Arte

No tengas en casa nada que no sea ÚTIL ni BELLO

La Fundación March acaba de inaugurar la primera exposición que se celebra en España sobre William Morris, el fundador de Arts & Crafts, el movimiento inglés que se puso en valor la artesanía.

Comedor de la 'Kelmscott House' con tapices y telas de William Morris.

Emery Walker

Uno de los episodios más nobles de la historia del arte tuvo lugar cuando, en abril de 1861, William Morris, un hombre ‘renacentista’ instruido en la mayoría de las disciplinas artísticas, capaz de tejer el más bello de los tapices lo mismo que de escribir una novela de ciencia ficción o componer un himno funerario, constituyó la compañía de artesanía Morris & Co. y se propuso liberar la belleza del lujo y los bolsillos más pudientes para devolverla al conjunto de la sociedad. “No quiero arte para unos pocos, de la misma manera que no quiero educación para unos pocos o libertad para unos pocos”, dijo William Morris; una frase que los comisarios de la Fundación Juan March han escogido como colofón de la exposición que estos días puede visitarse en su sede de Madrid: “William Morris y compañía: el movimiento Arts & Crafts en Gran Bretaña”, la primera de este tipo que se organiza en España.

William Morris.

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También aconsejaría el inglés que “No tengas nada en tu casa que no sepas que es útil o que no consideres bello”. La belleza artística, en fin, le resultaba a William Morris tan necesaria para vivir como el alimento, y, en consecuencia, pensaba que debía estar al alcance de todos los hombres: solo rodeados de cosas bellas podrían estos ser felices. Con ese fin, el fundador del movimiento que más tarde se conocería como ‘Arts & Crafts’ (‘Artes y Oficios’) propuso destronar al artista del pedestal en el que había sido colocado durante el romanticismo y devolverle al mismo plano en que vivía el artesano, denostado en esa etapa anterior. O lo que es lo mismo, superar la distinción entre el Arte en mayúscula, disponible solo para una minoría privilegiada intelectual o económicamente, y el arte en minúscula; una batalla se sigue dando en nuestro tiempo cuando se habla de alta y baja cultura o, por ejemplo, se desprecia el valor artístico de los populares comics.

No es de extrañar, por tanto, que entre todas las artes al alcance de su vasto conocimiento, William Morris eligiera las decorativas para librar su guerra. Los artesanos de Morris & Co., en efecto, centraron su producción en joyas, muebles, vidrieras, tapices, azulejos o papeles pintados, artículos todos éstos que fabricaban a mano, con tanto esfuerzo como entusiasmo. Como ejemplos del trabajo de Morris & Co., encontramos en la Fundación March un banco obra de Philipp Speakman Webb, un lavabo portátil de Ford Madox Brown, los floridos azulejos de William De Morgan o las encuadernaciones e ilustraciones que el propio Morris hizo para los cuentos de Geoffrey Chaucer. También vemos expuestas en la sede de la calle Castelló un exquisito armario de Ernest Gimson pintado con escenas de la vida rural en los Costwolds, una enorme vidriera de Frank Lloyd Wright, una caja de galletas de Archibald Knox, o una jarra de plata de Herbert Maryon; objetos domésticos desterrados antes y ahora de los museos y las galerías de arte.

Tela de algodón de William Morris, The Whitworth, University of Manchester.

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Pretendían de esta manera los seguidores del movimiento Arts & Crafts matar dos pájaros de un tiro: por un lado, embellecer la vida cotidiana de la gente corriente, dotando de belleza objetos prácticos (después de mucho tiempo separados, lo bello y lo útil encontraron de nuevo la armonía); y por otro, reivindicar la artesanía frente a la mecanización y deshumanización que la Revolución Industrial había impuesto. “Reverenciamos la maquinaria cuando releva al hombre en tareas innobles o desalmadas”, diría Oscar Wilde, el defensor más ilustre de las teorías de Morris, “pero no cuando pretende hacer aquello que solo resulta valioso al ser producido por las manos y el corazón del hombre”.

Silla de roble y enea de Charles Rennie Mackintosh, The Hungarian, University of Glasgow.

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No solo por motivos estéticos se rechazaba la mecanización del proceso artístico: para William Morris, un voraz lector de Marx y miembro del primer partido socialista del Reino Unido, la belleza de las cosas no solo dependía de su forma definitiva, sino también de que hubiesen sido producidos en unas condiciones de trabajo justas. Por eso el rechazo a la industrialización de los artistas de Arts & Crafts abarcaba también la deforestación del paisaje, la aparición de suburbios, el trabajo infantil o la contaminación. De ahí también que el movimiento Arts & Crafts no fuese extraño al trabajo artístico de las mujeres y contribuyera a la igualdad de género. “William Morris añadió lo justo a lo bello”, destacó en la presentación de la exposición Juan Gomá, director de la Fundación March.

Lámpara de latón de Arthur Stansfield Dixon, 'Victoria and Albert Museum'.

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En cuanto a los temas de Arts & Crafts se repiten a lo largo de la exposición los motivos medievales, consecuencia de la admiración que estos hombres sentían por los artesanos que, en la Edad Media, llenaron de belleza con sus manos las catedrales góticas. Fruto de esa misma pasión por la época medieval, que a William Morris contagió una temprana vinculación con la Hermandad Prerrafaelita y su gusto por las novelas góticas, el movimiento Arts & Crafts supuso un ‘revival’ de técnicas artesanales caídas en desuso, tales como los trabajos en cuero, la vidriería o los tapices. La mejor pieza de la exposición, precisamente, es un impresionante tapiz de alto lizo sobre la leyenda del Santo Grial que William Morris diseñó y tejió en la década de 1890, siguiendo técnicas abandonadas muchos siglos antes.

Aparador de Philip Speakman Webb, 'Victoria and Albert Museum'

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Como curiosidad, cabe añadir que el tapiz es propiedad de Jimmy Page, el guitarrista de Led Zeppelin, quien lo adquirió en una subasta por el desorbitado precio de un millón de libras. El movimiento fracasó en su misión de llevar la belleza a todas las casas, pero no por ello deja de ser admirable. Cuando hoy hablamos de la conservación del patrimonio o el medio ambiente, solemos olvidar que las mismas cosas preocupaban ya a William Morris hace más de 100 años.

Tapiz de William Morris, 1890-1894, colección de Jimmy Page.

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_ William Morris y compañía: el movimiento Arts and Crafts en Gran Bretaña._* Tras su paso por la Fundación Juan March (hasta el 21 de enero), la exposición viajará al Museo Nacional d’Art de Catalunya, donde podrá visitarse desde el 22 de febrero hasta el 21 de mayo de 2018.