El toro y España, ¿indivisibles?

  • Lorena Martínez
  • BBC Mundo
Jairo Miguel con oreja de toro en la mano
Pie de foto, Lo que deleita a unos, horroriza a otros.

Seis toros en una sola tarde y con sólo 16 años de edad. Esa fue la hazaña de Jairo Miguel Sánchez Alonso, quien este fin de semana dejó felices a los aficionados y alarmados a quienes deploran el derramamiento de sangre por diversión.

El joven es un reconocido matador en Latinoamérica, donde toreo durante los años en los que no se lo permitían en España por no tener la edad indicada.

La faena del sábado atrajo la atención de aficionados y detractores, no sólo porque la edad promedio de los matadores en España es de 25 a 30, sino porque una corrida de toros tradicionalmente cuenta con tres toreros y dos toros para cada uno.

La atención que recibió la noticia de que Jairo Miguel estableció un nuevo récord en la historia de la tauromaquia, al convertirse en el matador más joven en lidiar en una corrida seis astados, resalta cuán difícil es la tarea de aquellos que buscan eliminar esta tradición.

El toro está grabado en la cultura española y es el protagonista de muchos de los festejos populares, señalan los defensores de la tauromaquia.

Más allá de las plazas

Dejando a un lado las corridas de toros, una de las fiestas más conocidas, se celebran casi 12.000 festejos taurinos al año en la geografía española, eso sí, nunca libre de polémica.

Los toros han formado parte de la cultura española desde los tiempos de los romanos en los que los ciudadanos acudían al circo para ser testigos de luchas entre gladiadores y animales.

"Los romanos viajaban con miles de soldados y familias, junto a animales, y entre ellos toros y bueyes en manada. A los toros los utilizaban en los circos tras achucharlos, lo mismo que a los leones y fieras. También los utilizaban muy a menudo en las batallas avivándolos contra el campamento enemigo", le explica a BBC Mundo Alberto de Jesús, director de la revista Bous al Carrer (en español, Toros a la calle).

Uno de los festejos más antiguos de los que se tiene constancia es el encierro de Cuéllar. En 1215 el obispado de la comarca publicó un sínodo en el que se regulaba la vida y el comportamiento del clero, prohibiéndoles que asistieran a "los juegos de toros".

Esta pequeña ciudad, situada al noroeste de España, cuenta con unos 10.000 habitantes, cifra que se triplica con la celebración del encierro.

Los toros son soltados a las afueras de la ciudad y escoltados por jinetes, mientras los participantes corren delante de ellos para guiarlos hasta el casco urbano.

"Se trata del único encierro que cuenta con una parte campestre y otra urbana", señala entusiasmado Juan Pablo de Benito, concejal de Festejos de Cuéllar.

"Es una explosión, la gente vibra con una tradición que queremos dar a conocer a nivel internacional. Vamos a reunirnos con municipios de otros países para crear una asociación de festejos taurinos", avanza el edil.

Toro de San Juan

Encierros en Cuellar
Pie de foto, Los encierros de Cuellar son uno de los más antiguos en España

Al parecer, a Cuéllar no han llegado las críticas de los protectores de animales.

No es lo mismo en el municipio de Coria, donde la tradición taurina se remonta al siglo XIII. Para los habitantes de esta ciudad el año no empieza hasta que no se celebra el Toro de San Juan, le comenta a BBC Mundo José Manuel Bueno, residente en Coria.

La parte amurallada de la ciudad se convierte en un improvisado recinto taurino en el que el toro es jaleado hasta llegar a la plaza de toros.

La fiesta incluía hasta el año pasado lanzarle al toro unos soplillos, que son unos conos de cartulina con un alfiler en su punta que se quedaban clavados en su piel.

"Es una práctica que se ha abandonado debido a las presiones de protectoras de animales que denunciaron el sufrimiento al que estos animales eran sometidos", explica José Manuel Bueno.

Torneo polémico

toro de la Vega en Tordesilla
Pie de foto, El Toro de la Vega en Tordesilla es uno de los festejos taurinos más polémicos.

A partir del siglo XV, la fiesta taurina llegó a la nobleza.

"Participar en los festejos taurinos era símbolo de valor y prestigio. El nacimiento de un príncipe, el coronamiento de un rey, el triunfo de una batalla se celebraba con un torneo en los que participaban caballeros, y lacayos, que tomaban parte cuando los nobles ya no podían dar caza al toro. Hoy en día existe el toro lanceado de Tordesillas con 500 años de historia que rememora estos hechos", explica el experto taurino.

Este torneo conocido como el Toro de la Vega, es uno de los que más polémicas despierta entre la sociedad.

"No se permiten cámaras de vídeo o de fotos para documentar el festejo pero el año pasado nos infiltramos para filmar el torneo con cámara oculta y ser testigo del sufrimiento del animal", explica a BBC Mundo Sharon Núñez, portavoz de Igualdad Animal.

"Varios jóvenes del pueblo corren detrás del toro -que es soltado en la vera del río Duero-, algunos a caballo otros a pie. El ganador del torneo es aquel que le clave una lanza. Al final, se le apuntilla porque la lanza generalmente no termina de matarlo", comenta Sharon.

Con motivo de este festejo, el partido Esquerra Republicana de Cataluña presentó una moción para evitar que las fiestas donde se maltratan animales no sean declaradas de interés turístico nacional, pero el resto de partidos políticos se opusieron.

Jugando con fuego

Otro de los festejos populares en España, principalmente en la Comunidad Valenciana, es el toro de fuego que se celebra en más de 140 municipios. Uno de los más famosos tiene lugar en las calles de Medinaceli.

Toro de fuego
Pie de foto, Más de 140 municipios cuentan dentro de sus festejos con el toro de fuego. Foto: Revista Bous al Carrer.

El Toro Jubilo se celebra a mediados de noviembre cuando la noche ya ha caído en el pueblo y la gente sale a la calle, donde el toro con unas bolas de fuego en las astas les espera.

Hay constancia documental en el Archivo de los Duques de Medinaceli de la celebración del Toro Jubilo el 29 de septiembre de 1559 para que lo vieran desde el balcón central del Palacio Ducal el rey Felipe III y su esposa tras su luna de miel: "Se encendieron muchas luminarias y se corrió un toro con husillos de fuego en los cuernos".

Desde Igualdad Animal se afirma que muchos de estos animales sufren quemaduras y se quedan ciegos por participar en estos festejos.

¿Perdiendo adeptos?

Según una encuesta realizada por la consultora Gallup en 2006, el 70% de los españoles no les interesa uno de los espectaculos taurinos más populares, las corridas de toros.

En Canarias no se celebra festejos taurinos desde hace dos años, dato que contrasta con la afición que hay en Castilla y León y la Comunidad Valenciana , donde se celebraron 2.195 y 2.700 respectivamente el año pasado.