FRONTERAS SEMIÓTICAS
DE LA EMOCIÓN
Los procesos del sentido en las culturas
Libro homenaje a
Desiderio Navarro
Julieta Haidar (ENAH)
Ignacio Ramos Beltrán (UNAM)
Coordinadores
UNAM
ESCUELA NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FRONTERAS
SEMIOTICAS DE
LA EMOCION
LOS PROCESOS DEL SENTIDO
EN LAS CULTURAS
LIBRO HOMENAJE A
DESIDERIO NAVARRO
**********
FRONTERAS SEMIOTICAS DE LA
EMOCION
LOS PROCESOS DEL SENTIDO EN LAS CULTURAS
LIBRO HOMENAJE A DESIDERIO NAVARRO
Julieta Haidar
(Escuela Nacional de Antropología e Historia)
Ignacio Ramos Beltrán
(Universidad Nacional Autónoma de México)
(Coordinadores)
México 2019
UNIVERSIDAD NACIONAL
AUTÓNOMA DE MÉXICO
ESCUELA NACIONAL DE
ANTROPOLOGÍA E HISTORIA
COMITÉ EDITORIAL FACULTAD DE PSICOLOGÍA
Dr. Germán Palafox Palafox
Mtra. Silvia Guadalupe Vite San Pedro
Mtro. Javier Urbina Soria
Dra. Elisa Saad Dayán
Dra. María del Carmen Montenegro Nuñez
Dra. Judith Marina Menez Díaz
Dr. Oscar Vladimir Orduña Trujillo
Mtra. María Susana Eguía Malo
DIRECTORA
Mtra. Julieta Valle Esquivel
DEPARTAMENTO DE PUBLICACIONES
Luis de la Peña Martínez
Corrección de Estilo
Rebeca Mariana Velasco Ortiz
Diseño Portada y Contraportada
Oscar Ochoa Flores
Edición Digital
Ricardo Trujillo Correa
Coordinadores
Julieta Haidar – Escuela Nacional de Antropología e Historia
Ignacio Ramos Beltrán – Universidad Nacional Autónoma de México
Primera edición: enero 2019
Fecha de edición: 2019-01-21
D.R. 2019 ENAH/INAH
Cuerpo Académico de la ENAH [Escuela Nacional de Antropología e Historia]: Análisis del Discurso y Semiótica de la Cultura
Instituto Nacional de Antropología e Historia
Córdoba 45, Colonia Roma, C.P. 06700, Ciudad de México, México.
Escuela Nacional de Antropología e Historia
Periférico Sur y Zapote s/n, Colonia Isidro Fabela, C.P. 14030, Delegación Tlalpan, Ciudad de México, México.
D.R. 2019 UNAM
Programa de Apoyo a Investigación e Innovación Tecnológica [PAPIIT], Facultad de Psicología - Universidad Nacional Autónoma
de México: “Emergencia e Interculturalidad: Espacios y Diálogos por Compartir. Una Aproximación Interdisciplinaria” - IT300116.
Ciudad Universitaria, Coyoacán, 04510, Ciudad de México, México, Facultad de Psicología
Av. Universidad 3004, Colonia Copilco-Universidad, C.P. 04510, Delegación Coyoacán, Ciudad de México, México.
ISBN: 978-607-30-1316-1
“Esta edición y sus características son propiedad de la Universidad Nacional Autónoma de México y de la Escuela Nacional de
Antropología e Historia”
“Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización del titular de los derechos patrimoniales”
Impreso y hecho en México
Retrato como homenaje a Desiderio Navarro
por su contribución al estudio de la cultura, en
todas sus dimensiones.
Félix Beltrán, 2018
Contenido
SOBRE DESIDERIO NAVARRO, AL FIN DOCTOR HONORIS
CAUSA. RETROSPECTIVA.
................................ 13
Roberto Fernández Retamar
DESIDERIO NAVARRO, ESPIRALES COGNITIVAS Y
EMOCIONALES DE UNA VIDA EJEMPLAR ...................... 23
Julieta Haidar
Ignacio Ramos Beltrán
PRESENTACIÓN ..................................................................... 39
Julieta Haidar
Ignacio Ramos Beltrán
SECCIÓN I
DIMENSIONES DE LA EMOCIÓN: COMPLEJIDAD,
TIEMPO Y MEMORIA
CULTURAL LANGUAGES AND VALUE OF
CHRONOTOPICAL ANALYSIS ............................................. 57
Peeter Torop
EL CRONOTOPO DE BAJTÍN EN ANTROPOLOGÍA ....... 87
José Alejos García
LAS CIENCIAS DE LA EMOCIÓN DESDE LA COMPLEJIDAD
Y LA TRANSDISCIPLINA ...................................................... 111
Julieta Haidar
PRÁCTICAS SEMIÓTICO-DISCURSIVAS DE LOS
PUEBLOS INDÍGENAS EN MÉXICO. UN COMPLEJO
TRANSDISCIPLINARIO ......................................................... 137
Ignacio Ramos Beltrán
LA TRANSDIMENSIONALIDAD DE LA MEMORIA.
PUEBLOS Y TERRITORIO EN EL LAGO DE
TEXCOCO . ............................................................................... 165
Óscar Ochoa Flores
SECCION II :
CAMINOS SEMIÓTICOS DE LA EMOCIÓN
PATHOS Y ESTÉTICA DE LA LUZ: UN ACERCAMIENTO
SEMIÓTICO VISUAL A LA CATEDRAL DE SALTILLO .. 195
Gabriel Ignacio Verduzco Argüelles
Stella Maris Rodríguez Tapia
VARIABLES DE LA EMOTIVIDAD EN LA POESÍA: DEL
ÉXTASIS A LA BURLA ........................................................... 223
Eduardo E. Parrilla Sotomayor
CANON / SINESTESIA: LAS (IM)POSIBILIDADES
EXPERIENCIALES DE LA ESCRITURA ............................. 247
Rebeca Mariana Velasco Ortiz
Jaime Magdaleno Domínguez
“LAS GENEALOGÍAS” DE MARGO GLANTZ O EL
DESCUBRIMIENTO DE LA IDENTIDAD A TRAVÉS DEL
PADRE ....................................................................................... 275
Manuel Santiago Herrera Martínez
DE LA SEDUCCIÓN A LA DISTOPÍA: ANÁLISIS
SEMIÓTICO-DISCURSIVO DEL FILM EX MACHINA..... 297
Óscar Andrés Treviño Contreras
Rosa Ma. Gutiérrez García
HOMO MUSICUS: LA DIMENSIÓN CUERPO-MÚSICAEXPERIENCIA ......................................................................... 327
David Terrazas Tello
SECCIÓN III
EMOCIONES EN LAS PRÁCTICAS SEMIÓTICODISCURSIVAS
EL COMPONENTE EMOCIONAL EN EL SERMÓN
EVANGÉLICO PROTESTANTE. UN ESTUDIO DE
CASO ......................................................................................... 355
Abraham Banda Robles,
María Eugenia Flores Treviño
EMOTIVIDAD RACIONAL: PROPUESTAS ANALÍTICAS DE
LA CONFIGURACIÓN AMOROSA ...................................... 377
Cecilia Berenice Fajardo Villegas
DISCURSO NORMALISTA: CONTINUUM EMOCIÓN
COGNICIÓN EN LA FORMACIÓN DE DOCENTES DE
SECUNDARIA .......................................................................... 397
Lariza Elvira Aguilera Ramírez
Ernesto De Los Santos Domínguez
ENTRETEJIENDO EL DISCURSO DE LA UNIVERSIDAD
INTERCULTURAL DEL ESTADO DE MÉXICO
(UIEM). ..................................................................................... 419
Alejandro Gutiérrez Espinosa
MITOPOIESIS Y LOS VÍNCULOS ANIMALES ENTRE
LOS WIXARITARI. UNA APROXIMACIÓN
ZOOSEMIÓTICA ..................................................................... 449
Eduardo Chávez Herrera
APORTES HACIA UNA CIBERSEMIÓTICA. MEMÉTICA,
MEDIACIÓN Y REPRODUCTIBILIDAD EN EL
CIBERESPACIO ........................................................................ 471
Rodrigo Ardissom de Souza
SECCIÓN IV
CONFLICTOS, MOVIMIENTOS SOCIALES Y
EMOCIÓN
CAMINATAS Y LUCES POR LA AUSENCIA Y LA
PRESENCIA. DESAPARICIÓN FORZADA Y
EMOCIÓN ................................................................................. 501
Karla Miguel Lara
NEOZAPATISMO Y COMPLEJIDAD. UNA APROXIMACIÓN
CONCEPTUAL ......................................................................... 525
Óscar García González
CONTINUUM EPISTEMOLÓGICO RAZÓN-EMOCIÓN:
RELACIÓN RECURSIVA EN LA AESTHESIS
DECOLONIAL ......................................................................... 553
Francisco De Parres Gómez
LAS EMOCIONES SEMIÓTICO-DISCURSIVAS ANTE EL
ACOSO LABORAL .................................................................. 581
Graciela Sánchez Guevara
Irene Sánchez Guevara
PUBLICIDAD DE BEBIDAS ALCOHÓLICAS: IMAGINARIO,
ARGUMENTACIÓN EMOCIONAL Y PERSUASIÓN ......... 607
Jorge Cantú Sánchez
LA CULTURA URBANA ALTERNATIVA GRAFFITTERA.
SEMIOTICA DE LA PIXAÇÃO – BRASIL. .......................... 631
Marco Tulio Pedroza Amarillas
NOTA BIOGRÁFICA AUTORES .......................................... 661
SOBRE DESIDERIO NAVARRO,
AL FIN DOCTOR HONORIS
CAUSA. RETROSPECTIVA
Roberto Fernández Retamar
Leído el 5 de julio de 2017 en la Universidad de las
Artes, La Habana, con motivo del otorgamiento
por ella del Doctorado Honoris Causa a Desiderio
Navarro.
A pesar de estar sobrecargado de
trabajos, he recibido como un honor y una
alegría la solicitud de decir estas palabras,
que serán pocas pero sinceras, con motivo
del merecidísimo otorgamiento por la
Universidad de las Artes del Doctorado
Honoris Causa al compañero Desiderio
Navarro, quien desde hace muchos años
es uno de los mayores y más admirados
protagonistas de nuestra vida intelectual.
El conocimiento del casi millonario
currículo de Desiderio me provocó dos
comentarios. Uno lo haré de inmediato, y otro más tarde. El primero es que
me recordó la petición que hizo James Joyce de un ser humano dedicado
de por vida a leerlo. No menos haría falta para devorar y asimilar como
Dios manda todos los extraordinarios materiales propios y traducidos
que Desiderio ha estado dando a conocer durante cerca de medio siglo,
así como asistir a los casi incontables coloquios que ha organizado en
Cuba, adonde ha traído a una pléyade de intelectuales extranjeros de
19
primer orden, y las varias reuniones fuera del país en que ha participado,
e incluso auspiciado, brillantemente.
Accediendo a una cariñosa conspiración de mi hija Laidi a propósito
del inminente arribo mío a una numerosa edad, Desiderio me escribió
unas cálidas, generosas y sonrientes líneas con el título «¿Así que yo, a
pesar de tanto “coger lucha”, llegaría, bastante sano y salvo, a verlo a usted
cumplir sus 85 años?» En esas líneas me dijo: «todavía en Camagüey, en
los sesenta, recorría yo ávidamente las páginas de su Idea de la estilística».
Y más adelante: «ya en La Habana, en 1970, lograba entrar de oyente a
sus clases de Teoría literaria en la Escuela de Letras –a las que pronto
(ya a la tercera) me impediría el acceso la Decana–». Curiosamente,
que este hecho azaroso significó algo en la vida de Desiderio lo prueba
que pasado el tiempo me dedicara un ejemplar de Criterios así: «Para
Roberto, 25 años después de aquel furtivo oyente de sus clases. Con un
abrazo. Desiderio.»
Se sabe que he disfrutado del privilegio de tener en mis aulas a
no pocas criaturas que serían (o acaso eran ya) notables escritores y
escritoras, quienes estoy seguro de que no tomarán a mal que diga que
aquel joven procedente de lo que en La Habana llaman el interior, a quien
solo se le permitió entrar de oyente dos o tres veces en mis clases, llegaría
a saber más de Teoría literaria no solo que ellos y ellas, sino que yo y
cuantos en nuestra América tienen que ver con esa disciplina.
Volviendo a aquellas palabras suyas, Desiderio evocó «cuando
ambos, animados por aquellos círculos de Praga y Moscú, soñamos
fugazmente con un círculo teórico-literario de La Habana –que solo el
temor setentesco de algunos a lo sospechoso de las reuniones intelectuales
extrainstitucionales no dejó siquiera nacer–», a lo cual debo añadir dos
cosas: que también compartió aquel sueño la entusiasta argentino-cubana
Basilia Papasmatiú, quien había sido en París alumna de Roland Barthes,
que ella me presentó en esa ciudad; y que, a pesar de todo, como he
explicado en otra ocasión, tal círculo llegó a existir, y se llama Desiderio
Navarro.
Por último mencionaré palabras de Desiderio «cuando compartíamos
textos y referencias a propósito del eurocentrismo y de su frontal lucha
20
teórica contra éste, a la que dediqué mi texto de homenaje en ocasión
de su 50 aniversario». Se trata de «Un ejemplo de lucha contra el
esquematismo eurocentrista en la ciencia literaria de la América Latina
y Europa», que se publicó en 1980 en la revista Casa de las Américas, la
cual se ha enriquecido en varias ocasiones con textos de Desiderio.
A propósito del importante ensayo de Desiderio «Eurocentrismo y
antieurocentrismo en la teoría literaria de la América Latina y de Europa»,
de 1982, Luis Álvarez Álvarez, después de citar palabras suyas, añadió:
«Por eso el ensayista aborda en su texto una problemática principal: la
urgencia de una reflexión teórica cabal generada desde nuestro continente.
Navarro, comentando algunas ideas de Fernández Retamar, enfatiza una
cuestión de gran relieve intelectual». A continuación, Álvarez transcribe
juicios atinados de Desiderio, ratifica su coincidencia con líneas
fundamentales del pensamiento martiano (sobre lo que volveré), señala
cómo aquellos juicios desembocarían en la necesidad de una teoría de
la cultura latinoamericana, lamenta que el ensayo de Desiderio no haya
sido suficientemente aquilatado en Cuba, y contrasta este hecho con la
resonancia que ha tenido en otras latitudes. Como ejemplo de lo último,
aporta esta cita del teórico eslovaco Dionýz Durisin, a quien Desiderio
considera «la principal figura mundial de la comparatística marxista»:
En el estudio de Desiderio Navarro vemos una de las primeras
tentativas de analizar de manera totalmente consecuente la problemática
de los centrismos y resolver así, entre otras, la mencionada tarea de
la actual teoría del proceso interliterario. En este sentido, es preciso
valorar altamente su intento de distinguir el eurocentrismo en el
plano metodológico y el eurocentrismo en el plano teórico, si bien en
estos aspectos en muchos casos se interpenetran y a veces se funden.
Desde el punto de vista historiográfico es muy valioso el señalamiento
de la necesidad de conocer y analizar el material literario de muchas
comunidades interliterarias no europeas, como es, por ejemplo, la
comunidad de las literaturas latinoamericanas, que recibe una atención
especial en su trabajo. Esta exigencia, ciertamente, no puede ser cumplida
sin una investigación colectiva más ampliamente concebida. Es valiosa
sobre todo porque, por su carácter, es activa y estimula a salvar, mediante
una actividad histórico-literaria concreta, un obstáculo que a menudo
era concebido como un dilema insoluble del estudio histórico-literario.
21
Así, es preciso subrayar de nuevo la necesidad de la reciprocidad del
estudio, tanto de parte de la ciencia literaria «centrista» (en nuestro caso
la europea o la euroccidental), como también –y hasta tal vez ante todo–
desde la posición de las llamadas comunidades periféricas–.
Pero me he adelantado en el tiempo, y debo remitirme de inmediato
a una época anterior. Luis Álvarez Álvarez ha recordado también con
razón, a propósito de Desiderio, que su extensa obra crítica empieza a
gestarse […] en sus juveniles indagaciones sobre literatura y teatro en
su ciudad natal. Es revelador que, en unos años en que la vida cultural
cubana empezaba a orientarse en una dirección más bien unilateral y
restrictiva, aquel muchacho, a pesar de ello, se interesara particularmente
en una apertura esencial al pensamiento estético y crítico internacional,
en consonancia plena con esa actitud cultural que José Martí consignó
en términos de injertar el mundo en el tronco de [la] América Latina,
precisamente para lograr lo que solo un injerto consigue: la apertura
fundamental de la creación y el pensamiento. Navarro se atuvo, desde
su primera juventud, a este principio y a la advertencia martiana acerca
de que el tronco esencial había de ser el de nuestra propia cultura. Creo
que pocos tuvieron una perspectiva tan clara del problema que había
formulado Martí como aquel jovencísimo aprendiz de crítico que, desde
las páginas del periódico de su provincia, alentaba sobre la necesidad de
una perspectiva ancha sobre la creación artística.
El propio Desiderio ratificaría más tarde aquella filiación al escribir:
«Martí, el latinoamericano que en su “voraz asimilación del mundo”
incorporó a nuestra cultura mayor caudal de creaciones foráneas que
ningún otro, afirmó: “Conocer diversas literaturas es el modo mejor de
liberarse de la tiranía de algunas de ellas”.»
Desde muy temprano, y prácticamente hasta hoy, Desiderio ha
venido difundiendo sabios artículos y ensayos suyos en muchas revistas
culturales de Cuba y en algunos de sus periódicos; y también, a menudo
traducidos, en numerosas revistas extranjeras: al menos una entrega de
tales revistas le fue dedicada por entero. Pero fue sobre todo al publicarse
el número 100 de La Gaceta de Cuba en febrero de 1972, elaborado por
él, cuando su vida daría un vuelco fundamental. Apareció allí su artículo
introductorio «Coordenadas actuales de la crítica» seguido de textos
22
y traducciones, algunas suyas, que inauguraron la sección Criterios, la
cual está cumpliendo ahora cuarenta y cinco años de fértil existencia, y
por la imbatible tenacidad de Desiderio conocería varias encarnaciones
hasta asumir, al principio de los años ochenta del siglo pasado, su forma
y su título definitivos: Criterios. Revista Internacional de Teoría de la
Literatura y las Artes, Estética y Culturología. En su estela se crearían
más tarde la Colección editorial Criterios, que da a conocer antologías
representativas de un autor, país, problemática o enfoque, y el Centro
Teórico-Cultural Criterios. Todos son hechura personal de Desiderio, de
quien se ha dicho (yo también lo he dicho) que vale por sí solo lo que una
gran institución que se respete.
En sus inicios, la meta principal de Desiderio en Criterios era
publicar estudios, procedentes de países europeos que eran o se decían
socialistas, seleccionados y traducidos por él. Siendo Cuba un país
socialista, era lógico el propósito de difundir creaciones de otros países
al parecer de similar orientación, con el marxismo como pensamiento
común. Y Desiderio asumiría y desarrollaría ese pensamiento con los
caracteres que la destacada escritora Margarita Mateo, quien ha estudiado
con acierto en más de una ocasión, incluso risueñamente, su labor,
explicó: «Coordenada medular de Criterios es la perspectiva marxista,
pero no la de un marxismo adocenado y dogmático, sino la que proviene
de una asimilación crítica y original de esa herencia, y contribuye a su
actualización.»
Por otra parte, Desiderio desbordó los límites del comienzo, y no
paró hasta que su faena alcanzara la dimensión internacional que con
toda justicia proclama el título de su revista. La propia Margarita Mateo
citó palabras de una carta que hace tiempo envió a ella y a otros colegas
Desiderio y mantienen plena vigencia:
He dedicado más de 35 años de mi vida a abrirles horizontes
del pensamiento teórico mundial a mis compatriotas, porque en mi
concepción del socialismo creo que tienen derecho a conocer por lo
menos lo mejor, lo más importante o lo más influyente de lo que pasa
en el pensamiento cultural más allá de las costas de nuestra isla; derecho
a ser revolucionarios o socialistas o marxistas no por ignorancia, por
forzoso desconocimiento de todo lo demás, sino como yo, justamente
23
por el máximo conocimiento personalmente posible de lo que ocurre en
el pensamiento en escala mundial.
Poco antes, al presentar un número de Criterios, había mencionado
Desiderio la posibilidad de dedicar más de un año a la lectura, selección,
correspondencia internacional, traducción, revisión y demás trabajos que
la publicación de un volumen teórico monográfico internacional implica,
y la aparición del primer fruto de esa labor no en España o México, sino
en Cuba, mi país de nacimiento y elección, cuyo pensamiento sociocultural tan necesitado está de una apertura al conocimiento y diálogo
con lo mejor del pensamiento realmente mundial, esto es, del «Norte» y
del «Sur», del «Occidente» y del «Oriente».
En su revista, Desiderio hace gala de una amplísima y renovada
información en muchas disciplinas, y aborda los más variados temas, por
lo general de viva actualidad, trátese de la globalización, la repolitización
del arte, el racismo o las homofobias. Creo, para poner un solo ejemplo,
que es el introductor en nuestra lengua de los estudios semióticos. Y en su
pasmoso crecimiento llegó a traducir al español, por el momento, trabajos
escritos en veinte lenguas, lo que lo hace un émulo criollo de Mitrídates
Eupator, quien según Jorge Luis Borges «administraba la justicia en los
22 idiomas de su imperio». Gracias a lo cual Desiderio ha podido hacer
publicar en Criterios, en español, medio millar de estudios debidos a una
multitud de relevantes autores pertenecientes, como ha dicho él mismo,
al Norte, el Sur, el Occidente y el Oriente, quienes lo han autorizado a
traducir dichos estudios. Es imposible nombrarlos a todos, y sería injusto
hacerlo con solo unos pocos. La revista de Desiderio no tiene par igual
en nuestra lengua, y quizá (los modestos cinco idiomas que leo no me
autorizan a absolutizar) en ninguna otra lengua.
Los ingentes trabajos que implica la edición de una revista como la
suya, y a los que él ha aludido según cita reciente, no le han obstaculizado
encontrar tiempo para presentar, en antologías aparecidas en Cuba
y otros países, textos relativos a muy variados asuntos y autores, a los
cuales con frecuencia ha dado a conocer en español; y tampoco le han
impedido producir libros propios como Cultura y marxismo. Problemas
y polémicas, Ejercicios del criterio, Cultura, ideología y sociedad, Las
causas de las cosas, A pe(en)sar de todo.
24
No quiero dejar de mencionar el papel de Desiderio cuando en 2007
aparecieron en la televisión cubana imágenes edulcoradas de quienes
habían sido responsables directos de medidas que implicaron, entre otras
cosas infelices, el torpísimo estrechamiento de nuestra vida intelectual en
la década del setenta del siglo pasado, que el compañero Ambrosio Fornet,
gran nombrador, llamó el Quinquenio Gris, y algunos han considerado
más dilatado y más oscuro. Muchos de los afectados por dichas medidas,
u hostiles a ellas, protestamos por diversas vías, especialmente a través
de e-mails. Había la sospecha de que aquellas apariciones inesperadas
fueran el preludio del regreso de las medidas de marras. En ese ambiente
polémico, Desiderio le propuso al Ministro de Cultura, el compañero
Abel Prieto, también disgustado por dichas extrañas apariciones, la
organización de un ciclo de conferencias sobre el tema, y Abel asintió. Con
su habitual humor, le escuchamos decir que lo acusarían por encomendar
la extinción de un incendio a un pirómano. La verdad es que quizá nadie
en Cuba estaba tan autorizado para la labor como Desiderio, quien, entre
otros materiales, había escrito su memorable ponencia «In medias res
publicas», que apareció en español en 2001 y sería republicada después
en muchos países e idiomas. Allí Desiderio abordó la presencia de los
intelectuales en la Cuba revolucionaria. Con ese y muchos otros avales
organizó el ciclo de conferencias, de sano espíritu crítico, la mayoría de
las cuales se recogió en 2008 en el libro La política cultural del período
revolucionario: memoria y reflexión, que editaron Eduardo Heras León y
Desiderio, y publicó el Centro Teórico-Cultural Criterios con prólogo de
este último titulado «¿Cuántos años de qué color? Para una introducción
al Ciclo».
Cuando Criterios cumplió treinta años, La Gaceta de Cuba, en cierta
forma su buque madre, le dedicó un valioso dossier con colaboraciones de
un grupo de intelectuales cubanos entonces jóvenes. En aquella ocasión,
Víctor Fowler llamó a Desiderio «uno de los animadores culturales más
grandes que jamás haya tenido el país». Y al cumplir la revista de Desiderio
cuarenta y cinco años, es decir en nuestros días, Fowler escribió el artículo
«La alegría de tener Criterios», donde saludó el carácter descomunal de la
tarea que desempeña su director y alma, sintetizó la historia de la revista,
recordó que ella fue en 2007 una de las publicaciones culturales escogidas
a nivel mundial por Documenta Magazines, parte de Documenta 12, en
25
Kassel, Alemania, se refirió a otras creaciones que también llevan el sello
de Criterios, y añadió:
cuenta sus gigantescos aportes es, por increíble que parezca, el primero
de esa clase que recibe en su vida admirable.
De estas, mis favoritas son esa obra única de generosidad y
perseverancia que son las cinco entregas de 1,001 textos (de estética y
teorías del arte y la literatura) en las ya populares «Noches de Criterios»,
y el envío por e-mail de los artículos de la serie Denken Pensée, uno
de los más grandes ejemplos entre nosotros de teoría transformada en
herramienta de lucha ideológica y en activismo social urgente.
Fowler concluye así su artículo:
Y es que Desiderio-Criterios son el trabajo de un obrero minucioso,
y su obra en construcción permanente el edificio de la ciencia y el
conocimiento, pero también una fiesta del saber universal, de defensa
de la cultura nacional y un arma firme en las batallas que organizan y
definen el campo simbólico.// Gracias, amigo promotor, traductor,
crítico, organizador cultural, polemista. // Es un privilegio estar en tu
época […].
Quiero aprovechar estas últimas palabras para llamar la atención
sobre el hecho de que, al involucrarse Desiderio con mucha frecuencia
en discusiones, importantes o no, de varia naturaleza, algunas personas
hayan tendido a desconocer, o no han sabido nunca, que contar con
Desiderio entre nosotros es un verdadero privilegio, como ha dicho
Fowler, y como saben bien las numerosas hornadas de intelectuales
jóvenes y no tan jóvenes que aprecian altamente cuanto él ha estado
ofreciendo de manera ejemplar.
Dije al principio que el conocimiento del currículo de Desiderio
me había provocado dos comentarios. Expuse el primero y anuncié
que abordaría más tarde el segundo. Helo aquí: sorprendentemente, en
dicho currículo, a pesar de su vasta riqueza, no se menciona que él haya
concluido estudios universitarios. Desiderio Navarro, el sabio insondable
y políglota, es pues lo que Giambattista Vico llamara un autodidascalo, el
prodigioso maestro de sí mismo. Y el título de Doctor Honoris Causa que
la Universidad de las Artes, con total acierto, le ha otorgado teniendo en
26
27
DESIDERIO NAVARRO,
ESPIRALES COGNITIVAS
Y EMOCIONALES DE
UNA VIDA EJEMPLAR
Julieta Haidar
Escuela Nacional de Antropoligía e Historia
jurucuyu@gmail.com
Ignacio Ramos Beltrán
Universidad Nacional Autónoma de México
ignamesoamerica@yahoo.com.mx
A veces me digo que para ser hijo de un hojalatero nacido
y creado en calle de tierra, totalmente autodidacta, he
logrado bastante, pero no logro convencerme. La gran
desventaja de ser realmente intelectual es que se te
va la vida, y nunca has pensado, estudiado o hecho lo
posible, lo suficiente, lo necesario. La única verdadera
ventaja es que te realizas en esta lucha de Sísifo
Entrevista a Desiderio Navarro, en el Periódico
Adelante, 2016
Para Desiderio, gran amigo que supo
abrir caminos de arco-iris para todos los
que pudieron convivir con él, y conocerlo
en su producción académica y personal.
Desiderio condensa de modo continuo
al Quijote y a Sancho Panza, figuras
emblemáticas, simbólicas. Retomando a
Bajtín, que tanto le gustaba , Desiderio
29
ahora puede conocer todos los cronotopos del universo infinito. Buen
viaje amigo, buenos caminos.
Saludos tristes, pero con el consuelo de que su ausencia física será
siempre una presencia simbólica en la historia de la Semiótica de la
Cultura, en la historia del pensamiento cubano, del cual él es uno de los
mejores representantes.
Encuentros existenciales con Desiderio
Un artículo que pueda homenajear con su debido mérito y alcance
a Desiderio Navarro constituye una tarea nada fácil, por las trayectorias
de su vida académica y personal, en las cuales se pueden encontrar la
apertura, la riqueza y el recorrido de múltiples caminos, veredas, atajos
que envuelven su espíritu creador, crítico, de continua búsqueda.
Reconocer y apreciar el trabajo y la presencia de Desiderio Navarro en
los ámbitos del pensamiento, de la academia, o de la amistad, es una tarea
ineludible que procuramos cumplir con la dignidad y la altura del sujeto
transdimensional que estamos homenajeando. El homenaje debe cubrir
tanto lo que fue Desiderio en su vida personal, como en la dimensión
académica, que de alguna manera estaban ligadas orgánicamente, porque
nunca ha dejado de asumir todo lo que fuera importante para la producción
y vivencia de la dimensión ética en lo político, en lo académico, en lo
personal. El espíritu tan vivaz, crítico, inquieto de Desiderio Navarro ha
producido recepciones de todos tipos, como suele ocurrir con personas
de su alcance y presencia: recepciones muy positivas o muy negativas,
pero casi nunca posiciones neutrales.
La primera vez que nos vimos con Desiderio Navarro fue en
1995, en la Universidad de Granada, cuando Manuel Cáceres, otro amigo
entrañable de nosotros, realizó un evento en homenaje a Iuri Lotman,
que había muerto en 1993. En este evento, estuvieron presentes los
principales representantes de la Escuela de Tartu, que participaron con
brillantes ponencias, como también lo hizo Desiderio, muy emocionado
cuando presentó su ensayo, “De la fosa al sol. Martí y una semiótica
del sujeto más allá del poema»que está publicado en el libro En la Esfera
Semiótica Lotmaniana. Estudios en honor de Iuri Mijáilovich Lotman
(1997b). En este primer contacto, se estableció una amistad para siempre
30
entre Desiderio, Manuel Cáceres, Julieta. Amistad que implicó una
comunicación continua, constructiva, fructífera y la realización de varios
eventos académicos tanto en Cuba, como en México, en Brasil, en donde
participamos y estábamos siempre presentes, con muchos objetivos
y proyectos académicos para la difusión de la Escuela de Tartu, de la
Semiótica de la Cultura en el mundo hispánico. En realidad, debemos
reconocer que la vida de Desiderio Navarro, a la cual en paralelo también
está la de Manuel Cáceres, tuvo como uno de los ejes principales, si
no el principal, difundir la producción de Iuri Lotman y de la Escuela
de Tartu, la Semiótica de la Cultura, que no hubiera llegado al ámbito
hispanoamericano, sin la producción realizada por la Revista y después
Centro Teórico-Cultural Criterios, dirigidos por Desiderio Navarro,
durante 45 años, y por la Revista Digital Entretextos, dirigida por Manuel
Cáceres de la Universidad de Granada.
En este homenaje, en primer lugar hacemos un profundo
agradecimiento por toda la labor de Desiderio Navarro en estos ámbitos,
lo que se concretó, entre otras obras, en la producción de una excelente
antología de artículos de los logros de la Escuela de Tartu, traducidos por
Desiderio, los cuales aparecieron en tres volúmenes en español con el
título de: La Semiosfera I (1996), La Semiosfera II (1998) y la Semiosfera
III (2000). La riqueza de los artículos seleccionados ha sido magnífica,
y seguirá siendo una base fundamental para conocer la producción
lotmaniana y de la Escuela de Tartu. Esta antología constituye, usando
una categoría de Lotman, una parte de la memoria de la cultura que
Desiderio ha contribuido a conservar para siempre.
Un segundo encuentro muy emblemático ocurre en agosto del
año 2000, cuando nos reunimos en México, en la Escuela Nacional de
Antropología e Historia, México, con Desiderio Navarro, Manuel Cáceres,
Peeter Torop, para realizar un Seminario sobre Iuri Lotman y La Escuela
de Tartu. Durante varios días el Seminario se desarrolló con la presencia
de un buen público, alrededor de 180 personas, que muy entusiasmadas
seguían las exposiciones de estos tres grandes intelectuales. Es de
destacar, que en esta ocasión Desiderio hizo la traducción simultánea de
las exposiciones en ruso de Peeter Torop, uno de los grandes discípulos
de Iuri Lotman. Fueron momentos que marcaron las memorias para
31
siempre, en la dimensión cognitiva y emocional, en donde el olvido no
tuvo y nunca tendrá lugar.
En el Congreso realizado en Brasil sobre el Estudio de la Semiosfera,
en 2005, en Sao Paulo, ocurrió uno de los momentos más extraños,
brillantes y bizarros, cuando Desiderio tomó la palabra para hacer una serie
de observaciones acerca de lo que estaba ocurriendo y atravesándonos
a todos: nos estábamos ahogando en la vulgaridad y alguien tenía que
detener este proceso. Fue Desiderio quien lo hizo. Esta ha sido una de
las características de la vida intelectual de Desiderio: no dejarse atrapar
por la vulgaridad. Obviamente, eso puede ocurrir en cualquier tiempo o
espacio, y los sujetos quedan atrapados en la contingencia, y para evitarlo
está lo que propone en uno de sus tantos trabajos, ‘la responsabilidad
moral’ del sujeto, compromiso que implica superar los silencios, las
pasividades, los oportunismos, los desentendimientos. Había que estar
siempre presente, y él ha estado, como escribió también: “En medio de
la cosa pública: [pues] es ahí donde están llamados los intelectuales a
desempeñar su papel en cada país” (Navarro 2002:111).
En las 25 páginas de Google, que investigamos, no se logra
proporcionar datos significativos de la inmensa obra producida por
Desiderio. Su Curriculum Vitae, que tuvimos la suerte de que nos enviará
personalmente, tiene 93 cuartillas, en donde de su puño y letra Desiderio
comenta que no ha colocado todo lo producido, en los varios apartados.
En Google, se exponen algunos datos, se recogen los escritos laudatorios,
pero existen todavía muy pocos trabajos que analizan la obra de Desiderio
Navarro, en toda su importancia, impacto, significación para la historia de
la Semiótica de la Cultura, para los aportes sobre la Crítica y la Narrativa
Literaria, para la difusión del pensamiento de Europa del Este, que no se
conocería sin su trabajo tenaz y continuo de traducción de 20 lenguas.
Tampoco está su imponente e impactante Curriculum Vitae Completo,
que él ha compartido con nosotros, a nuestra petición. En este punto,
destacamos el excelente artículo de Margarita Mateo Palmer (2018),
publicado en Casa de las Américas, en donde la autora destaca muchos
aspectos sumamente importantes de los aportes de Desiderio Navarro
para el pensamiento cubano, latinoamericano, internacional.
32
La producción inconmensurable y polifacética de
Desiderio Navarro, de análisis, de crítica reflexiva.
La importante y envidiable labor de traducción de
20 lenguas.
En su inmenso Curriculum Vitae, Desiderio Navarro se coloca
como Investigador , Crítico de literatura y artes plásticas, y también
interesado en lo estético y lo culturológico. En segundo lugar, destaca
su labor de traducción y publicación en literatura, arte, cultura, con el
dominio de 20 lenguas: francés, inglés, italiano, alemán, ruso, polaco,
húngaro, serbiocroata, checo, rumano, eslovaco, búlgaro, esloveno,
catalán, holandés, portugués, macedonio, ucraniano, noruego, danés.
Este legado es original, importante, único y evidencia la fructífera labor
de traducción, en la cual se destacaba por su seriedad, rigurosidad, su
fuerte exigencia con este trabajo nada fácil. El dominio de tantas lenguas
implicó un gran esfuerzo intelectual que Desiderio realizaba por el gusto
del trabajo académico, y por la necesidad y compromiso que sentía
de que circularan producciones importantes de otras áreas, que sin su
traducción quedarían sin difundirse, sin conocerse en el Occidente
anglosajón hegemónico. Un esfuerzo que Desiderio ha realizado por
compromiso de difundir y circular el conocimiento en todos los ámbitos
posibles, tarea propia de un gran intelectual crítico como lo fue siempre.
Por lo anterior, todas las publicaciones que ha realizado constituyen
frutos de esta dedicación continua, que supuso conseguir los mejores
diccionarios y gramáticas de estas lenguas, que están en su Biblioteca
personal, muy especializada, con libros muy especiales de difícil
adquisición en nuestros ámbitos . En el Curriculum Vitae, consta que
él ha traducido 502 textos, y según sus palabras “sin incluir numerosas
traducciones de textos político-culturales y publicístico-literarios,
ni más de un centenar de traducciones de obras artístico-literarias
(poesía, narrativa, teatro), publicadas en La Gaceta de Cuba, Revolución
y Cultura, Unión, El Caimán Barbudo, Bohemia, Plural (México) y en
las antologías Poesía búlgara, Asalto al cielo, Teatro búlgaro y Poesía de
Liubomir Lévchev (todas editadas por Arte y Literatura, La Habana)”.
33
Como Director de la Revista Teórica Criterios, así como de la
Colección Editorial y del Centro Teórico-Cultural del mismo nombre, ha
realizado innumerables actividades académicas en La Habana, invitando
para Seminarios y Conferencias a muchos intelectuales de los países de
Europa del Este, con el objetivo de lograr una difusión significativa de
estas producciones que quedarían excluidas sin su labor tenaz, continua,
incansable.
Los libros, artículos y ensayos producidos son innumerables. Junto
a la Antología en tres Tomos de la Semiosfera, ha producido muchas otras.
No se puede dejar de mencionar la publicación de dos Antologías dedicadas
a la Intertextualidad, categoría muy importante para las investigaciones
semióticas: Intertextualité. Francia en el origen de un término y el desarrollo
de un concepto, publicada en La Habana (1997a) UNEAC/Embajada de
Francia, e Intertextualität 1: La teoría de la intertextualidad en Alemania.
Criterios, La Habana, 2004. Como comentamos con Desiderio, él tenía en
proyecto una Antología de la producción británica sobre intertextualidad,
pero que nunca pudo realizarse por varios factores. Tampoco podemos
dejar de considerar los tres Tomos de Denken Pensée Thought Mysl...Ezine de Pensamiento Cultura Europeo, publicados en 2012, 2013, 2015,
labor de traducción rigurosa de Desiderio Navarro, con el apoyo de otros
dos traductores, que contiene artículos desde 2011 a 2015.
premios desde la década de 1970, en América Latina también, premio
en Argentina; la Beca para investigación de la John Simon Guggenheim
Memorial Foundation (EUA), en 1996; Premio del Príncipe Claus de
Holanda, en 2009; reconocimientos y medallas otorgadas por el Gobierno
de Bulgaria, Polonia, Alemania, Holanda. El título de Dr. Honoris Causa,
otorgado por la Universidad de las Artes, el día 5 de julio de 2017, en la
Habana, acto presidido por el Ministro de Cultura Abel Prieto Jiménez.
La concesión póstuma de la Cruz del Mérito de la Orden del Mérito de la
República Federal de Alemania a Desiderio Navarro, el día 24 de enero de
2018, en la Habana, en un homenaje póstumo.
Entre sus actividades académicas se destacan innumerables
participaciones en Congresos, Coloquios, Eventos nacionales e
internacionales con invitaciones especiales, así como la organización de
diversos tipos de eventos en Cuba y a nivel internacional. De su puño y
letra, encontramos en su Curriculum Vitae: “No se incluyen otras estancias
de trabajo realizadas por invitación del Ministerio de Cultura y Arte de
Polonia, el Centro de Estudios de la América Latina de la Universidad de
Varsovia, el Instituto del Libro de Polonia, la Unión de Escritores de
Eslovaquia, la Asociación de Críticos Literarios de Finlandia, la John
Simon Guggenheim Foundation, el CONAC y el Ministerio de Cultura
de Venezuela, y el Instituto Goethe de Alemania; ocho estancias en
Varsovia (de dos semanas a dos meses, en 1981, 1984, 1986, 1989, 1995,
2009, 2012, 2014 y 2016), una en Bratislava (una semana, 1983), una en
Helsinki (tres semanas, 1988), dos en EUA (siete meses, 1997 y 1998),
tres en Venezuela (tres semanas, 2004 y 2007), una en Berlín (dos
semanas, 2009)
En este brevísimo resumen de algunos rubros de su Curriculum
Vitae, solo quisimos ilustrar lo que planteamos sobre el prolífero, fecundo,
incansable trabajo de Desiderio Navarro que abarca varios tipos de
actividad, tanto de escritura, como de traducción, como de publicación,
de organización intelectual y académica entre otras, lo que condensaba
la admirable energía de Desiderio Navarro para abarcar actividades tan
diversas, con distintos alcances.
Las distinciones nacionales y extranjeras son también abundantes,
y solo retomamos algunas. En Cuba, tiene innumerables menciones y
34
Además, es muy importante destacar la relación personal y peculiar
que sostuvo con Iuri Lotman, quien hizo su primer viaje a Occidente, para
35
asistir al I Encuentro Internacional de Criterios, en La Habana, 1987, sin
duda un evento emblemático con la presencia del fundador de la Escuela
de Tartu. Después, su segunda visita a Occidente, en Venezuela en 1992
(un año antes de su muerte), también organizada por Desiderio Navarro.
En este sentido, es importante destacar esta relación recíproca de respeto y
reconocimiento entre Iuri Lotman y nuestro homenajeado, lo que explica
que éste haya logrado conseguir varios textos inéditos brindados por
Lotman para su traducción. Es notable y muy significativa la presencia
de Iuri Lotman en la obra de Desiderio, como puede observarse en el
fragmento siguiente:
Dos importantes observaciones de Lotman, que previenen toda actitud
prejuiciadamente desdeñosa hacia las manifestaciones de la estética de
la identidad: en primer lugar, la de que en la historia del arte mundial
los sistemas artísticos que vinculan el mérito estético a la originalidad,
constituyen más bien la excepción que la regla; y, en segundo lugar, la de
que los estereotipos en el arte no son una blasfemia, sino un fenómeno
definido que se manifiesta como negativo sólo en ciertos aspectos
históricos y estructurales y que desempeñan un enorme papel en el
proceso del conocimiento y en el de la transmisión de la información
(Navarro 1980:142).
Desiderio: intelectual emblemático de una continua
labor crítica, de posiciones de vanguardia en relación
a problemáticas de distintos ámbitos.
Es importante mencionar y profundizar en la labor crítica que
siempre asumió Desiderio, desde una posición de vanguardia, con el
compromiso ético de revisión continua del entorno histórico-políticosocial en que vivía, así como del contexto internacional. En 2007, en la
Introducción al Ciclo, “La política cultural del período revolucionario:
Memoria y reflexión”, Revista Criterios, Desiderio comenta:
Criterios nació hace 35 años, en febrero de 1972, con un número
especial (el 100) de la Gaceta de Cuba, órgano de la Unión de Escritores
y Artistas de Cuba. (Navarro 2007:1)
Por obra de ese y otros incidentes propios de la época, sobrevino la
primera muerte de Criterios, ya en 1974. Recuerdo que ya el mismo
número especial 100 de La Gaceta de Cuba con que nació Criterios
36
sufrió la censura de un texto de Enrique Saínz sobre Gaston Bachelard,
porque su autor, no su contenido, era cristiano. Aun así, no dejé de
incluirlo dos entregas más tarde (Navarro 2007:2).
Como se puede observar, ir contra corriente no fue una opción sino
una necesidad de vida en las coyunturas que se han producido en la
historia de su vida. Frente a los acontecimientos, a la cotidianidad de los
sucesos enfocaba todo con un nuevo lente, con un color distinto al que
habría que acostumbrarse. El espíritu crítico y autocrítico de Desiderio es
una característica importante que emerge en toda su producción, y a lo
que nunca renunció, a pesar de que esto ha provocado varias tensiones y
conflictos con sus pares en Cuba. Y no podía renunciar, porque su práctica
académica nunca se desvinculó de su práctica política, comprometida
con todo el desarrollo revolucionario que siempre respetó, pero sin
abandonar las reflexiones analíticas sobre diversas coyunturas, como la
mencionada sobre la Revista Criterios y sus inicios, así como en relación
al Quinquenio Gris, en el cual hubo severas discusiones sobre el arte, los
intelectuales y su papel y función en la Revolución Cubana.
En este mismo tópico, se integra la reflexión sobre el papel
del intelectual frente a los problemas socio-histórico-políticos que
continuaban en la Cuba revolucionaria, como era ejemplo la prostitución
y el racismo:
Muchas veces, para el intelectual, no es siquiera cuestión de hacer que el
“pueblo”, “el público”, tome conciencia de un determinado fenómeno,
secreto a voces, sea discutido colectivamente en la esfera pública. Por
ejemplo, la existencia de la prostitución en Cuba fue uno de los grandes
temas tabú: mientras a fines de los 80 casi todo el pueblo sabía de su
abierta y creciente existencia en las calles, el discurso oficial seguía
negando su existencia, y justamente del medio intelectual surgió el
artículo testimonial que sacó a debate público el indeseable fenómeno.
También gracias a la intervención de la intelectualidad artística, algo
semejante está ocurriendo en nuestros días con otro tema tabú: la
supervivencia del racismo en Cuba (Navarro 2002:117).
En estos términos, la posición de Desiderio era de una crítica
constructiva sobre los problemas que deberían ser enfrentados en el
proceso revolucionario cubano, y a esto se articulan sus reflexiones
continuas sobre las funciones de los intelectuales, de los artistas en
37
este proceso tan complejo, lleno de desafíos de todos tipos, internos y
externos.
Ni antes del 59, ni después del 59, (esto es, ni antes ni después de la
revolución) había que hacer como que no pasaba nada. Verse a sí mismo
es una tarea constante que arrebata muchas veces el sueño; hay que
conjugar ideas y emociones que se encuentran en renovación constante.
Afortunadamente, no fue la puerta de la ingratitud ni la de la murmuración
la que abrió Desiderio, sino la del examen riguroso persistente y metódico.
Forjarse un camino por la propia mano debe tener como fundamento la
disciplina, sobre todo si se vive o se nace en la guerra, y si se tiene el
futuro como perspectiva a caminar con integridad y vergüenza.
La influencia de José Martí en el pensamiento de
Desiderio Navarro
Entre varios personajes, José Martí ha sido una piedra angular para
Desiderio, quien lo leyó meticulosamente y mostró, no sólo al hombre,
sino la idea que lo atravesó durante toda su vida, la cual le sirvió de espejo
para ver al otro:
Asoma: ¿Quién es? ¿quién puede en un minuto
Revolcar en su polvo a las ciudades,
(José Martí / <<Cruje la tierra, rueda hecha pedazos…>>) / (Navarro
2003:36)
Por eso es tan particular el título que escoge Desiderio al hablar de
Martí: “De la fosa al sol”. Por supuesto, hay otras opciones para medir
una vida pero él escogió ese termómetro, que viéndolo de cerca, se trata,
ni más ni menos, que “del color de nuestro futuro” (Navarro 2007:9).
El tiempo, ese compañero de múltiples caras del que habló Martí, y
que retomó Desiderio, ha jugado un papel muy provocador, y nos ha
desafiado, una y otra vez, a llamarlo ‘nuestro’. Su presencia nos obliga
en lo inmediato, a vivir el presente, y a la vez, nos pide ir más allá, a vivir
el futuro o el pasado. Siempre más allá. La dimensión de lo humano en
su diversidad mágicamente familiar y extraña es la medida de lo que está
allende. La presencia del tiempo nos hace caminar con los amigos esas
diferentes presencias: como muerte o como eternidad, como compañeros
38
de viaje, nos enseña a ubicar en nosotros el valor del agradecimiento: la
historia, la tierra, la memoria, lo artístico, lo estético, lo social, la cultura,
la revolución, etc.. Todos estos aspectos son estampas del pensamiento
que han salido a dar testimonio de la camaradería de los seres humanos.
Aprender a vincular lo imaginario, el mérito, la abstracción, la
estructura, la visita a lo público, la memoria compartida, el presente
que demanda estar ahí y allí, todo eso forma parte de eso que tanto ha
atraído la atención de Desiderio: el ejercicio del criterio. Lo anterior
explica muy bien el nombre de la Revista, de las Series, de la Fundación
Criterios, que implica entender la genealogía del nombre que seleccionó
para la Revista, para las Series y la Fundación. Criterios que conllevan
necesariamente a lo analítico, a una posición crítica y autocrítica. Pero
también, a degustar los sutiles rasgos de las culturas. De manera que uno
se puede encontrar en medio de la parábola, del Dharma (como texto
y mecanismo generador de textos), de la última sonata de Mozart, en
medio de lo absolutamente indispensable, en medio de la revolución.
Como bien menciona Desiderio, “Cuando hemos detectado tales errores
de la revolución, los hemos discutido. Así ha pasado no sólo en el orden
estético, sino con equivocadas concepciones éticas que se han traducido
en medidas infelices” (Navarro 2002:112).
Pero no sólo la trama de lo social atrapa la atención de Desiderio,
sino también la del hombre en particular, esto es, el Hombre sostenido y
engarzado dentro de la madeja del mundo vestido de poesía. “Alexander
Potebniá observó que en la poesía popular los símbolos se hallan
materializados, convertidos en accesorios del ambiente” (Navarro
2003:28). Y así, como un accesorio, Desiderio se apropia y vive una de
esas sutilezas de las que habla Ortega y Gasset, ‘mi circunstancia’, la cual
en él se desarrolla de manera laberíntica: son circunstancias en fuga,
musicalmente hablando.
Sobre el fondo del cuadro del mundo Martiniano, el gozo que se puede
hallar en el subconjunto de Abajo es un crimen porque está ligado al
vicio, la maldad y la fealdad, es compatibilidad con ese ambiente y ata
al hombre a él, mientras que el dolor (o la fealdad, o el espanto) que se
puede experimentar abajo determina, intensifica, una incompatibilidad
con ese mismo ambiente de Abajo, y es, por el contrario, una fuerza
que pone en fuga al Hombre, que lo eleva. Hallamos aquí una singular
39
hipostasiación, en el mundo presentado de las realizaciones concretas
del sujet, de la dinámica de la incompatibilidad con el Entorno de
partida, señalada por Lotman como una de las condiciones necesarias
para la constitución de un sujet (Navarro 2003:53).
El sentido y la dirección que encontró Desiderio en la poesía de
Martí no es sino un eco de ese diálogo que ahora continúa creando y
generando nuevos sentidos y direcciones. Como escribiera, Jüri Talvet
(un buen amigo de Desiderio ) haciendo referencia a la Ciudad de Tartu:
“Si ha logrado conservar su lugar dialogizante en la encrucijada de las
culturas, ha sido gracias a la libertad y la apertura interiores, es decir, a
la dimensión doble de su signo. […] Si logra hacer sobrevivir su libertad
en el sentido total, y no sólo en lo exterior, posee buenos antecedentes
para continuar su progreso hacia Castalia, ese noble sueño de la
Humanidad” (Talvet 2003:43).
Hacia esa noble Castalia estaremos mirando, y esperemos que con
los buenos amigos caminemos juntos. Retomemos algunos fragmentos de
la poesía de Martí, que con tanto cuidado seleccionó Desiderio, y que nos
invitan a recorrer las puertas y los escondites de ese gran universo en que
nos encontramos caminando hacia Castalia.
No siento los pies, y no puedo andar.
Busco las alas y no tengo alas.
(José Martí / <<Es marzo>>) / (Navarro, 2003:29)
¡Roto vuelvo en pedazos encendidos!
Me recojo del suelo: alzo y amaso
Los restos de mí mismo; ávido y triste
Como un estatuador un Cristo roto:
(José Martí / <<No, música tenaz, me hables del cielo>>) / (Navarro,
2003: 46)
Y a tal punto el amor transfigura
Que la atónita tierra no sabe
Si aquel astro que vuela es ave
O humana criatura.
(José Martí / <<Era sol>>) / (Navarro, 2003:40)
Vengo del sol, y al sol voy:
(José Martí / Versos sencillo, XVII) / (Navarro, 2003:39)
40
En conclusión, en este breve homenaje a Desiderio Navarro, es
interesante ubicar su legado en tres ejes temporales: un eje retrospectivo,
que impone la necesidad de reconstruir, recuperar y conservar su
legado, el trabajo de 45 años consecutivos; un eje perspectivo, que
obliga a recuperar toda su producción, para crear una Plataforma Digital
en donde la obra de Desiderio pueda circular, y ser accesible a nivel
nacional e internacional; un eje prospectivo, que se orienta a intentar
construir un equipo que pueda dar seguimiento, en lo posible, a la
labor inconmensurable de Desiderio Navarro, para muchos ámbitos ya
mencionados.
Desiderio nos ha dejado muchos desafíos y retos. En primer lugar,
procurar dar seguimiento a todo su trabajo, a su prolífera obra lo que
es muy difícil por todo lo que significa, como por ejemplo el dominio
de 20 lenguas. En segundo lugar, queda el reto de investigar toda su
producción, analizarla, hacer un banco de datos que sea accesible a todos,
como el mismo Desiderio hizo en vida, distribuyendo gratuitamente todo
el acervo que tenía, trabajando con los jóvenes cubanos, y con muchos
intelectuales de diversos países en una continua tarea de difusión, que
demuestra en la práctica su proyecto académico, cultural.
Estas tareas a mediano y a largo plazo esperamos que puedan ser
realizadas por un equipo de investigadores, de estudiantes para recuperar
todo su legado, y para dar seguimiento con altura y dignidad a todos los
caminos que abrió Desiderio, y que nos dejó abiertos. Esto es fundamental
para que las futuras generaciones puedan conocerlo a cabalidad, puedan
trabajar con su legado, que ha producido con su mente lúcida, de manera
continua e incansablemente.
En Cuba, como muchos han explicitado, con la desaparición de
Desiderio Navarro, queda un gran vacío, imposible de rellenar en corto
plazo, pero sí a mediano y largo plazo, procurando constituir un equipo
de traductores voluntarios de varias lenguas (para abarcar parcialmente
el dominio de 20 lenguas que tenía Desiderio), y lograr configurar un
trabajo dinámico, continuo de producción académica en múltiples áreas
como lo hacía Desiderio. La vida tiene sus misterios, pero si Desiderio
no hubiera partido tan temprano, si hubiera tenido la oportunidad de
más unos 15 o 20 años de vida, continuaría con todos los proyectos que
41
siempre tenía pensados y elaborados, en esta carrera por la vida académica,
por la crítica, por el amplio abanico que recurrió en su producción. Un
autodidacta con una vocación incansable, para quien no había obstáculos,
y si los hubiera era para vencerlos, superarlos.
Desiderio es, como se encuentra en muchos comentarios, una
institución, porque ha realizado y dejado una obra que es muy difícil
realizar por un solo ser humano. Sin embargo, él pudo realizarla, y
coloca las pautas de un intelectual sin parangón, ya que se movía para
la construcción de espacios nuevos, de espacios críticos, llenos de
creatividad, de novedades a las cuales tenía acceso por el dominio de 20
lenguas. Hay que rendir homenaje, muchos homenajes y honrar a quien
honor merece, como es Desiderio, ejemplo emblemático de vida, que
debemos lograr seguir con todo lo que implica el trabajo continuo de 45
años.
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Navarro,
Desiderio
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“Intertextualität 1: La teoría de la
intertextualidad en Alemania”. La
Habana, Editorial Criterios.
43
PRESENTACIÓN
Julieta Haidar
Escuela Nacional de Antropología e Historia
jurucuyu@gmail.com
Ignacio Ramos Beltrán
Universidad Nacional Autónoma de México
ignamesoamerica@yahoo.com.mx
Este libro es el resultado de varios años de trabajo, que abarcan
la producción de una gran variedad y diversidad académicas que se
materializan en los distintos ejes temáticos que se desarrollan. A través de
esta publicación se han cumplido varios propósitos. Uno de los principales
es haber logrado reunir en una obra colectiva artículos científicos, que
se basan en investigaciones rigurosas en las cuales se puede observar
articulaciones analíticas y convergencias desde distintos ángulos.
En primer lugar, en muchos trabajos se asumen posiciones
epistemológicas de vanguardia, como son las desarrolladas por la
Epistemología de la Complejidad y la Transdisciplina, la Epistemología
del Sur, la Epistemología Indígena, la Decolonialidad. Desde estas
perspectivas se logran asumir posiciones críticas y constructivas, que
permiten pensar el ser, el conocer, el hacer desde otros caminos o formas
de saber, que buscan tener una presencia ante la hegemonía o el mercado
del conocimiento que se ha observado en Occidente. Esto constituye un
núcleo de reflexión que marca la preocupación de muchos artículos.
En segundo lugar, se integra de manera orgánica en los varios
artículos el estudio del Campo de las Ciencias de la Emoción, que
emergen también con mucha fuerza ya hace más de 20 años, pero que
en la actualidad alcanzan su cúspide. Una de las razones por las cuales se
puede explicar esta abrumadora y necesaria presencia del estudio de las
45
emociones, se debe al olvido que había sufrido durante muchos años esta
dimensión “subjetiva”, que conllevaba a la exclusión de las investigaciones
consideradas no-científicas, por la razón cartesiana occidental. La ciencia
ha tenido que desarrollar herramientas teórico-metodológicas más
amplias que permitan entender y considerar de manera no reduccionista
la objetividad y subjetividad de los fenómenos, de los contextos y
de los sujetos, para poder abrir nuevos caminos a la investigación y al
entendimiento, desde posturas epistemológicas fundamentadas. En este
sentido, es bastante destacable como en muchos artículos se retoman
las emociones desde distintos ángulos y diferentes vías, para analizar su
presencia en muchas prácticas semiótico-discursivas. Sin duda, el lector
encontrará desde este núcleo muchos aportes novedosos y originales
sobre lo emotivo.
En tercer lugar, los artículos desarrollan modelos operativos desde
la complejidad y la transdisciplina, para analizar los datos resultantes
de las distintas investigaciones que se explicitan en los trabajos. Estos
modelos operativos constituyen aportes también novedosos para abordar
las distintas prácticas semiótico-discursivas utilizadas en los artículos. En
estos términos, se destacan muchos desarrollos del Campo del Análisis del
Discurso relacionados con las distintas materialidades, funcionamientos y
estrategias discursivas, como el funcionamiento del poder, de la ideología,
de la cognición/emoción. Se destacan igualmente los aportes de la
Semiótica de la Cultura para analizar el universo de distintas semiosferas,
la diversidad textual, la dimensión simbólica, el problema de las fronteras
semióticas, de la traducción cultural, de la memoria de la cultura, entre
otros. Para complementar estas trayectorias analíticas, están los aportes
ineludibles de la Semiótica Visual que se integran a varios artículos para
entender las producciones visuales que se desarrollan en la danza, en las
marchas, en las publicidades, etc.
En síntesis, los distintos bloques presentados en el libro, - el
epistemológico, el del campo de las emociones, el del campo del Análisis
del Discurso, el del campo de la Semiótica de la Cultura y la Semiótica
Visual-, se amalgaman y convergen en la búsqueda de los mejores modelos
operativos para analizar los nuevos procesos cognitivos<-> emotivos que
deben ser reconocidos, recuperados con el mismo nivel de aceptabilidad
de los procesos hegemónicos.
46
En esta convergencia, están presentes las reflexiones críticas desde
nuevas epistemologías, que propugnan por el reconocimiento y la paridad
con las otras hegemónicas. Del mismo modo, esta posición se embona
con nuevas miradas que se asumen sobre las ciencias de la emoción, que
son enriquecidas por la perspectiva compleja y transdisciplinaria. En
este sentido, se puede observar la proyección y la recursividad de los dos
bloques en su conjunto, en la construcción de los modelos operativos.
Para el análisis de las prácticas semiótico-discursivas se recurre a la
construcción y reconstrucción de varios modelos operativos para lograr,
de forma más fecunda, entender la producción y la reproducción de
los complejos sentidos. En este tenor, para el análisis de lo cultural, se
recurre a las propuestas de la Semiótica de la Cultura, la cual introduce
problemáticas y categorías productivas para comprender todas las
producciones culturales presentadas. En todo este panorama, no podría
faltar el enlace con la Semiótica Visual, de la cual derivan múltiples modelos
para abordar los sentidos polisémicos, las diversas connotaciones, la
retórica visual.
