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Sobre PROPÓSITO:

Demostrar la soberanía de Dios y su cuidado amoroso hacia su pueblo

el libro de AUTOR:
Desconocido. Posiblemente Mardoqueo ( 9.29 ). Algunos han sugerido a Esdras o a

ESTER Nehemías debido a la similitud que existe en el estilo de escritura

FECHA:
Aproximadamente el 470 a.C. (Ester fue reina en el 479)

MARCO HISTÓRICO:
Aunque Ester sigue a Nehemías en la Biblia, sus hechos suceden aproximadamente
treinta años antes de aquellos narrados en Nehemías. La historia se ubica en el impe-
rio persa, y la mayor parte de la acción se desarrolla en el palacio del rey en Susa, la
capital.

VERSÍCULO CLAVE:
«Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrán de alguna
otra parte para los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si
para esta hora has llegado al reino?» ( 4.14 ).

PERSONAS CLAVE:
Ester, Mardoqueo, rey Asuero (Jerjes I), Amán

LUGAR CLAVE:
El palacio del rey en Susa, Persia

CARACTERÍSTICAS PARTICULARES:
Ester es uno de los únicos dos libros titulados con nombre de mujer. (Rut es el otro.)
El libro es poco usual ya que, en la versión original, no aparece ningún nombre, título
o pronombre para Dios (véase la nota a 4.14 ). Esto originó que los padres de la iglesia
cuestionaran su inclusión en el canon. Pero la presencia de Dios es clara a lo largo del
libro.

DRAMA, poder, romance, intriga. Estos son los ingredientes de las nove-
las mejor vendidas. Pero lejos de ser una obra moderna de ficción, estas palabras
describen una historia real, vivida y escrita hace muchos siglos. Más que una lectura
de entretenimiento, es una historia de la profunda interacción de la soberanía de Dios
con la voluntad humana. Dios preparó el lugar y la oportunidad, y su gente, Ester y
Mardoqueo, decidieron actuar. El libro de Ester comienza cuando la reina Vasti se
niega a obedecer una orden de su esposo, el rey Asuero. Por lo tanto es desterrada y
comienza la búsqueda de una nueva reina. El rey emitió un decreto para reunir a todas
las mujeres hermosas del imperio y traerlas al harem real. Ester, una joven judía, es una
de las escogidas para estar en el harem real. El rey Asuero quedó tan impresionado
con Ester que la hizo su reina.
Mientras tanto, Mardoqueo, el primo hermano y padre de crianza de Ester, llegó a ser
empleado del gobierno, y durante el ejercicio de su cargo frustró un complot de ase-
sinato. Pero el ambicioso y egoísta Amán es designado como segundo en poder en el
imperio. Cuando Mardoqueo se niega a inclinarse ante él, Amán se enfurece y decide
destruir a Mardoqueo y a todos los judíos junto con él.

Para llevar a cabo su venganza, engaña al rey y lo persuade para que emita un edicto
en el que condene a los judíos a muerte. Mardoqueo le cuenta a la reina Ester acerca
del edicto, y ella arriesga su vida para salvar a su pueblo. Ester pide al rey Asuero y a
Amán que sean sus invitados en un banquete. Durante la fiesta, el rey pregunta a Ester
qué es lo que en realidad quiere y le promete cualquier cosa que pida. Ester simple-
mente los invita a los dos a otro banquete al día siguiente.
Esa noche el rey, al no poder dormir, revisa algunos registros de los archivos reales y
lee acerca del complot de asesinato que Mardoqueo había frustrado. Sorprendido al
saber que Mardoqueo nunca había sido recompensado por su acción, el rey le pre-
gunta a Amán sobre la forma correcta de recompensar a un héroe. Amán piensa que
el rey está hablando de él y por lo tanto describe una recompensa espléndida. El rey
acepta, pero para sorpresa y absoluta humillación de Amán, se entera de que Mardo-
queo es la persona que debe ser honrada así.

Durante el segundo banquete, el rey pregunta una vez más a Ester qué es lo que ella
desea. Entonces Ester contesta diciendo que alguien ha planeado destruirla a ella y
a su pueblo y nombra a Amán como el culpable. Inmediatamente el rey sentencia a
Amán a morir en la horca que este había construido para Mardoqueo.
En el acto final de este drama de la vida real, a Mardoqueo se le asigna el puesto de
Amán y se le garantiza a los judíos protección a todo lo largo de la tierra. Para celebrar
esta ocasión histórica, se establece la Fiesta de Purim.

