CRÓNICAS INTERPLANETARIAS: Hipótesis Nebular y Mercurio

Hace mucho tiempo, 4600 millones de años en una galaxia espiral llamada Vía Láctea…

Nos encontramos en el Brazo de Orión en una nube molecular del borde interno de la espiral a 25,000 años luz del centro de la galaxia. Una estrella supermasiva, inestable que llegó a su límite cual iracundo emperador, estalló en una Nova provocando ondas en el espacio; una caótica guerra de colisiones entre partículas rebeldes de helio e hidrogeno concentrándose en un punto; se condensan aumentando su temperatura y densidad hasta conseguir su primera victoria; la formación de un protosol, una estrella bebé, una “princesa” que posee la “fuerza”, o mejor dicho la masa suficiente para curvar el espacio y convertirse en nuestra líder gravitacional; el Sol.

Durante la batalla intergaláctica de ondas de choque; se forma un disco de gas y polvo comandado por elementos químicos de la misma procedencia nebular de nuestra estrella joven, orbitando en su entorno y creando los protoplanetas que giran sobre su propio eje capturando más residuos y así aumentando su tamaño. Los más cercanos al sol están constituidos por materiales rocosos (Mercurio, Venus, Tierra y Marte), mientras que los más lejanos tienen componentes gaseosos (Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno), separados ambos grupos por una frontera; el anillo de asteroides. Se han creado los planetas así como sus satélites y los planetas enanos Plutón, Ceres, Eris, Makemake, Haumea ….

Bueno parodiando el texto de introducción de Star Wars, intento resumir la Hipótesis Nebular que explica la formación del sistema solar propuesta por Immanuel Kant en el siglo XVIII; reafirmada actualmente como la teoría más aceptada, debido a las observaciones desde radiotelescopios como: ALMA, el observatorio astronómico más grande del mundo que se encuentra en el desierto de Atacama en Chile.

ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array).

Lo que se sabe de los planetas lo iré planteando en diferentes publicaciones iniciando con:

MERCURIO

Mercurio puede verse a simple vista aunque es un poco difícil localizarlo, es visible después de la puesta de Sol o bien antes del amanecer; por eso es conocido desde la antigüedad y según las diferentes mitologías fue personificado como: Nabu para los babilonios, el dios de la escritura quien a su vez es el hijo de Marduk el dios principal de la época del rey Hammurabi; para los nórdicos era la representación de Odín su deidad mayor; y para los griegos Hermes o su equivalente Mercurio de los romanos, el hijo preferido de Zeus, era el dios del comercio y mensajero de los dioses, el que conducía las almas al inframundo, el más ágil y astuto por lo tanto el más veloz.

Mercurio es gris pero la foto fue coloreada por la NASA para distinguir mejor las diferentes zonas

Al igual que el dios del Olimpo es el planeta que se desplaza más rápido en su movimiento orbital que los demás por ser el más próximo al sol; un año mercuriano dura 88 días terrestres, aunque no podemos decir lo mismo de su rotación ya que es el segundo más lento; un solo día en mercurio tarda el equivalente a casi 59 días terrestres, trayendo como consecuencia tres cosas interesantes:

  • Altos contrastes en su temperatura que oscila entre los infernales 420 grados durante el día y los -173 helados grados bajo cero durante la noche.
  • El día solar o sinódico dura 176 días terrestres; es más largo que su propio año con 88.
  • Un doble amanecer.

¿Qué es un día sinódico?

Estamos de acuerdo que la rotación de un planeta es el tiempo que dura un día, pero ese es un día sideral; como en la Tierra que dura casi 24 horas, pero existe otra definición que refiere a un periodo sinódico, que es lo que sucede cuando desde nuestro punto de vista sobre la superficie del planeta, vemos la puesta de sol en el oriente y su ocaso en el poniente para anochecer, hasta que nuevamente aparece en el horizonte completando un ciclo; que en la tierra casi coincide con el tiempo de rotación con 24 horas, pero en Mercurio como ya lo habíamos visto, la rotación es muy lenta, casi dos tercios de lo que tarda en dar la vuelta al sol en su movimiento de traslación, por lo que hay un desfase entre su movimiento rotatorio o día sideral de 59 días (terrestres) y el día sinódico, el lapso en que el sol aparece en el horizonte mercuriano hasta completar su, ciclo el cual tarda 176 días (terrestres).      

