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Turismo en Argentina: imperdibles en cualquier época del año

Glaciares, cataratas, centros de esquí, desiertos de sal, ciudades históricas y culturales, rica gastronomía y vinos de la mejor calidad, son solo algunas de las alternativas.

María Alejandra Castaño Carmona
22 de enero de 2022 - 02:29 p. m.
Las cataratas se encuentran en el Parque Nacional Iguazú, un área de preservación de la naturaleza que abarca 67.720 hectáreas en el extremo norte de la provincia de Misiones, en Argentina.
Las cataratas se encuentran en el Parque Nacional Iguazú, un área de preservación de la naturaleza que abarca 67.720 hectáreas en el extremo norte de la provincia de Misiones, en Argentina.
Foto: Pixabay

Desde su punto más septentrional al más austral, Argentina presenta más de cinco mil kilómetros de recorrido. Este marco imponente le brinda al turista la posibilidad de vivir todo tipo de emociones y experiencias que, difícilmente, pueda olvidar.

La oferta turística cuenta con numerosas variantes para gozar durante cualquier época del año. Aquel que visite estas tierras australes podrá disfrutar los cuatro climas, contemplar la magnitud de sus montañas, visitar las costas y vivir la naturaleza de sus grandes parques nacionales, entre otras actividades. Todo esto, acompañado por la calidez de su gente y una exquisita propuesta gastronómica.

  • Buenos Aires

Es la gran ciudad, principal centro económico y social del país. La capital argentina se destaca con un sinfín de posibilidades para todos los que la visitan. Con el Obelisco como eje neurálgico, cada rincón tiene sus propias características.

Entre sus lugares más emblemáticos aparecen la Plaza de Mayo y sus alrededores, San Telmo, el pintoresco barrio de La Boca, Palermo – con sus bosques, sus bares y actividad comercial – y el moderno y lujoso Puerto Madero.

A la hora de buscar un lugar para comer, indudablemente las parrillas porteñas están en primer plano. El clásico bife de chorizo o la tira de asado pueden ser encontrados en cualquier esquina de la capital argentina. Al igual que el Tango, sello insignia de la ciudad, esta danza típica y pasional enamora a los turistas y enorgullece a los argentinos.

Una característica que ha acompañado a Buenos Aires a lo largo de su historia es el nivel cultural que ostenta, que la transforma en una auténtica modelo en Latinoamérica. Su amplia oferta de teatros y librerías puede competir con cualquier otra gran ciudad del mundo, e incluso, superarla. Además, por la glamorosa avenida Corrientes se ven abundantes marquesinas que invitan a ver una y otra obra teatral.

En relación a la cultura, la capital argentina es una referente en materia de Turismo Educativo. La Universidad de Buenos Aires es una de las más prestigiosas de América y del mundo. Los estudiantes pueden realizar sus estudios de manera gratuita y, en el caso de alumnos extranjeros, el país ofrece flexibilidades para el visado.

Por otro lado, luego de la llegada del Papa Francisco al Vaticano, el Turismo religioso se ha potenciado en todo el territorio argentino. En Buenos Aires, una de las grandes actividades relativas al segmento es el Circuito Papal: un recorrido que pasa por Flores, barrio natal del Papa, y otros puntos de la ciudad.

Buenos Aires también es reconocida mundialmente por la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero (LGBT). El país es líder en América Latina y uno de los cinco destinos más importantes dentro del Turismo LGBT.

La Costa Atlántica, en verano, es el principal centro turístico del país, donde miles de viajeros descansan por las playas y disfrutan de sus vacaciones. Mar del Plata, cabecera de todos los balnearios del país, es valorada no sólo por su actividad de playa, sino por ser también un destino excelente de Turismo de Reuniones.

  • Córdoba

Está en el centro de Argentina y es uno de los más destacados puntos turísticos del país. Sus sierras y ríos característicos le dan una impronta especial a la provincia.

