Fertilidad natural

Una argentina se dedica a estudiar los ciclos menstruales desde una mirada ecológica

Ella plantea reflexionar sobre nuestro entorno, estilo de vida y alimentación como fuentes de los desequilibrios hormonales. Cofundó una red de educadoras en salud reproductiva a lo largo del mundo.

Caro Ferreyra es la fundadora de Somos Uvia y Sintotérmicas en red. Foto: CEDOC

Carolina Ferreyra tiene 33 años y una profesión que a las personas les cuesta entender. Es que en general en el país lo que ella hace no está tan popularizado. Aunque si en algunas otras partes del mundo. Ella es la fundadora de Somos Uvia, un espacio donde, entre distintas actividades, promueve talleres de estudio de los ciclos menstruales. El objetivo es mejorar la salud reproductiva de las personas y conectar con distintas etapas de la salud sexual, que van desde la menarquía hasta la menopausia, pasando por la lactancia, la fertilidad o dejar los anticonceptivos hormonales. “Aliento a las personas a desarrollar una relación saludable con su cuerpo y sus ciclos”, asegura la educadora del método sintotérmico, especializada en salud reproductiva holística.

Por su parte, ella además estudia agricultura biodinámica, lo que genera que desarrolle conceptos muy innovadores respecto a lo que llama  “ecología del cuerpo” y realice paralelismos con los ciclos de la tierra. “Nuestros cuerpos son de hecho un aspecto integrado del gran cuerpo en el que vivimos, la tierra. No somos parte de ella, somos ella".

¿Cómo podrías explicarle tu trabajo a alguien que no comprende el tema?

Trabajo principalmente con los registros de los ciclos menstruales de las personas. Estoy capacitada para educar sobre cómo hacer las observaciones correctas y precisas de los biomarcadores que nos hablan del estado de salud reproductiva de una persona. Esta información es mi herramienta principal de trabajo y la base para tomar decisiones informadas de salud sexual y reproductiva: buscar un embarazo, evitar el embarazo o llevar un control de la salud hormonal y ginecológica.

¿Cuánto hablamos, conocemos, sabemos y compartimos sobre menstruación?

Vos hablás del concepto de ecología del cuerpo ¿podés desarrollar ese concepto?

Soy educadora del método sintotérmico y me especializo en salud reproductiva holística. Estudio Medicina Tradicional China, y también agricultura biodinámica. Desde ese lugar, encuentro conexiones entre lo que sucede con la tierra y con nuestros cuerpos. La definición de fertilidad indica una cualidad, característica o condición de fértil. Es decir, que tiene el potencial de producir. Una tierra fértil no es aquella que produce más, aunque la gente lo entienda así. Fértil indica que tiene la posibilidad y condiciones necesarias para ser productiva: que puede retener el agua, el aire, que puede autoregularse. La investigación científica nos indica que los cambios bioquímicos que ocurren en el cuerpo durante la ovulación tienen el poder de amplificar el potencial humano.

¿Se puede entablar una relación entre los efectos del cambio climático, el uso de suelos y lo que vos planteás?

En agronomía lo que importa es el rendimiento y cantidad de producción. Pero no se piensa en las secuelas de la tierra y que la tierra tiene microorganismos vivos y que puede fertilizar sola. Deterioramos nuestra salud en pos de deteriorar la tierra. La biodiversidad del suelo, la capacidad de retener agua se fueron perdiendo. Pero si logramos alimentos sanos, eso vuelve a nosotros. Yo me fui de la ciudad porque no era propicio vivir con mi hija. Me mudé a una granja y entendí la idea de relacionarme con los productores y hacer mi propia huerta. Ahi se genera que cada persona tenga responsabilidad en su alimento y conozca toda la cadena. También es importante apoyar a los pequeños productores. Al pasar eso, también nos involucramos con la comida de estación, los ciclos de la tierra. Cuando, hay grandes cultivos si o si, se necesitan plaguicidas. Y los pesticidas son disrruptores endocrinos. Interrumpen el mecanismo correcto del sistema endócrino.

