El santuario de nuestra señora de san juan

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El Santuario de Nuestra Se単ora de San Juan


Una Guía para los peregrinos.

P. Jaime E. Gutiérrez.

EL SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE SAN JUAN, UNA GUÍA PARA LOS PEREGRINOS PRESENTACIÓN San Juan de los Lagos, Jalisco, nació y se sigue desarrollando en torno a Nuestra Señora de San Juan. Ella le da todo su sentido y sin Ella, San Juan no se puede imaginar ni un solo día. Su grandioso Santuario es el corazón de San Juan y todas las venas de sus calles que cruzan montes y río, todas confluyen y reciben vida de Nuestra Señora de San Juan. Este pueblo es el más grande Milagro que la Virgencita ha hecho y sigue haciendo. Lo hizo surgir de la nada y en quinientos años, ha crecido, hasta ser la populosa ciudad, que nunca se imaginó ser. Y todo, gracias a Nuestra Señora de San Juan. Desde que la Virgen fue conocida por sus inagotables milagros, todos los caminos llevan a San Juan. Pareciera que de todas partes se ven las torres maternales de San Juan. Pareciera que, al verlas, la Santa Imagencita se agiganta y todos, de lejos y de cercas, alcanzan a gozar sus ojos grandes y amorosos. Como flores brotadas de la noche, cada aurora, amanecen peregrinos camino al santuario, atraídos por la mística rosa de cantera, levantada contra el mágico azul del cielo siempre raso que esconde a la bien amada Virgencita. El santuario y su singularísima silueta significan a San Juan; y su Virgencita, toda… es “de” San Juan. Los que vienen, vienen a ver a la Virgen de San Juan. Y los que se van; todos se van enamorados de Ella.

I.- EL SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE SAN JUAN DE LOS LAGOS 1.- UBICANDO EL SANTUARIO Para empezar a hablar del santuario de Nuestra Señora de San Juan hay que comenzar diciendo que está fincado en el mejor lugar de San Juan; en el corazón de San Juan. Su manzana es: la manzana de oro. En ella se desplanta todo y solo el santuario. Pero el santuario es más que el santuario mismo; están, también ahí, sus demás espacios sagrados necesarios. Y todo su conjunto, de donde quiera que se admire, es armonioso. Es bello su paisaje de cantera. Visto desde el aire, se desplanta el santuario como una gigantesca cruz latina coronada regiamente con una cúpula sobriamente colorida y lanzando al aire, como saetas, muy labradas sus dos altísimas torres. Todo sobre un techo, de burbujas de color de teja. Los espacios que no se ven pero se adivinan, son: la Capilla del Santísimo que está detrás del crucero norte. Y más detrás, está la Sala penitencial bajo un sotobanco de piedra gruesa. Sobre

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de ella está levantada la Capilla Camarín que se comunica por el costado sur donde está, también, la Sacristía, al fondo. Y comunicada internamente está la Colecturía que da su frente al atrio. Dentro de este espacio, en segunda planta, muy poco tiempo estuvo la casa del segundo abad por el que se dio en llamar “Abadía”. Su puerta de acceso da a la calle Diana. 2.- EL ATRIO1: En 1825 se hizo la decoración del atrio. En ese tiempo el atrio contaba con cuatro entradas de gradas para subir al mismo; tres en dirección a otras tantas puertas y fachadas principales y laterales del templo, y la otra, era la llamada “Entrada de peregrinos” (ubicada en el lado norte, haciendo esquina con la actual Presidencia Municipal). Esta puerta última, originalmente, en lugar de columnas tuvo, en sendos pedestales, plantados en su frente, dos medallones entallados de palmas y laureles y en el centro e scritas unas décimas. Y cerrado todo el espacio estaba, ya desde entonces, con una balaustrada dividida por trece pedestales, sobre los que están sentados unos jarrones haciendo un todo muy hermoso. Así lo describe el sanjuanense Benigno Romo, en 1838.2 El atrio actual, todo su piso, es de piedra Luxor; y se levanta grande, sobre una plataforma de dos metros de altura, más arriba que el nivel de la plaza. Unas cenefas discretas decoran el pavimento y visualmente dividen sus espacios. Con la sobriedad del neoclásico, quedó cerrado este espacio sagrado con un balaustrado, todo de piedra, que hace una bella y transparente filigrana de piedra uniforme, rematada con macetones, cerrados en tapa de copa que interrumpen la monotonía de lo largo y le dan grandeza al atrio. Sobre la explanada del atrio, en el lado norte, se levantan grandiosos dos monumentos: una cruz atrial Trinitaria, toda de cantera, que conmemora el año jubilar 2000. Y el segundo monumento saluda, desde un pedestal de cantera, la bella y cautivante figura en bronce del Santo Padre el Papa Juan Pablo II. Obra del escultor Felipe Flores. Inaugurada el 8 de mayo de 2010 para conmemorar el vigésimo aniversario de su Visita a San Juan de los Lagos. Las cinco entradas al atrio, las cierran recios canceles3 de caprichosas y simétricas serpentinas de hierro forjado, flanqueados por muy altas columnas toscanas, estriadas y redondas, rematadas con gigantescas piñas señalando, como astas, las cinco entradas del santuario.

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El acaudalado Padre José Manuel Flores Cervantes solicitó a las Autoridades del Santuario la aprobación para costear la balaustrada del atrio, pidiendo que se hiciera transparente, baja, y de cantera, de forma que le dejara ver y disfrutar las danzas desde su casa (la actual Presidencia Municipal). 2 El célebre sanjuanense BENIGNO ROMO, en 1837, al hacer una Estadística de San Juan de los Lagos, habla con detalle del edificio del Santuario. Cf. BOLETÍN DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE GEOGRAFÍA Y ESTADÍSTICA, 1° época, t. II, 1864, pp. 84-92. 3 Los tres más antiguos canceles (entrada principal, y laterales centrales) llevan, en latín, una invocación. Principal: MARIA SINE LABE ORIGINALIS CONCEPTA (María sin mancha concebida) ORA PRO NOBIS. Norte: SANCTA DEI GENITRIX (Santa Madre de Dios) ORA PRO NOBIS. Sur: MATER CHRISTI (Madre de Cristo) ORA PRO NOBIS. La quinta entrada es nueva; se abrió a finales del siglo XX.

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3.- LAS TORRES Y CÚPULA: Al entrar a San Juan se impone a la vista el magnífico santuario de Nuestra Señora de San Juan. Imposible de ocultar las dos agujas de sus torres, al mismo tie mpo, finas y fuertes. Su cúpula, en perfecta sintonía con la altura de las torres, se levanta como regia corona imperial de cantera en gajos de cenefa colorida que canta: “VENI DE LIBANO ELECTA MEA, VENI DE LIBANO MATER MEA, VENI CORONABERIS SPONSA MEA, VENI DE LIBANO SOROR MEA”. Sus torres, indecibles en su estilo, versión neoclásica, barroca y hasta gótica, por su mística altura, arrancan de dos cubos limpios solamente dibujados por sus bloques macizos de cantera multi-rosada; que dan la sensación de apacibles fortalezas imposibles de mover; y que se adornan con cuatro mínimas ventanas rectangulares, ojos de luz, para iluminar internamente la oquedad de sus cubos. Estas torres del santuario, ciertamente en sus tres primeros cuerpos de columnas y fachadas, son neoclásicas. Y - yo diría- que son también barrocas en su friso y cornisas desbordadas, en un gracioso olán que gira, en redondo movimiento. Las dos simétricas y perfectas torres, terminan en un sutil adelgazamiento de sus cuatro cuerpos, ciñéndose y dando remate, en el cuarto cuerpo, ya sin columnas, con una barroca corona de cantera de leve solideo color mostaza que recibe una linternilla esbelta y neoclásica, por sus columnas, y barroca, por su copa también color mostaza, preparada para ser peaña de una cruz y rosa de los vientos, forjada en fierro. En los dos primeros cuerpos de las torres, por sus cuatro lados, al pie de cada balcón cae un liso pendón de piedra, barroco y colonial que, en lo alto, ostenta un blasón con un escudo bien tallado bajo el caprichoso y ondulante olán en el roleo de su solemne interrupción. Y, en el tercer cuerpo, está sólo el pendón exquisitamente labrado4. 4.- LAS CAMPANAS “Para lenguas, campanas y pan, solo San Juan” es el viejo dicho de los peregrinos. Quien ahora visita a San Juan puede comprobar el mismo refrán, pero con otras campanas nuevas y otras recetas del exquisito pan. Y ¿las lenguas…? Nunca se acabarán porque son las lenguas las que hablan de las campanas y del pan, y… a veces, también de los demás. No hubo expectativa por escuchar las campanas nuevas del tercero santuario de la Virgen de San Juan, porque, cuando llegó a su nuevo templo, en 1769, sonaron las campanas, sí, pero del santuario que dejaba. Y sucedió así por la sencilla razón de que, cuando ocurrió el traslado de la santa Imagencita, todavía no había torres. Esto sucederá, en 1784 y 1790, respectivamente. ¿Cuándo se estrenaron, pues, las primeras campanas del tercer santuario? No lo sabemos. Las campanas más antiguas del tercer santuario, los archivos ratifican que, todas, vinieron del 4

En los blasones hay: 1er. Cuerpo: Monogramas marianos coronados y sostenidos por ángeles volando. 2do. Cuerpo: Tiaras pontificales sostenidas por ángeles. Y 3er. Cuerpo: marcos caprichosos de adornos vegetales.

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segundo santuario, porque los inventarios dicen que sólo una campana se dejó para la nueva parroquia, en 1769.5 El dato más significativo sobre las campanas de la Virgen de San Juan nos lo da el Historiador sanjuanense Pedro María Márquez. Nos cuenta que , estando de Capellán Mayor Luis Ávila (1833-1845) funcionó el primer taller de orfebrería en San Juan. También, por iniciativa suya, pasó a ser Taller de Fundición de campanas. Lo estableció cercano al Mesón de la Virgen (Hoy escuela Rita Pérez). Y estando ya de Capellán Mayor, el célebre sabio Ignacio Rosales (18451866), fue puesto al frente del taller el sanjuanense José Serapio Palos García. Aún se conserva una de las campanas fundidas por el Señor Palos García. Dicha campana lleva el nombre de San Agustín y el de su fundidor, Serapio. El año de su fundición fue en 1881.6 Basados en el dato de que ninguna campana de las actuales es anterior a 1844, fecha en que se terminó la primera torre, concluimos que, del pasado, sólo quedó el alma de unas campanas rotas y refundidas en otras, sin dejar nada que sacie nuestra curiosidad. Efectivamente, la Historia y las Campanas dan fe de que una, la más antigua y mexicana, al nacer, dio su primer llanto en 1844; y otras varias, las tenoras norteamericanas, nacieron hasta 1882, en Nueva York. El Historiador sanjuanense Pedro María Márquez habla de ellas. Dice que el Capellán Mayor Agustín Rodríguez “compró un juego de campanas americanas”7. Y las campanas dicen que, nacieron en 1882 y su fundidor fue CLINTON H. MENEELY BELL COMPANY. Las campanas de las dos torres están en los ventanales de los dos primeros cuerpos. Y son capaces de recibir 16 campanas en total; cuatro en cada cuerpo. Las Campanas de San Juan son sonoras, y su voz, de plata. Fuerte y alegre es su canto. Sus 8 esquilas y 4 esquilones repican todos los días a fiesta. Vuelan sin tener alas. Y pareciera que, desde aquella alta jaula de cantera, una parvada de pájaros: sopranos, tenores y barítonos, todos los días, dieran un alegrísimo concierto. Las campanas son cristianas y bautizadas todas. Con orgullo llevan tatuada en su carne de bronce el acta de nacimiento. En la torre, que da al atrio de la Colecturía, en el primer cuerpo, hay 5 campanas: Iniciando por el frente, está San Juan Nepomuceno que lleva dos refundiciones. La primera, el 5 de noviembre de 1942; y la segunda el 15 de agosto de 1994. Por el lado derecho (sur), está María de la Asunción, del año de 1844. Fue refundida en el año jubilar 2000 por Carlos Arteaga J. en Guadalajara, Jalisco. Actualmente, por estar rajada, espera su tercera refundición. Y por el lado izquierdo norte, está el Sagrado Corazón de Jesús, bautizada en abril de 1914 por el Capellán 5

OMAR LÓPEZ PADILLA, “Entre la devoción y el comercio. Un Santuario para San Juan de los Lagos. 1732-1797”, p. 137-138. PEDRO MARÍA MÁRQUEZ, Historia de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos y el Culto de esta Milagrosa Imagen , p. 195, n.242. Más información, Rev. Entre Amigos n. 7 enero 2015, art. “Don Serapio Palos García y las Campanas de San Juan”. 7 PEDRO MARÍA MÁRQUEZ, o.c., p. 227, n.309. 6

