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Los parásitos intestinales son un problema de salud común que puede tratarse de manera natural.
Los parásitos intestinales son un problema de salud común que puede tratarse de manera natural. | Foto: Getty Images / KATERYNA KON/SCIENCE PHOTO LIBRARY

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¿Cómo saber si se sufre de lombrices o parásitos intestinales?

Las heces pueden servir como insumo para determinar la presencia de estos microorganismos nocivos para la salud.

25 de julio de 2023 Por: Redacción El País

Los parásitos intestinales son organismos que viven en el intestino humano y se alimentan de los nutrientes del huésped. Estos pequeños seres vivos pueden incluir una variedad de lombrices y gusanos, así como protozoos y otros microorganismos. Aunque pueden afectar a personas de todas las edades y regiones, son más comunes en áreas con condiciones sanitarias deficientes y falta de acceso a agua potable.

Pueden ingresar al cuerpo a través del consumo de agua o alimentos contaminados, por contacto con heces infectadas o mediante la picadura de insectos transmisores y una vez dentro del intestino, estos parásitos pueden reproducirse y causar diversas complicaciones en la salud.

Parásitos intestinales
Los parásitos intestinales pueden generarse por el consumo de agua contaminada. | Foto: Getty Images/iStockphoto

A la falta de agua apta para el consumo humano, otros factores que permiten su aparición y propagación son las escasas medidas de higiene como el lavado de manos después de usar el baño o antes de comer, así como la preparación de alimentos bajo condiciones y en lugares no desinfectados. Carnes como la de cerdo y los pescados crudos o poco cocidos también son potenciales generadores de estos parásitos.

Entre los parásitos más comunes que pueden infectar a los seres humanos se encuentra la Áscaris, el parásito intestinal más grande, cuyos huevos se caracterizan por encontrarse en el suelo y pueden ser ingeridos por medio de alimentos o agua contaminados; la Tenia que es un gusano plano que puede transmitirse al consumir carne de cerdo o vaca cruda o poco cocida que contiene larvas del parásito; el Tricocéfalo que se encuentra en el intestino grueso y su infección puede ocurrir a través del consumo de alimentos contaminados; y la Giardia, un protozoo que puede encontrarse en agua contaminada y alimentos mal lavados.

Los efectos de estos parásitos intestinales pueden variar dependiendo del tipo y la gravedad de la infección, no obstante, por lo general se presentan síntomas como el malestar gastrointestinal, la anemia y en casos más graves retrasos en el crecimiento y desarrollo, además de complicaciones neurológicas y respiratorias.

Para evitar adquirir estas infecciones, aunque son importantes las prácticas adecuadas de higiene y de cocción de los alimentos, también es fundamental el diagnóstico médico especializado que a partir de exámenes puede detectar la presencia de estos organismos y evitar consecuencias más graves para la salud. Por eso, para saber si se sufre de lombrices o parásitos intestinales una de las formas más efectivas es la prueba de huevos y parásitos (PHEP).

Parásitos intestinales
Parásitos intestinales | Foto: Getty Images/iStockphoto

También conocida como examen coproparasitoscópico, la PHEP es un procedimiento relativamente sencillo y no invasivo en el que generalmente se le proporciona al paciente un recipiente estéril para recolectar una muestra de sus heces.

Es importante que la muestra sea fresca y se recoja antes de que entre en contacto con el agua o el inodoro. La cantidad de muestra necesaria puede variar según el laboratorio, pero suele ser una pequeña cantidad.

Una vez obtenida la muestra esta es procesada por medio de un análisis microscópico para buscar la presencia de huevos, quistes, larvas o trofozoítos de parásitos intestinales. Dependiendo del tipo de parásito que se sospeche, el médico puede usar diferentes técnicas de tinción para mejorar la visualización de estos organismos y confirmar su dictamen.

El procedimiento también es utilizado en programas de vigilancia epidemiológica para conocer la prevalencia de parásitos intestinales en determinadas poblaciones y regiones y tiene como materia prima las heces ya que los parásitos intestinales y sus formas de vida reproductivas (huevos, quistes y larvas) se eliminan del cuerpo a través de las deposiciones.

Al analizar las heces, es posible detectar la presencia de estos elementos parasitarios y así diagnosticar las infecciones parasitarias que pueden afectar el sistema digestivo humano, y consecuentemente el tratamiento a seguir para controlar los síntomas del paciente y eliminarlos completamente.

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