Santiago Merino y Berta Kolteniuk son dos de los quince artistas que presentan 120 creaciones en el Museo de Arte Carrillo Gil, como parte de la exposición 7102 Fantasma semiótico (s)cituacionista, que plantea una reflexión sobre la tergiversación, luego del sismo del 19 de septiembre.

En entrevista, Guillermo Santamarina, curador de la muestra, explica que la importancia de la exposición radica en dar a conocer la capacidad de los artistas mexicanos para generar respuestas subjetivas, situación que en más de una ocasión se ha dado por hecho.

“Es importante destacar las capacidades de subjetividades en una democracia. Las subjetividades desde el arte, desde los artistas, en relación con lo que es transitar entre las verdades hechas a las de todas las posibilidades, este umbral que se llama `situación´, puede tener una serie de signos, por eso es un fantasma semiótico, y en esa transición puede existir la posibilidad de la tergiversación, la conjugación de tergiversar”.

Fantasma semiótico (s)cituacionista, según el curador, bien podría llamarse también “El arte de la tergiversación”, aunque en realidad es un fenómeno que sucede a lo largo de toda la muestra y con cada una de las propuestas artísticas.

“La tergiversación es lo que está detrás del hecho de que 7102 no sea 2017, año de Trump y nuestra catástrofe en la Ciudad de México. Tanto Trump y el concepto de la posverdad, hasta lo que podría ser el hecho contundente de una ciudad que quedó colapsada en septiembre por la naturaleza, es lo que volteó todo”.

Santamarina añade que las 120 obras de los 15 artistas están dispuestas por medio de una dinámica, con la que el espectador podrá enfrentarse a una dinámica de caos, en analogía a lo que sucede en la sociedad.

“Es un modelo de emancipación para tomar conciencia, para llevarnos a una subjetividad, a nuestra propia versión de las cosas y a tomar conciencia de que estamos rodeados de sistemas, que nuestra realidad está avasallada por diferentes sistemas que están al punto de la entropía”.

Con respecto a las características que encuentra en los artistas, el curador dice que a pesar de que son mexicanos, pudieran considerarse como universales, pues todas las obras están en la diferencia, la experimentación, en el cuestionamiento y cuestionamientos que buscan los índices de lo que puede ser la plástica.

“Las obras se caracterizan por tener a la tergiversación, que es un elemento en el movimiento situacionista en los años 60, que es su emblema, su signo. Las obras están acomodadas en un propósito de tergiversación de lo que puede ser un orden museológico convencional, es bastante caótica, no lo suficiente, la misma obra de un mismo artista está por toda la sala, no está dividido por unidades. Tampoco es cronológica”.

Como parte de la exposición se darán a conocer 33 dibujos de una serie de más de 50, de Melecio Galván, que se encontraban en una colección del Instituto Nacional de Bellas Artes, que el artista realizó para ilustrar libros de texto de primaria.

“Son ilustraciones de los años 70, son ejercicios para sensibilización y civismo, pero en sí mismo son inquietantes, se disparan a una enorme fantasía, a una sensación onírica de lo que es el cuerpo y las relaciones humanas”.

Al ser cuestionado acerca de la unidad a partir del caos y con propuestas de diferentes generaciones, Guillermo Santamarina comenta que todo sucede a partir del concepto de Situación, al cual llegó luego de cuestionarse cómo salir adelante en una ciudad en la que acaba de suceder una catástrofe, y cada quien camina en distintas direcciones, pero sin chocar.

➣ La exposición 7102 Fantasma semiótico (s)cituacionista, estará hasta el 13 de mayo en el Museo de Arte Carrillo Gil. De martes a domingo de 10:00 horas a 18:00 horas.