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SANTIAGO DE CHILE (AP) _ El volcán Chaitén, en erupción desde hace cinco días, aumentó su actividad hoy con emanaciones de material incandescente y una columna de cenizas de hasta 30 kilómetros de altura, por lo que se dispuso la evacuación total en la zona amenazada.

La presidenta Michelle Bachelet, de regreso en Santiago tras visitar la zona damnificada, informó que la evacuación se dispuso por cuanto en caso que comenzara emanar lava esa masa podría llegar rápidamente al poblado de Chaitén, situado a 10 kilómetros del volcán.

Pero el vulcanólogo Luis Lara, del Servicio Nacional de Geología y Minería, precisó que las emanaciones registradas eran de un material incandescente liviano denominado piroclástico (gases, partículas y piedras) que amenaza un área de entre 25 y 30 kilómetros cuadrados.

Agregó que esas emanaciones no son lava y que ésta podría surgir sólo después que termine la salida del material piroclástico.

Cinco barcos se apostaron frente a Chaitén en donde fueron embarcados los evacuados. Por razones de seguridad del poblado sólo permaneció un grupo de policías y militares.

La evacuación, por razones de seguridad, debió ser obligatoria. No obstante, “hay algunos que se resisten”, declaró un jefe policial de Chaitén.

El fin de semana fueron evacuados unos 4.000 habitantes de Chaitén. Sólo permanecían algunos civiles, unos pocos reacios a abandonar sus bienes, y personal policial y militar.

El aumento de las emanaciones a partir de las 8 de la mañana fueron corroboradas por helicópteros policiales que sobrevolaron la zona del volcán. Junto con la expulsión de material sólido creció la columna de humo y cenizas, que ha llegado a más de 500 kilómetros de distancia al océano Atlántico en territorio argentino. La provincia de Chubut, según información proveniente de Argentina, estaba cubierta por la nube volcánica.

Las emanaciones disminuyeron posteriormente y la nube de cenizas y humo alcanzaba a unos dos kilómetros de altura.

Juan Cayupi, de la Oficina Nacional de Emergencia del gobierno, Onemi, informó a la AP que un sobrevuelo comprobó un aumento del cráter y que no se observaba escurrimiento de lava. El material sólido despedido permanecía en el cráter.

Las autoridades regionales de la provincia argentina recomendaron a los habitantes de ciudades como Esquel y otras próximas a Chile usar mascarillas para aminorar los efectos de la lluvia de cenizas. También descartaron una contaminación del agua potable, como ocurrió en Chile, donde las autoridades debieron disponer la distribución de agua no contaminada a los escasos pobladores que se mantenían en la austral zona, situada a unos 1.300 kilómetros al sur de Santiago.

Las autoridades argentinas dispusieron la cancelación de vuelos para evitar la nube de ceniza, que podría afectar las turbinas de las naves.

El gobernador de la provincia de Palena, Fernando Aguila, cuya capital es Chaitén, informó que se ordenó la evacuación de unas 280 personas que aún permanecían en la localidad, tras la salida masiva de unos 4.000 habitantes, y que fueron embarcados en transbordadores para escapar de la zona amenazada, en la región austral del país.

“Fuimos informamos por expertos que hay material corriendo por el costado del volcán”, dijo Aguila en declaraciones a radios capitalinas.

Simultáneamente, en Futaleufú, a 160 kilómetros de Chaitén, un poblado de 1.800 habitantes situado junto a la frontera con Argentina, continuó también la evacuación de la población, afectada por una gruesa capa de cenizas caídas desde que el Chaitén se reactivara el viernes y comenzara la erupción. Por razones de seguridad la evacuación debió efectuarse por territorio argentino.

Dicho traslado por Argentina fue convenido por las presidentas Bachelet y Cristina Fernández, quienes se comunicaron telefónicamente.

Los expertos han señalado el peligro que representa para la salud de la población respirar el aire contaminado con la ceniza. También para la agricultura y la ganadería representa un daño considerable.

En la zona permanecía la ministra de Agricultura, Marigen Hornkohl, quien debía coordinar medidas en favor de agricultores perjudicados por la lluvia de cenizas y que amenaza a miles de cabezas de ganado. La ministra también debió salir de la zona luego de coordinar la evacuación de unos 20 mil vacunos.

El gobernador Aguila informó también que previo a la intensificación de la erupción se percibieron varios movimientos sísmicos, pero de regular intensidad.