000- figura como 

propietario actual de la ganadería de Tequisquiapan el matador de toros don Ramón Serrano 

Segovia, cuya antigüedad es del año 1946, con divisa verde y amarilla, a quien lo secunda con 

entrega y valor su heredera, la guapa señorita Mónica Serrano Valverde, que está metida de lleno 

creando y criando su ganadería Tequisquiapan, que le cedió este año su señor padre, empezando 

con el pie derecho, pues el encierro que mandó a la plaza México en abril del 2000 fue premiado 

como el más noble, serio y encastado de los que se lidiaron; la competencia fue reñida, pues se 

presentaron astados de calidad de otras dehesas y con trapío, pero sin duda la de Tequisquiapan fue 

la mejor de todas. 

45


el número 21 en los costillares y pesó 530 

kilos de p. v. Obtuvo el premio especial de la 

Federación Taurina Riojana al toro más bravo 

fuera de las corridas de la Feria de Abril 

sevillana. 

71.1) Agradecido: 

El toro perteneciente a la ganadería 

de Peñajara, llamado Agradecido, fue 

corrido en la Plaza de Toros de Cintruénigo 

el (12-09-1993). Por su extraordinario carácter 

sobre el albero obtuvo el Trofeo al toro más 

bravo de la Feria de esa localidad de Navarra. 

72.2) Agradecido: 

El (23-01-2000), el diestro valenciano 

Enrique Ponce, le realizó una gran faena, en 

la «Plaza México», a Danza de Luna, de la 

ganadería mexicana de Tequisquiapan (27, 

váese al pie de la página anterior), de don 

Fernando de la Mora, al que le cortó una oreja. 

Y Uriel Moreno (El Zapata), también se vio 

magníficamente con Agradecido, de la 

ganadería también mexicana de Los Encinos, 

al que le cortó un apéndice. En esa misma 

tarde y ruedo, el diestro mexicano Eloy 

Cavazos, el Pequeño Gran Gigante del 

Toreo, logró un clamoroso triunfo al cortar tres 

orejas y un rabo; dos de ellas y el rabo fueron 

de Serranito, de la misma ganadería, que 

resultó extraordinario en todos los tercios. 

Alternó esa tarde el rejoneador Giovanni Aloy, 

que tuvo una gran actuación con un excelente 

astado de la ganadería mexicana de Rancho 

Seco. Los toros de don Fernando de la Mora, 

terciados, sosos y débiles, destacando los 

jugados en tercero y cuarto lugares. 

73) Agricultor: 

En septiembre de 1973, fue corrido 

en la «Plaza México» un extraordinario novillo, 

en la tradicional novillada del Estoque de 

Plata, llamado Hechicero, de la ganadería 

mexicana de La Laguna, de don Federico 

Luna Paz, que le correspondió a Rafael Gil 

(Rafaelillo), dando una lidia ejemplar y 

distinguiéndose por su raza. El ganadero dio 

la vuelta al ruedo en compañía del torero, bajo 

las aclamaciones del público. En esa misma 

novillada actuó el que ganara el preciado 

trofeo, el después famoso matador de toros, 

Mariano Ramos, con el novillo, Agricultor, 

que, como su hermano Hechicero, demostró 

su bravura a todo lo largo de la lidia. 

74) Aguacate: 

El (27-11-1921),el astado, llamado 

Aguacate, de la ganadería mexicana de 

Piedras Negras, lidiado en la antigua Plaza 

de Toros de El Toreo de la Condesa (ciudad 

de México, D. F.), tomó seis varas, derribando 

en otras tantas y matando tres caballos. Un 

27 de septiembre, pero del año 1311, nació 

Alfonso XI (el Justiciero), rey de Asturias, 

León y Castilla (13-11-1350). 

Era hijo de Fernando IV y de doña 

Constanza de Portugal, contando tan sólo un 

año y veinte días al morir su padre, quedando 

bajo la tutela de un Consejo de Regencia 

formado por su madre doña Constanza, los 

infantes don Pedro y Don Juan, tío del difunto 

rey Fernando IV, como hijos que eran de 

Alfonso X y hermanos de Sancho IV, y de la 

abuela doña María de Molina, viuda de Sancho 

IV y madre de Fernando IV. 

75) Aguacato: 

El (24-11-1889), el astado, de nombre 

Aguacato, de la ganadería mexicana de 

Santín, de don José Julio Barbosa, fue lidiado 

en la Plaza Colón de la ciudad de México e 

hirió de gravedad al banderillero Rafael Guerra 

(Chiquitín) y al notable diestro José Centeno. 

Este diestro toreaba entre La Habana y 

México, en cuyos países transcurrió su vida 

taurina hasta que, retirado, regreso a su patria 

en 1906, instalándose en Sevilla, donde vivió 

dedicado a la contrata de toros y toreros con 

empresas provincianas. 

Fue, pues don José Julio Barbosa el 

fundador de la ganadería de Santín el año 

1835, que se convirtió en uno de los pilares 

de la ganadería brava mexicana, de gran 

abolengo y solera, ubicada en la Hacienda 



de Santín, en el Municipio de Toluca (Estado 

de México) y creada con ganado criollo de la 

región, con divisa: Azul, rojo y blanco. Don 

José Julio falleció en 1860 y dejó la ganadería 

en manos de don Jesús María Barbosa 

Arzate. Lidió por primera vez en la Plaza de 

Toros de Toluca, el (02-09-1866) con cinco 

toros para la cuadrilla de Mariano González 

(La Monja) –compañero en mil batallas con 

Bernardo Gaviño Rueda-, y se presentó en la 

Plaza de Toros del Distrito Federal, en la Plaza 

de Colón, el (08-05-1887) con cinco toros 

para el diestro español Diego Prieto (Cuatro 

Dedos) y Juan Moreno (El Americano). En 

1888 la ganadería pasó a manos de don José 

Julio Barbosa Saldaña. 

En 1924 agregó 4 vacas y dos 

sementales de don Antonio Flores. En 1930, 

don Agustín Barbosa tomó las riendas de la 

ganadería y, en 1931, adquirió vacas y 

sementales de San Diego de los Padres. En 

1946, el astado, llamado Sonajero fue 

premiado como el mejor novillo de esa 

temporada en la «Plaza México.» Desafortunadamente, 

en la corrida de la Prensa 

celebrada en la citada plaza, en la temporada 

de 1947, el novillo, de nombre Ovaciones, le 

propinó al sensacional diestro José 

Laurentino López (Joselillo) lo que a la postre 

fue una mortal cornada, en una tarde que se 

recordará con tristeza. 

Don Agustín falleció el (27-07-1956) y 

la ganadería pasó a su viuda y a sus nueve 

hijos: José, Celia, Carlos, Guadalupe, 

Guillermo, Margarita, Jesús, Antonio y 

Salvador. En 1974 adquirió la totalidad de la 

ganadería doña Celia, y fue traslado el 

ganado, en 1978, a donde ahora se 

encuentra: en el rancho El Rosario, municipio 

de Jerécuaro (Estado mexicano de 

Guanajuato). A partir de 1979 agregó doña 

Celia varios sementales de San Martín, para 

ceder el año 2002 todos sus derechos a su 

actual propietario: Don César Méndez 

Larregui. 



76.1) Agualimpia: 

El astado de la ganadería 

zacatecana de Torrecilla, llamado Agualimpia, 

propiedad de don José Antonio 

Llaguno, fue lidiado el (11-07-1976) en la Plaza 

de Toros de Durango (Durango, México), que 

por su sensacional bravura y nobleza, sobre 

una figura con equilibrada jechura, mereció 

el alto honor del indulto. 

La fuerza del cartel de Torrecilla se 

demuestra por el hecho de haber sido elegida 

entre todas las ganaderías mexicanas para 

el debut del Monstruo de Córdoba, Manuel 

Rodríguez (Manolete), en la plaza de El Toreo 

(ciudad de México, D. F.), el (09-12-1945), en 

que alternó con Silverio Pérez y Eduardo 

Solórzano, que se despidió ese día. Esas 

tarde, con el toro, de nombre Cantaclaro, 

realizó Silverio una de sus mejores faenas 

de su vida torera, cortando las orejas y el rabo, 

recibiendo un puntazo. Manolete, que abrió 

plaza y confirmó su alternativa, lidió al toro, 

de nombre Gitano, al que realizó una faena 

indescriptible, cortán-dole las orejas y el rabo. 

77.2) Agualimpia: 

El astado de la divisa jerezana de 

Torrestrella, de nombre Agualimpia, negro 

mulato y listón, con el número 59, fue corrido 

en la Plaza de Toros de Valladolid el (23-09- 

1994), correspondiéndole su lidia y muerte al 

diestro Manolo Sánchez. Se le concedió la 

vuelta al ruedo y más tarde fue premiado con 

el Trofeo Campo Grande al mejor toro de la 

Feria de San Pedro Regalado. 

78) Aguamiel: 

En el Jueves Taurino nocturno, del 

(14-10-1993), en la «Plaza México», el diestro 

zacatecano, Jorge Carmona sufrió una 

gravísima cornada en el muslo derecho, por 

Aguamiel, de la ganadería mexicana de 

Espíritu Santo. Esa noche, Juan Querencia 

confirmó su alternativa, siendo apadrinado por 

Humberto Moro, con Luna de Oro, de la 

misma ganadería. También esa noche, 

concluida la corrida, Moro decidió retirarse de 

47


los ruedos (AB y AAB). Aguamiel avisó al 

diestro al pasarlo de rodillas, pero éste ni 

cuenta le echó... y al volverse el astado 

recordando el bulto, fue directamente sobre 

él, poniendo en peligro su vida. Y es que en el 

toreo la gloria no puede improvisarse y menos 

desconocer la conducta a grito que muchas 

veces lanzan los toros, que son avisos 

radiados a toda voz y con la fuerza de la 

mirada. 

79) Aguardentero: 

El domingo (11-07-1886) se celebró 

en la Plaza de Toros del Puerto de Santa 

María «una famosa corrida de toros de 

muerte» –según puede verse en los carteles- 

, compuesta de seis toros escogidos, de la 

acreditada ganadería de D. Rafael Surga, 

vecino de Las Cabezas de San Juan (Sevilla), 

antes del Excmo. Sr. D. Eduardo Shelly, 

hermanos de los que tan buena lidia 

presentaron en la Plaza Real en competencia 

con los del Excmo. Sr. Duque de Veragua XIV, 

que fueron rematados por Manuel Hermosilla 

–de azul y oro- y Manuel García (El 

Espartero) –de rosa y plata-, que sufrió una 

grave cogida. La crónica de aquella corrida 

nos dice que «escasa entrada y mucho 

viento» y seguidamente relacionamos los 

toros por orden de salida: 

6º Aguardentero, castaño claro que 

le hace más vistoso el ojinegro. Sin ser 

picado saltó la barrera y seguidamente le 

colocaron 7 puyazos. Espartero nos regala 7 

naturales y 3 de pecho, seguido de un pase 

sin llegar a herir por dos veces. Mientras se 

prepara se le arranca y es cogido y volteado, 

sufriendo tres heridas: una en el muslo 

izquierdo, otra en el hipogastrio derecho y otra 

en el pene. El percance fue muy grave ya que 

el diestro perdió mucha sangre. Estuvo 

superior en este toro, desgraciado en el 2º, 

pero siempre en la cabeza. Su familia 

denunció al doctor Joaquín Medinilla por no 

estar de acuerdo con e parte facultativo. Los 

restantes toros se llamaron: Culebro, 

Capachito, Grillito, Chocolate, Triguerito. 

Sólo tenemos datos de los miembros 

de la cuadrilla del Espartero: Picadores, Juan 

Román Caro y Manuel Moreno. Banderilleros, 

Julián Sánchez, José Malaver, Manuel León 

(Lolo) y Manuel Sevillano. Puntillero, Antonio 

Ruiz (el Sargento). 

80) Aguardiente: 

El (23-03-1997), con Aguardiente, 

de la ganadería española del conde de la 

Maza, don Leopoldo Sáinz de la Maza y 

Gutiérrez Solana, el diestro mexicano Eulalio 

López (El Zotoluco), confirmó su alternativa 

en Madrid, en la corrida del Domingo de 

Ramos, siendo su padrino Manolo Sánchez 

y testigo Óscar Higares. El Sr. Conde formó 

la ganadería en 1935, con reses de don Juan 

Belmonte. 

En 1938 se la cedió a su hija doña 

Cristina de la Maza y Falcó. En 1940 se 

aumentó con un lote de vacas de Gallardo y 

dos sementales de Juan Belmonte, siendo 

vendida en 1960 a don José Cebada Gago, y 

por fallecimiento de este, en 1964, pasó a 

nombre de sus herederos. Se eliminó todo 

lo procedente de doña Cristina de la Maza y 

se formó la ganadería con reses de don 

Carlos Núñez, Jandilla y Torrestrella. 

81.1) Aguardientero: 

El (29-06-1882), el toro, llamado 

Aguardientero, del duque de Veragua XIV, 

tomó 16 varas, mató cuatro caballos e hirió 

al picador Juan León (Gaceta), en la nueva 

plaza de toros de Madrid, que no era la que 

estaba ubicada en la Puerta de Alcalá, ya que 

ésta dejó definitivamente de dar festejos el 

(19-07-1874), en una corrida memorable en 

la que actuó el diestro Salvador Sánchez 

Povedano (Frascuelo), y fue a beneficio de la 

recién creada institución Hermanas de la 

Cruz Roja. 

Los referidos rigieron la ganadería las 

fechas siguietes: Duques de Veragua XIII y 

Osuna III: Del (04-07-1836) al (28-09-1850); 

duque de Veragua XIII: De (28-09-1850) al 

(24-04-1867); duque de Veragua XIV: De (24- 



04-1867 al (17-09-1911); duque de Veragua 

XV: De 1911-1929. 


En 1886, Aguardientero, de la vacada 

de don Juan José González Landín (28), lidiado 

en Málaga (Andalucía, España), fue calificado 

como uno de los mejores toros lidiados en 

aquella plaza durante muchos años. Ese año 

comenzó siendo trágico para la Tauromaquia, 

ya que el (31-01), se celebró en Texcoco 

(México), con motivo de sus fiestas, una 

corrida de toros en la que fue herido de 

muerte Bernardo Gabiño Rueda, matador de 

toros, nacido en Puerto Real (Cádiz) el (20- 

08-1812), por lo que era del signo Leo, hijo 

de José Gaviño y de María de las Nieves 

Rueda, muriendo a las nueve y media de la 

noche del día 3 de febrero. Era pariente, de 

Juan León (Leoncillo), de quien recibió las 

primeras lecciones en el Matadero de Sevilla. 

Fue un torero muy popular en la República 

mexicana, de donde le hizo natural algún 

escritor. 


Rafael Bejarano Carrasco (Torerito) 

y Rafael Ramos (Melo), picadores Joaquín 

Rubio Romero (Formalito) y Antonio Bejarano 

y Millán (Pegote); banderilleros Almendro, 

Manuel Martínez (Manene) y Rafael 

Rodríguez (el Mojino), trabajaron el (26-12- 

1888); día que se organizó en Córdoba una 

novillada, para estoquear reses de la 

ganadería de Rafael Molina (Lagartijo). Por 

suspenderse aquel día, se celebró al día 

siguiente, 26...El ganado se manifestó malintencionado, 

y la primera víctima de las 

malas intenciones de los bichos fue el 



Torerito, que resultó cogido al pasar la muleta 

al segundo novillo; y el Melo sufrió un puntazo 

al hacer un quite en el tercero: Manuel 

Martínez (Manene) había banderilleado al 

segundo con un magnífico par de frente; al 

hacer un quite al picador Joaquín Rubio 

Romero (Formalito) en el cuarto, el que le 

correspondía matar, salió andando, se le 

arrancó el animal, enganchó a Manene por la 

parte superior del muslo izquierdo, y después 

de suspenderlo y recargar en el cuerpo, lo 

despidió y volteó entre los pitones, dándole 

una horrible cornada que, penetrando por el 

muslo, llegó a interesar la vejiga de la orina. 

El accidente señalado tuvo un fatal desenlace 

el día (28-12-1888), El toro causante de la 

desgracia se llamó Aguardientero, negro, 

mogón del derecho y de pocas libras. Manuel 

Martínez Disterlet fue un banderillero de 

primera arrebatado en flor a la vida... 


En mayo de 1925, el diestro español 

Rafael Rubio Rubio (Rodalito), a su vuelta de 

México, en donde actuó entre muchas 

corridas en la última que actuó Rodolfo 

Gaona, el 12 de diciembre de dicho año, 

alternando esa tarde sólo con el diestro 

mexicano; ya en España, toreó cinco 

corridas, entre éstas la de la confirmación de 

su alternativa en Madrid, solemnidad que 

corrió a cargo de Matías Lara (Larita), 

acompañado de Juan Silveti, cediéndole a 

Aguardientero, berrendo en jabonero o 

charrengue, blanco sucio y amarillo, como el 

café con leche (Joaquín Bellsolá, Relance. 

«El toro de lidia».), de la ganadería portuguesa 

de don José Pereira Palha Blanco, sin que 

hiciera algo destacable. 

(28) Con divisa blanca y verde y señal: muesca en la parte superior de la oreja derecha, y en la 

izquierda, golpe en la parte inferior, tiene antigüedad del (13-11-1887). Procede del duque de San 

Lorenzo, oriundas de los Hermanos Gallardo de El Puerto de Santa María; de don José María 

Benjumea (de casta vazqueña), y de don Rafael José barbero, de Córdoba, fundándose esta 

ganadería, que poseyó don Rafael Laffitte, de quien la adquirió en 1885 con Carlos Conrado, 

vendiéndola después a don Francisco Gallardo y don Felipe Pablo Romero, ambos de Sevilla. En 

1886 el señor Gallardo cedió la mitad de su parte a don Ángel González Nandín, pasando la vacada 

después a su hijo Juan J. González Nandín. 

49


La ganadería de don José Pereira 

perteneció a lo señores hermanos don 

Francisco y don Carlos Van Zeller Palha. 

Desde 1880 en adelante, a los señores Van 

Zeller Palha Botelho Neves y Folque de 

Mendoza en la dehesa Heredade de Adema, 

de Samora Correia (Portugal). Muchos fueron 

los astados que presentaron muy serias 

dificultades para su lidia. Incluso en la primera 

década del siglo XX, concretamente el (31- 

05-1908), Antonio Boto Recatero (Regaterín) 

se las vio y deseó para deshacerse de una 

corrida durísima, en la que solamente se lidió 

un miureño, sumamente bronco, duro y poderoso, 

de don Eduardo I Miura y los otros cinco 

de don José Pereira Palha, del que le tocó un 

ejemplar a Regaterín. Pero se portó valiente 

y dominador, pero la ayuda de Blanquet fue 

tan notable y eficiente, por lo inteligente y 

valerosa, que el público le obligó a dar dos 

vueltas al ruedo, ovacionándole con entusiasmo. 

Es el premio que dan los de Miura. 


De pelo negro, bragado, marcado con 

el número 20 y de nombre Aguardientero, 

de la famosa ganadería de don Eduardo II 

Miura, con un peso de 560 kilogramos, fue 

lidiado por el diestro Dámaso Gómez, en el 

coso de Las Ventas de Madrid, el (25-05- 

1977), en el tradicional serial taurino de la 

Feria de San Isidro. Salió en cuarto lugar y 

por su bravura y nobleza, que mantuvo hasta 

la muerte, le fue otorgado el Premio al Mejor 

Toro de la prestigiada Feria madrileña (imagen 

por gentileza de Reportajes BOTAN, 

Hermosilla, 87, Madrid – 1); cedida por los 

hermanos don Eduardo III y don Antonio III 

Miura, con fecha (08- 06-2000). También 

recibió los trofeos «Mayte» y de Radio 

Nacional. 

La Feria de San Isidro madrileña no 

sólo supone el ciclo más largo de corridas y, 

por tanto, el de mayor número de toros 

lidiados, acercándose durante los últimos 

Aguardientero, de la famosa ganadería de don Eduardo II Miura. 



años a los treinta festejos celebrados, sino 

también, en líneas generales, las de mayores 

exigencias sobre las condiciones que deben 

reunir los toros, aunque a veces, el desmedido 

celo de algunos grupos de aficionados 

por el tamaño de los toros, peso y 

armadura, más bien parecen que quisieran 

resucitar los ancestrales toros pintados en la 

cueva rupestre de Altamira. 

86) Aguaverde: 

El novillo del hierro de don Santiago 

Domecq, llamado Aguaverde, fue corrido en 

la Plaza de Toros de Barcelona el (24-09- 

1990). Llevaba el número 44 en los costillares 

y era colorado ojo de perdiz. Se jugó en quinto 

lugar y mereció el honor de que se le diese la 

vuelta al ruedo antes de pasar al desolladero. 

Su lidia correspondió al diestro Juan Serrano 

(Finito de Córdoba) que le realizó una gran 

faena, cortándole las dos orejas y el rabo. 

87) Agüelito: 

El (06-07-1899), en la plaza de toros 

de Madrid, el utrero, de pelaje berrendo en 

negro, de la ganadería de la señora viuda de 

don Joaquín Mazpule -su antigüedad el (30- 

04-1851)-, llamado Agüelito, saltó la barrera 

e hirió de gravedad, al escritor don Eduardo 

del Palacio (Sentimientos), y cuando lo 

estoqueaban, a don Nicolás Salachard, 

siendo devuelto al corral. 

88) Aguijito: 

Ya estuvieron los toros de don Ángel 

González Nandín en la Plaza Real de El 

Puerto de Santa María esta temporada, 

concretamente el (13-06-1886), día de la 

presentación del Espartero, manifestándose 

el ganado de escaso poder y huido. En esta 

segunda vez, ante unas siete mil personas, 

que se corrieron igualmente seis toros de la 

misma vacada, la corrida no fue del agrado 

de los espectadores por la mala calidad de 

los astados, pues carecieron igualmente de 

voluntad y poder en el primer tercio, pero todo 

fue compensado por el entusiasmo que 



despertó entre la concurrencia la buena 

actuación de Manuel Fuentes (Bocanegra), 

la tarde del (29-08-1886), que alternaba en 

un mano a mano con Manuel García y 

Cuesta (Espartero). 

*Bocanegra, que vestía terno color 

marrón y plata, destacó, especialmente, por 

las admirables estocadas recibiendo que 

asestó a sus tres enemigos. Su mejor faena 

fue la realizada a Aguijito, de pelaje negro 

meano, bien encornado y marcado con el 

número 12, segundo de su lote, que fue 

fogueado, y al que después de unos buenos 

muletazos lo echó a rodar de una gran 

estocada recibiendo, por la que el público le 

tributó una ovación merecida. Toreó los toros 

que le correspondieron -llamados Cochinito, 

el 1º, marcado con el nº 28, y Segador, el 

5º, cárdeno lombardo, bien puesto y con el nº 

81-, los toreó bien de capa e hizo buenos 

quites, haciendo que muchos aficionados de 

acordaran de sus buenos tiempos, como la 

tarde del (26-07-1880), la del (02-09-1883) y 

el (01-11-1884). 

*Espartero, con terno verde y oro, 

que reaparecía en El Puerto después de su 

grave percance en esta plaza, estuvo 

desgraciado en su primer toro, llamado 

Manuel Fuentes (Bocanegra). 

51


Azuceno -cárdeno bragado, brocho y 

marcado con el número 48-, al que tuvo que 

darle hasta seis medias estocadas. Tanto 

este toro, como el primero de la corrida, de 

nombre Cochinito –berrendo en negro, 

capirote, bien puesto y marcado con el 

número 48-, debieron estar reparados de la 

vista. En su segundo, llamado Colador – 

cárdeno, cornivuelto y con el número 59, 

cojeaba de una extremidad posterior a 

consecuencia del desprendimiento de la uña, 

debido a las asperezas del terreno, según 

declaraciones del Conocedor - y tercero, de 

nombre Panadero –negro, hito, bizco del 

izquierdo, astillado del derecho, corniapretado 

y con el número 15-, estuvo el diestro algo 

mejor y siempre valiente. En quites trabajador 

y oportuno; con la muleta, a causa de las 

malas condiciones del ganado, no se mostró 

a la altura de otras veces. 

De las cuadrillas sólo cabe 

mencionar un par de Julián Sánchez. De los 

picadores, que en la prueba de caballos 

fueron: Crespo, Postigo, Caro y Moreno, no 

se destacó ninguno. Caballos muertos, ocho. 

89) Aguilar: 

El (21-08-1879), se lidió en la plaza 

de Antequera (Málaga), llamado Aguilar, de 

la ganadería española de don José Orozco y 

García, animal que tomó 16 varas y mató siete 

caballos. Exactamente en la misma fecha, 

pero del año siguiente, de 1880, se inició la 

última temporada de ópera que ofreció en la 

hermosa ciudad colonial de Zacatecas 

(México), don Ángel Peralta, en el recinto del 

bello Teatro Calderón. 

Don José Orozco debutó en la nueva 

Plaza de Toros de Madrid el (12-10-1884). La 

adquirió de don Juan Antonio Adalid, que había 

comprado en 1872 la originaria de don Diego 

Hidalgo Barquero –canónigo de la catedral de 

Sevilla- con divisa azul y señal: cortada en 

una oreja y brincada en la otra, fue fundada 

hacia el año 1810 con vacas que compró al 

presbítero señor Bueno, vecino de Utrera, 

procedentes de don José Giráldez, y 

Manuel García y Cuesta (Espartero). 

sementales de unos ganaderos de Triana 

apellidados Gutiérrez. 

90) Aguilero: 

El (20-04-1946), astado de nombre 

Aguilero, de don Eduardo II Miura, con el 

número 3, colorado, fue lidiado en Madrid; 

asimismo fueron estoqueados los toros: 

Carnerudo, negro y con el nº 7, y Podenco, 

negro y con el nº 59. Los aficionados de la 

capital de España guardan memoria de 

aquella corrida por la presentación y bravura 

de todos los toros, de los que destacaron los 

tres que dejé señalados. 

Los restantes toros anotados por don 

Eduardo, los encontrará el lector en MIURAS: 

CLX Años de Gloria y de Tragedia. Capítulo 

XI: Cronología Miureña. Publicado por 



Colorado, chorreado en verdugo, 

bociblanco, bragado y meano. Eral 

de la ganadería de Miura. 

Editorial Castillejos y financiado por la 

Universidad de Córdoba y por las famosas 

Bodegas Caballeros, de El Puerto de Santa 

María (Cádiz), en el 2001. 

91.1) Aguilillo: 

El (20-09-1890), el toro llamado 

Aguilillo, del marqués del Saltillo, fue lidiado 

en primer lugar en la corrida de inauguración 

de la plaza de toros de Valladolid. Lo mató 

Rafael Molina (Lagartijo). Ese mismo día, 

pero tres años después, tomó Emilio Torres 

Reina (Bombita I) prematuramente la 

alternativa, de manos de El Espartero -la 

única que Manuel García dio- en la Real 

Maestranza de Caballería de Sevilla... y 

Bombita tuvo una tarde feliz. 


El toro lidiado (13-09-1900), de 

nombre Aguilillo, cuando era conducido a la 

plaza de toros de Marsella (Francia), rompió 

la jaula y subió a cubierta del vapor 

«Andalucía», causando el lógico pánico 

general entre los pasajeros y, muy 

especialmente en la tripulación. Fue rematado 

a tiros por el capitán y los suyos. 

El primer percance que le tenemos 

anotado al diestro sevillano Antonio Fuentes 

y Zurita fue el sufrido la tarde del (22-07-1890), 



que alternó en la Plaza de Toros de Valladolid 

con Raimundo Rodríguez (Valladolid), que ya 

le había cedido aquel año la muerte de un 

novillo, y recibió un puntazo del primer 

cornúpeto en el muslo derecho. La segunda 

cornada la sufrió el (27-07-1900), en la Plaza 

de Toros de Valencia, donde volvería a ser 

herido en la temporada de 1908. El percance 

que comentamos se lo produjo el astado 

llamado Ronquillo, de don Eduardo I Miura, 

al entrar a matar, haciéndole una herida de 

10 centímetros de extensión en una mano. 

Ese día y de la misma ganadería, fue lidiado 

Azafrán, de pelaje negro, brocho, y que, 

llevado a Valencia para la corrida, al desencajonarle 

arremetió a dos cabestros, 

viéndose que estaba loco. Metido en un chiquero 

se ensañó a cornadas contra las 

paredes y con su sombra, hasta que cayó 

muerto. Recordamos ahora, junto al citado 

Aguilillo, al de don Nazario Carriquiri, de 

nombre Asesino que, viéndose encajonado, 

se despedazó los cuernos y las extremidades 

anteriores contra las tablas, expirando en su 

reducida prisión. Fue en 1882, y estaba 

destinado a lidiarse en Madrid. 

En la 1903 anduvo Fuentes muy 

desafortunado, y el 14 de octubre, toreando 

Antonio Fuentes y Zurita, 

banderilleando al cuarteo. 

53


en la Plaza de Toros de Zaragoza, al intentar 

descabellar al segundo toro, del Saltillo, fue 

empitonado por la rodilla derecha, y en la 

enfermería se le apreció una herida grave, 

con rotura de la arteria tibial, hueso y grandes 

desgarros de las partes blandas y de la 

articulación. Tardó en curar más de cuatro 

meses, y no curó del todo, porque se resentía 

constantemente de la herida. Al despedirse 

ese año de 1908 de la afición valenciana, sin 

duda toreando en el mes de junio, resultó 

herido por el toro, llamado Cartulino, de la 

señora viuda del marqués del Saltillo, ganado 

fatal para él. Repuesto de la herida, sufrió un 

accidente de automóvil, y se retiró sin 

despedirse de las plazas en las cuales se 

había propuesto hacerlo. Y, por último, el (28- 

07-1912), fue herido en Santander por otro 

toro del Saltillo al poner un par de banderillas 

al cambio. Si intercalamos la anterior 

información es para agrandar la visión del 

lector en asuntos paralelos. 


El (06-08-1930), el astado de nombre 

Aguilillo, de pelo colorado y ojo perdiz, de la 

vacada española de don Leopoldo Lamamié 

de Clairac, tomó cuatro varas, creciéndose 

en los otros tercios, por lo que fue ovacionado 

al darle la vuelta al ruedo. La ganadería de 

don Leopoldo tiene divisa encarnada y 

morada, y señal, hendido en ambas orejas, 

tiene antigüedad del (29-05-1929), se formó 

con una cuarta parte de la de don Luis Gamero 

Cívico, antes de don Fernando Parladé, y la 

correspondiente a su hijo don José, de quien 

la adquirió don Rafael Lamamié de Clairac, 

poniéndola a nombre de su hijo Leopoldo. El 

origen e historial es el consignado en la de 

don Ernesto y don Manuel Blanco, que 

compró después el matador Domingo López 

Ortega. 


El (24-09-1931), el toro, llamado 

Aguilillo, negro, de la ganadería española de 

don Juan Terrones, lidiado en Barcelona, 

Antonio Fuentes y Zurita. 

Colorado y ojo perdiz, listón, 

bociblanco y meano, de Miura. 



aguantó cuatro varas con alegría, continuando 

así hasta el final. Le dieron la vuelta al ruedo. 

La ganadería de don Juan Terrones -su 

verdadero nombre es el de don Juan Sánchez-, 

de (Salamanca), con divisa blanca y 

señal: zarcillo en la oreja izquierda y muesca 

y horca en la derecha, tiene el mismo origen 

que las de sus sobrinas doña y Carlota y doña 

María Sánchez, sin la parte de reses de don 

Juan Muriel. Fue heredada de su padre don 

Ildefonso Sánchez Tabernero una porción de 

su ganadería, y en 1920 adquirió una parte 

de la vacada fundada por don Juan Contreras, 

en 1907, formada con vacas y sementales 

de los herederos de don Joaquín Murube, 

siendo actualmente esta sangre, pura de 

Vistahermosa la que predomina en todos sus 

astados; si bien la antigüedad de la ganadería 

es del (12-10-1882), que le viene de don Juan 

Muriel (29). 


El (15-11-1959), el diestro mexicano 

Jaime Rangel, sufrió una cornada grave en 

el muslo derecho, infringida por Aguilillo, de 

la ganadería mexicana de Matancillas – 

hermana de La Punta-, en El Toreo de Cuatro 

Caminos (ciudad de México, D. F.). En la 

ganadería de La Punta siempre se llevó 

registro de nacimientos y las reatas de cada 

vaca, conociendo el semental progenitor, mas 

nunca en la ganadería de Matancillas, que 

como sabemos, también pertenecía a los 



Madrazo. El motivo era que había dos toros 

sementales para sesenta vacas en cada 

potrero y, por lo tanto, no se sabía de quien 

eran las crías. Matancillas estaba formada 

con las vacas de La Punta que no habían 

cumplido al momento de tentarse, con los 

requisitos que Paco Madrazo deseaba. Esto 

explica el por qué no salieron casi nunca 

buenos toros. 

96) Aguilito: 

El (16-04-1972), salió al ruedo de la 

Monumental plaza de toros de Ciudad Juárez 

(México), llamado Aguilito, de la ganadería 

de La Huertas, de don Luis Barroso Chávez 

–su antigüedad es del año 1953 y la divisa: 

Amarillo, oro y negro-, que fue extraordinario, 

correspondiéndole a Mariano Ramos, al que 

le realizó una magnífica faena, dada la 

pujanza y bravura de tan noble astado. Dicho 

matador fue el último diestro «lidiador» de 

México. 

97.1) Aguilucho: 

D. Manuel Martínez Alfonso, en su 

magistral obra titulada «Plaza Real», 

publicada en 1968 (véase página 447), 

aparece la imagen de la cabeza disecada de 

un toro, llamado Aguilucho, que «fue lidiado 

y muerto por Antonio Fuentes en la Plaza Real 

de El Puerto de Santa María en la temporada 

de 1897, sin citar el día y mes en que se corrió. 

(29) Los toros de la ganadería fundada por don Juan Contreras, en 1907, se lidiaron por 

primera vez en Madrid el día (03-06-1912). En 1920 el señor Contreras dividió la vacada en dos 

partes, vendiendo una de ellas a don Juan Terrones y la otra a los hermanos Sánchez Rico, todos 

de Salamanca. La parte de éstos últimos, al cabo de unos años, se dividió en tres lotes, 

correspondiendo uno de los mismos, además de los derechos de hierro, divisa y antigüedad, a don 

Ildefonso Sánchez Rico, de quien lo adquirió en 1930 el conde de Antillón. La ganadería del conde 

de Antillón la formó don Juan Contreras, en Burguillos del Cerro (Badajoz), el año 1907, con vacas y 

sementales adquiridos a la señora Dolores Monge, viudad de don Joaquín Murube. En 1920 el señor 

Contreras dividió la vacada en dos partes, vendiendo una de ellas a don Juan Terrones y la otra a 

los hermanos Sánchez Rico, todos de Salamanca. La parte de éstos últimos, al cabo de unos 

años, se dividió en tres lotes, correspondiendo uno de los mismos, además de los derechos de 

hierro, divisa y antigüedad, a don Ildefonso Sánchez Rico, de quien lo adquirió en 1930 el conde de 

Antillón. A los tres años de su creación, concretamente el 10 de julio de 1910, se presentó en 

Madrid con una novillada nocturna, destacando el novillo llamado Malagueño, que estoqueó el 

novillero gaditano Manuel Díaz Domínguez, alternando con Adolfo Guerra y el Posadero. 

55


Aguilucho, que «fue lidiado y muerto por Antonio Fuentes en la Plaza 

Real de El Puerto de Santa María en la temporada de 1897, sin citar 

el día y mes en que se corrió. Se conserva en el Club Taurino 

Portuense (Foto Rasero). 

Se conserva en el Club Taurino Portuense 

(Foto Rasero). 

98.2) Aguilucho: 

El (18-01-1953), hizo su debut en la 

«Plaza México», la ganadería mexicana de 

El Rocío, festejo en el que fue lidiado Farolito, 

considerado el más bravo de la temporada. 

En esa corrida actuaron los hispanos Rafael 

Llorente y Antonio Ordóñez, así como el 

mexicano Juan Silveti. Sin embargo, lo 

interesante en esa corrida es que confirmó 

su alternativa el diestro Rafael Llorente, 

llevando de padrino a Juan Silveti Reinoso y 

de testigo a Antonio Ordóñez, con 

Aguilucho, de la ganadería mexicana citada. 

La ganadería que acabamos de citar 

está ubicada en el rancho San Judas Tadeo 

(Tecalli de Herrea, Estado de Puebla), fue 

fundada en 1946 y es conocida como «La 

Barranca», con divisa: Amarillo y Rojo. Dicho 

rancho es una fracción de la ex Hacienda de 

Nigini (Municipio de Jiquipilco, Estado de 

México). Fue creada por don Manuel Buch 

Escalón con 26 vacas de Pastejé, 21 de 

Mimihuapan, 13 de Garfias, 3 de Torrecilla y 

3 sementales de Garfias. Lidió por primera 

vez en El Toreo de Cuatro Caminos el (10- 

12-1950): seis novillos para R. Larrea, Joaquín 

Díaz (Paquiro) y Carlos Valadez. A Larrea le 

correspondió Cocolito, con el número 12, 

que mereció el honor de dar la vuelta al 

ruedo, al igual que su criador. Ese mismo 

día se lidió otra novillada en la Plaza de Toros 

de Orizaba (Veracruz), que fue extraordinaria. 

Se presentó en la «Plaza México» el (18-01- 

1953): seis toros para Rafael Llorente, Juan 

Silveti y Antonio Ordóñez. 

99) Aguito: 

El novillo herrado con el número 32, 

llamado Aguito, del hierro de los Hermanos 

don Alejandro y don Victoriano Tabernero de 

Paz, fue lidiado el (08-05-1955), en la corrida 



organizada por la Asociación de la Prensa de 

Salamanca, fue paseado por la arena entre 

ovaciones antes de su entrada al desolladero. 

100) Agujeto: 

Faustino Posada encontró trágico final 

en la Plaza de Toros de Sanlúcar de 

Barrameda (Cádiz), el día (18-08-1907), 

teniendo que estoquear en ella ganado de don 

Eduardo I Miura, Faustino Posadas y 

Corchaíto. Fue mucha gente de Sevilla a 

verle, Guadalquivir abajo, en aquel inefable 

barco de ruedas en cuya cubierta se servía a 

los pasajeros deliciosos refrescos de panales. 

Salió en primer lugar el miureño llamado 

Agujeto, berrendo en negro (Véase imagen en 

la página 58), el cual tomó codicioso cuatro 

varas, dando lugar a que se lucieran con él 

los lidiadores. 

Llegó la hora de matar, y Posadas, 

después de una buena labor de muleta, se 

dispuso a ello; tenía la costumbre peligrosa 

de volver la cara para ordenar algo a sus 

peones o para brindar al público, en plena lidia, 

estando junto al toro. Igualado el animal, 

Faustino volvió la cabeza en ese movimiento 

tan característico de los toreros al entrar a 

matar y estando haciéndolo, se le arrancó 

Agujeto, no teniendo tiempo el diestro para 

hacer ningún movimiento defensivo... 

volteándole e infiriéndole en el cuello una 

herida de 10 centímetros, con desgarramiento 

de tejidos y perforación de la tráquea... 

¡otra vez una imprudencia delante de un 

Miura!... y es que, especialmente a los 

miureños hay que guardarles respeto hasta 

que están en el desolladero de la plaza. 

El desdichado Posada anduvo unos 

inciertos pasos por el ruedo con evidentes 

muestras de asfixia, hasta que en gravísimo 

estado se lo llevaron a la enfermería. 

Rápidamente intervinieron los médicos que 

operaron al herido quedando éste tranquilo 

después de la intervención. No se movió al 

herido de la enfermería de la plaza y al 

siguiente día fue desde Sevilla con el padre 

del torero y D. Eduardo I Miura, el entonces 



Berrendo en negro, predominando 

este último. (ANCTL) 

eminente cirujano Dr. Lozano, que diagnosticó 

la extrema gravedad del torero y la 

imposibilidad de que fuera trasladado a 

Sevilla, como se había pensado. Murió en la 

enfermería después de terribles dolores, a las 

doce de la noche del día 19. El novillero 

Corchaíto, tuvo que despachar la corrida 

entera porque la tragedia sobrevino en el toro 

primero. A las doce de la noche el pobre 

Faustino Posada, dejó de existir después de 

haber recibido los auxilios de la religión. La 

agonía había sido desgarradora. Rodeaban 

al torero, al tiempo del fallecimiento, el padre, 

los banderilleros y don Eduardo I Miura, que 

no había salido de la plaza desde que por la 

mañana llegó a Sanlúcar. El cadáver fue 

llevado a Sevilla, donde los sevillanos le 

rindieron un merecido homenaje. En el entierro 

de Posadas se vistió Sevilla de luto, 

sobrecogida su población por tan lamentable 

suceso. Faustino Posada contaba al morir 

veintidós años de edad. Una vida joven, 

cargada de ilusiones, había sido literalmente 

segada por los cuernos de un toro de Miura. 

101) Agujito: 

José Gómez Ortega (Joselito) 

Domingo González Mateos (Dominguín I) y 

Manuel Varé García (Varelito), alternaron el 

(26-09-1918), día que recibió la alternativa 

Varelito, de manos de Joselito y de testigo 

Domingo González (Dominguín). Ante los 

Pasa a la página 59. 

57


Recuerdos Taurinos de Antaño 

UNA ESPERANZA 

MALOGRADA: 

Faustino Posada Carnerero 

El toro de don Eduardo I 

Miura, que atendía por el 

nombre de Agujeto, 

mató a Faustino Posada 

Carnerero en la Plaza de 

Toros de Sanlúcar de 

Barrameda... «estaba 

liando la muleta para 

entrar matar, cuando se 

le ocurrió repetir la 

costumbre de volver la 

cara para bridar o dar 

órdenes. El toro, que vio 

moverse al diestro, se 

arrancó, y con un certero 

derrote le alcanzó el 

cuello, causándole enormes 

destrozo en los 

tejidos y perferándole la 

tráquea. Curado de 

primera intención en la 

enfermería, en ella murió 

en la noche del siguiente 

día, (19-08-1907), a los 

23 años de edad (1884- 

1907), siendo trasladado 

su cadáver a Sevilla, 

donde recibió sepultura. 



Viene de la página 57. 

éxitos obtenidos, varias empresas solicitaron 

a Dominguín, y el día señalado tomó la 

alternativa e Madrid, de manos de José 

Gómez (Gallito), que también doctoró el 

mismo día a Varelito, que tuvo una tarde 

arrolladora, estimándose su labor especialmente 

con su segundo toro, de Contreras. 

El toro de la alternativa de Dominguín I se 

llamó Aguijito, de la ganadería española de 

Contrera, y fue fogueado. A su segundo toro, 

Boticario, de García de la Lama, que era un 

buen toro, le hizo una faena vulgar y pesada. 

En la misma corrida, con el toro, Flor de 

Jara, negro zaino, de García de la Lama, 

tomó la alternativa en Madrid el matador 

Manuel Varé García (Varelito). Con Varelito 

figuraba ese tarde como banderillero Alfredo 

David y Puchades -nacido en Valencia el (12- 

08-1891), que también recibió la de banderillero 

de toros la cederle los rehiletes el 

banderillero cordobés Manuel Saco 

(Cantimplas), costumbre ya entonces 

desusada y hoy completamente abolida. 

102) Agustinero: 

La fecha del (12-01-1968) quedó para 

siempre marcada en la memoria de la afición 

de Maracay (Venezuela), al lidiarse dos toros 

de bandera de la ganadería mexicana de 

Soltepec, propiedad de Reyes Huertas, 

llamándose el primero: Alarito, que fue 



merecidamente indultado por el famoso 

espada sevillano Paco Camino, con el que 

realizó una de sus grandes e inspiradas 

faenas, ya que el Sabio diestro de Camas 

(Sevilla) aprovechó con suprema exactitud la 

bravura y nobleza de su enemigo, que peleó 

de principio a fin; el segundo, Agustinero, fue 

lidiado por el espada Diamante Negro, y en 

su arrastre se le dio la vuelta al ruedo con 

homenaje póstumo a su gran bravura. 

103) Ahijador: 

La sexta corrida de la primera parte 

de la temporada fue de don Antonio Urquijo 

de Federico, que presentó seis toros con 

trapío y de hechura inmejorable, acusando la 

bravura y nobleza de los clásicos murubeños. 

Corrida criada a placer y suave como un 

guante. De la misma –cuyo peso promedio 

fue de 293 kilos en canal- salieron tres toros 

estupendos, y particularmente el lidiado el 

tercer lugar, de nombre Ahijador, bicho de 

bandera, digno de ser paseado en triunfo; 

pero los mulilleros, como tantas otras veces, 

se hicieron los sordos. 

104.1) Airoso: 

El diario El Heraldo (30) de Madrid 

reseñó un día después la corrida celebrada 

en su Plaza de Toros, ubicada en los 

extramuros de la Puerta de Alcalá, la tarde 

del lunes (12-06-1842). Entre los picadores 

(30) Apareció por primera vez en los kioscos de Madrid el Diario «El Heraldo», la mañana del (13- 

06-1842), con bastante espacio a la crítica taurina. El revistero no firma sus crónicas, ni utiliza 

seudónimos. Destacaba el detalle de la descripción y las características de los toros, así como su 

comportamientos en la suerte de varas, que era a lo que concedía mayor importancia, reseñando la 

relación de picadores primero, seguido de los espadas, sin incluir a los banderilleros. En la crónica 

de la corrida celebrada el lunes (12-06-1842), de su primer número dedicó la totalidad de la reseña 

a la actuación de Joaquín Coyto (Charpa), y a la popularidad de que gozaban los picadores, en base 

a la referencia retrospectiva al decir que podría alcanzar la fama de los Mingués y de Luis 

Corchados, y menciona la «copia de aplausos que Charpa recibió por su osadía», cuando aún no se 

daban noticias sino esporádicamente de la reacción del público, y ello en una corrida en la que 

toreaba Cúchares. En cuanto a los banderilleros, citó de pasada dos veces a Blanco y su 

compañero, del que sólo dice que vestía de morado y plata, y a Minuto por un salto al trascuerdo, y 

por las banderillas que puso en compañía del sobrino de Jordán a un toro reparado de la vista. Pero 

nada dice la crónica de cómo ejecutaron las suertes y la posición de los palos. De Cúchares, en una 

corrida que calificó de buena y divertida, concluye que es atolondrado y que no se para delante del 

toro, limitándose a pinchar y a matar sus toros por donde le viene en ganas. 

59


anunciados: Juan Gutiérrez (Montañés) y 

Joaquín Coyto (Charpa). Los espadas: Juan 

Yust y Francisco Arjona Herrera (Cúchares), 

figu-rando de sobresaliente Isidro Santiago; 

pero aunque esto se anunciaba, como de 

anunciar a hacer hay gran trecho, Yust no se 

presentó en la Plaza. Cúchares vestía de 

morado, y en celeste Isidro, ambos con 

caireles y guarniciones de plata. 

El tercero toro, de nombre Airoso, 

de pelaje negro, cenceño y algo flaco, aunque 

fue bravo y pegajoso, tomó sin embargo 17 

varas, y mató dos caballos. Charpa se lució 

con él en los medios, y Montañés fue a la 

enfermería con una contusión en la mano, 

saliendo en su lugar Varillas, que en los dos 

primeros puyazos sufrió dos solemnes 

revolcones. A los banderilleros Pandito y 

Jordán, que vestían de nazareno y celeste 

con los caireles de plata, pusieron tres pares 

de rehiletes, matándolo Cúchares de tres 

estocadas a volapié, medianas todas. En una 

de ellas quedó embrocado, y le obligó a dar 

tres pinchazos par después descabellarle. 

Los restantes toros llevaron los nombres de 

Señorito, Aceituno, Melenas, Macareno y 

Vigilante. 

105.2) Airoso I: 

El (11-07-1853), fue lidiado en Madrid, 

el astado de nombre Airoso I, de don Manuel 

García-Aleas -su antigüedad el (09-11-1801)- 

, recibiendo 22 varas de Sevilla, Arce, Lorenzo 

Sánchez, Osuna y Gil Gallego. Seguidamente 

les ofrecemos los nombre de los toros, fecha 

y lugar que recibieron también 22 varas: 

Sombrerero, el (05-05-1851), en Madrid; 

Portero, el (02-06-1851), en Madrid; 

Corrucho, el (28-03-1853), en Madrid; 

Camuco, el (24-05-1853), en Madrid; 

Cochinito: el (22-06-1855), en Madrid; 

Cortito, el (06-09-1857), en Málaga; 

Chiclanero, en Madrid; Chocolatero, el (07- 

07-1858), en Madrid; Chiclanero, el (01-07- 

1860), en Madrid; Serrano, el (31-03-1861), 

en Madrid; Coleto: el año el año 1868, en 

Palma de Mallorca; Colilla, el (12-09-1869), 

Pelo retinto. 

(ANCTL) 

en Madrid; Borracho, el (29-07-1877), en 

Barcelona; Media Luna II, el (30-05-1880), 

en Granada; Sargento, el (16-07-1881), en 

Murcia; Cabrero, (03-10-1881), en Soria. En 

total, hasta ahora 17 astados. 


Francisco Arjona Herrera (Cúchares), 

Julián Casas (el Salamanquino) y Cayetano 

Sanz alternaron en la antigua plaza de Madrid, 

el (03-05-1858), en una corrida con tres toros 

notables de dos ganaderías, los llamados: 

Gamito, de pelo retinto, de la ganadería del 

marqués de la Conquista, fue estoqueado por 

el Salamanquino, luego de tomar 17 puyazos, 

y Airoso, también de pelo retinto y de la 

misma ganadería, que aguantó 19 varas del 

Naranjero, Juan Arce y Ramón Fernández (el 

Esterero), matando seis caballos y dejando 

tres mal heridos; y Bonito, de pelo berrendo 

en colorado -, de don Justo Hernández, quinto 

toro de la corrida, Cúchares fue tropezado 

dos veces, sufriendo una herida leve y un 

varetazo en el pecho, por el astado citado, 

colorado -o bayos (Anónimo. Flor de varios 

romances nuevos, 1595)-, tomó 18 varas y 

lo remató Cayetano Sanz. 


El astado de pelo retinto, de la 

ganadería española de don Félix Gómez, 



llamado Airoso, que fue lidiado en Madrid el 

(01-10-1861), resistió 16 varas de los piqueros 

Antonio Arce y el Esterero. A la muerte 

del ganadero se hizo cargo de la vacada su 

señora viuda, doña Mercedes Ugalde 

Bañuelos, que se convirtió en decana de las 

criadoras de reses bravas, pues desde el año 

1904 estuvo dirigiendo la vacada, ayudada por 

sus hijos, la antigua ganadería colmenareña, 

fundada principios del siglo XIX por don Elías 

Gómez y cruzada en los primeros decenios 

del siglo XX por sementales del conde de la 

Corte. Pastaba la vacada en la dehesa Los 

Camorchones, entre Colmenar Viejo y 

Chozas de la Sierra, provincia de Madrid. 


El toro de pelo negro, Airoso, de la 

ganadería española de don Carlos López 

Navarro, de Colmenar Viejo, lidiado en Madrid 

el (18-07-1869), recibió bravamente 16 varas 

de José Calderón, Marqueti y Sacanelles. 


Toro de la antigua ganadería de don 

Manuel Bañuelos, de Colmenar Viejo (Madrid)su 

antigüedad el (27-04-1857)-, llamado 

Airoso, lidiado en cuarto lugar en Bilbao el 

(14-06-1891), hirió al espada Ecijano y tomó 

9 varas de los picadores Badila e Infantes. 

Toro típico de la casta 

colmenareña. 




El domingo (04-06-1893), día en que 

mató un toro a Jarana, el diestro Luis 

Mazzantini estuvo inspiradísimo en la lidia de 

los astados de la ganadería española de don 

Félix Gómez su antigüedad el (25-06-1899), 

siendo cogido por Airoso, que le destrozó la 

taleguilla y le produjo un fuerte varetazo en la 

ingle, que le impidió torear la corrida del 

domingo siguiente, día 11. 

En esa corrida, el matador Antonio 

Arana y Carmona, fue volteado por un toro 

de Félix Gómez Pombo, ocasionándole dos 

heridas en el muslo izquierdo y una en el 

escroto, ambas de bastante consideración, 

que apagaron notablemente sus arrestos. 

Cada vez más distantes de la atención del 

público y empresas, como tantos otros, 

buscó mejor fortuna en América, sin 

conseguirlo. El (20-02-1910), toreando en 

Montevideo, estuvo tan desgraciado, que 

aseguró que no volvería a ponerse más el 

traje de luces. Volvió a torear, pese a ello, en 

el beneficio de Antonio Fuentes. 

Completamente olvidado murió en 

Sevilla, el (09-05-1928). El (12-10-1890) le 

dio la alternativa en la plaza de Sevilla su 

antiguo jefe y amigo, con toros de don Antonio 

I Miura, que confirmó en Madrid el 26 del 

mismo mes, alternando con Luis Mazzan-tini. 

Las temporadas de 1892 y 93 figuró en el 

cartel de abono de la plaza de toros Madrid. 

111.8) Airoso II: 

El (09-04-1933), el novillo colorado, 

de nombre Airoso II, perteneciente a la 

vacada de don Amador Santos, de Sanchón 

(Madrid), procedente de don Manuel y don 

José García-Aleas, fue jugado en Barcelona 


Antonio Pérez-Tabernero. 

61


el citado día. Alegre y bravo durante toda la 

lidia, aguantó en el primer tercio seis varas. 


El toro negro entrepelado, herrado con 

el número 86, llamado Airoso, de don Antonio 

Pérez Tabernero, de San Fernando, fue 

corrido en primer lugar en la Plaza de Toros 

de Madrid el (04-10-1947) y cedido por 

Domingo López Ortega a Manuel Navarro, en 

la ceremonia de confirmación de alternativa 

del diestro albaceteño. 

113.10) Airoso: 

El astado de pelaje negro bragado, 

llamado Airoso, que llevaba el número 2, con 

559 kilos de p. v., pertenecía a la ganadería 

de don Fermín Bohórquez Gómez, fue lidiado 

en segundo lugar en la corrida celebrada en 

la Plaza de Toros de Madrid el (13-05-1974). 

Se le concedió el Trofeo «Casa de Córdoba», 

por haber sido el mejor ejemplar de aquella 

Feria de San Isidro. Los señores hermanos 

Bohórquez, uno de ellos, llamado Fermín, fue 

el padre de los también hermanos Fermín y 

José Bohórquez Gómez, presentaron por 

primera vez sus toros en la nueva plaza de 

toros de Madrid el (25-03-1912). 

114) Alabardero: 

El astado de la divisa de don José 

Ortega Sánchez, de nombre Alabardero, fue 

corrido en la Plaza de Toros de Tudela 

(Navarra) la tarde del (29-07-1989), en tercer 

lugar y fue premiado con una vuelta al ruedo 

antes de pasar a manos de los matarifes 

Posteriormente se le otorgó el Trofeo Nuevo 

Casino Tudelano al mejor toro de la feria de 

la localidad. Correspondió lidiarlo a Juan 

Mora, que le cortó las dos orejas. 

115) Aladino: 

En la temporada mexicana de 1961, 

en el coso El Toreo de la Condesa (ciudad de 

México, D. F.), se lidió Aladino, siendo en 

esta ocasión, en la que el fino diestro 

mexicano Alfredo Leal, tuvo el honor de lidiar 

a muerte a tan magnífico astado. Después 

del gran triunfo que el diestro mexicano Manuel 

Capetillo obtuvo con Peluquero, en la misma 

plaza, ambos de la ganadería mexicana de 

Tequisquiapan, propiedad de don Fernando 

de la Mora. 

116) Alado: 

Precioso toro de pelaje verdaderamente 

curioso, compuesto de un entrepelado 

blanco, negro y rojo, que atendía por 

el nombre de Alado y estaba marcado con el 

número 18, guarismo 7, y fue lidiado el (12- 

10-2002) en el último sábado de las famosas 

fiestas de la Penya Bou, o de «Los Toricos». 

El propietario de la ganadería es don José 

Luis Martín Lorca, con divisa: Verde, morada 

y blanca. Señal oreja: Orejisana en ambas. 

El ganado pasta en la finca «La Navarra» El 

Castillo de las Guardas (Sevilla) (Véase imagen 

y comentario en la siguiente página). 

117) Alarito: 

La fecha del (12-01-1968) quedó para 

siempre marcada en la memoria de la afición 

de Maracay (Venezuela), al lidiarse dos toros 

de bandera de la ganadería mexicana de 

Soltepec, propiedad de don Reyes Huertas, 

llamándose el primero: Alarito, que fue 

merecidamente indultado por el famoso 

espada sevillano Paco Camino, con el que 

realizó una de sus grandes e inspiradas 

faenas, ya que el Sabio diestro de Camas 

(Sevilla) aprovechó con suprema exactitud la 

bravura y nobleza de su enemigo, que peleó 

de principio a fin; el segundo, Agustinero, fue 

lidiado por el espada Diamante Negro, y en 

su arrastre se le dio la vuelta al ruedo con 

homenaje póstumo a su gran bravura. 





Antecedentes Históricos: Fue formada en 1962 por doña María 

Concepción Mencos Amedo, con reses adquiridas a don Ángel Sánchez 

Rodríguez de Jaén. En 1968 solicitó la prueba de acceso, ingresando 

en la Unión en 1973, tras lo cual vendió la ganadería a don Antonio 

Doblas Alcalá y Hermanos, que agregaron un lote de hembras y un 

semental de la de don Carlos Núñez. En 1990 adquiere esta ganadería 

don José Luis Martín Lorca, que elimina todo lo anterior y variando el 

hierro la forma con reses procedentes de las ganaderías de Cebada 

Gago y Torrealta, agregando posteriormente un lote de vacas y un 

semental de don Juan Pedro Domecq. Procedencia: D. Juan Pedro 

Domecq Solís, ‘Jandilla’ y «Torrealta» Antigüedad: 23/07/1995 

En algún lugar de la Plana de cuyo 

nombre si que me acuerdo pero que 

no me da la gana decir nació en el 

año 2004 allá por el mes de Junio la 

"Penya El Torico". Formada por 1 + 

12 integrantes. Mas o menos como 

Jesús y los doce apóstoles pero 

bastante mas cabrones. Digamos 

simplemente que si nosotros hubiésemos estado en la última 

cena hoy en día en vez de pan y vino comulgaríamos con 

chupitos de Jack Daniel's. ¿Os lo imagináis?... 

Presentan, vía Google: «Los Toricos», los toros adquiridos por la 

célebre peña año tras año. La peña en sí se forma en el 2004 

aunque la mayoría de nosotros éramos anteriormente de otra 

llamada "Penya El Bou". 

63


118) Albardanero: 

El astado de la divisa del conde de la 

Maza, llamado Albardanero, marcado con 

el número 21, fue corrido en la Plaza de Toros 

de Valencia el (30-07-1989), obtuvo el Premio 

Tinto y Oro al mejor toro de la feria. 

119) Albardao: 

Tras una etapa de fracasos, 

principalmente en Madrid, Domingo González 

Ortega (Dominguín), matador de toros nacido 

en Quismondo (Toledo), el (04-08-1895), se 

volvió a presentar en la Plaza de Toros de la 

Corte, el (25-02-1918), alternando con Emilio 

Méndez y José Nartín (Joselito) en la muerte 

de novillos de la ganadería de don José 

Bueno. Le correspondieron a Dominguín los 

novillos: Albardao y Casimiro, a los que 

tumbó valiente y rápidamente y con estilo. El 

éxito con esos novillo le empujó a la fama 

definitivamente. 

120) Albardonero: 

El astado, de pelo retinto oscuro, 

llamado Albardonero, de la ganadería 

española de don Miguel Torres y Sanz, de 

Colmenar Viejo (Madrid), que durante su lidia 

en la Plaza de Toros de la Corte, en fecha 

que desconocemos, ocasionó al espada 

Fernando Gómez (Gallo) una grave cogida. 

Fue un diestro que le faltó voluntad. Esa abulia 

árabe-andaluza, de tan frecuente reiteración 

entre toreros, tuvo a Fernando Gómez por 

su principal víctima. Así, su bondad infantil 

tenía un matiz de desvalimiento que no podía 

menos de hacer brotar el afecto de cuantos 

le trataron con alguna intimidad. Porque para 

los pocos conocidos su timidez le hacía tomar 

un aspecto engañoso de desvío y petulancia, 

distantísimo de su verdadero carácter. 

