Bolivia se benefició por el “efecto precio” positivo en la exportación de minerales, en la gestión pasada, porque casi duplicó sus ventas de minerales con relación al 2020, al bordear los 6.000 millones de dólares, mientras que en volumen solo incrementó un 35%, este año la tendencia es la alza de los precios.
En un momento de incertidumbre generado por la pandemia del COVID-19, los minerales preciosos representaron un refugio para los inversionistas, por lo que su demanda se incrementó llevando a la alza los precios internacionales del oro principalmente, que llegó a marcar picos históricos como en agosto del 2020, al superar los 2.000 dólares la onza troy, de igual manera marcaron registros importantes el zinc y la plata, principales minerales que Bolivia exporta; el alza de los precios internacionales de los minerales se mantuvo en 2021 y la tendencia es que este 2022 sigan en aumento, por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, dijo María Esther Peña, gerente Técnico del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
Bolivia fue beneficiada por el “efecto precio” positivo en la exportación de minerales, en la gestión pasada, porque casi duplicó sus ventas de minerales con relación al 2020, al bordear los 6.000 millones de dólares, mientras que en volumen solo incrementó un 35%, explicó Peña. A enero del 2022, la tendencia de crecimiento se mantiene. El principal mineral de exportación es el oro que representó en el 2021 un valor de 2.558 millones de dólares, seguido del zinc, plata y estaño. Un tercio de las exportaciones de los minerales tuvieron como destino la India durante el 2021, seguido de Japón, China y Corea del Sur principalmente, sostuvo Peña.
“Cabe mencionar que el país tiene un nivel muy bajo de importación de minerales en bruto, dado que cuenta con esos recursos, sus importaciones se concentran en materiales manufacturados de minerales destinados principalmente al sector de construcción como insumos”, aclaró la gerente Técnica del IBCE.
De acuerdo con el investigador y especialista en minería de la Fundación Jubileo, Héctor Córdoba, estas subidas de precio motivan a inversores y mineros a poner capitales en proyectos de explotación de estos recursos no renovables y a los productores actuales, a incrementar sus producciones para aprovechar la coyuntura.
“En el primer caso, los resultados de las inversiones se verán dentro de algunos años; en el segundo, tendríamos que observar un aumento de la producción, a partir del mes de febrero en aquellas operaciones que pueden poner en marcha estos aumentos; aquellas empresas que han llegado al tope de su capacidad productiva difícilmente presentarán aumentos”, remarcó.
En el sector privado empresarial, se harán algunos esfuerzos por incrementar la producción; en el sector privado cooperativizado, aparentemente, sólo el subsector aurífero tendría posibilidades reales de explotar más oro, aunque esto se daría incumpliendo normas nacionales (ambientales, de asociatividad); en el sector estatal, la COMIBOL tiene la gran oportunidad de utilizar, a capacidad plena, instalaciones que se han realizado en años anteriores; concretamente, el ingenio Lucianita en Huanuni y el horno Ausmelt en la fundición de Vinto, que además nos permite exportar metales, aseguró el analista minero.
Efecto de precios altos
En la gestión pasada, con datos al tercer trimestre, el INE reportó que el sector minero fue el de mayor crecimiento económico con relación a otras actividades, registró un 54% de crecimiento, y aportó al Producto Interno Bruto del país un 8%, estando de lejos por encima del sector de hidrocarburo, informó Peña.
Pero pese a su importante crecimiento, su aporte a la economía boliviana estuvo por debajo del sector agropecuario, manufacturero y transporte; por lo que su principal impacto sobre la economía del país radica en sus exportaciones que están siendo ampliamente fortalecidas por el repunte de los precios internacionales, y con ello permiten el ingreso de divisas que aportan a las Reservas Internacionales Netas – RIN, ayudando a mantener la política de cambio fijo, explicó la gerente Técnico.
Depender de la coyuntura internacional de buenos precios en las materias primas como lo son los minerales, para mantener el tipo de cambio que es de vital importancia para la economía del país, y por ende para las economías domésticas que aún no están sintiendo el efecto inflacionario del exterior por el tipo de cambio fijo, es muy arriesgado, por lo que se debe de promocionar la exportación de Productos No Tradicionales con valor agregado, que además de generar divisas para el país, tiene un gran efecto multiplicador sobre la economía y la generación de empleo, advirtió Peña.
Por su lado, el investigador y analista, dijo que es probable, que con el impulso de la guerra, incrementemos la producción nacional en peso y, seguramente, en valor.
Aunque la guerra es mala para todos los países que tienen materias primas en abundancia, pueden obtener algunos beneficios. particularmente si no intervienen directamente en la actividad bélica.
Pero, el incremento de los precios de las materias primas repercute en un incremento de los precios de los artículos terminados, en mayor proporción, y, entonces, el beneficio inicial se puede convertir en una espiral de crecimiento de precios que les perjudicaría en mayor medida. Sobre todo, porque también está subiendo el precio de los alimentos, especialmente, el del trigo, coincidió con Peña.
Rusia aporta con el 12 por ciento a la producción mundial de trigo. Bolivia reporta un déficit en la producción de este grano, y hace menos de un mes, el precio de este producto se disparó pasando de Bs 170 hasta Bs 280 el quintal.
Si se ve la posibilidad de un conflicto de larga duración, éste es el momento de realizar o buscar inversiones, dijo Córdoba.
Sin embargo, como es previsible, esa subida de precios ha sido, rápidamente interrumpida por el anuncio de medidas que tomará la Reserva Federal de USA sobre las tasas de interés para evitar la inflación (ya elevada antes de la guerra) creciente por el alza de las materias primas. Así, el oro, el zinc, el estaño y otros minerales han sufrido caídas espectaculares.