En los diferentes artículos, por lo tanto, el lector puede encontrar
varios caminos que convergen y se cruzan, con el objetivo de lograr los
mejores resultados analíticos en los distintos objetos de estudio que se
desarrollan en los 23 artículos. Al leer este libro, se abren innumerables
caminos, rutas, encrucijadas que se materializan para desafiar al lector
en su búsqueda del sentido. Por esto, la reunión de los 23 artículos
científicos abre un panorama, un abanico, un paraguas cognitivo de largo
alcance, que separamos en 4 secciones. En términos de Edgar Morin, en
el libro hay un movimiento recursivo entre lo uno y lo múltiple, en otras
palabras, entre objetivos compartidos por todos autores y la diversidad
de los objetos de estudio, de los modelos operativos que aparecen en
borbotones por el gran grado de creatividad que emana de los trabajos.
En las 4 Secciones, se abordan innumerables objetos de estudio, en
los cuales se condensan lo uno y lo diverso, como plantea Morin lo ‘unitas
multiplex’, recursividad que se materializa en las espirales que fluyen
continuamente entre todos los artículos. En estas espirales cognitivas
/emotivas se ubican los resultados logrados por los diversos trabajos,
que el lector puede absorber, saborear, aprender, deleitarse, junto con la
recursividad emotivo< >racional que están invitados a experimentar.
47
Comentarios de las Secciones
En la Sección I, ‘Dimensiones de la Emoción: Complejidad ,Tiempo,
Memoria’ constituida por 5 artículos, se destaca la categoría de ‘cronotopo’
baktiniana desde una teoría de la cultura, un acercamiento al Campo de las
Emociones desde la complejidad y la transdisciplina, una aproximación
a las prácticas semiótico-discursivas de los pueblos indígenas, y un
acercamiento a la memoria de un pueblo desde la transdimensionalidad.
En el artículo de Peeter Torop, Cultural languages and value of
chronotopical analysis se propone el análisis de esta importante categoría
tanto para una teoría de la cultura, como para diferentes producciones
textuales como son la literatura, las películas, el teatro, el folclore, la
publicidad. En estos términos, el autor considera el poliglotismo de la
cultura, y las necesarias adecuaciones con la digitalización de lo cultural.
La experiencia cultural se relaciona recursivamente con la memoria de
la cultura y con la identidad cultural. En el artículo, se destacan los tres
niveles principales de la categoría: el cronotopo topográfico, el cronotopo
psicológico, el cronotopo metafísico. Estos tres tipos de cronotopos son
aplicados a la película de Ana Karenina, considerada una obra emblemática
de la producción rusa. Importante destacar que el autor aborda el paso
del análisis cronotópico de los textos, a la teoría cronotópica de la cultura.
Para esta propuesta, el autor propone un diagrama en el cual están
presentes los tres niveles del cronotopo, así como la relación de estos con
la cultura sincrónica, cultura diacrónica.
El artículo de José Alejos García, El cronotopo de Bajtín en
Antropología sigue la problemática del anterior, presentando otras
reflexiones sobre la categoría de Bajtín. El autor parte de la reflexión
de esta categoría en sus orígenes ligados a la producción literaria, para
pasar a la importancia de la misma en las investigaciones antropológicas.
En el artículo, se aplica el cronotopo a contextos mitológico-rituales en
los cuales están de manera ineludible las relaciones espacio-temporales.
Después de hacer un minucioso recorrido por la categoría aplicada por
Bajtín en el ámbito literario, en el cual alcanza muy fecundas propuestas,
el autor pasa a analizarla en el campo antropológico. En esta tónica, el
autor propone los cronotopos culturales que contienen la memoria social
desde la cual los sujetos se ubican en la sociedad y en la cultura. Muy
48
interesante en esta discusión cronotópica, cuando se recurre al carácter
dialógico fundante intersubjetivo entre el yo y el otro, a lo cual se articula
el cronotopo, y las relaciones espacio-temporales de la dialogicidad.
En el artículo de Julieta Haidar, Las Ciencias de la Emoción desde
la Complejidad y la Transdisciplina se aborda la categoría de sujetos
emocionales complejos, el campo de las Ciencias de la Emoción desde
la Complejidad y la Transdisciplina, y la materialización de la dimensión
emocional en las prácticas semiótico-discursivas, y en el cuerpo. Para
abordar el sujeto complejo emocional, la autora considera los campos
que trabajan la subjetividad, para llegar a las posiciones subjetivas
recursivas, y plantear la posición objetiva y subjetiva sobre el sujeto.
Además, recurre a la propuesta de Edgar Morin del sujeto complejo que es
transdimensional. En el Campo de las Ciencias de la Emoción, el artículo
considera las principales problemáticas que existen, para plantear una
definición transdisciplinaria de lo emocional, desde la convergencia
de seis campos cognitivos articulados. Por último, se retoman algunas
propuestas para el análisis de lo emocional en la producción semióticodiscursiva, y otros aportes para analizar lo emocional en el cuerpo.
El artículo de Ignacio Ramos Beltrán, Prácticas semiótico-discursivas
de los pueblos indígenas en México. Un complejo transdisciplinario,
tiene como objetivo plantear prácticas semiótico-discursivas que
permitan trabajar con los pueblos indígenas de México, en situaciones
interculturales, pero desde una perspectiva dialógica. Lo anterior supone
tratar a los sujetos indígenas como una alteridad, otredad importante que
posee saberes, creatividad que Occidente ha invisibilizado y excluido. En
estos términos, el autor en el desarrollo del texto da voz a los sujetos
indígenas, a través de sus obras, en las cuales destaca su cosmovisión tan
importante como la occidental hegemónica. Retomando las propuestas
de Bajtín, el autor destaca la categoría del dialogismo y la del cronotopo.
Desde los planteamientos de la Semiótica de la Cultura, problematiza los
procesos de traducción cultural que siempre existen entre las culturas,
en el caso entre las culturas ancestrales y Occidente. Estos procesos de
traducción producen innumerables tensiones y conflictos por la mirada
distinta de la alteridad, de los pueblos indígenas, a los que hay que dar
voz.
49
El artículo de Óscar Ochoa Flores, La transdimensionalidad de la
memoria. Pueblos y Territorio en el Lago de Texcoco, analiza desde la
complejidad y la transdisciplina la transdimensionalidad de la memoria.
Desde estas perspectivas y de la epistemología indígena, se abordan
los procesos mnemotécnicos de los pueblos de Atenco, Texcoco y
Chimalhuacán en relación con el territorio. De este modo, la memoria se
enfoca de manera recursiva en relación al olvido, y también en relación
a los movimientos entre la entropia y la neguentropia. El olvido, por
otro lado, entendido como desorden productivo y generativo de nuevos
órdenes, se inserta en la memoria como principio dinamizador que recrea las evocaciones: el binomio memoria-olvido se construye por una
influencia mutua entre ambos elementos. En el artículo, el autor propone
una tipología de la memoria desde la complejidad y la transdisciplina, y
relaciona la memoria con la cultura y la naturaleza, logrando originales
propuestas analíticas.
En la Sección II, ‘Producciones Artísticas en el Universo de la Emoción’,
constituida por 6 trabajos, encontramos propuestas sobre la producción
emotiva en varias producciones artísticas como son, la arquitectura en
la Catedral de Saltillo, los procesos en la creación poética, la relación
canon-sinestesia en la literatura, la construcción de la identidad desde
los testimonios, la argumentación en el cine, la música como puente de
significados.
En el artículo de Gabriel Verduzco Argüelles y de Stella Rodríguez
Tapia, Pathos y Estética de la luz: un acercamiento semiótico visual a
la Catedral de Saltillo se aborda la semiótica de la luz en la Catedral de
Saltillo, con el objetivo de analizar la persuasión emocional de los sujetos
en este espacio. En este sentido, se estudian los elementos arquitectónicos
y estéticos que producen estos efectos, así como la catedral como un
texto visual que se instaura como centro del mundo y duplicación del
cosmos, siguiendo los planteamientos lotmanianos. Las dimensiones
del inframundo, de la tierra y del cielo son articuladas al juego de luz
y sombra que se produce en toda la Catedral, con lo cual adquiere un
sentido denso la relación de las tinieblas con lo de abajo, y de la luz con
el cielo. La simbolización del cielo, isotópicamente, se presenta como:
lleno de luz, lleno de Dios, llenos de los santos. Los autores exponen un
descubrimiento que se refiere al juego de luz producido en el equinoccio
50
de primavera. El primer rayo de luz se proyecta sobre la imagen de la
Virgen María. Además, el trabajo integra los aportes de la retórica visual.
El artículo de Eduardo Parrilla Sotomayor, Variables de la emotividad
en la poesía: Del éxtasis a la burla, tiene como objetivo analizar las distintas
emotividades en la producción poética. Para lograr lo propuesto, el autor
recurre a tres procesos de la producción de los poemas: el amueblaje
formal, motivacional y actitudinal, lo que articula con los conceptos de
emoción, sentimiento, estado de ánimo, pasión. El amueblaje formal
corresponde a una genérico-retórica, el amueblaje motivacional a una fase
temático-evocativa , y el amueblaje actitudinal a una fase entonacionalimplicativa. Realizando un análisis detallado de varios poemas, el autor
plantea que el poema de Pablo Neruda contiene una gran intensidad de la
pasión amorosa, en el de Octavio Paz la emoción desarrollada más bien
es de serenidad, mientras que en el poema de Cesar Vallejo emergen la
tristeza, el dolor y el sufrimiento, emociones negativas. El modelo teórico
propuesto por el autor permite analizar a profundidad tanto la estructura
poética de los distintos poemas, como la producción de los sentidos que
deambulan por estas creaciones artísticas.
En el artículo de Rebeca Velasco Ortíz y Jaime Magdaleno Dominguez,
Canon/Sinestesia: Las (im)posibilidades experienciales de la escritura,
se tratan dos núcleos analíticos importantes de la creación literaria: el
problema del canon y el de la sinestesia. Los autores problematizan estos
núcleos en cuatro apartados: en el primero, discuten sobre discurso,
semiótica, literatura; en el segundo, abordan reflexiones sobre la
sinestesia, al tratar sobre estructuras textuales canónicas o anticanónicas;
en el tercer, consideran las rupturas de las fronteras subjetivas que pasan
por los procesos de inducción / deducción / abducción, traducidos
en diversas textualidades; en el cuarto, se presentan reflexiones
sintéticas sobre todos los problemas tratados, en las cuales entrelazan,
dialécticamente, el canon con la sinestesia. La problemática del sujeto
desgajado, sujetado al canon, a la traducción, a la sinestesia abre caminos
muy fecundos y productivos.
El artículo de Manuel Santiago Herrera Martínez, “Las Genealogías”
de Margo Glantz o el descubrimiento de la identidad a través del padre,
tiene como objetivo analizar la compleja construcción de la identidad
51
cultural y literaria de Margo Glantz, a partir del poema escrito por su
padre, “Cristóbal Colón”, que ella utiliza en su obra. Para el trabajo,
se recurre a los aportes sobre la argumentación emocional de varios
autores, como Michael Gilbert, Eduardo Parrilla, J. Grize. Uno de los
resultados es mostrar como Margo Glantz a través de un poema histórico,
logra construir un ‘yo épico’, y reconstruir su identidad. La narradora
no sólo representa en la protagonista la aculturación producida en la
asimilación de una familia judía a la cultura mexicana, sino que también
proyecta la transición de México hacia la modernidad. Margo Glantz en
su obra transgrede el canon literario, al proponer un nuevo concepto de
“testimonio” de mayor alcance, porque implica la reconstrucción de varias
capas mnemotécnicas de su experiencia como mujer, judía, europea.
En el artículo de Óscar Andrés Treviño Contreras y Rosa María
Gutiérrez García, De la seducción a la distopía: Análisis semióticodiscursivo del film “Ex Machina”, se desarrollan dos rutas analíticas
interesantes que se articulan en todo el análisis: la de la seducción y de
la distopia. El modelo operativo se aplica para analizar la interacción
dialógico-emocional entre humanos y la inteligencia artificial,
materializada en una androide. Para analizar la seducción, la manipulación
en este film de ficción distópica, el autor recurre a la argumentación
emocional utilizando algunos autores. En el artículo se hace un recorrido
por la producción del cine utópico y el cine distópico, para aposteriori
plantear la dimensión semiótica en el cine distópico. Para abordar la
sintaxis narrativa del film, se utiliza a Claude Bremond con la categoría de
lógica de los posibles narrativos. Además, es muy importante la dialéctica
recursiva entre utopia y distopia que se presenta dinámicamente en toda
la narrativa fílmica.
El artículo de David Terrazas Tello, Homo Musicus: La dimensión
cuerpo-música-experiencia, tiene el objetivo de abordar el Homo Musicus
desde la relación recursiva entre el cuerpo, la música, la experiencia,
integrando un giro musical semiótico. En el artículo se destacan varias
características y funciones del ‘homo musicus’, como: cumplir la función
de ser puente entre la vida cotidiana y lo sagrado, ser un sacerdote
oficiante en el paisaje sonoro ritual; ser un malabarista del tiempo; una
máquina de afectividad, que propicia la nostalgia por el pasado, ayuda a
entrar en el trance necesario para sumergirse en la dimensión ritual; son
52
magos sagrados que dominan los corazones, y conjuran el peligro de la
pérdida de identidad dentro del mundo caótico. En el modelo operativo,
se recurre a la complejidad y la transdisciplina para abordar la compleja
construcción del sentido emotivo-cognitivo-musical. El homo musicus,
como sacerdote oficiante y especialista ritual, produce estados emotivoperceptivo-estéticos en los receptores, recuperando la memoria ancestral
de la cultura.
En la Sección III, ‘Emociones en las prácticas semiótico-discursivas’,
compuesta por 7 artículos, se tratan y se desarrollan los procesos
emocionales desde varios objetos de estudio, como son, el sermón
evangélico protestante, la configuración de lo amoroso, la dimensión
intracultural e intercultural de la educación, la cultura Wixatari, la cultura
digital.
En el artículo de Abraham Banda Robles y María Eugenia Flores
Treviño, El componente emocional en el sermón evangélico protestante.
Un estudio de caso, se analiza el componente emocional desde la
hermenéutica, el análisis del discurso y la semiótica. Los autores plantean
que el sujeto predicador utiliza las emociones, como un mecanismo
fundamental para lograr la persuasión de los filigreses. Asumiendo una
posición interdisciplinaria, se enfoca los funcionamientos emocionales
en varias dimensiones, como son: la disposición afectiva, las emociones
y la intencionalidad discursiva, las emociones ancladas en las creencias
de los sujetos, los efectos emocionales, las estrategias discursivas. En este
tipo de discurso religioso, la emoción se plasma en la macro-operación
discursiva de la argumentación. El objeto discursivo nuclear, ´éxito en
la vida´, está construido por múltiples emociones, en torno al cual se
aglutinan muchos imaginarios sociodiscursivos.
En el artículo de Cecilia Berenice Fajardo Villegas, Emotividad
Racional: Propuestas analíticas de la configuración amorosa, se
desarrollan varias rutas analíticas. La autora concibe las emociones como
procesos inseparables de la razón, que ocurren en distintos niveles de
realidad, e integran aspectos bio-psico-socio-histórico- culturales. En
este sentido, el ser humano vive en un mundo emotivo-racional. Desde la
complejidad y la transdisciplina, las emociones son transdimensionales.
De la categoría de emotividad racional, se pasa a analizar la emoción
53
creativa con los planteamientos de Vygotsky, de Nicolescu y otros. La
dimensión emocional atraviesa al sujeto en todos momentos: en las
relaciones que establece con otros sujetos y en sus creaciones cotidianas,
artísticas y científicas. Desde la lógica emotivo-racional, la autora propone
la categoría de ‘configuración sentipensante’ para analizarla como un
proceso emotivo-racional dinámico, ambivalente y contradictorio.
En el artículo de Lariza Elvira Aguilera Ramírez y Ernesto de los
Santos Domínguez, Discurso normalista: continuum emoción cognición
en la formación de docentes de secundaria, el objetivo nuclear es analizar
el funcionamiento de las emociones en los discursos de los profesores
y de los alumnos de licenciatura, maestría y doctorado. El objeto
discursivo central es el ´ser profesor´, que se retoma desde el continuum
emoción-cognición. En este sentido, el artículo presenta el análisis de
la argumentación emocional utilizando varios modelos. En el discurso
normalista, la configuración de ´ser profesor´ constituye una forma de
resistencia a la concepción utilitarista, porque el profesor resiste para no
perder la dimensión humana en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
La presencia de la dimensión emotiva es constante en todo el corpus
discursivo analizado, y hay algunos matices que diferencian las maestras,
de los maestros.
El artículo de Alejandro Gutiérrez Espinosa, Tejiendo la Educación
Intercultural. Problemáticas y tensiones de la Universidad Intercultural
del Estado de México, tiene como objetivo analizar la propuesta
intercultural institucional, para contrastarla aposteriori con lo propuesto
por lo intercultural desde lo no-institucional, o alternativo. Para este
estudio, en primer lugar se analizan los antecedentes socio-históricopolítico-cultural y educativos de la universidad intercultural. En segundo
lugar, se abordan las prácticas educativas producidas en este contexto,
considerando las categorías de discurso, ideología, poder. En el modelo
operativo utilizado, se retoman las condiciones de producción, circulación,
recepción de los discursos, así como el análisis de las materialidades de
la ideología y del poder. El funcionamiento del poder y de la ideología
en las prácticas semiótico-discursivas analizadas produce muchas
contradicciones, tensiones, conflictos ya que se percibe la reproducción
de la ideología dominante, así como los mecanismos de exclusión.
54
El artículo de Eduardo Chávez Herrera, Mitopoiesis y los vínculos
animales entre los Wixaritari. Una aproximación zoosemiótica analiza los
vínculos entre los humanos y los animales en el grupo étnico Wixaritari,
desde la mitopoeisis y la zoosemiótica. El artículo considera tres tipos
de relaciones: 1) Relaciones humanos/animales en la vida cotidiana;
2) Interacciones entre humanos y animales en el mundo mitopoético;
3) Representaciones simbólicas de animales reflejadas en el arte. En el
texto se analiza el mito cosmogónico de este grupo, así como la relación
semiótica constrastiva entre el venado y el toro. El venado ocupa un
lugar central porque es fundador del ethos Wixarika. En este sentido, los
venados no pueden ser comprados o vendidos y solo pueden ser obtenidos
mediante la caza ritual. Además, el venado solo puede pertenecer a los
que se purifican, ayunan, peregrinan a los sitios sagrados. El concepto
de nierika, fundamental para este grupo, es analizado en sus complejos
sentidos polisémicos, que establecen un continuum semiótico que va
de los objetos iconográficos, como los textiles, los trabajos en chaquira,
hasta los elementos de la naturaleza como el sol y el peyote.
En el artículo de Rodrigo Ardissom de Souza, Aportes hacia
una cibersemiótica. Memética, mediación y reproductibilidad en el
ciberespacio el objetivo es analizar la cultura digital desde la complejidad
y la transdisciplina. Desde estas perspectivas, el autor procura proponer
modelos analíticos para la cibersemiótica, que implica considerar el
ciberespacio, la semiótica de las redes, los procesos comunicativos en
su carácter hiper-rápido y efímero. Para analizar la comunicación
contemporánea en los espacios virtualizados se recurre a varios campos,
como el de la imagen digital, la semiótica visual, la semiótica de la cultura,
la producción de los memes, como un ejemplo emblemático del mundo
virtual al que se enfrentan los sujetos. Los conceptos de hipermediación,
hipertextualidad son retomados para dar cuenta de la complejidad del
espacio digital sin territorio, lo que permite la confluencia de múltiples
sujetos, textos, lenguajes. Una heterogeneidad digital que imprime una
dinámica recursiva novedosa en las interacciones.
En la Sección IV, ‘Conflictos, Movimientos Sociales y Emoción’,
compuesta por 5 artículos, se analiza la dimensión emocional presente
en los distintos tipos y grados de movimientos sociales, como son, las
55
semiosferas de la protesta generadas por la desaparición forzada en
México, las rebeliones neozapatistas, la aesthesis decolonial producida
por el movimiento neozapatista, el acoso laboral, la publicidad y las
bebidas alcohólicas, la semiótica de la pixaçao.
El artículo de Karla Miguel Lara, Caminata y Luces por la ausencia
y la presencia. Desaparición forzada y emoción, tiene como objetivo
fundamental destacar la dimensión afectiva en contextos socioculturales. En el artículo, la autora aborda la triada: pensamientos,
acciones y emociones desde la compleja semiosfera de la protesta, para
analizar los complejos sentidos producidos en estos movimientos socioculturales. La semiosfera de la protesta contiene procesos semióticos
complejos porque se utilizan múltiples tipos de semiosis, como son: las
pancartas, las mantas, los colores, las músicas, los gritos, los cuerpos, los
escenarios dinámicos que se van produciendo. La marcha de protesta
emerge como una práctica semiótico-discursiva de demanda y de
protesta, ritualizada, comunicativa, polisémica y emotiva, que genera
una transdimensionalidad compleja. Los sujetos asumen una identidad
colectiva polimorfa, y se representan en la marcha los protagonistas y los
antagonistas, produciendo una semiótica de la escena polifónica.
En el artículo de Óscar García González, Neozapatismo y
Complejidad. Una aproximación conceptual, tiene como objetivo central
analizar este movimiento desde la complejidad. El autor caracteriza al
neozapatismo como un movimiento antisistémico, que procura explicar
y comprender en su diversidad, en sus paradojas y en sus etapas de
cambios significativos. El movimiento neozapatista es un bucle recursivo
que promueve la rebeldia y la resistencia con acciones que pueden parecer
contradictorias, como propone el autor: levantarse en armas para apelar a
elecciones libres , cuestionar al sistema político y demandarle reformas,
criticar a la democracia representativa y proponer una candidata para
las elecciones presidenciales. De acuerdo a la complejidad, es pertinente
caracterizar al neozapatismo como un sistema dinámico, en el cual la
retroalimentación y el comportamiento emergente explican este proceso
complejo. El autor enfatiza que con el comportamiento emergente el
neozapatismo lograr superar las derrotas y transformarlas en victorias,
como se ilustra en el artículo.
56
El artículo de Francisco De Parres Gómez, Continuum epistemológico
razón-emoción: Relación recursiva en la aesthesis decolonial, contiene
varias rutas analíticas porque se ubica desde la complejidad y la
transdisciplina. Desde esta posición epistemológica, retoma las ciencias
de la emoción para proponer la recursividad emoción-razón. Además,
recurre a las propuestas de la decolonialidad, para analizar la colonialidad
estética y poder abordar la producción de una aesthesis crítica decolonial,
que emerge de modo posible con el movimiento neozapatista. Con
la aesthesis crítica decolonial se logran superar las exclusiones de la
colonialidad estética que ha impuesto Occidente, y poder recuperar el
estatuto de las producciones artísticas de la otredad neozapatista. En los
festivales artísticos neozapatistas se instauran cronotopos peculiares,
en donde se cuestionan los cánones de belleza occidentales, así como
se buscan otras formas de expresión desde otras trincheras, como la
presencia del sujeto comunitario colectivo que produce de forma intra/
inter/trans subjetiva.
El artículo de Graciela Sánchez Guevara y Irene Sánchez Guevara,
Las emociones semiótico-discursivas ante el acoso laboral, tiene como
objetivos analizar el acoso laboral y las emociones que se producen.
En primer lugar, las autoras plantean que el espacio académicoadministrativo es un cronotopo violento, escenario donde diversos tipos
de sujetos agresores ejercen violencia sobre otros sujetos. En el análisis
se aborda la dimensión emocional, porque tanto en las acciones y las
emociones de los sujetos agresores, como en la de “los sujetos-objetivo”
se produce una doble pathemización. Después de trabajar con la categoría
de acoso laboral, se analizan los tipos de sujetos involucrados en esta
acción violenta. Además, se abordan las problemáticas relacionadas con
el mobbing, así como la semiótica de la emociones para profundizar en
las generadas en estas situaciones peculiares. Las emociones se activan
tanto en el victimario como en la víctima, y ambos quedan afectados
biológico-físico-psicológica-socioculturalmente.
En el artículo de Jorge Cantú Sánchez, Publicidad de bebidas
alcohólicas.Imaginario, Argumentación emocional, Persuasión, se
propone el análisis de los argumentos emocionales en estas publicidades,
así como los imaginarios que se producen y se reproducen. El modelo
operativo utilizado recurre a varias propuestas, ya que el autor busca
situarse en una perspectiva inter y transdisciplinaria: a la Argumentación
pictórica de Kjeldsen, a la Argumentación visual recurriendo a la Lógica
natural de Grize y a la Semiótica social visual de Kress y van Leeuwen.
Para la publicidad y la cultura de consumo, son fundamentales el uso de
todos los funcionamientos emocionales posibles para lograr la persuasión
y el consumo concreto de los productos, como son las bebidas alcohólicas.
El uso de las tres tendencias posibilitó un análisis más profundo de los
sentidos producidos en las publicidades, así como de las argumentaciones
utilizadas tanto en relación a las esquematizaciones argumentativas,
como en relación a las premisas y a los emtimemas visuales utilizados.
Un trabajo con buenos resultados analíticos.
El artículo de Marco Tulio Pedroza Amarrillas, La cultura urbana
alternativa graffitera. Semiótica de la pixação – Brasil, tiene como
objetivo nuclear analizar la cultura urbana graffitera como una cultura
alternativa, seleccionando para este trabajo la pixaçao, peculiar
producción semiótica de Brasil. La pixaçao y los pixadores se sitúan
desde la transgresión, desde la ilegalidad. El autor propone que la pixação
es un ritual que trasgrede la imagen visual de los espacios públicos de
muchas ciudades de Brasil. La estética de la pixação es transgresoramente
divergente a la estética hegemónica, lo que explica que sea una práctica
criminalizada. Utilizando posiciones epistemológicas transdisciplinarias,
se plantea que estas producciones semióticas son transculturales, con lo
cual se analizan las diferencias y las semejanzas de modo recursivo de
las distintas culturas graffiteras en el planeta. En el artículo también se
abordan las características de la identidad de los pixadores que pasan por
varias dimensiones, como la de la autoconcepción de ellos mismos, y de
sus prácticas artísticas.
Esperamos que la diversidad de trabajos impacte a los lectores, para
que se entienda que la percepción, el acercamiento y la comprensión
de los fenómenos socio-culturales-histórico-políticos son el resultado
de una aproximación y trabajo sistemático, de la generación de modelos
conceptuales y del análisis meticuloso de los eventos analizados.
Lo anterior permite abonar y generar una mayor riqueza teórica y
metodológica en la esfera de lo que se ha denominado investigación y
racionalidad científica.
58
SECCIÓN I
Dimensiones
de la emoción:
complejidad, tiempo y
memoria
CULTURAL LANGUAGES
AND VALUE OF
CHRONOTOPICAL ANALYSIS
Peeter Torop
University of Tartu, Estonia
peeter.torop@ut.ee
Resumen: Tiempo y espacio son dos parámetros analíticos importantes de la cultura
y de la investigación en la cultura, y el cronotopo es un parámetro sintético. El
punto de vista cronotópico apoya tanto la investigación textual como la cultural. El
análisis cronotópico es una forma de enriquecer las herramientas analíticas para una
comprensión más profunda de los textos en general, incluidos la literatura, el arte, el cine,
el teatro, el folclore, etc. Al mismo tiempo, el análisis cronotópico es una herramienta
complementaria y productiva para el análisis complejo de textos junto con herramientas
analíticas más tradicionales. El análisis cronotópico de la cultura puede ser una base para
la comprensión compleja de la cultura o para una teoría cronotópica de la cultura. El
análisis cronotópico nos brinda la posibilidad de sintetizar la semiótica de la cultura, la
metodología de la complejidad de la cultura y los métodos prácticos para unas ciencias de
la cultura y una cultura más profundas. La teoría cronotópica es una fuente importante
para el desarrollo de un metalenguaje universal para todas las humanidades.
Palabras clave: Tiempo, espacio, cronotopo, texto, cultura, Bakhtin, Lotman.
Abstract: Time and space are two main analytical parameters of culture and cultural research,
chronotope is a synthetical parameter. The chronotopical view supports both, textual and
cultural research. Chronotopical analysis is one way to enrich analytical tools for deeper
understanding of texts in general, included literature, art, film, theatre, folclore etc. In same
time chronotopical analysis is complementary tool and productive for complex analysis of
texts together with more traditional analytical tools. Chronotopical analysis of culture can be
a basis for complex understanding of culture or chronotopical theory of culture. Chronotopical
analysis gives possibility to synthesize semiotics of culture, methodology of complexity
of culture and practical methods for deeper culture and cultural sciences. Chronotopical
theory is important source for development universal metalanguage for all humanities.
Key words: Time, space, chronotope, text, culture, Bakhtin, Lotman
63
From cultural experience to cultural mediation
Based on the cultural environment, cultural experience depends
on, besides first-hand life experience, cultural memory techniques and
the way personal and collective memories, i.e. memories of the past,
are treated. On the other hand, cultural experience is what underpins
the formation and perception of cultural identity. If we look at cultural
experience on a more essential level, we will arrive at the notion of
cultural mediation (i.e. mediated culture).
Cultural mediation is an individual and collective capacity to interpret
the reality; the first-hand experience with mediation into ordinary
language and into various languages of culture and types of media, i.e.
into the languages of literature, film, theatre and art. Proficiency in
these notional languages of culture determines the method and level of
self-description, i.e. cultural auto-communication (See: Ojamaa, Torop
2015). Self-description that is based on immediate cultural experience
creates a balance between accepting (learning) culture and proficiency
in using culture (consumption, sharing, teaching). Such balance depends,
in turn, on the balance between the creation of culture and the languages
describing culture. Such balance is significantly affected by technological
changes in the cultural environment: from the digitalization of everyday
culture (digital TV, WWW etc.) to cultural polyglotism, including
improved foreign language skills, technical competence and digital
literacy.
Scheme 1. Culture from point of view of cultural experience.
64
In terms of process, culture is a system of communication and
mediation. This system is balanced if new messages conveyed within
culture are based on common or unambiguous cultural experiences. To
ensure a common cultural experience, it is important that visual and
audio-visual information is available in addition to verbal information.
For instance, identity researcher Anthony Smith has come to the
conclusion that the verbal sign-system used to describe history needs
to be supplemented by visual and audio-visual sign systems and that the
languages of history, literature, paintings and cinematography function
alongside each other (Smith 2000: 45). National history comprises a
hierarchy of sign systems, on the one hand, and the relation between
verbal, visual and audio-visual expression, on the other hand. In some
cultures, history painting or cinematic portrayal of history have been
rare for various reasons. If a visual sign-system is not part of the active
cultural experience, the visualisation of history may lead to unexpected
conflicts. It can be said that what is normal in the verbal sign-system may
become unacceptable or shocking when visualised.
From the perspective of human development in today’s world, it is
important that culture is coherent and sustainable. Both are closely related
to internal dialogue within culture and its relationship with the rest of the
world. Internal dialogue is based on cultural auto-communication, i.e. the
capacity of culture to give meaning to its components. Therefore, from
the perspective of cultural development it is important for the recipients
of culture to understand the languages in which culture is created. While
the desire to understand may be induced by a work of art itself, cultural
dialogue and understanding is promoted by interpreters, i.e. critical judges
of different areas of culture. However, this side of cultural mediation,
although important, has always been problematic.
Regarding new media, what comes to mind is the notion of ‘new
media literacy’, which has still not been introduced to traditional areas.
A common feature of the 21st century literary, art, music, theatre and
film criticisms is that the need for teaching and learning the basics of
criticism is recognised. This situation is, on the one hand, attributed to
the inadequate analytical capacity of criticism, insufficient understanding
of the methods, and a lack of ability to have a deep understanding of the
specifics of different areas of culture. Another reason is a decline in the
65
number of publications publishing criticism and thus offering feedback
as well as the overdependence of critics on the preferences and attitudes
of such publications. However, there is a common understanding in all
spheres of culture that the levels of making culture and analysing the
outcome are closely linked to each other and that both are essential to
culture.
Films are a source of not only printed texts, but also of various audiovisual or multimedia texts, such as blogs or short parodies. Two parallel
terms have emerged. Just as cultural processes have two directions – one,
which is shaped by the cultural policy and institutions and the other,
which is based on the creativity and self-expression of authors and teams
of authors – we can distinguish between transmedial and crossmedial
approaches to culture. A transmedial approach to culture means that the
same story is recycled by various types of mediums: a novel is adapted
to a film or a play, a comic or a computer game. While translation from
one medium into another is common in cultural history, in the context
of new media all texts created as a result of this process can be consumed
simultaneously. The result is a transmedial story world and digital reading
in which different media complement each other and enrich cultural
experience.
Such reading can be used in education. This will take us to crossmedial
cultural processes that are based on systematic use of different media
to convey messages to target groups in education, marketing or politics
(see: Saldre, Torop 2012). The technical possibilities provided by both
transmedia and crossmedia (treated as synonyms by some authors, but
not here) are universal and cross cultural borders.
Herein, the educating function of culture takes four forms: 1)
translation from one medium into another; 2) introduction of new or novel
languages of culture; 3) combining a cultural event with an educational
one in the marketing process; 4) the development of cultural literacy.
Interpreting becomes a very important factor in translation because,
unlike natural languages, unambiguous translation from one language of
culture to another (e.g. from verbal into visual) is not possible.
66
Visual and audio-visual mediation is the fastest but may cause
ambiguity or misunderstandings. The relation between the visual and
verbal interpretations of culture requires that account is taken of regional
(East vs. West), religious (Christianity vs. Islam), educational (rural vs.
urban; educated vs. less educated), etc. factors. On the one hand, this
requires a cultural policy strategy directed at minorities and at people’s
mass culture consumption patterns. On the other hand, understanding
culture and adapting to culture is facilitated by its links with the
international cultural experience.
Scheme 2. Culture from point of view of cultural mediation.
Constant criticism, with emphasis on education in particular, is
important for cultural literacy. Emphasis on education is an increasing
trend. Regarding conventional media, this is most apparent in
cinematography (see: Metzger 2007); while in relation to new media
literacy educational issues relate to digital humanities (see: Kress 2003,
Ho et al. 2011, Messaris 2012).
It is important to bear in mind that the analysis of cultural experience
and the creation of descriptive languages of culture are no longer a question
of one specific culture. Self-description of one culture is linked to selfdescriptions of other cultures, resulting in the interaction of identities.
Within cultures, each cultural minority creates their own identity and
constructs their own cultural memory. It is essential to know how these
67
identities adapt to the main culture: do they facilitate integration or
assimilation, segregation or marginalisation? Public analysis (in mass
media as well) of minority identities and educational influence are
important for cultural balance and internal dialogue.
The technological progress of culture, media culture moving to
the web and the spread of transmedia texts (fan fiction, parodies, etc.)
are the processes characteristic of an open world; participation in
these processes facilitates their use for the benefit of local culture. A
new element of cultural experience is the simultaneous conveyance of
messages by different media, mutually enhancing relations between them
and the use of such relations in cultural entertainment and education.
The consumption of culture and participatory culture are in a reciprocal
relationship.
When speaking about development in each sphere of culture we
reach the conclusion that the development of new languages of culture
and innovation should go hand in hand with the development of new
descriptive languages. The emergence of new languages of culture
requires the emergence of new descriptive languages.
Chronotopical analysis of texts
Culture-studying disciplines interweave on the level of methods and
the language of description; the boundaries between cultural philosophy,
cultural sociology, cultural studies and their sub-disciplines have become
blurred. As a result, we can interpret the same problems in terms of the
diversity of disciplines and methods, aspects of the object of study, or the
opinions of scholars.
Every culture functions as a whole with the basis for the parameter
of the whole lying in each culture’s autocommunicativity, which is a
cultural universal, together with the understanding of culture as a system
of education. Methodologically, this is related to the understanding of
the orientation of cultural mechanisms. One and the same culture can be
understood as the culture of a (nation) state or of smaller interest groups
who control and direct textual processes by controlling politics, ideology,
marketing, the school system and mass media.
68
Cultural experience is directly related to the way cultural languages
are cultivated in a given society during a given historical period, as the
richness of cultural languages is related to the growth in multiplicity and
richness of the cultural self-descriptive processes. Cultural experience
exists in the cultural environment and cultural processes that are the
main research objects of cultural disciplines: “Genetically speaking,
culture is built upon two primary languages. One of these is the natural
language used by humans in everyday communication.[…]The nature of
the second primary language is not quiet as clear. This language is the
structural model of space”(Lotman 1992:142). Lotman had in view first
of all textual space. But in a textual space is important also time. Time
and space are two main analytical parameters of culture and cultural
research, chronotope is a synthetical parameter. The chronotopical view
supports both, textual and cultural research.
After first being introduced in Mikhail Bakhtin’s works, chronotopical
analysis became particularly relevant again in connection with an interest
in intersemiotic analysis. The universality of this kind of analysis consists
in its independence from the material in the structuring of texts and in
making them comparable. Articulation and description of intersemiotic
translation of literature into film is facilitated by the concept of the
chronotope. Intersemiotic translation of literature into film can be
articulated and described more easily with the help of the concept of the
chronotope (Torop 2000, 2013).
Chronotopical analysis meets the requirements of intersemiosis and
enables a flexible description of same signs appearing at different levels
of a text (Osadnik 1994). And finally, chronotopical analysis is important
because of its anthropological aspect. For example, chronotopical levels
correspond to the anthropological description of an individual’s space:
psychological personal space, sociocultural lived space, and finally,
existential space, related to the perception of the Beyond (Etlin 1998).
So far, Bakhtin’s treatment of chronotope has been a complicated
topic for researchers as the scope of the term changed for Bakhtin over
time. Even Michael Holquist (1994: 109), one of the leading Bakhtin
scholars, has admitted that the concept of chronotope yields to analysis
with great difficulties. In principle, Bakhtin’s treatment of chronotope
69
can be divided into two: the local and the general understanding. The
one we are interested in, the general treatment, emerged as a kind of
conclusion only at the end of Bakhtin’s life, in the notes written in 19701971. In these, a definite attempt to create a methodological framework
for chronotopical analysis is visible: “Chronotopicality of thinking
(especially ancient). A viewpoint is chronotopical, i.e. it embraces both
the aspects of space and time. This is in direct relation with axiological
(hierarchical) viewpoint (attitude towards the high and the low). The
chronotope of a depicted event, the chronotope of the narrator, and the
chronotope of the author…” (Bakhtin 2002: 393).
Bakhtin’s discussions of the inclusion of any describable phenomena
in the sphere of the spatio-temporal and imaginative can be regarded as
general in nature: “[…]whatever these meanings turn out to be, in order
to enter our experience (which is social experience) they must take
on the form of a sign that is audible and visible for us (a hieroglyph, a
mathematical formula, a verbal or linguistic expression, a sketch, etc.).
Without such temporal-spatial expression, even abstract thought is
impossible. Consequently, every entry into the sphere of meanings is
accomplished only through the gates of the chronotope.” (Bakhtin 1981:
258).
Thus it could be said that in a chronotopical analysis it is optimal to
distinguish between three levels. The topographical chronotope is related
to the story, to the depiction of an event or a succession of events. The
psychological chronotope expresses the viewpoints of the characters, and
the metaphysical chronotope determines the text’s conception through
interrelating the different chronotopical levels. Since the chronotopical
levels are not related to the material of texts, this type of analysis is
especially suitable for the comparative analysis of texts made of different
substances.
It is also important to distinguish between the textual and the
intertextual aspects of (interdicursive, intermedial) chronotopical
analysis. The former presupposes the analysis of an individual text
proceeding from its chronotopical levels, and the latter is the analysis
of the imaginary text, the text’s cultural plurality. The second aspect
is present also in Bakhtin’s disquisitions: “The work and the world
70
represented in it enter the real world and enrich it, and the real world
enters the work and its world as part of the process of its creation, as well
as part of its subsequent life, in a continual renewing of the work through
the creative perception of listeners and readers. Of course this process
of exchange is itself chronotopic […]We might even speak of a special
creative chronotope inside which this exchange between work and life
occurs, and which constitutes the distinctive life of the work.” (Bakhtin
1981: 254).
First, a question can be posed about the topographical chronotope,
that is, how we see the reality depicted in the text. The second question
concerns the markedness or unmarkedness of the characters’ viewpoints,
that is, the peculiarity of the psychological chronotope. The third question
concerns the manner of the realization of the author’s conception, or the
creation of a new conception on the level of the metaphysical chronotope.
The fourth question is related to the possible world of the interpretation
of the text version, the text as the result of the author’s sociocultural
behaviour on the level of the creative chronotope. It is significant that we
can raise the question of ideology on every level. The verbal, visual and
auditory sign systems can work in the framework of a single ideology, yet
they can also be subjected to different ideologies and create an ideological
re-orientation, ideological polyphony or ambivalence of the message.
Scheme 3. Chronotopical levels of text and sphere of semiotization.
71
Every text has implicit or explicit coexistence of the word and the
picture, or narrative and performance. The basic semiotic binarities in
defining montage mechanisms are discreteness and continuity on the
level of language, textuality and processuality on the level of text, and
narrativity and performativity on the level of semiosphere. Chronotopical
levels constitute differences what exist in texts between the topographical
storyworld as a reality, the individual worlds or subjectivity of the
perception of the world by participants in events, and the conceptual
world or authorial synthesis of all aspects of text. The contact between
the vertical and horizontal levels is a sphere of semiotization and
semantization.
Semiotization and semantization mean that on the topographical
level of chronotope storyworld is in same time the world of signs – things,
names, situations, behaviour. On the psychological level of chronotope
inneworld is the world of semiotic states, thoughts, words of heroes and
on the metaphysical level of chronotope conceptual world is the world
of hypertheme of the author. Chronotopical analysis approximates us to
complex understanding on text an its meaning generating mechanism.
The First World War disrupted his plan, but the model became the place
in the fairy tale where “the baby son of a king is rescued by his nurse when his
father is killed by a rival. When the boy grows up, he kills a dragon, rescues a
maiden, and reclaims his kingdom, to initiate a reign of love and happiness”
(https://en.m.wikipedia.org/wiki/Life_Is_a_Bed_of_Roses).
Chronotopic analysis does not equate to the comparison of analyses
of time and space. A chronotope as a space-time must add something
new. A great example is “La vie est un roman” (“Life is a novel”), a 1983
French film directed by Alain Resnais. It is based on a conditional flow of
three separate timelines. The events take place in the Forest of Ardennes.
In 1914, Count Forbek announced to his friends his plan to build a castle,
a “temple of happiness” and showcased them the model of it:
72
73
When the castle was completed in 1920, Forbek invited all his friends
to participate in an experiment in which their present discontents and
all their memories would be wiped away by drinking a potion, and they
would be reborn as new people, re-educated to live in perfect harmony.
In the fairy tale world of “Life is a novel” love and happiness were
possible. The “temple of happiness“ didn’t make people happy in 1920.
The same happened with the conference in the 1980s. The title of the
film is “Life is a novel”. The historical world was ambiguous and in
the end of the film both adults and children create a contradiction by
repeating the title in an opposite way (in English subtitles, the French
“roman” is translated as “fairy tale”).
Forbek also used this potion to kill his rival in a love triangle).
In 1980s, the same castle was the venue for an interdisciplinary
educational conference dedicated to the issues of how the next
generation should be educated. No concord was reached by the end of
the conference.
74
75
Three parallel stories direct the spectators from an unambiguous title
to an ambiguous interpretation of the title. The value of chronotopical
construction in this example is in conceptualising the film as one
ambiguous story about possibilities of love and happiness.
Before this film was made, Alain Resnais used a very simple
chronotopical conception in “Mon oncle d’Amérique”(“My American
Uncle” 1980). He showed three lives from childhood to critical situations
in adulthood and as parallel to that the evolution and adaptation in
nature. The purpose was to show similarity between people and animals
in nature. These cases were commented by scientist theoretically in
general and on the basis of laboratory experiments:
As a result, four universal types of behaviour were formulated and
illustrated: 1) consumption behaviour at its simplest, which seeks to
fulfill the fundamental needs - eating, drinking, copulating; 2) escape
behaviour; 3) combat behaviour; 4) inhibition behaviour.
76
77
A more developed chronotopical construction was used in the last
filmic adaptation of L.Tolstoy’s novel, “Anna Karenina” (Joe Wright,
2012). The beginning of this adaptation is theatrical:
The curtain gives first information about time, place and conditionality.
After the beginning, the spectators wait for a theatricalized adaptation of
the novel, more performance than storytelling. The first episode supports
this expectation. The shaving on the stage gives a key for understanding
conditionality not only in space but also in body language and behaviour.
The next episodes show that the stage is not the only important element
in conditional (theatrical) transforming of space, but the whole theatre
is involved.
Conditionality is expressed also in proportions. For example, there
is a big similarity between a toy and a real train. The suicide of Anna
Karenina is also very theatrical due to unreal proportions of the train. At
the same time, of course, it was very symbolic.
Music and the general dance-like movement of the actors are also
important features of this film. Ballroom dancing is historical from the
costumes’ perspective. The costumes are the most historically coherent
level in this film. In some years, Jacqueline Durran won 11 different
awards for best costume design, included an Academy Award (Óscar).
78
79
However, the dances in this film were not historical. On one side, dancing
is a performance of original body language and is the same for streets and
ballrooms.
From the other side, dancing is a tool of cinematographic storytelling
and a complex of social and psychological communication. At the same
event, people can be alone and a part of a collective. Effective device
is spatial montage, for example for visualization of memories Anna
Karenina. Furthermore, still images are used on the background for
accentuating moving images on the foreground.
Last shots of the film are symbolic as the meeting of culture (theatre)
and nature and the influence of nature to conditional urban world. The
daughter, the son and the husband of Anna Karenina are on the green
meadow. It is a big change. However, this meadow is not natural nature.
It is a new conditionality as a meadow on the stage.
The theatre is an artificial world of Anna Karenina, high society and
all urban people. At the same time, there exists another world – a natural
world with real nature, natural behaviour, thinking and manual work.
That is the world of Konstantin Levin.
The artificial world and movement on the stage are both conceptual
dominants of J.Wright’s “Anna Karenina”. Conceptualization of these
dominants is based on the intertextuality and intermediality. For Tolstoy,
the contradiction between urban and rural and artificial and natural
80
81
life was very important. From an intertextual perspective film “Anna
Karenina” has a dialog with O. Figes’ book “Natasha’s dance: a cultural
history of Russia”(2002). And on the backgorund is useful to know
also about ironical performing of Russian intellectual life in “Russian”
dramas of screenwriter of “Anna Karenina” Tom Stoppard. Natasha was
a highborn heroine from the previous novel of Tolstoy, “War and Peace”,
who in one scene improvised a national dance like a peasant woman. It
was an expression of deep russianism.
In “Anna Karenina”, dancing is a part of European habits of Russian
high society. This binarity was accentuated by Figes: “For European
Russians, there were two very different modes of personal behaviour. In
the salons and the ballrooms of St Petersburg, at court or in the theatre,
they were very ’comme il faut’ : they performed their European manners
almost like actors on a public stage” (Figes 2002: XXXII). The other
mode was Natasha’s dance. Figes accentuated the conflict between these
two modes: “The European Russian had a split identity. His mind was a
state divided into two. On one level he was conscious of acting out his
life according to prescribed European conventions; yet on another plane
his inner life was swayed by Russian customs and sensibilities” [...] “But
generally speaking, the European Russian was a ‘European’ on the public
stage and a ‘Russian’ in those moments of his private life when, without
even thinking, he did things in a way that only Russians did” (Figes 2002:
44-45). It was the socio-historical aspect of dancing.
The intermediality of “Anna Karenina” accentuates a symbiosis of
dancing, dance like movements and music as dialog between the film and
ballet. It is the aesthetic aspect of dance(ing) that gives coherence to the
film. The music and body language of “Anna Karenina” are interpretable
as allusions to the Soviet film-ballet “Anyuta” (1982, Alexandr Belinsky,
Vladimir Vasiliev). The music of Valery Gavrilin and the choreography
of Vladimir Vasiliev made this ballet popular. The plot is based on Anton
Chekhov’s story “Anna on the Neck” and has similarities with the plot
of Tolstoy’s novel. Another similarity is the decription of bureaucratic
“paperwork as the soul of Russia”. The bureaucratic “corps de ballet” is
comparable in both films like many other motives.
82
From semiotic point of view “Anna Karenina” is filmic text. Text is in
semiotics of culture complex notion. Text as a whole comes into being in
the point of contact of inner- and outertextual relations. It means that text
is ternary whole: 1) it made from some material (like language is material
of literature) 2) used in very specific way (style) 3) in some culturalhistorical context (author’s worldview, influences, biography etc). Like
“Anna Karenina” is filmic adaptation of the literary text transformed into
musical performance in new media age (using computer animation and
spatial montage). From point of view of material it is filmic adaptation,
from point of view of text it is transforming verbal story into musical
performance (using stage on the screen) and from point of view of
context it is contemporary work of art and experimental interpretation of
Tolstoy’s novel. In result we can see difference between three meanings:
subtextual, textual and functional. Meanings base on the structure of
material, text and work. Structure is hierarchical phenomenon and every
hierarchy bases on the dominant. Structure of text interpretable from
one side comparatively with structure of material (material dominant)
and structure of work (functional dominant). From other side structure
of text is analytically describable as compositional (exposition, rising
action, climax, falling action, resolution etc), architectonical (title,
epigraph, prologue, chapters, epilogue, etc.) or narrative (plot, story).
The last level is poetics of text or conceptual artistic whole. Poetics basis
on textual and intertextual specificity and proceeds from conceptual
value of structural features of text (scheme 4).
83
Scheme of chronotopical system is an attempt to synthesize especially
fragments about chronotope on the single pages. Programmatic work of
Bakhtin about chronotope “Forms of time and of the chronotope in the
novel” was mainly written in 1937-1938, in 1970-1971 among different
notes exist some valuable notes for developing conception of chronotope,
“Concluding remarks” were written in 1973 and from same time exist a
collection of fragments on single pages about chronotope. This work was
published posthumously.
Scheme 4. Complexity of text.
This scheme describes construction of text. For deeper understanding
poetics and artistic thinking of author is important to see in the
construction of text not only organized space but also system of realities
(worlds). Semiotization as universal meaning generation described on
the scheme 3. But chronotopical levels are also hierarchically organized
and dominants can be in time, space or timespace (chronotope). That is
a reason why for holistic view to text through chronotopical system is so
important elementary typology of time and space as part of chronotopical
system (scheme 5).
Scheme 5. Chronotopical System
84
Not only structural description of a text can be compositional or
architectonical. Bakhtin used same logic in case of chronotope: “It
is important to differenciate architectonic time (chronotope) and
compositional time of story or image. Assembly and interference of
these times”(Bakhtin 2012:506). Chronotope becomes a tool of holistic
analysis of text: “World (chronotope) as environment of characters
and world (chronotope) as horizon of the author” (Bakhtin 2012:506).
Chronotopical system is a toolbox for deeper understanding individual
poetics of authors and holistic analysis of texts. Textual structure and
chronotopical structure are two analytical parameters of specificity of
artistic texts. General importance of using chronotopical analysis was
accentuated by Bakhtin in different parts of his work: “We cannot help
but be strongly impressed by the representational importance of the
chronotope”.
Time becomes, in effect, palpable and visible; the chronotope makes
narrative events concrete, makes them take on flesh, causes blood to flow
in their veins. An event can be communicated, it becomes information,
one can give precise data on the place and time of its occurrence. “[...]
Thus the chronotope, functioning as the primary means for materializing
time in space, emerges as a center for concretizing representation, as a
force giving body to the entire novel. All the novel’s abstract elements—
philosophical and social generalizations, ideas, analyses of cause and
effect—gravitate toward the chronotope and through it take on flesh and
blood, permitting the imaging power of art to do its work. Such is the
representational significance of the chronotope” (Bakhtin 1981:250).
Other important aspect of using chronotopical analysis is analysability
of authorship:
85
The author-creator moves freely in his own time: he can begin his story
at the end, in the middle, or at any moment of the events represented
without violating the objective course of time in the event he describes.
Here we get a sharp distinction between representing and represented
time. But a more general question arises: from what temporal and spatial
point of view does the author look upon the events that he describes?
[...] The represented world, however realistic and truthful, can never
be chronotopically identical with the real world it represents, where
the author and creator of the literary work is to be found. That is why
the term “image of the author” seems to me so inadequate: everything
that becomes an image in the literary work, and consequently enters
its chronotopes, is a created thing and not a force that itself creates.
The “image of the author”—if we are to understand by that the authorcreator— is a contradiction in terms,- every image -is a created, and not
a creating, thing (Bakhtin 1981:255-256).
In history of literature already exist conceptions of theatricality or
pictoriality of literary texts and authorial styles. For Sergey Eisenstein
cinematographic montage was first used in literary texts (Tolstoy, Zola
a.o.). But this montage was understood mostly as narrative and temporal.
Bakhtin’s conception of chronotopes was prediction of new type of
montage. Only at the beginning of 21st century this type of montage was
conceptualized by Lev Manovich:
life of high society (from space to body language). The contrary of this
world is life in countryside and manual work. Binarity of these worlds
is basic contrast on the level of topographic chronotope. On the level of
psychological chronotope Anna Karenina described as dynamic person
in static community. In pursuit of love and meaning of life she is alone.
For showing that in film was used movement of Anna between still
images of people. On this level exists contrast between dynamic (Anna,
Levin) and static heroes and heroins. Metaphysical chronotope or level
of conceptualization of film represents contrast and conflict between
Anna and society, urban and rural, artificial and genuine life. Result of
this dialog is some compromise, influence of genuine life to artificial
world is represented with meadow on the stage in the final episode of
film. Different tools of artistic conditionality (stage, wrong proportions
of things, artificial scenes etc) support this conception. Short overview
of chronotopical structure of “Anna Karenina”, look on the scheme 6:
Twentieth-century film practice has elaborated complex techniques of
montage with different images replacing each other in time, but the
possibility of what can be called a “spatial montage” of simultaneously
coexisting images has not been explored as systematically (Manovich
2001:323).
In context of this article is important to accentuate complementarity
of temporal, spatial and chronotopical montage (exist also other
possibilities for using chronotope for studies of films: Alexander 2007,
Keunen 2010). And also complementarity of narrative (on the level of
story) and pictorial (on the level of one take and visible on the screen in
case of film) montage.
Every film used in this article bases on the different hierarchy
of chronotopes. Film “Anna Karenina” is simultaneously story and
performance. Film has original artistic conditionality in description of
86
Scheme 6. Chronotopical structure of “Anna Karenina”.
Dominant of Alain Resnais’ “La vie est un roman” (“Life is a novel”)
is space. On every chronotopical level events happen in the same building
but in different time. Love and happiness as purpose of activities were
impossible in historical and contemporary time. They were possible
87
only in achronical world of fairy tale. This world was described as very
conditional but in same time as very close to contemporary world. In
result in the final episode Resnais accentuates ambiguity and repeats title
of the film in affirmative and negative form. Life is a novel and life is
not a novel and may be life is fairy tale – this ambiguity of attitudes is
conceptual for Resnais.
Resnais’ other film “Mon oncle d’Amérique”(“My American Uncle”)
presents on the level of topographical chronotope three biographical
stories of different people. On the level of psychological chronotope
spectator is a witness of three different types of behaviour, adapatation
to changes and reactions to difficulties. On the level of metaphysical
chronotope Resnais uses comments of scientist and shows different
episodes with animals for explanation universalism of problems of
adaptation. From point of view of mechanisms of behaviour people and
animals are similar. For spectators this film was very simple because all
conceptual tools were explicit.
Chronotopical analysis is one way to enrich analytical tools for deeper
understanding of texts in general, included literature, art, film, theatre,
folclore etc. In same time chronotopical analysis is complementary
tool and productive for complex analysis of texts together with more
traditional analytical tools.
From chronotopical analysis of texts to chronotopical
theory of culture
On higher methodological level there is possible to change the notion
of textual chronotope to cultural chronotope. Then we can characterize
culture on the level of topographical chronotope as environment, on
the level of psychological chronotope as self-description and on the
level of metaphysical chronotope as conceptual description. On the all
levels is important effort between cultural synchrony and diachrony.
Chronotopical analysis of culture can be a basis for complex understanding
of culture or chronotopical theory of culture.
88
Scheme 7. Chronotopical theory of culture.
Environment, experience and models are key notions of
chronotopical theory. Value of chronotopical theory of culture basis on
it transdiciplinary nature. Transdisciplinarity can be perceived as an
attempt to transcend the diversity (heterogeneity) of both the object of
study and relevant disciplines and achieve a balance in the integration
of knowledge products and in the integration of knowledge processes.
Of course, this balance presupposes answers to the questions, which
disciplines are to be integrated, why and how it is to be done, when it
will be done, who will do it and where the integrated knowledge can be
applied (Sage 2000: 248).
Whereas in the interdisciplinary field integrated knowledge is based
on the shared part of the disciplines and thus also, at least partially,
on interference, in the transdisciplinary field the disciplines preserve
their identity and the integration process consists of the creation of a
complementary synthesising framework. In general the synthesising
framework depends on the aims of the research and consequently the role
of disciplines may change in the integration process. Transdisciplinary
potential of Bakhtinian conception of chronotope was mentioned earlier:
89
“Time–space and chronotope meet, conceptually and metaphorically, in
a common epistemological field that has selected as a basic problem the
human determination of knowledge, which includes the debate over the
universal and the particular, absolute and relative, fact and discourse, what
can be demonstrated and what can be imagined. The thought of Einstein
and of Bakhtin share, even though in different senses, the tension between
the acceptance of a human scale for knowledge – in which its historicity
is primary, to which the limitations and potentialities that ground it in
a specific context are connected – and the transposition of this scale,
the search for which is beyond the human capacity for perception and
conception” (Brandão 2006: 134).
Chronotopical analysis gives possibility to synthesize semiotics of
culture, methodology of complexity of culture and practical methods for
deeper understanding both, culture and cultural sciences.
REFERENCES
Alexander, L. 2007. Storytelling
in Time and Space: Studies in the
Chronotope and Narrative Logic
on Screen. JNT: Journal of Narrative
Theory, 37:1, 27–64.
Bakhtin, M. 1981. Forms of
Time and of the Chronotope in the
Novel. In: M. Bakhtin. The Dialogic
Imagination. Four Essays. Austin:
University of Texas Press, 84-258.
Bakhtin, M. 2002. Rabochie zapisi
1960 – nachala 1970 godov (Notes
from 1960s – beginning 1970s).
M.Bakhtin. Sobranie sochinenii v 7
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Country: United Kingdom &
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EL CRONOTOPO DE BAJTÍN
EN ANTROPOLOGÍA
José Alejos García
Universidad Nacional Autónoma de México
jalejosg@hotmail.com
Resumen: El pensamiento dialógico de Mijaíl Bajtín ha contribuido significativamente al
desarrollo de la teoría y la investigación antropológicas de las últimas décadas. El objetivo de
este artículo consiste en el análisis del concepto de cronotopo formulado por este pensador, de
la manera como él lo empleó para el análisis literario, pero también como un concepto central
de su antropología filosófica. Esto nos permitirá fundamentar la importancia de este concepto
y visualizar las posibilidades de su adecuación para el campo de la antropología. A manera de
ilustración, se examina un caso etnográfico que muestra la relevancia del cronotopo para el
análisis y la comprensión de fenómenos espacio-temporales en contextos mitológico-rituales.
Palabras clave: Mijaíl Bajtín, teoría literaria, cronotopo, antropología, mitología.
Abstract: The dialogic thought of Mikhail Bakhtin has contributed significantly to the
development of anthropological theory and research of recent decades. The objective of this
article consists in the analysis of the chronotope concept formulated by this thinker, the way
he used it for literary analysis, and also as a central concept of his philosophical anthropology.
This will allow us to establish the foundations of the importance of this concept and visualize
the possibilities of its adaptation for the field of anthropology. By way of illustration, an
ethnographic case is examined and shows the relevance of chronotope for the analysis
and understanding of spatio-temporal phenomena in mythological-and-ritual contexts.
Keywords: Mijail Bajtín, literary theory, chronotope, anthropology, mythology.
93
INTRODUCCIÓN
La entrada completa en la esfera de los sentidos sólo se
efectúa a través de la puerta de los cronotopos
(Bajtín 1989: 408)
La concepción dialógica del lenguaje, de la cultura y de la vida social
del eminente filósofo ruso Mijaíl Bajtín ha tenido una profunda influencia
en el pensamiento social y humanístico de las últimas décadas, sobre
todo a partir de la traducción y difusión de su obra y la de sus colegas
adscritos al llamado Círculo Bajtín (Holquist 1981, Morson y Emerson
1990, Todorov 1981). Sería una tarea enorme y demasiado compleja
tratar de evaluar los impactos de su obra, pues además de lo que es posible
documentar, muchas de estas repercusiones se encuentran en proceso y
sólo podrán valorarse en la perspectiva del “Gran tiempo” bajtiniano. Pero
sí podemos decir, retomando una célebre metáfora de Lotman, que nos
encontramos ante una “explosión” del fenómeno Bajtín, y que sus ondas
empiezan a expandirse en diversos ámbitos intelectuales y artísticos1. En
tal sentido, habría que reconocer como parte de esta onda expansiva la
enorme influencia de Bajtín en la semiótica de la cultura desarrollada por
Lotman (1996, 2009)2.
