Programa Apolo - Vol. 2

Page 1


El Programa Apolo comenzó en julio de 1960 cuando la NASA anunció un proyecto, continuación de las misiones Mercury, que tendría como objetivo el sobrevuelo tripulado de nuestro satélite para localizar una zona apropiada con vistas a un eventual alunizaje de astronautas; se cumpliría así el viejo sueño del viaje a la Luna por parte del ser humano. Historia Los planes iniciales se vieron modificados el 25 de mayo de 1961 con el anuncio del presidente John F. Kennedy de enviar y depositar un hombre en la Luna, y traerlo de vuelta a salvo antes de que finalizara la década. El 27 de enero de 1967 poco antes de llevar a cabo el primer vuelo tripulado la tragedia golpeó a la NASA. Durante una prueba de los sistemas del módulo de comando de la Apolo 1 hubo un brutal incendio dentro del mismo que se cobró, antes de que pudiera llevarse a cabo el más mínimo intento de rescate, la vida de los astronautas Virgil “Guss” Grissom, Edward White II y Roger Chaffee. Una comisión investigadora determinó que la tragedia se había originado como consecuencia del oxígeno puro al 100% que entró en combustión con una chispa provocada por un cortocircuito en uno de los paneles de control de la nave. La NASA, tras éste accidente, hizo un programa de premios para mejorar la seguridad de las misiones, el Premio Snoopy. Para octubre de 1968 el Apolo 7 ya estaba listo para ser lanzado y enviar a tres astronautas en órbita terrestre. Para diciembre, la misión Apolo 8 estaba lista para enviar a tres astronautas a una órbita alrededor de la Luna, misión que se concretó entre el 21 y el 27 de diciembre. Seis meses más tarde, la misión Apolo 11 tripulada por Neil Armstrong, Edwin Buzz Aldrin y Michael Collins hizo historia al poner dos hombres en la superficie de la Luna.


Para diciembre de 1972 el Programa Apolo llegaba a su fin. Durante su duración se lograron importantes avances en la astronáutica y los conocimientos de la geología lunar. Las tres últimas misiones fueron mucho más sofisticadas que las primeras tres, en gran parte porque los astronautas llevaron el «rover lunar» (LRV), un vehículo que les permitió desplazarse hasta varios kilómetros del lugar de alunizaje. En la misión Apolo 11 Armstrong y Aldrin estuvieron solamente 2 horas y media sobre la superficie, mientras que en la Apolo 17 las caminatas llegaron a un total de 22 horas de una estadía total de 3 días en el valle de Taurus-Littrow.

Por otra parte, la misión Apolo 17 fue la primera en incluir a un científico. Se trataba del geólogo Harrison Schmitt. Hasta su asignación, las tripulaciones de las misiones Apolo estaban compuestas en su mayoría por militares.


Después de seis aterrizajes lunares, el Programa Apolo se dio por terminado después de que las misiones Apolo 18, 19 y 20 se cancelaran por limitaciones de presupuesto. El fin del programa Apolo marcó el fin de la mayor ola de exploración vista hasta entonces y puso a los Estados Unidos a la cabeza de la carrera espacial sobre la Unión Soviética. Descripción de la nave El módulo lunar Apolo fue la primera nave diseñada para volar en el vacío sin ninguna capacidad aerodinámica. Estaba unido al módulo de mando y al módulo de servicio, y se separaba de éstos en la órbita lunar para emprender su descenso a la Luna con dos astronautas a bordo. Tenía unas patas tan débiles que no podían cargar el peso del módulo en gravedad terrestre, pero sí en la lunar (aproximadamente un sexto de la anterior). Al final de su estadía en la superficie, la etapa superior del módulo lunar despegaba para volver a unirse a los dos módulos en órbita lunar.


Para que las naves Apolo llegaran a su destino fue necesario la construcción del cohete Saturno V, el más grande jamás construido por la NASA, que medía 110,64m de altura. El Saturno V lleno de combustible pesaba unas 2700 toneladas en el momento del despegue. La última etapa se activaba para enviar a la nave Apolo fuera de la órbita terrestre y ubicarla en camino a la Luna.