121) Albareño: 

El toro de la ganadería de don Manuel 

Puente y López (antes de don Manuel García 

Aleas), llamado Albareño, que fue rematado 

por Antonio de Dios (Conejito) -éste nacido 

en el barrio taurino de la Merced, en Córdoba, 

Fernando Gómez (Gallo) fue un 

diestro que le faltó voluntad. 

el (18-09-1867) y que como matador de toros 

intervino en 289 corridas y estoqueó 711 

toros-, el (27-05-1900), probablemente en 

Madrid, queda anotado por ser tal vez el 

último, históricamente, que según se dice, 

banderilleó el gran peón Juan Molina Sánchez, 

hermano del gran Rafael Molina Sánchez 

(Lagartijo), que falleció el (01-08-1900) y tres 

días después, concretamente el (04-08- 

1900), a Juan Molina le cortó la coleta su hija 

Luisa. El toro citado era de pelo berrendo en 

negro y aparejado, por tener repartida las 

manchas a uno y otro lado de la columna 

vertebral con cierta simetría, que, además, 

según don Antonio Peña y Goñi (Don 

Cándido), «... era el más grande, de peores 

hechuras y cornalón.» (La Lidia, 1890.) En 

esa corrida figuraba Juan en la cuadrilla de 

su paisano Conejito. Sin embargo, la realidad 

es que el verdadero último toro banderilleado 

por el gran peón Juan debió ser lidiado el 

citado (04-08-1900), pero desconocemos el 

nombre. 

En la riqueza de su arte incluía Juan 

Molina abanicar los toros corriéndolos a dos 



manos, flameando ante ellos el capote, 

generalmente para cambiarles de lugar en la 

suerte de varas, lo que resultaba de gran 

vistosidad. César Jalón (Clarito), en su 

«Grandezas y miseria del toreo», hace referencia 

a esa genialidad, diciendo: «Ricardo 

Torres se sale en los quites, con los de poder, 

abanicánlos, por las afueras.» Gerardo Diego, 

en su «Elegía a Joselito», hace también 

mención a ella diciendo: «La verónica comba, 

el abanico, la larga caligráfica y precisa.» Las 

afueras son el terreno hacia los medios de la 

plaza. José Sánchez Gómez (El Timbalero), 

en El toro de lidia...), lo definía así: «El terreno 

que han dado en llamar las afueras... es el 

terreno del toro...» 

122) Albejón: 

El toro, llamado Albejón, de la 

ganadería española de don González de la 

Vega, lidiado en la Plaza de Toros de los 

Barrios (Cádiz), en mayo de 1882, en la tierra 

del ganadero don Manuel Álvarez y criado, 

en su Cortijo Blanco, que tanto recordamos, 

hirió gravemente al banderillero Carlos 

Escoto. 

123) Albito: 

Alejandro Silveti, diestro mexicano que 

la tarde del (30-08-1995) remató en cuarto 

lugar el toro, de nombre Albito, de pelaje 

negro listón y bragado, marcado con el 

número 46, de los señores Herederos de don 

José Cebada Gago, lidiado en Colmenar Viejo 

(Madrid). Tras la faena del mexicano, al 

astado se le concedió el honor de la vuelta al 

ruedo y, posteriormente, los jurados de la 

Peña El Rescoldo y la Asociación Taurina 

Cultural Tierra de Toros le otorgaron los 

trofeos destinados a premiar el mejor toro de 

la imprtante feria local. 

124.1) Alburero I: 

El (06-02-1955, confirmó su 

alternativa el diestro Armando Ramírez, en la 

plaza México, siendo su padrino Rafael 

Rodríguez y testigo José María Martorell, con 



Navajero, de la ganadería mexicana de La 

Laguna, siendo el único astado que pudo 

matar ya que los otros tres se le fueron vivos 

a los corrales; al quinto, que toreó en lugar 

de José María Martorell, quien había cortado 

una oreja a Alburero I, a cambio de una 

cornada grave en el muslo izquierdo, el sexto 

y un séptimo de regalo. 

125.2) Alburero II: 

En la temporada grande de 1956-57, 

en la «Plaza México» salió al ruedo uno de 

los mejores toros de dicha temporada, 

llamado Alburero II, de la ganadería 

mexicana de La Laguna, de don Federico 

Luna Paz, que le correspondió al diestro de 

Linares (Nuevo León, México), Humberto 

Moro, al que le realizó una grandiosa faena, 

muleteándolo a dos manos, pero en especial 

con la izquierda, en que bordó el natural, con 

ese temple y limpieza que fueron únicos en 

este diestro. 

126.1) Alcalareño: 

El astado de pelo colorado o bayo, 

designación hípica, referida a los toros de pelo 

colorado encendido y los ojos como brasas 

(Anónimo. «Flor de varios romances 

nuevos», 1595)-, entrepelado, de nombre 

Alcalareño, de la acreditada vacada española 

de don José Luis y don Felipe de Pablo 

Romero -hijos de don Felipe -su antigüedad 

Berrendo, bragado y lucero. (ANCTL) 

65


del (02-05-1919), lidiado en Santander el (03- 

08-1921). En seis puyazos mató tres caballos 

y dejó dos mal heridos, mostrándose bravo 

hasta el final. 

127.2) Alcalareño: 

El hermoso toro tanto por su jechura, 

pelaje berrendo y bragado, y por su bravura y 

nobleza extremas, llamado Alcalareño, 

pertenecía a la ganadería de don Calos 

Núñez, criado en la finca Los Derramaderos 

y fue lidiado en primer lugar en la corridaconcurso 

de ganadería celebrada en la Plaza 

de Toros de Jerez de la Frontera (Cádiz) el 

(09-09-1956), siendo el ganador de tal 

competición, por lo que se le concedió el 

«Catavino de Oro.» 

En 1955 don Pedro Domecq y Rivero 

vendió la ganadería a don José Villar Vega, el 

cual la enajenó en 1959 a los señores Núñez 

Hermanos (Carlos y Marcos), que a su vez 

se la venden a don José Luis y don Pablo 

Martín Berrocal. En 1981 fue nuevamente 

adquirida por los hermanos Núñez, que se le 

vendieron en 1983 a su actual propietario. 

Según el diestro alicantino, José María 

Manzanares «el encaste Núñez es importantísimo 

en la ganadería brava española, y 

de él descienden otras muchas vacadas. 

Este es un encaste –decía el toreroque 

entiendo bien, es un toro agradecido, con 

raza, que responde según le hagas las cosas 

bien o mal. El encaste Atanasio o el del conde 

de la Corte, también le gustó siempre mucho. 

El toro bueno de Atanasio, comparándolo con 

el de Núñez-Rincón, tiene un ritmo y una 

transmisión fuera de lo normal. Garzón ha 

demostrado con creces que es una ganadería 

muy buena y con calidad, y por eso se decidió 

a comprarla. 

128.1) Alcalde: 

El toro negro zaino, llamado Alcalde 

y herrado con el número 37, con sus 287 kilos 

en canal, de la ganadería de don Juan Pedro 

Domecq y Díez, mereció por su casta brava 

y nobleza, los honores de la vuelta al ruedo, 

tras ser estoqueado en la Plaza de Toros de 

El Cofre, de San Sebastián, la tarde del (18- 

08-1963). 

129.2) Alcalde: 

Era hijo del astado, de la ganadería 

sevillana de don Luis Algarra (31), llamado 

Aldeano, merece ocupar aquí su lugar por la 

trascendencia que tuvo en la formación de la 

ganadería, y que reseñaremos en su lugar. 

Estaba marcado con el número 86 y formaba 

parte de la camada del año 1984, pasando 

después, en 1986 a ser semental de la 

ganadería de don Victoriano del Río. Era hijo 

del semental, de nombre Decidor, nº 7, de 

don Juan Pedro Domecq yy de la vaca 

Aldeana de la misma ganadería, de estirpe 

veragüeña. 

En 1984 murió Decidor y don Luis 

Algarra, que compartía este semental con 

don Juan Pedro Domecq, tienta sus últimos 

seis productos de erales para utreros. De los 

dos restantes, don Victoriano del Río eligió 

el de pelaje burraco, nº 66, por «tener cara 

de noble.» En 1986 fue tentado en la finca de 

Guadalix de la Sierra por Paco Alcalde, 

tomando cinco puyazos a toda ley, con puya 

de novillos y estando tres meses curándose 

de las heridas. Ese mismo año comenzó a 

padrear, cubriendo entre 35 y 40 vacas. 

Su primer gran éxito lo obtuvo en 

1991, con el toro de nombre Rentero, 

marcado con el número 35, hijo de Aldeano, 

en San Sebastián de los Reyes, al dar la 

(31) Siempre recordaremos la leal amistad que don Luis sostuvo siempre con don Carlos Melgarejo 

Osborne, que fue ampliamente revertida. Muchas veces visitó aquel hermoso coto o vedado de 

Caza Hato-Ratón, en el municipio de Villamanrique de la Condes (Sevilla) y tuvo la oportunidad de 

observar los estudios que se realizaron allí de tranquilización a distancia de venados y toros de lidia, 

en los veranos de 1964 y 1965. 



vuelta la ruedo. El mismo año triunfaron otros 

dos novillos-utreros también de Aldeano en 

una novilla en Madrid, en la que Manolo 

Sánchez le cortó las dos orejas al novillo, 

llamado Cantapájaros, marcado con el 

número 60 y saliendo por la Puerta Grande. 

En Valencia, en 1992, César Girón también 

salió por la Puerta Grande con Entoldado, 

nº 16, otro hijo de Aldeano, y José María 

Manzanares realizó la mejor faena de la 

temporada valenciana, con el toro, llamado 

Derribado, nº 3, de la misma camada. 

El buen juego y triunfo de los hijos de 

Aldeano continuaron. En 1996, el toro 

llamado Vivero, marcado con el número 16 

fue el triunfador en la plaza de La Coruña, 

lidiado por Jesulín de Ubrique, y en ese mismo 

año, el diestro Víctor Puerto cortó dos rejas 

al toro, de nombre Alcalde, nº 37, en Burgos, 

siendo considerado el triunfador en aquel ferial 

castellano. 

Por último, en agosto de 1996, en la 

feria de San Sebastián de los Reyes, se le 

dio la vuelta al ruedo a Pocosol, nº 12, 

después de haberle cortado las dos orejas y 

el rabo su matador José Miguel Arroyo 

(Joselito). Los toros llamados Maleado, nº 

53, de 1989, y Desgarbado, nº1 28, de 1993, 

fueron hijo y nieto de Aldeano; después, 

sementales aprobados y padrearon en la 

dehesa El Palomar de Guadalix de la Sierra, 

bello lugar de la geografía madrileña donde 

pasta esta moderna, pero prestigiosa 

ganadería de bravo española. 

130) Alcahuete: 

Alberto Martínez, joven novillero que 

la tarde del (15-07-1990) remató al toro, 

llamado Alcahuete, jugado en cuarto lugar, 

de la divisa de los señores Herederos de don 

Bernardino Giménez Indarte, corrido en la 

Plaza de Toros de Ondara. Estaba marcado 

con el número 167 y era negro mulato y listón. 

Fue premiado con una vuelta al ruedo antes 

de pasar la desolladero. 



131) Alcarañeo: 

Este toro se hizo acreedor a recibir el 

trofeo del Catavino de Oro de las corridasconcurso 

de ganadería celebrada en Jerez 

de la Frontera (Cádiz), el (09-09-1956), que 

correspondió al astado, llamado Alcarañeo, 

de la ganadería de don Carlos Núñez. 

Siguiendo el orden cronológico, abrió 

históricamente la lista, Desteñido, de don 

Juan Pedro Domecq, que fue indultado y los 

restantes ganadores, hasta 1989, fueron: 

Alcalareño, de don Carlos Núñez, el (09-09- 

1956); Velero, de don José Manuel Domecq, 

el (15-09-1957); Corcito, de don Juan 

Guardiola Soto, el (14-09-1958); Jirivilla, de 

don Juan Pedro Domecq, el (15-09-1959); 

Velador, de los Hijos de Pablo Romero, el 

(11-09-1960); Hilamal, de don Fermín 

Bohórquez (Padre), el (09-09-1961); 

Fusilero, de don José Osborne Vázquez, el 

(08-09-1962); Pendenciero, de don Juan 

Pedro Domecq, el (08-09-1963); Regatillo, 

de don José Luis Osborne Vázquez, que 

además fue indultado, el (13-09-1964); 

Cubasonito, de don Antonio Ordóñez, que 

además fue indultado, el (11-09-1965); 

Sabañón, de don Carlos Urquijo, el (10-09- 

1966); Heredero, de don Fermín Bohórquez 

(padre), que fue indultado, el (10-09-1967); 

Jirivilla, de don Salvador Domecq y Díez, el 

(15-09-1968); Ruinoso, de don Salvador 

Domecq y Díez, el (13-09-1969); Tejedor, de 

los Herederos de don Manuel Arranz, el (13- 

09-1970); Bandochico, de don Salvador 

Guardiola, el (11-09-1971); Aldeanero, de 

Juan Guardiola Domínguez, que fue indultado, 

el (09-09-1972); Pontebien, de don José Luis 

Osborne Vázquez, el (08-09-1973); 

Jaranero, de don Carlos Urquijo, el (14-09- 

1975); Cardíaco, de don Atanasio Fernández, 

el (08-09-1879); Macabeo, de Jandilla, el (11- 

09-1982); Subversivo, de don Juan Pedro 

Domecq, el (08-05-1983); Pregonero, de 

Cebada Gago, que due indultado, el (09-05- 

1986); Sueñomío, de Torrestrella, el (13-05- 

1988); Desmayo, de Torrestrella, el (06-05- 

1989. 

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132) Alcoholero: 

Don Francisco Orgambides-Medina 

tituló su crónica: «Una vida padre para los 

toros de Torrestrella indultados», refiriéndose 

a los que llevaron los nombres de Alcoholero 

y Flor de Almendro, de Álvaro Domecq, 

sobrevivientes de la corrida del sábado (24- 

05-2008), en la Plaza de Toros de Sanlúcar 

de Barrameda, a los que « les espera una 

larga vida padreando en Los Alburejos.» 

Orgambides, reconocido abogado y cronista 

taurino continuaba su reseña diciendo: 

«Ahora son las estrellas de la 

dehesa. El toro bravo, en general, es un 

animal mimado por sus criadores, pero los 

toros de vacas recién llegados de la plaza, 

más todavía. A Flor de Almendro, negro, 

indultado por Enrique Ponce y Alcoholero, 

castaño, indultado por El Cid, se les perdonó 

la vida el sábado pasado en la Plaza 

de Toros de Sanlúcar, les espera la vida 

padre. Eso de que a una ganadería le 

indulten dos toros en una misma corrida es 

algo insólito, solamente recordamos el 

reciente caso de Zalduendo (32). Torrestrella 

«Una vida padre para los toros de Torrestrella indultados», refiriéndose a los 

que llevaron los nombres de Alcoholero -en la imagen- y Flor de Almendro, de 

Álvaro Domecq, sobrevivientes de la corrida del sábado 24-05-2008, en la 

Plaza de Toros de Sanlúcar de Barrameda. 

(32) En la Plaza de Toros mexicana de la ciudad de Monterrey, también conocida por «La Sultana 

del Norte», en la corrida del (15-09-1957), al igual que Andaluz, de la ganadería mexicana de 

Cuaxamalucan, que le tocó en suerte al desaparecido y pundonoroso torero Jaime Bravo, dándose el 

insólito caso de que fue igualmente indultado. Los dos toros -Andaluz, y Aventurero- que fueron 

largamente aclamados por el público, regresaron al campo bravo, y una vez curados, comenzaron a 

padrear, dando excelentes crías. Aventurero, fue toreado por el extraordinario muletero Humberto 

Moro, al que le realizó una faena memorable, dada las magníficas cualidades del ejemplar astado. 



ha conocido las mieles del indulto, sin ir 

más lejos en El Puerto de Santa María, pero 

dos en uno... 

Ha sido una magnífica primavera 

ganadera en nuestro campo bravo. Dos 

indultos en Sanlúcar y el reciente y feliz 

suceso, en la feria de Los Barrios, del 

indulto de «Valeroso», a cargo de El Fandi, 

en la plaza cubierta de La Montera, un toro 

de vacas de Santiago Domecq Bohórquez. 

No se puede pedir más. Pero los toros 

siguen luchando por su vida, la pelea no 

terminó en la plaza. Su bravura y nobleza 

fue recompensada con el pañuelo naranja 

pero esa misma noche comenzó otra 

batalla, contra la infección y la muerte. 

Efectivamente los ganaderos, al terminar 

la corrida y tras administrar desinfectante, 

se llevaron los toros esa misma noche del 

sábado al domingo al campo y en «Los 

Alburejos» comenzaron las curas a las tres 

de la mañana. El experto veterinario 

Francisco Lira Naranjo estaba ya preparado 

para quitar arponcillos, explorar las heridas, 

resanar tejidos, drenar las profundas lesiones 

y administrar antibióticos y desinfectantes 

externos. El toro que venía más 

dañado era el que indultó Ponce. «Flor de 

Almendro» recibió de la vara una herida 

de cuatro trayectorias. Pero todos los 

pronósticos son favorables y de las curas, 

que son diarias, se aprecia la buena 

evolución. 

Los toros se dejan curar con 

nobleza, sin asomo de dolor. Parece que 

casi agradecen que el veterinario «rasque» 

las heridas con torundas y largas pinzas y 

ni se inmutan con las inyecciones y, sprays 

de asepsia o el resanado de tejidos 

necrosados. Se dejan limpiar y curar las 

heridas y el veterinario, al tiempo que su 

ayudante administra una voluminosa 

inyección en el anca del toro, acaricia la 

rizada frente de «Flor de Almendro» 

admirando al impresionante animal que es 

el toro.»Va bien la cosa», nos comenta 

Antonio Domecq, presente en la cura. 



Comenta que los toros ya están comiendo 

con buen ánimo y reposan apaciblemente 

en un corral, en sombra, junto a la plaza, 

muy cerca de la manga de las curas: 

«sirven los dos, los dos van a ir a las 

vacas». Lo dicho, la vida padre: los 

azulados campos de «Los Alburejos», la 

yerba alta, el castillo de Torrestrella silueteado 

al fondo y una tropa de vacas... lo 

dicho, la vida padre. Enhorabuena.» 

133) Alcohólico: 

Fernando Lozano, a la sazón novillero, 

remató el astado que llevó el nombre de 

Alcohólico, jugado en cuarto lugar, perteneciente 

a la divisa jerezana de Jandilla, fue 

lidiado en la Real Maestranza de Caballería 

de Sevilla el (10-05-1987). Por su comportamiento 

sobre el albero mereció el premio de 

una póstuma vuelta al anillo. En 1978, poco 

después de la muerte de don Juan Pedro 

Domecq y Díez, las nueve décimas partes 

de la vacada fueron transferidas del hierro de 

Veragua al actual y comenzó a lidiarse con el 

nombre de Jandilla en 1983. Desde 1975 a 

1986 fue dirigida por su hijo don Fernando 

Domecq y Solís, y a partir de 1987, al fundar 

don Fernando su propia ganadería, lleva la 

dirección su hermano don Borja Domecq y 

Solís, quien continúa en la actualidad (2003). 

134.1) Alcotán: 

Don Graciliano Pérez-Tabernero, 

que presentó por primera vez sus toros en la 

nueva Plaza de Toros de Madrid el (27-02- 

1913), se cansó pronto de las antiguas reses 

heredades de su padre –procedentes de 

Veragua y Miura- y con el afán de fundar por 

sí mismo una nueva vacada, pensó en los 

elementos que, a su juicio, podrían constituir 

los sillares de la aun embrionaria idea. Estaba 

por esa época, principios de la década de 

1920, en candelero la ganadería del conde 

de Santa Coloma, derivación completamente 

pura del árbol de Vistahermosa, que desde 

la viuda de Muruve hasta el conde, pasando 

por don Eduardo Ibarra, venía produciendo 

69


bravos y dóciles ejemplares, solicitados por 

los diestros de más fama y aplaudidos por 

los públicos de toda España. 

No tenía ya duda alguna don 

Graciliano sobre la cantera brava a la que era 

preciso acudir para crear los cimientos de 

su nueva ganadería. Madurado el proyecto, 

cierto conato de incertidumbre se apoderaba 

a veces del ganadero salmantino, sobre 

cómo se aclimatarían las reses andaluzas a 

los páramos charros, del cálido suelo 

sevillano al duro y frío de Salamanca. Pero 

las vacilaciones quedaron atrás, pues otras 

reses andaluzas, mal que bien, habían 

terminado por adaptarse perfectamente al 

nuevo medio ecológico. 

Y así, un buen día del año 1920, don 

Graciliano, previamente avisado por el señor 

Conde, con el que mantenía afectuosas 

relaciones, emprendió el viaje a la ciudad de 

la Giralda, iniciándose seguidamente el trato 

entre los dos colegas. El primero se lo dijo 

muy explícitamente al con de Santa Coloma: 

-«Deseo adquirir una punta de 

hembras de buena nota y dos becerros 

elegidos en tienta.» La respuesta del segundo 

no se hizo esperar: -»Los libros están 

enteramente a su disposición. Escoja lo que 

mejor le parezca y ahora veremos la prueba 

de unos cuantos erales, de los que puede 

reseñar los que más les gusten.» 

Sin obstáculo alguno eligió don 

Graciliano 130 vacas y dos machos, los que 

mejor cumplieron en la tienta, llamados 

Cristalino y Mesonero. Y días más tarde 

partía el ganado desde Sevilla hacia las 

dehesas de Matilla de los Caños, donde 


Graciliano Pérez Tabernero. 

Alcotán, hijo de Mesonero, jugado en 

Barcelona el (08-07-1945), 

aquella punta de reses, en el transcurso de 

un lustro, quedaba convertida en célebre 

productora de encastados toros de lidia. 

Puntal firme, base sólida, origen 

indiscutible de los admirables frutos de la 

vacada fue, en gran proporción, la sangre de 

Mesonero. Savia brava y noble transmitida 

directamente a dieciséis generaciones, y que 

hoy, inteligentemente encauzada –se decía 

a finales de la década de 1940, por Arevaprosigue 

en la mayor pureza a través de los 

seleccionados descendientes de dicho 

astado. 

De los dieciocho años de su vida, de 

los que Mesonero ejerció como semental 

dieciséis primaveras, su función engendradora 

llegó a la cifra de 1.157 crías, hasta 

que, achacoso y completamente agotado, 

murió el extraordinario animal en agosto de 

1936. Imposible sería enumerar los animales 

sobresalientes producidos por Mesonero que 

pisaron las arenas de los ruedos. Todavía se 

recuerda al famoso Corchaíto, lidiado por 

Chicuelo II en Madrid el (24-06-1928); a 

Nevadito, ganador del toro de Oro, el (23- 

08-1929), en San Sebastián, y después, a 

Alcotán, jugado en Barcelona el (08-07- 

1945), al que se le otorgó la vuelta al ruedo; y 

al bravísimo Capuchino, corrido el (03-06- 



1948) en Madrid, que colocó en las alturas al 

diestros sevillano Manolo González. 

Asimismo, las ganaderías de 

Escobar y Alipio Pérez-Tabernero llevan 

sangre de Mesonero. Precisamente un hijo 

de este, llamado Hornero, marcado con el 

número 17, fue adquirido por don Alipio a su 

hermano Graciliano en 1933, para semental, 

murió en octubre de 1947, a los diecinueve 

años, después de cubrir 15 temporadas. Este 

toro fue igualmente un ejemplar asombroso, 

de semejantes condiciones a las de su 

progenitor. Engendró 1.100 crías, lidiándose 

como toros 360 ejemplares, de las que se le 

dio la vuelta al ruedo a 280; cortaron los 

toreros orejas a 320 astados y un solo bicho 

sufrió el castigo del fuego, el (27-10-1947), 

en Valencia. Y, por último, no sabemos si 

seguirá en el zaguán de la solariega casa de 

Matilla la arrogante cabeza disecada del viejo 

Mesonero, orgullo de la ganadería brava. 

135.2) Alcotán II: 

Joaquín Bernardó Bartomeu -nacido 

en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) 

el (16-08-1935) y que participó en treinta y 

tres corridas en la temporada de 1959-, 

alternó con Luis Miguel González (Dominguín) 

y Victoriano Cuevas (Valencia), realizando 

una memorable faena al toro, de nombre 

Alcotán II, de pelaje negro salpicado, 

marcado con el número 39, del hierro de 



don Antonio Pérez de San Fernando, del que 

le concedieron las dos orejas. 

136.1) Alcucillo: 

El astado de pelo negro, bien puesto, 

llamado Alcucillo, de la ganadería de don 

Eduardo Ibarra (Sevilla) (33) -su antigüedad 

el (08-02-1885), lidiado en Valencia el (24-07- 

1892)- lesionó en una caída al picador 

Francisco Fuentes, saltó por la puerta del 

arrastre, la rompió, hirió a un periodista y a 

varios caballos. Lo mató Luis Mazzantini muy 

bien, al propinarle uno de sus certeras 

estocadas. 


En la Plaza Real de El Puerto de 

Santa María, con una concurrencia en «cruz 

y a cuadro» y, como consecuencia, sin la 

animación por la falta de forasteros, los seis 

toros de la corrida –que no cita Cossío- de la 

señora doña Dolores Monge, viuda de don 

Joaquín Murube –éste falleció en 1868-, que 

lidiaron en un mano a manos los diestros 

recién doctorados, los sevillanos Antonio 

Fuentes y Zurita y Emilio Torres Reina 

(Bombita), inclinaron al cronista del festejo a 

comenzar su reseña –que sabemos de qué 

fuente- con ellos, diciendo: «Los toros bien 

puestos, de excelente lámina, de muchos 

kilos y finos hasta la perfección. En vida 

atendían por los nombres: Alcucillo, negro y 

(33) Don Eduardo Ibarra, de Sevilla, con divisa azul, y señal, muesca en la derecha y 

zarcillo en la izquierdala adquirió en 1884, que consistió en la mitad de la vacada de doña Dolores 

Monge, viuda de Murube, de origen Vistahermosa. Cerca de veinte años tuvo la ganadería el señor 

Ibarra, colocándola a singular altura. En el año 1904 se deshizo de la vacada, dividiéndola en dos 

parte, que fueron adquiridas, respectivamente, por don Manuel Fernández Peña y por don Fernando 

Parladé -debutó como ganadero de reses brava en la nueva plaza de Madrid el (21-04-1904)- , 

ambos de Sevilla. La ganadería de don Fernando, en cuyo poder las reses mantuvieron excelente 

cartel, fue adquirida en 1914 por don Luis Gamero Cívico, pasando en su fallecimiento, en 1921, a 

sus hijos, don Luis, don Manuel, don José, y doña Juana Gamero Cívico Torres, quienes en 1925 la 

dividieron en cuatro lotes, que enajenaron a don Ernesto y don Manuel Blanco, don Rafael Lamamié 

de Clairac, que la inscribió a nombre de su hijo, don Leopoldo, y don Juan Domínguez Delgado. Las 

reses de don Ernesto y don Manuel Blanco las adquirieron don Clemente Tassara y don Domingo 

López Ortega. La ganadería de éste último quedó totalmente exterminada durante la Guerra Civil, y 

para rehacerla adquirió en 1939 a don Clemente Tassara –con reserva por parte de éste de algunas 

hembras y machos- las reses que poseía, procedentes de los hermanos Blanco. 

71


con el nº 70. Organista, también negro, con 

el nº 84. Pepe, negro bragado, con el nº 5. 

Jerezano, negro lucero, con el nº 16, que 

mereció música por su bravura. Silguerito, 

castaño claro, ojo de perdiz, con el nº 78 y 

Murciano, negro zaino, con el nº 91. Entre 

los seis tomaron 48 puyazos, dieron 28 

caídas y mataron 23 caballos. 

Antonio Fuentes llevaba un terno azul 

y oro, remató a Alcucillo, tras seis muletazos 

en serie, de una estocada a volapié y un 

descabello a pulso. Se deshizo de su 

segundo, Pepe, de otros seis pases parado, 

un pinchazo y una estocada a volapié y otro 

descabello a pulso. Terminó con Silguerito, 

después de torearlo magistralmente, de un 

pinchazo en hueso, citando aunque sin 

esperar, dos pinchazos más a volapié y una 

contraria. A este último toro de su lote Fuentes 

lo banderilleó con un par superior, al estilo de 

Guerrita, y Bombita le puso otros dos pares 

al mismo toro. Ambos diestros torearon alalimón 

al mismo astado y estuvieron trabajadores 

y oportunos en la brega. 

Emilio Torres (Bombita), que lucía un 

terno negro y oro, toreó a Organista con 29 

pases despegados e inciertos, siendo 

arrollado y derribado sin consecuencias, 

afortunadamente, matándolo de dos medias 

estocadas y un golletazo. Al negro lucero de 

Jerezano, lo toreó regularmente con la capa 

y después de un soso trasteo le asestó una 

estocada a volapié, saliendo suspendido; y 

a su tercero, último del festejo, al negro zaino 

de Murciano, que fue el único toro que llegó 

al último tercio con más facultades, después 

de torearlo, sufriendo algunos acosones, 

pero a ayudado por Fuentes y Blanquito, le 

dio media estocada superior a volapié, que 

fue lo suficiente para terminar con la corrida. 

La crónica, rescatada por D. José 

María Rojas Guillén, concluye diciendo: «La 

tarde hermosa. El público contento y pacífico, 

pues no hubo ni el menor conato de bronca. 

La entrada flojísima, de las peores que en 

esta Plaza Real ha habido. Parece mentira 

que con un cartel como el de esta corrida 

Emilio Torres Reina (Bombita) en 

una de sus certeras estocadas. 

que para lo que hoy hay era muy aceptable, 

haya asistido tan poco público, cuando el 

resultado de ella ha sobrepujado a las 

esperazas que cualquier aficionado hubiera 

podido suponer.» 


El (02-06-1901), Alcucillo, del ganado 

español de los hermanos Pérez de la 

Concha -su antigüedad el (07-10-1900)-, se 

lidió en Madrid, siendo el primer astado que 

como matador estoqueó en arenas madrileñas 

Félix Velasco. 

139) Aldabilla: 

El toro de pelaje negro, de la vacada 

de Samuel Flores Hermanos, llamado 

Aldabilla y marcado con el número 209, fue 

corrido en la Monumental Plaza de Toros de 

Barcelona en cuarto lugar del festejo 

celebrado el (26-10-1947). Por su nobleza y 

bravura mereció y obtuvo el honor de la vuelta 

al ruedo al redondel en el arrastre. 

140) Aldeanero: 

Este toro se hizo acreedor a recibir el 

trofeo del Catavino de Oro de las corridasconcurso 

de ganadería celebrada en Jerez 

de la Frontera (Cádiz), el (09-09-1972), que 

correspondió al astado, llamado Aldeanero, 



de la ganadería de don Juan Guardiola 

Domínguez, que fue indultado. Siguiendo el 

orden cronológico, abrió históricamente la 

lista de los indultados, Desteñido, de don 

Juan Pedro Domecq, y los restantes 

ganadores del Catavino de Oro, hasta 1989, 

ya fueron reseñados. 

141.1) Aldeano: 

El (14-02-1892), el banderillero 

madrileño -nacido el (17-08-1870)-, Emilio 

Pinar (Cucharero), sufrió la cogida más grave 

de las diversas padecidas a lo largo de su 

vida torera: un toro de don Faustino Udaeta - 

su debut el (06-03-1890)-, llamado Aldeano, 

le infirió una cornada profunda. Este banderillero 

estaba incorporado de manera 

definitiva en la cuadrilla del desgraciado 

diestro Juan Gómez de Lesaca, presenciando 

la muerte del matador. 




Luis Mazzantini y Vicente Pastor 

alternaron en Madrid en un mano a mano, el 

(21-09-1902), día en que con el toro del duque 

de Veragua XIV, negro meano, chiquito y 

breve de cuerna, de nombre Aldeano, fue 

doctorado Vicente Pastor y Durán, cedido por 

Luis Mazzantini. Era de pelo cárdeno oscuro, 

bragado y bien puesto, al que Vicente 

despachó de una gran estocada, después de 

una aplaudida faena de muleta. En esa misma 

corrida y con el fin de de tener la información 

más completa, a Vicente Pastor le correspondieron, 

los toros llamado Gallardo, negro, 

y Talavero, negro bragado, a los que toreó y 

mató con gran acierto y lucimiento. 

Aquella tarde se dio la siguiente 

anécdota: Presenciaba la función el diestro 

de Sanlúcar de Barrameda Manuel Hermosilla, 

dejando al descubierto su temperamento 

que ni los años conseguían doblegar. 

Aldeano, era hijo del semental, de nombre Decidor, nº 7, de don Juan Pedro 

Domecq y de la vaca Aldeana de la misma ganadería, de estirpe veragüeña. 

(Foto pág. 33 T. 4, Edición de lujo. EL COSSIO-2000). 

73


Mazzantini le cedió su primer toro al nuevo 

doctor al cederle el toro llamado Aldeano, 

negro, bragado, corto de armadura y de 

bastantes carniceras, de la vacada del duque 

de Veragua XIV. Pero don Luis aun se resentía 

de la cogida que sufriera el (08-05-1902) en 

la misma Plaza de Toros de Madrid, por el 

toro, de nombre Comediante, de la divisa de 

Cámara, lo que hizo a Hermosilla protagonista 

del suceso que publicó el Diario El 

Liberal, contado por Don Modesto, de ésta 

forma: «El veterano Manuel Hermosilla, aquél 

que por los años 1879 y 1880 contendió con 

aquellos pobrecillos toreros que se llamaron 

Lagartijo y Frascuelo, bajó entre barreras 

cuando se banderilleaba el tercer toro, y pidió 

a D. Luis que le cediera los trastos para 

estoquear al veragüeño. Mazzantini se negó 

resueltamente y parte del público increpó a 

Hermosilla por lo que pretendía. Hay que 

comprimirse caballeros. Hermosilla había 

leído que Don Luis se hallaba en condiciones 

de torear por habérsele abierto una de las 

heridas, y queriendo demostrar al público que 

aún podía con los toros, no vaciló en solicitar 

al primer espada la concesión de los trastos, 

pues así aliviaba en su trabajo al herido y se 

salía de paso con la suya. Vaya un aplauso a 

la buena voluntad del veterano Hermosilla.» 


Toro berrendo en negro, llamado 

Aldeano, de don Julián Presencio, lidiado en 

Valladolid el (07-10-1906), que produjo una 

tremenda caída al picador Pedro Fernández 

(Pegote) y fue devuelto a los corrales 

indultado por su nobleza. 


Bravísimo toro, que llevó el nombre 

de Aldeano, cárdeno bragado, de la 

ganadería mexicana de Rancho Seco, lidiado 

en la Plaza de Toros de Mérida (Yucatán, 

México), en febrero de 1969, y al que le cortó 

las dos orejas y el rabo, el gran torero 

sevillano Diego Puerta, que manifestó, que a 

juzgar por lo que había visto... y sentido, era 

de Rancho Seco, «la más brava de cuantas 

había conocido en América y la más similar 

al español.» Actuó en esa corrida Raúl García 

y Jesús Solórzano. 


Este astado, de la ganadería sevillana 

de don Luis Algarra, llamado Aldeano, 

merece ocupar aquí su lugar por la trascendencia 

que tuvo en la formación de la 

ganadería. Estaba marcado con el número 

86 y formaba parte de la camada del año 

1984, pasando después, en 1986 a ser 

semental de la ganadería de don Victoriano 

del Río. Era hijo del semental, de nombre 

Decidor, con el nº 7, de don Juan Pedro 

Domecq y de la vaca Aldeana de la misma 

ganadería, de estirpe veragüeña. 

146.1) Alegría: 

El novillo, de pelaje negro, bragado, 

de nombre Alegría, de la ganadería de don 

Juan Sánchez y Sánchez, de Coquilla 

(Madrid) -su debut el (23-02-1913)-, fue 

corrido en la Corte el domingo (21-08-1932). 

Tomó cuatro puyas, ocasionando dos caídas. 

Llegó bravo a la muerte, siendo ovacionado 

en el arrastre. 

147.2) Alegría: 

El (20-01-1974), el diestro español 

Pedro Gutiérrez Moya (El Niño de la Capea), 

le realizó una gran faena, en la «Plaza 

México», a Alegrías, de la ganadería 

mexicana de Soltepec (25), de Reyes Huertas 

Velázquez , y que malogró con la espada, 

mientras que en tendido una mujer se 

desnudó para llamar la atención. En el mismo 

festejo, Manolo Martínez fue multado con diez 

mil pesos luego de habérsele ido vivo, 

Huapanguero, siendo abroncado el juez de 

plaza, don Jesús Dávila al mismo tiempo que 

Martínez daba la vuelta triunfal al ruedo. Por 

su parte, el alternante Adrián Romero, le cortó 

una oreja a Bonito Sueño. 



148) Alelado: 

Hermoso astado de jechura y pelaje 

colorado chorreado en verdugo, llamado 

Alelado y marcado con el número 23 y con 

518 kilos de p. v., pertenecía al hierro de don 

Juan Pedro Domecq y Díez, fue corrido en 

primer lugar en el festejo celebrado en la 

Plaza de Toros de Madrid el (18-05-1967), 

con el que Paco Camino confirmó la 

alternativa a Paquirri, actuando como testigo 

de la ceremonia José Fuentes. 

149) Alentador: 

De los cinco últimos festejos 

celebrados en la Feria de San Isidro de 1951, 

en la quinta corrida, celebrada el 20 de mayo 

–las crónicas de EL RUEDO adolecen casi 

todas de citar las fechas y sólo aparece la 

correspondiente al día de la publicación del 

Semanario-, fueron los astados de don 

Fermín Bohórquez Gómez, de cuya corrida 

fueron reemplazados dos toros. De los cuatro 

que lidió, todos estuvieron escasos de fuerza, 

aunque pastueños y nobles, destacando los 

tres primeros, que con más poder hubiesen 

dado mucho más juego. De ellos sobresalió 



el que llevó el nombre de Alentador, marcado 

con el número167, colorado, ojinegro y muy 

bravo, aceptó tres puyazos, apretándose en 

el primero. Toro bueno y dócil, que tomó la 

muleta alegre y querencioso. 

150) Alentejo: 

En la Feria de San Isidro de Madrid, 

de 1991, el diestro colombiano César Rincón 

fue el gran triunfador ya que salió tres veces 

a hombros por la Puerta Grande. Hay 

necesidad de retroceder hasta el año 1983 

en que el diestro español Paco Ojeda salió 

dos veces por la misma puerta, por lo que 

Rincón, que pasó en esa famosa Feria «de 

la noche al infinito», se incrustó con toda 

solemnidad en los anales de la historia del 

toreo sin encontrar alguna referencia ante tan 

imprevisto acontecimiento. 

Pues bien, uno de los toros a los que 

le realizó una memorable faena, fue al sexto 

de la tarde, que se llamó Alentejo, de la 

ganadería de Murteira Grave (Véase imagen en 

la siguiente página), al que Rincón entendió 

perfectamente. «De uno en uno, a había que 

perderle un paso, sacó naturales largos, 

«Alentador», de don Fermín Bohórquez Gómez. 

(Imagen «flipper horizonalmente) 

75


templados, poderoso, pero extraordinariamente 

bravo y noble. Un toro de gran calidad, 

al que César toreó a placer, relajado y 

templado. Faena honda y variada con el 

público volcado, acompañando cada 

muletazo del colombiano. Una fiesta.» 

151) Alerón: 

El astado, llamado Alerón, marcado 

con el número 44, de la divisa sevillana de 

Pablo Romero, fue corrido en la Plaza de 

Toros de Valdepeñas el (03-08-1991). Por su 

magnífico carácter bravo fue premiado con 

el trofeo que distingue al mejor toro de la 

corrida. 

152) Alertano: 

El astado de la vacada de don Alonso 

Moreno de la Cova, llamado Alertano, se lidió 

en Madrid el (28-05-1989) Estaba herrado 

con el número 40, era negro listón y dio un 

peso de 508 kilos. Fue tan de bandera por su 

armónica jechura y carácter bravo, que obtuvo 

los siguientes trofeos al mejor toro de la Feria 

de San Isidro: Premio Mayte, Premio 

Lagartijo, de la Casa de Córdoba en Madrid; 

Premio Peña Taurina Luis Miguel Campano 

y Premio Gráfica Marte. 

153) Aleve: 

El día (02-11-1929), toreando en un 

festejo nocturno, en Morelia (Michoacán, 

México), el diestro Esteban García, recibió una 

cornada gravísima en el vientre, por el novillo, 

llamado Aleve, de la ganadería mexicana de 

Queréndaro, que falleció el día 5 del mismo 

mes y año. Esteban García, novillero mexicano, 

nacido en 1905, logró destacar aquí en 

México, y en la temporada de 1929 había 

conseguido en la capital un gran cartel, 

estando considerado como uno de los novilleros 

con más porvenir. 

Toro típico de la ganadería de Murteira Grave, poderoso, pero 

extraordinariamente bravo y noble; es decir: Un toro de gran calidad. 



154.1) Alevoso: 

Manuel Domínguez (Desperdicios), a 

la sazón famosísimo diestro (Véase imagen a 

pie de página), y José Carmona (El Panadero), 

alternaron en la Plaza de Toros de Saint-Spirit 

(Bayona, Francia), también el lunes día (22- 

09-1856), llevando en sus cuadrillas a los 

picadores José Muñoz, Pedro Romero (el 

Habanero), Juan Martín García (el Pelón), 

Antonio Calderón y José Barrera Trigo. De 

banderilleros nada se dice. Esta segunda 

jornada fue más notable. Las cuadrillas 

tuvieron el honor de ser recibidas en Villa 

Eugenia. El Emperador y la Emperatriz las 

acogieron con todo agrado. A los miembros 

de la cuadrilla de Manuel Domínguez les 

entregaron un alfiler con una esmeralda 

rodeada de diamantes destinado al espada, 

que guardaba aún cama por la herida. El 

Panadero recibió otro alfiler en el que figuraba 

un globo rodeado de dos serpientes en 

diamante. Cada uno de los restantes toreros 



fueron gratificados con la cantidad de 1.000 

reales. Y, muy amable la Emperatriz les 

presentó al Príncipe Imperial, que entró en la 

sala en brazos de su nodriza. 

Los toros, también de don Nazario 

Carriquirri, fueron más bravos que los de la 

víspera; las cuadrillas tuvieron que esforzarse 

mucho para lidiarlos y la emoción llegó al 

máximo cuando el tercero de la tarde 

enganchó a Domínguez y le hirió en la parte 

superior del muslo. Veamos lo que escribió 

Gautier: «Pasaremos a la ligera las proezas 

de Borracho y de Gavilán, que se comportaron 

bastante bien, para ocuparnos de 

Capitán, un toro tuerto, muy adusto y muy 

peligroso, que fue picado hasta diez veces, y 

que había conservado todo su vigor después 

de tanto castigo. Los toreros estaban en 

guardia, temiendo cualquier percance, y 

Domínguez había ya propinado a la terrible 

bestia una estocada a volapié, cuando en una 

rápida acometida le enganchó por la ingle, 

Manuel Domínguez recurriendo a un «recurso supremo»: dejarse caer al 

suelo.. y el animal rebrinca por encima del bulto. Pero, muchas veces, el 

toro no muerde el anzuelo y la cornada es inevitable. 

77


teniéndolo suspendido algunos segundos que 

parecieron siglos. 

Chulos y banderilleros se precipitaron 

sobre el animal, tirándole de la cola, 

cogiéndolo por el cuerno que había dejado 

libre, con el riesgo de ser también ensartados, 

y libraron así a su jefe de esta terrible 

situación. Una tremenda angustia oprimió 

todos los corazones, pero el hombre, a quien 

se creía muerto, se levantó con un movimiento 

de soberbia valentía, volvió a coger 

su espada y, en contra de la opinión de 

espectadores, que de todas partes le gritaban 

que se retirase, marchó intrépidamente contra 

el monstruo, al que mató, después de algunos 

pases, de una magnífica estocada. 

Cuando la bestia hubo rodado a sus 

pies, Domínguez se retiró a paso lento, 

porque la herida de su muslo debía comenzar 

a hacerle sufrir, envolviéndose en su muleta 

como un emperador romano en su púrpura, 

con un incomparable aire de majestad, en 

medio de las aclamaciones y de aplausos 

frenéticos de los espectadores entusiasmados. 

Después de semejante emoción, el 

resto de la corrida tenía que resultar necesariamente 

anodina: Tambor, Trabuco y 

Alevoso fueron despachados, con mejor o 

peor suerte por El Panadero. Se sabe que 

de aquella cogida, el célebre matador dio la 

siguiente explicación, en una carta que 

escribió a Luis Carmena y Millán: Fui cogido 

dando un pase de pecho en las barreras, y 

como un pedazo de capa se enganchase en 

el cuerno derecho del toro, éste, al tener la 

vista obstruida, no obedeció a la muleta, y fui 

enganchado por la ingle y herido. 

En su Relación, Gautier describe así 

a Domínguez: «Es un hombre de unos treinta 

y cinco años, de elevada estatura, apariencia 

vigorosa-exactamente igual que Bernardo 

Gaviño Rueda-; espesas barbas, que arrancan 

de los extremos de la boca, proporcionan 

a su rostro una expresión de valor inquebrantable.» 

La conducta del matador de toros 

en esta circunstancia estuvo de acuerdo con 

su retrato. La impresión que dejó fue enorme, 

como lo atestigua esta nota, aparecida en el 

Messager del 25 de septiembre: 

«Ha sido por inadvertencia por lo que 

en los carteles de las corridas de toros se 

ha añadido al nombre del célebre Manuel 

Domínguez la palabra Desperdicios. Este 

mote, que quisieran aplicarle algunos envidiosos 

del talento y el valor de Domínguez, no 

será nunca adoptado en nuestra villa, que 

acaba de apreciar con qué impropiedad sería 

aplicado al más bravo y más brillante espada 

de España.» De haber vivido entonces el no 

menos célebre diestro Domingo López 

Ortega, le hubiera dicho al erudito Gautier: 

Entienda Ud. que ese apodo es verdaderamente 

acertado, porque ese diestro no tiene 

desperdicio alguno, es materia auténticamente 

pura, humana, viril y artísticamente. 


En el cartel original de la corrida para 

la tarde del (18-07-1915) figuraban Rafael 

Gómez Ortega (el Gallo), Castor Jaureguibetia 

Ibarra (Cocherito de Bilbao) y Curro 

Posada, pero alguien cercano al temeroso 

Gallo le hizo llegar que los toros de don Félix 

Urcola, además de bonita lámina, estaban 

dotados de un impresionante trapío, así que 

el sevillano, «por si las moscas», envió al 

empresario de la Plaza Real un parte médico 

alegando falta de salud ¡qué socorridos han 

sido muchas veces esos «partes médicos 

de última hora», y entonces ocupó su puesto, 

Rodolfo Gaona Jiménez (34, véase al pie de la 

página siguiente) –el que la tarde del (28-08- 

1910) cortó la primera oreja que se concedía 

en la Plaza Real-, famoso diestro mexicano 

que el citado día hizo su debut en la Plaza 

Real, quedó francamente bien, y entusiasmo 

a los portuenses con el prodigioso manejo 

de su capote (35, véase al pie de la página 

siguiente). 

Ya está conformado el nuevo cartel y 

más presente una tarde de Levante al que 

huyeron muchos aficionados. Pero se hizo 

el paseíllo y los toros de Urcola fueron saliendo 

para ser lidiados por el orden siguiente: 



1º Alevoso, , con el nº 28, negro 

entrepelado, jirón, lucero, grande y con 

muchas libras, que correspondió Cocherito´que 

vestía de flor de romero y oro-, al que 

Gaona corrió tras él para obligarle a embestir, 

hasta que logró fijarlo con dos verónica 

movidas, para recibir el astado 4 varas y 

producir cuatro caídas. Manuel Mejías 

(Bienvenida), que figuraba en su cuadrilla 

como banderillero, le puso un buen par, 

comenzando Ibarra por irse a las tablas 

donde estaba aquerenciado el toro, 

agazapado y con peligro, para darle 6 

naturales y uno de pecho, pero el viento se 

llevaba la muleta. Seguidamente y como 

mejor pudo le atizó una media estocada 

delantera y caída. Con una banderilla sacó el 

estoque y cuando trataba de descabellar el 

toro se echó y el bilbaíno escuchó palmas. 

2º Vinatero, con el nº 30, cárdeno 

claro, grande, gordo y aparatosas defensas, 

hizo la salida contraria y con muchos pies, 

fue para Gaona –vestido de tabaco y oro-, 

fijándolo con decisión a base de ocho 

verónicas y un recorte. En el primer tercio se 

formó un lío atroz, pues en el albero había 

una tropa de diestros, nueve en total. En quites 



Rodolfo Gaona y Antonio Fuentes 

fueron los toreros más elegantes 

de su época. 

(34) No actuó Gaona en la Plaza Real en la temporada de 1914, por la sencilla razón de que no se 

celebró en ella ninguna corrida. Finalmente actuó por última vez en la corrida del (18-07-1915) 

alternando con Castor J. Ibarra (Cocherito de Bilbao) y Francisco Posada Carnerero, en la que el 

toro de Urcola, llamado Vinatero, lo enganchó por la pierna derecha y lo mandó herido a la 

enfermería de la Plaza Real. Tales fueron las actuaciones de Rodolfo Gaona en nuestro coso. Ya 

no hubo más oportunidades de verlo por aquí, a ppesar de que durante otros nueve años, y hasta 

1924, estuvo presente en los ruedos españoles y americanos. El 12 de abril del citado año se 

despidió del público mexicano, en la que estuvo como en sus mejores tiempos. 

(35)Desde esa primera corrida, no faltó en adelante, ni un solo año, a su cita con la afición del 

Puerto, si bien la fortuna no le acompañó casi nunca en tales actuaciones. Pero estaba en el 

ambiente esa su innata falta de valor y el entusiasmo en algunas ocasiones, lo que explicaba la 

irregularidad de sus actuaciones, y los inesperados fracasos en aquellos momentos en que la 

afición portuense más esperaba de él. Semejante carácter desagradó a nuestros aficionados que no 

quisieron perdonárselo. En la temporada de 1911, el 27 de agosto, alternó con Manuel Lara 

(Jerezano) y Manuel Mejías (Bienvenida), en una corrida muy irregular, en la que el primer espada 

(Jerezano) cortó dos orejas. Bienvenida escuchó avisos en en sus dos toros, y el mexicano dio una 

vuelta en su primero, pero no hizo nada en el segundo. Y así, en la corrida celebrada en la Plaza 

Real la tarde del (31-08-1913), alternando con Ricardo Torres Reina (Bombita II) y Francisco Posada 

Carnerero, se mostró sumamente apático y desganado, lo que irrito profundamente al respetable, 

que de plano la tomó con él. 

79


se distinguieron los tres espadas. A petición 

cogió «El Indio Grande» los palos y realmente 

ser lució, recibiendo muchas palmas. Aliñó 

seguidamente una buena faena de muleta, y 

cuando ya se preparaba para matar, el bicho 

se le arrancó de improviso, volteándole y 

produciéndole una cornada de 12 centímetros 

de profundidad en el muslo derecho, por lo 

que tuvo que rematar a Vinatero, Concherito. 

3º Teniente, con el nº 11, negro zaino, 

grande y bien criado, con el que se lució 

Posada, de celeste y oro, al darle 5 verónicas 

superiores. El toro llegó al último tercio hecho 

un hueso duro de roer y se refugió en las 

tablas y al hilo de las mismas Curro le dio 

media estocada, seguida de una superior y 

un descabello, recibiendo una ovación. 

4º Cigarrero, con e nº 34, negro zaino 

y otro buen mozo, que no hubiera dejado 

dormir aquella noche a Rafael El Gallo. Castor 

le fijó con cinco verónicas magistrales. 

Después le clavó al cuarteo dos pares de una 

sola vez, cuando el toro llevaba clavada un 

trozo de palo de la puya e Ignacio Sánchez 

Mejías trató de sacarlo. De todas forma el de 

Bilbao mató al bicho de media tendida y algo 

trasera, y media «lagartijera» en su sitio que 

lo acabó de forma fulminante, concediéndole 

el presidente una oreja que nadie pidió. 

5º Balconero, con el nº 48, berrendo 

en negro, lucero, grande y gordo, le dio 

Cocherito cuatro buenas verónicas y un 

recorte. En aquellos minutos la plaza era un 

herradero, pues entre toreros y mozos el 

grupo parecía un batallón. Los picadores no 

pudieron hacerlo peor. El de Bilbao, 

sustituyendo al mexicano herido, cogió los 

trebejos y después de una faena breve dejó 

un buen pinchazo. Pero tuvo que seguir 

dando muletazos y desde lejos, hasta lograr 

dar una estocada tendida y baja que le valió 

muchos pitos. Después de descabellar a la 

primera, escuchó algunas palmas, pero 

arreciaron los pitos. 

6º Morito, con el nº 31, negro zaino, 

también grande, gordo y hondo, al que se le 

tiró un espontáneo que le dio algunos 

capotazos, originándose el consiguiente lío. 

Curro lo toreó superiormente y los dos 

restantes diestros estuvieron colosales en 

quites. Pareó Posada y a continuación brindó 

al respetable, para realizarle una superior 

faena de muleta, antes de atinarle media en 

su sitio, recibiendo una ovación. Los toros, 

pues, buenos. Los picadores sólo Ceniza. 

Con los palos Sánchez Mejías y bregando 

Muñagorri. La presidencia mal y la dirección 

de la lidia peor. 


Sobre su bella estampa y costillar 

negro lucía Alevoso la divisa mexicana de 

Sinkeuel, propiedad de don Enrique Manero 

Peón, en la corrida celebrada en la «Plaza 

México» la tarde del (30-10-1949), que fue 

apoteósica para la vacada, ya que le dieron 

una vuelta al ruedo a tan sensacional astado 

y como premio a su bravura y el mayoral de 

la ganadería salió a hombros de la Plaza al 

terminar el festejo. 

157) Alezno: 

El (21-02-1926), en una de las 

tradicionales Corridas de Covadonga, 

celebrada en el antiguo coso de El Toreo de 

la Condesa (ciudad de México, D. F.), el 

diestro Juan Silveti Mañón sufrió una 

gravísima cornada en el vientre por Alezno, 

de la ganadería mexicana de Cuaxamalucan, 

cuya antigüedad es de 1918. La citada Plaza 

de Toros estuvo en activo de 1899 a 1913. 

Es el momento de recordar lo mucho que 

debe la afición de México de aquellos años al 

diestro español Diego Prieto (Cuatro-Dedos), 

pues durante muchos años radicó en la 

ciudad de México. El matador hispano Juan 

Jiménez (El Ecijano), residió igualmente largo 

tiempo allí, con la firme idea de levantar una 

nueva plaza, mejor que cuantas habían 

existido hasta entonces. Ya con los planos 

hechos y, como quien dice, con todo a punto, 

le sorprendió la muerte y todo quedó en 

suspenso. Pero la misma idea tenía también 

Cuatro-Dedos, y éste, asociado con el 



Diego Prieto (Cuatro-Dedos), 

durante muchos años radicó en la 

ciudad de México, D. F. 

banderillero suyo Ramón López, tras no 

pocos esfuerzos lograron por fin llevar a cabo 

el proyecto, para lo cual adquirieron unos 

terrenos en la Hacienda de la Condesa. 

Se vino Cuatrodedos a España y 

contrató a Enrique Vargas (Minuto) y Antonio 

Fuentes, con cuyos nombres formalizó el 

cartel inaugural, estrenándose la plaza con 

el nombre «México», el (17-12-1899), 

justamente el año que desapareció la plaza 

de Bucareli, asistiendo el evento el presiente 

de la República, entonces el general don 

Porfirio Díaz. El ganado de aquella corrida 

estuvo integrado por tres toros hispanos de 

la vacada de Cámara y tres de la mexicana 

de El Cazadero. La vida de este coso 

Terminó el (10-06-1913), pues ya se había 

construido unos años antes la Plaza de El 

Toreo, que había monopolizado el negocio 



taurino. Sin embargo, «la México», durante 

el período de su vivencia, tuvo brillante 

historial, pues en su ruedo trabajaron los más 

famosos espadas de aquel tiempo. En ella 

comenzó su triunfal carrera Rodolfo Gaona, 

que con los años llegó a la más alta cumbre 

de la torería mexicana; y entre sus faustos 

se apunta también la trágica cogida y muerte 

del valiente matador español Antonio Montes, 

que tanto prestigio gozó en el país. 

158) Alfangeado: 

Aquel novillo de pelaje negro, llamado 

Alfangeado, llevaba marcado el número 68, 

pesó 237 kilos en canal y era de la vacada de 

don Eugenio Lázaro Soria. Fue corrido en la 

taurina Plaza de Toros de San Sebastián de 

los Reyes (Madrid) el (05-08-1967), al que por 

su carácter bravo y noble le dieron una vuelta 

al ruedo en el arrastre. 

159) Alfarero: 

El (29-11-1970), confirmó su alternativa 

el diestro gaditano Francisco Rivera 

(Paquirri), en la «Plaza México», siendo su 

padrino Raúl Contreras (Finito) y testigo de 

la ceremonia Manolo Martínez, con Caporal, 

de la ganadería zacatecana de Arroyo Hondo, 

de don Julián Llaguno. A su segundo, llamado 

Alfarero, mi ya extinto paisano Francisco 

Rivera (Paquirri), le cortó las orejas. 

160.1) Alfilerero: 

Toro castaño albardado -dícese del 

pelaje del toro que tiene sobre el dorso, y en 

forma de albarda, una macha de pelos de 

distinto color, o matiz suficientemente 

diferenciado del conjunto de su pelaje, no 

aplicándose nunca a los toros berrendos-, 

que llevó el nombre de Alfiletero, de la 

vacada del duque de Veragua XV, lidiado en 

San Martín de Valdeiglesias el (10-09-1918), 

Bravo en todos los tercios, aguantó en el 

primero siete puyas, y dejó a seis caballos 

fuera de combate. Los diferentes duques de 

Veragua lidiaron sus toros en los años 

siguientes (Véase arriba de la siguiente página). 

81


161.2) Alfiletero: 

De pelaje cárdeno y de buena 

presencia, el astado llamado Alfiletero, era 

perteneciente a la ganadería española del 

marqués de los Castellones. Durante su lidia, 

efectuada en el coso de la ciudad española 

Valladolid –existía otra ciudad del mismo 

nombre, hoy llamada Morelia, en recuerdo de 

Morelos- en fechas desconocida, aguantó 10 

varas y derribó siete veces a los picadores. 

162) Alforjero: 

La Plaza Real de El Puerto de Santa 

María, la espléndida tarde, climatológicamente 

hablando, del (27-06-1915), pero 

con sólo media entrada -siendo el primer 

festejo que se celebraba siendo la plaza 

propiedad del Ayuntamiento portuense, 

explotándola la Sociedad Sport S.L., de la que 

era Gerente D. José Luis de la Cuesta-, tenía 

en los chiqueros a seis novillos de D. Salvador 

García Lama, que lidiaron en un mano a mano 

Blanquito –el cronista no dice cuál era, de los 

once diestros que llevaron el mismo apodo-, 

pero se trató de Fernando Blanco, alternando 

en esta ocasión con Manolo Belmonte 

García, lidiaron los novillos picados siguientes: 

1º Piñero, con el nº 52, cárdeno 

oscuro, correspondió a Fernando Blanco 

(Blanquito) y fue manso de solemnidad, por 

lo que el diestro se limitó a un descosido 

trasteo y a rematarlo con una estocada 

pescuecera y atravesada con la que lo tumbó, 

bajo un ambiente de división de opiniones. 

2º Berenjeno, con el nº 53, negro 

zaino, fue para Belmonte y lo fijó con una serie 

de verónicas, navarras y recortes, para darle 

dos pinchazos, una estocada y tras tres 

descabellos acabó con el de García Lama, 

no sin sufrir antes dos serios achuchones, 

recibiendo el silencio de los tendidos. 

3º Balconero, con nº 72, colorado y 

lucero, correspondió a Blanquito y uno de 

sus peones le dio el salto de la garrocha, 

saltando seguidamente un espontáneo. 

Realizaron quites ambos diestros, por los que 

Duque de Veragua XIII y Osuna III: 

Del (04-07-1836) al (28-09-1850). 

Duque de Veragua XIII: 

De (28-09-1850) al (24-04-1867). 

Duque de Veragua XIV: 

De (24-04-1867 al (17-09-1911). 

Duque de Veragua XV: De 1911 - 1929. 

fueron aplaudidos. Lo banderilleó el matador, 

que posteriormente acabó con él de media 

delantera, echándose el bicho, para recibir 

palmas el ejecutante, 

4º Alforjero, con el nº 56, castaño 

oscuro, correspondió a Belmonte, 

recibiéndolo con una serie de verónicas 

aceptables, estando más artístico en los 

quites, y banderilleando sólo regular. Brindó 

el toro al ganadero y estuvo sobresaliente con 

la muleta, rematándolo de una estocada 

delantera y caída, haciendo del toro un 

municipal, al asomar la punta de la espada. 

