José Francisco de San Martín, Historia de un linaje palentino (I)

LUZ-MARÍA ZAPATERO MAGDALENO *
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LA PRIMERA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA DE 19 DE MARZO DE 1812 Y LA SEMILLA INDEPENDENTISTA EN ULTRAMAR

José Francisco de San Martín

Como es de sobra conocido, en este 2012 conmemoramos el bicentenario de la primera Constitución española, esta fecha no debe pasar desapercibida para nadie y menos para los palentinos, en especial, para los vecinos del pueblo de Cervatos de la Cueza. Al  iniciarse la Guerra de Independencia  en España se inicia a la par toda una oleada de movimientos independentistas en la América española, si bien el periodo estrictamente militar no comenzará hasta 1810. No podemos dejar pasar por alto que de Cervatos de la Cueza procede el linaje de los San Martín y que el General D. José de San Martín ostenta el  mérito de ser el libertador de Argentina, Chile y Perú.

El panorama histórico de España a comienzos del siglo XIX  era el siguiente:
Debido a la invasión del ejército francés y ante los rumores del secuestro por parte de Napoleón de la Familia Real española, se produce el levantamiento del pueblo de Madrid (2 de mayo de 1808). Pese a que la sublevación fue duramente reprimida por el invasor, no se logró aplastar, extendiéndose la lucha a todo el territorio español, es la Guerra de la Independencia española (1808-1814). Guerra contra Napoleón y guerra contra el Antiguo Régimen. En este contexto bélico, conviven dos poderes:
Uno, el de la monarquía de José I Bonaparte, impuesta por Napoleón. Y el segundo, el de la Junta Central Suprema, creada el 25 de septiembre de 1808 en Aranjuez, quién asumió la soberanía y el gobierno de la nación en nombre de Fernando VII a través de distintas Juntas parroquiales, de partido y provincial. Su función será coordinar la lucha contra los franceses y convocar Cortes Constituyentes antes de disolverse, para pasar a formar un Consejo de Regencia.                            

Las Juntas provinciales fueron el instrumento de una revolución burguesa, que se materializa en las Cortes de Cádiz con la proclamación el 19 de marzo de 1812, día de San José, de ahí el grito de Viva la Pepa, de la primera Constitución española y tercera de la Historia, tras la de Estados Unidos de 1787 y la francesa de 1791.

El 18 de junio de 1810, en plena guerra, el Consejo de Regencia procede al nombramiento de los diputados que en meses sucesivos deben constituirse en Cortes Constituyentes en la Isla del León, actual San Fernando, ante el avance de las tropas napoleónicas en la península.

En la sesión de las Cortes de 8 de diciembre de 1810, se planteó la necesidad de elaborar y promulgar una constitución para la nación, a petición del diputado americano José Mejía Lequerica. Destacar que de los 291 diputados con que se constituyeron las Cortes  el 24 de septiembre de 1810 en la Isla de León, 63 eran americanos.  

Las Cortes nombraron, el día 23 de diciembre, una comisión para elaborar el proyecto constitucional. Dicha comisión empezó sus reuniones el 2 de marzo de 1811 y estaba formada por diputados liberales como: Muñoz Torrero, Argüelles, Espiga, Oliveros, Pérez de Castro y Leiva; por diputados realistas como: Gutiérrez de la Huerta, Pérez, Valiente, Cañedo, Bárcena, Ros, Jaúregui y Mendiola. Los liberales, mayoría en las Cortes, ante la imposibilidad de convocar a los diputados residentes en ciudades ocupadas por las tropas francesas, impusieron su ideología influida por la Ilustración, la constitución de Estados Unidos y la Revolución Francesa. Esta minoría ilustrada y urbana, que no era representativa de la mayoría de los españoles, establece el modelo de liberalismo de España. La ciudad de Cádiz reunía una serie de condiciones que influyeron en la obra de las Cortes: ciudad comercial, marítima, asediada por las tropas napoleónicas, con talante liberal y progresista, abundante prensa,…

El 18 de agosto, la comisión parlamentaria presentaba el proyecto de constitución a la discusión, aprobación y promulgación de las Cortes. El discurso preliminar es obra de Agustín de Argüelles, y el articulado de Diego Muñoz Torrero. El 25 de agosto comenzaba el examen y discusión del proyecto constitucional; y el 19 de marzo de 1812 día de San José, tenía lugar, a modo de regalo por ser la onomástica del rey José I Bonaparte, la promulgación de la Constitución en Cádiz mediante una procesión cívica que recorrió las principales calles y plazas de la ciudad gaditana. Con la Constitución de 1812 se pone fin al Antiguo Régimen, se inicia la historia del Constitucionalismo español y se acelera el proceso de emancipación de las colonias de España en América.

La Constitución de Cádiz de 1812 consta de 384 artículos, divididos en 10 títulos, predominando en ella las ideas liberales: se establece la división de poderes, se propone la monarquía constitucional, se consigna el principio de la soberanía nacional y se habla de sufragio universal (masculino) que en la práctica supone un sufragio censitario porque para ser elegible se requiere ser ciudadano, mayor de 25 años, vecino y residente (en la parroquia, partido y provincia), del Estado y además tener «una renta anual proporcionada, procedente de bienes propios» (art. 92).

