09.05.2013 Views

Cuadrados mágicos - Vicente Trigo

Cuadrados mágicos - Vicente Trigo

Cuadrados mágicos - Vicente Trigo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

AUTORES CIENTÍFICO-TÉCNICOS Y ACADÉMICOS<br />

<strong>Cuadrados</strong> <strong>mágicos</strong><br />

<strong>Vicente</strong> <strong>Trigo</strong> Aranda<br />

www.vicentetrigo.com<br />

Desde la antigüedad los pasatiempos numéricos han ocupado un<br />

lugar destacado en las Matemáticas, no sólo por su aspecto lúdico<br />

sino también porque algunos de ellos han dado lugar al nacimiento<br />

de nuevas ramas de esta ciencia: “La teoría de ecuaciones, la probabilidad,<br />

el cálculo, la teoría de conjuntos, la topología, etc., son<br />

frutos que se han desarrollado de semillas sembradas en el fértil suelo<br />

de la imaginación creadora, pues todas ellas han nacido de problemas<br />

planteados, en un principio, en forma de rompecabezas” (Matemáticas<br />

e imaginación, Kasner y Newman).<br />

La primera recopilación de rompecabezas<br />

y pasatiempos apareció<br />

en 1612, cuando se publicó Problèmes<br />

plaisants et delectables qui se<br />

font par les nombres (Los problemas<br />

placenteros y deleitosos que se<br />

hacen con números), del francés<br />

Claude-Gaspard Bachet (9-X-1581,<br />

26-II-1638), que todavía sigue editándose,<br />

como se aprecia en la figura<br />

1. Curiosamente, cuando se cita<br />

a este autor en la historia de las<br />

Matemáticas suele ser por otra de<br />

sus obras, su traducción de la Arithmetica<br />

de Diofanto (1621), ya que<br />

en un comentario a este libro Fermat<br />

escribió su famosa nota marginal,<br />

conocida como “El último teorema<br />

de Fermat”, cuya demostración<br />

resistió el ataque de todos los matemáticos<br />

hasta 1993, en que Andrew<br />

Wiles por fin lo consiguió. Figura 1. Portada de una edición de 1993<br />

89


ACTA<br />

<strong>Cuadrados</strong> <strong>mágicos</strong><br />

90<br />

Continuando con las<br />

obras dedicadas a pasatiempos<br />

y rompecabezas,<br />

con el paso de los años<br />

fueron surgiendo otras<br />

varias, entre las que destaca<br />

con luz propia<br />

Figura 2. Las torres de Hanoi<br />

Récréations mathématiques<br />

(Recreaciones matemáticas),<br />

del también<br />

francés Edouard Lucas<br />

(4-IV-1842, 3-X-1891),<br />

que fue publicada en<br />

cuatro tomos entre 1881<br />

y 1894. En uno de ellos<br />

aparecía el famoso problema<br />

de las torres de<br />

Hanoi, que vemos en la<br />

figura 2.<br />

A lo largo de siglos<br />

fueron muchos los matemáticos<br />

célebres que disfrutaron<br />

analizando determinados<br />

problemas de<br />

matemáticas recreativas,<br />

como Fermat, Euler, Mersenne,<br />

Leibnitz, Lagrange,<br />

Hamilton, Caley, etc.; sin olvidarnos del norteamericano<br />

Martin Gardner, que es, sin duda, la figura<br />

más destacada en este terreno durante el segundo<br />

tercio del siglo XX.<br />

Claro que todo lo relativo a pasatiempos matemáticos<br />

hay que tomarlo con cierta mesura, porque si<br />

bien es cierto que han sido la semilla de muchos<br />

avances y son un buen complemento introductorio a<br />

determinadas ramas del saber matemático, tampoco<br />

son la panacea universal en la enseñanza de esta<br />

siempre difícil disciplina científica.<br />

De hecho, contra los peligros de los acertijos, tan<br />

populares en el siglo XIX, ya advertía irónicamente<br />

Flaubert en el célebre problema que envió a su hermana<br />

Caroline en 1843:<br />

“Puisque vous étudiez la géométrie et la<br />

trigonométrie, je vais vous soumettre un problème:<br />

Un bateau vogue sur l’Océan. Il a quitté<br />

Boston avec un chargement de laine. Il<br />

jauge 200 tonneaux. Il se dirige vers le Havre.<br />

Le grand mat est cassé, le garçon de cabine<br />

est sur le pont, il y a douze passagers àbord.<br />

Le vent souffle ENE, l’horloge marque 3 h; on<br />

est au mois de mai. Quel est l’âge du capitaine?”<br />

1<br />

Y como el abanico de los pasatiempos matemáticos<br />

es amplísimo, en este artículo vamos a centrarnos<br />

en un caso muy concreto: los cuadrados <strong>mágicos</strong>. Eso<br />

sí, para hacer este artículo más comprensible y<br />

ameno, nos olvidaremos de las propiedades matemáticas<br />

de estos objetos y nos quedaremos únicamente<br />

con los temas históricos y lúdicos, sin olvidar los esotéricos.<br />

¿Y qué relación hay entre la magia y los pasatiempos<br />

matemáticos? Ninguna, desde el punto de vista<br />

científico actual, como es evidente; sin embargo, es<br />

innegable que ha existido una cierta conexión entre<br />

ambas cuestiones a lo largo de la historia y siempre es<br />

interesante conocer el presunto “poder de los números”;<br />

así que, antes de pasar a analizar los cuadrados<br />

<strong>mágicos</strong>, vamos a hacer una breve referencia a la<br />

popular cábala de nuestro Medievo, que tanta importancia<br />

tuvo.<br />

àLa cábala como estudio<br />

de los números<br />

La cábala parece ser que apareció en la comunidad<br />

judía española durante los siglos XII y XIII y, entre<br />

otras facetas, buscaba significados ocultos en los textos<br />

de la Biblia. ¿Qué nexo puede existir entre números<br />

y textos para pretender encontrar mensajes ocultos<br />

en la Biblia?<br />

Tengamos en cuenta que el sistema de numeración<br />

hebreo era muy similar al griego; es decir, a<br />

cada letra del alefato (alfabeto hebreo) se le asignaba<br />

un valor numérico, de modo que a cada palabra<br />

o frase también le corresponde un determinado valor<br />

numérico. Así, en la figura 3, observamos la equivalencia<br />

numérica de las primeras letras de dichos alfabetos.<br />

1 Puesto que estudias geometría y trigonometría voy a proponerte un problema: Un barco navega en el océano. Salió de Boston con<br />

un cargamento de lana. Desplaza 200 toneladas. Se dirige hacia Le Havre. El palo mayor se quebró, el camarero está en el puente,<br />

a bordo hay doce pasajeros. El viento sopla ENE, el reloj marca las tres; es el mes de mayo. ¿Qué edad tiene el capitán?