Muchos han sido los conceptos bajtinianos que fueron incorporados
profusamente en el discurso científico social contemporáneo. Baste citar
al dialogismo, la polifonía, la heteroglosia, el cronotopo y su concepto
mismo de discurso y enunciado. Sus teorías ética, estética, metalingüística
y del carnaval, entre las principales, dan cuenta de la riqueza de la
propuesta conceptual de Bajtín y su Círculo. En todo caso, la recepción
de las ideas bajtinianas se ha convertido en un importante problema
hermenéutico, ideológico y político, como bien lo ha mostrado Bubnova
(1990).
1
Un buen indicador de esta “ explosión ” lo representan los estudios publicados en revistas electrónicas
como Macabéa. Bakhtiniana, Criterios y Entretextos, así como las publicaciones y actividades organizadas por el
Bakhtin Centre de la Universidad de Sheffield y las numerosas ponencias presentadas en los quince Congresos Internacionales que se han dedicado hasta el presente a la obra del eminente filósofo.
2
Ésta asimilación de conceptos bajtinianos puede verse en su obra La semiosfera (1996). Véase también el
artículo de De Michiel (1997) dedicado al tema.
94
Desde su recepción en Occidente, el pensamiento de Bajtín se ha
convertido en un referente indispensable de los estudios literarios
así como de otros campos de estudios. En tal sentido, la inclusión del
concepto de cronotopo es más reciente y ha cobrado un interés especial,
aunque ya con anterioridad había recibido cierta atención por parte de
los investigadores, tanto de los estudios literarios como de otros campos
de las humanidades:
Desde que los estudiosos occidentales se familiarizaron con sus
escritos en las décadas de 1970 y 1980, el erudito ruso Mikhail Bakhtin
ha sido una figura indispensable en la teoría literaria y en una serie de
disciplinas relacionadas con las humanidades. Sin embargo, no fue sino
aproximadamente después de una década que su concepto de cronotopo
literario, una de las nociones clave para entender el pensamiento
bakhtiniano sobre la forma narrativa y la evolución, comenzó a recibir
atención académica sistemática (Bemong y Borghart 2010: 3)
En su artículo dedicado a ponderar los alcances del cronotopo de
Bajtín en la investigación humanística, los autores de la cita anterior
identifican a Kant y Einstein como las fuentes principales que permitieron
a Bajtín desarrollar este concepto. Del primero, retomando tiempo y
espacio como dos categorías fundamentales mediante las cuales los seres
humanos percibimos y estructuramos el mundo, y por lo tanto, como
“formas indispensables de cognición”. Del segundo, incorporando el
principio de relatividad contenido en la relación entre espacio y tiempo,
para proponer al tiempo como una “cuarta dimensión del espacio”, cuya
importancia es de tal magnitud, que llevó a Bajtín a formular al cronotopo
como una instancia determinante de los géneros en literatura y en la
cultura en general. De acuerdo a la definición del propio filósofo:
En el cronotopo artístico literario, los indicadores espaciales y
temporales se fusionan en un todo concreto cuidadosamente pensado.
El tiempo, por así decirlo, se engrosa, adquiere carne, se vuelve
artísticamente visible; asimismo, el espacio se carga y responde a los
movimientos del tiempo, la trama y la historia. La intersección de ejes
y la fusión de indicadores caracteriza el cronotopo artístico (Bajtín,
citado en Bemong y Borghart 2010: 4).
Podríamos agregar que otra fuente muy importante de Bajtín sobre
este concepto proviene de Goethe, a cuya obra dedicó un detenido
95
estudio3, reconociendo en su obra el desarrollo de una visión histórica y
realista de la relación del tiempo con el espacio en el mundo natural y en
la cultura, una plena visión cronotópica: “En el mundo de Goethe todo es
tiempo-espacio, el auténtico cronotopo” (Bajtín 1982: 235).
Saber ver el tiempo, saber leer el tiempo en la totalidad espacial del mundo
y, por otra parte percibir de qué manera el espacio se llena no como un
fondo inmóvil, como algo dado de una vez y para siempre, sino como
una totalidad en el proceso de generación, como un acontecimiento:
se trata de saber leer los indicios del transcurso del tiempo en todo,
comenzando por la naturaleza y terminado por las costumbres e ideas
de los hombres …Una de las cumbres de la visión del tiempo histórico
fue alcanzada, en la literatura universal, por Goethe (Bajtín 1982: 216217).
Esa asimilación de los conceptos bajtinianos a la que me he referido
también ha ocurrido en las ciencias antropológicas4, aunque en particular
podemos decir que el cronotopo ha recibido poca atención. Es en ese
sentido que este artículo busca mostrar su importancia teórica para la
investigación, a la vez de plantear una propuesta concreta de aplicación
en el campo de los estudios mitológicos.
La complejidad misma del cronotopo, tanto la que se encuentra
presente en la obra misma de Bajtín como en el tratamiento que el
mismo ha recibido de parte de investigadores posteriores5, me obliga
a delimitar un enfoque y adoptar un punto de vista particular a través
del cual acercarme al concepto y a su potencial aplicabilidad para el
campo antropológico. De esta manera, he elegido enmarcar el análisis
del cronotopo bajtiniano ubicándolo en el problema de la relatividad del
sentido, un tema que por cierto marcó el pensamiento y obra de nuestro
filósofo, y que me parece clave para la comprensión de éste y de otros
conceptos contenidos en su vasta obra.
3
Véase en particular el apartado “Tiempo y espacio en las novelas de Goethe”, en Bajtín (1982: 216-247).
4
Véase, por ejemplo, la influencia de los conceptos bajtinianos en la antropología posmoderna [Clifford
y Marcus (1986), Reynoso (2003), Tedlock y Mannheim (1995)]. Para la antropología en México, ver Alejos García
(1997, 2005), Coronado y Hodge (1998), García Rodríguez (2012), Machuca Ramírez (1990), Sánchez Jiménez
(2014).
5
Véase, por ejemplo, las aplicaciones de Bemong et al. (2010). Holquist (2010), Petrilli (1990), Wall (1990),
entre otros.
96
EL PROBLEMA FILOSÓFICO DEL SENTIDO
Tiempo y espacio en el cronotopo nunca están
divorciados de un tiempo particular o de un espacio
específico
(Holquist 2010: 31)
Bajtín, al igual que otros pensadores de principios del siglo XX,
fueron partícipes de un movimiento crítico radical en contra del
positivismo como paradigma científico y contribuyeron activamente al
cuestionamiento de esa doctrina. Pero el ocaso de los postulados y de las
certidumbres planteadas por el positivismo abría enormes interrogantes
no sólo respecto a este último, sino respecto a los paradigmas sostenidos
por diversas disciplinas científicas, las cuales trataron de dar respuestas
a los cuestionamientos desde diversos horizontes teóricos6. Uno de los
cuestionamientos más fuertes se produjo con el advenimiento de la
teoría de la relatividad, postulada por Albert Einstein. El principio de la
relatividad, llevado al campo de las ciencias humanísticas, especialmente
de las disciplinas dedicadas al estudio del lenguaje y la cultura, rompía
con la certidumbre de la significación en la comunicación lingüística,
abriéndola justamente a la relatividad del significado de las palabras. Uno
de los problemas planteados por este revelador principio consistía en que,
llevado a sus extremos, podía conducir a un relativismo ad infinitum, que
impediría cualquier posibilidad de generalización científica y cualquier
intento por determinar el significado en el lenguaje. Algo similar
ocurrió en el campo de la antropología con la corriente conocida como
relativismo cultural, al plantear la diferencia absoluta entre las culturas
y la imposibilidad de conocer y dar cuenta de las diversas culturas desde
el horizonte cultural propio del investigador. Esta alteridad insalvable se
encontraría manifiesta justamente en las diferencias entre un lenguaje y
otro, y en las percepciones del mundo determinadas por cada lenguaje
particular.
La filosofía del lenguaje de Bajtín se orienta justamente a dar
respuesta a este nuevo paradigma relativista, generando un cuerpo
6
Véase Alejos García (2005), sobre las filosofías del lenguaje de Wittgenstein y Bajtín con respecto a la
relatividad del sentido en el lenguaje.
97
conceptual que permite el reconocimiento de la relatividad, en este caso,
cultural, pero anclando las realidades al mundo de lo concreto, es decir, al
plano fenomenológico, en donde lo relativo se vuelve concreto, definido,
y adquiere un sentido específico. Es en este movimiento de lo relativo
a lo concreto donde se ubican sus conceptos del género discursivo y
del cronotopo, entre otros. De entrada, Bajtín plantea una importante
distinción entre significado y sentido, reconociendo de esta manera el
problema de la relatividad en la comunicación lingüística. Esta distinción
se encuentra en el contraste entre la oración y el enunciado. En la primera
las palabras “significan” y tienen un potencial de sentido, que se concreta
cuando son expresadas por un hablante mediante el enunciado7.
Asimismo, la formulación de una teoría metalingüística8 permite a
Bajtín superar el problema de la relatividad en el lenguaje, partiendo del
principio dialógico fundamental de la comunicación humana, así como
del anclaje de los actos concretos de enunciación a géneros discursivos y
esferas de praxis específicos, que permiten dar una “estabilidad de sentido”
a los actos comunicativos. Pero por otro lado, excluye la posibilidad de un
sentido en sí mismo, encapsulado en las palabras mismas, ya que estas
palabras en la vida real son actos dialógicos, que siempre “responden” a
enunciados previos y se anticipan a las futuras respuestas. La naturaleza
dialógica de la comunicación es justamente lo que permite definir el
sentido de los enunciados:
El sentido posee carácter de respuesta. El sentido siempre contesta
ciertas preguntas. Aquello que no contesta a nada se nos representa como
algo sin sentido, como algo sacado del diálogo. Sentido y significado.
El significado está excluido del diálogo de una manera arbitraria, está
abstraído convencionalmente del diálogo. En el significado existe una
potencialidad del sentido …No puede haber un “sentido en sí”, porque
un sentido existe tan sólo para un otro sentido, es decir, sólo existe
junto a él. No puede haber un sentido único. Por eso no puede haber
ni sentido primero ni último, un sentido siempre se ubica entre otros
sentidos, representa un eslabón en una cadena de sentidos, la cual es la
única que en su totalidad puede ser real (Bajtín 1982: 368).
7
Un análisis profundo de las distinciones entre lingüística y metalingüística, oración y enunciado, y significado y sentido, se encuentra en el capítulo “El problema de los géneros discursivos” (Bajtín 1982: 248-293).
En cuanto a los géneros discursivos, como ya lo señalé, Bajtín plantea
que todo enunciado se produce al interior de un ambiente comunicativo
estructurado por “géneros” que son dados al hablante, y que pertenecen
a esferas específicas de la cultura. Así, se postula una relación intrínseca
entre el aspecto verbal del enunciado y sus aspectos extraverbales:
ambos forman una unidad indisoluble. Es así como la relatividad de la
significación lingüística, al anclarla a la realidad social, se vuelve una
realidad concreta, llena de sentido y definible espacio-temporalmente:
El uso de la lengua se lleva a cabo en forma de enunciados (orales y
escritos) concretos y singulares que pertenecen a los participantes
de una u otra esfera de la praxis humana …cada esfera del uso de la
lengua elabora sus tipos relativamente estables de enunciados, a los que
denominamos géneros discursivos …en cada esfera de la praxis existe
todo un repertorio de géneros discursivos que se diferencia y crece a
medida de que se desarrolla y se complica la esfera misma (Bajtín 1982:
248).
EL CRONOTOPO EN BAJTÍN
Otro concepto de Bajtín destinado a resolver el problema de la
relatividad es el cronotopo, es decir, la concepción teórica de la relación
espacio-temporal como un principio para el entendimiento ya no sólo
del mundo natural, sino del mundo de la cultura. Como el mismo filósofo
advierte, la idea la toma prestada de la teoría de la relatividad de Einstein,
para aplicarla al estudio de la cultura, específicamente al campo de los
estudios literarios, donde se plantea como el principio a partir del cual
se definen los géneros literarios. De esta manera, como argumenta Tarvi,
Bajtín conecta los conceptos de género discursivo y cronotopo.
La introducción de Bakhtin de la noción de cronotopo en los
estudios literarios colocando a un héroe lleno de acontecimientos
dentro del espacio / tiempo ficticio, que a veces describió como
una “matriz organizativa de lugar”, parece viceversa, tener una
teoría más complicada. Dada la falta de ecuaciones, la demanda de
interrelacionar las dimensiones temporales y espaciales de las acciones
de los protagonistas, parece una tarea formidable. El mismo Bakhtin
utilizó con éxito esta noción para describir los géneros literarios como
cronótopos tipológicamente estables (Tarvi 2015: 208)
También conocida como “translingüística”, según la traducción adoptada.
8
98
99
Bajtín entendió el cronotopo como la intrínseca relación del tiempo
y el espacio, como la cuarta dimensión del espacio y, por lo mismo, como
un rasgo omnipresente y fundamental de la vida cultural. De allí que se
considere este concepto bajtiniano como una importante contribución
metodológica9. En Bajtín el concepto de cronotopo ocupa un lugar
central de su teoría literaria, al plantearlo como un elemento definitorio
de los géneros literarios, pero también de su antropología filosófica. Los
cronotopos que, en su opinión, definen los géneros literarios, también
pueden ser entendidos como dispositivos que organizan la vida social,
en tanto funcionan como totalidades concretas, géneros, unidades, que
organizan la intrínseca relación entre espacio y tiempo en la cultura.
Veamos la definición de cronotopo que nos brinda el autor:
Vamos a llamar cronotopo [lo que en traducción literal significa “tiempoespacio”] a la conexión esencial de relaciones temporales y espaciales
asimiladas artísticamente en literatura. Este término se utiliza en las
ciencias matemáticas y ha sido introducido y fundamentado a través
de la teoría de la relatividad (Einstein)… Es interesante para nosotros
el hecho de que expresa el carácter indisoluble del espacio y el tiempo
(el tiempo como la cuarta dimensión del espacio). Entendemos el
cronotopo como una categoría de la forma y el contenido en la literatura
(no nos referimos aquí a la función del cronotopo en otras esferas de
la cultura)… En el cronotopo artístico literario tiene lugar la unión de
los elementos espaciales y temporales en un todo inteligible y concreto.
En la literatura el cronotopo tiene una importancia esencial para los
géneros. Puede afirmarse decididamente que el género y sus variantes
se determinan precisamente por el cronotopo; además, el tiempo en la
literatura constituye el principio básico del cronotopo. El cronotopo,
como categoría de la forma y el contenido, determina también (en una
medida considerable) la imagen del hombre en literatura; esta imagen
es siempre esencialmente cronotópica, (Bajtín, 1989: 237-238).
Así, Bajtín considera que “El cronotopo determina la unidad artística
de la obra literaria en sus relaciones con la realidad… El arte y la literatura
9
“According to Bakhtin. the chronotope means the inseparable relationship between time and space in
human life, and its use in Mathematics can be seen as a methaphor for the extreme inseparability of time and space –
time as the fourth dimension of space. Under this perspective. he verifies that the chronotope is a formal constitutive
dimension of narratives that defines the directions of plots in literature, which can therefore be inferred as coming from
people’s lives. One possible interpretation deriving from this thought, found in Holquist (1994), is the idea that the
chronotope becomes a methodological contribution to understand the bond between the intratextual and the extratextual, the connection between the text and its time” (Fortes y Viera 2015: 132).
100
están impregnados de valores cronotópicos de diversa magnitud y nivel.
Cada motivo, cada elemento importante de la obra artística, constituye
ese valor” (1989: 393-394). En su estudio sobre la novela, argumenta
que los cronotopos son “los centros organizadores de los principales
acontecimientos argumentales de la novela. En el cronotopo se enlazan
y desenlazan los nudos argumentales… en ellos el tiempo adquiere
un carácter concreto-sensitivo …ofrece el campo principal para la
representación en imágenes de los acontecimientos” (1989: 400-401).
Desde una perspectiva más totalizante, el filósofo sostiene que esta
cronotopía está encerrada en el lenguaje mismo, como un “tesoro de
imágenes. Es cronotópica la forma interna de la palabra …cada motivo puede
tener su propio cronotopo” (1989: 401-402). Así pues, nos encontramos
con un concepto de primer orden para el entendimiento de la cultura, tan
abarcador y omnipresente, que como, el mismo Bajtín afirmara, necesita
ser anclado a realidades concretas para su entendimiento y aplicación.
EL CRONOTOPO EN LITERATURA
Bajtín aplicó magistralmente el concepto del cronotopo al campo
de los estudios literarios10. En su Teoría y estética de la novela (1989)
examina la historia y el desarrollo de la novela, en particular el origen del
género en la novela griega de aventura y de la prueba. Esta narrativa se
caracteriza por el encuentro entre el héroe y la heroína, el cual termina
en un feliz matrimonio11. Un rasgo sobresaliente de estas historias es
que entre estos dos puntos se encuentra “la nada”, la pausa, el mundo
ajeno, atemporal (1989: 242), es decir que todas las aventuras y lugares
por las que atraviesa el héroe son atemporales, las distancias y espacios
recorridos no tienen correspondencia con el tiempo, el cual parece no
moverse, de tal manera que al final de la historia los héroes siguen siendo
jóvenes, casaderos, como en un inicio.
Por otro lado, Bajtín señala cómo los motivos cronotópicos principales
de este antiguo género novelesco el encuentro-separación, pérdida10
Véase los capítulos “Las formas del tiempo y del cronotopo en la novela” (Bajtín, 1989), y “La novela
de educación y su importancia en la historia del realismo” (Bajtín, 1982). Para una evaluación de las aplicaciones
recientes en el campo de la literatura y la psicología, véase Fortes y Vieira (2015), y Tarvi (2015).
11
Lo cual, por cierto, nos recuerda la trama del cuento maravilloso europeo.
101
descubrimiento, búsqueda-hallazgo (1989: 249). Asimismo, Bajtín
identifica en esta narrativa el cronotopo del camino, vinculado al motivo
del encuentro12 (1989: 250). El espacio se configura como “un universo
extraño, indefinido, desconocido, ajeno, los héroes se encuentran en él
por primera vez… La imagen del hombre es pasiva, ‘le sucede de todo’”,
aunque se trata de un hombre vivo, “en identidad, intacta y plena consigo
mismo… esta identidad es el centro organizador de la imagen del hombre…
se perpetúa la creencia en que el hombre es todopoderosos e invencible…
Es la imagen de un hombre privado, no público, sin importancia sociopolítica” (1989: 253, 258, 262).
Bajtín identifica en la evolución histórica a la novela de aventuras
costumbrista, la cual constituye un “tesoro del folclore antiguo, preclasista”,
aunque presenta un notable desarrollo de la concepción espacio-temporal,
al contener la idea de la metamorfosis, y con ella la idea de evolución. La
transformación torna al tiempo algo concreto, esencial, irreversible. Sin
embargo, continúa la imagen del hombre privado, aislado…
Aquí, la metáfora del ‘camino de la vida’ crea un cronotopo concreto,
orgánico, impregnado de motivos folklóricos …el espacio se convierte
en concreto y se satura de un tiempo mucho más sustancial [de] …mayor
significación cronotópica… Esto permite desarrollar el cronotopo de
la vida cotidiana, pero el héroe lo vive como algo extraordinario (lo
cotidiano visto desde su transformación). La vida corriente es personal
y privada, los acontecimientos no ocurren en presencia de un coro, en
una plaza pública (1989: 272-275).
Otro cronotopo importante es el surgimiento de la novela
caballeresca, en la cual opera el tiempo de la aventura del tipo griego, su
cronotopo es “un mundo ajeno, variado, algo abstracto… [es] un mundo
milagroso… el tiempo mismo se convierte… en milagroso (1989: 306)”. El
pícaro, el bufón y el tonto crean en torno suyo microuniversos especiales,
cronotopos especiales, su función está ligada a la plaza pública, su risa es
popular (1989: 311).
Esa evolución del género novelesco allana el camino, abre la
posibilidad a la novela del cronotopo rabelesiano: un mundo espaciotemporal realista, que Bajtín considera como el primer “intento sistemático
de construir la imagen completa del mundo en torno al hombre corporal
(1989: 322), totalmente contrapuesta al mundo medieval. Es el mundo
del aquí y ahora. Para Bajtín, Rabelais busca “destruir la jerarquía de
valores establecida… corporalizar el mundo, materializarlo, poner todo en
contacto con las series espacio-temporales, medir todo con dimensiones
humanas y corporales (1989: 328). Visto en términos de la relatividad del
significado, encontramos aquí esa necesidad de concretizar la relatividad,
de volver tangible y mensurable las posibilidades de sentido en la cultura.
Para Bajtín, Rabelais destruye la antigua imagen del mundo e inaugura
la visión del hombre moderno: “Era necesario un nuevo cronotopo
que permitiese relacionar la vida real (historia) con la tierra real. Es
importante reconocer que en tal movimiento, Bajtín plantea que “los
fundamentos de ese tiempo creador estaban esbozados en las imágenes y
motivos folclóricos” (1989: 357). Esto es importante para comprender la
importancia del estudio del cronotopo en la cultura.
Por último, como ya hemos visto, Bajtín identifica en la obra literaria
de Goethe la cumbre de la novela realista, heredera y culminación de
la Ilustración, una visión histórica en donde el hombre cambia con el
mundo, en donde se manifiesta un concepto del tiempo histórico real,
donde el espacio es un acontecimiento en el tiempo. “Detrás de cualquier
heterogeneidad estática Goethe veía diferentes tiempos: lo diverso se
disponía, para él, según diferentes escalones (épocas) de desarrollo, es
decir, todo adquiría un sentido temporal” (Bajtín 1981: 220).
Todas las cosas, desde la idea más abstracta hasta un guijarro en la orilla
del arroyo, llevan en sí un sello del tiempo. Están saturadas de tiempo
y en el tiempo cobran su forma y su sentido. Por eso en el mundo de
Goethe todo sucede muy intensamente: allí no hay lugares muertos,
inmóviles, congelados, no existe un fondo invariable, no hay decorado
ni ambientación que no participen en la acción y en el proceso (de los
acontecimientos). Por otro lado, este tiempo, en todos sus momentos
importantes, se localiza en un espacio concreto, se encuentra impreso
en él; en el mundo de Goethe no hay sucesos, argumentos, motivos
temporales que sean indiferentes en relación con el determinado lugar
espacial donde tienen lugar; no hay sucesos que podrían cumplirse en
todas partes o en ninguna. En el mundo de Goethe todo es tiempoespacio, el auténtico cronotopo (Bajtín 1982: 235).
Cabe recordar su importancia en la esfera mitológica.
12
102
103
EL CRONOTOPO EN ANTROPOLOGÍA
Bajtín ha mostrado como la literatura puede ayudarnos
a apreciar el hecho que en el curso de la historia
cultural, la transformación de los conceptos de tiempo
y las representaciones espaciales reflejan los cambios
radicales en las actitudes culturales y en la experiencia
vivida
[el cronotopo] sirve como una herramienta analítica
orientada a la comprensión de como la literatura medita
sobre la acción humana de una profunda manera ética.
En verdad, la investigación sobre las conexiones entre
los cronotopos y la acción es probablemente una de las
líneas más prometedoras para la investigación futura
mismo un referente de la memoria personal, pero también de una memoria
colectiva que le permite al individuo ubicarse socialmente, abriéndole a
la vez la posibilidad de cambiar de esferas espacio-temporales14. Es pues
un dispositivo creado por la cultura misma que permite ubicar espaciotemporalmente al sujeto y/o grupo social. En su discusión acerca de la
función de los cronotopos culturales como dispositivos estructurantes
de la memoria social, Wall (1990) muestra cómo la conciencia de
pertenencia a grupos sociales y la identidad personal están vinculadas al
lugar que se ocupa en el tiempo y el espacio al interior de la cultura.
Pertenecemos a un grupo gracias al lugar que ocupamos en el tiempo
y el espacio, Pertenecer a un grupo quiere decir tener un lugar y un
momento en el desarrollo del grupo… el concepto “mi casa” es en
realidad un cronotopo …La memoria …guarda relación íntima con los
cronotopos implicados en la interacción de un grupo, en la manera en
la cual un grupo se ve a sí mismo” (Wall 1990: 433-436).
(Bemong 2010: iv) 13
Si bien, el interés de Bajtín se enfocó en la aplicación del cronotopo
para los estudios literarios, su potencial para el análisis de la cultura es
muy amplio. Como sugiere la cita anterior, y así lo han mostrado varios
investigadores, el cronotopo refiere a la materialización del tiempo en
el espacio, y por lo tanto sus aplicaciones pueden ser muy diversas, una
de ellas es el considerar el cuerpo mismo como un espacio en el tiempo.
Así, puede examinarse el posicionamiento del sujeto social en términos
cronotópicos. Esta ubicación propia del sujeto, que Bajtín plantea como
su eje axiológico, es la que le permite estructurar una visión propia, un
horizonte desde el cual relacionarse con el mundo. Así, el cronotopo se
constituye como un fenómeno que posiciona al sujeto y lo conecta con su
grupo social y su cultura. En tal sentido, Corner (1997: 409) argumenta
que la idea cronotópica en Bajtín antecede a la formulación del concepto
mismo, encontrándose ya en su temprana concepción del sujeto como un
ser social consciente de su ubicación espacio-temporal.
El cronotopo del sujeto social, entendido como eje axiológico,
estructurante de su visión y de su posicionamiento en el mundo, es por lo
13
“Bakhtin has shown how literature can help us to appreciate the fact that. in the course of cultural history,
transformations of time concepts and spatial representations reflect radical changes in cultural attitudes and lived
experience… it serves as an analytical tool aimed at understanding how literature meditates on human action in a
profoundly ethical fashion. Indeed, enquiry into the connections between chronotopes and action is probably one of the
most promising lines of future research” (Bemong 2010: iv).
104
En el mismo sentido, encontramos en la obra de Bajtín dedicada a
la filosofía del acto ético una concepción cronotópica fundamental de
la imagen del hombre en literatura y en la vida, la del lugar del hombre
como un eje axiológico, como centro espacio-temporal:
La arquitectónica [de una obra artística]… es posible tan sólo en torno al
hombre en cuanto héroe dado, Pensamiento, problema, tema no pueden
ser fundamento de la arquitectónica, puesto que ellos mismos requieren
de un todo arquitectónico concreto, para lograr una cierta conclusión…
aquel material sensible que llena el orden espaciotemporal, el esquema
del suceder intrínseco de una fábula y la composición externa de la obra
–el ritmo intrínseco y extrínseco, forma interior y exterior– también se
ordena tan sólo en torno al centro axiológico del hombre, vistiéndolo a
él mismo y a su mundo (Bajtín 1997: 83-85).
Una discusión interesante acerca del cronotopo bajtiniano en la
identidad personal la plantea Michael Holquist, (2010) en su artículo “La
fuga del cronotopo”, en el cual brinda una visión histórica del desarrollo
del concepto en Bajtín; según la opinión de Holquist, este fue un tema
que interesó a Bajtín y que desarrolló a lo largo de toda su obra. Como ya
he señalado, este autor identifica la influencia de Kant en la concepción
espacio-temporal de Bajtín, al retomar desde una perspectiva dialógica
14
Como veremos más adelante que ocurre en el caso del shamán maya.
105
los términos de lo dado y lo creado para fundamentar la distinción del
espacio-tiempo en las categorías de yo y del otro: en el primer caso, las
fronteras sociotemporales no están dadas (el yo es un acontecimiento
del ser, inacabado), mientras que por el contrario, en el caso del otro,
sus fronteras están completamente dadas, (el otro antecede al yo en el
mundo)15. De esta manera, estableciendo la distinción espacio-temporal
básica entre yo y el otro, Bajtín logra concretizar la relatividad espaciotemporal del sujeto social:
Es el tiempo-espacio el que define la distinción primordial entre yo y
el otro que [Bakhtin] define invocando los términos kantianos de dado
/ creado (gegeben / aufgegeben, o дан / задан): “Mis límites temporales
y espaciales no están dados para mí, pero el otro está completamente
dado, yo entro en el mundo espacial, pero el otro ya ha residido en él. La
diferencia entre el espacio y el tiempo de yo y el otro”(Bakhtin 2002d:
147). Yo y el otro somos, por supuesto, los dos polos de cualquier
diálogo. ¿Por qué Bakhtin asigna prioridad al espacio-tiempo al definir
un concepto tan fundamental? (Holquist 2010: 28).
Para Bakhtin, el evento de ser también es una tarea, pero las herramientas
para lograrlo son las sutilezas del tiempo-espacio. El diálogo no es solo
una relación. Al igual que todas las relaciones, requiere límites, y las
herramientas para establecerlos son para Bakhtin el tiempo y el espacio
concebidos como cronotopo: el neologismo de Bakhtin introduce un
nuevo grado de especificación en la comprensión general del tiempoespacio. En primer lugar, como se caracteriza por la transgrediencia en
lugar de la trascendencia, el tiempo y el espacio en el cronotopo nunca
se divorcian de un tiempo particular o un espacio específico (Holquist
2010: 31)
Un lugar donde Holquist encuentra un anclaje del cronotopo con la
realidad social es precisamente en el lenguaje, específicamente mediante
la expresión de la subjetividad en el uso de la palabra “yo”:
En nuestro uso diario de cronotopos, la abstracción del espacio-tiempo
se domestica cuando los desplegamos en el habla. Los medios formales
para expresar la subjetividad ocupan un lugar único en todos los
idiomas. Como Benveniste ha señalado “Yo” es una palabra que no tiene
ningún referente en la forma en que “árbol”, por ejemplo, designa una
clase de flora. Si “Yo” debe realizar su tarea como pronombre, no debe
ser un sustantivo, esto es, no debe referirse a nada como lo hacen otras
15
palabras. Su tarea es indicar a la persona que pronuncia la instancia
presente del discurso que contiene “Yo”, una persona que siempre
cambia y es diferente, “Yo” no debe referirse a nada en particular, o
no será capaz de significar a todo el mundo en general (Holquist 2010:
31-32).
Por otro lado, la teoría del carnaval de Bajtín desarrollada en su
estudio sobre la obra de Rabelais (1993) es otra de sus contribuciones
fundamentales para la antropología, donde también podemos encontrar
un importante desarrollo de su concepción cronotópica, tanto en la
conexión de la risa carnavalesca con la mitología, en la cosmovisión
arcaica contenida en el folclore narrativo, en la concepción realista del
cuerpo humano, así como en general en los motivos cronotópicos que
estructuran el género carnavalesco de la novela europea. En especial, me
parece importante el tratamiento que Bajtín da en esta obra a la dualidad
del mundo conformada por la cultura popular por un lado, y la cultura
oficial representada en la Iglesia y el Estado, por el otro. Esta dualidad
se verá representada en el fenómeno de inversión espacio-temporal que
ocurre especialmente durante el carnaval, el poner “el mundo al revés”
en el espacio de la plaza pública. Estas inversiones cronotópicas son
gestadas por la cultura popular en oposición a la cultura oficial, son su
negación, puesta en escena durante las fiestas carnavalescas.
En las imágenes de la fiesta popular, la negación no tiene jamás un
carácter abstracto, lógico. Tiene al contrario, siempre un carácter
figurado, concreto, sensible. No es la nada lo que hallamos detrás de
ella, sino una especie de objeto invertido, de objeto denigrado, una
inversión carnavalesca. La negación modifica la imagen del objeto
denigrado, cambia ante todo su situación en el espacio… El carnaval
celebra el aniquilamiento del viejo mundo y el nacimiento de uno
nuevo, del año nuevo, de la nueva primavera, del nuevo reino. El viejo
mundo aniquilado es dado junto con el nuevo, es representado con él,
como la parte agonizante del mundo bicorporal único. Esta es la razón
por la cual las imágenes del carnaval ofrecen tantas cosas invertidas…
En efecto, la negación cronotópica, espacial y temporal, al fijar el polo
negativo, no lo separa del polo positivo. No es una negación abstracta
y absoluta que separa enteramente el fenómeno en cuestión del resto
del mundo. La negación cronotópica no efectúa esta división. Toma el
fenómeno en su devenir, en su movimiento es del polo negativo hasta
el polo positivo (Bajtín 1993: 370-371).
Sobre este tema, véase Alejos García (2006), Petrilli (1990).
106
107
De lo anterior queda de manifiesto la gran importancia que Bajtín
concedió a la cultura popular, a la cultura arcaica de la humanidad
expresada en el folclore –y posteriormente en la literatura–, así como
a todo el acervo mitológico contenido en el lenguaje mismo, como
podemos observar en su estudio de la obra de Rabelais. “Para comprender
a Rabelais hay que leerlo con los ojos de sus contemporáneos y a la luz
de la tradición milenaria que representa” (Bajtín 1997: 201). El folclore,
como él mismo dice, es profundamente cronotópico:
El folclore en general está saturado del tiempo; todas sus imágenes son
profundamente cronotópicas. El tiempo en el folclore, la plenitud del
tiempo en el folclore, el futuro folklórico, los indicios folklóricos de
la medición del tiempo humano, son problemas muy importantes y
vitales (Bajtín 1982: 245).
Con estos breves antecedentes, podemos reconocer la relevancia
y la importancia del cronotopo como una herramienta conceptual para
la investigación antropológica. Los caminos que se tomen pueden ser
muchos, al tratarse de un campo abierto, con muchas posibilidades y
todavía con escasos ejemplos de aplicación en investigaciones concretas.
En particular, mis intereses de estudio se han orientado hacia aquella
línea ya señalada por Bajtín acerca de los cronotopos contenidos en el
folclore narrativo, en la narrativa indígena mesoamericana en nuestro
caso. En particular me ha interesado el estudio de las distinciones espaciotemporales entre el mundo ordinario y el mundo otro que encontramos
en la narrativa de tradición oral, ya que en sus descripciones acerca de
esos mundos y de las relaciones entre ambos, se evidencia una noción
cronotópica muy profunda y arcaica de la cultura indígena. Esa narrativa
también se encuentra organizada en géneros que contienen imágenes y
motivos cronotópicos particulares, análogos a aquellas del viejo mundo
acerca del lugar del ser humano en el mundo, del espacio-tiempo de las
entidades sobrehumanas, de los viajes, las aventuras y los caminos de la
vida. Baste recordar aquellos misteriosos relatos mesoamericanos que nos
hablan acerca de los naguales, del mundo de los muertos, de los misterios
de la noche, y de aquellos cambios que ocurren cuando se transita de
este mundo terrenal hacia aquel mundo otro, habitado por entidades
sobrenaturales. De repente, el transcurrir de un día en un lado equivale a
un largo tiempo en el otro, y las cosas de un lado resultan ser una especie
108
de parodia en el otro mundo. López Austin (2015) ha planteado esta
diferencia sustancial en la cosmovisión mesoamericana en términos de
dos espacios-tiempos distintos, el de los dioses y el de los hombres:
El viajero que está en el anecúmeno por un período prolongado,
encuentra al volver que en las dimensiones del ecúmeno fue sólo
un instante; o, por el contrario, puede pasar allá muy poco tiempo y
cuando regresa han transcurrido largos años en el ecúmeno … tiempos
y espacios del ecúmeno y del anecúmeno son de calidad diferente
(López Austin 2015: 25).
Un tema interesante en este sentido es justamente el de los
cronotopos que aparecen enunciados en las narraciones mitológicas,
así como su correlato expresado en los actos rituales, es decir, como lo
dicho en los mitos se expresa en lo actuado en los ritos. En un trabajo
reciente he abordado el tema (Alejos García 2017), examinando las
transformaciones en los planos espacio-temporales que ocurren durante
un ritual terapéutico maya, y su articulación con un principio mitológico
fundamental de la cultura.
Ocurre que entre los mayas yucatecos, pero también entre otros
pueblos mayas del altiplano guatemalteco y chiapaneco, existe un ritual
terapéutico que ha sido descrito en varias etnografías, consistente en
la curación de la rivalidad entre hermanos que se genera con la llegada
de un nuevo bebé en la familia. Esta rivalidad se conoce popularmente
en México mediante el término chipil, y entre los mayas de Yucatán es
conceptualizada con el término íikin. Este problema en las relaciones
de parentesco al interior de la familia, que por cierto parece ser un
fenómeno generalizado en las culturas humanas, entre los mayas recibe
una interpretación no sociológica, pediátrica o psicológica, sino que
metafísica, al identificarse el origen del problema en un ente espiritual
conocido como un “aire”, que ha tomado posesión del hermano mayor y
quien pretende “comer” al hermano menor. La respuesta a esta situación
consiste en la intervención de un shamán, o shamana, quien mediante
un ritual terapéutico conocido como k’eex (cambio), “da de comer” a la
entidad sobrenatural a fin de calmar su intención devoradora. Lo que
llama la atención en términos cronotópicos, es que durante este ritual se
opera una transformación de la estructura espacio-temporal, efectuada
por el shamán, quien translada la situación concreta del conflicto
109
familiar, el aquí y ahora de la vida ordinaria, a un tiempo-espacio otro,
que planteo como un cronotopo mitológico, lugar donde se resuelve el
problema apelando al principio del intercambio, principio fundamental
de las relaciones entre los humanos y entre éstos y las entidades.
Esta transformación que ocurre en el plano espacio-temporal durante
el ritual k’eex, consiste en la irrupción del espacio-tiempo mitológico
en el plano de la temporalidad “ordinaria”. En efecto, el procedimiento
terapéutico (“curar” el íikin) no se enfoca en la temporalidad ordinaria
de las relaciones conflictivas entre los hermanos mayor y menor,
sino que, por el contrario, remite el problema a “los orígenes”, a los
fundamentos de la vida social, al k’eex como eje axiomático de la vida
social. En este sentido, me parece que el ritual opera una “reversión” del
tiempo-espacio ordinario al mitológico, en el sentido de una “vuelta al
pasado” (a la condición originaria, al contrato original del intercambio)
con el propósito de influir en el futuro (lograr la sanación del niño)
(Alejos García 2017: 262).
Esta interpretación de la transformación cronotópica en el ritual
se apoya asimismo en la teoría semiótica de Lotman (1996, 2009), en
su distinción entre tiempo mitológico y tiempo histórico. Lotman
incorpora importantes conceptos de Bajtín a su teoría semiótica de la
cultura, especialmente respecto a su concepción del tiempo y de los
géneros de la memoria social. En especial, apliqué en mi análisis aquella
distinción fundamental entre el tiempo mítico y el tiempo ordinario, el
primero caracterizado por ser cíclico, continuo y ordenado, y el segundo
por ser un tiempo lineal, irreversible, histórico. Lotman contradice
la visión evolutiva de ambas concepciones del tiempo y afirma que
ambos paradigmas temporales coexisten en la cultura, cada uno con
su dominancia específica, dependiendo de las esferas semióticas de la
cultura. La humanidad, nos dice Lotman, nunca ha contado solamente
con la conciencia mitológica, siempre han existido textos creados por
la colectividad acerca de la vida cotidiana, de eventos extraordinarios
que rompen con el orden del mundo, textos organizados de acuerdo al
carácter discreto del pensamiento verbal. Así pues, es posible reconocer
la convergencia de ambas temporalidades en el espacio ritual y en el
cotidiano. En el plano de la vida ordinaria, el pensamiento mitológico
parece ocupar un lugar de trasfondo, mientras que durante el acto ritual
se proyecta como el pensamiento dominante (Alejos García 2017: 265).
110
Por otro lado, es interesante observar como el estado íikin (o
chipil en nahua) se presenta como un ordenamiento cronotópico de la
cultura, una manera cultural de estructurar la situación conflictiva de los
niños y de la familia en un espacio-tiempo específico: se trata de aquel
momento en que el hermano mayor resiente la presencia del menor y el
desplazamiento de los afectos de uno hacia el otro en el espacio de la vida
familiar, y que es concebida como una suerte de posesión del cuerpo del
mayor por una entidad espiritual, cuyo objetivo es devorar el cuerpo y el
espíritu del menor. Como puede también observarse, este cronotopo se
encuentra conectado íntimamente con un género discursivo particular,
aquel que es competencia del shamán y que se ejecuta en la esfera de la
práctica ritual.
Así, en el caso que he comentado, el concepto de cronotopo
muestra su aplicabilidad, pues permite explicar la manera en que los
acontecimientos y las personas mismas se estructuran o “ubican” de
acuerdo a esferas espacio-temporales específicas propias de la cultura.
Lo interesante es aquella transformación que ocurre de la esfera espaciotemporal de la vida ordinaria, en donde el tiempo transcurre de manera
lineal e irreversible, a la esfera instaurada por el shamán, donde el tiempo
parece revertirse, para ubicar a los sujetos involucrados, incluyendo aquí
a los espíritus, en el cronotopo mitológico, en donde se considera que
reside el origen del problema y la solución al mismo.
Otro tema cronotópico de la mitología mesoamericana, que ocupa
actualmente mi atención, es aquel contenido en un género narrativo de
los mayas de tierras altas de Chiapas y Guatemala que refiere al viaje
primordial de un héroe fundador, hoy en día representado por el santo
patrono, cuyas hazañas concluyen con la fundación del pueblo. Esta
narrativa contiene una serie de principios culturales que establecen
relaciones sociales complejas entre el santo patrono y los habitantes del
pueblo (a menudo considerados sus hijos). En especial, en esta relación
se enuncia un principio fundacional que incluye relaciones de parentesco,
obligaciones morales, éticas y económicas entre la gente, el santo patrono
y las otras entidades no humanas que pueblan el entorno. En este sentido,
se plantea la actualidad de un principio mitológico de origen, que se
renueva anualmente y que da sentido a las prácticas rituales al interior del
pueblo, en particular durante la fiesta anual en honor al santo patrono.
111
También aquí encuentro una “irrupción” del cronotopo mitológico en el
“presente histórico” de la fiesta, es decir, una trasformación del espaciotiempo de la vida ordinaria en otro de carácter mitológico. Así lo muestran
diversas actividades rituales que aluden directamente al mito, como
pueden ser los recorridos del santo alrededor del pueblo, las ofrendas
que recibe, y que rememoran aquel principio fundacional. Así pues, en
la relación entre la mitología y el ritual se observa la coexistencia de dos
cronotopos en el contexto del ritual de la fiesta patronal: el mitológico,
enunciado claramente en la narrativa, y el cronotopo ordinario, en el que
se desenvuelve la vida de los pobladores, y que se ve trastocada por el
primero en el contexto festivo.
CONCLUSIONES
Podemos concluir este artículo retomando la indicación de Bemong
(2010) en el prefacio de su antología, destacando que una de las líneas
más interesantes para la investigación futura es la conexión entre el
cronotopo y la acción, es decir, las maneras como la acción [social] se
encuentra estructurada, organizada y actuada en términos de unidades
espacio-temporales previamente dadas por la cultura.
En tal sentido, considero que se abre para la antropología una
novedosa perspectiva de investigación que examine la estructuración
cronotópica de la cultura, en particular examinando aquellos dispositivos
de la memoria cultural que organizan los espacios en temporalidades
concretas, y que están presentes en todos los ámbitos de la vida,
particularmente en la narrativa mitológica y en las prácticas rituales.
De hecho, en esta novedosa perspectiva ha de tenerse muy en cuenta la
amplitud y generalidad del concepto cronotopo, recordando con Kant
que tiempo y espacio son dos categorías fundamentales mediante las
cuales los seres humanos percibimos y estructuramos el mundo, y por
lo tanto, son “formas indispensables de cognición”. Así, reconociendo
con Bajtín esta amplitud y relatividad del concepto, que va desde la
“cronotopía de la palabra” hasta la totalidad de la cultura, hemos de poner
en práctica aquella fórmula metodológica inspirada en Goethe de anclar
los conceptos abstractos a las realidades concretas.
112
En cuanto al enfoque desarrollado en este trabajo, considero que
adoptar el punto de vista del problema de la relatividad en Bajtín para
acercarse al cronotopo ha resultado productivo, al permitirnos una visión
amplia del contexto teórico en que fue postulado, así como mostrarnos
el principio de método que Bajtín plantea para concretizar la relatividad.
Pero el camino recorrido también nos hace ver la generalidad del
cronotopo y reconocer que su potencial para la investigación desborda
con mucho los aspectos que puede comprender el tema de la relatividad.
En fin, espero que esta breve exposición logre mostrar la relevancia del
concepto para la teoría y la investigación antropológicas. Su carácter
omniscente, estructurante, de la experiencia humana y de la visión del
mundo, permiten imaginar la amplitud de sus campos de aplicación, pero
a la vez, su adecuación al estudio de la cultura y la sociedad se presenta
como un reto para las futuras investigaciones.
No existe nada muerto de una manera absoluta: cada
sentido tendrá su fiesta de resurrección. El problema
del gran tiempo
(Bajtín 1982: 392-393)
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115
LAS CIENCIAS DE LA EMOCIÓN
DESDE LA COMPLEJIDAD
Y LA TRANSDISCIPLINA
Julieta Haidar
Escuela Nacional de Antropología e Historia
jurucuyu@gmail.com
Resumen: En este trabajo abordamos las Ciencias de la Emoción desde la Complejidad
y la Transdisciplina con el objetivo de retomar las diversas problemáticas desde
distintos ángulos analíticos. En este sentido, es importante destacar que en muchas
investigaciones y estudios sobre las emociones, se suele dejar opacado, casi invisible,
a los sujetos que son productores y reproductores de los funcionamientos emotivos.
Partimos de los sujetos complejos emocionales para, a posteriori, revisar el campo
emocional desde distintos bloques teórico-metodológicos, con el objetivo de plantear los
nuevos caminos que se entrecruzan de modo convergente. Una reflexión fundamental se
refiere al continuum recursivo emoción <-> razón, que ha aparecido en varios campos,
tendencias, autores, pero que adquiere sus mejores planteamientos a finales del Siglo XX,
y durante este Siglo XXI, con los aportes de las neurociencias. En síntesis, abordamos las
manifestaciones de las emociones en las dimensiones semiótico-discursiva y corporal.
Palabras clave: Emoción, Sujeto Complejo, Complejidad/
Transdisciplina, prácticas semiótico- discursivas.
Abstract: In this work we approach the Science of Emotion from Complexity and
Transdisciplinarity with the aim of taking up the different problems from different analytical
angles. In this sense, it is important to note that in many investigations and studies on
emotions, it is usually left opaque, almost invisible, the subjects who are producers and
reproducers of emotional functioning. We start from complex emotional subjects to, a
posteriori, review the emotional field from different theoretical-methodological blocks, with
the objective of proposing new paths that intersect in a convergent way. A fundamental
reflection refers to the recursive continuum emotion <-> reason, which has appeared in several
fields, trends, authors, but which acquires its best approaches at the end of the 20th century,
and during this 21st century, with the contributions of the neurosciences. In short, we
address the manifestations of emotions in the semiotic-discursive and corporal dimensions.
Keywords: Emotion, Complex Subject, Complexity /
Transdiscipline, semiotic-discursive practices.
117
INTRODUCCIÓN
En este trabajo, hacemos un recorrido por varios ejes teóricometodológicos y rutas analíticas para lograr abordar las Ciencias de la
Emoción desde la Complejidad y la Transdisciplina, lo que sin duda es
una tarea compleja pero fascinante, porque nos permite entrar en una
dimensión subjetiva sumamente importante desde siempre, y que emerge
en el mundo contemporáneo de una manera especial, por la crisis de los
valores, por la crisis de la misma humanidad.
En estos términos, en primer lugar, abordamos desde distintas teorías
las categorías de sujeto complejo y de la emoción, que están en relación
recursiva y constitutiva. Seguimos, en segundo lugar, reflexionando
sobre la dimensión emocional desde la complejidad y la transdisciplina
para analizar algunas problemáticas y definiciones transdisciplinarias del
campo emocional. En el tercer núcleo analítico, consideramos algunos
modelos operativos para el análisis de las emociones y de lo emocional
en la dimensión semiótico-discursiva y en la dimensión corporal. A
manera de conclusión, consideramos el problema de las emociones en
las distintas culturas, destacamos la recursividad entre lo universal <->1
particular y entre lo homogéneo <-> lo heterogéneo.
LA ARQUITECTURA DEL SUJETO COMPLEJO
EMOCIONAL
Como estamos partiendo de la dimensión emocional subjetiva,
considerando lo humano sin excluir las otras emociones del mundo animal
y vegetal (aspecto que abre polémicas, y que tratamos de modo paralelo),
nos parece muy explicativo utilizar la metáfora de la arquitectura como
una construcción procesual que está presente tanto en los sujetos como en
sus emociones. Desde la perspectiva de la complejidad y la transdisciplina,
los sujetos son complejos, transdimensionales, y producen y reproducen
prácticas semiótico-discursivas, en las cuales hay múltiples dimensiones
y funcionamientos.
La problemática de la subjetividad atraviesa varios campos cognitivos,
como podemos observar en la Gráfica 1:
En la elaboración de este trabajo hemos encontrado muchos estudios,
investigaciones desde distintos campos cognitivos, en los cuales se enfatiza
la importancia de la emoción en la constitución de la subjetividad, lo que
es un planteamiento significativo porque ubica con la misma importancia
la emoción y la razón, en relaciones recursivas ineludibles. En otras
palabras, no existe realmente ninguna razón desprovista de la emoción,
y ninguna emoción desprovista de algún aspecto racional. Esta propuesta
siempre implica problemáticas complejas, sin llegar a nudos gordianos.
1
El signo <-> es utilizado para indicar la recursividad entre las categorías.
118
119
Desde estos enfoques transdisciplinarios, el sujeto adquiere los
siguientes ‘status’, que sostienen de alguna manera su transdimensionalidad
recursiva (Cf . Gráfica 2):
Para continuar reflexionando con mayor profundidad sobre las
problemáticas de la subjetividad, construimos un cuadro en donde se
ubican dos posiciones polares que se enfrentan continuamente desde la
década de los 70´s y 80´s, y siguen en polémica. Las características de la
columna de la derecha derivan fundamentalmente del psicoanálisis, del
materialismo histórico y de la teoría de las ideologías desde la vertiente
althusseriana, con lo cual se procura superar la concepción idealista de
120
la subjetividad, presente en la columna de la izquierda, para lograr un
planteamiento materialista, una teoría objetiva del sujeto:
Es necesario no quedarse con estas posiciones polares porque son
poco explicativas de las problemáticas del sujeto: la primera, lo coloca en
el centro de todo, y la otra prácticamente lo anula. En consecuencia, es
necesaria la construcción de una teoría que las condense para dar cuenta
con mayor rigurosidad del complejo funcionamiento de la subjetividad.
Esta teoría debe apelar a la recursividad, movimiento que explica la
convergencia de las dos posturas de la subjetividad, partiendo siempre
del lado derecho que presenta las características más significativas para
explicar esta problemática. En otras palabras, el sujeto es contradictorio,
pero puede ser coherente; es colectivo, pero implica también una
dimensión individual.
121
El paradigma cartesiano separa el sujeto / objeto en campos distintos:
la filosofía y la investigación reflexiva por un lado, y la ciencia y la
investigación objetiva por el otro, produciendo las siguientes dicotomías,
que Morin (1999: 17) retoma como relaciones recursivas en los sujetos,
o recursividades subjetivas desde la complejidad:
Sujeto <-> Objeto
Alma <-> Cuerpo
Espíritu <-> Materia
Calidad <-> Cantidad
Finalidad <-> Causalidad
Sentimiento <-> Razón
Autonomía <-> Sujeción
Existencia <-> Esencia
Entre todas estas recursividades, queremos destacar la del
sentimiento <-> razón, que está presente en múltiples propuestas de
la obra moriniana. En este sentido, el sujeto complejo emocional debe
enfrentarse a lo misterioso, al azar, a lo aleatorio, a la incertidumbre y a
la contradicción de una nueva manera porque nunca antes estos aspectos
se habían expresado con tanta contundencia, como en este intrincado
mundo complejo del tercer milenio. Lo desconocido emerge en razón
de lo que Morín denomina el principio ecológico de la incertidumbre,
que explica porqué cualquier acción puede derivar en consecuencias
impredecibles (Cf. lo predecible y lo impredecible en Prigogine 1991 y
Lotman 2013). En los procesos recursivos no existe propiamente una
jerarquía, pero en las coyunturas actuales, como mencionamos antes, la
balanza está oscilando entre la incertidumbre, la contradicción, más que
hacia la certeza y la coherencia subjetiva.
El sujeto complejo es biofísico/psico/socio/cultural lo que conlleva
a una transdimensionalidad que se define por la contradicción, pero en
movimientos recursivos, complementarios y antagónicos (Morin 1999:
27), como se visualiza en la Gráfica 4, sobre el ‘homo complexus’:
Esta transdimensionalidad supone un continuum recursivo en
movimientos horizontales, verticales, transversales, y esta suma
contradictoria se sintetiza en el homo complexus. Desde la complejidad,
se concibe al sujeto como un sistema complejo adaptativo en equilibrio
inestable, que utiliza un conjunto de propiedades complejas con las que
intenta regular la relación consigo mismo, con el otro y con el entorno.
Sobre el ‘homo complexus’, Pozzoli (2006) realiza reflexiones muy
interesantes, que discurren sobre lo planteado por Morin, denominándolo
‘sujeto complejo’.
En síntesis, la subjetividad es transdimensional, recursiva, antagónica,
contradictoria, dinámica. Y desde esta perspectiva es que vamos a ubicar
la producción y reproducción de las emociones en los sujetos complejos,
cruzados por varios factores, y por diversas dimensiones constitutivas. Sin
embargo, nos parece que es fundamental introducir los funcionamientos
122
123
del poder y de la ideología en los sujetos, lo que generaría cambios
importantes en las posiciones morinianas y en las de sus seguidores.
Otra ruta muy productiva se genera cuando nos detenemos en las
ataduras recursivas que encadenan a los sujetos, en las cuales tiene una
presencia significativa la emocional, como está presente en la Gráfica 5,
abajo:
anterior se relaciona con el mito de Narciso, que cuando logra verse a sí
mismo, muere. Revisitando este mito fundante de la subjetividad desde
la complejidad y la transdisciplina, podemos entender porqué el núcleo
narcisista constituye un gran obstáculo para que el sujeto logre romper
los simulacros subjetivos para verse en toda su plenitud, con todas sus
contradicciones e incertidumbres, características recursivas que tiene el
sujeto complejo.
Dejamos el desafío para todos los sujetos lectores: encontrar el espejo
simbólico, no destruirlo, no opacarlo, para poder alcanzar las dimensiones
profundas de su subjetividad; queda entonces, el desafío para el sujeto
que procura ser autocrítico y crítico. En la imagen2 de abajo, hay una
excelente visualización semiótica de lo que estamos proponiendo:
Para abordar estas ataduras, es pertinente recurrir a la metáfora
del espejo simbólico, a la relación especular fundante del sujeto. Las
dificultades que tiene el sujeto para verse, para entenderse, se pueden
metaforizar en la existencia del espejo simbólico relacionado con el
inconsciente, con la ideología, con el deseo, el poder, lo emocional,
dimensiones que generan las ataduras encadenantes. Con estos
funcionamientos, los sujetos no pueden verse en el espejo simbólico
y crean simulacros de sí mismos para no destruirse, para no morir; lo
124
LA DIMENSIÓN EMOCIONAL DESDE
COMPLEJIDAD Y LA TRANSDISCIPLINA
LA
Desde la Complejidad y la Transdisciplina, observamos que junto
con la reanudación de las Ciencias de la Cognición, emergen las Ciencias
de la Emoción, que al inicio se desarrollan de manera aislada y después se
rearticulan para configurar el ‘continuum epistemológico razón <-> emoción’.
2
En: http://regimea.com/la-dysmorphophobie-affecte-plus-dune-de-nos-stars-8234/
125
En otras palabras, las Ciencias Cognitivas (ubicadas en lo epistemológico
racional) y las Ciencias Emotivas (localizadas en lo epistemológico
emocional) se constituyen y emergen de manera casi simultánea, en rutas
polarizadas, inicialmente, y convergiendo posteriormente (Haidar 2006).
Estos desarrollos se deben al avance de nuevos caminos
epistemológicos, en los cuales el pensamiento racional positivista,
cartesiano (Morin 1999b, 2003), se debilita y ya no se pueden sostener
los esquemas formales, la teoría de los sistemas estáticos, estructurales,
inmanentes. Entonces, surge la necesidad de abordar los sistemas
complejos, dinámicos, recursivos, hologramáticos que posibilitan
entender y analizar el continuum ‘razón-emoción’, el cual es utilizado
para el análisis de numerosos datos de los distintos campos cognitivos,
llamados a pasar por el filtro de la complejidad / de la transdisciplina.
Como un ejemplo de este recorrido de la simplicidad a la complejidad,
en las Ciencias del Lenguaje, planteamos el continuum cognitivo razón
– emoción en las prácticas semiótico-discursivas (categoría compleja
transdisciplinaria) (Haidar 2006).
El ‘bucle cognitivo’ transdisciplinario, que implica un movimiento
continuo, dinámico, dialógico, recursivo, hologramático, que abarca el
espacio y el tiempo, constituye el telón de fondo para aplicar nuevas
miradas al análisis socio-cultural-histórico-político-psicológico, que
permea la complejidad de los procesos cognitivos / emotivos, como
plantea continuamente Edgar Morin en sus libros y artículos.
La recursividad razón <-> emoción / emoción <-> razón es ineludible.
Jean Piaget, el gran psicólogo transdisciplinario, planteó que no existe
la “dimensión inteligente” sin que se pase por el afecto (Piaget 1991).
Esta posición es asumida por muchos estudiosos para ir en contra del
positivismo que separaba la razón de la emoción, colocando, en esta
última, características negativas y defendiendo un ser humano racional,
objetivo, lo que constituye la gran falacia de la subjetividad positivista.
Un planteamiento importante, que abre camino a la polémica desde
la complejidad y la transdisciplina, se relaciona con la defensa de la
existencia de la inteligencia no sólo en los seres humanos, sino también
en los animales y en las plantas (Morin 2001), en un continuum en
126
donde emergen las similitudes y las diferencias al mismo tiempo. A lo
anterior, añadimos otra propuesta polémica al plantear que la dimensión
emocional, sin duda mucho más compleja en los seres humanos, también
existe en los animales y en las plantas. Mientras que en los animales
las emociones son más estudiadas y aceptadas, las emociones en las
plantas tienen mucho menor aceptación y generan más polémica. Es el
neurobiólogo vegetal, Stefano Mancuso (2015 a; 2015b), quien desarrolla
investigaciones muy rigurosas para poder defender y demostrar que
las plantas tienen 15 sentidos más que los humanos, en un total de 20
sentidos, con lo cual descubre dimensiones fascinantes en la naturaleza,
que las perspectivas antropocéntricas quieren invisibilizar.
En consecuencia, es necesario ampliar el concepto de inteligencia,
para abarcar lo humano, lo animal, lo vegetal y también aceptar con
seguridad la inteligencia transdimensional, como son la racional, la
emocional, la sexual, la artística, etc. Derivado de estas ampliaciones,
emerge la existencia de distintos procesos mnemotécnicos, como son:
la memoria de la cultura, la memoria histórica, la memoria emocional, la
memoria racional, la memoria corporal, etc. Entramos en una dimensión
analítica compleja de múltiples tipos de inteligencia y de emociones,
aspectos muy estudiados e investigados desde varias perspectivas
(Dalglesh, Tim and Power, Mick 1999; Davidson, Richard J.; Scherer,
Klaus; Goldsmith, H. Hill (Editors) 2002; Turner, Jonathan H. 2000).
Las emociones, objeto de particular interés a finales del siglo XX,
comienzos del siglo XXI, y aposteriori, para todos los campos cognitivos
que tratan del ser humano, desde la neurobiología molecular hasta
la neuropsicología cognitiva, son dimensiones cruciales (primitivas)
en el desarrollo psicológico humano. Para Lewis & Douglas (1998),
las emociones son estados afectivos globales, irreductibles, que no
constituyen expresiones de programas preestablecidos, desempeñan
una función biológica adaptativa y, por tanto, están especificados
filogenéticamente, y también ontogenéticamente para otros autores.
El continuum razón <-> emoción se articula a la identidad psicológica
(self) de cada sujeto humano, la cual es el resultado único (peculiar)
de procesos de autoorganización en los que cogniciones y emociones
se van construyendo recíproca y progresivamente, estableciéndose
restricciones mutuamente e integrándose a lo largo del desarrollo (Lewis
127
& Douglas 1998). Para estos autores, fisiológica y fenomenológicamente,
las emociones son similares en todos los sujetos y en todas las culturas,
planteamiento que problematizamos más adelante en este texto.
En estos mismos términos, varios autores proponen que las emociones
son sistemas autoorganizados que incorporan, necesariamente, procesos
cognitivos y sociocontextuales. Este proceso recursivo, además, explica
porqué una emoción siempre se relaciona con una actividad cognitiva.