   

    

El doble amanecer

Si nos plantáramos en Mercurio veríamos asomar al sol casi completo, lo observaríamos detenerse como si estuviera indeciso para seguir y luego sucede algo asombroso; retrocede a esconderse de donde salió como si se arrepintiera, para nuevamente darse ánimo y salir en el segundo intento terminando su recorrido hacia el ocaso y completar su ciclo.

La simulación del efecto de doble amanecer iniciando en el minuto 0:33

Esto ocurre a razón de que Mercurio es un chico muy excéntrico, y digo chico porque es el más pequeño de los ocho planetas y su órbita describe una elipse muy pronunciada extremando la ubicación del sol hacia uno de los focos. Cuando el planeta se encuentra en su perihelio, es decir su punto más cercano al sol hay 47 millones de kilómetros de distancia y cuando llega al afelio, su punto más lejano hay 70 millones de kilómetros, una notable diferencia.

Y de acuerdo a la segunda ley de Kepler postulada desde el año 1609; dice que la velocidad angular del movimiento de traslación (la vuelta en torno al sol) no es constante tiene variaciones, acelera durante el perihelio y desacelera en el afelio.

Por lo que Mercurio va acelerando cuando se aproxima a su perihelio y la velocidad angular orbital o movimiento de traslación se iguala con la velocidad de rotación, esto hace que parezca que el sol se detenga por un momento; luego justo en el perihelio la velocidad orbital de mercurio se acelera aún más, sobrepasando su propia velocidad rotatoria (corre más rápido de lo que gira) por lo que el Sol parece retroceder; y a medida que Mercurio se aleja va desacelerando; mientras tanto desde el punto de vista de un observador en su superficie; el Sol se normaliza en su trayectoria, produciendo el segundo amanecer.

Densidad nivel “Heavy Metal”

Otra característica es su densidad ya que Mercurio es el segundo planeta más denso, el más “heavy metal” del sistema solar después de la tierra, ¡Yeah! Este chico es más metal que roca, su núcleo es de puro hierro fundido, tiene un tamaño aproximado a nuestra Luna, que apenas es más pequeña que Mercurio, abarca el 70 o 75% de su masa total por lo que es tan pesado para su tamaño y es capaz de generar su propio campo magnético o magnetosfera, que sirve para desviar el viento solar como un escudo protector, aunque mucho menos intenso que el de nuestro planeta.

Los cráteres

Mercurio se parece a la Luna, es de color grisáceo con muchos cráteres de impacto su capa atmosférica es muy delgada casi inexistente, haciéndolo vulnerable a los meteoritos y cometas que en su momento lo bombardearon de tal modo que le dejaron muchas marcas. El mayor de sus cráteres mide 1550 kilómetros se llama Cuenca de Caloris. Algunos conservan agua congelada, algo notablemente asombroso por estar tan cerca del sol, sin embargo en los polos no llega tanto el calor solar porque la inclinación de Mercurio es casi nula, es decir el ángulo axial es casi perpendicular al plano orbital a diferencia de la Tierra cuya inclinación es pronunciada y hace que se definan las estaciones (primavera, verano, otoño e invierno).

Algunos de los cráteres de Mercurio se nombraron en honor a grandes músicos como: Bach, Händel, Mozart, Chopin, Liszt, Verdi, Grieg, Stravinsky.