Figura 3. Valores numéricos de las primeras<br />

letras griegas y hebreas<br />

Al igual que los griegos se tomaban muy en serio<br />

las relaciones entre los valores numéricos de los nombres,<br />

surgiendo así el estudio de los números primos,<br />

amigos o perfectos, también es posible hacer algo<br />

similar con los textos bíblicos. Por ejemplo, si en una<br />

frase se habla del enviado de Dios y resulta que la<br />

suma de sus letras equivale a la suma de las letras de<br />

un nombre en concreto, la cábala daba por supuesto<br />

que ahí existía una cierta conexión.<br />

Basta dar un breve paseo por determinadas páginas<br />

de Internet para leer que las letras del césar Nerón<br />

equivalen al famoso 666 (el número de la bestia del<br />

Apocalipsis), que las letras de Adán y Eva se diferencian<br />

en 26 (las generaciones que separan Adán de<br />

Moisés); el valor numérico de la primera palabra de la<br />

Biblia es igual al número de años que median entre la<br />

creación y la llegada de Cristo al mundo, etc.<br />

Sí, ya sé que hoy en día hoy estas afirmaciones<br />

nos hacen sonreír a la mayoría de la gente, pero no<br />

siempre ha sido así, ni mucho menos. En realidad,<br />

muchas personas todavía creen que “La Biblia tiene<br />

la forma de un gigantesco crucigrama. Está codificada<br />

de principio a fin con palabras que, al conectar<br />

entre sí, revelan una historia oculta”, como se apunta<br />

en el muy vendido libro El código secreto de la Biblia<br />

de Michael Drosnin.<br />

Es incontrovertible que enredando con números<br />

podemos llegar casi a cualquier resultado que nos<br />

interese, pero esta afirmación no resulta tan evidente<br />

para las personas que carecen de formación científica,<br />

que aceptan las coincidencias numéricas, por muy<br />

rebuscadas que sean, como una muestra más de lo<br />

divino o sobrenatural. Por esta razón, la cábala,<br />

entendida como el estudio de los números, tuvo un<br />

gran auge durante muchos siglos y adquirió suma<br />

relevancia, porque se consideraba que los números<br />

no sólo representaban una cantidad sino que encerra-<br />

ban un mensaje oculto que era necesario descifrar<br />

para alcanzar sabe Dios qué.<br />

Tampoco sonriamos demasiado, porque en la<br />

actualidad tenemos un equivalente en los superpopulares<br />

horóscopos, que pululan en periódicos, revistas,<br />

etc. ¡Alucinante! Estamos en el tercer milenio y todavía<br />

hay gente que se toma en serio esas cosas. Pase<br />

que hace siglos hubiese grandes científicos que creyesen<br />

en esas cosas, como Kepler (figura 4) o Newton,<br />

sin ir más lejos, pero la astrología hace tiempo que<br />

debería haber caído en el olvido.<br />

Figura 4. En 1608 Kepler hizo este horóscopo a<br />

Albrecht von Wallenstein<br />

àLa historia de los cuadrados<br />

<strong>mágicos</strong><br />

Y después de todos los prolegómenos anteriores,<br />

todavía debemos entrar en el núcleo central del<br />

artículo. Así pues, ¿qué es un cuadrado mágico? Simplemente<br />

una tabla de números (matriz, en terminología<br />

matemática) que satisface la condición de que la<br />