Debido al acto valeroso de Ester, se salvó una nación entera. Al ver la oportunidad que
Dios le daba, ¡la aprovechó! Su vida marcó una diferencia. Lea Ester y observe a Dios
obrando en su vida. Quizá lo haya preparado a usted para actuar «para esta hora»
( 4.14 ).

1.Ester es elegida reina El libro de Ester es un ejemplo de la guía divina de Dios y del cuidado de nuestras
( 1.1–2.23 ) vidas. La soberanía y el poder de Dios se pueden ver a lo largo de este libro. A pesar
2. Amenazas contra los judíos de que podemos cuestionar ciertas circunstancias en nuestra vida, debemos tener fe
( 3.1–4.17 ) en que Dios tiene el control, y está trabajando tanto en los tiempos difíciles como en
3. Ester intercede por los judíos los placenteros para que así podamos servirlo con eficacia.
( 5.1–8.17 )
4. Los judíos son liberados Atesoramos seguridad, aun cuando sabemos que la seguridad en esta vida no tiene
( 9.1– 10.3 ) garantías. Las posesiones las podemos perder, la belleza desaparece, las relaciones
se pueden romper, la muerte es inevitable. La verdadera seguridad, entonces, debe
encontrarse más allá de esta vida. Sólo cuando nuestra seguridad descansa en Dios y
en su inalterable naturaleza podremos enfrentarnos los desafíos que la vida sin duda
nos traerá.

La belleza de Ester y su carácter ganaron el corazón del rey Asuero y la hizo su reina.
Aun en esa posición de privilegio, sin embargo, arriesgaría su vida al intentar ver al rey
cuando no había sido requerida su presencia. No había garantía de que siquiera el rey
aceptara verla. Aunque era reina, todavía no estaba segura. Pero, con precaución y con
valor, decidió arriesgar su vida al acercarse al rey en nombre de su pueblo.

Entre los judíos, se esperaba que las mujeres estuvieran calladas, sirvieran en casa y
permanecieran al margen de la vida religiosa y política. Sin embargo, Ester fue una
judía que rompió con las normas culturales, yendo más allá del papel que se esperaba
de ella al arriesgar su vida y ayudar al pueblo de Dios. Cualquiera que sea su lugar en la
vida, Dios puede usarlo. Esté abierto, disponible y listo, porque Dios puede utilizarlo
para hacer lo que otros incluso hasta tienen miedo de considerar.

Trazó sus planes con cuidado. Les pidió a los judíos que ayunaran y oraran con ella
antes de ir a ver al rey. Luego, en el día escogido fue ante él, y el rey le pidió que se
acercara y hablara. Pero en lugar de emitir su petición directamente, lo invitó a él y a
Amán a un banquete. Asuero fue lo suficientemente astuto como para darse cuenta
de que ella tenía algo en mente. Sin embargo, ella sugirió la importancia del asunto al
insistir que asistieran a un segundo banquete.

Mientras tanto, Dios estaba trabajando detrás del escenario. Hizo que una noche, ya
tarde, Asuero leyera los registros históricos del reino y descubriera que Mardoqueo
había salvado su vida con anterioridad. No perdió tiempo en honrar a Mardoqueo por
ese hecho. Durante el segundo banquete, Ester le contó al rey acerca del complot de
Amán en contra de los judíos, y Amán fue condenado. Hay una justicia inflexible en la
muerte de Amán en la misma horca que este había construido para Mardoqueo, y no
deja de llamar la atención que el día en el cual los judíos iban a ser muertos llegara a
ser el día cuando los enemigos murieron. El riesgo que corrió Ester confirmó que Dios
era la fuente de su seguridad.

¿Cuánta de su seguridad yace en sus posesiones, posición o reputación? Dios no lo ha


colocado en su posición presente para su propio beneficio. Lo colocó ahí para que lo
sirva. Como en el caso de Ester, puede que esto involucre arriesgar su seguridad. ¿Está
dispuesto a permitir que Dios sea su seguridad máxima?