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Mayor Gonzalo Ornelas. Fue refundida, en 1999, en Guadalajara, Jalisco. Finalmente, en el otro frente, que mira hacia la Colecturía, está la Reina de la Paz, de febrero de 1942; fundida por Teodoro Guerrero. Añadida a las cuatro, en una esquina, está la campana más pequeña, apodada “la Mini”. Está dedicada a Nuestra Señora de San Juan. Fue refundida en el año jubilar 2000. En el segundo cuerpo, al frente, está Nuestra Señora de San Juan; una de las americanas de 1882. Refundida, en mayo de 1994, por la Fundición “Nuestra Señora de San Juan”, Guadalajara, Jalisco. A lado derecho (sur) está San Pedro Apóstol, otra de las americanas. Refundida en 1998, por Sergio Corona Leal. Al lado izquierdo (norte), está la más querida de los campaneros, por clamorosa, apodada “La Niña”. Pero su nombre de pila es San Juan Bautista. También es americana. En el frente que da a la Colecturía está Nuestra Señora de San Juan, americana como las otras y de 1882, Fue refundida por la Fundidora “Nuestra Señora de San Juan”, Guadalajara, Jalisco. En la torre norte, solamente hay 7 campanas. En el primer cuerpo de la torre están los cuatro esquilones, con voz más grave. Al frente está Jesús, María y José; también lleva una invocación: “Sursum corda” (Arriba los corazones). Fue fundida por Teodoro Guerrero, el 2 de febrero de 1942. Al lado derecho (sur) está “María sine labe originali concepta” (María, concebida sin mancha original). Es una más del juego de campanas norteamericanas. Por esto, apodada por los campaneros como: “La americana”. Refundida por primera vez, el 15 de abril de 1970, siendo el último Abad Julián Hernández Cuevas. Y refundida, por segunda vez, en agosto del 2013. Al lado izquierdo (norte) está la campana del Castísimo Patriarca Señor San José, fundida, el 15 de mayo de 1942, por Teodoro Guerrero. En el frente que, da cara hacia la presidencia municipal, está la campana de sonido más grave; es de 1881, y está dedicada a San Agustín. Fue fundida en San Juan por Serapio Palos. En el segundo cuerpo, están solamente tres campanas, muy sonoras, que marcan las horas y los cuartos del reloj. Hay una campana, la más clamorosa y la más tocada, fuera de estos campanarios; con ella se llama a todas las misas y demás celebraciones sagradas, es María Infantita. A pesar de ser infantita, nació en el año de 1844. Es una de las dos más antiguas campanas que nos llaman a encontrarnos con María, nuestra dulce y gran Señora. 5.- LAS PORTADAS: A.- LA PORTADA PRINCIPAL: Su fachada contrasta con la lisa sobriedad de los cubos de las torres. Es un retablo monumental de cantera, neoclásico. Dividido, horizontalmente, en cuatro niveles y, verticalmente, en tres calles de arriba abajo. Se abre a todos los peregrinos como la primera catequesis de la Virgen de San Juan, en piedra. Arriba del arco de la puerta, en las tres portadas, se recuerda al Papa Gregorio XVI quien elevó este santuario a “basílica incorporada” a la Basílica romana de San Juan de Letrán, el 17 de

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enero de 1836. Se escribió en cantera este acontecimiento en la portada principal, y en las portadas laterales, sólo quedó en tinta roja como borrador. Así se lee: “ASS D. Gregorio Papa XVI” Están ornamentadas, las dos calles laterales, norte y sur, con hornacinas que exhiben esculturas de Santos. La calle del centro esconde, en un arco perfecto de medio punto, la puerta principal, llamada de la Anunciación porque, en la parte superior, está tallada y coloreada dicha escena8. Es de mezquite eterno; es gruesa y tablereada. En el segundo nivel está un ventanal solo, adornado por su marco rectangular de cantera. En el tercer nivel está un óculo octagonal. Y en el cuarto nivel, en el remate trilobulado, están tres nichos: en el del centro, está saludando, una hermosa imagen de la Virgen de San Juan, con sus dos ángeles volando. Las demás imágenes votivas están colocadas en las hornacinas, de la siguiente manera: En el primer nivel, al piso: a la derecha están: San Alfonso María de Ligorio; y a la izquierda, San Bernardo, ambos muy devotos predicadores de la Virgen María. En el segundo nivel, están: A la derecha, San Juan Damasceno, defensor de las imágenes y amante de la Virgen María; y a la izquierda, San Lorenzo Diácono, defensor de los pobres y guardián del cáliz de Jesús (el Santo Grial). En el tercer nivel están: a la derecha, San Cirilo de Alejandría; y a la izquierda, San Agustín de Hipona, defensores de la Maternidad Divina. Y en el último nivel están los evangelistas: a la derecha, San Lucas; y a la izquierda San Juan; son los dos que más hablan de María en su evangelio. Con motivo del Patronazgo de Nuestra Señora de San Juan sobre toda la Iglesia Arquidiocesana de Guadalajara, en 1958, se añadieron a la portada principal del santuario las esculturas de los dos santos misioneros franciscanos de la Virgen de San Juan y primeros evangelizadores de la Nueva Galicia: Fray Miguel de Bolonia, portando la Imagen y Fray Antonio de Segovia empuñando la cruz de la evangelización. Se encuentran ubicados, a la mitad de cada uno de los cubos de las torres, sobre dos pedestales, empotrados en el muro. 9 Para esta ocasión del patronazgo fue que, también, las tres fachadas principales del santuario, embellecieron sus hornacinas con las imágenes votivas que están actualmente ahí. B.- LAS PORTADAS LATERALES: Neoclásicas son las dos portadas laterales, divididas en dos niveles y marcadas en 3 calles. A base de columnas toscanas, hornacinas, imágenes votivas y una puerta central, en arco de medio punto, logran una sobria belleza lineal, rematada con volutas de cantera y almenas. La Puerta de las mujeres, sur: hacia arriba, están: Judith a la izquierda, y Esther a la derecha, para exaltar en ellas a la mujer del Antiguo Testamento. Además, son las figuras proféticas de María, intercesora una y liberadora la otra, del pueblo de Israel. Al centro está el Arcángel San Gabriel, el mensajero de la Virgen María. En el nivel del piso, están Santa Isabel a la izquierda, y a la derecha, María Magdalena para exaltar a la mujer del Nuevo Testamento. Ellas son las más cercanas a Jesús después de María.

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En la parte alta de la puerta tallada y policromada está, en alto relieve, la anunciación. Cuando el arcángel Gabriel pregunta a María si acepta ser la Madre de Dios. 9 Cf. PEDRO MARÍA MÁRQUEZ, o.c.: págs. 128-129.

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La Puerta de los hombres, norte: hacia arriba, están: el profeta Elías a la izquierda y Moisés a la derecha, para exaltar al hombre bíblico del Antiguo Testamento. Ellos son figuras proféticas de Cristo y simbolizan la Ley y los Profetas; al centro está San Juan Bautista, el Precursor y Mensajero de Jesucristo. Y en el nivel del primer piso, están: el rey David, a la izquierda, y a la derecha, el profeta Isaías cuyas profecías anuncian a María como la Virgen Madre del Mesías.

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II.- EL RECINTO DE NUESTRA SEÑORA DE SAN JUAN 1.- EL RECINTO DEL SANTUARIO EN 1838. Benigno Romo en su Estadística de San Juan de 1838, dice textualmente que “el interior del edificio quedó, desde el tiempo de su conclusión, sin encaladura o blanqueado”10 . Sin duda que en 1838, ya había sido encalado. Habla también del retablo barroco de madera todo dorado, que antes había estado. Y afirma, que los retablos cruceros se hicieron de piedra en 1810; que estaban pintados de varios jaspes y poco dorado. Los consideraba desagradables, tanto que –dice- “fue necesario mutilarle algunas partes de sus cornisas, y entallarle, de nuevo, en todas las metopas, rosetones, y en las molduras de los ábacos y óvalos de los capiteles, con agallones, saetillas y hojas de acanto 11 . En la cúpula fue preciso desterrar toda la decoración gótica, y lo mismo se ejecutó en el Camarín. Cuando hace esta descripción, en 1838, afirma que: “se han adorna do los dos retablos de los cruceros; se ha hecho de nuevo el retablo mayor, de orden compuesto y un ático (el espacio cerca de la bóveda) de blanco y oro que así mismo lleva el templo desde el casco de las bóvedas, cúpula y linternilla hasta las basas, al “estilo moderno” (entonces era el Neoclásico), como también está decorado el Camarín y Sacristía”. “En las pechinas y sobre las ventanas de la cúpula –continúa diciendo- se hallan dibujadas unas efigies alegóricas de la Virgen, y una balaustrada discurre por las cornisas de las naves y cúpula con cuarenta y ocho vasos en las pilastrillas en que pueden acomodarse otras tantas hachas”. “En el centro del arco del intercolumnio del retablo mayor se halla erigido, sobre gradas, un hermoso y rico templete… En el interior de éste se halla un pedestal de plata de una vara de alto, y sobre este una peana de plata y media luna de oro que reciben la imagen de María Santísima”12. Esta descripción del santuario coincide en el tiempo hasta más allá de 1904, fecha en que Nuestra Señora de San Juan fue coronada y empezó a ser exhibida ya con ángeles, como lo demuestran fotos tomadas todavía en este segundo altar de calamina y sagrario que hoy se conservan como altar y sagrario de la Capilla del Santísimo. Las últimas mejoras al santuario fueron hechas por el Señor Obispo Orozco y Jiménez, pasada la persecución religiosa de 1926.

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El célebre sanjuanense BENIGNO ROMO, en 1837, al hacer una Estadística de San Juan de los Lagos, habla con detalle del edificio del Santuario. Cf. BOLETÍN DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE GEOGRAFÍA Y ESTADÍSTICA, 1° época, t. II, 1864, pp. 84 -92. 11 Benigno Romo utiliza un lenguaje arquitectónico para describir el santuario. Cuando habla de los retablos cruceros, como son una fachada griega, se refiere a partes del tablamento en el que descansa el tímpano con que remata. Los intercolumnios son los espacios entre dos columnas, y los ábacos son la tablilla que une un capitel con el muro. 12 Cf. BENIGNO ROMO, o.c.

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2.- LAS CAPILLAS DE ENTRADA Al entrar al recinto del santuario, en la planta de los dos cubos de las torres, encontramos dos primorosas capillitas de retablos neoclásicos, muy adornados, hechos en tiempos posteriores a la edificación del templo para exhibir las urnas de los niños mártires italianos: San Vicente, lado sur, y San Benigno, lado norte. Actualmente en ellas se veneran, también ahí, las reliquias de algunos de los Mártires de la persecución religiosa en México, inmolados en nuestras tierras 13. En la capilla norte, también están los restos mortales del segundo Obispo de San Juan de los Lagos, José López Lara. En estas capillas, flanquean a los niños mártires dos ángeles del tiempo colonial. En la capilla norte, sobre la tarima de mezquite, está un Cristo muerto, tallado en madera, del escultor contemporáneo, Alfredo Martínez. Y en la capilla sur está el misterio de Cristo recién nacido, probablemente del escultor Fidel Galindo. 3.- LOS CANCELES Una vez cruzado el cancel gótico de madera y cristales españoles, tricolores, si levantamos la mirada dentro del santuario, contemplaremos a lo largo de nuestro recorrido, una cruz latina bien guardada en su proporción y armonía. 4.- EL CIELO DEL TEMPLO El cielo del templo, es un cielo de piedra ligera, dividido en cuatro y dos bóvedas, perfectos solideos, estrellados y redondos que se resumen en la oquedad octagonal de una espaciosa cúpula que las anilla en una corona. La Basílica se desplanta por dentro del santuario como un palacio regio. Los arcos formeros y las bóvedas combas simulan un grandioso varipalio de cantera que, en su fino alargamiento, a cada paso dan gloria a la Virgen María al pasar por su columnata simétrica, solo adornada con perfectos tallos estriados y capiteles toscanos, rematados en un bello tablamento compuesto de cenefa y repisas neoclásicas que por su abundancia quisieran hacerlo barroco. Este tablamento compuesto de triglifos, de flores y de cornisas, termina con el recto encaje de filigrana de una balaustrada final. Fue un acierto esconder media caña de la columnata en los muros haciendo sentir las columnas, rosadas y esbeltas palmeras. En cada bóveda hay una gran estrella gótica, de cuatro picos, anillada y resaltada por nervaduras doradas que se cruzan dando centro a una cruz rematada con rosetones octagonales, a su vez estrellados. En su conjunto, imitan ser un rosado cielo de cantera y oro.

13 En

el relicario de la capilla sur están los 5 santos mártires de nuestra Iglesia Diocesana de San Juan de los Lagos: Pedro Esqueda, Toribio Romo, Sabas Reyes, Tranquilino Ubiarco, Román Adame, y Julio Álvarez. En la capilla norte están los santos y beatos de la Arquidiócesis de Guadalajara. Ahí están incluidos 3 beatos mártires, diocesanos de San Juan de los Lagos: Lic. Anacleto Gonzáles Flores, Lic. Miguel Gómez Loza, y Luis Magaña Servín.

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5.- EL CIELO DE LA CÚPULA Al interior de la oquedad central, en armonía con toda la bóveda, descubrimos una cúpula octagonal que descansa sobre un cimborrio (o tambor) octagonal y más abajo descansa sobre cuatro pechinas que unen a los cuatro arcos torales. En las cuatro pechinas están pintadas finamente, las tradicionales estampas de los cuatro evangelistas. Marcos con un León, porque inicia con Juan Bautista, la Voz que clama en el desierto, donde solía haber leones. Mateo con un buey, porque inicia con Zacarías en el templo, donde se ofrecían, entre otros animales, bueyes. Lucas con un hombre alado porque inicia con la genealogía de Jesús, el Hijo del Hombre, (hombre y Dios). Y Juan con un águila, porque inicia su evangelio remontándose a las alturas contemplando al Logos, el Verbo de Dios. Y parecen ser de la misma mano que pintó la Trinidad en el retablo del altar principal. Se sabe que el famoso pintor jalostotitlense, Rosalío González restauró las pinturas de este santuario, en las primeras décadas del siglo XX. En el cimborrio (o tambor) se ubican ocho ventanales rectangulares enmarcados por pilastras toscanas, estriadas, que descansan sobre cornisas muy desbordadas y en consonancia con las demás cornisas del templo. Las vidrieras, ayer con ventanales españoles, exhiben ocho primorosos vitrales alemanes de principios del siglo XX, con los siete arcángeles, teniendo como centro a Nuestra Señora de Guadalupe. Como asas de una corona imperial, una nervadura de cada gajo, van engallando internamente la corona de la cúpula y adornándola hasta rematar en el anillo octagonal del que se desplanta la gloriosa linternilla. 6.- LOS VENTANALES DEL TEMPLO En las alturas rematan los muros en arcos de medio punto. Todos están bordados con un ventanal, cada uno; y, a los dos lados, están óculos redondos, con monogramas marianos vegetales, dorados que les dan remate. Todos los ventanales son pinturas vitrales. Primero, fueron vitrales españoles con arabescos esmerilados; y ahora son alemanes de inicios del siglo XX. En ellos está escrita, la devoción colonial de este santuario, con sus santos orgullosamente mexicanos y sus santos patronos propios. Y, en los óculos, igualmente pinturas vitrales alemanes, se guarda la memoria de los Papas, Obispos de Guadalajara y Capellanes Mayores que especialmente fueron devotos y promotores del culto a Nuestra Señora de San Juan. Entrando por la puerta principal, en el lado norte están en los ventanales los mártires y santos mexicanos del tiempo colonial: Beato Bartolomé Laurel : hermano lego franciscano, indígena acapulqueño, mártir en Japón, +1597; Beato Sebastián de Aparicio: franciscano español, hermano lego promotor de caminos, + 1600; San Felipe de Jesús: protomártir mexicano,

