Cultura

LETRAS REBUSCADAS. Reptilianos: un análisis de la teoría conspirativa del ufólogo David Icke II

Pueden infiltrarse en sociedades humanas por su habilidad de cambiar a voluntad a una apariencia totalmente humana; dicho en otras palabras poseen facultades camaleónicas o metamórficas

(Segunda parte)

Quienes afirman haber vistos a los reptilianos en su forma original los describen como creaturas antropomórficas con caras parecidas a las lagartijas o ranas de grandes ojos sobresalientes.

La razón por la cual pueden infiltrarse en las sociedades humanas es por su habilidad de cambiar a voluntad a una apariencia totalmente humana; dicho en otras palabras poseen facultades camaleónicas o metamórficas.

Como si se tratara de una película de StarWars o de un capítulo de Viaje a las Estrellas, el autor de “El Mayor Secreto”, describe entre ellos jerarquías y fisonomías distintas; los líderes serían los más altos, de casi tres metros. Esta elite reptiliana o Dracon tendrían la apariencia más extravagante: serían albino, con alas y cuernos; su semejanza con los demonios del judeo-cristianismo no sería para Icke ninguna casualidad; pues como veremos a continuación, para nuestro autor los diablos sí existen; pero son en realidad reptilianos que desde la cuarta dimensión se han materializado en este plano de la realidad.

La clase soldado y los científicos de esta ficticia especie carecerían de alas y tendría sangre fría. Llamados reptoides:

 

“Sus escamas son mucho mayores en la espalda y tienen tres dedos con un pulgar en oposición. Tienen tres dedos del pie con un cuarto hacia el lado de su tobillo y sus garras son pequeñas y desafiladas. Tienen ojos grandes como de gato que brillan rojos y una boca que parece más como una hendidura. Algunos tienen ojos que son descritos como negro y otros son blancos con pupilas verticales de color flama”(Icke, 1999, pág. 24).

 

Los famosos aliens grises serían la tercera categoría de extraterrestres bajo el mando de los Anunnakis o élite reptiliana. Como sí se tratará de una saga cósmica, con un tinte conspirativo, los reptilianos, según Icke, provienen, coincidentemente, de la constelación de Draco. Son conquistadores. Antes de arribar a la Tierra hicieron una parada en Marte, donde vencieron y sometieron a una raza nativa caucásica (con la que continúan enemistados en una secreta guerra).

Desde que llegan a un planeta investigan su flora y fauna; inventarían sus recursos con la intención de extraerlos. Si se topan con una especie inteligente la infiltran y echan andar con este fin todo un programa de cruzamiento o de mestizaje (Icke, 1999, pág. 17).

En el caso del planeta Tierra, desde los tiempos descriptos por la mitología sumeria, los anunnakis han estado mesclando su ADN con el humano para crear una raza hibrida. Estas criaturas resultantes de la manipulación genética son, por su origen y constitución, más sumisas y obedientes al control y dominio, desde la cuarta dimensión, de los reptilianos.

El linaje de estos híbridos luego dio origen a muchas de las familias aristocráticas blancas de Europa y sobre todo de Inglaterra. Gracias al gran Imperio Británico la influencia reptiliana se ha expandido a los cinco continentes.

Estas élites genéticas han conseguido encumbrarse en los más importantes puestos del poder político, religioso, militar, la banca y los negocios. En el decir de esta teoría conspirativa, dichos puestos han sido captados:

 

“por reptiles de la cuarta dimensión inferior escondiéndose detrás de una forma humana o por marionetas mentalmente controladas por éstas mismas criaturas. Operan a través de todas las razas, pero predominantemente la blanca” (Icke, 1999, pág. 19).

 

Haciendo todo un collages de teorías conspirativas y mitos modernos, Icke introduce en el tema reptiliano el asunto de las sociedades secretas. Las élites que a la sombra gobiernan el mundo, manipuladas por los anunnakis, han formado desde hace siglos hermandades a las que pertenecen los híbridos humano-reptiles. La sociedad secreta que lidera a todas estas fraternidades es la Hermandad de la Serpiente.

Un rasgo de los reptilianos como neo-mito postmoderno es que los seres por ellos descriptos son sumamente huidizos; nadie los advierte, se ocultan; no obstante, están en todas partes (son casi omnipresentes); ellos tienen el poder de facto sobre el destino de los pueblos. En este tenor, otro mito que añade nuestro autor a su abigarrado relato es el de las ciudades subterráneas. Si los reptilianos nos han invadido y están en nuestro planeta en buen número: ¿Por qué no advertimos su presencia? Pregunta de fácil respuesta, además de ser seres extraterrestre, inter-dimensionales, viven bajo Tierra; tienen bases subterráneas en las regiones más importantes del planeta.

Finalmente, en esta síntesis de mitos modernos, otro que es incorporado por Icke a su teoría ufológica conspirativa es el referente a la gran trama satanista que opera siniestramente a través de sus iglesias en el secuestro de niños para canibalescos o vampíricos sacrificios humanos. En este punto ya no queda claro sí los reptilianos son una raza conquistadora proveniente de otro mundo o seres extra-dimensionales cuyo lugar de origen es la cuarta dimensión inferior o también conocido como bajo astral, sitio reconocido en los esoterismos de élite y el popular como el lugar donde residen los demonios descritos por los monoteísmos de raíz judeo-cristiana.

Icke explica que cuando los satanistas invocan a los demonios lo que en realidad están atrayendo son reptiles de la cuarta dimensión. En estos demoniacos cultos los rituales de sangre obedecen a la necesidad de estos seres de consumirla; son entidades vampíricas; a su elite nuestro autor la denomina, como ya vimos, Draco;un termino que etimológicamente está emparentado con Drácula; el personaje de la novela de BramStoker cuya nombre, a su vez, significa dragón; y qué es dragón sino un reptil mitológico. Plateado así, es fácil deducir que la leyenda e historia de Drácula está inspirada en los reptilianos extra-dimensionales de elite. Para estos seres, los humanos, como ocurre en la serie V, invasión extraterrestre,somos su alimento; Icke es el primero en recomendar dicha serie porque, a su entender, describe los planes y las intenciones de los reptilianos.  

Aumentando la complejidad de su teoría, Icke sostiene que los reptilianos tienen ellos mismos otros amos; estos seres de la cuarta dimensión inferior a su vez siguen los dictados de criaturas aún más siniestras y misteriosas de la quinta dimensión y de allí podríamos seguir el encadenamiento hasta llegar, en mi opinión, a las creaturas del terror cósmico de Howard Phillips Lovecraft.