• Su belleza y su carácter ganaron el corazón del rey de Persia


• Combinó valor con un buen planeamiento
• Estuvo abierta al consejo y dispuesta a actuar
• Estaba más preocupada por los demás que por su propia seguridad
• Servir a Dios a menudo demanda que arriesguemos nuestra propia seguridad
• Dios tiene un propósito para las situaciones en las que nos coloca
• El valor, si bien es a menudo vital, no reemplaza a la planeación cuidadosa

Circunstancias que fueron esenciales para la supervivencia del pueblo de Dios en Per-
sia. Estas «circunstancias» no fueron resultado del azar, sino del gran designio de Dios.
Dios es soberano sobre cada área de la vida. Con Dios al mando, podemos armarnos
de valor. Él puede guiarnos a través de las circunstancias que enfrentemos en nuestra
vida. Debemos esperar que Dios muestre su poder al llevar a cabo su voluntad. Cuan-
do unimos nuestros propósitos para la vida con los de Dios, nos beneficiamos de su
protección soberana.

En este libro vemos claramente a Dios obrando en la vida de los individuos y en los
asuntos de una nación. Aunque parezca que el mundo está en manos de hombres
malvados, Dios sigue teniendo el control, protegiendo a los que son suyos. Aun cuan-
do no comprendamos todo lo que está sucediendo a nuestro alrededor, debemos
confiar en la protección de Dios y conservar nuestra integridad al hacer lo que sabe-
mos que es correcto. Ester, quien arriesgó su vida al presentarse ante el rey, llegó a ser
una heroína. Mardoqueo, quien estaba condenado a muerte, subió para convertirse en
el segundo funcionario de mayor autoridad en la nación. No importa cuán agobiante
sea nuestra condición, o a cuánto queramos renunciar, no debemos desesperar. Dios
tiene el control de nuestro mundo.
ESTER
En estos tiempos de escasez de valores y modelos, la gente toma decisiones aventuradas
y riesgosas. Es cierto que cada uno de nosotros somos libres de elegir, pero necesitamos
de opciones varias y elementos que enriquezcan esta elección.

La Palabra de Dios nos brinda estas opciones y herramientas, una de las claves mas impor-
tante es: “Todo lo que el hombre sembrare, eso segará”. Está verdad nos hace responsables
(cualidad de una persona madura) de cada determinación que tomemos. Dios es vida, y si
decidimos actuar en Sus promesas y mandamientos, cosecharemos vida; pero si optamos
por otros medios, cosecharemos lo opuesto.

Esta historia es real por dos motivos, porque es de la vida diaria y porque se desarrolla en
un palacio. Los personajes son verdaderos y de linaje real, y se tiene lugar en el Medio Ori-
ente. No es una historia de leyendas, pero si tiene su ingrediente de romance y dramatismo.

Todo Rey exitoso tiene cualidades y características comunes. Su actitud, carácter, visión, lid-
erazgo y relaciones interpersonales son alguna de ellas. Cuando las circunstancias aprietan
y las situaciones no van bien, entonces el monarca necesita revisar y hacer ajustes; pero
cuando todo está encaminado: ¡Celebra!

Aquí es donde comienza esta historia, en una celebración. El rey había organizado una fiesta
donde mostraba sus logros, conquistas y riquezas. Hay una gran diferencia entre ostentación
y celebración genuina. Cuando uno tiene victorias es lógico y normal celebrarlo, no hacerlo
sería un acto de falsa humildad. Pero, querer demostrar a los demás algo que está sobre
dimensionado, y pretender impresionar, es ostentación y orgullo.

El Rey Asuero, Rey de Persia y de Media, celebraba con sus gobernadores y príncipes, com-
partía con ellos lo mejor que poseía. Un día éste Rey quiso presentar ante los invitados a su
amada y bella esposa, la Reina Vasti; la cual decidió no responder a su petición. Esto irritó
muchísimo al Rey, y apoyado de sus Consejeros reales, tomó la decisión más apropiada.
Este Rey debía considerar una serie de puntos: su parte como varón (hombría y virilidad),
como familia (cabeza del hogar), y como líder y modelo (a favor de un imperio). Lo que
él decidiera afectaría positiva o negativamente a su gente, y marcaría un hito para los
hombres, para las familias, sus oficiales y subalternos. La decisión demandaba gente sabia.
Nunca tome decisiones con ligereza, primero consulte, indague, averigüe, obtenga la mayor
información, luego decida.