Palmas y pitos. 

5º Luchador, con el nº 79, negro 

zaino, tercero y último de Blanquito, al que 

se enfrentaron varios espontáneos. El diestro 

lo brindó al ganadero y tras una corta faena 

de muleta, le atizó una estocada trasera y 

caída, saliendo volteado del encuentro. 

Nuevamente entró a herir y cobró media 

estocada tendida, después de dos 

descabellos fallidos y recibió palmas que 

sonaron escasamente. 

6º Hortelano, con el nº 71, negro 

zaino, tercero y último de Belmonte y de la 

novillada, más manso que el primero, se hizo 

merecedor al fogueo. El joven diestro 

sevillano lo trasteó como buenamente pudo, 

dándole tres naturales y dos molinetes, sin 

parar toro ni torero, perdiendo Manolo la 

muleta. Sin esperar a igualar le largó un 

«chalecazo» a lo Cúchares, que puso fin a 

los 420 kilos de mansedumbre. 

163.1) Algabeño: 

Novillo que con la vestimenta negra y 

el alma cargada de bravura y nobleza, 



Tipica hechura de los toros de don 

Carlos Núñez. 

llamado Algabeño, salió de la dehesa Los 

Derramaderos (Vejer, Cádiz), de don Carlos 

Núñez, marcado con el número 14, para ser 

corrido en la Plaza de Toros de Granada el 

(04-07-1943). No sólo se le dio la vuelta al 

ruedo en el arrastre, sino que el público con 

un incesante aplauso obligó al ganadero a 

bajar al redondel. 


El ganadero don Juan Pérez 

Valderrama envió a la Real Maestranza de 

Caballería de Sevilla el toro de pelaje negro, 

marcado con el número 10, para ser corrido 

en cuarto lugar el (23-10-1968) y al que se le 

dio una vuelta al ruedo en el arrastre. 


Don Eduardo II Miura Fernández 

envió un hermoso toro albardado, llamado 

Algabeño, marcado con el número 44 y 574 

kilos de p. v., para ser corrido en la Plaza de 

Toros de Pamplona la tarde del (08-07-1977), 

al que por su extraordinaria estampa, bravura, 

poder y nobleza, se le concedió el Premio 

Carriquiri, destinado a las res más brava de 

aquella Feria sanferminera. 



166) Algarabío: 

El toro que llevó el nombre de 

Algarabío, de la ganadería mexicana de 

Tepeyahualco, herrado con el nº 17, fue 

corrido en la taurina Plaza de Toros de 

Texcoco -la tierra de adopción del portuense 

don Antonio Ariza-, la tarde del (14-11-1992). 

Por su temperamento bravo y noble le fue 

concedido el premio que distinguía al mejor 

ejemplar de la corrida, celebrada en la 

modalidad de concurso de ganaderías 

mexicanas. La ganadería de Tepeyahualco, 

fue fundada en 1888, proveniente y filial de la 

de don Manuel De Haro. 

De ella se desprendió la de Zotoluca, 

ubicada en la zona de México (Distrito 

Federal), que se formó con reses de la de 

San Cristóbal de la Trampa, cruzadas con 

dos sementales del marqués del Saltillo, lo 

que debió ocurrir hacia 1914, a la que se 

agregó seguidamente un semental del duque 

de Veragua y luego, al mismo tiempo que la 

Hacienda de Galindo y la de Santo Domingo, 

en 1920, echó a la vacada un semental de 

los Hermanos Miura. 

167) Algareño: 

Don Diego Hidalgo Barquero, 

canónigo de la Catedral y ganadero 

hispalense, debutó como tal en la Plaza de 

Toros de Madrid el (29-06-1843) -don José 

María de Cossío no cita la fecha, en cuya 

corrida el público pidió unánimemente se 

indultara su toro, llamado Algareño, debido 

a su extraordinaria bravura y que mató a 19 

caballos. Esta efeméride tuvo lugar en la 

Plaza de Toros de Jerez de la Frontera y el 

soberbio animal, tan pronto salieron los 

cabestros al redondel, se lanzó rabiosamente 

sobre uno de ellos y lo mató de varios 

hachazos. No hubo necesidad de tales 

cabestros, ya que el bravo y noble animal 

entró en los corrales a la voz del mayoral. 

Estaba formada por cruzamiento de 

reses de casta Vistahermosa y Vazqueña. En 

1850 pasó a don Ramón Romero Balmaseda, 

que la aumentó con reses de la viuda de don 

83


Típico toro de casta vazqueña. 

Juan Cabrera, adquiriéndola en 1862 don 

Rafael Laffite, pasando posteriormente a don 

José María de la Cámara, y de éste al 

marqués de Guadalest, que añadió al hierro 

originario la corona. En 1931 la adquirió don 

Manuel Camacho Naveda, vendiéndola a don 

Juan Belmonte, que la puso en 1940 a nombre 

de su esposa doña Julia de Cossío -pastando 

la ganadería en el cortijo de Gómez Cardeña, 

en el término municipal de Utrera (Sevilla), 

quien a finales de 1954 se la vendió a don 

José Aparicio y a don José Belmonte. Éstos 

a su vez la vendieron en 1966 a don Pío Alcón 

y a don Andrés Sánchez Pastor, quedando 

en 1977 este último como único titular. En 

1986 la adquieren don Luis y don Antonio 

Domecq formándola con 100 vacas de 

Torrestrella. En 1990 fue adquirida por la firma 

Dehesa de Juan Esteban, S.A. A partir de 1997 

se cambia el hierro poniéndolo invertido. Su 

divisa: blanca y negra; su señal: rasgada la 

derecha. Su antigüedad es del 29 de junio de 

1843. La primitiva vacada de don Diego 

Hidalgo Barquero pasó a diez diferentes 

manos en 157 años, lo que representa que 

cambió de dueño cada 15.7 años. 

168.1) Algarrobito: 

El toro de pelaje cárdeno claro, de la 

ganadería española del marqués del Saltillo, 

llamado Algarrobito, fue lidiado en Almería 

(España) el (28-08-1907). Fue primero que 

mató el día de su alternativa Julio Gómez 

Cañete (Relampaguito), cedido por Ricardo 

Torres Reina (Bombita), que alternaba esa 

tarde con Rafael González (Machaquito), que 

fue el testigo oficial de la investidura. 



de Barcelona (España), se hizo matador de 

toros Guillermo Sandoval, llevando como 

padrino a Joaquín Bernardó y de testigo a El 

Caracol, con Algarrobito, de la ganadería 

española de don Rafael Mamamié de Clairac. 


Marcado con el número 56, el ex 

matador de toros Domingo López Ortega, 

presentó en la Plaza de Toros de Segovia, su 

astado de pelaje negro, llamado Algarrobito, 

el (01-09-1968), al que las mulillas hubieron 

de dar dos vueltas al ruedo por petición de 

todos los espectadores. 

171.1) Algarrobo: 

El toro de la ganadería española de 

don Vicente Romero y García, llamado 

Algarrobo, se lidió en Córdoba el (24-05- 

1874). Era castaño aldinegro y de armadura, 

veleto de cornamenta. Más que por sus 

condiciones de lidia (tomó ocho varas y mató 

tres caballos), merece recordarse por haber 

de salida saltado al callejón, enganchando a 

una mujer de Lucena, que trataba de salir de 

la plaza, y a un cabo de guardias municipales, 

que se dirigía a ella, matando a la mujer de 

una tremenda cornada en el abdomen e 

infiriendo cuatro gravísimas al guardia. El toro 

salió al redondel con un trozo de la camisa 

ensangrentada de la mujer en el asta. Lo mató 

Rafael Molina (Lagartijo). 


Rafael Molina (Lagartijo) actuó en 

solitario por fin en Madrid el día (01-06-1893) 

en la Plaza de Toros de la Corte en su 

campaña de despedida del toreo; quinta y 

última de las cinco que lidiaría esa temporada. 

Era el gran acontecimiento esperado, pues 

hasta se dio el caso de que hubo necesidad 



de cambiar la hora de la procesión del Corpus 

para que todos pudiesen asistir a la corrida. 

Lagartijo, que vistió de plomo y oro, tuvo una 

tarde aciaga, llena de desaciertos. Tal vez la 

propia emoción de la trascendental fecha le 

llevó al fracaso. Lo cierto es que el ganado 

del duque de Veragua XIV, fue grande, manso 

y peligroso. La bronca se acentuó en la lidia 

de los toros tercero y cuarto –Algarrobo, 

castaño, y Cocinero, jabonero-. 

El último que estoqueó llevó el 

nombre de Panderete, negro, y a éste y al 

anterior los banderilleó Lagartijo en unión de 

su banderillero Torerito. Pero ello no sirvió 

para amenguar el desastre. El público 

madrileño hacia valer su derecho por haber 

pagado -¡entonces!- mucho dinero por las 

localidades. La pita fue formidable y continua. 

Y hasta, a la salida del diestro, cuando se 

dirigía al hotel donde se hospedaba, en la 

carretera de San Jerónimo, un grupo de 

exaltados intentó asaltar el coche que 

conducía al Califa.» Tuvieron que intervenir 

tres parejas de la Benemérita para deshacer 

el grupo e impedir el atentado contra el diestro 

de Córdoba. El carruaje que ocupaba 

Lagartijo partió por la calle de Goya, protegido 

por la Guardia Civil. Así suele premiar el 

público a sus ídolos. La carrera taurina de 

quien a lo largo de su dilatada vida profesional, 

había toreado 421 corridas en Madrid y había 

sido proclamado como el mejor torero del 

siglo XIX, terminó de esta forma. «No se le 

respetó ni por su historia ni por sus años. 

Pero, eso sí, una vez retirado de los ruedos, 

resaltó aún más su valía y se le hizo por la 

afición la merecida justicia. La historia registra 

hechos semejantes. Y es que no sabemos o 

no queremos apreciar los auténticos valores, 

mientras éstos se nos brindan, con toda 

prodigalidad. Mas luego, al perderlos, 

lloramos, arrepentidos, lo irremediable (José 

Luis de Córdoba).» 

Con el Califa iba Antonio Cabezas (el 

Pajarero), picador de toros madrileño, quien 

empezó a trabajar hacia 1885 en las 

novilladas de la plaza del Puente de Vallecas, 



El último que estoqueó Lagartijo 

llevó el nombre de Panderete, 

negro, y a éste y al anterior los 

banderilleó Lagartijo en unión de su 

banderillero Torerito. 

y alternó de tanda en Madrid por primera vez 

el (22-06-1887). Ya lo venía haciendo en 

novilladas desde 1880. El (01-06-1893) picó 

el toro ya citado, del duque de Veragua XIV, 

último que estoqueó Rafael Molina (Lagartijo). 

Fue un picador discreto y modesto, y desde 

luego muy superior a su escaso renombre. 

Picó mucho en Madrid como reserva. Falleció 

85


en el hospital de la corte en junio de 1898 a 

consecuencia de un tiro que días antes le 

había descerrajado un borracho, yendo por 

el paseo de las Acacias, sin que hubiera 

mediado cuestión alguna, y sin que el herido 

conociera al agresor. 

Allí estaban, bien disfrutando o bien 

padeciendo los aficionados lagartijistas que 

le siguieron desde la primera corrida hasta la 

última, celebrada en Madrid el citado día. 

Cronistas del prestigio de don Mariano de 

Cavia (Sobaquillo), registraron los cinco 

acontecimientos en admirables trabajos 

técnicos y literarios. Mientras tanto, la Prensa 

contraria aprovechaba los fallos del Califa 

para combatirle con marcada saña. En 

Zaragoza, con toros de don Nazario Carriquiri, 

Rafael estuvo bien en líneas generales. En el 

resto de las corridas el ganado fue 

exclusivamente del duque de Veragua XIV, 

cosa que también provocó las críticas de los 

adversarios. 

Rafael Molina (Lagartijo) toreó sus 

cinco últimas corridas de despedida en la 

Plaza de Toros de Madrid, siendo José Arana 

Molina (Agustín Molina), el que picó en todas 

ellas, en la temporada madrileña de 1893, y 

el último toro que estoqueó ya lo sabemos. 


De la divisa peruana de La Viña, fue 

Algarrobo, marcado con el número 385, de 

pelaje colorado. Se lidió en el coso limeño 

del Acho (Perú) el (06-12-1993), lidiado 

Vicente Ruiz (el Soro), que por su 

comportamiento en la lidia, fue indultado. 

174) Algodonero: 

Miguel Báez (Litri III) remató y cortó 

una oreja, el día (30-07-1988) al toro, llamado 

Algodonero, de pelaje negro entrepelado y 

marcado con el número 2, de la ganadería 

de doña Ana Romero, corrido en la Plaza de 

Toros de Valencia. Recibió el trofeo de la 

Asociación Taurina Cultural de Tinto y Oro al 

mejor toro de la Feria de Julio valenciana. 

175.1) Alguacil: 

El (03-05-1883), la ganadera de reses 

bravas española, doña Carmen García 

Gómez y Hermanas, envió a la antigua 

Monumental de Barcelona una memorable 

corrida en que sus toros alcanzaron uno de 

sus más resonantes éxitos, destacando los 

astados: Caramelo, que recibió 11 varas y 

mató cinco caballos; Alguacil, que aguantó 

14 puyazos y tumbó ocho veces a los 

picadores; Zapatero, que aceptó 10 varas, 

propinó ocho caídas y mató cinco caballos; y 

Veleto, que había sido antes semental en la 

ganadería, por su buena estampa, de pelo 

retinto oscuro y apretado, recibió 18 veces a 

los picadores, los tumbó en 12 ocasiones y 

mató seis caballos. Alcanzó a Rafael 

Bejarano (Torerito) en el momento de tomar 

las tablas y le lanzó contra la contrabarrera, 

cayendo sin sentido y resultando con una 

fuerte contusión torácica. También pisoteó a 

Manuel Molina. 


El (21-04-1932), con Alguacil, de la 

ganadería española de la testamentaría del 

duque de Tovar -su debut el (16-05-1930)-, 

recibió la alternativa Luis Gómez (el 

Estudiante), de manos del matador Joaquín 

Rodríguez (Cagancho). 


En los corrales de la Plaza de Toros 

de Zaragoza, en los días de su tradicional 

Feria de la Virgen del Pilar, de octubre de 1948, 

entró a formar parte de la larga lista de los 

toros con «urbanidad», el que llevó el nombre 

de Alguacil, marcado con el número 13, 

perteneciente al entonces veterano don 

Manuel Aleas. Levantó la libre de la docilidad 

de Alguacil un buen periodista en Zaragoza, 

Francisco V. Montalbán, quien, con ánimo 

decidido, se fue a los corrales, se acercó al 

de Aleas, hizo sus preguntas a Gregorio, el 

corralero de aquella plaza, y la cosa salió 

pintiparada. Tras él, el desfile incontable de 

Pasa a la página nº 88. 





Don Ramón Artigas, subgobernador que fue del Banco de España, con Alguacil. 

Pero quien más se separó del burladero fue Domingo González Lucas 

(Dominguín), el mayor, o Dominguito para sus íntimos. 

87


Viene de la página nº 84. 

personalidades de las finanzas, de la torería, 

del apoderamiento, de la afición a los toros, 

en general. 

Quién más, quién menos, como si 

Alguacil fuese un bebé comprensivo de esos 

que sonríen y sueltan ajos a todo el que se le 

acercaba con una cucharadita de papilla – 

narrraba Don Indalecio-, le alargaba el brazo, 

presentándole un puñadito de alfalfa, siempre 

apegado al burladero, como lo hizo don 

Ramón Artigas, subgobernador que fue del 

Banco de España; pero quien más se separó 

del burladero fue Domingo González Lucas 

(Dominguín), el mayor, o Dominguito para sus 

íntimos. Se salió a los medios del corral 

portando en la mano izquierda un puñado de 

alfalfa, se acercó a Alguacil, y mientras le 

daba de comer le colocó su mano derecha 

sobre el testuz. Tas recibir durante su lidia 

dos puyazos, el público pidió su indulto y el 

noble astado fue trasladado a una finca 

toledana de la Casa Dominguín. 

178) Alhaja: 

Con un hermoso toro, de pelaje 

colorado ojinegro, con sus 499 kilos de p. v., 

llamado Alhaja y marcado con el número 40, 

que fue lidiado en primer lugar en la corrida 

celebrada en la Plaza de Toros de Madrid, 

Toro ojinegro y semicareto. 

(ANCTL) 

recibió la confirmación de su alternativa del 

diestro Bartolomé Sánchez Coloma (Simón), 

de manos de Antonio Chenel (Antoñete) y 

Vicente Punzón de padrino y testigo, 

respectivamente. 

179.1) Alicantino: 

Don Salvador Domecq y Díez, al 

separarse de sus hermanos, en 1968, llevándose 

la tercera parte que le correspondió por 

herencia, formó la ganadería de «Toros de El 

Toreo». En 1970, don Salvador Domecq y 

Díez, cambió el hierro por el que utiliza 

actualmente (2003), manteniéndose intacta 

en sus orígenes. Una vez más, la vacada 

que regenta D. Salvador Domecq, ha seguido 

teniendo una extraordinaria regularidad, 

lidiando muchos toros con notable éxito. Y 

es que la nobleza de su encaste es muy del 

agrado de los toreros, ya que saben de 


Salvador Domec y Díez. 

antemano de las muchas posibilidades de 

lograr éxitos. La referida independencia de D. 

Salvador, cuando en 1968 formó su propio 

hierro con el citado tercio de la ganadería 

originaria, la ubicó en la parte de la finca 

«Jandilla» que por herencia le correspondía. 

Los toros de El Toreo se encuentran 

repartidos en dos fincas contiguas, situadas 

en el término de Vejer de la Frontera (Cádiz). 

La primera es Jandilla, donde tiene la tercera 

parte del cortijo original. Son 340 hectáreas 

de dehesa y labor de riego, en las tierras 

desecadas de la célebre laguna de La Janda. 

La otra es «El Torero»», con 300 hectáreas 

de vega de arroz y el resto, hasta completar 

las 900 totales, destinadas a pastos para el 

ganado. El conjunto de ambas acoge a más 



de 500 vacas de vientre y cincuenta sementales, 

más los toros, novillos y resto de 

camadas de menor edad. Lo que se dice, una 

superpoblación animal, con escasas 

posibilidades para que los toros pueden 

realizar una buena gimnasia funcional. 

En 1999 lidió, 73 astados; en el 2001, 

68; en 2002, 71; en 2003, 68 toros, a los que 

les cortaron 52 orejas y 5 rabos: 6, en 

Córdoba; 2, en Granada; 3, en Alicante; 6, en 

Vitoria; 6, en Málaga; 6, en El Puerto de Santa 

María; 1, en Bilbao; 1, en Benalmádena; 4, en 

Zalamea la Real; 6, en Cehegin; 6, en 

Logroño; 6, en Vera; 6, en Albarán; 6, en Lorca; 

3, en Bayona y 1 en Jerez de la Frontera. 

Fueron toros notables: Ofensivo, núm. 65, 

en Córdoba. Sotero, núm. 94, en Vitoria. 

Bailaor, núm. 28, en Málaga. Orondo, núm. 

52, y Alicantino, núm. 130, en El Puerto de 

Santa María. Borracho, núm. 7, en Logroño. 

Enrejado, núm. 74, en Vera. Valentón, núm. 

11, en Jerez de la Frontera. 

Toro de pelaje colorado ojo de perdiz. 

(ANCTL) 

180.2) Alicantino: 

El precioso toro de pelaje colorado ojo 

de perdiz, con su elegante jechura, bravura y 

distinguida nobleza, llamado Alicantino, con 

sus 508 kilos de peso en bruto, de la 

ganadería de Torrestrella, de don Álvaro 

Domecq y Díez, fue el justo ganador de la 

corrida – concurso de ganadería celebrada 

la tarde del (14-08-1976), en la Plaza de 

Toros de Bilbao. 



181) Aliñado: 

Jorge Herrera Caicedo, matador de 

toros –nacido en Fusagasuga (Colombia) el 

(10-01-1948), hijo de un tratante de ganado, 

de ahí las grandes oportunidades que tuvo 

de hasta elegir las reses y poderlas torear-, 

que el (16-05-1976) confirmó su alternativa 

en la Plaza de Toros madrileña de Las Ventas, 

de manos de Linares, que le cedió la muerte 

del toro, de nombre Aliñado, de pelaje negro, 

herrado con el número 52 y con 525 kilos de 

p.v., de la ganadería de don Juan María Pérez 

Tabernero, y de testigo Francisco Rivera 

(Paquirri), sin que lograra destacar su labor 

ni en el del doctorado ni en su segundo, que 

cerró plaza, un sobrero de la vacada de «El 

Pizarral.» 

182.1) Almejito: 

El novillo de López Plata, negro, bien 

puesto de defensas y algo bizco del derecho, 

llamado Almejito. Se lidió en la plaza de 

Cádiz el día (06-09-1914), hiriendo de muerte 

al capotearle al novillero aragonés Jaime 

Ballesteros (Herrerín). Jaime era el adversario 

en los ruedos de Zaragoza y su provincia, de 

Florentino Ballesteros, por lo que todos los 

partidarios del desgraciadamente desaparecido 

se sumaron incondicionales, en las 

huestes ballesteristas. Dejó de haber 

competencia. Zaragoza y se unió a Florentino 

Ballesteros, le idolatró y con él compartió 

las alegrías de sus éxitos y las tristezas de 

sus tardes malas. Fue «el torero de la tierra», 

como le llamaba con acierto Juan José 

Lorente en su libro. 


Novillo negro listón, llamado Almejito, 

de la ganadería española de don Manuel 

Albarrán, fue lidiado en la Monumental Plaza 

de Toros de Barcelona el (27-05-1917). En el 

mismo terreno tomó ocho varas y llegó 

codicioso y noble a la muerte. En la misma 

corrida fue lidiado el novillo Bocanegra, 

negro, perteneciente a misma vacada. 

Rapidísimo en el ataque a los picadores, se 

89


Toro cárdeno, de Arroyo Hondo, de 

don José Julián Llaguno. (ANCTL) 

arrancó cuantas veces se le acercaron 

éstos, transcurriendo el primer tercio en 

medio de una continuada ovación al mayoral 

de la ganadería. 


Nicanor Villalta actuó en la Plaza de 

Toros de San Sebastián el (26-08-1928), en 

una corrida-concurso de ganaderías, en la 

que el duque de Tovar presentó una de sus 

bravas reses, de nombre Almejito, marcado 

con el número 27, de pelaje cárdeno, gordo y 

bien puesto, al que se adjudicó el premio –un 

toro de oro-, siendo valientemente toreado y 

muerto de formidable estocada por Nicanor 

Villalta. Señor duque de Tovar debutó como 

ganadero de reses brava en la nueva plaza 

de Madrid el (12-05-1912), el (06-05-1929) y 

su Testamentaría el (16-05-1930). 


El burel de pelo negro entrepelado, de 

nombre Almejito, de la vacada del diestro 

español Marcial Lalanda del Pino -su debut el 

(24-06-1932)-, corrido el (24-09-1933), en 

Badajoz (Extremadura, España). Por su buen 

comportamiento en el ruedo fue largamente 

ovacionado al final. 


El toro, perteneciente a la ganadería 

de los Señores Hermanos Sánchez-Arjona, 

llamado Almejito, fue corrido en la Plaza de 

Toros de Gijón, la tarde del (15-08-1990). Tenía 

marcado al nº 9 y fue premiado con los trofeos 

concedidos al toro más bravo de la Feria de 

la ciudad. 

187) Almendrero: 

José Luis Bernal Rodríguez (Capillé), 

matador de toros –nacido en el barrio 

sevillano del Arenal el (02-04-1946)-, confirmó 

su alternativa en la Plaza de Toros de Madrid, 

la tarde del (18-07-1968), de manos de 

Joaquín Bernardó Bartomeu, que le cedió la 

muerte del primer toro, llamado Almendrero, 

de pelaje jabonero sucio, herrado con el nº 

221, con 467 kilos de p. v., de la vacada de 

don Emilio Arroyo, siendo testigo de la 

ceremonia Luis Segura. 

188) Almendrillo: 

Espartaco Chico, remató la tarde del 

(16-09-1989), en la Plaza de Toros de Higuera 

La Real, el astado llamado Almendrillo, de 

pelaje castaño y marcado con el nº 87, de la 

Es un pelaje castaño, de tono 

marrón, parecido al de las castañas, 

coliblanco, ojinegro y bocinegro, es 

muy común en las ganaderías 

mexicanas 

Asociación Nacional de Criadores de toros 

de Lidia, de México (ANCTL). 



ganadería de don Julio A. de la Puerta y 

Castro. Corrido en segundo lugar, fue 

premiado con una merecida vuelta al ruedo 

en el arrastre. El diestro le cortó la dos orejas. 

189.1) Almendrito I: 

El (04-06-1865), se lidiaron en la 

antigua Plaza de Toros de Cádiz, la ciudad 

más antigua de Occidente, dos toros notables 

de la ganadería de don Joaquín Pérez de la 

Concha (37, véase Cuadro e Información) -su 

antigüedad el (09-05-1869)-, llamado Almendrito 

I, que dejó muertos nueve caballos y se 

consideró como uno de los mejores toros 

lidiados en aquella plaza; y Chaleco, que tomó 

gran cantidad de varas, que pudieron ser unas 

20, y mató ocho caballos. 

190.2) Almendrito II: 

El toro de pelo cárdeno, de nombre 

Almendrito II, de la ganadería española de 



don Joaquín Pérez de la Concha, lidiado en 

Madrid el (10-07-1868), tomó seis varas, mató 

otros tantos caballos y ocasionó cinco caídas. 

191.3) Almendrito III: 

Toro cárdeno o sardo, llamado 

Almendrito III, de don Joaquín Pérez de la 

Concha, lidiado en Almería el (22-08-1876), 

que tomó nada menos que 43 varas. Su 

cabeza fue disecada y regalada al ganadero 

por la Empresa. Al parecer, don José 

Velázquez y Sánchez (Don Clarencio), alude 

a dicho astado en sus Cartas tauromáquicas, 

cuando dice: «Almendrito, cornicorto, sardo, 

de mucho poder...» 

192.4) Almendrito: 

Breve en extremo es la nota, que no 

crónica, de la novillada celebrada en la Plaza 

Real de El Puerto de Santa María la tarde del 

(01-06-1890) en la que actuaron en un mano 

(37)*Don Fernando de la Concha y Sierra de 1823 a 1848. 

*Don Joaquín de la Concha y Sierra (09-09-1850), falleció 1861. 

*Joaquín Pérez de la Concha Álvarez (sobrino), de 1861 a 1899. 

*Tomás Pérez de la Concha, hijo del anterior, la recibió en 1899-1923. 

*Joaquín y Enrique Pérez de la Concha y Pereira, 

hijos de don Tomas, recibieron la ganadería en 1923. 

(37) Don Joaquín Pérez de la Concha y Álvarez, recibió la ganadería en 1861, a la muerte de su tío 

don Joaquín de la Concha y Sierra, de Sevilla, tiene su inicio el (09-09-1850), día en que se presentó 

en Madrid, fue fundada el año 1823 por él con punta de vacas y algunos becerros pertenecientes al 

vecino de Gelves, conocido por el tío Curro Blanco, agregando poco después un hato de reses de la 

vacada que en Aznalcollar tenían las Niñas de Pérez. Pasado algún tiempo adquirió algunas vacas y 

becerros de la acreditada ganadería de don José Picavea de Lesacas, procedentes de Vista- 

Hermosa. Pasó a la muerte de don Joaquín, en 1861, a su sobrino don Joaquín Pérez de la 

Concha y Álvarez, del que pasó en 1899 a su hijo don Tomás Pérez de la Concha, de quien al 

fallecer la heredaron en 1923 sus hijos don Joaquín y don Enrique Pérez de la Concha y Pereira. En 

1925 compraron un hato de vacas y un semental al señor conde de Santa Coloma y posteriormente 

otros sementales de la citada vacada, anunciándose la ganadería a nombre de Hijos de don Tomás 

Pérez de la Concha. La verdadera antigüedad de la ganadería es del 9 de septiembre de 1850. El 

ganado pasta en las fincas: Vuelta del Cojo y Poco Abrigo, en la localidad sevillana de La Puebla 

del Río. Su propietario en el año 2000 es don Enrique Iglesias Martínez. La divisa tiene los colores 

celeste y rosa; la señal de oreja, es una horqueta en la izquierda; rabisaco y muesca en la derecha. 

Don Fernando de la Concha y Sierra presentó sus toros en la nueva plaza de Madrid el (10-04-1882). 

Con respecto a la ganadería cabe citar que se trata de una verdadera dinastía, ya que arrancó con 

don Joaquín de la Concha y Sierra, que presentó sus toros por primera vez en Madrid el 9 de 

septiembre de 1850; le siguió su hijo don Fernando y a éste su hija doña Concepción de la Concha y 

Sierra, cuya antigüedad es del (17-06-1931). 

91


a mano Juan José Villegas (El Loco) y 

Francisco Jiménez (Rebujina), ambos de 

Cádiz, que lidiaron seis astados de don Juan 

Manuel Heras, ganadero portuense (38), por 

primera vez una novillada completa, con 

divisa encarnada. Los novillos, todos con 

cuatro años, todos bien puestos, se llamaron: 

1º Sanguijuelo, berrendo en negro y capirote. 

2º Ramito, salinero. 3º Carramola, negro 

bragado y coletero. 4º Almendrito, negro 

bragado. 5º Zurito, cárdeno claro y 

corniveleto. 6º Mirlito, negro meano. 

La cuadrilla de El Loco: Picadores, 

Antonio Marín Piña y Manuel Viñó (El Inglés). 

Banderilleros, José Villegas (Potoco), Juan 

Perea, José Ezpeleta y Alfonso Fernández. 

Puntillero, Fernando Pacheco, de El Puerto. 

La cuadrilla de Rebujina: Picadores, José 

Sánchez Morillo y Agustín Blanco. 

Banderilleros, Ramón Leonisio (Gargollo), 

José Leonisio (Rubio), ambos de El Puerto., 

Alfonso Fernández y José Jiménez (Poncho), 

de Cádiz. Puntillero, Enrique Jiménez (El 

Mellizo). 


La temporada de 1914 tuvo en 

España el más alto interés. Los encuentros 

de Joselito y Belmonte se esperaban por la 

afición como combates decisivos en los que 

el mando en jefe de la torería debía ser el 

trofeo. La feria de Sevilla despertó una gran 

curiosidad por pensar todos que allí se ventilaría 

el gran pleito. Una cogida de Belmonte 

en Murcia le impidió torear las primeras 

corridas; pero acudió a las dos últimas, una 

de ellas, de don Eduardo I Miura, en un alarde 

de pundonor torero, y en ella estuvo admirable. 

Joselito prodigó su arte en todas. En la 

de Pablo Romero lidió un toro de manera 

excepcional, y en la de Santa Coloma logró 

cuajar la mejor faena de la feria con 

Almendrito, al que mató recibiendo. 


El (20-12-1936), los toros se llamaron: 

Almendrito, Papolero y Pavito, de San 

Mateo, de don Antonio Llaguno González, 

fueron lidiados en la Plaza de Toros de Puebla 

de los Ángeles (México), resultando 

excelentes en bravura y nobleza. Papolero, 

fue lidiado por Alberto Balderas. Pavito y 

Almendrito, por Luis Castro (El Soldado). 


De los toros sobresalientes de la 

ganadería de los Señores Herederos de D. 

Jacinto Ortega Casado, que no tiene fecha 

de antigüedad oficial, pero que fue formada 

en 1921, con una punta de vacas y un 

semental a D. Celso Pellón, de nombre 

Peludo, encaste de Campos Varela y 

Gamero Cívico, citaremos de forma conjunta 

a: Almendrito, con el nº 3, lidiado en 1985 

por Tomás Campuzano, fue muy ovacionado; 

a Pescador, con el nº 16, lidiado por José 

Rivera en Ayamonte (Huelva), también en 

1985, al que el diestro le cortó las dos orejas; 

a Chulapón, con el nº 31 y Ventero, nº 19, 

ambos negros, lidiados en Parla el (12-09- 

1988), con vuelta al ruedo para ambos y 

cuatro orejas y dos rabos al torero José Luis 

Seseña. 


Lució la divisa peruana de Jaral del 

Monte su toro, llamado Almendrito, en la 


(38) Ya presentó tres toros por primera vez en la nueva Plaza de Toros de su ciudad natal, en una 

corrida memorable, celebrada el (28-08-1887), en la que se lidiaron tres hermosos toros de cinco 

años cumplidos, llamados: Clavelito, colorado, bragado, ojinegro y bien puesto; Pajarraco, cárdeno y 

corniabierto; y Cigarrero, negro meano y bien puesto, anunciándose en los carteles que tales toros 

eran «los primeros que ha podido conseguir dicho señor.» En esa corrida actuaron Francisco Arjona 

(Currito), Manuel Hermosilla y José Centeno, precedidos de los rejoneadores Francisco Posada y 

José Fernández, en cuyo festejo se lidiaron otros tres toros de don José María de la Cámara y tres 

de de don José Torres Cortina. 



Trujillo (Perú), la tarde del (02-10-1981), 

correspondiente a su Feria de Primavera. 

Estaba marcado con el número 89 y pesó 

430 kilos de p.V., correspondiendo en suerte 

al novillero español Carlos Escolar 

(Frascuelo). Por su bravura y nobleza 

mereció Almendrito el trofeo Oreja de Plata, 

destinado a premiar al mejor toro de la Feria. 


La divisa sevillana de Pablo Romero 

obsequió a los aficionados, que asistieron la 

tarde del (27-08-1994) a la corrida concurso 

celebrada en la Plaza de Toros de Ronda 

(Málaga), con el toro de nombre Almendrito, 

cuya elegante jechura, bravo y noble carácter, 

le hizo merecedor a recibir el primer premio. 

Le correspondió en lidia ordinaria, ocupando 

el tercer lugar, al diestro Pepe Luis Martín. El 

precioso ejemplar estaba marcado con el 

número 52 y era negro bragado. 

198.1) Almendro: 

El (06-02-1966), el rejoneador Carlos 

Arruza, sin saberlo, toreó por última vez en la 

«Plaza México», cortándole las orejas a 

Peregrino, de la ganadería de Soltepec (39, 

véase al pie de la siguiente página) de Moreno 

Reyes Huertas. A pie, Santiago Martín (El Viti), 

le cortó una oreja a Almendro, de la misma 

ganadería. 

Otro cronista dice: «Le cupo el honor 

a la famosa vaca mexicana de Soltepec, de 

Reyes Huertas, de que el último toro que mató 

en la plaza México el llorado torero Carlos 

Arruza, llevase los colores de su divisa, 

permitiendo Peregrino, con su sostenida 

bravura, que el jinete, tuviera un gran 

lucimiento, en el difícil arte de Marialva.» 


El (03-11-1971), en el coso de 

Insurgente, en la ciudad de México, el diestro 

mexicano Mariano Ramos, le cortó las orejas 

y el rabo a Almendro, de la ganadería 

mexicana de Tequisquiapan, propiedad de 

don Fernando de la Mora, dando el diestro la 



Don Reyes Huerta Velázquez. 

El típico astado de «Soltepec.» 

La bella hacienda mexicana de 

«Soltepec.» 

Asociación Nacional de Criadores de toros de 

Lidia, de México (ANCTL). 

93


vuelta el ruedo acompañado triunfalmente 

con el ganadero. 


La tarde del (19-12-1993), confirmó 

su doctorado en la «Plaza México», el diestro 

mexicano Arturo Manzur, siendo su padrino 

David Silveti y testigo de la ceremonia Jorge 

Gutiérrez, con el astado, de nombre Almendro, 

de la ganadería mexicana de Vistahermosa. 

201) Almiñano: 

El (05-09-1859) se lidiaron en Madrid 

toros de dos ganaderías. La primera fue de 

don Manuel Bañuelos, de la que destacó el 

toro, llamado Calzadito, de pelo retinto, que 

tomó 23 varas, siendo muerto por Antonio 

Sánchez (Tato), y segunda ganadería era de 

don José Arias Saavedra –su antigüedad es 

del (17-07-1837)-, de la que resultaron dos 

toros notable : Almiñano, de pelaje cárdeno, 

que recibió 17 varas de Francisco Calderón, 

Arce, el Naranjero y Oliver; y Perruno, de 

pelaje castaño encendido, que aceptó 19 

varas; ambos astados fueron rematados por 

Francisco Arjona Herrera (Cúchares)-. 

Francisco Oliver, picador de toros sevillano. 

En Madrid alternó en tanda por 

primera vez el (04-07-1859), a las órdenes 

de Cúchares. Toreó muchas después en la 

Plaza de Toros de Madrid, cuales fueron los 

años 1851-56-57 al 68 -el (05-09-1859) picó 

en Madrid el toro cárdeno, de nombre 

Almiñano, de la ganadería de don José Arias 

Saavedra, que recibió 17 varas de Francisco 

Calderón, Arce, el Naranjero y Oliver. Lo 

remató Francisco Arjona Herrera (Cúchares)- 

, 1870 al 1874 y 1876. 

En julio de 1876, viajando de Zaragoza 

a Madrid, se le ocurrió hacer por broma, parte 

del trayecto en el estribo del tren, y al llegar al 

puente del Ricla, sobre el río Jalón, tropezó 

contra algunos de los pilares de la barandilla, 

siendo despedido con tal violencia, que fue a 

caer al río, de donde se le extrajo en tal mal 

estado que falleció a las pocas horas. Según 

Sánchez Neira, aunque era de pocas 

facultades, cumplía decorosamente en su 

puesto. 

202.1) Almirante: 

El astado, llamado Almirante, de una 

ganadería de Navarra, fue lidiado en Pasajes 

(Guipúzcoa) el (15-08-1858), en la Plaza del 

Ayuntamiento. Saltó al callejón y se salió del 

(39) La ganadería mexicana de «Soltepec», hacienda (*) propiedad actualmente (2003) de los Sres. 

Herederos de don Reyes Huerta Velásquez, está ubicada en el rancho San Lorenzo Soltepec, en el 

municipio de Tlaxco, en el Estado de Tlaxcala, con divisa tabaco, rojo y azul, fue fundada en el 

mismo rancho en 1941, con ganado de «Coaxamalucan», que, hacia 1948, se aumentó con 

elementos de la de «Ajuluapán.» Hacia 1954 agregó vacas y sementales de Zacatepec y lidió paor 

primera vez en la «Plaza México» el domingo (09-09-1956), con seis novillos para Fernando de los 

Reyes (El Callao), Luciano Contreras y Chano Ramos. En 1959 agregó tres sementales de San 

Mateo y vacas y sementales del mismo Reyes Huertas a partir de 1960. Envió su primera corrida de 

toros a la «Plaza México» el (03-01-1971), con seis toros para Santiago Martín (el Viti), Raúl 

Contreras (Finito) y Curro Rivera, quien cortó una oreja al primero de su lote y bordó el toreo con 

Sardinero, al que le cortó las dos orejas y además fue galardonado con el premio al mejor toro de la 

temporada. 

(*) En esta bellísima hacienda, que es una joya del campo bravo tlaxcalteca, se crían toros que son 

el símbolo de tradición, abolengo y compromiso, pues la responsabilidad de ser ganadero es muy 

grande; se lleva por delante la bandera del prestigio, y sus toros no llegan a desarrollar un físico 

exagerado, ni su cornamenta; sin embargo, a la hora de embestir y meter la cabeza son 

extraordinarios y tienen la materia prima para las faenas más bellas y artísticas, todas las cuales 

han quedado grabadas en la afilón mexicana para siempre. Lamentablemente, don Reyes Huerta 

dejó de existir el (06-12-1985), dejando la ganadería en manos de sus sucesores. 



NOTA. Los toros castaños o colorados 

encendidos o bermejos, cuya pinta también 

llamamos gijón o jijón reciben igualmente el 

nombre de bermejos: «Salta a la arena el 

quinto toro, de nombre Medialuna, cornialto, 

de pelo colorado, bermejo, careto, algo 

salpicado y ojo de perdiz (Luis Carmena y 

Millán. Lances de capa.) Dentro de los toros 

bermejos, que son de pinta simple, se 

agrupan los castaños, marrón o habana; los 

colorados, castaños rojizos; los jijón, 

colorados encendidos; y, por último, el jaro o 

melocotón, aleonado. 

Es pelo de color rojo encendido. En 

España se le llama Jijón, por era 

típico de la casta del mismo nombre. 

No es frecuente en México. (ANCTL) 

ruedo, penetrando ante el asombro de todos 

en la Casa Consistorial, para seguidamente 

subir las escaleras hasta el último piso, 

asomándose a uno de los balcones... haciendo 

honor a su nombre, en su improvisado 

Almirantazgo..., pasó revista a los barcos de 

su Armada fondeados en la bahía pasajeña. 


El (25-09-1910) le fue refrendada la 

alternativa en Madrid al matador José Morales 

Mula (Ostioncito), de manos de Rafael 

Gómez (Gallo), que le cedió el primero, 

llamado Almirante, negro, de los herederos. 

de don Joaquín Murube y siendo testigo 

Regaterín; mató mal al bicho de la cesión y 



no hizo nada que pasara de mediano. Tomar 

la alternativa y perder interés su figura fue 

cosa de breves días. 


El domingo (01-09-1918), en corrida 

en la que se lidiaron ocho toros: seis de don 

Juan Terrones, uno de don Salvador Sánchez 

Cobaleda y otro de Pablo Romero, por las 

cuadrillas de Ernesto Pastor, que se presentó 

en Madrid esa tarde-, García Reyes, 

Carnicerito y Salvador Freg. A Pastor -nacido 

en Puerto Rico- le correspondieron los 

novillos: Almirante y Dirigido, de Terrones; 

dio a su primero, serena y elegantemente, 

cuatro verónicas, y después de una bonita 

faena de muleta, con dos estocadas, tumbó 

a Almirante y a su segundo lo mató de media 

estocada, un pinchazo y un certero descabello, 

tras una buena faena. Esa tarde se 

presentaron en Madrid como novilleros el 

español Ernesto Pastor y el mexicano 

Salvador Freg, hermano menor del valiente 

matador Luis Freg. En 1918, el matador de 

toros, Ernesto Pastor, toreó 37 corridas en 

los más importantes circos de España y se 

presentó en la Monumental de Madrid. 

Toro de la primitiva casta Navarra, 

de don Nazario Carriquiri. 

95



Con el toro de pelaje cárdeno claro, 

llamado Almirante, marcado con el nº 137, 

de la ganadería del conde de la Corte, recibió 

la alternativa la tarde del (25-09-1949), en la 

Plaza de Toros de Hellín (Albacete), el diestro 

Antonio Torrecillas, de manos de Luis Miguel 

González Lucas (Dominguín). 

206) Almohadillero: 

Antonio Ferrera, matador de toros, 

indultó el (03-09-2003), segundo de la tarde, 

primero de su lote, del hierro de don Luis 

Algarra (hijo), en corrida de feria celebrada 

en Mérida. El astado, de nombre Almohadillero, 

castaño de 530 kilos, el más 

grande y encastado del encierro, resultó un 

toro de bandera y con el que Ferrara estuvo 

a gran altura, logrando cortarle dos orejas y 

rabo simbólicos. Por su parte, César 

Jiménez, cortó oreja y dos orejas, destacando 

su labor en el sexto, de más calidad que el 

primero de su lote. El tercero de la tarde fue 

de Zalduendo. Joselito, el segundo de la terna 

recibió aviso y una oreja, tras algunos 

muletazos buenos. 

207.1) Alpargatero: 

El toro llamado Alpargatero, de la 

ganadería española de don Andrés Fontecilla 

-su debút en Madrid nos es desconocido)-, 

jugado en Linares (Jaén) el (22-04-1867), fue 

tan bravo que mató ocho caballos en 20 varas 

que aguantó. 


El (25-08-1878), el picador Luque 

Arcas, cosechó en Barcelona un gran triunfo; 

el sexto toro, de los seis que se lidiaron de 

don Nazario Carriquiri, llamado Alpargatero, 

colorado o bayo, tomó 21 varas de Emilio 

Bartolesi, Francisco Fuentes y Luque; dio dos 

caídas, una a Bartolesi y otra a Fuentes, y 

recibió ocho puyazos de Manuel Luque, que, 

por la limpieza y gallardía con que se los puso, 

fue objeto de una entusiasta ovación. 


El astado de la ganadería española de 

don Cipriano Ferrer, ubicada en Pina de Ebro, 

llamado Alpar-gatero, fue jugado en la Plaza 

de Toros de Zaragoza el (16-10-1881). Sin 

volver la cara y queriendo tomó 17 varas, 

dejando muertos ocho caballos. 


El toro de pelaje negro, jirón, llamado 

Alpagatero, de la ganadería de don 

Graciliano Pérez Tabernero, jugado en 

Zaragoza el (16-10-1931). Bravo y poderoso 

en todos los tercios, escuchó grandes 

aplausos en el arrastre.208.5) Alpargatero: 

El toro de pelaje negro coletero, de elegante 

jechuras y aplaudido poder, llamado 

Alpargatero, marcado con el nº 52, de la 

ganadería de don Atanasio Fernández 

Iglesias, fue lidiado en la Plaza de Toros de 

Logroño el (23-09-1942), en octavo lugar, 

sobresaliendo entre sus compañeros dentro 

de un encierro muy bravo, teniendo el mayoral 

que dar una vuelta al ruedo al término del 

festejo. Aquella corrida creemos que batió el 

record en el corte de apéndice en toda la 

historia de la tauromaquia. Esa tarde 

alternaron los diestros Manuel Rodríguez 

(Manolete), Pepe Luis Vázquez, Manuel 

Álvarez (Andaluz) y Emiliano de la Casa 

García (Morenito de Talavera), con 6 toros 

de don Anastasio Fernández Iglesias y 2 de 

don Manuel González, en cuya corrida se 

cortaron 14 orejas, 6 rabos y 6 patas, debido 

a que la mayoría de los toros fueron de 

bandera. 

211) Altamirano: 

Como tantos otros diestros, el 

matador Juan Bueno Ramos quiso en un acto 

de pundonor, ante una irremediable despedida 

que se resistía aceptar, o bien en un 

último empeño por sanear su precaria 

economía, programó torear en la temporada 

de 1989, una serie de corridas, comenzando 

en la Plaza de Toros de Zaragoza, anunciándose 

para matar en solitario seis toros, 



dos de cada una de las siguientes ganaderías: 

don Javier Molina, Soto de Luis y Los Bayones, 

pero no pudo terminar con ellos al ser 

nuevamente herido y otra vez de carácter 

grave, por el astado, de nombre Altamirano, 

marcado con el hierro de Soto de Luis, que le 

corneó en el triángulo de Scarpa, 

produciéndole una herida con tres trayectorias 

que originó grandes destrozos en la vena 

safena y la arteria femoral, con la 

consecuencia del shock hipovolémico, 

calificadas las lesiones como graves. No 

pudo reaparecer hasta dos meses después, 

en la misma Plaza. 

212) Altaneiro: 

Aquella tarde lusitana el Sol de lleno 

intensificaba los colores azul y oro de su 

casaca, cuando hacía su paseíllo Antonio 

Raúl Brito Paes, rejoneador portugués, cuyos 

verdaderos apellidos eran Mira Brito Paes - 

nacido en Beja, el (30-12-1953), era hijo del 



caballero Antonio da Luz Silva Brito Paes-, 

quien acompañado por don José Trincheira y 

don Juan Montiel, recibió la alternativa, en 

1985, con el dato de la ganadería de la que 

procedió el toro de la ceremonia, llamado 

Altaneiro, que fue la de don Luis Jorge 

Ortigao Costa. En las temporadas de 1986 y 

1987 intervino en tres funciones cada una, 

número que aumentó a doce en 1988, para 

volver a descender a tres en 1989. Cuatro 

sumó en 1990, cifras siempre referidas a sus 

actuaciones en Portugal, y seis en 1991, y 

cuatro en 1992. Sólo actuó una vez en 1993 

y ya no volvemos a ver su nombre en los 

carteles. 

213.1) Altanero: 

El éxito logrado en la primera función 

de la serie benéfica, celebrada el (28-05- 

1911), despertó en los ediles del Ayuntamiento 

de El Puerto el deseo de repetirla. En esta 

segunda ocasión, la corrida se anunció para 

La grandiosidad y belleza de la Plaza Real de El Puerto de Santa 

María contrastan con el mal uso que se hace de ella, por una 

constante e inadecuada dirección municipal, ya endémica. 

97


el domingo (13-08-1911) y se le revistió del 

mismo boato decorativo y prestigio social que 

se le había inyectado la primera vez. Así que, 

hubo bellas y distinguidas damas en el palco 

presidencial, en el orden que citamos: Luisa 

Álvarez Martínez, Consuelo Gutiérrez de los 

Ríos, Anita Hano Rabech, María Galarza y 

Alberti y Carmen Galarza y Morante, ninguna 

de las cuales reseñó don Manuel Martínez 

Alfonso. 

La Plaza Real engalanada, tal vez con 

las consabidas moñas y múltiples banderillas 

de lujo y, sin duda, para mayor esplendor, se 

ofreció una gran velada marítima en la margen 

derecha del río Guadalete, en la noche del 

domingo señalado para la función caritativa. 

De los barcos iluminados el que fue más 

elogiado semejaba una gran mariposa y 

estaba hecho por el conocido artista pintor 

escenógrafo don Manuel Sancho, que ganó 

el primer premio. 

«Si en la primera ocasión los beneficios 

fueron para el Hospital de San Juan de 

Dios de la ciudad, en esta oportunidad 

volvieron las cosas a su lugar de origen, ya 

que como señalamos en anterior lugar, que 

el motivo o principal estímulo para la 

celebración de fiestas de toros en el Puerto 

no era otro sino el de favorecer la obra pía 

del Hospital de Providencia de Nuestra 

Señora de los Milagros, establecimiento que 

dio origen al hoy extinto San Juan de Dios» - 

en el que nacieron Alicia y Alejandro, hijos de 

este autor- , nos dice Martínez Alfonso. En 

este comentario existe un error ¿cómo, si en 

la primera ocasión ya existía el Hospital de 

San Juan de Dios, puede en la segunda ir los 

beneficios al Hospital de la Providencia de 

Nuestra Señora de los Milagros si éste pasó 

a ser el primero? 

Pero dejemos ya tanta crónica 

caritativa y social para entrar en el tema 

taurino, raíz de todo el entramado –que su 

inicia por la mañana en que el novillero Julio 

La O despachó el toro del Aguardiente 

después de una lucida faena-, porque esa 

tarde del (13-08-1911), con una entrada que 

no llegó a los 6.000 espectadores hizo su 

presentación en la Plaza Real Castor J. Ibarra 

(Cocherito de Bilbao), encabezando la terna 

el ya veterano Enrique Vargas (Minuto) –éste 

ni siquiera figuraba en el cartel original- y 

Francisco Martín Vázquez (Curro Vázquez), 

quien restablecido de la tremenda cornada 

sufrida en nuestra Plaza Real dos años atrás, 

torearon en esta segunda función astados de 

González Nandín, que por orden de salida 

reseñamos seguidamente: 

1) Altanero, un bonito colorado, que 

correspondió a Enrique Vargas (Minuto), fue 

recibido con dos cambios capote al brazo, 

que fueron rematados con una ceñida verónica, 

a la que siguieron otras y un farol, para 

el recibir el astado cuatro varas. Tras un buen 

trasteo recibió un primer pinchazo y nueva 

serie de muletazos, para atizar otro 

pinchazo… y muchos más hasta llegar un 

aviso. Por último le propinó a Altanero un 

estocada baja y dos descabellos, oyéndose 

la primera sección de pitos. 

2º Respetado, de pelaje negro 

bragado, al que Cocherito recibió con cuatro 

verónicas y un vistoso recorte, para recibir 5 

varas y dar dos tumbos, convirtiéndose la 

plaza en un herradero. El diestro bilbaíno 

muleteó ceñido, para dar una media estocada 

y un descabello, recibiendo las primeras 

palmas. 

3º Primoroso, negro meano, fue para 

Curro Vázquez, que sevillano fijó con cuatro 

artísticas verónicas. Pero como cogió la 

senda de la mansedumbre fue fogueado. 

Curro le hizo una faena de muleta con la 

derecha, matándolo de un pinchazo y certera 

estocada. 

4º Saltador, también negro, al que 

Minuto recibió, bien plantado, con una serie 

de verónicas que se aplaudieron, pero de 

súbito saltó al ruedo un espontáneo que se 

hizo aplaudir por sus tres muletazos. Minuto, 

picado en su orgullo, inició la faena sentado 

en el estribo y su labor causó entusiasmo en 

los tendidos. Cuadró y dejó media estocada 



trasera para repetir otra en su sitio. Aplausos 

y sombreros. 

5º Cimarredo, igualmente negro y 

apretado de agujas, al que Minuto, pese a no 

ser el suyo, volvió a repetir lo realizado a su 

primero, recortándole capote al brazo. 

Cocherito inició la faena con una serie de 

verónicas, seguidas de cinco varas y clavándole 

un par doble de banderillas al cuarteo y 

otro algo trasero, matándolo de media 

estocada y dos descabellos, recibiendo 

Cocherito, que fue el mejor, el galardón de 

una oreja, bajo el son de la música, con 

palmas y sombreros, 

6º Ralero, también negro y apretado 

de armas. Martín Vázquez le fijó con dos 

verónicas y tras brindarlo, le dio 5 muletazos, 

y, seguidamente, pinchó en hueso. Dos pases 

más, otro pinchazo y una estocada seguida 

de un descabello, pusieron término a la vida 

del toro y de la corrida, cuando muchos 

espectadores habían abandonado los 

tendidos… mientras en la calle, un individuos 

apellidado Lojo, de oficio cantero, le pegó un 

tiro a José Santos Ramírez en la parte 

izquierda del cuello, siendo se estado muy 

grave. 



llamado Altanero, marcado con el número 

156, de la divisa del conde de la Corte, fue 

lidiado en primer lugar en la Plaza de Toros 

de Valencia el (12-06-1960), al que le dieron 

las mulillas la multitudinariamente solicitada 

vuelta al ruedo en el arrastre. 


Fue distinguido con el prestigioso 

trofeo del Escapulario de Plata de la Feria 

del Señor de los Milagros el toro de la 

ganadería peruana de La Pauca, que llevaba 

el nombre de Altanero, por su elegante y 

apuesta jechura, bravura y nobleza al mismo 

son, lidiado el (06-11-1983), en el coso limeño 

de Acho. Estaba herrado con el número 16 y 

era negro. Por sus virtudes fue premiado, 



además, con la vuelta al ruedo en el arrastre 

y le correspondió al diestro español Paco 

Ojeda, cortándole las dos orejas. 

216) Altivo: 

Doña María Olea Villanueva presentó 

uno de sus novillos en el coso de Fregenal 

de la Sierra (Huelva) el (22-09-1990), que 

llevaba el número 33 en los costillares y era 

de pelaje negro. Por su jechura y carácter 

fue premiado con la vuelta al ruedo en el 

arrastres. Su lidia y muerte correspondió al 

espada Cristo González, que le cortó las dos 

orejas. 

217) Altocielo: 

Los señores Herederos de don 

Carlos Núñez, corrieron uno de sus toros en 

la Plaza de Toros de la Línea de la 

Concepción (Cádiz), llamado Altocielo, la 

tarde del (19-07-1991). Por su hermosa 

jechura y extraordinario carácter en los tres 

tercios de la lidia fue premiado como el toro 

más bravo de la Feria. 

218) Altruísta: 

En fecha por determinar, hacia el año 

1999, el diestro venezolano Leonardo Benítez, 

indultó en la «Plaza México» a Altruísta, de 

la ganadería mexicana de Xajay, después de 

hacerle una gran faena, convirtiéndose así en 

el primer torero de aquel país hermano que 

le perdonó la vida a un toro en dicha plaza. 

219) Alumbrado: 


Alumbrado, marcado en los costillares con 

el número 312, con sus 481 kilos de peso 

bruto, y perteneciente a la ganadería de los 

Herederos de don Antonio Pérez Tabernero, 

de San Fernando, fue lidiado en Valencia el 

(16-03-1967) y las mulillas le dieron una vuelta 

al ruedo en el arrastre. 

220) Alumno: 

Joselito, El Juli y Leandro Marcos 

alternaron el jueves (11-09-2003) en la sexta 

99


corrida celebrada durante la feria de San 

Lorenzo de Valladolid, en la que se lidiaron 

astados de Torrealta, desiguales y terciados 

en general, de un conjunto notable, del que 

sobresalió el corrido en sexto lugar, que fue 

de bandera, llamado Alumno, al que se 

premió con una vuelta al ruedo, después de 

que Leandro Marcos se encaramara en la 

puerta grande tras haberle cortado dos orejas, 

con las que fue premiado por la faena que le 

cuajó. 

221) Alvorato: 

También como su paisano rejoneador, 

don Antonio Raúl Brito, vistió una preciosa 

casaca azul y oro la tarde de su alternativa 

don José Augusto Brito Limpo –nacido en 

Moura (Beja) el (29-07-1955) y su verdadero 

apellido era Rodrigues de Brito-, en la 

temporada de 1976, alternando con los 

también rejoneadores David Riveiro Telles, 

Alfredo Conde, Emilio Pinto y Manuel Jorge 

Oliveira, llamándose Alvorato el toro de la 

ceremonia, de la divisa de don Jöao Branco 

Nuncio. Actuaron en el festejo los grupos de 

Forcados Amadores de Sousel y Ribatejo. 

222) Amador: 

La divisa de Puerto de San Lorenzo 

se vio clavada en los rubios de un novillo de 

la tarde del (09-09-1990) en el coso de 

Ampuero. Llevaba el nombre de Amador, 

estaba marcado con el número 41 y era de 

pelaje negro. Se jugó en quinto lugar y por su 

bravura y nobleza se hizo merecedor a una 

vuelta póstuma al redondel. Su lidia le 

correspondió a Julián Zamora, que le realizó 

una gran faena, cortándole las dos orejas y 

el rabo. 

223.1) Amapolo: 

El toro retinto, que fue bautizado con 

el nombre de Amapolo, del ganado 

salmantino de don Joaquín Pérez de la 

Concha -su antigüedad el (09-05-1869)-, 

lidiado en Bilbao el (22-08-1870), tomó 27 

varas y mató ocho caballos. 


Francisco Arjona Reyes (Currito) y 

José Sánchez del Campo –nacido en 

Algeciras el (16-02-1850)-, alternaron en 

Madrid el (20-06-1886); día que Currito volvió 

a presentarse en Madrid después de haber 

permanecido fuera de la Corte la temporada 

anterior, haciéndolo el (20-06-1886), y su 

presencia ante el público madrileño fue 

saludada con aplausos, pues siempre contó 

con la simpatía de la afición de la corte. Esa 

tarde actuó Manuel Sánchez del Campo, 

banderillero nacido en Algeciras (Cádiz), 

hermano de José (Cara-Ancha) y de Pedro, 

falleció el (29-01-1908), vivió desde su niñez 

en Sevilla y tras retirarse de la profesión, 

después de haber banderilleado a su último 

toro, que llevó el nombre de Amapolo, de 

pelaje castaño, de la ganadería del duque de 

Veragua XIV, al que le colocó dos magníficos 

pares, escuchando palmas. 


Enrique Vargas (Minuto) toreó por 

primera vez en la Plaza de Toros de Madrid 

el día (17-05-1892), rematando el astado de 

la ganadería española de don Joaquín Pérez 

de la Concha y Álvarez –la antigüedad de 

ésta es del (10-04-1882)- , llamado Amapolo 

, que fue primero que mató como espada de 

cartel. Con respecto a la ganadería cabe citar 

que se trata de una verdadera dinastía, ya 

que arrancó con don Joaquín de la Concha y 

Sierra, que presentó sus toros por primera 

vez en Madrid el (09-09-1850); le siguió su 

hijo don Fernando y a éste su hija doña 

Concepción de la Concha y Sierra, cuya 

antigüedad es del (17-06-1931). 


El astado de pelo sardo, llamado, 

Amapolo, perteneciente a la ganadería de 

don Samuel Flores Hermanos, fue lidiado en 

Cieza (Murcia) el (25-08-1921, recibió con 

poder ocho varas, ocasionó siete tumbos y 

mató cuatro caballos. 




El astado de pelo negro, mogón de 

un cuerno y despuntado del otro, llamado 

Amapolo, de la vacada de don Antonio 

García Pedrajas, jugado en Córdoba el (19- 

02-1922), arremetió cinco veces a los picadores, 

recargando en todas, derribándolos 

cinco veces y matando un caballo. Como se 

ve, ya se consideraba notorio, en 1922, que 

un toro matara un caballo. 


