<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Floricultores esperan un milagro de San Valentín

Desde el Oriente antioqueño se exportarán 200 millones de tallos. A las empresas les falta personal.

  • El corte y recolección de crisantemos en los cultivos del Oriente antioqueño está en su apogeo. Los tallos se recogen temprano, en la mañana, y en la noche son despachados vía aérea a La Florida, en Estados Unidos. FOTO Camilo Suárez
    El corte y recolección de crisantemos en los cultivos del Oriente antioqueño está en su apogeo. Los tallos se recogen temprano, en la mañana, y en la noche son despachados vía aérea a La Florida, en Estados Unidos. FOTO Camilo Suárez
  • Sin terminar de despachar los pedidos para San Valentín, ya se siembran las flores para el Día de las Madres, en mayo. FOTO Camilo Suárez
    Sin terminar de despachar los pedidos para San Valentín, ya se siembran las flores para el Día de las Madres, en mayo. FOTO Camilo Suárez
30 de enero de 2022
bookmark

Son horas y días cruciales para los floricultores. La proximidad de la celebración de San Valentín, en Estados Unidos, pone a prueba la exactitud con que se deben cumplir los procesos productivos que arrancaron a finales del año anterior, cuando se sembraron las flores que ahora deben ser despachadas para el festejo del próximo 14 de febrero.

El viernes pasado, desde la seis de la mañana, la operación arrancó luchando contra el reloj. En los invernaderos de Tahamí & Cultiflores, en el Oriente antioqueño, el personal inició la jornada de recolección de crisantemos. La tarea es manual y se corta uno a uno cada tallo.

Después de las diez de la mañana, la mayor parte de lo cosechado está reposando en recipientes con agua para una rehidratación, y luego del mediodía todo el material vegetal es llevado a un cuarto frío.

Para este pico de demanda por las flores colombianas, los temas logísticos y de transporte siguen siendo factores en los que los floricultores trabajan constantemente para asegurar la disponibilidad de producto y atender los pedidos.

“Es importante tener en cuenta que muy buena parte del éxito de la exportación de flores depende de la cadena logística. En medio de las extremas condiciones sanitarias que viene afrontando el país, los floricultores han logrado asegurar sus condiciones de trabajo bajo estrictas medidas de prevención e higiene”, comentó Augusto Solano, presidente de la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores (Asocolflores).

El gremio espera que durante esta celebración se exporten más de 650 millones de tallos, principalmente a los Estados Unidos, cifra que representa alrededor del 15% de sus exportaciones totales del año (ver Paréntesis).

Con cifras a noviembre de 2021, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) resaltó que las ventas de flores colombianas al exterior sumaron US$1.591 millones, observando un aumento del 20,1% frente a los US$1.324 millones contabilizados entre enero y noviembre de 2020, año en el que comenzó la pandemia.

Las alzas

Federico Cock, presidente de Tahamí & Cultiflores, señaló que el incremento de los fertilizantes y del salario mínimo elevaron los costos de producción, mientras que la tasa de cambio del dólar, que a comienzos del año estuvo en niveles de $4.000, ha contrarrestado en parte las alzas.

“El mercado observa buen comportamiento, el dólar ha favorecido los negocios, pero los insumos están más caros. La urea, por ejemplo, subió de $80.000 a $200.000, y los fletes están muy altos, pero los clientes no quieren reconocer esos mayores costos”, comentó el empresario.

Desde la óptica de los analistas económicos de Bancolombia, la depreciación del peso ha favorecido los productos con vocación exportadora, como las flores.

Pero, el estrés de la logística global y los altos precios del petróleo y sus derivados conllevarán a que los agroinsumos como abonos y plaguicidas mantengan las presiones durante gran parte de 2022.

A lo anterior se le suma el incremento en los costos del plástico y el cartón, otros insumos empleados en el empaque de las flores. Para los productores de flores colombianos otro aspecto que impacta negativamente las exportaciones está asociado a la dificultad para obtener cupos en el transporte aéreo, lo que redunda en mayores costos.

Ante estas circunstancias, Solano resaltó que este esfuerzo enorme confirma la existencia de producto para atender los pedidos de San Valentín, pero advirtió que “dependemos de la disponibilidad y oportunidad de los vuelos internacionales, las condiciones del transporte marítimo y las nuevas restricciones que puedan adoptar los países”.

Mano de obra

De acuerdo con Solano, aunque la recuperación económica en zonas rurales ha sido lenta, el sector floricultor está comprometido con la generación de nuevos empleos y promueve entre la población joven las oportunidades laborales y los beneficios económicos que esta actividad le ofrece a los trabajadores y a sus comunidades.

Según el dirigente, la floricultura aporta mensualmente cerca de $200.000 millones en sueldos en las zonas agrícolas del país (Cundinamarca y el Oriente antioqueño), que, según afirmó, es una cifra significativa.

En ese contexto, la floricultura sigue siendo una de las más importantes fuentes de trabajo formal en el campo colombiano. A lo largo de la pandemia los empresarios han realizado un esfuerzo inmenso que les ha permitido conservar 150.000 empleos directos e indirectos.

“Si a lo anterior sumamos que durante esta temporada de San Valentín se originan 20.000 empleos temporales —que también cumplen con todos los requisitos legales—se demuestra el gran aporte y la estabilidad de este sector para la empleabilidad en el país”, comentó el presidente de Asocolflores.

No obstante, atraer a los trabajadores no es fácil, y pese a la temporada alta a Tahamí & Cultiflores le ha hecho falta mano de obra, y en lo corrido del año se han retirado entre 40 y 50 personas, que ha sido casi imposible reemplazar.

En medio de las complejidades, Cock aún tiene fortaleza para bromear y se refiere al negocio como “la dificultura”, por tratarse de una agroindustria integral, que trata con un producto perecedero y una mano de obra campesina que es necesario capacitar.

Aún así, en la temporada de San Valentín 2022 los floricultores esperan ver un volumen de ventas similar al de antes de la pandemia, alrededor de $1,4 billones.

Para lograr esa meta, los tallos como los cortados el viernes debieron ser llevados al aeropuerto José María Córdoba, de Rionegro, para ser despachados vía aérea a La Florida, en Estados Unidos, a donde debieron llegar ayer en la mañana, para ser distribuidos a los sitios de venta.

Hecha la tarea en los cultivos colombianos, se espera que el santo de los enamorados en Norteamérica haga su milagro anual y que este se refleje en las parejas y en quienes se dedican a esta actividad en Colombia

650
millones de tallos esperan exportar los floricultores del país para San Valentín.

Te puede interesar

El empleo que busca está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD