La evidente dificultad de muchas mujeres para acceder y desenvolverse en el campo de la ciencia fue uno de los motivos por los que la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió proclamar el día 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.

La brecha de género en los sectores de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM) es una realidad. Poner fin a esta desigualdad y empoderar a las mujeres en estos campos se ha convertido en una necesidad ineludible para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la comunidad internacional.

La participación de la mujer en carreras científicas ha aumentado en los últimos años, pero continúa siendo baja. Según datos de la UNESCO (entre 2014 y 2016), alrededor del 30 por ciento de todas las estudiantes escogen estudios superiores dentro del campo de las STEM.

El listado de los Premio Nobel de física, química o medicina también es un buen indicador para ver esta falta de representación femenina: solo 17 mujeres frente 572 hombres han recibido este reconocimiento a lo largo de la historia.

Los prejuicios, los estereotipos, la falta de referentes y las limitaciones socioeconómicas y culturales son factores que arrastran a muchísimas niñas y mujeres a no querer o no poder involucrarse en el mundo científico. Con el objetivo de paliar esta situación, nace este Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que a su vez nos invita a conocer a las grandes mujeres científicas que han sabido transformar el mundo gracias a sus capacidades intelectuales, su incansable trabajo y su valentía:

Marie Curie (1867 - 1934)

Es impensable pensar en ciencia y no recordar a Marie Curie. Polaca y de nacionalidad francesa, Curie fue la primera mujer en recibir un Premio Nobel y, además, lo hizo en dos ocasiones. La científica fue condecorada con el Nobel de Física en 1903 y lo compartió con su marido Pierre Curie y con el físico Henri Becquerel. El segundo reconocimiento lo recibió en el campo de la Química en 1911 por el descubrimiento del primer elemento químico: el polonio.

Curie fundó el Instituto Curie en París y en Varsovia. Además, durante la Primera Guerra Mundial creó los primeros centros radiológicos para uso militar y centró sus estudios en el fenómeno de la radioactividad, lo que la llevó a ser todo un referente en el mundo de la ciencia.

Rosalind Elsie Franklin (1920-1958)

Rosalind Frankling fue una química y cristalógrafa (experta en el estudio de los cristales). El hecho de que a día de hoy comprendamos la estructura del ADN es mérito de esta científica inglesa. Sus estudios usando técnicas de difracción por rayos X revelaron la forma de doble hélice de esta molécula y fueron pieza clave para las investigaciones posteriores relacionadas con la genética. Sin embargo, su nombre nunca apareció en las publicaciones que elaboró junto a sus compañeros James Dewey Watson, de Francis Crick y de Maurice Wilkins. Su trabajo y análisis de los virus, el carbón y el grafito también fueron fundamentales.

Margarita Salas (1938-2019)

Licenciada en ciencias químicas y discípula de Severo Ochoa, Margarita Salas fue una de las grandes bioquímicas españolas. Asturiana de nacimiento, Salas se encargó de impulsar la investigación en el campo de la biología molecular y la bioquímica, trabajando con grandes científicos como Alberto Sols o Eladio Viñuela.

Además, la bioquímica desarrolló su trabajo como profesora vinculada ad honorem del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa de Madrid (CSIC-UAM). En 2016, Salas fue la primera mujer en recibir la Medalla Echegaray, otorgada por la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

Rita Levi-Montalcini (1909-2012)

Nacida en Turín, Italia, fue una neuróloga muy reconocida a nivel mundial. Descubrió el primer factor de crecimiento reconocido en el sistema nervioso, investigación gracias a la que obtuvo el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1986, compartido con su compañero Stanley Cohen. Si a día de hoy comprendemos los mecanismos de control que regulan el crecimiento de las células es gracias a ella.

Dorothy Mary Crowfoot Hodgkin (1910-1994)

Crowfoot ganó el Premio Nobel de Química gracias a sus grandes descubrimientos, entre los que destacan la confirmación de la estructura de la penicilina, la insulina y de la vitamina B12. Asimismo, Dorothy Crowfoot Hodgkin propuso avances en las técnicas de cristalografía de rayos X, un método utilizado para identificar las estructuras tridimensionales de los cristales que se convirtió en una herramienta fundamental para determinar las estructuras de infinidad de moléculas biológicas.

María Andresa Casamayor (1720-1780)

Natural de Zaragoza, Casamayor es experta en matemáticas y aritmética y todo un referente en la educación femenina del Siglo XVIII. Luchadora y valiente al adentrarse en el mundo de los números, un área que en aquel momento solo era accesible para hombres, consiguió convertirse en la única científica española del siglo XVIII de la que se conserva su obra y su nombre.

Eso sí, lo hizo al firmar sus obras con un pseudónimo masculino: Casandro Mamés de La Marca y Araioa. La matemática usó las mismas letras de su nombre en diferente orden para construir su personaje. En 2018 fue incluida en la La Tabla Periódica de las Científicas.

Frances Hamilton Arnold (1956)

Referente en la ciencia moderna y ganadora del Premio Nobel de Química en 2018, compartido con George P. Smith y Gregory Winter. Frances Arnold es científica e ingeniera estadounidense, pionera en la investigación de los métodos de evolución dirigida para crear sistemas biológicos útiles, incluyendo enzimas, rutas metabólicas, circuitos de regulación genética y los organismos con evolución dirigida. Es decir, mejorar mutaciones y producir biocombustibles y compuestos farmacéuticos que causen menos daño al medio ambiente.

Tu Youyou (1930)

To Youyou es una científica, médica y química farmacéutica china conocida por descubrir la artemisinina, utilizada para tratar la malaria, con la cual se ha podido salvar la vida de millones de personas. En 2015 fue reconocida con el Premio Nobel de Medicina.

Aletta Henriëtte Jacobs (1854-1929)

Si hablamos de mujeres que han transformado el mundo es indispensable mencionar a Aletta Jacobs. Doctora en medicina, la doctora neerlandesa impulsó los derechos reproductivos y sexuales de la mujer en un contexto marcado por la intolerancia. Jacobs siempre ejerció su profesión con entusiasmo y luchó por situar a las mujeres en el lugar que creía que se merecían.

María Blasco Marhuenda (1965)

María Blasco es bióloga y Margarita Salas fue su maestra y referente. Actualmente dirige el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, una de las instituciones científicas españolas más reconocidas a nivel internacional.

Blasco se especializó en el estudio de los telómeros y la telomerasa. Los telómeros son los extremos de los cromosomas en los que se organiza nuestro ADN, y su longitud está muy relacionada con el envejecimiento, el fallo celular y el cáncer. Esta mujer alicantina se ha convertido en un icono científico y en un referente para mujeres y niñas.