El padre de la joven iraní Sahar Jodayarí, fallecida tras las heridas sufridas después de quemarse en protesta por el veto de acceso a las mujeres en el estadio Azadí de Teherán, ha desmentido que el motivo de su acto fuera la condena impuesta por un tribunal iraní.

"Ella a nivel psicológico tenía un problema que ha conducido a eso; no es sencillo, tenía un problema psicológico", ha confesado y añade: "No, no ha sido víctima, no le emitieron pena, nos entregaron el cadáver y nos dijeron: llévenla y entiérrenla donde quieran", explicó su padre.

Sahar Jodayarí fue detenida por la policía cuando intentó colarse disfrazada de hombre el pasado marzo en el estadio Azadí de Teherán para ver el partido de su equipo y el emiratí Al Ain y posteriormente se prendió fuego frente a una oficina del Poder Judicial.

En un primer momento, se informó que la razón de su suicidio fue la pena de seis meses de cárcel impuesta a Sahar por intentar colarse en el estadio, pero después del testimonio de su padre, ésta versión ha quedado en entredicho.

Hoy, la agencia del Poder Judicial iraní, Mizan, informó de que el portavoz de este organismo, Gholamhosein Esmailí, en una conversación telefónica con el padre de Sahar le ha expresado su sentido pésame y condolencias por la muerte de su hija y le agradeció su aclaración sobre el asunto.