La reacción de la Reina Vasti podría parecer menor y sin importancia; pero ella no consid-
eró la posición de su esposo, y lo que ella significaba para el reino. Sólo vio una parte, la
personal, pero dejo de lado su parte modelo e impacto como colíder. Lo que no consideras,
lo pierdes. Y ella sufrió las consecuencias de su falta.

Algunos creen que la vida es unipersonal, hay una parte de verdad en ello, pero somos una
sociedad, y lo que elegimos afecta ambas áreas. La Biblia dice que ” así como el cuerpo es
uno y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un
solo cuerpo“. Cada miembro tiene su función propia, pero comparten una sola visión como
cuerpo, de igual manera la pareja: esposo y esposa.

Toda decisión tiene beneficios y consecuencias, tanto en lo personal como en lo grupal. El


Rey Asuero tomó la decisión de hacer cambios personales a favor de su nación. Hay cambi-
os dolorosos pero necesarios, y el Rey dictaminó que la Reina Vasti no se presentaría mas
ante él, porque para el Rey y sus Consejeros su decisión declaraba que ella no quería ser
mas la Reina. Los consejos sabios podrían parecer radicales y extremos, pero nos iluminan; y
también nos brindan nuevas ideas que extienden y fructifica nuestra vida y la de los demás.
Los Consejeros propusieron que se busque a una joven a la altura de las circunstancias y de
acuerdo a las demandas reales. La posición de pareja y de líder tiene sus requisitos, tiene
sus demandas. En 1 Corintios 13:1-13 describe al amor, allí podemos ver sus características
y formas de proceder; y cada persona que anda en amor (a través de las relaciones inter-
personales) cumple con sus formas.

¿Qué buscaría en una mujer? ¿Qué buscaría en un hombre? Los detalles son lo que cuentan.
Algunos sólo eligen una compañía, alguien con quien conversar y pasar el rato. Eso está bien
pero no es suficiente. Nuevamente los detalles son lo que cuentan. La nueva Reina debía
contar con todo lo necesario para ocupar esa posición.

Algunos citan el pasaje bíblico que dice: ” Dios mira el corazón“, y sobreentienden que las
demás áreas del ser humano no son importantes. Dios nos creó espíritu, alma y cuerpo. So-
mos un ser integral, no podemos vivir divididos. (Toda casa dividida contra si misma cae) La
razón porque Dios ve el corazón es que es el centro del ser humano, allí habita el Espíritu
Santo, es el centro de operaciones, la base central. Pero el alma y el cuerpo también son
valiosos, sobretodo en una relación honesta como pareja.
La pareja que el rey elegiría, y serviría a los planes de Dios, debería ser: alguien creyente,
inteligente, entrenada por un mentor sabio, mujer decidida, y bella. La belleza externa es el
complemento exacto de la belleza interior. ” El corazón alegre, hermosea el rostro“. Un rostro
bello sin sabiduría está incompleto; pero una mujer sabia siempre lucirá hermosa. Cuidar la
apariencia, el porte, las buenas maneras y costumbres no es vanidad, es la evidencia de
conocer a Dios y valorarse a uno mismo. Es respetarse como persona y saber estar delante
de reyes, tal como dice las Escrituras.

Muchas jóvenes fueron seleccionadas, entre ellas estuvo Hadasa, mas conocida como Esther.
Era huérfana de padre y madre, adoptada por un familiar suyo, Mardoqueo. Este pariente
no sólo había suplido la parte familiar, (necesario para todo joven), sino que se convirtió en
su mentor, un tutor que le enseñó las cosas básicas, y la entrenó para ser una mujer de
extensión, que cuando alguien se una a ella, ambos sean multiplicados grandemente. Y como
resultado de esa tutoría ella se convirtió una joven obediente, no doblegada por la fuerza
sino por causa de una visión. La persona que le discípula le engrandecerá o empequeñecerá.
Alguien podría pensar: ¿Por qué necesito de un tutor, mentor o discipulador? ¡Acaso eso
no es para los débiles e incapaces, para los que no pueden aprender por si mismos!; o tal
vez diga: ¡Eso está bien para los niños o ignorantes! Ese es el grito de rebeldía que se oye
hoy en día.

