Las reglas de oro de una dieta balanceada

Las reglas de oro de una dieta balanceada

Sabes lo importante que es mantener una dieta balanceada, pero a veces tu ocupada vida se interpone. Estas cinco simples reglas son fáciles de recordar, ¡y ayudarán a mantener tu cuerpo en perfecto estado!

COMIENZA CON UN DESAYUNO SALUDABLE

Vamos a empezar por el principio. Desde el momento en que te despiertas, es importante comenzar con toda la disposición. Los nutriólogos lo llevan diciendo desde hace años: es esencial comer un desayuno saludable y nutritivo cada mañana. ¿Por qué? Porque activa el metabolismo y te da energía para el día que viene. Si llegas al trabajo con el estómago vacío, te resultará más difícil concentrarte y tendrás más ganas de botanear. Un buen desayuno incluye fruta, avena y yoghurt natural.

LIMITA LAS BOTANAS POCO SALUDABLES

¿Tu colega trajo galletas hechas en casa y las dejó en la mesa para compartirlas con todos, qué puedes hacer? Por más tentadoras que se vean, trata de evitar comerlas. Para este tipo de situaciones, siempre lleva una pieza de fruta al trabajo. Esto te proporcionará la energía que te cuerpo te pide, ¡pero sin las chispas de chocolate!

COMIDAS MÁS PEQUEÑAS, PERO MÁS SEGUIDAS

Cuando llega la hora del almuerzo, nos encontramos a menudo comiendo más de lo necesario por tener hambre. No llegues a este punto y, en vez, divide las comidas en porciones más pequeñas para comer cada tres horas. De esta manera, nunca tendrás tanta hambre como para comer en exceso. Mediante la preparación de varios tuppers para llevar al trabajo, no estarás tentada por la cafetería, ¡y ahorrarás dinero también!

OBTÉN EL PORCENTAJE CORRECTO

Cuando se trata de tu plato, una manera fácil de confirmar que estás comiendo una comida balanceada es asegurarte de que la mitad contenga verduras sin almidón o ensalada. ¡Cree en las hojas! Los vegetales con hojas verde oscuro, como la espinaca, el kale, la mostaza de hoja y escarola, no sólo son ricos, sino que están llenos de fibra y carotenoides (antioxidantes). El otro 25% de tu plato debe contener proteínas magras, como el pollo sin piel o el pescado blanco. El 25% restante es donde puedes encontrar los carbohidratos, de los cuales lo más saludables son los granos enteros y bajos en índice glucémico (como el pan integral, los cereales sin azúcar, las lentejas, etcétera). Al pensar 50:25:25 para cada comida, te asegurarás de que le estás proporcionado a tu cuerpo una combinación balanceada de nutrientes.

TOMA AGUA

A menudo confundimos la sensación de sed con la de hambre. Pocos de nosotros tomamos suficiente agua, así es que asegúrate de tener siempre una botella en tu bolsa e intenta recordar tomar sorbos regulares durante el día. Cuando el cuerpo está deshidratado, te sientes fatigada y corres el riesgo de padecer dolores de cabeza, mareos, y de sentir boca y la piel secas. Convierte en hábito el tomar un vaso de agua a primera hora de la mañana; con tu café en el trabajo; durante y después del almuerzo; y justo antes de ir a la cama. Convertir el agua en una parte importante de rutina diaria es una buena manera de asegurar la hidratación.

Al asegurarte de que sigues estas reglas de oro para una dieta equilibrada, tu cuerpo se sentirá más saludable, feliz y lleno de energía. ¿Tienes alguna sugerencia de cómo mantener una dieta balanceada junto con un estilo de vida ocupado?

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