Las cucarachas que pueblan el entorno son de tres tipos: la cucaracha oriental, conocida como la negra y la más abundante y autóctona, la alemana, apodada como la cucaracha del café porque suele encontrarse dentro de la cafetera de los bares, aunque también es la más común en el interior de viviendas, y la americana, la única de las tres que es voladora y muy resiste. A estas tres viene a juntarse una cuarta procedente de África que este último año ya se ha localizado en determinados puntos de Barcelona y Madrid, pero, como señala Orensanz, director de la empresa de control de plagas, Quimera, "es posible que existan en otros puntos de España y no se hayan detectado todavía". Y no sería de extrañar, dado que su naturaleza colonizadora la ha llevado a países como EE.UU y, al poco, a Canada. Su nombre, Supella longipalpa. Como explica Jordi Tapies, coordinador de la Asociación de Empresas de Control de Plagas de Catalunya, su diferencia esencial con las anteriormente citadas es que "no necesita tanta humedad para sobrevivir y es capaz de adherir sus bolsas de huevos -ootecas- a cualquer suelo o pared, indiferentemente de su temperatura", lo cual complica su localización.