suma de todas las filas, columnas y las dos diagonales<br />

principales es siempre el<br />

mismo número, denominado<br />

constante mágica. El más famoso<br />

de todos ellos es el que vemos en<br />

la figura 5, cuya constante mágica<br />

es 15, como resulta sencillo<br />

comprobar.<br />

Los cuadrados <strong>mágicos</strong> ya<br />

eran conocidos en China muchos<br />

siglos antes de nuestra era.<br />

Según cuenta la leyenda, el río Lo<br />

estaba desbordado y, a pesar de<br />

<strong>Cuadrados</strong><br />

<strong>mágicos</strong><br />

Figura 5. Cuadrado mágico<br />

de orden 3<br />

91


ACTA<br />

<strong>Cuadrados</strong> <strong>mágicos</strong><br />

92<br />

las ofrendas que hacían al dios del río, no conseguían<br />

que disminuyera su caudal. Por suerte para los habitantes<br />

de la región, alguien observó que tras cada<br />

ofrenda aparecía una misma tortuga y, curiosamente,<br />

en las divisiones de su caparazón, tenía unas marcas<br />

similares a las mostradas en la figura 6, que equivalen<br />

a los números de la figura 5. Al percatarse de que se<br />

trataba de un cuadrado mágico de constante 15,<br />

hicieron quince ofrendas seguidas (o incluyeron quince<br />

objetos en la ofrenda, ¡quién sabe!) y las aguas del<br />

río retornaron al cauce habitual.<br />

Figura 6. Lo Shu<br />

Con tamaña publicidad, no es extraño que los<br />

cuadrados <strong>mágicos</strong> pasasen a ser considerados talis-<br />

manes y se incorporasen a amuletos para muy<br />

diversas aplicaciones: protegerse de las enfermedades,<br />

prevenir desastres naturales, predecir el futuro,<br />

etc. Claro que, como siempre, no cuesta nada enredar<br />

con la cabalística y los números para llegar a<br />

donde se quiere; así, por ejemplo, en la figura 7, que<br />

forma parte de una página web sobre vivienda, se<br />

utiliza ese cuadrado mágico para averiguar a qué fin<br />

debe destinarse cada habitación de la casa. ¡Sin<br />

comentarios!<br />

Con el tiempo, y siguiendo una trayectoria similar<br />

a la de otras áreas del saber y el conocimiento, los<br />

cuadrados <strong>mágicos</strong> pasaron a la India; de ahí a los<br />

árabes y, finalmente, aparecieron en Europa, alrededor<br />

del siglo XIV. Debido a sus supuestos poderes<br />

sobrenaturales, atribuidos por los alquimistas y cabalistas,<br />

a esos cuadrados numéricos se les asoció el<br />

calificativo de “<strong>mágicos</strong>”.<br />

En nuestro continente, además de todas las prestaciones<br />

mágicas que habían ido incorporando a lo<br />

largo de los milenios, se les asignaron otras nuevas,<br />

especialmente en el ámbito de la astrología. Por ejemplo,<br />

el alemán Cornelius Agrippa (1486-1535) en su<br />

obra De occulta philosophia libri tres (1533) presentaba<br />

siete cuadrados <strong>mágicos</strong> y los asociaba a los planetas<br />

conocidos, con el añadido del Sol y la Luna, en<br />

función de su constante mágica (en astrología los<br />

cuerpos celestes tienen asignados determinados<br />

números: 9, 15 y 45 para Saturno; 25, 65 y 325<br />

Figura 7. http://www.euroresidentes.com/vivienda/feng-shui/lo-shu-basico-cuadrado-magico.htm