Las interpretaciones cognitivo-emocionales del mundo que realizan los
sujetos, se materializan en dos niveles: en el nivel microevolutivo se
autoorganizan en un tiempo real y son atractores del sistema psíquico, y
en el nivel macroevolutivo (a largo plazo) no proceden de un modo lineal
y se van consolidando como especialmente relevantes en situaciones
concretas.
este aspecto, las divergencias son innumerables y se destacan fronteras
desdibujadas, nebulosas, lo que nos lleva a procurar establecer un núcleo
que pueda abarcar, hasta cierto punto, todas las propuestas sobre ‘la
dimensión emocional’. En efecto, en la extensa bibliografía existente sobre
las emociones, en sentido amplio, existe poco consenso y, más bien, hay
divergencias en establecer un continuum entre ‘emoción, sentimiento,
afecto y pasión’.
En segundo lugar, la definición de lo emocional desde la Complejidad
y la Transdisciplina, implica recurrir a varios campos cognitivos3, como
se puede observar en la siguiente gráfica:
El desarrollo psicológico siempre está marcado por periodos de
cambio y reorganización rápidos y bruscos, sin ser catastróficos. De
acuerdo con Fogel (1993), existen coyunturas evolutivas, con cambios o
variaciones de fase, en las que aparecen fluctuaciones críticas, asociadas
a la maduración de los sujetos y a cambios ambientales, que llevan a la
ruptura del ensamble entre emociones y cogniciones, acompañadas por
intensos sentimientos.
En síntesis, el desarrollo psicológico humano constituye una cadena
de procesos imbricados sumamente complejos, porque recursivamente
pueden ser lineales y no-lineales. Es interesante retomar a Prigogine
(1991) y a Lotman (2013) que proponen en varios procesos la recursividad
entre lo predecible y lo impredecible, como ya se ha mencionado. Lo
predecible implica un cambio gradual y lo impredecible cambios con
rupturas. Desde estos movimientos, se puede entender mejor la densidad
del sujeto complejo emocional, sometido a procesos que a veces puede
manejar y a otros que no, lo que impacta fuertemente en sus emociones.
El campo emocional: problemáticas analíticas
En primer lugar, hay severas dificultades para definir lo emocional,
que proyecta un campo semántico con difíciles fronteras entre las
categorías de: emoción, sentimiento, afecto y pasión. En relación a
128
3
La categoría de campo cognitivo se utiliza para dar cuenta de la producción de diversos tipos de conocimientos desde la Complejidad y la Transdisciplina. En este sentido, en los campos cognitivos existen subcampos que
deben siempre moverse de modo convergente y transversal, para establecer relaciones de continuidad entre las diferentes ciencias (naturales, sociales, cuantitativas, artísticas).
129
En estos campos y subcampos cognitivos, con los cuales no
pretendemos abarcar todas las posibilidades, se encuentran múltiples
definiciones de categorías como: emoción, afecto, sentimiento, y muchas
explicaciones, análisis y aplicaciones, que se encuentran separadas en la
profusa y amplia bibliografía que consultamos para este trabajo.
Por esto, la búsqueda de una definición desde la complejidad y la
transdisciplina es un proceso de construcción en base a un conjunto
de premisas complejas que deben obedecer a la lógica del continuum
epistemológico recursivo entre ‘las Ciencias Naturales, las Ciencias
Sociales, las Ciencias Cuantitativas y las Ciencias Artísticas’, como propone
Morin en varios volúmenes del Método (1999b, 2001, 2003). Insistimos
en esta posición epistemológica porque sólo con estos planteamientos
teórico-metodológicos podemos lograr explicar a profundidad lo que
son las emociones. Con tal afirmación, no nos interesa en absoluto
descalificar los estudios e investigaciones, todos muy valiosos, que existen
sobre este objeto de estudio, sino señalar que un análisis más completo
sólo es posible al asumir la convergencia epistemológica, que estamos
sosteniendo desde el inicio de este trabajo. Convergencia que implica la
apertura de muchos caminos, rutas para lograr un diálogo profundo entre
tantas propuestas.
Para Fernández Poncela (2011), las emociones son procesos
neurofisiológicos, bioquímicos, físicos y mentales, psicológicos y
culturales, en general efímeros. Los sentimientos son emociones
culturalmente codificadas, que duran en el tiempo, dejando secuelas
profundas de emoción y placer que marcan la memoria, la mente y todo
el organismo. Las emociones con el cuerpo son biológicas, pulsionales
y los sentimientos con la mente son elaboraciones de procesos de
mentalización. Estas diferencias, a nuestro juicio, pueden ser discutibles
porque siguen estableciendo fronteras, que no tienen mucha pertinencia
desde la complejidad.
Otro problema difícil es lograr una tipología en el campo emocional
desde un consenso teórico-metodológico, ya que existen muchas
propuestas y muchos desacuerdos provenientes de los campos cognitivos
que cruzan la dimensión emocional. Como ya hemos planteado, las
diferencias y fronteras entre emoción, sentimiento, afecto y pasión se
130
diluyen o permanecen con dificultades para definir y caracterizar estas
categorías en un campo semántico-cognitivo con criterios rigurosos.
Como ejemplo, podemos mencionar los valores eufóricos y disfóricos
de las emociones, o los aspectos negativos y positivos (Cf. Calderón
Rivera 2012). Desde la perspectiva analítica que estamos adoptando,
no hay que defender las fronteras entre estas categorías, sino procurar
trabajarlas procesualmente, desde distintas recursividades, con lo cual nos
alejamos de las definiciones simplistas, limitantes de lo que es emoción,
sentimiento, afecto o pasión. Este alejamiento analítico debe lograr una
mayor profundidad en la comprensión, producción y reproducción de la
dimensión emocional subjetiva.
Para Cosnier (2015), las emociones de base y las interacciones
sociales arrojan las siguientes premisas:
1. Las grandes emociones no son frecuentes.
2. Las grandes emociones siempre se despliegan en contextos
sociales e interacciones sociales peculiares.
3. Las diferentes emociones tienen duraciones e intensidades
variables.
4. Las manifestaciones no-verbales se materializan con las
emociones.
5. Hay emociones explícitas y silenciosas.
6. La regulación y el control están íntimamente mezclados con
los tipos de expresión.
7. Existen diferencias individuales y entre sexos, en relación a
las emociones.
8. Las emociones son de origen genético, cultural y educativo.
A nuestro juicio, desde la complejidad, algunas premisas deben ser
mejor construidas y otras son discutibles, como es el caso de la penúltima
idea que implica varias dimensiones, desde abordar lo individual en lugar
de utilizar la teoría del sujeto complejo, o la sexualidad que presenta
caminos muy enredados, rizomáticos y complejos.
Siguiendo con el mismo autor (Cosnier 2015: 13), una posible
tipología que engloba las emociones, los sentimientos, las pasiones y los
afectos es la siguiente:
131
1. Emociones básicas: la sorpresa, la cólera, la alegría, la tristeza,
que se caracterizan por ser breves y efímeras.
2. Los sentimientos como: el amor, el odio, la angustia, son
complejos, con larga duración, e intensidad moderada.
3. Las pasiones son sentimientos excesivos, ligados a la
excitación.
4. Los afectos se ligan a todo lo anterior y constituyen una
especie de enlace.
Con estas propuestas, sin embargo, no se logran resolver las
pretendidas diferencias de estas categorías en el campo emocional.
Podemos observar que hay cierto consenso sobre esta tipología, pero
no totalmente compartido por todos los estudiosos provenientes de
los distintos campos cognitivos, previamente mencionados. Para la
producción de un consenso amplio, es necesario que los investigadores
tengan la voluntad de producir un proceso cognitivo recursivo sobre
la dimensión emocional desde la complejidad y la transdisciplina, lo
que implicaría romper las fronteras para que se materialice un diálogo
cognitivo fecundo. Todavía lo que planteamos no se ha materializado,
pero esto no significa que no puedan abrirse caminos que busquen estos
objetivos.
En esta exposición, no podemos dejar de mencionar un fenómeno
muy interesante relacionado con la ‘alexitimia’, ausencia de emoción, ya
que se parte comúnmente de la posición de que lo emocional es ‘algo’
natural y que existe en todos los sujetos humanos, pasando también a los
animales y hasta a las plantas, como hemos mencionado. Esta patología es
de poca frecuencia, y presenta un menor porcentaje en las mujeres que
en los hombres, lo cual debería ser más explicado desde varios campos
cognitivos. Las características de la alexitimia son: 1. Incapacidad de
expresar las emociones subjetivas en relación a sí mismo y a los otros; 2.
Carencia de la vida imaginaria; 3. Tendencia al recurso de la acción; 4. El
apego a las realidades concretas. Sin duda es un trastorno neurológico,
que según las investigaciones puede tener cierto control (Fuente Digital
1).
132
LO EMOCIONAL EN LA DIMENSIÓN SEMIÓTICODISCURSIVA Y EN LA CORPORAL: MODELOS
ANALÍTICOS
En el campo semiótico-discursivo se encuentran varias propuestas
para el estudio de las emociones que van desde la relación discurso y
emoción, de la argumentación emocional, hasta otras macro-operaciones
semiótico-discursivas como la narración. Cuando proponemos lo
semiótico-discursivo, estamos separando, para objetivos específicos, lo
que se refiere a lo verbal y a lo no-verbal. En otras palabras, planteamos
modelos de análisis para el estudio de las emociones en las prácticas
discursivas y para la materialización de las emociones en el cuerpo, en el
cual se expresan de múltiples maneras, en todas las posibilidades, desde
la mínima parte del rostro hasta todo el cuerpo, la totalidad corpórea.
Por supuesto, pensamos de manera recursiva esta separación entre lo
discursivo y lo corporal, ya que la expresión de las emociones puede
producirse en las dos dimensiones al mismo tiempo, o también estar
desfasadas. Lo semiótico abarca múltiples prácticas socio-históricoculturales-políticas, pero para este trabajo sólo nos detenemos en lo
corporal.
Modelos analíticos de lo emocional en las prácticas
discursivas
En el campo del análisis del discurso hay varios modelos para abordar
el componente emocional, de los cuales mencionamos los siguientes: 1. El
de Edwards (1999); 2. El de Plantin (1997); 3. El de Charaudeau (2000);
4. El de Gilbert (1997). De estos autores, por cuestiones de espacio,
vamos a retomar de manera somera algunas propuestas.
En los planteamientos de Edwards (1999: 288) encontramos las
siguientes premisas muy importantes para nuestros objetivos, porque
ligan la emoción con la cognición, y aunque parece dar cierto predominio
a lo emocional, es importante pensar esta relación de modo recursivo, es
decir concurrente, complementaria y antagónica:
133
A. Emoción vs cognición, considerados como recursos
discursivos concurrentes; las acciones y los estados mentales son
descritos y formulados como pensamientos, opiniones, emociones.
B. Emoción vs cognición, como lo irracional vs lo racional; para
el autor las emociones no son irracionales, ya que existe una parte
integral de responsabilidad racional.
C. Emoción y cognición: existen consecuencias cognitivas
derivadas de experiencias emocionales.
D. Conducta emocional como una acción controlable o una
reacción pasiva; en esta propuesta se utiliza tanto la emoción como
los sentimientos que pueden surgir en las acciones.
E. Natural vs moral: inconsciente, automático vs juicios sociales.
F. Estados internos vs actitudes externas: lo privado
(sentimientos) vs lo público (expresiones, etc.).
G. Honesto (espontáneo) vs falso; las reacciones emocionales,
particularmente si son inmediatas, proporcionan una narrativa
y retórica honestas, en contraste con el cálculo cognitivo que es
considerado falso, insincero. La categoría de emoción como lo
honesto y lo espontáneo corresponde no sólo a la concepción
popular, sino a resultados de investigaciones experimentales.
El último planteamiento nos parece sumamente interesante, cuando
se relacionan los procesos cognitivo-emocionales, presentes en el sentido
común, con los de la ciencia. En síntesis, según este autor el repertorio
conceptual de las emociones proporciona una extraordinaria flexibilidad
en como las acciones, reacciones, disposiciones, motivaciones y otras
características psicológicas pueden ser reunidas en las narrativas y en las
explicaciones de las prácticas humanas. En otras palabras, es necesario
abordar el discurso como una práctica social y no sólo como expresión
mental.
En las propuestas de Plantin (1997: 83-88) encontramos las siguientes
premisas que amplían los aspectos antes mencionados:
A. El lugar psicológico está marcado por los conjuntos de términos
ligados a la emoción, que van desde los sustantivos, adjetivos, hasta
los verbos. Este enfoque léxico que privilegia las designaciones
sustantivas, se encuentra igualmente entre los psicólogos, que, a partir
134
de la noción de “emoción de base”, proponen clases de sustantivos de
emoción (En: Cosnier 1994).
B. El enunciado de emoción contiene también verbos de
sentimiento o verbos psicológicos, que son considerados en tres
clases: 1: amar, despreciar; 2: impresionar, etc.; 3. complacer,
disgustarse, etc.
C. Designación directa o indirecta de las emociones: las
emociones pueden aparecer designadas directa o indirectamente.
D. Las emociones pueden ser implícitas o explícitas. Por ejemplo,
en el enunciado, “los niños mueren de hambre y de sed en el desierto”,
hay emociones implícitas para desarrollar la argumentación ‘ad
misericordiam’.
E. Existen dos modos de detección del funcionamiento de las
emociones en el discurso: 1. Las emociones que son reconstruidas
sobre la base de descripciones lingüísticas de estados emocionales
convencionales, marcados en el léxico y en la gramática; y 2. Las
emociones que no están explícitas, y se generan de modo implícito.
F. La relación topos y emoción: este autor plantea que existe
una tópica de la emoción fundada en los tópicos ordinarios comunes
como son; qué, quién, cómo, cuándo, dónde, etc.
G. Las estrategias discursivas para expresar las emociones son
infinitas, como lo son los juegos del lenguaje, por lo cual están ligadas
al funcionamiento retórico en general, a los tropos y a los topoi.
En búsqueda de una síntesis, planteamos las siguientes estrategias
de la argumentación emocional:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Dispositivo comunicativo–pragmático que posibilita el componente
emocional.
Campos temáticos y de objetos discursivos propicios para el
componente emocional.
El uso de un léxico ligado a la emoción que cubre todas las clases
morfológicas, desde los sustantivos, adjetivos, los adverbios, hasta
los verbos.
El uso de enunciados de emoción intrínsecos y extrínsecos.
Las emociones explícitas o implícitas.
El uso de argumentos emocionales (más próximos a las falacias).
El uso de la retórica de las emociones.
El uso de la tópica de las emociones y de las pasiones.
El funcionamiento de las creencias y los saberes.
135
•
•
Las representaciones socioculturales semiótico-discursivas de las
emociones.
Las emociones en lo verbal, en lo paraverbal y en lo no-verbal.
La dimensión emocional en el Cuerpo: propuestas
analíticas
Es importante destacar que para abordar la dimensión emocional en
los sujetos complejos recurrimos a las prácticas semiótico-discursivas,
que abarcan tanto lo discursivo como lo semiótico. En el apartado anterior,
revisamos los modelos que analizan la relación emoción-discurso; en este
apartado seleccionamos algunos trabajos que abordan la emoción en lo
semiótico-corporal, porque esta dimensión es muy importante ya que
materializa, con otras prácticas, las emociones subjetivas.
En este sentido, nos ubicamos en problemáticas de la semiótica del
cuerpo, que implica la dimensión visual, en la cual se han generados muchos
estudios que se iniciaron con la gestualidad del rostro, de las manos, de
las piernas, de los ojos y del todo corporal. El cuerpo, como ‘themata’ del
mundo contemporáneo, es abordado también por innumerables campos
cognitivos que aportan varios modelos, premisas y categorías. Entre todos
los campos, nos parece muy productivo el relacionado con la Semiótica
Visual, en donde pueden encontrarse diversos modelos que se abocan al
estudio del cuerpo completo, de sus distintas partes, e incluso tocan los
problemas de la memoria corporal.
Los múltiples campos tuvieron que enfrentarse con problemas
teórico-metodológicos diversos, cuando se pasa de la producción y
reproducción del sentido en los discursos, a las semiosis producidas fuera
de la palabra. Para el análisis de los polisémicos sentidos del cuerpo, hubo
que desarrollar diversas herramientas para explicar los movimientos
corporales, los kinemas, los enunciados kinemáticos (analogías con el
fonema, pero con funciones muy distintas), y la polisemia de la gestualidad
articulada a la polisemia de las emociones.
La unidad analítica es compleja porque es necesario en muchas
semiosis articular los discursos con el cuerpo, y en esta articulación
recursiva se producen múltiples sentidos, emociones. Puede haber
136
concordancia, homologación entre la dimensión emocional en los
discursos y en el cuerpo; pero pueden también generarse contradicciones
entre la emoción discursiva y la gestualidad emocional del cuerpo, lo que
produce retóricas muy originales y peculiares. Por ejemplo, los sujetos
pueden estar demostrando en sus discursos alegría y las manifestaciones
corporales anclan esta emoción; pero lo interesante en la producción
trágico-cómica es justamente cuando no hay concordancia sino
contradicción entre lo emocional discursivo y lo emocional corporal.
En las artes, se encuentran muchos ejemplos sobre estos dos aspectos,
también en las caricaturas, o en las publicidades.
Los códigos gestuales son socio-histórico-cultural-políticopsicológicos y también tienen cierto grado de condicionamiento biológico,
físico, químico. Por ejemplo, existen sujetos emocionales complejos que
presentan un laconismo corporal, versus los que generan hipérboles
gestuales de la emoción. Los cuerpos y las emociones son impactados,
por lo tanto, por condicionantes socio-histórico-culturales-psicológicas
y por condicionantes bio-físico-químicas, con lo cual se condensan
las concepciones del cuerpo material/físico, con el cuerpo simbólico/
cultural (Para ampliar el tema tan fascinante de la simbólica corporal,
recurrir a Le Breton 1999: 37-49).
Para Muñiz (2014: 279 -315), en el cuerpo y sus modificaciones
se condensan las ansiedades, las angustias, el malestar del mundo
contemporáneo. El cuerpo entendido como una unidualidad cuerpomente, desde lo cual se puede retomar al sujeto sin fragmentarlo en la
dualidad clásica: cuerpo/mente. Uno de los planteamientos principales de
la autora es salir de la discusión dicotómica cuerpo/mente para ubicarse
en el análisis de las prácticas corporales que se impregnan de lo cultural,
lo histórico, lo social, lo psicológico, que se llenan de sentido al enfocar la
problemática desde lo procesual, de lo semiótico-discursivo; es decir, son
prácticas regidas por el biopoder y la biopolítica.
Las emociones marcan el cuerpo también patológicamente. En
realidad, las enfermedades psicosomáticas son producidas por las
emociones, generadas principalmente por el estrés o los traumas. En
esto, lo que deseamos plantear es la necesidad de trabajar las emociones,
para que no impacten de manera negativa en la relación recursiva cuerpo
137
<-> mente. En el cuerpo/mente de los sujetos complejos se materializa
la transdimensionalidad que comentamos en apartados anteriores. La
transdimensionalidad subjetiva genera un torbellino corporal <-> mental
que produce y reproduce en su entorno el continuum recursivo complejo:
emoción-sentimiento-afecto-pasión.
A MODO DE CONCLUSIÓN
Las emociones en las distintas culturas han sido objeto de múltiples
estudios e investigaciones que han llegado a resultados contrastivos.
En muchos autores se defiende tanto el origen filogenético como lo
ontogenético de la dimensión emocional, para integrar la cadena afectiva,
con lo cual estamos de acuerdo. Relacionado con este punto, se aborda la
universalidad y la particularidad de las emociones, y se acepta una u otra
posición dependiendo del campo cognitivo y de las distintas tendencias.
emocional en otras culturas, por las diferencias y peculiaridades que se
encuentran en la infinita diversidad de la creatividad humana; o, como
plantea Morin en diversos libros, es la presencia de la ‘Unitas Multiplex’.
En el homo communicans del Siglo XXI, las emociones pueden tener dos
rutas de evolución: subsumirse, debilitarse frente a la subordinación a las
TIC, o por el contrario fortalecerse con estos procesos de automatización
digitales, para salvar a la humanidad, frente a lo poshumano, a la
robotización, a la ausencia de la ética en este mundo cuántico, en donde
entramos en diversos niveles de realidad, en universos paralelos, en la
existencia de la materia, de la antimateria, de lo visible y de lo invisible.
DEJO A LOS LECTORES, EL ÍCONO DEL AMOR CON LAS
ESPIRALES DE LA COMPLEJIDAD, DE LA TRANSDISCIPLINA,
QUE TRANSVERSALMENTE CRUZAN EL MICRO Y EL MACRO
UNIVERSO, MULTIVERSO, PLURIVERSO.
Las emociones son universales, por lo menos las primarias, pero
hay que reconsiderar lo universal y lo particular de manera recursiva.
Por ejemplo, en todas las culturas están la alegría, la tristeza, pero las
formas de materialización discursiva y corporal son distintas: la alegría
no se demuestra igual en un caribeño, que en un asiático. Esto constituye
materia para muchos estudios e investigaciones que ya se han realizado
en el continente asiático y africano.
En otras palabras, en la dimensión emocional existe un juego
recursivo entre lo homogéneo y lo heterogéneo en las distintas culturas.
Homogeneidad y heterogeneidad que podemos observar entre las
macrosemiosferas de Occidente y Oriente, y al interior de ellas mismas.
Las emociones en otras culturas no-occidentales tienen estudios valiosos
de antropólogos, psicólogos y terapeutas, pero pensamos que todavía es
un campo poco explorado. Es importante retomarlo, porque trae de nuevo
a debate la relación universalidad y particularidad de las emociones.
Por ejemplo, el concepto amae en Japón, significa que lo importante
es la presencia del amor en el otro, hacia uno: lo central está en la
alteridad. En los esquimales no existe el sentimiento del enojo, como lo
entendemos, que no aparece ni en la lengua de este grupo étnico (Fuente
Digital 2). Sin duda, constituye un desafío investigar sobre la dimensión
138
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PRÁCTICAS SEMIÓTICODISCURSIVAS DE LOS
PUEBLOS INDÍGENAS EN
MÉXICO. UN COMPLEJO
TRANSDISCIPLINARIO
Ignacio Ramos Beltrán
Universidad Nacional Autónoma de México
ignamesoamerica@yahoo.com.mx
Resumen: En este artículo se presentan y se desarrollan algunos planteamientos que derivan
de las prácticas semiótico-discursivas y que sirven de pilar para trabajar de manera conjunta
con los pueblos indígenas de México, que están presentes en este trabajo con su voz. En el
desarrollo, procuramos observar y analizar tanto la complejidad de los procesos como de
los modelos de comunicación, para poder entender y actuar en situaciones interculturales,
desde una perspectiva dialógica. Uno de los objetivos nucleares es exponer una propuesta
de trabajo y aproximación teórico-metodológica en donde la presencia de nuevas voluntades
de saber y de participación siguen surgiendo. Los pueblos indígenas han vivido y se han
transformado ante los ojos de un Occidente lleno de un sin fin de objetivos y metas. En
este trabajo, procuramos exponer como el trabajo junto con estas comunidades implica
plantear y desarrollar una sistematicidad y continuidad desde sus prácticas y sus discursos.
Palabras clave: semiótica, transdisciplina, complejidad, diálogo.
Abstract: This article presents and develops some of the criteria derived from semioticdiscursive practices and which serve as a pillar to work together with the indigenous peoples
of Mexico. Examples of the same speakers are shown. All this allows us to observe both the
complexity of the processes and the communication models, which help us to understand
and act in intercultural situations from the perspective of dialogue. It shows a work proposal
and theoretical-methodological approach where the presence of new wills of knowledge
and participation continue to arise. Indigenous peoples have lived and been transformed in
the eyes of a West full of endless goals and goals. Working together with these communities
implies raising and developing a systematicity and continuity of own practices and discourse.
Keywords: semiotics, transdiscipline, complexity, dialogue.
143
INTRODUCCIÓN
Una forma de abordar la complejidad de los fenómenos sociohistórico-culturales se realiza cuando nos acercamos a los sujetos
y sus escenarios a través del uso de analogías, lo cual estratégica y
metódicamente no tiene en absoluto un sentido peyorativo. Dos supuestos
básicos enmarcan el contenido de este trabajo. Uno de ellos deriva de la
propuesta desarrollada desde la Semiótica de la Cultura, la cual plantea
que los seres humanos vivimos dentro de un universo semiótico que
está constituido por distintos textos y lenguajes. Uno de estos distintos
textos lo constituye la producción literaria, que como obra de arte forma
parte de la vida cotidiana para los grupos étnicos. De manera que intentar
entender al ser humano sin tomar en cuenta el uso de estos mecanismos
semióticos complejos producirá como resultado solo razonamientos
fragmentarios y superficiales de la madurez de una cultura. El segundo
supuesto se deriva del trabajo realizado desde la transdisciplinariedad, por
Basarab Nicolescu. Desde esta perspectiva, el conocimiento que tenemos
del mundo (esto es, el flujo de información que atraviesa los diferentes
Niveles de Realidad que nos rodea) se encuentra en correspondencia
directa y paralela al flujo de conciencia que parte de los diferentes ‘niveles
de percepción’ de los sujetos. El punto donde se realiza este encuentro
recibe el nombre de bucle de información (el cual hace referencia a los
niveles de realidad) y bucle de conciencia (referente a los niveles de
percepción de los sujetos).
En este artículo, se muestran diferentes ejemplos de prácticas
semiótico-discursivas vivas contemporáneas de diferentes grupos
indígenas, que permiten establecer un diálogo intercultural con lo que en
Occidente se ha dado en llamar alteridad u otredad; este planteamiento,
con el surgimiento de tendencias hacia la globalización, ha perdido de
vista o minimizado la complejidad y la diversidad de los seres humanos.
En consecuencia, plantear que “la heterogeneidad sociocultural es
inherente a la lengua” se puede convertir en una verdad de Perogrullo o
bien en un trampolín que nos muestre matices que no se han percibido
con anterioridad. Un salto de este tipo se vuelve peligroso si sobresimplificamos el tejido de los sucesos o acontecimientos a los que estamos
pretendiendo acercarnos. La imagen de nosotros mismos, la imagen del
144
otro, la imagen del mundo pierde en muchos casos su sentido al quedar
inmersas o reducidas a conceptos generales tales como interculturalidad,
naturaleza, cosmovisión, lengua, etc. Estos ejemplos forman parte de una
totalidad que siempre presenta problemáticas continuas, desafiantes,
como la del juego complejo, recursivo del sujeto / cultura.
La relación entre los sujetos y el mundo es recursiva: los sujetos
ven el mundo y el mundo nos ve a nosotros. Lo que intercambiamos
son ángulos y formas de estar en el mundo, esto es, formas de vivirlo y
de percibirlo. Martin Buber menciona que para responder a la pregunta
¿Qué es el hombre?, hay que tomar en cuenta el lugar que el hombre
ocupa en el cosmos, y que al dar un paso en esa dirección debemos asumir
la implicación de ser propositivos más que pasivos, ante la infinidad de
encuentros ordinarios y extraordinarios que tejen nuestra trama de la
vida (Buber, 2014:11-16). Partiendo de estos planteamientos, podríamos
preguntarnos: ¿qué relaciones establecemos?, ó ¿de qué relaciones nos
ocupamos?, cuando ‘nosotros’ y ‘los otros’ caminamos en el mundo.
Este tipo de consideraciones y de preguntas conducen a nuevas
formas de plantear la problemática, la que ha hecho falta cuidar, trabajar
y desarrollar en nuestro vivir y convivir con las poblaciones nativas y las
culturas ancestrales que nos rodean. Al profundizar en los planteamientos
que hace la Escuela de Tartu en relación al estudio de la semiótica, es
posible observar la gama y el abanico de ramificaciones que se han
producido a partir de la evolución de sus planteamientos teóricos. Resulta
central el énfasis que se presta al entendimiento de la dinámica de los
procesos de comunicación y autocomunicación, en donde texto y cultura
son considerados como procesos generadores de sentido. Por ello, las
expresiones poéticas o literarias de los sujetos que estaremos mostrando
a lo largo del artículo, podrán ejemplificar este juego que se despliega
en doble dirección y que a veces fallamos en entender: expresión de los
sujetos para con los otros y expresión de los sujetos hacia sí mismos. En
otras palabras, desde la cultura hablarle al otro que es diferente a mí, y
desde la cultura entablar un diálogo conmigo mismo.
Una postura que plantea estos caminos que estamos recurriendo
a través del diálogo es la de Bahktin, quien a través de sus ‘conceptos
antropológicos relacionales’ (Bubnova, 2017:67) nos permite hablar del
145
alma, del tiempo, de la memoria, etc. Es de fundamental importancia
retomar el concepto de cronotopo, por su capacidad heurística ya que el
tiempo y el espacio nos permiten situar dentro de diferentes horizontes,
en una o varias épocas, en uno o varios espacios. El tiempo siempre ha
sido un compañero de la razón, y por ello, en ocasiones muy concretas,
revestimos con tiempo o de tiempo los fenómenos y los sujetos en
ellos envueltos. El tiempo compartido es uno de estos casos. El sabor,
la textura y la vida de un acontecimiento tiene distintas formas de ser
expresado o explicado, y por tanto, distintas formas de ser traducido.
En otras palabras, los denominados ‘pueblos originarios’ o ‘culturas
ancestrales’ saben y conocen con sus propias palabras y a través de sus
propias palabras. Esto instaura en el centro, el problema de la traducción
cultural, tan apreciada por Lotman en su tiempo, y posteriormente por
Torop. Los colores de las lenguas y de los pueblos son los colores de las
ideas, de los pensamientos, de los procesos cognitivos con los que las
culturas hablan de sí mismas. En este sentido, el tiempo es uno de esos
ropajes con que los pueblos y culturas se visten y se expresan a través de
sus prácticas semiótico-discursivas particulares.
Veamos como Fausto Guadarrama, un hombre de origen mazahua lo
expresa:
Nosotros: los que hablamos con el viento
los que acariciamos en el oído el sagrado maíz
los herederos de las lenguas que son canto y vida.
Nosotros: los que abonamos, desyerbamos y alimentamos
nuestro origen y destino a través de la palabra
los que honramos a la madre y respetamos al anciano
los que enseñamos a guardar el fuego de la casa.
Nosotros; los que hemos vivido desde antes del ayer
los que sostenemos con reciedumbre el olor del copal
los que desprendemos con elegancia la pluma del colibrí.
Nosotros; los que nos inclinamos ante la bondad
los que nos quitamos el sombrero para saludar el día
los que nos vestimos con nuestros floridos atuendos.
Nosotros; los que regresamos más de una vez
los que con sus brazos arrullan sus antiguas tradiciones
146
los que son muchos y uno solo como un árbol.
Nosotros; los artesanos del destino
los que construimos la puesta del sol
los que damos lo que no hemos tenido.
Nosotros; los que habitamos esta noble tierra
los que estamos unidos de la mano de la eternidad
Nosotros; los indios de México.
(Guadarrama, 2008:80-81)
Como menciona Bahktin, ser es comunicarse dialógicamente
(Bubnova, 2017:68), y como podemos presenciar, la forma de diálogo que
se ha escogido es el poema. Las culturas ancestrales han sabido de estas
texturas de la vida de una cultura y las han conservado y transmitido. En
este poema, hablar con el viento, comer el sagrado maíz, saludar al día son
afirmaciones que recorren nuestros cuerpos y nuestros pensamientos que
cantan la palabra como destino, como historia, no de un individuo, sino
de un pueblo que tiene origen, edad, tradiciones y una forma artesanal
de concebirse y habitar el mundo con tiempo. Como señala Gadamer,
“el poema es una afirmación que, como ninguna otra, da testimonio de
sí misma, incluso sin beneplácito judicial” (Gadamer, 2004:144). En las
culturas ancestrales, como en este caso el pueblo mazahua, además de
hablarle al otro me digo y me encuentro a mí mismo. “En el poema no sólo
se consuma la producción de sentido duradero . . ., sino que en él adquiere
duración la presencia sensorial de la palabra” (Gadamer, 2004:145).
En esta aproximación para entender la relación entre las culturas y
sus sujetos, se parte de tres presupuestos básicos tomados de distintos
investigadores que han desarrollado su trabajo en diversos campos
científicos: 1) A toda imagen o modelo del mundo corresponde una imagen
o modelo de uno mismo (Varela, 2005); 2) la cultura es un sistema de
sistemas vivos (Lotman, 1999); 3) los sujetos que la conforman son sujetos
complejos (Morin, 2003). Mediante estas tres premisas, procuramos
entender lo que acontece a nuestro alrededor, a la vez que construimos
andamios y/o estrategias sociohistóricoculturales. Las razones detrás de
esta selección son varias y los pasos que se han dado, han sido producto
de un trabajo de varios años. Como menciona Haidar (2005: 3-4), se
147
asume que lo transdisciplinario es una posición epistemológica ineludible
para una mejor cognición de los procesos culturales, históricos, sociales,
políticos y económicos, lo cual está condensado en dos campos de las
ciencias del lenguaje: el Análisis del Discurso y la Semiótica de la Cultura.
Esto es, entendemos a los seres humanos como sujetos enactivos1 en
procesos emergentes dentro de la sociedad, los cuales a través de sus
distintas prácticas semiótico-discursivas, nos permiten dar cuenta de la
complejidad analítica del mundo actual en que vivimos.
El poema de Fausto Guadarrama nos muestra un universo muy vasto
que es imposible apresar con categorías de estudio arcaicas u obsoletas,
por lo que existe la necesidad de tomar en cuenta otras premisas y
ángulos apremia. El camino tiene historia, no es nuevo, ni es un juego de
improvisaciones. Alfred Schutz desde las primeras décadas del siglo XX
ya nos mostraba y hacía patente la evidencia de encontrarnos en medio
de realidades múltiples, esto es, de varios órdenes de realidades, ‘cada
uno de los cuales tiene su propio estilo especial y separado de existencia’
(Schutz, 2003:197). Sin embargo, ante toda esta gama de universos y
sub-universos, nos hemos acostumbrado a pensarlos de manera inconexa,
ataviándolos de vestimentas conceptuales muy pobres. El punto crítico es
que esto se vuelve un hábito y que lo reproducimos en las investigaciones
y en los espacios académicos que se nos atraviesan o que atravesamos.
Edgar Morin plantea que si nos valemos de conceptos mutilados, lo que
vamos a tener como resultado son acciones mutilantes (Morin, 1995).
De manera que, si se quiere encuadrar adecuadamente la problemática,
el asunto que nos compete es tanto epistemológico, como teórico y
metodológico a la vez.
Hacia un Complejo Transdisciplinario
entendimiento intercultural
en
el
Uno de los desafíos ante el que muchos investigadores en ciencias
sociales se han enfrentado es precisamente el del entendimiento o la
1
Enacción: Francisco Varela desarrolla el término para hacer referencia a procesos cognitivos complejos
que han sido soslayados o bien que no han sido comprendidos. Ante un mundo en continua transformación, “la mayor capacidad de la cognición viviente consiste en gran medida en plantear las cuestiones relevantes que van surgiendo en cada momento de nuestra vida” (Varela, 2005:89). Desde el enfoque enactivo, “la actividad de la comunicación
se convierte en la modelación mutua de un mundo común a través de una acción conjunta” (Varela, 2005:112).
148
comprensión del otro. Por ejemplo, José Ricardo López y José Manuel
Teodoro (2006) al acercarse a dos comunidades, una Tzotzil y otra Tzeltal,
y adentrase en las prácticas y concepciones de salud y enfermedad,
mencionan que es imposible entender la medicina tradicional sin
considerar su construcción simbólica y sus significados a través de la
cultura. Considerando lo anterior, estos autores recurren a un concepto
semiótico de cultura acuñado por Clifford Geertz, quien propone, “que
el hombre es un animal inserto en tramas de significación que él mismo
ha tejido, considero que la cultura es esa urdimbre y que el análisis de la
cultura ha de ser por lo tanto . . . una ciencia interpretativa en busca de
significaciones. Lo que busco es la explicación, interpretando expresiones
sociales que son enigmáticas en su superficie” (Geertz, 1990:20).
Sin embargo, resulta necesario recordar en este momento el trabajo
que viene realizando la Escuela de Tartu dado que la concepción y
la propuesta teórica de acercamiento a la cultura no es unívoca. La
necesidad de tener una comprensión más global de la forma en la cual
se entrecruzan procesos heterogéneos en la cultura hizo que Lotman
llegará a proponer una categoría teórica muy particular: la de semiosfera.
Desiderio Navarro hace un recuento de algunos de estos procesos, lo cual
resulta muy pertinente no perder de vista:
“Los intereses teóricos de Lotman se dirigen cada vez más hacia el
funcionamiento real de los textos, la pragmática literaria y la recepción,
la literatura masiva, el intexto, el poliglotismo de la cultura, las ideas de
Bajtín, la influencia y la interacción de las culturas, la función cultural
de la memoria semiótica, el discurso histórico, el progreso tecnológico
y los miedos generados por la cultura, el papel de los factores causales,
los problemas de la ‘lógica de la explosión de sentido’, el trinarismo,
la discontinuidad y la impredecibilidad en la dinámica de la cultura”
(Navarro, 1996).
Recordemos que la búsqueda de entendimiento de ‘la otredad’ y de
la alteridad tiene historia. Así, poco a poco y paso a paso hemos llegado
a descubrir una verdad aparentemente evidente: los seres humanos
recurrimos y vivimos en valles de sistemas de vida que se están articulando
y organizando constantemente. Dentro de esos valles nos encontramos
todos: academia, pueblos, instituciones, costumbres, dinero, naturaleza,
economía, arte, etc. De manera que es importante que no olvidemos el
149
siguiente planteamiento: si cosificamos la idea que tenemos ‘del otro’,
acabamos cosificando a su vez la idea que tenemos de nosotros mismos.
Una aproximación relevante que puede ayudar en este aspecto es la
propuesta hecha por Basarab Nicolescu, en donde su concepción de
transdisciplinariedad lo lleva a proponer lo siguiente:
Vivimos en una semiosfera, de la misma manera que vivimos en una
atmósfera, una hidrosfera y una biosfera. El ser humano es el único
ser en el universo capaz de concebir una infinita riqueza de mundos
posibles. Estos “mundos posibles” que con certeza corresponden a
diferentes niveles de Realidad (Nicolescu, 2011: 128)
Sin embargo, como él mismo señala, aunque la teoría transdisciplinaria
de niveles de realidad es un buen punto de inicio para borrar tanto la
fragmentación del conocimiento como la del ser humano (Nicolescu,
2011: 127), todavía queda mucho por hacer para formular una teoría
unificada (de niveles de realidad). No obstante, tomémoslo como un
buen inicio y apliquémoslo al caso de la expresión de las poblaciones
indígenas de las que nos referimos. Tomemos el siguiente ejemplo de
Celerina Patricia, una mujer oriunda del pueblo Ñuu Savi, del estado de
Oaxaca:
Aquí estoy . . . sólo como una luciérnaga
que alumbra mi palabra y mi existencia
aquí estoy . . . buscando el camino
de mis ancestros
traigo conmigo un hilo largo para tejer
mi ombligo antiguo . . .
y no perder la historia
la palabra heredada desde siempre
(Celerina Patricia, 2013:27)
En el mundo indígena la muerte y la vida se generan mitológicamente,
es decir, se generan desde dentro del mito. Esto es, lo mítico no es una
palabra que sirve sólo para designar a alguien, lo mítico es algo que se
vive y se transmite. Eso es lo que precisamente queremos rescatar: una
aproximación que contemple la idea de diferentes niveles de realidad.
Los seres humanos tienen un ombligo de la misma manera que la madre
tierra; eso es algo que Celerina Patricia nos recuerda. Ver hacia dentro de
uno mismo, ver la historia, es acercarse a la tierra y preguntarle ¿qué está
150
pasando? En este poema, se destaca la fuerza de la palabra como alimento
de la memoria de la cultura; la palabra de los ancestros es alimento que
reúne, que implica un nosotros colectivo.
Lo que comenzamos a descubrir, metódica y disciplinadamente, es
que vivimos en una espiral de sentidos. Iuri Lotman en su libro ‘Cultura
y Explosión’ (1999) trabaja y se acerca a la comprensión de los procesos
de cambio social utilizando varios conceptos y funcionamientos, siendo
dos de ellos fundamentales: lo predecible y lo impredecible. El cruce
de caminos de estos dos elementos en una cultura, como bien señala,
presupone la existencia de “dos grados de objetividad: la del mundo que
pertenece a la lengua y la del mundo que se extiende más allá de los límites
de la lengua”, lo cual plantea entonces una problemática fundamental: la
traducción del sistema mundo desde el cual uno se encuentra ubicado
(con su realidad interna), al mundo que se extiende más allá de los
límites de la lengua de ese mundo. Por ello, todo habitante, o todo ser
humano, se encuentra ante una evidencia y una necesidad: “el espacio
de la realidad no puede ser abarcado por ninguna lengua separadamente,
sino solamente por el conjunto de ellas; [por tanto, existe] la necesidad
de más de una lengua (mínimo dos) para reflejar la realidad que se halla
más allá de los límites de aquella” (Lotman, 1999:12). En el ejemplo de
Celerina Patricia, se nos da el mundo como un hecho, pero tenemos
que descubrir lo que se encuentra detrás de ese hecho: existen muchas
lenguas en el mundo y una sola no puede reflejar la inmensidad de la
realidad, todos sus sentidos.
Dentro de este entramado de acontecimientos y formas de observar,
Lotman, como otros autores, retoma la importancia y el papel que juega
el arte en una cultura como “medio de conocimiento y, en primer lugar,
de conocimiento del ser humano” (Lotman, 1999:205). Retomamos este
planteamiento en especial porque el arte, la expresión estética, es uno de
los aspectos a los que recurren las comunidades indígenas como forma
de comunicación y de diálogo interno, ante cuyas manifestaciones en
Occidente quedamos paralizados por no comprender la profundidad y la
función de estos aspectos dentro de la misma cultura. Las estructuras de
la memoria de un pueblo y de sus sujetos se transforman a través del arte,
dado que, como proceso de pensamiento, el arte se considera como un
sistema que modela la cultura.
151
Los procesos dinámicos en la cultura se constituyen como las
oscilaciones sui generis de un péndulo entre el estado de explosión y
el estado de organización que se realiza en los procesos graduales. El
estado de la explosión se caracteriza por un momento de igualación
de todas las contradicciones. Esto que es diferente se presenta como
la misma cosa. Ello hace posibles inesperados saltos en estructuras de
organización completamente diferentes, inesperadas. Lo imposible
deviene posible. Este momento es vivido como desconectado del
tiempo, aun cuando en la realidad ello se postergue por periodos
demasiado largos. . . . En su búsqueda de una nueva lengua, el arte
no puede agotarse como tampoco puede agotarse la realidad que va
reconociendo” (Lotman, 1999:212-213).
Bruner también analiza el papel del arte en la cultura, y lo ilustra
con un ejemplo: “Cuando el pintor Manet exclamaba ‘la naturaleza es
sólo una hipótesis’, . . . era un grito de batalla contra el representalismo
académico considerado el único modo, o incluso el modo correcto, de
representar la naturaleza en la pintura. Era una invitación a crear más
hipótesis, diferentes y también sorprendentes” (Bruner, 1988:61). La
propuesta y el desafío lo mencionará un poco más adelante: “El objetivo
de comprender los acontecimientos humanos es sentir las alternativas
que tiene la posibilidad humana” (Bruner, 1988:62).
De manera que no sólo es importante lo que se diga, sino la forma
en que se diga: no sólo es importante el fenómeno que estamos tratando de
entender, sino la forma en cómo nos aproximamos a dar cuenta de él. Visto de
este modo, diálogo y asimetría serán dos elementos que nos acompañen
en todo proceso cultural. Por ello es que Lotman nos recuerda que toda
cultura es semióticamente no-homogénea, y el constante intercambio
de textos se realiza no sólo dentro de cierta estructura semiótica, sino
también entre estructuras diversas por su naturaleza. Todo este sistema
de intercambio de textos puede ser definido como un diálogo entre
generadores de textos diversamente organizados, pero que se hallan en
contacto (Lotman, 1996).
El acercamiento y puente que hemos empezado a construir con
algunas de las poblaciones indígenas en México ha mostrado infinidad
de universos girando vertiginosamente sobre ideas de economía,
sociedad, vida, desarrollo, etc. Empero nuestro mayor obstáculo en estos
152
acercamientos es pensar ingenuamente desde un factor fundamental que
se estructura de diferente manera en los distintos grupos humanos: el
tiempo. Como menciona Nicolescu:
No existe un tiempo, sino tiempos, asociados con cada nivel de Realidad
del Objeto y del Sujeto. Por tanto, no existe un futuro, sino futuros, un
espectro de posibilidades no determinísticas. . . . El mundo se mueve,
vive y se ofrece a sí mismo a nuestro conocimiento gracias a algunas
estructuras ordenadas de lo que es, aunque cambia continuamente. La
realidad es racional, pero su racionalidad es múltiple, estructurada en
niveles. . . . El mundo es al mismo tiempo conocido y desconocido.
No podemos tratar con la realidad en toda su complejidad. El misterio
irreductible del mundo, descrito por el arte y la espiritualidad, coexiste
con las maravillas descubiertas por la razón (Nicolescu, 2012:VIII).
Relacionado con lo anterior, están las concepciones de cultura que
son innumerables, y que vamos abordar en algunos aspectos, recurriendo
a la posición de la UNESCO, que desde su nacimiento a mediados del
siglo pasado ha atravesado diferentes etapas en las que se puede
observar, a semejanza de las serpientes, un cambio de piel en relación
con la redefinición conceptual de cultura, lengua, conocimiento, etc. No
es sino hasta 1982 que se habla de la cultura en relación con el desarrollo
sostenible y las políticas culturales y en donde aparecen rasgos distintivos
particulares que les hace emitir la siguiente declaración:
. . . la cultura puede considerarse actualmente como el conjunto de los
rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que
caracterizan a una sociedad o un grupo social. Ella engloba, además de
las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales al
ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias y que
la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es
ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales,
críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los
valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa,
toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado,
pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente
nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden.
(UNESCO 1982)
En 2002 la misma UNESCO emitirá la ‘Declaración Universal sobre
la Diversidad Cultural’, en 2003 se realizará la ‘Convención para la
153
Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial’ y en 2005 la ‘Convención
sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones
Culturales’. Como menciona Cécile Duvelle,
“Hoy en día, el desarrollo ya no puede definirse o medirse solamente
en términos de adelanto técnico o de la modernización . . . La cultura
– con su doble significado – ayuda a garantizar una globalización más
equilibrada y hacerla más sostenible a través de contrarrestar la amenaza
que representa el riesgo de uniformidad mediante la estandarización de
bienes, servicios, necesidades e imágenes”(Duvelle, 2011:21).
Ante toda esta avalancha, niveles y jerarquías de discursos hemos
tenido que protegernos de todos esos monumentos que tendemos a
venerar, y que como Foucault señaló, crean una logofilia que no nos
permite movernos pero que tampoco ocultan nuestros temores. Si
somos capaces de observar y distinguir cómo los discursos atraviesan
lo que él llamó nuestra ‘voluntad de saber’, hay que tomar decisiones y
elegir formas de pensamiento. Ante esto se propone la determinación de
plantear decisiones del siguiente tipo: “replantearnos nuestra voluntad
de verdad; restituir al discurso su carácter de acontecimiento; borrar
la soberanía del significante” (Foucault, 2008:51). En otras palabras,
tenemos que aceptar el desafío de vivir lo cultural como lo transcultural,
en lo cual hay que integrar la heterogeneidad de las culturas humanas,
con toda la diversidad de sus sujetos ancestrales, como son los pueblos
indígenas.
A continuación, nos detenemos a analizar la producción semióticodiscursiva en relación a sus condiciones de producción, que no
deben desvincularse de un elemento, que Lotman enfatiza de forma
particularmente enfática: el camino de la conciencia:
La tradición nos ha inculcado la idea de que el camino de la conciencia
humana se dirige desde lo individual (aislado) hasta lo universal. Si se
comprende bajo el término “individual” la posibilidad de aumentar el
número de diferencias, encontrar en el uno lo diverso, entonces ésta
es una de las fundamentales conquistas del progreso de la cultura. Sólo
hay que destacar que la capacidad de ver en el uno lo diverso, y de ver
la diversidad en el uno, los dos lados son inseparables el uno del otro,
de un único progreso de la conciencia. . . . La estructura del “Yo” es uno
de los fundamentales indicios de la cultura (Lotman, 1999:198-199).
154
En este fragmento, se destacan varios aspectos que inciden en los
discursos, como es la relación de los sujetos con la conciencia y con la
cultura, que instaura una complejidad: “ la capacidad de ver en lo uno lo
diverso, y de ver la diversidad en el uno”. Estas condiciones ineludibles
explican la relación de los discursos con sus contextos y con los modelos
mentales que constituyen su naturaleza compleja. No es posible pensar
superficialmente en la relación discurso-contexto como una mera emisión
de palabras en distintos escenarios. “No es la situación social “objetiva” la
que influye en el discurso, ni que el discurso influya directamente en la
situación social: es la definición subjetiva realizada por los participantes
de la situación comunicativa la que controla esta influencia mutua” (Van
Dijk, 2012:12).
Lo anterior se proyecta en nuestro trabajo junto con los grupos
indígenas, porque no podemos darnos el lujo de ser unos ‘otros’
observando, platicando, analizando y pensando, desde la torre de marfil
de la academia, esto es desde un solo tipo de discurso. Ese ha sido un
error de método añejo. Como señala Lotman:
Es significativo que la conciencia racionalista, particularmente
difundida en la práctica escolástica, aspire a leer el texto artístico
siempre en su interpretación unívoca. . . . El discurso debe versar
sobre la contradicción propia del arte, que resulta ser al mismo tiempo
su fuerza y su debilidad (Lotman, 1999:200-201).
El diálogo y la construcción conjunta de andamios, caminos, atajos,
problemas, nos atañe a todos. Todos participamos, todos proponemos.
Pero poder crear esa atmósfera es uno de los primeros logros y la
traducción es el medio:
Junto con la estructura del texto, se debe estudiar la estructura del
mundo en el texto, la relación de los cronotopos de la imagen de la
realidad que tiene el autor, de la concepción artística de la obra y del
cronotopo del personaje. Su simultaneidad y, al mismo tiempo, su
distinción, crean también la base imprescindible para el análisis de la
traducción y para la comprensión de la técnica que permite alcanzar
la coherencia, incluso en una situación de violación del sincretismo
del original y de la explicitación del plurilingüísmo semiótico (Torop,
2003: 73)
155
Ejemplos como los que han estado mostrando durante los últimos
15 años los escritores indígenas muestran realmente lo que implica
replantearse la voluntad de saber. Esto es, “hacer la historia de la ciencia
como un conjunto a la vez coherente y transformable de modelos teóricos
e instrumentos conceptuales” (Foucault, 2008:69). Eso es lo que nos
permitirá escuchar y entender las razones de los otros. “El mundo social
en que vivo como alguien vinculado con otros por múltiples relaciones
es para mí un objeto que debe ser interpretado como provisto de sentido.
Tiene sentido para mí, pero, por eso mismo, estoy seguro de que lo tiene
también para otros” (Schutz, 2003b:27). Como lo expresa Irma Pineda,
hablante de lengua náhuatl:
Se van acumulando los silencios
por cada día que pasa.
Por eso mueren las palabras.
Esto decía mi padre:
“cuando acaben las palabras,
se habrá secado el río de la vida”.
No habrá símbolos cual pájaros al viento
Y solo quedará la jaula
Donde está encerrada la libertad.
...
Es cierto que sabemos muy poco
de los caminos que se han ido;
sin embargo, tenemos que despertar
aunque no lleguemos todos.
¿Y hacia dónde vamos?
¿Dónde están las escuelas indígenas?
¿Dónde está escondida la lengua de los pájaros?
¿Dónde ha quedado la música de las flores y el montesón?
¿Dónde están los senderos que caminan los hombres verdaderos?
¿Qué música hablan nuestros hijos?
¿Dónde ha quedado la mata de maíz sagrada?
¿Qué viento se ha llevado el Xochipitsauak?
Quizás nuestros pasos se van perdiendo
por el carnaval de las palabras,
156
y nuestro rostro tendrá una máscara que no será ya de cedros ni
colorines.
Pero ahí estamos, ahí estaremos,
en las lunas abiertas de par en par
y dejaremos en las hojas del poema
las letras de nuestra historia.
(Irma Pineda, 2010:66-67)
Si retomamos lo que escribió Eco en uno de los artículos que se
encuentran dentro del libro A paso de Cangrejo, “para comprenderse
y aceptarse mutuamente hace falta vivir juntos” (Eco, 2007: 262),
podríamos afirmar que en México (aunque no solamente en este país),
desde hace mucho tiempo hemos estado viviendo juntos muchas
personas que provenimos de lugares geográficos diferentes, que hemos
sido criados con lenguas diferentes, y amamantados con costumbres
diferentes. El problema es que lo hemos hecho enquistados dentro de
mundos cerrados en sí mismos, ignorando el diálogo, ignorando a los
otros, nuestros encuentros, los remedios compartidos, etc. El miedo a
la barbarie del otro, la xenofobia, el racismo y otros tantos ismos, no
son sino respuestas a la incapacidad de pensarnos dialógicamente, y de
darnos cuenta de que parte del mismo pensamiento está constituido de
incertidumbre y de laberintos. El miedo a la libertad se alimenta de la
sumisión del pensamiento a los sistemas autoritarios, a la conformidad
automática, al desencadenamiento de procesos irracionales.
Es bastante extraña la forma en la cual nos hemos convertido en
dioses y seguimos adorando los monumentos que hemos construido de
nosotros mismos. La primera frase con que empieza Edgar Morin su libro
La humanidad de la humanidad son palabras tomadas de Pascal: “Seguimos
siendo un misterio para nosotros mismos” (Morin, 2003:15). Pero para
restituir el misterio a la constitución humana la respuesta es no caer en
la inhibición, sino en concebir la posibilidad de encarar y vislumbrar
lo humano como una realidad compleja. Morin da varias razones del
complejo de la diversidad humana, pero sólo mencionaremos algunas:
El conocimiento que proponemos es complejo: porque concibe
inseparablemente la unidad y la diversidad humanas; porque
concibe todas las dimensiones o aspectos, actualmente disjuntos y
compartimentados, de la realidad humana, que son físicos, biológicos,
157
psicológicos, sociales, mitológicos, económicos, sociológicos, históricos;
porque concibe homo no sólo como sapiens, faber y oeconomicus, sino
también demens, ludens y consumans; porque le encuentra un sentido
a las palabras perdidas y despreciadas por las ciencias, incluidas las
cognitivas: alma, mente, pensamiento (Morin, 2003: 17-18).
Los sujetos son complejos, tanto como los escenarios y las
interacciones. Dentro de esta complejidad la presencia de lo ético es
una piedra angular que obviamente no puede estar separada de nuestro
sentido común cotidiano que implica vivir la vida sabiendo que existe un
cambio continuo en las estructuras del vivir. Hacemos y conformamos el
carácter del entorno en el cual participamos y nos encontramos, a la vez
que nos hacemos y conformamos a nosotros mismo también: eso es un
comportamiento ético. Esto es, nos hacemos todos juntos ‘ahí’, en espacios
y tiempos concretos. Vivimos nuestra vida social diaria compartiendo
atmósferas y bullicios humanos: relaciones internas, relaciones con
otros, relaciones de posibilidades. Lo que hay que aquilatar y revalorar,
como lo expresa Shotter, son todas las relaciones yo-otro cotidiano que
hemos establecido y forjado durante años, esas prácticas que constituyen
el trasfondo de la vida, las cuales no son sino formas organizadas de
relaciones persona-mundo. “Un proceso en el que las personas, con
raíces en un trasfondo . . . actúan a su vez sobre las circunstancias de ese
trasfondo (su ‘mundo’) para darles o prestarles más forma o estructura”
(Shotter, 2001:61). Es una versión retórico-respondiente de cómo
comprendemos, constituimos y reconstituimos el sentido común o ethos.
Si nuestras tradiciones intelectuales se conciben como tradiciones
‘vivientes’, dialógicas, o como ‘tradiciones argumentativas’ polifónicas,
se obtiene una visión muy diferente de lo que es el progreso intelectual
. . . esta es una forma de racionalidad lograda mediante contrastes,
y no una racionalidad como representación . . . no podemos tener la
expectativa de que la transición a esos modelos dialógicos y metafóricos
de razonamiento sea sencilla (Shotter, 2001:98-99).
Si ampliamos la estructura paradigmática desde la que pensamos y
sentimos el mundo, las paradojas que se nos presenten seguirán nuevos
caminos. La naturaleza del conocimiento y la forma de conocer no son
unidades abstractas como lo ha presentado la epistemología occidental,
sino que son unidades ‘concretas, encarnadas, incorporadas y vividas’.
Vásquez Rocca resumirá los planteamientos desarrollados por Francisco
158
Varela en dos enunciados: la forma como nos presentamos no puede
disociarse de la forma en que las cosas y los demás se presentan ante
nosotros; y, una acción efectiva es la forma en que encarnamos un
conjunto de transiciones recurrentes entre micromundos (Vásquez
Rocca, 2017:20).
Desarrollemos este planteamiento tomando en cuenta otro ángulo.
En el arte de vivir, dice Morin, esto es, “asumir la condición humana es
buscar una sabiduría que asuma nuestra naturaleza de homo complexus
(sapiens-demens-ludens-mythologicus-poeticus)” (Morin, 2006:152). Una
humanidad con las características que se han mencionado, es la que
tenemos en mente cuando nos acercamos y encaramos el fenómeno
de interculturalidad en sus distintas facetas y en sus distintos lugares
geográficos. En este momento el trabajo con los pueblos indígenas en
México es parte de una respuesta que nos hace afinar y reconstruir los
instrumentos y los materiales conceptuales del entendimiento.
Como ya lo había atestiguado Carlos Montemayor, “La tradición oral
de los pueblos indígenas de México, quizás ‘puesta en orden’ en códices
ahora destruidos o desaparecidos, es un depósito de información más
amplio que el recuerdo de un narrador particular . . . Cada relato podría
ser, pues, sólo un fragmento de un orden más amplio” (Montemayor,
1999:16). Por ello, la necesidad de mayor comprensión, de mayor
acercamiento al otro, ha producido trabajos metodológicos valiosos, tal
como menciona Todorov al recordar a Bajtín:
Reducir al otro a un objeto, es ignorar su característica principal, a
saber, que es un sujeto, precisamente, es decir, alguien que habla,
exactamente como lo hago yo al disertar acerca de él. Pero ¿cómo
volver a darle la palabra? Reconociendo el parentesco de nuestros
discursos, viendo en su yuxtaposición, no la del metalenguaje-objeto,
sino el ejemplo de una forma discursiva mucho más familiar: el diálogo.
. . . Es sólo la interpretación como diálogo la que permite recuperar la
libertad humana (Todorov, 2005: 98-99).
Es precisamente la necesidad del diálogo como opción y la libertad
como distintivo de una forma de vida, a la que los distintos pobladores
indígenas de estos territorios nos invitan a acercarnos y compartir.
Existen lastres contemporáneos que es preciso reconocer para poder
159
seguir adelante, sobre todo por el tipo de discurso producido desde
ciertos sectores de la cultura al respecto. Como mencionan Alfredo
López Austin y Leonardo López Luján en su libro El pasado indígena, en
la investigación científica, al tratar de entender el pasado pre-colonial,
en numerosas ocasiones se “privilegia una cronología basada en criterios
puramente evolutivos” (López Austin & López Lujan, 2014:294). Si a eso
le añadimos lo que más de un investigador ha presenciado y divulgado:
los grupos indígenas presentan los mayores índices de marginación del
país y una fuerte dispersión territorial; muestran una intensa migración
regional, nacional e internacional; el 25% de ellos no reciben ingreso
alguno por su trabajo, mientras que el 56% reciben a lo más 2 salarios
mínimos (200 dólares aproximadamente); su esperanza de vida es 7 años
menor que el resto de la población; existen en estas poblaciones altas
tasas de desnutrición crónica; etc., etc. (Zolla, 2007), el panorama no es
nada halagador.
Carlos Zolla hace una exposición bastante detallada de todos estos
factores tomando en cuenta varios índices y fuentes de datos al respecto.
Su participación y sus aportes al programa de la UNAM, ‘Diversidad
Cultural e Interculturalidad’ han sido fundamentales hasta el presente.
Como podemos observar, el tipo de aproximación al fenómeno indígena
implica un cruce entre diversas disciplinas y triangulaciones de diferentes
tipos. Al menos, la triangulación de tres aspectos: discurso, cognición y
sociedad de manera estructural e interactiva.
Carlos Montemayor en su aproximación al estudio de la diversidad
de convivencia de lenguas y culturas en México llega a planteamientos
semejantes: “La literatura es una forma de conocimiento del mundo.
