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Cuando tu padre es Steve Jobs el sector tecnológico podría parecer el camino natural por el que transitar, pero Eve Jobs, hija pequeña del carismático cofundador de Apple y de Laurene Powell Jobs, decidió seguir sus propios pasos en una industria por completo ajena: la de la moda. Eso sí, previo paso por la Universidad de Stanford, donde se graduó en 2021. Antes de adentrarse de pleno en la moda, Eve optó por perseguir su sueño de convertirse en amazona profesional. La hípica fue un pasatiempo durante su infancia pero se convirtió en algo más serio a medida que crecía, participando en diversos campeonatos. Incluso se especuló que podría llegar a participar en los Juegos Olímpicos de Tokio, pospuestos de 2020 a 2021 a causa de la crisis del coronavirus.
De momento, la moda se ha cruzado en su camino y ha demostrado que no se le da nada mal. Con apenas 24 años ya se ha consolidado como uno de los referentes de estilo de su generación. En su último número dedicado a las it girls neoyorquinas de las últimas décadas, la publicación New York Magazine ha incluido a Eve Jobs, nacida en Palo Alto pero instalada en Nueva York desde hace un tiempo, como uno de los nombres que seguir de cerca este año.
Primeros grandes pasos en la moda
No cabe duda que en plena era de los nepo babies, el poderoso apellido de Eve ha jugado en su favor en muchas ocasiones. Desde hace poco más de un año, forma parte de la agencia DNA Models, la misma de supermodelos como Natalia Vodianova, Kaia Gerber o Emily Ratajkowski. En tiempo récord, ha alcanzado hitos profesionales que cualquier modelo de profesión no logra en toda su carrera. Por ejemplo, el pasado octubre se convirtió en la protagonista de portada de la edición japonesa de Vogue, mientras que poco antes, Nicolas Ghesquière (director creativo de Louis Vuitton) la eligió como rostro de la campaña del bolso Twist de la firma (en una de las fotografías aparece junto a un caballo en un guiño a su pasión por el mundo ecuestre). Sin olvidar su debut en la pasarela en 2021 de la mano de Coperni en su desfile primavera/verano 2022. Con todo, Eve Jobs ha optado por seguir un perfil discreto, en sus redes sociales la mayoría de su contenido está relacionado con sus proyectos profesionales y cuando aparece en una alfombra roja deja claro que tiene un estilo innato.
Desde hace un tiempo colabora con el todopoderoso Law Roach, uno de los estilistas más influyentes de Hollywood y artífice de los looks de iconos como Zendaya. Junto a él ideó el estilismo que llevó en la afterparty de la última gala de los premios Oscar, cuando se decantó por un favorecedor vestido de amplio escote drapeado firmado por Donna Karan. Con algunas licencias a las tendencias, sobre todo en sus apariciones en las semanas de la moda, ha encontrado en la sencillez más depurada su seña de identidad.
Minimalismo frente a tendencias Y2K
Adaptando este estilo a su corta edad, construye vestuarios atemporales que funcionan a la perfección sin necesidad de añadir tampoco grandes accesorios (una sencillez que mantiene en la naturalidad de sus looks de belleza, casi siempre con efecto cara lavada). Por el momento, Louis Vuitton, sello con el que mantiene un vínculo profesional, se ha convertido en una de sus firmas de cabecera cada vez que acude a un acto público. Así lo demostró en su debut en 2022 como invitada a la exclusiva gala MET, donde optó por un delicado diseño de transparencias ornamentado con detalles joya. En la edición de 2023 no la vimos en la alfombra roja pero sí en una de las fiestas posteriores, en concreto en la que organizó la diseñadora británica Stella McCartney.
Su estilo fuera de foco dista mucha de sus elecciones habituales. Tal y como ella misma reveló en una entrevista reciente a The Strategist, desde que la pandemia encumbró el chándal como básico universal, le ha costado renunciar a la comodidad de las prendas de inspiración comfy. "Creo que mucha gente pasó por esta fase de no usar pantalones durante la pandemia, ciertamente yo lo hice durante demasiado tiempo. Usaría vestidos camiseros o simplemente una camisa enorme y calcetines todos los días". Esa estética relajada se puede identificar fácilmente en los escasos looks de calle que comparte en sus redes sociales, donde no es demasiado activa pero acumula casi medio millón de seguidores. Faldas largas de hechura holgada, sudaderas de aire informal y calzado con suela track listo para patear el asfalto.
Eve Jobs no se suma a las tendencias pasajeras, tampoco encaja dentro de la estética dosmilera abanderada por algunos de los iconos centennials más influyentes y quizá precisamente gracias a su estilo personal, su incipiente carrera en el mundo de la moda avanza a pasos agigantados. Ahora, la prensa internacional la señala como uno de los referentes de estilo de su generación, habrá que seguir muy de cerca sus próximos movimientos.