Marte; 36, 111 y 666 el Sol, etc.). Por ejemplo, en la<br />

figura 8, vemos un talismán dedicado a Saturno.<br />

Figura 8. Talismán de Saturno<br />

Tanta difusión adquirieron los cuadrados <strong>mágicos</strong><br />

que resulta fácil encontrarlos en obras artísticas.<br />

Seguramente la más popular es el grabado Melancolía<br />

del alemán Albert Durero (21-V-1471, 6-IV-1528)<br />

que vemos en la figura 9. En él, entre tantos símbolos<br />

alquimistas (reloj de arena, balanza, rueda de molino,<br />

etc.), observamos en su esquina superior derecha el<br />

cuadrado mágico de la figura 10, precisamente el<br />

asociado a Júpiter, por lo que todas las virtudes inhe-<br />

Figura 9. Melancolía de Durero<br />

rentes a este planeta (prosperidad,<br />

larga vida, felicidad, etc.) se<br />

trasladan a quien esté bajo el<br />

influjo del cuadrado mágico. 2<br />

¡Cuánta tontería, verdad! En<br />

efecto, pero no olvidemos que la<br />

credulidad humana en ocasiones<br />

parece como si fuese infinita. De<br />

hecho, en un revista (omito su<br />

nombre por pudor) aparece la<br />

siguiente “prueba” de que el cuadrado<br />

mágico de Durero es el<br />

símbolo de la felicidad total:<br />

“Y por otro lado, si sumamos las 16 cifras que<br />

componen el cuadrado o multiplicamos 34 por cuatro<br />

obtenemos 136, cifra que, al ser reducida a su<br />

mínima expresión (1+3+6=10) (1+0=1), nos da un<br />

1, dígito considerado en magia planetaria como el de<br />

la perfecta felicidad”.<br />

No sé si reírme o llorar ante esa presunta demostración.<br />

Si sumamos las cifras de la fecha de mi nacimiento<br />

(26 del 9 de 1955), resulta 37 y al sumar sus<br />

dos cifras obtenemos 10 y, como ya sabemos,<br />

1+0=1. ¿Seré la prueba viviente de la perfecta felicidad?<br />

Claro que si cambiamos al calendario árabe o<br />

judío las cifras son diferentes e igual paso a ser la<br />

representación del mal.<br />

¡Qué manera más sencilla de dejar al descubierto<br />

la superchería! Si piensa eso es que no ha escuchado<br />

la voz de la credulidad, que tomaría ese razonamiento<br />

precisamente como la prueba del yin y yang y, a<br />

partir de ahí, enlazaría la dualidad universal con otros<br />

números y cualquiera sabe dónde nos llevaría. ¡Qué<br />

atrevida es la ignorancia!<br />

àUnos cuadrados <strong>mágicos</strong><br />

para completar<br />

2 Los dos números centrales de su fila inferior conforman el año de creación del grabado, 1514.<br />

En su origen los cuadrados <strong>mágicos</strong> de orden n<br />

debían estar formados por los n 2 primeros números<br />

naturales, como sucede con los mostrados en las figuras<br />

anteriores. Sin embargo, posteriormente la definición<br />

se fue generalizando a cualquiera tabla numérica<br />

que cumpliese la condición de que fuese idéntica<br />

la suma de todas las filas, columnas y las dos diagonales<br />

principales.<br />

<strong>Cuadrados</strong><br />

<strong>mágicos</strong><br />

Figura 10. Cuadrado mágico<br />

de Durero<br />

93


ACTA<br />

<strong>Cuadrados</strong> <strong>mágicos</strong><br />

94<br />

Figura 11. El 7 tiene propiedades<br />

mágicas… y los<br />

números primos también<br />

Por ejemplo, también se considera<br />

cuadrado mágico al mostrado<br />

en la figura 11, compuesto<br />

