Estilo Vogue

La irremplazable Anna Dello Russo

La musa que lleva las pasarelas a la calle.
Fairchild Archive

Cuando se visita Japón, desde Ginza hasta un pequeño vecindario de Fukuoka, lo primero que salta a la vista es que muchas mujeres adoran seguir las tradiciones imperiales, pero la mayoría tiene sus ojos puestos en Occidente y llevan las tendencias hasta sus últimas consecuencias. Eso puede explicar que no exista voz más idónea para guiar a Vogue Nipón que la más extrema de las musas de hoy: Anna Dello Russo.

Para ella el dictamen de la pasarela es tan sacrosanto que sus estilismos van tal cual a las calles por las que, más que andar, desfila siempre lista a ser blanco de un lente y un flash que amplifique su paso hasta niveles de auténtica globalización de la moda. Para ella, los outfits más arriesgados y coloridos son tan habituales como el uniforme diario para una colegiala su uniforme.

Estampados, volúmenes, brillos, cortes irregulares, todo el repertorio de largos y siluetas, tocados que van desde un clásico lazo a una inexplicable tajada de roja sandía y, claro, tacones y plataformas que hacen parecer una pálida insignia de sobriedad a la mismísima Lady Gaga. Para Anna no existen más límites que los sueños creativos de las grandes firmas del diseño. Pero lo mejor y más inexplicable, es que en ella nada es excesivo y la extravagancia se convierte en una demostración de eso que, a fin de cuentas, es la moda: un arte.

Echa un vistazo a otro de los proyectos de la multifacética fashionista, donde colabora con Karolina Kurkova, en un filme para Giorgio Armani.