Forma parte de la naturaleza humana el vivir la propia existencia en concordancia con la Justicia. Subsiste en el ser humano una especie de conciencia primordial y originaria de lo naturalmente justo. Aunque la forma en que esto se exprese, dependerá de cada cultura y cada momento. En esta ocasión nos detendremos en el aspecto simbólico de la diosa egipcia Maat como emblema de la Justicia.

La Maat 

Maat es un término abstracto que aparece tanto en copto, en babilónico, como en griego asociado a las raíces: ma-, maz-, met-, math-, los cuales entran en la composición de variados vocablos que contienen la idea de razón y de mediciones, como equivalentes a disciplina, ciencia, justa medida, lo que puede ser medido. Maat encierra los significados de Orden, Verdad y Justicia.

La Justicia en Egipto procedía de la divinidad, por lo que se representaba por la diosa Maat, hija del gran dios creador Ra. La justicia entonces, no era una noción relativa, ni dependía de los seres humanos, sino de Ra, que fija las reglas de la armonía universal.

Justicia, es un vocablo que procede del latín iustitia, de ius-, que se relaciona con el fundamento legítimo de algo, según su esencia. Por tal razón, la administración de justicia consiste en determinar y defender los derechos de los individuos de acuerdo con lo establecido por la ley, inspirada en la naturaleza. Las enseñanzas tradicionales asimilan la noción de Justicia Cósmica a la idea de Karma, ley por la cual cada ser humano en virtud de sus acciones recibe aquella recompensa o castigo que ha merecido.

Para Platón, la Justicia es una virtud social por excelencia y expresión de unidad armónica que debe reinar en el espíritu. Cicerón, se hacía eco de las ideas romanas, con la clásica definición de Ulpiano, que traducido del latín sería “Dar a cada uno lo que le corresponde”. Antes aún, los pitagóricos la habían tratado haciéndola consistir en la reciprocidad y en la proporción, aquello que seguía las medidas justas de la naturaleza.

Maat aparece tradicionalmente considerada como emblema de la Verdad, Justicia y Orden, éste último en el sentido de un orden cósmico, donde juega un rol central.  Ante las fuerzas del desorden, Maat instituye la norma, la medida, en todos los ámbitos de la creación, desde lo cósmico a lo social, que están enlazados por correspondencia constante.

Hija de la luz del Sol, al mismo tiempo que la Verdad, Maat otorgaba iluminación a los seres y las cosas, haciéndolas visibles, dándoles existencia. Se dice que una existencia se hacía verdadera y real cuando había sido tocada por Maat, es decir, después de haber visto la luz. Así, el mundo fue ordenado, no por el capricho o la casualidad, sino por una ley determinada y firme. Maat reúne a la vez los ritmos naturales y las normas sociales para fundirse en el Orden Cósmico.

Maat es el equilibrio del universo, imprescindible para mantener las formas creadas. Ese equilibrio denota orden universal, en conjunto con la ética, que consiste en mantener la conducta acorde a los valores elevados, a aquello que reviste una integridad inquebrantable en el ser humano, que proviene de lo más esencial de su ser, en toda circunstancia.

El faraón era considerado el nexo entre los Dioses y los hombres, por lo tanto, el encargado de hacer que Maat se encarnara cada día en la tierra siendo así el primer servidor de la maat.

Representaciones de Maat

Generalmente a la Diosa se la representa sentada sobre sus talones con sus brazos alados desplegados; también se la puede encontrar de pie, luciendo como tocado en su cabeza el principal atributo que la caracteriza: la pluma de avestruz, emblema de rectitud. En las manos puede portar el Ankh, la llave de la vida, así como el cetro de poder.

Cuando se representa con los brazos abiertos en forma de ángulo, implica señal de protección bajo sus alas. Hija del dios Sol Ra y esposa de Thot, dios de la Sabiduría.

Era la protectora de los jueces, quienes a menudo la llevaban como collar indicando su servicio a la maat, la justicia.

El concepto de maat en otras culturas

En otras culturas se encuentran deidades semejantes como Shamash en Mesopotamina, que además de ser el dios Sol, era dios del Orden y la Ley. En la Grecia clásica, se optó por una deidad femenina, Themis la del «buen consejo», encarnaba el orden divino, leyes y costumbres, como curiosidad tenía potestad para dictar sentencias al resto de dioses. Los romanos adoptaron a Themis como divinidad que encarnaba el derecho divino de la Ley, otorgándole el nombre de Iustitia. En algunos juzgados y colegios de abogados, aún hoy aparece representada a la entrada de los mismos. En ambos casos, la emblemática imagen es de una noble matrona que mantiene una espada que encarna la ley, una balanza como símbolo de la equidad y los ojos vendados en representación de imparcialidad. En la mitología nórdica o escandinava, el dios de la justicia, la paz y la verdad era Forseti, considerado el más sabio y elocuente de los dioses de Asgard.

Lo más factible es que cada panteón posea su forma de representación de la justicia, su manera de figurarla, como por ejemplo: Ida Ten para Japón emparentado con la victoria justa, la ley, protector del Dharma; o un Ishtaram de oriente sumerio; como tantos otros, pero no todas las modalidades podrían asimilarse a Maat, modelo completo y acabado, que personifica la Armonía del  Universo Celeste, teniendo también su aparición en el más allá, en la ceremonia del Peso del Corazón del difunto, en la que su vida es comparada con la ligera pluma de Maat, por lo que un corazón justo no lleva el peso del Karma.

El retorno de la maat

Aún cuando inexorablemente estamos destinados a evolucionar, tenemos un rol protagónico a través del libre albedrío de cómo transitar y proyectar nuestro destino. Para que pueda retornar la armonía sobre este mundo, es preciso que existan seres humanos capaces de vivir y de hacer vivir Maat. Hombres y mujeres, que sueñen con volver a instaurar la ética, el orden, la verdad y la justicia que hizo gloriosa en épocas lejanas la sagrada tierra de Egipto y que hace posible la felicidad entre los seres humanos, librando la eterna lucha contra las sombras, para romper las cadenas que atan al hombre al dolor y recuperar la necesaria y anhelada estabilidad y equidad de los individuos y de la sociedad.

“¡Alégrate, tierra entera! La Justicia ha vuelto a su lugar. Vosotros, justos, venid y contemplad todos; la justicia ha triunfado sobre el mal, los perversos han caído sobre su rostro, los ávidos condenados”. (Papiro Sallier)

Mirta López

Bibliografía

1 – http://www.acropolis.org.bo/estudio-simbolico-de-la-diosa-maat/

2 – https://blog.hernandez-vilches.com/general/dioses-y-justicia/

3 – Enciclopedia Monitor (editorial Salvat)4 – Ramsés, el hijo de la luz, de Christian Jacq (Columna Edicions S.A.)