Conocido por su trabajo como director de fotografía en varias series de televisión como Carlo y Malik, Roma, Juego de tronos, entre otras, Marco Pontecorvo asume su tercera película como director y se apoya en el talento del también director de fotografía Vincenzo Carpineta (Angeles & Demonios, El paciente inglés) para crear una nueva versión de las circunstancias que rodearon a tres niños en torno a su experiencia religiosa al haber vivido lo que se conoce como el milagro de Fátima, historia que ha sido llevada al cine en varias ocasiones.

El sufrimiento que padecieron estos niños es el mayor atractivo que logra Pontecorvo. Un punto de vista que busca resaltar la dimensión del contexto en que vivieron Lucía dos Santos, Francisco Marto y Jacinta Marto. En el filme ellos cargan con la responsabilidad de la fe y luchan contra los límites de la razón y el interés político.

Se trata de un poderoso e inspirador drama. Una niña de 10 años y sus dos primos menores en Portugal reportan haber visto a la Virgen María, inspirando a miles de creyentes e indignando tanto a funcionarios seculares del Gobierno como de la Iglesia católica.

Publicidad

Harvey Keitel es el profesor Nichols en 'Fátima'.

La trama va así: en 1917, en las afueras de la parroquia de Fátima (Portugal), tres niños pastores son testigos de múltiples visitas de la Virgen María, quien les dice que solo la oración y el sufrimiento pondrán fin a la Primera Guerra Mundial. Mientras los funcionarios seculares del Gobierno y los líderes de la Iglesia intentan obligar a los niños a retractarse de su historia, la noticia del avistamiento se extiende por todo el país, inspirando a los peregrinos religiosos a acudir en masa al lugar con la esperanza de presenciar un milagro. Lo que experimenten transformará sus vidas y atraerá la atención de un mundo que anhela la paz.

Basada en hechos reales y protagonizada por Joaquim de Almeida (protagonista de la serie televisiva Queen of the South, adaptación de la telenovela Reina del Sur), Goran Višnjić (Beginners), Stephanie Gil (Terminator: destino oculto/ Terminator: destino oscuro) y Lúcia Moniz (Realmente amor), con Sonia Braga (Aquarius) y Harvey Keitel (El piano, El Irlandés), Fátima es una historia inspiradora sobre el poder de la fe.

Escena de 'Fátima': Alejandra Howard, Stephanie Gil, Jorge Lamelas, Goran Visnjic y Simão Cayatte. Foto: Claudio Iannone

En la sociedad actual de Portugal, el autor y escéptico profesor Nichols (Keitel) visita un convento en la ciudad de Coímbra, donde la hermana Lúcia (Sônia Braga), una monja mayor, recuenta la historia de un histórico evento del cual fue parte en 1917. La conversación entre el pragmático académico y la ascética espiritual ilumina décadas de viejos misterios y sienta las bases para una historia que ha fascinado a millones de personas por más de un siglo. Mientras deambulaba en una cueva cerca de su casa en el pueblo de Aljustrel, en las afueras de Fátima, Portugal, Lúcia (Stephanie Gil) es visitada por un ángel que le muestra una visión de un campo de batalla. La Primera Guerra Mundial está aconteciendo en toda Europa reivindicando la vida de muchos hombres jóvenes del pueblo de Lúcia. En esa visión, Lúcia ve a su hermano, Manuel (João Arrais), un soldado, que es afectado por una explosión. Luego, mientras cuidaba el rebaño de ovejas de su familia, Lúcia y sus primos menores Jacinta (Alejandra Howard) y Francisco (Jorge Lamelas) son visitados por otra aparición, esta vez de la Virgen María (Joana Ribeiro). La mujer del rosario, como se llama a sí misma, les dice que deben rezar y sufrir para poder ponerle fin a ese mortal conflicto. También les dice que volverá al mismo lugar los siguientes seis meses. Como muchos en el pueblo, la devota madre de Lúcia, María (Lúcia Moniz), no cree en la historia de los niños y castiga a Lúcia por mentir. Únicamente los niños son capaces de ver o escuchar la aparición.

