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Cuadrados mágicos - Vicente Trigo

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AUTORES CIENTÍFICO-TÉCNICOS Y ACADÉMICOS<br />

<strong>Cuadrados</strong> <strong>mágicos</strong><br />

<strong>Vicente</strong> <strong>Trigo</strong> Aranda<br />

www.vicentetrigo.com<br />

Desde la antigüedad los pasatiempos numéricos han ocupado un<br />

lugar destacado en las Matemáticas, no sólo por su aspecto lúdico<br />

sino también porque algunos de ellos han dado lugar al nacimiento<br />

de nuevas ramas de esta ciencia: “La teoría de ecuaciones, la probabilidad,<br />

el cálculo, la teoría de conjuntos, la topología, etc., son<br />

frutos que se han desarrollado de semillas sembradas en el fértil suelo<br />

de la imaginación creadora, pues todas ellas han nacido de problemas<br />

planteados, en un principio, en forma de rompecabezas” (Matemáticas<br />

e imaginación, Kasner y Newman).<br />

La primera recopilación de rompecabezas<br />

y pasatiempos apareció<br />

en 1612, cuando se publicó Problèmes<br />

plaisants et delectables qui se<br />

font par les nombres (Los problemas<br />

placenteros y deleitosos que se<br />

hacen con números), del francés<br />

Claude-Gaspard Bachet (9-X-1581,<br />

26-II-1638), que todavía sigue editándose,<br />

como se aprecia en la figura<br />

1. Curiosamente, cuando se cita<br />

a este autor en la historia de las<br />

Matemáticas suele ser por otra de<br />

sus obras, su traducción de la Arithmetica<br />

de Diofanto (1621), ya que<br />

en un comentario a este libro Fermat<br />

escribió su famosa nota marginal,<br />

conocida como “El último teorema<br />

de Fermat”, cuya demostración<br />

resistió el ataque de todos los matemáticos<br />

hasta 1993, en que Andrew<br />

Wiles por fin lo consiguió. Figura 1. Portada de una edición de 1993<br />

89


ACTA<br />

<strong>Cuadrados</strong> <strong>mágicos</strong><br />

90<br />

Continuando con las<br />

obras dedicadas a pasatiempos<br />

y rompecabezas,<br />

con el paso de los años<br />

fueron surgiendo otras<br />

varias, entre las que destaca<br />

con luz propia<br />

Figura 2. Las torres de Hanoi<br />

Récréations mathématiques<br />

(Recreaciones matemáticas),<br />

del también<br />

francés Edouard Lucas<br />

(4-IV-1842, 3-X-1891),<br />

que fue publicada en<br />

cuatro tomos entre 1881<br />

y 1894. En uno de ellos<br />

aparecía el famoso problema<br />

de las torres de<br />

Hanoi, que vemos en la<br />

figura 2.<br />

A lo largo de siglos<br />

fueron muchos los matemáticos<br />

célebres que disfrutaron<br />

analizando determinados<br />

problemas de<br />

matemáticas recreativas,<br />

como Fermat, Euler, Mersenne,<br />

Leibnitz, Lagrange,<br />

Hamilton, Caley, etc.; sin olvidarnos del norteamericano<br />

Martin Gardner, que es, sin duda, la figura<br />

más destacada en este terreno durante el segundo<br />

tercio del siglo XX.<br />

Claro que todo lo relativo a pasatiempos matemáticos<br />

hay que tomarlo con cierta mesura, porque si<br />

bien es cierto que han sido la semilla de muchos<br />

avances y son un buen complemento introductorio a<br />

determinadas ramas del saber matemático, tampoco<br />

son la panacea universal en la enseñanza de esta<br />

siempre difícil disciplina científica.<br />

De hecho, contra los peligros de los acertijos, tan<br />

populares en el siglo XIX, ya advertía irónicamente<br />

Flaubert en el célebre problema que envió a su hermana<br />

Caroline en 1843:<br />

“Puisque vous étudiez la géométrie et la<br />

trigonométrie, je vais vous soumettre un problème:<br />

Un bateau vogue sur l’Océan. Il a quitté<br />

Boston avec un chargement de laine. Il<br />

jauge 200 tonneaux. Il se dirige vers le Havre.<br />

Le grand mat est cassé, le garçon de cabine<br />

est sur le pont, il y a douze passagers àbord.<br />

Le vent souffle ENE, l’horloge marque 3 h; on<br />

est au mois de mai. Quel est l’âge du capitaine?”<br />

1<br />

Y como el abanico de los pasatiempos matemáticos<br />

es amplísimo, en este artículo vamos a centrarnos<br />

en un caso muy concreto: los cuadrados <strong>mágicos</strong>. Eso<br />

sí, para hacer este artículo más comprensible y<br />

ameno, nos olvidaremos de las propiedades matemáticas<br />

de estos objetos y nos quedaremos únicamente<br />

con los temas históricos y lúdicos, sin olvidar los esotéricos.<br />

¿Y qué relación hay entre la magia y los pasatiempos<br />

matemáticos? Ninguna, desde el punto de vista<br />

científico actual, como es evidente; sin embargo, es<br />

innegable que ha existido una cierta conexión entre<br />

ambas cuestiones a lo largo de la historia y siempre es<br />

interesante conocer el presunto “poder de los números”;<br />

así que, antes de pasar a analizar los cuadrados<br />

<strong>mágicos</strong>, vamos a hacer una breve referencia a la<br />

popular cábala de nuestro Medievo, que tanta importancia<br />

tuvo.<br />

àLa cábala como estudio<br />

de los números<br />

La cábala parece ser que apareció en la comunidad<br />

judía española durante los siglos XII y XIII y, entre<br />

otras facetas, buscaba significados ocultos en los textos<br />

de la Biblia. ¿Qué nexo puede existir entre números<br />

y textos para pretender encontrar mensajes ocultos<br />

en la Biblia?<br />

Tengamos en cuenta que el sistema de numeración<br />

hebreo era muy similar al griego; es decir, a<br />

cada letra del alefato (alfabeto hebreo) se le asignaba<br />

un valor numérico, de modo que a cada palabra<br />

o frase también le corresponde un determinado valor<br />

numérico. Así, en la figura 3, observamos la equivalencia<br />

numérica de las primeras letras de dichos alfabetos.<br />

1 Puesto que estudias geometría y trigonometría voy a proponerte un problema: Un barco navega en el océano. Salió de Boston con<br />

un cargamento de lana. Desplaza 200 toneladas. Se dirige hacia Le Havre. El palo mayor se quebró, el camarero está en el puente,<br />

a bordo hay doce pasajeros. El viento sopla ENE, el reloj marca las tres; es el mes de mayo. ¿Qué edad tiene el capitán?


