Jugar a las adivinanzas con los niños es una forma perfecta de que aprendan. No son un simple juego: suponen una herramienta para estimular su desarrollo muy valiosa. Con la llegada de las pantallas y las tecnologías, (que además están provocando un aumento de la miopía en los niños) parece que relegamos a un segundo plano estas actividades tradicionales y es un error: las adivinanzas no deberían pasar nunca de moda.

¿Cuál es la función de las adivinanzas?

Las adivinanzas son para los niños un juego y no debemos olvidar que la forma natural de aprender para los niños es jugando. Se relacionan y descubren el mundo a través del juego: “Sabemos que jugar es una fuente inagotable de placer, alegría y satisfacción, que permite el crecimiento armónico del cuerpo, la inteligencia, la afectividad y la sociabilidad. Ahora y siempre, el juego ha sido y es un elemento fundamental en el desarrollo de las personas. Imprescindible para su crecimiento y su salud física y mental. Sin duda, el juego es síntoma de salud. El niño que juega es un niño sano y el adulto que juega también. Por eso el juego es reconocido como un derecho de los niños y niñas y una necesidad para los adultos”, explica Imma Marín, experta en educación y comunicación a través del juego y de la gamificación y autora, entre otros, del libro “¿Jugamos? Cómo el aprendizaje lúdico puede transformar la educación” (ed. Paidós Educación).

Las adivinanzas son grandes aliadas en el aprendizaje de los niños y, tal y como se extrae del artículo “La adivinanza. Sentido y pervivencia”, de María Teresa Miaja de la Peña (Facultad de Filosofía y Letras, UNAM) publicado en la revista SciELO tienen varias funciones: una función lúdica (es ante todo un juego, un pasatiempo que consiste en armar rompecabezas verbales para poder apreciar la imagen buscada), una función estética-poética (la adivinanza sensibiliza a los niños y jóvenes con la poesía, fomenta en ellos el gusto por la palabra, el ritmo y la versificación, además de que los familiariza con imágenes abstractas) y una función didáctica (en este sentido las adivinanzas cumplen una importante función en la formación intelectual de los niños y jóvenes pues fomentan en ellos la capacidad de razonar en forma lógica, de descubrir y desentrañar el mensaje oculto).

Beneficios de las adivinanzas para el desarrollo de los niños

Como decíamos, las adivinanzas aportan grandes beneficios al desarrollo de los niños, algunos de los más importantes son los siguientes:

  • Fomentan su concentración: los niños deben centrarse en el propio juego para poder escuchar bien el mensaje, analizarlo y tratar de adivinar la respuesta.
  • Desarrollan su capacidad intelectual y pensamiento crítico: ante una adivinanza el niño tiene que escuchar, pensar en posibles respuestas, asociar ideas y descartar aquellas que no tienen sentido.
  • Ayudan a trabajar la paciencia: cuando los niños se enfrentan a una adivinanza, lo habitual es que no tengan la respuesta de manera inmediata. Deben pensar, darle vueltas y tener paciencia. La paciencia es clave para que aprendan a prevenir las temidas rabietas.
  • Son ideales para socializar: cuando el niño aprende una adivinanza y da con la respuesta, inmediatamente quiere plantearle el acertijo a otros niños u otros adultos para descubrir si también son capaces de adivinarlo, por lo que fomentan la socialización.
  • Estimulan el pensamiento abstracto y la inteligencia: las adivinanzas ayudan a estimular el pensamiento abstracto, tan necesario en el proceso de aprendizaje.
  • Mejoran la memoria: cuando los niños aprenden las adivinanzas están ejercitando su memoria.
  • Mejoran el lenguaje: sin duda, las adivinanzas son grandes recursos para mejorar el lenguaje de los niños. Amplían su vocabulario, se familiarizan con las rimas, aprenden a dar entonación a las frases…
  • Desarrollan su creatividad: no es raro que los niños que juegan a las adivinanzas, con frecuencia empiecen a crear o inventar las suyas propias, juego que es muy beneficioso para su creatividad y para el desarrollo del pensamiento lógico.
  • Les dan seguridad y confianza: cuando los niños adivinan las respuestas, su autoestima y confianza se ven reforzadas.
  • Ayudan a que se familiaricen con el lenguaje literario: muchas adivinanzas están compuestas en forma de rima, por lo que ayudan a los niños a familiarizarse con el lenguaje literario.
  • Estimulan la curiosidad: los niños son curiosos por naturaleza y las adivinanzas fomentan esa curiosidad.
  • Estrechan los vínculos afectivos con la familia o amigos: entre la persona que plantea la adivinanza y el que la adivina se estrechan lazos afectivos al compartir esta actividad y este tiempo de ocio.

Mucho más que entretenimiento

Ya hemos comprobado que las adivinanzas son mucho más que un mero entretenimiento o pasatiempo, pero no hay que olvidar que es su principal finalidad: la de entretener, divertir y enseñar mediante una actitud lúdica. Por todo esto, jugar a las adivinanzas con los niños de manera frecuente es necesario y muy enriquecedor. Además, son las aliadas perfectas para combatir ratos de aburrimiento como viajes en coche o en tren, esperas en el médico, etc. sin tener que recurrir a juguetes y sin que haga falta disponer de ningún material. ¡Las adivinanzas son económicas y se pueden llevar a todas partes!

