Yuri Gagarin, 60 años después

Este 12 de Abril de 2021 se cumplen 60 años de un hito que marcaría la futura historia de la Humanidad: por primera vez un ser humano abandonaba nuestro planeta para orbitarlo en una nave espacial. En esta realidad de pandemia que nos toca vivir desde hace algo más de un año, es tan natural como imprescindible la conexión a internet, que nos permite acceder a datos, noticias e imágenes con una velocidad asombrosa. Esta interconexión global comenzó a gestarse con la exploración espacial.

En 1957 la Unión Soviética lanzó el Sputnik 1, primer satélite artificial de nuestro planeta, inaugurando la llamada carrera espacial, competencia técnica y científica que reflejaba en el espacio exterior el enfrentamiento entre las dos grandes potencias de entonces, la URSS y los Estados Unidos. En una rápida sucesión de logros, la URSS comenzó esta carrera a la cabeza. El Sputnik 2 llevó a bordo a la famosa perra Laika, que pereció en el espacio; poco tiempo después, el Sputnik 5 regresó a la Tierra trayendo a salvo a numerosos animales, entre ellos a los perros Belka y Strelka.  Este experimento exitoso abrió la posibilidad de enviar misiones tripuladas.

Esta progresión de logros alcanzó una cúspide cuando, el 12 de Abril de 1961, el Vostok 1 llevó consigo al primer ser humano en salir al espacio. Yuri Gagarin, un joven piloto de la Fuerza Aérea, fue seleccionado luego de un exigente y arduo programa de entrenamiento. Nacido en Klúshino, pequeño pueblo en la zona rural de Smolensk, en el seno de una familia de trabajadores de un koljós, contaba con 27 años recién cumplidos cuando dió una órbita completa en torno a la Tierra.

Serguei Páblovich Koroliov (Серге́й Па́влович Королёв), fue el artífice principal de la política espacial soviética. Presidió el Consejo de Jefes de Diseño de la URSS, hasta su muerte en enero de 1966. Su nombre se conoció públicamente solo luego de su muerte, alegando razones de seguridad. Hasta entonces se lo conocía como главный конструктор, Diseñador Jefe.

Ese 12 de Abril de 1961, se dió este diálogo entre Koroliov y Gagarin, en el instante mismo del despegue:

Koroliov: Etapa preliminar… intermedia… principal… ¡Despegue! Le deseamos un buen vuelo. Todo está bien.
Gagarin: ¡Vamos! Adiós, hasta pronto, queridos amigos.

La expresión coloquial “¡Vamos!”, ¡Poyejali! (Поехали!, que fue transformada en símbolo del inicio de la era espacial, aún hoy es usada en Rusia cuando se quiere comenzar algo importante.

La historia ha sido contada infinidad de veces. Luego de Gagarin los logros espaciales continuaron: la primera mujer en el espacio (Valentina Tereshkova), la primera caminata espacial (Alekséi Leónov), la llegada de humanos a la Luna gracias al proyecto Apollo de los Estados Unidos, con Neil Armstrong y Buzz Aldrin como pioneros, la exploración de todos los planetas de nuestro Sistema Solar, y una larga lista de hitos, cada uno más sorprendente que el anterior. Además de los Estados Unidos y la actual Rusia, otros países se han sumado a la investigación espacial: China, Japón, India, buena parte de Europa nucleados en la Agencia Espacial Europea, e incluso algunos países latinoamericanos han realizado contribuciones, más grandes o más pequeñas.

Pero la humanidad seguirá recordando, cada 12 de Abril, la sonrisa fresca de aquel hijo de campesinos del Oblast de Smolensk que de un modo tan espontáneo se despidió en el momento del despegue con un simple ¡Poyejali!.

Ante el fallecimiento de Osvaldo Vaio

En el día de ayer me enteré de la triste noticia del fallecimiento del Profesor Osvaldo Vaio. Su vida estuvo fuertemente ligada a la Astronomía en Uruguay. Docente en varios ámbitos, integrante del Departamento de Astronomía de la por entonces Facultad de Humanidades y Ciencias, fue conferencista en el Planetario de Montevideo, luego subdirector, secundando al Ing. Fernández Guido, y finalmente, en los 80 y 90 del siglo pasado, director de nuestra institución, hasta su retiro a mediados de 1995.

Su estilo personal, que apelaba constantemente al humor, era indisoluble con su modo de liderazgo. Al final de su gestión logró captar importantes donaciones de equipamiento de proyección por parte de una embajada extranjera, que permitió dar un salto en la calidad de la propuesta. Fue mi primer director, cuando en enero de 1995 ingresé como conferencista a través de un concurso que Vaio impulsó.

Estuvo presente en muchas de nuestras últimas actividades. El último contacto fue hace unos pocos meses, cuando el Prof. Alejandro Castelar, coordinador docente del Planetario, lo contactó telefónicamente para recabar algunos datos de la trayectoria de Gonzalo Vicino, fallecido en febrero pasado. Junto a Vicino, Juan Diego Sans y otras destacadas personalidades, Osvaldo Vaio formó parte de una generación de científicos, divulgadores y docentes que desarrollaron toda su carrera sin la existencia de internet.

De algún modo la sonrisa de Osvaldo seguirá resonando bajo el domo del Planetario, y se multiplicará en las risas de tantos niños y niñas que, más temprano que tarde, volverán a colmar nuestro querido Planetario.

Oscar Méndez Laesprella
Director del Planetario de Montevideo

Ellas en el cielo (IV)

Ellas en el cielo Profundo

Cielo profundo es un término astronómico utilizado para referirse a los objetos astronómicos más débilmente visibles que se encuentran a grandes distancias de la Tierra, como cúmulos estelares, nebulosas y galaxias. Por lo general los objetos del espacio profundo aparecen registrados en diferentes catálogos astronómicos como el catálogo Messier o el NGC (New General Catalogue). El telescopio que ha realizado observaciones de objetos a mayor distancia de la Tierra es el Telescopio Espacial Hubble.

Hermanas en el cielo: Las Pléyades y las Híades

Las Híades, en la mitología griega, fueron las siete hijas de Atlas y Etra, y medio hermanas de las Pléyades, Félise, Córonide, Eudora, Ambroxía, Feo, Polixo y Dione. Después de la muerte de su hermano Hiante, sus hermanas, las Híades, lloraron su muerte con tanta vehemencia que murieron de pena. Zeus, en reconocimiento de este amor, compadeció a las hermanas convirtiéndolas en estrellas y situándolas en la cabeza de Tauro.