El (14-03-1937), Amapolo, de la 

ganadería zacatecana de San Mateo, de don 

Antonio Llaguno González, fue lidiado en la 

Plaza de Toros de «El Toreo» (ciudad de 

México, D.F.), por el matador mexicano 

Lorenzo Garza de forma incomparable. A este 

toro fue el primero que Lorenzo le dio naturales 

de rodillas. El octavo toro de la tarde, llamado 

Suerte Buena, hirió de gravedad, primero, al 

diestro Alberto Balderas en el muslo izquierdo, 

al intentar un quite y después a Luis Castro 

(El Soldado), en la ingle izquierda cuando 

clavaba un par de banderillas, al tiempo que 

el monosabio Simón Cárdenas se arrojó 

sobre el astado para evitar valiente-mente que 

volviera a ser corneado. Jesús Solórzano, sin 

dejarse impresionar por los percances lidió a 

Suerte Buena y terminó cortándole el rabo. 

229.7) Amapolo I: 

El (11-12-1946), en la plaza del 

antiguo coso El Toreo de la Condesa, en la 

ciudad de México, D. F., tuvo lugar una corrida 

histórica, en la que se lidiaron tres toros 

extraordinarios, de la ganadería mexicana de 

Pastejé, de don Horacio Arrieta J., siendo el 

primero, Amapolo I, inmortalizado por 

Lorenzo Garza, al que le cortó las orejas y el 

rabo, siendo la primera vez que se enfrentaba 

a Manuel Rodríguez (Manolete) en un ruedo. 

En esa misma corrida, también Lorenzo 

Garza, con Buen Mozo alcanzó un resonante 

triunfo al remontarse a alturas insospechadas, 

en tarde de decisión e inspiración, 

sin tomar en cuenta el enorme rival que tenía 



en el ruedo (Manolete).» A este bravísimo toro 

le cortó las dos orejas y el rabo. Por cierto 

que Lorenzo, confirmó ese día la alternativa 

a Leopoldo Ramos, más conocido por el 

Ahijado del Matadero. 

Manzanito cerró la histórica trilogía 

de esa tarde memorable, siendo un astado 

con romana y trapío, de encastada bravura, 

que desarrolló sentido (30), pero recibió la lidia 

adecuada. Manolete, que fue su matador, 

brindó la faena a La Porra, grupo caracterizado 

por su intransigencia y parcialidad, 

que hostilizaba al inolvidable Monstruo de 

Córdoba, para realizar una gran faena, plena 

de poderío, en la que dio cátedra del pase 

natural en todas sus formas posibles. 

Al final de la faena llevó al magnífico 

toro, con pases de tirón, al tercio de «La 

Porra» y allí lo mató certeramente, ganando 

a ley los máximos trofeos. Un cronista de 

entonces escribió: 

«En resumen, una magnífica corrida 

de toros que servirá de modelo para 

justipreciar futuros encierros y un triunfo 

grande para la divisa amarilla y negro: 

«Amapolo, Buen Mozo I y Manzanito son 

nombres que deben figurar junto a Andaluz, 

Clarinero y Tanguito.» Por la noche, los 

partidarios de Lorenzo Garza y Manuel 

Rodríguez (Manolete) se dieron de golpes en 

el popular café de las calles de Bolívar, 

conocido por el Tupinamba, el que 

destrozaron en gran parte. En esa corrida, 

recibió la alternativa Leopoldo Ramos 

(Ahijado del Matadero), como quedó 

señalado, de manos de Lorenzo Garza y ante 

la presencia de Manuel Rodríguez 

(Manolete), con Monaguillo, de la misma 

ganadería mexicana de Pastejé. Esa misma 

tarde, Garza le cortó los rabos a los toros: 

Amapolo I y Buen Mozo I y Manolete una 

oreja a Murciano y el rabo a Manzanito. 


El toro negro, llamado Amapolo, 

marcado con el número 33, de la vacada de 

don Alipio Pérez Tabernero Sanchón, lidiado 

101


en quinto lugar en la corrida celebrada en la 

Plaza de Toros de Zaragoza el (14-10-1947), 

recibió una mayoritaria y atronadora ovación 

del público en la vuelta al ruedo que se le dio 

al arrastre. 


Aquella tarde del (15-04-1962), en la 

Plaza de Toros de la ciudad fronteriza 

mexicana de Nogales (Estado mexicano de 

Sonora), con el astado, llamado Amapolo - 

¡qué ironía de nombre!, en una población por 

donde circula el narcotráfico hacia los EE.UU- 

, del hierro de El Romeral, recibió la alternativa 

el diestro Tomás Abaroa Galardo -nacido en 

Manzanillo (Colima), el (09-12-1930)-, de 

manos de Fermín Rivera y de testigo Luis 

Procuna. Un doctorado para sólo cinco años, 

ya que Abaroa, estuvo trabajando como 

matador hasta finalizar la temporada de 1966, 

pues al no lograr los resultados que esperaba 

–ya en la temporada de 1963 sólo toreó dos 

festejos-, dejó el estoque y, desde 1967 

comenzó a actuar como banderillero. 

Perteneció a las cuadrillas de Joselito Huerta, 

el rejoneador Gastón Santos, Eloy Cavazos, 

Curro Rivera, Antonio Lomelín, Jesús 

Solórzano y Miguel Espinosa (Armillita). 

Joselito Huerta, Salvador Rojas y, a 

la derecha en autor. 


El (09-12-1964), fue una fecha 

memorable para la ganadería mexicana de 

Campo Alegre, ya que los siete toros lidiados 

en esa corrida: Amapolo, Revenido, 

Andaluz, Barco, Consentido, Argentino y 

Currito, constituyeron un balance de 5 

desorejados, en la plaza de San Cristóbal 

(Venezuela), en una tarde en que el torero de 

Lo que fue Manuel Benítez (el 

Cordobés) y verle «apagado» la 

que le dio la alternativa a El Juli.» 

Palma del Río (Córdoba, España), Manuel 

Benítez (El Cordobés), alcanzó uno de sus 

más grandes triunfos en plazas de Sudamérica. 

Todos, sin excepción, fueron ovacionados 

en el arrastre, ya que su bravura y 

nobleza no decayó a lo largo del festejo. Este 

éxito sin precedentes, le abrió a la ganadería 

un nuevo mercado para lidiar sus toros en 

cosos venezolanos. 




El (17-04-1971), en un festival 

celebrado en la Monumental de Morelia 

(México), llamado Amapolo, se ganó en 

premio por su gran bravura y nobleza la 

cantidad de cinco mil pesos -de aquellos- en 

el Concurso de Ganadería en el que participó. 

Lo lidió Joselito Huerta, que alternó esa tarde 

con Alfonso Ramírez (El Calesero) y Capetillo. 

234.1) Amargoso: 

Tras cinco temporadas (1914-1918) 

como novillero José Flores González 

(Camará) -nacido en Córdoba el (07-05- 

1899)-, en las que realizó una labor de cierto 

interés, le llevaron, como a tantos otros, a 

tomar con precipitación la alternativa, y el (21- 

03-1918) le doctoró en la Plaza de Toros de 

Madrid José Gómez Ortega (Joselito), al 

cederle la muerte del toro, llamado Amargoso, 

de la señora viuda de don José María 

Benjumea, como los de toda la corrida, 

siendo testigo, Julián Sáinz (Saleri II). 

Camará fue arrollado en el primer lance de 

capa a su primero; se adornó en quites, pero 

se le olvidó dejar al toro en suerte; muleteó 

regularmente y de dos pinchazos largados a 

prudente distancia y una estocada hábil dio 

cuenta del enemigo. Con el otro que le 

correspondió hizo una faena fría y sólo la 

estocada con que lo tumbó valió algo. 

Amargoso, de la ganadería del 

marqués de Albayda. 




El astado de pelo negro, bragado, 

bautizado con el nombre de Amargoso, de 

la ganadería perteneciente al marqués de 

Albayda, jugado en Madrid el (27-06-1929), 

soportó cuatro varas, llegando bravo a la 

muerte. Fue el día de la de la presentación 

oficial de la ganadería en Madrid. El origen 

de esta vacada arranca en la que poseyó en 

Baeza (Jaén) el marqués de Cullar de Baza, 

la heredó en 1886 de don Andrés Fontecilla. 

Posteriormente pasó a manos de don 

Juan Agudo (Linares, Jaén), de quien la 

adquirió don Eloy Hidalgo, de Salamanca, el 

cual compró casi al mismo tiempo una punta 

de ganado del marqués de Tamarón, 

eliminando la sangre de la vacada y sustituyéndola 

por la de Vistahermosa, que 

conservaba hasta la década de 1940. Es por 

ello que el toro Amargoso, nada tenía de sus 

sangre primitiva y sí de la última ganadería 

señalada. 



Amargoso, marcado con el número 13 y 

con 519 kilos de p. v., de la ganadería de El 

Pizarral, fue lidiado en la madrileña Plaza de 

Las Ventas el (11-08-1968), al que las mulillas 

le dieron una póstuma vuelta al ruedo en el 

arrastre. 

237) Ambateño: 

La divisa de la ganadería colombiana 

de Ambaló se vio luciendo sobre el quinto toro, 

llamado Ambateño, lidiado la tarde del (10- 

12-1995), en la Plaza de Toros de Palmira 

(Colombia). Estaba arcado con el número 9 

y pesó 446 kilos de p. v., correspondiéndole 

en suerte a César Camacho. Se le premió 

con una postrera vuelta al ruedo y días 

después con el Trofeo al mejor toro de la feria 

de aquella ciudad. 

238) Ambicioso: 

El astado de pelaje negro bragado, 

llamado Ambicioso, de hermosa jechura y 

103


La fecha del (22-05-1971) quedará para siempre grabada en letras de oro, 

como la efeméride más grandiosa que se haya registrado hasta hoy en la 

Tauromaquia mexicana. En la imagen el toro «Amistoso.» 

marcado con el nº 74, de la divisa de don 

Fernando de la Cámara, fue corrido en la 

Plaza de Toros de La Coruña el (05-08-1961), 

haciéndose acreedor a ganar el trofeo «Pro 

Toro»· donado por la Peña Taurina Coruñesa 

para premiar el mejor ejemplar de entre los 

lidiados en aquella Feria. 

239) Americano: 

El (21-08-1904) se celebró en la plaza 

madrileña una corrida en la que alternaron 

los diestros Revertito y Mazzantinito, y novillos 

del duque de Veragua XIV y de don Santiago 

Muriel; el sexto novillo, llamado Americano, 

cárdeno oscuro y abierto de cuerna, atropelló 

al banderillero de novillos, Jesús Amadeo 

Sánchez Lahoz (Perlita), al echarle un capote 

en el tercio de banderillas, y al intentar el 

torero levantarse lo enganchó el cornúpeto y 

le corneó contra la barrera. En la enfermería 

se le apreciaron una cornada en el muslo 

derecho que le seccionó la femoral. A las 

pocas horas dejó de existir el modesto 

banderillero, desangrado a pesar de que los 

facultativos le colocaron pinzas en la herida 

para contener la hemorragia. En una carroza 

tirada por cuatro caballos fue conducido su 

cadáver al cementerio en medio de una 

enorme manifestación de duelo. 

240.1) Amigo: 

El (22-05-1971), la ganadería 

mexicana de San Miguel de Mimiahuapan 

(México), propiedad entonces de don Luis 

Barroso Barona, obtuvo un gran triunfo al 

lidiarse un estupendo encierro por los diestros 

Victoriano Valencia, el mexicano Antonio 

Lomelín y José Luis Parada. El orden salieron 

los de Tlaxcaltecas fue así: Hermano, 

Cariñoso, Manito y Amistoso, mereciendo 

la vuelta al ruedo, Cuate y Amigo. 





Homenaje en Madrid a la ganadería mexicana de Mimiahuapan, primera 

divisa de nuestro país hermano, corrida en España. 

241.2) Amigo: 

La tarde del domingo (09-01-2000), el 

diestro mexicano Jorge Gutiérrez, por aquello 

de del que persevera alcanza, logró un gran 

éxito en la «Plaza México», con Copitas, de 

la ganadería mexicana de don Javier Garfias, 

como el resto de los astados de la corrida. 

Alternaron con él Eulalio López (El Zotoluco) 

y Julián López (El Juli). En esa corrida, El 

Zotoluco le realizó dos sensacionales faenas 

a los toros: Chinaco, al que le quitó un 

apéndice con petición de otros, y al astado 

Amigo, con el que tuvo petición de oreja, 

ambos de la ganadería citada. 

242.1) Amistoso: 

La fecha del (22-05-1971) quedará 

para siempre grabada en letras de oro, como 

la efeméride más grandiosa que se haya 

registrado hasta hoy -siguiendo en parte al 

gran espada de la crónica taurina mexicana 

don Agustín Linares- en todos los anales 

taurinos, de una ganadería de reses bravas 

mexicana. Tuvo como escenario el ruedo de 

Monumental plaza de toros madrileña, de la 

capital de España, en la tradicional y postinera 

Feria de San Isidro, donde los colores morado 

y amarillo su cubrieron de gloria torera, para 

la divisa mexicana de San Miguel de 

Mimiahuapam. Aquel inusitado acontecimiento, 

escribió una las páginas más bellas, 

como se volverá a repetir, para el prestigio 

de una vacada, al darse el insólito caso, de 

que por primera vez en la historia de México, 

se haya lidiado una corrida de este país, en 

la llamada catedral del toreo, la Plaza Monumental 

de Las Ventas , en Madrid. De los 

potreros de Tlaxcala, y rumbo al Viejo Mundo, 

un buen día del año 1970, cruzaron el Océano 

Atlántico los toros de Mimiahuapam, llevando 

en su sangre la raza, y bravura, con que 

siempre se han caracterizado. 

105


Por encima de la lógica aventura que 

semejante decisión tuvo, hay que agregar el 

lógico riesgo y, sobre todo, la gran responsabilidad 

que ello representaba para don Luis 

Barroso Barona, propietario entonces de la 

vacada, pero sobre ello lucía la ilusión, el 

placer, el anhelo, que, apartados de todo 

materialismo y, con los ojos puestos en 

consumar un deseo, el que al fin y a la postre 

se logró, teniendo para ello infinidad de 

problemas que se fueron presentando, desde 

la llegada de los toros a España, hasta que 

fueron lidiados, debido al largo viaje que 

sufrieron en su travesía marítima, necesitando 

después como era lógico un largo 

período de recuperación, el que lograron en 

definitiva debido al celo del caballeroso 

ganadero español, don Álvaro Domecq y 

Díez, gran amigo de don Luis Barroso, que 

ofreció su dehesa de Los Alburejos, en el 

campo bravo jerezano, para que pastaran y 

se aclimataran los toros aztecas. 

Y llegó -nos repite don Agustín 

Linares- la histórica tarde del (22-05-1971), y 

al sonar el clarín anunciando el comienzo del 

festejo y, ante una gran expectación de la 

concurrencia y de todos los medios taurinos 

españoles, hicieron el paseíllo el madrileño 

Victoriano Valencia, el mexicano Antonio 

Lomelín y el también hispano José Luis 

Parada. Rota la formación de las cuadrillas, 

los timbales del coso máximo de la capital 

española, redoblaron ante un silencio 

expectante, para que saliera a la arena -en 

esta famosa feria de San Isidro-, el primer 

toro mexicano, que como lazo de hermandad 

entre los pueblos de México y España, que 

llevan en su nombre tres sílabas, que unidas 

simbolizan una palabra: 

Hermano fue un toro con trapío, 

arrogante, de bella estampa, bravo de 

principio a fin, al que toreó bien Victoriano 

Valencia, siendo ovacionados sus despojos 

al ser arrastrado por el ruedo. La cabeza del 

toro que protagonizó la hermandad taurina 

entre México y España, que abrió plaza en 

aquella memorable corrida, fue donada por 

el señor don Luis Barroso Barona a la 

Diputación Provincial de Madrid, propietaria 

del coso de Las Ventas, la que allí simbolizará 

para siempre el recuerdo de tan singular 

acontecimiento, en el Museo Taurino existente 

en la misma plaza Monumental madrileña. 

Ocupó el segundo lugar, Cariñoso, 

también extraordinario, que dio en todos los 

tercios una gran pelea, alegre en su 

embestida, bravo y noble, pero codicioso con 

los caballos, arrancándose de lejos y 

recargando una y otra vez en la suerte, 

correspondiendo al también bravo torero de 

Acapulco, Antonio Lomelín, que lo banderilleó 

a placer, viniéndole el toro de lejos, con alegría, 

la que no perdió un solo momento, llegando 

a la muleta en inme-jorables condiciones, las 

que aprovechó el torero para realizar una gran 

faena, que culminó con certera estocada, 

para ganarse a ley una oreja, siéndole negada 

otra, que insistentemente pedía toda la plaza, 

recibiendo en su triunfal vuelta al ruedo, el 

clamor de un público entusiasta, que volvió a 

aplaudir, y aún en forma más delirante, la 

bravura de Cariñoso, cuando las mulillas lo 

retiraban del ruedo. 

Continuó el éxito de los toros de 

Mimiahuapam, con Manito, lidiado en tercer 

lugar, al que al igual que sus hermanos 

anteriores, dio una magnífica pelea, 

desentonando el torero José Luis Parada, 

ante tan notable bravura, que también 

ovacionaron los aficionados madrileños, 

cuando el toro era arrastrado a su destino 

final. 

Cuando se abrió la puerta de toriles y 

apareció en el ruedo el cuarto de la tarde, 

Amistoso, marcado con el número 33, un 

clamor de entusiasmo, era fiel reflejo de ese 

público de Madrid, que siempre observa con 

toda atención al notable toro, y ahí estaba él, 

arrogante, con trapío, con sus cinco primaveras 

y, sobre todo, con su raza, recibiendo 

cuatro puyazos recargando, para llegar a la 

franela con una condición suave y noble, sin 

perder un ápice su bravura, que Victoriano 

Valencia recibió doblándolo en varios 



muletazos, para templarle el poder, dejándolo 

como una seda de Oriente, lo que permitió 

que el diestro lo toreara a placer, sumergido 

una embestida sincronizada, con armonía de 

espíritu entre ambos, hasta que, desgraciadamente, 

no se logró la consumación feliz 

de la suerte suprema, debido al acero. 

Pero Amistoso sí subió a la gloria, 

después de haberle dicho a Valencia: Aquí me 

tienes con toda mi raza, mátame bien y a la 

primera estocada, porque quiero morir como 

los bravos, para honra de mis potreros 

tlaxcaltecas, de los que salí un día para este 

viejo continente, en holocausto de triunfo para 

la divisa que llevo, a cambio de una gloriosa 

muerte.» Y, al doblar Amistoso, aquella masa 

compacta de la Plaza Monumental de La 

Ventas, considerada por su legendaria 

historia, cuna y cátedra del toreo, aclamó al 

unísono los bravos despojos del aquel toro 

mexicano rindiéndole autoridad y público, el 

justo y merecido homenaje, de ser paseado 

por el anillo, en triunfal vuelta, quedando desde 

entonces como una de las más importantes 

efemérides de la historia taurina, el insólito 

caso, de que de la dehesa de San Miguel de 

Mimiahuapam, saliese un encierro para 

Toro de pelaje jabonero claro. 

enarbolar la bandera victoriosa, de ser el más 

bravo de la famosa Feria de San Isidro... 

243.2) Amistoso: 

El novillo de don Enrique Martín 

Arranz lució su divisa en la coso de Jaén la 



Divisa de la ganadería mexicana 

«Begoña», de don Alberto Bailleres. 

tarde del (11-06-1990). Se llamó Amistoso, 

estaba marcado con el número 31 y era 

negro. Se corrió en cuarto lugar y fue 

merecidamente premiado con una vuelta al 

ruedo antes de pasar al desolladero. Su 

estoqueador fue Antonio Borrero (Chamaco), 

que le cortó las dos orejas, 

244) Amolador: 

José Antonio Carretero remató el toro 

de la ganadería venezolana de Guachicono, 

de pelaje jabonero, llamado Amolador, que 

fue lidiado en el coso de Maracay, el (13-03- 

1988). Sus restos merecieron los honores de 

una vuelta al ruedo y días después le 

otorgaron el prestigioso Premio que concedía 

la Casa Domecq al mejor toro de la feria de 

aquella ciudad. 

245) Amor Grande: 

Se doctoró Fernando Ochoa, matador 

de toros mexicano, el (07-01-1996) en la 

Monumental de Aguascalientes, siendo su 

padrino Miguel Espinosa (Armillita Chico) y 

de testigo el madrileño José Miguel Arroyo 

(Joselito), con Amor Grande, número 192, 

con 573 kilos, de la ganadería mexicana de 

Begoña. El prestigiado cronista taurino, don 

Addiel Bolio –padre, cosa que aclaramos, 

porque le disgusta en serio se le confunda 

con su hijo, del mismo nombre y apellido, 

agreciéndole siempre la atenciones que tuvo 

con este autor-, en su Taurinerías, sección 

del diario La Afición, de México, con fecha 

jueves (14-10-1999), nos dice: «Pizarro y 

Ochoa, pareja para los 2000», pues estaba 

convencido de que formaban entonces, a 

finales de 1999, «una pareja aguerrida, esos 

107


Don Álvaro Domecq y Díez, 

herrando en Los Alburejos. 

dos jóvenes matadores de toros, el capitalino 

Federico Pizarro y el moreliano Fernando 

Ochoa. Los dos llevan una trayectoria muy 

similar y de seguir cultivando esa rivalidad, 

que debe florecer durante la temporada que 

está por empezar, habrá buenos dividendos 

para la fiesta brava. Los aficionados quieren 

-como siempre y en todas partes- tener gallos 

y eso es parte de la pasión que se debe 

generar en una plaza de toros. Suerte a 

ambos y ojalá que no olviden que El Toreo es 

el Grito de Angustia Ahogado por el Suspiro 

del Arte.» 

246.1) Amoroso: 


Amoroso, herrado con el número 90 y con 

481 kilos de peso bruto, perteneciente a la 

ganadería de Torrestrella, propiedad de don 

Álvaro Domecq y Díez, fue lidiado en la Plaza 

de Toros de Valencia el (17-03-1969) –tercera 

función de las Fallas-, con el que Diego 

Puerta le concedió la alternativa a Juan Antonio 

Alcoba (Macareno), en presencia de Paco 

Camino. Estuvo muy lucido en el toro de su 

doctorado, dando una vuelta al ruedo. 


La tarde del (23-12-1979), en la 

Monumental plaza México, el famoso diestro 

mexicano Manolo Martínez, tras una 

inenarrable faena indultó al segundo, llamado 

Amoroso, de la ganadería mexicana de San 

Miguel de Mimiahuapam. A su primer astado, 

llamado Villancico, se le fue vivo a los 

corrales. En esa misma corrida, Miguel 

Espinosa (Armillita Chico) le cortó una oreja 

a Peregrino y el español Lázaro Carmona 

confirmó su alternativa, de manos de Manolo 

Martínez, que le cedió la muerte de Mensajero. 


El toro de la divisa de la ganadería de 

Guachicono, herrado con el número 390 y 482 

kilos de peso p.v., llamado Amoroso, 

correspondió en suerte, en corrida nocturna 

celebrada en Cali (Colombia), el (29-12- 

1995), al matador José Ortega Cano, que el 

cortó simbólicamente la dos orejas, pues para 

tan extraordinario ejemplar, por su bella 

jechura, bravura y nobleza, le fue solicitado 

Eloy Cavazos dando una vuelta 

triunfal al ruedo, con la dos orejas. 

el indulto, que concedió, el presidente. Días 

después, los jurados encargados de conceder 

los trofeos Junta de la Plaza de Cali, Peña 

La Sultana y Peña Santiago de Cali, 

decidieron que era acreedor a los respectivos 



premios que distinguen al toro más bravo de 

la Feria del Señor de los Cristales. 

249) Amuleto: 

El (06-05-2000), en el coso de la 

Monumental de Aguascalientes, el diestro 

Eloy Cavazos, le cortó las dos orejas y el rabo 

a Amuleto, con el número 366 y con 450 

kilos, de la ganadería mexicana de don Julio 

Delgado. Así narró la faena, en el diario 

deportivo mexicano La Afición, el cronista don 

Addiel Bolio, dice: 

«En su segundo, Amuleto, vino la 

gran faena desde que abrió la capa. Su labor 

de muleta la brindó Eloy al programa 

radiofónico «Palco de Feria» que dirigimos 

desde hace 15 años en esta bella tierra, y fue 

una verdadera locura en el tendido por la 

manera en que este diestro único iba cuajando 

el gran trasteo con ambas manos, pleno 

de temple, arte y ritmo, hasta que la remató 

de certera estocada, para cortar las orejas y 

el rabo...» Esa tarde alternó Eloy con Jorge 

Gutiérrez, que indultó a Tunero, de la 

ganadería mexicana De Santiago, dando una 

vuelta triunfal al ruedo; y Óscar San Román, 

que cortó dos orejas, siendo paseados los 

tres a hombros. 

250) Amparador: 

Lució especialmente la divisa brava 

de uno de los toros de doña María del Carmen 

Camacho, llamado Amparador, corrido en 

el coso de Albacete la tarde del (10-09-1990). 

Estaba herrado con el número 14 (41), era de 

pelaje negro y dio un peso de 510 kilos de 

p.v. Obtuvo por su bravura el trofeo de la 

Delegación de Cultura de Castilla-La Mancha 

al toro más bravo de la Feria de Albacete. L 

remató Manuel de Paz. 



251) Anchavía: 

El astado de don Joaquín Pérez de la 

Concha, de nombre Anchavía, lidiado en 

Zafra (Badajoz), sin que sepamos la fecha; 

después de matar siete caballos saltó la 

barrera y en el callejón hirió a un soldado y 

mató a un vendedor de quincallas. 

252) Andador: 

El astado de la vacada de don Marcos 

Núñez, llamado Andador, fue corrido en 

cuarto lugar en la Plaza de Toros de Málaga 

el (09-08-1974), al que se le concedió el 

galardón destinado a premiar el toro más 

bravo de aquella Feria. El citado ganadero 

tendrá siempre el alto honor de haber 

solicitado los servicios del doctor Juan J. 

Zaldívar Ortega para vacunar a distancia, por 

vía subcutánea, contra la glosopeda a todos 

sus toros, convirtiéndose así en el primer 

ganadero en la Historia de la Tauromaquia que 

permitió semejante avance científicotecnológico. 

Este tipo de hechos suelen ser 

desconocidos por la Enciclopedia El Cossío. 

Además, tenía en su época la mejor parada 

de cabestros de España. El segundo 

ganadero que vacunó a distancia varias corrida 

fue el marqués de Domecq, en la dehesa 

de Martelilla. 

253.1) Andaluz: 

La primera vez que en la tauromaquia 

aparece un astado, con el nombre de 

Andaluz, fue el (16-06-1794), en las corridas 

en las que actuaron José Delgado (alias Yllo) 

y Bartolomé Ximenez, de Cádiz, en la Real 

Maestranza de Granada, según aparecen en 

un AVISO PÚBLICO, en virtud de disfrutar la 

ciudad de Real Privilegio, en corrida que se 

celebrará en su Plaza Anfiteatro, siendo la 

primera de la temporada, con ganado de las 

(41) El primer astado con ese número fue un novillo, llamado Algabeño, de don Carlos Núñez, 

lidiado el (04-07-1943); el segundo, se llamó Año Nuevo, y se lidió el (01-01-1987) y era del 

colombiano de Huachicono. Correspondió en suerte al diestro colombiano César Rincón, que le 

cortó las dos orejas; y el tercero, se lidió el (10-09-1990), llevó el nombre de Amparador, y fue de 

doña María del Carmen Camacho, corrido en el coso de Albacete. 

109


famosas vacadas de doña Rafaela de 

Cuenca, vecina de Guadix, con divisa Pajiza, 

y de don Gabriel Díaz, de la Calahorra, 

Encarnada. Actuaron los picadores de vara 

larga: Laureano Ortega, de Cádiz; Antonio 

Parra, de Villanueva del Ariscal, y de 

sobresaliente, Juan López, de Badajosillo. 

Ese día se lidiaron dos corridas, en la primera, 

que se inició a las 10:30 de la mañana, se 

lidiaron cuatro toros; y la segunda, a las 5:30 

de la tarde. En la de mañana, se corrieron 

cuatro astados: Victorioso, Impetuoso, 

Ufano y Arrogante. En la de tarde, se 

corrieron ocho: Caprichudo, Andaluz, 

Audaz, Colérico, Leal, Hechicero, Bromea 

y Enredador. 



Cipriano Ferrer, ubicada en Pina de Ebro 

(Burgos), de nombre Andaluz, que se jugó 

en la antigua Plaza de Toros de Barcelona el 

(22-05-1851), aguantó 30 puyazos y mandó 

a la enfermería al picador Joaquín Coyto 

(Charpa). 


El burel de la ganadería española de 

don Agustín Flores, llamado Andaluz, que fue 

lidiado en la corrida inaugural de la Plaza de 

Toros de Caravaca (Murcia), el (29-09-1880), 

que llegó a la muerte con tres varas rotas y 

clavadas en el morrillo, después de tomar 15 

puyas (42) y matar cuatro caballos, lo estoqueó 

Ángel Pastor. En esa misma corrida y de la 

misma ganadería, el toro de nombre 

Cuadrillero, recibió también 15 varas y mató 

cinco caballos, rematándolo el cordobés 

Rafael Molina (Lagartijo). 


Eugenio Ventoldrá, José Arana 

(Chatillo de Bilbao) y Victoriano Roger 

(Valencia II) alternaron en Madrid el (21-09- 

1919), día que se presentó en la Corte 

Victoriano Roger. Los novillos fueron de don 

José Bueno, figurando entre ellos los 

llamados Redondo, de pelaje negro y listón 

y Andaluz, de pelo jabonero. El Chatillo de 

Bilbao anduvo torpe y desconcertado, y 

remató malamente los dos enemigos que le 

tocaron. Los dos toros citados fueron 

banderilleados por Manuel Plaza, banderillero 

madrileño, que comenzó a torear en 1918, 

llamando la atención y haciendo concebir 

fundadas esperanzas en sus facultades. 

Figurando en la cuadrilla de Valencia II el 

citado 21 de septiembre, actuando con gran 

acierto, escuchando muchos aplausos. 

Después trabajó en algunas funciones, sin 

haber logrado confirmar lo que sobre él y su 

porvenir taurino se auguraba. 


El (15-12-1940), Andaluz, de la 

ganadería mexicana de Zotoluca, hirió 

gravemente en el muslo izquierdo al célebre 

diestro azteca Lorenzo Garza, en la Plaza 

de Toros de «El Toreo», de la ciudad de 

México, D. F. 

(42) La lista está formada, en principio, por dieciocho toros notables que aguantaron ese mismo 

número de varas. El primero del que históricamente se tiene noticia llevó el nombre de Beleto, era 

de don Juan G. Fuentes, fue lidiado el (12-06-1853) en Barcelona, mató seis caballos y, en una 

caída dislocó un brazo al picador Ceballos. El último de la relación, hasta ahora, se llamó 

Nazareno, de don Juan J. González Nandín, que fue lidiado en 1893 en la Real Maestranza de 

Caballería de Sevilla, en una corrida-concurso, originando varias caídas, matando seis caballos, 

obteniendo el primer premio. En total han sido 18 toros los que componen la lista, y desde 1893 

ningún otro ha recibido 15varas. Pero es posible que el número de los toros que recibieron esa 

cantidad de varas fuese a lo largo del tiempo mucho mayor de los aquí contabilizados. Un ejemplo 

de ello, singularmente ocurrido en México, fue el astado que llevó el nombre de Beto, de la 

ganadería mejicana de Santín, de don Rafael Barbabosa, que lidiado en Tunacingo (Guerrero, 

México), tomó unas 15 varas, y mató siete caballos; si bien, desconocemos la fecha. 




El (31-01-1943), se lidiaron en la Plaza 

de Toros de «El Toreo», en la ciudad de 

México, D. F., tres toros de bandera -de un 

imponente encierro-, de la ganadería 

mexicana de Pastejé. El segundo toro de 

bandera de esa corrida se llamó Andaluz, fue 

aplaudido desde que salió al ruedo y hasta 

ser arrastrados sus despojos, habiendo sido 

codicioso con los caballos, recargando, no 

volviendo la cara, y aguantando el duro 

castigo de los piqueros, a los que logró 

desmontar de las cabalgaduras. Andaluz fue 

el toro con el que se doctoró el diestro mexicano 

Antonio Velázquez, de manos de Fermín 

Espinosa, que honor a la verdad Antonio 

Velázquez no pudo aquella tarde con el 

paquete, ya que la avalancha torera de Armillita 

con Clarinero y Silverio con Tanguito, le 

metieron en un emparedado. 

Fue el maestro de Saltillo, Fermín 

Espinosa (Armillita) a quien cupo el honor de 

inmortalizar a Clarinero, que en esa corrida 

hacía el debut de la ganadería, realizándole 

una faena extraordinaria, plena de técnica y 

de arte en los tres tercios de la lidia y 

cortándole los apéndices a tan notable astado. 

Tanguito, completó la trilogía en esa memorable 

corrida, no menos famoso que los sus 

anteriores compañeros y que inmortalizó el 

diestro mexicano Silverio Pérez, al realizar 

una de las más grandes faenas de su vida, 

prestándose la noble embestida del astado, 

para que el gran «Faraón» realizase su toreo 

de temple y parsimonia, ante el continuo 

clamor de una plaza convertida en manicomio. 

Salió vestido esa tarde de marfil con 

bordados en pasamanería negra y sin ningún 

complejo ni superstición. 


El novillo de pelaje negro, llamado 

Andaluz, herrado con el número 111 y con 

211 kilos en canal, fue de la ganadería de 

don José Tomás Frías y Hermanos, siendo 

lidiado en tercer lugar en la corrida celebrada 

en Madrid el (01-08-1954), haciéndose 



merecedor de la vuelta al ruedo que le dieron 

las mulillas en el arrastre. 


La tarde del (19-11-1954), recibió la 

alternativa en la plaza mexicana de Irapuato 

(Guanajuato), el diestro Amado Ramírez (El 

Loco), de manos de Fermín Rivera y siendo 

testigo Guillermo Carvajal, con Andaluz, de 

la ganadería mexicana de Tequisquiapan. 



de Monterrey, del Estado mexicano de Nuevo 

León, fue indultado Andaluz, por el 

pundonoroso diestro mexicano Jaime Bravo, 

al igual que su compañero Aventurero, de la 

ganadería mexicana de Cuaxamalucan, por 

el extraordinario muletero Humberto Moro, al 

que le realizó una faena memorable, dada las 

magníficas cualidades del ejemplar astado. 

Don José Julián Llaguno, Mariano 

Ramos, dando una vuelta triunfal 

al ruedo. La labor de sabia 

selección que realizó don Antonio 

Llaguno González acaba de 

cumplir el Primer siglo. 

111


Estos dos toros, que fueron largamente 

aclamados por el público, regresaron al 

campo bravo, y una vez curados, comenzaron 

a padrear, dando excelentes crías. Era 

la segunda vez que se indultaron dos toros 

en una misma corrida. 



Andaluz, marcado con el número 7, del hierro 

de don José Tomás Frías Hermanos, le 

concedieron una vuelta al ruedo en la corrida 

celebrada la tarde del (03-07-1960), en la 

Plaza de Toros de Ciudad Real. 

Paco Camino «meciendo acompasado 

y templado el capote», como pocos 

en toda la historia del toreo. Por eso 

está entre los ochos «toreros de 

arte.» 

263.11) Andaluz I: 


de El Toreo de la ciudad fronteriza mexicana 

de Tijuana, se indultó a Andaluz I, de la 

famosa ganadería zacatecana de Arroyo 

Hondo, de don José Julián Llaguno, ubicada 

en el término municipal de Fresnillo (Estado 

de Zacatecas), al que lidió magníficamente 

el desaparecido diestro mexicano Jaime 

Bravo. Fue el segundo astado que con ese 

nombre indultó el referido diestro. 

264.12) Andaluz II: 

El domingo (16-12-1962), en tarde 

inaugural de la temporada en la «Plaza 

México», fueron lidiados toros encastados y 

nobles de la ganadería zacatecana de Arroyo 

Hondo, de don José Julián Llaguno: Andaluz 

II, Recuerdo, Galán, Relojero, Fistol y 

Zacatecano. Para poner de relieve su 

bravura, basta decir que mandaron a la 

enfermería a Antonio Velázquez con un brazo 

dislocado, al matador hispano Paco Camino 

herido, habiendo antes desorejado a Andaluz 

II y cuyos apéndices le llevaron a la mesa de 

operaciones y, asimismo, hirieron a un picador 

y a un banderillero. «Fue una corrida 

bravísima», aseguró el escritor taurino don 

Agustín Linares. Al que cerró plaza, de 

nombre Zacatecano, le dieron cuatro 

puyazos, derribando al piquero dos veces. Se 

le dio la vuelta al anillo al ser arrastrado por 

las mulillas. Humberto Moro, el tercer 

alternante, se quedó solo en el ruedo con la 

corrida, en el cuarto toro. 

La nota sobre esa corrida, de los 

cronistas AB y AAB, dice: «Confirma su 

alternativa Paco Camino, en la Plaza México, 

de manos de Antonio Velázquez y ante la 

presencia de Humberto Moro, con el toro, 

Recuerdo -fue Andaluz II-, de José Julián 

Llaguno y al que le cortó una oreja protestada 

además de herirlo en la axila derecha. En el 

mismo festejo, Velázquez resultó luxado del 

hombro derecho, por el toro Fistol.» 


Es el único toro que con ese nombre 

reseña don Agustín Linares, en su obra Toros 

Famosos de México, publicada en 1979, sin 

que nos diga la razón de tan breve 

información: «Grande en verdad fue el éxito 

alcanzado por el ganadero mexicano don 

Luis Obregón Santacilia, al lidiar en la 



Monumental Plaza de Toros de Monterrey, el 

(26-01-1964), a Andaluz, marcado con el 

número 31, que tocó en suerte al famoso 

torero de Palma del Río, Manuel Benítez (El 

Cordobés). Fue un toro extraordinario, de gran 

bravura y nobleza, siendo ovacionados sus 

despojos por la arena, en la que dio la vuelta 

al ruedo don Luis, en medio de los aplausos 

de la afición que llenaba el coso y en compañía 

de tan distinguido diestro. Por cierto, hizo 

declaraciones, afirmando que fue con el toro 

que más a gusto se había sentido en México... 

y con el primer ganadero de este país que 

daba la vuelta al ruedo.» 





en esa corrida: Andaluz, Amapolo, 

Revenido, Barco, Consentido, Argentino 

y Currito, constituyeron un balance de 5 

desorejados, en la plaza de San Cristóbal 

(Venezuela), en una tarde en que el torero de 

Palma del Río (Córdoba, España), Manuel 

Benítez (El Cordobés), alcanzó uno de sus 

más grandes triunfos en plazas de Sudamérica. 

Todos, sin excepción, fueron ovacionados 

en el arrastre, ya que su bravura y 

nobleza no decayó a lo largo del festejo. Este 

éxito sin precedentes, le abrió a la ganadería 

un nuevo mercado para lidiar sus toros en 

cosos venezolanos. 


El (16-07-1967) hizo su debut en la 

«Plaza México», la vaca mexicana de don 

Rafael Ruiz Villalpando, lidiando dos novillos 

de bandera, cuyos nombres fueron: Andaluz 

y Tato, lidiados en segundo y quinto lugar 

respectivamente, volviendo a triunfar la citada 

ganadería, pues ambos novillos fueron muy 

ovacionados. 


En abril de 1971, se lidiaron en San 

Luis Potosí (México), dos toros de bandera, 



El famoso matador mexicano Manolo 

Martínez, en uno de sus muchos 

triunfos en la Monumental de 

Insurgentes. 

de la ganadería mexicana de La Huertas, de 

don Luis Javier Barroso Chávez: Presumido, 

le correspondió a Manolo Martínez, dando 

una gran pelea a todo lo largo de su 

permanencia en el ruedo, siendo motivo de 

aclamaciones por parte del público, cuando 

lo arrastraban las mulillas; el segundo, 

Andaluz, fue lidiado en forma magistral por 

el famoso espada, de Tetela de Ocampo, 

Joselito Huerta, el que al tener ante sí tan 

valioso elemento, realizó con él una faena 

extraordinaria. 

269.17) Andaluz III: 

El (24-10-1978), se lidió en la plaza el 

Progreso, de Guadalajara (México), al toro de 

nombre Andaluz III, de extraordinaria bravura 

y al que Manolo Arruza le realizó una gran 

faena, dando vuelta al ruedo junto con el 

ganadero de Arroyo Hondo, don José Miguel 

Llaguno Gurza, hijo de don José Julián. 

113


270) Andamucho: 

El toro perteneciente a la divisa de don 

Benjamín Vicente Gallego, llamado 

Andamucho, se lidió en la Plaza de Toros 

madrileña de Getafe el (14-05-1989). Llevaba 

el número 33 en los costillares y se lidió en 

quinto lugar. Fue premiado con una póstuma 

vuelta al ruedo al ser arrastrado por las 

mulillas. Correspondió en suerte al diestro 

José Antonio Carretero, que obtuvo el gran 

triunfo de cortarle las dos orejas y el rabo. 

271) Andapoco: 


Andapoco, herrado con el número 93 y con 

524 kilos de p.v., de la ganadería de don 

Fermín Bohórquez Gómez, fue lidiado en la 


Madrid el (21-05-1954). Sobresalió dentro de 

un encastado y noble encierro, mereciendo 

el premio de la vuelta al ruedo el ser 

arrastrado por las mulillas. 

La lista de los toros de bandera que 

la ganadería jerezana de don Fermín 

Bohórquez, hace 45 años su padre y hoy su 

hijo, del mismo nombre es realmente larga. 

La mayoría de ellos pasaron a la historia de 

la Monumental plaza madrileña de Las Ventas 

-ese hierro y divisa es el que más toros ha 

lidiado en la Feria de San Isidro y ha recibido 

tal vez más premios, no sólo en la Corte, ya 

que en Jerez de la Frontera ganó en tres 

ocasiones con todos los merecimientos, el 

Concurso de Ganaderías-, llamándose el 

citado Andapoco, el que mató Pedro Martínez 

(Pedrés), o el Empresario, al que Antonio 

Chenel (Antoñete) le cortó dos orejas; ambos 

en Madrid (véase también Techador). 

272.1) Andarín: 

El novillo, de nombre Andarín, de 

pelaje negro meano, marcado con el número 

378, de la ganadería de don Ignacio Sánchez 

y Sánchez, fue lidiado la tarde del (10-10- 

1954), resultando bravo y noble. 

Toro cornialto o corniveleto, difícil 

de diferenciar claamente. 

273.2) Andarín: 

El novillo de pelaje cárdeno, llamado 

Andarín, de la ganadería de don Laurentino 

Carrascosa, fue corrido en Algemesí 

(Valencia) el (28-09-1967), al que las mulillas 

pasearon por el ruedo en su camino hacia el 

desolladero. 

274) Andarios: 

Salvador Sánchez Povedano 

(Frascuelo), Manuel Hermosilla y José 

Sánchez del Campo (Cara-Ancha) alternaron 

en Madrid el día (15-04-1877), en la 2ª corrida 

de abono, en la que sufrió Frascuelo la cogida 

más importante de cuantas tuviera hasta 

entonces. Fueron los toros de José Antonio 

Adalid –ésta ganadería presentó sus toros por 

primera vez en la antigua plaza de la Corte el 

(10-05-1874) y el (19-04-1896)-, y el 

segundo, de nombre Guindaleto, negro 

bragado, cornialto y de condición nerviosa, 

viva y traicionera. Tomó ocho varas de Juan 

Trigo y Antonio Suárez y mató dos caballos. 

Salió acosando con claro sentido en un quite 

al espada Hermosilla. Salvador metió oportunamente 

el capote, pero fue desarmado. 

«Lo que pasó entonces –narrado por 

Peña y Goñi- no es fácil de precisarlo; 

Frascuelo, que vestía ese día de corinto y 

negro, mató al primero de un gran volapié 

hasta la mano, pero en el segundo, se quedó 

sin capote, y echó mano a la montera para 

defenderse; Hermosilla quedó sin capote 



también; toparon los dos, los embrocó el toro, 

y cayó de bruces Salvador, enganchado por 

el animal y despedido a corta distancia (los 

diestros más bien parecían muñecos de 

trapo). En aquel momento Guindaleto – 

algunos le llamaron Lagartijo), negro, 

bragado, feo de cabeza y cornalón, acometió 

a Frascuelo, le tiró un hachazo, lo arrastró 

brevísimo trecho y continuó su viaje…. 

Salvador se levantó, y como si nada 

le hubiera sucedido se dirigió por su pie a la 

barrera del tendido 10; pero al querer poner 

las manos en ella cayó de rodillas, dándose 

contra el estribo un golpe que le produjo una 

rozadura en el ojo derecho», resultando con 

tres heridas de gravedad, una de ella terrible. 

El toro le había herido de consideración; toda 

la afición se conmovió, y en la plaza reaccionó 

contra Hermosilla, causante sin querer del 

accidente. Hasta el (15-06-1877) no pudo 

Frascuelo volver a torear. Pero Guindaleto, 

le ofreció a José Bayard y Cortés (Badila) 

realizar un hecho memorable en la historia 

de la Tauromaquia: «Estando en la plaza de 

Madrid en calidad de mozo de estoque de 

Salvador Sánchez Povedano, al caer éste 

gravemente herido por los cuernos del citado 

astado, saltó al ruedo y ante los mismos 

hocicos del toro recogió el cuerpo de su 

protector, al que apartó del peligro. Esta 

acción la agradeció Frascuelo tanto, que 

redimió a José Bayard de hacer el servicio 

militar. « 

275.1) Andasolo: 

El astado del ganadero español don 

Manuel Paz, jugado en Madrid en la novillada 

del mes de agosto, sin saber el año, llamado 

Andasolo, saltó ocho veces la barrera 

cayendo en el callejón y lo intentó otras varias. 

276.2) Andasolo: 

La tarde del (31-03-1963) fue 

apoteósica para el diestro sevillano Paco 

Camino, en el coso El Toreo de Cuatro 

Camino (ciudad de México, D. F.), con el 

estupendo encierro de los famosos seis 



José Bayard y Cortés (Badila), 

pareando a caballo. Esa suerte la 

disfrutaba enormemente. 

berrendos de la ganadería mexicana de Santo 

Domingo, que tiene sangre de Miura. Le cortó 

Camino las orejas a Gladiador II y el rabo de 

Traguito. Además, se le dio arrastre lento a 

los astados Andasolo y Marquesito II. 

277.1) Andrajoso: 

En la temporada grande 1951-52, se 

lidió en quinto lugar en la «Plaza México», 

llamado Andrajoso, que por su fiereza, 

pujanza y estampa, mereció ser considerado 

como el más bravo de aquella, obteniendo 

un trofeo conmemorativo el ganadero, como 

premio y distinción de su astado, que tomó 

cinco puyazos recargando a los caballos. En 

otra crónica puede leerse: 

«El (13-01-1952), en la «Plaza 

México», el diestro español José María 

Martorell le cortó dos orejas y rabo al toro, 

llamado Andrajoso, de la ganadería mexicana 

de Rancho Seco, cuyos restos fueron 

homenajeados con la vuelta al ruedo y lo 

115


premiaron como el mejor de esa tempo-rada, 

lo mismo que el encierro completo. 

278.2) Andrajoso: 

Este toro, marcado con el número 

127, de pelaje negro, de la ganadería de don 

Juan Pedro Domecq, llamado Andrajoso, fue 

lidiado en 1970 y ocupó el veintiún lugar de la 

lista general de los 46 que recibieron entre 

los años 1950 y 1996, el Trofeo al toro más 

bravo de la Feria madrileña de San Isidro en 

1970. Para que el lector cuente con los que 

recibieron ese Trofeo en la década de 

referencia: 

1971: Serranito, nº 69, cárdeno, de 

don Felipe Pablo Romero. 1972: Manzanito, 

nº 39, negro listón, de don Antonio Pérez- 

Tabernero Sanchón de San Fernando. 1973: 

Conocido, nº 26, negro, de doña Amelia 

Pérez-Tabernero. 1974: Cadino, nº 5, 

chorreado, de don José Pereira Palha Blanco. 

1975: Jaquetón, nº 30, de don Victorino 

Martín. 1976: Bodeguero, nº 96, cárdeno, de 

don Victorino Martín. 1977: Aguardientero, 

nº 20, negro, de don Eduardo II Miura 

Fernández. 1978: Conducido, nº 108, 

cárdeno, de don Victorino Martín. 1979: 

Capitán, nº 43, cárdeno, de los Herederos 

de don Hernández Pla. 

La Feria de San Isidro madrileña no 

sólo supone el ciclo más largo de corridas y, 

por tanto, el de mayor número de toros 

lidiados, acercándose durante los últimos 

años a los treinta festejos celebrados, sino 

también, en líneas generales, las de mayores 

exigencias sobre las condiciones que deben 

reunir los toros, aunque a veces, el des- 

medido celo de algunos grupos de aficionados 

por el tamaño de los toros, peso y 

armadura, más bien parecen que quisieran 

resucitar los ancestrales toros pintados en la 

cueva rupestre de Altamira. 

279) Anestesia: 

El astado perteneciente al hierro de 

don José Luis Pereda, de nombre Anestesia, 

fue corrido en el coso de Alcañiz el (10-09- 

1989). Salió al ruedo en cuarto lugar, y por su 

sobresaliente carácter durante la lidia, 

mereció el honor de que las alegres y 

cascabeleras mulillas le diesen la vuelta al 

ruedo en el arrastre. Correspondió en suerte 

al diestro José Luis Parada, que cortó una 

oreja, 

280) Angelito: 

El toro de lustroso negro zaino, 

llamado Angelito, herrado con el número 179, 

de la ganadería de Núñez Hermanos, fue 

corrido en la Plaza de Toros de Málaga el (18- 

04-1965), al que las mulillas pasearon 

lentamente en triunfo por el ruedo antes de 

visitar definitivamente el desolladero. 

281) Angero: 

El toro de pelo retinto, llamado 

Angero, de la ganadería española de don 

Antonio Hernández, lidiado en la antigua plaza 

de Madrid el (09-04-187I), tomó 16 (43) varas 

de los varilargueros Marqueti, Antonio y 

Francisco Calderón. Para ese año ya estaba 

aprobado el proyecto de la nueva plaza 

madrileña, que se inauguró en 1874. 

(43) Cayetano Sanz remató el toro, de nombre Chaparro, de don Mariano Téllez de León, de 

Colmenar Viejo (Madrid), el (28-04-1851), primero de la relación -hasta ahora, pues seguimos 

investigando-, de los 81 toros que aguantaron tal número de varas, de Juan Martín (el Pelón ) y Juan 

Álvarez (Chola). Y el último lo remató Emilio Torres Reina (Bombita), que le hizo en la Plaza de 

Toros de Málaga, el (26-05-1895), al sexto toro de la tarde, de don Rafael Surga, llamado Vendaval, 

negro, una gran faena, matándola de una gran estocada y un descabello. Aquella tarde demostró 

sobradamente que ya era todo un matador de toros, temible para muchos. Los enemigos de Guerrita 

creyeron encontrar en él un nuevo rival que esgrimir contra el Califa II, al que tantos rivales 

opusieron, y que uno tras otro fueron derrotados. De la misma ganadería se lidió también a 

Espejito, que tomó 16 varas y mató seis caballos, llegando a la muerte tan entero como cuando 

salió del toril. 



282) Anguloso: 

El astado llevando marcado el hierro 

con el número 3, llamado Anguloso, de la 

vacada de los Hermanos Branger, fue corrido 

el (31-01-1976) en la nueva Plaza d e Toros 

de Valle de la Pascua (Venezuela), al que le 

dieron las mulillas una vuelta al ruedo por 

petición unánime de los espectadores, 

lógicamente, antes de ser conducido al 

desolladero. 

283.1) Anónimo: 

Histórico fue el hecho acaecido en 

la corrida celebrada el (13-10-1828), porque 

en ella se le concedió por primera vez 

autorización al diestro Antonio Ruiz (el 

Sombrero) para conceder lo que hoy 

conocemos por alternativa, al diestro Roque 

Miranda, otorgándosela con un toro muy bravo 

de D. Juan Zapata, y cuya reseña dice: 

«Primera mitad de la corrida ejecutada en 

Madrid la tarde del día señalado. Se lidiaron 

seis toros, dos de D. Diego Muñoz y Pereiro, 

de Ciudad Real; dos de D. Joaquín 

Güendulain, de Tudela (Navarra), y dos de D. 

Juan Zapata, de Arcos de la Frontera (Cádiz). 

Picadores: Alonso Pérez y Juan 

Martín. Se empezó la corrida a las tres y 

media de la tarde. El primer toro, de Muñoz, 

fue bravo: tomó ocho varas, matando un 

caballo a Martín, dándole una caída; le 

pusieron ocho banderillas, y salió a matarle 

Roque Miranda, cedido por el espada Antonio 

Ruiz, en virtud del AVISO que se dio al público, 

por el cual S. M., por su real orden datada el 

día 7 del mismo mes, concedió permiso a 

Miranda para poder matar el primer toro en la 

Plaza de Madrid, lo que verificó dándole una 

estocada baja recibiéndole. El quinto toro, de 

Zapata, al que he bautizado como Anónimo, 

resultó bravísimo y muy poderoso, ya que 

tomó 21 puyazos: mató los caballos a los 

picadores, dando una caída a cada uno de 

ellos: le pusieron 12 banderillas, y le mató 

Antonio Ruiz de una buena a volapié. 




La ilustración de José de Chaves, 

titulada «Montes saliendo por la cola» (Véase 

imagen en la página siguiente), se publicó en La 

Lidia el (12-04-1887), pero nosotros, por la 

edad que se observa en ella, le hemos 

asignado esa fecha, pues por entonces 

tendría poco más o menos unos 40 años de 

edad. El dibujo es fidelísima reproducción del 

célebre lance que Sánchez de Neira relata 

en el segundo tomo de El toreo, de la 

siguiente manera: 

«Toreaba Montes un toro tuerto, al que 

bautizaremos como Anónimo, de la 

ganadería de doña María de la Paz Silva, 

condesa de Salvatierra, muy cerca del 

tendido número 3 de la Plaza de Toros vieja 

de Madrid, que a su lado tenía la puerta de 

caballos, y a la cual había tomado el toro 

marcadísima querencia. Había visto Montes 

en la primera andanada de palcos, que casi 

estaba encima de aquel sitio, a muchos de 

los buenos aficionados que le distinguían; y 

sea por esto, o por la tenacidad de su 

carácter, que se empeñó en matar allí al toro 

y no en otro lugar de la plaza, a pesar, y tal 

vez por esto mismo, de que desde el tendido 

le advirtieron que se lo llevara a otro lado. 

-«Preparó el toro a la muerte, y antes 

de perfilarse, dijo a Capita en voz que todos 

oyeron: 

-«Calderón, hay que dejarse coger 

para consentirle, váyase usted a la cola, que 

por allí saldré. Y efectivamente, se cerró 

mucho, bajó mucho la muleta para que el 

animal humillara más, se arrojó por derecho 

y en corto, y salió como había pronosticado, 

enganchado por la entrepierna y volteado al 

lomo del toro, que no pudo revolverse por la 

tremenda estocada que había recibido y 

porque se inclinó a la querencia de la puerta. 

«Al levantarse sin lesión alguna, la 

ovación fue unánime.» 

A esto llamaba Montes salir por la 

cara. Los modernos revisteros –esto se decía 

hace siglo y medio- lo han entendido de un 


117


La ilustración es fidelísima reproducción del célebre lance que Sánchez de Neira 

relata en el segundo tomo de «El toreo», de la siguiente manera: «Trasteaba Montes 

un toro tuerto de la ganadería de doña María de la Paz Silva, condesa de Salvatierra, 

muy cerca del tendido número 3 de la vieja Plaza de Toros de Madrid, que a su lado 

tenía la puerta de caballos, y a la cual había tomado el toro marcadísima querencia. 

Había visto Montes en la primera andanada de pallcos, que casi estaba encima 

de aquel sitio, a muchos de los buenos aficionados que le distinguían; y sea por esto, 

o por la tenacidad de su carácter, que se empeñó en matar allí el toro y no en otro 

lugar de la plaza, a pesar, y tal vez por esto mismo, de que desde el tendido le advirtieron 

que se lo llevase a otrom lado. 

Preparó el toro a la muerte, y antes de perfilarse, dijo a Capita en voz que 

todos oyeron: 

-«Calderón, hay que dejarse coger para consentirle; váyase usted a la cola, 

que por allí saldré.» 

Y, efectivamente, se cerró mucho, bajó mucho la muleta para que el animal 

humillara más, se arrojó por derecho y en corto, y salió cmo había pronosticado, 

enganchado por la entrepierna y volteado al lomo del toro, que no pudo revolverse por 

la tremenda estocada que había recibido y porque se inclinó a la querencia de la 

puerta. 

Al levantarse sin lesión alguna, la ovación fue unánime.» 

A esto llamaba Montes salir por la cola. Los modernos revisteros lo han 

entendido de un modo diametralmente opuesto, y dicen que salir por la cara es ¡salir 

limpio y rozando los costillares del toro! Sin comentario. 

Los retratos de Montes y de Capita que van en la ilustración acreditan la finura 

y la gallardía del lápi9z de don José Chaves, cuyo trabajo general apreciarán los 

aficionados en lo mucho que vale. (La Lidia, 12 de abril de 1887). 



Viene de la página 117). 

modo diametralmente opuesto, y dicen que 

salir por la cara es ¡salir limpio y rozando los 

costillares del toro! Sin comentario. Los 

retratos de Montes y de Capita que van en el 

cromo acreditan la finura y gallardía del lápiz 

de Chaves, cuyo trabajo general apreciarán 

los aficionados en lo mucho que vale. 


Cuatro «astros» de la novillería se 

dieron cita en los carteles de la Plaza Real 

de El Puerto, para participar la tarde del (02- 

09-1888), en la lidia de 8 novillos de la 

ganadería de don Francisco Lazaur, vecino 

de Puerto Real (Cádiz), de los que se 

encargaron Manuel Díaz (Lavi, hijo), Juan 

José Villegas (El Loco), Manuel Caballero y 

Ramón Leonisio (Gargollo), cuyas cuadrillas 

salieron previa autorización del presidente de 

turno, para dar cuenta de los siguientes 

novillos: 

1ª Veneno, negro meano y bien 

encornado, que correspondió a el Lavi – 

vestido con terno azul y plata-, y recibió de 

los picadores 5 varas, produjo dos marrazos 

y dio dos caídas, al que el gaditano dio cuatro 

pases, para seguidamente dar un mal 

pinchazo, tres pases por alto, pero media 

perpendicular –es la expresión del crítico de 

turno-, de la que murió el toro, recibiendo el 

diestro una sección de pitos. 

2º Tabaquero, colorado, ojinegro y 

corniverguero, aguantó 5 alfilerazos –ahora, 

más de un siglo después, ya no son 

«refilonazos», si no «caricias»- de Negrete y 

Policán. El banderillero Potoco salió en falso, 

marcó el quiebro y después clavó una par al 

cuarteo bueno. Alfonso clavó medio a la 

media vuelta. Juan José Villegas (El Loco), 

que vestía terno azul y oro, pasó a su enemigo 

con un natural, 4 altos, 5 con la derecha, para 

un volapié algo bajo y atravesado, del que 

murió, recibiendo palmas por su voluntariosa 

labor. 



3º Sin que sepamos su nombre, era 

de pelaje castaño, jirón y corniabierto, le 

correspondió al portuense Manuel Caballero 

-quien después de esta novillada, se marchó 

a América, toreando en Guatemala y 

Monterrey (México)-, recibiendo 2 varas y 

ocasionando dos marrazos. Con la muleta, 

Caballero le dio un pase cambiado, 2 con la 

derecha y uno por alto, dejándose el portuense 

caer con una estocada baja aguantando, 

terminando con el «desconocido» el puntillero 

al segundo cachetazo. Caballero recibió 

palmas. 

4º Azabache, negro zaino y bien 

puesto le dio un improvisado desconocido 

un quiebro de rodillas. De los piqueros 

Negrete y Pelicán recibió el zaino 4 picotazos, 

produciendo una caída. Gargollo, después de 

brindar, le dio un natural y uno cambiado, para 

asestar una perpendicular y contraria a 

volapié, de la que Azabache se echó, 

recibiendo el diestro una ovación. 

5º Florencio, castaño hito –oscuro-, 

jirón y cornialto. El picador Riñones pinchó y 

calló, estando al quite El Loco, después de 

sufrir una colada y perder el caballo. El 

banderillero Ezpeleta colocó un par y medio 

y Herraldillo un mal par. Seguidamente Lavi 

le dio un pase natural, 5 altos, dos cambiados, 

largándole un pinchazo; cuatro pases con la 

derecha y una buena a volapié de la que el 

«primer» Florencio -pues en esta novillada, 

inexplicablemente hubo otro Florencio-, lo 

echó a rodar, recibiendo el gaditano palmas 

y música. 

