ENTROPÍA Y LIDERAZGO

ENTROPÍA Y LIDERAZGO

Hace años que pienso y pienso en el liderazgo. Pero nunca con tanta intensidad como en estos tiempos de pandemia por el Covid19. Debe ser porque estoy mucho tiempo en casa y eso me ha invitado a sumergirme mucho más profundamente en mis pensamientos, desafiarlos y nutrirlos.

Y he llegado a una palabra que siempre me inquietó: entropía.

Pero reconozco que antes me llamaba la atención por otra cosa. Con los años me he ido corriendo de las ciencias duras como la Matemática y la Física, mi profesión de origen, para acercarme cada vez más a las ciencias humanas, en particular el Coaching, del cual me enamoré ni bien lo conocí. Aunque, debo decirlo, nunca quise aceptar la dureza que tanto les atribuyen a estas ciencias; de hecho, siempre busqué su relación con el ser humano, el arte y la naturaleza, posiblemente por ser hija de un arquitecto que, más bien, era un artista con todas sus letras. Recuerdo cuánto me empeñé para que mis alumnos estudiaran y comprendieran la belleza del número de oro φ (phi), presente en las proporciones de muchas partes del ser humano y plantas, llamado también “la divina proporción”, muy estudiado por los Pitagóricos y por los grandes artistas como Miguel Ángel o Leonardo da Vinci, y presente en las grandes obras arquitectónicas como las pirámides de Egipto o Notre Dame. Pero ésa, es otra historia.

Volviendo a la entropía, del al. Entropie y éste del gr. ἐντροπή entropé cambio, giro, y sus significados:

1.      f. Fís. Magnitud termodinámica que mide la parte de la energía no utilizable para  realizar trabajo y que se expresa como el cociente entre el calor cedido por un cuerpo y su temperatura absoluta.

2.      f. Fís. Medida del desorden de un sistema. Una masa de una sustancia con sus moléculas regularmente ordenadas formando un cristal, tiene entropía mucho menor que la misma sustancia en forma de gas con sus moléculas libres y en pleno desorden.

Pero antes de intentar comprender su significado voy a contextualizar el origen de su uso. Permítame el lector introducirnos por un momento en el mundo que tanto apasionó a Einstein: la Física. No se preocupe, prometo que va a ser simple. Quizás a esta altura de su lectura estará diciendo “¿qué tiene que ver la Física con el Liderazgo?”

Hay una parte de esta ciencia que se denomina Termodinámica y es la rama que describe los estados de equilibrio termodinámico a nivel macroscópico.

En esta parte de la Física se presentan tres principios (sólo voy a nombrar dos) y la Ley Cero. Esta Ley dice que, si se pone un objeto con cierta temperatura en contacto con otro a una temperatura diferente, ambos intercambiarán calor hasta que las temperaturas se igualen (le hago la invitación de que vaya imaginando - que en algún punto seguro ya habrá intuido mi intención – que, en lugar de objetos, son mentes, personas).

El Primer principio dice que la energía total del Universo se mantiene constante, es decir que la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma. Por ejemplo, si colocamos en un recipiente con agua fría un objeto caliente, éste se enfriará y el agua se calentará hasta quedar todo con la misma temperatura. Es una ley natural. Imagino dos culturas diferentes. Lo natural sería que luego de un tiempo ambas se transformen generando una nueva cultura que no es ni una ni la otra, sino una combinación de ambas. Esto sería aceptar el proceso natural. ¿Qué pasa si no se acepta esta ley natural? Si no nos transformamos con el otro, si no evolucionamos, sufrimos.

El segundo principio marca la dirección en que deben llevarse los procesos. Y siempre el sentido es desde el que tiene más calor (más energía) al que tiene menos, nunca al revés, es unidireccional, y además, irreversible. Pero…es imposible transformar todo el calor en trabajo, es decir que siempre hay pérdida de energía. Y llegamos a nuestro tema. Esa pérdida es lo que se denomina Entropía.

Y, tomando su definición, mientras más “ordenado” esté el sistema, menos pérdida de energía hay. Pareciera ser que el desorden hace perder mucha energía. ¡Qué interesante!

Por otro lado, la palabra entropía quiere decir cambio, giro, evolución transformación.

Por lo que mientras mayor entropía tenga un sistema, mayores van a ser las posibilidades de evolucionar.

¿Cuándo tiene una gran entropía un sistema? Cuando se desordena, cuando pierde el equilibrio. O sea, lo que nos está tocando vivir en este 2020, en donde hay un gran desequilibrio en todo sentido, ya que se perdió el control de casi todo, un virus irrumpió sin pedir permiso y arrasó con todo el supuesto orden al que el mundo había llegado, o por lo menos eso es lo que creíamos.

¿Qué quiero decir con esto? Que nuestro sistema generó un gran aumento de entropía, por lo que estamos en un momento de la humanidad en el que se va a establecer un nuevo orden. ¿Por qué digo “va a”? Porque es inevitable, es natural. No sé si mejor o peor. Pero diferente. Espero que nuestro nivel de conciencia nos lleve a que sea mejor.

Y aquí es donde entra a tallar el Liderazgo.

Entiendo al Liderazgo como la energía potencial transformadora que tiene todo sistema.

¿Quiénes serán los líderes? Aquellos que escuchen profundamente qué necesita la humanidad hoy. Estoy convencida que estamos en un momento único que nos regala el universo para evolucionar y generar un nuevo orden en todos los aspectos humanos, la economía, la educación, la ciencia, la forma de trabajar, la forma de hacer las cosas en general, la forma de relacionarnos, la forma de pensar.

Y la solución de todo problema siempre se encuentra dentro del mismo sistema.

Volviendo a la Física, un sistema termodinámico es una parte del universo físico con un límite específico para la observación. Este límite puede estar definido por paredes reales o imaginarias impuestas por el observador. Me gustó eso de que las paredes son imaginarias, eso me invita a pensar que deberemos plantearnos, además, dónde están esas paredes, dónde están los límites.

Por último, Einstein nos regaló esta frase “Ningún problema puede ser resuelto en el mismo nivel de conciencia en el que se creó”, por lo que el coaching es una disciplina que seguramente brindará las herramientas a muchas personas para que se conviertan en los líderes que hoy el mundo necesita, ya que su principal propósito es hacer emerger toda la potencia que habita en las personas. A través de las preguntas poderosas que los coaches especialmente nos entrenamos en hacer, podemos acompañar la transformación global, de modo que se pueda empezar a ver aquello que haga falta ver (mayor conciencia) y se pueda generar un nuevo mundo, un nuevo orden, mucho más pleno, justo y feliz. De ser así, nos habremos transformado y evolucionado. Y la entropía que hoy existe habrá encontrado su sentido y razón de ser.

¿Aprovecharemos esta valiosa oportunidad? Sólo el tiempo podrá contestar esta pregunta. 

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