Las Híades, también conocido como (Melotte 25 o Collinder 50) es el cúmulo abierto más cercano al Sistema Solar y uno de los mejor estudiados.  Dista de nosotros unos 142 años-luz. El grupo es  más o menos esférico y está compuesto por cientos de estrellas que comparten la misma edad, lugar de origen, composición química y movimiento a través del espacio. Es observable a simple vista en la constelación de Tauro y sus estrellas más brillantes forman una «V»(El Hocico del Toro) junto con la aún más brillante, la anaranjada Aldebarán (Alfa Tauri), estrella que no está relacionada con las Híades, ya que se encuentra mucho más cerca de la Tierra.

En la mitología griega, las Pléyades (en griego Πλειας Pleias, ‘muchas’; Πλειάδες Pleiades, ‘hijas de Pléyone’; o Πελειαδες Peleiades, ‘palomas’) eran las siete hijas del titán Atlas y la ninfa marina Pléyone (Maia, Electra, Alcione, Taigete, Asterope, Celeno, Merope).  Son hermanastras de Hiante y las Híades y, en algunas versiones, también de Calipso y de las Hespérides. Las Pléyades eran ninfas en el cortejo de Artemisa, y compartían con ella la afición por la caza.

Según algunos mitógrafos se señala que mientras las Pléyades viajaban con su madre, se encontraron con el gigante Orión, quien se enamoró de las jóvenes y las persiguió por muchos años. Para protegerlas de tal persecusión, Zeus las convirtió en palomas y finalmente las situó en el cielo.

Las Pléyades o las siete hermanas (Messier 45 o M45) es un cúmulo estelar abierto que contiene estrellas azuladas de muy alta temperatura, de corta edad (120 millones de años), ubicadas en la constelación de Tauro. Está entre los cúmulos estelares más cercanos a la Tierra (440 años-luz), y es el cúmulo que mejor se ve a simple vista en el cielo nocturno. Los astrónomos estiman que el grupo va a mantenerse unido aproximadamente durante otros 250 millones de años, dispersándose luego debido a las interacciones gravitacionales en su entorno galáctico.

Entre las estrellas más brillantes se observa una débil nebulosidad de reflexión a su alrededor. Se pensó en un principio que provenía de una disgregación de la propia formación del cúmulo. Pero ahora se sabe que es una nube de polvo no relacionada en el medio interestelar, a través de la cual las estrellas están pasando actualmente.

Una bruja en el cielo

En el imaginario colectivo, las brujas aparecen como ancianas desaliñadas, envueltas en andrajos, con el pelo estropeado o medio calvas, con arrugas y verrugas faciales, gordas o muy delgadas, y de expresión perversa. Desde un punto de vista estético, esta estampa representa todo aquello que era detestado y temido en una mujer: la fealdad, la vejez, e aspecto descuidado, y la actitud insumisa.

Perseguidas principalmente en Europa y América entre el siglo XV y el siglo XVII, fueron ejecutadas por practicar la «brujería», incluyendo en ese término una amplia serie de actos y circunstancias, desde la práctica de la medicina, la elaboración de brebajes y medicamentos, las prácticas adivinatorias, hasta conductas sociales rechazadas por las autoridades religiosas. Muchas veces bastaba con un único testimonio en contra de un vecino malintencionado, para condenar a una mujer por brujería. Si bien no se sabe a ciencia cierta el número de víctimas de la llamada “caza de brujas”, diversos historiadores estiman que en el período citado fueron asesinadas entre 50.000 y 110.000 personas, en su gran mayoría mujeres.

IC 2118, también conocida como nebulosa Cabeza de Bruja o NGC 1909, es una muy tenue nebulosa de reflexión. Se supone que es un antiguo remanente de una supernova o una nube de gas iluminado por la cercana supergigante azul Rigel (β Ori). Se encuentra en la constelación de Eridanus, muy cerca de  Orión, a unos 1000 años luz de la Tierra. La naturaleza de las partículas de polvo, que reflejan la luz azul más que la luz roja, es un factor para que IC 2118 sea vea de color azul. Las observaciones en ondas de radio muestran emisiones de monóxido de carbono a lo largo de algunas zonas de IC 2118, un indicador de la presencia de nubes moleculares y de formación estelar en la nebulosa.

Signos y constelaciones enamorados de una mujer

Es una de las pinturas que forman parte de la serie «Constelaciones», pintadas por  Joan Miró entre 1939 y 1941.

En esta serie de 23 pinturas vemos el característico estilo naif de Miró, con el que el artista busca adentrase en lo más profundo del subconsciente humano. Fue realizada en el periodo de madurez del artista. En ella están presentes algunos de los elementos característicos del autor en esta etapa de su obra:

  • El cielo estrellado  como elemento de evasión y huida de la dura realidad.
  • Los pájaros como nexos de unión entre el universo y la tierra.
  • La mujer como ente creador y protector.
‘Signos y constelaciones enamorados de una mujer’ · Joan Miró (1891 – 1983)

A modo de cierre

El Día Internacional de la Mujer, anteriormente denominado Día Internacional de la Mujer Trabajadora, conmemora cada 8 de marzo (declarado por las Naciones Unidas en 1975) la lucha de las mujeres por su participación en la sociedad y su desarrollo íntegro como persona, en pie de igualdad con el hombre.

Concluye aquí este viaje imaginario de cuatro episodios que fue propuesto al principio, y que representa solo una pequeña parte de un tema mucho más basto: cómo las diferentes culturas del planeta a lo largo historia han plasmado la presencia femenina en el firmamento.

Ellas en el cielo (III)

Ellas en el Sistema Solar

Venus (El Planeta de las Mujeres)

Venus, una de las deidades romanas más importantes, era la diosa del amor, la belleza y la fertilidad.  Conocida en la mitología griega como Afrodita, a su vez se le asocia con la diosa Astarté de los fenicios. Jugaba un papel muy significativo en las fiestas y mitos religiosos de Roma, siendo además la diosa de los jardines y los campos.

Venus, hija de Urano, a quien Saturno le cortó los genitales y después los lanzó al mar; al estar el semen en contacto con la espuma del mar, surgió la diosa del amor.  Venus sale del mar ya adulta,  sobre la caparazón de una almeja, y fue guiada por los vientos Céfiros hasta Chipre, donde la vistieron las Horas, para ser llevada hasta el mundo de los inmortales. Los otros dioses quedaron atónitos por su gran belleza.