por números primos finalizados<br />

en 7.<br />

Igualmente se asigna el calificativo<br />

de mágico al cuadrado<br />

presentado en la figura 12, que<br />

se encuentra en la Sagrada<br />

Familia de Barcelona. A diferencia<br />

de los anteriores, en este caso<br />

hay números que se repiten… la<br />

única forma de que la constante<br />

mágica sea 33 (la edad de Cristo).<br />

Después de todo cuanto llevamos<br />

visto sobre los cuadrados<br />

<strong>mágicos</strong>, quizás sea buena idea<br />

hacer una pausa en la lectura y<br />

cambiar a una cuestión más lúdi-<br />

Figura 12. Cuadrado mágico ca; es decir, la resolución de algu-<br />

en la Sagrada Familia nos cuadrados <strong>mágicos</strong> a modo<br />

de entretenimiento. Evidentemente<br />

no cuesta mucho escribir un programa de<br />

ordenador que haga el trabajo en nuestro lugar, pero<br />

resulta más gratificante hacer las cuentas a mano. De<br />

todas formas, si algún cuadrado mágico se resiste, al<br />

final del artículo se encuentran las soluciones de<br />

todos ellos.<br />

n Un cuadrado panmágico o<br />

diabólico es un cuadrado<br />

mágico que, además, verifica<br />

que la suma de los elementos<br />

de las diagonales secundarias<br />

es también la constante mágica.<br />

¿Resolvemos el de la figura<br />

13?<br />

Figura 13. Cuadrado<br />

panmágico para completar<br />

Figura 14. Cuadrado<br />

invertible para completar<br />

n Un cuadrado invertible es un<br />

cuadrado mágico que genera<br />

otro al girarse 180º, con la<br />

misma constante mágica; lógicamente<br />

sólo se manejan los<br />

dígitos 1, 6, 8 y 9. En concreto,<br />

el de la figura 14 está compuesto<br />

por números de dos<br />

cifras.<br />

n Los cuadrados <strong>mágicos</strong> formados<br />

exclusivamente por<br />

números primos son bastante<br />

escasos (y de sus propiedades<br />

cabalísticas mejor no hablar).<br />

Los números del presentado<br />

en la figura 15 son todos ellos<br />

primos inferiores a cien.<br />

Y para terminar con los cuadrados<br />

<strong>mágicos</strong> numéricos,<br />

comentar que se conocen diversos<br />

algoritmos que permiten<br />

generarlos. Si le interesa el tema,<br />

puede visitar las siguientes páginas<br />

web, donde también encontrará<br />

amplia información sobre<br />

ellos.<br />

http://www.geocities.com/cuadradosmagicos/como_hacerlos.htm<br />

http://enciclopedia.us.es/index.php/Cuadrado_mágico<br />

http://gaussianos.com/cuadrados-magicos/<br />

àTambién las letras aparecen<br />

en cuadrados con magia<br />

Hasta el momento hemos hablado de cuadrados<br />

<strong>mágicos</strong> numéricos, pero las letras también están por<br />

ahí y no debemos desatenderlas. Por ejemplo, entre<br />

las ruinas de Pompeya se encontró un curioso palíndromo,<br />

ROTAS OPERA TENET AREPO SATOR,<br />

cuya traducción varía desde una especie de mensaje<br />

publicitario, “El sembrador Arepo guía con destreza<br />

las ruedas” o “El artesano Arepo tiene ruedas para el<br />

trabajo”, hasta un muy diferente “El creador tiene las<br />

inestables claves de su Obra”.<br />

¿Y qué tiene que ver con los<br />

cuadrados <strong>mágicos</strong>? Pues que<br />

dicho palíndromo tenía la peculiaridad<br />

de estar escrito formando<br />

un cuadrado, como vemos<br />

en la parte superior de la figura<br />