Figura 3. Valores numéricos de las primeras<br />

letras griegas y hebreas<br />

Al igual que los griegos se tomaban muy en serio<br />

las relaciones entre los valores numéricos de los nombres,<br />

surgiendo así el estudio de los números primos,<br />

amigos o perfectos, también es posible hacer algo<br />

similar con los textos bíblicos. Por ejemplo, si en una<br />

frase se habla del enviado de Dios y resulta que la<br />

suma de sus letras equivale a la suma de las letras de<br />

un nombre en concreto, la cábala daba por supuesto<br />

que ahí existía una cierta conexión.<br />

Basta dar un breve paseo por determinadas páginas<br />

de Internet para leer que las letras del césar Nerón<br />

equivalen al famoso 666 (el número de la bestia del<br />

Apocalipsis), que las letras de Adán y Eva se diferencian<br />

en 26 (las generaciones que separan Adán de<br />

Moisés); el valor numérico de la primera palabra de la<br />

Biblia es igual al número de años que median entre la<br />

creación y la llegada de Cristo al mundo, etc.<br />

Sí, ya sé que hoy en día hoy estas afirmaciones<br />

nos hacen sonreír a la mayoría de la gente, pero no<br />

siempre ha sido así, ni mucho menos. En realidad,<br />

muchas personas todavía creen que “La Biblia tiene<br />

la forma de un gigantesco crucigrama. Está codificada<br />

de principio a fin con palabras que, al conectar<br />

entre sí, revelan una historia oculta”, como se apunta<br />

en el muy vendido libro El código secreto de la Biblia<br />

de Michael Drosnin.<br />

Es incontrovertible que enredando con números<br />

podemos llegar casi a cualquier resultado que nos<br />

interese, pero esta afirmación no resulta tan evidente<br />

para las personas que carecen de formación científica,<br />

que aceptan las coincidencias numéricas, por muy<br />

rebuscadas que sean, como una muestra más de lo<br />

divino o sobrenatural. Por esta razón, la cábala,<br />

entendida como el estudio de los números, tuvo un<br />

gran auge durante muchos siglos y adquirió suma<br />

relevancia, porque se consideraba que los números<br />

no sólo representaban una cantidad sino que encerra-<br />

ban un mensaje oculto que era necesario descifrar<br />

para alcanzar sabe Dios qué.<br />

Tampoco sonriamos demasiado, porque en la<br />

actualidad tenemos un equivalente en los superpopulares<br />

horóscopos, que pululan en periódicos, revistas,<br />

etc. ¡Alucinante! Estamos en el tercer milenio y todavía<br />

hay gente que se toma en serio esas cosas. Pase<br />

que hace siglos hubiese grandes científicos que creyesen<br />

en esas cosas, como Kepler (figura 4) o Newton,<br />

sin ir más lejos, pero la astrología hace tiempo que<br />

debería haber caído en el olvido.<br />

Figura 4. En 1608 Kepler hizo este horóscopo a<br />

Albrecht von Wallenstein<br />

àLa historia de los cuadrados<br />

<strong>mágicos</strong><br />

Y después de todos los prolegómenos anteriores,<br />

todavía debemos entrar en el núcleo central del<br />

artículo. Así pues, ¿qué es un cuadrado mágico? Simplemente<br />

una tabla de números (matriz, en terminología<br />

matemática) que satisface la condición de que la<br />