Su nombre griego (Afrodita) da origen a la palabra afrodisíaco, y de su nombre en romano antiguo (Venere) proviene venerar, entre otras palabras.

En el planeta Venus, y con la única excepción del monte Maxwell, todas las características distinguibles del terreno adoptan nombres de mujeres: Cleopatra, Edith Piaf, María Callas, Greta Garbo… Hay casi 1000 nombres femeninos en los cráteres venusinos, que homenajean a mujeres  que han realizado contribuciones excepcionales o fundamentales en su campo (si tienen más de 20 km de diámetro) o nombres de pila femeninos comunes, si el diámetro del cráter es menor.

Venus es el segundo planeta más próximo al Sol y el que se acerca más a la Tierra. Es el cuerpo celeste más brillante del cielo, exceptuando el Sol y la Luna.

Es un planeta rocoso, sin satélites ni anillos. Su temperatura superficial de 462°C lo convierte en el planeta más caliente de todos, a pesar de no estar más cerca del Sol que Mercurio. Es además extremadamente seco y su presión superficial es 90 veces superior a la terrestre. Pese a que su tamaño es casi igual al de la Tierra, las circunstancias extremas mencionadas hacen que la vida en Venus sea muy poco probable.

Rota en el sentido opuesto al de la Tierra y de la mayoría de los planetas, es decir, de este a oeste. Su año es de unos 225 días, mientras que un día en Venus dura 243 días terrestres.

Ellas en el séquito de los gigantes

Los Planetas gigantes gaseosos del Sistema Solar poseen una gran cantidad de satélites. En particular, al momento de publicar este artículo se han confirmado 79 satélites de Júpiter y 81 de Saturno. Muchos de ellos llevan nombres de deidades femeninas de la mitología greco-romana. Como ejemplo podemos mencionar a Io, Europa, Callisto e Himalia en Júpiter y a Rea, Dione, Tetis y Febe en Saturno.

Io – En la mitología griega, Io era una doncella de Argos, sacerdotisa de la diosa Hera e hija de Ínaco y Melia, que fue uno de los amoríos de Zeus. Por el simbolismo de su historia, Io se identifica con la diosa egipcia Isis, y con la Astarté fenicia, mezclándose atributos e historias de las tres.

Io es el satélite galileano más cercano a Júpiter, y el tercero por su tamaño. Tiene la más alta densidad entre todos los satélites y, en proporción, la menor cantidad de agua entre todos los objetos conocidos del Sistema Solar, siendo además el que tiene mayor actividad volcánica. Sus volcanes, a diferencia de los terrestres, expulsan dióxido de azufre. Fue descubierto por Galileo Galilei en 1610.

Dione, en griego antiguo Reina Divina, es una diosa de la mitología griega, cuyo nombre es la forma femenina de Zeus. Diosa de la primera generación, hija de Urano y Gea, es una deidad de vaga presencia, que cobra protagonismo en el libro V de la Ilíada de Homero como madre de Afrodita. En este episodio, Dione parece ser la equivalente de Rea, la Madre de los Dioses, a quien Homero también situaba en el Olimpo.

El satélite Dione fue descubierto en 1684 por Giovanni Domenico Cassini. Está compuesto principalmente de agua congelada. Sin embargo, dado que Dione es la luna más densa de Saturno (exceptuando a Titán, cuya densidad es mayor por compresión gravitacional), seguramente debe tener materiales más densos en su interior, como por ejemplo rocas de silicio.

Ellas entre Marte y Júpiter

Los asteroides son cuerpos celestes rocosos, más pequeños que un planeta y mayores que un meteoroide, con tamaños que van de algunas decenas de metros a algunos cientos de kilómetros. La mayoría orbita entre Marte y Júpiter, en la región del Sistema Solar conocida como cinturón de asteroides; otros se acumulan en los llamados puntos de Lagrange (Troyanos) de Júpiter, y la mayor parte del resto cruza las órbitas de los planetas.

La palabra asteroide procede del griego, ἀστεροειδής, y significa «de aspecto estelar», en referencia a la apariencia que presentan cuando son vistos con un telescopio. Fue acuñada por William Herschel en 1802, aunque durante la mayor parte del siglo XIX los astrónomos los denominaron planetas. Hasta el 24 de marzo de 2006 a los asteroides se les llamaba también planetoides o planetas menores, sin embargo, estos términos han caído en desuso.

Hasta el 4 de noviembre de 2017 había 506,410 asteroides numerados para un total de 745.411 órbitas conocidas. El número de asteroides que habían recibido denominación definitiva ascendía a 21,157. Dada la existencia de múltiples proyectos de búsqueda, su número total crece continuamente. No obstante, si se sumara toda su masa, equivaldría solo al 5 % de toda la masa de la Luna.

En las denominaciones de los asteroides es muy profusa la presencia femenina, incluso en los asteroides más importantes. Algunos ejemplos: Ceres, Juno, Vesta, Astrea, Hebe o Iris.

Ceres fue el primer asteroide descubierto (Giussepe Piazzi-1801). En agosto de 2006 a consecuencia de una definición modificada y adoptada por la Unión Astronómica Internacional, Ceres pasó a ser clasificado como planeta enano.

En la mitología romana, Ceres era la diosa de la agricultura, las cosechas y la fecundidad. Su equivalente en la mitología griega era Deméter. De ella reciben su nombre los cereales.

Ceres era hija de Saturno y Ops, madre de Proserpina, hermana de Juno, Vesta, Neptuno, Plutón y Júpiter. Enseñó a los humanos el arte de cultivar la tierra, de sembrar, recoger el trigo y elaborar pan, lo que hizo que fuese considerada diosa de la agricultura. Su hermano Júpiter, prendado de su belleza, engendró con ella a Proserpina.

Ceres es un planeta enano y el objeto astronómico más grande del cinturón de asteroides; su diámetro de aproximadamente 945 km lo convierte en el trigésimo tercer objeto conocido más grande del sistema solar. Es un cuerpo geológicamente activo, con volcanes de hielo y embolsamientos de un océano antiguo que han sobrevivido.

Mujeres uruguayas en el firmamento

El asteroide (16277) fue nombrado Mallada en honor a Esmeralda H. Mallada, profesora en la Universidad de la República y astrónoma. Esmeralda Mallada fue profesora de astronomía en Secundaria durante 30 años, luego se licenció en astronomía en la Facultad de Ciencias con 61 años y dio clases durante 17 años en el Departamento de Astronomía de esa institución. Con 84 años la Prof. Mallada, retirada de la actividad docente y académica, se mantiene activa dando conferencias sobre astronomía y como presidenta honorífica de la Asociación de Aficionados a la Astronomía, institución que fundó cuando tenía 15 años en 1952.