La ciudad capital homónima es uno de los centros urbanos más importantes del país, con una actividad industrial en permanente crecimiento. En sus calles, se guardan recuerdos de la época jesuita y además es cuna de la educación argentina, ya que aquí se estableció la primera universidad del país, en 1613.

En la capital cordobesa se realizó el VIII Congreso Internacional de la Lengua Española 2019 y la propia Universidad Nacional de Córdoba fue coordinadora académica del mismo.

Su principal centro turístico es Villa Carlos Paz. Al pie del Lago San Roque, los veranos en esta localidad son una tradición para los argentinos. La cercanía de ríos, sierras y el espíritu cordobés la describen como un lugar único. En épocas festivales, la oferta teatral es una de sus grandes propuestas.

Traslasierra y los Valles de Punilla y Calamuchita, entre otras regiones cordobesas, también son muy recomendables para vivir de cerca la naturaleza de sus ríos y un clima de paz absoluta.

  • Norte

Colorida, con la marca indeleble de los pueblos originarios, la región norteña es un paso obligado por Argentina. La Rioja, Santiago del Estero, Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy son las seis provincias que componen esta porción única, con hitos, como la Quebrada de Humahuaca – reconocida Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

En la Quebrada y en zonas aledañas emergen pueblos legendarios, como Purmamarca – reposado junto al Cerro de los Siete Colores – y Tilcara – con el famoso Pucará.

Esta región emblemática es riquísima en cuanto a paisajes y caminos. Las Cuestas de Miranda en La Rioja, del Portezuelo en Catamarca, del Obispo en Salta y de Lipán en Jujuy, o el trayecto de los Valles Calchaquíes en Tucumán dan fe de la magnificencia del lugar. Lo mismo sucede con las Salinas Grandes, un desierto de sal que emociona con sólo presenciar su grandilocuencia.

Si se pretende viajar en altura, nada mejor que el Tren a las Nubes, en Salta. Al pasar por el Viaducto La Polvorilla, los pasajeros comprenderán la magia de estar a más de 4 mil metros de altura.

También existe espacio para la relajación y el descanso pleno gracias a la Termas de Río Hondo, en Santiago del Estero, el principal centro termal del país y uno de los destinos que más ha crecido en los últimos años.

La gastronomía representa un capítulo aparte por la tradición que acompaña a sus productos. Tamales, humita en chala, las clásicas empanadas, carbonada, locro, chicharrón con grasa y el dulce cayote conforman algunas de las opciones culinarias. Todo puede ir acompañado por un exquisito Torrontés salteño o Bonarda riojano.

  • Cuyo

Es donde nace el sol y el vino. Mendoza, San Juan y San Luis le proponen al turista una vida de tranquilidad, clima saludable y lujo. Aquí se puede degustar el mejor Malbec del mundo – que nace en los terruños mendocinos – junto al cerro Aconcagua de fondo y una sofisticada oferta hotelera y gastronómica. El Valle de Uco, entre otras zonas distinguidas, es sinónimo de vinos y buen vivir.

Pero no sólo es Malbec. El Syrah sanjuanino también es una de las grandes especialidades vitivinícolas cuyanas. Y para comer, la mazamorra o el chivo a la chanfaina, en San Luis, son imperdibles.

Cuyo también es una zona ideal para practicar turismo de aventura. Rafting por el río Jáchal, canopy en San Rafael, rappel en las Sierras de los Comechingones, y muchas otras actividades se alistan en cualquiera de las tres provincias.

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Por otro lado, Las Leñas y Penitentes, en Mendoza, son dos de los centros de esquí más importantes del país.

Y no se puede olvidar el Cerro Aconcagua, con una altura que roza los 7 mil metros, es el pico más alto de todo el continente americano. Llegar hasta la cima es un desafío supremo, que atrae a escaladores de todas partes del mundo.