Así como a grandes pintores: Brueghel, Cezanne, Dürer, Holbein, Monet, Renoir, Ticiano, Van Gogh  

A escritores como: Bronte, Cervantes, Dickens, Goethe, Shelley, Tolsoi, Li Po, Melville

Y también a grandes arquitectos: Bernini, Bramante, Imhotep, Mansart, Miguel Ángel, Sinan, Sullivan, Wren.

Gravedad

Su gravedad es de 3.7 m/s² mucho menor que en la tierra y el resto de los planetas, pero más que la luna debido a su masa, así que una persona de 70 kilos en Mercurio pesaría 26.6 kilos.

Si quieres saber tu peso en el planeta Mercurio, multiplica tus kilos por el factor 0.38

Reduce su tamaño 

Otro dato curioso es que además de ser el más pequeño de los ocho planetas, se encoge, ha perdido 7 kilómetros de radio y se sabe porque a diferencia de nuestro planeta Tierra cuya corteza está conformada por varias placas tectónicas que producen montañas, la de Mercurio esta hecha de una sola pieza es decir su corteza es uniforme, lo que implica que tendría que carecer de cordilleras por falta de actividad sísmica de causa tectónica; sin embargo su superficie es escarpada, siendo algo que desconcertó a los científicos en un principio, pero llegaron a la conclusión, de que esto se debe al enfriamiento gradual del calor residual de su antiguo tiempo de formación, que hace que el planeta se contraiga produciendo fracturas ensimismadas como crestas.

Planeta fantasma

El pequeñín carece de satélites, pero tuvo un amigo imaginario llamado “Vulcano” el planeta cero, bueno quien lo imaginó fue Urbain Le Verrier, un matemático astrónomo que, intrigado por una variación angular en el arco del perihelio de la órbita de Mercurio, dedujo que probablemente se debía a la influencia gravitatoria de algún otro cuerpo celeste, “tal vez un planeta no descubierto”. Conclusión a la que llegó porque tiempo antes, en una situación equivalente con la órbita del planeta Urano, el científico descubrió al planeta Neptuno. Sin embargo, esta vez no hay evidencia de ningún planeta, quedando ésta idea solo como una leyenda para la ciencia ficción. 

Finalmente, en 1915 la anomalía es analizada y resuelta por Albert Einstein, que utiliza la relatividad para predecir matemáticamente la órbita de Mercurio, explicando que la razón del margen de error en las variaciones se debe a la distorsión del espacio formado por el poderoso campo gravitatorio del Sol.

Mercurio deja una estela

El planeta tiene una cola parecida a la de los cometas, una leve estela gaseosa que da visos de color amarillo con la luz del sol, esta compuesta principalmente de sodio que proviene del material expulsado de su atmósfera que es tan delgada que se considera exosfera, se comprime y extiende por la acción de la radiación solar al paso de su órbita.

Expediciones a Mercurio

Mercurio ha sido estudiado a través de:

  • La sonda Mariner 10 en 1974 que voló cerca de Mercurio,
  • La sonda Messenger en 2011 que consiguió orbitar el planeta.
  • La misión BepiColombo comprendida por dos satélites el Mercury Planetary Orbiter (MPO) y el Mercury Magnetospheric Orbiter (MMO) que llegarán en el 2025 para sorprendernos con más cosa interesantes.
MARINER 10 , MESSENGER Y BepiColombo

La música

Mercurio: el mensajero alado

De la creatividad del músico británico Gustav Holst (1874-1934), que inspirado en esa idea mitológica de los nombres de los planetas creó una suite de 7 movimientos (The Planets), personificando a los mundos vecinos de nuestro sistema solar. La obra se estrenó en 1918 cuando todavía no se iniciaba la exploración espacial y poco se sabía; pero su música nos conduce en una expedición viajando mediante ondas sonoras a descubrir paisajes fuera de los confines de nuestra tierra.

Agilidad, velocidad, la energía del mensajero de los dioses.

El viaje continua en la próxima estación… Planeta Venus

Publicación # 31

ESCRITO POR MAGUMY

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