(16277) Mallada es un asteroide perteneciente al cinturón de asteroides, descubierto el 4 de mayo de 2003 por el equipo del Spacewatch desde el Observatorio Nacional de Kitt Peak, Arizona, Estados Unidos. Emplea 1671,16 días en completar una órbita alrededor del Sol.

El asteroide (5659) 1968 OA1 fue nombrado Vergara en honor a la astrónoma uruguaya Gladys Vergara Gavagnin (1928-2016), conocida por sus cálculos sobre eclipses en una época en que no lo hacían las computadoras. Se formó junto al profesor Carlos Etchecopar y Félix Cernuschi, con quien realizó la agregatura para el profesorado, antes de que existiese el Instituto de Profesores Artigas (IPA). Formó parte de la primera generación de estudiantes del Departamento de Astronomía de la Facultad de Humanidades y Ciencia. La Profesora Vergara ocupó durante décadas la Cátedra de Astronomía del Instituto de Agrimensura (Facultad de Ingeniería), hasta su retiro. También fue directora del Observatorio Astronómico de Montevideo, cofundadora de la Asociación de Aficionados a la Astronomía y del Comité Nacional de Astronomía. También fue cofundadora y secretaria del Comité Antártico Uruguayo.

(5659) 1968 OA1 es un asteroide perteneciente al cinturón de asteroides descubierto el 18 de julio de 1968 por Carlos Torres y el también astrónomo S. Cofré desde la Estación Astronómica de Cerro El Roble, Chile. Emplea 1299,40 días en completar una órbita alrededor del Sol.

Una Shakesperiana Dama en Urano (Miranda)

Miranda es uno de los cinco satélites principales de Urano. Fue descubierto por Gerard Kuiper el 16 de febrero de 1948.

Como sucede con otros satélites de Urano, su nombre procede de la obra de William Shakespeare, concretamente de “La Tempestad”. En este drama, escrito y estrenado en 1611, al final de su carrera, Shakespeare introduce elementos sobrenaturales, recurriendo al mundo de los elfos y de las hadas, mezclándolos con las aventuras humanas. Miranda es uno de los principales personajes de la obra, siendo además su único personaje femenino.

Miranda es la luna más pequeña de los cinco satélites principales que posee el planeta Urano, y es también la más cercana. Posee una órbita casi circular, con un sentido contrario a la rotación del planeta. Está compuesta de una mezcla aproximadamente igual de hielo y roca.

Las imágenes tomadas por la nave Voyager 2 en 1986 revelan que su superficie es un conjunto de rocas amontonadas. Se aprecian grandes fallas, grietas, cañones profundos y acantilados. Los astrónomos consideran que a lo largo de su evolución, Miranda puede haberse fragmentado en varias ocasiones, volviéndose a unir posteriormente.

La Pascua, el Sol y la Luna

A modo de inicio:

La Pascua es una fiesta que año a año cambia de fecha en nuestro calendario y que constituye un momento fundamental para la Cristiandad Universal.

La Iglesia quiso ya desde un principio celebrar esta festividad que conmemora la  pasión y muerte de Jesús, en los mismos días que lo relatan los evangelios. En otro orden, ha sido tradición en los judíos celebrar su pascua (Pésaj, en hebreo פסח, ‘salto’) que conmemora la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud de Egipto.

Utilizando para su determinación el calendario lunar; por supuesto en la época de Jesús, la pascua se regía por los ciclos de la luna. Partiendo de esto, el calendario de Semana Santa, se obtiene a partir del día de la Resurrección, que es el domingo siguiente a la luna llena del mes de Nissan (el mes de los judíos) que corresponde a los días entre el 22 de marzo y el 25 de abril.

Muchas de las celebraciones a nivel universal son de carácter religioso, y en casi todos los lugares de origen cristiano, existen procesiones o desfiles de imágenes de Santos o representaciones bíblicas. Pero no todas estas celebraciones son iguales, dependen del país o incluso de las regiones.

Para aquellos que no profesan las religiones ya mencionadas, en general este tiempo es de descanso, esparcimiento y vacaciones.

En nuestro país Semana de Turismo es la denominación oficial a los cinco días que coinciden con la Semana Santa de la liturgia cristiana. Ese nombre tuvo su origen cuando el Estado uruguayo terminó de formalizar su separación de la Iglesia católica, en octubre de 1919.

También se la suele denominar Semana Criolla, Semana Ciclista, etc.

Un poco de historia:

A principios del siglo IV reinaba en la Cristiandad una gran confusión sobre cuándo debía celebrarse la Pascua cristiana o Pascua de Resurrección, con motivo del aniversario de la resurrección de Jesús de Nazaret. Habían surgido en aquel momento numerosas tendencias o grupos de practicantes que utilizaban cálculos propios.

En un primer intento de unificación, en el Concilio de Arlés (en el año 314), se obligó a toda la Cristiandad a celebrar la Pascua el mismo día, y que esta fecha habría de ser fijada por el Papa, que enviaría epístolas a todas las iglesias del orbe con las instrucciones necesarias. Sin embargo, no todas las congregaciones siguieron estos preceptos.

Concilio de Nicea

Es en el Concilio de Nicea (en el año 325) donde se llega finalmente a una solución para este asunto.

En él se estableció que la Pascua de Resurrección había de ser celebrada cumpliendo unas determinadas normas:

  • Que la Pascua se celebrase en domingo.
  • Que no coincidiese nunca con la Pascua judía, que se celebraba independientemente del día de la semana. (De esta manera se evitarían paralelismos o confusiones entre ambas religiones).
  • Que los cristianos no celebrasen nunca la Pascua dos veces en el mismo año. Esto tiene su explicación porque según la tradición, el año nuevo empezaba en el equinoccio primaveral, por lo que se prohibía la celebración de la Pascua antes del equinoccio real (antes de la entrada del Sol en Aries).

No obstante, siguió habiendo diferencias entre la Iglesia de Roma y la Iglesia de Alejandría, si bien el Concilio de Nicea dio la razón a los alejandrinos, estableciéndose la costumbre de que la fecha de la Pascua se calculaba en Alejandría, que lo comunicaba a Roma, la cual difundía el cálculo al resto de la cristiandad.

