Verano en Esquel: montañas, lagos y tranquilidad, una alternativa a la playa

Esquel se convirtió en una opción interesante para las personas que buscan una alternativa a la playa a la hora de programar sus vacaciones de verano. Sus extraordinarios paisajes, donde resaltan la cordillera y los lagos, sumado a la posibilidad de hacer una vida muy tranquila, alejada del ruido de las grandes ciudades y en contacto con la naturaleza, resultaron aspectos suficientes para que muchas personas consideren este destino.

Allí, se puede alternar entre un amplio abanico de actividades para disfrutar a pleno durante la estadía. Por ejemplo, bajar por ríos de aguas tranquilas es una plácida experiencia. En esto consisten las flotadas, que permiten conocer la flora y fauna alrededor de los ríos. Aves de todo tipo se pueden observar muy de cerca mientras la embarcación se abre paso lentamente.

Dentro del Parque Nacional Los Alerces, el río Rivadavia es uno de los elegidos para esta actividad. Lleva las aguas del lago Rivadavia para volcarlas en el lago Verde. Durante este trayecto, el bosque nativo custodia sus orillas.

Las cabalgatas también son una opción para recorrer el bosque nativo, o las orillas de los lagos o ríos. Se realizan los recorridos para toda la familia en trayectos de aproximadamente cuatro horas.

En el medio del valle del río Chubut se localiza el Área Natural Protegida Piedra Parada. Su nombre se lo debe a una imponente piedra de origen volcánico de 210 metros de altura, en el medio de la estepa patagónica. El lugar fue la caldera de un antiguo volcán cuya chimenea se solidificó dando origen a singulares geoformas entre las cuales es posible realizar trekking.

En cuanto a excursiones, es importante mencionar la Senda de Los Rifleros, un trayecto en el que se puede recorrer la senda que utilizaron los Rifleros Galeses que llegaron a la Patagonia. Este paseo recreativo combina historia, aventura y naturaleza pasando de un paisaje cordillerano a estepario con grandes cañadones y aves entre las cuales se puede ver al majestuoso cóndor.

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Otro lugar imperdible es el Lago Baguilt. Es un área de turismo activo especial para realizar actividades de aventura. Dentro de la fauna existente se encuentra el huemul y las truchas arco iris y fontinalis. Este bellísimo lago cordillerano, declarado Reserva Natural Turística, se halla ubicado al pie del cerro Cónico, límite natural argentino-chileno.

Para los amantes del rafting, en tanto, el río Corcovado es el lugar ideal para la realización de esta actividad. Por su tipo de dificultad puede ser disfrutada sin necesidad de contar con experiencia previa. Mientras que el Cañadón de Borquez es un sendero que recorre la zona de los bosques comunales y es de dificultad media. El tiempo estimado para su recorrido es menor a dos horas. Este sendero autoguiado ofrece la posibilidad de transitarlo acompañado por los guías locales.

La gama de posibilidades a la hora de hacer actividades en Esquel y sus zonas aledañas no termina aquí. Estas son otras opciones:

-Agroturismo: a 6 kilómetros de Esquel, una chacra orgánica ofrece caminatas guiadas por los distintos cultivos donde se puede ver el proceso de producción y riego, y degustar los productos que la familia elabora.

-Circuitos en bici senda: un recorrido de 6 km paralelo a la ruta 259 en su salida hacia la ciudad de Trevelin. Allí se puede andar en bicicleta, trotar, caminar y detenerse en las estaciones para practicar ejercicio físico.

-La Trochita: nadie debe irse de Esquel sin dar una vuelta en el Viejo Expreso Patagónico, conocido como “La Trochita”, que realiza un recorrido de 18 km atravesando los típicos paisajes de la zona en un tiempo estimado de dos horas y media. Sale de la Estación de Esquel y llega a Nahuel Pan, donde reside la comunidad Mapuche-Tehuelche. El tren detiene su marcha y mientras hace las maniobras para el regreso los pasajeros pueden visitar la casa de las Artesanas y también el Museo de Culturas Originarias. (Con información de patagonia.com)