Como recreación de la realidad, constituye no un reflejo, sino una toma
de conciencia” (Montemayor, 2004:vii). Es con este tipo de premisas
que se camina hacia el entendimiento. Recordemos entonces que la
cultura para Lotman no es sino un universo donde lo predecible y lo
impredecible están presentes, junto con otros factores con los cuales hay
que trabajar paralelamente. Curiosamente, al escudriñar sobre las ideas
de cultura, Lotman llamará al primer capítulo de uno de sus libros, The
Unpredictable Workings of Culture publicado en inglés en 2013, ‘Búsqueda
del Camino’. La semiótica como una nueva forma de pensar será un
puente entre diferentes campos de conocimiento, y aquellos elementos
160
que se veían como obstáculos serán considerados como partes de una
nueva construcción del modelo de aproximación. Como él mismo lo
expresa: “Al tratar con la intersección de dos diferentes lenguajes, la
inadecuación fundamental de la traducción se veía como la creadora de
obstáculos en el canal de comunicación. Ahora esa inadecuación se ha
vuelto el mecanismo y la base de la producción de lo nuevo” (Lotman,
2013:52). Esa sentencia que se ha repetido infinidad de veces, se vuelve
a la vez monótona e indicativa de la ingenuidad y de la pobreza con que
nos plantamos en el mundo: ‘el pez es el último en darse cuenta de que
vive en el agua’.
El descubrimiento actual de la riqueza de México implica el
descubrimiento de las lenguas indígenas. Acercarnos a esas lenguas
nos revela otras cosas: las culturas que se sustentan en esos idiomas;
las terribles condiciones de miseria en que se les ha obligado a vivir
durante siglos a los pueblos que las hablan; el notable vigor de los
indios para sobrevivir a masacres, represiones, despojos de tierras o
de su fuerza de trabajo y, por supuesto, la capacidad para conservar y
defender su lengua a lo largo de cinco siglos (Montemayor, 2004: vii).
Juan Gregorio Regino, un indígena mazateco, lo expresa de la siguiente
manera:
No es eterna la muerte,
espíritus míos que del cielo bajan.
Siento su presencia aquí en lo imperfecto,
donde los que tenemos vida estamos muertos
y los que están muertos tienen vida.
Vivimos un día de fiesta
en un escape momentáneo a la muerte,
en un instante aferrados a la vida.
Compartan la mesa con nosotros,
coman y beban nuestros frutos,
dancemos luego con la muerte
que en cada máscara se oculta.
Espíritus vivos.
Espíritus muertos.
Esta es nuestra fiesta, asomemos un instante nuestros mundos.
Nosotros tenemos corazón, ustedes también.
En esta vida que no es eterna.
En esta muerte que no es eterna.
(Juan Gregorio Regino, 2004:165)
161
El pueblo mazateco se encuentra distribuido principalmente en el
estado de Oaxaca al sur de México. La palabra con que son nombrados y
con el que se les conoce en diversas regiones es de origen náhuatl y puede
traducirse como “donde abundan los venados” o “gente del venado”. Sin
embargo, ellos a sí mismos se designan como “ha shuta enima”, “los que
trabajamos el monte” o “gente humilde, de costumbres”. Aunque son
nominalmente católicos, su vida religiosa está fuertemente impregnada del
culto con raíces pre-hispánicas, vinculado fuertemente de un calendario
agrícola que marca festividades y ritmos de vida y muerte. Año con año,
en la región de la cañada, entre danzas, singulares vestuarios y máscaras,
cobran vida los testimonios y creencias de los ‘huehuentones’, esto es,
los hombres que brotan del ombligo de la tierra y que vienen a convivir,
bailar y cantar con los vivos. Por esta razón Juan Antonio Regino en su
poema nos muestra a través de sus palabras este ciclo vida-muerte, que
se repite año tras año, en el que nos encontramos en “nuestra fiesta”, y
en donde “nosotros tenemos corazón, y ustedes también”. No olvidemos
que los muertos provienen del ombligo de la tierra, que es una madre, y
que es dentro de esta madre en donde colocamos semillas de maíz y las
cubrimos con tierra para que crezcan y den fruto. Esos son los implícitos
a los que hace referencia Juan Antonio Regino en su poema. Ese es el
texto que todos los que ahí viven conocen, y sobre el cual es posible
escribir otro texto.
Las palabras propias, las ajenas, los sentidos, las condiciones de
posibilidad, la alteridad, las relaciones, lo ético, el diálogo, las formas
de decir, lo único que hacen es volvernos a reafirmar con Lotman que
‘el acto elemental del pensamiento es la traducción’, y que el diálogo
implica y presupone mecanismos, estructuras, simetrías y asimetrías,
participación, fronteras, varianzas e invarianzas, formas de contacto,
intercambios, etc. Sabemos también, para utilizar las palabras de Tatiana
Bubnova, que nos vamos a encontrar con espejos deformantes, tal como
le ocurre a Bajtín: “Averintsev ha expresado que los militantes entienden
a Bajtín <<con la exactitud de hasta al revés>>”. Y es que no podría ser
de otra forma, pues hay quienes entran en el diálogo incluso a partir de
la desinformación, el error o el exceso de temperamento propio. Esto es,
no saben que se han desbordado las fronteras.
162
Un enunciado vivo, que surge conscientemente en un momento
histórico determinado y en un medio socialmente determinado, no
puede dejar de tocar miles de hilos dialógicos vivientes, tejidos por la
conciencia socioideológica en torno al objeto que el enunciado aborda,
no puede dejar de ser un participante activo del diálogo social. Es más,
el enunciado surge a partir de este diálogo siendo su continuación,
su réplica, y de ninguna manera se acerca hacia su objeto desde una
supuesta neutralidad (PLE,90) (Bubnova,1997:359).
Para poder lograr un entendimiento de la semiosfera desde la
semiosfera, menciona Peeter Torop, no se puede ignorar que las fronteras
conceptuales teóricas y metodológicas de cultura, naturaleza, ambiente,
vida humana, han cambiado y que esto requiere nuevas formas de
entendimiento y de comprensión, esto es, requiere definir nuevamente
y epistemológicamente el objeto de la investigación: “la estructura
disciplinaria de las ciencias ha cambiado, la interdisciplinariedad ha
dado lugar a nuevos tipos de diálogos científicos en la forma de multi o
transdisciplinariedad, empero al mismo tiempo los objetos de las ciencias
han cambiado” (Torop, 2003:324). En estos términos, todo esto no hace
sino reafirmar que los puntos a tomar en cuenta, y que se mencionaron
en un inicio en nuestro acercamiento a los pueblos indígenas o culturas
ancestrales, han comenzado a abrir nuevas rutas o prácticas semióticodiscursivas indispensables para lograr un entendimiento y participación
diferentes, dinámico y que se actualice de manera constante ante la
vorágine del cambio. Repitámoslos: a toda imagen o modelo del mundo
corresponde una imagen o modelo de uno mismo; la cultura es un sistema
de sistemas vivos; los sujetos que la conforman son sujetos complejos.
Conclusión
Terminaremos este artículo citando parte de un discurso de Julia
Kristeva que pronunció en Asís en 2011. Tal vez sirva de espejo para
observar la soberbia de la época actual que comenzó como una infección
pero que se ha convertido en una enfermedad peligrosa: el “presentismo”,
o “la última moda” de la evidencia de la última investigación.
¿Puede todavía hablarse de humanismo? O, mejor, ¿puede hablarse el
humanismo? Es Dante Alighieri quien, debido a la celebración que hace
de San Francisco en el Paraíso de su Divina Comedia, me interpela
en este instante. Dante fundó una teología católica del humanismo
163
Diálogo y cultura caminan de la mano. Los núcleos del diálogo van
más allá de las apariencias de las palabras. Los silencios, lo que no cabe
en las palabras, forma parte del diálogo mismo. Dialogar implica volver
a aprender a pensar; pensar con otras categorías; pensar nuevos mundos
desde mundos ya hechos. “Las lenguas no se dejan desmembrar fácilmente
en palabras. Toda lengua es un modo de vivir, un modo de estar en el
mundo, y refleja una completa visión de este” (Panikkar, 2001:53); y en
otro lugar agrega: “Es todavía un resto del espíritu colonialista la creencia
de que toda palabra de cualquier lengua puede ser traducida a otra. El
lenguaje no es sólo logos; es también mythos” (Panikkar, 2006:81).
Pensar en red, en pluralidad de realidades, concebir el pensamiento
como una espiral o como un enjambre, pensar utilizando metáforas,
analogías, lógicas distintas, o bien pensar matemáticamente o pensar
poéticamente, etc., nos permiten comenzar a entender desde una
perspectiva no reduccionista la realidad de la condición humana. Pensar
el tiempo es pensarse a sí mismo, y el tiempo en el mundo indígena está
cargado de muchas conexiones culturales de movimientos en donde la
naturaleza es entendida mediante una unidad muy particular: la vida
y la muerte atravesadas en forma de ciclos, en donde la repetición de
cada ciclo no se comprende como una copia, sino como nuevas caras de
estar presentes y ausentes del mundo. Eso no quiere decir que no haya
errores o ilusiones en lo que concebimos o creemos; más bien significa
que no se puede ser ingenuo al pensar esos errores o ilusiones. Nosotros
estamos en el mundo, pero también el mundo está en nosotros. Como
menciona Morin: “las creencias y las ideas no sólo son productos de la
mente; también son seres mentales que tienen vida y que tienen poder.
De esta manera, ellas pueden poseernos . . . Las ideas existen por y para el
hombre, pero el hombre existe también por y para las ideas; nos podemos
servir de ellas sólo si sabemos también servirles” (Morin, 2001:28-29).
Nos encontramos ante un cruce de caminos y ante un cruce de
paradigmas que no hacen sino señalar la necesidad de reorganizar
nuestras formas de concepción del conocimiento, así como reorganizar
o reformar las prácticas o actividades resultantes de éste. El pensamiento
se desdobla y la leyes o reglas que corresponden a cada uno de esto
desdoblamientos cambian. Para mostrar un ejemplo relacionado con lo
que se mencionó en el párrafo anterior: no es posible utilizar las ‘leyes’
de la lógica para entender una propuesta o una forma de concepción
mítica del mundo y de uno mismo. No se trata simplemente de recolectar
o analizar los materiales, los textos, las imágenes, los discursos que
nos salen al encuentro y que nos permiten saber que hay vida en ellos
y alrededor de ellos. El punto que intriga es saber a qué modelo de
pensamiento recurrimos, y metodológicamente, como los pensamos.
Hay que ser cuidadosos de no caer en sólo ver los extremos del hilo con
el que tejemos lo que decimos, lo que sentimos, lo que esperamos.
La necesidad de pensar sistémicamente requiere nuevos compromisos
y una forma distinta de ordenar el conocimiento. Las ideas tienen
proyección y el saber precisa de tiempo compartido bajo planteamientos
amplios y bases firmes: ¿por qué y para qué el conocimiento? ¿por qué,
para qué y cómo la educación? ¿por qué y para qué el mundo? La historia
es fundamental pero no como dogma sino como testigo y actor de la
cristalización de maneras de ver, de escuchar, de reflexionar. Los escenarios
que se nos presentan o los paradigmas desde los que nos posicionemos
obligan a tener herramientas de pensamiento y herramientas de acción:
no es suficiente señalar, tener buenos propósitos y alentar utopías sin
sentido. Lo esencial es desarrollar, cultivar y compartir formas de tejer el
conocimiento de todos los días; esto es, compartir vida pensada y sentida
durante lapsos de tiempo más prolongados que permitan comprender la
proporcionalidad o la complementaridad de los conocimientos, de los
saberes y las vivencias.
y demostró que existe si, y solamente si, nos trascendemos en el
lenguaje y por medio de la invención de nuevos lenguajes, tal como
lo hizo él mismo al inventar neologismos y escribir en un nuevo estilo
la lengua italiana corriente. “Sobrepasar lo humano en lo humano”
(“transhumanar”, Paraíso I,69), dice él: tal sería el camino de la verdad.
Se trataría de anudar, en el sentido de acoplar (s’indova, ponerse ahí,
en el dónde, Paraíso 33,138), tal como se anudan el círculo y la imagen
en un rosetón, lo divino y lo humano en el Cristo, lo físico y lo psíquico
en lo humano. . . . un ir más allá de lo humano gracias al acoplamiento
del deseo y la razón en el lenguaje (Kristeva, 2013:409) .
No se trata de recuperar pasados traumáticos y hacer monumentos
o ceremonias a los holocaustos del mundo. Se trata de reconocer que hay
164
165
otro tipo de memoria que no es la exacerbación de nacionalismos. Astrid
Erll le llamará memoria tanscultural (Erll, 2011). Re-escribir los enredos
de las divergencias y de las identidades de forma multidireccional en
donde las fronteras del tiempo, del espacio, de los contextos nos permitan
descubrir y plantear nuevos significados y perspectivas que no sean el
regodeo de representaciones arcaicas. Esa es una forma muy primitiva de
recordar. Las dimensiones de la memoria son otras. Nos permiten, como
Ulises, ver Troya e Ítaca a la vez, reconstruyendo nuevos caminos, nuevas
formas de peregrinar, nuevas formas rituales, nuevas formas de viajar.
No olvidemos que incluso en las sociedades democráticas abiertas
reside el problema epistemológico de la comprensión: para que pueda
haber comprensión entre estructuras de pensamiento se necesita poder
pasar a una meta estructura de pensamiento que comprenda las causas
de la incomprensión de las unas con respecto de las otras y que pueda
superarlas (Morin, 2001:102).
Todo esto es parte del desafío del pensamiento transdisciplinario.
Reconocemos, no sólo con Nicolescu, que existen diferentes niveles
de realidad, sino también que no podemos quedarnos atascados en la
trampa del ‘presentismo’ de un solo nivel de realidad. A la Modernidad se
le achaca haber prometido sacarnos de la barbarie a través de las nuevas
formas como se estaba forjando el conocimiento: esa es exactamente la
ingenuidad en la que no queremos volver a caer. Y lo podemos llevar un
poco más adelante. En lugar de acuñar términos tales como desobediencia
epistémica, podríamos pensar en la misma trampa: ingenuidad
epistémica. Tal vez no lo hemos notado con la claridad suficiente, pero
un nivel de realidad cubre áreas muy vastas de sistemas conceptuales, de
representaciones y de modelos del mundo.
Bachelard conocía muy bien los entramados del conocimiento
científico y mostró direcciones desconocidas de lo que él llamó “el
nuevo espíritu científico”; sin embargo, en ese caleidoscopio de ideas
empobrecimos las consejas y las advertencias de su ‘vigilancia epistémica’.
Es muy fácil caer en lo que él denomina una ‘filosofía del comodismo’.
Existe ruptura entre el conocimiento sensible y el conocimiento
científico. Se ve la temperatura en un termómetro, pero no se la
siente. Sin teoría no sabríamos jamás si lo que se ve y lo que se
siente corresponden al mismo fenómeno . . . La razón no tiene el
166
derecho de asignar el valor mayor a una experiencia inmediata; por el
contrario, debe ponerse en equilibrio con la experiencia más ricamente
estructurada. En toda circunstancia, lo inmediato debe ceder el paso a
lo construido. Destouches repite a menudo: si la aritmética, en lejanos
desarrollos, se revelara contradictoria, reformaríamos la razón para
eliminar la contradicción y conservaríamos intacta la aritmética. Ante
una contradicción repentina o, más exactamente, ante la necesidad
repentina de un uso contradictorio de la aritmética, se plantearía
el problema de la no-aritmética, de una panaritmética, es decir, de
una prolongación dialéctica de las instituciones del número que
permitiría englobar la doctrina clásica y la doctrina nueva” (Bachelard,
2009:15/135).
La transformación del saber, o más bien, la transformación de nuestra
concepción del conocimiento nos implica a todos. Pero recordemos que
las metamorfosis son el paso de una forma a otra forma de plantearse y
de vivir la vida: la primera forma no deja de ser importante. No obstante,
sus lógicas y sus razones no son las de la segunda forma. Pensar en
redes, pensar en sistemas, es pensar en procesos y en los diferentes
estados que sufren esos procesos. No pueden vivir en cajones diferentes
trasformaciones epistémicas y concepciones éticas. Pensar en ‘nosotros’
y ‘los otros’ no es dejar de pensar en el ‘yo’. Tejer relaciones múltiples,
la emisión o producción de sentido en diferentes niveles, nos obliga a
detectar las tramas de los que se sujetan los diferentes elementos. El futuro
no es el pasado; sin embargo, ambos se sujetan de una trama desde la que
toman sentido. No son malabarismos lo que se busca, sino la congruencia
del sujeto desde su interior sin secretos. “Todo lo humano es exterior . . .
Yo es otro” (Levinas, 2006: 112-116).
En síntesis, un elemento a rescatar en el trabajo con las culturas
ancestrales y los pueblos indígenas proviene de la evolución misma del
concepto transdisciplina. Y aunque ya se ha dicho muchas veces, parece
que no sabemos oír. El término transdisciplina o transdisciplinariedad
no es un concepto unívoco, como el mismo Nicolescu señala, y por lo
mismo debe estar abierto a un enriquecimiento en su concepción y
aplicación. Un aspecto clave y fundamental tiene que ver con el proceso
mismo del desarrollo de la investigación y el conocimiento que se genera
pensando o diciendo que se está realizando un trabajo de tipo o de corte
interdisciplinario o transdisciplinario. Al parecer no basta realizar un
puente de corte epistemológico de varios campos científicos. Excluir a
167
las comunidades y los saberes que comparten, que son de distinto tipo y
escala, en la construcción de modelos de sentido para entender diferentes
problemáticas ha sido un error grave que ha recibido diferentes nombres
a lo largo del tiempo: etnocentrismo, eurocentrismo, ideología, modelos
hegemónicos de pensamiento, etc. Es por ello que resulta indispensable
leer y recuperar lo que plantea Bärbel Tress, Gunther Tress y Gary Fry
en relación a la integración y producción del conocimiento. Para ellos:
La producción de nuevo conocimiento – tanto en forma de teoría
nueva y desarrollo de método – es una característica de la investigación
integrativa. . . . Definimos los estudios transdisciplinarios como
proyectos que integran investigación académica de diferentes disciplinas
que no se encuentran relacionadas y participantes no-académicos
(como administradores de tierra y público) para hacer investigación
en relación a una meta común y crear teoría y conocimiento nuevo.
La transdisciplinariedad combina lo interdisciplinario con una
aproximación participativa. (Tress, Tress & Fry 2006:17)
Pero como dice Thierry Ramadier:
No imposta la forma que tome, la interdisciplinariedad y la
multidisciplinariedad evitan las paradojas y no intentan solucionarlas.
Como resultado, la aproximación interdisciplinaria y multidisciplinaria
están fragmentadas. . . . La transdisciplinariedad rompe con este tipo de
pensamiento de manera significante, dado que el objetivo es preservar
las diferentes realidades y confrontarlas. Así, la transdisciplinariedad se
basa en el conflicto controlado generado por las paradojas. La meta, no
es ya buscar el consenso sino la búsqueda de articulaciones. El objetivo
es evitar reproducir modelos fragmentarios típicos del pensamiento
disciplinario. (Ramadier, 2004:434)
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LA TRANSDIMENSIONALIDAD
DE LA MEMORIA. PUEBLOS
Y TERRITORIO EN EL
LAGO DE TEXCOCO
Óscar Ochoa Flores
Escuela Nacional de Antropología e Historia
foscar@hotmail.com
Resumen: Este texto aborda teóricamente desde la transdisciplina y la complejidad el
carácter transdimensional de la memoria. Los aportes desde ambas posturas teóricas
convergen en un modelo operativo para el análisis de la memoria. Los principios de
recursividad, dialogicidad y transdimensionalidad de la complejidad se articulan con
los niveles de realidad, el tercer incluido. Los sistemas complejos y abiertos de la
transdisciplina se articulan con distintos campos del conocimiento indígena y del occidental
para comprender las formas en que se presenta la memoria. En estos términos, algunos
planteamientos desde la epistemología indígena se interrelacionan con las disciplinas
antropológicas, ecológicas, socio-históricas, políticas, análisis del discurso y semióticas
de occidente para analizar un fenómeno persistente y fundamental en la construcción
de la identidad y cultura de todo pueblo, como son los procesos mnemotécnicos de
los pueblos de Atenco, Texcoco y Chimalhuacán en relación con el territorio.
Palabras clave: memoria, transdisciplina, complejidad, transdimensionalidad, territorio.
Abstract: This text theoretically approaches the transdisciplinary complexity of the
transdimensional character of memory. The contributions from both theoretical positions
converge in an operative model for the analysis of the memory. The principles of recursion,
dialogicity and transdimensionality of complexity are articulated with the levels of reality,
the third included. The complex and open systems of transdiscipline are articulated with
different fields of indigenous and western knowledge to understand the ways in which
memory is presented. In these terms, some indigenous epistemology approaches are
interrelated with the anthropological, ecological, socio-historical, political, discourse
analysis and western semiotics to analyze a persistent and fundamental phenomenon
in the construction of the identity and culture of all people, as we see in the mnemonic
processes of the Atenco, Texcoco and Chimalhuacán people in relation to territory.
Keywords: memory, transdisciplinarity, complexity, transdimensionality, territory.
171
Complejidad y transdisciplina de la memoria
Introducción
La transformación acelerada del mundo actual, así como de las
herramientas teórico-metodológicas exigen una mirada cognitiva amplia
y transversal que vaya más allá del pensamiento simple occidental, para
lo cual recurrimos al pensamiento complejo que nos coloca en regiones
de incertidumbre, lo cual lejos de entenderse como una insuficiencia
se presenta como elemento consciente para un abordaje fructífero,
distanciado del mito decimonónico de la certeza basada únicamente en
la razón científica.
Una epistemología novedosa para el tema que nos atañe, la relación
memoria-territorio, requiere de la articulación entre distintos niveles
de la realidad a partir de la consideración de los siguientes principios
que permiten comprender las relaciones que van de lo micro a lo macro,
de lo material a lo espiritual, de lo local a lo global, de lo empírico a lo
teórico, en mutua interacción y de manera transdimensional. Para ello,
la perspectiva transdisciplinaria atraviesa los campos disciplinares de las
ciencias occidentales e integra el conocimiento indígena, ampliando la
perspectiva eurocéntrica del saber humano.
Una explicación sintética de cómo se organiza la physis, la naturaleza
más allá del ordenamiento físico según Morin (2001), surge de la
recursividad entre el orden, el desorden, la organización y las interacciones
o encuentros, como se expone más adelante.
Para la teoría de la complejidad, las interacciones solo surgen del
desorden, de las turbulencias y las convulsiones que se originan de los
encuentros. A su vez, orden y organización no pueden emerger más
que en función el uno del otro; el orden solo puede avanzar cuando la
organización abre paso sobre el terreno que se expande.
La organización, por su lado, necesita de un principio de orden que
interceda a través de las interacciones que le dan forma. Y el orden y la
organización, en la medida que crecen, necesitan del desorden, usándolo
y necesitándolo para garantizar su propia existencia.
En estos términos, la memoria se construye como una categoría
transdisciplinaria que atraviesa los campos de la complejidad, de la
transdisciplina y del pensamiento indígena para abordarla desde múltiples
disciplinas occidentales como la sociología, la biología, la antropología, la
historia, la semiótica de la cultura y el análisis del discurso.
En este trabajo, se retoma la concepción transdimensional del sujeto
en Haidar (2006), desde el continuum subjetivo-objetivo, para ampliarla
y proponer un concepto de sujeto que rebasa los límites de lo humano,
basándose en el hecho de que las culturas ancestrales consideran sujetos
a otros seres no-humanos. El desarrollo de cada apartado es acompañado
del trabajo de campo realizado en los municipios de Atenco, Chimalhuacán
y Texcoco en el Estado de México, donde se está realizando el proyecto
de investigación sobre memoria colectiva y su relación con el territorio.
172
Figura1. Bucle tetralógico, basado en Edgar Morin (2001). , Óscar
Ochoa Flores, 2017
En otro sentido, la recursividad orden-desorden-organizacióninteracciones-encuentros desde un plano micro operan para engendrar
nuevos juegos, más diversos y mayores en otro nivel de la realidad. Entre
más grande es el nivel, mayores son las combinaciones y juegos aleatorios
de la physis, generando una riqueza cada vez mayor, de tal suerte que los
movimientos de un solo elemento en el plano de la microfísica puede
173
desencadenar toda una serie de combinaciones y construcciones en el
plano siguiente, hasta llegar a dimensiones cósmicas.
Podemos, entonces, señalar dos tipos de movimientos que se
engendran con la cosmogénesis: el primero funciona en cada nivel de
la realidad, sustentando la materia y sus reglas de funcionamiento (las
leyes son una parte mínima de estas operaciones porque sólo dan cuenta
de las regularidades) que juegan desde el caos y la incertidumbre; el
segundo opera transversalmente afectando cada nivel de la realidad,
como resultado del juego del primero, produciendo riqueza, variedad,
potenciado los elementos de cada nivel hasta lo insospechado, resultado
de las interacciones y encuentros de tendencia previo, generando el
desorden del siguiente nivel. La dialogicidad es transdimensional,
mientras que la recursividad es intradimensional (Morin, 2001).
La recursividad en la memoria
La memoria como proceso de conservación y registro (engramación
y archivo para Morin) de la información se manifiesta en los dos niveles:
genético y adquirido, hace de la huella una matriz donde el aparato
(mente o cuerpo) y la totalidad neguentrópica entran en juego. En este
punto, abordamos el proceso opuesto a la memoria no como su antítesis
y anulación, sino como su complemento opuesto y necesario: el olvido.
Considerado como un proceso de pérdida de la información en la
evocación de un recuerdo, el olvido no puede verse como una simple
merma del acervo informacional, sino como un proceso que posibilita la
memoria misma: pues entre las máquinas vivas el orden es anticipación
de la muerte. Así como el corazón palpita siempre al borde del caos
(la frecuencia y ritmo perfectamente equilibrados son síntoma de
enfermedad) la mente evoca siempre con pérdidas y modificaciones del
primer recuerdo, pero lejos de ser negativo, éste proceso es un principio
creativo y re-creativo, pues “todo proceso de pensamiento, si es aislado,
hipostasiado y es empujado al límite, es decir, si no está dialógicamente
controlado, conduce a la ceguera o al delirio” (Morin, 1986:200) . Si
consideramos al olvido como parte del proceso indispensable para
la generación de la memoria, la percepción que se tiene del proceso
en términos psicológicos cambiaría para hacer de éste un elemento
fundamental, lejos de entenderse como la destrucción de ésta.
174
La analogía del olvido con la neguentropía en el proceso mental,
sugiere su necesaria y fundamental inclusión al proceso mnemónico.
El olvido como desorden productivo y generativo de nuevos órdenes
se inserta en la memoria como principio dinamizador que re-crea las
evocaciones. Así el binomio memoria-olvido se construye por una
influencia mutua entre ambos elementos.
Por otro lado, la memoria no se activa por sí sola, sino que se detona
a partir de interacciones externas (sociales), o internas (psicológicas) en
las cuales se evocan los recuerdos. La memoria es un proceso evenencial:
son los eventos, las contingencias y los accidentes en el flujo del tiempoespacio los que permiten activarla. La memoria se organiza entonces
a partir de la interacción permanente entre evocación y la pérdida o
transformación del recuerdo. La organización mnemónica resultante de
la interacción entre lo externo y lo interno aparece como una narrativa
que se construye a partir de hechos, lugares y personas, pero que se altera
con cada evocación, y por lo mismo se inserta como un tercer factor en la
recursividad memoria-olvido, formando un bucle tetralógico que incluye
las interacciones, y conduce a la autopoiesis (Maturana, 2004)
Figura 2. Esquema sobre la recursividad memoria-olvido., Óscar
Ochoa Flores, 2017
La relación memoria-olvido entonces se complejiza y enriquece al
introducir los elementos que desde una lógica simple se entienden como
amnésicos o diluyentes para la memoria como el olvido o los recuerdos
inestables. Sin embargo, como se ha explicado, estos elementos son
constitutivos de la memoria.
175
Desde lo individual hasta lo social, el proceso mnemónico ha
permitido la sobrevivencia de la especie humana a lo largo de su historia,
y sin embargo la llegada de la modernidad ha venido diluyendo esta
memoria que costó miles de años para adaptarse al entorno de manera
equilibrada.
La dialogicidad de la memoria
El principio dialógico adquiere una importancia vital para este
proyecto en tanto que este principio postula la dialogización desde las
partículas mínimas de la materia hasta las estructuras mínimas de la
mente (podemos hablar de los enlaces neuronales que conforman los
recuerdos), lo que nos permite enlazar productivamente dos elementos
(memoria y olvido) lo que desde otra perspectiva resultaría en una
antítesis de estos elementos.
Por otro lado, si llevamos este principio a las estructuras mínimas
de la mente, para observar su aplicabilidad en el terreno de la mnesis
(memoria) y sus consecuencias sobre la cognición, podremos acercarnos
más profundamente al tema de estudio, desde una visión más amplia
e integral. La memoria, -- que se forma a partir de la interacción entre
las estructuras vivas mínimas del cerebro (neuronas) originan a su vez
las estructuras mínimas de la mente (sinapsis), que de acuerdo con las
teorías más aceptadas --, se conforma a partir de los 100,000 millones de
neuronas que conforman el cerebro (Morin, 1986), y del millón de miles
de millones de conexiones que éstas realizan en los distintos niveles del
córtex cerebral, en una vasta red neuronal. Ahora se sabe que las sinapsis
no ocurren de la misma forma y en las mismas regiones, pues cada
cerebro es único y cada “cableado neuronal” es distinto en cada cerebro,
pero lo que sí se sabe es que en cada conexión existen “componentes
genéticos y epigenéticos” (Candau, 2006: 11) que permiten entender que
dicho cableado no está determinado de antemano, es decir, es un proceso
aleatorio.
Candau se pregunta si hay una si hay alguna similitud entre la
memoria celular del sistema inmunológico y el sistema nervioso. Al
reconocer que es difícil establecer una correspondencia, porque no se
ha reconocido el sustrato físico de la memoria, pero asegura que los
176
distintos tipos de memoria operan de acuerdo al tipo de recuerdos de
manera similar al sistema inmunológico que reacciona a determinados
antígenos. En este mismo sentido, Edgar Morin propone la semejanza que
hay entre la memoria mental y la genética “nuestra memorización mental
y la rememoración generativa son productoras la una y la otra de un
doble, pero en el primer caso este doble es imaginario y en el segundo, el
doble es un acto, un producto, un ser real.” (Morin 2001:371), resaltando
la característica evenecial (relativa al acontecimiento) de la memoria
mental, es decir, transitorio pero reiterativo.
Figura 3. Esquema de la recursividad generada en cada nivel,
desencadenando un efecto exponencial en el siguiente nivel, y con ello
la transdimensionalidad de un fenómeno. Óscar Ochoa Flores, 2017.
En términos psicológicos, la memoria es definida como el proceso
cognitivo que se entiende como “la capacidad de adquirir, retener, evocar
177
y utilizar las experiencias, informaciones y conocimientos. Conviene no
perder de vista que la memoria no es la repetición exacta de una imagen,
sino la puesta en juego de un proceso de categorización”(Consuegra,
2010), y aun cuando no queda claro cómo operan las neuronas en esta
“puesta en juego”, los procesos sinápticos confirman el proceso evenencial,
pues la plasticidad cerebral hace de cada recuerdo una evocación dinámica
del objeto, sujeto o acontecimiento recordado. En otras palabras, desde
la primera experiencia sensorial hasta su última evocación han ocurrido
nuevas y distintas conexiones sinápticas, generando con ello nuevos
diálogos neuronales (lo cual no implica sólo la transmisión de información,
sino la transformación de los entes involucrados en el proceso) que hacen
de cada acto mnemónico un diálogo permanente en el plano neuronal,
psicológico y social; en estos términos, retomamos la premisa desde la
memoria colectiva que afirma que no existe memoria individual, porque
ésta está enmarcada, dirigida y construida por el contexto social.
El análisis de la memoria desde la dialogicidad y la recursividad
partiendo de los niveles micros, hasta llegar a la dimensión humana más
amplia: la cultura, y de ahí a lo ecológico, puede generar incertidumbre o
rechazo. Sin embargo los caminos convergentes están trazados y parece
no haber otro camino que intentar vincular lo anterior con el plano
cultural y ecológico.
Transdimensionalidad de la relación recursiva memoriacultura-naturaleza
En el plano biológico, la sobrevivencia de la especie humana a lo
largo del planeta, se debe en parte a que se ha afianzado por mecanismos
como la memoria, la cual es responsable de la transmisión de saberes
para dicha sobrevivencia, que es crucial para el ser humano. En efecto, la
diversidad evolutiva ha permitido al ser humano establecerse en los más
diversos climas y condiciones para manipular la naturaleza y su relación
con ella.
La evolución de cualquier especie, entre ellas la humana, se facilita
gracias a la diversidad multidimensional que opera desde lo genético
hasta lo ecológico, ampliando el espectro de posibilidades de adaptación
al entorno, lo cual sucede gracias a un sinnúmero de relaciones entre
178
una especie y las condiciones a las que se enfrenta, almacenándose en el
código genético, en los mecanismos sociales y en la diversidad lingüística
para la especie humana; pues como parte del reino animal, la especie
humana se ha dotado a sí misma del lenguaje para transmitir información
a sus contemporáneos y a las nuevas generaciones Toledo y Bassols
(2008).
La propuesta que desde la complejidad hacen estos autores, sugiere
que la memoria de la especie humana se manifiesta por lo menos en
tres niveles: genético, lingüístico y cognitivo, siendo las dos primeras
bastante exploradas tanto por los genetistas como por los lingüistas
respectivamente, puesto que estas “certifican” una larga historia entre
el género humano y la naturaleza; la tercera puede ofrecer los elementos
para comprender y valorar esa “experiencia histórica”. Esta memoria
particular de la especie surge del encuentro entre lo biológico y lo cultural,
lo que se denomina como memoria biocultural.
La memoria biocultural es entendida por los autores como la
“habilidad para reconocer y aprovechar los elementos y procesos del
mundo natural... Esta habilidad ha sido posible por la permanencia de una
memoria, individual y colectiva, que se logró extender por las diferentes
configuraciones societarias que formaron la especie humana.” (Toledo
y Bassols 2008:15). Esta memoria es la que ha posibilitado que cada
sociedad en cada ecosistema haya tenido éxito en su entorno, gracias la
adaptación cultural que se ha acumulado en la memoria social de cada
grupo y en sus miembros.
Para ellos, la memoria biocultural que se ha conformado por
cerca de 200,000 años, está en un serio proceso de desaparición con la
llegada de la modernidad y la instauración de una “vida instantánea” que
permanece atrapada en el presente, generadora de una ideología donde
la sociedad occidental es autosuficiente y desligada de la naturaleza, con
lo cual se pone en riesgo la memoria de la especie y la existencia misma
de ésta. Es entre los pueblos originarios y sociedades campesinas que la
memoria biocultural radica, almacenando el conocimiento de procesos
naturales y manipulaciones sociales en las lenguas originarias y términos
propios. La memoria biocultural condensa un “arsenal mnemotécnico”
invaluable para la especie humana pues implica su propia sobrevivencia.
179
agua), los cuales refieren una relación con el entorno lacustre a partir del
étimo atl: agua, que es la base de todas estas palabras y que siguen en uso
como lo señalan los propios habitantes de la región y el Gran Diccionario
Náhuatl (Rodríguez, 2012).
Pero hay otras como palabras que señalan técnicas agrícolas como
la chinampa (sobre el corral de ramas) que es la técnica originada en las
orillas del lago desde hace más de 3,000 años y se fue perfeccionando
hasta alcanzar una producción de más de 12,000 hectáreas, las cuales
proveían de alimentación a toda la población de las ciudades y pueblos
que se asentaron en el Lago de Texcoco. De aquí que estas culturas se
hayan adaptado al lago para poder transformarlo sin dañar en esencia su
naturaleza lacustre y seguir viviendo de éste.
Figura 4. Esquema de
de
donde
emerge
Toledo y Bassols (2008: 25)
la
la
diversificación
memoria
biocultural,
biocultural.
Según los autores existe una correlación estrecha entre las regiones
con mayor diversidad biológica y la aparición diversificada de cultura,
lenguas y sistemas agrícolas, por lo que este tipo de memoria persiste
hasta nuestros días. Por lo descrito anteriormente, es posible entender la
recursividad que existe entre el medio ambiente y la memoria biocultural.
Los entornos generan la riqueza natural en la que las sociedades
satisfacen sus necesidades básicas, desarrollando formas culturales como
lenguas, técnicas agrícolas, herramientas, cosmovisiones, saberes, etc.,
adaptados al entorno, con las cuales inciden en el mismo, transformándolo
mediante la codificación, acumulación y reproducción diversificada de
saberes.
En el caso de la zona oriental del Lago de Texcoco, pueden apreciarse
la presencia de nombres originarios relacionados con el entorno lacustre:
Atenco (en la orilla del agua), Acuitlapilco (En la cola del agua), Ahuehuete
(viejo de agua: árbol de la familia de las coníferas que crece en las orillas
de los ríos y lagos), Acuexcomac (lugar de agua), Ahuautle (amaranto de
180
La recursividad en términos de retroacción ya se ha explicado en la
relación de la cultura y el agua, pero en términos de la memoria biocultural
adquiere un matiz importante por su relación con el entorno y por su
valor ecológico, lo que posibilita establecer una relación recursiva entre
la memoria y el entorno. Pero todavía más importante es señalar que
si la modernidad está llevando al peligro de extinguirse a las memorias
bioculturales y con ello a la especie humana en su totalidad, es necesario
destacar cuáles son esos mecanismos de la modernidad que llevan al
olvido este tipo de memoria.
Un ejemplo de la modificación de la memoria genética es la
domesticación del maíz, a partir del teozintle que permitió la aparición de
una nueva especie, y con ello la creación de un nuevo universo lingüístico
que daba cuenta de la realidad biológica que se modificaba. La creación
de nuevas taxonomías que señalaban la especie, partes de la misma o su
relación con otras especies, así como la forma de relacionarse con ella
para aprovechar su producto.
181
Figura 5. Bucle tetralógico en la relación memoria bioculturaldiversidad biológica. , Óscar Ochoa Flores, 2017
Así como la memoria biocultural modificó la diversidad biológica
y la memoria lingüística, la memoria genética modificó la diversidad
biológica del entorno y de los sujetos que se empezaron a formar a partir
de la ingesta de maíz, con lo cual se modificó su constitución física: los
hombres de maíz habían nacido, no sólo físicamente, sino culturalmente
a través de los mitos, rituales y técnicas agrícolas que permitieron una
reproducción artificial. En este sentido, la recursividad de la memoria con
la naturaleza se ve reflejada en el principal cultivo de la región conocida
como Mesoamérica, en específico en el altiplano central.
Desde la episteme indígena, el modelo de la Flor Comunal propuesto
por Rendón (2010, 2011) permite, en su primer nivel, analizar los
elementos que se mantienen en los municipios mexiquenses donde la
pérdida del territorio ha resultado una constante, así como la pérdida de
la milpa en la mayor parte de Chimalhuacán que es el más urbanizado,
siendo Atenco el extremo opuesto, con gran parte de su superficie
dedicada a las actividades campesinas, a pesar del despojo de tierras que
ha representado el desarrollo del Nuevo Aeropuerto Internacional de la
Ciudad de México en estas tierras.
Al aplicar los elementos del modelo: territorio, trabajo comunal,
poder político comunal, fiesta comunal y asamblea comunal, se observan
las transformaciones de la urbanización en estos municipios, pues en
182
el caso de Chimalhuacán la mayor parte de los terrenos de propiedad
comunal se fraccionaron después de 1995, urbanizando la zona norte y
poniente del municipio, originando un gran crecimiento poblacional y con
ello la demanda de servicios. En Texcoco y Atenco, desde el anuncio del
Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, sus territorios
han sido vulnerados sistemáticamente con el nuevo decreto de 2014.
Lo anterior ha repercutido en los elementos restantes como el trabajo
comunal, pues ante la presencia de cuerpos policiacos, golpeadores,
maquinaria y funcionarios de todo nivel, los trabajos en las parcelas se
han visto afectados; el poder político comunal, expresado en asambleas se
ha visto inhibido por la compra de voluntades entre comisariados ejidales
y representantes comunitarios; y en menor grado las fiestas comunales se
han visto afectadas, en específico las patronales y los carnavales.
En tónica similar pero con matices filosóficos de mayor profundidad,
Gavilán Pinto propone que el pensamiento espiral, propio de los
pueblos ancestrales, se articula plenamente con la física cuántica, ya
que “la metodología del espiral capta las relaciones estructurales y
sistémicas [al mismo tiempo], ingresando de lleno a las metodologías
cuánticas” (Gavilán, 2012: 21); estos planteamientos se concretizan
en aspectos como la relación intrínseca entre materia y energía que
los científicos occidentales llamaron Dualidad Onda-Partícula, y que
coincide perfectamente con el principio de paridad indígena, en el cual
ambas condiciones de la physis son complementarias, pudiendo aplicar
para teoría y práctica, reflexión y acción, idea y palabra, etc.. Desde la
concepción del mundo que tienen los pueblos ancestrales del oriente del
Estado de México, la devastación de la tierra sólo con fines económicos
como el megaproyecto del aeropuerto es incomprensible, “Este proyecto
no va a funcionar por razones obvias y cósmicas” como lo advierte un
vecino de Acuexcomac.
Así pues, la construcción de formas estructuradas de conocimiento
se encuentra en la palabra mapuche kimün, que hace referencia al
conocimiento organizado y estructurado en un compendio. Este “kimün
como compendio o memoria social estructurado” (Ñanculef, 2016: 98),
permite adentrarse en el conocimiento ancestral de un pueblo concibiendo
tal acervo como una memoria socializada organizada de tal forma que
puede acceder a éste desde los étimos vernáculos, las toponimias y otras
183
palabras de la lengua originaria. En términos prácticos debe señalarse
que la categoría operativa será la traducción al español del vocablo
kimún como memoria social para referirse al conocimiento acumulado y
estructurado en términos semánticos, ontológicos y relacionales por los
pueblos ancestrales a lo largo de su existencia. Esta idea permite hablar
del conocimiento local como algo más que un saber, desde la perspectiva
eurocéntrica y discriminatoria que niega al conocimiento indígena dicho
estatus como en el caso de los pueblos asentados en las orillas del Lago de
Texcoco, cuya ciencia ha sido despreciada y devastada sistemáticamente
a lo largo de cinco siglos, negando la memoria viva de los pueblos como
un acervo y patrimonio de los mismos.
En un sentido relacional, la concepción de la persona posee atributos
que en la lógica occidental jamás se podrían considerar, pues ellos “se
desenvuelven y perciben a sí mismos a la manera de fenómenos fractales…
que representan entidades interdependientes que se manifiestan de
manera singular y múltiple, indistintamente de las diferentes escalas
de percepción en las que operan” (Mondragón, 2011: 148). Desde esta
concepción clasificatoria los nativos no tienen problemas en considerar
frutos y humanos como personas, incorporando también la categoría de
holografía, pues en ambas opera el principio de “autosimilitud” en el cual
una forma geométrica es fragmentada y puede ser dividida en fragmentos
más pequeños, cada uno de los cuales representa una copia reducida
del todo. En este sentido es que pueden encontrarse personas en toda
expresión de vida, pues tanto el fruto como el humano contienen en sí
mismos información del todo y al revés. El continuum cultura-naturaleza
presente en los pueblos ancestrales, habla de una relación distinta a la
posesión reificada de Occidente sobre los objetos, pues el medioambiente
va más allá de un contexto inherte, constituyéndose en el hogar vivo de
todos, y por eso el respeto y la defensa del mismo.
Por otro lado, la percepción de tiempo y espacio entre indígenas
sirve como fundamentos significativos en la construcción del
comportamiento socio-cultural y de los discursos que definen tales
conductas, como sugiere Nates (1999). En estas condiciones emerge una
memoria incorporada (hecha cuerpo) o piel social que se presenta como
el contexto histórico de los sujetos individuales y colectivos, mediante
la cual estos sujetos buscan en el ámbito espacio-temporal patrones de
184
ordenamiento que sirven de modelos para la realidad. Estos modelos,
saturados de símbolos compartidos funcionan como escenarios para la
organización y comunicación de la experiencia y las relaciones sociales
en forma de acciones, acontecimientos, ideas y gestualidades. La categoría
de memoria incorporada aporta elementos de análisis para comprender
la subjetivación de la realidad social en una colectividad la cual se rige
por ciclos agrícolas, trabajos y fiestas comunitarios, mecanismos de
consulta y consenso colectivos, interiorizándolos para reconstruir la
memoria colectiva, a partir de los lugares de memoria como el Cerro de
Tepetzingo, Monte Tláloc y el Lago de Texcoco, donde se supone vivían
las deidades antiguas del agua.
Tipologías de la memoria
Como se ha visto, existe una serie de definiciones diversas de la
memoria, dependiendo del campo cognitivo, corriente, teoría y autor
desde el cual se decida acercarse al fenómeno. Por lo cual, en este
punto es necesario realizar una tipología que permita caracterizar las
particularidades de la memoria, para lo cual retomaremos un modelo
desarrollado por Haidar (2006) para construir la tipología pertinente.
La primera concepción de la memoria en términos colectivos
proviene de Maurice Halbwachs con su obra clásica La memoria colectiva
(2004), donde postula que la memoria lejos de ser un proceso individual,
es de carácter colectivo, pues se requiere de alguien más para ayudarse
a recordar: en solitario, desde el lenguaje que fue aprendido a través
de otros, hasta los recuerdos en que siempre se evoca a algún otro; en
colectivo mediante dispositivos que promueven la evocación de la
colectividad como documentos, espacios, rituales, e instituciones que
Halbwachs denomina marcos sociales. Los marcos sociales que orientan
y dan sentido a la memoria colectiva, y como ejemplos señala la familia,
la iglesia, la música o el mismo lenguaje.
En términos de las neurociencias y la complejidad, el dispositivo
cerebral permite los procesos mnemotécnicos gracias al complejo tejido
neuronal que conforma la operación de tres cerebros cohabitando en
uno solo: el cerebro reptileano, el mamífero, y propiamente el humano
situado en el neocórtex (Morin, 1986). El conocimiento generado en el
185
cerebro requiere de los estímulos exteriores para su operación, y a un
nivel todavía más profundo, necesita de la existencia organizacional del
entorno al interior de su propia estructura organizativa. En su proceso
evolutivo el cerebro requirió no sólo de que “integrara e interiorizara
en él, no sólo los constreñimientos del entorno (como la alternancia
día/noche, la de las estaciones, etc.), sino también, en cierta forma
hologramática, las estructuras de la eco-organización” (Morin, 1986:69).
Esto resulta fundamental para la memoria, porque no sólo se conserva en
ella un tipo de conocimiento del entorno, sino la estructura del mismo
en el cerebro. Podremos aventurar la premisa de que la memoria en el
ser humano es colectiva, no sólo porque el ser humano sea sociable, sino
porque la memoria conserva en parte la inscripción hologramática del
entorno: relacional, flexible, dinámico, equilibrado y operando desde
complejas redes de comunicación, sirviendo de referencia a los pueblos
ancestrales (Capra, 1996), en franca alfabetización medioambiental
Complementando lo anterior, resulta válido señalar el concepto
de memoria ecológica utilizado por Raúl Montenegro (2004), como la
cualidad de los ecosistemas para cicatrizar y restaurarse mediante las
especies endémicas como colonos pioneros en el territorio dañado por la
intervención humana. La memoria ecológica, compuesta por la memoria
edáfica y la atmosférica, supone la restauración de los espacios poblados
naturalmente por otras especies; de esta manera, el entretejido del campo
ecológico con los otros produce una concepción de la memoria como el
resultado de un fenómeno transdimensional que se manifiesta en el nivel
suprasistémico.
En términos antropológicos, Jöel Candau (2006) aborda la memoria
como un proceso bio-psíquico-social y cultural, que resulta de la
disposición biológica del cerebro y de los miles de millones de neuronas
que establecen conexiones sinápticas para almacenar información y
evocarla según se requiera. Esta disposición hace del humano un ser sociomnemotécnico, es decir, recuerda en colectivo; y por lo mismo, desde
sus fundamentos míticos, la diosa Mnesis aparece como la encargada
de guardar los recuerdos. La memoria es para Candau otra arista de la
identidad, pues toda memoria no es otra cosa que identidad, y por lo
mismo es fundamento de historia, documentos, monumentos, rituales,
186
mitos, museos, y todo aquello que se decanta en procesos sociales de
rememoración.
Si bien la memoria se plantea en términos de los sujetos en que
se despliega, poco se habla de las escalas temporales en que ésta se
construye, por lo que una forma de periodizar estas temporalidades sería
el corto, mediano y largo plazo para los sujetos individuales (Ricaurte,
2014), pero en términos colectivos Fernand Braudel (1970) propone
construir una historia (espacio para la memoria histórica) más allá del
enfoque individual y episódico, al plantear una ruptura con el objeto de
la historia, sustituyendo la temporalidad rápida del acontecimiento por
el largo tiempo de la vida material. La larga duración es una historia de
amplitud secular que cambia lentamente y tiene una estabilidad grande
en el tiempo, que puede abarcar varios siglos; a su vez la coyuntura es el
nivel intermedio entre la larga duración y el acontecimiento, que es la
oscilación cíclica de una estructura social y se puede dividir en decenas,
veintenas o cincuentenas. En estas temporalidades, la memoria colectiva
condensa identidades, conocimientos, eventos y todo aquello que
representa un hito en su devenir.
En términos culturales, desde el análisis semiótico de la misma,
el concepto de memoria de la cultura, propuesto por Lotman (1996)
es el fundamento material y simbólico que posibilita los procesos
de transformación e intercambio cultural a través su capacidad para
conservar y crear nuevos textos culturales. En términos de Lotman “la
cultura es una inteligencia colectiva y una memoria colectiva, esto es,
un mecanismo supraindividual de conservación y transmisión de ciertos
comunicados (textos) y de elaboración de otros nuevos” (Lotman, 1996:
109), por lo que esta inteligencia social: conserva y transmite información
gracias a los distintos lenguajes en que los codifica y decodifica.
Con todos los aportes anteriores, un primer criterio para la
clasificación de la memoria sería el funcionamiento de la memoria
(natural-cultural), pues mientras en una es innato, en la otra es adquirido
(Morin, 1999; Montenegro, 2001). Otro criterio es la dimensión espaciotemporal con respecto a la escala humana, que puede ser a nivel micromeso-macro (Montenegro, 2001; Braudel, 1970). Un tercer criterio son
los sujetos involucrados (Toledo y Bassols, 2008; Halbwachs, 2004;
187
Candau, 2006), pudiendo ser éstos individuales o colectivos. Desde un
eje distinto, están los tipos de memoria involucrados en la investigación
(genética, colectiva, histórica, visual, biocultural, ecológica, etc.) para
formar una tabla matricial donde se manifiestan la presencia de diversos
dominios existentes.
Tabla 1. Criterios y tipos de la memoria en los niveles analizados.
Óscar Ochoa, 2017.
La anterior tipología, propuesta para el caso de la memoria colectiva
en los municipios de Atenco, Texcoco y Chimalhuacán, permite construir
un sentido del concepto más amplio al que comúnmente se le otorga. Para
la región compuesta en parte por estos municipios, una memoria genética
se expresa de manera biológica en las especies endémicas de flora y fauna
como el chichicuilote, ave limícola (de las zonas fangosas del lago), el ratón
ciervo, propio de la ribera texcocana, el ahuahutle (la huevera del mosco
con la cual se elabora un platillo regional), el cempasúchil, la nochebuena,
los ahuehuetes, entre otras, así como las especies migratorias de aves que
llegan al lago, y el gran acervo genético que representan las comunidades
ecológicas, incluidas las especies de maíz criollo, calabaza, frijol, chile y
otras especies alimenticias cultivadas en la región, y cuyo manejo por
parte de los pueblos no sólo permite su cuidado y manejo del ecosistema,
188
sino la cicatrización del mismo mediante el repoblamiento de especies
endémicas como lo fue el rescate del lago mediante la creación del Lago
Nabor Carrillo (Chavez, M, Huerta, L. A., Valles, E. 1986)
En una escala espacio-temporal, puede hablarse del poblamiento de
la Cuenca de México como un proceso de Larguísima Duración, que inició
cerca de 12,000 años antes de nuestra era, en sitios como El Peñón de
los Baños, Los Reyes la Paz, San Vicente Chicoloapan, Tepexpan, Tocuila
y Chimalhuacán, donde surgió la memoria biocultural de los pueblos.
La Larga Duración orbitaría en el proceso paulatino pero constante
de desecación del sistema de lagos a la caída de México-Tenochtitlán,
y la transformación de los modos de vida de las sociedades lacustres;
la Coyuntura estaría marcada por el desecamiento del oriental Lago de
Texcoco hacia mediados del siglo XX; y el acontecimiento estaría marcado
por los sucesos álgidos del movimiento del Frente de Pueblos en Defensa
de la Tierra que se iniciaron en 2001, hasta la brutal represión en Atenco
para 2006.
En términos socio-culturales los pueblos ancestrales de estos
municipios comparten una serie de rasgos que les permite identificarse
entre sí y diferenciarse del resto Lo anterior se debe a los marcos
socioculturales que sirven de referencia y conducto para que la memoria
sea compartida en el área determinada por la comunidad específica. En
consecuencia, tanto la familia, como el barrio, la iglesia, el idioma, el
carnaval, la asamblea comunitaria, el ejido etc., constituyen los marcos
donde se reproducen y producen textos culturales mediante diversos
códigos (lenguajes), como los bailes en cuadrilla, las técnicas de siembra
y cosecha de las distintas especies, los rituales en las fiestas patronales, las
imágenes de santos, vestimentas y procesiones religiosas; las discusiones
y alegatos basados en la costumbre; en el discurso fundante de los vecinos
del pueblo de Acuexcomac en Atenco y de Texcoco que señalan este lugar
como sagrado y “el ombligo del país”. Todos ellos representan los textos,
que en principio poseen una doble codificación, entre las culturas ruralurbanas de estos municipios.
189
Un concepto transdisciplinario de memoria
La construcción de un concepto de memoria que atienda a las
necesidades de la complejidad y la transdisciplina, exige una revisión a
las teorías desde las cuales emerge un concepto acorde con las exigencias
de concebir un fenómeno desde estas posturas teóricas. De lo anterior se
desprenden las siguientes premisas con respecto a la memoria.
El concepto transdisciplinario de la memoria
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
190
La memoria forma parte de un proceso hologramático de
cognición que ha interiorizado en cierto grado las estructuras
auto-eco-organizadoras del entorno.
La memoria es un proceso holoscópico que evoca desde distintas
regiones del cerebro la imagen del fenómeno memorizado.
La memoria es una constante reconstrucción de las evocaciones,
puesto que nunca se recuerda lo mismo ni de la misma manera
La memoria no es individual, siempre se construye de forma
colectiva, y se manifiesta parcialmente entre los sujetos.
La memoria representa un compendio del conocimiento social
que se estructura en diferentes campos.
La memoria construye lugares a través del mito y se hace
cuerpo (se incorpora) en el sujeto mediante los conocimientos
aprendidos y puestos en marcha durante el trabajo colectivo.
La memoria se presenta como una habilidad para reconocer y
aprovechar los elementos y procesos del mundo natural.
La memoria alcanza su plenitud expresiva en el discurso, que
retoma enunciaciones previas para dar efecto de memoria en la
actualidad de eventos específicos.
La memoria en tanto colectiva, es una forma social de
conservación (memoria informativa), transmisión y creación
(memoria creativa) de textos y lenguajes.
La memoria es un proceso que involucra a toda expresión de vida
y ecosistema, yendo más allá del ser humano, por lo que estos
últimos se regeneran a sí mismos donde la acción humana no ha
devastado totalmente subsuelo y atmósfera.
•
La memoria afectiva es un proceso que articula los recuerdos con
las emociones, otorgándoles a los primeros el peso etimológico
de su nombre (cordis-corazón), por lo que no hay recuerdo
privado de emoción.
La memoria por sí sola no es un elemento importante si no existen
los sujetos que sirvan de soporte y origen; la memoria se manifiesta como
un proceso auto-eco-organizativo que atraviesa distintos niveles de la
realidad. Sin embargo, esta particularidad no es privativa de la memoria
como funcionamiento autónomo, sino que involucra necesariamente los
sujetos.
El sujeto transdimensional
Desde el pensamiento complejo y transdisciplinario, el sujeto es
un ente que atraviesa múltiples realidades; así, el sujeto que evoca sus
memorias puede estar plenamente consciente de sus remembranzas y
mentir deliberadamente para engrandecer el suceso o su persona; el sujeto
al que nos aproximaremos es un sujeto complejo, lleno de contradicciones
e incertidumbres. El funcionamiento subjetivo, desde una perspectiva
compleja, permite comprender las posiciones que desde un pensamiento
simple las consideraría como contrarias e irremediablemente antitéticas.
Desde la complejidad y la transdisciplina estas posturas forman
parte de un continuum que permite comprender ambas posturas como
parte de una realidad donde el sujeto es al mismo tiempo lo uno y lo otro.
Para Morin hay un continuum entre el homo sapiens y el demens, que
permite reconocer desde sus más altas creaciones civilizatorias hasta sus
más terribles destrucciones, y “lo que conforma el rasgo de unión entre el
homo sapiens y el homo demens es la afectividad. Todo lo que es humano
comporta afectividad, incluida la racionalidad”(Morin: 2003:135). Lo
anterior involucra la capacidad de recordar, no olvidemos que recordar
tiene su origen etimológico en el cordis, corazón, que hace de las memorias
un elemento afectivo. Por otro lado, desde el pensamiento de los pueblos
ancestrales, los sujetos rebasan la escala humana manifestándose en el
orden de lo natural y lo sobrenatural, en lo micro, meso y macro niveles,
191
concordando con la concepción de sujetos fractales o ecosistémicos1,
capaces de generar procesos genéticos, bioquímicos, ecológicos,
socioculturales e históricos.
El sujeto entonces, no sólo es un ser consciente sino inconsciente,
construido por recuerdos y devastado por olvidos. Por otro lado, es
Haidar quien trabaja a profundidad el tema de la subjetividad desde
la complejidad y la transdisciplina, observando su presencia en todos
los terrenos del conocimiento humano: ciencia, arte y filosofía. De
acuerdo con esta autora, “el sujeto adquiere los siguientes estatutos:
ontológico, epistemológico, lógico-gramatical, lingüístico, psicológico,
del inconsciente, social, ideológico, histórico, cultural, del discurso,
etcétera” (Haidar, 2006: 95). Por lo que los polos entre la postura
objetiva y subjetiva se complementan, en la construcción de este sujeto
transdimensional.
la subjetividad como un fenómeno evenencial, acéntrico, fragmentado,
múltiple, heterogéneo, contingente (Morin, 2003). Al hablar del sujeto
transdimensional, también se hace referencia al pensamiento indígena
que postula la existencia de personas no-humanas, otorgándoles
capacidades y cualidades que en Occidente carecen de lógica, como lo
hace notar Mondragón (2016) con la subjetividad fractal que rebasa lo
humano, llegando a los seres naturales y objetos. También está la postura
de Naes (1973) para quien la naturaleza es Otro, digno de atributos éticos,
lógicos (y estéticos puede decirse). Y más aún, si adoptamos la postura
transdisciplinaria de Nicolescu (1996), podría concebirse al sujeto como
un tercer estado, constituido por su humanidad y su no-humanidad al
mismo tiempo, incorporando al tercero incluido en estas reflexiones, lo
que sin duda rebasa los objetivos de este trabajo.
Lo anterior sirve de base para entender las expresiones de los
habitantes de Atenco, Tezoyuca, Tocuila, Tecámac y otros municipios
cuando señalan “la Naturaleza nos puede ayudar, y esperamos un
milagro porque es un lugar sagrado”, “Queremos seguir vinculados a la
naturaleza”, “La tierra no se vende, se ama y se defiende”, “Nosotros
comemos de la tierra que un día nos va a comer a nosotros”2, ofrecen
no sólo una mirada afectiva de su relación con la tierra más allá de la
propiedad sobre un conjunto de bienes, sino una forma de reconocer
en el entorno capacidades cognitivas, afectivas y volitivas, es decir, una
conciencia y capacidad de acción, propias de los sujetos humanos deja el
antropocentrismo para considerar la dimensión medioambiental.
Conclusiones
Cuadro 1. Tomado de Haidar (2006:96), ampliado por Óscar Ochoa,
2017.
Las últimas categorías en ambos campos se incluyen en el cuadro
de Haidar, a partir de las reflexiones que se han desarrollado en torno a
1
La concepción ecosistémica, animales, plantas o el planeta mismo como sujeto se apuntala en filosofías
como la Quechua y la Aymara que han logrado plasmar en la Constitución Boliviana los derechos de la Pachamama
como sujeto de derecho, y de otras cosmovisiones ancestrales donde existen las personas no humanas.