Dionisio el Exiguo:

Monje erudito y matemático del siglo VI, y el fundador de la era cristiana o Anno Dómini. Oriundo de Escitia Menor, (actualmente en Rumania y parcialmente Bulgaria) fue miembro de la comunidad de monjes escitas concentrados en Tomis, la ciudad principal de Escitia. Desde principios del siglo VI vivió en Roma, donde se convirtió en miembro de la Curia Romana.

Finalmente fue éste en el año 525 quien convenció a las autoridades eclesiásticas de las bondades del método alejandrino, unificándose al fin el cálculo de la Pascua cristiana.

Para dicho cálculo hay que establecer unas condiciones iniciales:

  • La Pascua ha de caer en domingo.
  • Este domingo ha de ser el siguiente al plenilunio pascual (la primera luna llena de la primavera boreal ú otoño austral).
  • Si esta fecha cayese en domingo, la Pascua se trasladará al domingo siguiente para evitar la coincidencia con la Pascua judía.
  • La luna pascual es aquella cuyo plenilunio (Luna Llena) tiene lugar en el equinoccio de primavera (vernal) del hemisferio norte (de otoño en el sur) o inmediatamente después.
  • Este equinoccio tiene lugar el 20 o 21 de marzo.
  • Se llama epacta a la edad lunar, al día del ciclo lunar en que está la Luna el 1 de enero del año cuya Pascua se quiere calcular. Este número varía entre 0 a 29 e indica la cantidad de días que transcurren del ciclo lunar de fases, que se inicia con la Luna Nueva.

Antes de proseguir es preciso dejar claro que en términos astronómicos, el equinoccio tiene lugar generalmente el 20 o el 21 de marzo (incluso el 19 según la zona horaria) y en el preciso instante en que el Sol en su trayecto aparente anual coincide con el llamado punto Aries o Vernal.

Así las cosas, queda claro que la Pascua de Resurrección no puede ser antes del 22 de marzo (en caso de que el 21 y plenilunio fuese sábado), y tampoco puede ser más tarde del 25 de abril, (suponiendo que el 21 de marzo fuese el día siguiente al plenilunio, habría que esperar una lunación completa (29.5 días) para llegar al siguiente plenilunio, que sería el 18 de abril, el cual, si cayese en domingo, desplazaría la Pascua una semana para evitar la coincidencia con la pascua judía, quedando: 18 + 7 el 25 de abril).

Por lo tanto, la fecha de la Pascua puede variar entre el 22 de marzo y el 25 de abril.

Las próximas fechas de la Pascua:

4 abril 2021Pascua 2021
17 abril 2022Pascua 2022
9 abril 2023Pascua 2023
31 marzo 2024Pascua 2024
20 abril 2025Pascua 2025
5 abril 2026Pascua 2026
28 marzo 2027Pascua 2027

A modo de síntesis:

Muchos acontecimientos de las culturas del mundo  de todos los tiempos, están directamente relacionados con sucesos astronómicos. Por ejemplo, la Semana Santa, festividad cristiana de recogimiento especial del año, guarda una estrecha relación con dos eventos relevantes para la astronomía, cuyo carácter es cíclico: el equinoccio y las fases lunares.

Ellas en el cielo (II)

Cintia · Diana · Selene… Ella, la Luna

En la mitología griega, Selene (en griego antiguo, Σελήνη) era la titán, hija de los titanes Hiperión y Tea, que personificaba a la Luna. Su equivalente en la mitología romana era la diosa Luna. Su principal papel era la de titan lunar pero en esta función terminó siendo identificada con Artemisa (Diana), la diosa cazadora, de forma que los escritores posteriores la describían como una hija de Zeus o de Palas. En el himno a Helios, su hermano y dios griego del Sol, Homero la hace hija de Hiperión y Eurifaesa. En otras historias Helios era el mismo Apolo, hermano gemelo de Artemisa.

En la genealogía divina tradicional, Helios, el sol, es su hermano: después que este termina su viaje a través del cielo, Selene comienza el suyo cuando la noche cae sobre la Tierra.

  • La Luna es el satélite natural de la Tierra, el único que posee.
  • La Luna se encuentra a una distancia de la Tierra de aproximadamente 384.400 kilómetros. Después del Sol, es el cuerpo más brillante visto desde la superficie terrestre, aunque su superficie es en realidad oscura.
  • Su origen tuvo lugar hace unos 4,5 millones de años después que un cuerpo de tamaño similar al de Marte chocó con la Tierra.
  • Realiza una órbita completa alrededor de la Tierra en unos 27 días y 8 horas. Realiza el movimiento de rotación a la misma velocidad. Como se encuentra en rotación síncrona (rotación y traslación lunar duran el mismo tiempo) con la Tierra, la Luna presenta la misma cara a ésta.
  • La Luna tiene una superficie sólida rocosa cuya característica más llamativa es la presencia de multitud de cráteres y cuencas. Como su atmósfera es casi inexistente, no provee ninguna protección contra el impacto de asteroides, meteoritos u otros cuerpos celestes, lo que permite la colisión de éstos con la Luna.
  • La Luna es el único cuerpo celeste que ha sido visitado por humanos (por primera vez el 20 de julio de 1969)
1 · Hypatia de Alejandría (360-415), 2 · Caroline Lucretia Herschel (1750-1848), 3 · Maria Mitchell (1818-1889), 4 · Annie Jump Cannon (1863-1941)

Ellas en la Luna (Las Mujeres  Lunáticas):

Lunática creciente, loca menguante, con el desequilibrio nuevo y la desorientación llena.
No le faltaba ni una fase lunar.

(Microcuentos) Rosa Muro

La luna ha fascinado a la humanidad a través de los tiempos. Mediante la simple observación con el ojo desnudo, uno puede distinguir dos grandes tipos de terrenos: las zonas escarpadas  relativamente brillantes y las llanuras más oscuras. A partir del siglo XVII, Galileo y otros astrónomos realizaron observaciones telescópicas, notando un solapamiento casi infinito de cráteres.

Existen 1608 cráteres lunares que han recibido un nombre propio (lista actualizada a 31/12/2017). La convención de la UAI  (Unión Astronómica Internacional) para nombrar estos accidentes selenográficos es la de usar los nombres de científicos, eruditos, artistas y exploradores ya fallecidos que hayan hecho contribuciones destacadas o fundamentales en su campo. También se nombran ciertos cráteres en honor a cosmonautas rusos y astronautas estadounidenses fallecidos.

Pero solo 28 de ellos honran a mujeres reales.

