Doña Letizia cumple 47 años con una tarea pendiente: permitir que los españoles conozcan mejor a sus hijas

Este año es decisivo para la princesa Leonor como heredera. A su edad, el príncipe Felipe ya había protagonizado un documental sobre su vida cotidiana.
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Los consortes de los reyes no suelen pasar a la Historia con un apodo, pero si hubiese que escoger uno para doña Letizia similar al de “El Pasmado” con el que se conoce a Felipe IV, o al de “El Preparado” que algunos utilizan para llamar a su marido, a ella se le podría adjudicar el de “la perfeccionista”, una palabra que empleó su padre para definirla a raíz de su compromiso con el entonces príncipe de Asturias: “Letizia es cariñosa, entregada, perfeccionista, deliciosa, muy responsable y con la cabeza bien amueblada”, dijo Jesús Ortiz en la que fue su primera declaración a los medios. Días antes, la propia doña Letizia había demostrado esa personalidad interrumpiendo ante las cámaras de televisión las palabras del príncipe Felipe. Ella también quería hablar.

Es sin embargo en la relación que mantiene con sus hijas donde más patente ha quedado de cara al público esa nota de su carácter, algo que por ejemplo advirtió la psicóloga Rocío Ramos Paul –la famosa Supernanny de Cuatro– cuando, al coincidir con ella en un acto de 2011, doña Letizia le preguntó si era bueno prohibirles las golosinas a sus hijas los días de diario y permitírselas solamente los fines de semana y en los cumpleaños de sus amigos. La psicóloga le recomendó que no fuera tan estricta y que tuviera mano blanda con la princesa y la infanta. Según explicó doña Letizia a una asistente en ese mismo acto, las niñas tienen prohibido también ver la televisión o utilizar internet de lunes a viernes, y también se sabe que que la preocupación por la alimentación de sus hijas ha llegado al comedor del colegio Los Rosales, donde de acuerdo con las indicaciones de la reina hoy se sirve a los alumnos un menú más rico en verduras y con menos grasas.

Pero más polémico es el control que doña Letizia ha ejercido sobre la imagen de sus hijas, y que por ejemplo parecer ser que la ha llevado a prohibir a los padres de los alumnos del colegio Los Rosales hacer fotos en los cumpleaños o a pedirle el móvil a un pasajero del mismo avión en el que las niñas y ella volaban a Roma el verano de 2018, creyendo erróneamente que las había fotografiado. Algo parecido sucedió en 2014, cuando discutió con una periodista en Pozuelo que las fotografió durante la cabalgata de los Reyes Magos, mientras que en 2016 su obsesión por proteger la intimidad de la princesa y la infanta la llevó a ocultar sus rostros con sendas gorras durante un paseo por el centro de Madrid. Tampoco hay que olvidar que ese mismo control sobre la imagen de sus hijas provocó una de las mayores polémicas a las que ha tenido que hacer frente la familia real en los últimos años: el famoso rifirrafe que en 2018 tuvo la reina con doña Sofía al tratar de impedir que esta se fotografiara con las dos niñas en Palma.

En un año que verá a la princesa Leonor pronunciar su primer discurso en ese rito de paso para los herederos del trono español que son los Premios Príncipe de Asturias, doña Letizia tiene por lo tanto la tarea pendiente de permitir que el público español conozca mejor a la futura monarca y evitar incidentes como los antes mencionados. Aunque es verdad que los españoles no sabían gran cosa de la personalidad de Felipe VI cuando este tenía la misma edad de su hija, con 13 años el entonces príncipe protagonizó. un documental sobre su vida. Una película emitida en 1982 por Televisión Española en la que se mostraba distintas escenas de su vida íntima como, curiosamente, su participación en una obra teatral en su colegio o la asistencia con sus amigos a un campamento de verano.

Teniendo en cuenta que nunca ha trascendido a qué campamento asisten desde hace dos años las hijas de los reyes, parece impensable que casa real permitiera que las cámaras siguieran a la princesa Leonor durante año y medio como sí ocurrió en el caso su padre. También cuesta imaginar a doña Letizia, pendiente siempre de cada gesto y movimiento de sus hijas en sus apariciones públicas, separándose de la princesa cuando esta realice su primera visita al extranjero en solitario, que, en el caso de seguir los mismos pasos de su padre, Leonor podría emprender a partir del año que viene, cuando cumpla 15 años.

Se dice que en España los reyes reinan, pero no gobiernan: la reina Letizia tiene además que aprender a ceder espacio.