6º Redondo, negro bragado, coletero 

y corniabierto, al que el piquero Cuchillero le 

puso dos varas, Riñones otras dos, con una 

caída y, nuevamente, El Loco salió al quiete, 

dándole cuatro verónicas buenas. Con la 

espada y muleta le dio un natural, uno con la 

derecha, tres altos, tres cambiados, cuatro 

redondos, par un pinchazo, un pase más y 

una algo baja a volapiés, de la que cayó 

«redondo», escuchando palmas por su 

voluntariosa labor. 

119


7º Florencio II, castaño, que 

correspondió a Manuel Caballero, sufrió 5 

pinchazos sin consecuencias. El banderillero 

Rubio le clavó par y medio y Romero uno. El 

portuense pasó al burel varias veces, 

largándole sobre la marcha un pinchazo y 

una buena a volapié, sin hacer el toro por él, 

se echó, acabando el cachetero al primer 

golpe y el diestro escuchó palmas. 

8º Famoso, negro y bien encornado, 

que correspondió a Gargollo, recibió de los 

picadores en tanda dos varas, para pasar el 

presidente al tercio de banderillas, de las que 

recibió un par y medio de Ezpeleta y otro de 

Romero. Gargollo, claramente desconfiado, 

lo pasó varias veces y le asestó media 

estocada imprecisa. Por lo dicho hasta aquí, 

la novillada fue divertida, ante unos novillos 

regulares, con los que Lavi se mostró 

desconfiado en extremo; El Loco, bien en 

sus dos enemigos. Caballero, cumplió bien y 

Gargollo, por último, bien en uno y 

desconfiado en el último. Los picadores, en 

general, con mala nota. Murieron cuatro 

caballos. 

286.4) Anónimo I: 

El (09-09-1923), en la novena 

novillada de concurso organizada por El 

Universal Taurino, salió al ruedo de la plaza 

de Chapultepec (México, D. F.), un novillo, 

llamado Anónimo I -así fue bautizado por 

este autor-, flaco, de pitones largos, de la 

ganadería mexicana de Trasquila, que dejó a 

todos asombrados por su bravura..., que más 

bien sería por su prontitud y agilidad en la 

carrera. Se arrancó cinco veces a los de a 

caballo, recargando y codicioso. Le correspondió 

al diestro mexicano Julián Rodarte. 

287.5) Anónimo II: 

El (30-09-1923), en una de las últimas 

novilladas de concurso organizadas por El 

Universal Taurino, salió un toro al ruedo de 

la Plaza de Toros de Chapultepec (ciudad de 

México, D. F.), al que he denominado 

Anónimo II, de la ganadería mexicana de 

Trasquila, notabilísimo por su sabiduría, por 

su gran sentido, ya que adelantaba por los 

dos lados, achuchaba, comía el terreno, 

alargaba el cuello como los de Miura y se iba 

siempre al bulto, debiendo estar toreado. 

Correspondió a Emilio Mayor (Mayorito), pero 

herido este diestro con su propio estoque, el 

notable cornúpeto murió, como debía morir - 

a sartenazos y golletazos, como en los viejos 

tiempos. 

En 1923 y 24 salieron a las Plazas de 

Toros de México -como los innumerables 

inválidos y mansos que vienen mal lidiándose 

en España en los últimos años-, varios toros 

mansos de solemnidad, que señalamos a los 

lectores, mientras triunfaban con sus astados 

otras ganaderías: 

*El 10 de enero, en la Plaza de Toros 

mexicana de Mexicali (Baja California Norte), 

fueron devuelto a los corrales por mansos 

todos los toros que salieron al ruedo. 

Procedían de una de las haciendas del Estado 

mexicano de Coahuila. El escándalo fue 

mayúsculo. Actuó esa tarde Carlos García. 

*El 14 de enero del citado año se 

lidiaron toros de Ciénega de Flores, en la 

Plaza de Toros de Monterrey, pero salieron 

tan mansos como los de Matancillas de la 

Corrida de la Hispanidad, celebrada en 1992 

en Monumental plaza de Zacatecas (México), 

que se originó una terrible bronca -no fueron 

tan civilizados como las Autoridades y 

aficionados zacatecanos-, y la corrida fue 

suspendida. Actuó esa tarde el novillero 

Pedro Domínguez (Dominguín Mexicano). 

*En la Plaza de Toros de El Oro, el 

(19-03-1923), se lidiaron cuatro dificilísimos 

toros de San José del Porto, para Juan Silveti 

y el novillero Ramón Gómez. Hubo fenomenal 

bronca, y parte del público pegó fuego a la 

plaza. En esta ocasión, Silveti se llevó una 

cornada grave. 

*En Ciudad Juárez, el 8 de abril del 

año antes citado, se lidiaron reses de 

Bavícora, para Angelete y Torquito. Fueron tan 

mansos los toros, que la bronca se impuso. 

Las autoridades impusieron multa a todo el 



mundo. Este vez, a Angelete, se le fue vivo 

un toro a los corrales. 

*En corrida celebrada en la Plaza de 

Toros de La Laguna, el 2 de diciembre, 

también de 1923, salieron cinco toros 

mansos, que no pudieron ser lidiados. 

*Finalmente, en el año de referencia de 1923, 

fueron fogueados en la plaza de «El Toreo» 

(ciudad de México), como un hecho histórico, 

cinto toros: uno de Piedras Negras, uno de 

Atenco, dos de Wiuilfo González y uno de 

Zotoluca. 

*El (09-11-1924), Manuel Báez (Litri 

II) confirmó su alternativa en Madrid en corrida 

a beneficio de la Cruz Roja, siendo su padrino 

Marcial Lalanda, y testigo de la ceremonia, 

Nicanor Villalta, a más del rejoneador Antonio 

Cañero, que actuó como tal en el festejo. El 

toro de la cesión se llamó Ostioncito, de pelo 

negro, marcado con el número 44 y perteneció 

a la ganadería del marqués de Villamarta. No 

se lució con el astado Litri II pues fue manso 

y difícil, pero dio su nota de valor en el 

segundo de su lote, que brindó a los Reyes 

que asistieron a la corrida. Aún toreó dos 

corridas más aquella temporada, en Huelva 

y Gandía. 

NOTA. Sin embargo, diez años después, 

concretamente el (18-07-1933), en España, 

un astado de pelo negro zaino, marcado con 

el número 25, Gomoso, de don Gabriel 

González, se hizo célebre por su sentido y 

mansedumbre que fueron castigados con 

banderillas negras. He aquí algunos párrafos 

de Azares aparecidos en El Diluvio: 

«Gomoso, en mitad del ruedo, 

encampanado, retador, esperó a Cástulo, 

que, armado de las candentes, se vio en 

apuros para meter los brazos y más apurado 

al salir perseguido hacia las tablas que 

traspuso ligero y tras él la res, creyendo 

segura la presa. Cástulo, más listo y avisado, 

desvió el cuerpo hacia la izquierda y así 

zafose de la mala idea del astado... Aparece 

el cabestraje y Gomoso, barbeando las 

tablas, desañador, sin haber abierto aún la 

boca, pletórico de fuerza, se metió en el 



callejón camino de los corrales.» Lombardini. 

Ese mismo día de la corrida, con la diferencia 

de horario entre América y Europa, en 

España, por Real decreto se disolvieron 

todos los Ayunta-mientos de España, 

sustituyéndoles las Juntas Municipales. 


El (11-11-1923), en contraste con los 

muchos astados mansos lidiado ese año, en 

la Plaza de Toros de Chapultepec (ciudad de 

México, D. F.), fue lidiado un torete de la 

ganadería zacatecana de San Mateo, 

Anónimo -así fue bautizado por este autor-, 

que fue ovacio-nadísimo por su bravura. Fue 

en una novillada de aficionados celebrada a 

beneficio de la región mexicana del Ruhr, y le 

correspondió al aficionado don Raúl 

Rodríguez Sarto. El ganadero, don Antonio 

Llaguno González, tuvo que salir al ruedo y 

dar en él varias vueltas, correspondiendo a 

las aclamaciones de la concurrencia. 

Otros dos ganaderos mexicanos, 

además de don Antonio Llaguno González, 

salieron al ruedo en 1923, en la Plaza de Toros 

de El Toreo de la Condesa (ciudad de México, 

D. F.), atendiendo al insistente llamado del 

público. Estos fueron: don Wiliulfo González, 

propietario de la vaca de La Laguna, por una 

corrida de seis toros muy bravos, que se 

lidiaron el 25 de febrero del citado año, y que 

fueron estoqueados los seis por Juan Silveti, 

en ocasión del beneficio de este diestro. Y 

don José Julio Barbosa, que también lidió en 

Divisa e hierron del marqués de 

Villamarta 

ese ruedo seis toritos con tipo y con bravura. 

Se lidiaron el 18 de marzo del referido año, 

en corrida de beneficio de la Casa del Telegrafista, 

y murieron a manos de los espadas 

Luis Freg y Juan Silveti. 

121


289) Antequerano: 

El (24-08-1995) sufrió una cornada 

gravísima en el muslo derecho el diestro 

mazatleco Manuel Laveaga por el novillo, 

llamado Antequerano, de la ganadería 

mexicana de Espíritu Santo, durante el 

segundo Jueves Taurino nocturno, 

duodécima novillada del serial menor, en la 

«Plaza México». En la primavera del 2002, el 

referido diestro, invitó a este autor a la 

presentación, en la Universidad de Mazatlán, 

del libro: Miuras, más de 160 años de gloria 

y de tragedia, en su primera edición. 

290) Antillano: 


Antillano, marcado con el número 9, que 

pesó en bruto 472 kilos, perteneciente al 

hierro del marqués de Villamarta, se le dio 

De pelaje negro, jirón y de preciosa 

«jechura.» 

(44) La primera vez que encontramos un toro marcado con el número 21, fue el (26-06-1881), se 

llamaba Tayarine, era negro lombardo y astillado del izquierdo. Y con él se abrió la temporada 

taurina en la nueva Plaza de Toros de El Puerto; el segundo se llamó Borriquero y se lidió también 

en El Puerto, la tarde del (23-07-1882); el tercero y cuarto, curiosamente de la misma corrida, se 

lidiaron también en nuestra Plaza Real, la tarde del (27-05-1888) y fueron los primeros que llegaron 

en cajones a la estación de ferrocarril (*); el quinto, fue lidiado el (25-06-1893) y se llamó Silguerito, 

siendo lidiado por Rafael Guerra (Guerrita) que actuó como matador único en la Plaza Real de El 

Puerto de Santa María la tarde del (25-06-1893); el sexto fue lidiado el (12-04-1931), se llamó 

Caraqueño, en la Plaza de Toros de Madrid; el séptimo, se llamó Antoñito y fue lidiado el (12-09- 

1946), la tarde del (12-09-1946) se lidiaron en la Plaza de Toros de Zamora; el octavo fue un novillo, 

de nombre Cocherito, de don Joaquín Buendía, lidiado la tarde del (20-05-1951); el noveno, se 

llamaba Catrín y fue lidiado el (08-04-1967), en la «Plaza México»; el décimo, de nombre Agraciado, 

fue lidiado en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, la tarde del (10-04-1988); y por último, el 

onceavo toro que llevó marcado a fuego el número 21 fue Albardanero, lidiado la tarde del (30-07- 

1898), en la Plaza de Toros de Valencia. 

(*)Con respecto al uso de los cajones, refiere don José María de Cossío que «la innovación, como 

toda novedad -así lo vivió este autor con la introducción del sistema de inyecciones a distanciaprodujo 

protestas y polémicas y se discutieron ampliamente ventajas e inconvenientes. Aun 

coleaban tales alegatos bastantes años después. He aquí como razonaba, en 1877, el periódico 

taurino «El tío Juanero», que se publicaba en Málaga: «¿Cuál es la causa que modifica el carácter 

salvaje de las fieras? La reclusión. En los estrechos límites de una jaula, el animal más feroz 

acaba por domesticarse y perder las fuerzas prodigiosas que desarrolla en estado salvaje en los 

campos... Se les hace entrar en unas jaulas estrechas, sin ventilación suficiente..., 

proporcionándole para mayor castigo más cargas y descargas en la estación de salida y arribo...» 

Este era el patrón de las censuras que aun tenían eco muchos años después, si bien siempre 

complicadas con la nostalgia de los encierros que habían venido a ser espectáculo en muchos 

sitios tan apasionante y apetecido como la corrida misma. Tal la protesta que en 1894 promovieron 

en Portugal grupos de aficionados para que las conducciones de los toros se hiciera como siempre, 

y no en jaulas. El periódico profesional «O forcado» se hizo cargo de ella para defender el nuevo 

sistema, aunque sin oponerse a la diversión del tradicional encierro. 



una vuelta al ruedo la tarde del (30-08-1964), 

en la Plaza de Toros de San Sebastián. 

291) Antoñito: 

El toro de pelaje negro, jirón, de 

preciosa jechura y mejor carácter, llamado 

Antoñito, marcado con el número 21 (44, 

véase en la página anterior), de la ganadería del 

Villagodio Hermanos, fue corrido en la Plaza 

de Toros de Zamora el (12-09-1946), al que 

no sólo se le dio la vuelta al ruedo, sino que el 

público obligó al mayoral de la ganadería a 

pasear también el redondel bajo una lluvia de 

aplausos. La antigua Plaza de Toros de 

Zamora comenzó a construirse a finales de 

1878, al norte de la ciudad y se terminó el 

(29-06-1888), inaugurándola Ángel Pastor y 

Rafael Guerra (Guerrita). 

292) Antoñuelo: 

Manuel Fuentes (Bocanegra) –de 

grosella y plata-, Francisco Arjona Reyes 

(Currito) –azul y oro-, Salvador Sánchez 

Povedano (Frascuelo) –grana y oro-, Manuel 

Hermosilla y Llanera –grana y oro-, José 

Sánchez del Campo (Cara-Ancha) –verde y 

oro- y Luis Mazzantini y Eguía –grana y oro-, 

alternaron la tarde del (01-11-1884), en la que 

con carácter extraordinario tuvo la ofrecida 

en la corrida certamen, celebrada en la Plaza 

Real del Puerto. Seis fueron las primeras 

figuras que entraron en juego, y según don 

Manuel Martínez Alfonso, «ni el mismo 


quiso escurrir el bulto para evitar fáciles 

comparaciones, que tan odiosas les resultan 

a los matadores de nuestros días.» 

Lidiaron toros de sangre procedente 

de don Diego Hidalgo Barquero, «hoy 

de don Julio Laffitte», los siguientes espadas, 

por el orden que se cita, que es el de su 

antigüedad: Ahí es nada: Córdoba, Madrid, 

Granada, Sanlúcar, Algeciras y San Sebastián, 

en una séxtuple competencia abierta a todas 

las críticas y a todas las opiniones. 

El Ayuntamiento de la Ciudad, 

consciente del carácter verdaderamente 



excepcional de aquella jornada, preparó 

grandes festejos con tal motivo, minuciosamente 

detallados en cartel especial editado 

por su Comisión de Fiestas. Por la mañana 

hubo ópera en el Teatro, con la asistencia de 

los toreros. La Plaza estaba engalanada – 

refieren las crónicas de la época-, y a pesar 

de lo avanzado del año, la entrada fue buena 

y la corrida comenzó a la dos y media de la 

tarde. Hubo banderillas de raso, y dos jinetes, 

«vestidos a la antigua», según rezaban los 

prospectos de mano, salieron a pedir la llave. 

El resultado de la corrida, sin embargo, no 

fue demasiado brillante por haber fallado el 

ganado. Pero todos los espadas cumplieron, 

poniendo en su labor el mayor interés. 

Frascuelo y Mazzantini fueron los más 

destacados. 

Los toros fueron: 

1º Antoñuelo, berrendo en negro, 

capirote, lucero y con el número 120 -sólo 

contamos en nuestro archivo otro astado con 

el mismo número, llamado Garboso, que iba 

a ser lidiado el (19-05-1951), en Madrid, pero 

la corrida fue suspendida por la mala calidad 

del ganado-, aguantó cinco varas y mató un 

caballo. Correspondió a Bocanegra, para 

tomar y fue banderilleado por él. Después lo 

pasó de muleta, rema-tándolo de cuatro 

estocadas, que no fueron suficientes, y tres 

descabellos, recibiendo muchos aplausos. 

2º Barquerito, negro mulato, con el 

nº 19, recibió ocho varas y mató dos caballos. 

Correspondió a Currito, quien después de 

banderillearlo, le dio unos pases de muleta y 

acabó con él de tres medias, recibiendo 

división de opiniones a su labor. 

3º Mezclilla, berrendo en cárdeno, 

con el nº 49 y tomó cinco varas. Fue para 

Frascuelo, quien lo recibió con verónicas y 

navarras, para después de banderillear darle 

una estocada hasta la mano. Aplausos, pues 

cumplió bien. 

4º Lagartijo, negro zaino, nº 90, 

tomó dos varas y fue fogueado. Hermosilla le 

dio cuatro verónicas y fue también condenado 

a banderillas de fuego, que las colocó el 

123


mismo matador. Compuso una faena de 

muleta a base de cuatro naturales, tres de 

pecho, para acabar con su enemigo de una 

estocada hasta los rubios. Entusiasmo en el 

público, música, sombreros, palmas y 

cigarros. 

5º Estornino, cárdeno, con el nº 20, 

aguantó seis puyazos, por un caballo muerto. 

Cara-Ancha le dio cuatro verónicas y tres 

faroles. Colocó grandes pares de banderillas. 

Con la muleta sufrió varios desarmes y al 

final un volapié algo caído. Grandes aplausos. 

6º Arriero, berrendo en cárdeno, 

listón, bien puesto y con el nº 78, tomó ocho 

puyazos. Mazzantini lo capeó con cinco 

verónicas y una navarra algo movidas: 

grandes aplausos. Badila y Matacán pusieron 

siete varas, dando dos caídas y perdieron 

un penco. Luis hizo muy buenos quites, 

recortes, cuarteos y una larga. Aplausos, 

música y ovación. El diestro tomó los rehiletes 

de lujo y dejó sobre los rubios dos excelentes 

pares cuarteando sobre corto. Grandes 

aplausos, ovación y música. Después de 

oportunos brindis, la roja muleta extiende y 

citando al Arriero burlado lo deja en breve. 

Tres pases naturales buenos y dos de pecho. 

Y por derecho le largó una gran estocada 

arrancando, que aunque algo baja, le premió 

la concurrencia con sus aplausos. Ovación, 

música y gran entusiasmo. La tarde fue de 

Mazzantini. Dando buenas estocadas, y 

siendo ídolo del pueblo «no te duermas en 

tus triunfos y sigue aprendiendo. 

Por otra parte, su simpatía y buen trato 

le permitieron conquistar los medios más 

dispares, y circulaba en todos ellos con 

general aprecio y admiración. Al finalizar la 

temporada de 1884, el vasco nada tenía que 

envidiar a Frascuelo o Rafael Molina. Como 

a ellos, le sonreía la gloria y le proponían 

contratos en blanco. Los adversarios del 

diestro guipuzcoano Luis Mazzantini y cierta 

Prensa reaccionaria empezaron a decir que 

en la propaganda de él había tomado mucha 

parte la masonería... ¡la envidia ibérica 

siempre presente! 

Eduardo Dávila Miura. 

293) Año Nuevo: 

El astado herrado con el número 14, 

de pelaje colorado, llamado Año Nuevo, 

pertenecía al hierro colombiano de 

Huachicono. Se lidió en la Plaza de Toros de 

Cali el (01-01-01-1987), razón de su nombre. 

Correspondió en suerte al diestro colombiano 

César Rincón, que le cortó las dos orejas. 

Después de su muerte se le dio una vuelta al 

anillo en el coso de Cañaveralejo. 

294) Apartado: 

En la plaza de toros de la colonial 

ciudad peruana de Lima, la tarde del (05-11- 

2000), el diestro español Eduardo Dávila 

Miura indultó en medio de una fuerte polémica, 

a Apartado, marcado con el número 23, 

castaño, con 495 kilos de peso vivo, de la 

ganadería española de don Sancho Dávila. 

295) Apetecido: 

El astado, de nombre Apetecido, 

marcado con el número 14, bravísimo y 

noble, mereció después de su tienta ser 

destinado a semental, pero su historia es tan 

poética como conmovedora: «… La madre 



de este toro murió y tuvo que criarlo a biberón 

Diego Peña. El mayoral conocía al mayoral y 

a los vaqueros perfectamente y creció con 

una nobleza extraordinaria. Cuando llegó el 

día de apartar a los animales destinados a 

novilladas de los que iban a corridas, el 

mayoral creyó con buen criterio que 

Apetecido no podía ir a corridas porque su 

nobleza no le permitiría salir a una plaza 

importante. Decidimos dejarlo para 

novilladas. Llegó el día de embarcarlo para la 

Plaza de Toros de Montilla (Córdoba) y por 

un problema en un ojo lo dejamos en el 

campo. Finalmente lo metimos en la placita 

de tienta para que lo toreara El Ciento, que 

estaba a punto de tomar la alternativa. 

Cuando lo metimos en el cajón para 

arreglarlo, no fue necesario amarrarlo. Diego, 

pues, creía que no iba a embestir, era 

imposible, pero salió a la plaza y el cambio 

de carácter fue brutal. Salió a rematar en 

todos los burladeros, embistiendo con una 

bravura excelente y le pegaron cinco puyazos 

muy fuertes. El mayoral tuvo la precaución 

de no hablarle mientras le picaba para que 

no le reconociera. ¡Tal fue su comportamiento 

que tuvimos que aprobarlo para semental! La 

emoción que sentimos todos fue muy grande. 

Pero ahí no acabó la cosa. Cuando le metimos 

en el cajón para curarle las heridas… 

de nuevo le habló Diego Peña y no tuvimos 

que amarrarlo. Había vuelto a su carácter 

noble. 

Era para que te saltaran las lágrimas. 

El mayoral le hablaba, cuando el toro 

acababa de pelear una barbaridad… Se le 

curó mientras Diego le acariciaba. Y en la 

dehesa de Los Recitales -Es propiedad de 

don Salvador Martín, hierro sevillano que inició 

la difícil andadura de ganadero el día de la 

Inmaculada de 1994 y en doce años ha logrado 

un gran prestigio-, estaba en la década del 

año 2000 actuando de semental. (AplausoS. 

Nº 1.479 Año XXX Valencia-España. Lunes 

(30-01-2006). 



296.1) Apolo: 

En la Plaza de Toros del Nuevo Circo, 

de Caracas (Venezuela), se lidió en febrero 

de 1964, llamado Apolo, hermoso ejemplar 

de la ganadería mexicana de Soltepec, de 

Reyes Huerta, que le correspondió a Manuel 

Benítez (El Cordobés), siendo el astado que 

vino a levantar definitivamente la moral del 

diestro de Palma del Río, que aún tenía latente 

sus últimos fracasos en la «Plaza México», 

el citado año y el anterior. 

297.2) Apolo: 

En el rancho El Coloradito, del 

municipio de Villa de Cos (Zacatecas, 

México), fue criado a biberón y con leche 

natural, el ternero Apolo, por haber quedado 

huérfano. En el Tomo I, de la Enciclopedia 

Taurina del Toro Bravo (Capítulo I, pp. 13-29), 

el lector interesado en conocer la conducta 

íntima y amigable de un toro criado en esas 

condiciones, encontrará amplia y fascinante 

información.. 

Apolo fue criado a biberón y con 

leche natural, por haber quedado 

huérfano. 

125


Cogida y muerte de Llusío resultó con la yugular seccionada al intentar 

pasar al miureño de nombre Chocero. 

298) Apostador: 

Fue lidiado en quinto lugar por Curro 

Rivera, en la ya Tradicional y famosa Feria 

de Aguascalientes, Apostador, de la 

ganadería mexicana de San Miguel de 

Mimiahuapam, propiedad del Lic. Alberto 

Bailleres, el (25-04-1976). Fue un toro 

extraordinario, bravo y noble como los 

Típicos toros criados por los tres duques de Veragua que se dedicaron a 

criar toros de lidia, logrando muchos éxitos. 



escogidos, con gran estilo en la arrancada 

por ambos lados, al que Curro toreó a placer 

y desorejó; se le dio al astado, en recompensa 

a sus muchos merecimientos, un arrastre 

lento, con dos vueltas al anillo para el torero y 

una de ellas acompañado del ganadero. 

299) Apreturas: 

El (23-05-1875) falleció en la Plaza de 

Toros de Madrid el banderillero Mariano Canet 

(Llusío) y le fue confirmada la alternativa al 

diestro José Sánchez del Campo (Cara- 

Ancha) en Madrid, de manos de Rafael Molina 

(Lagartijo), que alternó esa tarde con 

Francisco Arjona (Currito), hijo de Cúchares. 

Se corrieron tres toros del duque de Veragua 

XIV, tres del marqués del Saltillo y dos de don 

Antonio I Miura. Rafael Molina le cedió los 

trastos, y José Sánchez del Campo, quien 

dio cuenta del primero, Apreturas, negro y 

abierto de cuernas, del duque de Veragua, 

de dos estocadas cortas, siendo muy 

aplaudido. Sacó Cara-Ancha en aquella 

corrida a los banderilleros que le había puesto 

la empresa y que fueron Cosme Gómez, 

Remigio Frutos (Ojito) y Mariano Canet 

Lozano (Llusío), un valenciano desconocido 

y nuevo en la plaza madrileña. 

Salió el sexto toro, llamado Chocero, 

de don Antonio I Miura, castaño, ojo de perdiz, 

meleno y astillado del derecho -cuando se 

hace astillas uno de sus cuernos: «Primero 

salió un toro miope con un cuerno astillado.» 

Ramón Gómez de la Serna. El torero 

Caracho-; tomó siete varas de Manuel 

Calderón y Manuel Gutiérrez (Melones); 

tocaron a banderillas, y Llusío resultó con la 

yugular seccionada al intentar pasar al 

miureño -dícese del toro perteneciente a la 

ganadería andaluza de Miura: «Siempre que 

le era dable, recomendaba a las empresas 

los toros miureños.» (Antonio Fernández 

Heredia, Hache. El Nacional. «Doctrinal 

taurómaco.») Trágica fue la tarde de la 

confirmación de José Sánchez. 

Siguiendo un orden alfabético, el lector 

se irá encontrando algunos otros toros 



lidiados por Cara-Ancha, entre ellos: 

Basilisco, el (16-07-1882), de Barrionuevo; 

Bolero, el (24-07-1877), del marqués de 

Salas, se lidió en Madrid; Baratero, el (29- 

10-1882), de don Manuel García Puente y 

López, lidiado en Madrid; Canario, el día (22- 

03-1874), de don Antonio Hernández; 

Carpintero, el (16-09-1894), lidiado en 

Madrid. de don Eduardo I Miura; Cigarrero, 

el (04-04-1870), de Murube; Corneto, el (06- 

Don Carlos Peralta Quintero, 

propietario de la famosa ganadería 

mexicana de «Pastejé.» 

Casa principal de la Hacienda de la 

ganadería «Pastejé.» 

127


Bella panorámica de los potreros de la ganadería «Pastejé.» 

09-1877), en Murcia, de don Joaquín Pérez 

de la Concha; Lechuzo, el (02-10-1881), en 

Madrid, de don José Antonio Adalid. 

300) Arábica: 


Arábica, herrado con el número 60 y con 

472 kilos de peso bruto, pertenecía al conde 

de la Corte y fue corrido en segundo lugar en 

el festejo celebrado en la Plaza de Toros de 

Madrid el (20-06-1965) al que por su hermosa 

estampa, bravura y nobleza le dieron las 

mulillas, bajo una muy fuerte ovación, una 

vuelta al ruedo en el arrastre. 

301) Aragonés: 

El (25-01-1959), confirmó su 

alternativa el diestro mexicano Antonio del 

Olivar, en la «Plaza México», llevando como 

padrino de ceremonia a Manuel Capetillo y 

de testigo a Curro Ortega, con Viajero I, de 

la ganadería mexicana de Pastejé (Véans las 

las imágenes de la página 127). Al segundo de su 

lote, de nombre Aragonés, le cortó una oreja. 

302) Aranito: 

El toro de pelaje negro, marcado con 

el número 13, con 521 kilos de p.v., llamado 

Aranito, pertenecía al hierro de los Hijos de 

Celestino Cuadri Vides. Se corrió en primer 

lugar en la Plaza de Toros de Huelva, la tarde 

del (09-08-1992). Su lidia y muerte le 

correspondieron al diestro Fernando Cepeda, 

que le cortó una oreja. El presidente del festejo 

a petición del público, le concedió una vuelta 

al anillo arrastrado por las mulillas. 

303) Arañador: 

Manuel Jiménez Moreno (Chicuelo II) 

y Saturio Torón y Goyanes, diestros 

españoles que alternaron en la antigua Plaza 

de El Toreo de la Condesa (ciudad de México, 

D.F.), el (24-10-1930). Después de tres 

temporadas de ausencia de los ruedos 

mexicanos, toreó ese día la última corrida 

celebrada en la citada Plaza. El primer toro 

que toreó se llamó Arañador, negro zaino, 

número 53, de bonita jechura, con cara de 

toro y de un esplendor anatómico digno de 

tenerse en cuenta, al que Chicuelo II le entró 

con cuatro verónicas y remató con una de su 



especialidad: la media verónica. Su segundo 

toro, tercero de la tarde, se llamó Dulcero, 

resultó muy bravo. Estuvo muy bien con el 

capote, regular con la muleta y mal con el 

estoque. En las gradas se dividieron las 

opiniones, ya que una parte del público no se 

sintió contento con su actuación. 

En otra crónica: «En la corrida 

celebrada a últimos de octubre de 1930 en la 

plaza El Toreo de la Condesa (México, D. F.), 

actuó el matador de toros navarro Saturio 

Torón, que antes, en el toro Arañador que toreó 

en primer lugar y que le correspondió a 

Manuel Jiménez (Chicuelo II), le dio sus 

primeros lances en México. A Torón le 

correspondió el segundo de la tarde, llamado 

Carpintero, negro bragado, marcado con el 

número 49. Como una demostración de su 

voluntad tomó Saturio banderillas, pero la 

suerte no le acompañó. A la hora de matar 

arreó Torón un horrendo pinchazo, luego otro 

parecido, y al fin una estocada baja. Saturio 

se metió con el público, y éste se metió con 

él. El picador Gil Tovar sufrió un percance en 

el tercero.» 

304) Araposo: 

Doña María Lourdes Martín de Pérez 

Tabernero presentó uno de los toros de su 

vacada salmantina, llamado Araposo, en la 

Plaza de Toros de Madrid el (25-05-1989). 

Llevaba el número 13 (45) en los costillares y 

dio un peso de 572 kilos de p.v., luciendo una 

bella lámina, con altiva elegancia. Se le 

concedió el Premio Discoteca J-5 al toro más 

bravo de la Feria de San Isidro. Se jugó en 

primer lugar para que con él tomara la 



alternativa el diestro Julián Cuéllar, de manos 

de Curro Vázquez y como testigo de la 

ceremonia Víctor Méndez. 

305.1) Arbolario: 

El domingo (02-08-1885), llamado 

Arbolario, colorado, ojo de perdiz, de don 

Carlos López Navarro, de Colmenar Viejo, 

lidiado en Vitoria el (02-08-1885), en segundo 

lugar, que saltó al tendido, produciendo el 

consiguiente pánico, y salió por la puerta de 

los toreros, que estaba abierta, a la calle, 

donde fue muerto a tiros. En otro pasaje del 

libro de don José María de Cossío, aparece 

con esa misma fecha, corrida y plaza, el toro 

del ganado de la condesa de Salvatierra, de 

Villarrubia de los Ojos del Guadiana (ya en 

esta fecha de López Navarro), Herbolario, 

fue lidiado en Vitoria el (02-08-1885). Saltó al 

tendido y salió a la calle, donde le mató a tiros 

la Guardia civil. En el tumulto promovido por 

el toro resultaron heridas y contusas más de 

40 personas. Así que se trata del mismo 

astado y, por tanto, de un error humano sin 

otra importancia que la simple aclaración. 

Los espadas de esa corrida del día 2 

citado fueron Rafael Molina (Lagartijo) y 

Salvador Sánchez (Frascuelo). El toro a que 

nos referimos salió en segundo lugar. Era un 

buen mozo, donde los haya, y su pelaje 

castaño ojalao. Salió a la plaza caminando 

pasito a pasito, como si fuera un alma 

cándida. Los peones de Frascuelo casi le 

dieron con los capotes en los morros, pero 

salía tras ellos con gran furia y encerró en el 

callejón a Paco, el hermano de Salvador y al 

«Ostión.» 

(45) El primer astado, marcado con el número 13, que encontramos en nuestros archivos 

llevaba el nombre de Gavioto y fue lidiado por Rafael Molina Sánchez (Lagartijo)la tarde del (24-06- 

1888), día de San Juan, en la Plaza Real de El Puerto de Santa María; el segundo, llamado 

Amargoso, no aparece hasta 80 años después y fue lidiado en la madrileña Plaza de Toros de Las 

Ventas, la tarde del (11-08-1968); el tercero fue Araposo, de doña María Lourdes Martín de Pérez 

Tabernero, lidiado en la Plaza de Toros de Madrid el (25-05-1989); el cuarto astado llevó el nombre 

de Aranito y pertenecía al hierro de los Hijos de Celestino Cuadri Vides. Se corrió en primer lugar 

en la Plaza de Toros de Huelva, la tarde del (09-08-1992); el quinto y último, hasta ahora, de la 

relación, se llamó Laminoso, lidiado por Julián López (el Juli), el día (26-06-2002), de la ganadería 

sevillana de don Juan Pedro Domecq Solís. 

129


Seguidamente, Arbolario, escarbando 

y reculando, se acuarteló en el centro 

de la plaza. Entonces «Regaterín» cometió 

la imprudencia de flamear el capote desde 

dentro del callejón para llamarle la atención 

y, tanto lo consiguió, que el animal se le 

arrancó con un gas terrible y al llegar cerca 

de donde estaba el imprudente banderillero, 

pegó un brinco y …¡lo que son las cosas!, se 

quedó con las patas puestas en el filo de la 

barrera y las manos apoyadas en la maroma 

de la contrabarrera, como si fuera un señorito. 

Si los que estaban en un burladero hubieran 

hecho algo por asustar al toro, no hubiera 

pasado nada. Pero se «najaron» y el toro 

echó todo su peso hacia delante y entró en el 

tendido, que era el nº 3, a la izquierda de la 

Presidencia y ya junto al Sol, todo en menos 

tiempo que se dice. 

El cuadro que se desarrolló entonces, 

no es para contarlo. En medio de un griterío 

fenomenal, se hizo un despejo casi absoluto, 

a base de correrse la gente a los tendidos 2 y 

4, subirse a las gradas, saltar a los pasillos y, 

sobre todo, tirarse de cabeza al callejón. El 

Arbolario enganchó a siete personas, cuatro hombres y 

tres mujeres, de los que se afanaban en pasar a las gradas, 

sin conseguirlo. Varios de estos heridos, no lo fueron 

gravemente, y por fortuna todos salvaron la pelleja. 

Aparte de ellos, hubo más de 

dos-cientos contusos, pues en la 

huía la gente se estorbaban entre 

sí, chocando unos contra otros, 

amén de los que se tiraban al 

suelo y caían de mala manera. 

toro caminó por las filas, hasta que cogió el 

tabloncillo por el cual se manejaba con más 

soltura y enganchó a siete personas, cuatro 

hombres y tres mujeres, de los que se 

afanaban en pasar a las gradas, sin 

conseguirlo. Varios de estos heridos, no lo 

fueron gravemente, y por fortuna todos 

salvaron la pelleja. 

Aparte de ellos, hubo más de doscientos 

contusos, pues en la huía la gente se 

estorbaban entre sí, chocando unos contra 

otros, amén de los que se tiraban al suelo y 

caían de mala manera. Aun hubiera sido 

mucho mayor el número de heridos si no 

hubiera sido por la decisión de un torero 

subalterno, porque nada hicieron los que 

alternaban esa tarde, llamado Santos, que 

tenía a su cargo la tarea de alcanzar las 

banderillas, pudo colear al toro y tenerle 

sujeto unos segundos, hasta que el animal 

se le escapó, pero con ello dio tiempo a que 

el tendido quedase vacío. El momento de más 

emoción fue cuando se vio al toro dirigirse 

hacia dos niños, que seguramente eran 



hermanos y se habían separado de sus 

padres en el tumulto. 

El griterío llegó al colmo, muchas 

mujeres se «privaron» y los hombres se 

tapaban la cara para no ver la tragedia. La 

mayor de las criaturas gateó por una columna 

y el otro crío logró refugiarse en la meseta de 

los músicos, cuando el toro ya estaba a punto 

de alcanzarlos. Arbolario quiso entonces 

bajar por la escalinata que daba a la puerta 

de cuadrillas, pero era harto estrecha para 

él, por lo cual optó por tirarse desde arriba 

por las buenas. La gente de los tendidos 

respiró momentáneamente, pues enseguida 

te-mieron que iban a verle aparecer por 

cualquiera de las puertas que daban al pasillo. 

No fue así. El animal se fue hacia la cuadra 

de caballos, cuando vio, abierta de par en par 

una puerta que daba a la calle y por ella salió… 

¡Hay que calcularse la cara que podrían 

muchos espectadores, que habiendo logrado 

conseguir salir del coso, huyendo del toro, 

se lo volvían a encontrar junto a ellos y en un 

terreno más favorable para las embestidas! 

Por fortuna se cebó corneando a la mula que 

estaba enganchada en el carricuba y luego, 

tomando el camino de la izquierda, se metió 

en una especie de callejón sin salida, en el 

cual y frente a la casa del dueño de la Plaza, 

halló la muerte, producida por los balazos de 

dos guardia civiles. 

Se cuenta que los toreros se negaron 

a subir a los tendidos, alegando que ellos 

habían sido contratados para torear en llano 

y no en una escalera. Esto es falso, pues lo 

que ocurrió fue no pudieron subirse a los 

tendidos, ya que se lo impidió la avalancha 

de público que se refugiaba en el callejón por 

considerarse allí mas seguros. Tantos 

desperfectos se ocasionaron, que la corrida 

no pudo continuar hasta una hora después 

de haber muerto el toro, trabajando de firme 

los carpinteros en clavar tablas de cualquier 

modo. Cuando se reanudó la lidia, el gentío 

se agolpó en las gradas y palcos, dejando 

vacío los tendidos, lo cual fue posible porque 

una gran cantidad de espectadores se había 



marchado presos de pánico, a tomar tila en 

sus casas. 

Durante el resto de la tarde se veía 

por las calles a gente despavorida, como si 

hubieran visto al mismísimo diablo, con las 

vestimentas rotas y los hombres sin 

sombreros, la mayoría de ellos pisoteados, 

perdiéndose en el barullo bastones, abanicos, 

carteras, chaquetas, pues hacía mucho calor 

y la mayoría las tenían colgando de sus 

hombros. Como siempre, hubo críticas 

injustas hacia las autoridades ¿Qué podían 

haber hecho para evitarlo? Pero esas 

actitudes de incomprensión son muy 

nuestras y se encuentran ejemplarizadas en 

el canto: 

«¿Qué una vieja se tira por el balcón? 

¡Pero esos guardias…! ¿Para qué son? 

¿Qué hace el tranvía un ruido horrible? 

¡Pero esos guardias…! ¡Para qué sirven! 

Cae una teja desde un tejado… 

¿Por qué ese guardia no lo ha evitado? 

La cabeza de Arbolario fue 

embalsamada, estando expuesta muchos 

años en un comercio de Vitoria. Por cierto, 

que en la «Tauromaquia» de Rafael Guerra 

(Guerrita) dice que el toro de llamaba 

Herbolario, pero esto es un error. Contra lo 

que suele ocurrir, el nombre le venía como 

anillo al dedo, porque aquel toro no parecía 

estar bien de la «chimenea.» 


Novillo cárdeno oscuro, llamado 

Arbolario, de la vacada española de don 

Rafael L. de Clairac, corrido en la Plaza de 

Toros de Madrid el (01-08-1929), fue bravísimo 

en todos los tercios, llegando en el primero 

cuatro veces a los piqueros. 

Hierro y divisa de la ganadería de 

don Emilio Ortuño Duplaix. 

131


307.3) Arbolario I: 

El astado de pelaje negro zaino, de 

nombre Arbolario, marcado con el número 

104 y con 518 kilo de p. v., pertenecía a la 

ganadería de don Baltasar Ibán, fue lidiado 

en primer lugar el (16-05-1969) en el 

madrileño coso de Las Ventas, con el que 

confirmó su alternativa Juan Antonio Alcoba. 


El toro de pelaje negro meano, 

llamado Arbolario, herrado con el número 35 

y con 476 kilos de p. v., perteneciente a la 

ganadería de don Emilio Ortuño, fue corrido 

en séptimo lugar en el festejo celebrado en la 

Hierro y divisa de los señores 

Herederos de don Baltasar Ibán 

Valdés 

Plaza de Toros de Burgos el (30-06-1961), 

que por su carácter bravo y noble mereció el 

honor de la vuelta al ruedo en el arrastre. La 

antigua Plaza de Toros de Burgos se comenzó 

a construir en 1860 por una Sociedad, La 

Burgalesa, constituida al efecto Fue el autor 

de los plano el arquitecto don Severiano Sáinz 

de la Lastra, inaugurándose el (14-09-1862), 

con una corrida de don Justo Hernández, 

lidiada por los diestros Julián Casas 

(Salamanquino) y Manuel Domínguez. 

309.5) Arbolario II: 

El astado de la divisa de los señores 

Herederos de don Baltasar Ibán Valdés, con 

su hermosa jechura, excepcional bravura y 

nobleza, llamado Arbolario II, se corrió en la 

Plaza de Barcelona la tarde del (10-07-1987). 

Lo lidió en tercer lugar, el Jerezano, que le 

cortó una oreja. Se le concedió el Premio 

Peña Taurina Los Victorinos, de El Prat de 

Llobregat, al mejor toro de la temporada en 

aquella plaza. 

310.6) Arbolario II: 

El astado de la divisa de los señores 

Herederos de don Baltasar Ibán Valdés, 

Hierro y divisa de la vacada de los 

Herederos de don Samuel Flores. 

llamado Arbolario II, se corrió en la Plaza 

de Linares (Jaén) la tarde del (29-08-1990). 

Estaba marcado con el número 45 en los 

costillares, era negro y dio un peso vivo de 

490 kilos. Ganó el Trofeo del Ayuntamiento 

de Linares al mejor toro de la feria y el de la 

Peña Taurina Paco Moreno, también el mejor 

toro de la feria de la localidad. 

311) Arcángel: 

El toro herrado con el número 213, 

llamado Arcángel, con 470 kilos en bruto, de 

(46) Don Samuel Flores Romano es ya el segundo terrateniente de España, por delante de la 

duquesa de Alba y sólo detrás de don Juan Abelló. Quienes conocen sus fincas aseguran que sus 

reses podrían trasladarse de Albacete a Sevilla sin salir de sus tierras. En ellas el Rey ha 

conseguido varios récords de caza. Con 57 años, en 2002, representa a la octava generación de una 

familia manchega que lleva el toro en la sangre desde hace 200 años. Es el hombre que más tierras 

ha acumulado en España a lo largo de los últimos años. Ha reunido más de 23.000 hectáreas de 

terreno, superando las 20.000 de la duquesa de Alba, y sin llegar a las 40.000 del Sr. Abelló y su 

mujer, la aristócrata Ana Gamazo. Quienes conocen la totalidad de sus fincas aseguran que sus 

reses podrían ir de Albacete a Sevilla sin salir de sus tierras. 

(Ramón Tijeras: Crónica de EL MUNDO. Domingo 30 de Junio de 2002 - Número 350) . 



la ganadería mexicana de San Miguel de 

Mimiahuapan, fue corrido en séptimo lugar 

en el festejo celebrado el (01-04-1978) en la 

Monumental «Plaza México.» Fue regalado 

por el diestro español Paco Camino en su 

despedida del toreo, siendo el último astado 

que estoqueó en su dilatada carrera taurina. 

312) Archidón: 

El novillo de pelaje negro bragado, 

llamado Archidón, herrado con el número 

109 -es el único que hemos encontrado-, de 

la vacada de don Samuel Flores Romano 

(46, véase al pie de la página anterior) , fue lidiado 

en cuarto lugar el (23-04-1961) en la Plaza 

de Toros de Linares (Jaén). Se le dio una 

vuelta al ruedo al ser arrastrado. La ciudad 

andaluza de Linares posee una Plaza de 

Toros edificada con piedra, ladrillo, hierro y 

madera, en el último tercio del siglo XIX. Es 

de forma circular, de bastante solidez. Consta 

de tres pisos: tendidos, gradas y galería, a 

los que conducen cuatro escaleras; dan entrada 

al edificio cuatro puertas. Figuran entre 

sus dependencias la caballeriza, corrales 

para el ganado bravo y para efectuar el 

apartado; 10 chiqueros, conserjería con 

vivienda, administración, sala de toreros, 

despacho de billetes, enfermería con dos 

camas, carnicería y alguna otra habitación. 

La capacidad total es de 10.500 espectadores. 

El redondel mide 50 metros de 

diámetro y el callejón 1,30 de anchura. 

313) Archivel: 

El toro de pelo retinto oscuro, 

bautizado con el nombre de Archivel, del 

marqués de Casa-Gaviria -su debút en Madrid 

el (31-08-1840)-, que fue lidiado en Madrid el 

(05-05-1851), tomó 19 varas Véase la 

siguiente página del Pelón y José Trigo, y lo 

remató Cayetano Sanz. 

314.1) Ardillo: 

El (30-05-1861) se presentó en la Real 

Maestranza de Caballería de Sevilla como 

sobresaliente de espada, el matador de toros 



Agustín Perera -nacido en Sevilla el (16-08- 

1836)-, en una corrida de ocho toros de don 

Miguel Martínez Azpillaga, de El Puerto de 

Santa María, para Manuel Domínguez y José 

Rodríguez (Pepete). 

Agustín Perera estoqueó los dos 

últimos cornúpetos: Ardillo, de pelaje retinto 

y Redondo, negro.Agustín Perera, nació en 

Sevilla el (16-08-1836). Frecuentó las capeas 

con los hermanos Machío, Juan Yust, Manuel 

de las Casas (Marquito de Triana) y alguns 

otros que fueron más tarde conocidos 

toreros. 

315.2) Ardillo: 

El (06-02-1921) toreó Ernesto Pastor, 

sin saberlo, por última vez en «El Toreo» 

(ciudad de México, D. F.), realizándole una 

gran faena a Ardillo, de la ganadería 

mexicana de Piedras Negras, al que le cortó 

las orejas y el rabo. Rodolfo Gaona por su 

parte, le cortó las orejas y el rabo a Fogonero, 

de la misma vacada. 

316) Arduo: 

El (19-05-1932) recibió la confirmación 

de su alternativa en Madrid el matador 

madrileño Juan Martín-Caro Cases (Chiquito 

de la Audiencia), de mano de su padrino el 

matador Félix Rodríguez, que le cedió el 

primero, llamado Arduo, de la ganadería del 

duque de Tovar. El (10-04-1932), el hasta 

entonces novillero Juan Martín-Caro Cases, 

nacido en Madrid el (03-10-1910), se decidió 

a tomar la alternativa. Villalta le cedió en la 

plaza de Ciudad Real el toro llamado 

Madrileño. 

317) Arenito: 


Arenito, herrado con el número 87 y con 472 

kilos de p. v., pertenecía a la divisa de doña 

María Pallarés y fue lidiado en primer lugar 

en la corrida celebrada en la Plaza de Toros 

de Valencia el (30-07-1970). Fue cedido por 

Diego Puerta a Jaime González (el Puno), 


133


TOROS QUE AGUANTARON 19 PUYAZOS 

ueron 30 los toros –hasta que completemos todas las investigaciones 

F 

en marcha- que recibieron 19 varas, en un siglo: (1843-1943). 

Cronológicamente: 1) Algareño, el (29-06-1843), de don Diego Hidalgo 

Barquero, canónigo de la Catedral y ganadero hispalense; 2) Archivel, 

del marqués de Casa-Gaviria, lidiado en Madrid el (05-05-1851), 

rematado por Cayetano Sanz. 3) Zamarrito, de don Fulgencio Díaz Hidalgo; 4) 

Ranchero, de doña Carmen García Gómez y Hermanas, fue lidiado en la plaza de 

San Sebastián; 5) Merino, jugado en Madrid la tarde del (14-07-1851), que fue 

estoqueado por Julián Casas (el Salamanquino); 6) Chinelo, de don Luis María 

Durán, en la antigua plaza Madrid el ( 19-04-1852); 7) Peinado, de don José María 

Benjumea, jugado en Madrid el (12-09-1853), fue rematado por Manuel Díaz (el Lavi); 

8) Ramillete, de don Taviel de Andrade, rematado por Francisco Arjona Herrera 

(Cúchares) el (04-06-1855), en Madrid; 9) Romerito, de don Manuel Bañuelo, jugado 

en Madrid, lo remató Manuel Díaz (Lavi), el (01-06-1857; 10) Atrevido II, de don Justo 

Hernández, en Madrid, el (05-04-1858); 11) Airoso, del marqués de la Conquista, 

jugado en Madrid, el (03-05-1858); 12) Perruno, de don José Arias Saavedra, en 

Madrid, el (05-09-1859); 13) Espejito I, del marqués del Satilllo, jugado en Madrid el 

(31-03-1861), fue estoqueado por Antonio Sánchez (Tato); 14) Confitero, del marqués 

del Saltillo, en Madrid el (0-04-1861), fue estoqueado por Antonio Sánchez (Tato); 15) 

Tostado, de doña Gala Ortiz, lidiado en Madrid el (08-09-1861), fue rematado por 

Cayetano Sanz; 16) Conejo, de don Manuel Suárez, corrido en Madrid el (06-10- 

1864); 17) Sombrerero, de los Sres. Hermanos Antonio Estevao y Augusto Estevao 

de Oliveira, lidiado en Madrid el (03-06-1865); 18) Cisquero, de Taviel de Andrade, 

fue jugado en Madrid el (22-04-1867); 19) Calesero, de doña Dolores Monge, se 

corrió en Madrid el (09-10-1868); 20) Peregrino, de don Vicente Martínez, produjo la 

cogida de el Tato en Madrid el (07-06-1869) y de la misma corrida, el 21) Tablones, 

de Miura; 22) Perrero, del duque de Veragua XIV , lidiado en la Plaza de Toros de 

Vista-Alegre de Bilbao; 23) Rabanero, de don Vicente Martínez, fue lidiado en Madrid 

el (29-05-1870); 24) Judío, del duque de Veragua XIV, en Madrid el (12-06-1870), lo 

mató Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo); 25) Medianoche I, de don José 

Becerra, fue lidiado en San Fernando (Cádiz) el (08-09-1875); 26) Odalisco, de don 

Juan Manuel Sánchez, fue lidiado en Santander el (22-07-1883); 27) Carneruno, de 

doña Dolores Monge, fue lidiado en Valencia el (23-07-1877); 28) Mechones, del duque 

de Veragua XIV, se lidió en Cartagena (Murcia, España) el (07-08-1881);29) 

Medianoche II, de don José Becerra, fue lidiado en Tudela (Navarra) el (08-09-1883) 

y cierra la lista el que hace el número 30) Bonito, fue un novillo para la filmación de la 

película Novillero, en la que tomaba parte en las escenas taurinas el famoso y desigual 

espada Lorenzo Garza, del que no tenemos fecha. 

Archivos del autor. 




en presencia de Manuel Benítez (el 

Cordobés), en la ceremonia de alternativa del 

diestro colombiano. 

La citada ganadería se formó con 

reses de don Rafael Surga y Agüera, 

Manuel Jiménez (Chicuelo II), que le 

cortó las orejas y el rabo a 

Pergamino, se desenvolvía con una 

especial maestría. 

cruzadas con sementales de Parladé, y a 

finales de la década de 1930 con toros del 

conde de la Corte. Fue de don José Domecq; 

luego de su señora Viuda, que la vendió a 

don Francisco Chica, al que se la compró 

don Antonio Peñalver, del que la adquirieron 

en 1929 los Hermanos don Luis y don José 

Pallarés Delzors, quienes el (12-07-1931), 

hicieron su debut como tales en la plaza de 

Madrid. Divisa: Azul y blanca. Señal: Puerta 

en la derecha y zarcillo en la izquierda. 

318) Aretillo: 

El (06-02-1927), en la corrida a 

beneficio de la Asociación de la Prensa 

Mexicana, se lidió en sexto lugar, Aretillo, de 

la ganadería mexicana de San Diego de los 

Padres, propiedad del Lic. don Nicolás 

González Jáuregui, que le tocó en suerte al 

diestro Pepe Ortiz, quien esa tarde dio a 

conocer su quite creador, llamado la orticina, 



Manuel Jiménez (Chicuelo II). 

tomando como base la bravura de este 

astado de bandera. Alternó en dicho festejo 

con el diestro sevillano, Manuel Jiménez 

(Chicuelo II), que le cortó las orejas y el rabo 

a Pergamino, de la misma ganadería. 

319) Aretito: 

El (01-05-1953), se corrió en la Plaza 

de Toros de Morelia (Michoacán, México) –la 

antigua Valladolid mexicana-, un bravísimo 

astado, de nombre Aretito, que fue lidiado 

por el pundonoroso matador mexicano Antonio 

Velázquez, que le hizo una dramática faena, 

dándosele al burel una muy merecida vuelta 

al ruedo. 

320.1) Argelino: 

Becerro africano, que llevó el nombre 

de Argelino, fue lidiado en Barcelona el (15- 

06-1881). Hirió de muerte a un aficionado 

alemán. Tal vez se trate del astado a que se 

refiere don José Velázquez y Sánchez (Don 

Clarencio) en sus Cartas tauromáquicas, 

cuando dice: «Argelino, cornialto, negro, 

plantado, arrogante...» 


El novillo marcado con el número 96 

en uno de sus costillares, llamado Argelino, 

135


de la don José de la Cova Benjumea, fue 

corrido en la Plaza de Sanlúcar de Barrameda 

(Cádiz) el (21-09-1947), se hizo acreedor a 

una vuelta al ruedo que le dieron las mulillas. 


El astado perteneciente a la divisa de 

Fernández de Castro, llamado Argelino, fue 

corrido en la Monumental Plaza de Toros de 

Barcelona el (18-04-1971), y desde que salió 

al redondel provocó un ambiente de entusiasmo 

por su bonita jechura, brindándole a 

todos bravura y nobleza a raudales y los 

espectadores pidieron el indulto, al que no 

accedió la Presidencia, concediéndole la 

vuelta al ruedo al ser arrastrado por las 

mulillas. 

323.1) Argentino: 

El novillo de pelaje cárdeno oscuro, 

llamado Argentino, herrado con el número 

77, de la ganadería de don Ramón Ortega 

Estévez, fue corrido en la madrileña Plaza 

de Toros de Vista-Alegre el (29-04-1955), al 

que dieron la vuelta al ruedo en el arrastre. 

324.2) Argentino: 




-ya multicitados-, en esa corrida: Argentino, 

Amapolo, Revenido, Andaluz, Barco, 

Consentido y Currito, constituyeron un 

balance de 5 desorejados, en la plaza de San 

Cristóbal (Venezuela), en una tarde en que el 

torero de Palma del Río (Córdoba, España), 

Manuel Benítez (El Cordobés), alcanzó uno 

de sus más grandes triunfos en plazas de 

Sudamérica. Todos, sin excepción, fueron 

ovacionados en el arrastre, ya que su bravura 

y nobleza no decayó a lo largo del festejo. 

Este éxito sin precedentes, le abrió a la 

ganadería un nuevo mercado para lidiar sus 

toros en cosos venezolanos, como ya quedó 

citado. 

325) Aries: 

El (05-10-1995), confirmaron su 

alternativa, en la «Plaza México», en un 

Jueves Taurino nocturno, los espadas 

mexicanos Manolo García Méndez y Juan 

Clemente, llevando ambos como padrino a 

Paco Dóddoli. El primero, Aries y el segundo, 

Tauro, siendo los dos astados, como los 

restantes, de un encierro de diez toros, de la 

ganadería mexicana de San Marcos. 

Completaron el cartel: Juan Querencia, Luis 

Fernando Sánchez y Gustavo Jiménez. 

326) Arisco: 

El (11-06-1831), el toro negro, llamado 

Arisco, del ganado de la Vacada Real de 

Fernando VII -su antigüedad entre los 

años1796 y 1799- después de del duque de 

Veragua XIII-, lidiado en Aranjuez el día 

señalado, saltó la valla, salvando las cuerdas 

del tendido 2. Recorrió varios, y en el 5 los 

voluntarios realistas inten-taron detenerle con 

sus sables y bayonetas, subiendo Roque 

Miranda al tendido acompañado con el 

banderillero el Tiñoso, matando al astado con 

el estoque, después de una confusión terrible 

entre el público. Ese tarde banderilleó el 

sevillano Luis Rodríguez (el Tiñoso) a las 

órdenes de Juan Jiménez (el Morenillo) y 

Roque Miranda (Rigores). La historia del 

incidente fue así: 

«Arisco, salió en cuarto lugar; le puso 

una vara Juan Pinto y dos Cristóbal Ortiz, y 

cuando iba a ponerle Pinto la segunda, salió 

el bicho corriendo, saltó la valla, salvando las 

cuerdas del tendido 2; después de recorrer 

varios tendidos, sembrando el pánico, al 

llegar al 5, los voluntarios realistas intentaron 

detenerle con los sables. Subieron entonces 

Roque Miranda y el Tiñoso armados de 

estoques, y éste último le dio al cornúpeto 

con gran serenidad un metisaca que le hizo 

caer sobre las cuerdas del tendido.» 

Curiosamente, en otra información 

puede leerse: «El toro de la antigua ganadería 

española de Fernando VII, después del duque 

de Veragua XIII, llamado Guindo, fue lidiado 



en Aranjuez el (12-06-1831). Después de la 

segunda vara saltó la valla, sin tomar carrera 

para hacerlo, salvó las maromas y se metió 

en los tendidos, recorriendo algunos. En el 

tendido número 6 fue muerto por los Miranda 

y el Tiñoso, auxiliados por voluntarios realistas, 

después de haber provocado una 

peligrosa estampida entre los aficionados.» 

Existe, pues, una clara confusión en el 

nombre del astado y cabe preguntarse ¿se 

llamó Arisco o Guindo? 

327) Aristócrata: 

El (16-04-1967), en la Monumental 

Plaza de Toros de Monterrey (capital del 

Estado de Nuevo León, México), se lidió un 

bravo encierro, en el que cinco de los bureles 

salieron de bandera, cuales fueron, por orden 

de lidia: Ostentoso, Sentimiento I, 

Aristócrata, Torbellino y Chaval, todos de 

la afamada vacada de Arroyo Hondo en el 

Estado mexicano de Zacatecas, de don José 

Julián Llaguno. En esa corrida cortaron 

apéndices los tres espadas: Joselito Huerta, 

Manolo Martínez y Eloy Cavazos. Después 

de ser arrastrado Sentimiento I, el ganadero 

dio la vuelta al ruedo con Huerta y Martínez, 

que se consagró esa tarde con el toro 

Chaval. 

328) Aristócrático: 

El toro de la vacada de don Ángel y 

don Juan Antonio Sanpedro, llamado 

Aristocrático, corneó mortalmente al 

empleado de la Plaza de Toros de Ciudad 

Real, don Jesús García Briñas, el (01-06- 

1995). El desgraciado accidente ocurrió 

cuando dicho trabajador procedía a 

comprobar el funcionamiento de la báscula 

en la que habrían de pesarse los toros que 

tenían que lidiarse al día siguiente. 

329) Arizeño: 

El (03-12-1967) fue otra memorable 

fecha para de la ganadería mexicana de San 

Miguel de Mimiahuapam, propiedad del Lic. 

Alberto Bailleres, porque se puede decir que 



Javier Garfias de los Santos, 

famoso ganadero mexicano. 

Los toros que cría. 

El patio de su Hacienda. 

(ANCTL) 

137


los seis toros lidiados en la plaza El Toreo de 

Cuatro Caminos (ciudad de México, D.F), 

fueron de bandera; sus nombres: Zaino, 

Presidente, Don Pedro, Fundador, Arizeño 

-aludiendo a don Antonio Ariza, director de la 

casa Domecq- y Toñuco, dieron excelente 

juego, siendo lidiados en un mano a mano de 

lo dos Manueles: Capetillo y Martínez, que 

realmente inmortalizaron a todo el encierro; 

todos bravos a carta cabal, permitiendo a los 

dos famosos toreros mexicanos realizar 

extraordinarias faenas, siendo partícipe el 

ganadero, que en unión de los diestros, 

recorrió el ruedo recibiendo el más entusiasta 

homenaje de la concurrencia. 