Por otra parte, hay algunos otros nombres femeninos en la Luna: unos pocos provienen de la mitología, como Artemisa, pero en muchos casos no honran a nadie en particular, como el cráter Ann, el cráter Carol, el cráter Grace, etc… así hasta treinta y siete nombres genéricos  femeninos que no se refieren a ningún personaje histórico.

A continuación una breve reseña de algunas de las ilustres “Mujeres Lunáticas”. Las personalidades elegidas están situadas en la “Cara Visible” de la Luna. Muchas otras figuran en lado “Oculto”.

  • Hypatia de Alejandría (360-415): Hypatia ​ fue una filósofa y maestra neoplatónica griega, natural de Egipto, ​ que destacó en los campos de las matemáticas y la astronomía, ​ miembro y cabeza de la Escuela neoplatónica de Alejandría a comienzos del siglo.
  • Caroline Lucretia Herschel (1750-1848): Fue una astrónoma alemana que vivió también en Inglaterra. Trabajó con su hermano Sir William Herschel en la elaboración de sus telescopios y en sus observaciones. Descubridora de múltiples cometas.
  • Maria Mitchell (1818-1889): Astrónoma, bibliotecaria, naturalista y educadora estadounidense. En 1847, descubrió un cometa llamado 1847 VI que más tarde se conoció como el «Miss Mitchell’s Comet» en su honor.
  • Annie Jump Cannon (1863-1941: Astrónoma estadounidense cuyo trabajo de catalogación de espectros de estrellas, fue fundamental para la actual clasificación estelar.​

Inicio del Otoño 2021 y el Equinoccio de Aries

Fotografía: ©Pablo Meneses

El Otoño Austral 2021 da comienzo el 20 de marzo a las 06:37 horas, en el instante del equinoccio de Aries.

Esta estación durará 92 días-15 horas-49 minutos, y terminará el 21 de junio con el comienzo del Invierno.

Los equinoccios del latín aequinoctium (aequus nocte), «noche igual», son los momentos del año (fines de marzo y setiembre), en los que el Sol está situado en el plano del ecuador celeste.

Ese día el Sol saldrá exactamente por el este y se ocultará exactamente por el oeste. También el día natural y la noche tendrán la misma duración (12 horas). Para un observador en el ecuador terrestre, el Sol alcanza su máxima altura en el cenit (el punto más alto en el cielo con relación al observador, que se encuentra justo sobre nuestra cabeza, vale decir, a 90°).

En la fecha del Equinoccio de Aries:
En el polo Norte, comienza un día que tendrá seis meses de duración. En el hemisferio norte, comienza la Primavera. En el polo Sur, comienza una noche que tendrá seis meses de duración.

El otro equinoccio es el de Libra (22 de Setiembre, 16:21 en 2021)
Los equinoccios realmente son un instante particular en el año calendario, que ocurre a una hora determinada; en vez de todo un día (aunque acostumbramos llamar equinoccio o día equinoccial a la jornada en que ocurre este instante).

¿Porque Aries y Libra?:
Además de lo ya mencionado, en el día de los equinoccios, en un determinado momento el Sol en su desplazamiento aparente anual coincide con uno de los llamados puntos equinocciales (Aries o Libra) que dan nombre al respectivo equinoccio, y como se indicó al inicio, astronómicamente da comienzo a la estación.

Ellas en el cielo

El modo en el que nombramos los objetos del cielo tiene sus orígenes en lo profundo de la historia de la Humanidad y ha ido evolucionando a lo largo de los siglos. Muchas culturas, atraídas por el espectáculo del firmamento, han dejado marcada su impronta en nombres de estrellas, constelaciones, planetas etc.

La presencia femenina en el cielo es muy profusa en ejemplos, desde figuras mitológicas hasta destacadas personalidades del quehacer Humano.


La Astronomía es Ella: Urania la Celestial
En la mitología griega, Urania (en griego Οὐρανία, ‘celestial’) es la musa de la Astronomía y las Ciencias Exactas. Comúnmente considerada hija de Zeus y Mnemósine, algunos mitógrafos sin embargo consideran que sería hija de Urano y Gea. Es la menor de todas las musas.

En general se la representa vestida de azul, simbolizando la bóveda celeste; suele portar un globo terráqueo, en el que mide posiciones con un compás. Tiene una corona o diadema formada por estrellas, que también están presentes en su manto. A sus pies, se encuentran esparcidos algunos instrumentos de matemáticas, razón por la cual se la considera de forma tácita, como musa de las matemáticas y de todas las ciencias exactas.

La Noche es Ella.
La Noche (Nyx o Nixe) es una diosa primordial. En la Teogonía de Hesíodo, la Noche nació del Caos.

Como una de las diosas más antiguas, Nyx jugó un papel relevante entre los antiguos griegos, por ser la responsable de la existencia de muchos de sus dioses más importantes. Dos de sus hijos fueron fruto de la unión con su hermano Erebo: Eter y Hemera, dioses del Cielo y de la Luz del Día respectivamente. Los griegos creían que el día comenzaba cuando Hemera salía del Tártaro (Inframundo) a la superficie, sustituyendo a su madre Nyx, y que la noche llegaba cuando la hija regresaba al inframundo y volvía a ser sustituida por su progenitora.

Ellas en el cielo estrellado.
Cassiopea y Andrómeda

En la mitología griega, Casiopea (en griego antiguo Κασσιέπεια o Κασσιόπεια) era hija de Arabio. Existen diferentes leyendas sobre ella: la más difundida la considera esposa del rey Cefeo de Etiopía, con quien tuvo a su hija Andrómeda. Casiopea se vanagloriaba, diciendo que su hija era más bella que las Nereidas. Este orgullo fue la causa de su desgracia, al provocar la ira de Poseidón, que envió al monstruo marino Ceto a devastar el reino. Tratando de salvar Etiopía, Cefeo y Casiopea consultaron al oráculo de Ammón, que les indicó que el único modo de apaciguar al dios del mar era ofrecerle a su hija en sacrificio. Andrómeda fue encadenada a una roca al borde del mar, a la espera de morir a manos de Ceto. Andrómeda finalmente fue salvada con Perseo, con quien luego se casó.

No queriendo dejar a Casiopea sin castigo, Poseidón la situó en los cielos atada a una silla en una posición tal que, al rotar la bóveda celeste, queda cabeza abajo la mitad del tiempo. La constelación de Casiopea se asemeja a este trono, que originalmente representaba un instrumento de tortura. Casiopea no siempre se representa atada a la silla como tormento; en algunas imágenes posteriores sostiene un espejo, símbolo de su vanidad.