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franciscano muerto en Japón en 1597, y en el presbiterio, San Juan Bautista, quien dio nombre al pueblo de San Juan y es Patrono de la ciudad y Titular de este santuario. En los óculos están primero los capellanes mayores: Ignacio Rosales (inició de Capellán Mayor en 1845), notable científico; Francisco del Río (en 1724), constructor de este santuario. Los obispos de Guadalajara: Francisco Orozco y Jiménez (inició de Obispo de Guadalajara en 1913), gestor del glorioso baldaquino y ciprés actual de Nuestra Señora de San Juan, Fray Francisco de Buenaventura Martínez de Tejada (en 1752), quien dio el mayor apoyo económico para la construcción de este templo, Nicolás Carlos Gómez de Cervantes (en 1727), desde niño devoto de la Virgen de San Juan, quien ideó e inició este templo. Juan Ruiz Colmenero (en 1646) quien inició la construcción del segundo templo. Termina en el presbiterio con los Santos Padres: Pío XI que elevó este santuario al rango de Colegiata, en 1923; y San Pío X quien, por manos del Arzobispo José de Jesús Ortiz Rodríguez, en 1904, coronó a la Virgen de San Juan. Entrando por la puerta principal, en el lado sur, están en los ventanales, los otros beatos y mártires mexicanos del tiempo colonial: Beato Pedro de Zúñiga: español, misionero agustino, mártir en Japón, +1597; Beato Luis Flores: sacerdote de la Orden de predicadores, mártir en Japón +1597; Beato Bartolomé Gutiérrez: mexicano de nacimiento, sacerdote agustino y mártir en Japón, quemado en Omura, en 1632; y en el presbiterio, San José, patrono de este santuario. En los óculos están primero los Capellanes Mayores: Gonzalo Ornelas (en 1892), quien en su largo período de capellán promovió y preparó la coronación pontificia de la Virgen de San Juan y le tocó vivir, en carne propia, la persecución religiosa. Luis Ávila (en 1833) quien se ocupa en detallar, embellecer y amueblar este santuario a partir de 1833. Y el Capellán Mayor y Notario Juan Contreras Fuerte*14 (en 1660) que levantó acta juramentada del Primer Milagro, en 1634. Siguen los Obispos de Guadalajara: Diego Camacho Ávila (en 1707),*quien remodeló el presbiterio del segundo santuario, con una esbelta cúpula. Juan Leandro Gómez de Parada (en 1736)* que favoreció, con crecidas sumas de dinero, la construcción de este templo y logró para el santuario, una mejor economía, exentándola de la parroquia de Jalostotitlán. José de Jesús Ortiz Rodríguez (en 1902) quien logra la coronación pontificia*. Y termina en el presbiterio con los Santos Papas: Benedicto XV *(inició su pontificado en 1914), el Papa que gobernaba la Iglesia Universal en el tiempo que se mandaron hacer los vitrales. Y Pío XII (en 1939),* quien hizo pasar al santuario de “Basílica Incorporada” a “Basílica Menor,” el primero de mayo de 1947; y en 1958 proclamó a Nuestra Señora de San Juan, Patrona de la Arquidiócesis de Guadalajara. 7.- EL CORO A la entrada del santuario se abre un arco magno que recibe al Coro en la segunda planta, sirviendo de vestíbulo. Al salir por la puerta principal admiramos el monumental órgano tubular, gallardamente adornado con dos altas columnas salomónicas, rematadas con las imágenes de 14

Los vitrales señalados con un asterisco (*) se encuentran: 4 en la Antigua Sala del cabildo y 2 en la Casa de exhibición “Cihuapilli”

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santa Cecilia y san Gregorio Magno, los dos patronos de la Música Sagrada. Todo es de madera de cedro, tallada. Fue hecho en 1945, siendo Arzobispo D. José Garibi Rivera. Al fondo, dan luz dos grandes vitrales de reciente manufactura, colocados a mediados del pasado siglo XX y salidos de virtuosas manos de nuestros vitralistas de Encarnación de Días, Jalisco. El ventanal rectangular, sobre una cruz presenta el Corazón de Jesús; el ventanal octagonal, un monograma mariano. El primer órgano fue adquirido en el tiempo del Capellán Mayor Luis Ávila (1833-1845). Y según el informe del restaurador Moisés Sandoval L., el segundo y actual órgano Opus nueve, fue armado en la Cd. de México en 1945, por el alemán Alfredo Wolburg. Su instalación la asesoró el Pbro. Organista Manuel de Jesús Aréchiga, con la colaboración del Compositor y Organista Miguel Bernal Jiménez. En 1972 fue restaurado bajo la supervisión del mismo P. Aréchiga y fue probado para su uso, el 8 de mayo de 1990, día de la visita del Papa San Juan Pablo II a Nuestra Señora de San Juan. 8.- EL RETABLO PRINCIPAL Originalmente este santuario tuvo retablo barroco hasta el siglo XVIII. Luego fue reemplazado por el actual, neoclásico, al estilo de todo el templo. Era la moda que empezaron las catedrales modelo: La catedral de México para el país y, para nosotros los jaliscienses, la de Guadalajara. A principios del siglo XX, por iniciativa del Sr. Arzobispo Francisco Orozco y Jiménez, entre el retablo principal y la mesa del altar tridentina, fue levantado un monumental baldaquino en forma de hemiciclo para recibir el tradicional nicho de plata,15 donde siempre ha estado Nuestra Señora de San Juan. Mientras, arriba del nicho, en el universo de oro brillante del gajo horizontal de la cúpula, se desplantan dentro, dos gigantes ángeles niños que la coronan16. Este baldaquino fue diseñado en Italia; y de allá vino todo su mármol. Para él fue comprado el singular ciprés todo de mármol de la basílica de Santa María de los Ángeles de la Porcíuncula, Asís, Italia. Hay una lápida conmemorativa que así lo afirma: “Este altar que fue, una vez, de la basílica patriarcal de Santa María de los Ángeles de la “Porcíuncula, ahora adquirido por el Ilustrísimo y Reverendísimo D. Francisco Orozco y Jiménez Obispo de Guadalajara para lo mismo, ahora se consagra en la vigilia del Día de la Asunción de la Santísima y Bienaventurada Virgen María 1930.” Está grabado también en el mismo altar, en el canto de la mesa, el dato de su consagración como altar de Santa María de los Ángeles. 17

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Concluyó el Capellán Mayor Luis de Ávila , en 1833, el templete y nicho de plata, labrado por el platero D. Epitacio Garabito. A Federico Augusto Bartholdi, autor de la estatua de la Libertad, se le atribuye la hechura de los gigantes ángeles niños de la coronación, ciertamente traídos desde Nueva York. 17 FR. BERNARDINUS A MONT EFRANCO G. S. FRANCISCI EPUS. T ERRACIN PRIVERN DIC. 30 NOV. AN 1874 CONCRESAVIT (T raducción: Fray Bernardino Montefranco, Obispo Superior General Franciscano, Obispo de T erracin, Priverno, Italia. Consagró el 30 de noviembre, año 1874.) 16

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9.- EL ANTIGUO RETABLO BARROCO Son autores del proyecto y la hechura del retablo barroco del tercer santuario de Nuestra Señora de San Juan: Los maestros ensambladores: Juan García de Castañeda y Felipe de Ureña, dos célebres Retablistas mexicanos del siglo XVIII, que vivieron al final del siglo. El retablo lo inició Juan García, yerno de Felipe de Ureña, firmándose el contrato en Lagos de Moreno, en 1758, después de presentar el dibujo del retablo mayor con las dos propuestas a el egir18 . Al morir repentinamente el Maestro Juan, en 1763, lo concluye su suegro Felipe de Ureña, muy probablemente antes de irse a Oaxaca. Siempre quedará la duda sobre, realmente, cuándo terminó el retablo el maestro Felipe porque tenemos noticia de que radicó en Oaxaca a partir de 1765 y Nuestra Señora de San Juan estrenó su retablo hasta 1769. Y para complicar más las cosas también sabemos que en el año mismo de su partida a Oaxaca, 1765, se realizó un nuevo contrato a causa de la muerte del Capellán Francisco del Río quien había hecho el primero. ¿Qué le faltaría al retablo? Y lo que faltaba ¿cuándo fue hecho? Ciertamente el dorado fue terminado hasta después del traslado de la Sagrada Imagen. Del primer retablo del Altar Mayor, actualmente se conserva el boceto completo, dibujado sobre lienzo y muy pocas piezas quedan del retablo mismo. Su belleza quedó guardada en la memoria de los ojos que lo admiraron. Y fue olvidado por los ojos de otros, aburridos de verlo barroco, aunque siempre bello. Cuando uno se pregunta ¿por qué terminó desapareciendo este hermoso retablo barroco de Nuestra Señora de San Juan? Podemos dar una respuesta variada. Sin duda, las nuevas corrientes en el Arte europeo, llamado estilo Neoclásico, influyeron para quitar el retablo barroco. Y el pretexto mejor, tal vez, fue el incendio involuntario acaecido en el primer tercio del siglo XIX, incendio que quemó parte del retablo. Hay quienes piensan que el templete de plata de nuestra Señora de San Juan, como desentonaba fuertemente su estilo del barroco, fue una causal más para quitar el retablo. Al respecto no sabemos nada. Muy probable es que, ante el desastre, sólo quedaba la opción: o de restaurarlo, o de edificar un retablo más de acuerdo con el tiempo y con el templo. Llama mucho la atención que este incendio no pasó a la Historia de Nuestra Señora de San Juan como un grave daño. Más bien, la secrecía que se guardó, acusa que los responsables de la obra y del santuario vieron, felices, el oportuno incendio como una buena excusa para renovar el retablo, por otro, más de acuerdo a toda la arquitectura y estilo del templo. 10.- EL RETABLO NEOCLÁSICO ACTUAL Este retablo fue construido en la segunda mitad del siglo XIX. Y ocupó, como el otro, todo el fondo para el retablo principal. En armonía con todo el diseño interior del templo se hizo este 18

Se conserva solamente un dibujo completo del diseño escogido y que luego se ejecutará en el santuario.

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retablo. Su gigantesca fachada en proporción y armonía con todos los muros y en perfecto arco de medio punto se levanta sólo, horizontalmente, en dos niveles y, verticalmente, en tres calles. Queda enmarcado todo el retablo en un monumental arco, cuyo ancho vano está adornado con una cenefa dorada de flores resaltadas en casetones que se extienden sobro todo el lomo interno del arco. Este adorno floral, también, se repite en el tablamento superior del templo dándole unidad al espacio. Las imágenes que acompañan la sagrada Imagen de Nuestra Señora de San Juan, que es el corazón y centro de todo el retablo, están a los lados de la Virgen: son sus Padres San Joaquín y Santa Ana. Y en la parta alta, a los lados también, están los dos titulares del templo, San Juan Bautista, Patrono de la ciudad y de quien recibió su nombre y San José, esposo de la Santísima Virgen María. Rematando el retablo, al centro, como la mayoría de los retablos coloniales, se presenta el misterio de la gloriosa asunción de María a los cielos 19 . Estas 5 imágenes fueron talladas por Victoriano Acuña quien sucedió a los escultores guatemaltecos del primer retablo. Esta gloriosa asunción de María entre nubes, queda enmarcada dentro del arco que encierra todo el retablo, a través de una perfecta ventana rectangular en la parte alta. La ventana está adornada con una guirnalda de rosas que termina, en sus dos extremos, sobre una grande y alargada hoja de acanto dorada que esconde sendos capiteles de las breves columnas tableadas, por las que baja una cascada de copas doradas que anuncian a María Reina. Maravilloso efecto visual causa la Virgen María subiendo y volando a la gloria, al mismo tiempo que ya la están esperando los brazos ansiosos del Padre que pareciera salirse de la misma pintura. Mientras arriba se queda en suspenso el blanquísimo vuelo del Espíritu Santo. En el basamento del retablo en un doble marco dorado rectangular sobresalen de la cantera unos ángeles dorados que están entre nubes, a cada lado, en los dos basamentos de las dos grandes columnas del retablo mayor. Ellos pregonan las letanías marianas: Espejo de justicia, Estrella de la mañana, Reina de la paz, Arca de la alianza, Casa de oro y Puerta del cielo. Y en el rectángulo bajo de los dos basamentos, exuberantes brillan, en oro, unos primorosos monogramas marianos, de adorno vegetal. Estos mismos los veremos repetidos, a manera de pestaña, en los altos óculos que acompañan a los ventanales del templo. La calle central que está presidiendo el arco central, originalmente daba marco en su vano, al nicho de plata, teniendo por fondo solamente, el glorioso vitral alemán, de rayos y de ángeles. En este retablo principal se guardan escritas dos plegarias marianas que muy poco se ven, pero que siempre están rezando por nosotros: En el friso del hemiciclo todos decimos: “Virgen Santísima de San Juan oye las plegarias de los que acuden a Ti”. Y muy en el fondo, arriba del arco de cantera, con letras doradas exclamamos: “¡Protectora Universal de necesidades!”.

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Muy probablemente son de la mano de Victoriano Acuña las tres imágenes de la Asunción de María: La Asunción de la Catedral de Guadalajara, la de la Basílica Catedral de San Juan y la del templo parroquial de la Asunción de Lagos.

