CIENCIA
Prehistoria

Los restos más antiguos de rinoceronte lanudo de la Península Ibérica hallados en Burgos

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Este hallazgo ha permitido conocer las rutas migratorias humanas y su forma de vida en la Península Ibérica durante la glaciación

Dibujo de un rinoceronte lanudo.
Dibujo de un rinoceronte lanudo.UNED

El descubrimiento de varias piezas dentales del rinoceronte lanudo ha permitido su datación con una fecha aproximada de 52.500 años, la más antigua de esta especie en el Pleistoceno superior, que comenzó 2,5 millones de años a. C. y se prolongó hasta 11.700 años a.C.

La metodología utilizada para saber el periodo de antigüedad ha sido por medio de la racemización de aminoácidos, técnica que permite datar los restos de forma precisa.

Un artículo publicado por Jesús Francisco Jordá Pardo, investigador de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en Earth and Environmental Science Transactions of the Royal Society of Edimburg de la editorial Cambridge University Press, detalla los resultados obtenidos del estudio paleontológico realizado sobre los restos de rinoceronte lanudo, Coelodonta antiquitatis.

Los hallazgos se desarrollaron en la cueva de La Mina, situada en la localidad de Hortigüela, en la provincia de Burgos. Esta investigación multidisciplinar ha sido realizada junto con los expertos en fauna Diego Arceredillo (UII) y Carlos Díez Fernández-Lomana (UBU).

Este nuevo hallazgo tiene importantes implicaciones para entender las rutas de acceso a la meseta castellana durante la glaciación, no solo de esta especie sino también de los diferentes grupos humanos, que hasta entonces se desconocían. Asimismo, ha permitido definir una nueva ola migratoria nunca antes descrita.

La situación de la cueva de La Mina en el norte de la meseta castellana puede ayudar a los investigadores a conocer mejor los movimientos migratorios de esta especie a lo largo del Pleistoceno medio y superior y del Paleolítico superior en la Península Ibérica.

La Mina se encuentra cerca de otros yacimientos clásicos de la prehistoria burgalesa, como Cueva Millán y La Ermita.

En el registro arqueológico de esta cueva, además del rinoceronte lanudo se han podido documentar especies como el oso pardo, la hiena de las cavernas, el rebeco o el lince. A pesar de esta gran riqueza, la mayor parte del depósito aparecía alterada por lo que situarlos cronológicamente ha sido un desafío.

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