suma de todas las filas, columnas y las dos diagonales<br />

principales es siempre el<br />

mismo número, denominado<br />

constante mágica. El más famoso<br />

de todos ellos es el que vemos en<br />

la figura 5, cuya constante mágica<br />

es 15, como resulta sencillo<br />

comprobar.<br />

Los cuadrados <strong>mágicos</strong> ya<br />

eran conocidos en China muchos<br />

siglos antes de nuestra era.<br />

Según cuenta la leyenda, el río Lo<br />

estaba desbordado y, a pesar de<br />

<strong>Cuadrados</strong><br />

<strong>mágicos</strong><br />

Figura 5. Cuadrado mágico<br />

de orden 3<br />

91


ACTA<br />

<strong>Cuadrados</strong> <strong>mágicos</strong><br />

92<br />

las ofrendas que hacían al dios del río, no conseguían<br />

que disminuyera su caudal. Por suerte para los habitantes<br />

de la región, alguien observó que tras cada<br />

ofrenda aparecía una misma tortuga y, curiosamente,<br />

en las divisiones de su caparazón, tenía unas marcas<br />

similares a las mostradas en la figura 6, que equivalen<br />

a los números de la figura 5. Al percatarse de que se<br />

trataba de un cuadrado mágico de constante 15,<br />

hicieron quince ofrendas seguidas (o incluyeron quince<br />

objetos en la ofrenda, ¡quién sabe!) y las aguas del<br />

río retornaron al cauce habitual.<br />

Figura 6. Lo Shu<br />

Con tamaña publicidad, no es extraño que los<br />

cuadrados <strong>mágicos</strong> pasasen a ser considerados talis-<br />

manes y se incorporasen a amuletos para muy<br />

diversas aplicaciones: protegerse de las enfermedades,<br />

prevenir desastres naturales, predecir el futuro,<br />

etc. Claro que, como siempre, no cuesta nada enredar<br />

con la cabalística y los números para llegar a<br />

donde se quiere; así, por ejemplo, en la figura 7, que<br />

forma parte de una página web sobre vivienda, se<br />

utiliza ese cuadrado mágico para averiguar a qué fin<br />

debe destinarse cada habitación de la casa. ¡Sin<br />

comentarios!<br />

Con el tiempo, y siguiendo una trayectoria similar<br />

a la de otras áreas del saber y el conocimiento, los<br />

cuadrados <strong>mágicos</strong> pasaron a la India; de ahí a los<br />

árabes y, finalmente, aparecieron en Europa, alrededor<br />

del siglo XIV. Debido a sus supuestos poderes<br />

sobrenaturales, atribuidos por los alquimistas y cabalistas,<br />

a esos cuadrados numéricos se les asoció el<br />

calificativo de “<strong>mágicos</strong>”.<br />

En nuestro continente, además de todas las prestaciones<br />

mágicas que habían ido incorporando a lo<br />

largo de los milenios, se les asignaron otras nuevas,<br />

especialmente en el ámbito de la astrología. Por ejemplo,<br />

el alemán Cornelius Agrippa (1486-1535) en su<br />

obra De occulta philosophia libri tres (1533) presentaba<br />

siete cuadrados <strong>mágicos</strong> y los asociaba a los planetas<br />

conocidos, con el añadido del Sol y la Luna, en<br />

función de su constante mágica (en astrología los<br />

cuerpos celestes tienen asignados determinados<br />

números: 9, 15 y 45 para Saturno; 25, 65 y 325<br />

Figura 7. http://www.euroresidentes.com/vivienda/feng-shui/lo-shu-basico-cuadrado-magico.htm