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La mesa del altar actual, junto con el ambón, son recientes y hechos en México, a finales del siglo XX. Ambos son fiel réplica del altar tridentino italiano adosado al ciprés y consagrado en Italia, a finales del siglo XIX 11.- LOS RETABLOS DE LOS CRUCEROS Los dos retablos tienen la fachada de un partenón griego bajo los cánones del Neoclásico, con adornos finamente resaltados por el oro de hoja que los hace sentir regios. Están montados sobre un basamento que les da altura para centrarlos y llenar armoniosamente el espacio. Arriba del tímpano brilla un sol de rayos de madera cuyo óvalo está pintado en uno, el Cordero de Dios, recostado sobre el libro de los 7 sellos, como lo menciona el Apocalipsis. Y en el otro está el Espíritu Santo, en la figura de una paloma. La pretensión del adorno es plenificar el espacio estéticamente y anunciar que arriba en el cielo está la gloria de Dios. En lugar de puerta, abre el partenón una hornacina, sin duda pensada para una imagen, que tuvo, tal vez, tiempo más atrás. Y ahora, al ser sustituidas por varias imágenes, se vieron en la necesidad de alargar la base. Para eso, adosaron un basamento de madera que imita a la cantera, y a la vez esconde un precioso sagrario según lo mandaban los altares tridentinos. Los retablos presentan dos misterios sagrados: el retablo sur, presenta la Sagrada Familia de Nazaret, flanqueada por dos grandes Doctores santos: Agustín y Tomás de Aquino. Y el retablo norte, la Crucifixión del Señor, con la Dolorosa y Juan evangelista al pie de la cruz, flanqueados por los apóstoles Pedro y Pablo. Sin duda que todas las imágenes, talladas en madera, y que actualmente están en los retablos de este santuario, son de Victoriano Acuña, las de madera. Y son de la primera mitad del siglo XIX. En tanto que las imágenes de pasta, son de Fidel Galindo y son de la primera mitad del siglo XX. Victoriano Acuña, junto con Fidel Galindo son los escultores del santuario, no así Brígido Ibarra, más contemporáneo de Acuña.20 Sus obras para el Santuario, las ejecutan en los siglos XIX y XX, con un siglo de diferencia entre uno y otro. En el remoto pasado fueron los anónimos escultores barrocos, apodados: “Guatemaltecos.” Victoriano es oriundo de Huichapan, Hidalgo. Considerado el mejor escultor de Guadalajara. Discípulo, en Querétaro, del famoso taller de Mariano Perusquía. Establecido desde 1832 en Guadalajara y fallecido en 1855. Especialista en el terminado “a la vejiga”. Sus obras más importantes las dejó en los templos de Guadalajara, sobre todo en la Catedral. Fidel Galindo es conocido cuando establece su taller de escultura religiosa en Guadalajara21, hacia 1948. Sus mejores obras están en los templos de Guadalajara. Es reconocido como Maestro de maestros en la talla de madera y pasta, fue alumno suyo el célebre Ramón 20

Aunque el Escultor Brígido Ibarra dejó muy hermosas imágenes en San Francisco de Asís, Arandas y Jesús María, Jalisco, no tra bajó para el Santuario de San Juan. Brígido Ibarra González, nació el 8 de octubre de 1875 en Tuxpan, Jalisco y murió, de 67 años, el 5 de marzo de 1943. Su taller lo tenía en Guadalajara. Su obra trascendió hasta Europa, centro y Norteamérica. 21 A Fidel Galindo, le encomendó su hermano J. Refugio, Párroco de San Francisco de Asís, restaurar las imágenes dañadas en el tiempo de la persecución en 1926.

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Villalobos Castillo “Tijelino” y fue sucesor de otros dos grandes escultores religiosos: Brígido Ibarra y Agustín F. Espinosa22 . Ambos dejaron hermosísimas imágenes por esta Región alteña.

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En el templo de Nuestra Señora de los Altos, San Francisco de Asís, Jalisco, hay una hermosa imagen de San José , del escultor Espinosa.

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III.- LA SACRISTIA DE NUESTRA SEÑORA DE SAN JUAN 1.- LOS MURALES Al lado sur está la sacristía, cuya puerta principal se abre con una bella portada de cantera que, en su afán de conjuntar el neoclásico con el barroco, es única en su género. Su puerta está finamente tallada con la geometría de sus nervaduras cruzadas. Y detrás de esa gran puerta se encuentra un majestuoso recinto: la espaciosa sacristía, como una perfecta y rectangular capilla cubierta con una bóveda, repartida en 3 secciones, con nervaduras entrelazadas, y cada sección, delimitada con arcos que se cruzan dibujando una sutil estrella. Bañan de luz, al costado sur, tres ventanas con sus originales vidrieras españolas, apenas rectangulares. Son valiosas muestras de las vidrieras que primero llevaron todos los ventanales del templo. Los cuatro muros se embellecen de grandiosas pinturas que exaltan la grandeza de María y narran su Historia. La obra más sobresaliente es el tríptico mariano colonial, compuesto de tres grandes murales del pintor Ignacio Berbén,23colocado en 1784. Forma un solo mueble con las cómodas. Primer cuadro: “El Patrocinio de la Virgen María sobre la Nueva España” En este cuadro, el artista Ignacio Berbén, pinta, a un lado, la nobleza civil, encabezada por el Rey Carlos III y la nobleza indiana, al final del cuadro. Está el artista de rodillas fuera de escena. Al lado contrario está la nobleza de la Iglesia, encabezada por el Papa Pío VI, probablemente. En ella aparece como parte del cortejo, el Obispo de Guadalajara que entonces pastoreaba: Fray Antonio Alcalde. Cuadro central: “Visión de María de Juan Evangelista en Patmos” Presenta la visión de Juan Evangelista en la isla de Patmos (Capítulo 12 del Apocalipsis), cuando la Virgen María, alada y coronada de doce estrellas, acaba de dar a luz a su Hijo y antes de que la serpiente infernal lo alcance, son arrebatados al cielo y son recibidos por la Augusta Trinidad. Tercer cuadro: “El Patrocinio de San José sobre el Imperio Español” En este cuadro el artista Berbén pinta, a un lado, a la nobleza de la Iglesia encabezada por el Papa. Y al lado contrario, está la nobleza del Imperio Español con el Rey Carlos IV a la cabeza. Y como parte del cortejo, en primer plano, está pintado el donante de estos cuadros. De nuevo se pinta Berbén, como fuera de escena. Rematan al fondo, en los muros laterales, dos grandes cuadros menos antiguos. Son obra del pintor potosino Francisco Ibarra y fueron ejecutados hacia 1835. 23

Quien más ha estudiado al pintor Ignacio Berben es Maricela Valverde Ramírez. Se sabe que el pintor trabajó en la Nueva Galicia. Hay obras en Zacatecas, especialmente en el Convento de Guadalupe, Zacatecas. Las pinturas de la Sacristía de Nuestra Señora de San Juan fueron mandadas hacer en 1784 por el Capellán Mayor Vicente Ferrer de Cuéllar y González.

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Primer cuadro: “Los desposorios de María y José”. Segundo cuadro: “La Adoración de los Reyes Magos al Niño Jesús en los brazos de su Madre”. 2.- LAS PINTURAS En la parte alta del muro central (lado oriente) está una pintura de la coronación de María Reina, por manos de la Santísima Trinidad y rindiéndole pleitesía los siete arcángeles. Es obra de Nicolaus A Delgadillo F. ejecutada el año de 1748. En los otros muros están pinturas de los Papas y Obispos de Guadalajara y de San Juan, los más vinculados con Nuestra Señora de San Juan. El Episcopologio está por orden cronológico colocado, en el muro sur, horizontalmente inician, Arriba: Juan Ruiz Colmenero ( Inicio de su ministerio en Guadalajara 1646) constructor del segundo templo de la Virgen (el actual templo parroquial de San Juan Bautista); Diego Camacho y Ávila (1707) levanta la cúpula del segundo templo y fabrica el primer templete de plata para la Virgen; Nicolás Carlos Gómez de Cervantes (1727) proyecta e inicia el tercer templo de la Virgen, su actual santuario; Juan Leandro Gómez de Parada (1736) apoyó la construcción con fuerte sumas de dinero y dio autonomía a la administración del santuario, de la parroquia de Jalostotitlán, parroquia a la que, en ese tiempo, pertenecía; Francisco de San Buenaventura Martínez de Tejeda (1752) apoyó con fuertes sumas de dinero la construcción del santuario. Abajo: Diego Rodríguez de Rivas (1763) realiza el traslado de la sagrada Imagen a su tercero y actual templo en 1769; Antonio Alcalde y Barriga (1771) impulsa la construcción de las dos torres norte y sur, terminadas en 1790; Juan Cruz Ruiz de Cabañas (1796) termina la construcción de la Casa del Capellán; José Miguel Gordoa y Barrios (1831) destacado político, de los primeros diputados de la Nueva Nación Mexicana, antes de ser Obispo; y Diego Aranda y Carpinteiro (1836) promueve al santuario para ser “Basílica Incorporada”, en 1836. En el muro poniente, Arriba: El primer Arzobispo Pedro Espinosa y Dávalos (1854) manda celebrar en San Juan, el dogma de la Inmaculada Concepción con una gran fiesta, por ser el original nombre de la Virgen de San Juan; Segundo Arzobispo Pedro Loza y Pardavé (1869) consagra el tercero y actual templo de la Virgen en 1884; Tercer Arzobispo Jacinto López y Romo (1900) autoriza la Escuela de Nuestra Señora de San Juan 24 y recibe la primera petición de coronación pontificia; Cuarto Arzobispo José de Jesús Ortiz Rodríguez (1902) corona, a nombre del Papa San Pío X, a Nuestra Señora, el 15 de agosto de 1904. Abajo: Quinto Arzobispo Francisco Orozco y Jiménez (1913) por mandato del Papa Pío XI, instituye Colegiata el santuario en 1923 y levanta el baldaquino, ciprés y altar actual; Sexto Arzobispo José Garibi Rivera (1936) logra que el Papa Pío XII eleve el Santuario al rango de Basílica Menor en 1947. Y en 1958, consigue que sea declarada Nuestra Señora de San Juan, Patrona de la Arquidiócesis de Guadalajara; Séptimo Arzobispo José Salazar López (1972) promueve la erección de la Diócesis de San Juan, promulgada por Paulo VI, nombrando, luego, primer Obispo al Arzobispo-Obispo Francisco Javier Nuño Guerrero (1972-1980). Al centro del muro poniente, hacia arriba, están: San Pío X quien, por manos del arzobispo, coronó en 1904 a la Virgen de San Juan; El Beato Paulo VI quien, en 1972, erigió a San Juan de los 24

Con más detalle habla de esta escuela el Historiador PEDRO MARÍA MÁRQUEZ, o.c., p. 244-245 nn. 342-345.

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Lagos cabecera de esta Diócesis. En el muro norte: San Juan Pablo II el Papa que, en 1990, visitó a Nuestra Señora de San Juan y estuvo en su santuario. En ese mismo muro continúan los obispos de San Juan: Segundo Obispo, José López Lara (1981-1987), Tercer Obispo José Trinidad Sepúlveda Ruiz-Velasco (1988-1999), y, Cuarto Obispo, Javier Navarro Rodríguez (1999-2007). 3.- LAS CÓMODAS La sacristía guarda del anterior santuario solamente la mesa central que tiene forma hexagonal y fue finamente tallada con patas de garras de dragón. Hay también una pequeña cómoda, labrada al estilo barroco mexicano, como lo demuestran las caras indígenas. Estas dos piezas son del siglo XVIII. La cómoda primera está integrada a las tres pinturas coloniales de Berbén, es una joya de madera, con pie y remate ondulante; y con adornos de incrustaciones de madera e imágenes con olor a mucha antigüedad. Las empuñaduras doradas de las cajoneras, bellamente, contrastan con el fino terminado oscuro del maqueado de sus cómodas y el arabesco pavimento en duela de mezquite. -Decíamos- que esta cómoda forma un todo con las 3 pinturas, dándole espejo y grandioso terminado. La leve ondulación de todo el mueble, subraya el estilo femenino del templo y quiere imitar con toda intención, las cornisas internas del santuario y de las torres. En los dos esquineros de las cómodas se levantan dos pequeños y bellos armarios que forman una sola pieza con las cómodas. Están preparados para rematar con dos imágenes pequeñas estofadas en oro que no dejan de ser barrocas: Nuestra Señora de la Merced y S an José. Esta obra fue ejecutada a finales del siglo XVIII (hacia 1784). Sus autores son mencionados como “ameritados artistas de Bolaños”, traídos por el Capellán Mayor Vicente Ferrer de Cuéllar, siendo el donante el capitán Miguel Maximiliano de Santiago. Las cómodas laterales que están, la mayor parte de la cajonera en el muro, frente a la puerta de la sacristía, aunque son idénticas, fueron talladas a finales del siglo XIX, por el ebanista sanjuanense José Trinidad Segoviano Gallegos. Aunque conservan sus descendientes carpinteros las cajoneras de la última cómoda, aún está esperando ser colocada en su lugar. En las cómodas se guardan viejos y bellos ornamentos protagonistas litúrgicos de las grandes fiestas de Nuestra Señora de San Juan. Ahí, también se guardan las ofrendas de vasos sagrados que con amor generoso trajeron sus devotos seguidores para su esplendoroso culto. 4.- LA MARAVILLA DE SUS ORNAMENTOS A partir de los grandes eventos en su santuario, sabemos de la compra de muy finos ornamentos y del país donde fueron comprados (España, Italia, Estados Unidos de Norteamérica, Cd. de México). Sin duda, los más antiguos son los toledanos (españoles del tiempo de la Colonia). Hay paños, tejidos con hilos de oro y plata, y sobre ellos, bordados a mano y engastados con

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piedras preciosas y perlas. Otros más recientes, son paños estampados y tejidos de todos los colores litúrgicos; verdaderas obras de arte. Haciendo juego con los ornamentos de gala, se acostumbraba adornar la mesa eucarística con un frontal que formaba parte del juego de ornamentos. Guardan los armarios de esta sacristía, exquisitas muestras de estos frontales, bordados en varias dimensiones. Fueron la señal de la primorosa elegancia en los grandes acontecimientos marianos de San Juan. De los antiguos, más recientes, está completo el juego de ornamentos angelicales de 1889. Hablando de los ornamentos, sólo podemos identificar los de los dos siglos pasados, por estar indicados en las crónicas, o en algunos inventarios dados al Obispado por los Capellanes. Cuenta, finalmente, la Sacristía con tres espejos porfirianos del siglo XX. Dos percheros torneados, tradicionales, y uno antiguo, estilo confesonario, rematado con una imagen de la Virgen Dolorosa.

