La Luna de Gusano y la Elongación de Mercurio y Venus, los fenómenos que llegan en marzo

El calendario astronómico de marzo promete algunas perlas que los fanáticos del cielo no pueden perderse. Desde los primeros días, el único satélite natural de la Tierra comenzó a perder brillo porque entró en la fase de Luna menguante; recién a fin de mes volverá a tener su esplendor en la Luna llena. Mientras tanto, es momento de apreciar sus estadíos intermedios: los expertos aconsejan observarla siempre de madrugada y, si es desde un lugar elevado, mucho mejor. Es preciso, para ubicarla en el inagotable éter, mirar hacia este instantes antes del amanecer.

Uno de los espectáculos que podrán verse en el cielo de marzo es la Elongación de Mercurio y Venus. ¿En qué consiste este fenómeno con nombre de ejercicio físico? Se llama así al período de tiempo en que Mercurio y Venus alcanzan el punto más distante del Sol. Esto quiere decir que será el momento en que más cerca estarán de la Tierra, por lo que serán más visibles.

La particularidad de estos planetas es que son los únicos dos posicionados entre el Sol y la Tierra. Ambos brillarán de manera intensa este mes, solo hay que saber encontrarlos. Mercurio podrá ser visible si se lo busca en el oeste, preferentemente antes del amanecer; en tanto, Venus podrá localizarse debajo de la Luna como un tercer objeto resplandeciente.

Hacia el 20 de marzo, en el hemisferio Sur se produce la llegada del equinoccio vernal o de otoño, lo que marca en el calendario el inicio de la nueva estación. Aunque el cielo no depara nada especial ese día, sucede un fenómeno único: se trata del instante en que, por hallarse el Sol sobre el Ecuador, la duración del día y la noche son iguales en toda la Tierra. De aquí el nombre “equinoccio”, del latín “æquinoctium”, que significa noche igual.

Luna de Gusano

El calendario astronómico de marzo cerrará, el domingo 28, con un gran evento, al menos curioso por su denominación: se denomina Luna de Gusano a la primera Luna llena de marzo.
El llamativo nombre consta así en el almanaque diseñado en 1930 por los campesinos nativos de América del Norte. Se cree que la bautizaron de este modo porque el evento coincide con la llegada de la primavera y el deshielo en el hemisferio Norte, es decir, la época en la que la tierra se ablanda y los gusanos emergen del subsuelo.

A la Luna de Gusano también se la conoce como “Luna de savia” o “Luna de azúcar”, porque se da durante la temporada en la que se cosecha el jarabe de arce y la caña de azúcar.

Finalmente, también es llamada “Luna de cuervo”, porque los graznidos de este pájaro se asocian con el final del invierno.