Claves para fotografiar con niebla

Tomar fotografías en días de niebla ofrece grandes posibilidades a los fotógrafos. Para ello, es imprescindible contar con la equipación y el material adecuado que permita aprovechar al máximo los días otoñales o invernales de nieblas matutinas.

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Nieblas en las montañas de Montana
Foto: Miry Fidalgo
Antonio Liébana, fotógrafo de Naturaleza
Antonio Liébana

Fotógrafo de Naturaleza

Miry Fidalgo, fotógrafa de naturaleza
Miry Fidalgo

Fotógrafa de naturaleza y viajes

Todo fotógrafo sabe que, para disfrutar de las delicias que ofrece la naturaleza, hay que madrugar. Si la meta es captar las nieblas matutinas, será de vital importancia estar preparado con el equipo fotográfico al completo cuando salen las primeras luces del alba, ya que es en ese preciso momento cuando aparecen las nieblas matutinas durante los meses más fríos.

La niebla son nubes bajas que dificultan la visión dependiendo de las gotas que las forman. Basta una leve brisa o cambio de temperatura para que la niebla se mueva, se desplace o incluso desaparezca, por eso las fotografías serán fugaces y efímeras. No son imágenes usuales y son bastante apreciadas por la magia que aporta la niebla como elemento de la imagen, tanto a nivel compositivo como por la luz que ofrece o las historias que transmite. 

La niebla es un elemento que suma en la composición
Foto: Miry Fidalgo

La niebla es un elemento que suma en la composición

La luz que hay en este tipo de fotografías obliga al fotógrafo a sobrexponer entre un punto y un punto y dos tercios (incluso más, dependiendo del momento) en la medición de la luz. La cámara interpreta que hay más luz y la fotografía tiende a quedar oscura, por esta razón se corrige sobreexponiendo y obteniendo como resultado toda esa luz difusa tan atractiva. 

Está claro que la niebla es un fenómeno meteorológico que todo fotógrafo aprovecha para sus imágenes, ya sean de paisaje o de cualquier otra disciplina fotográfica, como el retrato o arquitectura. Aporta peso a la imagen y da ese punto de magia tan especial que diferencia a las imágenes con niebla de las demás fotografías.

El movimiento de la niebla

En el momento de disparar hay que tener en cuenta que la niebla se mueve con el viento en un espacio de tiempo muy reducido, por eso, si se dispara en modo ráfaga en vez de foto a foto, el resultado será una gran variedad de imágenes entre las que elegir.

El trípode siempre es de gran ayuda en el caso de hacer fotos de paisaje o arquitectura y permitirá dar más tiempo a la imagen con una velocidad de obturación baja, por ejemplo 1/30, si la luz lo permite, cerrando el diafragma si fuese necesario a un f/8 en el caso de paisaje y abriéndolo a f/4 si hacemos un tipo de fotografía más rápida y casual con menos profundidad de campo. 

Elefante africano cruzando las nieblas de las praderas
Foto: Antonio Liébana

Elefante africano cruzando las nieblas de las praderas

Osos polares luchando entre la niebla
Foto: Antonio Liébana

El peligro de la condensación

Otro factor que hay que tener en cuenta es que la condensación y las gotas pequeñas de niebla pueden hacer que el cristal de la lenta se moje. Es importante estar pendientes de esto para no estropear el resultado final. Además, al terminar la sesión, hay que secar bien el equipo al completo para evitar que se estropee. 

La niebla añade un plus de dificultad en el momento de enfocar la imagen. Un truco que sirve de gran ayuda es llevar el punto de enfoque a una zona donde el plano focal sea el mismo en el que se quiere conseguir el foco o simplemente enfocar en una zona con más contraste para facilitar el trabajo a la cámara, no perder tiempo y luego llevar el foco al lugar deseado. Luego, para mantener ese foco, es muy útil bloquearlo, usando un botón específico configurado previamente, y después encuadrar la imagen.

Primeras nieblas matutinas
Foto: Miry Fidalgo

Sin duda, la niebla será un elemento importante a tener en cuenta siempre que aparezca en el camino o que se busque, dependiendo de las temperaturas y estación del año. Por eso, hay que estar bien preparado para aprovechar las oportunidades en las que se presente este fenómeno tan único y, así, poder plasmar la belleza y el misterio de la niebla en las fotografías. 

Trucos

  • Madrugar será esencial para disfrutar de este efecto.
  • El trípode será básico para hacer fotos con bastante tiempo de exposición.
  • Sobrexponer la fotografía entre un punto y un punto y dos tercios.
  • Hay que ser rápido, es un efecto climatológico que desaparece fácilmente y dura poco tiempo.
  • Hacer muchas fotos de un momento determinado, mientras se mueve la niebla, para luego elegir una del momento preciso.