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IV.- EL CAMARÍN DE NUESTRA SEÑORA DE SAN JUAN Abre al camarín una muy amplia escalinata enmarcada con una arcada neoclásica, levemente octogonal, con una cenefa de sabor barroco que tiene 5 monogramas sagrados: de José, María, Jesús, y de los padres de María: Ana y Joaquín. El Camarín tiene una amplia y solemne escalinata cuyos muros, desde muchos años, han sido el lugar donde los peregrinos dejan sus exvotos y ofrendas agradecidas por los multiplicados milagros de Nuestra Señora de San Juan. Los peregrinos gustan caminar hacia el camarín para dejar sus exvotos y contemplar los de otros. Esta escalinata lleva hasta la hermosa portada de cantera, de arco conopial que evoca los arcos conventuales salmantinos; y que da entrada al Camarín de la Virgen. Detrás del arco, abre y cierra una delicada y femenina puerta mariana con casetones ondulantes, de fina y recia madera salida de las manos de los mismos Ebanistas de Bolaños. Llaman la atención en esta puerta las incrustaciones de concha nácar y de marfil de figuras bíblicas como la fuente, la azucena, que prefiguran a María. Es una capilla, miniatura perfecta del neoclásico mexicano, edificada todavía en el agonizante siglo XVIII. La planta del Camarín es cuadrada, y juega a ser una maqueta de cantera. Su cubo remata en cuatro pechinas con las pinturas de cuatro escritores sagrados, Doctores de la Iglesia y amantes de la Santísima Virgen María: San Jerónimo, San Agustín, San Ambrosio y San Gregorio, en ese orden, repartidos. El pintor no dejó su firma. Sobre las pechinas se levanta preciosa y muy adornada, con brillante oro, la cúpula sentada sobre un cimborrio (o tambor) octagonal según los órdenes del neoclásico. Su cúpula arma, con el cimborrio (o tambor), una corona de ocho luceros octagonales enmarcados entre columnas corintias estriadas y finamente abultadas que rematan en un friso ornamentado con una doble repisa, tema común de todo el santuario. Entre los pares dobles de columnas, se esconden ocho nichos arqueados y rematados en concha. En ellos están las imágenes de los dos arcángeles marianos: Gabriel, el Arcángel de la Anunciación y Miguel, el Arcángel defensor de María y de su divino Hijo revelado por el Apocalipsis; los evangelistas San Marcos, San Juan, San Lucas , San Mateo y los apóstoles San Pedro y San Pablo. Todos ellos hablaron y se relacionaron con María. La cúpula se conforma de ocho gajos, con arcos dibujados de los que penden guirnaldas. Termina el espacio en su muro poniente dando frente al primoroso arco vitral, puerta del Trono de Nuestra Señora de San Juan que conecta directamente a su Camarín. Es el arco triunfal por el que entra y sale como Reina de su trono a su Camarín y de éste a su Trono. Contestando al Arco Vitral está en el muro Oriente, en un grande óculo octagonal, el vitral de los siete dones del Espíritu Santo hecho en Múnich, Alemania, de cuya misma mano son todos

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los vitrales del Santuario exceptuando los dos de la fachada principal, que son mexicanos, y de reciente colocación. En el friso de este muro hay una placa blanca de mármol que esconde los restos del Capellán Mayor Francisco del Río, el promotor y constructor de este tercer santuario. En este Camarín, estuvo inmemorialmente expuesta Nuestra Señora de San Juan para no ser velada como se acostumbraba cubrir con tela morada a todas las imágenes en tiempo de cuaresma según las ordenanzas de la Liturgia anterior al Concilio Vaticano II. Hoy, está aquí su mesa más antigua que durante muchos años sirvió de peana en su nicho. Están ahí las tres imágenes que marcan el nacimiento, infancia y maternidad de la Santísima Virgen que, en la intimidad del camarín, recuerdan como retratos, los momentos entrañables de la vida de la Santísima María. En mesas doradas están también las dos advocaciones más veneradas en Jalisco, imágenes (las originales) muy antiguas como la Virgen de San Juan. Las tres representan también, los 3 momentos de la maternidad de la Virgen María: nuestra Señora de San Juan, la Virgen Inmaculada. Nuestra Señora de Zapopan, la Virgen embarazada de la Expectación y nuestra Señora de Talpa, la Virgen Madre que dio a luz al Hijo de Dios y lo lleva en sus brazos. Los candiles fueron traídos de Francia. Los tibores de China guardan, en su hermoso vientre de porcelana, dos siglos. Y la mesa del altar, fue una de las 2 que tuvo el Camarín25 . Sin duda del siglo XIX, en la transición del barroco al neoclásico. Acompañan a la Virgen de San Juan en su Camarín además, dos antiguas imágenes de pasta que representan al Sagrado Corazón de Jesús y a la Virgen de la Candelaria, obras de Fidel Galindo. El Camarín, hasta hoy, sigue siendo el lugar sagrado donde, en ciertos tiempos, en la intimidad de su recámara, se reviste y embellece Nuestra Señora de San Juan, espléndidamente.

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Se conservan dos altares movibles, neoclásicos, hechos para el Camarín: uno está ahí y el otro, se exhibe en un lugar privado.

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V.- LOS OTROS RECINTOS DE LA VIRGEN 1.- EL MURAL ESCULTÓRICO “EL MILAGRO DE LA VIRGEN DE SAN JUAN” (Pasillo de la Colecturía. Puerta en el crucero sur) Cuadro I: “LA VIRGEN LLEGA A SAN JUAN BAUTISTA DE MEZQUITITLÁN EN 1542” Presenta la Conquista y primera Evangelización. Pasada la Guerra del Mixtón entre indios y españoles, llegó la Virgencita de San Juan colgada al pecho del Padre franciscano Miguel de Bolonia, evangelizador y educador, junto con Fray Antonio de Segovia. Está también la Capilla del Hospital, de adobe y paja, donde fue colocada la Imagen de la Virgen de San Juan, donde duró en el altar cerca de 80 años. Posteriormente fue retirada en la Sacristía, por su visible deterioro. Cuadro II: “EL PRIMER MILAGRO DE LA VIRGEN DE SAN JUAN EN 1623” Presenta el Primer Milagro a la niña cirquerita que resucita al contacto con la Imagen de la Virgen de San Juan, colocada por Ana Lucía, esposa de Pedro Andrés, guardianes de la Capilla , siendo testigos, indios y españoles, como: Gerónimo de Arrona y Miguel López de Elizalde . Después serán testigos: el Párroco Diego Camarena y el Sacerdote Juan Contreras Fuerte, quien levanta acta notariada por mandato del Obispo Leonel Cervantes. Cuadro III: “LA VIRGEN EN SU SEGUNDO TEMPLO, 1653” Presenta el segundo templo y el milagroso pozo de la Virgen, señalado por una misteriosa Niña, el cual dio agua suficiente para edificar el templo y para el pueblo. La primera capilla, se la llevaron los peregrinos como reliquia milagrosa y curativa. Cuadro IV: “LA VIRGEN TRALADADA A SU TERCER TEMPLO, 1769” Presenta el traslado de la Imagen de la Virgen de San Juan, el 30 de noviembre de 1769, a su tercer templo, en las Fiestas del 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción, en la que también se daba la Feria de San Juan, la más famosa de la Nueva España, decretada por el Rey Carlos IV. Es un retrato colonial de la celebración religiosa y popular en el pueblo de San Juan: indígenas, mestizos y criollos; nativos y peregrinos. Cuadro V: “PEREGRINOS, ENTRE LUCHAS Y PERSECUSIONES, VAMOS CON LA VIRGEN DE SAN JUAN” Presenta la interminable peregrinación de los devotos de Nuestra Señora de San Juan, que han vivido luchas de independencia, revoluciones y persecuciones religiosas, sin dejar de caminar. Su historia la marcan personas y acontecimientos.

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Aquí están los mártires de la persecución de 1926: el Beato Anacleto González, los Santos Toribio Romo, Pedro Esqueda y el Arzobispo Francisco Orozco y Jiménez. Está el Papa Pío XI quien hizo al Santuario Colegiata y el Papa San Pío X quien autorizó la coronación pontificia y el Obispo José de Jesús Ortiz quien, a nombre del Papa, coronó a la Virgen de San Juan. Y finalmente, el primer Abad: Gonzalo Ornelas. Aquí está el Papa Beato Paulo VI quien erigió la Diócesis de San Juan; los cardenales José Salazar y José Garibi Rivera; el Papa Pío XII quien elevó a Basílica Menor al Santuario de Nuestra Señora de San Juan y la declaró Patrona de la Arquidiócesis de Guadalajara. Aquí están los Obispos de la Diócesis de San Juan de los Lagos: Felipe Salazar, Javier Navarro; el Papa San Juan Pablo II, quien visitó este Santuario de la Virgen de San Juan, el 8 de mayo de 1990; los obispos J. Trinidad Sepúlveda, José López Lara y Francisco Javier Nuño. LA HISTORIA DE NUESTRA SEÑORA DE SAN JUAN ES: La llegada de la Sagrada Imagen en 1542. Su primer milagro en 1623. La estancia, de un siglo, en su segundo templo. El traslado a su actual santuario y dedicación en 1769. La consagración de su actual santuario en 1884. La erección de la Diócesis de San Juan de los Lagos en 1972. Y sin duda, cierra este ciclo la histórica venida del Papa San Juan Pablo II a su santuario, el 8 de mayo de 1990. RECORDAMOS: el martirio de los tres santos, formados en el Seminario de San Juan: San Pedro Esqueda, Santo Toribio Romo y beato Anacleto González. RECORDAMOS: al Papa Gregorio XVI quien nombró “Basílica Incorporada” al santuario de San Juan de Letrán, el 17 de enero de 1836. Al Papa San Pio X que, por manos del Sr. Arzobispo José de Jesús Ortiz, coronó a la Virgen, el 15 de agosto de 1904. Al Papa Pío XI que constituyó el santuario en Colegiata, por ejecución del Sr. Arzobispo Francisco Orozco y Jiménez. Al Papa Pío XII que la elevo al rango de Basílica Menor en 1947 y proclamó Patrona de la Arquidiócesis de Guadalajara, en 1958, siendo Arzobispo el Cardenal José Garibi Rivera. Al Papa Paulo VI, siendo Arzobispo el Cardenal José Salazar, el 25 de marzo de 1972, establece la Diócesis de San Juan de los Lagos y hace catedral el santuario de San Juan. Y la Visita a su Santuario del Papa Santo Juan Pablo II, en 1990. RECORDAMOS a la Iglesia de San Juan de los Lagos, que camina bajo el cayado de sus Pastores: Francisco Javier Nuño G. primer obispo de San Juan, José López L., José Trinidad Sepúlveda R., Javier Navarro R., y Felipe Salazar V. 2.- LA CAPILLA DEL SANTÍSIMO Al lado norte del presbiterio está la Capilla del Santísimo, como se acostumbra en los santuarios de mucha afluencia. Originalmente estaba destinado este espacio para Sala del Tesoro

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de la Virgen26, donde se guardaban sus pertenencias de más valor y estima, hasta que pasó a ser Capilla del Santísimo. Según la moda del siglo XX, están enyesados todos sus muros y bóveda y salpicados de estrellas y moldura doradas con un alto lambrin de mármol, creando un espacio de adoración, suavemente luminoso y recogido de manera que todo lleve hacia el altar donde está Jesús Sacramentado. El altar neoclásico resalta y recibe en la penumbra una antigua pintura de Nuestra Señora de Guadalupe con las cuatro apariciones, obra hecha en 1759 por el pintor Nicolás Enríquez. Ella también adora a su Hijo Sacramentado. El altar descansa sobre un pequeño ciprés de calamina con gradas, cubierto de un exquisito y uniforme grabado de flores de bronce resaltadas. Fue el segundo altar principal del santuario. Y al centro, está un hermoso Sagrario grande, para subrayar su lugar central. Un óleo de ángeles regordetes que exaltan al Corazón eucarístico de Jesús, pintado sobre la puerta del sagrario, invitan a los fieles a adorar al Dios Eucaristía, realmente, presente ahí. Termina el altar con un comulgatorio, par con los comulgatorios de mármol y bronce que están rodeando los altares de los cruceros. Fueron traídos de Nueva York. Inicia este comulgatorio con una base, igualmente laminada y adornada como todo el ciprés, donde inclinados y reverentes, dos gigantes ángeles, de talla colonial, muy piadosos, invitan a adorar al Dios sacramentado a todos los que entran. Este altar de calamina dorada, es el segundo altar mayor que tuvo el santuario, desde 1836, cuando se decidió quitar el retablo barroco. Y será finalmente reemplazado por el altar traído de Asís y que ahora vemos, unido a las gradas del actual ciprés. Los reclinatorios, hechura del mismo Ebanista de Bolaños y los rojos lampadarios son los únicos que, silenciosos, invitan a la adoración del Dios que lo es Todo. 3.- EL PASILLO INTERNO SUR Al lado sur del presbiterio, en espacio paralelo a la Capilla del Santísimo, está un corredor interno conocido como la Ante Sacristía que comunica, al mismo tiempo, a la Sacristía, al Camarín y a la Sala Penitencial. Su belleza y sobriedad hacen levantar la mirada, primero, hacia sus hermosas bóvedas, estrella gótica de nervaduras cruzadas para luego detenerse en las dos principales portadas que, precisamente, dan acceso a la escalinata del camarín y a la sacristía. La principalidad de la Sacristía y Camarín queda subrayada por sus dos hermosas portadas que –como ya dijimos- juegan entre un barroco tardío y un desafiante neoclásico. Ambas se 26

En su Estadística de San Juan de los Lagos, de 1838, habla Benigno Romo y la llama Sala del Tesoro.