  • Litoral

De la mano de Entre Ríos, Santa Fe, Chaco, Formosa, Corrientes y Misiones, la oferta es magnífica. Con las Cataratas del Iguazú – declaradas en 2011 como una de las Nuevas Siete Maravillas Naturales del Mundo – como bandera turística, esta región es rica también por otros grandes humedales, como los Esteros del Iberá en Corrientes – aquí se está llevando a cabo un Parque Ecoturístico –, o Bañado La Estrella, en Formosa.

Uno de los secretos mejor guardado de Argentina es El Impenetrable, en la provincia de Chaco. Vale la pena adentrarse en esta zona para conocer de fondo distintas comunidades nativas, sus bosques, los ríos Teuco y Bermejo, y la fauna típica. El yaguareté, una de las especies más representativas del país, se halla aquí.

El Litoral posee ciudades decoradas con bellísimas costaneras al pie del río Paraná, Uruguay o Pilcomayo, y una múltiple actividad termal se adhiere a un campo de ofertas sin fin.

La historia también está muy presente en la región litoraleña. En Misiones se levantan las ruinas jesuíticas de San Ignacio Miní – Patrimonio de la Humanidad –, a 60 kilómetros de Posadas, capital misionera. Las ruinas son testimonios auténticos que reflejan la vida de los jesuitas en lo que, en su momento, fue el Virreinato del Río de la Plata. La imagen de sus muros es una clásica postal del Turismo Religioso en Argentina.

  • Patagonia

Mágica y misteriosa. Desde La Pampa, pasando por Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz, hasta Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, es una región imperdible. Con distancias largas y un viento que acompaña a toda hora, el sur argentino es sinónimo de belleza natural. Así lo demuestra la majestuosidad del lago Nahuel Huapi en Bariloche, el lago Viedma en la zona de El Chaltén o los Parques Nacionales como Los Arrayanes y Los Alerces, por citar algunos ejemplos.

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Sobre el costado lindante con la cordillera de los Andes se ubican numerosos centros de esquí ideales y equipados para vivir un invierno fabuloso. El Cerro Catedral en Río Negro, La Hoya en Chubut, Chapelco, Cerro Bayo y Caviahue en Neuquén, y Cerro Castor en Tierra del Fuego conforman el circuito de espacios para esquiar y sentir la nieve argentina.

Si se habla de Patagonia, una cita obligada es el Parque Nacional Los Glaciares. Aquí, asoma el afamado Perito Moreno, a 80 kilómetros de la ciudad de El Calafate. La espectacularidad de los paisajes, las navegaciones que permiten tomar postales de cerca y las actividades de Trekking sobre los hielos le dan un marco fascinante.

En el lado opuesto a la montaña, el sector este de la Patagonia cuenta con más de 2 mil kilómetros de costa, que se caracteriza por los colores de sus aguas y la fauna marina. Precisamente, en la Península Valdés – Patrimonio de la Humanidad–, situada en la provincia de Chubut, se pueden apreciar de cerca especies como toninas, elefantes marinos y pingüinos, entre otras.

Sin embargo, la estrella del lugar es la ballena franca austral. Muy cerca de la península, en la ciudad de Puerto Madryn, se llevan a cabo paseos en barco para realizar avistamiento de estos mamíferos que llegan hasta estas latitudes para reproducirse.

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Más al sur de Chubut se encuentra Punta Tombo, conocida mundialmente por ser una de las mayores reservas de Pingüinos de Magallanes.

El imperdible patagónico es Ushuaia, la ciudad del Fin del Mundo y capital de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. A más de 3 mil kilómetros de Buenos Aires, es el único centro urbano de Argentina de característica trasandina. Escoltada por el Canal Beagle, Ushuaia es la puerta para realizar cruceros por la Antártida. Hasta aquí, llegan turistas de diferentes nacionalidades del mundo, ávidos de llevarse un recuerdo imborrable del continente blanco.

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