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La pintura adquiere vida en una película sin par sobre Brueghel

Estreno. "El molino y la cruz" se basa en el cuadro "El camino del Calvario"

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Desde ayer se está exhibiendo en Cinemateca y se llama "El molino y la cruz". Es una película del polaco Lech Majewski, basada en una pintura del artista flamenco Pieter Brueghel.

El cine es la pintura en movimiento. Para demostrarlo, esta producción sueco-polaca anima la multitud de personajes de un cuadro de Brueghel (El camino del Calvario) dándoles vida, como si toda esa obra entrara en acción. Al hacerlo, los campesinos que representan personajes de la Historia Sagrada vuelven a su tiempo, ese siglo XVI en que trabajaba el artista (1528-1569) bajo el dominio español de Flandes, una región que había recaído en la corona de Castilla por herencia de Felipe el Hermoso, padre de Carlos V. La pintura de Brueghel fue una de las cumbres del Renacimiento nórdico, con su maravillosa recreación de episodios bíblicos en base a paisajes imaginarios y tipos populares, cuyos lujos de composición, color y detalles han hechizado hasta hoy a los contempladores de cuatro siglos.

Lo que hace entonces el productor, director, libretista, fotógrafo y músico Lech Majewski, es ambientar en aquel medio rural su historia de intolerancia religiosa, despotismo político, mansedumbre popular, tosquedad ambiental, persecuciones, suplicios y ejecuciones sumarias, como si el Gólgota se repitiera en esas otras víctimas. De paso, los padecimientos flamencos sirven para señalar hasta qué punto la realidad marca el carácter de las obras de arte. Sirven también a la figura del propio Brueghel para reflexionar sobre los significados de la pintura que está proyectando, cuya imagen diseña como los hilos radiales de una telaraña para ubicar allí a los grupos de personajes que representan la Vida y la Muerte. Al fondo, una elevada roca muestra en su cima el molino de viento (cuyas aspas forman la señal de la Cruz) sugiriendo que Dios es el molinero que en el cielo muele la suerte de los hombres.

A medida que la pintura progresa, se suceden los hechos en esa comarca donde alguien es sometido al tormento de la rueda y otro es enterrado vivo, mientras se reproduce el Calvario y algunas figuras opinan sobre la situación que sufre el país, mostrando que ciertas brutalidades de la antigüedad (Vía Crucis, la corona de espinas) persisten en la Edad Moderna. La descripción es útil para indicar que Brueghel era un creador comprometido con su época, cuyos contrastes documentó en su obra con ojo que ve más allá del deslumbrante paisajismo que la baña. Por algo en esa pintura hay enigmas de difícil interpretación, como claves que el pintor colocó en su tema sin descifrarlas.

ALIANZA. Para analizar la obra elegida, Majewski contó con el estudioso Michael F. Gibson, que interviene en el guión de la película y otorga alcances simbólicos y un vuelo metafórico a algunos aspectos de la pintura. El resultado de ese examen tiene ante todo una sensacional calidad visual para iluminar sus escenas, registrar exteriores neblinosos y graduar los colores imitando al original. Lo hace con una fotografía y unos encuadres de permanente refinamiento y maniático esmero. Pero a esa belleza se agrega el ritmo, porque el relato (y hasta el fondo musical) tienen un compás ceremonial que aporta su propia sugestión, hasta lograr el pequeño portento de que el espectador recorra una pintura revivida, de la que se desprenden las figuras de hombres y animales para volver (junto con Brueghel) a ilustrar la realidad de la que emanó ese ejercicio artístico, hasta confundirse una con el otro.

Solo Peter Greenaway, con su notable documental sobre La ronda nocturna de Rembrandt, surge como referencia para este experimento único, que seguramente no está dirigido a un público masivo sino a un sector con sensibilidad para los lenguajes plásticos. Esa gente podrá fascinarse con la monumental reconstrucción del molino divinizado, como presencia dominante en las estampas de un universo que el cine resucita con todas las hermosuras y los salvajismos del remoto pasado donde trabajó un pintor.

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