Marte; 36, 111 y 666 el Sol, etc.). Por ejemplo, en la<br />

figura 8, vemos un talismán dedicado a Saturno.<br />

Figura 8. Talismán de Saturno<br />

Tanta difusión adquirieron los cuadrados <strong>mágicos</strong><br />

que resulta fácil encontrarlos en obras artísticas.<br />

Seguramente la más popular es el grabado Melancolía<br />

del alemán Albert Durero (21-V-1471, 6-IV-1528)<br />

que vemos en la figura 9. En él, entre tantos símbolos<br />

alquimistas (reloj de arena, balanza, rueda de molino,<br />

etc.), observamos en su esquina superior derecha el<br />

cuadrado mágico de la figura 10, precisamente el<br />

asociado a Júpiter, por lo que todas las virtudes inhe-<br />

Figura 9. Melancolía de Durero<br />

rentes a este planeta (prosperidad,<br />

larga vida, felicidad, etc.) se<br />

trasladan a quien esté bajo el<br />

influjo del cuadrado mágico. 2<br />

¡Cuánta tontería, verdad! En<br />

efecto, pero no olvidemos que la<br />

credulidad humana en ocasiones<br />

parece como si fuese infinita. De<br />

hecho, en un revista (omito su<br />

nombre por pudor) aparece la<br />

siguiente “prueba” de que el cuadrado<br />

mágico de Durero es el<br />

símbolo de la felicidad total:<br />

“Y por otro lado, si sumamos las 16 cifras que<br />

componen el cuadrado o multiplicamos 34 por cuatro<br />

obtenemos 136, cifra que, al ser reducida a su<br />

mínima expresión (1+3+6=10) (1+0=1), nos da un<br />

1, dígito considerado en magia planetaria como el de<br />

la perfecta felicidad”.<br />

No sé si reírme o llorar ante esa presunta demostración.<br />

Si sumamos las cifras de la fecha de mi nacimiento<br />

(26 del 9 de 1955), resulta 37 y al sumar sus<br />

dos cifras obtenemos 10 y, como ya sabemos,<br />

1+0=1. ¿Seré la prueba viviente de la perfecta felicidad?<br />

Claro que si cambiamos al calendario árabe o<br />

judío las cifras son diferentes e igual paso a ser la<br />

representación del mal.<br />

¡Qué manera más sencilla de dejar al descubierto<br />

la superchería! Si piensa eso es que no ha escuchado<br />

la voz de la credulidad, que tomaría ese razonamiento<br />

precisamente como la prueba del yin y yang y, a<br />

partir de ahí, enlazaría la dualidad universal con otros<br />

números y cualquiera sabe dónde nos llevaría. ¡Qué<br />

atrevida es la ignorancia!<br />

àUnos cuadrados <strong>mágicos</strong><br />

para completar<br />

2 Los dos números centrales de su fila inferior conforman el año de creación del grabado, 1514.<br />

En su origen los cuadrados <strong>mágicos</strong> de orden n<br />

debían estar formados por los n 2 primeros números<br />

naturales, como sucede con los mostrados en las figuras<br />

anteriores. Sin embargo, posteriormente la definición<br />

se fue generalizando a cualquiera tabla numérica<br />

que cumpliese la condición de que fuese idéntica<br />

la suma de todas las filas, columnas y las dos diagonales<br />

principales.<br />

<strong>Cuadrados</strong><br />

<strong>mágicos</strong><br />

Figura 10. Cuadrado mágico<br />

de Durero<br />

93


ACTA<br />

<strong>Cuadrados</strong> <strong>mágicos</strong><br />

94<br />

Figura 11. El 7 tiene propiedades<br />

mágicas… y los<br />

números primos también<br />

Por ejemplo, también se considera<br />

cuadrado mágico al mostrado<br />

en la figura 11, compuesto<br />