16. Ya que su legibilidad no es<br />

muy alta, debajo está escrito<br />

más claramente y ahí podemos<br />

comprobar que tiene la particularidad<br />

de leerse tanto en sentido<br />

horizontal como en vertical.<br />

A pesar de que las distancias<br />

en aquellos tiempos suponían<br />

una separación enorme, ese<br />

cuadrado debió de tener una<br />

popularidad inmensa, porque se<br />

han encontrado copias antiguas<br />

de él en sitios tan alejados de<br />

Pompeya como Gran Bretaña<br />

(figura 17) o Siria.<br />

Figura 15. Cuadrado mágico<br />

primo para completar<br />

Figura 16. Cuadrado mágico<br />

con letras


Figura 17. Cuadrado mágico del Corinium Museum<br />

Y es que, buscando significados ocultos, podemos<br />

reordenar las letras y obtener “Pater noster” por<br />

duplicado. Claro que sobran<br />

dos A y O, como se aprecia<br />

en la figura 18, pero no hay<br />

problema; basta decir que se<br />

trata de alfa y omega, el principio<br />

y el fin, y así tenemos<br />

una oración en toda regla.<br />

Por esta razón, mucha gente<br />

asocia este cuadrado literal<br />

con el cristianismo y quiere<br />

Figura 18. Texto en forma<br />

de cruz<br />

verlo como una primera<br />

prueba de su llegada a los<br />

sitios citados anteriormente.<br />

Por si fuera poco, con nuevas reordenaciones se<br />

obtienen frases como “El pater, ores, pro aetate nostra”<br />

o “Satan, oro te, reparato opes”, que pueden<br />

emplearse en las más diversas circunstancias. En<br />

resumen, no es extraño que en aquellos tiempos de<br />

ignorancia se le atribuyesen propiedades mágicas,<br />

siendo considerado un remedio contra las enfermedades,<br />

un talismán para evitar incendios, un amuleto<br />

para que los demonios no se apoderasen del alma del<br />

feto de las embarazadas, etc. Debido a tantísimas<br />

cualidades milagrosas, no es extraño encontrarlo en<br />

palacios e iglesias, en escudos heráldicos, en obras de<br />

arte e, incluso, en lápidas más modernas, como<br />

vemos en la figura 19 3 .<br />

Figura 19. Curiosa lápida<br />

¡Qué crédula era la gente en aquellos tiempos! Sí,<br />

desde luego, pero, ¿seguro que la cosa ha cambiado<br />

mucho? Acabo de encontrar en Internet sitios donde<br />

se afirma sin el menor rubor que el cuadrado SATOR<br />

es un talismán para evitar la adicción a la heroína,<br />

conseguir el amor de una chica, etc.<br />

àEl Taquin (Puzzle 14-15)<br />

Olvidémonos de tantas patrañas sin sentido y<br />

regresemos al más divertido mundo de los pasatiempos.<br />

En concreto, pasamos ahora a un juego que<br />

tiene relación con los cuadrados numéricos y que<br />

adquirió una notabilísima repercusión hace más de<br />

un siglo; de hecho, en la actualidad todavía lo podemos<br />

encontrar en muchas tiendas de juguetes, en<br />

consolas y sitios web donde se juega on-line. Se trata<br />

del Taquin, también conocido como “Puzzle 14-15”,<br />

cuya presentación original vemos en la figura 20.<br />

Figura 20. Ilustración del libro de Sam Lloyd<br />

3 Si comparamos el cuadrado de la lápida con el original, comprobaremos que las palabras están escritas ahora en orden inverso (lo<br />

que no importa mucho, por tratarse de un palíndromo). Esta segunda forma de escritura ha adquirido más popularidad y, por ello, a<br />