Los más grandes deportistas, artistas, y gente de ciencia son producto de personas que im-
pactaron sus vidas, que los guiaron e inspiraron ir más allá de sus límites. Personas que les
exigieron y demandaron a usar todo su potencial, que le daban el ánimo suficiente para que
lucharan por sus metas y propósitos, que no le dieron descanso donde otros se detenían,
sino que los convirtieron en extraordinarios y excelentes. Esther no era sólo una joven bella,
había sido criada para la excelencia; y eso es lo que los demás líderes y cuidadores recono-
cieron en ella. En ella había una gracia que hizo que sea provista de atenciones y provisiones
especiales. La excelencia, producto de un discipulado, atrae provisiones extraordinarias.

Un hombre excelente reconoce a una mujer de excelencia. El Rey Asuero quedó prendado de
la belleza y gracia de Esther, él podía ver en ella su complemento y plenitud como hombre
y como líder. La Palabra dice que la amó más que a todas, le puso la corona real, celebró
con todos sus príncipes y siervos, y fue benevolente y generoso con su pueblo. La pareja
correcta no sólo afecta tu vida sino que saca lo mejor de ti en beneficio de los demás.
En el libro de Esther, capítulo 2, versículo 20 describe una de las grandes virtudes de la
reina Esther: “porque Esther hacía lo que decía Mardoqueo (mentor), como cuando él la
educaba”. Ella no necesitaba que la presionaran para obedecer, la obediencia era algo que
había aprendido y valorado como patrón en su vida. La mujer que obedece a sus autori-
dades, obedecerá de buena manera a su pareja.

Aquí la historia da un giro. Mardoqueo fue testigo de un complot en contra del Rey, él se lo
comentó a Esther, la cual le avisó al rey y salvó su vida. Los cómplices fueron eliminados, y
todo esto fue registrado en el libro de las Crónicas del Rey. El Rey Asuero tenía cercanía y
aprecio a un oficial suyo llamado Amán. El Rey lo condecoró y lo puso en una posición de
honor. Este acto habla muy bien de un líder que reconoce a otro, y le muestra su agradeci-
miento, pero hubo un inconveniente: Amán se enorgulleció y menospreció a los demás. Cuan-
do una persona es promovida deja ver su interior, sale su riqueza o su pobreza como ser. La
abundancia de su corazón se manifiesta. Toda la gente se postraba ante él, pero en temor
a una represalia; realmente no había un respeto genuino. Cuando alguien tiene que forzar a
otro para que lo respete, ya perdió todo respeto. Pero hubo alguien que no se sometió a
tal abuso: Mardoqueo. Y Amán buscó venganza: decidió destruir no sólo a Mardoqueo sino
a todo su pueblo, para lo cual, hizo que el Rey firmase un edicto irrevocable en contra de
los judíos. La venganza te llevará a tomar decisiones que dañaran a gente inocente.

¿Cómo esto afectaría a Esther? Ella podría alegar muchas cosas: ya era Reina, tenía una
posición segura y poderosa. Nadie la podría tocar, ¿quién osaría a dañar a la preferida del
Rey? Ella podía haberse quedado callada mientras su pueblo sufría una gran persecución
que terminaría en exterminio. En el capítulo 4, Mardoqueo acude a ella, y le dijo firmemente:
“No pienses que escaparás en la casa del rey más que cualquier otro judío. Porque si callas
absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para con
los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has
llegado al reino? ” Y ella tomó una firme decisión de incluso morir pero tenía que cumplir
con su deber.

Durante todo este tiempo podemos notar varias características en la Reina Esther: inteli-
gencia, sumisión y obediencia; pero pareciera que sólo se mueven en forma pasiva. Muchas
veces se cree que la obediencia y la sumisión adormecen a la gente, la vemos sin iniciativa
y solamente haciendo lo que otros le indican. Este concepto sólo puede causar rebeldía y
desanimo. Esther fue formada en forma sumisa y obediente como un medio de liderazgo,
para que ella ejerciera dominio y mando. La sumisión le lleva a desarrollar autoridad, la
obediencia le hace ver la importancia de saber dirigir y ordenar. Una mujer con estas car-
acterísticas demandará de la fuerza y firmeza de un varón.