por números primos finalizados<br />

en 7.<br />

Igualmente se asigna el calificativo<br />

de mágico al cuadrado<br />

presentado en la figura 12, que<br />

se encuentra en la Sagrada<br />

Familia de Barcelona. A diferencia<br />

de los anteriores, en este caso<br />

hay números que se repiten… la<br />

única forma de que la constante<br />

mágica sea 33 (la edad de Cristo).<br />

Después de todo cuanto llevamos<br />

visto sobre los cuadrados<br />

<strong>mágicos</strong>, quizás sea buena idea<br />

hacer una pausa en la lectura y<br />

cambiar a una cuestión más lúdi-<br />

Figura 12. Cuadrado mágico ca; es decir, la resolución de algu-<br />

en la Sagrada Familia nos cuadrados <strong>mágicos</strong> a modo<br />

de entretenimiento. Evidentemente<br />

no cuesta mucho escribir un programa de<br />

ordenador que haga el trabajo en nuestro lugar, pero<br />

resulta más gratificante hacer las cuentas a mano. De<br />

todas formas, si algún cuadrado mágico se resiste, al<br />

final del artículo se encuentran las soluciones de<br />

todos ellos.<br />

n Un cuadrado panmágico o<br />

diabólico es un cuadrado<br />

mágico que, además, verifica<br />

que la suma de los elementos<br />

de las diagonales secundarias<br />

es también la constante mágica.<br />

¿Resolvemos el de la figura<br />

13?<br />

Figura 13. Cuadrado<br />

panmágico para completar<br />

Figura 14. Cuadrado<br />

invertible para completar<br />

n Un cuadrado invertible es un<br />

cuadrado mágico que genera<br />

otro al girarse 180º, con la<br />

misma constante mágica; lógicamente<br />

sólo se manejan los<br />

dígitos 1, 6, 8 y 9. En concreto,<br />

el de la figura 14 está compuesto<br />

por números de dos<br />

cifras.<br />

n Los cuadrados <strong>mágicos</strong> formados<br />

exclusivamente por<br />

números primos son bastante<br />

escasos (y de sus propiedades<br />

cabalísticas mejor no hablar).<br />

Los números del presentado<br />

en la figura 15 son todos ellos<br />

primos inferiores a cien.<br />

Y para terminar con los cuadrados<br />

<strong>mágicos</strong> numéricos,<br />

comentar que se conocen diversos<br />

algoritmos que permiten<br />

generarlos. Si le interesa el tema,<br />

puede visitar las siguientes páginas<br />

web, donde también encontrará<br />

amplia información sobre<br />

ellos.<br />

http://www.geocities.com/cuadradosmagicos/como_hacerlos.htm<br />

http://enciclopedia.us.es/index.php/Cuadrado_mágico<br />

http://gaussianos.com/cuadrados-magicos/<br />

àTambién las letras aparecen<br />

en cuadrados con magia<br />

Hasta el momento hemos hablado de cuadrados<br />

<strong>mágicos</strong> numéricos, pero las letras también están por<br />

ahí y no debemos desatenderlas. Por ejemplo, entre<br />

las ruinas de Pompeya se encontró un curioso palíndromo,<br />

ROTAS OPERA TENET AREPO SATOR,<br />

cuya traducción varía desde una especie de mensaje<br />

publicitario, “El sembrador Arepo guía con destreza<br />

las ruedas” o “El artesano Arepo tiene ruedas para el<br />

trabajo”, hasta un muy diferente “El creador tiene las<br />

inestables claves de su Obra”.<br />

¿Y qué tiene que ver con los<br />

cuadrados <strong>mágicos</strong>? Pues que<br />

dicho palíndromo tenía la peculiaridad<br />

de estar escrito formando<br />

un cuadrado, como vemos<br />

en la parte superior de la figura<br />

