Las cucarachas pueden vivir semanas sin cabeza, pero no sobrevivirán a un ataque nuclear

Las cucarachas son unas criaturas incomparables desde el punto de vista evolutivo, pues han logrado adaptarse prácticamente a cualquier entorno. Pero que sean tan resistentes no significa que puedan vivir sin cabeza o que resistan una catástrofe nuclear. He aquí algunos de los mitos y realidades sobre estos insectos.

Sergi Alcalde National Geographic
Sergi Alcalde

Periodista especializado en ciencia, sociedad y medio ambiente

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Cucaracha australiana
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La cucaracha australiana puede llegar a medir hasta 3,5 centímetros de longitud. A pesar de su nombre, es originaria de Asia. A diferencia de otras especies, prefiere vivir al aire libre y anida bajo la corteza de los árboles.

No es ningún secreto que las cucarachas se encuentran entre los insectos con más mala fama del planeta. Algo lógico, habida cuenta de que suelen relacionarse con la suciedad y la falta de higiene, lo que las convierte en un vector ideal para la propagación de enfermedades. Vistas desde otro prisma, las cucarachas son unas criaturas incomparables desde el punto de vista evolutivo, pues han logrado adaptarse a toda clase de entornos. Aunque no todo lo que se dice de ellas es cierto. He aquí algunos mitos y verdades sobre estos insectos:

No tienen tres cerebros, pero cuentan con un cerebro compuesto

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No tienen tres cerebros, pero cuentan con un cerebro compuesto

En muchas ocasiones las cucarachas son representadas como unos seres monstruosos, parecidos a criaturas venidas de otro planeta. Se ha llegado a decir que tienen tres cerebros. Nada más lejos de la realidad. Es cierto, sin embargo, que cuentan con un sistema nervioso complejo, con un cerebro dividido en tres partes: el protocerebro, conecta con los ojos compuestos y los ocelos (las pequeñas estructuras fotorreceptoras) del animal. El segundo cerebro, llamado ‘deutero cerebro’, conecta las antenas sensoriales y motoras, y el tercero, llamado ‘tritio cerebro’, está conectado con un ganglio que tienen bajo el esófago que, al igual que sucede con otros insectos, tiene una función gustativa y olfativa. 

Reaccionan mucho más rápido que los humanos

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Reaccionan mucho más rápido que los humanos

Una de las razones que explican que las cucarachas existan desde hace tantos millones de años es su capacidad para huir del mínimo peligro, algo que consiguen gracias a su capacidad para detectar el peligro. El neurólogo de la Universidad de Illinois en Chicago Christopher Comer, experto en la conducta de estos animales, descubrió que estos insectos pueden reaccionar entre los 12 y 50 milisegundos al mínimo contacto. Los humanos necesitamos unos 200 para responder a un estímulo. 

Tienen unos sentidos muy desarrollados

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Sus pelos sensoriales perciben cambios en el ambiente

Las cucarachas y otras criaturas basadas en estos insectos han protagonizado incontables novelas y películas de ciencia ficción. Y no es para menos, pues, en cierta medida, parecen seres llegados de otro planeta. Muestra de ello son sus pelos sensoriales (llamados mecanorreceptores) ubicados en los cercos o cerca de las patas, gracias a los cuales pueden percibir una gran variedad de frecuencias, desde sonidos muy intensos hasta pequeñas vibraciones en la presión del aire, algo muy útil a la hora de escapar de posibles depredadores, y también para evitar ser aplastadas de un pisotón. 

Respiran por el abdomen

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Respiran por el abdomen

Las cucarachas tienen corazón, colon y esófago, pero no nariz, ni pulmón. Como insectos que son, respiran a través de un sistema de conductos que se abren hacia el exterior a través de unos órganos llamados espiráculos, que tienen por todo su cuerpo, excepto en la cabeza. En otras palabras, las cucarachas respiran por el abdomen, dividido en diez segmentos. 

Pueden sobrevivir semanas sin cabeza

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Pueden sobrevivir semanas sin cabeza

Una de las ideas más extendidas por el imaginario colectivo es que las cucarachas son capaces de sobrevivir sin cabeza. Aunque cueste creerlo, es cierto. Estos insectos mueren antes por hambre que por el hecho de ser decapitadas, algo que se debe, en parte, al sistema nervioso descentralizado y a que no respiran por la nariz ni por la boca. Joseph G. Kunkel, bioquímico de la Universidad de Massachusetts Amherst, experto en el estudio de las cucarachas, lo compara con una decapitación humana. En primer lugar, en nuestro caso la pérdida de la cabeza provocaría que perdiésemos mucha sangre, lo que provocaría indefectiblemente la muerte. En segundo lugar, respiramos por la boca o por la nariz, una función controlada por el cerebro, por lo que, al perder la cabeza, también perderíamos la respiración. Las cucarachas, sin embargo, no tienen el mismo sistema circulatorio que los humanos:  su sistema vascular es mucho menos extenso, lo que facilita la circulación. Además, respiran a través de espiráculos, una función que pueden seguir haciendo si pierden la cabeza, pues no es controlada por el cerebro. Por si fuera poco, habría que recordar que las cucarachas son animales de sangre fría, que no necesitan gastar energía para calentarse, lo que les aporta un importante ahorro energético, además de una reserva extra por sobrevivir. 

Pero no pueden sobrevivir a un ataque nuclear

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Pero no pueden sobrevivir a un ataque nuclear

Las cucarachas cuentan con una sorprendente capacidad de adaptación. Son muy flexibles y rápidas, por lo que pueden introducirse por cualquier rincón y adaptarse a prácticamente cualquier entorno. Pueden sobrevivir más de un mes sin comida y más de una semana sin agua, y, como hemos visto, incluso si pierden la cabeza. La cucaracha alemana (Blattella germanica), ha evolucionado para vivir solo en ambientes humanos, y ha conseguido adaptarse y adaptarse a nosotros, a pesar de nuestros intentos por erradicarla. 

Con esta sorprendente capacidad, es habitual leer en distintos medios de comunicación que estos insectos son capaces de sobrevivir a un ataque nuclear. Se trata de uno de los mitos científicos más extendidos, pero no es verdad. Es cierto que el esqueleto de quitina proporciona a las cucarachas de una protección extra contra toda clase de inclemencias. Por ejemplo, se han realizado estudios que demuestran que son capaces de sobrevivir a una fuerza de 18G, diez veces más que la fuerza de gravedad terrestre. En un experimento realizado hace años, se demostró que estos insectos pueden soportar una dosis de radiación 10 veces superior a la que resultaría letal para un ser humano… pero eso no quiere decir que sobrevivan a una bomba de 16 kilotones. 

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