Publicidad

El productor James T. Volk dice que originalmente no estaba familiarizado con la historia de los niños. No obstante, a medida que fue aprendiendo más sobre el tema, supo que había encontrado una narrativa que estaba perfectamente alineada tanto con la misión de su compañía como con el despliegue de acontecimientos alrededor del mundo. Él y su compañero Dick Lyles fundaron Origin Entertainment con la intención de crear un entretenimiento transformador que inspirara a las audiencias a crear un mundo mejor. “Cuando escuché acerca de los eventos ocurridos en Fátima, quedé impresionado”, dice Volk. “Pensé que todos deberían conocer esto. Muchas personas que se criaron en el catolicismo conocen la historia, pero otras personas como yo, que crecimos con educación de la Iglesia evangélica, es poco probable que lo supieran. Esta historia puede ser el puente universal de todas las fes. La inocencia de estos tres niños nos ayudó a difundir el mensaje de paz y esperanza a toda una generación. Tal vez pueda volver a hacer lo mismo hoy”.

El cineasta italiano Pontecorvo sí estaba al tanto de la historia de Fátima. “Es muy conocida en los países católicos. No sabía todos los detalles de la vida de Lúcia o sobre Portugal en esa era, entonces debí empaparme de la historia. Como ocurrió durante la Primera Guerra Mundial, lo político era un elemento importante, pero me enfoqué principalmente en las relaciones, particularmente entre madre e hija y en Lúcia y la Virgen María. El triángulo es muy interesante”.

Publicidad

Sonia Braga como la Hermana Lúcia en 'Fátima'.

Representando la visión de los jóvenes pastores sobre la aparición de la Virgen, Pontecorvo tomó la decisión de que la aparición no sea como algo vago sino que fuera una mujer de carne y hueso, interpretada por la actriz portuguesa Joana Ribeiro. “Los niños la ven de tal manera que la pueden entender y no sienten miedo: la figura de una madre”, explica el director.

En Fátima, los espectadores sentirán empatía por los niños que serán severamente cuestionados, adversados y perseguidos. La autoridad municipal busca callarlos para quedar bien con el Gobierno central. La Iglesia cuestiona la veracidad de sus palabras y visiones. La familia los reprende por la frustración ante las consecuencias de sus acciones. La sociedad los someten al escarnio público y los peregrinos los presionan por ser mediadores de la fe. No se escatima en mostrar la complejidad y el dilema de los protagonistas.

Sonia Braga estuvo inmediatamente intrigada por el misterio y la complejidad de la hermana Lúcia. En sus experimentadas manos, el personaje proyecta la profundidad espiritual con la que Nichols lucha por entender. “Fue realmente muy interesante trabajar junto con Harvey Keitel”, dice Braga. “Teníamos enfoques totalmente distintos. Él es un actor muy intelectual, algo que me fascina. Nunca fui al colegio, porque trabajé desde pequeña. Él tiene largas charlas con el director. Yo trabajo de manera muy intuitiva. Él interpreta a un escritor y pensador, un detective de alguna manera. Entonces él es todo el cerebro. Y yo soy una monja que vive en un mundo de oración y fe”.

Braga, quien dice que ella era “muy muy católica” cuando era joven, estaba familiarizada con la historia de Fátima y recuerda haber visto imágenes de los tres pastorcitos con ángeles detrás de ellos. Entonces la oportunidad de revivir eso hizo que la película le resultara una propuesta muy atractiva. “En esta película, mi personaje es la única persona que fue testigo de todo lo que sucedió. Tenía mucha curiosidad de ser parte de eso”.

Publicidad

La fotografía, desde la belleza de los paisajes y planos de los rostros de los niños, captura lo extraordinario y sobrenatural del viejo y nuevo mundo de los niños. La música es otro elemento clave en Fátima, al igual que la dirección de arte, para transportar al espectador tanto a la época de los sucesos como a las emociones suscitadas en ellos. Las actuaciones, de mayoría de actores portugueses, brindan ese nexo del país lusitano con su historia pese a que el idioma de la película sea el inglés.

Fátima se estrena este jueves en salas de cine de Ecuador.