La celebración del Año Nuevo Chino, que en 2024 se llevará adelante en febrero, es una de las festividades más importantes en la cultura china. Está cargada de tradiciones, rituales y simbolismos, los cuales han sido transmitidos de generación en generación durante miles de años.
A diferencia del Año Nuevo occidental, la fecha de este evento varía, ya que sigue el calendario lunar. Además, a cada edición se le atribuye un animal del zodíaco y un elemento, siendo este año el Dragón de Madera el protagonista.
Qué representa la figura del Dragón, el protagonista del Año Nuevo Chino 2024
El dragón chino es una criatura sagrada presente en los mitos y leyendas de esta cultura desde el año 3000 a.C. Opuesta al enfoque occidental, que lo ve como un monstruo amenazante y destructivo, la perspectiva oriental lo cataloga con atributos de lo más positivos.
En el zodíaco chino, el Dragón está asociado a varios significados atractivos. Se lo considera una figura auspiciosa y poderosa, símbolo de buena fortuna y nobleza. Además, es visto como un protector capaz de ahuyentar el mal y atraer bendiciones.
Por otro lado, se trata de un ser vinculado al éxito, la ambición y la capacidad para superar desafíos, y también es un símbolo imperial: en la antigua China, representaba el poder del emperador y se la atribuía la capacidad de garantizar buena suerte y protección.
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Dragón chino: ¿qué simbolizan sus formas y colores?
Los dragones chinos suelen tener diversos colores y formas y cada una de estas características se relaciona con distintos elementos y significados. Por ejemplo, el azul y el verde están vinculados a la naturaleza, la salud y la tranquilidad, y también a la curación, la paz y el descanso.
Asimismo, el blanco simboliza la pureza (aunque hay quienes lo asocian con la muerte y el duelo); el rojo, buena fortuna; el amarillo, poder, sabiduría y riqueza; y el negro, venganza o ciertas catástrofes como tormentas e inundaciones.
En cuanto a sus formas, puede verse el dragón espiritual, que es azul y controla tanto la lluvia como los vientos; el alado, conectado con la lluvia y, a veces, las inundaciones; el cornudo, vinculado en ocasiones a tendencias malignas y en otras a lluvias; y el del tesoro, capaz de proteger tesoros ocultos como metales preciosos y dinero.