Una meticulosa reconstrucción

La Puerta de Ishtar: el largo viaje desde Babilonia hasta Berlín

Tras haber sido hallada por el arqueólogo Robert Koldewey en 1902, la principal puerta de entrada a Babilonia fue reconstruida pieza a pieza en Berlín por Walter Andrae.

HNG

Vídeo: Así era Babilonia

Vídeo: Así era Babilonia

HNG

El 26 de marzo de 1899, los alemanes Robert Koldewey y Walter Andrae iniciaron las excavaciones arqueológicas en Babilonia bajo los auspicios de la Sociedad Alemana para el Estudio del Antiguo Oriente. Lo hicieron con el anhelo de hallar todo aquello que según los textos clásicos y la Biblia existía en la mítica ciudad del rey Nabucodonosor II: la torre de Babel, los jardines colgantes, las enormes murallas, los palacios, el puente que unía las dos mitades de la ciudad…

Poco a poco los arqueólogos dieron con restos de todo ello. Lo que no esperaban era encontrar una construcción que ninguna fuente antigua mencionaba: la monumental Puerta de Ishtar, una de las principales entradas a la Babilonia del siglo VI a.C. 

Artículo recomendado

La puerta de Ishtar tal como puede contemplarse en el Museo de Pérgamo de Berlín.

Cinco detalles sobre la imponente Puerta de Ishtar que querrás conocer

Leer artículo

Ladrillos esmaltados

Las excavaciones en el yacimiento se extendieron de forma casi ininterrumpida hasta el 5 de marzo de 1917. Durante esos años, Koldewey sacó a la luz la gran avenida procesional de la ciudad, los templos, el palacio de Nabucodonosor, la mítica torre de Babel y la mencionada Puerta de Ishtar.

Robert Koldewey en su almacén durante las excavaciones en Babilonia. Fotografía tomada por Gertrude Bell en 1917.

Robert Koldewey en su almacén durante las excavaciones en Babilonia. Fotografía tomada por Gertrude Bell en 1917.

Robert Koldewey en su almacén durante las excavaciones en Babilonia. Fotografía tomada por Gertrude Bell en 1917.

PD

En realidad, el descubrimiento de la puerta se hizo incluso antes de que se diera el primer golpe de pico, según deducimos de las palabras del propio Koldewey: "En mi primera visita a Babilonia, el 3 y 4 de junio de 1887, y nuevamente en mi segunda visita, en el 29 y 31 de diciembre de 1897, vi numerosos fragmentos de ladrillos en relieve esmaltados". Esos ladrillos no eran sino los restos de la decoración de la célebre puerta.

La puerta de Ishtar salió a la luz entre 1902 y 1904, si bien el conjunto monumental que la unía a la vía procesional de Marduk y el complejo sistema defensivo de la puerta y la muralla no quedaron del todo al descubierto hasta 1914. Una vez acabada la excavación se apreciaron las diferentes fases de construcción de la puerta.

La Puerta de Ishtar salió a la luz entre 1902 y 1904, y una vez acabada la excavación se apreciaron las diferentes fases de construcción de la puerta.

Relieve de un dragón en la Puerta de Ishtar de Babilonia. Fotografía tomada en su emplazamiento original entre 1917-1919.

Relieve de un dragón en la Puerta de Ishtar de Babilonia. Fotografía tomada en su emplazamiento original entre 1917-1919.

Relieve de un dragón en la Puerta de Ishtar de Babilonia. Fotografía tomada en su emplazamiento original entre 1917-1919.

Cordon Press

En la más antigua, obra de Nabopolasar (626-605 a.C.), se usaron ladrillos en relieve no esmaltados, los cuales fueron sustituidos por ladrillos esmaltados pero sin relieve en una segunda fase bajo el mismo soberano. Finalmente, el hijo de Nabopolasar, Nabucodonosor II, erigió sobre las puertas anteriores otra con ladrillos esmaltados en relieve de dragones y toros.