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desplantan dando portada con dos neoclásicas pilastras de cantera rematadas con unos capiteles barrocos, singularmente tallados con un ángel mexicano y, a los lados, con unos pelicanos (símbolo eucarístico de Cristo que alimenta a sus polluelos como el pelícano). Los dos arcos son levemente octagonales. La cenefa ornamental es neoclásica con la abundancia del barroco. Y sus puertas de madera fueron hechas en el tiempo de la moda ya impuesta del neoclásico, son obra también de los mismos ebanistas de Bolaños, Jalisco. Actualmente hay en sus muros tres pinturas sin firma del autor. Muy valiosa y antigua es la pintura de un Crucificado en agonía, de tamaño natural. Las otras dos pinturas son del siglo XX, y pintan a la Trinidad. Una, representada por las tres divinas personas, iguales pero distintas en su vestuario y en el símbolo que las identifica. La otra pintura, es la Trinidad, en el momento del nacimiento de Jesús, que está en brazos de María y que también está en los pobres de San Vicente de Paúl. En los muros de este pasillo está una pieza, restaurada, del primer retablo barroco, probable baldaquino octagonal del nicho barroco de Nuestra Señora de San Juan, del siglo XVIII. Bajo el piso de este pasillo, ya sellada la entrada por estar completa (2 siglos atrás), se encuentran las criptas de los devotos de Nuestra Señora, comenzando por la del arquitecto de este santuario: D. Juan Rodríguez de Estrada. 4.- LA SALA PENITENCIAL La Sala, ahora, penitencial, que en el pasado tuvo diversas funciones (como Sala del Cabildo) es el soto banco de piedra en que descansa la segunda planta donde está el Camarín. La sobriedad de este sótano colonial hace resaltar sus arcos, bajos y fuertes, que soportan un techo pesado produciendo una belleza de luz penitencial y de cantera conventual que convoca a la oración y a la reflexión personal. 5.- LA COLECTURÍA Fue tardía la necesidad de construir una casa para el Capellán, en el mismo espacio del santuario. Hasta 1866, siendo Capellán el Padre Agustín Rodríguez, fue que el santuario perdió la Casa del Capellán, ubicada en el lado norte, frente a la plaza. Entonces fue cuando empezó a pensarse dónde hacer una nueva casa. Para entonces el espacio sur, anexo al santuario, funcionaba como un lugar para atender a los peregrinos. En la persecución religiosa de 1926, este espacio fue utilizado eventualmente como cuartel, por parte del Gobierno de Calles. Ahí, estuvo preso San Pedro Esqueda, del 18 al 22 de noviembre de 1927. Y de ahí, partió al martirio, siendo ejecutado ese mismo día en Teocualtitán de Guadalupe, Municipio de Jalostotitlán. Hasta el tiempo del segundo Abad Juan N. Martín, en su largo período (1933-1969), fue cuando él buscó convertir parte de la colecturía en casa del Abad. Por las variadas necesidades del

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santuario y el espacio reducido con que se contaba, obligó a planearla en varias plantas. La primera planta se empleó para la atención a los peregrinos. Y las dos otras plantas para la Abadía. Al erigirse el santuario como Catedral de la nueva Diócesis de San Juan de los Lagos, el 25 de marzo de 1972, el renombrado arquitecto guadalajarense Ignacio Díaz Morales hizo una bella remodelación de la abadía, integrándola perfectamente al santuario y dando respuesta arquitectónica a los espacios que urgían para el nuevo Obispado. Siguió respetándose la planta baja como espacio de servicios a los peregrinos. La segunda planta la convirtió en oficinas del obispado y la tercera, en casa habitacional. Originalmente no se había proyectado que estuviera ahí, la casa del Obispo. Pero, lo práctico de tener en el mismo obispado la casa, llevó a vivir ahí, al primer obispo. El siguiente Obispo José López Lara, al decidirse por un nuevo obispado en otro lugar fuera del santuario, también proyectó hacer cerca del obispado, la Casa del Obispo. Con motivo de la muy honrosa visita del Papa San Juan Pablo II, el 8 de mayo de 1990, la segunda planta de esta Colecturía, quedó convertida en la Estancia Papal donde, por unas horas, estuvo el Papa Santo Juan Pablo II. Después de estar en el santuario, ahí comió y descansó. Actualmente, la planta baja sigue ofreciendo los mismos servicios a los peregrinos y la segunda y tercera plantas se convirtieron espacio conventual del Clero Catedralicio. 6.- LAS PIEDRAS QUE HABLAN Dentro del santuario hay tres piedras conmemorativas de sucesos que se dieron dentro de este recinto con grandes muestras de fiesta: 1.- En óvalo ornamentado está escrito en la cantera del muro norte: “El 19 de noviembre de 1884 fue consagrado este santuario por el Ilustrísimo y Reverendísimo Sr. Dr. D. Pedro Loza Arzobispo de Guadalajara, quien celebró de pontifical, el 21 del mismo. Predicando en la Misa el Ilustrísimo Sr. Dr. D. Tomás Barón, Obispo de León, siendo Capellán Mayor el Pbro. D. Isidoro Rodríguez”. 2.- En óvalo ornamentado está escrito en la cantera del muro sur: “El 30 de noviembre de 1869 se solemnizó el aniversario secular de la colocación de este santuario. Celebró de pontifical el Ilustrísimo Sr. Dr. D. José María de Jesús Diez de Sollano Obispo de León. Predicó en la misa el Sr. Lic. D. Francisco M. Vargas, después Obispo de Colima, siendo Capellán Mayor el Sr. Pbro. D. Agustín Rodríguez”. 3.- Detrás del altar y ciprés de mármol, está escrito en una loza de mármol: “”ALTARE HOC OLIM PATRIARCHALI BASILICA S. MARIA ANGELORUM DE PORTIUNCULA NUNC EMPTUM AB ILLMO AC RVMO. D. FRANCISCO OROZCO Y JIMENEZ GUADALAXARENSIS EPISCOPUS AB EODEM DE NUNC CONSECRATUR IN PERVIGILIO ASUMPTIONIS S. B. M. VIRGINIS D. A. MCMXXX

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(Traducción: Este altar, en otro tiempo de la Basílica patriarcal de Santa María de los Ángeles de la Porciúncula, ahora adquirido por el Ilustrísimo y Reverendísimo Don Francisco Orozco y Jiménez, Obispo de Guadalajara, de nuevo el mismo altar fue consagrado en la vigilia de la Asunción de la Santa y Bienaventurada Virgen María. Año de 1930). En el atrio, también hay otras tres piedras que conmemoran sucesos del santuario que se ven y se admiran: 1.- En óvalo ornamentado, sobre la cantera del muro derecho, costado norte, está escrito: “Se comenzó este templo el 30 de noviembre de 1732, “a costa” del Ilustrísimo Sr. Dr. D. Nicolás Gómez de Cervantes obispo de esta Diócesis, a solicitud del Bachiller Don Francisco del Río, Capellán Mayor que fue en el tiempo de su administración (1728 a 1765).” 2.- En óvalo también ornamentado sobre la cantera del muro izquierdo, costado norte, está escrito: “Se colocó –la Imagen-en este templo el día 30 de noviembre de 1769 siendo Obispo, de este obispado, el Ilustrísimo Sr. Dr. D. Diego Rodríguez de Rivas y Capellán Mayor, el Bachiller D. Vicente de Cuéllar y González”. 3.- En una loza del cubo de la Torre Norte reza así: “Un padre nuestro y una ave maría por el alma de Antonio Gutiérrez que se despeñó de la veleta, el 12 de julio de 1815”.

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VI.- LAS OTRAS CASAS DE LA VIRGEN 1.- LA CAPILLA DEL PRIMER MILAGRO Y HOSPITAL En el primer cuadrante donde se asentó el pueblo de San Juan Bautista Mezquititlán, junto al antiguo Hospital de indios, estaba la capilla del Primer Milagro. De esta primera capilla, después de 1623, muy pronto no quedó nada porque, cuando le hicieron su segundo templo, se la fueron llevando a sus casas, a puños y en pedacitos, los muy devotos peregrinos 27 . –Decían- que tenía poderes curativos y milagrosos. La actual Capilla del Primer Milagro, sus muros vienen del remoto pasado siglo XVII, y su restauración mayor fue hecha, de 1940 a 194328. El Hospital anexo construido al mismo tiempo que la primera capilla, llamada luego del Primer Milagro, con los años fue reconstruido con mejores materiales. Sabemos que esto sucedió en 1888, y que lo promovió el Capellán Mayor D. Ignacio Rosales, apoyado en esta gestión por D. Cosme Montero. Preside hoy, una hermosa Imagen de Nuestra Señora del Rosario, sin duda salida del santuario de Nuestra Señora de San Juan y obra de Fidel Galindo. En sus muros cuelgan dos valiosas pinturas de Nuestra Señora de Guadalupe y de Nuestra Señora de San Juan, obras del pintor Sanmartín de la Ciudad de México. La historia guardada en sus centenarios muros nos cuenta que la primera capillita donde estuvo la Virgen de San Juan, desde 1542, era de adobe y paja. En 1623, ahí se realizó el primer milagro. Y a partir de este portentoso acontecimiento la afluencia de peregrinos, cada día, fue más numerosa. Por este motivo el Señor Obispo Leonel Cervantes de Carbajal, en 1633, pocos meses después, mandó al Señor Cura Don Diego Camarena que, dejando dentro aquella capilla santa, se ampliara a los cuatro lados, dejando un generoso espacio libre para que acudieran con más confianza los fieles devotos. La ampliación se hizo de muro de piedra y nuevamente techo de paja. Al tiempo, se mejoró, enluciendo las paredes “de cal y canto” y artesonando el techo. Esta faena duró siete años, de 1635 a 1642. Con tan mala fortuna se edificó que, pasados pocos años, mandó el Obispo Juan Ruiz Colmenero, en 1653, que se derribase, porque amenazaba a ruina. Por eso, el mismo Señor Obispo, definitivamente, terminó por buscarse otro lugar para edificar un segundo templo más de acuerdo a sus muchas necesidades.

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PEDRO MARÍA MÁRQUEZ, o.c., p. 91, n.101. Afirma el Cronista de San Juan, José S. de la Cruz Cornejo que la reconstrucción de la actual Capilla del Primer Milagro la inició el Sr. Cura Francisco Romo y la concluyó el Sr. Cura Donaciano Ruvalcaba, de 1940 a 1943. Cf. JOSÉ S. DE LA CRUZ CORNEJO, Crónicas Recordando el pasado de San Juan de los Lagos, Impresora R. de León, en San Juan.p.48. 28

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Actualmente en, parte de ese lugar que fuera la Capilla Ampliada, está una capilla desnuda de todo; sobre sus muros le adornan tres cuadros, parecen antiguos y escenifican el Primer Milagro en el salto mortal de la niña trapecista y en la velación de la niña muerta que resucita. Hoy, esta capilla la preside una Imagen de Nuestra Señora de San Juan. Este cuadrante de la capilla del primer milagro, forma un mismo frente con el Antiguo Hospital de indios, ahora, muy remozado con su fachada de cantera y su claustro. La larga plaza que hay actualmente, que fue el espacio donde los cirqueros levantaron la Carpa y donde la niña murió, dejó de ser la principal muy pronto y se desplazó al lugar llamado Zócalo, cuando comenzó a edificarse su segundo santuario. 2.- EL SEGUNDO TEMPLO DE LA VIRGEN: PARROQUIA DE SAN JUAN BAUTISTA Este segundo santuario lo inició personalmente el Señor Obispo Juan Ruiz Colmenero, entre 1648-1649. Y fue terminado en 39 años, aunque la sagrada Imagen fue trasladada a su segundo templo, probablemente desde 1653,29 permaneciendo ahí prácticamente un siglo, al ser de nuevo trasladada a su tercer santuario en 1769. Sabemos que originalmente el segundo templo era sólo de una nave de cañón. Su planta era de cruz latina con sus dos breves cruceros y presbiterio. Tuvo originalmente un retablo de cedro. Y es muy probable que fuera barroco según la costumbre de ese tiempo. También sabemos, que por mandato del Señor Obispo Juan de Santiago y León Garavito (1678-1694), lo último en construirse del templo, fueron sus dos torres y los anexos del lado norte, lo que actualmente es el casa cural. Muchas mudanzas sufrió el templo parroquial de San Juan Bautista a lo largo de los siglos. Por eso mismo, es difícil imaginarlo cómo sería este segundo santuario de Nuestra Señora de San Juan. Su primera modificación significativa, aun siendo el santuario de la Virgen, consistió en cambiar la bóveda del presbiterio que era de cañón, por una esbelta cúpula. Esta primera modificación la emprendió el Señor Obispo Diego Camacho y Ávila (1707-1712) quien también mandó construir la sala del tesoro, su antesala y camarín30. -Debemos precisar- que, en 1769, tuvo que modificarse el retablo, cuando decidió ponerse, en lugar de la Imagen de Nuestra Señora de San Juan, la imagen de Nuestra Señora Guadalupe. El gran atrio también se modificó después del traslado de la Virgen, cuando abrieron por mitad del atrio una calle, quedando separados una parte de atrio y el cuadrante del cementerio.31

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OMAR PADILLA, Tesis para Maestro en Historia: Entre la devoción y el comercio. Un Santuario para San Juan de los Lagos. 1732-1797. p.31. 30 Este Camarín fue dedicado por el Señor Obispo Fray Manuel Mimbela y Morlans (1714 -1721). 31 El atrio-panteón, pasado el tiempo, se transformó en el Mercado actual.