16. Ya que su legibilidad no es<br />

muy alta, debajo está escrito<br />

más claramente y ahí podemos<br />

comprobar que tiene la particularidad<br />

de leerse tanto en sentido<br />

horizontal como en vertical.<br />

A pesar de que las distancias<br />

en aquellos tiempos suponían<br />

una separación enorme, ese<br />

cuadrado debió de tener una<br />

popularidad inmensa, porque se<br />

han encontrado copias antiguas<br />

de él en sitios tan alejados de<br />

Pompeya como Gran Bretaña<br />

(figura 17) o Siria.<br />

Figura 15. Cuadrado mágico<br />

primo para completar<br />

Figura 16. Cuadrado mágico<br />

con letras


Figura 17. Cuadrado mágico del Corinium Museum<br />

Y es que, buscando significados ocultos, podemos<br />

reordenar las letras y obtener “Pater noster” por<br />

duplicado. Claro que sobran<br />

dos A y O, como se aprecia<br />

en la figura 18, pero no hay<br />

problema; basta decir que se<br />

trata de alfa y omega, el principio<br />

y el fin, y así tenemos<br />

una oración en toda regla.<br />

Por esta razón, mucha gente<br />

asocia este cuadrado literal<br />

con el cristianismo y quiere<br />

Figura 18. Texto en forma<br />

de cruz<br />

verlo como una primera<br />

prueba de su llegada a los<br />

sitios citados anteriormente.<br />

Por si fuera poco, con nuevas reordenaciones se<br />

obtienen frases como “El pater, ores, pro aetate nostra”<br />

o “Satan, oro te, reparato opes”, que pueden<br />

emplearse en las más diversas circunstancias. En<br />

resumen, no es extraño que en aquellos tiempos de<br />

ignorancia se le atribuyesen propiedades mágicas,<br />

siendo considerado un remedio contra las enfermedades,<br />

un talismán para evitar incendios, un amuleto<br />

para que los demonios no se apoderasen del alma del<br />

feto de las embarazadas, etc. Debido a tantísimas<br />

cualidades milagrosas, no es extraño encontrarlo en<br />

palacios e iglesias, en escudos heráldicos, en obras de<br />

arte e, incluso, en lápidas más modernas, como<br />

vemos en la figura 19 3 .<br />

Figura 19. Curiosa lápida<br />

¡Qué crédula era la gente en aquellos tiempos! Sí,<br />

desde luego, pero, ¿seguro que la cosa ha cambiado<br />

mucho? Acabo de encontrar en Internet sitios donde<br />

se afirma sin el menor rubor que el cuadrado SATOR<br />

es un talismán para evitar la adicción a la heroína,<br />

conseguir el amor de una chica, etc.<br />

àEl Taquin (Puzzle 14-15)<br />

Olvidémonos de tantas patrañas sin sentido y<br />

regresemos al más divertido mundo de los pasatiempos.<br />

En concreto, pasamos ahora a un juego que<br />

tiene relación con los cuadrados numéricos y que<br />

adquirió una notabilísima repercusión hace más de<br />

un siglo; de hecho, en la actualidad todavía lo podemos<br />

encontrar en muchas tiendas de juguetes, en<br />

consolas y sitios web donde se juega on-line. Se trata<br />

del Taquin, también conocido como “Puzzle 14-15”,<br />

cuya presentación original vemos en la figura 20.<br />

Figura 20. Ilustración del libro de Sam Lloyd<br />

3 Si comparamos el cuadrado de la lápida con el original, comprobaremos que las palabras están escritas ahora en orden inverso (lo<br />

que no importa mucho, por tratarse de un palíndromo). Esta segunda forma de escritura ha adquirido más popularidad y, por ello, a<br />

