El salto base, uno de los deportes más arriesgados, se ha cobrado una nueva víctima al fallecer Alex Villar. El madrileño de 34 años, veterano de esta práctica, sufrió un accidente al lanzarse desde Punta Calva, un alto en los Pirineos cuya cima está a más de 2.000 metros.

Se da la circunstancia de que Alex Villar conocía bien el lugar puesto residía en Huesca habitualmente para practicar tanto el parapente como el salto base lanzándose desde riscos. También había completado más de 2.000 saltos desde un avión en su preparación para los vuelos. De hecho, en su carrera de más de una década de experiencia se había aventurado en retos arriesgados como cuando descendió a más de 250 kilómetros por hora desde el Arco Piedrafita, que está situado 2.550 metros por encima del nivel del mar. Últimamente se había dedicado a vuelos rasantes de salto base con wingsuit (traje con alas) muy cercanos a la superficie.

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En este caso había elegido una mañana despejada para su práctica y se desconocen las causas exactas que le llevaron a perder la vida en el descenso que conocía bien. Alex Villar cayó en una zona pedregosa, lo que podría haber agudizado las heridas graves que acabaron con su vida.

Los servicios de emergencia acudieron al lugar del accidente en el Pirineo aragonés cuando recibieron el aviso. Sin embargo, únicamente pudieron certificar el fallecimiento tras acceder al lugar del trágico incidente en helicóptero.