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Las más significativas modificaciones las recibió este segundo templo de la Virgen de San Juan, hasta los años de 1960. Y consistió en una ampliación del templo en tres naves, tomando, por sus dos costados lo ancho de los cruceros. Esta reforma la emprendió y dio término el mismo Señor Cura Aurelio Olmos en su largo período de párroco, de 1961 a 1992. Lamentablemente no alcanzó la maravilla de la cámara fotográfica a retratar el primero y original retablo del santuario y ahora, templo de San Juan Bautista. Solamente contamos con la pinturita de un “exvoto” que pone la fachada de este santuario, un poco al gusto del pintor32. 3.- LA CAPILLA DEL POCITO La Capilla del Pocito o “el Ojo de San Juan”,33 es la más joven capilla dedicada a la Virgen de San Juan. No fue santuario de la Virgen sino solamente “el pocito de la Virgen” así llamado y procurado. Y mayor confusión crea, ahora, que se le añadieron otros pocitos en otros lugares. El pocito original, como sucedió con la tierra de la primera capilla, terminó considerándose milagroso y curativo, aunque su fin era solamente proporcionar agua para la construcción del santuario y abastecimiento de los vecinos. Se considera milagroso porque la Tradición narra que, al comienzo de la edificación del segundo templo de la Virgen de San Juan, se vino el problema del insuficiente abasto del agua para la construcción, dada la aridez del pueblo de San Juan que contaba sólo con el agua del río, abundante únicamente en el “tiempo de lluvias”. Y sucedió que el Capellán Mayor, Juan Contreras Fuerte, atribulado con esta necesidad, en 1662, paseándose por un arroyo, cercano al templo, que llevaba un hilo mínimo de agua, que bajaba al río, vio a una jovencita que tenía en una mano una piedra y en otra un palito; quería clavarlo en la peña; y viendo el Padre alguna humedad en la peña, dijo a la mozuela: -Tienes más entendimiento tú que yo-. El Padre se llevó al día siguiente un trabajador con una barreta para que cavase e hiciese una pileta en la peña; en seguida le mandó dar golpes en la parte en que la muchachita clavaba el palito en la peña, mientras invocaba a la Virgen de San Juan: y al segundo golpe, como sucedió a Moisés, brotó el agua en abundancia y quedó remediada la insuficiencia de ella, en aquel tiempo 34 . Y por habérselo encontrado un 24 de junio, le llamó el Capellán Contreras Fuerte: “el Ojo de San Juan”. A éste singular acontecimiento, con el tiempo, dieron en llamarle los peregrinos: “El milagro del Pocito”, y al lugar, simplemente: “el Pocito de la Virgen” o “el Ojo de Agua de la Virgen”. Y ahí, precisamente al pie del pocito, se ha levantado la última capillita, en 196035. Intenta ser una capilla monumento. Según el diseñador, tiene la figura de un grande pozo con brocal y asa. En piedra gris dos grandes, gruesas y altas láminas, en vértice, se levantan. Y en los extremos, dos gigantes y toscos ángeles pareciera que jalan el monumento, teniendo en lo más 32

OMAR PADILLA, o.c., p. 29 El pocito de la Virgen, originalmente fue primero llamado “el Ojo de San Juan” por haberse descubierto el 24 de junio de 1662. 34 PEDRO MARÍA MÁRQUEZ, o.c. p.42 n.36. 35 La primera capillita la levantó el Canónigo Silverio Hernández Rizo. J OSÉ S. DE LA CRUZ CORNEJO, o.c., El Pocito, p. 73- 76 33

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alto, a Nuestra Señora de San Juan, también de piedra, que descansa en la cima de cúpula, en forma de una grande asa de pozo. A la capillita, libra del sol y del agua, un leve techo de cantera, en forma de ala de gaviota. Y, a sus pies, murmura el agua del milagroso y original pocito en el que, todavía, corre en su fresco y bajo vientre el agua milagrosa. Inconcluso está, en la superficie interna de la cúpula, un precioso mosaico veneciano de la gloriosa asunción de María. Esta capillita está dedicada a la Natividad de María.

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VII.- EDIFICIOS HISTÓRICOS DE SAN JUAN DE LOS LAGOS 1.- LA CAPILLITA DEL CALVARIO Hay, a la entrada de San Juan, ahora rebasada por la mancha urbana, una Capillita, antiguamente llamada “De la Cruz”, por haber tenido, al frente de la entrada, una grande cruz atrial sobre el piso. Hoy, es mejor conocida como “El Calvario”. Fue edificada, a partir de 1648, al mismo tiempo que el segundo templo de la Virgen (el templo parroquial de San Juan Bautista). Ya, el 19 de septiembre de 1673, se le había otorgado el permiso “de celebrar misa”. Con el paso de los siglos, a su visible deterioro, vinieron varias restauraciones en sus muros hasta llegar como está, hoy. Es más monumento por fuera que por dentro. Para los sanjuanenses, más en el pasado, fue significativa por la cruz atrial. Y quería ser la entrada oficial a San Juan de los Lagos, por el oriente, ya que, por el puente, era la entrada del occidente . Acostumbraban esperar, ahí, a las grandes personalidades del pasado. Su Santidad Juan Pablo II coincidió en pasar por ahí, en su entrada a San Juan, el 8 de mayo de 1990.36 2.- LA CASA DEL OBISPO Se encuentra en el Cuartel primero, Manzana primera. Por el lado oriente, hace esquina con la calle Luis Moreno y Vicente Guerrero y, por el lado poniente, hace esquina con la calle Luis Moreno y con la calle Burgos. Se llamaba casa del Obispo porque ahí se hospedaban los obispos que venían a visitar a Nuestra Señora de San Juan. En esta casa habitaba el Capellán Mayor. Y fue edificada ahí, por ser un lugar céntrico entre el Zócalo y el Santuario (el segundo Templo). Comenzó a edificarse, a partir de 1650. Por un tiempo, solamente contaba con la planta baja, y con una vivienda y corredor de arquería en la segunda planta, sirviendo todo el resto de la azotea de mirador y de terraza. Es un edificio colonial austero, todo de piedra de cantera, con detalles labrados en los marcos y esquinas, adornadas con bellos y alargados pendones barrocos también de piedra. Actualmente tiene sus muros enlucidos y pintados, salvo el frente que da a la plaza. Recientemente fue chapeado con cantera en el siglo XX, a mediados. Es edificio federal, administrado por el Municipio. Hoy, se encuentra rentado para el comercio. En general el edificio está descuidado en su aspecto externo y planta alta. La Iglesia, como todos sus bienes inmuebles, lo perdió por las leyes de expropiación en 1866. Sabemos del uso que tuvo, en 1930. Ahí estuvo instalada una Escuela Particular que dirigía la Señora Victoria Montoya, por eso dio la gente en llamarlo: “Colegio Viejo”. 36

JOSÉ S. DE LA CRUZ CORNEJO, o.c., p.. 77-78

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Por decreto presidencial, el actual administrador del inmueble municipal es el Patronato del Hospital de San Juan.37 3.- LA CASA DEL CAPELLÁN Comenzó por ser “Casa de la Aduana”. Por orden del Virrey, fue construida en los meses siguientes al traslado de la Virgen (1769), con el fin de recoger y administrar los impuestos de las mercancías que se cobraban, sobre todo, en la Fiesta y Feria del 8 de diciembre. Muy pronto la adquirió el Santuario para casa del Capellán Mayor, quedando una bella casa toda de cantera, con su doble y armónico claustro en las dos plantas y sus techos artesonados; con sus marcos barrocos muy labrados al entrante estilo neoclásico; con su buena salida de campo por la calle de espalda (Independencia) y su entrada por la calle del centro (Rita Pérez), muy cercana al tercer santuario y al Zócalo. Célebre será esta casa por haber hospedado a los obispos de Guadalajara que visitaron, en su tiempo, a Nuestra Señora de San Juan, sobre todo aquel Obispo de Guadalajara, Esteban Lorenzo Tristán, que intentando llegar a Guadalajara por vez primera38 , por el camino de San Juan, se hospedó en ella, en las Fiestas del 8 de diciembre. Estando ahí, murió sorpresivamente, el 10 de diciembre de 1794, debido a que la medicina que había de untarse, por equivocación del ayudante, se la tomó, y la que debía tomarse, se la untó. En esta casa, estancia grata de los obispos que visitaban a la Virgen, vivió, entre otros, el Capellán Mayor Ignacio Rosales, insigne sabio y aficionado, entre otras cosas, a la arquitectura. A él le tocó estar en medio del tumulto entre las autoridades que encabezaba el Señor Toribio Esquivel y el pueblo que, a punto estuvo de lincharlo, el 12 de abril de 1857, y que quería ejecutar las leyes de expropiación de los bienes de la Iglesia. Gracias a la intervención del sabio Capellán, logró escapar con vida el Señor Toribio Esquivel. Lo que no pudo escapar de la Ley, fue la casa donde vivía el Capellán, porque a los pocos años, en 1866, fue expropiada por el Gobierno. Esta casa, al paso de los años, ha tenido variadas funciones; las más recientes han sido: Subalterna Federal de Hacienda, Oficinas de Correos y Telégrafo y actualmente Casa de la Cultura.39 4.- EL PUENTE Por cédula real, el 8 de octubre de 1788, se aprobó la construcción de tres puentes en el Reino de la Nueva Galicia: Puente Grande, Lagos y San Juan. Y, el primero en comenzar a construirse fue el de San Juan, debido a la gran afluencia de peregrinos durante el año. Para el 18

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JOSÉ S. DE LA CRUZ CORNEJO, o.c., p. 129-130 Canónicamente había tomado posesión de su nueva Diócesis de Guadalajara “por poder,” y venía por el camino de San Juan, para asentarse en su sede, ya personalmente. 39 JOSÉ S. DE LA CRUZ CORNEJO, o.c., p. 101-102; Cf, PEDRO MARÍA MÁRQUEZ, o.c., p. 160-166, nn. 179-186; p. 208-209, nn. 272-273 38

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de diciembre de 1792, ya estaban levantados todos los pilares y arcos que sostendrían el techo del puente. Antes de continuar la obra, buscando la mayor seguridad por el peso que sostendría su bóveda, el trabajo fue revisado por el ingeniero Juan Pagaza, en 1792. Aprovechando su visita, en esta ocasión, también se le pidió al mismo ingeniero que hiciera un presupuesto de lo que costaría la terminación del puente. Por mucho tiempo se suspendió la obra. Y no será sino, hasta 1822, una vez consumada la Independencia, que se terminará la obra. Pero, esto no impidió que se hiciera, desde buen tiempo atrás, un techo improvisado, para usarlo en 1811. Efectivamente sabemos que se utilizó en 1811 para que pasaran las fuerzas realistas que iban persiguiendo a Miguel Hidalgo; que trabaron batalla en el puente de Calderón, entre Tepatitlán y Zapotlanejo. Entonces fue posible usar el puente, gracias al patrocinio del P. José Manuel Flores quien prestó trabajadores y madera para techarlo, pudiendo así, pasar su amigo el General Félix José María Calleja, jefe de los realistas, junto con sus pesados cañones. En 1955, el puente tuvo que recibir refuerzos para soportar camiones pesados. Y, hoy, sigue en pie, esbelto, austero y fuerte. Pareciera que mira triste, desde sus dos largas arcadas, el hilo del agua, verdinegra y maloliente, que se esconde vergonzosa en un pliegue de la ribera, seca, la mayoría del año40 . Hoy, dos muy amplias calzadas de piedra pavimentadas acordonan el caprichoso caminar del río, desde donde puede verse hermosa y aireada la ciudad de San Juan de los Lagos, partida y señalada en su austero y monacal puente de piedra que espera y espera a que el agua crezca. Existe una piedra central en el arco norte, con una inscripción que dice: “Viva la pureza de María Santísima”. 5.- EL ZÓCALO En la traza española el segundo cuadrante de San Juan, destinado para la plaza de armas, fue señalado al mismo tiempo que el terreno donde se levantaría el segundo santuario. Todo fue donación de los nativos de San Juan. Dicho terreno por muchos años fue empleado para Tianguis. Hasta en 1872, apenas entrado en funciones el tercer santuario, fue que comenzó a promoverse una plaza de armas conforme a un diseño del Capellán Ignacio Rosales. El Capellán Rosales, de vanguardia en todo, pensó la plaza sin kiosco. En lugar suyo ideó colocar una fuente, que tendría, al centro, una muy alta columna; que remataría con una estatua

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JOSÉ S. DE LA CRUZ CORNEJO, o.c., p. 89-90

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de la paz representada por una mujer llevando en la mano una corona de olivo y cubierta la cabeza con el gorro frigio de la libertad 41. El basamento redondo de la columna serpenteada, sostendría una esbelta linterna gótica y cúbica, levantada para recibir, a su vez, cuatro dragones marinos deteniendo, con sus colas, la columna. La obra fue ejecutada por el Maestro Heraclio Jiménez. Duró 4 años en terminarse la plaza. En 1916, unos malvivientes (villistas, zapatistas y de la banda del Tingo) calaron su puntería, en el blanco de la estatua, destruyéndola parcialmente. Se proveyó de una nueva estatua, esculpida por Roque Picazo. Fue de nuevo colocada en 1939, siendo presidente D. Rafael Pérez de León. Y no fue, sino hasta 1963, que se reformó toda la plaza sustancialmente, respetando siempre la fuente central, bajo la dirección del ingeniero Salvador Rodríguez Gómez. El 9 de abril de 1964 fue inaugurada con el nuevo nombre de “Plaza Cívica Rita Pérez de Moreno”. Últimamente, en 1991 y en el 2009, otras remodelaciones se han hecho al Zócalo por parte del Municipio, en sus bancas, jardineras, piso y alumbrado, incluso se ha renovado la estatua42, quedando la anterior en la Casa de la Cultura, como pieza de exhibición. 6.- EL MESÓN DE LA VIRGEN El Capellán Mayor Vicente Ferrer Cuéllar, en 1769, inició la construcción del “Mesón de la Virgen”, así conocido en tiempos pasados. Dicho mesón tenía como fin albergar a muchos peregrinos sobre todo en las fiestas de la Virgen con más afluencia de visitantes. Está situado el Mesón en la esquina que forman las calles Vicente Guerrero y Minerva, dando espalda por la calle Burgos. El mesón fue pensado originalmente para dos pisos que se terminaron en 1775. A los 25 años de uso, el Capellán Mayor José Ignacio Cervantes, en 1800, construyó un tercer piso. Y fue criticado por ello, al punto de que tuvo que hacerse venir al Maestro Pedro José Ciprés para hacer un peritaje de la nueva obra. Quien, después de revisarla con detalle, juzgó que era una obra sólida y no corría ningún peligro usarla. Por tal motivo se siguió utilizando, cerca de 20 años, hasta que, en 1823, definitivamente fue echado abajo el tercer piso, por dos motivos: el mal aprovechamiento que hacían de esa tercera planta para juegos de azar y el desplome de parte del muro en esa planta tercera. 43

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El gorro frigio formaba parte del atuendo de los esclavos liberados en Grecia y Roma. JOSÉ S. DE LA CRUZ CORNEJO, o.c., p. 95-100; 155-156 43 El 4 de agosto de 1950, por falta de mantenimiento, sufrió un derrumbe en la parte poniente, que, después, se restauró. Y el 17 de mayo de 1962, fue inaugurada como “Centro Escolar Rita Pérez” por el Presidente Adolfo López Mateos. 42