330) Arlequín: 

El (26-11-1977), en el coso de la 

ciudad mexicana de Querétaro, se lidiaron 

ocho toros, de la ganadería mexicana de don 

Javier Garfias de los Santos (Imágenes página 

anterior), siendo indultado Arlequín, por el 

diestro Eloy Cavazos, que esa tarde alternó 

con su paisano regiomontano Manolo 

Martínez, el hispano José Mari Manzanares y 

Miguel Espinosa (Armillita chico), que tomaba 

la alternativa. Cabe destacar que el torero 

alicantino, cortó cuatro orejas y un rabo, 

cerrando con broche de oro el festejo el hijo 

de Fermín, que también cortó apéndices. 

Todos los toros fueron ejemplares en la lidia. 

NOTA: Los cronistas taurinos mexicanos AB 

y AAB, en el diario La Afición, con fecha (26- 

11-1999), y en la sección Efeméride Taurinas, 

dicen: «Alternativa de Miguel Espinosa 

(Armillita chico), en la ciudad de Querétaro, 

llevando como padrino a Manolo Martínez y 

de testigo a Eloy Cavazos y José Mari 

Manzanares, con Arlequín, de Javier Garfias. 

331) Armado: 


Luis Freg, sufrió una gravísima cornada en el 

muslo derecho, por el toro llamado Armado, 

de la ganadería de don José Pereira Palha , 

(Véase página siguiente) en la Monumental de 

Barcelona. Si Rodolfo Gaona disfrutó en 

Barcelona del máximo cartel, no menos 

puede decirse de dos contemporáneos suyos 

de talante estético muy inferior pero con 

arrestos para dar y prestar. En junio de 1916, 

en la flamante Monumental de Barcelona – 

que era la de Las Arenas ampliada-, Juan 

Silveti había confirmado su alternativa mexicana 

–no válida según el anacrónico reglamente 

de la época- llevando como padrino a 

su paisano Luis Freg, el torero de Nonoalco. 

Ambos mantuvieron en vilo a los 

barceloneses delante del bronco y cornalón 

encierro de los Herederos de don Joaquín 

Pérez de la Concha que despacharon mano 

a mano, y ambos disfrutaron de gran 

predicamento en la Ciudad Condal: Silveti al 

grado de verse anunciado, en agosto de 1923 

y como culminación de una continuada racha 

de éxitos, para apadrinar la alternativa de la 

mayor esperanza del toreo catalán, el diestro 

de San Martín de Provensalts Eugenio 

Ventoldrá, un purista del volapié, pero dicha 

alternativa no llegó a consumarse por resultar 

herido el catecúmeno durante el tercio de 

quites del primer toro, y Luis Freg, como 

elemento fijo para las corridas «duras» de la 

temporada barcelonesa a lo largo de sus 

veintitrés campañas consecutivas en 

España, fama duradera y heroica ganada a 

fuerza de estocadas formidables y dramáticas 

cornadas, como la del (11-08-1929) 

que le tuvo varias semanas a las puertas de 

la muerte: seccionada la femoral por el primer 

astado de don José Pereira Palha Blanco de 

aquella tarde, llegó a declarársele la septicemia 

y le fueron suministrado los santos 

óleos (véase la biografía del personaje). 

332) Armejito: 

Novillo del ganado de don Eduardo 

Ibarra, bautizado con el nombre de Armejito, 

lidiado en una becerrada en la Real 

Maestranza de Caballería de Sevilla el (06- 

05-1905), hirió de muerte al aficionado 

Celestino Navarro, al banderillearle. 




Nadie puede poner en dudas, viendo este ejemplar de sangre 

Miura, su dureza y poder. 



na gran cantidad de astados de don José Pereira han presentado muy serias 

A 

dificultades para su lidia, pues no en vano tiene sangre miureña. Incluso en la 

primera década del siglo XX, concretamente el (31-05-1908), Antonio Boto 

Recatero (Regaterín) se las vio y deseó para deshacerse de una corrida durísima, 

en la que solamente se lidió un miureño, sumamente bronco, duro y poderoso, 

de don Eduardo I Miura y los otros cinco de don José Pereira Palha, del que le 

tocó un ejemplar a Regaterín, fueron igualmente broncos, difíciles y poderosos. Pero se portó 

Regaterín valiente y dominador, pero la ayuda de Blanquet fue tan notable y eficiente, por lo 

inteligente y valerosa, que el público le obligó a dar dos vueltas al ruedo, ovacionándole con 

entusiasmo. Es el premio que dan los de Miura y los que tienen su sangre. Aquella tarde alternó 

Regaterín con Emilio Torres (Bombita) y Antonio Moreno (Moreno de Alcalá), obteniendo Valenciano 

en Madrid uno de los triunfos más resonantes de su vida torera. En Portugal los reproductores de 

Miura fueron adquiridos por la familia de Pereira Palha. El creador de la divisa, don José Pereira 

Palha Blanco, mantenía una buena amistad con don Antonio I Miura, gracias a la cual le cedió en 

1884 tres novillos para utilizarlos como sementales de la vacas de origen Vazqueño que había 

adquirido de las ganaderías españolas de Trespalacios y de don Fernando de la Concha y Sierra. 

Posteriormente don Antonio I Miura le prestó un macho más en 1886 y otro en 1888. El cruce 

Veragua-Miura llevó a la fama a la divisa portuguesa y la mantuvo en primera línea hasta que en 

el siglo XX cambió el tipo de toros que se demandaba en las plazas. En entonces la familia 

Pereira Palha decidió eliminar la antigua procedencia y sustituirla por otra derivada de don Fernando 

Parladé, más acorde con los tiempos que se avecinaban, lo que debió ocurrir a partir del (21-04- 

1908), fecha en que dicha ganadería hizo su debut en Madrid. Hoy los últimos vestigios de la 

sangre de Miura en Portugal se mantienen en el otro hierro que se conserva en poder de un 

miembro de la familia Palha y que se anuncia a nombre de María do Carmo Palha. En todo caso, 

los genes procedentes de Miura que se conservan en ésta última divisa son simples reminiscencias, 

sin relevancia para considerar que tenga algún tipo de influencia en la misma, si bien no puede 

descartarse esa posibilidad. 

139


333) Arqueño: 

Rafael Molina (Lagartijo) toreó su 

segunda tarde esa temporada en la Plaza 

Real el (29-07-1888), pero era en total la 

sexta, en esta ocasión lidiando reses de 

Muruve, y en competencia nada menos que 

con Rafael Guerra (Guerrita), el Califa II (47), 

aquel otro cordobés, ya famoso antes de ser 

matador, y con quien la loca afición, ávida 

siempre de polémica, le iba pronto a enfrentar, 

al fallar el tradicional dualismo ibérico por la 

retirada de Frascuelo; lo que aconteció en la 

temporada de 1890, dos años después. Pues 

a lo que vamos. 

Según el desconocido cronista de la 

corrida, «mucha gente acudió aquel día 

caluroso a El Puerto desde Cádiz y pueblos 

cercanos con motivo de esta corrida, hasta 

un total de 11.000 personas, que fue la mejor 

en cuanto al ganado que se vio en la Plaza 

Real ese año, ya que doña Dolores Monge, 

viuda de don Joaquín Muruve –ambos 

ganaderos- presentó seis toros finos, de 

libras y hermosa estampa, siendo bravos y 

de poder, y, aunque algo tardos en la suerte 

de varas, ninguno volvió la cara al castigo. 

Los toros, que entre los seis 

aguantaron 41 varas, descabalgaron a los del 

castoreño en 23 ocasiones y mataron 11 

caballos, fueron los siguientes: 

1º Grillito, berrendo en cárdeno, con 

el nº 32, estaba bien puesto y fue el mejor de 

todos. Le correspondió a Lagartijo, haciéndole 

buena brega y quites, algunos con el 

lucimiento a que nos tiene acostumbrados. 

Sin embargo, en la muerte de sus toros no 

estuvo acertado esta tarde, ya que estoqueó 

mal a Grillito por no querer confiarse, 

haciendo muy pesada la faena. Este primer 

toro originó que el picador de Lagartijo, José 

Calderón, tuviese que retirarse a la enfermería 

con una muñeca lastimada. 

2º Viejo, castaño claro, jirón, bragado 

y cornialto, con el nº 35. Fue para Guerrita, 

pero éste dejó a su paisano le colocara un 

magnífico par. El Califa II estuvo en sus tres 

enemigos muy trabajador en los quites y 

bregando mucho toda la tarde. En la muerte 

de sus toros muy bien. A su primero lo mató 

de un pinchazo, una estocada buena y un 

descabello. 

3º Rasposo, negro hito, con el nº 15, 

y bien puesto. Fue muy bien toreado por 

Lagartijo, acercándose bien al bicho y dándole 

algunos buenos naturales, dos de pecho y 

uno cambiado, de salida contraria, siendo éste 

último muy aplaudido. Después arrojó la 

montera y entró a volapié con una estocada 

superior que tumbó al toro, recibiendo el Califa 

I una gran ovación. 

4º Lisonjero, negro zaino, con el nº 8 

y bien encornado, le correspondió a Guerrita. 

A este toro, le puso un buen par de banderillas, 

pero ante había saltado la barrera y caído al 

callejón, y después de pasarlo bien y de 

cerca, y tras varios pases, le recetó media 

regular. 

5º Lechuzo, negro bragado, con el 

número 18, algo brocho y bizco del izquierdo, 

al que Lagartijo le realizó una faena 

arrimándose, para acabar soltándole una 

media y otra mejor, y dos descabellos con la 

puntilla. En este toro, los dos Califas hicieron 

la suerte llamada del puente o al alimón, 

terminándola arrodillándose y rascándole la 

testuz a Lechuzo. 

6º Arqueño, entrepelado en cárdeno, 

bragado y con el nº 44, estaba bien 

(47) El Guerra había tomado la alternativa en Madrid en 1889, pero, como ya sabemos, no era 

ningún novel para los aficionados. Lagartijo estaba entonces en su mejor momento: después de su 

proeza en la Plaza Real el día de San Juan, el 29 de junio y el 1 de julio, había obtenido dos 

clamorosos éxitos en la Plaza de Toros de Barcelona, que había repetido en Madrid los días 5 y 8 

del mismo mes. En esta última fecha alcanzó el público tal grado de entusiasmo que hubo de 

suspenderse la corrida para dar ocasión de retirar del redondel el sinnúmero de prendas de vestir de 

ambos sexos que habían arrojado los enfebrecidos espectadores. Ahora volvía al Puerto, a 

confirmar su triunfo de la corrida de San Juan de 1889. 



Hierro y divisa del ganadero 

mexicano don Mariano Ramírez. 

encornado. Guerrita, tras una buena brega, 

le atizó un pinchazo, media buena y otra 

superior, todo a volapié, siendo muy aplaudido 

a lo largo de toda la faena y obsequiado con 

cigarros. 

De la gente de a caballo El Chato y 

Pegote. De los banderilleros Juan Molina y 

Manene. Bregando, Juan y Mojino. La 

cuadrilla de Guerrita: Picadores, Francisco 

Fuentes y Antonio Bejarano (Pegote). 

Banderilleros, Miguel Almendro, Ricardo 

Verdute (Primito), Rafael Rodríguez (Mojino) 

y Antonio Guerra. Cachetero, Joaquín del Río 

(Alones). 

El resultado económico de la corrida: 

Ingresos, 149.024 reales de vellón; gastos, 

121.263; beneficios, 27.761 Rdv. 

334) Arquero: 

En la Plaza de Toros fronteriza de 

Nuevo Laredo (Tamaulipas, México), fueron 

lidiados en febrero de 1963 los toros de la 

ganadería mexicana de don Mariano Ramírez: 

Arquero, con el número 80, que le tocó en 

suerte al diestro mexicano Manuel Capetillo, 

siendo un astado extraordinario; el segundo, 

llamado Observador, resultó bravísimo y 

corres-pondió al espada español Joaquín 

Bernardó, que le realizó una faena 

extraordinaria; y el tercer toro, también de 

bandera, Negociante, con el número 30, fue 

magistralmente toreado por Juan Silveti 

Reinoso. En esta memorable corrida, que aún 

deben recordar los aficiona-dos de la plaza 

fronteriza, el ganadero don Mariano Ramírez, 

fue aclamado por el público al dar la vuelta al 

ruedo. 



Hierro y divisa del ganadero 

portugués Murteira Grave. 

335) Arrabalero: 


Arrabalero, herrado con el número 23, de la 

divisa de don Samuel Flores, criado en la 

bonita dehesa de Los Alarcones, en el término 

de Andújar (Jaén), fue corrido en primer lugar 

en el festejo celebrado en la Plaza de 

Zaragoza El (11-10-1969), con el que Dámaso 

Gómez concedió la alternativa a Vicente 

Linares, actuando de testigo de la investidura 

José Fuentes. En aquella dehesa existía en 

la década de los años 1960 una cerca de 

malla metálica cubriendo un perímetro de 

unas mil hectáreas dedicada a la montería, 

especialmente de venados. 

336) Arrajuno: 

En la temporada de novilladas del año 

1951, en la Monumental «Plaza México», se 

lidió el novillo, de nombre Arrajuno, que 

resultó extraordinario, siendo uno de los 

bovinos más bravos de aquella temporada. 

337) Arrallano: 

El astado de pelaje negro meano, 

llamado Arrallano, marcado con el número 

435, con 480 kilos de p. v-, perteneciente a la 

ganadería portuguesa de Murteira Grave, 

abrió plaza el (27-07-1969) en la madrileña 

de Las ventas, con el que confirmó su 

alternativa el desventurado espada José 

Falcón. La ganadería de don Joaquín Manuel 

Murteira, ubicada en Évora, con divisa azul y 

amarilla, y señal: rasgada la oreja izquierda y 

despuntada la derecha, se formó con la parte 

de la ganadería del marqués de Villamarta 

que correspondió a su hija doña María de los 

141


Al fondo de la imagen y junto al mar, la Plaza de Toros de 

Cádiz, conocida por «La Hoyanca.» 

Ángeles Ramos Dávila, que la vendió a don 

Ignacio Sánchez Ibargüen, el que el año 1960 

la enajenó a su actual poseedor, teniendo 

antigüedad del (21-06-1964). 

338) Arrastrado: 

El (10-07-1910) hizo su presentación 

en la nueva Madrid, en una novillada nocturna, 

el novillero gaditano Manuel Díaz Domínguez, 

alternando con Adolfo Guerra y el Posadero. 

Le correspondieron los cornúpetos: 

Malagueño, de Contreras, y Arrastrado, de 

don José Pereira Palha. En la novillada del 

(06-09-1914), en la Plaza de Toros de Cádiz 

(Véase imagen sobre estas líneas), mató al novillo 

de Don Antonio López Plata, el primero de la 

tarde, que había producido la muerte del 

aragonés Jaime Ballesteros (Herrerín). 

339) Arrecife: 

Astado de pelaje cárdeno oscuro, 

llamado Arrecife, de la ganadería de don Félix 

Urcola -su debut en Madrid el (16-07-1904)-, 

lidiado en Madrid el (23-05-1915), el cual, 

arran-cándose de lejos, recargando y sin 

salirse suelto nunca, tomó cinco varas y llegó 

a la muerte noble y poderoso; pero antes, en 

el segundo tercio, al ponerle un par de 

banderillas cambiando, el matador mexicano 

Luis Freg, salió con una cornada de 10 

centímetros de profundidad por 18 de 

extensión, en el muslo derecho. 

340) Arrecío: 

El (29-09-1887), Arrecio, negro 

mulato, de la ganadería de don Francisco 

Gallardo y Castro -su antigüedad el (12-09- 



1886)-, de Sevilla, lidiado en Madrid el día al 

principio citado, fue el primero que mató 

Rafael Guerra (Guerrita) el día de su 

alternativa, cedido por Rafael Molina (Lagartijo 

). Le dio una estocada hasta la mano, 

después de una buena faena de muleta. Fue 

picado por Antonio Bejarano y Millán (Pegote) 

y Francisco Fuentes. Los otros cinco toros 

de la corrida fueron del duque de Veragua XIV. 

Arrecio, aparece reseñado por don José 

María Rey (Selipe) en su obra Espartero y 

Guerrita, del que dice: «Arrecio, negro 

mulato, bien puesto, sacudido de carnes y 

marcado con el número 55.» 

En otra crónica podemos leer: El 

astado de pelo cárdeno, de nombre Casiano, 

de la ganadería española de don Juan 

Vázquez, fue el primero de dicha vacada que 

se lidió en Madrid el (29-09-1887). Tomó nueve 

varas, dio tres caídas y mató dos caballos. 

En esa corrida alternaron los diestros 

cordobeses Rafael Molina (Lagartijo) y Rafael 

Guerra (Guerrita), en Madrid y en cuya corrida 

recibió Guerrita la alternativa de manos de 

Lagartijo, que le cedió el toro Arrecío, negro 

mulato, de la ganadería de don Francisco 

Gallardo, de Sevilla, lidiado en Madrid el día 

antes citado, que fue primero que mató Rafael 

Guerra (Guerrita), al le dio una estocada hasta 

la mano, después de una buena faena de 

muleta. Fue picado por Antonio Bejarano y 

Millán (Pegote) y Francisco Fuentes. Los otros 

cinco toros de la corrida fueron del duque de 

Le recordamos al aficionado el típico 

toro de don Felipe de Pablo Romero 



Veragua. A este toro debe referirse José María 

Rey (Selipe), cuando dice: 

«Arrecío, negro mulato, bien puesto, 

sacudido de carnes y marcado con el número 

55.», en su obra Espartero y Guerrita.) Los 

otros cinco toros de la corrida fueron del 

duque de Veragua XIV. En esa corrida, el 

gran picador Francisco Fuentes, que trabajó 

con Rafael Guerra (Guerrita) en cuantas 

corridas toreó éste antes de tomar la 

alternativa, el día de la ceremonia, el (29-09- 

1887), formó tanda con Antonio Bejarano y 

Millán (Pegote), y el sexto toro, de nombre 

Romanito, le dio una cornada en muslo que 

no le permitió ir a La Habana con Francisco 

Arjona Reyes (Currito) y Rafael Guerra 

(Guerrita). Organizada la cuadrilla de éste a 

su regreso de tierras americanas, ocupó en 

ella un puesto Francisco Fuentes, y su pareja 

fue Pegote. (Véase breve reportaje de la corrida 

en la página siguiente). 

341) Arrendatario: 

El astado de la ganadería sevillana de 

Pablo Romero, llamado Arrendatario, fue 

lidiado en la Plaza de Toros de Murcia el (09- 

09-1974), al que se le otorgó el trofeo «Club 

Taurino de Murcia, destinado al ejemplar que 

resultas el más bravo de aquella Feria taurina. 

342.1) Arriero: 

Toro de don Rafael Laffitte y Castro - 

su debut en Madrid el (11-05-1875)-, lidiado 

en Bilbao el (22-08-1877). Arriero, sin volver 

la cabeza, aceptó 18 varas, dejando muertos 

en el ruedo ocho caballos. Aprovechando sus 

excelentes condiciones hizo con él Rafael 

Molina (Lagartijo) una faena memorable, 

coronándola con una estocada soberbia, 

saliendo cogido de tanto estre-charse con el 

toro, aunque ileso gracias a su serenidad. 


Manuel Fuentes (Bocanegra) –de 

grosella y plata-, Francisco Arjona Reyes 

(Currito) –azul y oro-, Salvador Sánchez 


143


Con un toro sobrero recibió Guerrita la 

alternativa 

sí fue. Con un toro sobrero, que llevaba varios meses en los corrales de la 

A 

Plaza de Toros de Madrid, recibió la alternativa Rafael Guerra (Guerrita), 

de manos de Lagartijo, y por ello el toro, que atendía por el nombre de 

Arrecio se hizo célebre. La historia del suceso es muy larga, porque 

ocupando en 1887 Lagartijo y Frascuelo el primer plano del toreo, Rafael 

Guerra era ya una figura popularísima, y sobre él convergían las miradas de todos los 

aficionados como el futuro mantenedor de una época taurómaca no lejana, sucesora de 

la gloriosa mantenida por los abuelos, como cariñosamente se llemaba a Rafael y a 

Salvador. La importancia de aquella alternativa podemos imaginarla. 

Apoderaba a Guerrita un íntimo amigo suyo, don Juan Bautista Aguilar, ilustre 

oficial de la Armada, y entre este y el empresario Menéndez de la Vega se celebraron 

muchas entrtevistas y consultas sin que se pusieran de acuerdo. Buscar la ganadería 

con los toros adecuados resultaba fundamental. Se habló de los del Saltillo, pero el 

Empresario no se llevaba bien con el Marqués... después que si de Murube, pero las 

reses no estaban en condiciones óptimas. Le tocó el turno a los toros de don Anastasio 

Martín, y tras muchas consultas, a las que no fue ajeno el futuro padrino Lagartijo, y de 

una visita a los prados donde pastaban los toros, se llegó a una conformidad muy relativa 

porque faltaban muy pocos días para la efeméride. 

Para el domingo (25-09-1887), cuatro días antes del doctorado, la décimo séptima 

corrida de abono, con Currito, Mazzantini y Marinero, que debía torear seis toros de doña 

Teresa Núñez de Prado -ganadería que había sido adquirida por don Juan Vázquez, que 

se iban a lidiar por primera vez en la Corte, la corrida fue suspendida por lluvia y a el 

empresario, con aquella corrida en los corrales, le parecieron los toros de don Juan 

mejores que los de don Atanasio... y con ellos se anunció la corrida a bombo y platillo. 

Pero los veterinarios desecharon un toro de Vázquez, siendo sustituido por otro 

de don Francisco Gallardo y Castro, que venía figurando como sobrero en bastantes 

corridas y que por su antiguedad debía romper plaza... Pese a la total inhcormidad del 

apoderado, que quiso suspender la corrida, salió al fin el sobrero llamado Arrecio, bien 

puesto de pitones, que Lagartijo cedió a Guerrita doctorándolo, ante una calurosa ovación. 

El toro llegó al último tercio con pésimas intenciones, incierto, avisado, cobardón 

y desparramando la vista, es decir, todo un marrajo de armas tomá. Pero el nuevo matador, 

que fue cogido al dar un pase de muleta y derribado, le salvó del trance Lagartijo en un 

quite puntual, continuando Guerrita la faena muy valiente, enviando al bicho al desolladero 

de una buena estocada y un descabello con la puntilla. En su cuarto toro, de nombre 

Tinajero, Guerrita alcanzó un gran triunfo, y en el sexto, que atendía por el nombre de 

Romanito, estuvo muy valiente, siendo al final de la memorable corrida, en la que los 

dos Rafaeles banderillearon como ellos sabían hacerlo al quinto astado, fueron sacados 

a hombros por los espectadores. El toro Arrecio, que pudo haber dado origen a una 

desggracia y a cambio -cosas de la vida y de los toros-, sin merecimientos de ninguna 

clase, más bien lleno de defectos, ha pasado a la historia como un toro célebre. 




Povedano (Frascuelo) –grana y oro-, Manuel 

Hermosilla y Llanera –grana y oro-, José 

Sánchez del Campo (Cara-Ancha) –verde y 

oro- y Luis Mazzantini y Eguía –grana y oro-, 

alternaron la tarde del (01-11-1884), en la que 

con carácter extraordinario tuvo la ofrecida 

en la corrida certamen, celebrada en la Plaza 

Real del Puerto. Seis fueron las primeras 

figuras que entraron en juego, y según don 

Manuel Martínez Alfonso, «ni el mismo 


quiso escurrir el bulto para evitar fáciles 

comparaciones, que tan odiosas les resultan 

a los matadores de nuestros días.» Lidiaron 

toros de sangre procedente de don Diego 

Hidalgo Barquero, «hoy de don Julio Laffitte», 

los siguientes espadas, por el orden que se 

cita, que es el de su antigüedad: Ahí es nada: 

Córdoba, Madrid, Granada, Sanlúcar de 

Barrameda, Algeciras y San Sebastián, en 

una séxtuple competencia abierta a todas las 

críticas y a todas las opiniones. 

El Ayuntamiento de la Ciudad, 

consciente del carácter verdaderamente 

excepcional de aquella jornada, preparó 

grandes festejos con tal motivo, minuciosamente 

detallados en cartel especial editado 

por su Comisión de Fiestas. Por la mañana 

hubo ópera en el Teatro, con la asistencia de 

los toreros. La Plaza estaba engalanada – 

refieren las crónicas de la época-, y a pesar 

de lo avanzado del año, la entrada fue buena 

y la corrida comenzó a la dos y media de la 

tarde. Hubo banderillas de raso, y dos jinetes, 

«vestidos a la antigua», según rezaban los 

prospectos de mano, salieron a pedir la llave. 

El resultado de la corrida, sin embargo, no 

fue demasiado brillante por haber fallado el 

ganado. Pero todos los espadas cumplieron, 

poniendo en su labor el mayor interés. 

Frascuelo y Mazzantini fueron los más 

destacados. Los toros fueron: 

1º Antoñuelo, berrendo en negro, 

capirote, lucero y con el número 120, aguantó 

cinco varas y mató un caballo. Correspondió 

a Bocanegra, para tomar y fue banderilleado 



por él. Después lo pasó de muleta, rematándolo 

de cuatro estocadas, que no fueron 

suficientes, y tres descabellos, recibiendo 

muchos aplausos. 

2º Barquerito, negro mulato, con el 

nº 19, recibió ocho varas y mató dos caballos. 

Correspondió a Currito, quien después de 

banderillearlo, le dio unos pases de muleta y 

acabó con él de tres medias, recibiendo 

división de opiniones a su labor. 

3º Mezclilla, berrendo en cárdeno, 

con el nº 49 y tomó cinco varas. Fue para 

Frascuelo, quien lo recibió con verónicas y 

navarras, para después de banderillear darle 

una estocada hasta la mano. Aplausos. 

4º Lagartijo, negro zaino, nº 90, 

tomó dos varas y fue fogueado. Hermosilla le 

dio cuatro verónicas y fue también condenado 

a banderillas de fuego, que las colocó el 

mismo matador. Compuso una faena de 

muleta a base de cuatro naturales, tres de 

pecho, para acabar con su enemigo de una 

estocada hasta los rubios. Entusiasmo en el 

público, música, sombreros, palmas y 

cigarros. 

5º Estornino, cárdeno, con el nº 20, 

aguantó seis puyazos, por un caballo muerto. 

Cara-Ancha le dio cuatro verónicas y tres 

faroles. Colocó grandes pares de banderillas. 

Con la muleta sufrió varios desarmes y al 

final un volapié algo caído. Grandes aplausos. 

6º Arriero, berrendo en cárdeno, 

listón, bien puesto y con el nº 78, tomó ocho 

puyazos. Mazzantini lo capeó con cinco 

verónicas y una navarra algo movidas: 

grandes aplausos. Badila y Matacán pusieron 

siete varas, dando dos caídas y perdieron 

un penco. Luis hizo muy buenos quites, 

recortes, cuarteos y una larga. Aplausos, 

música y ovación. El diestro tomó los rehiletes 

de lujo y dejó sobre los rubios dos excelentes 

pares cuarteando sobre corto. Grandes 

aplausos, ovación y música. Después de 

oportunos brindis, la roja muleta extiende y 

citando al Arriero burlado lo deja en breve. 

Tres pases naturales buenos y dos de pecho. 

Y por derecho le largó una gran estocada 

145


Enrique Vargas (Minuto) en un 

alarde de valor. 

arrancando, que aunque algo baja, le premió 

la concurrencia con sus aplausos. Ovación, 

música y gran entusiasmo. La tarde fue de 

Mazzantini. Dando buenas estocadas, y 

siendo ídolo del pueblo «no te duermas en 

tus triunfos y sigue aprendiendo. 

Por otra parte, su simpatía y buen trato 

le permitieron conquistar los medios más 

dispares, y circulaba en todos ellos con 

general aprecio y admiración. Al finalizar la 

temporada de 1884, el espada vasco nada 

tenía que envidiar a Frascuelo o Rafael Molina. 

Como a ellos, le sonreía la gloria y le proponían 

contratos en blanco. Los adversarios 

de Mazzantini y cierta Prensa reaccionaria 

empezaron a decir que en la propaganda de 

él había tomado mucha parte la masonería... 

¡la envidia ibérica siempre presente! 


Enrique Vargas (Minuto) y Joaquín 

Navarro (Quinito) alternaron en la Plaza de 

Toros de El Puerto de Santa María el (04-10- 

1891), lidiando ganado de los señores Abdón 

Fíntela y Miguel López, ganaderos por- 

Joaquín Navarro (Quinito). 

tuenses. El resultado de la corrida fue bueno, 

tanto por parte de los toreros como de los 

toros. En esa corrida sucedió un percance, 

si bien de poca importancia, bastante 

significativo. A el diestro Quinito, a quien le 

habían llegado rumores de que la Empresa 

carecía de fondos, se negó en rotundo a 

torear si no le pagaban sus honorarios antes 

de la corrida. Cundió la alarma entre los 

aficionados y se alborotó el cotarro oficial. El 

Gobernador llegó a autorizar al Alcalde para 

que, si lo creía oportuno, mandase suspender 

la corrida. Finalmente debió darse con 

alguna solución –la cesión de sus derechos 

como contratista por parte del Sr. Ponce a 

favor de otro tal Sr. López- porque lo cierto 

es que la corrida se celebró. Hasta aquí lo 

reseñado don Manuel Martínez Alfonso. 

Sin embargo, don José María Rojas 

Guillén, ha rescatado otra crónica de la 

corrida, en la que nos cuenta que ese día fue 

propicio a las broncas, ya que desde la una 

de tarde, aproximadamente, se produjo un 

escándalo mayúsculo en la calle de Correos 

entre varios transeúntes, al parecer foras- 



teros; éstos sacaron a relucir unos «alfileres» 

de a vara y no ocurrió desgracia alguna, 

merced a que varios amigos o conocidos de 

los que escandalizaban separaron a los 

alborotadores. La guardia municipal no 

apareció. 

La crónica señala que el reconocimiento 

veterinario de los toros se realizó 

en el cortijo del marqués del Castillo, en San 

Felipe, donde descansaba el ganado. Que fue 

escasa la concurrencia a nuestro circo y que 

el ganado era de nuestros convecinos Sres. 

Fontela y López, que lo vendió en 2.000 

reales. Y que los ingresos de la corrida fueron 

21.742 reales; los gastos 2.806, quedando 

un superávit de 936 reales de vellón. Los 

toros cumplieron todos en el primer tercio, 

pues aguantaron 82 varas, dieron 12 caídas 

y acabaron con 6 jacos, conservándose 

nobles y bravos hasta el final, sobresaliendo 

el 5º, llamado Lebrijano, que correspondió a 

Minuto, al que los piqueros (que en toda la 

tarde no hicieron más que marrullerías) 

destrozaron, pues hubo algunos que metió 

una tercia de vara, y a pesar de este castigo, 

y correr la sangre hasta cubrir las pezuñas 

delanteras, siguió acudiendo y recargando, 

conservándose bravo hasta la muerte. 

Enrique Vargas (Minuto) fue muy 

aplaudido toreando, y en la muerte de sus 

toros, que fueron: 1º Maltés, con el nº 1, 

barroso y corniabierto. 3º Milagroso, con el 

nº 6, cárdeno claro y bien puesto. 5º 

Lebrijano, con el nº 4, cárdeno y bien puesto, 

a los cuales dio 36 pases y 6 medios, de 8 

estocadas, una media, 5 pinchazos y un buen 

descabello, estando el diestro siempre fresco 

y a la cabeza. Minuto cobró 2.000 reales por 

su trabajo. 

Joaquín Navarro (Quinito) estuvo bien 

en la brega y con la muleta, sobresaliendo a 

su compañero en el acierto con el estoque, 

ya que a su primero, llamado Fatigón, con el 

nº 22, cárdeno y bien puesto, lo mató de un 

buen volapié hasta la mano. A su segundo, 

que era de mazapán, de nombre Arriero, con 

el nº 17, negro bragado y bien puesto, lo toreó 



arrimándose, pero hiriendo disgustó al tirarse 

y dar una media bien puesta, después de un 

pinchazo, y que debió ser entera, no siéndolo 

por no dejarse caer. Al último de su lote y de 

corrida, llamado Podenco, con el nº 20, 

cárdeno y bien puesto, se deshizo de él tras 

8 pases y otra estocada buena a volapié que 

bastó, apretándose más. Quinito cobró 4.800 

por su trabajo. 

A la bronca callejera del mediodía, 

siguió la de la alarma entre los aficionados y 

se alborotó el cotarro oficial, pues intervino 

hasta el Gobernador, como quedó citado, se 

agregó la monumental bronca que se produjo 

durante la lidia de Arriero, originada por 

bajarse al ruedo dos individuos con la 

pretensión de poner banderillas, declarándose 

impotente para sofocar la rebelión, 

acudiendo en su auxilio la Guardia Civil, que 

en pocos minutos puso fin al tumulto y las 

descalificaciones. 


El (28-05-1929), se lidiaron en la 

antigua plaza de toros, de la ciudad sultana 

andaluza de Córdoba, dos toros notables: 

Arriero, berrendo en negro, de la vacada de 

don Antonio Natera Junquera -su antigüedad 

en la Corte de el (27-09-1921), que hizo una 

magnífica pelea en todos los tercios, 

mereciendo que le diesen dos vueltas al ruedo 

durante el arrastre; y Dulcero, que resultó 

bravísimo y noble en la pelea, mereciendo dos 

vueltas al ruedo durante el arrastre. 


El año 1941 se indultó en la Plaza de 

Toros del antiguo coso mexicano de «El 

Toreo» (ciudad de México, D. F.), un 

extraordinario toro: Arriero, de la ganadería 

mexicana de Piedras Negras, que 

correspondió al después famoso matador 

Luis Procuna, y el que, tras ser indultado fue 

reintegrado a su dehesa y dedicado como 

semental, dando los siguientes años 

excelentes crías. 

147




Arriero, marcado con el número 1 (48), de la 

ganadería de don Manuel García-Aleas 

Carrasco, fue lidiado en Madrid el (25-06- 

1950). Magnífico ejemplar que lucía, junto a 

la divisa encarnada y caña de Aleas, un lazo 

negro como señal de luto por el fallecimiento 

del anterior propietario, el popular Manolo 

Aleas de la canosa barba. 

348) Arriscadito: 

Una vez más la Plaza Real de El 

Puerto de Santa María, que casi siempre 

registra poca entrada en los tendidos, en 

corridas de toros, presenta en cambio una 

entrada buenísima, y en esta ocasión en tarde 

veraniega espléndida con viento intermitente, 

cuando se trata de una novillada con algunos 

diestros locales, como ocurrió el domingo 

(05-09-1915). Alternaron aquella tarde, 

lidiando ocho novillos de los Herederos de 

Pérez de la Concha, los diestros Manuel Díaz 

Domínguez, Sebastián Suárez (Chanito), 

Bernardo Muñoz (Carnicerito de Málaga) y 

José Amuedo, llevando los astados –el 

tercero fue un buen ejemplar, bravo, noble, 

voluntarioso y con poder; los demás 

cumplieron por puro compromiso, pudiendo 

decirse que formaron parte de una vulgar 

bueyada-, los nombres siguientes: 

1º Monaguillo, jabonero sucio, jirón, 

careto, sacudido de carnes y buena 

encornadura, que correspondió a Díaz, 

vestido con terno tórtola y oro, toreó muy bien 

de capa a su primer enemigo y pese a que el 

último tercio se defendía le atizó una estocada 

tendida tras la que el cornúpeta se echó, pero 

se levantó y tuvo que descabellar, recibiendo 

una ovación y una oreja. 

2º Pavito, negro lombardo, bragado, 

gordo y escobillado de ambos pitones, fue 

para Chanito, quien después de banderillear 

a su primero, lo remató de dos pinchazos y 

una estocada en buen sitio, logrando una 

oreja. 

3º Tachuelo, negro zaino, grande y 

sumamente hormigón del derecho, 

correspondió a Carnicerito. Fue un buen 

ejemplar, el mejor, bravo, noble, voluntarioso 

y con poder o duro. Lo remató de dos 

pinchazos y una estocada atravesada que 

asomaba, por lo que recibió palmas y pitos. 

4º Sabanito, castaño, listón, capirote, 

feo y flaco, del que se encargó Amuedo, éste 

lidió a su manso y peligroso primer enemigo 

en concierto con sus peones y huyendo, bajo 

la desagradable música de los pitos. Le largó 

media estocada delantera, llegándole el 

primer recadito de la presidencia. Seguidamente, 

intentó descabellar, pero fue 

arrollado, escuchando el segundo aviso. Tras 

una bochornosa puñalada pescuecera le llegó 

el último recado y el animal se echó. 

5º Camarero, colorado, grande, 

gordo, y de bonita jechura, correspondió a 

Díaz, y éste fue ovacionado con el capote, 

para meter a la concurrencia en el delirio con 

(48) El primer toro que figura en nuestros archivos que llevó el Nº 1, se llamó Dudoso, del 

marqués del Saltillo, y fue lidiado en la Plaza Real de El Puerto el (23-07-1882); el segundo, de 

nombre Maltés, fue corrido también en El Puerto el (04-10-1891), día que alternaron Enrique Vargas 

(Minuto) y Joaquín Navarro (Quinito), lidiando ganado de los señores Abdón Fíntela y Miguel López, 

ganaderos portuenses y fue la tarde de la monumental bronca que se produjo durante la lidia de 

Arriero, originada por bajarse al ruedo dos individuos con la pretensión de poner banderillas, 

declarándose impotente para sofocar la rebelión, acudiendo en su auxilio la Guardia Civil, que en 

pocos minutos puso fin al tumulto y las descalificaciones; el tercero, se llamó Fortuno, también 

lidiado en nuestra Plaza de Toros, la tarde del (21-07-1912), en pleno período conocido como la 

«Edad de Oro» de los novilleros del Puerto de Santa María, comprendida entre los años de 1915 a 

1920; el cuarto llevó el nombre de Huerfanito, fue lidiado en Madrid el (12-10-1929) y con él recibió 

la confirmación de su alternativa Manuel Mejías Jiménez (Bienvenida); el quinto, tuvo por nombre 

Arriero, de don Manuel García Aleas, fue lidiado también en Madrid el (25-06-1950); el sexto, se 

llamó Poleo, de don Celestino Cuadri, lidiado el (04-06-1996), igualmente en Madrid. 



su faena artística y bien ligada, tras la que le 

dio una estocada algo delantera, llevándose 

la segunda oreja. 

6º Ladrón, sardo, bragado, salpicado, 

listón y careto, fino y bonito, que también fue 

manso, fue de Chanito, resultándole manso 

de solemnidad, por lo que se formó un gran 

revuelo de protestas en los tendidos. Pero el 

diestro se mostró valiente y lo mató de media 

estocada en su sitio, recibiendo, como Díaz, 

su segunda oreja. División de opiniones. 

7º Regatón, cárdeno claro, bragado, 

careto, grande, gordo y bonito, para 

Carnicerito, que se hizo aplaudir con el 

capote, pero el viento arreciaba y su faena 

se hizo larga y aburrida, para, desafortunadamente 

para el malagueño, ofreció un 

mitin con la espada, escuchando dos avisos. 

8º Arriscadito, barroso, grande, 

gordo, bonito y de muchos pies, fue el último 

de José Amuedo y de la novillada. También le 

salió manso, siendo aplaudido el diestro en 

un quite, para después entrar a matar con 

buen estilo, dando una estocada en todo los 

alto, que le hizo merecedor a una ovación. 

NOTA: De los cronistas de la corrida, a Jota 

Erre, de la Revista Portuense, y no a Planó, 

del Diario de Cádiz-, le debemos las 

refinadas interpretaciones, dignas de mencionar: 

«Domínguez.- Para ti, querido amigo, 

fueron las palmas y los laureles, pues basta 

haber visto tu trabajo el domingo para 

comprender que fuiste el héroe; por lo demás, 

huelgan los comentarios, pese a Planó. 

Chanito.- Consiguió agradar, aunque su 

trabajo no fue en general lo que en otras 

veces le hemos visto; compartió con sus 

compañeros los aplausos que justamente le 

prodigaron. 

Carnicerito.- Amigo Bernardo, perdiste 

los papeles y aunque a ratos estuviste alegre 

y decidido, el conjunto de tu trabajo fue pesado 

y en parte ignorante. Amuedo.- Más vale no 

hablar nada del trabajo de tu primero, pues 

nada justifica el mieditis que se apoderó de 



tu persona ante un enemigo, que si bien era 

un solemne manso, no se traía nada al 

principio. Después sí, pues debido al abuso 

de la muleta y el sin número de pinchazos y 

puñaladas que distes (lo cual Planó verá que 

es verdad al repasar bien sus notas) se 

descompuso de manera que era un hueso 

duro de roer.» Uno, Planó, se decantaba sin 

rumbo por Amuedo, y el portuense, Jota Erre, 

justamente por Díaz, el novillero de El Puerto. 

Eso era todo. 

349.1) Arrogante: 

La primera vez -pasaron más de dos 

siglos para que apareciera el segundo-, que 

en la tauromaquia aparece un astado, 

llamado Arrogante, fue el (16-06-1794), en 

las corridas en las que actuaron José 

Delgado (alias Yllo) y Bartolomé Ximenez, de 

Cádiz, en la Real Maestranza de Granada, 

según aparecen en un AVISO PÚBLICO, en 

virtud de disfrutar la ciudad de Real Privilegio, 

en corrida que se celebrará en su Plaza 

Anfiteatro, siendo la primera de la temporada, 

con ganado de las famosas vacadas de doña 

Rafaela de Cuenca, vecina de Guadix, con 

divisa Pajiza, y de don Gabriel Díaz, de la 

Calahorra, Encarnada. 

Actuaron los picadores de vara larga: 

Laureano Ortega, de Cádiz; Antonio Parra, 

de Villanueva del Ariscal, y de sobresaliente, 

Juan López, de Badajosillo. Ese día se lidiaron 

dos corridas, en la primera, que se inició a 

las 10:30 de la mañana, se lidiaron cuatro 

toros; y la segunda, a las 5:30 de la tarde. En 

la de mañana, se corrieron cuatro astados: 

Victorioso, Impetuoso, Ufano y Arrogante. 

En la de tarde, se corrieron ocho toros: 

Caprichudo, Andaluz, Audaz, Colérico, 

Leal, Hechicero, Bromea y Enredador. 


Aquella tarde del (08-07-1883) actuó 

Juan Ruiz (Lagartija) en la Plaza Real de El 

Puerto de Santa María, llevando como 

medias espadas a Antonio Ortega (El 

Marinero) y a Luis Mazzantini y Eguía, que 

149


se enfrentaron a seis toros de don Joaquín 

Castrillón. Todos fueron demasiados blandos, 

salvándose únicamente el sexto, que fue el 

mejor. El que más se lució de los tres fue El 

Marinero, seguido de Mazzantini, y Lagartija 

sólo regular. Galea y Monterito pusieron 

buenos pares, ante una entrada endeble. Los 

toros se llamaron: 1º Coludo, negro bragado, 

astillado del derecho y bien encornado.- 2º 

Bordador -éste fue el segundo que con ese 

nombre se lidió en la Plaza Real: el primer 

Bordador se lidió el primero en la corrida 

inaugural del (05-06-1880-, berrendo en negro, 

bien puesto.- 3º Rojitas, retinto, ojo de perdiz, 

astillado y bien armado.- 4º Arrogante, 

colorado, hosco (33) y lucero.- 5º Barquero, 

colorado y brocho.- 6º Capacho, castaño 

albardado y gacho.- 7 Remendado, berrendo 

en colorado y bien encornado. En esta corrida 

Hierro y divisa de la ganadería 

mexicana de Atenco, la más antigua 

y que existe todavía. 

Don José Antonio y doña María del 

Carmen Pérez de la Fuente, 

propietarios de la ganadería de 

Atenco. 

Dos imágenes de la legendaria 

ganadería mexicana de Atenco. 

(ANCTL) 

portuense de estrenó nueva empresa, que 

escrituró un subarriendo hasta el (31-03-188). 

Los picadores en la prueba de 

caballos: Joaquín Chico, Manuel Pérez, 

Francisco Hernández, Enrique Prieto y José 

Sánchez (reserva). En un principio no 

figuraba Mazzantini en el cartel, posteriormente 

se lanzó un «aviso» en el que decía 

que el diestro vasco tomaría la alternativa, 

cosa que no ocurrió, ya que la efectuó el (13- 

04-1884) en la Real Maestranza de Caballería 

de Sevilla. 


Corrido en el coso de la Ciudad de 

Puebla (Estado de México) en 1902, tomando 

con Arrogante, de la ganadería mexicana de 

Atenco, su segunda alternativa, el Reverte 

Mexicano, en esta ocasión su padrino fue 



nada menos que don Luis Mazzantini, quien 

fuera una institución, dada su nombradía, en 

el arte de los toros. Por cierto, que el gran 

espada español, manifestó en varias 

ocasiones, su preferencia por los toros de 

Atenco, a los que consideraba de gran raza y 

pujanza. 


El (25-08-1946), en que hizo su debut 

en la «Plaza México», la ganadería mexicana 

de Chinampas, fueron lidiados los novillos 

siguientes: 

Campanero, sobresaliendo notablemente, 

por lo que fue muy ovacionado por el 

público, al igual que sus hermanos de dehesa 

Arrogante, Minuto y Codicioso, desde que 

apareció al ruedo, dada su bella, fina estampa 

y trapío, fue lidiado por el novillero español, 

José Laurentino Rodríguez (Joselito), en una 

apoteósica presentación, cortándole el rabo, 

haciéndole también un faenón al extraordinario 

toro: Minuto, que malogró con la espada. 

Ofreció al diestro una lidia ejemplar y fue 

ovacionado en el arrastre. En este festejo se 

lidiaron 8 novillos de la ganadería mexicana 

antes citada. Arrogante, mereció una larga 

aclamación del respetable. Fue codicioso con 

los caballos, acusando su raza y fortaleza 

de riñones, al recargar constantemente a 

pesar del duro castigo que le propinaron, 

derribando dos veces a los piqueros en turno. 


El (13-04-1968) fue una fecha 

memorable para la ganadería mexicana 

llamada de Xajay, propiedad del extinto don 

José Juan Sordo Madaleno, ya que se lidiaron 



Don Javier Sordo Madaleno Bringas, 

propietario de la ganadería de Xajay. 

Don Javier ha embellecido la que 

siempre fue una bella hacienda. 

Toro típico de la ganadería mexicana 


mexicana de Xajay. 

de Xajay. 

(ANCTL) 

151


cuatro toros de bandera de un encierro, en el 

coso de Mazatlán (Sinaloa, México), siendo 

el primer Arrogante, para el rejoneador don 

Felipe Zambrano y los matadores Jaime 

Rangel y Manolo Martínez, que fue muleteado 

magistralmente por el diestro regiomontano, 

en una faena brillante, cortándole las dos 

orejas; al segundo, Sevillano, Jaime Rangel 

le realizó una faena de antología, ganándose 

las dos orejas de su enemigo; el tercero, 

Flamenco, fue desorejado por Manolo 

Martínez; y el cuarto, Nopalero, cerró con 

broche de oro aquella memorable corrida, en 

la que se cortaron siete orejas, triunfando en 

grande el joven ganadero y arquitecto Sordo 

Madaleno. Tras la muerte de don José Juan 

la ganadería pasó a su su viuda, doña 

Magdalena Bringas y actualmente está en 

manos de su hijo, don Javier Sordo Madaleno 

Bringas. La ganadería se encuantra en la 

dehesa «La Laja», en el Estado mexicano de 

Querétaro y en el municipio de Tequisquiapan. 

La fecha fundacional de la ganadería 

es 1923. Este autor visitó la hacienda de Xajay 

y su bella hacienda en 1982. Quedé impresionado 

de los detalles del libro de la vacada. 

354) Arruceño: 

En la Plaza de Toros de Orizaba 

(Veracruz, México) ocurrió en 1950 un hecho 

memorable, pues salieron al ruedo cuatro 

toros de bandera, todos de la ganadería 

mexicana de San Miguel de Mimiahuapam, 

propiedad del Lic. Alberto Bailleres: Gaonero, 

que fue lidiado por el inspirado y gran torero, 

Silverio Pérez, al que le realizó una faena de 

antología, contribuyendo a ello, la excelente 

condición de notable ejemplar; Arruceño, que 

correspondió al desaparecido y poderoso 

torero, Antonio Velázquez, al que le hizo un 

trasteo dramático, de los que él acostumbraba, 

aprovechando en todo momento la 

acrisolada casta del astado; Cordobés, 

inmortalizado por el gran torero sevillano 

Manolo González, en tarde inspiración, en 

que su arte estuvo siempre sobre la arena y 

en el corazón sentimental de la concurrencia; 

y Tlaxcalteco, que cerró con brillante broche 

de diamante, la inolvidable tarde en el ruedo 

de Orizaba, al que se le dio la vuelta al ruedo, 

igual que a sus tres hermanos. 

355) Arrumbador: 

El novillo que lucía la divisa del 

marqués de Guadalest, llamado Arrumbador, 

se corrió en la Plaza de Toros de Arganda 

del Rey (Madrid), el (10-09-1990). Estaba 

marcado con el número 30 y era de pelaje 

burraco. Por su gran pelea en todos los 

tercios el operador de la mulillas, con la venia 

del presidente, le dio una vuelta al ruedo. 

356.1) Artillero: 

Siguiendo con las reseñas que nos 

ofrece El Heraldo de Madrid, transcribimos la 

que apreció un día después, de la corrida 

celebrada en la Plaza de Toros de la Corte la 

tarde del lunes (27-06-1842), que se publicó 

de forma destacada en el lugar destinado al 

«Folletín» en primera página. En su introducción 

advertimos ya que siguiendo la pauta 

que inició Abenamar, las dos grandes 

pasiones: política y toros, o si se refiere a 

toros y política, actúan a modo de vasos 

comunicantes. No se recurre exclusivamente 

al ejemplo de las grandes autoridades 

taurinas del pasado. A Pepe-Hillo y Pedro 

Romero les sustituyeron Calomarde y 

Torquemada para ilustrar el desarrollo de la 

corrida: 

«CORRIDA DE AYER LUNES. 

El Heraldo, de Madrid decía: «Así 

pues, fieles siempre nosotros al propósito 

que una vez hicimos, y el empeño que 

tomamos de entremeter semanalmente a 

nuestros heráldicos suscritores –decía El 

Heraldo- con los sucesos del gran circo 

nacional, con las escenas de la Plaza de 

Toros, que donde únicamente se veían 

aquellos años acciones de valor, arrojo yt 

gentileza, vamos a referirle los de la corrida 

de ayer lunes (27-06-1842), sin silenciar de 

sus más leves incidentes, según puede verse 

en la fecha citada. 



Anunciábanse toros andaluces, de 

D. Manuel Suárez Cordero (49) (Coria del Río, 

Sevilla), nuevos en esta Plaza y de ganadería 

no contrastada aun en la piedra de toque de 

alguna corrida célebre; pero como la mera 

curiosidad no es suficiente estímulo para 

llevar los aficionados a la Plaza en una tarde 

sofocante de calor, a riesgo de quedar 

asfixiados en la mitad del camino, la entrada 

fue endeble, cosa que nos causó gran desplacer, 

porque gustamos de ver los tendidos 

rebosando de ciudadanos, ondulare y 

bulliciosos como un mar, y tapizado de colores 

y matices como pradera de abril. 

Los picadores, cuyos nombres 

seguían figurando primer en todos los 

carteles, fueron: Manuel Gutiérrez (Montañés) 

y Joaquín Coyto (Charpa), y dirigieron 

las cuadrillas Juan Yust y Francisco Arjona 

Herrera (Cúchares). Vestía éste de verde y 

oro, y aquél otro en rosa y plata. 

El tercer toro, llamado Artillero, de 

pelaje negro bragado, blando y receloso al 

principio, se creció después y llegaba pronto. 

Minuto le saltó al trascuerdo. Charpa y Varilla 

le trabajaron bien, obligándole en los medios. 

Jordán y su sobrino, que vestían celeste y 

plata, le cargaron de banderillas, y Juan Yust, 

después de darle excelentes pases al natural 

y de pecho –es la primera vez que se ha 

escrito esta suerte-, le mató en los medios 

de una buena, aunque en hueso, y otra 

completa, ambas recibiendo. Esta última hizo 

arrojar al toro sangre por la boca, y los pocos 



inteligentes creyeron que estaba degollado; 

pero es una vulgaridad creer degollado un toro 

sólo por esa razón. Para apreciar la estocada 

se ha de mirar el sitio en que se pone y a la 

dirección que lleva, y es seguro que la 

estocada de Yust fue colocada a toda regla, 

mientras otras que no lo están no por eso 

hacen derramar al toro por la boca una gota 

de sangre. Los siguientes toros se llamaron: 

Larguito, Capuchino, Marismeño, Finito y 

Brujo. 

357.2) Artillero I: 

El (28-06-1874), tres años después 

de regresar a España desde América del Sur 

el diestro catalán Pedro Aixelá (Peroy), y 

actuando en Barcelona el citado día, 

alternando con Antonio Carmona (el Gordito), 

sufrió una grave cogida de Artillero I, de pelo 

Aldinegro: Cuando de medio 

cuarpo hacia abajo en toda su 

longitud es negro. No se aplica a 

los pelajes claros. (ANCTL) 

(49) La Ganadería de D. Manuel Suárez Cordero presentó sus toros por primera vez en Madrid la 

tarde del (27-06-1842). Al fallecer el tercer conde de Vista-Hermosa, don Pedro Luis de Ulloa y 

Halcón de Cala, el día de San Pedro de 1821, su hermana Luisa, enajenó la mayor parte de la 

ganadería a don Juan Domínguez Ortiz (alias el Barbero de Utrera, que debió ser un tipo muy 

curioso), muerto el cual pasó la vacada a su yerno, don José Arias Saavedra, de cuyo apellido se 

deriva el calificativo de saavedreños que aún hoy se le da a los toros algo brochos y gachos, pero 

con los codos muy altos y oblicuos a la estrecha frente, que no fallan en punto a la bravura, lo que 

nos empuja a considerar que estaban muy en el tipo de Vista-Hermosa.La parte de la vacada que no 

adquirió el Barbero, se la repartieron Luis María Durán, Salvador Varea, Joaquín Giráldez y Fernando 

Freire. De la rama de don Juan Domínguez Ortiz se originaron las siguientes ganaderías: José Arias 

Saavedra, Ildefonso Núñez de Prado, Francisco Pacheco, José Antonio Adalid, Vicente José 

Vázquez, marqués de los Castellones y el marqués de Villamarta. De la de don Luis María Durán, 

procedieron: marqués de Salas, Anastasio Martín, Manuel Suárez Cordero, Dolores Monge, Joaquín 

Murube y Eduardo Ibarra. 

153


Bien pudo ser Jaquetón, el que despachó Lagartijo de una estocada a 

volapié, pero exactamente 125 años después. 

retinto de la ganadería española de don 

Nazario Carriquiri -su debut en Madrid fue el 

(10-07-1864), ocasionándole un puntazo de 

cuatro centímetros en el hipogastrio, 

teniéndolo que rematar el Gordito. 

El año anterior, fue contratado 

nuevamente para trabajar en Ultramar; en 

muchos circos de América del Sur, especialmente 

de Buenos Aires y Montevideo, 

fueron testigos y admiradores de la labor de 

Peroy, que llamaba la atención sobremanera 

por la facilidad, la desenvoltura y arrojo que 

ponía en la lidia. No solamente estos méritos 

captaron las simpatías de los aficionados 

hispanoamericanos: la filantropía de Aixelá le 

llevó a participar sin cobrar retribución alguna, 

en funciones benéficas, siendo agasajado en 

muchas ocasiones con medallas, diplomas 

y poesía laudatorias. 


El astado del ganado español de don 

Rafael Laffitte, lidiado en Córdoba el (05-06- 

1876), Artillero, era castaño, aldinegro, 

achispao por detrás y resultó bravo y duro, 

voluntarioso y noble hasta su muerte. Tomó 

12 varas de Juaneca, Francisco Calderón, 

Chuchi y Rodríguez; mató tres caballos, fue 

coleado por Rafael Molina (Lagartijo) y 

banderilleado por Mariano Antón y Juan Molina. 

Lo mató el gran Rafael de una magnífica 

estocada a volapié. 


Rafael Molina (Lagartijo), Salvador 

Sánchez Povedano (Frascuelo) y Manuel 

Hermosilla alternaron en Madrid el día (20- 

05-1878) en la quinta corrida de abono, 

lidiando ganado del marqués de Salas. En 

su habitual crónica de la corrida, Don Éxito, 

nos refiere: 

-Que, al primero, Jaquetón, cárdeno 

y bien armado, lo despachó Lagartijo de un 

pinchazo bien señalado y una estocada a 

volapié. Al cuarto, segundo de su lote, llamado 

Desertor, de pelaje colorado, bizco del 



izquierdo, de un pinchazo y otro gran volapié, 

siendo aplaudido. 

-Frascuelo, al segundo, llamado 

Granado, negro listón, caído de cuerna y de 

libras, fue el desolladero tras una estocada a 

volapié que hizo innecesaria la puntilla, 

premiándosele con palmas, cigarros y 

sombreros. Artillero, el quinto, negro, 

cornicorto y de menos libras que sus 

hermanos, terminó su vida de pinchazo y 

estocada alta algo tendida. 

-Hermosilla, con el tercero, de nombre 

Playero, negro, bragado, bien armado, mejor 

mozo que su anterior hermano y que saltó al 

callejón, terminó con él al cuarto intento. 

Gaditano llamaron al sexto toro, gran mozo, 

de color retinto, ojalado, gacho y de colosal 

cabeza, murió después de dos pinchazos. 


Ángel Pastor y Bonarillo alternaron 

en un mano a mano el (24-07-1892) en la 

inauguración de la Plaza de Toros de 

Fuenterrabía (Guipúzcoa), ubicada en las 

carretera de dicha ciudad a Irún. Se corrieron 

toros duros, poderosos y excelentes de don 

Jorge Díaz, de Peralta (Navarra). No se llenó 

la plaza, actuando de presidente el alcalde 

de la villa, don Olegario Laborda, que dio 

suelta al primero de la tarde, de nombre 

Barbero, que realizó una buena pelea con 

los de a caballo, recibiendo siete varas y 

dejando sobre a arena dos caballos. En el 

tercio de banderillas, usando su poder, 

derribó un buen tramo de barrera colándose 

al callejón, produciendo carreras y sustos 

sin cuento. Le tocó a Pastor, que nada 

interesante logró hacer y además falló con el 

estoque. 

El segundo toro se llamó Artillero, 

saltó la barrera tras recibir un pinchazo de 

Bonarillo y no produjo una tragedia de 

verdadera casualidad pues cayó sobre un 

monosabio que salió ileso de milagro. En el 

último toro estalló la bronca, incontenible, 

pues el público reclamó banderillas de fuego 

para la mansa res, que regateó mucho en la 



suerte de varas, mas como llegó a tomar seis 

puyazos, la presidencia estimó improcedente 

se le fogueara, y surgió el referido escándalo 

acompañado con un griterío ensordecedor y 

lanzamiento de palos y botellas al redondel, 

teniendo que intervenir activamente la 

Guardia Civil en vista de las proporciones que 

fue adquiriendo el peligroso amotinamiento. 

Fracasó en esta corrida Ángel Pastor que 

estuvo miedoso y sin sitio toda la tarde, 

gustando en cambio mucho el sevillano 

Bonarillo, que cuajó una valiente y adornada 

labor. Ambos espadas repitieron al día 

siguiente. 

361.6) Artillero II: 

Rafael Bejarano Carrasco (Torerito) - 

nacido en Córdoba el (15-12-1863) y muerto 

en la misma ciudad el (22-11-1900)-, y 

Francisco González (Faíco) -nacido en Sevilla 

el (14-11-1872), alternaron en un mano a 

mano en la plaza de Zaragoza, el (02-04- 

1893); día que recibió la alternativa Faíco en 

la plaza de Zaragoza, de manos de Torerito, 

que sustituía a Rafael Guerra (Guerrita), al 

cederle el toro, llamado Artillero II, de don 

Nazario Carriquiri, confirmándosela en Madrid 

el mismo espada, el (03 -03-1894), sin cesión 

de trastos, matando Faíco con general 

beneplácito a los toros Bragadito y Jardinero 

III, de la ganadería de don José Torres Díez 

de la Cortina, cuya antigüedad es del (01-10- 

1882). 