25 Adivinanzas para niños con respuesta

Las adivinanzas son perfectas para aprender mientras los niños se divierten. A continuación vamos a ver algunas adivinanzas educativas que encantarán a los peques:

La letra L

-Una letra alta y delgada es. La luna y el sol la llevan, pero en el aire no la ves. ¿Qué es?

Respuesta: La letra L.

Calendario

-Te indica el día, el año y también el mes. ¿Sabes qué es?

Respuesta: el calendario.

El libro

-No es árbol, pero tiene hojas, tiene tapa sin ser olla. ¿Qué es?

Respuesta: El libro.

La letra S

-Desde el lunes hasta el viernes soy la última en llegar, el sábado soy la primera y el domingo a descansar. ¿Quién soy?

Respuesta: La letra S.

Los meses

-¿Cuántos meses tienen 28 días?

Respuesta: Los 12.

Las horas

relojes en fondo rosa
Getty Images

-Doce señoras todas con medias y sin zapatos. ¿De que hablamos?

Respuesta: Las horas.

La letra N

-¿Sabes de alguna letrita, que si la vuelta le das, enseguida se convierte de consonante en vocal?

Respuesta: la n.

La Paz

-En la calle de la P, me encontré con la A y la Z que son amigas de todos. ¿Qué es?

Respuesta: la paz.

Las ovejas

-Si un pastor tiene 15 ovejas y se le mueren todas menos nueve, ¿cuántas le quedan?

Respuesta: nueve.

Los segundos

-Corren más que los minutos pero... ¡nunca llegan los primeros!¿Qué son?

Respuesta: los segundos.

Los patos

patos pequeños en el campo
Nuno Cândido / EyeEm//Getty Images


-Veinte patos caminaban, todos al mismo compás, y los veinte caminaban con una pata no más.

Respuesta: Veinte patos macho con una hembra.

El número 5

-Los tienes en las manos y los tienes en los pies y en seguida sabrás qué número es.

Respuesta: el cinco.

Número 8

-Hay un número que muy valiente se creía, pero al quitarle su cinturón todo su valor perdía. ¿Cuál era?

Respuesta: El número 8 que se transforma en 0.

Número 9

-Este era un número impar, pero un día la vuelta se dio bocabajo se quedó y en un numero par se convirtió.

Respuesta: El número 9.

Montones de paja

-Un agricultor tiene tres montones de paja en el pajar y cuatro en el prado. Si los junta, ¿cuántos montones tiene?

Respuesta: uno.

Gatos

-Cuatro gatos en un cuarto, cada gato en un rincón, cada gato ve tres gatos, adivina cuántos gatos son.

Respuesta: cuatro.

El camaleón

camaleón en la rama
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-Al principio hay una cama, la fiera viene después ¿Quién de vosotros sabe quién es?

Respuesta: el camaleón.

El segundo

-Estás participando en una carrera. Adelantas al segundo. ¿En qué posición terminas?

Respuesta: segundo.

Manzanas

-Tengo diez manzanas, si las parto por la mitad, ¿cuántas manzanas tengo?

Respuesta: Diez manzanas.

Arcoíris

-Si quieres saber qué número soy, espera a que llueva. Contando los colores del arcoíris tendrás la prueba.

Respuesta: el número siete.

La Guitarra

-Me rascan continuamente de forma muy placentera, mi voz es muy bien timbrada
y mi cuerpo de madera.

Respuesta: la guitarra.

Champiñón

-Aunque no es un hombre, lleva sombrero y al cesar la lluvia sale el primero.

Respuesta: champiñón.

Girasol

girasol en campo
Rapeepong Puttakumwong//Getty Images

-Siempre mirando al sol y no soy un caracol. Giro y giro sin fin y no soy un bailarín.

Respuesta: girasol.

Tíos

-Son hijos de tus abuelos, de tus padres hermanos son. Tus hermanos con tus hijos tendrán esa relación.

Respuesta: tíos.

El murciélago

-Vuelo de noche, duermo de día y nunca verás plumas en ala mía.

Respuesta: murciélago.

¿Quieres descubrir más adivinanzas? No te pierdas nuestro artículo "80 adivinanzas para niños: fáciles, cortas y divertidas".

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Cristina Cantudo

Periodista especializada en parenting y familia, educación y salud. También tengo un largo recorrido en temas relacionados con gastronomía y nutrición.  

Me encanta comunicar, contar historias e informar, por eso me decanté por el periodismo, pero también porque disfruto aprendiendo cada día.  

Me licencié en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y compaginé después mi faceta profesional con el estudio de un máster especializado en periodismo multimedia. Desde entonces he pasado por diversos medios, seguí formándome y amplié mi pasión por el mundo online estando al frente de las webs de revistas como Ser Padres y Mía, entre otras. 

Soy amante de la lectura, la poesía, me encanta viajar, descubrir y, sobre todo, disfruto si mis artículos ayudan a los lectores a solucionar dudas y a hacer su día a día un poquito más ameno y fácil.