ese cuadrado mágico literal se le conoce por cuadrado SATOR.<br />

<strong>Cuadrados</strong><br />

<strong>mágicos</strong><br />

95


ACTA<br />

<strong>Cuadrados</strong> <strong>mágicos</strong><br />

96<br />

Este rompecabezas fue ideado en 1878 por un<br />

gran creador de pasatiempos: el estadounidense<br />

Sam Lloyd (31-1-1841, 10-4-<br />

1911). Consiste en una pequeña<br />

caja cuadrada en la que se insertan<br />

quince bloques móviles,<br />

numerados de 1 a 15, dejando<br />

un hueco libre que puede ser<br />

usado para desplazar los móviles<br />

lateralmente, colocados inicialmente<br />

tal y como se muestra en<br />

la figura 21.<br />

Figura 21. Configuración<br />

inicial<br />

¿Y dónde está la gracia del<br />

rompecabezas? Generalmente<br />

en, dada una posición determinada de los bloques,<br />

indicar los pasos a seguir para alcanzarla desde la<br />

posición inicial.<br />

Según señalan las crónicas de la época, los abundantes<br />

concursos que aparecieron al cobijo del<br />

Taquin supusieron una verdadera plaga. Así, por<br />

ejemplo, los empresarios colocaron anuncios prohibiendo<br />

jugar en horas de trabajo; un periodista escribió:<br />

“no hay ni una sola casa de campo en donde no<br />

anide esta araña, esperando a la víctima que caerá en<br />

sus redes”; incluso el matemático y diputado alemán<br />

S. Gunther afirmaba: “veo en el Parlamento a honorables<br />

señores jugando con la cajita”.<br />

Al cabo de unos años de salir al mercado, se<br />

demostró que sólo la mitad de las posiciones posibles<br />

permitían regresar a la posición inicial. Esa era<br />

la razón por la cual la mayoría de los grandes premios<br />

que se ofertaban eran imposibles de alcanzar.<br />

Precisamente este motivo le impidió a Lloyd patentar<br />

su invento, ya que si observamos detenidamente<br />

los cuadrados de las dos figuras anteriores, comprobaremos<br />

que hay una pequeña diferencia entre<br />

ellos: en el puzzle de Sam Lloyd las fichas de los dos<br />

últimos números están intercambiados, por lo que<br />

no existe ningún camino que nos lleve del uno al<br />

otro.<br />

¿Y cómo sabemos si una posición es posible? Sólo<br />

tenemos que sumar el número de inversiones que<br />

hay en toda la tabla (se produce una inversión cuando<br />

un número está colocado antes que otro inferior a<br />

él). La posición sólo es factible si el número de inversiones<br />

es par.<br />

Así, por ejemplo, podemos comprobar que sí es<br />

posible volver a la posición inicial a partir de la disposición<br />

de la figura 22 y, en cambio, resulta imposible<br />

hacerlo desde la mostrada en la figura 23.<br />

Figura 22. Configuración<br />

factible<br />

àEl cubo de Rubik<br />

En 1978 el profesor Erno<br />

Rubik presentó en la feria internacional<br />

de Budapest su famoso<br />

“cubo mágico”, que, como<br />

vemos en la figura 24, en cierto<br />

aspecto recuerda en cierto modo<br />

al Taquin. Cada una de las seis<br />

caras del cubo está dividida en<br />

nueve partes y en el centro del<br />

cubo hay un engranaje que articula<br />

las piezas, permitiendo hacer<br />

giros con ellas.<br />

Figura 23. Configuración no<br />

factible<br />

Figura 24. Cubo de Rubik<br />

Al igual que sucedió con el Taquin cien años<br />

antes, la creación de Rubik dio lugar a multitud de<br />

concursos y premios; de hecho, cuando se presentó<br />

en la feria de juguetes de 1980 la empresa distribuidora<br />

ofreció un premio de cinco mil marcos a quien<br />

lo resolviera en menos de tres minutos. Entonces<br />

nadie lo ganó, si bien ahora el récord ronda los diez<br />

segundos.<br />

A los pocos años su popularidad era ya inmensa,<br />

especialmente porque su manejo se aprende en unos<br />

segundos y su regla básica (volver a la posición inicial)<br />

resulta muy sencilla. Se han vendido más de trescientos<br />

millones en todo el mundo y, por aquello de<br />

ir actualizándolo, han ido surgiendo en el mercado<br />

versiones con más piezas, algunas de las cuales se<br />