El burel, de pelo retinto, llamado 

Artillero, de la ganadería española de Lizaso 

Hermanos. El primero que se lidió en la 

corrida de inauguración de la plaza de Luchón 

(Francia) el (23-07-1899). Fue estoqueado 

por Enrique Vargas (Minuto). Existieron dos 

ganaderías antiguas con ese apellido de 

Lizaso. Una a nombre de don Antonio, que 

se presentó en Madrid el (24-08-1827) y la 

otra, de don Luis, cuyo debut en la Corte fue 

el (01-07-1839). 

155



Cosa extraña fue que, en tan 

espléndida tarde en El Puerto de Santa María, 

acudiera escaso número de aficionados a 

presenciar la corrida de toros que se celebró 

en la Plaza Real, especialmente mala en el 

sol. Debió ser por que reinaría un intenso calor 

y, por ello, la gente se quedara en las playas 

en lugar de ver a Francisco Martín Gómez 

(Curro Vázquez), Paco Madrid y Francisco 

Posada Carnerero alternante en nuestra 

emblemática plaza, cuya corrida comenzó 

haciendo el despejo la Banda de Música de 

Pavía, tras el cual salieron por la puerta de 

toriles, con los que se enfrentarían los 

diestros, los toros siguientes: 

1º Ciervo, con el nº 25, negro meano, 

grande, chamuscado, al que Curro Vázquez, 

vestido de cuero y oro, logró fijar con nueve 

verónicas, algunas muy artísticas, y un 

recorte. En la quinta vara que aguantó cayó 

el picador Farfán, llegando el burel a las 

banderillas acuchado y cortando terreno. 

Seguidamente dio un ayudado por alto, cinco 

redondos, seis altos más, dos de pecho y 

uno de pitón a pitón, para rematar al Ciervo 

de una estocada algo delantera, que fue 

suficiente y logró una oreja. 

2º Tartañán, con el nº 12, negro zaino, 

enorme de tamaño y gordo, al que Francisco 

Madrid, con terno celeste y oro, le dio dos 

magníficas verónicas y un recorte muy 

artístico. Siguió la faena con un ayudado de 

rodillas, tres redondos y dos de pechos, todos 

ejecutados de forma excelente. Media 

delantera y caída que acabó con el toro, 

recibiendo muchas palmas. 

3º Barbero, con el nº 17, negro zaino, 

también corpulento y gordo, al que Posada, 

de lila y oro, le dio nueve verónicas y un 

recorte caminando. Con signos de 

mansedumbre tomó seis varas, destacándose 

los tres alternante en quites, 

mismos que fueron jaleados. Pero Babero 

comenzó a quedarse y se manifestó guasón, 

para darle media delantera. Corro de peones 

y protestas del público, cuando el diestro 

descabelló y logró una oreja. 

4º Guardián, con el nº 85, de pelaje 

negro zaino, fue el más pequeño de sus 

hermanos, escurrido de carnes, pero 

cornalón y descocido de exterior, Curro 

Vázquez lo fijó con cinco verónicas –número 

favorito de la mayoría de los diestros-, pero 

carentes de arte y un recorte. En quites 

tampoco lució. El torete se defendía y 

achuchaba, quedándose bajo la muleta, pero 

el espada aguantaba valiente y temerario, a 

base de pases naturales, altos, uno en 

redondo arrodillado y entrando bien le dejó 

una estocada caída, acertando el segundo 

golpe de puntilla y recibió palmas. 

5º Artillero, colorado ojo de perdiz, 

grande y gordo, con una armónica cabeza, 

que lucía preciosa. Con cinco artísticas verónicas 

y un recorte, que fue lo mejor de la 

tarde, entusiasmó a la escasa concurrencia. 

El astado, por recibir varas en exceso, llegó 

al último tercio sin poder con el rabo. 

Pinchazo, media en su sitio y descabello, 

recibiendo una ovación merecida. 

6º Furioso, con el nº 32, colorado, 

bragado y jirón, al que Posada, más que 

torearlo, le bailó. La furia se quedó en apática 

flojera y sin poder tomó cuatro varas a 

regañadientes. Volvieron a realizar quites los 

alternantes y nuevamente fueron aplaudidos, 

sobre todos Francisco Madrid, que ejecutó 

uno enorme y precioso. El diestro pareó al 

compás de la música. En un capotazo de 

apoyo a su compañero, cayó Curro Vázquez 

ante la cara del toro, el cual, afortunadamente, 

nada hizo por él. Posada se quedó 

toreándolo sólo y tranquilo, para dejar un 

yoduro; otro igual. El joven diestro se descompuso 

y no dejó moverse. Le tiró a 

supuesto furioso un estoconazo de los vulgares, 

saliendo cogido aparatosamente. Volvió 

al toro cojeando y chorreando sangre, al 

tiempo que su enemigo doblaba. Ovación y 

salida a hombros. Destacaron en varas Zurito 

y Galleguito. Banderilleando Fernando Blanco 

(Blanquito). 




El (24-09-1921), el ya famoso 

matador Juan Belmonte, le concedió la 

alternativa a su colega Antonio Márquez y 

Serrano, en la Monumental Plaza de Toros 

de Barcelona. Alternaron con ellos Ignacio 

Sánchez Mejías y Manuel Granero. Los dos 

toros que mató Márquez fueron de los 

Herederos de don Juan José González 

Nandín; los otros, uno de Hernández y otro 

de Albarrán. El toro de la solemnidad se llamó 

Molinero, fue de pelo negro y lucía el número 

47; el otro toro, también negro, Artillero. Los 

dos fueron mansurrones y broncos. En el 

primero hubo petición de orejas y el segundo 

se lo brindó a Rafael González (Machaquito), 

que presenciaba la corrida desde un palco. 


Con el astado de pelaje negro bragado 

y salpicado, llamado Artillero, marcado con 


zacatecana de «Valparaíso.» 

el número 32, de la divisa de los Herederos 

de don Juan Pedro Domecq, lidiado en la 

Plaza de Toros de Barcelona el (14-05-1942), 

recibió la alternativa el matador Emiliano de 

la Casa García (Morenito de Talavera), 

llevando como padrino a Manolete y de testigo 

a Pepe Luis Vázquez. 

366-11) Artillero: 

El (16-09-1967), recibió la alternativa 

el diestro Ricardo Castro, en la Plaza de Toros 

de Torreón (Coahuila, México), con Artillero, 

de la ganadería zacatecana de Valparaíso, de 

don Valentín Rivero, siendo apadrinado por el 

fino diestro mexicano Alfredo Leal y 

atestiguado por Raúl Contreras (Finito). Doña 

Ana María Llaguno Ibargüengoitia -hermana 

de don José Julián- y su esposo don Valentí 



Doña Ana María Llaguno 

Ibargüengoitia y don Valentín Rivero 

Azcárraga, fundadores de la 

ganadería de «Valparaíso.» 

Dos aspectos de la ganadería 

zacatecana de Valparaíso. 

(ANCTL) 

157


Chicuelo II, el inventor de la «chicuelina», en el momento en que, en la Real 

Maestranza de Caballería de Sevilla, gira sobre sí mismo 

en el lance de su creación, pero que tuvo como fuente de inspiración un 

lance que daba el torero cómico Llapisera. 

Rivero Azcárrga fundaron la ganadería en 

1956, con las vacas y sementales que le 

correspondió a doña Ana María, en el reparto 

de su padre don Julián Llaguno González, con 

sangre pura de San Mateo. 


En la tradicional Feria Taurina de Dax 

(Francia), y en corrida celebrada el (10-09- 

2000), los diestros Enrique Ponce y José 

Tomás fueron los triunfadores, al cortar cada 

uno tres orejas. Ponce, dos a Prisionero, 

marcado con el número 107 y 514 kilos de 

p.v, y una a Facino, número 58 y 535 kilos de 

p.v; y José Tomás, dos a Carpintero, número 

73 y 475 kilos de p.v, y una a Artillero, número 

115 y 508 kilos de p.v. 

368.1) Artista: 

La tarde del (26-12-1926), salieron al 

ruedo «El Toreo» (ciudad de México, D. F.), 

cuatro toros de bandera, de la ganadería 

zacatecana de San Mateo, de don Antonio 

Llaguno González: Pintor, bello y arrogante 

ejemplar, con el que volvió a triunfar el gran 

artista Manuel Jiménez (Chicuelo II), con corte 

de apéndices, alternando con Marcial Lalanda 

y Pepe Ortiz; Terremoto, que lidió en forma 

prodigiosa Marcial Lalanda y al que le cortó 

una oreja; Artista, que correspondió en 

segundo lugar al diestro Marcial Lalanda y que 

le trajo de cabeza debido a su raza, siendo 

abroncado por el público y ovacionado el toro 

en el arrastre; y, Barbudo, lidiado magistralmente 

con el capote por Pepe Ortiz, con su 



arte excelso, pero que al lastimarse el brazo 

derecho al salir de un par de banderillas, le 

mermó sus facultades para dirimir exitosamente 

la casta del toro. 


El (01-12-1946), fue muy significativa 

la lidia de Artista, de la ganadería mexicana 

de Campo Alegre, en la Plaza de Toros 

Monumental de Morelia (México), ya que fue 

el primer astado que salió de la dehesa de 

esta ganadería, para ser lidiado en un coso 

taurino. A dicho bravo astado, el torero 

aragonés Jesús Gracia, que siempre estuvo 

dotado de un gran valor, le hizo una meritoria 

faena, cortándole los apéndices y dándole a 

la vuelta al ruedo. 


El (30-08-1959), en la plaza fronteriza 

mexicana de Ciudad Juárez, fue lidiado un 

bravísimo y encastado toro, de nombre 

Artista, al que el «poeta del toreo» Alfonso 

Ramírez (El Calesero) le realizó un faenón, 

cortándole los apéndices, aun habiendo sido 

herido por el astado, siendo curioso señalar - 

como un caso insólito-, que estando el diestro 

hospitalizado, le envió un telegrama al 

ganadero, felicitándolo por la bravura y raza 

de tan extraordinario y buen ejemplar. 


En el ruedo de la Plaza de Toros de 

Salamanca (Estado mexicano de Guanajuato), 

se lidió una novillada el (22-03-1975), 

en la que se desorejaron a los cinco bravos y 

nobles novillos: Artista, Salmantino, 

Gitanillo, Capachito y Leonés, de don José 

Murillo Alvírez, propietario de la vaca mexicana 

de San Felipe Torres Mochas, ubicada en 

San Felipe (Estado de Guanajuato), con la 

actuación de Carlitos Arruza, haciendo gala 

en el difícil arte de Marialva, formando la tercia 

junto a Martín Obregón y David Silveti. En este 

festejo también dio la vuelta al ruedo el 

ganadero. La ganadería fue fundada en 1969. 



Don José Murillo Alvírez, propietario 

de la ganadería mexicana de «San 

Felipe de Torres Mochas.» 

Detalles de la casa del rancho y de 

la ganado, de «San Felipe de 

Torresmochas.» 

(ANCTL) 

159


372) Asalino: 

El astado que lucía la divisa de los 

Herederos de don José Cebada Gago, 

llamado Asalino, fue lidiado y estoqueado 

en quinto lugar, el (09-08-1995), en la Feria 

de la Virgen Blanca de Vitoria. Correspondió 

al diestro Juan Mora, que le cortó las dos 

orejas. Fue distinguido como el toro más 

bravo de la feria por la Peña Taurina Joselito. 

373.1) As de Oros: 

Fue este toro, llamado As de Oros, 

de la ganadería mexicana de don Javier 

Garfias de los Santos, de mucha casta, 

arremetiendo contra los caballos con gran 

codicia y recargando, sin dolerse ante el 

castigo, llegando a la muleta entero y sin abrir 

la boca, al que, desgraciadamente, como 

suele ocurrir muchas veces, no pudo entender 

el diestro Mario Sevilla. (Desconocemos 

la fecha). 

374.2) As de Oros: 


Monumental de Guadalajara, la bella «Perla 

de Occidente», se lidió una corrida de toros, 

de la ganadería zacatecana de Arroyo Hondo, 

de don José Julián Llaguno, siendo tres de 

ellos de bandera, cuyos nombres fueron: As 

de Oros, Tapatío I y Cañamero, mismos 

que fueron desorejados por el famoso torero 

de Palma del Río (Córdoba, España), Manuel 

Benítez (El Cordobés), que recibió el 

entusiasta y efusivo homenaje de la totalidad 

de los espectadores que llenaba la plaza, al 

dar la vuelta al ruedo junto con el ganadero y 

su compañero alternante Alfredo Leal. 

375.1) Asesino: 

De la ganadería de Menasalvas, cuya 

fecha de debút en la Plaza de Toros de Madrid 

desconocemos, fue lidiado en Talavera de la 

Reina (Toledo), el (15-05-1882), el toro, 

llamado Asesino, el cual cogió al mulato Meri 

al ponerle un par, causándole una grave herida 

en el muslo derecho. 

376.2) Asesino: 

Toro de la ganadería española de don 

Nazario Carriquiri, de nombre Asesino, que, 

viéndose encajonado, se despedazó los 

cuernos y las extremidades anteriores contra 

las tablas, expirando en su reducida prisión. 

Fue en 1882, y estaba destinado a lidiarse 

en Madrid. 

Algo similar le ocurrió al toro, de pelaje 

negro y brocho, llamado Azafrán, de don 

Eduardo I Miura, que conducido a la Plaza de 

Toros de Valencia, para la corrida del (27-07- 

1907), al desencajonarle arremetió a dos 

cabestros, viéndose que estaba loco. Metido 

en el chiquero se ensañó a cornadas con las 

paredes hasta que cayó finalmente muerto. 

377) Asientos: 

El (18-10-1998), recibió su alternativa 

en la plaza de Jaén (Andalucía, España), el 

diestro Enrique Espinosa (El Cuate), siendo 

su padrino Enrique Ponce y testigo Manuel 

Díaz (El Cordobés II), con Asientos, de la 

ganadería española de los Hermanos Collado 

Ruiz. 

378) Asombro: 

El astado que lucía la divisa de la 

ganadería peruana de La Huaca, llamado 

Asombro, se lidió el (30-11-1986). Estaba 

herrado con el número 625 y peso en bruto 

461 kilos y salió en quinto lugar. Le correspondió 

al español José Ortega Cano, que le 

cortó la dos orejas, tras sufrir una aparatosa 

cornada calificada de grave. Fue premiado 

tan bravo y noble toro con el codiciado 

Escapulario de Plata al mejor toro de la Feria 

del Señor de los Milagros. 

379) Aspersor: 

El novillo perteneciente a la divisa de 

don Eugenio Frías Piqueras, llamado 

Aspersor, fue corrido en la Plaza de Toros 

de Sonseca el (09-09-1989). Llevaba 

marcado el número 25 sobre su piel y era de 

pelaje negro bragado. Se corrió en quinto 

lugar y, por su extraordinaria bravura y nobleza 



fue premiado con la vuelta al ruedo en el 

arrastre. Su lidia y muerte correspondió al 

espada Miguel Rodríguez, que le cortó las dos 

orejas. 

380) Astronauta: 

El astado herrado con el número 490 

y con 475 kilos de p.v., llamado Astronauta, 

perteneció a la ganadería de La Esperanza y 

fue lidiado en la Plaza de Toros de la 

venezolana ciudad de Mérida el (22-02-1993). 

Correspondió en suerte al diestro gaditano 

Jesulín de Ubrique, al que le cortó las dos 

orejas y el rabo. Por su armónica jechura, 

bravura y nobleza, le dieron las mulillas una 

ovacionada vuelta al ruedo. 

381.1) Asturiano: 


de Figueras (Cataluña), Asturiano, de la 

vacada de don Victoriano Ripamilán –su 

debut en Madrid fue el (27-07-1890), le causó 

una cornada en el brazo derecho, de siempre 

más fácil de curar que el izquierdo, al matador 

José García Rodríguez (Algabeño I). 


De pelaje negro, llamado Asturiano, 

de la ganadería española del conde de la 

Corte, corrido en la Plaza de Toros de la bella 

ciudad andaluza de Granada el (17-05-1931), 

se le consideró como uno de los toros más 

bravos de la temporada. 



Asturiano, herrado con el número 35, 

perteneciente a la ganadería de Pastejé, 

propiedad de don Eduardo Iturbide, fue corrido 

el (05-03-1950) en la «Plaza México.» Fue 

paseado entre ovaciones por el ruedo al ser 

arrastrado. 


En la temporada de 1971-72, el 

célebre matador mexicano, Manolo Martínez, 

se remontó a la cumbre en la «Plaza México», 



y éste diestro regiría, para bien o para mal, 

los posteriores destinos de diez años de 

tauromaquia mexicana. Como exposición 

reconcentrada de talento artístico, poderío 

absoluto y casta torera, la seguidilla de triunfos 

del as regiomontano resulta asombrosa: ocho 

tardes toreó sin dejar de cortar apéndices en 

ninguna, inmortalizando de paso a Asturiano, 

toro que regaló de la ganadería zacatecana 

de Torrecilla; a Mulato, de la debutante 

ganadería mexicana de San Martín, propiedad 

de Shafic; a Jacobo, de la ganadería 

zacatecana de San Mateo; a los toros: 

Gladiador y Soñador, de don Javier Garfías 

y de la zacatecana de Valparaíso, de don 

Valentín Rivero, respectivamente. 

385) Astuto: 

El toro perteneciente al ganado 

ecuatoriano del rancho San Luis, se llamaba 

Astuto, estaba marcado con el número 46 y 

tenía el pelaje negro. Fue lidiado a muerte en 

la Plaza de Toros de Quito (Ecuador) el (30- 

11-1992) y le correspondió en suerte al diestro 

Carlos Collado (Niño de la Taurina). Por su 

excelente bravura y nobleza, desperdiciadas 

por el matador, sólo se le dio una vuelta al 

ruedo en el arrastre. 

386) Asustadito: 

Aquel extraordinario toro del hierro de 

los señores Guardiola Domínguez, corrido en 

el coso de Zaragoza el (13-10-1991), estaba 

marcado con el número 79, era negro bragado, 

meano, algo salpicado y pesó 559 kilos 

de p.v. Por su elegante jechura, bravura y 

aquilatada nobleza fue premiado con una 

póstuma vuelta al ruedo en el arrastre. Días 

después se le adjudicó el Trofeo de la Peña 

Taurina La Madroñera al toro más bravo de la 

Feria del Pilar. Su lidia correspondió al diestro 

venezolano Morenito de Maracay, al que sólo 

le pudo cortar una oreja. 

387) Atanasio: 


don Vicente Martínez, Atanasio, cuando era 

161


A base de cortas paradas para descansar, los toros hasta en número de 

más de 200, llegaban de Andalucía a las cercanías de Madrid, en un mes de 

camino... y ninguno se caía durante la lidia. Para llegar a San Sebastián 

otro mes de camino, con descanso de veinte o treinta días en Madrid. 

conducido con los cabestros a la Plaza de 

Toros de Madrid en 1872, se arrojó por el 

Puente de los Viveros al río Jarama, 

resultando ileso. Se sabe que la conducción 

de ganado bravo a Madrid desde las remotas 

dehesas andaluzas duraba hasta un mes y 

si el ganado iba destinado a corridas de las 

ciudades costeras del Norte de España, aun 

le quedaba otro mes de viaje, con el descanso 

de otros treinta días en los prados próximo a 

Atrasado de don Clemente Tassara. 

(La Lidia, 28 de mayo de 1883). 

la capital. Es decir, que de las Marismas del 

Guadalquivir hasta San Sebastián duraba el 

traslado tres meses. Concretamente, cuando 

los toros estaban destinados a lidiarse en 

Madrid, las corridas se hallaban en la dehesa 

del Rincón, a la orilla izquierda del Jarama, 

razón por la que el toro Anastasio, negándose 

al propósito de los vaqueros y cabestros, 

decidió regresarse, saltando desde 

el puente al Jarama. Entonces los toros, pese 

a caminar más de dos meses, no se caían 

en las plazas... ¡de misterio, nada! 

388) Atendido: 

El (10-09-1944), tuvieron lugar dos 

alternativas: confirmó la suya Arturo Álvarez 

(El Vizcaíno) y Carlos Vera (Cañitas), en la 

Monumental de Madrid. El primero, llevando 

como padrino a Rafael García (El Albaicín) y 

de testigo Francisco Casado, con Cotorro, 

de la ganadería española de Concha y Sierra; 

y el segundo, de Casado y El Albaicín, con 

Atendido, de la misma ganadería. 



389) Atrasado: 

Este toro, marcado con el número 53, 

de pelaje negro, con 605 kilos de p. v., de la 

ganadería de don Clemente Tassara, llamado 

Atrasado, tercero en la relación alfabética 

general de los premiados con el Trofeo al toro 

más bravo de la Feria madrileña de San Isidro 

en 1960, fue lidiado en sexto lugar el 21 de 

mayo del citado año. 

390.1) Atrevido: 

El (05-06-1831), con Atrevido, negro, 

de Fernando VII, que se presentó en Madrid 

como ganadero el (16-06-1830), que le fue 

cedido por el célebre diestro Francisco 

Montes a su amigo y compañero, el noble 

caballero, don Rafael Pérez de Guzmán, 

obtuvo un gran éxito; pero al dar éste un pase 

al tercero de la tarde, llamado Serrano, 

retinto, de don José Pinto López, fue 

desarmado; de forma inmediata, y sin cuidarse 

de recoger la muleta, sacó el pañuelo 

del bolsillo, llamó con él la atención del toro, y 

entrándole al volapié, le dio una estocada en 

todo lo alto; el toro rodó instantáneamente, y 

el matador, que recibió un fuerte varetazo, se 

retiró sin darle importancia alguna. A partir 

del siguiente día, el Correo Literario y Mercantil 

de Madrid, abrió una nueva sección denominada 

«Voces Tauromáquicas», que se 

continuó publicando en números sucesivos, 

entre ellas: «Acortar el engaño, toro blando, 

cambio, dar la estocada dentro, embroque, 

falseta, gallear, humillar, lidia, marrar el toro, 

obedecer, parar los pies», etc. 

NOTA. Se sabe que años antes de la segunda 

mitad del siglo XVIII, el rico hacendado 

sevillano don Vicente José Vázquez comenzó 

a formar su ganadería -de ésta procede la de 

don Juan Pedro Domecq-Villavicencio, de 

Jerez de la Frontera-, con reses del marqués 

de Casa-Ulloa y del señor Becker, vecinos 

de Utrera (Sevilla), y otras pertenecientes a 

don José Rafael Cabrera. 

No contento el señor Vázquez, a 

pesar de los buenos elementos que consiguió 



reunir, y suponiendo que aunque los toros que 

él criase poseyeran el tamaño y corpulencia 

de los de Cabrera, la fuerza y peligrosas 

intenciones de los de Becker y el nervio de 

los de Ulloa, les faltaría la codicia y nobleza 

que caracterizaba a los de la ganadería del 

conde de Vistahermosa, que también pastaban 

en el término de Utrera, propúsose 

adquirir reses del ganadero últimamente 

señalado, lo que logró tras grandes esfuerzos, 

por negarse al principio el de Vista- 

Hermosa a vendérselas. 

De la mezcla de sangre de sus reses 

con las del conde obtuvo como resultado un 

tipo de toro poderoso, bravo y noble y diferente 

en su morfología, constitución y pinta a 

cuantos por aquella época existían, que dio 

origen a la que se denominó casta 

«vazqueña», muy solicitada, y que hoy día, 

existe en la ganadería de don Juan Pedro 

Domecq-Villavicencio, en toda su integridad. 

La anterior explicación viene al caso porque 

el toro llamado Atrevido, lidiado el (05-06- 

1831), no corresponde a don Vicente José 

Vázquez, ya que éste falleció con anterioridad 

a esa fecha y por entonces, la mayor parte 

de la ganadería la adquirió don Fernando 

Criado Freire para el rey Fernando VII, y en 

1831 se nombró director de la Real vacada 

al ganadero don Manuel Gaviria, que ordenó 

se echaran a las vacas, además de los 

sementales vazqueños, seis de su ganadería 

y cuatro de la de don Julián Fuentes, de 

Moralzarzal. A los dos años de la muerte de 

Fernando VII (1764-1833), es decir, en 1835, 

la reina determinó enajenar la ganadería, 

adquiriéndola los duques de Osuna XI y de 

Veragua XIII. Así que, el toro Atrevido era de 

la Real vacada de Fernando VII. 

Los duques extirparon todas las 

hembras de procedencia no vazqueña y a 

ninguno de los machos hijos de éstas se les 

destinó a la reproducción, acabando así con 

la parte impura de la vacada. En 1849 quedó 

como único dueño el duque de Veragua, de 

quien la heredó en 1866 su hijo don Cristóbal 

Colón de la Cerda, también duque de Veragua, 

163


y a la muerte de éste pasó a su hijo don 

Cristóbal Colón y Aguilera, de igual título, del 

que la adquirió por compra, en 1927, don 

Manuel Martín Alonso, de Alameda de la Sagra 

(Toledo), que la vendió en 1930 al señor 

Domecq, el cual la trasladó a Jerez de la 

Frontera. Antigüedad en la plaza de Madrid: 

(02-08-1790), cuando la inició el conde de 

Vistahermosa. 

391.2) Atrevido I: 

El (22-06-1856), Atrevido I, negro, de 

la ganadería de don Justo Hernández -su 

debut en Madrid fue el (27-09-1847)-, tomó la 

alternativa Domingo Mendívil, de manos de 

Manuel Domínguez, que le cedió dicho toro, 

alternando también con Manuel Díaz (el Lavi). 

De la misma corrida y ganadería fue otro toro 

de pelo negro, que tomó 17 varas y lo mató 

Manuel Domínguez. La citada ganadería, 

curiosamente, tiene tres fechas más de la 

citada como debut en Madrid: el (17-02-1850), 

el (21y 22-04-1856). 

392.3) Atrevido II: 

El toro retinto, Atrevido II, de la 

ganadería de don Justo Hernández, lidiado 

en Madrid el (05-04-1858), resultó tan bravo 

que recibió 19 puyazos de Castañitas, Antonio 

Pinto y Francisco Calderón. Don Justo 

Castaño, listón, meano y casi 

aldinegro, de Miura. 

Hernández se presentó por primera vez en 

la antigua Plaza de Toros de Madrid como 

ganadero de reses bravas el (27-09-1847) y 

las siguientes fechas posteriores: el (17-03- 

1850); el (21-04 y el (22-06-1856). 


Manuel Fuentes (Bocanegra) y Manuel 

Hermosilla alternaron en un mano a mano en 

la plaza de Málaga el día (18-05-1879) lidiando 

a muerte seis toros, todos con cinco años 

cumplidos, de la ganadería se la señora viuda 

de Barrionuevo, de Córdoba. He aquí la 

reseña de los toros, según figuran en el cartel 

anunciador: Primero, de nombre Cocinero, 

castaño, lombardo y bien puesto. Segundo, 

llamado Pingón, castaño-aldinegro. Tercero, 

de nombre Atrevido, castaño oscuro. Cuarto, 

Carabuco, castaño rostro-mohino. Quinto, 

Martelero, castaño encendido. Sexto, 

Guantero, castaño rostro-mohino. 


Don Antonio Peña y Goñi, en de La 

Lidia, de 1885, nos ha dejado reseñado un 

astado, llamado Atrevido, ejemplo de los que 

se llaman abrochados, apretados o cerrados 

de cornamenta, cuando dice: «Berrendo en 

negro, coliblanco, corto y abrochado de 

cuerna, de bonita lámina... Tales señas... de 

Atrevido, corrido en cuarto lugar.» 


El (24-05-1903) se celebró en 

Zaragoza una novillada con seis toros de 

López Navarro para Regaterín, Camisero e 

Ignacio Laza. Éste había estoqueado 

valientemente a su primero; a su segundo: 

Atrevido, negro bragado, lo recortó capote 

al brazo en dos tiempos. Quiso repetir la 

suerte con la montera, por haber perdido el 

capote, y fue suspendido y volteado. 

Trasladado a la enfermería de la plaza, se le 

apreció una cornada gravísima en la región 

anal, a consecuencia de la cual falleció el (27- 

05-1903). El (25-04-1879), nació en Marchena 

(Sevilla), Ignacio Laza Martín. 



Comenzó a torear por plazas de Andalucía, 

sin que llegara a presentarse en Madrid, 

Antonio Fuentes se fijó en Ignacio y lo 

recomendó como de excelentes condiciones 

para varias empresas, toreando como 

espada en novilladas de cierta importancia. 


El (15-05-1966), festividad de San 

Isidro, en Madrid, en la plaza Monumental de 

Las Ventas, el famoso artista del toreo, el 

madrileño Antonio Chenel (Antoñete), vestido 

de salmón y oro, le realizó una faena que no 

admitió hipérbole, algo que fue increíble a los 

En la Facultad de Veterinaria de 

Córdoba se celebró, en 1961, el XIV 

Congreso de la Unión Internacional 

de Estudiantes de Veterinaria. Todos 

los congresistas viajaron hasta 

«Bolaños», invitados por las 

Bodegas Osborne, cuya generosidad 

no tenía límites. 


Dehesa de Bolaños. 


Hierro y divisa de don José Luis 

Osborne Vázquez. 

Una corrida en «Bolaños», lista para 

ser embarcada. 

(50) Alunarado, se dice del toro berrendo cuyas manchas son redondas como grandes lunares: 

«Yo estaba en El Debate cuando su mortal cogida (la de Florentino Ballesteros), en el pecho, por 

Cocinero, berrendo en colorado, alunarado, capirote y botinero.» Joaquín Bellsolá (Relances). La 

fiesta brava, 1931. 

(51) Botinero, -se dice del toro que, siendo de pinta muy clara (berrendo, ensabanado, 

albahío, jabonero o barroso), tiene las cuatro extremidades de un sólo color más obscuro, por lo que 

parecen como calzadas o abotinadas: «El tal era berrendo en negro, lo cual que no empecé (¡olé por 

los puristas!) para que de él se diga que fue capirote y botinero.» Luis Montoto, (Poquito Pan). La 

Época, 1887-, de la ganadería sevillana de Benjumea.» 

165


El diestro Rafael Ortega fue muchos años el director en las faenas de tientas 

de vaquillas en «Bolaños».. ahí estuvieron los congresistas. 

profanos, al toro Atrevido, marcado con el 

número 56, ensabanado y, alunarado (50, véase 

al pie de la página anterior ), capirote en cárdeno 

y botinero (51, también al pie de la página anterior 

)en negro, perteneciente a la ganadería de don 

José Luis Osborne Vázquez, criado en la 

dehesa de Bolaños, en el término municipal 

de El Puerto de Santa María (Cádiz, España). 

La corrida fue televisada y aunque no se le 

dio al toro su merecida vuelta, inmortalizó su 

nombre Antoñete. El cortijo de Bolaños, está 

convertido en un moderno centro para 

fiestas, del célebre jerezano don Alfonso, 

propietario del Restaurante El Bosque, donde 

se celebró la cena de la boda de la guapa y 

esbelta sevillana Nuria Serrano con Juan Luis 

Zaldívar Abreu, el (15-06-2001). El Bosque es, 

además, un verdadero y atrevido museo 

taurino. 

NOTA: Al cumplirse los 25 años de dicha 

efeméride, la Redacción de la naciente revista 

taurina titulada: 6 TOROS 6, le escribió una 

carta al entonces Presidente de la Comunidad 

de Madrid, don Joaquín Leguina, solicitándole 

colocara una lápida en la Puerta Grande de 

Las Ventas para conmemorar aquella inolvidable 

faena, al toro llamado Blanco, porque 

«fue un momento estelar en la historia del 

arte contemporáneo. La pátina de la belleza 

se fundió con el pálpito sacrificial que alienta 

la fiesta brava.» 

En el toreo confluyeron todas las 

artes. Hubo música en la muleta que sometía 

las embestidas a la acompasada inspiración 

del torero. Hubo plomada, arquitectura, en las 

ardientes, semovientes esculturas de fuego 

que eran los pases. Hubo taumaturgia, 

conversión de la violencia a la cadencia, de 

la casta al temple, ese milagro estético que 

destruye el tiempo real para adentrarse en el 

tiempo sin tiempo del arte. Y hubo también, 

la fusión del coro y del héroe, una extraña 



melopea lúcida, embargada por el sentir y 

controlada por la razón, la más utópica e 

inalcanzable meta del arte, tantas veces 

pretendida y en tan pocas ocasiones 

cumplida.» 

Desde aquella memorable tarde de 

San Isidro... «algunos hemos buscado el 

parangón de semejante emoción estética, y 

hemos acudido al tiempo inaprensible de un 

movimiento mozartiano, al verso de San Juan 

de la Cruz, a la indefinible belleza de las 

mujeres pintadas por Zurbarán, al temblor 

sobrecogido del drama shakespheriano..». y 

porque han pasado veinticinco años, y 

aunque aquella insuperable obra del arte 

sigue viva en las memorias, y vivos siguen, 

felizmente -en el año 2000- el torero que la 

creó y el encaste del toro que con él colaboró, 

bueno sería que la piedra perpetúe lo que 

nuestra mortal memoria no podrá guardar 

para siempre...» 


El (02-03-1972), luego de la brillante 

faena que le hiciera, con corte de oreja, a 

Atrevido, de la ganadería mexicana de 

Mariano Ramírez, el diestro mexicano Curro 

Rivera ganó muy merecidamente el Estoque 

de Oro. 

398) Atronador: 


llamado Atronador, con 280 kilos en canal, 

de la divisa del marqués de Villamarta, fue 

corrido el (14-04-1963) en la Real Maestranza 

de Caballería de Sevilla, siendo premiado con 

una vuelta al ruedo antes de pasar al 

desolladero. 

399) Atunero: 

El (28-09-2002) fue lidiado en la plaza 

de Lorca (Murcia) el toro llamado Valeriano, 

negro zaino y con el número 45, de la 

ganadería de don Salvador Domecq y Díez. 

Resultó de bandera y el diestro Francisco 

Rivera Ordóñez le cortó las dos orejas. Al toro 

se le despidió con una fuerte ovación. Tarde 




don Salvador Domecq y Díez. 

importante para la ganadería, ya que al quinto, 

llamado Indio, se le cortaron también las dos 

orejas y se le dio la vuelta al sexto, de nombre 

Atunero, también se le cortaron las dos 

orejas. Al finalizar el festejo, los tres diestros 

salieron a hombros. Pepín Jiménez, cortó una 

oreja en cada toro. Rivera Ordóñez, dos y 

dos, y Finito de Córdoba, dos al quinto. 

Don Salvador Domecq y Díez, al 

separarse de sus hermanos, en 1968, llevándose 

la tercera parte que le correspondió por 

herencia, formó la ganadería de «Toros de El 

Toreo». En 1970, don Salvador Domecq y 

Díez, cambió el hierro por el que utiliza 

actualmente (2003), manteniéndose intacta 

en sus orígenes. Una vez más, la vacada 

que regenta D. Salvador Domecq, ha seguido 

teniendo una extraordinaria regularidad, 

lidiando muchos toros con notable éxito. Y 

es que la nobleza de su encaste es muy del 

agrado de los toreros, ya que saben de 

antemano de las muchas posibilidades de 

lograr éxitos. La referida independencia de D. 

Salvador, cuando en 1968 formó su propio 

hierro con el citado tercio de la ganadería 

originaria, la ubicó en la parte de la finca 

«Jandilla» que por herencia le correspondía. 

Los toros de El Toreo se encuentran 

repartidos en dos fincas contiguas, situadas 

en el término de Vejer de la Frontera (Cádiz). 

La primera es Jandilla, donde tiene la 

tercera parte del cortijo original. Son 340 

hectáreas de dehesa y labor de riego, en las 

tierras desecadas de la célebre laguna de La 

Janda. La otra es «El Torero»», con 300 

hectáreas de vega de arroz y el resto, hasta 

completar las 900 totales, destinadas a 

pastos para el ganado. El conjunto de ambas 

acoge a más de 500 vacas de vientre y 

167


cincuenta sementales, más los toros, novillos 

y resto de camadas de menor edad. Lo que 

se dice, una superpoblación animal, con 

escasas posibilidades para que los toros 

pueden realizar una buena gimnasia 

funcional. 

En 1999 lidió, 73 astados; en el 2001, 

68; en 2002, 71; en 2003, 68 toros, a los que 

les cortaron 52 orejas y 5 rabos: 6, en 

Córdoba; 2, en Granada; 3, en Alicante; 6, en 

Vitoria; 6, en Málaga; 6, en El Puerto de Santa 

María; 1, en Bilbao; 1, en Benalmádena; 4, en 

Zalamea la Real; 6, en Cehegin; 6, en 

Logroño; 6, en Vera; 6, en Albarán; 8, en Lorca; 

3, en Bayona y 1 en Jerez de la Frontera. 

Fueron toros notables: Ofensivo, núm. 65, 

en Córdoba. Sotero, núm. 94, en Vitoria. 

Bailaor, núm. 28, en Málaga. Orondo, núm. 

52, y Alicantino, núm. 130, en El Puerto de 

Santa María. Borracho, núm. 7, en Logroño. 

Enrejado, núm. 74, en Vera. Valentón, núm. 

11, en Jerez de la Frontera. 

400) Audaz: 

La primera y única vez que en la 

tauromaquia aparece un astado, llamado 

Audaz, fue el (16-06-1794), en las corridas 

en las que actuaron José Delgado (alias Yllo) 

y Bartolomé Ximenez, de Cádiz, en la Real 

Maestranza de Granada, según aparecen en 

un AVISO PÚBLICO, en virtud de disfrutar la 

ciudad de Real Privilegio, en corrida que se 

celebrará en su Plaza Anfiteatro, siendo la 

primera de la temporada, con ganado de las 

famosas vacadas de doña Rafaela de 

Cuenca, vecina de Guadix, con divisa Pajiza, 

y de don Gabriel Díaz, de la Calahorra, 

Encarnada. Actuaron los picadores de vara 

larga: Laureano Ortega, de Cádiz; Antonio 

Parra, de Villanueva del Ariscal, y de 

sobresaliente, Juan López, de Badajosillo. 

Aquel día se lidiaron dos corridas, ya 

multicitadas, en la primera, que se inició a 

las 10:30 de la mañana, se lidiaron cuatro 

toros; y la segunda, a las 5:30 de la tarde. 

En la de mañana, se corrieron cuatro 

astados: Victorioso, Impetuoso, Ufano y 

Arrogante. En la de tarde, se corrieron ocho 

toros: Caprichudo, Andaluz, Audaz, 

Colérico, Leal, Hechicero, Bromea y 

Enredador. 

401) Autor: 

Toro negro, entrepelado, llamado 

Autor, de la ganadería española de don 

Rafael o Eloy Lamamié de Clairac, cuyo debut 

en Madrid fue el (07-09-1922), corrido en 

Murcia el (23-04-1927). Como colofón a la 

magnífica pelea que hizo, fue muy ovacionado 

en el arrastre. 

402.1) Avefría: 

Toro negro, de la ganadería española 

de don Samuel Flores Hermanos (Véase imagen 

en la sigueinte página), lidiado en Cehegín 

(Murcia) el (05-10-1919). De salida arremetió 

contra el Chano y lo lanzó de cabeza al 

callejón; lo propio hizo inmedia-tamente con 

Almela. Cuando llevaba tomadas siete puyas 

se arrancó sobre un picador que acababa de 

salir al ruedo y, rompiendo la barrera, lo 

derribó en el callejón. El presidente cambió 

el tercio, y el público armó un enorme 

escándalo, invadió el patio y obligó a salir a 

seis picadores y a tres caballos sin ellos. En 

medio de tal alboroto, aun tomó Avefría, dos 

varas más. Lo mató Fortuna. 



llamado Avefría, marcado con el número 66 

y con 280 kilos en canal, fue lidiado en primer 

lugar en la corrida que tuvo por marco la Plaza 

de Toros Los Tejares, de Córdoba, el (26-05- 

1962). Fue cedido por Julio Aparicio, en 

presencia de Jaime Ostos, en la ceremonia 

de alternativa del espada José María Montilla. 


En el coso de la «Plaza de Toros de 

Tlaxcala (México) y durante su famoso serial 

taurino de 1974, la ganadería de La Laguna, 

del licenciado Federico Luna Paz, volvió a 

obtener otro señalado triunfo, con Manda- 



más, al que a petición unánime del público 

se le concedió el indulto por su extraordinaria 

bravura, habiéndole tocado en suerte al 

diestro Raúl Ponce de León. Se develó poco 

tiempo después una placa en dicha plaza, 

como homenaje al referido astado. En esa 

misma corrida se lidiaron otros dos toros 

también extraordinarios, Piragueño II, que 

resultó de los llamados de bandera, lidiado 

por Curro Rivera, el que lo toreó a placer ante 

la noble y suave embestida del astado, 

logrando desorrejarlo; Ave Fría, completa la 

trilogía de ese recordado festejo de La Laguna, 

que le correspondió al matador Miguel 

Villanueva, al que le realizó extraordinaria 

faena, obteniendo los tres espadas un total 

de ocho orejas. 



Foto cortesía de José Luis Parrado 

Foto cortesía de José Luis Parrado 

La dehesa «Los Alarcones» (Andújar, Jaén), de los Hros. de D. Samuel 

Flores, es para D. José Luis Parrado, un «Paraíso perdido», y tiene 

toda la razón. En ella conviven en franca hermandad toros y venados. 

(Foto importada de la Enciclopedia Taurina III) 

405) Avelar: 

Este astado, perteneciente a la 

ganadería portuguesa de don José Luis 

Vasconcellos e Souza de Andrade, estaba 

herrado con el número 27, era negro bragado 

y meano. Había nacido en noviembre de 1989 

y fue lidiado en la Plaza de Toros de Barcelona 

la tarde del (05-06-1994), por el diestro José 

María Plaza. Fue picado por Luis Antonio 

Vallejo (Pimpi) y resultó muy bravo, por lo que 

se le concedió una vuelta al anillo en el 

arrastre. 

406.1) Avellanito: 

El (26-06-1886) se celebró una corrida 

en la Plaza de Toros de Madrid, en la que 

actuó el diestro granadino Salvador Sánchez 

Povedano (Frascuelo), con toros de la 

ganadería de don Anastasio Martín. Uno de 

169


los astados, llamado Avellanito, negro 

mulato y burriciego resultó dificilísimo para la 

lidia, al que Frascuelo mató magistralmente 

al encuentro, citándole de muy largo, con 

geométrica precisión. 

Para el burriciego también «reparado» 

de la vista. Y burriciego fue el último astado 

lidiado en la Plaza de Toros de El Puerto de 

Santa María (Cádiz), el (27-07-2003); es decir, 

no veía absolutamente nada con el ojo 

izquierdo. Lo curioso fue que -de ese astado, 

de la ganadería de legendario ganadero don 

Juan Pedro Domecq, procedente de la 

dehesa de Martelilla, del señor marqués de 

Domecq-, prácticamente nadie se dio cuenta 

del hecho. Estuvo este autor acompañado de 

su amigo don José (Pepe) Flores, único 

hermano del inolvidable don Francisco Flores 

Herrera, que comprobó lo señalado. Ni los 

compañeros veterinarios en el recono- 

Le clavó un par de banderillas 

maravilloso. 

cimiento de la corrida, ni el juez de plaza.... 

¡ni el respetable! se dio cuenta de ello! Del 

empresario mejor no hablamos, pero sí 

diremos que más vale lo malo conocido que 

lo bueno por conocer. 

407.2) Avellanito: 

El (24-10-1911), al final de aquella 

temporada, y ante pocos aficionados, toreó 

Joselito en la Plaza de Toros de la Real Maestranza 

de Sevilla un toro de cuatro años, de 

la ganadería de Moreno Santamaría, llamado 

Avellanito. Era una prueba voluntaria de sí 

podría con más que con los becerrones que 

venía toreando con Limeño, y la prueba fue 

decisiva. Le cambió de rodillas, le toreó de 

capa, hizo variedad de quites, le clavó un par 

de banderillas maravilloso, y tras una faena 

de muleta dominadora y adornada le mató 

de tres pinchazos y una estocada delantera. 

¿Quién hubiera dicho entonces que 

ese niño llegaría donde llegó? 



También Bombita, en la riqueza de su 

arte incluía abanicar los toros corriéndolos a 

dos manos, flameando ante ellos el capote, 

generalmente para cambiarles de lugar en la 

suerte de varas, lo que resultaba de gran 

vistosidad. César Jalón (Clarito), en su Grandezas 

y miseria del toreo, hace referencia a 

esa genialidad, diciendo: «Ricardo Torres se 

sale en los quites, con los de poder, 

abanicánlos, por las afueras.» Gerardo Diego, 

en su Elegía a Joselito, hace también 

mención a ella diciendo: «La verónica comba, 

el abanico, la larga caligráfica y precisa.» 

408.1) Avellano: 

El cornúpeto de la famosa ganadería 

española del duque Veragua XIV, bautizado 

con el nombre de Avellano, lidiándose en la 

nueva Plaza de Toros de Barcelona por el 

1875, hirió gravemente al diestro José Machío. 


Rafael Molina (Lagartijo), Salvador 

Sánchez Povedano (Frascuelo) y Manuel 

Hermosilla alternaron en Madrid el día (09- 

06-1878) en la sexta corrida de abono, lidiando 

ganado de tres ganaderías: Un toro de don 

Ildefonso Núñez de Prado, dos de don Antonio 

I Miura y tres de don Rafael Laffite. Lagartijo 

llevaba un terno corinto con oro; Frascuelo 

uno morado y oro, y Hermosilla también de 

morado adornado con oro. Nuevamente 



reproducimos la crónica de la corrida de D. 

Éxito: 

-De don Ildefonso Núñez de Parado 

fue el primero, de nombre Yegüero, cárdeno, 

bragado, corniabierto, bravo, voluntario y de 

gran poder. 

-De don Antonio I Mira fue el lidiado 

en segundo lugar, de nombre Calceto, de 

pelaje retinto oscuro, corniapretado y de 

muchas libras. 

-De don Rafael Laffite fue el tercero, 

para Hermosilla, de nombre Berengeno, de 

capa negra, cuernos blancos y de pies 

bastante ligeros, salió del chiquero buscando 

alfileres. Hermosilla le brindó a la Presidencia, 

primero; fuese al bicho después, y cuentan 

que le dijo al toro con la mayor cortesía: 

«¿Me hará usted, Berengeno, la 

fineza / de alzar un poquito la cabeza?» A lo 

que parece que el astado contestó: «Don 

Manuel, la verdad corriente y llana: / La llevo 

así, porque me da la gana.» Y en efecto no la 

levantó; poniéndole a Don Manuel en una de 

aprietos y sustos, que apenas son para 

referirlos.» 

-De Miura fue el cuarto, de nombre 

Avellano, de pelaje negro, bragado, 

corniapretado, de gallarda estampa. 

-De don Rafael Laffite y Castro fue el 

quinto, de nombre Madroño, de pelaje 

colorado listón, de muchos pies. 


(52) Se dice del pelaje del toro que tiene sobre el lomo, y en forma de albarda, una mancha de distinto 

color, o matiz suficientemente diferenciado del mismo. Tal calificación no se aplica nunca a los toros 

berrendos ni a los aldiblancos, que sean sardos, castaños o cárdenos. Ejemplo: «Desde la salida del 

tercero, llamado Fortuno, retinto, albardao y bizco de la izquierda, comenzaron las temeridades de 

Salvador.» (Antonio Peña y Foñi. «Lagartijo y Frascuelo, y su tiempo» Nada tiene que ver con los toros 

«albardilla, que no es otra cosa que una especie de albarda pequeña, provista de borrenes altos, para 

montar. Se usa el término en operaciones taurinas de campo y se ha usado por picadores en la 

plaza.Ejemplo: «Migas Crudas -debe tratarse de Juan GarcÍa- despedido de la albardilla, había tocado 

a «sanctus» con la cabez an el olivo.» (Manuel Fernández y González. «Las glorias del toreo»). 

(53)Véanse páginas 172 y 173. 

(54) Corniveleto es el toro al que le nacen los cuernos rectos, altos e iguales desde su arranque, sin 

la curvatura natural que suelen tener. Por extensión se dice también de los toros que muestran los 

cuernos con esta tendencia. En esa corrida, el picador portuense José Pacheco (Veneno) sustituyó 

a Francisco Fuentes en la cuadrilla del Gallo; el segundo toro, llamado Avellano, de la misma 

ganadería, le dio un gran tumbo y sufrió una lesión de importancia contra la barrera. 

171


(53)Torear y estoquear con un pañuelo… 

esde los tendidos de la emblemática Plaza Real de El Puerto de Santa 

D 

María, sin duda, la que tiene tal vez el ruedo de mayor diámetro, los 

aficionados creían ver aún más reducidas las dimensiones de la 

tradicional muletilla que utilizaban los diestros en el último tercio de la 

lidia, durante todo el siglo XIX, “como si fuesen pañuelos grandes…”, 

con los que, refiriéndonos a los toros condesos, que, por ser tan bonitos de hechura 

corporal, de cabeza pequeña y recogida, cornicortos y finos de extremidades, se 

decía que «se les podía torear con un pañuelo.» 

La primera referencia, de un diestro utilizando para torear un pañuelo, es de 

Santiago Argonsorum y Solchaga, natural de la villa de Falces –que no debemos 

confundir con el famoso lidiador Bernardo Alcalde y Merino (Licenciado de Falces)-, 

del reino de Navarra, de ejercicio labrador, del que no dice don José de la Tixera, que 

“capeaba sólo con la jaquetilla, justillo y pañuelo asido con ambas manos, y 

estoquearlos con muletilla en la forma acostumbrada, cuya habilidad ha ejecutado 

con aplauso en varias capitales, y espera que con el buen desempeño de ella ha de 

lograr el público de esta Corte la diversión y gusto que apetece.” Este labrador de 

Falces había mostrado su habilidad, en la Plaza Mayor de Madrid, según aparece su 

nombre en carteles datados el (18-07-1776); en efecto, en Pamplona, en cuyas 

fiestas de San Fermín figura desde 1771, en que debió ayudarse con un pañuelo por 

primera vez, hasta 1790. No era torero de banda o de alternativa, sino venturero, 

siguiendo la clasificación navarra. Sin duda, no era vulgar, pues cobraba 15 doblones, 

o sea, 480 reales, y los mejores de su clase no pasaban de 15 a 20 pesos. 

En ese sentido, entrando en los anecdótico, la segunda prueba demostrativa 

de que algunos toros podían torearse con un pañuelo -es la llamativa prenda que 

adorna el buen vestirse… que nos saca de incontables apuros y que echando sus 

pliegues al aire agitados con una de nuestras manos, equivale en el coso-congreso 

de la perfecta democracia taurina, sin necesidad de utilizar mecanismos electrónicos, 

para votar multitudina-riamente la aprobación de nuestras decisiones-, la debemos al 

noble caballero y torero de a pie –notable escalón en la evolución del toreo-, don 

Rafael Pérez de Guzmán, que el (05-06-1831), con el toro, llamado Serrano, de 

pelaje retinto, de don José Pinto López, fue el noble diestro desarmado; quien, de 

forma inmediata y sin cuidarse de recoger la muleta, sacó el pañuelo del bolsillo –no 

hay que olvidar que los pañuelos de los nobles más bien parecían medias sábanas… 

y, además, de seda fina-, llamó con él la atención del toro, y entrándole a volapié, le 

dio una estocada en todo lo alto; el toro rodó instantáneamente, y el matador, que 

recibió un fuerte varetazo en el valeroso encuentro, se retiró sin darle importancia 

alguna. Igualmente, Francisco Arjona (Cúchares), que actuó en la Real Maestranza 

de Caballería de Sevilla el (25-06-1855), en aquella tarde desastrosa, pues se hirió un 

pie con el estoque –tal y como el novillero Antolín Arenzana (Recajo), el (09-04-1911) 

en Madrid-, no pudiendo torear hasta el (03-07-1855), en Valencia, tuvo el valor al 

reaparecer, de estoquear su primer toro vaciándole con un pañuelo por muleta. 

Cinco años después, concretamente el (21-07-1860), José Rodríguez (Pepete), lidió 

-Y el último, de Laffite, de nombre 





al toro, llamado Corcito, de la ganadería de don Manuel García Puente, de Colmenar 

Viejo (Madrid), la Tierra de Toros, en el coso de Alicante, al que después de recibir 24 

varas, Pepete, tras ser desarmado por el agresivo burel, le entró a la suprema suerte 

con un pañuelo. El (25-08-1883), el matador José Machío, lidió el astado, de pelo 

retinto, albardado, de nombre Avellano de don José Padín, en Segovia, llegó tan 

bravo y noble a la muerte, que Machío tiró la muleta fuera de su alcance, le citó con 

un pañuelo y lo acabó de una buena estocada. Pero el pañuelo sirvió a otro diestro, 

muy familiar a los aficionados portuenses de aquel tiempo, Manuel Hermosilla y 

Llanera –señó Manué-, para matar a un toro… por primera y única vez en la historia 

de la Tauromaquia, aconteció lo siguiente: Toreaba una tarde en Segovia con 

Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo) y Ángel Pastor…,pero dejemos nos lo 

cuente don Aniceto Marinas García: “En mi ciudad natal, en Segovia. El cartel lo 

formaban –los diestros citados- …y Ángel Pastor reaparecía después de una cogida 

grave –que no hemos podido saber dónde fue-, que lo tuvo varios meses apartado de 

los ruedos. Frascuelo era el ídolo, el famoso, el torero a quien se iba a ver. Los 

demás completaban el cartel, pero no eran la base atractiva. Esto traía muy quemado 

a Hermosilla, que tenía mucho amor propio. Fruto de este orgullo profesional fue el 

de matar un toro recibiendo como no he visto jamás a nadie. Llegado el momento, y 

ante la expectación de la plaza entera, que se dio cuenta de que iba a recibir al 

animal, Hermosilla trazó una raya en el suelo delante del toro, extendió el pañuelo, 

puso los pies sobre el cuadrado blanco y citó. El toro se arrancó como una flecha, y 

Hermosilla lo recibió de manera que fiera y hombre rodaron al mismo tiempo, la 

primera sin vida, de resulta de la estocada perfecta –de ahí el decir la famosa 

estocada, de Segovia-, y el segundo indemne, para levantarse enseguida y recoger 

la ovación estruendosa. Frascuelo, aquella tarde, quedó apagado, ya que no tuvo 

suerte al matar y atravesó a uno de los toros con la espada. ¡Y qué torazos eran 

aquellos! 

Gacetillas Taurina XXXI, Tomo II. 

(www.laplazarel.net y www.fiestabrava.es) 

Manuel Hermosilla y Llanera. 

«Cúchares» preparando al toro 

con un pañuelo, «embebiéndole» 

con él, antes de estoquearlo. 

173



Choricero, de pelaje negro, tomó cinco 

puyazos, saltó la barrera y lo remató 

Hermosilla de tres estocadas y un pinchazo. 


El burel de pelo retinto, albardado (52, 

véase al pie de la página 171), Avellano, de la 

ganadería de don José Padín, luego de don 

Tiburcio Arroyo. Lidiado en Segovia el (25-08- 

1883), tomó siete varas, produjo cinco caídas, 

mató tres caballos y llegó tan bravo y noble a 

la muerte, que José Machío tiró la muleta, le 

citó con un pañuelo y lo acabó de una buena 

estocada. En esa misma corrida se lidiaron, 

de la ganadería española de don José 

Gómez, los toros: Navarro, el cual, 

persiguiendo a los peones llegó a saltar la 

barrera 14 veces; Guitarrero, de pelo retinto 

y listón, tomó 12 varas y mató cuatro caballos; 

y, por último, Habanero, de pelaje retinto 

albardado, hizo una gran faena en todos los 

tercios, tomando 9 varas y matando cinco 

caballos. 


Fernando Gómez (Gallo) y Manuel 

García (Espartero) alternaron el (14-10-1885); 

día que Espartero recibió la alternativa con el 

toro de la ganadería española de don 

Ildefonso Núñez de Prado, llamado Pichón, 

lidiado en Madrid, de manos de Fernando 

Gómez (Gallo). Dicho astado según José 

María Rey (Selipe), en su obra Espartero y 

Guerrita, en la que dice: «Pichón, cárdeno, 

bragado y corniveleto (54 véase al pie de la página 

171), fue el primer toro que estoqueó García 

(el Espartero).» En esa corrida, el picador 

portuense José Pacheco (Veneno) sustituyó 


don Félix Moreno Ardanuy 

a Francisco Fuentes en la cuadrilla del Gallo; 

el segundo toro, llamado Avellano, de la 

misma ganadería, le dio un gran tumbo y 

sufrió una lesión contra la barrera. 

412.5)Avellano: 

Así se llamó el nombre del último toro 

que mató en la Plaza de Toros de Madrid José 

García Rodríguez (Algabeño, padre), de 

pelaje berrendo en negro, de don Esteban 

Hernández, y el diestro vestía un traje tabaco 

y oro. (Véa el lector la relación los que fueron los 

últimos toros estoqueados en Madrid, en la 

siguiente página). 


El toro negro, entrepelado, llamado 

Avellano, de la ganadería de don Félix 

Moreno Ardanuy -su antigüedad es de el (28- 

06-1919)-, fue lidiado en Bilbao el (28-08- 

1932). Tomó cuatro varas, ocasionando dos 

caídas y matando un caballo. Llegó a la 

muerte en buenas condiciones. Esa misma 

tarde, con las horas de diferencia propias 

entre Europa y México, actuó en la plaza El 

Toreo de la Condesa, el novillero mexicano 

Aurelio Elías Agassini, que venía toreando la 

temporada de 1931-32 por las plazas de los 

Estados mexicanos, entre ellas, la de San 

Pedro en la ciudad de Zacatecas. Se presentó 

alternando con Gordillo, R. Casas, J. 

Fernández, R. Chávez y F. Hidalgo, en la lidia 

de seis novillos de Santín. 

414) Aventador: 

El toro de los Hijos de don Celestino 

Cuadri Vides, llamado Aventador, estaba 

marcado con el número 32, era negro zaino 

y pesó 507 kilos de p.v. Fue corrido en 

segundo lugar en la Plaza de Toros de 

Zaragoza, el (15-10-1993), correspondiéndole 

al diestro Emilio Muñoz, que le cortó una 

oreja. Por su comportamiento en la arena 

obtuvo el Trofeo de la Peña La Madroñera al 

toro más bravo de la Feria del Pilar. 






El último toro que estoquearon en la Plaza 

de Madrid, hasta 1950. 

* Rafael Molina Martínez (Lagartijo 

Chico).- Abaniquero, de pelaje negro, de 

la ganadería de Santa Coloma, y el diestro 

lucía terno verde y oro. 

*José García Rodríguez 

(Algabeño).- Avellano, berrendo en negro, 

de don Esteban Hernández, y el diestro 

vestía un traje tabaco y oro. 

*Rafael Guerra Bejarano 

(Guerrita).- Ballestero, de pelo negro, de 

la señora viuda de oncha y Sierra, y el 

célebre diestro vestía un terno ceniza y 

oro. 

* José Gómez Ortega (Gallito).- 

Cacharrero, berrendo en negro, de la viuda 

de don Felipe Salas, y el matador lucía 

terno azul y oro. 

*Antonio Reverte Jiménez.- 

Caramelo, de pelaje berrendo en negro, 

de don Víctor Biencinto, y el espada vistió 

un traje café y oro. 

*José Sánchez del Campo (Cara- 

Ancha).- Carpintero, de pelo negro, 

bragado, listón, marcado con el número 

2, de la ganadería de don Eduardo Ibarra, 

y el diestro lucía traje morado y oro. 

* Ricardo Torres Reina (Bombita).- 

Cigarrón, negro, bragado y con el número 

37, de García de la Lama, vistiendo el 

diestro terno celeste y oro. 

*José Gárate (Limeño).- 

Chaparro, negro, bragado y marcado con 

el número 31, del marqués de Llén, y el 

estoqueador vestía terno marrón y oro. 

*Antonio Fuentes y Zurita.- 

Encajero, de pelaje negro, de la ganadería 

de Santa Coloma, y el matador vistió un 

traje salmón y oro. 

* Juan Belmonte y García.- 

Hocicón, negro, de Coquilla, y el célebre 

matador vestía terno grana y plata. 

* Rafael González Madrid (Machaquito).- 

Lunarejo, castaño, meano, con el 

número 19, de doña Prudencia Bañuelos, 

y el diestro vestía traje verde y oro. 

* Emilio Torres Reina (Bombita 

Chico).- Malagueño, negro zaino, del 

marqués del Saltillo, y el estoqueador 

vestía terno corinto y oro. 

*Rafael Molina Sánchez 

(Lagartijo).- Pandereto, negro bragado, del 

duque de Veragua XIV, y Lagartijo vestía 

un terno plomo y oro. 

* Manuel García Cuesta (Espartero).- 

Perdigón, colorado, ojo de perdiz, 

de don Eduardo I Miura, que cogió y causó 

la muerte del espada, que vestía un verde 

y oro. 

