La conjunción de Mercurio y Neptuno junto con su cercanía temporal a la luna nueva de Piscis trae una amplia capacidad en la emisión y recepción de la información, lo cual nos puede llevar a detectar los mensajes más reveladores que hay para nosotros, incluso desde la literalidad
La temporada de Piscis que comenzó el pasado 19 de febrero y culmina el 20 de marzo tendrá su luna nueva el próximo 10 de marzo -también el Día Internacional de la Mujer-, lo cual, de acuerdo con varios astrólogos, trae consigo días de alta influencia energética en tu vida, especialmente en lo que tiene que ver con revelaciones.
El impacto de esta luna nueva comenzó desde el primero de marzo y podría extenderse hasta el inicio de la temporada de Aries, por lo que es importante que te mantengas atento a lo que las personas te dicen, pero también a lo que tú le dices al resto, especialmente el viernes 8 de marzo de 2024, y te explicamos por qué.
Recordemos que la luna tiene un gran impacto en el comportamiento del mar, así como lo tiene en el comportamiento humano la conjunción de los planetas, en este caso Mercurio y Neptuno.
Como sabemos, Mercurio es el planeta regente de la comunicación, por lo que lo que se hable el 8 de marzo -con gran impacto también dos días antes y dos días después- será de gran impacto revelador en los mensajes tanto que tú des como los que te den.
Es decir, cualquier cosa te digan y que tú digas este 8 de marzo, aún siendo en sentido literal, lo puedes tomar como una revelación, pues aunque ni nosotros ni las otras personas seamos conscientes, lo cierto es que todo lo que estemos diciendo ese día será canalizado gracias a Mercurio, pues nos ayuda a hacer contacto con el éter y nos permite extraer información de ahí.
Con esta conjunción entre Mercurio y Neptuno estaremos muy receptivos a toda esa información, mensajes y revelaciones.
¿Qué es el éter en la cosmología?
La cosmología del éter afirma que los cuerpos del firmamento tienen un porqué y un para qué, y efectivamente, influyen en nosotros.
Las teorías que han llegado con aprobación hasta nuestros días y que se encuentran basadas en el éter sugieren un universo muy diferente del que los modernos cosmólogos afirman, y nos hablan, de una profunda conexión entre el firmamento y nosotros, abriendo las puertas con ello no solo a una cosmología mucho más orgánica y racional, si no a reabrir el antiguo puente entre la astrología y la astronomía, cercenado siglos antes por Copérnico y Galileo.