El quinto signo vital. “Debido a que el sistema menstrual y ovulatorio es tan importante para la salud en general, algunos investigadores y defensores de la salud se refieren a él como “el quinto signo vital" (los otros cuatro signos son la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria, la temperatura y la presión arterial). Por eso, es importante, educar sobre la menarca y el rango de la duración normal del ciclo, buscar patrones de la menstruación, e identificar patrones menstruales anormales para mejorar la identificación temprana de posibles problemas de salud más adelante en la vida. El concepto del ciclo menstrual como signo vital nos lleva hacia un entendimiento y una apreciación de la fertilidad como parte de la salud integral del cuerpo, y aquí es donde cobra relevancia mi trabajo y el de mis colegas en SER“, explica a PERFIL la cofundadora de Sintotermicas en Red (SER), una red de educadoras del método sintotérmico. “Nos conformamos con poco al no tener educación sexual de calidad“.

Vos haces un enfoque innovador al asociar el concepto de la fertilidad con la tierra ¿por qué?

Es que la fertilidad y la ecología van de la mano. Pero realmente no se escucha hablar de fertilidad desde este enfoque. Si analizamos lo que hace la ginecologia convencional y lo que hace la agricultura industrial, podemos trazar un paralelismo en cuanto a la fertilidad humana y la fertilidad de la tierra. En ambos se reprimen los procesos fisiológicos autorreguladores, y se sustituyen por productos y servicios que hay que comprar fuera. La fertilidad es esencial para la salud, sin importar cómo elegimos usarla o valorarla. A medida que aprendemos a cultivar nuestra salud hormonal, nos beneficiamos también de escuchar más profundamente a la naturaleza: las estaciones, el clima, los ciclos y ritmos; lo que crece a nuestro alrededor y a nuestras comunidades. Conectarse de esta manera dentro y fuera crea las vías para un cambio profundo.

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Y volviendo al tema del registro del ciclo, ¿qué beneficios trae?

Ayudo a identificar anomalías que se pueden presentar en los ciclos menstruales y a usar esta información para dar con las posibles causas.  Debido a los tabúes y mitos que existen en torno a la menstruación, colectivamente nos hemos mantenido alejados de la recopilación de información muy valiosa y de ver la belleza detrás de la lógica de la fertilidad. Pero no tiene por qué permanecer así, y esto es exactamente por qué existe nuestra profesión. Estamos aquí para alentar la conversación sobre temas a menudo estigmatizados o malentendidos. La mayoría de las personas saben muy poco acerca de su bioquímica hormonal y, como resultado, están tomando decisiones sobre su cuidado menstrual, fertilidad y libido sin un entendimiento de su salud hormonal.

¿Cuáles suelen ser esas anomalías?

El primer signo de un problema de salud subyacente que puede experimentar una persona en su ciclo menstrual es la disfunción ovulatoria, que va a causar ciclos irregulares o amenorrea. Después pueden derivar ser SOP, síndrome premenstrual, miomas, quístes, depresión, problemas de la tiroides, fatiga suprarrenal, síndrome del intestino irritable, amenorrea, dismenorrea, infertilidad inexplicabe, libido baja, acné, rosácea, eczemas, problemas de peso, etc. Una gran cantidad de términos médicos pesados ​​para describir muchas afecciones graves y difíciles. Sin embargo todas comparten el desequilibrio hormonal como contribuyente.

¿Y podés nombrar algunas causas de trastornos hormonales?

Las condiciones pueden ser diferentes según tu predisposición genética y los factores de tu estilo de vida. Nuestro entorno y estilo de vida (incluido demasiado estrés y no dormir lo suficiente), y nuestra alimentación moderna (incluidos los alimentos procesados y el exceso de azúcares). Cuando una hormona funciona incorrectamente, el desequilibrio crea un síntoma, luego otro, luego otro. Si no se resuelven, pueden eventualmente crear una condición crónica. Si los problemas continúan sin resolverse durante años, pueden aumentar tus probabilidades de padecer enfermedades crónicas relacionadas con la inflamación, como enfermedades cardíacas, diabetes o infertilidad, dependiendo de qué tan bien tu dieta y estilo de vida hayan mantenido a raya ciertos factores genéticos.

Y una vez que se identifican, ¿qué cambios recomendás?