Las misiones Apolo complicaron las actividades desempeñadas por los operadores en tierra, ya que en este caso tenían que controlar las trayectorias de dos naves. El entrenamiento de los astronautas fue muy extenso, cerca de 84.000 horas (casi 10 años). Este entrenamiento incluyó diversas actividades, desde simulaciones de la gravedad lunar, expediciones de geología en diferentes regiones de la Tierra, hasta volar el vehículo de entrenamiento para el aterrizaje lunar.


Curiosidades 1. El Apolo XI fue sólo el segundo vuelo espacial en la historia en el que toda la tripulación tenía experiencia en viajes similares. 2. La Nasa cargó el cohete con combustible suficiente para arrojar trozos de metralla de 45 kilos a casi 5 kilómetros de distancia y no podía garantizar que no ocurriese una explosión durante el despegue. Por eso situó a los espectadores VIP a una distancia de casi 6 kilómetros de la rampa de lanzamiento. 3. Las computadoras del Apolo XI tenían menos capacidad de cálculo que un teléfono móvil actual. 4. El agua potable era un subproducto y los filtros de gas hidrógeno de la nave no funcionaron, convirtiendo el líquido en algo asqueroso. Orinar y defecar en gravedad cero, por su parte, era algo casi nuevo. Lo segundo resultaba tan molesto que, al menos uno de los astronautas, se pasó la misión entera tomando un medicamente contra la diarrea para evitarlo. 5. Cuando el módulo lunar se separó del Columbia, la cabina no había sido despresurizada del todo, provocando una explosión de gas semejante a la que expulsa el corcho de una botella de champán que desvió la nave 6,4 kilómetros del lugar de alunizaje previsto. 6. Con combustible para apenas 25 segundos más y los ordenadores de vuelo saturados por los datos del rádar, el módulo lunar alunizó a las 20.17 horas (universal) del 20 de julio de 1969. 7. Neil Armstrong pisó la Luna por primera vez el 21 de julio de 1969 a las 2.56 horas (universal), aunque siguiera siendo el 20 de julio en todas las zonas horarias de los E.E.U.U.


8. Se estima que, al menos unos 600 millones de personas, presenciaron en directo a través de televisión el momento en que Armstrong dijo su mítica frase: “Es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad”. 9. El ‘pequeño paso para el hombre’ en realidad no fue tan pequeño. Armstrong alunizó tan suavemente que los amortiguadores no actuaron, obligádolo a dar un salto de 1 metro desde la escalera del ‘Eagle’. 10. Cuando Buzz Aldrin se reunió con Armstrong en la superficie, tuvo que cerciorarse de que la puerta del Eagle pudiera permanecer abierta porque no había picaporte o asa externa. 11. El presidente Nixon habló con los astronautas desde un teléfono instalado en la Casa Blanca. Nixon calificó la llamada como “la llamada telefónica más importante jamás hecha desde la Casa Blanca”. 12. La misión recogió y trasladó a la Tierra unos 22,5 kilos de roca y muestras de suelo lunares. 13. ¿La tarea más dura? Colocar la bandera. Los estudios de la NASA sugerían que el suelo lunar era blando, pero Armstrong y Aldrin se encontraron con una fina superficie de polvo sobre dura roca. Se las apañaron para introducir el asta de la bandera algunos milímetros en la tierra y filmarla para la televisión, tomando todo tipo de precauciones para ni siquiera rozarla. 14. Parte de los trajes de los astronautas y los chips de la ROM del ordenador de la nave fueron hechos a mano por “un equipo de señoras mayores”.


15. Entre los efectos que los astronautas dejaron en la Luna se encuentran una bandera americana perteneciente a la misión de Apolo I, una rama de olivo de oro, un disco con declaraciones de los presidentes Eisenhower, Kennedy, Johnson y Nixon, así como mensajes de líderes de otros 73 países más una lista de los líderes del congreso de EEUU, de miembros de los comités de las cámaras y Senado relacionados con la NASA y de responsables en el momento y anteriores de la Nasa. Finalmente, una placa firmada por el presidente Nixon y los astronautas en la que se podía leer: “Aquí, unos hombres procedentes del planeta Tierra, pisaron por

primera vez la Luna en Julio de 1969 D.C. Vinimos en son de paz en nombre de toda la humanidad”.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.