Más allá de la gigantesca estructura de la puerta, los arqueólogos centraron su interés en la decoración a base de ladrillos que originalmente la cubría. Así, recogieron decenas de miles de fragmentos de ladrillos esmaltados con los que llenaron unas 900 cajas. A causa de la primera guerra mundial todo este material quedó abandonado en Babilonia, excepto una parte que recaló en la Universidad de Oporto. En 1925, fallecido ya Koldewey, y tras unas largas negociaciones,  Andrae logró que  esta institución le entregara las cajas con ladrillos esmaltados.

Artículo recomendado

La Puerta de Ishtar tal como puede contemplarse en el Museo de Pérgamo de Berlín.

Confirmado: la puerta de Ishtar se construyó poco después de la conquista de Jerusalén

Leer artículo

Piezas de un puzle

Las cajas llegaron a Berlín entre finales de 1926 e inicios de 1927. Al año siguiente, Andrae fue nombrado director de la Sección del Asia Anterior del Museo de Pérgamo, lo que puso a su disposición un espacio gigantesco de exposición. Andrae decidió entonces reconstruir enteramente la puerta. Como explica en sus Memorias: "Había que intentar sacar lo mejor posible de aquellas paredes y salas sobredimensionadas. Tuve que dar un empujoncito al ministerio, que tenía que entregar el dinero".

Andrae mandó construir una estructura de madera que forró con papeles sobre los que dibujó toda la puerta "a tamaño natural" –en realidad, a la altura que tenía en el momento en que se descubrió–. Luego se lo mostró a las autoridades, que aprobaron el proyecto.

Los trabajos de reconstrucción de la puerta de Ishtar se iniciaron en 1928, a cargo de un equipo de nueve escultores y moldeadores. Los miles de fragmentos de ladrillos vitrificados fueron dispuestos en doscientos enormes bidones de agua, para lavarlos y quitarles el exceso de sal. Después se les aplicaba un baño de parafina para fijar los restos de esmalte. A continuación, los fragmentos se clasificaban por colores y formas de animales y luego se intentaba encajarlos, como si de un inmenso rompecabezas se tratara.

Los miles de fragmentos de ladrillos vitrificados fueron dispuestos en doscientos enormes bidones de agua, para lavarlos y quitarles el exceso de sal.

Detalle de leones elaborados con ladrillos vitrificados que decoran parte de la Vía de las Procesiones que se expone en el Museo de Pérgamo de Berlín.

Detalle de leones elaborados con ladrillos vitrificados que decoran parte de la Vía de las Procesiones que se expone en el Museo de Pérgamo de Berlín.

Detalle de leones elaborados con ladrillos vitrificados que decoran parte de la Vía de las Procesiones que se expone en el Museo de Pérgamo de Berlín.

Shutterstock

"Siempre teníamos entre seis y siete fragmentos de cada cara en relieve de un ladrillo –escribió Andrae–, y el reconstructor tenía que buscar dos fragmentos planos que encajaran con ellos entre cientos de posibilidades". El objetivo era recomponer las figuras de animales a partir de los fragmentos de ladrillo mejor conservados. Solo cuando se cercioraban de que un ladrillo en particular faltaba realmente lo sustituían por una réplica moderna. 

Tras dos años de paciente trabajo, los restauradores pudieron presentar la reconstrucción no sólo de la puerta de Ishtar, sino también de la vía procesional y de algunos palacios adyacentes. "En dos años –recordó más tarde Andrae– habíamos acabado treinta leones, veintiséis toros, dieciséis dragones, dos partes de la fachada de la sala del trono y la fachada del palacio parto, y las habíamos montado en el ala meridional. La vía de las procesiones y la puerta de Ishtar pudieron ser inauguradas en la celebración de los cien años de los museos, en 1930, junto con el altar de Pérgamo". Desde entonces, la Babilonia de Nabucodonosor espera al visitante en Berlín.