ese cuadrado mágico literal se le conoce por cuadrado SATOR.<br />

<strong>Cuadrados</strong><br />

<strong>mágicos</strong><br />

95


ACTA<br />

<strong>Cuadrados</strong> <strong>mágicos</strong><br />

96<br />

Este rompecabezas fue ideado en 1878 por un<br />

gran creador de pasatiempos: el estadounidense<br />

Sam Lloyd (31-1-1841, 10-4-<br />

1911). Consiste en una pequeña<br />

caja cuadrada en la que se insertan<br />

quince bloques móviles,<br />

numerados de 1 a 15, dejando<br />

un hueco libre que puede ser<br />

usado para desplazar los móviles<br />

lateralmente, colocados inicialmente<br />

tal y como se muestra en<br />

la figura 21.<br />

Figura 21. Configuración<br />

inicial<br />

¿Y dónde está la gracia del<br />

rompecabezas? Generalmente<br />

en, dada una posición determinada de los bloques,<br />

indicar los pasos a seguir para alcanzarla desde la<br />

posición inicial.<br />

Según señalan las crónicas de la época, los abundantes<br />

concursos que aparecieron al cobijo del<br />

Taquin supusieron una verdadera plaga. Así, por<br />

ejemplo, los empresarios colocaron anuncios prohibiendo<br />

jugar en horas de trabajo; un periodista escribió:<br />

“no hay ni una sola casa de campo en donde no<br />

anide esta araña, esperando a la víctima que caerá en<br />

sus redes”; incluso el matemático y diputado alemán<br />

S. Gunther afirmaba: “veo en el Parlamento a honorables<br />

señores jugando con la cajita”.<br />

Al cabo de unos años de salir al mercado, se<br />

demostró que sólo la mitad de las posiciones posibles<br />

permitían regresar a la posición inicial. Esa era<br />

la razón por la cual la mayoría de los grandes premios<br />

que se ofertaban eran imposibles de alcanzar.<br />

Precisamente este motivo le impidió a Lloyd patentar<br />

su invento, ya que si observamos detenidamente<br />

los cuadrados de las dos figuras anteriores, comprobaremos<br />

que hay una pequeña diferencia entre<br />

ellos: en el puzzle de Sam Lloyd las fichas de los dos<br />

últimos números están intercambiados, por lo que<br />

no existe ningún camino que nos lleve del uno al<br />

otro.<br />

¿Y cómo sabemos si una posición es posible? Sólo<br />

tenemos que sumar el número de inversiones que<br />

hay en toda la tabla (se produce una inversión cuando<br />

un número está colocado antes que otro inferior a<br />

él). La posición sólo es factible si el número de inversiones<br />

es par.<br />

Así, por ejemplo, podemos comprobar que sí es<br />

posible volver a la posición inicial a partir de la disposición<br />

de la figura 22 y, en cambio, resulta imposible<br />

hacerlo desde la mostrada en la figura 23.<br />

Figura 22. Configuración<br />

factible<br />

àEl cubo de Rubik<br />

En 1978 el profesor Erno<br />

Rubik presentó en la feria internacional<br />

de Budapest su famoso<br />

“cubo mágico”, que, como<br />

vemos en la figura 24, en cierto<br />

aspecto recuerda en cierto modo<br />

al Taquin. Cada una de las seis<br />

caras del cubo está dividida en<br />

nueve partes y en el centro del<br />

cubo hay un engranaje que articula<br />

las piezas, permitiendo hacer<br />

giros con ellas.<br />

Figura 23. Configuración no<br />

factible<br />

Figura 24. Cubo de Rubik<br />

Al igual que sucedió con el Taquin cien años<br />

antes, la creación de Rubik dio lugar a multitud de<br />

concursos y premios; de hecho, cuando se presentó<br />

en la feria de juguetes de 1980 la empresa distribuidora<br />

ofreció un premio de cinco mil marcos a quien<br />

lo resolviera en menos de tres minutos. Entonces<br />

nadie lo ganó, si bien ahora el récord ronda los diez<br />

segundos.<br />

A los pocos años su popularidad era ya inmensa,<br />

especialmente porque su manejo se aprende en unos<br />

segundos y su regla básica (volver a la posición inicial)<br />

resulta muy sencilla. Se han vendido más de trescientos<br />

millones en todo el mundo y, por aquello de<br />

ir actualizándolo, han ido surgiendo en el mercado<br />

versiones con más piezas, algunas de las cuales se<br />