muestran en la figura 25.<br />

Figura 25. También hay cubos de Rubik 4x4x4 y 5x5x5


Las personas que son capaces de resolver el cubo<br />

de Rubik (nunca lo he conseguido, palabra), saben<br />

que exige bastante práctica y dedicación, porque<br />

ir probando al azar no tiene mucho sentido. Tengamos<br />

en cuenta que el número teórico de posiciones<br />

distintas que admite el cubo de Rubik es<br />

519.024.039.293.878.272.000 (8! x 38 x 12! x 212),<br />

que, aunque se reducen en la práctica porque las piezas<br />

están engranadas, todavía queda un número bastante<br />

grande: 43.252.003.274.489.856.000.<br />

Lógicamente, en Internet es fácil encontrar muchísimas<br />

páginas dedicadas al cubo de Rubik. Las<br />

siguientes son sólo unas pocas, pero representativas:<br />

n Para descubrir cómo solucionarlo:<br />

http://www.rubikaz.com/resoluciones.html<br />

http://biboz.net/juegos/cubo-de-rubik/<br />

http://www.angelfire.com/co/cubo/<br />

n Para jugar con el cubo de Rubik online:<br />

http://biboz.net/juegos/cubo-de-rubik/<br />

http://www.rubiks.com/cube_online.html<br />

n Para resolver online el cubo de Rubik, si no queremos<br />

utilizar el viejo truco de despegar las etiquetas<br />

y volverlas a pegar:<br />

http://www.wedran.com/?page=cube/<br />

àLos sudokus<br />

El genial Leonhard Euler (15-4-1707, 18-9-1783)<br />

parece ser que fue el primero en estudiar las propiedades<br />

matemáticas de los llamados cuadrados latinos,<br />

que se caracterizan por el<br />

hecho de que cada símbolo<br />

(Euler utilizó letras latinas, de ahí<br />

su nombre) sólo aparece una vez<br />

en cada fila y en cada columna.<br />

Por ejemplo, el cuadrado de la<br />

figura 26 cumple esta propiedad.<br />

Figura 26. Un cuadrado<br />

latino<br />

Estos cuadrados latinos, que<br />

le surgieron a Euler al estudiar los<br />

cuadrados <strong>mágicos</strong> (de hecho el<br />

título de su texto era Recherches<br />

sur une nouvelle espece de qua-<br />

rre magique), hoy en día son muy utilizados en estadística,<br />

sobre todo en diseño de experimentos.<br />

También, claro está, aparecen en la sección de<br />

pasatiempos de las revistas y periódicos, en forma de<br />

sudokus, que, como resulta evidente de la definición<br />

anterior, son unos cuadrados<br />

latinos 9x9, con la limitación<br />

adicional de que cada uno de<br />

los nueve subcuadrados 3x3<br />

en que está dividido contiene<br />

los nueve dígitos del 1 al 9.<br />

Por ejemplo, en la figura 27<br />

vemos el típico sudoku para<br />

resolver.<br />

Los primeros sudokus de<br />

la historia publicados, mostrados<br />

en la figura 28, aparecie-<br />

ron en mayo de 1979, en el número 16 de la revista<br />

“Dell Pencil Puzzles & Word Games”. Se atribuye su<br />

autoría al arquitecto retirado Howard Garns, fallecido<br />

en 1989, y el nombre original de este pasatiempo era<br />

“Number place” (colocar el número).<br />

Figura 28. Primeros sudokus publicados<br />

En 1984 la editorial Nikoli<br />

exportó el juego a Japón, dándolo<br />

a conocer bajo el nombre<br />

“Suji wa dokushin ni kagiru” (los<br />

números están solo una vez, más<br />

o menos), abreviándose más<br />

adelante a sudoku, contracción<br />

de “su” (número) y “doku”<br />

(solo).<br />

Posteriormente, el juez neozelandés<br />

Wayne Gould desarrolló<br />

un programa que generaba sudokus<br />

y consiguió venderle el<br />

nuevo juego al prestigioso “The<br />

Times”, que lo dio a conocer en el<br />

mundo occidental en noviembre<br />

de 2004, desatando la fiebre por<br />

este pasatiempo numérico… y no<br />

hay peligro de que se agote el<br />

filón, porque pueden generarse<br />

6.670.903.752.021.072.936.960<br />

sudokus diferentes.<br />

Figura 27. Sudoku para<br />

resolver<br />

Figura 29. Soluciones a<br />

los cuadrados <strong>mágicos</strong><br />

propuestos<br />

<strong>Cuadrados</strong><br />

<strong>mágicos</strong><br />

97

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!