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Cuando fue expropiada esta casa, como todos los demás bienes del santuario, en 1866, siguió siendo Hospedería por algún tiempo. Por un corto tiempo fue cuartel y terminó finalmente siendo la Escuela pública Rita Pérez, sólo para mujeres, como así funciona hasta el día de hoy. Su fachada no ha perdido su aire religioso ni su belleza colonial. Y en su interior, puede disfrutarse, en sus dos plantas, un claustro de cantera, esbelto y espacioso, como una valiosa joya olvidada44. 7.- EL MERCADO Originariamente fue primero cementerio atrial, y parte del segundo santuario. Al trasladarse, en 1769, la Sagrada Imagen de Nuestra Señora de San Juan a su tercer santuario, fue modificándose su espacio. Cuando fue retirado el cementerio del atrio del segundo templo, se desplazó a ese lugar el “Tianguis,” en 1830. Para entonces, el atrio del segundo santuario, se había reducido al espacio que actualmente tiene. Con el tiempo, en 1885, se decidió construir el Mercado. El diseño salió de la mente y los trazos del Capellán Mayor Ignacio Rosales, autor también del diseño de la plaza de armas. Fue terminado el mercado hasta en 1902, con el nombre de Luis C. Curiel, gobernador de Jalisco como dice la placa en la parte alta de la puerta que da a la calle Luis Moreno. Posteriormente fue dedicado a un político llamado Zenón de la Torre, cuyo único mérito para ser recordado en San Juan, fue su gestión decisiva en la obra del mercado.45

8.- LA CASA DEL PADRE MANUEL FLORES Y SUS MUDANZAS La casa del P. José Manuel Flores 46 fue construida en los años de 1770. Era la casa de la Familia Flores que tuvo como segundo dueño a dicho sacerdote, oriundo de San Juan de los Lagos. Sin proponérselo fue afortunado minero, de donde le vino su mucha riqueza. Esta casa, entre sus múltiples propiedades, la tenía como casa de verano y era su favorita para descansar. Estando en ella, será levantado de su cama, para ser ejecutado, cerca de ahí. En enero de 1811, recibió, en esta casa, a su amigo el General Calleja en su camino, persiguiendo a Miguel Hidalgo, a quien encontrará y derrotará en el puente de Calderón, cerca de Zapotlanejo, Jalisco. Por esta simpatía con los realistas, a los pocos meses, terminará siendo degollado, el 6 de mayo de 1811, en el cerro del Huilote, a manos de un jefe insurgente de esta región, apellidado Villarreal y apodado “Diente Mocho”. Pocos días antes, lo había ayudado con dinero para la Causa Insurgente.

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JOSÉ S. DE LA CRUZ CORNEJO, o.c., p. 137-140 JOSÉ S. DE LA CRUZ CORNEJO, o.c., p. 104 46 Ibidem p. 91-94. 45

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No sabemos cómo llegó a manos de la Iglesia, lo más seguro es que el mismo Padre José Manuel Flores, dada su gran bondad para con la Virgen y su santuario, haya dejado esta casa para el Santuario. Sabemos, sin precisar fechas, que fue Escuela de Niñas, Liceo de varones y Seminario Auxiliar. Efectivamente, por el acta levantada para asentar la primera Escuela del Santuario, sabemos que, el 29 de enero de 1887, se instaló y comenzó a ser dirigida por el hombre de Letras y de variados conocimientos, D. Juan de Dios Rocha. Su segundo Director fue el Historiador Sanjuanense Pedro María Márquez. Como era de esperarse, l ogró esta Escuela, en su tiempo, excelentes frutos en el saber, con muy brillantes profesionistas, no sólo sanjuanenses sino del entorno47. En 1903, por orden del Señor Arzobispo José de Jesús Ortiz se funda el Seminario Auxiliar y dura hasta agosto de 1909.48 Ahí, iniciaron su formación, entre otros, nuestros mártires: Santo Toribio Romo, San Pedro Esqueda y el Beato Anacleto González Flores. Y también estuvieron de alumnos, algunos amigos de los perseguidores, como Silvano Barba, que después sería Gobernador de Jalisco, en plena Persecución Religiosa. Tardíamente, esta casa fue enajenada al santuario, por orden del Gobierno. Y ya siendo propiedad de la Nación, pasó a ser vendida al Ayuntamiento de San Juan 49 para presidencia y oficinas municipales, tal y como hasta ahora sigue funcionando. Las principales modificaciones han sido en su fachada principal. Es un austero claustro de piedra de cantera, en doble planta, al estilo colonial, con las habitaciones dispuestas a los cuatro lados del claustro. Hay muy significativos murales que recogen la historia de San Juan, en sus hombres y mujeres ilustres, ahí pintados. 50 9.- LA CASA DE RITA PÉREZ DE MORENO Porque detrás de un gran hombre, hay una gran mujer, detrás del valiente Insu rgente Pedro Moreno estuvo la noble esposa Rita de la Trinidad Pérez. Ella, al levantarse en armas su esposo por la causa insurgente, lo apoyó en todo y se arriesgó a todo. Por esta Causa, en 1817, sufrió cárcel, pasó hambres y enfermedades, perdió tres hijos, y uno en gestación. Y, hasta una hija le fue raptada por los realistas. Muerto su marido en el rancho el Venadito, en 1817, el Virrey Juan Ruiz de Apodaca la dejó en libertad. Ella, viuda, regresó a su pueblo natal de San Juan de los Lagos. Y con los suyos permaneció hasta su muerte, el 27 de agosto de 1861. 47

Cf. Ibid. p 113-118. El historiador Pedro María habla de un Seminario establecido en 1868. PEDRO MARÍA MÁRQUEZ, o.c., p. 224-226, nn. 305. 48 En 1903 se volvió a establecer el Seminario Auxiliar por mandato del Sr. Arzobispo Ortiz Rodríguez, en la Casa del P. Flores, entonces Escuela del Santuario. Cf. PEDRO MARÍA MÁRQUEZ, o.c., p. 279-280, nn. 404-406 49 El primer edificio que tuvo la Presidencia Municipal de San Juan, lo construyó el Alcalde Benigno Romo en 1828. Era llamada Casa Consistorial. Se ubicaba a un costado del tercer Santuario. Era toda de cantera. Fue terminada en 1837, y utilizado hasta 1915. Hoy, sólo queda una fotografía de lo hermosa que fue, porque fue derruida en 1962. En ella se dio el memorable gesto de civilidad cristiana cuando se leyó el bando de la Constitución de 1857, oprobioso para la Iglesia Mexicana y rechazado por los sanjuanenses. Cf. JOSÉ S. DE LA CRUZ CORNEJO, o.c., p. 131-132. 50 JOSÉ S. DE LA CRUZ CORNEJO, o.c., p. 135-136.

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La que fue su casa, se encuentra formando esquina con la calle Zaragoza y la calle Rita Pérez de Moreno51. VIII.- FECHAS HISTÓRICAS DE NUESTRA SEÑORA DE SAN JUAN 1.- La Capillita de adobe y zacate, primera morada de la bendita Imagen de nuestra Señora de San Juan, originalmente invocada con el nombre de la Limpia Concepción, fue construida en el pueblo de Mezquititlán, hacia los años de 1530 a 1533, época de la primera evangelización franciscana. 2.- La llegada de Nuestra Señora de San Juan fue, en 1542. La trajeron los franciscanos, misioneros de estas tierras: Antonio de Segovia y Miguel de Bolonia, cuando se refundó el pueblo de Mezquititlán con indios de Nochistlán, Zacatecas, llevando desde entonces, el nombre de San Juan Bautista Mezquititlán. 3.- En 1572, se erige la Parroquia de Jalostotitlán, a cuya jurisdicción perteneció San Juan Bautista Mezquititlán, hasta 1769, cuando San Juan de los Lagos se erigió en Parroquia. Una vez hecho parroquia el pueblo de Jalostotitlán con sacerdote de planta, comenzó a atenderse directa y frecuentemente a los pueblos, en torno a Jalostotitlán, como sucedió con San Juan Bautista Mezquititlán, Mezquitic, San Gaspar y otros más. 4.- En 1623, se da el portentoso “Primer Milagro” de la niña muerta y vuelta a la vida. Y su acta de veracidad, notariada por el Sacerdote Licenciado Juan Contreras Fuerte, se archiva en 1634. También, por este gran acontecimiento, un año antes, en 1633, da licencia la Municipalidad de Lagos para que puedan habitar los españoles en el pueblo San Juan de los Lagos. Este acontecimiento de 1623, es la piedra fundamental en la que descansa toda la Historia de Nuestra Señora de San Juan. 5.- Se cuenta con la primera Imagen Peregrina, de varias, en 1634. Fueron autorizadas y mandadas tallar por el Obispo Leonel Cervantes. A partir de entonces, Nuestra Señora de San Juan se da a conocer y a querer, sumando más y más peregrinos que la buscan y la aclaman. 6.- De 1635 a 1642, se realizan la ampliación y las mejoras a la Capillita original, que quedó dentro, bajo el mismo techo. Pasado el tiempo, hasta no quedar nada, se fueron llevando los peregrinos sus piedras y adobes porque daban salud a sus enfermos. 7.- Construcción del segundo templo de Nuestra Señora (el actual templo parroquial de San Juan Bautista). Inició la obra, en 1648, y terminó el 18 de marzo de 1684. La Sagrada Imagen fue trasladada probablemente en 1653. Este nuevo templo, confirma y deja constancia de la necesidad permanente de un espacio que responda a las múltiples demandas de tantos peregrinos. 51

JOSÉ S. DE LA CRUZ CORNEJO, o.c., p. 141. Recientemente, Rita Pérez de Moreno pasó a la Rotonda de los hombres y mujeres ilustres de Jalisco.

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8.- Construcción del actual tercer santuario. Inició el 30 de noviembre de 1732 y fueron terminadas las torres, el 8 de junio de 1790. 9.- Con gran pompa fue trasladada Nuestra Señora de San Juan, el 30 de noviembre de 1769. Este tercer templo es el milagro de la solidaridad de todos los peregrinos que, en poco tiempo, más que una casa, le dieron un palacio a Nuestra Señora de San Juan. 10.- El 19 de noviembre de 1884 se realiza la consagración de su último santuario, por manos del Arzobispo de Guadalajara Pedro Loza. 11.- El 29 de enero de 1904 llegó la noticia del Papa San Pío X que aceptaba coronar a Nuestra Señora de San Juan, por manos del Arzobispo de Guadalajara José de Jesús Ortiz, el 15 de agosto del mismo año. Esta coronación proyectó a Nuestra Señora de San Juan hacia la Iglesia Universal, como un Santuario muy importante, para propios y extraños. Tanto, que muy pronto, fue, y es considerado, eclesialmente, el segundo santuario más importante de México. Y, de parte del turismo nacional, uno de los primeros destinos religiosos más visitados. 12.- Las prerrogativas y títulos que ha recibido el Santuario de Nuestra Señora de San Juan, son: Basílica incorporada a la Basílica romana de San Juan de Letrán, el 17 de enero de 1836. El 27 de enero de 1923 el santo Padre, el Papa Pío XI elevó el santuario a Colegiata, contando, por eso, con un Colegio de Canónigos que siempre rezan y dan esplendor al Culto Litúrgico y Mariano. Su santidad Pío XII, el 1° de mayo de 1947 enalteció el santuario al título y dignidad de Basílica Menor. Y el 5 de julio de 1957 concedió el Patronazgo sobre la Arquidiócesis de Guadalajara a Nuestra Señora de San Juan. 13.- El Papa Beato Paulo VI erigió el 25 de marzo de 1972 la Diócesis de San Juan de los Lagos, designando como Catedral a la Basílica de Nuestra Señora de San Juan. De esta manera, Nuestra Señora de San Juan y la ciudad de San Juan de los Lagos, se convirtieron en cabeza y espacio socio-religioso operativo que debe hacer crecer a toda la Iglesia Diocesana. 14.- Visitó el Papa San Juan Pablo II a Nuestra Señora de San Juan, el 8 de mayo de 1990. Historia que difícilmente se repetirá.

AUTOR: SR. CANÓNIGO JAIME ENRIQUE GUTIÉRREZ GUTIÉRREZ MAYO 2015.

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INDICE I.- EL SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE SAN JUAN DE LOS LAGOS 1.- UBICANDO EL SANTUARIO 2.- EL ATRIO 3.- LAS TORRES Y CÚPULA 4.- LAS CAMPANAS 5.- LAS PORTADAS

II.- EL RECINTO DE NUESTRA SEÑORA DE SAN JUAN 1. El RECINTO DEL SANTUARIO EN 1838 2.- LAS CAPILLAS DE ENTRADA 3.- LOS CANCELES 4.- EL CIELO DEL TEMPLO 5.- EL CIELO DE LA CÚPULA 6.- LOS VENTANALES DEL TEMPLO 7.- EL CORO 8.- EL RETABLO PRINCIPAL 9.- EL ANTIGUO RETABLO BARROCO 10.- EL RETABLO NEOCLÁSICO ACTUAL 11.- LOS RETABLOS DE LOS CRUCEROS

III.- LA SACRISTIA DE NUESTRA SEÑORA DE SAN JUAN

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1.- LOS MURALES 2.- LAS PINTURAS 3.- LAS CÓMODAS 4.- LA MARAVILLA DE SUS ORNAMENTOS

IV.- EL CAMARÍN DE NUESTRA SEÑORA DE SAN JUAN V.- LOS OTROS RECINTOS DE LA VIRGEN 1.- EL MURAL ESCULTÓRICO 2.- LA CAPILLA DEL SANTÍSIMO 3.- EL PASILLO INTERNO SUR 4.- LA SALA PENITENCIAL 5.- LA COLECTURÍA 6.- LAS PIEDRAS QUE HABLAN

VI.- LAS OTRAS CASAS DE LA VIRGEN 1.- LA CAPILLA DEL PRIMER MILAGRO 2.- EL SEGUNDO TEMPLO DE LA VIRGEN 3.- LA CAPILLA DEL POCITO

VII.- EDIFICIOS HISTÓRICOS DE SAN JUAN DE LOS LAGOS p.21. 1.- LA CAPILLITA DEL CALVARIO 2.- LA CASA DEL OBISPO 3.- LA CASA DEL CAPELLÁN 4.- EL PUENTE 5.- EL ZÓCALO

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6.- EL MESÓN DE LA VIRGEN 7.- EL MERCADO 8.- LA CASA DEL PADRE MANUEL FLORES Y SUS MUDANZAS 9.- LA CASA DE RITA PÉREZ DE MORENO VIII.- FECHAS HISTÓRICAS DE NUESTRA SEÑORA DE SAN JUAN

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