Cucaracha alemana

Pertenece a la familia Blatellidae. Es la especie dominante en el entorno urbano y su adaptación a éste ocurrió hace más de 2000 años. Se cree que su origen procede de Africa, aunque no se conocen poblaciones naturales de esta especie. En el entorno doméstico se encuentra relativamente restringida a zonas húmedas dentro de la casa como cocinas o baños. No suele encontrarse en zonas de exterior.

Morfología

Es una cucaracha de tamaño pequeño (10 a 15 mm de longitud), cuerpo ovalado, largas antenas y de aspecto grácil. Su coloración es marrón claro o amarillento, siendo las hembras ligeramente más oscuras que los machos. El pronoto tiene dos grandes bandas longitudinales oscuras. Las alas cubren por completo el abdomen de la hembra, y casi todo el del macho con excepción de la parte final. No suelen volar aunque son capaces de planear, especialmente los machos.

Las ninfas son de aspecto similar a los adultos, pero de color negro, con los márgenes de abdomen marrón y una banda clara en la parte media dorsal.

Biología

La característica que distingue a la cucaracha alemana de las otras presentes en los domicilios, es el hecho de que la hembra transporta la ooteca con ella hasta prácticamente  la eclosión de los huevos. La ooteca mide unos 7-9 mm de longitud y contiene de 35 a 48 huevos. Uno de los extremos de la ooteca, el que está en contacto con la hembra, no está esclerotizada y es permeable al agua, por lo que la hembra suministra agua a los huevos durante su desarrollo. Al cabo de 2-4 semanas, unas 24 horas antes de la eclosión de los huevos, la hembra deposita la ooteca en una zona protegida. Sin embargo, es común que los huevos eclosionen con la ooteca cuando todavía está siendo transportada por la hembra. Mientras la hembra lleva la ooteca permanece la mayor parte de tiempo escondida, reduciendo al mínimo sus movimientos, lo que incrementa la probabilidad de éxito en la supervivencia de la descendencia. Una hembra puede poner unas 6-7 ootecas, con un intervalo de tiempo de unos 20 días.

Una vez que nacen, las ninfas pasan por 6-7 estadios ninfales hasta llegar a adultos. Este ciclo dura unos 40 días en los machos y de 40 a 60 para las hembras. Los adultos copulan 7-10 días después de la última muda, y 11 días después la hembra produce la primera ooteca.  Los machos pueden vivir unos cuatro meses y las hembras unos seis.

Comportamiento

Son de hábitos predominantemente nocturnos. Se pueden alimentar prácticamente de cualquier materia orgánica, aunque para su desarrollo óptimo necesita comida con elevado contenido en proteína. Pueden sobrevivir sin alimento ni agua durante unos 12 días.

Las ninfas suelen tener un comportamiento gregario favorecido por la presencia de feromonas de agregación, generalmente en las excretas de los adultos, similares a granos de pimienta de unos 1,5 mm de tamaño, que marcan las zonas seguras. Esta feromona también regula.

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