Las constelaciones de Andrómeda y Cassiopea son típicas del Hemisferio Norte. La primera es visible muy próxima al horizonte Norte desde nuestra latitud en las noches primaverales. La segunda es totalmente invisible.


Virgo la Doncella Virgen
En la mitología griega, Virgo es la representación de Astrea, una titánide, hija de Zeus y Temis, quien era la diosa virgen que llevaba los rayos de Zeus en sus brazos.

El término “virgo” en su significado original no tiene que ver con la virginidad sexual, significa sencillamente una mujer que no se casó, o sea una mujer que no pertenecía a nadie y cuya identidad le era propia; era en suma, una mujer dueña de sí misma.
En la mitología abundan las diosas vírgenes y muchas de ellas, paradójicamente vírgenes y fecundadas, no por un mortal sino por el espíritu o algo numinoso o incorpóreo que proviene de su interior o de lo alto.

Una de estas diosas virginales es Perséfone, figura relacionada con la constelaciń de Virgo. Deméter y Perséfone (Ceres y Proserpina para los romanos) son las diosas gemelas percibidas como madre-hija, que representaban para los pueblos de la antigüedad los poderes de la naturaleza, su transformación y su emergencia cíclica.

Deméter se relaciona también con la diosa egipcia Isis, la fenicia Astarté y la mesopotámica Ishtar.

Virgo (la virgen) es una constelación del zodíaco. Se encuentra entre Leo al oeste y Libra al este y es una de las constelaciones más grandes visibles en el cielo. En nuestra latitud es apreciable claramente desde el inicio de la noche en el Otoño.

Es representada en las antiguas cartas celestes como una doncella alada, a menudo portando dos manojos de trigo, una de ellas señalada por la brillante estrella Espiga o Spica, la «espiga» de los agricultores medievales. La localización de Virgo es fácil gracias a esta estrella.

Hace 240 años…

He mirado más lejos en el espacio que nunca un ser humano antes que yo.
(William Herschel)

Urano es el séptimo planeta del sistema solar, el tercero de mayor tamaño, y el cuarto más masivo. Aunque es detectable en el umbral de la visión a simple vista en el cielo nocturno, no fue catalogado como planeta por los astrónomos de la antigüedad debido a su escasa luminosidad y a la lentitud de su movimiento orbital. William Herschel anunció su descubrimiento el 13 de marzo de 1781. Urano es también el primer planeta descubierto por medio de un telescopio.

Alias 34 Tauri:

Urano ya había sido observado en muchas ocasiones antes de su descubrimiento como planeta, pero generalmente se confundía con una estrella. La observación más antigua de la que se tiene referencia data de 1690 cuando John Flamsteed observó el planeta al menos seis veces, catalogándolo como «34 Tauri».

El astrónomo francés Pierre Charles Le Monnier, observó a Urano al menos en doce ocasiones entre 1750 y el 1769, e incluso en cuatro noches consecutivas.

Para el año 1738 el astrónomo inglés John Bevis dibujó al planeta Urano como tres estrellas en posiciones sucesivas, en su atlas «Uranographia Britannica», dichas observaciones fueron hechas entre los meses de mayo y julio de 1738, sin embargo Bevis no detectó los rasgos de planeta. A raíz de las distintas observaciones hechas a estas fechas se les conoce en la Astronomía como la era de los predescubrimientos.

John Flamsteed (1646-1719) (izquierda) y Pierre Charles Le Monnier (1715 – 1799) (derecha)

Descubrimiento:

Sir William Herschel observó el planeta el 13 de marzo de 1781, con su nuevo telescopio reflector de 152 mm (diseñado por él mismo), un objeto no registrado en la constelación de Géminis, mientras estaba en el jardín de su casa ubicada en 19 New King Street en el pueblo de Bath (Condado de Somerset). Escribió en su diario «En el cuartil cerca de ζ Tauri […] o bien [una] estrella nebulosa o quizá un cometa».  Aunque en un principio (el 26 de abril de 1781) reportó que se trataba de un «cometa», notificó su descubrimiento a Nevil Maskelyne que, desconcertado, le respondió el 23 de abril: «No sé cómo llamarlo. Es igual de posible que sea un planeta regular moviéndose en una órbita casi circular alrededor del Sol, como un cometa moviéndose en una elipse muy excéntrica. Todavía no le he visto ninguna cola».

Urano en la noche de su descubrimiento (13 de Marzo de 1781 a las 22:30 hs; Bath, Gran Bretaña), y
réplica del Telescopio con el cual Herschel descubrió Urano

Mientras que Herschel continuaba describiendo prudentemente su nuevo objeto como cometa, otros astrónomos ya habían empezado a sospechar que no lo era. El astrónomo ruso Anders Johan Lexell estimó que su distancia era 18 veces la distancia entre el Sol y la Tierra, y no se había observado ningún cometa con un perihelio que llegara a cuatro veces la distancia Sol-Tierra. El astrónomo berlinés Johann Elert Bode describió el descubrimiento de Herschel como «una estrella móvil que podría ser un objeto parecido a un planeta desconocido hasta ahora, que circula más allá de la órbita de Saturno». Bode concluyó que su órbita prácticamente circular era más propia de un planeta que de un cometa.

Pronto se aceptó universalmente la idea de que el nuevo objeto era en sí un nuevo planeta. En 1783, el mismo Herschel reconoció este hecho al presidente de la Royal Society Joseph Banks: «Según la observación de los astrónomos más eminentes de Europa parece que la nueva estrella, que yo tuve el honor de señalarles el 13 de marzo de 1781, es un Planeta Primario de nuestro Sistema Solar». En reconocimiento a su contribución, el rey Jorge III concedió a Herschel una renta anual de doscientas libras a condición de que se trasladara a Windsor para que la familia real tuviese la posibilidad de mirar el planeta a través de sus telescopios.

Jorge III de Gran Bretaña (1738 – 1820)

Un dilatado bautismo:

Maskelyne pidió a Herschel «que hiciera el favor a toda la comunidad astronómica de llamar su planeta, que es completamente vuestro, por el descubrimiento del que estamos en deuda con usted». En respuesta a la petición de Maskelyne, como se ya se mencionó Herschel decidió nombrar el objeto «Georgium Sidus» (la estrella de Jorge) en honor a su nuevo patrocinador, el rey Jorge III que acababa de perder las colonias británicas en América, pero había ganado una estrella.  Explicó su decisión en una carta a Joseph Banks.

