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Hallazgo cósmico: Detectan por PRIMERA vez la vibración cósmica de fondo de ondas gravitacionales

En días recientes, y después de 15 años de ardua investigación recompilando datos, los expertos estudiosos del universo han logrado captar por primera vez las vibraciones causadas por las ondas gravitacionales de eventos masivos, tal y como los son las fusiones de agujeros negros o de estrellas de neutrones.

Esto ha sido gracias a la ayuda del Observatorio de Nanohercios de Ondas Gravitacionales de América del Norte (NANOGrav) el cual se encarga de coordinar a 70 instituciones diferentes por todo el mundo, y con el apoyo de sus inmensos radiotelescopios, los cuales son especialmente utilizados para la observación de estas ondas gravitacionales.

Pero, ¿qué son las ondas gravitacionales?

Cuando dos objetos muy masivos chocan aumentando su aceleración perturban el espacio-tiempo, causándole ondulaciones, muchas veces ejemplificado como las ondas que se observan cuando arrojas una piedra en agua que está quieta, claro que estas ondas gravitacionales son mucho más complicadas de asimilar, a esta perturbación es la que se conoce como onda gravitacional, estas ondas viajan por el universo y algunas nos llegan hasta nuestro planeta.

Ya hace unos años los expertos han comenzado el estudio de este fenómeno con proyectos como LIGO, el cual es un observatorio de detección de ondas gravitacionales.

La consecuencia de estos eventos, de las ondas gravitacionales, es que suelen dejar un rastro de ondas de radio de baja frecuencia que recorren el universo por cientos de años, estas ondas son recibidas como pulsos o vibraciones en la tierra, y es esta frecuencia de baja señal la que el NANOGrav ha logrado captar.

Para lograr esta hazaña, los científicos han observado un total de 68 púlsares al largo de 15 años, convirtiendo a nuestro espacio en la vía láctea en una antena de proporciones planetaria.

Los púlsares son núcleos ultradensos y brillantes de estrellas que han muerto, que giran tan rápido que provocan un campo magnético inmenso, provocando que partículas salgan disparadas desde sus polos, cuando estos chorros de partículas se alinean con la tierra provoca un destello, el cual es la radiación emitida por esas partículas.

Estos giran a una increíble velocidad provocando ondas de radio que se esparcen en el cosmos, que a la distancia en nuestro planeta se ve como un ‘pulsar’.

Estos púlsares son muy estables en tiempo, lo cual los convierte en el cronómetro perfecto para medir estas ondas gravitacionales. Cuando una onda pasa entre el púlsar y la tierra provoca que la distancia cambie entre ellos, haciendo así que la luz tarde menos o más en llegar la tierra, y así es como los investigadores se dan cuenta del paso de una onda gravitacional.

Al unir una serie de púlsares en constante observación se puede reconstruir un panorama más amplio del paso de estas ondas, dando así paso al primer método de detección de ondas gravitacionales de baja frecuencia, las cuales pueden estar directamente relacionadas con eventos cósmicos que dieron paso al Big bang, así lo menciona una publicación en la página oficial de NANOGrav.

En otras palabras, los científicos han encontrado la manera de escuchar la asombrosa sinfonía que tiene el universo para nosotros, logrando un paso muy importante a entender cómo es que nuestro universo funciona y como ha ido evolucionando con el paso del tiempo, e incluso cómo es que se formó el mismo.

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