* Luis Mazzantini y Eguía. Reajero, 

de pelaje retinto, de doña prudencia 

Bañuelos, y el estoqueador llevaba un 

terno morado y oro. 

*Salvador Sánchez Povedano 

(Frascuelo).- Regalón, de pelo jabonero, 

típico de la ganadería de los duques de 

Vergua, y el espada vestía un traje azul y 

oro. 

175


415.1) Aventurero: 

Vicente Pastor y Durán y Luis Freg 

como sobresaliente trabajaron el (14-01- 

1912), y el toro lidiado en cuarto lugar, llamado 

Cabezón, de la ganadería de Atenco, en 

corrida a beneficio del diestro madrileño 

Vicente Pastor, celebrada en el antiguo coso 

El Toreo de la Condesa (ciudad de México, 

D. F.) ocasión en la que iba a lidiar él solo 

seis señores toros de dicha divisa -azul, 

celeste y blanco-, que resultó bravísimo, llegó 

a la muleta con todo su poderío, hiriendo en 

la mano derecha a Pastor, al torearle de capa, 

lo que le impidió continuar la lidia. Luis Freg, 

que salió esa tarde de sobresaliente, mató al 

citado astado, pero el quinto de la tarde, 

llamado Aventurero, le dio dos graves 

cornadas, junto al ano, de 10 centímetros de 

profundidad una y ocho la otra, quedándose 

el ruedo sin matadores. 

Juan Cecilio (Punteret) que estaba de 

espectador, sentando cómodamente con 

unos amigos, bajó al redondel y, tras obtener 

el permiso de la autoridad, con gran pundonor 

liquidó al quinto y al sexto, por lo que fue 

ovacionado, así como a todos los toros que 

se lidiaron en esa corrida, que mataron un 

total de siete caballos (A.L.). Según otra 

crónica, el toro se llamó Cabezón, castaño y 

delantero de cuerna. En la temporada de 1995 

se lidiaron en México solamente seis astados 

de Atenco, pero es un hecho digno de todo 

encomio que al cabo de los siglos esta sangre 

centenaria de bravo siga viva y su hierro 

vigente. 


El día (08-11-1932), el toro llamado 

Aventurero, de la ganadería zacatecana de 

San Mateo, de don Antonio Llaguno González, 

fue lidiado en la Plaza de Toros «El Toreo» 

(ciudad de México, D. F.), por el matador 

mexicano David Liceaga, resultando un toro 

de bandera. En la «Antología Taurina 

Mexicana», de Ángel Villatoro, publicada en 

la Biblioteca Nueva (C/. Almagro, 38, de 

Madrid), en el Capítulo dedicado a «Toros 

Famosos», aparece un toro, también llamado 

Aventurero, del que dice textualmente: «De 

procedencia española, llevaba la divisa del 

marqués de Villamarta. Fue lidiado por David 

Liceaga el (06-11-1932). Por su excesiva 

nobleza y sin par bravura fue indultado a 

petición del público.» Es posible que se trate 

del mismo astado, pues son muchas las 

coincidencia, pero la ganadería es diferente, 

la fecha y que el primero no dice fuese 

indultado. 

417.3) Aventurero I: 

Entre los años 1946 y 1953, la 

ganadería mexicana de Tequisquiapan, 

propiedad de don Fernando de la Mora, envió 

a los ruedos de las plazas de México decenas 

de toros de bandera, cuyas biografías 

desconocemos, habiendo llegado sólo hasta 

nosotros las de los astados llamados: 

Cartero, extraordinario novillo, que en 

la temporada de novilladas de 1947-48 fue el 

mejor de los lidiados en el coso de la capital 

mexicana, a juicio del público y de un jurado 

competente, dándose el caso insólito de que 


mexicana de Coaxamalucan. 

Toro típico de la ganadería mexicana 

de Cuaxamalucan. Aldinegro, 

ojinegro, bocinegro, meano y 

paliabierto (ANCTL) 



derribó en el primer tercio cinco veces a los 

de a caballo; el segundo, Aventurero I, lidiado 

en el magno coso de Insurgente al iniciarse 

la década de 1950, ejemplar que fue 

excelente de principio a fin, siendo solicitado 

su indulto y, al no ser concedido, merecieron 

sus despojos, los honores de un arrastre 

lento; y el tercero, Malagueño, fue lidiado en 

el coso de El Toreo de Cuatro Caminos, en la 

ciudad de México, D. F., donde -como nos 

dice poéticamente don Agustín Linares- «... 

su boyante estilo hasta que llegó a la muerte, 

mereció por la voz unánime del público, ser 

paseados por el ruedo sus despojos, en unión 

del ganadero, en tarde triunfal.» 

418.4) Aventurero II: 


llamado Aventurero II, de la vacada 

mexicana de Tequisquiapan, que cerró plaza 

en la corrida celebrada en la «Plaza México» 

el (27-06-1948), se hizo merecedor a una 

vuelta al ruedo, ya que la petición de los 

espectadores para que fuera Indultado no fue 

atendida por la Presidencia. Se trata, sin duda, 

del mismo toro anterior, aunque lo dejamos 

así porque éste se lidió el decenio anterior. 


Fue lidiado en la Plaza de Toros 

mexicana de la ciudad de Monterrey, también 

Toro típico de la ganadería de Miura. 

Asardado, bocidorado y bragado 

corrido. 



conocida por «La Sultana del Norte», en la 

corrida del (15-09-1957), al igual que 

Andaluz, de la ganadería mexicana de 

Coaxamalucan, de los Sucesores de don 

Felipe González González, que le tocó en 

suerte al desaparecido y pundonoroso torero 

Jaime Bravo, dándose el insólito caso de que 

fue igualmente indultado. Los dos toros - 

Andaluz, y Aventurero- que fueron largamente 

aclamados por el público, regresaron 

al campo bravo, y una vez curados, comenzaron 

a padrear, dando excelentes crías. 

Aventurero, fue toreado por el extraordinario 

muletero Humberto Moro, al que le realizó una 

faena memorable, dada las magníficas 

cualidades del ejemplar astado. 


En la temporada grande de la «Plaza 

México» 1969-70, el diestro español Santiago 

Martín (El Viti), le cortó la dos orejas a 

Aventurero, de la ganadería mexicana de 

Tequisquiapan, propiedad entonces de don 

Fernando de la Mora, que según el hispano 

«había sido el astado más bravo que había 

toreado en los ruedos mexicanos.» 

421.1) Avetardo: 

Don Antonio Peña y Goñi (Don 

Cándido), en un número de La Lidia, 

correspondiente al año 1895, nos reseñó un 

ejemplo del pelaje asardado, que no es otro 

que el castaño entrepelado, cuando dice: 

«Avetardo, castaño asardado, 

salpicado, buen mozo, bien criado y 

cornivuelto.» 


mexicana de Zacatepec. 

177


422.2) Avetardo: 

Novillo jabonero o charrengue, blanco 

sucio y amarillo, como el café con leche 

(Joaquín Bellsolá, Relance. «El toro de lidia.»), 

que fue bautizado con el nombre de 

Avetardo, de los hijos de los señores Hijos 

de don Tomás Pérez de la Concha, jugado 

en Cieza el (06-08-1932). Soportó 10 varas, 

recargando en todas ellas. 

423.1) Aviador: 

Toro de la ganadería de don Bernabé 

Cobaleda, corrido en Gijón el (15-08-1929). 

Aviador se mostró bravísimo y pastueño, 

teniendo que bajar el ganadero al redondel 

(que así llaman muchos al vaquero o 

mayoral), para escuchar los aplausos. 



de la ciudad de Quito (Ecuador), fue lidiado 

el toro de bandera, llamado Aviador, de la 

ganadería mexicana de Zacatepec, propiedad 

de don Daniel Muñoz, por el famoso diestro 

hispano Antonio Ordóñez -es un hecho 

común que éste diestro hispano causó honda 

admiración entre los aficionados mexicanos, 

considerándolo como un torero señorón-, el 

que al darse cuenta inmediata de las condiciones 

excepcionales del astado, puso en 

juego su proverbial maestría, consiguiendo 

uno más de sus hábiles trasteos con la 

muleta. Los despojos de Aviador dieron la 

vuelta al ruedo ante el entusiasmo de la 

multitud, acompañándolo en esa tarde triunfal, 

por el referido torero y el ganadero don 

Mariano Muñoz. 


El (14-07-1968), el entonces novillero 

mexicano, Curro Rivera -entonces: «uno de 

los tres grandes de México»-, tuvo un triunfal 

debut, en la «Plaza México», al cortarle las 

orejas al tercero de la tarde, llamado Platerito 

y a un séptimo de regalo, Aviador, ambos 

del ganadero mexicano don Javier Garfias de 

los Santos. 

Curro Rivera, entonces: «uno de los 

tres grandes de México.» 


En la plaza de toros Monumental de 

Barcelona, la ganadería gaditana de don 

Joaquín Núñez del Cuvillo, presentó una 

corrida el (16-07-2000), en la que destacó 

notablemente el astado corrido en sexto lugar, 

llamado también Aviador, al que el diestro 

José Tomás le cortó las dos orejas, en una 

tarde triunfal para él, al quedarse la corrida 

en un mano a mano con Enrique Ponce, por 

la cogida de Abellán. El de Galapagar obtuvo 

las cinco orejas que se cortaron esa tarde, 

por ninguna del de Chiva. 

427) Avileño: 

El toro de la divisa colombiana de 

Achury Viejo, llamado Avileño, se corrió en 

el coso de Cali (Colombia) el (31-12-1988). 

Estaba herrado con el número 209, era negro 

y pesó 451 kilos de p.v. Correspondió su lidia 

y muerte al diestro español José Miguel Arroyo 

(Joselito). Por su bravura, la Porra Taurina 

Cañaveralejo le distinguió con el trofeo que 

otorgan al mejor toro de la feria. 

José Miguel Arroyo Delgado (Joselito), 

nacido el (01-05-1967) en Madrid, que recibió 

la alternativa el (20-04-1986), en Málaga, 

toreó el (15-08-1989), en la Plaza Real de El 

Puerto de Santa María (Cádiz), cortando tres 

orejas y saliendo por la Puerta Grande, siendo 



la primera vez de las cuatro veces que la 

cruzó en triunfo, habiendo actuado en dicho 

coso en 13 ocasiones, en las que cortó 12 

orejas. Gran lidiador y mejor estoqueador, 

aunque sobrio y castellano en su concepción 

del toreo, fue también del gusto de los 

aficionados de «los Puertos», no en vano 

figuró como gran torero. 

De éste torero español, hasta 

septiembre de 1991, tan sólo se escucharon 

en México grandes elogios. Ese año contaba 

apenas 22 años de edad y cinco desde que 

se doctoró. En la temporada de ese año la 

terminó ubicado en el tercer puesto del 

escalafón, sin haber llegado a triunfar en la 

plaza de la Corte que es donde nació. En 

aquellos años todos estaban esperando que 

con su temple y mando lograra la máxima 

altura... y en México eran muchos los que 

estaban convencidos que haría aquí el toreo 

ideal para los mexicanos. 

428.1) Avión: 

Salvador Sánchez Povedano 

(Frascuelo) y Rafael Molina (Lagartijo), que 

se habían enfrentado por primera vez el 7 de 

junio, sin mayores consecuencias. Fue todo 

muy diferente en la segunda corrida entre 

ambos, del (11-06-1868), pues surgió la 

rivalidad, y de modo lucidísimo para disfrute 

de los aficionados. En el cuarto toro, 

Frascuelo en un quite quedó de rodillas en la 



cara del toro, y Lagartijo mejoró el alarde 

rematando otro de rodillas y de espalda al 

toro. En otro, ambos colosos se tumbaron 

en el suelo a poca distancia del cornúpeto, y 

el presidente hubo de amonestarlos para que 

dejaran sus temeridades y para que evitaran 

una posible desgracia. 

En esa corrida se lidió el toro llamado 

Avión, del señor marqués del Saltillo, que 

tomó 18 varas -Lisardo (55) abre la lista de 

los 60 astados notables que, hasta que 

sigamos investigando, recibieron ese número 

de varas- mató cinco caballos y dejó tres 

mal heridos, sin saber cuál de los dos 

matadores lo remató. En Madrid no le fue 

favorable a Frascuelo ante cierta Prensa, su 

amistad con Antonio Carmona (el Gordito), 

que aquel año salía de la plaza de la Corte 

literalmente expulsado por el público. No 

estuvo afortunado al principio; pero después 

enmendó su trabajo, y El Mengue, el 

periódico capitalmente responsable de la 

formación del ambiente hostil a Carmona, 

escribía: 

«Frascuelo nos ha gustado matando… 

Los resabios de la mano derecha los 

ha desterrado de poco tiempo a esta parte. 

Antes hería, pero no mataba. Ahora mata.» 

Aquel año contrajo matrimonio con doña 

Manuel Álvarez, sobrina de su protector el 

banderillero Juan Mota. 

(55) Los diestros Francisco Arjona Herrera (Cúchares) y José Redondo (Chiclanero) alternaron en un 

mano a mano en Madrid el (10-05-1852) cuando la competencia entre ambos alcanzaba su cenit. 

Esa tarde se lidiaron astados de dos ganaderías: de don Joaquín de la Concha y Sierra fue el toro, 

llamado Lisardo, de pelo berrendo en colorado -antiguamente se les llamaba bayos a los toros 

colorados, utilizando la designación hípica: «Bayo, el color encendido y los ojos como brasas; 

arrugados frente y cuello, la frente vellosa y ancha.» (Anónimo. Flor de varios romances nuevos, 

1595)-, que fue rematado por Cúchares; y de la ganadería de Lesaca el toro, llamado Carbonero, 

que se acercó 16 veces a los varilargueros, matando un gran número de caballos, que pudieron ser 

20. Dio cuenta de él el gaditano, el Chiclanero. El último de la relación, de tan hermosa planta tenía, 

que le bautizaron con el nombre de Bonito y lo escogieron para la filmación de la película Novillero, 

en 1937, en la que tomaba parte en las escenas taurinas el famoso y desigual espada mexicano 

Lorenzo Garza Arrambide. El ejemplar fue de la vacada mexicana de Heriberto Rodríguez. Tomó 

dieciocho varas, recargando en todas ellas. Después de banderillearlo, como el poderoso astado 

aún estaba muy entero, se volvió a picar de nuevo. Fue indultado y devuelto a la dehesa para 

dedicarlo a semental. 

179


429.2) Avión: 

El (15-08-1921), de forma sorprendente, 

José Sánchez Rodríguez 

(Hipólito), tomó su alternativa en la plaza de 

Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), lugar para 

él de infausto recuerdo (véase toro Veneno), 

siendo su padrino Maera, que le cedió a 

Avión, de la ganadería española de don 

Rafael Surga, con el que actuó en un mano a 

mano. La ganadería de don Rafael Surga hizo 

su presentación en Madrid el (22-05-1884). 

430.3) Avión: 

Nombre que llevó el semental de la 

ganadería mexicana de Peñuelas, que fue 

adquirido por don Miguel Dosamante Rul a 

los Herederos de don Luis Gamero Cívico. 

Fué fundada por él en 1924, con vacas y 

sementales del Venadero y que debutó el 

(13-01-1927) en la Plaza de Toros de la ciudad 

de Aguascalientes: seis novillos para Esteban 

García y Paco Gorráez (El Cachorro 

Queretano). Ese mismo año don Manuel 

Así toreaba y estoqueaba 

Francisco Rivera (Paquirri). 

adquirió lo mejor que quedaba de San Nicolás 

Peralta, así como 7 sementales de La Punta, 

procedentes de la ganadería española de 

Campos Varela (encaste Parladé y, en 1928, 

uno de don Vicente Martínez (Colmenar Viejo, 

Madrid) y uno de don Arcadio Albarrán. Se 

presentó en la Plaza de Toros de El Toreo 

(ciudad de México, D. F.) el (26-06-1932): seis 

novillos para José María Calderón, Liborio 

Ruiz y Luis Castro (El Soldado). 

En 1937 adquirió el toro, llamado 

Avión, procedente de la ganadería española 

de Gamero Cívico, que estaba en el racho 

bravo zacatecano de Malpaso. El (14-05- 

1944) presentó su primera corrida, también 

en el coso El Toreo, un encierro para Alfonso 

Ramírez (El Calesero), Andrés Blando y 

Antonio Velázquez. En 1946 agregó dos 

sementales de don Luis Vallejo Alba, y en 1974 

y 1976, don de don Jesús Cabrera. Don 

Miguel Dosamantes Rul dejó de existir el (27- 

11-1977) y legó la ganadería a su viuda, doña 

Raquel González, quien agregó 2 sementales 

de Garfías en 1979, así como uno de 

Valparaíso en 1980, falleciendo el (03-02- 

1991). Peñuelas está ubicada en el rancho 

El Maestranzo, en el Estado mexicano de 

Aguascalientes, y tiene por divisa los colores 

azul celeste y oro. Su cartel es de los de 

mayor antigüedad y ha sido base de algunas 

ganaderías. 

Paquirri toreando al toro, de 

nombre Avispado, que le 

causó la muerte. 



431.4) Avión: 

El toro negro, llamado Avión, con el 

número 15, de la divisa del marqués de 

Villagodio Hermanos, fue lidiado en primer 

lugar el (12-09-1946) en la Plaza de Toros de 

Zamora. Fue cedido por Manuel Álvarez 

(Andaluz) a Lorenzo Pascual (Belmonteño) 

en la ceremonia de concederle la alternativa. 

432) Avioncito: 

Aquel novillo marcado con el nº 5, 

llamado Avioncito, de la ganadería del conde 

de la Maza, de pelaje negro listón, llevó la 

desgracia a la Plaza de Toros de la Real 

Maestranza de Caballería la tarde del (13-09- 

1992), ya que, a la salida del tercer par de 

banderillas empitonó al banderillero Ramón 

Soto Vargas, y a consecuencia de la cogida, 

el infortunado torero dejó de existir unas horas 

después en la enfermería de la Plaza. 

Correspondió su lidia y muerte al novillero 

Leocadio Domínguez. 

433) Avisado: 

El (29-10-1933) se inauguró en la 

Ciudad de México la Plaza de Toros de Vista 

Alegre. El primer burel que salió a estrenar la 

arena llevó el nombre de Avisado, de la 

ganadería azteca de Atlanga, entonces de don 

David Rodríguez. El espada Edmundo 

Maldonado (Tato), encargado de rematarlo, 

al dar el llamado «pase de la muerte», recibió 

una gravísima cornada en la ingle. 

434) Avispado: 

La trágica tarde del (26-09-1984), 

recibió una cornada mortal en el muslo 

derecho, el célebre torero de la provincia de 

Cádiz -de Barbate de Franco- Francisco 

Rivera (Paquirri), producida por Avispado, de 

la ganadería de Sayalero y Bandrés, en 

Pozoblanco (Córdoba). Fue trasladado al 

Hospital Militar de Córdoba, que se halla 

ubicado a la entrada de la ciudad,.En ese 

Hospital estuvo internado este autor el año 

1953, siendo intervenido en la palma de la 



mano derecha, en la que el cirujano le realizó 

tres incisiones, pues se le había infectado 

cuando trataba médicamente a una yegua 

con metritis aguda. La anestesia fue a base 

de inspirar cloroformo aplicado con algodón 

sobre la nariz. Dicha infección se le produjo 

en la Clínica de Animales Mayores, de la 

siempre recordada Facultad de Veterinaria 

de Córdoba. 

435) Avutardo: 

Vestido de grana y oro alcanzó el 

grado de matador de toros, siendo el último 

de una dinastía de toreros peruanos en la que 

sus hermanos Hugo, Telmo y José sólo 

llegaron a novilleros. Ese fue el destino de 

Ricardo Bustamante Pretil –nacido en Paiján 

el (12-02-1948)- que tomó la alternativa en 

Trujillo, el (29-09-1976), de manos de Rafael 

Puga, que le cedió el toro, llamado Avutardo, 

herrado con el número 148, y, curiosamente, 

actuó de testigo el banderillero Félix Rivera. 

Otras informaciones citan que la fecha de la 

ceremonia fue el 15 de octubre. En el coso 

de Acho, en Lima, confirmó su doctorado de 

manos del diestro español Paco Camino, el 

(14-11-1976), en cartel que completó Ángel 

Teruel. Se lidiaron toros de la vacada de 

Salamanca y Ricardo vistió azul y oro. 

436) Ayudante: 

El toro marcado con el número 59, 

perteneciente a la ganadería de doña Ángela 

Rodríguez de Arce, llamado Ayudante, fue 

lidiado en la Plaza de Toros de Ávila, el (25- 

07-1993), por el diestro Carlos Ávila. Obtuvo 

el Premio de la Peña Taurina Abulense al toro 

más bravo de la temporada. 

437) Avispón: El astado, de la ganadería 

jerezana de D. Santiago Domecq Bohórquez, 

llamado Avispón, nacido el (01-04-1904), 

marcado con el número 75 y de bonito pelaje 

castaño, fue lidiado en segundo lugar la tarde 

del (09-08-2000) por José Maria Manzanares. 

al que le cortó las dos orejas y, por su faena 

fue premiado por las distintas peñas como la 

181


Avispón: El astado, de la ganadería jerezana de D. Santiago Domecq Bohórquez, 

más importante de la temporada en El Puerto. 

Fue premiado por varias Peñas taurinas y 

justo es decir el acierto que tuvieron los 

distintos Jurados que lo valoraron (Portal 

Taurino: www.laplazareal.net). 

438.1) Azabache: 

Cuatro «astros» de la novillería se 

dieron cita en los carteles de la Plaza Real 

de El Puerto, para participar la tarde del (02- 

09-1888), en la lidia de 8 novillos de la 

ganadería de don Francisco Lazaur, vecino 

de Puerto Real (Cádiz), de los que se 

encargaron Manuel Díaz (Lavi, hijo), Juan 

José Villegas (El Loco), Manuel Caballero y 

Ramón Leonisio (Gargollo), cuyas cuadrillas 

salieron previa autorización del presidente de 

turno, para dar cuenta de los siguientes 

novillos: 

1º Veneno, negro meano y bien 

encornado, que correspondió a el Lavi – 

vestido con terno azul y plata-, y recibió de 

los picadores 5 varas, produjo dos marrazos 

y dio dos caídas, al que el gaditano dio cuatro 

pases, para seguidamente dar un mal 

pinchazo, tres pases por alto, pero media 

perpendicular –es la expresión del crítico de 

turno-, de la que murió el toro, recibiendo el 

diestro una sección de pitos. 

2º Tabaquero, colorado, ojinegro y 

corniverguero, aguantó 5 alfilerazos –ahora, 

más de un siglo después, ya no son 

«refilonazos», si no «caricias»- de Negrete y 

Policán. El banderillero Potoco salió en falso, 

marcó el quiebro y después clavó una par al 

cuarteo bueno. Alfonso clavó medio a la 

media vuelta. Juan José Villegas (El Loco), 

que vestía terno azul y oro, pasó a su enemigo 

con un natural, 4 altos, 5 con la derecha, para 

un volapié algo bajo y atravesado, del que 

murió, recibiendo palmas por su voluntariosa 

labor. 

3º Sin que sepamos su nombre, era 

de pelaje castaño, jirón y corniabierto, le 

correspondió al portuense Manuel Caballero 

-quien después de esta novillada, se marchó 

a América, toreando en Guatemala y Monterrey 

(México)-, recibió 2 varas y ocasionó 

dos marrazos. Con la muleta, Caballero le 

dio un pase cambiado, 2 con la derecha y 

uno por alto, dejándose el portuense caer con 

una estocada baja aguantando, terminando 

con el «desconocido» el puntillero al segundo 

cachetazo. Caballero recibió palmas. 



4º Azabache, negro zaino y bien 

puesto le dio un improvisado desconocido 

un quiebro de rodillas. De los piqueros 

Negrete y Pelicán recibió el zaino 4 picotazos, 

produciendo una caída. Gargollo, después de 

brindar, le dio un natural y uno cambiado, para 

asestar una perpendicular y contraria a 

volapié, de la que Azabache se echó, 

recibiendo el diestro una ovación. 

5º Florencio, castaño hito –oscuro-, 

jirón y cornialto. El picador Riñones pinchó y 

calló, estando al quite El Loco, después de 

sufrir una colada y perder el caballo. El 

banderillero Ezpeleta colocó un par y medio 

y Herraldillo un mal par. Seguidamente Lavi 

le dio un pase natural, 5 altos, dos cambiados, 

largándole un pinchazo; cuatro pases con la 

derecha y una buena a volapié de la que el 

«primer» Florencio -pues en esta novillada, 

inexplicablemente hubo otro Florencio-, lo 

echó a rodar, recibiendo palmas y música. 

6º Redondo, negro bragado, coletero 

y corniabierto, al que el piquero Cuchillero le 

puso dos varas, Riñones otras dos, con una 

caída y, nuevamente, El Loco salió al quiete, 

dándole cuatro verónicas buenas. Con la 

espada y muleta le dio un natural, uno con la 

derecha, tres altos, tres cambiados, cuatro 

redondos, par un pinchazo, un pase más y 

una baja a volapiés, de la que cayó «redondo», 

palmas por su voluntariosa labor. 

7º Florencio II, castaño, que 

correspondió a Manuel Caballero, sufrió 5 

pinchazos sin consecuencias. El banderillero 

Rubio le clavó par y medio y Romero uno. El 

portuense pasó al burel varias veces, 

largándole sobre la marcha un pinchazo y 

una buena a volapié, sin hacer el toro por él, 

se echó, acabando el cachetero al primer 

golpe y el diestro escuchó palmas. 

8º Famoso, negro y bien encornado, 

que correspondió a Gargollo, recibió de los 

picadores en tanda dos varas, para pasar el 

presidente al tercio de banderillas, de las que 

recibió un par y medio de Ezpeleta y otro de 

Romero. Gargollo, claramente desconfiado, 

lo pasó varias veces y le asestó media 



estocada imprecisa. Por lo dicho hasta aquí, 

la novillada fue divertida, ante unos novillos 

regulares, con los que Lavi se mostró 

desconfiado en extremo; El Loco, bien en 

sus dos enemigos. Caballero, cumplió bien y 

Gargollo, por último, bien en uno y desconfiado 

en el último. Los picadores, con 

mala nota. Murieron cuatro caballos. 

438.2) Azabache: 

En la plaza de toros del antiguo coso 

El Toreo de la Condesa (ciudad de México, 

D. F.), el toro, llamado Azabache, hermoso 

ejemplar, negro, largo, de preciosa estampa, 

de la ganadería mexicana de Zotoluca, 

propiedad de don Adrián Vázquez, ganó con 

todo los merecimientos, el premio al mejor 

toro en una corrida Concurso de Ganaderías, 

compitiendo con las más famosas vacadas 

de México, siendo magistralmente lidiado por 

el diestro azteca Manuel Capetillo, sin que 

sepamos la fecha de tal acontecimiento, que 

bien pudo ser en 1950. 

439) Azafatero: 

Doña María Teresa Oliveira, envió a 

la Plaza de Toros de Madrid, el (07-05-1950), 

seis novillos, finos, bravos y nobles, de los 

que cuatro fueron aplaudidos en el arrastre, 

distinguiéndose por su casta el que atendía 

por el nombre de Azafatero, marcado con el 

número 41. 

440.1) Azafrán: 


don Ignacio Valero, de Lora del Río (Sevilla), 

llamado Azafrán, que al ser conducido con 

los cabestros al Matadero de Sevilla, en la 

madrugada del (05-03-1897), se desmandó 

por la población. La gente trasnochadora, 

entre los cuales se hallaban Minuto, Bonarillo 

y Capita, se encontraron en tan inesperada 

situación. Enrique Vargas (Minuto) subió a su 

domicilio por un estoque, y dándole unos 

pases al astado, le adjudicó una certera 

estocada haciéndole rodar. En otra crónica 

dice: El (05-03-1897) sucedió una efeméride 

183


histórica en la carrera de Minuto. Cuando por 

la noche eran conducidas al matadero de 

Sevilla unas reses bravas de la ganadería de 

don Ignacio Valero, uno de los toros, llamado 

Azafrán, se desmandó, y enganchó a varios 

viandantes. Minuto subió a su casa, cogió un 

estoque y con un refajo a modo de muleta, le 

dio una estocada e hizo rodar al toro sin 

puntilla. El público ocasional de esa hazaña 

nocturna, en la calle Compás de Laguna, 

aplaudió a rabiar al torero. 

NOTA: El matador Diego Mazquirán (Fortuna) 

tuvo también su particular toro «Azafrán», 

que se había escapado del camión que le 

conducía al Matadero de Madrid. Enterado el 

diestro se lanzó a buscar el toro, matándolo 

en plena Gran Vía madrileña. El fotógrafo 

Alfonso tomó una imagen del momento. 


El primer percance que le tenemos 

anotado al diestro sevillano Antonio Fuentes 

y Zurita fue el sufrido la tarde del (22-07-1890), 

que alternó en la Plaza de Toros de Valladolid 

con Raimundo Rodríguez (Valladolid), que ya 

le había cedido aquel año la muerte de un 

novillo, y recibió un puntazo del primer 

cornúpeto en el muslo derecho. La segunda 

cornada la sufrió el (27-07-1900), en la Plaza 

de Toros de Valencia, donde volvería a ser 

herido en la temporada de 1908. 

El percance que comentamos se lo 

produjo el astado llamado Ronquillo, de don 

Eduardo I Miura, al entrar a matar, haciéndole 

una herida de 10 centímetros de extensión 

en una mano. Ese día y de la misma 

ganadería, fue lidiado Azafrán I, de pelaje 

negro, brocho, y que, llevado a Valencia para 

la corrida, al desencajonarle arremetió a dos 

cabestros, viéndose que estaba loco. Metido 

en un chiquero se ensañó a cornadas contra 

las paredes y con su sombra, hasta que cayó 

muerto. 

Recordamos ahora al toro, de don 

Eduardo I Miura, llamado Aguilillo, que el (13- 

09-1900), cuando era conducido a Marsella, 

en el vapor Andalucía, rompió el cajón, 

Fortuna remató al «desmandado» en 

plena Gran Vía Madrileña. 

sembrando el pánico en la cubierta del buque. 

Fue muerto a tiros por el capitán de la 

tripulación. El toro de don Nazario Carriquiri, 

de nombre Asesino que, viéndose encajonado, 

se despedazó los cuernos y las 

extremidades anteriores contra las tablas, 

expirando en su reducida prisión. Fue en 

1882, y estaba destinado a lidiarse en Madrid. 

En la 1903 anduvo Fuentes muy 

desafortunado, y el 14 de octubre, toreando 

en la Plaza de Toros de Zaragoza, al intentar 

descabellar al segundo toro, del Saltillo, fue 

empitonado por la rodilla derecha, y en la 

enfermería se le apreció una herida grave, 

con rotura de la arteria tibial, hueso y grandes 

desgarros de las partes blandas y de la 

articulación. Tardó en curar más de cuatro 

meses, y no curó del todo, porque se resentía 

constantemente de la herida. Al despedirse 

ese año de 1908 de la afición valenciana, sin 

duda toreando en el mes de junio, resultó 

herido por el toro, llamado Cartulino, de la 

señora viuda del marqués del Saltillo, ganado 

fatal para él. Repuesto de la herida, sufrió un 

accidente de automóvil, y se retiró sin 

despedirse de las plazas en las cuales se 

había propuesto hacerlo. Y, por último, el (28- 

07-1912), fue herido en Santander por otro 

toro del Saltillo al poner un par de banderillas 

al cambio. 



Arriba: Sucesor de don Ernesto 

Cuevas, ganaderos mexicanos. Abajo: 

Vaca y toro de la ganadería. 



Azafrán, de la ganadería española del conde 

de Santa Coloma, el primero de dicha vacada 

que se lidió en Madrid, el día (17-05-1908). 

Fue un magnifico toro, de estilo y bravura. ¡o 

azafrán!... ¡cuánto nos costaba adquirirlo en 



la ciudad mexicana de Zacatecas para darle 

ese gusto y vistosidad a las paellas que 

nuestra hija Alicia Zaldívar Abreu ofrecía en 

su negocio a sus clientes zacatecanos y 

turistas, en las décadas 1990-2000! 

443.1) Azafranero: 

El toro retinto, de nombre Listón y 

grande, llamado Azafranero, fue de la 

ganadería española de la señora viuda de 

Gota. Toreándole en Tarazona de Aragón, el 

(28-08-1889), Manuel García (el Espartero), 

al darle un pase, recibió una gran cornada en 

el muslo izquierdo. 


En 1939, en la Plaza de Toros de El 

Toreo de la Condesa (ciudad de México, D.F.), 

fue lidiado un extraordinario toro: Azafranero, 

de la ganadería mexicana de don Ernesto 

Cuevas, al que se le dio la vuelta al ruedo, 

considerado por los buenos aficionados de 

esa época, como prototipo de bravura y 

nobleza, y el más bravo de la temporada. 


El (15-08-1945), confirmaron su 

alternativa en Madrid, los diestros Andrés 

Blando y Manuel Gutiérrez (El Espartero). El 

primero, de manos de Rafael Ponce 

(Rafaelillo) y ante la presencia de Mario Cabré, 

con el toro llamado Espinoso, de la ganadería 

de Hidalgo Hermanos; y el segundo, llevando 

como padrino a Cabré y de testigo a Rafael 

Ponce (Rafaelillo), con Azafranero, de la 

ganadería española de don Julio Garrido. 


En la temporada 1967-68 en la «Plaza 

México», salieron al ruedo dos toros de 

bandera, ambos de la ganadería mexicana 

de Tequisquiapan, de don Fernando de la 

Mora; el primero, llamado Azafranero, fue 

lidiado por Raúl García y se distinguió por su 

bravura y nobleza, haciendo magnífica pelea 

con los caballos; el segundo, llamado 

Herrerito I, hermano del anterior que, 

185


desgraciadamente, por la ineptitud de un 

peón, se estrelló de salida y se descepó 

contra un burladero. Al día siguiente lo lidió a 

puerta cerrada Joaquín Bernardó, dándole 

más de cien muletazos. Este toro fue 

reintegrado a su dehesa y, curado, lo tuvo don 

Fernando de la Mora como semental. 



de Mérida (Yucatán, México), el famoso torero 

mexicano Curro Rivera, escenario de 

continuos triunfos de la ganadería mexicana 

de don Ernesto Cuevas, lidió un toro de 

bandera, llamado Azafranero, al que el diestro 

le cortó las dos orejas, entre grandes 

ovaciones y el ganadero allí presentes. 

448) Azote: 

En la corrida del (15-02-1925), organizada 

por don Carlos Quirós (Monosabio), 

a beneficio de la Asociación de Periodistas, 

en el coso del antiguo coso Toreo de la 

Condesa (ciudad de México, D.F.), se lidiaron 

dos toros de bandera. El primero, llamado 

Azote, y ambos de la ganadería mexicana 

de San Diego de los Padres, propiedad de 

Nicolás González Jáuregui, que fue lidiado 

por el gran Rodolfo Gaona, siendo el animal 

tan bravo y noble que le permitió al torero 

cortarle los apéndices y el astado dar la vuelta 

al anillo. El segundo, que se llamó Bayito, 

fue también de bandera y le permitió al 

matador hispano Antonio Márquez, que hasta 

esa tarde no había tenido suerte en México, 

cortarle las dos orejas, complaciendo así a 

la afición metropolitana. Alternó también 

Manuel Jiménez (Chicuelo II). 

449.1) Azteca: 


Rafael Rodríguez, confirmó su alternativa a 

Manuel del Pozo (Rayito), al cederle su 

primero: Azteca; y esa tarde sufrieron graves 

cornadas Jaime Bolaños y Guillermo Carvajal 

en el muslo derecho y pierna derecha, 

respectivamente, en la «Plaza México», por 

Pasajero y Vajillero, todos de la ganadería 

mexicana de Piedras Negras. 


El (30-10-1960) se efectuó en El Toreo 

de Cuatro Caminos (ciudad de México, D.F.), 

una corrida de toros a beneficio de Curro 

Ortega, actuando en ella a caballo Carlos 

Arruza, quien después de cortarle las orejas 

a Azteca, de la ganadería zacatecana de San 

Mateo, anunció que se retiraba de rejoneador; 

y a pie, Manolo Dos Santos, Manuel Capetillo, 

quien le cortó una oreja al astado, Diablito, 

de la ganadería zacatecana de Valparaíso; 

Juan Silveti, le cortó el rabo a Farolero; Alfredo 

Leal, y Joselito Huerta, que también le cortó 

el rabo a Soldado, y Antonio del Olivar. 

451.3) Azteca I: 

El (24-11-1968), dos toros de la 



Bailleres: Azteca I y Tlaxcalteca, que fueron 

lidiados y desorejados por Manuel Benítez (El 

Cordobés) y Manolo Martínez, en corrida 

triunfal para el ganadero, que recorrió la 

circunferencia interior junto a los toreros, bajo 

la entusiasta aclamación del público. 

452.4) Azteca II: 

Bravísimo y noble Azteca II, de la 



Bailleres, que fue lidiado en la corrida nocturna 

del miércoles (24-02-1971), en la «Plaza 

México», en que se disputaron los alternantes 

el Estoque de Oro, que fue ganado a carta 

cabal por el diestro Manolo Martínez, siendo 

el toro ovacionado en el arrastre con frenesí. 


El (16-11-1977), fue corrido en la 

plaza de San Cristóbal (Venezuela), llamado 

Azteca, de la ganadería mexicana de La 

Huertas, siendo merecedor al trofeo del mejor 

toro lidiado en las Tradicionales Ferias de ese 

país hermano. 





de Caracas (Venezuela), se lidiaron: Azteca, 

Madrileño y Adiós. En esa corrida se 

despidió de los ruedos el que fuera el gran 

torero de la tierra, César Faraco, encerrándose 

con cinco toros de la ganadería 

mexicana de Piedras Negras y uno de la 

ganadería también mexicana de don Manuel 

De Haro, en sustitución de un astado que se 

asfixió en el largo viaje. La corrida, en puntas, 

dio un promedio de 480 kilos, destacando los 

toros mencionados, que dieron muy buena 

pelea. El lidiado en último lugar, Adiós, fue 

toreado en forma magistral por Faraco. 

Estaba marcado con el número 11, y era 

chorreado en verdugo. Al terminar la lidia del 

quinto toro, don Raúl González, fue llamado 

al palco Presidencial, donde el mandatario de 

la Nación, don Carlos Andrés Pérez, muy 

aficionado, lo felicitó efusivamente. 


La ganadería colombiana de don 

Ernesto Gutiérrez Arango lució su divisa con 

el toro, llamado Azteca, por su preciosa 

jechura, bravura y nobleza, marcado con el 

número 332 y que pesó 440 kilos de p. v. Se 

corrió en la taurina Plaza de Toros de 

Manizales, el (03-01-1990), correspondiendo 

en suerte al diestro Jairo Antonio Castro, que 

le cortó las dos orejas simbólicas. Por sus 

cualidades inmejorables fue indultado. 

456.1) Azucarero: 

En la histórica fecha del (12-04-1925), 

se lidió en séptimo lugar, Azucarero, de la 

ganadería mexicana de San Diego de los 

Padres, propiedad de Nicolás González 

Jáuregui, que fue el último que mató en su 

vida torera el gran diestro mexicano Rodolfo 

Gaona. ¿Qué mejor recuerdo para los colores 

de esta gloriosa vacada, que fuera ese torero 

el que cerrara con broche de oro toda una 

época con un toro de su procedencia?, se 

preguntó don Agustín Linares. 



Azucarero, pasó a la posteridad, 

como también el torero de mas nombradía y 

elegancia que ha dado México. Toreó sólo 

aquí, en México, en 1924, un total de 32 

corridas. Hizo a España un viaje de recreo, 

sin tratar de contratarse para corrida alguna. 

Al regresar de esa excursión volvió a México 

convencido de que se retiraba; toreó 18 

corridas, y en la última, el (12-04-1924), se 

despidió de sus paisanos, cesando en su 

profesión. Se anunció la corrida con la mayor 

solemnidad. El lleno, rebosante, según la 

expresión corriente. llovió durante la corrida; 

pero el entusiasmo del público, que no ceso 

en todo el festejo, no dio importancia a la 

lluvia. 

Un revistero hiperbólico dijo que era 

el «llanto del Cielo ante la despedida de 

Rodolfo.» Después brilló el sol, y toda la tarde 

fue esplendorosa para Gaona: en todos sus 

toros quedó brillantemente. Mató el sexto, 

llamado Rodalito, y Gaona obsequió a la 

concurrencia un séptimo toro, que había de 

ser el último, definitivamente, que él matara. 

El toro, de San Diego de los Padres, se llamó 

Azucarero, de pelo berrendo en cárdeno, 

careto, coletero -se dice del toro que tiene 

una gran mancha clara a lo largo del pecho: 

«Carminito, de don Félix Moreno Ardanuy, 

cárdeno, calzado, coletero...» (Uno al Sesgo 

y Don Ventura. «Toros y toreros en 1925»)-, 

y recogido de cuerna. Gaona, en los tres 

tercios tuvo las arrogancias, las gallardías y 

mostró el arte de sus mejores tardes, de sus 

mejores tiempos. Culminó el entusiasmo en 

la terminación de la corrida. 


El (07-02-1965), al extraordinario 

astado, llamado Azucarero, de la ganadería 

mexicana de don Ernesto Cuevas, como dice 

don Agustín Linares, «le cupo el honor de ser 

elegido para la confirmación de su alternativa 

en la «Plaza México», al famoso torero 

Manuel Benítez (El Cordobés), que le cortó 

una oreja. De esta ganadería fueron las reses 

predilectas del diestro hispano, con cuyos 

187


astados siempre logró grandes éxitos en sus 

temporadas en México. 


El (02-09-1971), al coso más grande 

del mundo, ubicado en la calle Insurgente de 

la ciudad de México, salieron al ruedo dos 

toros berrendo en negro, llamado el primero, 

Azucarero y ambos de la ganadería 

mexicana de Tequisquiapan, propiedad de don 

Fernando de la Mora, que le tocó en suerte al 

valiente y dominador torero mexicano, 

Mariano Ramos, el único verdadero lidiador 

mexicano del último cuarto del siglo XX, 

siendo premiado Azucarero con el Trofeo 

Domecq, al considerársele el mejor astado 

de la temporada, siendo el segundo, Pintor, 

que le correspondió al hispano Manolo 

Cortés, que le cortó las orejas, influyendo la 

corrida en general para obtener también otro 

trofeo, llamado El Heraldo. 

A finales de 1991 se decía del diestro 

mexicano Mariano Ramos: «Es otro diestro 

mal catalogado, con la misma cantaleta de 

«falto de arte.» Mariano, desde el inicio de su 

carrera y siendo muy joven aún, mostró una 

especial intuición, para conocer el 

desempeño del burel durante la lidia. Unido 

esto a sus grandes facultades le fueron permitiendo 

realizar trasteos con gran habilidad 

y desenvoltura, consecuentemente con arte. 

Entre las muchas grandes faenas que ha 

venido realizando, cabe destacar la que le 

hizo, precisamente a Azucarero. Faena que 

fue un derroche de técnica y buen torear, y 

ha sido uno de los grandes trasteos 

realizados en la Plaza México.» Para este 

autor, Mariano Ramos, como ya quedó dicho, 

fue el último lidiador auténtico en el último 

tercio del siglo XX; diestro alegre y dominador 

al que tuvimos el gusto de conocer 

personalmente. 



de Valladolid (Yucatán, México), durante la 

feria del Gavilán Blanco, se corrieron cuatro 

bravos toros: Azucarero, Negrito, Vallisoletano 

y Jilguero, de don José Murillo 

Alvírez, propietario de la vaca mexicana de 

San Felipe Torres Mochas, ubicada en 

Guanajuato, a los que les cortaron las orejas, 

en corrida de rejoneadores, en la que 

actuaron Gastón Santos y Pedro Luceiro, 

siendo partícipe del triunfo y dando la vuelta 

al ruedo en unión del ganadero. 


El toro perteneciente al famoso hierro 

de Miura, en manos de don Eduardo II Miura 

Fernández, llevó el nombre de Azucarero, 

estaba marcado con el número 22 y era de 

pelaje mulato. Se corrió en Lorca (Murcia) el 

(27-09-1992). Correspondió, en cuarto lugar, 

al diestro Dámaso González, que le cortó una 

oreja. Por su bravura y nobleza le fue 

concedida una vuelta al ruedo en el arrastre. 

461) Azucarillo: 

El domingo (28-01-1973), se lidiaron 

en la plaza México dos toros bravísimos: 

Azucarillo y Huapango, de la vacada 

zacatecana de Arroyo Hondo, de don José 

Julián Llaguno, que dejaron gratos recuerdos 

en los aficionados, ya que en la corrida dijo 

adiós a los públicos el valiente torero de Tetela 

de Ocampo (Puebla, México), Joselito Huerta, 

siendo Huapango el de su despedida, al 

que le cortó las orejas y el rabo, alternando 

esa tarde con Manolo Martínez,rayó a gran 

altura con Azucarillo, al que desorejó. 

462) Azucena: 

Al novillo de la vacada de don Julio 

Jiménez Martín, llamado Azucena, que fue 

lidiado el (16-08-1994) en la Plaza de Toros 

de Llodio, en festejo promocional, el Club 

Taurino Mazzantini, organizador de la Feria, 

le distinguió con el III Trofeo Ricardo Bilbao, 

por haber sido el más bravo de la misma. 

463.1) Azuceno: 

El (13-04-1884), recibió su alternativa 

en la Plazade Toros de la Real Maestranza 



de Caballería de Sevilla el diestro Luis 

Mazzantini, con el toro Costurero -¿o 

Azuceno?, cedido por Salvador Sánchez 

(Frascuelo), y el segundo: Zapatero. Ambos 

astados fueron de la ganadería española de 

don José Antonio Adalid. Luis Mazzantini volvió 

días antes de lograr grandes triunfos en 

Montevideo y, al regresar a España tomó la 

alternativa en la Maestranza de Sevilla, lidiándose 

los toros en medio de constante lluvia. 

Al de la alternativa, ya citado, 

entrepelado en cárdeno, lo mató de un volapié 

hasta la mano que le valió una gran ovación; 

al segundo, llamado Zapatero, negro zaino, 

le despachó de un metisaca por lo alto, y al 

tercero, Azuceno, cárdeno salpicado, tras de 

haberlo banderilleado en unión de Frascuelo, 

lo hizo acostarse mediante uno de sus 

magistrales volapiés. Ese día (13-04-1884), 

vuelto a España desde Montevideo, donde 

acompañó y trabajó con Luis Mazzantini, 

obtuvo José Bayard y Cortés (Badila) en la 

Real Maestranza de Sevilla una de las 

ovaciones más clamorosas que escuchó en 

su vida al picar a Azuceno, sexto de la 

corrida, con el que tomó la alternativa ese día 

en la Real Maestranza, Luis Mazzantini. 


Ya estuvieron los toros de don Ángel 

González Nandín en la Plaza Real de El 

Puerto de Santa María esta temporada, 

concretamente el (13-06-1886), día de la 

presentación del Espartero, manifestándose 

el ganado de escaso poder y huido. En esta 

segunda vez, ante unas siete mil personas, 

que se corrieron igualmente seis toros de la 

misma vacada, la corrida no fue del agrado 

de los espectadores por la mala calidad de 

los astados, pues carecieron igualmente de 

voluntad y poder en el primer tercio, pero todo 

fue compensado por el entusiasmo que 

despertó entre la concurrencia la buena 

actuación de Manuel Fuentes (Bocanegra), 

la tarde del (29-08-1886), que alternaba en 

un mano a mano con Manuel García y 

Cuesta (Espartero). 



*Bocanegra, que vestía terno color 

marrón y plata, destacó, especialmente, por 

las admirables estocadas recibiendo que 

asestó a sus tres enemigos. Su mejor faena 

fue la realizada a Aguijito, de pelaje negro 

meano, bien encornado y marcado con el 

número 12, segundo de su lote, que fue 

fogueado, y al que después de unos buenos 

muletazos lo echó a rodar de una gran 

estocada recibiendo, por la que el público le 

tributó una ovación merecida. Toreó los toros 

que le correspondieron -llamados Cochinito, 

el 1º, marcado con el número 28, y Segador, 

el 5º, cárdeno lombardo, bien puesto y con el 

número 81-, los toreó bien de capa e hizo 

buenos quites, haciendo que muchos aficionados 

de acordaran de sus buenos tiempos, 

como la tarde del (26-07-1880), la del (02- 

09-1883) y el (01-11-1884). 

*Espartero, con terno verde y oro, 

que reaparecía en El Puerto después de su 

grave percance en esta plaza, estuvo 

desgraciado en su primer toro, llamado 

Azuceno -cárdeno bragado, brocho y 

marcado con el número 48-, al que tuvo que 

darle hasta seis medias estocadas. Tanto 

este toro, como el primero de la corrida, de 

nombre Cochinito –berrendo en negro, 

capirote, bien puesto y marcado con el 

número 48-, debieron estar reparados de la 

vista. 

En su segundo, llamado Colador – 

cárdeno, cornivuelto y con el número 59, 

cojeaba de una extremidad posterior a 

consecuencia del desprendimiento de la uña, 

debido a las asperezas del terreno, según 

declaraciones del Conocedor - y tercero, de 

nombre Panadero –negro, hito, bizco del 

izquierdo, astillado del derecho, corniapretado 

y con el número 15-, estuvo el diestro algo 

mejor y siempre valiente. En quites trabajador 

y oportuno; con la muleta, a causa de las 

malas condiciones del ganado, no se mostró 

a la altura de otras veces. 

De las cuadrillas sólo cabe 

mencionar un par de Julián Sánchez. De los 

picadores, que en la prueba de caballos 

189


fueron: Crespo, Postigo, Caro y Moreno, no 

se destacó ninguno. Caballos muertos, ocho. 


El toro castaño, bragado -antiguamente 

se les decía abragado: «Luego le dice: 

abragado, él es de famosa casta...» (Lope 

de Vega, «Los Vargas de Castilla»), bautizado 

con el nombre de Azuceno, corrido en Bilbao 

el (27-05-1928), aguantó siete varas, llegando 

con gran codicia a la muerte, proporcionándole 

a el Gallo un señalado triunfo. 


El toro de pelaje castaño aldinegro, 

llamado Azuceno, herrado con el número 

70, perteneciente a la ganadería de doña 

María Montalvo, fue corrido el (13-09-1953) 

en la Plaza de Toros de Uriel (Valencia). Se 

le dio una vuelta al ruedo antes de pasar al 

inevitable desolladero. Procedencia: Es la 

parte que al dividirse la ganadería de los 

Herederos de don Vicente Martínez 

correspondió a don Pedro Fernández 

Martínez, que la vendió a don Antonio Pérez 

Tabernero, poniéndola éste a nombre de su 

esposa. Tiene el mismo origen de la de don 

Julián Fernández. 

La ganadería de doña María Montalvo, 

esposa de don Antonio Pérez Tabernero 

Sanchón es la parte que al dividirse la 

ganadería de los Herederos de don Vicente 

Martínez correspondió a don Pedro Fernández 

Martínez, que la vendió a don Antonio Pérez 

Tabernero, poniéndola éste a nombre de su 

esposa, doña María. Tiene el mismo origen 

de la de don Julián Fernández. Propietaria: 

Doña María Montalvo. Divisa: Amarilla y azul. 

Señal: Despuntado en las dos orejas. 

Ubicación: Salamanca. 


En la Plaza de Toros del Nuevo Circo 

de Caracas (Venezuela), fue lidiado en el mes 

de noviembre de 1970, el toro, de nombre 

Azuceno, de Soltepec, de Reyes Huertas, 

para el que se pidió unánimemente el indulto, 

siendo lidiado y desorejado por Curro Girón, 

y fue considerado por el torero de la tierra 

como uno de los más bravos que le había 

salido al ruedo. 


El (23-09-1993), confirmó su 

alternativa el diestro mexicano Rafael Ortega, 

en la «Plaza México», siendo su padrino 

Alberto Galindo (El Geno) y de testigo José 

Luis Herros, con Azuceno, de la ganadería 

de don Mariano Ramírez. 

469) Azulado. 

Astado de la ganadería española de 

don Juan Manuel Sánchez, llamado Azulado. 

Fue el primero que se corrió en la Plaza de 

Toros de Avilés (Asturias, España), la tarde 

de su inauguración oficial, que tuvo lugar el 

día (27-08-1905), en una de las tradicionales 

corridas veraniegas de aquella industriosa 

ciudad norteña. 

470.1) Azulejo: 

Todo parece indicar que la lista de los 

toros famosos lidiados en El Puerto de Santa 

María quedó abierta con el que llevó el nombre 

de Azulejo, de la ganadería de Romero 

Balmaceda, que fue corrido la tarde (24-06- 

1857), en la segunda corrida de la temporada, 

que tomó 23 varas y mató nueve caballos, 

mereciendo, como doce años después 

ocurriría con el toro llamado Gordito, de la 

ganadería jerezana de D. Juan López 

Cordero, que le fue perdonada la vida, 

convirtiéndose en el primer toro indultado en 

El Puerto. 


Con un día de diferencia se lidiaron 

dos corridas en sendos mano a mano entre 

Antonio Carmona Luque (Gordito) y Francisco 

Arjona Reyes (Currito). El primer día en la 

Olaza Real de El Puerto, la tarde del (23-07- 

1882) y el segundo en Jerez de la Frontera. 

La de El Puerto fue una extraordinaria corrida. 

Los toros de la ganadería del Saltillo fueron 



muy buenos, sobresaliendo el 1º, llamado 

Azulejo -de pelaje negro bragado, brocho y 

astillado del derecho, marcado con el nº 1-, 

que al recibir una vara dio una vuelta –normal 

por la forma de su cornamenta- cayendo con 

el dorso sobre la arena, que fue lo único 

notable. Los otros cinco astados se llamaron: 

Montañés, 2º, negro, bien armado y con el 

nº 10.- Dudoso, 3º, negro lombardo, algo 

cornalón y con el nº 35, que recibió 16 varas 

y mató tres caballos.- Herrero, 4º, cárdeno, 

bien armado y con el nº 11.- Gallego, 5º, 

negro, bizco del izquierdo, con el nº 15.- 

Borriquero, 6º, negro zaino, bien encornado 

y con el nº 21.- Rechoncho, 7º, negro, bien 

puesto y con el nº 44 (Reserva). 

: 


Toro negro chorreado, llamado 

Azulejo, de Parladé. Le adquirió don Eloy 

Lamamié de Clairac para semental, y, de él 

lo adquirió don Antonio Pérez- Tabernero II 

Sanchón, de San Fernando, quien al adquirir 

vacas de hierro de Parladé, de los señores 

Gamero Cívico, cuya ganadería compró, 

consiguió tener raza pura de Ibarra. Debe 

considerase, pues, como uno de los sillares 

de la notable ganadería de don Antonio Pérez. 

Éll heredó de su padre la ganadería 

que formara con vacas del duque de Veragua 

XIV y toros de Miura, y con una singular y 

genial visión de futuro, eliminó lo heredado y, 

en 1911, formó su propia ganadería con la 

completa de Gama, que trajo de Portugal, 

pura de Muruve. Con estas reses debutó 

como ganadero en Alicante el (07-07-1911), 

siendo Manuel Mejías (Papa Negro) el diestro 

que lidiara su primer toro, de nombre 

Marqués, cuya cabeza se conserva en San 

Fernando. Más tarde, en 1916, una mañana 

en el Novelty le compró el toro, llamado 

Azulejo, del hierro de Parladé, a su amigo 

Eloy o Rafael Clairac; y no contento todavía, 

en 1919 adquirió la ganadería de Gamero 

Cívico, que al poco tiempo traspasó a su 

compadre Andrés López Chaves, 

reservándose 80 vacas del hierro del 



marqués de Tamarón. Ya había, pues, juntado 

don Antonio en San Fernando todas las ramas 

de Muruve-Ibarra-Parladé, y con la base, con 

la madre buena, le infundió su sello personal, 

les imprimió a sus toros su carácter y creó 

un tipo o una raza nueva. «Inventó», en 

definitiva, los «apés», como se les llamaba a 

sus toros por llevar el mítico hierro con las 

siglas AP. 


Confirmó su alternativa en la «Plaza 

México», el diestro mexicano Federico 

Pizarro, el (25-12-1994), con Azulejo, número 

150, con 475 kilos de peso vivo, de la 

ganadería mexicana de don Javier Garfias, a 

manos de Gutiérrez Moya (El Niño de la 

Capea) y de testigo su colega Jorge Gutiérrez. 

El (27-11-1993), recibió la alternativa con los 

mismos alternantes, en la plaza de Juriquilla 

(Querétaro, México), con el toro Cazador, de 

la ganadería mexicana de don Fernando de 

la Mora. 

474) Azulito: 

Este toro, que llevó el nombre de 

Azulito, merece ocupar un lugar en la 

presente publicación, ya que su sangre es 

posible que haya circulado a lo largo de casi 

dos siglos. Esta es su historia: Don Manuel 

García-Aleas fundó la ganadería hacia el año 

1780 con reses compradas a los señores 

Perdiguero, vecinos de Alcobendas (Madrid), 

y otras de acreditadas castas de la región de 

Colmenar. 

Poco después la aumentó con 60 

vacas de don Juan Crisóstomo Martínez, y 

más tarde, hacia 1810, tras una selección de 

la vacada que poseía, echó a las mismas un 

toro de la ganadería de el Barbero de Utrera, 

procedente de la del conde de Vistahermosa, 

llamado Azulito. 

En 1840 cruzó nuevamente con toros 

de don Diego Muñoz y Pereiro, de casta 

Jijona, con tan excelentes resultados que 

volvió otra vez a cruzar con un semental de 

adquirió a don Manuel Gaviria, procedente 

191


aquél de la misma casta de Jijón. Al 

fallecimiento de don Manuel García-Aleas la 

heredaron don Manuel García Puentes y 

López y su esposa, y al morir ésta pasó a su 

marido y a su hijo don Francisco García-Aleas 

Gómez una parte, y la otra a sus hijas doña 

Carmen, doña Antonia y doña Manuela 

García-Aleas Gómez, manteniéndose la 

sangre de Azulito hasta nuestros días, pues 

solamente se ha mantenido pura la casta de 

Vista-hermosa merced a continuados cruces 

con sementales de don Graciliano Pérez 

Tabernero. 

475) Azuquero: 

El (02-05-1914) en la Monumental 

plaza de Madrid, el ya famoso diestro 

sevillano, José Gómez Ortega (Joselito) 

ejecutó su «kirikiri» a Azuquero, al que cortó 

la oreja, con su habitual maestría y dominio 

de las reses, sin modificar ni la figura, según 

aparece en la fotografía de la página 224, de 

la interesantísima publicación «Sevilla en 

tiempos de Joselito y Belmonte», del 

periodista, escritor y erudito don Nicolás 

Salas, impresa por la Editorial Castillejos, en 

su tercera edición, el año 2000. 

Cada época ha tenido su «tipo de toro y su grado de emoción», pero estamos 

en tiempos de que nadie sabe hacia dónde «va la Fiesta Brava»; pero todos los 

aficionados tienen conciencia de que sin «emoción» el toreo, por muy bellas 

que sean las faenas, puede entrar en una fase que carezca de interés, así que 

los nombres con que bauticemos a los toros es lo de menos. 




BIBLIOGRAFÍA 


COSSÍO, J. M. «LOS TOROS». Tratado Técnico e Histórico. 

Espasa Calpe. Madrid (España). Última edición. 

____________. 2000. Edición de lujo. 14 tomos. 

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INTERNET: Google, abc.es, wikimedia y wikipedia. 

LINARES, A. 1979. «Toros Famosos de México.» 167 pp. 

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Taurinos, Zaragoza, España. pp. 247-248. 

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Feria Nacional de Zacatecas, Ediciones Juan Soto, 

Zacatecas, México. pp. 15-23. 

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para el tratamiento del toro indultado.» CD-R, 

Plaza de Toros Monumental Zacatecas-Departamento de 

Cirugía Experimental e Investigación Quirúrgica de la 

Unidad Académica de Medicina Humana y Ciencias de la Salud 

de la Universidad Autónoma de Zacatecas. Zacatecas, 

México. 

VILLA, e. 1968. «MIURAS (Más de cien años de gloria y de 

tragedia). Imprenta Escelicer, S. A. Madrid. 300 pp. 

ZALDÍVAR ORTEGA, J. J. 1965. 

NOTA: Las más importantes publicaciones puede encontrarlas el 

lector vía Intenet: www.fiestabrava.es y en el Portal Taurino: 

www.laplazareal.net 

Todas en pdf, para que puedan 

«bajarse» sin coste alguno. ¡Gracias por su visita a la «Reed»! 

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