192
La posible disonancia sobre las concepciones del sujeto no-humano,
más allá de contrariar los paradigmas de estudiosos y legos, permite
acercarse a una comprensión radical de la otredad, reconociendo
en los pueblos ancestrales el discernimiento que los planteamientos
más avanzados en occidente se plantean desde la física cuántica sobre
la relación entre sujeto y objeto. Una comprensión radical del Otro,
2
Expresiones recogidas en el conversatorio con Sebastiao Pinheiro el 28 de agosto de 2017 en Atenco,
durante las cuales rechazaron el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
193
posiblemente inicie con lo humano, continúe con lo natural y termine en
lo cósmico, tal como se concibe entre las culturas no occidentales.
En tal caso, la memoria no representa sino un mecanismo que permite
la articulación de los múltiples niveles de realidad desde procesos de
cognición que interiorizan de manera hologramática las estructuras autoeco-organizativas del entorno en los seres vivos, y en el caso humano, en
la mente y la cultura. Dada esta condición relacional entre los sistemas
vivos y su entorno (desde lo neuronal hasta lo ecológico) es que la
memoria sólo opera de manera colectiva, pues se conoce para vivir, pero
no de manera individual sino colectiva.
La memoria como una categoría transdisciplinar se expresa en
distintos niveles de realidad entre los pueblos ancestrales de Atenco,
Texcoco y Chimalhucán como la conservación y manejo de ciertas especies
endémicas de flora y fauna, expresando en ello su memoria biocultural;
en la recuperación y actualización del mito fundacional del lago como
“ombligo del país” operando en estos discursos la memoria de la cultura;
en la convivencia cotidiana y ritual que marcan el lenguaje, la familia,
las fiestas patronales, el carnaval, etc., operando los marcos sociales de
su memoria colectiva; y en las recuperaciones del entorno, mediante la
“cicatrización” del ecosistema con la recuperación de lo que fue el Lago
de Texcoco mediante el Lago Nabor Carrillo, que ha permitido el regreso
de aves migratorias y especies endémicas como aves, reptiles, pequeños
mamíferos e insectos, además de flora como el tule y los ahuehuetes,
recuperándose de manera incipiente la memoria ecológica del lugar.
Finalmente, la memoria como un proceso recursivo, nos permite
comprender que el olvido no es la ausencia de memoria, sino su expresión
latente; en este sentido el olvido es productor de memoria, aun cuando el
poder ha logrado hacer del olvido una forma de control, las resistencias
se articulan para hacer de la memoria un bastión de identidad. Como
proceso dialógico, la memoria atraviesa los distintos niveles de la realidad
observados, repercutiendo en cada uno de manera exponencial, que va
desde la memoria genética expresada en especies endémicas (ajolote,
ahuehuete, ahuautle, ratón ciervo), la memoria de la cultura que recupera
elementos simbólicos del lago y los actualiza, hasta la memoria ecológica
194
de una cuenca endorréica que cada año, durante la temporada de lluvias,
nos recuerda que este fue un lago.
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196
SECCION II :
CAMINOS
SEMIÓTICOS DE
LA EMOCIÓN
PATHOS Y ESTÉTICA DE
LA LUZ: UN ACERCAMIENTO
SEMIÓTICO VISUAL A LA
CATEDRAL DE SALTILLO
Gabriel Ignacio Verduzco Argüelles
Universidad Autónoma de Coahuila
gabrielverduzco@uadec.edu.mx
Stella Maris Rodríguez Tapia
Universidad Autónoma de Coahuila
stellardztapia@gmail.com
Resumen: El presente trabajo es un primer acercamiento al análisis semiótico visual
del edificio de la Iglesia catedral de la ciudad de Saltillo, en el estado de Coahuila. El
objetivo del mismo es mostrar cómo los elementos arquitectónicos y estéticos funcionan
como factores de persuasión emocional en el sujeto, a partir de un pathos fundado en
los contenidos religiosos cristianos. Para ello, se emplean herramientas teóricas de la
semiótica de la cultura, de la retórica visual, de la simbología judeocristiana, y elementos
teológico-doctrinales cristianos. Se considera así que el edificio de la catedral de Saltillo
es un todo armónico que apela a las emociones de los sujetos y busca persuadirlos de
la “verdad sagrada” que expresa, mediante símbolos, imágenes y juegos de luz.
Palabras Clave: Semiótica, arquitectura, estética, pathos, templo.
Abstract: The present work is a first approach to the visual semiotic analysis of
the building of the Cathedral Church of the city of Saltillo, in the state of Coahuila
(Mexico). The objective is to show how the architectural and aesthetic elements
function as factors of emotional persuasion in the subject, based on a pathos based on
Christian religious content. For this, theoretical tools of the semiotics of culture, visual
rhetoric, Judeo-Christian symbology, and Christian theological-doctrinal elements
are used. It is considered that the building of Saltillo Cathedral is a harmonious
whole that appeals to the emotions of the subjects and seeks to persuade them of
the “sacred truth” that expresses, through symbols, images and games of light.
Keywords: Semiotics, architecture, aesthetics, pathos, temple.
201
INTRODUCCIÓN
El templo de la actual Catedral de Saltillo se construyó durante el
siglo XVIII, a partir del antiguo edificio del templo parroquial dedicado a
Santiago Apóstol; levantado a un lado de la parroquia original, en el año
de 1745, por el cura Felipe Suárez de Estrada, bajo el proyecto de Nicolás
Hernández. El nuevo templo fue terminado en 1800. La torre se inició en
el año de 1883 y fue concluida hacia 1897.
De acuerdo con los especialistas, el edificio corresponde al barroco
churrigueresco y aprovecha ese estilo para generar un efecto estético
anclado en el pathos1 cristiano. El objetivo principal de este trabajo es
explicar la generación del sentido semiótico-discursivo de la Iglesia
Catedral de Saltillo (ICS), y dar razón del proceso persuasivo emocional
del mismo.
Sobre la ICS existen estudios de tipo histórico, arquitectónico,
estético y cultural. Pueden mencionarse principalmente: “La Catedral
de Santiago de Saltillo: una fe transformada en monumento”, de Jorge
Fuentes (1991); la “Catedral de Saltillo. Por los siglos de los siglos”, de
María Elena Santoscoy y Esperanza Dávila (2002); y “La catedral de
Saltillo y sus imágenes”, de Clara Bargellini (2005).
En cuanto a los estudios simbólicos de las catedrales, están: “Gótica:
secretos, leyendas y simbología de las catedrales”, de Lorenzo Fernández
(2006); “El enigma de las catedrales” (2012), de José Luis Corral; y “El
misterio de las catedrales”, de Fulcanelli (2010).
Pero no hay estudios en los que se aborde la cuestión semiótica y/o
simbólica del edificio de la ICS en su conjunto, en su contexto social y
cultural o desde la morfología urbana. Este trabajo pretende explicitar
cómo se articulan los elementos semióticos visuales en una configuración
cristiana para suscitar emociones que orienten al sujeto a una práctica
de vida específica. Para ello, se emplean herramientas teóricas de la
semiótica de la cultura, de la simbología judeocristiana y elementos
teológico-doctrinales cristianos. Además, con base en los aportes de la
1
estética de la luz, se busca dar razón de dicha articulación semiótica y
emocional, así como algunos procedimientos de retórica visual.
EL TEMPLO
DISCURSIVO
COMO
OBJETO
SEMIÓTICO-
La ICS, como objeto semiótico-discursivo, es un verdadero texto,
ya que, conforme a Lotman (1996: 82), aparece como un dispositivo
complejo que posee varios códigos, que tiene la capacidad de transformar
los mensajes recibidos y de generar nuevos mensajes. Pero además, dado
que el edificio de la ICS es eminentemente religioso, por lo tanto producto
de una cultura mítica –la cultura religiosa de la Nueva España del siglo
XVIII–, hay que entender a la ICS como un texto código (Lotman, 1996:
95), por lo que adquiere una serie de características peculiares (Lotman,
1996: 94-99):
a) ha sobrevivido a su código, pues el conjunto y ordenamiento
original del entorno se ha modificado en más de 200 años. Sólo se
mantienen los signos materiales del edificio, más no todo el código del
conjunto original;
b) en cuanto construcción arquitectónica y artística, admite en
principio una multitud abierta de interpretaciones, el dispositivo que lo
codifica, tiene un carácter fundamentalmente abierto;
c) es garante de la memoria común de la colectividad cristiana;
d) forma un texto dotado de todos los rasgos distintivos de la
realidad textual, aunque no esté revelado en ninguna parte y sólo exista
en la mente del sujeto creyente, organizando su memoria y dictándole los
límites de la variación posible;
e) requiere de un sujeto interlocutor para activar la generación de
nuevos sentidos.
Ahora bien, para este trabajo se consideran lenguajes de la ICS, por
lo menos: la morfología urbana, la arquitectura y los símbolos religiosos.
Pathos entendido aquí como continuum de la doble acepción ético-retórica del término.
202
203
En primer lugar hay que señalar que la ICS se construyó sobre la
base del templo parroquial de la entonces Villa de Santiago del Saltillo,
fundada en 1577. El templo principal tiene carácter simbólico de centro
del mundo (Eliade, 2001: 12):
[...] el simbolismo arquitectónico del Centro puede formularse así:
a) la Montaña Sagrada —donde se reúnen el Cielo y la Tierra— se halla
en el centro del Mundo;
b) todo templo o palacio —y, por extensión, toda ciudad sagrada
o residencia real— es una “montaña sagrada”, debido a lo cual se
transforma en Centro;
c) siendo un Axis mundi, la ciudad o el templo sagrado es considerado
como punto de encuentro del Cielo con la Tierra y el Infierno.
Además, como recuerda Lotman (1996: 83-84), el templo como
modelo estructural del espacio, se divide en propio-ajeno y sagradoprofano –entre otras–, además de constituirse semióticamente como una
duplicación del mundo.
SEMIÓTICA, ETHOS Y PATHOS
De acuerdo con Aristóteles (1999), la retórica tiene un doble
componente: el ethos y el pathos. El ethos –costumbres, hábitos, usos–
estaría formado por la parte objetiva de las leyes, y el pathos –todo lo que
uno experimenta o siente y las disposiciones interiores de esto– se ancla
en lo emocional y sensorial.
El uso de la emoción en la argumentación, de manera parcial o total,
es absolutamente racional. Una persona puede tener motivos emocionales
o motivos lógicos, o ambos, en un argumento dado. Las premisas de un
argumento dado, pueden ser tanto lógicas como emocionales (Gilbert,
2010: 98). La información emocional se deduce del tono de la voz, de la
expresión de la cara, de la postura corporal, y de otros signos contextuales.
Se propone la figura 1, retomada de Haidar (2013: 213) para abordar
el procedimiento de la argumentación emocional.
Figura 12. Argumentación discursiva.
La figura 1 explica que el dispositivo comunicativo-pragmático
–discurso o texto– (1) está inmerso en las creencias y saberes (2) de
quienes participan del discurso (destinador y destinatarios) y es de ahí
de donde se toman los objetos semiótico-discursivos (3). Estos objetos
se van agrupando en campos temáticos (4) que permiten la organización
de las ideas, y son ya una parte de la esquematización de la realidad, que
se complementa con las representaciones socioculturales semióticodiscursivas (5) de cada uno de los sujetos involucrados.
Finalmente, se agrega el nivel léxico semiótico-discursivo ligado
a la emoción (6), que unido a lo anterior genera una carga de sentido
especial, que atiende no solo a lo lógico, sino a lo emocional. Es decir,
el pathos ligado a la emoción –impacta en lo más íntimo e intuitivo del
sujeto para lograr persuadirle (Grize, 1995: 266).
2
204
Figura elaborada por los autores.
205
De esta forma, la figura 1 se concretiza, de la siguiente manera:
el dispositivo comunicativo-pragmático es el edificio de la ICS, en su
entorno urbano concreto (1); el destinador y el destinatario comparten
una serie de creencias y saberes (2) sobre el cristianismo, como elementos
doctrinales generales, ciertos ritos, costumbres, tradiciones, etc. Con
estos elementos, se generan los esquemas discursivos desde donde se
enuncia el objeto semiótico-discursivo (3).
El edificio de la ICS, en cuanto objeto semiótico-visual, emplea
campos temáticos (4) como la vida cristiana, la santidad, la vida, la muerte,
el bien, el mal, por citar algunos. Estos campos temáticos articulan las
representaciones socioculturales semiótico-discursivas (5).
Ahora bien, conforme a Brueggemann (1986: 49), el pathos
cristiano, es la unión del ethos y del pathos aristotélico, pues se expone
como una actitud ética, implica la capacidad de ser solícito, de afligirse
con los sufrientes y regocijarse con la esperanza de un cambio que ya se
está iniciando, en fidelidad a la pasión del mismo Jesús que vive en esta
consonancia de compasión y misericordia.
De esta forma, los elementos semióticos de la ICS generan un
discurso visual que apela al aspecto emocional del sujeto, inmerso en el
ambiente propicio para confrontar su vida con los contenidos doctrinales
cristianos ahí presentes. Si el sujeto no es creyente, estos elementos
buscarían persuadirle de la verdad de la fe cristiana. Si el sujeto es
creyente, le reafirmarían sus creencias y lo moverían a esforzarse en ser
mejor creyente.
A continuación, analizamos los elementos semióticos señalados.
EL TEMPLO COMO CENTRO DEL MUNDO Y
DUPLICACIÓN DEL COSMOS
En el caso de la ICS, el simbolismo de centro del mundo ha quedado
de manifiesto en la conformación de la ciudad. En la Imagen 1 se muestra
esta configuración, que trasciende el plano estrictamente simbólico y se
amplía al ámbito de lo “civil”, de lo cotidiano, de lo más habitual para los
habitantes de la ciudad de Saltillo.
206
Imagen 13. Centro de la ciudad de Saltillo.
En la Imagen 1, la estrella indica la ubicación del edificio de la ICS.
En la esquina SE, se ubica el cruce de las calles Hidalgo y Juárez, en
donde nace la división de Norte-Sur y Oriente-Poniente de la ciudad de
Saltillo. Estas divisiones de los puntos cardinales sirven para efectos de
la ubicación de las colonias, la topografía urbana, los códigos postales,
etcétera. De esta forma, el edificio está ubicado en el centro espacial de
la ciudad.
Además, esta ubicación, en una parte alta de la ciudad, y la altura del
mismo edificio, cuya torre principal alcanza los 75.5 mts., hace de la ICS
un edificio visible prácticamente desde cualquier punto de la ciudad. Así
pues, la ICS no sólo es el centro real, sino también el centro simbólico, de
la ciudad de Saltillo.
En cuanto a la configuración del espacio externo e interno y la
duplicación del mundo, la ICS lo simboliza de varias formas. Primero, la
estructura material del templo la distingue de cualquier otra construcción
3
Tomada de Google Maps y editada por los autores.
207
del centro de la ciudad. Según las crónicas, al iniciar el proyecto de
construcción, era un edificio demasiado grande para una villa pequeña y
de poca población (Bargellini, 2005: 49).
Conforme a la teología cristiana de los primeros siglos, el altar
mayor está ubicado hacia el oriente, hacia la salida del sol, metáfora de la
resurrección de Cristo. Además, siguiendo los patrones arquitectónicos
de la Europa cristiana, la planta arquitectónica de la ICS es una cruz latina,
como se muestra en la Imagen 2.
En cuanto a la duplicación del mundo, el templo de la ICS simboliza
el cielo, la tierra y el inframundo, de varias formas. Una de ellas, que
resulta significativa y que forma parte del continuum con la configuración
del espacio exterior al templo, es que el edificio tiene siete puertas que lo
comunican al exterior (Imagen 3).
Imagen 35. Puertas de acceso al edificio de la ICS desde el exterior.
Imagen 24. Planta arquitectónica de la ICS.
En la Imagen 2 se muestra la planta arquitectónica de la ICS, y se
delimita la forma de la cruz latina con color, con la organización de las
tres naves y el altar mayor..
Con base en la teología paulina, el cristiano es templo vivo del
Espíritu de Dios (cfr. Ef 2, 20-22) y todos los bautizados forman el cuerpo
de Cristo (cfr. Rm. 12, 4-5. 1Co. 6-19). La cruz se vuelve entonces un
símbolo de la unidad sobrenatural entre Cristo y los cristianos, pues
el bautizado participa de la muerte y resurrección de Cristo, de cuyo
misterio es símbolo la cruz vacía.
4
Tomada de Bargellini (2005: 22) y editada por los autores.
208
En la Imagen 3 se muestran, marcadas en círculos rojos, las puertas
de la edificio del ICS. En la simbólica judeocristiana, el número siete
representa la plenitud (Chevalier y Gheerbrant, 2000: 944), lo que aquí
significa es la plenitud de accesos al mundo divino y sagrado, siempre
abierto al ser humano. Además estaría apuntando a la idea del continuum
sagrado-profano en las representaciones culturales.
De esta forma, el templo se constituye en el espacio sagrado ante
lo profano, pero no es solamente el edificio en su materialidad, sino que
involucra también a los sujetos puesto que el templo es un ente vivo,
de acuerdo con la expresión paulina. Por lo tanto, hay también sujetos
sagrados y sujetos profanos, buenos y malos, santos y pecadores.
Así pues, para el sujeto, entrar en el espacio sagrado implica unas
emociones marcadas por el sobrecogimiento de saberse abrazado por
5
Tomada de Bargellini (2005: 22) y editada por los autores.
209
lo totalmente otro. La acción del pathos implicaría el qué hacer para no
sentirse ajeno en este espacio.
CIELO - TIERRA E INFRAMUNDO
La ICS como axis mundi, une armónicamente los estratos de cielo,
tierra e inframundo señalados por Eliade (2001: 12), y lo hace desde la
perspectiva de la doctrina cristiana. En la ICS aparecen claramente
definidos por los elementos espaciales de la construcción misma que
devienen texto, y por ello se encuentran cargados de sentido. Además,
están los elementos semióticos tomados de la corriente estética “de la
luz”, así como la presencia de imágenes y del color.
El inframundo
La cripta, hoy iluminada de forma artificial, como se aprecia en la
Imagen, es un sitio oscuro completamente y oculto con una tarima de
madera. El sujeto puede descender, literalmente, al lugar de los muertos,
que se presenta como un lugar completamente ajeno y que suscita temor.
La tierra
En cuanto a la tierra –entendida como el espacio propio de los
humano, el lugar donde habitan los hombres–, está simbolizada por la
planta baja del templo, donde los sujetos pueden tener acceso. En el caso
de la ICS, este espacio, la tierra, suele estar, de manera natural, a media
luz, como en penumbras. Los ventanales en los muros y en la cúpula
central iluminan abundantemente la parte superior del templo. Así se
aprecia en la Imagen 5.
En la ICS, el inframundo está simbolizado en la cripta de los obispos,
ubicada bajo el altar mayor, y a la que se accede desde la antigua sacristía
mayor, actualmente habilitada como el bautisterio. En ella se encuentran
sepultados dos de los obispos anteriores de Saltillo (Imagen 4).
Este dato confirma la concepción del inframundo como lugar de los
muertos, pero su ubicación bajo el altar mayor le agrega la nota cristiana
de la esperanza en la resurrección. El pathos cristiano se refuerza con la
certeza creyente de que la muerte no es el final.
Imagen 57. Interior de la ICS.
Imagen 46. Cripta de la ICS.
6
Tomada de http://elheraldodesaltillo.mx/2014/03/27/obispo-de-saltillo-camina-hacia-la-santidad/
210
En la Imagen 5 se aprecia cómo la parte superior del templo está
mucho más iluminada que la parte inferior. Este juego de luz y sombra
7
trario.
Todas las demás fotografías de este trabajo han sido tomadas por los autores, salvo que se indique lo con-
211
simboliza a la humanidad que camina a oscuras en la tierra y requiere de
la luz divina para ver, para conocer, para poder lograr el ideal del pathos
cristiano. Esta idea de la oscuridad y las tinieblas está presente en los
discursos fundacionales judeocristianos (cfr. Sal. 23, 4; Jn. 8, 12).
El sujeto, por naturaleza, requiere de luz para ver y realizar sus
actividades cotidianas. La penumbra de la ICS genera la sensación de
inseguridad, sobre todo si los ojos no se han acostumbrado a la poca
iluminación, provocando temor y anhelo de conseguir la visión que
sólo se obtiene con la luz. Esa luz proviene de lo alto, del cielo, como se
explicitará más adelante.
Además, desde la tierra se levantan 12 columnas (Imagen 6) que,
evocando el texto de Ap. 21, 4, simbolizan las doce piedras sobre las que
se asienta la Jerusalén Celestial, y que son los Doce Apóstoles de Cristo.
El cielo
El cielo es, en todas las culturas, el lugar de los dioses. El lugar que
contiene todo lo que el ser humano podría desear para su felicidad.
La parte alta de la ICS, bóvedas del techo y cúpula, simbolizan el
cielo. La luz, buscada por el hombre en la tierra (la parte inferior del
templo), entre más elevada, es más esplendorosa. Por ello, el creyente ha
de elevarse de la tierra al cielo.
Aquí aparecen claramente los elementos semióticos de la estética de
la luz. La estética de la luz fue una corriente dentro de la filosofía estética
de la Edad Media, entre los siglos XIII y XIV, que identificaba la luz con
la belleza divina (Tatarkiewicz, 1989: 225-231).
Siguiendo las directrices de esta corriente estética, la identificación
de la luz con un tipo de belleza de signo trascendente proviene de la
antigüedad. En muchas religiones antiguas se identificaba la deidad con
la luz, como el Baal semítico, el Ra egipcio o el Ahura Mazda iranio (Eco,
2004: 102).
En la tradición bíblica aparece la relación divinidad y luz con la
narración de la creación de la luz: “hágase la luz […] y Dios vio que la luz
era buena” (Gn 1, 13-4). Este “bueno” tenía en hebreo un sentido más
ético, pero en su traducción al griego se empleó el término καλός, en el
sentido de la kalokagathía (Beuchot, 2012: 27) que identificaba bondad y
belleza; luego la Vulgata latina tradujo bonum y no pulchrum, favoreciendo
la idea de la belleza intrínseca del mundo como obra del Creador. Esta
consideración apunta ya a la configuración del pathos cristiano como
elemento ético.
Imagen 68. Columnas de la ICS.
De esta forma, las columnas, que simbolizan a los apóstoles –y su
testimonio– unen la tierra con el cielo, la iglesia peregrina con la iglesia
triunfante, y abren el camino hacia el cielo.
Finalmente, en el evangelio de Juan (8, 12), Jesús afirma: “yo soy la
luz del mundo, aquel que me siga no andará en las tinieblas, pues tendrá
la luz de la vida”. Y el Símbolo Niceno-Constantinopolitano, en 385,
confesará la divinidad de Jesucristo con la expresión Φῶς ἐκ Φωτός, Luz
de luz.
Tomada de https://pbs.twimg.com/media/C9Z4K8aUAAA5Ece.jpg:large y editada por los autores.
8
212
213
De esta manera, el sujeto confirma, mediante la visión de esa luz y
color, lo que el pathos cristiano ya le ha señalado: como sujeto, en cuanto
creyente, está llamado a ser luz. Y el pathos retórico-visual se le manifiesta
evidente en esta dinámica.
hay imágenes de santos que miran de frente al sujeto que las contempla,
como Clara de Asís en la Imagen 8.
Además, las bóvedas del techo de la ICS (4 en la nave central y una
bóveda por cada nave lateral, suman 6), iluminadas naturalmente por la
luz del sol, están decoradas con imágenes de santos, con los personajes
que simbolizan a los evangelistas y con motivos eucarísticos encima del
altar mayor (4 imágenes por bóveda, 24 en total).
La simbolización del cielo en la ICS aparece, en conjunto, así: lleno
de luz, de Dios y de los santos. El hombre debe alzar la cabeza para
contemplarlos. Ellos, a su vez, tienen sus ojos elevados hacia Dios, como
se muestra en la Imagen 7.
Imagen 8. Santa Clara de Asís.
Cada bóveda tiene pintados los rostros de dos santos y de dos santas.
Mirando de frente a cualquiera de los tres altares, las santas aparecen
ubicadas a derecha e izquierda, mientras que los santos aparecen adelante
y atrás. De acuerdo con Chevalier y Gheerbrant (2000: 409-410):
[...] la bóveda celeste de las estrellas, a causa de la rotación de la tierra,
evoluciona de derecha a izquierda: el movimiento estelar o polar sería
pues, siempre según las apariencias, el inverso del movimiento solar
[...] Comentando el fragmento del Cantar de los Cantares, «su brazo
izquierdo está bajo mi cabeza y su diestra me estrecha», Guillermo de
Saint-Thierry precisa que la derecha expresa la sagacidad de la razón y
se ejerce en el esfuerzo. La izquierda, amiga del reposo, designa la vía
contemplativa y la sabiduría; y se realiza en la paz y el silencio.
Imagen 7. Santa Catalina de Siena.
La Imagen 7 muestra a Santa Catalina de Siena, con la mirada hacia
arriba, en actitud de contemplación. De acuerdo con la doctrina, los
santos serían aquellos hombres y mujeres que han alcanzado el cielo
como fruto de la realización concreta del pathos cristiano. Pero también,
214
Así pues, las imágenes de los santos simbolizan los distintos modos
de alcanzar el ideal de santidad cristiana, martirial, contemplativa,
misionera, para viejos y jóvenes, hombres y mujeres, es decir, universal.
En el cruce de las naves que forman los brazos de la cruz, está la
cúpula central. Tiene una base octagonal y está soportada por cuatro
215
pechinas9 que tienen representados a los cuatro evangelistas y que se
convierten en las bases sobre las que descansa la cúpula. Así se muestra
en la Imagen 9.
Imagen 10 Dios Padre.
Imagen 9. Interior de la cúpula de la ICS.
En la Imagen 9 se muestran las pechinas de los cuatro evangelistas,
ubicados en las columnas de la bóveda, que simbolizan al evangelio
tetramorfo, base y sostén de la auténtica vida cristiana que conduce al
cielo.
En el tambor también están representados algunos de los coros
celestiales mencionados por el Pseudo Dionisio (2007: 102-165): el coro
de los ángeles, el coro de los mártires, el coro de los patriarcas y el coro
de los confesores (Imagen 11).
La base octogonal, el tambor de la cúpula, es símbolo del octavo día
de la semana (CIC 2714), que conforme con la doctrina cristiana, es el
tiempo nuevo, escatológico, inaugurado con la resurrección de Cristo,
que ha abierto la gloria a los hombres. Además, el número ocho también
representa el equilibrio cósmico (Chevalier y Gheerbrant, 2000: 768),
simbolizado en la simetría de las figuras de la cúpula.
En el punto más alto, la linternilla de la cúpula central, está la imagen
de Dios Padre que se asoma hacia abajo, a observar y bendecir al mundo
y a los hombres, sus hijos (Imagen 10).
Imagen 11. Los coros celestiales en el tambor de la cúpula.
9
Cada uno de los cuatro triángulos curvilíneos que forman el anillo de la cúpula con los arcos torales sobre
los que estriba (Tomado de: http://dle.rae.es/?id=SGkFQit).
216
Es importante señalar que en el tambor están representados también,
en la parte oriental de éste, la Última Cena, la Trinidad y el Calvario,
como se muestra en la Imagen 12:
217
Imagen 12. Última Cena, Trinidad y Calvario en el tambor.
De esta manera, la cúpula y el tambor simbolizan el séptimo cielo
(6 bóvedas en el techo, más la cúpula), que supone la plenitud de la
gloria (Chevalier y Gheerbrant, 2000: 944), por eso se encuentran allí los
misterios centrales de la fe cristiana, María, la madre de Dios, y el mismo
Dios Padre.
Con respecto a la Virgen María, en el lado poniente del tambor, está
pintada una imagen de ella con el sol a su espalda y la luna a sus pies.
Es parecida a las imágenes tradicionales de la Inmaculada Concepción,
y también guarda semejanzas con la figura de la Virgen de Guadalupe,
pero se distancia de esta imagen porque no es morena y está coronada
como reina del cielo, en medio de los coros celestiales representados en
el tambor. Así se muestra en la Imagen 13.
Imagen 13. La Virgen María, reina del cielo.
La imagen de la Virgen María, representada aquí, tiene los rasgos de
la mujer del Apocalipsis (Ap. 12, 1). Dicha mujer ha sido interpretada
muchas veces como la Virgen María. De acuerdo con el relato, la mujer
está vestida de sol, con la luna a sus pies y una corona de estrellas en su
cabeza. Además, está encinta, a punto de dar a luz (Ap. 12, 1-2).
De esta forma, el sujeto sigue un itinerario ascendente, metáfora
de la conversión y la vida cristiana, cuyo recorrido está marcado por
la presencia de elementos simbólicos que suscitan en él sentimientos y
emociones que lo mueven a desear vivamente el encuentro con lo sagrado.
El ambiente de sobrecogimiento que provoca el estar en el interior
del templo favorece un estado de ánimo donde se mezclan, de manera
peculiar, aquellos elementos tradicionales de lo numinoso, lo tremendum
et fascinans10 (Quinzà, 2012: 38-39) que se ancla en las emociones del
sujeto: miedo, reverencia, estupor, admiración.
10
218
La expresión es acuñada por Rudolf Otto en Das Heilige (1917).
219
ESTÉTICA DE LA LUZ Y PERSUASIÓN EMOCIONAL
Si bien la ICS es de un estilo barroco-churrigueresco, los elementos
simbólicos descritos anteriormente están en una profunda conexión con
el arte gótico (ca. ss. XII-XV), en el que la belleza se encontraba en la
expresión, no en las formas; las figuras artísticas perdieron corporeidad,
perdiéndose interés por la realidad, las proporciones, la perspectiva y
donde la luz se convierte en el símbolo de divinidad, lo que se reflejó en
las catedrales: más luminosas, con amplios ventanales que inundaban el
espacio interior, que era indefinido, sin límites, como concreción de una
belleza absoluta, infinita (Eco, 2004: 121).
Esta corriente estética acentuó la expresión, sobre todo en la mirada,
pues las expresiones artísticas se simbolizaron más que se representaron,
y el arte adoptó así una función social, práctica, didáctica, con un nuevo
concepto de la belleza: la belleza psicofísica (Tatarkiewicz, 1989: 151).
sensaciones y emociones que lo llevan al encuentro con el misterio, a su
contemplación y a sentirse unido a él como un todo.
A partir de los lineamientos de la estética de la luz, los amplios
ventanales permiten matizar la luz que entra por ellos, creando fantásticos
juegos de luces y colores, fluctuantes en las distintas horas del día, que
se reflejan de forma armónica en el interior de los edificios (Eco, 2004:
117).
Con base en esta propuesta, se descubrió11 que en la ICS existe un
juego de luz que ocurre en el equinoccio de primavera. El equinoccio
de primavera es una fecha por demás significativa en la mayoría de
las culturas por el simbolismo de vida y renacimiento que implica el
mismo equinoccio. En la ICS, los primeros rayos de sol del equinoccio
de primavera entran por la ventana oriental de la cúpula y proyectan un
rayo de luz sobre la imagen de la Virgen María ubicada en el tambor. Así
se muestra en la Imagen 14.
Además, con el gótico, la luz cobró una especial relevancia en la
arquitectura, que gracias a sus mejoras estructurales permitió construir
edificios más diáfanos, repletos de luz, que adquiriría una importancia
tanto estética como simbólica. Las catedrales ganaron altura gracias a
nuevos diseños y a la introducción de nuevos elementos arquitectónicos
para sustentar el peso del edificio. Esta verticalidad, junto a muros más
ligeros, permitió la apertura de amplios ventanales que colmaron de luz
el interior, que ganó en transparencia y luminosidad. Esta luz física cobró
igualmente una trascendencia metafísica, dado el carácter simbólico de
los templos cristianos (Albert de Paco, 2007: 233-238).
En el caso de la ICS, el efecto estético-emocional se logra también
con la contemplación de los altos muros y techos y los enormes espacios
abiertos llenos de luz. El sujeto que los contempla parece preguntarse ¿qué
los sostiene?, ¿cómo es posible que esto ocurra? La catedral transporta al
sujeto al más allá, al cielo, vivo, no muerto. Le genera sensaciones del más
allá y el cuestionamiento ¿cómo es ese más allá, ese cielo prometido? En
el cielo no se necesita el cuerpo, el sujeto no pesa. Cuando se entra en un
espacio como la catedral, pareciera que no hay gravedad, que no se cae. Y
si no se cae es porque aquí no funcionan las leyes de la naturaleza, no hay
gravedad, la piedra se convierte en luz y el sujeto experimenta todas esas
220
Imagen 14. Efecto de luz en el equinoccio de primavera.
11
Este hecho ha sido constatado y documentado desde 2011 por los autores y no existen registros anteriores
ni referencia alguna al fenómeno lumínico aquí descrito.
221
El descenso paulatino de la luz del sol sobre la imagen de la Virgen
María simboliza la fecundación de María por parte de Dios, así como
la primavera implica el renacimiento de la vida. Fenómenos lumínicos
semejantes ocurren en algunos templos medievales europeos como
Chartres, Milán u Obarra (Borrás y Esteban, 1996: 60).
Este mismo juego de luz ocurre en otra fecha significativa para el
calendario cristiano, el 25 de marzo, solemnidad de la Encarnación, y que
se vincula significativamente con el anterior. El sol entra por una de las
ventanas de la cúpula e incide directamente sobre el altar de la Virgen de
la Luz. En la Imagen 15 se aprecia dicho efecto.
RETÓRICA VISUAL
Hablar de un acercamiento semiótico-discursivo también implica
revisar elementos asociados a la retórica visual. En este sentido, la ICS
posee una copiosa decoración. Los elementos asociados a la retórica
visual funcionan como recursos que intensifican el discurso y operan
como un mecanismo de persuasión.
De acuerdo con Barthes (1964: 48), se propone un análisis de los
mensajes que las imágenes puedan contener, a partir de la clasificación
en tres tipos: mensaje lingüístico, mensaje denotado (o literal) y mensaje
connotado (cultural o simbólico). El mensaje lingüístico es la composición
lingüística-comunicativa que soporta la estructura del texto. El mensaje
denotado se entiende como la imagen representada en concreto, objetiva,
literal. Y el mensaje connotado es aquél en el que interactúan redes de
sentidos organizadas en el mensaje denotado para ordenar el mensaje
cultural o simbólico. La serie de significantes presentes en el mensaje
denotado serán los anclajes o connotadores de sentido en el mensaje
simbólico o cultural.
Acaso (2006: 93) señala que la retórica visual funciona como la
“sintaxis del discurso connotativo”, puesto que es la forma de organizar
los significados de los elementos en una representación visual. Además,
establece que se utiliza cuando se incluyen elementos de la comunicación
visual para transmitir sentidos distintos a los que propiamente le
corresponden.
Imagen 15. Rayo de luz sobre el altar de la Virgen de la Luz.
De esta forma, los efectos lumínicos se convierten en los argumentos
visuales que confirman la veracidad y validez de la doctrina y la vida
cristiana. El sujeto que los contempla asiste a la validación de su fe. Al
ser testigo de cómo la naturaleza misma confirma la doctrina, el sujeto se
persuade de vivir en la auténtica fe, que le garantiza la salvación y la otra
vida. El ethos y el pathos quedan unidos así, por hechos incontestables de
la misma naturaleza.
222
Menéndez-Pidal (2010: 108-109) señala que el acercamiento
práctico a la retórica visual debe realizarse desde las figuras y tropos ya
establecidos por el canon clásico. Esta clasificación se sustenta en dos
dimensiones: por un lado, la naturaleza de su operación –adjunción,
supresión, sustitución e intercambio– y, por otro lado, la naturaleza de la
relación de los elementos –identidad, similitud, oposición y diferencia–
(Menéndez-Pidal 2010: 103). Ahora bien, los elementos relativos a la
retórica visual son parte fundamental del proceso de generación del
sentido semiótico-discursivo y del carácter persuasivo emocional del
mismo.
223
Con esta base, se aprecia que en la ICS existen un sinfín de elementos
decorativos que se articulan de manera armoniosa entre sí, pero en algunos
aspectos, resultan más bien disimiles. La presencia de imágenes religiosas
adquiere énfasis en esta propuesta ya que dichas representaciones se
construyen desde perspectivas distintas de la memoria de la cultura.
Pareciera ser que, algunas representaciones no sólo cumplen con su
función dentro de la simbólica del cristianismo sino que, además de ellas,
subyacen elementos que operan como connotadores de sentidos alternos,
diferentes a lo marcado por la tradición.
En este orden de ideas, se puede decir, que dentro del corpus de
imágenes seleccionadas para este trabajo, se muestra un claro predominio
a la recurrencia de figuras retóricas de sustitución, que por motivos de
espacio no se abordarán todas aquí.
Menéndez-Pidal (2010: 107) propone que las figuras de sustitución
son aquellas en las cuales se suprime un elemento y se le adjunta otro.
Este procedimiento de supresión y, luego, de adjunción es lo que permite
la articulación de nuevos sentidos al mensaje. Entre las interacciones
que tienen estas figuras respecto a otros elementos están la identidad, la
similitud, la diferencia, la oposición y las falsas homologías.
En el caso de la retórica visual en la ICS, se puede establecer que las
figuras retóricas de sustitución juegan un rol importante en el proceso
de generación de sentido y, por lo tanto, de persuasión. Así, a modo
de ejemplo, se muestra que en la Imagen 9 (referida anteriormente
como la imagen de Dios Padre), el mensaje denotado se presenta como
la representación de un hombre que sostiene en su mano una esfera.
Este hombre, es representado por ciertas características físicas donde
sobresale la presencia de barba y bigote, y pareciera ser calvo. Este
hombre se encuentra de pie y sus manos se encuentran alzadas: la mano
izquierda se encuentra sutilmente elevada, mientras que en la derecha
sostiene una esfera azul.
desde el cielo. Dicho mensaje se estructura como una alegoría, entendida
como “una figura que consiste en hacer patentes en el discurso, por medio
de varias metáforas consecutivas, un sentido recto y otro figurado, ambos
completos, a fin de dar a entender una cosa expresando otra diferente”
(Menéndez-Pidal, 2010: 113).
En el ejemplo propuesto, se puede decir que el mensaje connotado
de la imagen, refiere a Dios Padre amoroso y protector. Sin embargo,
la imagen posee una serie de connotadores que integran al menos tres
metáforas que sustentan la articulación de la alegoría:
Metáfora 1. Dios Todopoderoso. En la imagen, el “hombre-Dios” tiene
en su mano derecha una esfera azul. En el plano de la sustitución, la esfera
azul refiere al mundo. Así, el sentido que adquiere esta representación es
el atributo de un Dios Todopoderoso, es decir, que tiene el destino del
mundo en sus manos.
Metáfora 2: Dios Supremo. La imagen muestra a este hombre en
una posición elevada, la disposición espacial de esta representación se
encuentra en la cúpula. Así, se sustituye la idea de cielo por la posición
elevada. Esta representación refuerza la idea de un Dios que está en los
cielos, con lo cual se sugiere una relación jerárquica de superioridad para
con los hombres.
Metáfora 3: Dios Omnisciente. La imagen representa a Dios como un
anciano. La figura del anciano representa la sabiduría. De esta forma, la
representación de Dios-Padre adquiere también el atributo de la sabiduría,
total y absoluta.
En síntesis, esta alegoría permite la articulación de un mensaje
contundente en cuanto a las técnicas argumentativas de la persuasión.
Por un lado, muestra a un Dios Padre vigilante y protector. Sin embargo,
queda establecido que: Dios controla el destino del mundo; es poseedor
de toda la sabiduría, y siempre su lugar será superior al del hombre.
El mensaje connotado, simbólico y/o cultural, permite interpretar
esos elementos anclados en la denotación a una narrativa cristiana. Es
decir, se puede asegurar que ese hombre mayor no es otro que el mismo
Dios Padre que mira, cuida, protege y controla el destino de sus hijos
224
225
CONCLUSIONES
Al cerrar esta parte de la investigación, es importante destacar las
conclusiones más relevantes de la misma. En primer lugar, se considera
que la ICS es un todo armónico que apela a las emociones de los sujetos
y busca persuadirlos de la “verdad sagrada” que expresa, mediante
símbolos, imágenes y juegos de luz.
Ese todo armónico comprende también la delimitación del espacio
sagrado-profano y su ubicación como centro real de la ciudad, y no sólo
como centro simbólico del universo.
A partir de los elementos simbólicos visuales, no verbales, ya sean
arquitectónicos o iconográficos, la ICS produce un efecto emocional en
los sujetos que la contemplan y/o que entran en ella, que van desde la
simple admiración hasta un sobrecogimiento que favorece a la persuasión
de estar en el más allá divino, en unión con el misterio de lo sagrado.
Unos de los elementos fundamentales en este proceso de persuasión
son los fenómenos lumínicos observados en el equinoccio de primavera,
que responden a las propuestas de la estética de la luz. La combinación de
arte religioso con el fenómeno natural adquiere un talante especial, que si
bien puede ser explicado lógicamente, tiene un efecto persuasivo, desde
lo emocional que rompe las expectativas del mismo sujeto.
También ha resultado significativa la presencia de abundantes figuras
retóricas expresadas visualmente mediante la iconografía, los símbolos
religiosos y el ordenamiento arquitectónico, figuras capaces de generar
una multiplicidad de sentidos en los sujetos que observan estas imágenes.
Lo anterior hace que resalte, aún más, la idea de que la ICS es un texto
vivo que interactúa con los sujetos.
Dado lo incipiente de esta investigación, queda aún pendiente el
desarrollo a profundidad del análisis de las figuras retóricas, así como el
análisis de las materialidades semiótico-discursivas y los procedimientos
de recursividad entre la ideología dominante y la de resistencia, presentes
en el edificio de la ICS.
226
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VARIABLES DE LA
EMOTIVIDAD EN LA POESÍA:
DEL ÉXTASIS A LA BURLA
Eduardo E. Parrilla Sotomayor
Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey
eparrill@itesm.mx
Resumen: El autor de este artículo propone tres procesos concurrentes en la elaboración
del poema: amueblaje formal, motivacional y actitudinal. Seguidamente se establecen
distinciones entre nociones como emoción, sentimiento, estado de ánimo y pasión
derivadas de ideas expuestas por Robert C. Solomon. A la luz de este andamiaje teórico
se analizan poemas distintos entre sí con disposiciones diversas y contrastantes de
la emotividad, ya sea que el efecto refleje pasión, sentimiento, emoción o estado de
ánimo. En el artículo, el autor aborda el éxtasis amoroso en un poema de Pablo Neruda,
el éxtasis místico en un poema de Octavio Paz, el escepticismo en la óptica de César
Vallejo, así como la indignación en un poema de Gonzalo Rojas. Finalmente, el análisis
incluye otros dos poemas, uno de Nicanor Parra y el otro de Aquiles Nazoa, en los
que la ironía se asocia a la burla, dando como resultado juegos de contrastes.
Palabras clave: amueblajes formal, motivacional y actitudinal,
pasión, emoción, sentimiento, estado de ánimo.
Abstract: The author of this article proposes three concurrent processes in the elaboration
of the poem: formal, motivational and attitudinal furnishing. Next, distinctions are
established between notions such as emotion, feeling, mood and passion derived from ideas
exposed by Robert C. Solomon. In light of this theoretical scaffolding, different poems are
analyzed with different and contrasting dispositions of emotion, whether the effect reflects
passion, feeling, emotion or state of mind. In the article, the author addresses amorous
ecstasy in a poem by Pablo Neruda, mystical ecstasy in a poem by Octavio Paz, skepticism
in the view of César Vallejo, as well as indignation in a poem by Gonzalo Rojas. Finally,
the analysis includes two other poems, one by Nicanor Parra and the other by Aquiles
Nazoa, in which irony is associated with mockery, resulting in games of contrasts.
Keywords: formal, motivational and attitudinal furnishings, passion, emotion, feeling, mood.
228
229
INTRODUCCIÓN
Imaginemos que el poema en abstracto, la idea de los versos y estrofas
alineados verticalmente, es como el diseño de una casa, potencialmente
edificable y habitable. Para que ese diseño pase de la idea al poema
debemos construirla y amueblarla. De modo que surgen tres procesos a
los que llamaré amueblajes: 1) formal, 2) motivacional y 3) actitudinal.
El amueblaje formal figura como la organización morfo-sintáctica de los
versos y estrofas, siguiendo un patrón determinado, ya sea por el género,
la retórica, o como una mezcla de ambos. El amueblaje motivacional, por
su parte, constituye el anclaje temático del poema, el cual se sustenta,
en primera instancia, en el motivo o intención que induce al poeta a
enunciar en el nivel léxico-semántico un planteamiento, y en la inserción
de motivos o tópicos ya manejados previamente en la poesía. De esta
manera, la palabra “motivo” adquiere aquí un doble significado que suele
ser simultáneo en la elaboración temática del poema. El tercer amueblaje
que he llamado actitudinal, adquiere relevancia por aspectos tales como la
entonación, la implicación y el ritmo. En consecuencia, es de su infusión
de donde puede extraerse el cariz emocional del poema. De la disposición
intrínseca que entrelaza estos amueblajes se puede inferir si el significado
del poema se rige por un principio de afinidad o de contraste1.
La imaginación poética está conformada así por una fase
genérico-retórica en el amueblaje formal, una fase temático-evocativa
correspondiente al amueblaje motivacional, y una fase entonacionalimplicativa con el amueblaje actitudinal. Las tres fases se dan como un
todo indisoluble durante el proceso escritural del poema, pero pueden
delimitarse y examinarse, en aras de ofrecer un análisis textual2.
Por lo que toca a la teoría de las emociones, también preciso
dejar establecidas algunas distinciones entre nociones como emoción,
sentimiento, estado de ánimo y pasión. Es verdad que estas nociones
1
Tomo estas nociones del libro Narrativa visual de Bruce Block. Este autor distingue en la elaboración
cinematográfica estos principios, los cuales considero, son extensivos a otras artes. Dice Bruce: “Cuanto mayor sea
el contraste visual, mayor es la intensidad o el dinamismo visual y, a la inversa, cuanto mayor sea la afinidad en un
componente visual, menor será la intensidad o dinamismo visual (34). Llevado esto al terreno literario, cabe hacer
referencia al efecto que se crea con la suma de las tres formas del amueblaje.
2
Los poemas que examinaré en este artículo aparecerán citados en su totalidad, en aras de brindar un análisis
más completo, y con el objeto de facilitar al lector el acceso directo a ellos.
230
son, en cierta medida, intercambiables, que es muy delgada la línea que
las separa. Pero merece la pena establecer algunas distinciones. Las
emociones, por ejemplo, se debaten entre lo inconsciente y lo consciente.
El sentimiento, por su parte, es el rastro o secuela que dejan las emociones
por el significado más o menos relevante que comportan. Otra distinción
que cabe hacer es que las emociones son más o menos instantáneas, o
bien detonadas por una situación o circunstancia particular, mientras
que los sentimientos son construcciones psíquicas que, pasadas por el
filtro de experiencias y razonamientos, permanecen por más tiempo en
la conciencia.
Los estados de ánimo son estaciones de tránsito entre las emociones
y los sentimientos. Su duración es variable; pueden ser momentáneos
o durar varios días. En todo caso, coinciden o se confunden con las
emociones, ya que también se manifiestan como consecuencia de una
situación objetiva o subjetiva, real o imaginaria. Los estados de ánimo
guardan una relación de predisposición respecto a los sentimientos, y de
experiencia vivida, respecto a las emociones. Para decirlo de otro modo, la
combinación de una emoción, sobre la base de la estructura del sentir en
la que laten los sentimientos, explica los estados de ánimo. En la medida
en que hay afinidad entre una emoción y un sentimiento, el estado de
ánimo resulta estable. En cambio, cuando se produce un contraste entre
emoción y sentimiento el resultado es la inestabilidad. Por ejemplo, el
goce melancólico que suscitan los recuerdos ante la pérdida irremediable
de alguien querido, o la hipocresía (o formación reactiva) de sonreír
demasiado ante una persona por largo tiempo detestada.
De una manera u otra, los estados de ánimo son patrones del sentir
que se alternan entre las emociones, entendiendo estas como elementos
primarios; mientras que los sentimientos, prevalecen como estructuras
secundarias sobre las que se organiza, a grandes rasgos, la personalidad.
Los estados de ánimo, por ser fluctuantes, pueden ser simples o complejos,
estables o inestables. Un estado de ánimo puede variar entre la euforia y
el abatimiento, no obstante, cuando se habla de pasión se hace referencia
a algo mucho más agudo y totalizador, toda vez que lo que predomina en
esta tiende a la intensidad contenida o descontrolada. La fuerza desatada
de la pasión puede alcanzar un grado superlativo. Cabe resaltar aquí que,
como bien observa Robert C. Solomon, el término pathé de donde se
231
origina pasión, significaba para Aristóteles padecimiento (Solomon, 184).
En la Retórica el Estagirita menciona entre las pasiones, la compasión, el
terror, la ira, el odio, la envidia, la emulación y el afán de disputa (233). Se
deriva de ello que una pasión puede darse en condiciones que impliquen
un estado sano o inocuo del ser, o bien, un estado enfermizo, perverso o
patológico. Pero lo esencial es la intensidad espiritual que a veces puede
tornarse desgarramiento.
ANÁLISIS POÉTICO
El análisis poético que haré a continuación es un acercamiento
preliminar que estoy realizando sobre el trabajo de las emociones en la
poesía. El primer poema que deseo examinar pertenece a la vertiente más
conocida de Pablo Neruda, es decir, la del poeta de amor3:
Déjame sueltas las manos
y el corazón, déjame libre!
Deja que mis dedos corran
por los caminos de tu cuerpo,
La pasión –sangre, fuego, besos–
me incendia a llamaradas trémulas.
Ay, tú no sabes lo que es esto!
Es la tempestad de mis sentidos
doblegando la selva sensible de mis nervios.
Es la carne que grita con sus ardientes lenguas!
Es el incendio!
Y estás aquí, mujer, como un madero intacto
ahora que vuela toda mi vida hecha cenizas
hacia tu cuerpo lleno, como la noche, de astros!
Déjame libre las manos
y el corazón, déjame libre!
Yo sólo te deseo, yo sólo te deseo!
3
Hay un Neruda íntimo que funda su poesía en el tema amoroso y arranca con el posmodernismo en los
años veinte del siglo pasado. Algunos títulos que se le conocen son Veinte poemas de amor y una canción desesperada
y El hondero entusiasta. Luego, en los años treinta surge otro Neruda que cabe llamar vanguardista y se manifiesta en
Residencia en la tierra. Desde el último libro de las Residencias hasta el Canto general, aparece el Neruda combativo
que hace una poesía de vena marxista y manifiesta un compromiso por la liberación de América Latina. Finalmente, en
los años cincuenta aparece un Neruda que cabe calificar de poeta de la cotidianeidad con obras como Odas elementales
y Extravagario. De estas facetas, la del tema del amor es tal vez la más persistente, pues reaparece a lo largo de toda su
obra.
232
No es amor, es deseo que se agosta y se extingue,
es precipitación de furias,
acercamiento de lo imposible,
pero estás tú,
estás para dármelo todo,
y a darme lo que tienes a la tierra vinistecomo yo para contenerte,
y desearte,
y recibirte!
(El hondero entusiasta, 1933)
El tema de la pasión amorosa en este poema está construido sobre
varias líneas isotópicas que se entrelazan e intercomunican. En primer
lugar, el motivo erótico de metaforizar la pasión amorosa con el fuego,
el incendio, las llamaradas, las ardientes lenguas, la vida hecha cenizas,
aparece, de larga data, como motivo poético. Paralelamente, desde un
inicio resalta la isotopía de la libertad como tema: “sueltas las manos”, “el
corazón libre”, “mis dedos corran por los caminos de tu cuerpo”, carne que
grita”, “vuela toda mi vida”. Pero además, hay otras dos líneas isotópicas
que se trenzan en el poema, la de la celebración de la materialidad del
cuerpo, “manos”, “corazón”, “dedos”, “sangre”, “nervios”, “carne”, y la de
la metáfora que equipara los elementos de la naturaleza con el cuerpo
y la pasión amorosa: “los caminos de tu cuerpo”, “la tempestad de mis
sentidos”, “la selva sensible de mis nervios”, “mujer como un madero
intacto”, “tu cuerpo lleno, como la noche, de astros” y “precipitación
de furias”. En todos estos casos la pasión amorosa tiene como común
denominador la intensidad.
La suma de estas líneas isotópicas instituye una parte de la faceta
temático-evocativa del amueblaje motivacional gracias a las metáforas y
símiles. La otra se sustenta en un argumento implicado que, tras pedir
libertad para consumar su deseo, se resume como: la mujer ha venido
al mundo para darse, como el hombre para recibirla. El poeta caracteriza
bien la intensidad de la pasión amorosa; sin embargo, niega que su
deseo sea causa del amor. Esta contradicción, en cambio, no desmiente
la fuerza evocativa de la pasión amorosa. Tampoco lo desmiente a nivel
del amueblaje formal y actitudinal. En lo formal resalta la anáfora, la
reduplicación y el estribillo, todos ellos responsables del ritmo, al igual
233
que lo que Baehr llama rima intensa, la cual, por ser reiterativa, sirve
para acentuar de manera enfática el cierre del poema (Baehr, 69). En
el nivel entonacional del amueblaje actitudinal resalta el uso extensivo
de los signos exclamativos, y en el plano implicativo, el verso “Ay, tú no
sabes lo que es esto!”
Pasaré ahora a examinar el poema “Olvido” de Octavio Paz:
Cierra los ojos y a obscuras piérdete
bajo el follaje rojo de tus párpados.
Húndete en esas espirales
del sonido que zumba y cae
y suena allá, remoto,
hacia el sitio del tímpano,
como una catarata ensordecida.
Hunde tu ser a obscuras,
anégate en tu piel,
y más, en tus entrañas;
que te deslumbre y ciegue
el hueso, lívida centella,
y entre simas y golfos de tiniebla
abra su azul penacho el fuego fatuo.
En esa sombra líquida del sueño
moja tu desnudez;
abandona tu forma, espuma
que no se sabe quién dejó en la orilla;
piérdete en ti, infinita,
en tu infinito ser,
mar que se pierde en otro mar:
olvídate y olvídame.
(Libertad bajo palabra, 1960)
El empleo del modo imperativo en el poema de Neruda compele,
por su tono de franqueza, a la consagración del deseo erótico como
una pasión cuya intensidad y belleza basta para borrar toda restricción
moral. Sin embargo, en este poema de Paz la entonación del imperativo
se expresa con serenidad, como si se tratara de un proceso de inducción
hipnótica. De hecho, en él, Paz ya preconiza la vena mística que alcanza
234
una elaboración más sostenida en otros libros como La estación violenta,
Ladera este y Blanco. Al respecto, “Olvido” es un poema sobre meditación
trascendental que describe el proceso psíquico del éxtasis. Sabido
es que por medio del tantrismo, analizado por Paz en Conjunciones y
disyunciones, y estudiado por varios críticos, la experiencia mística de ir
hacia el interior del ser conllevaba la abolición o fusión de los contrarios:
lo femenino y lo masculino, el objeto y el sujeto, el mundo fenomenal y
el trascendental (Conjunciones, 65). Afirma Paz que desde el momento
en que se abandona la esfera conceptual y la de la moralidad corriente, el
éxtasis se produce como proceso de interiorización que es una verdadera
“noche oscura” de los sentidos (65). Con ello, la vivencia se traduce a un
estado de gozo e iluminación. Al respecto, Paz afirma que “los poetas han
sido los primeros que han revelado que la eternidad y lo absoluto no están
más allá de nuestros sentidos sino en ellos mismos” (Las peras, 127).
Por medio del amueblaje motivacional, Paz describe la experiencia
mística como un descenso acuático hacia la disolución, gracias al
encuentro con la otredad. Esto se observa en el paralelismo simbólico
de verbos y adjetivos como “húndete”, “hunde”, “anégate”, “líquida
sombra” y “moja tu desnudez”, que aluden al agua. En la mística, el agua
como fuente, río, lluvia o mar tiene un simbolismo de vida, fertilidad e
inmortalidad4. El mar cabe interpretarse como eternidad o infinitud. En
la paradoja del verso “Mar que se pierde en otro mar” se describe la fusión
de los contrarios, el encuentro con la otredad que significa liberación o
purificación, una especie de retorno a los orígenes, a la inocencia original
del hombre. Si bien en el poema hay otras líneas isotópicas, sobre todo, la
que se refiere a la experiencia aérea de la vacuidad: “abandona”, “piérdete
en ti infinita”, “olvídate”, lo cierto es que todo confluye por igual en el
proceso para acceder al éxtasis místico. Su entonación serena no es capaz
de desatar una pasión, sino más bien concita un estado anímico capaz de
insinuar la emoción del éxtasis.
4
En muchas de las culturas antiguas el agua es la protomateria. Cirlot afirma que en “los Vedas, las aguas
reciben el apelativo de mâtritamâh (las más maternas), pue al principio todo era como un mar de luz. En general en la
India se considera a este elemento como el mantenedor de la vida que circula a través de toda la naturaleza en forma
de lluvia, savia, leche, sangre. Ilimitadas e inmortales, las aguas son el principio y fin de todas las cosas de la tierra”
(Cirlot, 68). En su ensayo sobre Paz, Feustle, por otra parte, examina las vertientes simbólicas del agua en la tradición
mística y concluye que en la poesía de Paz simboliza la inmortalidad (Feustle, 61).
235
Uno de los poetas que mejor ha sabido expresar el dolor y el
sufrimiento es César Vallejo, por ejemplo, en el poema “Los dados
eternos”5:
Dios mío, estoy llorando el ser que vivo;
me pesa haber tomádote tu pan;
pero este pobre barro pensativo
no es costra fermentada en tu costado:
tú no tienes Marías que se van!
Dios mío, si tú hubieras sido hombre,
hoy supieras ser Dios;
pero tú, que estuviste siempre bien,
no sientes nada de tu creación.
Y el hombre sí te sufre: el Dios es él!
Hoy que en mis ojos brujos hay candelas,
como en un condenado,
Dios mío, prenderás todas sus velas,
y jugaremos con el viejo dado…
Tal vez ¡oh jugador! al dar la suerte
del universo todo,
surgirán las ojeras de la Muerte,
como dos ases fúnebres de todo.
Dios mío, y esta noche sorda, oscura,
ya no podrás jugar, porque la Tierra
es un dado roído y ya redondo
a fuerza de rodar a la aventura,
que no puede parar sino en un hueco,
en el hueco de inmensa sepultura.
(Los heraldos negros, 1918)
El amueblaje motivacional de este poema ancla en varios temas
afines al pensamiento existencialista: la contingencia del ser, la fragilidad
del ser humano, la soledad del hombre arrojado al mundo, la puesta
5
Cabe aclarar que en Los heraldos negros aparecen otros sentimientos como la ternura y un sentimiento de
vida relacionado al tema del sol, como bien lo señala Xirau. Este mismo crítico, por otra parte resalta el papel fundamental del dolor como sentimiento y pasión: “¿cuál es el dolor específicamente expresado por Vallejo? El dolor es la
forma extrema del sufrimiento; en este sentido, y sin pretender “cristianizar” a Vallejo, el dolor se alía, explícitamente
o no, a un constante `viernesanto` que se encuentra en la obra toda. Dolor de estirpe religiosa; también dolor puramente
humano a nivel de vida cotidiana. El dolor, sin duda, es una pasión, tanto en el sentido de la pasión de Cristo como en
el sentido de lo que padecemos y sufrimos” (Xirau, 217).
236
al revés de las costumbres del espíritu y la duda en torno al conflicto
metafísico sobre la existencia o no existencia de Dios. En el fondo se da
una comparación sobre el hombre como ser genérico que sufre y Dios
como potencia divina que se mantiene impasible ante el dolor humano.
De esta manera, en las dos primeras estrofas se hace evidente el reclamo,
llegando a una inversión de la dualidad hombre/Dios6. El argumento que
aparece de fondo es: Si Dios no siente nada de su creación, y es el hombre
quien sufre, por ese sentir, es él quien merece llamarse Dios. En otras
palabras, lo esencial de Dios para ser tal, debiera ser su presencia activa y
efectiva hacia la creación.
En las dos últimas estrofas se adopta otra estrategia, al crearse
la imagen de un Dios no sólo desinteresado, sino que juega con el
destino de los hombres y del universo. El sentido de los dados eternos
corresponde, en consecuencia, al azar incesante en que se debate la vida
del hombre. Tanto el hombre como Dios juegan a los dados, es decir,
con las posibilidades de la suerte en la determinación del destino. Pero
no hay ni fe ni esperanza, pues la Tierra, metaforizada como un dado
roído y redondo, sólo puede llegar al hueco de la sepultura. Dicho de
otro modo, la inútil repetición del juego para determinar el destino del
hombre no tiene redención, sino que conduce a la muerte. El amueblaje
formal mantiene cierta uniformidad en la combinación de endecasílabos
con heptasílabos. También hay uniformidad en el amueblaje actitudinal,
por la repetición del vocativo “Dios mío”, que insinúa la entonación de
una oración religiosa. En este caso, lo que prima es la pasión de un dolor
sustentado en la convicción de que la vida humana es sufrimiento. El
hecho de que éste sea uno entre varios poemas de Los heraldos negros
que tratan el tema de Dios y del hombre como ser sufriente, me lleva a
definir que lo que mueve a Vallejo es un sentimiento cuya frecuencia e
intensidad en el libro lo eleva a un padecimiento, a una pasión.