Esta última condición, aunque se suspenda temporalmente su exigencia y no llegará nunca a aplicarse durante la vigencia de la Constitución de 1812, supone la formulación legal del sufragio censitario en España. De esta manera la burguesía limitaba el derecho de sufragio a las masas populares.

La  breve vida de la primera Constitución española es de sobra conocida. Al regresar el rey Fernando VII a España (1814-1833), reafirma su poder absoluto frente a la soberanía nacional. Por el Real Decreto de Valencia de 4 de mayo de 1814 queda derogada la Constitución de 1812 y demás disposiciones legales promulgadas por las Cortes desde 1810. Se inaugura el Sexenio Absolutista (1814-1820), el proceso de independencia de las colonias americanas es imparable.

Tan solo durante tres años, el Trienio Liberal (1820-1823) la Constitución de 1812 es respetada y jurada por el monarca, tras  el pronunciamiento militar del general Rafael del Riego en 1820 en Las Cabezas de San Juan (Sevilla), uno de los oficiales que estaba al frente del ejército reunido en Andalucía y destinado a sofocar la sublevación de las colonias  americanas de ultramar.

Fernando VII  se siente incómodo como monarca constitucional y finalmente con la ayuda de la Santa Alianza  restablece definitivamente el absolutismo real abriendo paso a la Década Ominosa (1823-1833).

Pero las ideas ilustradas de La Pepa pasarán a América y cristalizarán de la mano de los criollos y aquí, en este punto, rendimos homenaje a San Martín americano de padres palentinos. Su padre Juan de San Martín y Gómez había nacido el 3 de febrero de 1728 en la villa de Cervatos de la Cueza perteneciente por aquel entonces al Reino de León. En Cervatos de la Cueza existe genealogía documentada de los San Martín desde el siglo XVII (1604) hasta el bautismo de Juan el 12 de noviembre de 1728. Se trata de las partidas de bautismo de  los hijos habidos del matrimonio formado por Hernando de San Martín y María de Castro Díez, vecinos de la villa de Cervatos.  Hernando será el tatarabuelo del  padre del General San Martín. Su bisabuelo Lorenzo de San Martín y Castro casará con Inés Pérez Muñoz. Su abuelo Juan de San Martín Pérez lo hará con María de Riguera. Su padre Andrés de San Martín de la Riguera casará con Isidora Gómez Gómez, para ambos se trataba de su segundo matrimonio y de él nacerán dos hijos Juan y María. Solo Juan San Martín y Gómez logrará sobrevivir a la  dura  infancia. A la edad de 18 años ingresa en el Ejército español y a través de su hoja de servicios podemos saber que se trataba de un hombre de estatura baja, cabello castaño claro y ojos garzos. Con el grado de Teniente es destinado a las colonias americanas, al  Virreinato del Río de la Plata.

Tras la Pragmática Sanción de 2 de abril de 1767 dada por Carlos III, se procede a la expulsión de los Jesuitas de los territorios de la Corona española, su patrimonio se incauta y en América su administración pasa a ser encomendada a militares españoles.    Juan de San Martín  pasa a administrar la estancia llamada Calera de las Vacas  (Uruguay). Ocupando este cargo conoce en Buenos Aires a la también palentina, nacida el 12 de marzo de 1738 en Paredes de Nava, Gregoria Matorral del Ser, soltera, de treinta años y prima hermana del recién nombrado gobernador de Tucumán (Argentina) Jerónimo Luis de Matorras. Contraerán matrimonio por poderes el 1 de octubre de  1770. En la estancia de Calera de las Vacas (Uruguay) nacerán sus tres primeros hijos: María Elena (1771-1852, Madrid), Manuel Tadeo (1772-1851, Valencia) y Juan Fermín Rafael (1774-1822, Manila) el único de los hermanos que tendrá descendencia masculina, extinguida en Filipinas en 1945.
En 1774 Juan de San Martín es nombrado teniente gobernador del departamento de Yapeyú  para el gobierno de la reducción de Nuestra Señora de los Tres Reyes de Yapeyú, en lo que fuera la antigua misión jesuítica de guaraníes.

En Yapeyú (Argentina) nacen sus dos últimos hijos: Justo Rufino (1795-1832, Madrid) y José Francisco, libertador de Argentina, Chile y Perú, que viene al mundo un 25 de febrero de 1778. Juan de San Martín es destinado en 1781 a Buenos Aires, donde sus hijos se inician es sus primeras letras y tres años más tarde, en 1784, solicita destino en la metrópoli para atender a la crianza y educación de sus cinco hijos. La familia se embarca en la fragata Santa Balbina destinada al transporte de personal del Ejército y el 23 de marzo de 1784 llegan al puerto de Cádiz. El pequeño José contaba con seis años y Cádiz fue la primera tierra española que vió y pisó. Reinaba el monarca  ilustrado Carlos III y en Cádiz gobernaba el General  Alejandro O’Reilly.


* Licenciada en Filosofía y Letras y profesora de Secundaria