12 momentos de John Galliano para Dior que cambiaron la moda para siempre
Pocas asociaciones han sido tan fructíferas en la historia de la moda como la de John Galliano con Dior: casi 15 años de genialidad, teatralidad y diseños que trascendieron la pasarela.
El backstage de las grandes casas de moda es a menudo escenario de historias que parecen más propias de la imaginación de los guionistas de Succession que de la vida real. El auge, caída y resurgimiento de John Galliano (Gibraltar, 1960) es una de esas historias bigger than life. Culto, creativo y exquisito, su propia excentricidad fue la responsable de auparle al Olimpo de la moda... Y de que lo echaran casi a patadas de allí fiel a su mantra: "La moda es ante todo un arte del cambio".
Uno de los alumnos más sobresalientes de la prestigiosa escuela de moda de la St. Martin's School of Arts, fue el primer diseñador británico elegido como director creativo de una casa francesa de alta costura desde la Segunda Guerra Mundial, Givenchy, si bien fue en otra maison donde alcanzó su madurez artística: Christian Dior. Su primer desfile en enero de 1997 coincidió con el 50 aniversario de la firma. Su fulminante despido por haber proferido insultos antisemitas en un café parisino tuvo lugar en febrero de 2011. A lo largo de esos 14 años, el affaire Dior-Galliano nos regaló momentos imborrables. Esta es una antología de algunos de los mejores.
El nacimiento de un icono
En la colección prêt-à-porter de primavera/verano de 2000, subía por primera vez a la pasarela un icono que Carrie Bradshaw convertiría en viral antes de que el adjetivo adquiriera su significado oficial: el Saddle Bag.
Teatralidad y cultura
Aunque genial, el Saddle Bag no es el único legado que dejó el paso de John Galliano por Christian Dior. A esta asociación debemos una teatralidad genial, como el homenaje a los surrealistas Salvador Dalí (también a Gala) y a Jean Cocteau de la colección de Alta Costura de primavera de 1999.
Mix and Match
Mucho antes de que la apropiación cultural fuera motivo de cancelación, Galliano se divertía mezclando sus propios referentes con las filias estéticas de monsieur Dior (quien, aunque nunca viajó a China, fue uno de los grandes impulsores de la chinoiserie en la moda). En la imagen Malgosia Bela en el desfile de la colección de prêt-à-porter de la primavera de 2001.
El medio es el mensaje
El muy teatral Galliano comprendía perfectamente que tan importante era la moda como el escenario y las modelos elegidas. Esta imagen de Linda Evangelista en la colección Haute Couture de otoño/invierno 2005/2006 prácticamente cuenta una historia (la de una dama aristocrática, Madame Dior, que celebra en una mansión eduardiana en ruinas el 100 aniversario del nacimiento de Christian).
Dream Team
En su era Dior, John Galliano supo rodearse de los mejores: la maquilladora Pat McGrath se encargaba de sus beauty looks, muchos de sus tocados los firmaban los legendarios Philip Treacy y Stephen Jones, mientras que Michael Howells (conocido como el Fellini de la moda) se encargaba de muchas sus puestas en escena. En la imagen, la colección de primavera/verano de 2005 ready-to-wear.
Materialismo histórico
Los diseños de Galliano para Dior a menudo miraban hacia un pasado que el gibraltareño conocía y respetaba, pero que siempre reinterpretaba inteligentemente. Tampoco tenía miedo a experimentar con técnicas y materiales, tanto en Alta Costura como en el ready to wear: PVC, paja, encaje, neopreno e incluso paja en sus diseños. En la imagen, pantalones de vinilo en la colección de otoño/invierno de 2004.
Dior en el corazón
A pesar de su audacia y marcada personalidad de sus creaciones, John Galliano jamás perdió de vista el legado de Christian Dior, un legado que se divirtió deconstruyendo y reinterpretando en la colección Haute Couture otoño/invierno de 2009 y 2010. El New Look nunca lució tan sexy.
Alergia al minimalismo
A pesar de respetar y honrar las formas dibujadas por Christian Dior, Galliano adoptó constantemente un enfoque maximalista del diseño a través de telas opulentas, complementos colosales y las siluetas teatrales. En la colección de Alta Costura de primavera/verano de 2002 su mirada cosmopolita se posó en el folklore ruso.
Vive la France
A pesar de sus múltiples referentes culturales, el cosmopolita Galliano nunca perdió de vista que Dior era la quintaesencia del chic francés. Por eso, su colección de otoño/invierno 2006-2007 de Alta Costura estuvo trufada de homenajes a la cultura gala: Juana de Arco, María Antonieta y la película de 1942 Les Visiteurs du Soir (una fantasía ambientada en el siglo XV, sobre dos juglares enviados por el Diablo para tentar a personas desesperadas).
La conquista del oriente
Conocida como la Geisha Collection, la propuesta de Galliano para Dior Haute Couture primavera/verano 2007 fue de esos momentos que trascendieron la pasarela. Una delicada poesía visual sobre ciertos elementos estéticos de la cultura japonesa: kimonos, cinturones obi y pantalones hakama en seda, el satén y organza.
Las cosas de palacio
Comentada en nuestro país hasta en los noticiarios cuando el diseñador saludó al final del desfile vestido de torero, la colección de Alta Costura de otoño/invierno de 2007/2008 se presentó en Versalles fue un homenaje redondo a Rembrandt, Picasso, Monet, Renoir, Boldini, Sargent, Gainsborough, Goya y Velazquez. Sobre la pasarela, Gisele Bündchen Naomi Campbell, Linda Evangelista o Stella Tennant.
Culto a la personalidad
Pero no solo fue el traje de luces: John Galliano supo aprovechar el cierre de los desfiles de Dior para viralizar su propia imagen, ya fuera vestido de matador, soldado napoleónico, astronauta o dandy. En la imagen, rodeado de sus modelos tras presentar en París la colección de Alta Costura de verano de 2008, inspirada en las obras de John Singer Sargent y Gustav Klimt.
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