En este pasaje hay unas frases que describen muy bien lo que dijimos anteriormente: “En-
tonces Mardoqueo fue, e hizo conforme a todo lo que le mandó Esther“. El discipulado ya
había dado sus primeros frutos, ahora producía los resultados mayores. Antes la vemos
haciendo todo conforme a lo que Mardoqueo le decía, y ahora ella tomaba su lugar real en
Dios, y Mardoqueo la reconocía. El mayor logro de un discipulador no es que el discípulo
obedezca solamente, sino que sepa tomar las decisiones correctas. Esther se vistió con su
vestido real, y se dirigió al aposento de Rey. Ella no sólo se puso una vestimenta sino tam-
bién de una actitud. Se vistió de acuerdo a su posición y su misión. Se vistió de sabiduría
y osadía. Se vistió de acuerdo a quien era para enfrentar una situación adversa.

En ese tiempo y sociedad nadie podía presentarse delante del rey sin haber sido llamado
previamente. La persona que osara ingresar sin invitación era castigada con la muerte. Esther
vestida con todas su galas venía ante el Rey para hacerle una propuesta, y por causa de su
gracia y excelente presencia obtuvo un si como respuesta. Ella se presentó como Reina para
sacar lo mejor del Rey. Cuantas veces la pareja reacciona en forma simple y se sale de su
real posición para solucionar una situación, y lo único que logra es sacar la bestia del Rey.
Actué de acuerdo a su posición, tenga una actitud real, y obtenga un resultado favorable.
La Reina Esther invitó al Rey y a Amán a un banquete. Amán estaba muy complacido por
la invitación porque alimentaba su orgullo, pero su venganza demandaba mas, su felicidad
estaba basada en la eliminación de Mardoqueo. Recuerde una vez mas cuando uno da honra
a una persona sirve no solamente para reconocerlo sino para ver su actitud.

En toda relación existen situaciones tan controversiales y paradójicas como en esta pareja
real. Primero, el Rey tan galante y enamorado de su esposa, desconocía su nacionalidad y
había aspectos de ella que él ignoraba completamente. También, a pesar de tener Consejeros
sabios, no pudo reconocer a un hombre maquinador y soberbio como Amán. Además, él era
un hombre que recompensaba a sus líderes, se olvidó de recompensar a un hombre que
salvó su vida de un complot: Mardoqueo. Una vez mas los detalles nos hacen diferentes a
los demás, y añaden excelencia.

Estas paradojas en el rey sumado al orgullo de Amán terminaron en una anécdota llena de
sarcasmo. Un Rey que se acordó de premiar a Mardoqueo por el servicio prestado, y un
hombre lleno de soberbia que creía que él era el centro de toda atención real pidió que
la recompensa sea reconocer al galardonado casi como el sucesor del Rey. Él pensó que
sería para él, y tuvo que pasar por la mayor vergüenza de su vida: reconocer a Mardoqueo
delante de todo el pueblo. Esto fue el principio de su inminente caída.

La celebración consistía en dos banquetes, en el segundo la Reina haría su petición. Esther


hizo gala de su sutileza y encantos, se mostró siempre amable y en el momento clave fue
directa. Algunos hombres critican esto, y dicen que son argucias femeninas; pero lo que
indica es una total ignorancia de cómo opera una mujer. La Reina Esther abrió su corazón,
pidió por ella y por su pueblo, ella dijo que su pueblo había sido condenado a muerte y que
sería un daño irreparable para el Rey. Su reacción fue enorme, se llenó de ira al conocer
la identidad del culpable de tal situación y que causaba tremendo dolor a la Reina. Amán
trató de arreglar la situación y salió mal parado.

La horca que había preparado para Mardoqueo serviría para dar fin a su vida. El rey con-
decoró a Mardoqueo en lugar de Amán, y le dio el anillo real. Esther pidió que salvasen
a su pueblo del edicto previo, y el Rey dictaminó que los judíos se agruparan y salvarán
sus vidas. El Rey había cometido una falta, y es de hombres saber reconocer sus errores y
sobretodo enmendarlos. La hombría no consta de ser infalibles sino en saber corregirse y
dar lo mejor a su pareja.

Mardoqueo y Esther redactaron dos cartas que daba facilidades a su pueblo de defender sus
vidas y celebrar todos los años como Dios había cambiado su tristeza en gozo. Vemos aho-
ra el líder discipulador actuando juntamente con Esther su protegida a favor de los demás.
Todo esto resulto en una pareja bien constituida, un líder en un puesto de favor, un pueblo
bendecido, y el plan de Dios cumplido en la tierra. Estos son los beneficios que nuestro Dios
desea hacer con y a través de una pareja. ¡Depende de cada uno, tome su mejor elección!

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