Sin embargo, el nombre no perduró más allá de Gran Bretaña. Lalande, un astrónomo francés, propuso llamarlo Herschel en honor a su descubridor; el astrónomo sueco Erik Prosperin, por su parte, propuso el nombre de «Neptuno» para el nuevo planeta descubierto, algo que secundaron muchos de sus colegas con la idea de conmemorar a la Marina Real Británica en el curso de la revolución estadounidense llamando al nuevo planeta «Neptuno Jorge III» o «Neptuno de Gran Bretaña». Finalmente fue el astrónomo alemán Johann Elert Bode quien acuñó y optó por la versión latinizada del dios del cielo de la mitología griega «Urano», padre de Cronos (cuyo equivalente romano daba nombre a Saturno), aduciendo que ya que Saturno era el padre de Júpiter, lo más lógico era que el nuevo planeta tomara nombre a su vez del padre de Saturno. Finalmente se eligió «Urano», sin embargo, el HM Nautical Almanac siguió listándolo como «Georgium Sidus» hasta el año 1850.

Johann Elert Bode (1747-1826)

Nomenclatura:

Urano es el único planeta cuyo nombre deriva tanto de un personaje de la mitología griega como de la mitología romana; del griego «Οὐρανός» (Ouranos), que significa ‘cielo estrellado’, ‘firmamento’; latinizado, Uranus es un titán primordial personificador del cielo. Su equivalente en la antigua mitología romana era Caelus.

«Urano y la danza de las estrellas», obra de Karl Friedrich Schinkel 1834

El símbolo astronómico de Urano se representa como un híbrido entre los símbolos del planeta Marte y el Sol, puesto que Urano era dios y personificación misma del cielo en la mitología griega, el cual creían dominado por los poderes combinados del Sol y de Marte. El símbolo fue sugerido por el astrónomo francés Jérôme Lalande en 1784. En una carta a Herschel, Lalande lo describía como «un globe surmonté par la première lettre de votre nom» («un globo coronado por la primera letra de su apellido»). En las lenguas de China, Vietnam, Japón y Corea la traducción literal del nombre del planeta es «la estrella reina del cielo».

William Herschel (1738 – 1822)

Músico-Astrónomo y Caballero:  

William Herschel nació en Hannover el 15 de noviembre de 1738, Brunswick-Luneburgo, Sacro Imperio Romano Germánico, actual Alemania. Comenzó como músico, la misma profesión de su padre. En 1757, escapando de la ocupación francesa de Hannover, emigró a Inglaterra, donde se ganó la vida como copista musical hasta 1767, año en que fue elegido organista de una iglesia en Bath.

Su interés por la teoría de la música le condujo a las matemáticas y en última instancia a la astronomía. Herschel construía sus propios telescopios de grandes espejos, los cuales fueron reconocidos como los mejores de su época, incluso superiores a los que se usaban en Greenwich.

En 1772 su hermana Carolina, con quien compartía la pasión por la astronomía, se fue a vivir con él a Bath, transformándose en su asistente de observación. Además de trabajar con su hermano, por cuenta propia descubrió ocho cometas y tres nebulosas, asimismo elaboró diversos catálogos. Su trabajo fue reconocido en mayor medida tras su muerte en 1848, a los 97 años. Es considerada la primera astrónoma profesional.

William y Carolina Herschel en una sesión de observación

En 1781 se ganó una enorme reputación con el descubrimiento del planeta Urano, el primero descubierto desde la Antigüedad, tras lo cual fue galardonado por la Royal Society de Londres con la medalla Copley. En 1782 Jorge III de Inglaterra lo nombró astrónomo real, y se trasladó entonces a Datchet, cerca del castillo de Windsor. En 1786 se instalaría definitivamente en Slough.

A diferencia de sus contemporáneos, y gracias a la calidad de sus telescopios, Herschel concentró sus observaciones en los cuerpos celestes más distantes. Catalogó dos mil nuevas nebulosas, ochocientas estrellas dobles, dos satélites de Urano (Titania y Oberon), dos de Saturno (Mimas y Encelado) y los cometas de los años 1807 y 1811. Estudió las estrellas dobles, y le corresponde la determinación de que esta duplicidad no era debida a un efecto de perspectiva sino a un vínculo físico entre las estrellas.

También son destacables sus aportaciones teóricas sobre la estructura del Universo y su evolución. Defensor de la composición estelar de las nebulosas, fue el primero en discernir la estructura de nuestra galaxia, la Vía Láctea.

En 1788, contrajo matrimonio con la viuda Mary Baldwin Pitt, que había estado casada con el poderoso comerciante londinense John Pitt. La señora Pitt había perdido a su primer esposo dos años antes de conocer a Herschel. En 1792 dio a luz al único hijo del astrónomo, John Herschel.

En Herschel 1801 viajó a París, donde se reunió con los renombrados científicos franceses Pierre Simon Laplace y el ya anciano Messier. Enterado Napoleón de la presencia de estas tres celebridades reunidas, los recibió en su despacho oficial y pasó con ellos largas horas interesándose por sus descubrimientos. En 1806 éste le impuso la Cruz de la Legión de Honor.

 Herschel falleció el 25 de agosto de 1822 en su casa de Slough, a la avanzada edad de 84 años. Trabajó hasta los últimos momentos con un telescopio de mediana abertura, ya que el mayor que construyó dejó de utilizarlo en 1815.

Al morir William, su hermana Caroline abandonó Inglaterra y volvió a Hannover. Su esposa Mary se quedó en el hogar familiar hasta su propia muerte, ocurrida diez años después.

John Herschel se convirtió a su vez en un astrónomo tan reputado como su padre, y durante los once años siguientes a la muerte de aquel continuó perfeccionando, corrigiendo y profundizando las magníficas observaciones de William.

John Herschel  (1792 – 1871)

240 años después:

La imagen final nos muestra la posición de Urano en el cielo del anochecer el 13 de Marzo de 2021, para un observador de Montevideo.

Urano el 13 de Marzo de 2021 a las 20:30 hs (Montevideo)

 A modo de cierre:

Herschel murió con casi 84 años de edad, cifra que curiosamente coincide con el período orbital de Urano.  En efecto, toda la vida del eminente astrónomo se desarrolló en lo que este planeta demora en completar una órbita en torno al Sol.  Su descubrimiento amplió por primera vez en la historia las fronteras, por aquel entonces conocidas del sistema solar. Fronteras que aún hoy no son del todo conocidas.