CRONOVISOR

El sacerdote que afirmaba haber fotografiado la Pasión de Cristo

La explicación de ´hecho normal´ que el papa había dado a Ernetti y Gemelli, justificó moralmente a Ernetti

El sacerdote que afirmaba haber fotografiado la Pasión de Cristo

La revista dominical del “Corriere della Sera” publicó el 2 de mayo de 1972 una noticia llamada a revolucionar la Historia: Se había inventado una máquina capaz de fotografiar el pasado. El reportaje se ilustraba con una imagen de Jesús agonizante en la Cruz, tomada durante una de las pruebas del ingenio. El invento había sido ´bautizado´ con el nombre de «CRONOVISOR», por el equipo de científicos que lo habían desarrollado a principios de los años 50. Entre los investigadores figuraban los nombres del benedictino Alfredo Pellegrino Ernetti, Luigi Borello, Enrico Fermi , y Wernher von Braun.

Alfredo Pellegrino Ernetti, musicólogo y exorcista, había vivido su primera experiencia parapsicológica en 1952, en la Universidad Católica de Milán. Él, junto con el doctor en medicina, el franciscano padre Agostino Gemelli, intentaban filtrar, con la ayuda de un magnetofón, los tonos de un canto gregoriano. Gemelli, harto de los fallos del equipo, invocó en voz alta la ayuda de su padre muerto.

Posteriormente, durante el repaso de las grabaciones, los religiosos comprobaron, conmocionados, que la grabadora con la que trabajaban había captado una voz que decía: «Yo te ayudo. Siempre estoy contigo». Gemelli reconoció en el acto la voz de su padre. Los dos religiosos acudieron alarmados a pedir consejo a Pío XII, quien les tranquilizó y les dijo que lo sucedido no tenía nada que ver con el espiritismo, sino que su equipo ´había captado ondas sonoras de alguna parte´.

Quisiera hacer aquí un inciso, para contarles que el doctor Gemelli, no era nada aficionado a los fenómenos paranormales. Gemelli era todo lo contrario. Recordemos que fue precisamente Gemelli el principal detractor del padre Pío de Pietrelcina, ´patinando´ estrepitosamente, ya que el humilde fraile fue canonizado posteriormente,  por el papa Juan Pablo II, en 2002.

Cuando Gemelli se acercó al convento de San Giovanni Rottondo para examinar los estigmas del padre Pío, éste se negó, ya que Gemelli no traía consigo autorización alguna. Ese fue el detonante para que el médico franciscano publicase un artículo calificando al padre Pío de neurótico y se ser él quien se autolesionaba. A la vista del informe, la Santa Sede, tomó la decisión de ´aislar´ al padre Pío durante casi diez años, entre 1923 y 1933, donde se le requisaba hasta la correspondencia. Aclarado que el doctor Gemelli no era una persona fácilmente impresionable, ni amante de lo paranormal, sigamos con la historia.

La explicación de ´hecho normal´ que el papa había dado a Ernetti y Gemelli, justificó moralmente a Ernetti, a la hora de realizar todo tipo de experimentos sobre el tema, ya que el hecho, el propio Papa no lo había considerado como algo paranormal y diabólico. La explicación, pues, estaría en que las imágenes y sonidos de todas las épocas persisten flotando a nuestro alrededor, esperando a que alguien las capte, las descifre, y las vea, o  escuche.

Las ondas visibles y sonoras del pasado no se destruyen, y no lo hacen porque son energía. Liberados por el Papa de cualquier tabú supersticioso, los científicos se ponen en la tarea de crear una máquina capaz de captar dichos sonidos e imágenes. Es así como nace el «CRONOVISOR». Según los investigadores, creadores del ingenio, a través de éste era posible sintonizar con un momento del pasado, como quien conecta con una emisora de radio determinada.

El benedictino contó en 1972 que el aparato le había permitido ver la Crucifixión, a Napoleón, y Cicerón en acción, y asistir a una representación de “Thyestes”, una obra del poeta romano Quinto Ennio, de la cual conocemos sólo unos fragmentos.

El caso del «CRONOVISOR» se dio a conocer en el año 1972 por el padre Ernetti que concedió una entrevista a la revista dominical del “Corriere della Sera”, donde afirmó haber participado en el proceso de esta singular máquina del tiempo. El rumor se extendió por todo el mundo.

Sin embargo anteriormente el padre Ernetti ya había filtrado pequeños detalles en algunas publicaciones. En Julio de 1965 una revista religiosa de Francia “L`Heured`Etre”, y en Enero de 1966, la publicación italiana “Civiltá de lle Macchine”, recogieron la noticia, pero la poca importancia de esos dos medios hizo que la noticia no fuera tomada en cuenta hasta 1972. De cómo ayudado por un gran equipo de científicos habrían estado diseñando y completando en pleno años 50 una máquina capaz de fotografiar el pasado, el principio es muy sencillo.

La grandeza de este invento llamado “CRONOVISOR», está en poder recuperar esa energía y recomponer las escenas. Ernetti dijo haber recogido, el texto original de las Tablas de la Ley, la destrucción de Sodoma y Gomorra, así como las últimas palabras pronunciadas por Jesús en la cruz.

Ernetti denunció que el Vaticano se apoderó de todo su trabajo, las pruebas, las supuestas fotografías, incluso los planos sobre cómo hacer un aparato semejante. Así mismo denunció la perversa filtración, y puesta en circulación, de grabaciones y burdas fotografías falsas, atribuidas a él por sus detractores, con el fin de desprestigiarle. Se dice que el Papa Pío XII quedó tan impactado por la visión de las imágenes auténticas, que mandó desmantelar de inmediato el aparato y clasificó el tema del «CRONOVISOR» como “secretum omega”, que es el nivel máximo dentro de los protocolos vaticanos. A partir de ese momento y sobre el asunto del «CRONOVISOR», la Santa Sede no sabe, no contesta.  No ha vuelto a tratar el tema, negándose a dar explicación alguna.

Alfredo Pellegrino Ernetti murió en 1994, sin desdecirse de sus declaraciones. Sus amigos más cercanos, afirman que éste mantuvo hasta el final de sus días, que el «CRONOVISOR» existía y funcionaba. El sacerdote católico francés François Brune, conoció al benedictino padre Ernetti en 1964, casi ocho años antes de que su historia saltara a los periódicos. Incluso le dedicó un capítulo íntegro en su libro “Los muertos nos hablan” . Posteriormente publica, en relación con el «CRONOVISOR», el libro “Le Nouveau Mystérè du Vatican” .

[Texto extraído del libro “EL VELO RASGADO”, A. Gil-Terrón Puchades, Valencia, 2012., ISBN: 978-84-615-9002-5].

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Autor

Antonio Gil-Terrón Puchades

Antonio Gil-Terrón Puchades (Valencia 1954), poeta, articulista, y ensayista. En la década de los 90 fue columnista de opinión del diario LEVANTE, el periódico LAS PROVINCIAS, y crítico literario de la revista NIGHT. En 1994 le fue concedido el 1º Premio Nacional de Prensa Escrita “Círculo Ahumada”. Ha sido presidente durante más de diez años de la emisora “Inter Valencia Radio 97.7 FM”, y del grupo multimedia de la revista Economía 3. Tiene publicados ocho libros, y ha colaborado en seis. Actualmente escribe en Periodista Digital.

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