muestran en la figura 25.<br />

Figura 25. También hay cubos de Rubik 4x4x4 y 5x5x5


Las personas que son capaces de resolver el cubo<br />

de Rubik (nunca lo he conseguido, palabra), saben<br />

que exige bastante práctica y dedicación, porque<br />

ir probando al azar no tiene mucho sentido. Tengamos<br />

en cuenta que el número teórico de posiciones<br />

distintas que admite el cubo de Rubik es<br />

519.024.039.293.878.272.000 (8! x 38 x 12! x 212),<br />

que, aunque se reducen en la práctica porque las piezas<br />

están engranadas, todavía queda un número bastante<br />

grande: 43.252.003.274.489.856.000.<br />

Lógicamente, en Internet es fácil encontrar muchísimas<br />

páginas dedicadas al cubo de Rubik. Las<br />

siguientes son sólo unas pocas, pero representativas:<br />

n Para descubrir cómo solucionarlo:<br />

http://www.rubikaz.com/resoluciones.html<br />

http://biboz.net/juegos/cubo-de-rubik/<br />

http://www.angelfire.com/co/cubo/<br />

n Para jugar con el cubo de Rubik online:<br />

http://biboz.net/juegos/cubo-de-rubik/<br />

http://www.rubiks.com/cube_online.html<br />

n Para resolver online el cubo de Rubik, si no queremos<br />

utilizar el viejo truco de despegar las etiquetas<br />

y volverlas a pegar:<br />

http://www.wedran.com/?page=cube/<br />

àLos sudokus<br />

El genial Leonhard Euler (15-4-1707, 18-9-1783)<br />

parece ser que fue el primero en estudiar las propiedades<br />

matemáticas de los llamados cuadrados latinos,<br />

que se caracterizan por el<br />

hecho de que cada símbolo<br />

(Euler utilizó letras latinas, de ahí<br />

su nombre) sólo aparece una vez<br />

en cada fila y en cada columna.<br />

Por ejemplo, el cuadrado de la<br />

figura 26 cumple esta propiedad.<br />

Figura 26. Un cuadrado<br />

latino<br />

Estos cuadrados latinos, que<br />

le surgieron a Euler al estudiar los<br />

cuadrados <strong>mágicos</strong> (de hecho el<br />

título de su texto era Recherches<br />

sur une nouvelle espece de qua-<br />

rre magique), hoy en día son muy utilizados en estadística,<br />

sobre todo en diseño de experimentos.<br />

También, claro está, aparecen en la sección de<br />

pasatiempos de las revistas y periódicos, en forma de<br />

sudokus, que, como resulta evidente de la definición<br />

anterior, son unos cuadrados<br />

latinos 9x9, con la limitación<br />

adicional de que cada uno de<br />

los nueve subcuadrados 3x3<br />

en que está dividido contiene<br />

los nueve dígitos del 1 al 9.<br />

Por ejemplo, en la figura 27<br />

vemos el típico sudoku para<br />

resolver.<br />

Los primeros sudokus de<br />

la historia publicados, mostrados<br />

en la figura 28, aparecie-<br />

ron en mayo de 1979, en el número 16 de la revista<br />

“Dell Pencil Puzzles & Word Games”. Se atribuye su<br />

autoría al arquitecto retirado Howard Garns, fallecido<br />

en 1989, y el nombre original de este pasatiempo era<br />

“Number place” (colocar el número).<br />

Figura 28. Primeros sudokus publicados<br />

En 1984 la editorial Nikoli<br />

exportó el juego a Japón, dándolo<br />

a conocer bajo el nombre<br />

“Suji wa dokushin ni kagiru” (los<br />

números están solo una vez, más<br />

o menos), abreviándose más<br />

adelante a sudoku, contracción<br />

de “su” (número) y “doku”<br />

(solo).<br />

Posteriormente, el juez neozelandés<br />

Wayne Gould desarrolló<br />

un programa que generaba sudokus<br />

y consiguió venderle el<br />

nuevo juego al prestigioso “The<br />

Times”, que lo dio a conocer en el<br />

mundo occidental en noviembre<br />

de 2004, desatando la fiebre por<br />

este pasatiempo numérico… y no<br />

hay peligro de que se agote el<br />

filón, porque pueden generarse<br />

6.670.903.752.021.072.936.960<br />

sudokus diferentes.<br />

Figura 27. Sudoku para<br />

resolver<br />

Figura 29. Soluciones a<br />

los cuadrados <strong>mágicos</strong><br />

propuestos<br />

<strong>Cuadrados</strong><br />

<strong>mágicos</strong><br />

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