Mi estrategia principal para abordar los problemas de salud reproductiva es a través de cambios en la alimentación y el estilo de vida. Cuando es necesario remito a mis clientes a otros profesionales de salud. Los acompaño a explorar las opciones de tratamiento disponibles para que tomen decisiones informadas. Las claves son:

  • Estabilizar el azúcar en sangre: reducir la ingesta de azúcar e hidratos refinados es un comienzo importante para restablecer el equilibrio ya que cuando digerimos azúcar, estimulamos la hormona insulina que está en estrecha comunicación con todas las otras glándulas hormonales en nuestro sistema endocrino.
  • Cuidar tus glándulas suprarrenales: uno de los principales culpable del desequilibrio hormonal es el estrés crónico, que hace que el cortisol se dispare. El cortisol es la principal hormona del estrés del cuerpo, que se libera cuando estás en una pelea con alguien o en un plazo límite en el trabajo. El trabajo del cortisol es aumentar la presión arterial (para poder correr), el azúcar en la sangre (para fortalecer tus músculos) y modular tu sistema inmunológico. El problema es que es contraproducente si estás bajo estrés de forma crónica. Se convierte en veneno, lo que hace que ganes grasa abdominal, agotes las sustancias químicas de tu cerebro feliz como la serotonina y te quite el sueño. El problema es que la mayoría de nosotros estamos estresados todo el tiempo. Todas esas hormonas del estrés causan estragos con el tiempo y hacen que almacenemos grasa, especialmente en la panza. El alto nivel de cortisol también está relacionado con la depresión, la adicción a la comida y los antojos de azúcar, por lo que comemos en exceso los alimentos incorrectos. El cortisol alto viene cargado con otras hormonas que fallan, particularmente los problemas con el estrógeno, la insulina y la tiroides.
  • Reducir toxinas ambientales: existen muchos productos químicos a los que estamos expuesto en la vida diaria, que actúan como disruptores endocrinos al eliminar la sinergia natural de tus hormonas. Lo que en particular causa un alto nivel de estrógeno. Conocidos como xenoestrógenos, estos químicos tienen una estructura similar al estrógeno real y actúan falsamente como el estrógeno en tu cuerpo. Los xenoestrógenos tienen consecuencias reproductivas y de desarrollo. En un día típico, estamos expuestos a más de 700 xenoestrógenos y otros disruptores endocrinos en pasta de dientes, desodorante, protector solar, conservantes de alimentos, colorantes, enlatados, muchos tipos de plásticos y mala calidad del aire interior como resultado de una ventilación insuficiente.
  • Apoyar a tus órganos de eliminación: son esenciales para eliminar hormonas que han estado circulando a través de tu torrente sanguíneo. El hígado descompone las hormonas y otras sustancias en moléculas más pequeñas y manejables, que viajan a través de la vesícula biliar hacia el intestino grueso. Allí se unen con la fibra que consumis y finalmente salen de tu cuerpo en forma de evacuación intestinal. En otras palabras, cuando va al baño, no solo está desechando los subproductos de los alimentos que consumís, sino que también te deshaces de los desechos químicos y  hormonas  que de otra manera hubieran sobrepasado su equilibrio y comprometido tu salud. El sistema linfático tiene una excelente relación de trabajo cuando se trata de eliminar rápidamente los desechos celulares y la sobrecarga hormonal de tu sistema. Tu piel es tu órgano más grande y debido a su concentración de poros proporciona una forma natural de que los desechos salgan del cuerpo a través del sudor. Tu sistema linfático es una superautopista para eliminar los desechos celulares del torrente sanguíneo. Por eso es tan importante mantener el flujo de las áreas de los nódulos, ya que están cerca de áreas clave sensibles a las hormonas como el tejido mamario y los ovarios.
  • Registrar los biomarcadores del ciclo menstrual: longitud del ciclo, calidad y cantidad del sangrado, cambios en el fluido cervical, cambios en la temperatura corporal basal, cambios en la posición, altura y firmeza del cervix y niveles de LH en orina. Todos se pueden aprender a observar, registrar e interpretar para tener un mejor entendimiento de nuestra salud hormonal, del impacto de nuestro hábitos de vida y del progreso de nuestro cambios.

 

Congreso de Sabiduría Cíclica. El 26 de junio, se realizará el Primer Congreso Virtual “Tu Sabiduria Ciclica y sus Dones”, donde Carolina Ferreyra estará compartiendo espacio con +30 espertos y expertas en sexualidad y ciclo menstrual.