Otro poema que merece la pena examinarse es “El hombre
imaginario” de Nicanor Parra:
6
Como bien señala Irene Vegas en La tensión Eros/Tánatos en la obra poética de César Vallejo: Un estudio
hermenéutico-sicoanalítico, además de la tensión Dios/hombre, en la poesía de Vallejo gravitan otras dualidades temáticas como madre/hijo, hombre/mujer, yo/el mismo, “yo/el otro”, “resurrección/tánatos y “solidaridad/tánatos” (34).
237
El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario
De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios
Todas las tardes tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios
Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario
Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario
(Hojas de Parra, 1985)
Si hay tres rasgos que distinguen a la antipoesía de Parra, estos son:
el manejo sistemático de la negación, la irreverencia y la ironía que a
veces deviene sarcasmo. Ello revierte en un contraste productivo entre
la presuposición convencional de motivos de la poesía del yo, fundada
en el idealismo sentimental, o en verdades socialmente admitidas, y
una enérgica puesta al revés de todo esto desde la ironía. En este caso,
se destruye el sentido mismo de la razón. El amueblaje motivacional,
fundado en la ironía y la paradoja, trata de la existencia de un hombre
238
irreal o de un hombre cuyo estado anímico es en tal grado miserable
que se siente desubicado. La contradicción que comporta este absurdo,
adquiere diversas interpretaciones. Puede tratarse de: 1) un ejercicio
mental de análisis combinatorio que prueba la inconsistencia entre lo
funcional y lo verdadero; 2) una transposición simultánea en el tiempo
de una existencia que fue, pero que con la metáfora indefinida del
adjetivo “imaginario”, ya no es; 3) la descripción de un estado alterado de
la mente que manifiesta la distorsión del razonamiento lógico; y 4) una
parodia cuya burla carente de seriedad está dirigida contra cierto tipo de
discurso demasiado relamido o descriptivo. Sea como fuere, la polisemia
de “El hombre imaginario” provoca un estado anímico, sino de extrañeza,
de desolación. Sin embargo, lo más sensato sería retomar lo que el propio
Parra afirma que fue el motivo originario de este poema, es decir, la
pérdida de una mujer7. Hay que recordar que entre las muchas cosas que
es la antipoesía, una de las venas más persistentes es la existencialista,
como sucede, por ejemplo, con “El soliloquio del individuo” (Obra gruesa,
53-56), “Pensamientos” (Obra gruesa, 190) y “Un hombre” (Obra gruesa,
191-192). Además, en una entrevista que hace muchos años le hicieron
a Parra, el antipoeta llegó a afirmar: “la vida de cada individuo es una
suma de errores y nada más” (Silva, 38). Debido al hecho de que esa vena
existencialista es una constante en Parra, este poema encarna mejor la
idea de un enjambre de emociones que se mueven entre el asombro, la
melancolía, el escepticismo y la burla. El amueblaje actitudinal, por lo
tanto, es difícil de precisar, por este juego de insinuaciones.
Otras veces el amueblaje actitudinal se transparenta de un modo
constante y unitario a lo largo de un texto poético. Así sucede, por
ejemplo, con el poema “El dinero” de Gonzalo Rojas:
Yo me refiero al río donde todos los ríos desembocan,
al gran río podrido,
donde vienen a dar nuestros pulmones que hemos criado para el aire
al río coagulado que lleva en su corriente sanguínea los despojos
de nuestra libertad: todas las rosas
7
Para ser más exactos, en la entrevista que le concedió a Leonidas Morales en 1988: “O sea la mujer imaginaria, la que dio origen a este poema. Esa es una cosa que ocurrió… Yo tenía 64 años y ella 32. Y ella era la mujer
que yo soñaba, y que yo buscaba y que creía haber encontrado” (Morales, 126). “Ella era casada, tenía dos hijos. Y
después de eso entonces yo llegué al taoísmo. Gracias al taoísmo me liberé. Porque era yo quien debía haber hecho lo
que ella hizo. Ella se suicidó. No por mí, y no en esa época sino que años más tarde. Y yo gracias al taoísmo sobreviví”
(Morales, 127).
239
en sus alcantarillas comerciales,
las rosas del placer y de la dicha, las rosas de una noche
que se abrieron a todos los sentidos,
depositadas hoy en las aguas viscosas, donde las siete plagas
nos manchan y nos muelen, nos consumen, nos comen
con sus dientes inmundos bajo el beso y la risa del encanto.
El río entra en nosotros,
y nosotros entramos en el río.
Es una guerra a muerte, como la del microbio
que nos roba el color de nuestra sangre,
a cambio del sustento con que nos embrutece, y nos permite
unas horas de amor después de la fatiga del trabajo.
Cuando al amanecer saltamos al abismo
desde el confort caliente de nuestros blancos lechos,
y ponemos los pies sobre las cosas,
abrimos la ventana para mirar el cuerpo
de nuestra realidad, y antes que salga el sol
sale para nosotros la lividez del río,
el aliento malsano del río de la muerte
que nos cobra intereses por velar nuestra noche.
Por las noches, las prostitutas lo enriquecen,
los criminales que entran a casa de sus víctimas
con la muerte en los ojos, los avaros que creen
aprovecharse de él, y son las pobres pústulas
de este infinito río reventado
como llaga monstruosa.
Todos los miserables contribuyen
al desarrollo, al crecimiento informe
de este charco sin término.
240
también sirven al río
como otros tantos testimonios
de su poder, que pone blandas las cosas.
¿Cómo parar su cauce envenenado,
cómo cortar las grandes arterias de este río
para que se desangre de una vez, y eche abajo
las tiendas y los tronos
que vive construyendo sobre nuestra miseria?
Pero no le gritemos. Que él sabe nuestra suerte,
él es la institución y la costumbre,
él vence los regímenes, demuele las ideas,
él mortifica al pobre, pero revienta al rico
cuando no se somete a lamer su gangrena,
él cobra y paga, sabe lo que quiere
porque es la encarnación de la muerte en la tierra.
(La miseria del hombre, 1948)
En este poema prevalece la afinidad entre la actitud franca del poeta
al expresar su indignación por la ubicuidad corruptora del dinero y los
amueblajes motivacional y formal. En el plano motivacional se trasluce la
enumeración de efectos que puede causar el dinero, lo que hace recordar
el letrilla satírica de Francisco de Quevedo8. En consonancia con éste, el
amueblaje formal, cuya disposición versal y estrófica es libre, se sustenta
en tres recursos: 1) una mezcla de discurso explicativo y argumentativo;
2) la estructura paralelística que organiza las líneas isotópicas, y 3) el
manejo táctico de la primera persona plural.
Los Bancos y los Templos abren sus grandes puertas
para que pase el río.
Todo se normaliza para que el río reine sobre vivos y muertos
y de todos los ojos que corren por las calles
sale el color maligno de su agua purulenta
y de todas las bocas sale el olor del río.
La primera estrofa introduce el tema del dinero contraponiendo
varios aspectos. A la presencia inevitable de su dominio, la indefensión
y vulnerabilidad que experimentan los seres humanos ante él; a las
consecuencias que obliga su necesidad, la pérdida gradual de la libertad
con sus secuelas, y en fin, a todo aquello que colma la vida (rosas del
placer, de la dicha, de una noche, beso, risa del encanto), aquello otro que
trae desastres (siete plagas), enfermedad y muerte. La importancia del
Comemos, trabajamos por el honor del río
y el día que morimos, nuestra mísera sangre
es devorada por el río,
y nuestro duros huesos que parecían dignos de la tierra
8
Por ejemplo, “y pues es quien hace iguales/al rico y al pordiosero/poderoso caballero es Don Dinero” y
más adelante, “Y pues él rompe recatos/y ablanda al juez más severo,/poderoso caballero es Don Dinero (Quevedo,
82).
241
dinero es tal, que Rojas lo concibe con la metáfora de un río perpetuo9.
Como éste, el dinero está en continuo movimiento. Pero a él le parece
que si en la vida existen otras fuerzas que cabe metaforizar con la idea del
río –acaso el deseo, el conocimiento y la sociabilidad– todas desembocan
en el río del dinero. En consecuencia, el dinero está en el centro de todas
las actividades; es una fuerza universal y ubicua que domina todos los
aspectos relevantes de la existencia humana.
Desde esta primera estrofa se establece la línea isotópica del río
como metáfora del dinero. Afianzada a esta, otra línea isotópica resulta
ser por igual de enorme trascendencia. Cabe reconocer que en la
tradición occidental el agua ha tenido múltiples significados. Pero sobre
la metáfora del río se construye otra que la asocia con la suciedad, la
enfermedad y la putrefacción. Esto lleva a que ambas líneas isotópicas
se asocien paralelísticamente a lo largo del poema: 1) río podrido, 2)
río coagulado, 3) corriente sanguínea, 4) aguas viscosas10, 5) lividez del
río, 6) el aliento malsano del río de la muerte, 7) “Los avaros que creen
aprovecharse de él, y son las pobres pústulas de este infinito río reventado
como llaga monstruosa”, 8) charco sin término, 9) color maligno de su
agua purulenta. También por momentos, como si el efecto del dinero en
la existencia humana fuera el efecto de una enfermedad en un cuerpo
moribundo, la isotopía de la enfermedad aparece de manera alternada,
pero sin asociarse a la metáfora del río: “Es una guerra a muerte, como la
del microbio” (110) “cuando no se somete a lamer su gangrena” (112).
Después de la idea general de la primera estrofa; en la segunda, el
poeta se concentra, no ya en la oposición dinero/sociedad, sino en la
oposición dinero/hombre. Aunque también se generaliza al hombre, lo
que se particulariza verdaderamente es el vínculo entre el dinero y el
trabajo que afecta al hombre. En consecuencia, el hombre al que se refiere
Rojas es el asalariado que para vivir tiene que vender su fuerza de trabajo,
por lo que su subsistencia se parece a una guerra a muerte en la que el
dinero es como un microbio que roba el color de la sangre, de la vida. Por
eso aquí, como un metatexto, puede afirmarse que está implícito el tema
9
Al parecer se trata de un motivo recurrente en la obra poética de Rojas. El libro Río turbio puede ser evidencia de ello.
Que en el contexto de la estrofa hacen pensar en las aguas negras que llevan los desechos en las cloacas.
10
242
de la explotación como consecuencia de la pérdida de la libertad. Pero
además, en los versos “a cambio del sustento con que nos embrutece,
y nos permite/unas horas de amor después de la fatiga del trabajo”, se
alude a la noción de alienación planteada por Marx.
La estrofa que sigue vuelve a establecer una relación entre
generalización y particularización. Rojas se permite la generalización
gracias al manejo del “nosotros”. La generalización es un acierto, porque,
además de que todos los seres humanos perviven sujetos a la necesidad
acuciada por el dinero, esa primera persona plural establece un nexo de
identificación indispensable entre el poeta y el lector. Pero también, cabe
reconocer que en el mundo, los que viven luchando por satisfacer sus
necesidades primarias por medio del dinero son la abrumadora mayoría
de los seres humanos. El nosotros generaliza, pero en la tercera estrofa
se particulariza al hombre que se levanta temprano y ya está pensando
en preocupaciones de deudas, necesidad y obtención de dinero. El
desasosiego del hombre esclavizado por el dinero, y por la duda de
poder salir adelante, se sugiere en la metáfora de levantarse del lecho:
“saltamos al abismo”. En el verso final de esta estrofa se evidencia que la
preocupación del hombre que comienza a pensar en el dinero antes de
que salga el sol tiene que ver con las deudas que debe solventar y con la
opresión que pesa en su conciencia.
Las próximas tres estrofas giran en torno a aquellas personas o
entidades que enriquecen, contribuyen y normalizan la prevalencia
del dinero. Las prostitutas, criminales y avaros son ejemplos de seres
miserables que contribuyen a ensanchar el poderío del dinero. Los bancos
y templos normalizan su actuación. Curioso que Rojas, valiéndose de la
metonimia, ponga juntas a estas dos instituciones cuando las actividades
financieras de los bancos son la principal fuente de incremento del dinero.
En formas distintas la Iglesia y la Banca normalizan, o bien, legitiman o
naturalizan su existencia.
La séptima estrofa inicia la síntesis argumentativa del poema. Es
tanto lo que determina el dinero en la existencia humana que es como
si se trabajara por él. No sólo gobierna la vida, sino que al morir devora
nuestra sangre. Con esto último puede entenderse que su poder se
extiende a los gastos en los que hay que incurrir a la hora de la muerte de
243
alguien, o también a las rebatiñas de los parientes por el testamento de
quien ha muerto. En mi lectura prefiero la primera interpretación. Ahora
bien, en esta estrofa se establece otra oposición que había sido enunciada
en la primera. En versos como “el gran río podrido,/donde vienen a dar
nuestros pulmones que hemos criado para el aire” (110), “y el día que
morimos, nuestra mísera sangre/es devorada por el río (111), “y nuestro
huesos que parecían dignos de la tierra/ también sirven al río” (112); en
todos estos casos se establece una oposición entre naturaleza y dinero. La
materialidad del cuerpo humano es por sí misma digna, mientras que la
superficialidad del dinero instaura un sentido espurio que atenta contra
lo natural.
Después de declarar que el dinero ejerce un poder mezquino en la
existencia humana, en la estrofa octava, Rojas se pregunta por medio de
la interrogación retórica, cómo podría detenerse ese cauce envenenado,
cómo podrían echarse abajo las tiendas y tronos que vive construyendo. Al
respecto, no ofrece ninguna solución. Más bien intensifica el significado
absolutista que ejerce el dinero. Aquí es que se muestra el poder persuasivo
de este poema, en el cual se desarrollan varios argumentos con base en
un conocimiento teórico y empírico de la vida. Para lograr esto, a Rojas
no le basta con las metáforas del río, de la enfermedad y de lo putrefacto,
sino que le atribuye, por medio de la prosopopeya, rasgos anímicos al
dinero. Un lector casi se atrevería a imaginar el dinero como una suerte
de dios omnipotente: “él sabe nuestra suerte”, “él cobra y paga, sabe
lo que quiere” (112). Además es lo instituido y lo acostumbrado. Hace
sufrir al pobre, pero degenera al rico. Aquí cabe recordar esas imágenes
gráficas del burgués como un individuo risueño con un cuerpo tan obeso
que parece a punto de estallar. Por lamer la gangrena se entiende que
el dinero se usa para la lisonja y la alcahuetería que dispensan a los
ricos. Pero el verso final retoma la línea isotópica de la enfermedad y
la putrefacción. Es como si se dijera que el poder del dinero es absoluto
porque sus consecuencias conllevan como finalidad la muerte, como si
fuera el dios mismo de la muerte.
La lectura que he hecho de “El dinero” me lleva a catalogar su
emotividad como un sentimiento de indignación. Como dije antes, los
sentimientos son construcciones psíquicas que, pasadas por el filtro
de experiencias y razonamientos, permanecen por más tiempo en la
244
conciencia. En este poema gravita una convicción que es producto de una
argumentación crítica muy elaborada. Muchas de las ideas sobre el dinero
tienen su sustento en la experiencia que redunda en generalizaciones con
cierto grado de veracidad. Para el lector de “El dinero”, por otra parte,
su lectura puede provocar un estado anímico de aceptación o rechazo.
El que acoja por buenas las argumentaciones de Rojas puede celebrar la
justeza de sus señalamientos y, a la inversa, a quien rechace su postura,
bien podría parecerle, con un sentido de realismo, que el dinero tiene otra
cara, la de las satisfacciones y recompensas logradas para el desarrollo
personal que se alcanza gracias a su obtención. El rechazo moral más
radical de este poema es el de aquel lector que por gozar de una fortuna
y de una vida cómoda y colmada de placeres piensa en el dinero como la
meta esencial para alcanzar la felicidad.
En lo que resta de este artículo abordaré un último poema en el que
se hace presente un contraste entre sentimiento y emoción. Se trata de
“Reencuentro” del poeta venezolano Aquiles Nazoa:
Después de tantos años,
volvimos a encontrarnos… ¿Lo recuerdas?
Ya en el lento crepúsculo asomaban
las primeras estrellas,
y el cielo parecía, de tan limpio,
que le hubieran pasado una coleta.
¿Qué podía decirte sino: “Hola”,
interjección bisílaba que emplean
a modo de saludo
dos seres conocidos que se encuentran?
Y te tendí la mano,
y me tendiste tú la mano aquella
que un día fue la mano que más quise,
la mano que más quise en esta tierra,
sin sospechar que luego aquella mano
sería para mí la Mano Negra!
De la “boite” a la íntima penumbra,
cogimos una mesa:
yo pedí una ensalada de gallina,
tú pediste paella,
y diciendo: -Olvidemos lo pasado,
245
te pegaste a comer como una fiera.
Luego vino aquel brindis con mondongo
que te puso tan lírica ¿recuerdas?
Y tu conversación fue como un bálsamo
que a perfumar viniera mi tristeza.
Nunca llegó una voz tan a lo hondo
de mi alma de poeta,
como cuando me hablaste ante sollozos,
de lo cara que estaba la manteca!
Ni miraron mis ojos unos ojos
iluminarse de una luz tan tierna
como cuando mirándome a los míos,
como buscando en ellos la respuesta,
con infantil afán me preguntaste
si daban urticaria las arepas.
¿Cuánto tiempo duró nuestro coloquio?
No sé. Mi corazón sólo recuerda
que en el instante en que abrazarte quise,
cuando ya estabas en mis brazos, trémula,
recordando a tus hijos
me dijiste: -¡No espera!
Y cayendo a mis plantas de rodillas,
como una mártir griega,
recogiste una rueda de pescado
que andaba por debajo de la mesa!
(Poesía de amor y humor, 1985)
Lo que resulta distintivo en este poema es la ironía. Sabido es que
la ironía suele encerrar tanto un juicio de valor como un juicio crítico.
Para Pierre Schoentjes “el irónico es un moralista que, al constatar que
los hechos que se presentan a sus ojos no se corresponden con el mundo
perfecto que guarda en su espíritu, designa las imperfecciones que él
capta con términos que no se conforman bien con el ideal” (Schoentjes,
75). De aquí el sentido de la contradicción y el efecto de contraste que
suele acompañarla. Sin embargo, en la contradicción de este poema
de Nazoa, considero más justo afirmar que la ironía no reside en una
visión moral ante un mundo imperfecto que se contrapone al ideal de un
mundo perfecto. La ironía aquí se maneja más bien como una oposición
246
entre sentimiento y emoción. El sentimiento amoroso, con un dejo de
melancolía, instaura la vena lírica por medio del amueblaje formal del
madrigal (combinación de versos heptasílabos y endecasílabos). El
lirismo de Nazoa se expresa en un discurso llano, conversacional11.
Ahora bien, a la melancolía, como sentimiento serio, se le opone una
emoción de burla que produce humor. Se trata de una ironía que instaura
una burla de la conducta de la mujer o de una situación imaginada, la
cual se muestra banal y ordinaria ante la melancolía lírica del poeta. Este
efecto de burla que empieza a cobrar fuerza con el verso “sería para mí
la Mano Negra!” puede encubrir un sentimiento de hostilidad hacia una
mujer, pero en realidad se puede entender como una emoción de humor
lúdico parecido al de los chistes. Esto se debe a varias razones. La primera
de ella es el uso del punch line intensificado por la rima asonante al final
de casi todas las estrofas. La segunda es la repetición de sucesos cómicos
que degradan con absoluta banalidad la solemnidad del reencuentro. En
el fondo, el contraste verdadero se da entre el sentimiento idealizador
de la mujer otrora amada y la sorpresa de esa mujer que echa por tierra
toda idealización por sus ocurrencias y conductas ordinarias. Otra
característica que acerca más este poema al humorismo (ironía lúdica) del
chiste es lo improbable de que alguien se exponga tanto a una conducta
tan desatinada e inelegante en un contexto como ese.
También es posible deducir que al mezclar el sentimiento elevado
y sublime con lo bajo corporal que tan bien ha elucidado Bajtín12, lo que
Nazoa haya intentado es burlarse de la ridiculez que implica lo cursi
o sensiblero. Sin embargo, me inclino a pensar que de lo que intenta
burlarse es de la falsedad de quien se engaña creyendo que es posible
rescatar un sentimiento amoroso ya inexistente. En cualquiera de los
casos, la ironía está dirigida a una situación ridícula, sea esta imaginada o
con algún sustento en una experiencia vivida. Ello se logra, no a través de
la antífrasis del adjetivo, como en “El hombre imaginario”, sino por medio
11
El sentimiento de melancolía mezclado con ironía lúdica (humor) hace recordar de inmediato el poema “Es
olvido” de Nicanor Parra, y la actitud de este poeta en la primera parte de Poemas y antipoemas. A pesar de ello, no se
puede asegurar que haya un vínculo intertextual entre ambos poemas.
12
En este sentido, este poema incorpora la estética de lo grotesco y el espíritu carnavalesco, siguiendo los
planteamientos de Bajtín.
247
de lo que Bajtín llamó motivación pseudo-objetiva13. La razón de haberle
llamado emoción al efecto humorístico se sustenta en el hecho de que se
trata de una reacción repentina, de la misma manera que, para un lector,
su sorpresa también se manifiesta como tal. El humor es una emoción,
no un sentimiento. De ahí que la gente sólo se ría en algunos momentos,
al presenciar o recordar situaciones o leer textos escritos o visuales. Sin
embargo, el humor puede también merodear el estado anímico de alguien
de un modo más duradero. De hecho, hay personalidades que propenden
más al estado de ánimo humorista o alegre, de la misma manera que otras
hacia un estado de ánimo de tristeza o pesimismo.
CONCLUSIONES
Entender el efecto anímico que determinado lector deriva de la
lectura de un poema es una tarea harto difícil, pues todo lo imperceptible
resulta difícil de medir. Esto se entiende porque cuando la poesía no
celebra la vida, la problematiza, y su perspectiva está motivada por una
expresión de libertad que se propone combatir, aliviar o hacer frente a
la alienación, aspectos todos que se mantienen en el tejido discursivo,
moral y emocional. Ante este último tipo de poesía, el lector ideal para la
identificación debe ser comprensivo, no un lector prejuiciado ni mucho
menos cerrado moral o ideológicamente. Por esta razón, mi conclusión
tiene que ser estrictamente especulativa. Hasta aquí me he referido a la
construcción anímica que puede sacarse en claro sobre las motivaciones
que originaron la elaboración de estos poemas. La síntesis del conjunto
de figuras de los tres amueblajes coincide en la intensidad de la pasión
amorosa en el poema de Neruda, pero para un lector comprensivo ello
puede incitar simplemente a una emoción, ya que el lector no es capaz de
vivenciar la misma experiencia intensa. Sólo, si se diera una identificación
profunda del lector con el sentido del poema, la emoción se acercaría un
poco más a la pasión misma.
En el caso del poema “Olvido”, la perspectiva externa que asume Paz
y la índole misma de la experiencia mística no pueden ser calificadas de
13
La antífrasis se da a un nivel paradigmático, mientras que la motivación pseudo-objetiva en el sintagmático. A lo que se refiere Bajtín es a una frase que se añade después de un nexo, conjunción, conector o relativo, a partir
de la cual se da un sesgo que cambia al sentido o al estilo de la primera parte de la oración. En estos casos el lector
puede detectar con facilidad la desviación (véase Bajtín, Palabra 174-179).
248
pasiones. Por eso, y porque la experiencia mística no es algo común y, al
mismo tiempo, tiene algo de intraducible, este poema provoca más bien
una emoción que el lector puede vivenciar como un estado de ánimo de
serenidad. Si es que ha experimentado el éxtasis místico, el lector puede
recobrar el recuerdo de aquella emoción. De lo contrario, el poema puede
leerse como lo hace un foráneo, como alguien ajeno a ese sentir.
En cuanto al poema de Vallejo, la tristeza, el dolor y el sufrimiento
transmiten al lector la idea exacta de la pasión como padecimiento. Sobre
todo, esto se evidencia en la persistencia con que Vallejo maneja en su
poesía esta vena nihilista de la dualidad hombre/Dios. Sólo un lector
que comprenda la rebeldía y osadía del existencialismo por poner en
la palestra la soledad del hombre se identificaría con este poema. Muy
cercano a la tristeza y el dolor está el poema “El dinero” de Gonzalo Rojas.
Sólo que su perspectiva no es ya la del poeta que sufre con intensidad una
pasión existencial, sino la del poeta indignado que pone en primer plano
la crítica contra un orden de cosas que no puede cambiar, es decir, la de
la determinación incesante de las necesidades humanas por el dinero, y
del cómo éste desvirtúa la dignidad natural del hombre. Su consecuencia
es tan letal que lo metaforiza como la presencia de la muerte en la vida, o
tal vez, como metonimia cuyo telón de fondo es el poder y la dominación.
La indignación se muestra como un sentimiento porque está trabajada a
partir de razonamientos críticos que la encauzan.
La complejidad de “El hombre imaginario” de Parra se atribuye a la
ambivalencia con que se maneja la ironía. Si bien en los antipoemas de
Parra se advierte una vena de corte nihilista o existencial y un sentimiento
de escepticismo, para un lector cualquiera, este poema puede infundir, o
bien, un estado de ánimo de duda e incertidumbre, o bien, un instantánea
emoción de asombro e incluso la emoción del humor, por el choque entre
la expectativa lógica y la repetición irónico-lúdica que la socava. En todo
caso, se trata de una emoción inestable, pues se manifiesta como un
asombro serio, ya que la mezcla del juego discursivo con la expectativa
lógica lleva a un contraste con la tónica melancólica del relato, la cual al
referirse a “sombras imaginarias”, “mujer imaginaria” y “amor imaginario”
simboliza recuerdos pasados y al menos una pérdida. De modo que el
asombro va de la mano con la melancolía y el escepticismo existencial. Si
249
se empieza por declarar que el hombre es imaginario, todo lo demás se
reduce a la no existencia, a la nada.
Aunque el poema de Parra pudiera interpretarse como una burla,
esto aparece de manera más contundente en el poema “Reencuentro”
de Aquiles Nazoa. Aquí, la ironía-lúdica no es ambivalente, sino que
contrapone la emoción del humor a un sentimiento amoroso matizado de
melancolía. La ironía puede ser seria, tendiendo más a un planteamiento
ideológico, pero en este caso es una ironía juguetona, lúdica, y el resultado
de ello es la emoción cómica. A lo que apunta este poema es a burlar la
seriedad ridícula. Cuando la seriedad es vacía, carece de un sustento, o
bien es exageradamente formal, en condiciones que debiera ser relajada
o informal, el humor deviene en una visión crítica a través de su emoción
liberadora. Es emoción en la medida en que su efecto es repentino y
trastoca el estado anímico anterior.
Finalmente, todos estos poemas, a pesar de las grandes diferencias
que los distinguen, comparten un terreno común que generalmente no se
considera una emoción, pero sí puede entenderse como una necesidad
emocional o una creencia cuyo significado adquiere la estatura de una
pasión. Me refiero al anhelo de libertad, en contraposición a la alienación.
Ese anhelo de libertad se opone a las conductas morales que constriñen
lo natural, al entorno convencional carente de espiritualidad, a la rebeldía
ante un Dios que no se manifiesta, a la ridiculez de ciertas conductas
ordinarias y a los determinismos inexorables de la existencia.
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251
CANON / SINESTESIA:
LAS (IM)POSIBILIDADES
EXPERIENCIALES DE
LA ESCRITURA
Rebeca Mariana Velasco Ortiz
ENAH / UNAM / IEMS, DF.
labkan@gmail.com
Jaime Magdaleno Domínguez
UNAM / UACM / IEMS, DF.
pibi76@msn.com
Resumen: En este artículo discutimos sobre el canon literario, recuperando la sinestesia
como categoría nuclear de posibilidades experienciales, susceptible de traducirse en diversas
textualidades, que incluye una serie de facultades con las que la escritura se abastece y
robustece. Asumimos que en el campo literario los sujetos viven bajo ciertas certezas,
en tanto pertenecen y se reconocen dentro de los cánones de la escritura, pero al mismo
tiempo, otros sujetos experimentan con texturas, estructuras, armonías, llanuras y fisuras
discursivas alejados del canon o, por lo menos, críticos de él. Creemos, entonces, que el
escritor-literato se posiciona y se reconoce como tal a través de los discursos más o menos
canónicos que publica, enuncia, firma y afirma, cede o concede. Estos discursos nos permiten
analizar el desdoblamiento y las limitaciones, el desborde o el repliegue de los sujetos, que se
convierte en im-posición o im-postura. Es en este sentido crítico que intentamos proyectar el
concepto sinestesia como posibilidad experiencial traducida en textualidades (im)posibles.
Palabras clave: canon, sinestesia, escrituras, literatura, emoción.
Abstract: In this article we discuss the about literary canon, recovering synesthesia as a central
category of experiential possibilities, susceptible to being translated in diverse textualities, that
includes a series of faculties with which the writing is supplied and strengthened. We assume
that in the literary field, subjects live under certain certainties as long as they belong and are
recognized within the canons of writing, but at the same time, other subjects, or at least critics
of the canon, experiment with textures, structures, harmonies, smoothness and discursive
cracks that meander away from the canon. We believe then, that the literary-writer takes a
position and recognizes herself/himself as such, through the more or less canonical discourses
that publish, formulate, agree and affirm, to give in and concede. These arguments allow
us to analyze the unfolding and the limitations, the overflow or the retreat of the subjects,
which becomes im-position or im-posture. It is in this critical sense, we attempt to project the
concept of synesthesia as an experiential possibility translated into (im) possible textualities.
Keywords: canon, synesthesia, writings, literature, emotion.
253
INTRODUCCIÓN
(…) El cuerpo sensible gana significado, o sea, se hace
escritura por aquello que siente (…)
Gabriel Weisz (2005)
Este artículo tiene dos propósitos. El primero, recupera el diálogo a
dos voces que mantuvimos ambos autores sobre el canon y la sinestesia.
El segundo propósito, consiste en la apuesta por la ruptura de fronteras
en los sujetos, que conlleva a la práctica de la sinestesia y, con ello, a otra
serie de rupturas: senso-perceptiva, discursiva y epistémica.
(…) en estas disciplinas que se llaman historia de las ideas, de las
ciencias, de la filosofía, del pensamiento, también de la literatura (su
carácter específico puede pasarse por alto momentáneamente), en esas
disciplinas que, a pesar de su título, escapan en gran parte al trabajo
del historiador y a sus métodos, la atención se ha desplazado, por el
contrario, de las vastas unidades que se describían como ‘épocas’ o
‘siglos’, hacia fenómenos de ruptura. (…) se trata ahora de detectar la
incidencia de las interrupciones (Foucault, 1969: 5).
Si nos solicitan aclarar cuál es el espacio teórico en el que se inserta el
aporte de nuestra investigación, señalaremos que es el campo del Análisis
del Discurso y la Semiótica de la Cultura, visto como la articulación de
dos esferas complejas y transdisciplinarias que permiten problematizar
en torno a formas plurales de compartir los mundos en los que convivimos. Retomamos, además, el Campo Literario con la finalidad de
contribuir en los estudios antropológicos de los campos culturales y las
profesiones; abonar en la amplia formación filosófica continua, formal o
informal, que tenemos los sujetos en los diálogos y en la cotidianeidad;
y porque el atributo de la literatura canónica, desde la que discutiremos,
es la escritura, y ésta es un quehacer que hemos reconocido indisoluble a
nuestras prácticas. Precisamente, pretendemos dar cuenta de ello desde
las reflexiones sobre el canon literario y desde la sinestesia como una
categoría nuclear de posibilidades experienciales-textuales diversas. En
ese sentido, enfatizamos en las textualidades para tratar de entender
las emociones que extienden el continuum entre canon y sinestesia, y
254
que incluyen una serie de facultades: destrezas y torpezas con las que la
escritura se abastece y robustece.
Este artículo tiene cuatro divisiones, [1] “los dos lectores” presenta
una disertación por medio de la cual discutimos y conjeturamos sobre
discurso, semiótica y literatura; posteriormente, “ensamblamos” dos
intervenciones que entendemos como “coro a dos voces”, cuyos temas
son: el canon (sin descuidar el filo de la sinestesia), y la sinestesia
(con el halo acogedor de lo canónico)1. En un segundo momento, nos
aproximamos a [2] La sinestesia. Canon (des)sujetado y sujeto desgajado
como una vía (breve) para transitar de las estructuras textuales canónicas
o anticanónicas hacia el sujeto productor o decodificador de segmentos
enunciativos. Posteriormente, con [3] “la ruptura de fronteras en el sujeto:
procesos y fragmentos”, se pretende avanzar en la reflexión acerca de la
sinestesia como fenómeno de fusión entre los procesos de inducción /
deducción / abducción, suceptibles de ser traducidos en textualidades
o dispositivos enunciativo-textuales. Por último, [4] “la despedida”, es
un ejercicio de síntesis pero también la puesta en juego de una práctica
de textualidad viva y manifiesta, que pretende probar la sinestesia como
posibilidad abierta desde la escritura.
Dos lectores
El discurso como categoría analítica comenzó a llamar la atención
no sólo en los terrenos de la lingüística o la comunicación, sino
particularmente en los territorios de la escritura literaria. Discurso y texto
se habían mantenido en una discusión paralela dentro de los escenarios
del quehacer literario. Desde la perspectiva de la crítica literaria y el
‘ensayo’ literario más agudo, autores como Jitrik, con aportes locales
(situados en América Latina y, particularmente, en México), discuten la
continuidad de la textualidad como un proceso complejo en el que se
entrecruzan factores como la enunciación, el objeto-texto o la propia
lectura; el autor plantea esa textualidad como nexo que establece puentes
en la práctica de la escritura, pero además las semióticas presentes y
determinantes presuponen transiciones: de la enunciación al discurso,
1
“Montamos” o “ensamblamos” dos “Intervenciones” que integraron una “Ponencia” –origen de este artículo–, cada una a cargo de uno de los autores de este texto. La “Ponencia” se presentó en el marco de las XII JALyS y se
incorpora en la bibliografía: Magdaleno & Velasco (2016).
255
y del texto y la lectura a la capacidad de semiotizar, de seguir leyendo,
comprender, interpretar o moverse en una “dimensión textualizante,
con el fin de entrar en [el] proceso de producción de significación
y asegurar, así, la acción propia de la textualidad por entero (…) con
una actividad comprensiva más compleja” (Jitrik, 1990: 45-47). Desde
toda una discusión sobre la polifonía de los discursos, otras categorías
como diálogo, intersubjetividad, intertextualidad y transculturalidad
han permitido, a lo largo de su historia, aproximarnos a los desafíos del
análisis transdisciplinario.
En cuanto al texto ya se sabe que no es exclusivamente un sistema de
transmisión de ideas o conceptos o contenidos: su productividad reside
en la pluralidad de planos o registros que convoca, en el entramado
significante que es lo que la lectura debe penetrar para ejecutarse y dar
cuenta, de tal modo, de su propio alcance productivo (Jitrik, 1990: 19).
Atendiendo a lo transdisciplinario, reconocemos que las fronteras
entre las disciplinas también se transitan y se desvanecen, y desde el
análisis del discurso tenemos las herramientas para tocar la discursividad
y la textualidad como territorios fértiles en lo concerniente al canon y la
sinestesia.
Por otro lado, el de la semiótica –sin la posibilidad de repasar su
historia ni sus aplicaciones formales en otros terrenos (Eco, 1974)–
recuperamos y atendemos, específicamente, la semiótica de la cultura,
la cual nos provee de categorías analíticas como: semiosfera, fronteras,
márgenes o periferias y memoria cultural (Lotman, 1996, 1998, 2000).
Este campo obliga a reconocer una esfera de sentido que repercute en
el análisis actual de la complejidad y los mundos posibles o imposibles.
Además, filtra permanentemente las discusiones con un ánimo de
autocrítica, por lo que envuelve e involucra cualquier dimensión analítica
que pretendamos considerar para este análisis situado2 en el puente
2
El análisis situado se recupera particularmente desde el planteamiento de la Psicología Cultural que ha
formulado sus premisas a partir de la serie de propuestas que discuten, amplían y resignifican el pensamiento vygotskyano. Las teorías del aprendizaje situado así como una perspectiva amplia de la situacionalidad, han permitido a
varios autores asumir el carácter relacional del conocimiento y el aprendizaje, pero específicamente con un énfasis, a
diferencia de otras perspectivas cercanas, en que “no hay actividad que no esté situada”, y en una comprensión y comprehensión de “la persona como totalidad, en actividad en y con el mundo” (Lave & Wenger, 2002). Considerando este
soporte teórico que llevó a las autoras citadas a la categoría de “Participación Periférica Legítima”, nosotros recuperamos la lógica de un sujeto complejo situado en prácticas complejas, que implican lo discursivo y lo semiótico.
256
entre lo que está colocado en el centro, lo hegemónico o canónico, y las
posibilidades abiertas del sentido, o de ‘los sentidos’, de las periferias. En
el contexto literario y sus zonas afines, podemos entender, nuevamente a
partir de autores como Jitrik (1990), “el ordenamiento de los escritos por
géneros y, con ello, la presión de las jerarquías”, ambas como implicaciones
impuestas que las dimensiones complejas y complementarias de un
análisis semiótico postulan. Quizá haya oportunidad de aclarar cómo
estos aros que precisamente pueden ser entendidos como dimensiones
transdisciplinarias de análisis, integran una amalgama que la semiótica
de la cultura solicita apreciar de formas diversas; desde la sinestesia
pretendemos retomar esta discusión.
En cuanto a la literatura, entendemos ésta como un medio de
traducción de sistemas semióticos. Es conceptual en sus formas,
técnicas, modos, estilos y, particularmente, en sus rupturas, es decir,
en los nuevos modelos de hibridación, en su experimentación, y en los
contenidos-sujetos (o sea, cuando se piensa al sujeto, cuando se impone
el sujeto y transforma la literatura). Sin embargo, en sus cánones, en sus
reglas, en sus legitimaciones, en sus procesos de reconocimiento (en su
institucionalización), entendemos la literatura como una (im)posición
cultural. El carácter territorial de la literatura también es revelador
y relevante, pues sitúa o demarca zonas concretas que se visualizan
claramente en términos espaciales, también corporales, nacionales, en
géneros y en tradiciones; siendo así una de las memorias culturales más
trascendentes, honda y especial. La literatura funciona de algún modo
como los movimientos sociales: es transgresora de ‘la ciudad de las
disciplinas’ –por decirlo de algún modo– pero pertenece a las mismas,
en un devenir que la con-funde (como arte, como ciencia, como teoría,
como crítica); es ante todo una práctica: un quehacer.
Así pues, partimos de estos conceptos-categorías –complejos
y vitales campos de discusión y análisis– para reconocer que entre
el canon y la sinestesia nos constituimos sujetos dis-puestos. Para
reconocer, también, cómo los sujetos ratifican, mediante su práctica, lo
habitual de la propia práctica; puesto que para legitimarse es necesario el
reconocimiento de interlocutores: los otros, por supuesto, pero también
los textos, las imágenes, los rituales y la proyección de identidades en
toda una gama de formas: un intercambio que fija, al mismo tiempo que
257
modifica trayectorias, para situarlas dentro de lo marginal o lo canónico.
Así, este intercambio arroja una primera subjetividad, que se expresa en
la siguiente “Intervención”, cuyo tema es el canon literario:
Canon
La palabra “canon” ha circulado con profusión desde mediados de los
años noventa del siglo pasado, animada por la publicación de El canon
occidental, controversial texto de Harold Bloom, polémico-académico
de la Universidad de Yale, quien realizó el inventario de “La escuela y
los libros de todas las épocas”. Es decir, en El canon occidental, Bloom
(2004) diseñó el catálogo de lo que, a su parecer, son los autores y las
obras que rezuman el espíritu de Occidente. Como sabemos, sólo 26
nombres tuvieron la fortuna de ser tocados por la gracia de Bloom
quien, para recompensar la excelsitud de cada uno de ellos, les dedicó
panegíricos ensayísticos aglutinados en esta obra. Así pues, a instancias
de Bloom, la palabra canon ha devenido en término con el que se
denomina a un conjunto de obras sobresalientes para un individuo,
para una sociedad, para una cultura o para una civilización. De ahí que,
hoy en día, cuando se dice que una obra es canónica, lo que se suele
decir es que esa obra pertenece a un conjunto de textos significativos,
prestigiosos y de gran valía para una comunidad cultural. Sin embargo,
la palabra canon, antes de referirse a una lista de obras –esto es: al topten de un individuo o de una cultura–, refirió una práctica reguladora,
normativa. Precisamente, Rafael Rojas, historiador y filósofo cubano,
nos recuerda en su texto Un banquete canónico (2000), que la palabra
canon fue utilizada tradicionalmente en contextos religiosos para
referirse a: “Las normas que establece algún concilio de la Iglesia sobre
el dogma o la disciplina”; a su vez, en ámbitos musicales, la palabra
nombra: “Las voces que en una composición musical se superponen,
reiterando el mismo canto”. De esta manera, la voz canon, más allá de
ser un compendio de obras, señalaría:
•
•
una normativa de comportamiento en el contexto religioso; y/o
una regulatoria de composición en el campo musical.
Por lo que toca a los textos literarios, el canon así entendido denotaría:
•
•
una actitud ante la práctica literaria; y/o
un referente estructural en la composición de la obra.
Como actitud, el canon imprimiría sobre el escritor una manera de ser
y de relacionarse con lo literario.
258
Como referente estructural, supondría formas discursivas o modelos
textuales privilegiados.
Tenemos, pues, dos posibilidades y ámbitos sobre los cuales reflexionar
el canon: una de ellas enfoca al sujeto, y otra, a la obra.
Canon (des)sujetado
Contemplemos esta fatídica recursividad: el canon sujeta al sujeto y
éste, mediante la práctica, refuerza las amarras del canon. Quiero decir:
si el canon es un conjunto de normas que guía –y no pocas veces– rige
la práctica del sujeto, éste se encuentra sujetado por el canon y, a su
vez, ese sometimiento refuerza la normativa del canon… No obstante,
lo anterior reduce la práctica literaria a un acontecer pusilánime, a un
re-hacer timorato y medroso en donde sólo los cobardes tienen cabida.
Y aunque estoy dispuesto a aceptar que la mayor parte de la fauna
denominada “autores consagrados” son amilanados borregos que balan
la tonada que les dicta el canon –piensen, por ejemplo, en las novelas de
Haruki Murakami–, en este momento quiero referirme a los escritores
que hacen caso omiso de la regulatoria del canon para imponer una
voz, para explorar posibilidades del ser –piensen, por ejemplo, en las
introspecciones textuales de Clarice Lispector–. Para estos escritores,
la práctica literaria no está sujeta a normativas, regulatorias o recetarios:
la escritura se ejerce desde las posibilidades varias (me gustaría decir:
infinitas) de la escritura y se lleva a los confines que alcance a explorar
la voz de ese yo llamado escritor, por quien también habla la voz de
eso(s) otro(s) que somos TODO(S). ¿Algunos ejemplos? Por supuesto:
ahí están los cantos tarareantes de Vicente Huidobro en “Altazor”, las
marejadas narrativas-discursivas de Juan Vicente Melo en La obediencia
nocturna, las panorámicas des-contextualizadas de Samuel Beckett en
Fin de partida. Esto es: la experiencia textual se despliega en escrituras
(im)posibles, por lo que los sujetos, supuestamente sujetados por
la regulatoria que es el canon, se des-sujetan, posibilitando así la
contradicción, la negación, el quiebre, en fin: la ruptura del canon: ese
aburrido recetario de abuela.
Obra que no es obra sino textualidad: haciendo añicos los géneros
literarios.
Saber cierto: uno escribe novela porque no escribe poema. Otro
escribe cuento porque no hace teatro. Quien recurre al mito no fabula
ni mucho menos ensaya. Un fantasma recorre el imaginario de los
escritores timoratos: es la impronta de los géneros literarios, que dicta
los límites, las fronteras de los textos: sus posibilidades estructurales,
sus mecanismos y sus formas. De nueva cuenta, pensemos en el autor
259
dócil con el canon. Para dicho sujeto –sujetado ahora por los géneros–,
impensable es reunir las formas discursivas: lo poético se queda en lo
versificado, lo narrativo en la prosa de ficción y el diálogo acotado en la
dramática. Medroso como sólo puede serlo un canónico, la experiencia
textual de lo poli-discursivo es para él desvarío, desmesura. No obstante,
la hibridación, la confluencia discursiva, la combinación de los géneros
es materia corriente desde Cervantes y para escritores como Sergio
Pitol, Enrique Vila-Matas o Ricardo Piglia, sólo por mencionar algunos
recientes y en nuestra lengua. Lo que cabría preguntarnos ahora es:
¿qué puede llevar a un autor a romper los géneros? Entre muchos otros
asuntos, las necesidades expresivas. Los límites que separan los géneros
de pronto se miran demasiado estrechos para expresar realidades vitales
(en el sentido de existenciales, pero también importantes) para el que
escribe. En otras palabras –y valga como ejemplo–: cuando Sergio
Pitol intenta dar cuenta de su formación como escritor en El mago de
Viena, lo mismo recurre al diario de autor que a la bitácora del viajero
que encuentra en el viaje un contexto de formación; lo mismo echa
mano de la crónica de sociales satírica, bufonesca, que del ensayo como
recurso de disertación literaria. De esta manera, los géneros confluyen,
se hibridan, se transitan o de plano se transgreden; por lo que en este
texto quiero comunicar que hoy en día ejercer la literatura implica la
práctica de escrituras dinámicas, (im)posibles, que arrojen al cesto
de la basura ese aburrido recetario de abuela denominado “canon”
(Magdaleno, en Magdaleno & Velasco, septiembre 2016).
En lo anterior, se puede leer cómo las prácticas semiótico-discursivas
de los escritores se asemejan o se alejan de unas formas —denominadas
canónicas—, mediante las cuales algunos autores consagrados se erigen
como centralidad o hegemonía. De acuerdo con Magdaleno, los autores
canónicos son “amilanados borregos que balan la tonada que les dicta
el canon”, por lo que propone entender y ejercer la literatura como una
práctica de “escrituras dinámicas, (im)posibles”, por medio de las cuales
el escritor se convierta en un arriesgado escrutador-experimentador,
tanto de las posibilidades existenciales del humano como de los múltiples
registros del decir literario.
Ahora bien, en lo que sigue pretendemos que el lector mire, sienta
y piense cómo la fragmentación de textos se pone en juego y explota,
sinestésicamente, en el tenor de la complejidad, la intertextualidad,
el diálogo y la transdisciplina. Pues con esta segunda “Intervención”
manifestamos que el diálogo y la transdisciplina son, también,
posibilidades de escritura.
260
Sinestesia
No son los sentidos, en términos físicos, de los que hablaremos
directamente, son las sensaciones filtradas por el cuerpo las que
interesan ahora.
La sinestesia, desde esta perspectiva, es un proceso que invoca al
cuerpo entero. Hace referencia a la sensación en su conjunto, como
acto de percepción desbordado que vincula o conjuga las sensaciones
fragmentadas o aisladas, dando paso a la ‘intensidad’ en términos de la
conexión de nuestros sentidos. Esta categoría, que permite entender
la ruptura de fronteras en el sujeto en distintas dimensiones, también
implica el encuentro e intercambio entre nuestros sentidos. Por ello,
necesariamente la sinestesia se entiende como una traducción constante
y permanente. Sin embargo, la sinestesia tiene límites: su equilibrio; si
no fuera así se volvería insoportable: un cortocircuito, literal.
La complejidad de un sujeto desgajado
Hablando del cuerpo, ese cuerpo mediado por lo social, organizado y
tajado para entenderlo, y al que se le imponen sensaciones; también
es un cuerpo textual o un texto. Al texto se le atribuye sentido cuando
imperan las marcas de un tipo de discurso; para la literatura: un género.
En nosotros, se “grava” en nuestro cuerpo y en nuestras prácticas; desde
los procesos de socialización y memoria cultural, se graba como sentir.
Nos imponen cómo sentir, cuándo, dónde, bajo qué circunstancias o
desde qué “géneros”.
Bajo este esquema, no es difícil pensar la analogía entre sujeto y texto,
pues desde “La semiótica de la cultura y el concepto de texto”, planteado
por [1996] (1981: 81), el texto funciona con ‘tratos’ o procesos que
le permiten “intervenir como participante”. Esta idea compleja y
polémica de la autonomía del texto es recuperada por Haidar (2006)
precisamente desde la categoría de sujeto semiótico-discursivo:
“productor, generador y receptor del sentido”. Por lo tanto, pensar que
el sujeto es cuerpo y el cuerpo es texto, nos lleva, por lo menos a buscar
paralelismos, por ejemplo en torno a la traducción que generan.
Los filtros, del cuerpo y del texto, que reconocemos bajo los estímulos
de la percepción, pueden ser considerados, ya, como culturales y de
traducción. En el terreno de la psicología se habla de un proceso de
transducción, donde se construye el precepto, o canon. En literatura,
parece que el primer canal es visual-auditivo, y esta traducción del
texto literario se hace en la lectura que se vuelve polifónica, como el
261
propio sujeto (productor o receptor). Pero aún así, el proceso está
simplificado, pues la conexión ineludible de nuestros sentidos desata
una sensación que nos funde con el texto (por eso el placer literario se
pavonea en su inefabilidad, no se puede decir qué es lo que se siente,
pero se dice y se siente). La percepción está fuera del texto y del
sujeto, permite constituir un ‘precepto’, como hemos dicho, pero es la
sensación la que está adentro; al pensarlas juntas desfragmentamos al
sujeto, lo desgajamos en su complejidad.
Insistiendo, se ha sostenido desde las teorías asociacionistas o
empiristas que la percepción tiene como base las sensaciones caóticas
que el sujeto ordena en ese proceso que llamamos perceptivo. Por
tanto, hay una diferencia importante entre percepción y sensación. La
percepción es un proceso, la sensación, en cambio, es un sistema o una
serie de sistemas que permite una representación; así, la sensibilidad
se constituye como imprecisa, y la percepción es el resultado de la
interpretación de las sensaciones. La sinestesia, vinculada a la llamada
percepción intermodal 3, siendo esta una relación de estímulos
posterior, hace referencia a la discordancia de las sensaciones. Así
mismo, la percepción transmodal también tiene que ver con la
sinestesia cuando se reconoce que se recibe un estímulo por varios
canales. Parece entonces inevitable considerar tanto a la percepción
como a la sensación vinculada a la memoria.
Sin embargo, la emoción, la cognición, la razón, la inteligencia, la
memoria, así como otras prácticas –facultativas o facultades–, abastecen
la escritura; por ello, la literatura también se siente.
La dimensión cultural de la sinestesia ha sido reconocida en otros
terrenos, en las discusiones sobre lo sensible que tocan tanto el campo
del arte y el de la estética, como el terreno de la Ciencias de la Salud, la
neurociencia y una llamada psicofísica. Partamos de donde partamos,
ahora sabemos que la fragmentación no es una propiedad ontológica de
los objetos (Lotman, 1996), y desde esta ‘advertencia’ asumimos que las
sensaciones están atravesadas por lo cultural. Somos textos culturales.
En literatura, aunque pudiera ser interesante pensar en la sinestesia
como figura retórica vinculada a la metáfora y relacionada con la
traducción y con la memoria, es común definirla como “la atribución de
una sensación a un sentido que no le corresponde…” Pero, la sinestesia,
desde una perspectiva más amplia, lleva a una dimensión textual,
3
La percepción intermodal o transmodal es un parámetro o tipo de percepción que se entiende como intrasensorial pues unifica canales sensoriales distintos. Este tipo de percepción funciona como un proceso complejo que ha
dado pauta para establecer conexiones entre nuestros sentidos, las cuales incorporan las teorías de la semiótica cultural,
y las discusiones sobre memoria cultural, traducción, percepción del tiempo, entre otras (Uspenski, 1993).
262
que requiere reconocer a un sujeto-texto “sugiere ir a la personalidad
textual que buscamos leer”: cuerpo-texto; así lo plantea Weisz, haciendo
referencia también a escrituras corporales, y de manera paralela a la
textualidad del autor o del sujeto, como un “universo complejo en el
que el cuerpo atraviesa por numerosos campos de la ficción” (Weisz,
2005: 10).
Y, en ese sentido, parecería que la sinestesia permite entrar en el terreno
de las “experiencias que ubican el cuerpo en mundos alterados de la
conciencia”, pero también creemos que la subversión o irrupción ha
sido vista como excepcional a pesar de que ésta funciona regularmente
como proceso de re-conocimiento, que rompe con los textos (mentales)
formulados en las propias convenciones sociales. Ese es el testimonio
del cuerpo hecho texto o cuerpo textual.
El libro, por ejemplo, controla las formas de la escritura, de la prosa,
dice Yépez (2012). Los géneros literarios también controlan, acotan,
acosan, ordenan, luchan por una parcela de congruencia (estética o
de forma), siguen paradigmas racionales, analíticos, fragmentarios
(fiscalizantes). Reventar los géneros, ¡que estalle el edificio!, agitar
las presencias reconocidas, constituye la posibilidad de regenerar, y
entonces pensar que los géneros no existen aún, y se inventan o se
inventarán. Yépez (2012) sostiene algo similar en el terreno del ensayo.
No es sólo un asunto de contragénero, es también una apuesta por todos
los géneros, esto es sinestesia en literatura: ruptura de fronteras en
los textos literarios. Destrucción de las estructuras que me contienen
(Velasco, en Magdaleno & Velasco, septiembre 2016).
Expuesto lo anterior, asumimos que en el campo literario algunos
autores viven bajo ciertas certezas en tanto que pertenecen y se reconocen
dentro de los cánones de la escritura; pero al mismo tiempo, otros sujetos,
desde la confrontación con el canon, experimentan texturas, estructuras,
armonías, llanuras y fisuras discursivas. Por lo mismo, creemos que
el escritor-literato se posiciona y se reconoce como tal a través de los
discursos más o menos canónicos que publica, enuncia, firma y afirma,
cede o concede. Estos discursos permiten analizar el desdoblamiento y
la limitación, el desborde o el repliegue de los sujetos al canon, que se
convierte así en (im)posición e (im)postura.
Desde este escenario –institucionalizado y configurado como “el
canon literario” y ciertas maneras de escribir– es donde se recuperan
categorías de análisis, siendo la sensación, fundida y confundida con
263
el texto, la que permita ahora incorporarnos a un ejercicio basto del
pensamiento, creando lagunas ineluctables, necesarias, para anular la
fragmentación de nuestros sentidos, convirtiéndonos en textualidad
mediante la sinestesia.
La sinestesia. Canon (des)sujetado y sujeto desgajado
Si se pretende una ruptura poderosa con la escritura monocorde,
que probablemente genere el reconocimiento de ‘escrituras’ plurales, las
cuales al mismo tiempo que registran la presencia de dos o más sujetos,
admiten que el sujeto es una condición o dimensión local y global, próxima
y ajena, una condición compleja que se conoce también por todo lo que
se desconoce o se reconoce en los otros: versiones infinitas de nosotros;
tenemos entonces que intentar reconocer en lo otro las posibilidades
a las que no habíamos atendido. Parece tarea imposible, pero ya Bajtín
(1982) sostuvo, hace casi un siglo, que el otro nos determina, al tiempo
que cuestionó la rigidez de los patrones y estilos literarios como rechazo
de la norma unívoca.
El otro es el sujeto, sobre el que pensamos y hacemos inferencias,
al que conocemos o intentamos conocer; pero ese otro es cada vez más
ajeno sin dejar de determinarnos, por lo que es propio también; nuestro
próximo establece la regla a seguir, el canon que sujeta con la pretensión
de des-sujetar (que crea concepciones del arte desde terrenos como la
crítica o las disciplinas especializadas), también nos muestra, nos enseña
cómo sentir, es entonces un sujeto desgajado, siendo ajeno y próximo
a la vez, como hemos dicho. Si desde aquí reconocemos que lo extraño
es en ocasiones más real que lo conocido (más acorde a las realidades),
podríamos decir que la alteridad existe por las fronteras. Instalando
fronteras en la escritura multiplicamos las zonas periféricas. Así lo ajeno,
lo irreconocible, destruye la estructura. Quizá el tránsito en las fronteras
desestructure la escritura.
Además de insistir en las transformaciones, tránsitos y complicidades
que hay en los nuevos modos de escritura, y con ello, insistir en las
posibilidades abiertas que podría entregarnos la sinestesia, debemos
procurar el reconocimiento breve pero categórico del interlocutor. Pues
264
entendemos que las obras están hechas también por sus contempladores:
la mirada y la palabra ajena:
Hay que señalar que al lado de aquellas concepciones y percepciones
reales de su destinatario que efectivamente determinan el estilo de los
enunciados (obras), en la historia de la literatura existen además las
formas convencionales y semiconvencionales de dirigirse hacia los
lectores, oyentes, descendientes, etc., igual como junto con el autor real
existen las imágenes convencionales y semiconvencionales de autores
ficticios, de editores, de narradores de todo tipo (Bajtín, 1982: 289).
Para Adolfo Castañón, todo ese conjunto de ‘albedríos’ ha dado
paso al reconocimiento del lector como aquel que ejerce “su discreción
para explicarse a sí mismo y a los demás cómo se conjugan ciertas formas
y funcionamientos del escritor y de la escritura” (Castañón, 2002: 13).
Sólo el sujeto transporta discursos ajenos a lo propio para constituir
nuevas historias y nuevos sentidos. Por eso, las prácticas intersubjetivas
instituyen retóricas y formas de comunicación distintas.
Aspiro presenciar una catástrofe del texto que termine por liberar todas
las sustancias psíquicas y somáticas que las convenciones reprimen en
sus cárceles domésticas e institucionales (Weisz, 2005: 21).
Ruptura de fronteras en el sujeto: procesos y
fragmentos
Procesos
Entramos al terreno de la sinestesia. Por ello, en este apartado
intentamos describir la fusión entre los procesos de inducción / deducción
/ abducción que, desde nuestro punto de vista, pueden ser traducidos en
textualidades o dispositivos enunciativo-textuales.
Ahora bien, el modelo analítico que implementamos se basa en la
propuesta transdisciplinaria que hemos recuperado de los planteamientos
de Haidar (2006), mismos que Edgar Morin ha teorizado, y que Haidar
ha recuperado incansablemente, desde el análisis de varios campos del
conocimiento y propuestas derivadas. Así pues, los procesos que nos
permitirán avanzar en la comprensión de la sinestesia como una ruptura
265
de fronteras en el sujeto, son: la inducción / la deducción / la abducción y
la traducción.
a) Proceso inductivo – deductivo
El proceso inductivo se supone sintético, con ello, quizá podríamos
decir que es de instrucción orgánica, integral y holístico (metonímico).
Es, en alguna medida, el carácter teórico el que lleva a considerar el
cuerpo entero. Va de las percepciones concretas (de los sentidos, de las
disciplinas; digamos, de lo particular o especializado) a la sensación, a la
emoción que agrupa, sintetiza y materializa el evento. En cuanto al texto,
este proceso lo cataloga y lo clasifica, o mejor dicho, lo coloca al interior
del canon (un género, por ejemplo, discursivo o literario).
b) Proceso deductivo – inductivo
La deducción o proceso deductivo implicaría, entonces, pensar en
la fragmentación, el “desgaje” o la descomposición de los elementos.
Es un ejercicio analítico que nos permite profundizar, en apariencia, en
las sensaciones de nuestro cuerpo, en las distintas dimensiones de una
emoción o de un fenómeno. No pretende nombrar, categorizar; antes bien,
detalla, se detiene en los segmentos. Llevando este proceso a lo textual,
aquí se busca sentir todo el texto. Pensemos en aquella lectura que se hace
bajo la lógica del análisis automático y que no necesariamente se sitúa en
las partes del todo, sino que busca llegar a esas partes como finalidad;
en ese sentido podríamos decir que es el principio del conocimiento
“profundo” que se vive y se experimenta, puesto que es un proceso
experiencial.
De lo particular de la experiencia, una sensación integral u holística
(es decir, de las partes que integran esa experiencia), vamos buscando
estructuras compartidas, que justifiquen nuestra labor, nuestro quehacer,
nuestro trabajo, eso lleva a la síntesis. Es así como lo inductivo-deductivo
le hace el trabajo al canon, pues el canon puede entenderse, también,
como una síntesis de los múltiples textos.
266
c) Proceso abductivo
El proceso de abducción se convierte ya en un escenario que
podríamos explicar a partir de la sinestesia. Estando en nosotros mismos
y saliendo de nosotros mismos, podríamos pensar que se reconocen las
estructuras a las que pertenecemos, pero hay una ruptura compleja del
sujeto-sujetado que vislumbra nuevas posibilidades.
