Probablemente Turín no sea de las ciudades más conocidas de Italia, pero esconde una belleza que en cuanto la descubras querrás ponerla de las primeras en tu lista de viaje. En un paisaje enmarcado por los Alpes y con un abanico de estilos que nadan entre el barroco, rococó o el Art Nouveau, sus plazas, museos, parques y palacios contrastan con una de las zonas más industriales del país. Turín tiene motivos de sobra para conocerla. Con más motivo este año, ya que se celebra la 66ª edición del festival de Eurovisión, por lo que la diversión y el buen ambiente están asegurados en esta época del año.
Turín, la cuna del cine italiano
Si por algo es conocida Italia, además de por su gastronomía y lugares mágicos, es por sus películas. Es precisamente en Turín donde se encuentra el Museo Nacional del Cine, el único del país y uno de los más importantes de Europa; un viaje histórico donde poder disfrutar de actividades inmersivas, además de ver piezas tan icónicas como las linternas mágicas (previas al cinematógrafo) y objetos de los escenarios de las primeras películas tanto italianas como extranjeras.
El museo se ubica en uno de los edificios más emblemáticos de la capital piamontesa, Mole Antonelliana. Fruto del atrevimiento ecléctico del arquitecto Alessando Antonelli, esta estructura de ladrillo se construyó en 1863 para ser una sinagoga, mezclando estilos neoclásicos y neogóticos y sirviendo de experimento para introducir el hierro, un material muy innovador para esa época. Desde aquí se accede a un ascensor con paredes transparentes y subir a un templete para disfrutar de las vistas más increíbles de toda la ciudad.
Por sus más de cincuenta mercados
Una de las paradas obligatorias en Turín son sus múltiples mercados, más de 50. Sin embargo, el más importante es el de Porta Palazzo, situado en la Piazza della Republica. Es el más grande de Europa y en él se puede encontrar desde antigüedades y artículos para el hogar hasta ropa, alimentación y productos frescos. De lunes a sábado, es el sitio perfecto para vivir el espíritu turinés en estado puro.
Gastronomía en lugares históricos
Desde restaurantes con estrellas Michelin, heladerías y cafés míticos, Turín es una de las ciudades italianas donde vivir experiencias gastronómicas inolvidables. Expertos en pasta, café y dulces, los restaurantes y las cafeterías más simbólicas de la ciudad son también una explosión de cultura e historia. El restaurante Del Cambio, bajo los fogones del cocinero Matteo Baronetto, data de 1757. Su decoración con elementos originales del siglo XIX te transportan a una época en la que los grandes pensadores e ilustrados de Europa pasaban las horas del día.
Plazas y palacios donde revivir la historia
Turín fue capital italiana entre los años 1861 y 1865 y los royals de la Casa de Saboya dejaron un gran legado arquitectónico en la ciudad. Desde el Palazzo Reale y el Palazzo Madama, ambos en la Piazza San Carlo, hasta el Palazzo Carignano, sede del Museo del Resurgimiento Italiano, quien quiera empaparse de la historia monárquica del país durante el siglo XIX encontrará verdaderas joyas y tesoros.
Además, las plazas de la ciudad ofrecen una serie de actividades culturales y gastronómicas infinita. La Piazza San Carlo es conocida como “El salón de Turín” por ser un punto de encuentro clave desde hace siglos. Bajo las iglesias gemelas de San Carlos Borromeo está el Caffè San Carlo, el primer local de Italia que tuvo iluminación a gas. Saliendo de esta plaza y caminado por Via Roma se llega a Piazza Castello que, sin duda, es la más significativa y céntrica. Con 40.000 m2 de espacio, en ella se encuentran los lugares de mayor interés turístico: Palazzo Reale, Palazzo Madama, el Teatro Regio o la Biblioteca Reale, además de las mejores cafeterías y heladerías como el Caffè Mulassano o Baratti&Milano. Amantes del café, este es vuestro sitio.
La sede de Eurovisión lleva el nombre de un premio Pritzker
Con motivo de los Juegos Olímpicos de Invierno que acogió Turín en 2006, el premio Pritzker japonés Arata Isozaki y en colaboración con el arquitecto Pier Paolo Maggiora, levantaron el Palasport Olimpico, un centro de eventos deportivos y que este año acoge el festival de Eurovisión. De estilo futurista, la estructura está construida con acero inoxidable y vidrio y su interior es completamente flexible ya que se adapta a todo tipo de celebraciones, con capacidad de hasta 18.000 personas, de los más grandes de Italia.