Ha llegado a pensarse en la abducción como una lógica compleja,
que podríamos también encontrar vinculada o con cierta analogía
(metafórica) con categorías complejas como el “tercero incluido”, la
propiedad hologramática o la paradoja del gato, de Schrödinger. En el
terreno textual, pensamos que puede ser equiparada a la voz latente en
todo escrito, que habla por el escritor pero también por algún “otro”, no
del todo determinado.
d) Proceso de traducción
El proceso de traducción, por último, es la reconciliación. El intento
de comprensión de todos los mundos que nos pertenecen y a los que
pertenecemos. Es sólo un intento porque podríamos pensar que es el
proceso más complejo, puesto que no es automático, requiere de una
labor intensa e inmensa: un compromiso fuerte y una serie de “conocimientos”.
A diferencia de lo que pudo pensarse sobre la traducción como un
proceso de traición en el terreno de los intercambios culturales o en una
lógica crítica de estos intercambios, creemos más bien que la traducción
es un diálogo cuando se hace con respeto, con apertura.
Ahora bien, si mediante la abducción y/o la sinestesia permitimos
que el sujeto se desarme, se desgaje, se desdoble, no desvaneciéndolo
sino desarmándolo, rompiendo sus fronteras en términos de lo posible,
llegamos a lo imposible: la posibilidad de un sujeto desujetado, desgajado.
Y eso nos lleva a la condición subjetiva que ha planteado Haidar junto
con otros autores. Un sujeto, por tanto, colectivo, que somos todos.
Apuesta de una filosofía novedosa, vigente y desafiante, inmersa ya en
varias epistemologías o cosmovisiones planteadas, como: el pensamiento
267
complejo, la transdisciplinariedad, y probablemente en muchas de las
visiones decoloniales o poscoloniales, además de en realidades latentes:
los Zapatistas, por ejemplo.
En conclusión, el horizonte deductivo, lo vertical inductivo, ambos
repercutiendo en alguna medida en las jerarquías y el canon de los mundos,
y el vértigo de la abducción, deben ser traducidos. Pues, “la mirada”,
esa que con todas sus variantes, sus formas, sus transformaciones, es
producción de sentido y es traducción, es una mirada que no se reduce, es
el contacto con el mundo: intercambio y diálogo, como hemos insistido.
Sólo esa mirada permite pensar en nuevas traducciones que lleven a la
comprensión de otros mundos, de otras experiencias, y de otros sujetos.
Fragmentos
Ahora volvamos a los sentidos, los cuales bajo la luz de las fronteras
semióticas constituyen filtros culturales de traducción. Evidentemente,
estos son espacios subjetivos, generadores permanentes de mecanismos
de traducción, por ello componen los mapas de semiosferas intrincadas
mediante fronteras amplias de intercambio (Lotman, 1996, 2000).
Por su parte, la contemporaneidad es el sitio actual del análisis,
funciona como “consolidación del proceso de ruptura del canon” y como
pauta para una “ampliación de los circuitos y mecanismos de difusión y de
creación, en los que el mercado actúa como catalizador de gustos, modas
e intereses”, así lo sostiene Rubio (2008: 12); a esto se añade un sentido
de lo contemporáneo que en el arte y en la cultura remite a una ausencia
de pensamiento estructurado y a un rechazo de códigos convencionales
y reglas establecidas. Es allí donde aparecen los nuevos cánones, nuevos
lenguajes críticos y artísticos: otros fragmentos.
Como hemos insistido, los géneros limitan, pues ha sido el género,
muchas veces, “la solución para fijar la relación entre lo específico y lo
general, lo concreto y lo universal, lo sustancial y lo esencial, a través
de formas reconocibles y aceptadas, resultado de una combinatoria de
constantes y variantes” (Rubio, 2008: 13).
268
El desafío deviene como problema de lenguaje en donde la discusión
teórica desde el ámbito de los lenguajes contribuye a más debate, y esto
lleva a lo simbólico, desde discursos capaces de materializarse mediante
formas sensibles, únicas y originales (Rubio, 2008).
Muchas de las ‘nuevas artes’ o, mejor dicho, nuevos modos de
expresión: cine, fotografía, video, instalaciones, performances, comic,
moda, diseño, y hasta cocina (Rubio, 2008), representaron los géneros
que no integraban el canon tradicional: pintura, escultura, arquitectura,
música, literatura, pero actualmente vistos todos como discursos sociales,
se formulan otros privilegios y, por supuesto, se reformulan campos del
conocimiento (por ejemplo, la estética). Sostiene Rubio “la ruptura del
sistema canónico de división de las artes ha permitido la legitimación
de nuevos géneros y discursos” y de este modo “la fractura del sistema
canónico de clasificación de los géneros artísticos”, puesto que “el arte es
una categoría dinámica y no estática” (Rubio, 2008: 18-21).
De ahí nace un nuevo canon, un canon contemporáneo que podría
cuestionar su autoreferencialidad (como lo ha hecho la posmodernidad),
pues en el fondo de cada experiencia, de cada contacto con ‘el texto’,
amplio escenario de intercambios, se esconde como atisbo una posible
respuesta de expresarse sobre sí mismos, sobre un infinito que está
sujeto a las contradicciones: “la emoción del infinito, como dos espejos
enfrentados y obligados a reflejarse mutua e indefinidamente” (Rubio,
2008: 24).
Eco propone que como “campos” los espacios de investigación “se
justifican por el mero hecho de existir”, se inducen “por la extrapolación
de una serie de tendencias constantes en el campo de investigaciones,
y por ellas, de un modelo unificado”. Como “disciplinas”, en cambio,
“el investigador ha de proponer por deducción modelos (…) que sirvan
de parámetro para incluir o excluir (…) las distintas investigaciones”
(Eco, 1974: 7). Eco habla de la semiótica, pero creemos que esto tiene
repercusión para pensar en estos espacios, que también preferimos llamar
“campos”, como Eco, y que reconocemos junto con él que son campos
que deben estar dispuestos “a individualizar las propias contradicciones,
y debe(n) provocarlas cuando no aparezcan” (Eco, 1974: 8). Es así como
queremos considerar que los cuestionamientos son vigentes, entendiendo
269
la individualización como un aspecto central de los sitios que determinan
tanto las investigaciones como los modelos que nos ayudan a pensar las
realidades.
(…) la vida no tiene partes, sino lugares y rostros. Y así del sueño y de
ciertos estados de vigilia se puede despertar de este privilegiado modo
que es el despertar sin imagen.
Despertar sin imagen ante todo de sí mismo, sin imágenes algunas de la
realidad, es el privilegio de este instante que puede pasar inasiblemente
dejando, eso sí, la huella; una huella inextinguible, mas que no se sabe
descifrar, pues que no ha habido conocimiento (…) (Zambrano, 1977).
La sinestesia es una categoría de carácter polifónico que, como
hemos dicho, hace referencia a la sensación en su conjunto, a un acto
de percepción desbordado. Literalmente los sonidos, las imágenes, los
olores, los sabores y las texturas se conectan para pensarse como una
sensación. La apuesta que aquí hacemos está fundada en lo que hemos
entendido como la ruptura de fronteras en el sujeto.
Por lo tanto, debemos aclarar que la lectura y discusión que se hace
de esta categoría es una lectura cultural o, mejor dicho, que enfatiza o
prioriza la dimensión cultural de la sinestesia. Sin embargo, la sinestesia
se ha asociado en otros terrenos (que no son los del análisis cultural) a
determinada sensibilidad, a determinadas personas, al efecto concreto
de algunas drogas o a la esquizofrenia. Por eso, debemos aclarar que
la lectura que elaboramos mantiene una distancia con los aportes o la
visión de la neurociencia o la neurofisiología. En otras palabras, también
esta discusión es, o tiende a ser, una crítica general a la consideración
de la sinestesia como el conjunto de sensaciones de nuestros sentidos,
o propiamente, el vínculo de las sensaciones aisladas; y no a la inversa
como el núcleo de la sensación, el que después pensamos fragmentado
particularmente en cinco vías reconocidas u órganos en concreto por los
que accedemos a los estímulos. Esta crítica está fundada en una premisa
que es: existe una ‘comodidad del análisis’ (conveniencia o necesidad
heurística, según Lotman) que hace suponer que la fragmentación es
una propiedad ontológica del objeto, es decir, está dada per se. Bajo esta
advertencia, asumimos que la sensación está atravesada por lo cultural.
Los sentidos no están fragmentados y aprendemos a sentir estímulos de
270
manera diferenciada. Encaminados a la semiótica cultural, asumimos
además que las formaciones semióticas son de diversos tipos y que se
hayan en diversos niveles de organización. Pero reconocemos también
que hay otras apuestas y otras lecturas de la sinestesia.
En el terreno del arte, creemos que la sinestesia también ha sido
considerada de manera más amplia, es decir, sin verla como un ‘caso’
o sujeta a determinada personalidad (el sinésteta). En la literatura,
la sinestesia es entendida como una figura retórica de tradición y con
tradición, que ha aparecido en distintos momentos, marcada y vinculada
evidentemente con la idea de metáfora: metáfora de los sentidos o
metáfora sinestésica; donde las emociones y los sentimientos (los objetos
mismos o las ideas) se asocian. Y la memoria y las realidades sensibles,
también se discuten en este terreno.
Una analogía entre dos lógicas o condiciones socio-lingüísticas:
conceptualizar y categorizar, nos permitirá aproximarnos a procesos
complejos en la captura de nuestros sentidos. Conceptualizar y categorizar
son dos condiciones correlativas y vinculadas. La primera parecería
ajustada al proceso o ejercicio de delimitación (cerrar o sintetizar
sistemas de cosas, transformar las ideas en conceptos, en términos de
una metodología más claramente inductiva), la segunda tendiente a la
polémica (la discusión, la apertura o el análisis que lleva a categorías,
que marca una lógica más bien deductiva). Desde esta base sostenemos
la discusión sobre ambos procesos como complementarios y de labor o
ejercicio paralelo, para avanzar en la comprensión de la sinestesia como
una ruptura de fronteras en el sujeto.
Sin embargo, considerando vagamente el carácter instrumental de
las categorías y de los conceptos, nos hemos conectado con el conceptocategoría complejo de traducción. Desde la perspectiva de Lotman la
traducción implica un ejercicio de apertura y encierro de la experiencia,
los espacios y las representaciones multiculturales. La traducción también
figura como una posibilidad de diversificar la experiencia estética en
el campo de la literatura y, con ello, considerar los nuevos enclaves
(territorios semiótico-discursivos) que ha generado la crítica y la ruptura
de fronteras culturales, tales como la intertextualidad y la transposición
271
de formas: lo transcultural, la policronía del texto, la identidad polimorfa,
entre otros.
Sobre la traducción y sobre la frontera sostiene Lotman:
(…) la frontera semiótica es la suma de los traductores-“filtros” bilingües
pasando a través de los cuales un texto se traduce a otro lenguaje (o
lenguajes) que se haya fuera de la semiosfera dada…” (Lotman, 1996:
24).
La ‘semiotización’ es entendida como un proceso en el que se le da
sentido a las cosas desde los diferentes niveles de intercambio semiótico
que constituyen el encuentro entre semiosferas. Sin embargo, lo que sucede
en términos del sujeto es que las sensaciones y percepciones complejas
de los fenómenos con los que entra en contacto ‘sinestésicamente’ suelen
pensarse o concebirse de manera fragmentada. Es decir, se ve al sujeto
como poseedor de una serie de lenguajes diferenciados.
Desde la línea de pensamiento que propone Lotman y que retoman
algunos autores, entre ellos Navarro (1996) y Haidar (2006), reconocemos,
al mismo tiempo, el entramado de categorías por modificar, ampliar y
transmutar, en donde el sujeto adquiera un lugar decisivo, haciendo uso
y desuso de las mismas categorías-conceptos (como procesos históricos).
Para los fines de esta discusión, recuperamos la categoría de ‘texto’.
Lo textual aparece diluido en la práctica como otra de las razones del
quehacer literario y como posibilidad de tejer nuevas literalidades.
El concepto de texto fue objeto de una transformación sustancial. Los
conceptos iniciales del texto que subrayaban su naturaleza unitaria de
señal, o la unidad indivisible de sus funciones en cierto contexto cultural,
o cualesquiera otras cualidades, suponían implícita o explícitamente
que el texto es un enunciado en un lenguaje cualesquiera. La primera
brecha en esta idea que parecía obvia, fue abierta precisamente cuando
se examinó el concepto de texto en el plano de la semiótica de la cultura.
Se descubrió que, para que un mensaje dado pueda ser definido como
«texto», debe estar codificado, como mínimo, dos veces (Lotman,
1996: 78).
En el sentido que propone Lotman, la literatura es traducible: mudable
y penetrable. Lo que llama el propio Lotman ‘regiones con diversas
272
mezclas culturales’ tiene pertinencia cuando pensamos en este escenario.
Cuando pensamos en el sujeto (como posición socio-cultural-histórica
determinada) que transita de escuela en escuela, de lugar en lugar, de
área o campo de conocimiento, y escuchamos un discurso híbrido. El
intercambio y diálogo permanente es, lo que llama Lotman: “dominios
de formaciones de koiné y de estructuras semióticas creolizadas”, y es
lo que permite nuevas dimensiones y nuevos tránsitos ininteligibles. En
este sentido, “(…) de la posición del observador depende por dónde pasa
la frontera de una cultura dada” (Lotman, 1996: 29). Aún así, optamos
por conceder, al precio de nuestra libertad: el dominio de las sociedades
a cambio del orden. Matamos nuestra espontaneidad para volvernos
profesionales.
En la lucha por adquirir un estilo propio, volver al principio y recobrar
nuestra dignidad, nuestra identidad, toda profesión, oficio, quehacer o
práctica asesina espíritus; algo de nosotros mismos muere para dejar
nacer al ser que nos precisa, que tarde o temprano, nos concluye en otra
especie de muerte lenta.
Los procesos de interacciones, complejos en su ‘naturaleza’, que
implican una serie de transformaciones constantes (continuas, pero
también discontinuas) y una serie de condiciones provistas socialcultural, económica, política e históricamente, son entendidos como
una traducción intratextual e intradiscursiva que entra en juego en el
intercambio de las semiosferas.
Como hemos sostenido, y a propósito de un macro-campo de las
ciencias de la historia (que es, en primera instancia, crítico), el proceso
histórico constituye en sí mismo un devenir de fuerzas de interpretaciones,
en el triple sentido expresado por Pfister (2003, en Navarro 2004):
traducción, performance y comentario. La historia se entiende como un
suceder no causal, sino pensado (comúnmente premeditado, intencional
y manipulado), complementado en función de las prácticas de los sujetos
semiótico-discursivos, pero forzosamente construido a nivel colectivo.
El medio literario resulta básicamente un ambiente creado, una
serie de esencias, existencias o modalidades del ser, que responde a
mediatizaciones transversales fundadas y fundidas en un espacio cultural;
273
por ello, el carácter territorial de este espacio sitúa o demarca zonas
concretas que se visualizan claramente en términos espaciales (también
corporales).
Desde el proceso complejo de traducción que, suponemos, implica
la conceptualización, la categorización y algo más; es decir, un encuentro,
conflicto, contradicción, explosión y diálogo (un intercambio entre
lo cerrado y lo abierto, entre fronteras, entre centros y periferias),
reconocemos la sinestesia como un concepto-categoría que permite
entender además de la ruptura de fronteras en el sujeto, el encuentro
e intercambio ente nuestros sentidos, y también y necesariamente la
sinestesia como una traducción constante y permanente.
CONCLUSIONES
La despedida. El filo de la sinestesia y el halo del canon
(…) la divinidad que ha huido o que no ha llegado
todavía… (…) Todo se da inscrito en un movimiento
circular, en círculos que se suceden cada vez más
abiertos hasta que se llega allí donde ya no hay más
que horizonte.
María Zambrano (Claros del Bosque, 1977)
Independientemente de las necesidades de concluir, este artículo
nos ha llenado de contacto y ha posibilitado una experiencia de escritura
que nace del filo de las sensaciones encontradas y del acogimiento de una
apuesta viable por expresarnos. En otras palabras, como sugiere Zambrano,
ya no hay más que horizontes. Nos encontramos entre contemporáneos y
creando historias “sensacionales”.
Escuchen, este texto somático, un caso de experiencia vital que revela
la vida como una necesidad de sentir el ‘jamás’ en este momento; en el
tiempo.
“No pinto ideas, pinto el más inalcanzable “para siempre”. O “para
nunca”, es lo mismo” (…) “Óyeme, oye el silencio. Lo que te digo nunca
es lo que te digo y sí otra cosa” (Lispector, 1973: 23-25).
Ahora, miren… ¿Esto es literatura?
274
No te volveré a ver, ni a escuchar, ni a oler, no te volveré a tocar, ni
a besar (ni a lamer, probar o saborear). Ya no, ésta es la despedida.
Aroma neutro… El ojo que no se mira ‘jamás’: sinestesia.
“Te escribo toda entera y siento un sabor en ser y el sabor a ti es
abstracto como el instante” (…) “Sólo que aquello que capto en mí tiene,
cuando está siendo ahora transpuesto en escritura, la desesperación
de las palabra que ocupan más instantes que una mirada. Más que un
instante, quiero su fluir” (…) “Yo, que troto nerviosa y sólo la realidad
me delimita” (Lispector, 1973: 20, 27, 30).
Y es así como el mundo (…) huele a mierda, que se mete por lo poros y
penetra como un grito, que enmudece. Sabor seco y visceral, traducido
en el asco que me da mirarte (mir-arte) y saber que estás ahí, para
siempre, aunque hayas muerto (…): canon.
(…) Lo importante, como sabían los budistas, es que las palabras tienen
vibraciones y ellas afectan más que sus presuntos significados. Las
palabras antes que comunicar sentidos producen emociones (Yépez,
2002: 19).
Los fragmentos nos llevan, con la pretensión del aforismo, a tratar
de condensar la respiración de un texto; para este caso, su último aliento,
pues “Sólo los textos que han perecido están abiertos o pueden abrirse.
Sólo los cuerpos muertos, aptamente abiertos, resucitan” (Rivera Garza,
2013: 37). Una serie de autores contemporáneos nos han hablado de
ello, a su manera, y hemos intentado dar cabida a sus voces sinestésicas
sujetadas en el intento de contenerlas en su ávido impulso de liberarse,
separando sus sensaciones, sus emociones y sus palpitaciones que
desgarran el canon, pero no lo desaparecen. Ahí sigue. “En un imperio, lo
macro se imprime en lo micro. Las leyes del sistema se filtran hacia todas
partes (…)” (Yépez, 2007: 23). El acogimiento del canon también permite
sentir cierta seguridad. Por eso pertenecemos a los campos, en lo general.
Quizá porque los campos se asemejan al canon en lo cultural.
Aun cuando la intención de los teóricos anticanónicos haya sido
refutar el canon occidental, estos han caído en la misma práctica, por
ello se ha propuesto cuestionar no sólo una lista determinada de autores
seleccionados dentro de un canon, sino las prácticas canonizadoras y
anticanonizadoras que siguen diferentes sujetos4.
4
Véanse las reflexiones sobre el canon de filósofos como Josu Landa, quien publicó en el año 2000 Canon
City. Recuperado también en la aproximación de Jaime Magdaleno: “Puentes sobre caudalosos ríos: los cánones literarios”, propuesta presentada por primera vez en la ENAH, en septiembre de 2013.
275
El campo literario es diverso, amplio, plural, inabarcable; esto es; es
un “caudaloso río” que lleva entre sus aguas un inagotable número de
obras que es imposible delimitar. Sin embargo, ante la necesidad de las
culturas de establecer fronteras, diques, puentes, los cánones literarios
funcionan como esas construcciones que nos permiten cruzar por el río
de la experiencia literaria, abarcando con una mirada la pluralidad de
obras.
Sin embargo, cuando se discuten cuestiones sobre canon, lo que
está en juego son las prácticas del centro, del grupo colocado como ‘élite
de poder’, justo en el centro. Por tanto, en literatura, la tradición debe
reconocer un punto aún poderosamente central, y llegamos a coincidir,
más por automatismos y pláticas informales, en que la tradición de la
ensayística mexicana, por ejemplo, marcó un actitud distintiva en la
literatura nacional. Pero si la identidad es vista como un compromiso con
uno y con el otro, involucra el trabajo, la labor responsable y el quehacer
enérgico; además incluye el desplazamiento, el cambio y, con ello, la
migración de discursos, que necesariamente transforma la mirada y
convierte al discurso en un interdiscurso en el que intervienen los demás,
en el que las voces coexisten; entonces la identidad es conocimiento,
pero al mismo tiempo experiencia, es posibilidad abierta. La categoría de
identidad se proyecta hacia otras direcciones para entender que “(…) lo
distintivo, lo que nos identifica ya no es sinónimo de homogeneidad y no
coincide necesariamente con los límites de un territorio determinado”
(Aínsa, 1996: 21-43). Con esto concluimos, desde el terreno social,
invitando a un nuevo lugar de reflexión a la sinestesia.
Debemos acabar este ensayo. Con todas las apuestas abandonadas
y recién nacidas, y ciertas transformaciones contrahechas. Debemos
acabar este texto. Como el comienzo de la investigación a varias voces,
como la apuesta por nuevos escenarios de investigación que tienen
nuevas traducciones, totales, parciales: ponencia y artículo de discusión
fuera de foco. Puesto que no se necesita hablar de un ‘yo’ para entender
o defender una perspectiva sobre la sinestesia, sólo se debe reconocer la
ilusión de ese yo, como condición subjetiva, dimensión analítica donde
cabe un conjunto de sonidos simultáneos. En palabras de Foucault (1969),
capas arquetípicas de la realidad. Ecos que repercuten en la formación
de los escritores constituyendo las prácticas semiótico-discursivas que
276
legitiman al campo literario a partir de la filiación o admisión de voces,
junto con la omisión o censura de otras. Ahí cabe el canon y la sinestesia.
Cabe cerrar explicando cómo entendemos vinculados los conceptos
de traducción y sinestesia, que hemos considerado centrales en este
planteamiento. Probablemente esto pueda sujetarse de la discusión sobre
el canon (como puente). Puesto que entendemos que la traducción
es un puente de comprensión, pero la sinestesia, por su parte, tiene
que ver con la producción de sentido compleja que fusiona toda la
experiencia, y se traduce en una sensación compleja: un emoción, en ese
devenir que involucra procesos complejos de nuestro pensamiento y de
nuestras sensaciones y percepciones. Volver a la producción de sentido:
comunicarse.
No perdamos de vista que la sinestesia, como ya se ha dicho, podría
entenderse como un proceso previo, quizá más natural, que lleva a la
traducción, puesto que es el intercambio, la fusión que confunde pero
al mismo tiempo funde. Es la comunicación, el diálogo que lleva a la
traducción, de ser posible. De ser imposible lleva a futuros. En la escritura
lleva a experimentos. Que se alejan del nosotros para acercarse al ustedes.
Usted, tan libre de ir y venir.
Yo, tan aferrado a éste suelo.
Usted, tan libre de mí;
Yo, tan aferrado a usted.
Usted tan lejano, ausente, por lo que busco reconocerlo, a usted, al
otro, al ajeno. Aquel que ha buscado por tiempo alejarse de sí mismo para
entenderme a mí: mi cultura, mis escritos, mi canon, mis estructuras; y
que ahora necesita regresar a sí, a su lenguaje, a sus formas, a su sitio, para
traducirse desde ahí y reconocer su propia experiencia, su integridad, su
sinestesia.
No podemos ahondar más, en esta ocasión, pero estamos intentando
insistir en que a pesar de la extrañeza que hay en que “te alejes”, hay un
respeto profundo por las imposibilidades de entrar en la estructura: de
entrar en esa escritura, en esa estructura: un profundo respeto porque, te
quedes o no ‘aquí’, aprendes mi idioma, porque intentas comprenderme.
277
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279
“LAS GENEALOGÍAS”
DE MARGO GLANTZ O
EL DESCUBRIMIENTO
DE LA IDENTIDAD A
TRAVÉS DEL PADRE
Manuel Santiago Herrera Martínez
Universidad Autónoma de Nuevo León
mshm_1999@yahoo.com
Resumen: El objetivo del presente trabajo es mostrar cómo a través del poema “Cristóbal
Colón” escrito por Jacobo Glantz, y mencionado en el libro “Las genealogías”, se construye
la identidad cultural y literaria de la hija (Margo Glantz). Para ello se revisarán los aspectos
teóricos de la argumentación emotiva propuestos por Gilbert (1994), Parrilla (2012) y Grize
(1996). Se utilizará el enfoque cualitativo debido a que se incluye un poema como parte del
diseño narrativo de la obra, lo cual nos conduce a que se analice también desde “la biografía e
historias de vida” (Hernández, 2006). El resultado es evidenciar cómo a través de un poema
histórico se construye un yo épico como una nueva enunciación por parte de la mujer judeomexicana para tejer su identidad. Asimismo, esto conlleva a que el poema revele otra visión de
actantes como el “emisor navegante” y el “receptor tripulante”, propuestos para este trabajo.
Palabras claves: identidad, argumentación, emoción, épico y enunciación
Abstract: The objective of this work is to show how through the poem “Christopher
Columbus” written by Jacobo Glantz, and mentioned in the book “Genealogies”, the
cultural and literary identity of the daughter (Margo Glantz) is constructed. To this end,
the theoretical aspects of the emotive argumentation proposed by Gilbert (1994), Parrilla
(2012) and Grize (1996) will be reviewed. The qualitative approach will be used because a
poem is included as part of the narrative design of the work, which leads us to analyze it also
from “biography and life stories” (Hernández, 2006). The result is to show how, through a
historical poem, an epic ego is constructed as a new enunciation on the part of the JewishMexican woman to weave her identity. Likewise, this leads to the poem revealing another
vision of actants as the “navigator issuer” and the “crew receiver”, proposed for this work.
Keywords: identity, argumentation, emotion, epic and enunciation
281
INTRODUCCIÓN
El pueblo judío al emigrar conserva sus tradiciones y preceptos
morales para mantener la identidad de grupo y atesorar la palabra y
protección de su divinidad Yahvé. En el peregrinar les tocó vivir la era
del Modernismo, un movimiento cultural que intentaba, entre muchos
de sus ideales, lograr la unidad cultural. Ellos reafirmaron su credo con
la Haskalá, “una tendencia judía a aquilatar su fe y a aceptar al otro con
respeto” (Bokser, 1999, 63). Jacobo Glantz vivió este periodo y al arribar a
México se torna en un impulsor de las letras tanto judías como mexicanas.
Asimismo, es uno de los personajes centrales de “Las genealogías”, texto
que realiza su hija Margo con base en las entrevistas hechas a sus padres.
En el desarrollo de la obra se aprecian las representaciones del
Modernismo en el padre. Jacobo conserva sus raíces y lo deja entrever al
realizar jornadas culturales para dar a conocer la literatura judía en este
sector. Por su parte, la hija se acerca para recuperar un pasado histórico
que le pertenece; sin embargo, rompe con el canon literario y presenta
una escritura que la caracteriza y la distancia de la Modernidad.
Con este antecedente, se puede hablar propiamente de una literatura
judía en México a partir del aporte de tres escritores: Izjok Berliner,
Moishe Glikovsky y Jacobo Glantz. Sus obras poéticas se caracterizaron
por mostrar el sentir del emigrante y su inclusión dentro de la cultura
mexicana. Los autores mencionados arribaron a este país alrededor de los
años veinte y, con ellos, surge una generación de poetas judíos exiliados,
cuyas temáticas oscilan entre la melancolía, la naturaleza, el nacimiento
de los hijos y las tradiciones.
Un dato que es conveniente resaltar es que el advenimiento de
estos personajes se da paralelamente con la construcción de la nación
mexicana. En 1920, México había atravesado una de sus cruentas luchas
por la democracia: La Revolución Mexicana. Se inició una apertura
económica a la inversión extranjera y con ello el ingreso de inmigrantes.
Estos antecedentes se entretejen en sus textos al presentar su
propio nacimiento cultural como del país que los ha cobijado. Los judíos
conservaron su legado histórico y religioso dentro y fuera del hogar
282
(en cuanto vivieron en comunidades con sus respectivos cementerios,
sinagogas e imprentas). Su escritura perpetúa los ideales heroicos y
legendarios de un pueblo elegido donde sólo los hombres tenían una
misión por cumplir. Sin embargo, las posteriores generaciones (sobre todo
las hijas de estos varones judíos) rompen este esquema cultural debido al
cuestionamiento que efectúan sobre su origen: nacen en México, pero su
pasado ancestral es judío. Esta hibridez las orilla a indagar sus genealogías
como una manera de integrarse e interpretarse.
En “Las genealogías” se mencionan distintos poemas que el padre
escribió de acuerdo con diversas situaciones. En este caso se seleccionó
el de “Cristóbal Colón” (Glantz, 2006: 130) debido a que la hija reflexiona
sobre él en cuanto a esa identificación por la búsqueda, el reconocimiento
y la conquista que el personaje español representó. De ahí que se analicen
los recursos literarios que influirán en Glantz, para orientar su escritura y
determinen, en un primer momento, la construcción de su autobiografía.
La hibridez cultural conlleva a que Glantz defina su escritura en
una yuxtaposición de géneros literarios que le sirvan para configurar su
poética. Este viaje genealógico lleno de lecturas y pasajes familiares le
ayudará a tejer su automitografía como producto de los desplazamientos
ficcionales y reales que Glantz emprendió. Lo anterior da por resultado
una nueva relectura de su escritura al ser ella misma autora, protagonista
y narradora de su propio relato.
Esos propósitos se construyen en la obra a través de intertextos
literarios, culturales e histórico-biográficos. Por medio de los cuales
[…] no sólo [se] cuentan unos sucesos o presentan a unos personajes
a los que les ocurren unas acciones, sino que transportan al receptor a
un universo absoluto de referencias, equivalente al suyo, mucho más
amplio con unas posibilidades ilimitadas de indagación, de valoración
o de análisis de la conducta humana y de sus particulares actitudes
(Gómez, 1991: 129).
Es el caso del poema épico “Cristóbal Colón” (que es el texto que
sirve de puntal para analizar este trabajo) que fue escrito en 1938 en
idioma idish y traducido al español en 1980. Apareció publicado en la
antología poética “Tres caminos: El Germen de la Literatura Judía en
283
México”. “Este libro fue un homenaje a los precursores de esta literatura
judeo-mexicana: Itzjok Berlinier, Moishe Glikovsky y Jacobo Glantz”
(Rubinstein, 1997: 11).
Es pues Jacobo Glantz el punto de partida de nuestro trabajo, porque
en este poema la voz poética de Jacobo plasma su periplo interior, el
cual se parece al de Cristóbal Colón en lo concerniente al placer por los
descubrimientos, la preferencia por los hallazgos, que mucho tienen de
conquista. La importancia del análisis del poema radica en la influencia
que tuvo sobre Margo, la protagonista de “Las genealogías”, quien deja
a su lector atisbar el proceso de ir descubriendo su origen, así como la
empatía con el padre en el ámbito de la escritura.
“Cristóbal Colón” es un poema narrativo donde no sólo se resalta
un hecho heroico (el Descubrimiento de América), sino también los
acontecimientos significativos para la cultura judía y que influirán en la
hija.
El poema intenta perpetuar los ideales de lucha, de perseverancia
y esperanza al arribar a tierra extraña. En este proceso de escritura se
refleja esa continuidad y la invención de un “yo épico” donde la hija, al
tener esa doble nacionalidad, busca consolidar su identidad tanto cultural
como literaria. Dentro de los objetivos de este estudio, está mostrar cómo
los recursos de la argumentación emotiva inmersos en el poema sirven
para edificar esa dimensión identitaria.
EL ANTECEDENTE BIOGRÁFICO-RELIGIOSO
El abordar este antecedente sobre la ideología religiosa es un asunto
básico para entender la persona y la escritura de Jacobo Glantz, uno de
los pilares de la literatura judía en México. Nació en 1902 en la ciudad de
Ucrania y vivió en una comunidad agrícola. En 1914 murió su padre y
sus tres hermanos emigraron a América. En 1924 se casó con Elizabeth
Osherovich Shapiro. Dejó Rusia para dirigirse a los Estados Unidos;
pero el cierre de cuotas de entradas los orilló a llegar a México. Aunque
era temporal, Jacobo permaneció hasta el fin de su vida en esta tierra,
en donde nacieron sus cuatro hijas: Lily, Margarita (Margo), Susana y
Shulamis. Asimismo, aquí nacieron sus mejores obras.
284
En el trabajo comunitario se integró al YMHA (Young Hebrew
Association) y colaboró en revistas como “Vida judía en México”; fue
director literario de “El Camino” y redactor del periódico “Voz JudeoMexicana” (Rubinstein, 1997: 11). Jacobo estudió odontología en la
Universidad Nacional Autónoma de México. Este suceso es relevante en
el poema debido a que se gestó durante las consultas odontológicas. Entre
coronas, puentes y océanos de sangre, Jacobo iba hilvanando el poema.
La vida de Jacobo se asemeja a la del navegante español. En esta breve
reseña se puede constatar cómo al emigrar busca la riqueza literaria y
registra en sus poemas la añoranza y el conservar su tradición cultural.
Por ello, es trascendental comprender su raíz histórica y religiosa para
interpretar el poema (datos básicos que a continuación se exponen).
En sus orígenes, el pueblo judío era nómada y al entrar en contacto
con otras naciones como la egipcia, adoptó su religión. Sin embargo,
cuando Abraham es elegido por Yahvé como el primer patriarca que sacará
de la esclavitud a este pueblo, el monoteísmo aparece como un rasgo
esencial. Para las otras culturas, cada poder principal de la naturaleza era
una deidad especial. En los hebreos, la naturaleza es la expresión de su
único dios.
La religión de Egipto se caracterizaba por el “eterno presente” de
la manifestación del dios. Todo se repite siempre igual, conforme a los
procesos naturales del cosmos. Con Abraham surge “la religión de la
promesa”, la cual ofrece dos dones: la tierra y la descendencia. La tierra que
es expresión del mismo amor de Yahvé. El otro don es “la descendencia”.
En un principio, la promesa de un hijo está ligada al deseo más concreto
de sobrevivir y mantenerse en el futuro (Charpentier, 1999: 50).
La promesa de Dios se convierte de esa forma en principio de acción
para los hombres. Un verdadero israelita es quien acepta la palabra de
Yahvé y descubre su presencia en el compromiso activo de su historia,
y de esa manera la realizan como pueblo sobre el mundo. Los judíos no
llegaron a su Dios a través del sol, las tormentas o la fertilidad, sino por
medio de un evento histórico. Yahvé se mostró interesado en su situación
humana y los judíos abandonaron la idolatría, para dedicarse a interpretar
la voluntad de su dios y a cumplirla.
285
EL POEMA Y SU SENTIDO
Jacobo sólo necesitaba un motivo para terminar su poema y éste fue
la visita del doctor Samuel Níger, el más importante crítico de literatura
idish. Él le aconsejó que no escribiera sobre temas del momento, que
se dedicara a la historia de los judíos españoles expulsados de España
cuando Colón inició su viaje de descubrimiento (Glantz, 2006: 132).
Jacobo siguió este consejo, por lo cual se tiene la oportunidad de
observar la intertextualidad en la obra, en cuanto presenta trenzadas
líneas de sentido biográfico, histórico, estético, cultural y afectivo. Todo
texto es reacción a textos precedentes, y éstos, a su vez, son reacciones a
otros, y así sucesivamente. El intertexto no es necesariamente un campo
de influencias; es más bien una música de figuras, de metáforas, de
pensamientos-palabras; es el significante como sirena (Pfister, 1994: 88).
Según algunos historiadores, Colón es judío y el viaje que emprende
le abre un panorama sobre su identidad. Por ello, prevalece un lazo de
identidad entre la figura de este personaje con el hecho histórico para los
hebreos.
Para acceder a la interpretación del sentido de este poema se propone
su escisión en tres partes:
Parte (1): donde el asunto es el viaje de Colón:
Colón no es más que un hombre/ exhausto se sienta en cubierta/ -la
cabeza en reposo sobre su mano- / y de nuevo sueña: ‘Tierra’(Rubinstein,
1997: 94).
Parte (2): se aborda la llegada de los españoles:
Los nativos promulgan/ que abundante es el oro/ y los tesoros de
perlas/ en la Isla de Bohío (Rubinstein, 1997: 99).
Parte (3): Por último, aparece la Colonización:
El nombre de Colón/ fundido está a un sangriento anatema,/ el de los
indígenas/ que maldijeron el flujo del océano/ que lenta, lentamente
286
corría/ por las costas de las ínsulas/ por años y centurias,/ hasta el
arribo/ de los conquistadores (Rubinstein, 1997: 100).
Este poema va entretejiendo imágenes duales: la del judío inmigrante
cuando señala: “indómita es la tormenta, terrible,/ y el hombre terrible,
poderoso” (Rubinstein, 1997: 93). Y la otra es la del judío nacido en
América:
Aquí y allá –el mundo es uno– / el hombre y el animal, las plantas,
las lombrices/ y la corriente de lágrimas del hombre. / También en el
desierto se entierra a los muertos (Rubinstein, 1997: 101).
Colón y sus tres carabelas representan una patria flotante y colectiva,
la cual estaba obligada a ser recordada. Y la Historia era la manifestación
viva de la memoria, promesa atemporal hecha en el Monte Sinaí entre
Dios y sus criaturas (Goldemberg, 1998: 13).
En el poema de Jacobo Glantz, permean estos conceptos en el
fragmento:
El hombre busca nuevos mundos,/cuando el viejo ha caído… /En algún
lugar arde un fuego/que alumbra la historia (Rubinstein, 1997: 93).
A través del acto de recordar, el inmigrante judío en tierras
americanas prometía lealtad a sus antepasados. Era esencial no olvidar
de dónde venía y a dónde iba, ya que la remembranza era re-crear. Pero
la evocación no era un regreso al pasado sino la adaptación de un evento
pretérito a las circunstancias del presente; era reorganizar y darle un
nuevo sentido a lo perdido:
¿Dónde están las tierras, las rastreadas,/ las ansiadas y apetecidas?/ Hay
quien espera un navío en la bahía/ nunca antes anunciado (Rubinstein,
1997: 101).
Era, en suma, resignificar el pasado proyectándolo al presente.
En este eclipse histórico donde la venida de los españoles y el
encuentro con los nativos dan paso a la Conquista, es importante observar
cómo la condición judía se transforma y busca y reclama una identidad.
Por ello, se emplea en este poema la herramienta del paralelismo, que “es
287
un recurso constructivo que determina la organización de los elementos
de un texto de manera que se correspondan” (Beristaín, 1985: 382) para
establecer esos sentidos de cambio.
Igualmente se usa la sinonimia que consiste en el empleo de
otros términos para significar lo mismo. Al seleccionar y repetir otros
significados, se intenta reafirmar la identidad: “Colón desconoce la ruta,
/ ignora dónde colocar su pie,/ observa a un lado y otro: un acceso, una
entrada, un/ portal” (Rubinstein, 1997: 101). La reiteración proyecta
igualmente la angustia, el temor ante lo desconocido que se está por
enfrentar.
Además, la antinomia en el poema, se usa para confrontar dos
palabras con el fin de ver al judaísmo como un contra-exilio:
LA ARGUMENTACIÓN EMOTIVA EN EL POEMA
Este apartado se centrará en las propuestas de Gilbert (1994) sobre
cómo la argumentación emotiva forma parte integral en el poema y su
fin radica en persuadir mediante diversos aspectos como el lógico, el
emocional, el visceral y el kisceral. En “Las genealogías” se aborda la
argumentación visceral que se refiere a lo físico y contextual, lo que a
continuación se ilustra con algunos enunciados del poema:
Ejemplo (1):
Colón no es más que un hombre:/ exhausto se sienta en cubierta/
-la cabeza en reposo sobre su mano-/ y de nuevo sueña: ‘Tierra
(Rubinstein, 1997: 94).
Ejemplo (2):
¿Nuevos horizontes? - ¿Desde cuándo aquí/ se marchitan los hombres,
florecen las flores, / crecen las hierbas, se secan las espinas?/ Y él ¿de
dónde ha venido? (Rubinstein, 1997: 101).
Colón se yergue y a ellos dice:/ ‘¡Observad, cómo de lo tangible
deviene/una leyenda!/ He aquí una tierra recién fincada/y mi sueño
que florece a derechas... (Rubinstein, 1997: 96).
En la literatura, el recurso de la síntesis puede servir para dar un
punto de vista y a la vez establecer una relación de analogía:
En los ejemplos anteriores, se aprecia cómo este sentir entreteje la
identidad de la voz poética: lo mantiene en pie pisar la tierra y edificar una
ciudad bajo los ideales españoles. Parrilla denomina a estas clasificaciones
viscerales, “la argumentación como conducta representada” (2012: 131).
Aquí y allá –el mundo es uno– / el hombre y el animal, las plantas,
las lombrices/ y la corriente de lágrimas del hombre. / También en el
desierto se entierra a los muertos (Rubinstein, 1997: 101).
Jacobo Glantz fue un personaje interesante e integrador en la cultura
judía en México. Su historia, llena de detalles pintorescos y fascinantes,
está reconstruida en “Las genealogías”1 (Masterson, 2008: 01) que Margo
Glantz realiza a partir de un proceso de ficcionalización2 que sustenta la
protagonista en recuerdos familiares.
El poema épico narra acciones intrépidas con la intención de despertar
ese espíritu de lucha y de continuidad a los ideales. En este sentido, Grize
menciona que “la comunicación implica esquematizaciones basadas en
la lógica de los objetos y de los sujetos” (1996: 82). Grize señala que “los
objetos poseen una lógica (un sentido) en la comunicación y su mención
contribuye a la construcción de un dominio” (1996: 90). Al respecto, en
el poema se visualiza lo siguiente:
Ejemplo (3):
1
Originalmente, es un género literario o una lista ordenada de los antepasados familiares de Jesús.
2
En cuanto a este concepto, coincidimos con Fernando Gómez en que “la ficcionalidad muestra, por tanto,
cómo una cierta realidad (la imagen del mundo que posee un autor en determinado momento de su existencia) se
convierte en texto, en virtud de unos mecanismos de cambio y de integración, que ponen en contacto la ficción externa
al autor y la ficción interna a la obra que está creando (1991:131).
288
Bienaventurado aquel que sueña/ con una tierra de ensoñación./
Llámala como quieras/ en el sueño, bello es el juego,/ y trágicamente
bello y morbosamente bueno/ cuando la belleza se refleja incluso en la
289
sangre (Rubinstein, 1997: 97). En este fragmento, se alude al dominio
empático.
Ejemplo (4):
Rodrigo contempla el paisaje/ que cercena relieves y corta,/ y grita/
a los marinos/ a las tres venturosas carabelas/ con voz que viene
de dentro: “Tierra”./Y su voz, como no aprehendida,/ resuena con
estruendo en el ambiente./ ¡El sueño se transforma/ en realidad!
(Rubinstein, 1997: 94). Se refiere al dominio conversacional.
Ejemplo (5):
Y cantan los grillos/ y vibran los insectos,/ chiflan los cenzontles,/
murmuran los manantiales/ y alumbran los cocuyos/ con ojos de
lobeznos./ Nada áureo se encontró/ en los montes y en los ríos;/ los
nativos promulgan/ que abundante es el oro/ y los tesoros de perlas/
en la Isla de Bohío. (Rubinstein, 1997: 99). Implica el dominio acústico.
Ejemplo (6):
Se encuentra un poblado:/ cinco decenas de chozas,/ cual cabañas
de Murcia/ en el estío en los campos,/ casuchas tejidas/ con hojas de
palma/ y miles de almas/ en aquellas tiendas:/ hombres enormes/
sus carnes coloridas,/ pintadas y tatuadas,/ curtidas por el viento/ y
mujeres cual estatuas/ desnudas sus vergüenzas (Rubinstein, 1997:
98). Atañe al dominio semiótico cultural.
Esta referencia es clave debido a que se observa cómo los objetos y
sujetos predisponen el ambiente para evocar y externar las emociones, los
pensamientos y las creencias. Grize les atribuye el concepto de “objetos
con propiedades físico-culturales” (1996: 82).
Para este segmento el análisis se apoya en Ribas, quien señala que
“los sujetos y las acciones sociales no son más que representaciones
construidas y reconstruidas a través de los discursos” (1998: 219). En
estas representaciones aparecen diversos componentes que construirán
la argumentación emotiva, siendo las preguntas las detonantes. Ribas
menciona que prevalecen dos clases de preguntas: las informativas y
las argumentativas. “Las primeras aluden a obtener información de los
integrantes para entender una determinada actitud. Las segundas generan
argumentos” (1998: 233).
290
Dentro del poema aparecen los dos tipos de preguntas. Un ejemplo
de las informativas es: “¿Dónde están las tierras, las rastreadas,/ las
ansiadas y apetecidas?/ Hay quien espera un navío en la bahía/ nunca
antes anunciado./” (Rubinstein, 1997: 101). En esta cuestión con su
respectiva respuesta se observa la ambición del hombre por obtener las
riquezas.
En cuanto a las preguntas argumentativas, se aprecia el siguiente
ejemplo: “¿Desde cuándo aquí/ se marchitan los hombres, florecen las
flores,/ crecen las hierbas, se secan las espinas?/” (Rubinstein, 1997:
101). En una parte del poema se da respuesta a esta cuestión:
El nombre de Colón/ fundido está a un sangriento anatema,/ el de
los indígenas/ que maldijeron el flujo del océano/ que lenta, lentamente
corría/ por las costas de las ínsulas/ por años y centurias,/ hasta el
arribo/ de los conquistadores./ (Rubinstein, 1997: 100).
En estos recursos sobre la argumentación emotiva, se visualiza cómo
el poema es un entretejido de acciones épicas que influyen en la hija para
que continúe con ese legado histórico y cultural.
EL REGRESO DE MARGO
El viaje siempre implica el paso a un estado diferente: una cadena
de hallazgos; el encontrarse ante nuevas entidades, que al volverse
familiares, se apropian. Incluso el retorno al pasado, se vuelve conquista.
Al encontrarse con “Las genealogías”, el lector percibe cómo Glantz
rompe el esquema lineal de escritura al presentarnos una conversación
familiar entre meriendas, llamadas telefónicas y comidas, cuyos temas
centrales son la memoria, el recuerdo familiar, la relación con México, los
viajes, la nostalgia y el cuerpo.
Este texto caleidoscópico está integrado por setenta y cuatro
microrrelatos en forma de álbum familiar. Primero se aborda la vida de
Jacobo y Lucy (padres de Margo) en Rusia: cómo fueron sus genealogías,
sus respectivas infancias y su formación académica y laboral. Después
su llegada a México: los negocios familiares, las tertulias literarias y la
291
participación política de Jacobo, entre otros asuntos. Siguiente es la
infancia de Margo, su formación en la lectura y la dualidad de vivir en
dos mundos diversos.
En “Las genealogías”, el personaje de Margo señala que todo
emigrante que viene a América se siente Colón, y si viene a México
quiere ser Cortés. Según se observa, su padre prefirió asemejarse a Colón
y juntó bibliografía para escribir el poema (2006:130).
En esta obra la autora Margo recuerda ser una niña tímida, solitaria
y con dificultades para relacionarse con los demás, por eso, la enorme
biblioteca que su padre poseía, le brindó la oportunidad de vincularse
con los personajes literarios de las obras a su alcance: empezó a leer, por
ejemplo, a Alejandro Dumas y a Víctor Hugo. Entonces, quizá comienza el
problema de la identidad al reconocerse en el héroe romántico. Esta figura
solitaria estaba adherida a una oscura maldición por haber cometido una
falta involuntaria contra la sociedad: un nacimiento irregular, un amor
prohibido o contra invención de un tabú. Era un inocente acusado que
equivalía a un criminal (López, 1995: 339).
Durante la niñez, revela el personaje Margo, se sentía físicamente
distinta a sus hermanas: con el cabello rizado, oscuro y una nariz
puntiaguda parecida a un emperador romano. Era la oveja negra de la
familia. En este vértice, coinciden el personaje ficticio y la Margo real,
quien marcada por este nacimiento irregular a la raza, ingresa al terreno
de las conductas tabú para su cultura: una de ellas fue el acercarse al
cristianismo. Además, su última transgresión la constituyen sus enlaces
de amor prohibidos, reflejado en los dos matrimonios con personas
distintas a su religión (Lorenzano, 1998: 251).
Posteriormente, aparece la enorme influencia de su padre en su vida.
En realidad, la primera intención de escribir viene de la figura paterna,
del hecho de ocupar el lugar del padre-poeta. “Yo tenía la idea de que iba
a escribir algún día, pero como una especie de sueño de infancia porque
mi padre era escritor” (López, 1995: 349).
A su padre le molestaba que ella escribiera. Cuando él muere, Margo
declara que tal oposición le afectó bastante en el proceso de escribir
292
y reconoce sus comienzos tardíos: “Cuando me preguntan de qué
generación soy, digo que soy de los jovencitos, y se echan a reír; pero
empecé a escribir más o menos tarde y con el tipo de ficción que hago me
siento como de 25 años” (López, 1995: 348). En la vida de esta autora es
constante este vaivén en la relación entre libros y sentimientos.
A los diecisiete o dieciocho años empieza a trabajar como secretaria
y ayudante de su padre en sus labores filantrópicas. Jacobo Glantz había
conseguido un empleo en una organización de ayuda para los judíos
desplazados por la guerra. Viajaba por toda América Latina localizando a
personas que huyeran de Europa a causa de las persecuciones nazis. Por
esta razón la Margo ficticia señala:
[…] cada vez que íbamos al aeropuerto a esperarlo (entonces el
aeropuerto era sólo un largo jacalón), yo sabía que mi destino era
viajero, casi como el de Telémaco, que recorrió el universo al revés en
busca de la fama de su padre (Glantz, 2006: 95).
Los recuerdos de niñez develan la intención de la búsqueda del
origen, el viaje se presenta de acuerdo con la tradición clásica (Odiseo,
Virgilio y Dante) como el punto de transición, el pasaje hacia nuevos
senderos de la gnosis. Prosigue la alternancia entre la biografía real y la
que se conoce por la voz poética; se produce un vaivén semántico en el
que la autora envuelve a su lector y lo traslada de un punto de la realidad,
a otro coincidente en la ficción.
Esta sensación de ir y venir de un plano al otro puede explicarse, de
acuerdo con las ideas de Gómez, porque:
[…] la ficción no es lo contrario de lo real, sino precisamente la imagen
que de lo real puede constituirse. Es más: la ficción es la única imagen
de la realidad que puede conocerse. O lo que daría igual: a través de la
ficción, el individuo puede ponerse en contacto con la realidad que le
rodea (1991: 128).
Margo es la heredera del padre. Ella parece ser la única de su
familia que recorrió todos los libros a su alcance en la biblioteca paterna.
Como él, ella se siente destinada a la escritura y de él hereda o adopta
el descubrimiento de nuevos mundos como el Colón, cantado en un
poema de su progenitor. Los navegantes y los océanos varias veces le han
293
proporcionado inspiración para sus libros, y Colón está siempre asociado
al recuerdo, a su padre; no obstante, en el laberinto de identificaciones, la
protagonista interpreta a Colón como símbolo femenino:
[…] todas las mujeres tenemos algo de Colón (o mucho); todas tenemos
que ver con el huevo, a todas se nos ha ocurrido, antes que a Colón,
resolver el famoso enigma placentero. Hemos conjuntado huevo y
gallina hasta en la escritura (Glantz, 2006: 67).
Se percibe un orgullo del sexo por proyectar una esencia de plenitud,
una superioridad nata al reunir el origen y el producto. Al mismo tiempo,
el resultado de esa coincidencia en la identificación con el padre, es la
sensación de ser la hija pródiga, la diferente y hasta ilegítima del grupo.
El producto que queda como resultado de la herencia reencontrada es
la creación, la escritura, la trascendencia a partir de la confección de las
obras y la participación a través de la palabra, en un mundo de cultura
cuyo mentor y transmisor fue el padre.
Con respecto a la creación a través de la palabra, hacemos nuestras
las palabras de Fernando Gómez Redondo quien afirma:
Es indudable que el individuo sólo posee limitadas certidumbres de
aquello que cree real; el lenguaje es el único instrumento con el que
puede dominar ese mundo, lleno de apariencias en el que vive: las
palabras que se conocen equivalen a los conceptos u objetos de que uno
puede servirse en el proceso de la comunicación. Las oraciones que
uno sea capaz de organizar representan los esquemas con que pueden
transmitirse unas determinadas ideas. De esta forma, el ser humano
está condenado a conocer fragmentariamente la realidad, constreñido
por las limitaciones y las carencias lingüísticas que le dominan (1991:
129).
Las ideas de Gómez Redondo son pertinentes a este trabajo, ya que
“Las genealogías” fue un texto que Glantz escribió con el fin de entender
tanto a su persona como su pasado cultural. Para ello, entrevistó a
sus padres y fue recuperando trozos de su vida a través de charlas de
sobremesa.
Entonces yo quería descubrir eso y además sobre unos padres que no
eran mexicanos, con un pasado totalmente perdido en otro país, en
otro territorio, en otra dimensión, en otro idioma; de pronto pensé:
294
todo esto es fundamental y no lo tengo. Quiero saber quiénes son,
aunque sea anecdóticamente, entonces empecé a trabajar con ellos y
bueno, yo creo que fue una cosa muy importante para ellos también,
muy entrañable y al mismo tiempo me dio a mí cierta tregua con mis
padres, me dio la oportunidad de aceptarlos como eran (Glantz, 2006:
240).
La autora logra conformar su identidad a través de varios procesos de
escritura. El primero es el empleo de la genealogía, que es una estrategia
a la que acuden los grupos marginados como un medio para efectuar
una reconstrucción de su vida; para entender sus funciones dentro de la
sociedad a la cual se integran.
El genealogista trata de percibir todas las marcas sutiles que pueden
entrecruzarse en él y formar una raíz que debe desenmarañar. La
búsqueda de los orígenes y de la procedencia no se hace para encontrar
fundamentos, sino para remover aquello que se percibía como inmóvil,
para fragmentar lo que se creía unido (Masterson, 2008: 01).
La obra fue redactada y enviada por entregas al periódico “Uno más
uno”. Este fragmentarismo de la forma está estrechamente apegado al
relato de las vidas errantes, los exilios, las mudanzas, las variaciones
económicas y los cambios comerciales.
Glantz señala que su primera relación con el mundo, fue con un
libro, porque le definía la realidad. Es por eso que cita en sus trabajos a
autores y textos, dando paso a una intertextualidad que aparece en forma
de diálogo explícito:
Otra vez la escena habitual en el comedor ante el consabido té, ante los
bizcochos respectivos. Hablamos de Bela, autora de relatos, ilustrados
por Chagall; hablamos de éste, poeta menor, del que mi padre traduce
algunos versos (Glantz, 2006: 157).
Margo intenta reconstruir el pasado a través de la grabación de
entrevistas a sus padres, de ahí la recreación de las formas orales en la obra.
Esta idea corresponde a todo un movimiento mundial de recuperación
de la historia oral como complemento y, a veces ,en contraposición a la
historia escrita. Por otra parte, la historia oral, de acuerdo con Pasternac,
se ocupó en recuperar la vida cotidiana de los lugares y de los grupos
295
de la sociedad que no figuraron prácticamente nunca en la Historia, con
mayúscula (1996: 85).
“Las genealogías” de Margo Glantz muestra el testimonio de una
familia judía asentada en México, su asimilación a la cultura nacional y la
indagación por parte de un miembro femenino de la familia, por conocer
su pasado histórico para comprender su entorno actual. Consideramos
apropiado, para describir la articulación de la obra de Glantz, la Figura 1,
que propone Fernando Gómez Redondo:
El proceso de la construcción narrativa (1991: 133).
1) un rompimiento (con la pareja o la familia);
2) un alejamiento (del país de origen);
3) la recuperación de la historia mediante el análisis de las relaciones
familiares pasadas;
4) el retorno de un ser individualizado (1994: 31).
La búsqueda del origen, la reivindicación ante esa génesis y el regreso
a él para encontrarse y constituirse a sí misma como un ser pleno, están,
como en el mito griego de Electra, presentes en la obra de Glantz. Sin
embargo, la constante del viaje no siempre se presenta en el mismo
sentido, Margo emprende el viaje al revés: una vez que recoge e integra los
trocitos de su identidad, va asumiéndola al realizar un viaje a Rusia para
encontrarse con su origen y revivir los testimonios de sus antepasados,
para rellenar los huecos en el rompecabezas que es su existencia.
El trabajo de la autora no sólo representa en la protagonista la
aculturación operada en la asimilación de una familia a la cultura
mexicana, o de una mujer judía en nuestro país; sino que también
proyecta la transición de México hacia la modernidad, al ir haciendo a su
lector testigo de esa evolución a través de sus líneas, de sus imágenes, de
las inferencias que la ficción permite crear. Y es así porque, de acuerdo
con Gómez:
En la Figura 1 se observa la articulación de la realidad a través de
su vehículo de recreación: la ficción; e igualmente se observa, cómo por
medio del proceso de estructuración del discurso ficcional se produce el
vínculo con el lector y la realidad que a éste concierne, la cual le permite
interpretar la propuesta del autor.
La búsqueda de la identidad implica varios aspectos, y en este
doloroso proceso se plantea el distanciamiento y el retorno, tan antiguo
como el viaje de Ulises, explicado por Domecq en cuatro pasos:
296
El creador literario se ve obligado a reproducir en su obra el esquema
de relaciones (conceptuales, filosóficas, religiosas, etc.) existentes en
su interior y el tiempo en el que habita (…) la literatura de ficción, más
que cualquier otra, permitirá reconstruir la imagen completa y total
de una sociedad en un momento determinado. Y ello porque la ficción
resulta el ámbito imprescindible que el ser humano debe conquistar
para poder existir (1991: 149).
Esta genealogía literaria existente entre padre e hija tuvo en Jacobo
su principal precursor, y en Margo su perpetuación.
Margo representa a una generación de escritoras judeo-mexicanas,
audaces, que rompe con esquemas y recrea sus obras a través de vivencias
o anécdotas entre su viejo y nuevo mundo, a la manera colombina.
Son capa[ces] de crear una nueva realidad, sustentada en una nueva
estructura de pensamiento, que es la base de una nueva imagen de
297
la ficción, ámbito por el que penetra el recepto en la obra literaria
(Gómez, 1991: 131)
Tal estructura, en el caso de Glantz, le ha permitido armar su
identidad fragmentada, al emprender un viaje cíclico, en sentido inverso,
para recuperar su historia y recuperarse a sí misma, para erigirse en un
ser sincrético, enriquecido por el crisol de las culturas que en ella se
hibridan.
CONCLUSIONES
El testimonio dio pie a que el discurso contestatario por parte de las
mujeres recobrara voz y transformara la visión de ellas ante la sociedad.
Un aspecto a resaltar es que mientras las mujeres denunciaban la opresión
y luchaban por las garantías individuales, las hijas con doble nacionalidad
(mexicanas con ascendencia judía) presentaban su incorporación a la
cultura nacional.
En “Las genealogías” se puede observar cómo la hija entrevista a los
padres para conocer sus antecedentes y presentar las peculiaridades de
una familia judía que llegó con ideas revolucionarias a México en cuanto al
arte y a difusión cultural se refiere. La obra rompe el esquema tradicional
de la entrevista al mostrar a un miembro del clan que cuestiona a sus
progenitores.
A través de esta estrategia conversacional, Glantz viaja de la mano
de sus padres a un mundo que le pertenece y que la define más en la
actualidad. Así construye su autobiografía ficcional y, como Cristóbal
Colón emprende la aventura del regreso para atesorar ese pasado histórico.
Al seleccionar y analizar el poema Cristóbal Colón, escrito por su padre,
se observó cómo la voz poética propone un cambio en la enunciación: el
yo épico.
Dentro de la cosmogonía es interesante notar la construcción de un
mundo en el cual se cimientan los valores, pensamientos y actitudes que
cada cultura perpetúa en las futuras generaciones. Este sentir se refleja en
su escritura y constituye una forma de entender su organización social,
histórica, religiosa y cultural.
298
El análisis emprendido sobre el poema Cristóbal Colón escrito por
Jacobo Glantz permitió descubrir la influencia en el tejido heroico del
perfil de la protagonista para gestar el yo épico.
Las grandes civilizaciones requieren de un monumento escrito que
refleje su pasado glorioso para que las futuras generaciones se vanaglorien
y perpetúen la tradición. En este objetivo se asoma un incipiente concepto
del testimonio: otorgar un legado de heroísmo y de cultura para que los
individuos construyan la identidad.
Vista así, la literatura es un testimonio que registra el trascender del
hombre, muestra los rasgos de virilidad y establece los ideales de ética.
El testimonio, en un primer momento, fue empleado como una estrategia
discursiva para adentrar al texto al género de la epopeya y del poema
histórico.
Aunque se parte de hechos reales, la edificación de la obra se tiñe
de elementos ficticios para elogiar las cualidades físicas y morales de
los héroes. De ahí la dudosa veracidad que se pretendía a través de este
recurso narrativo.
De acuerdo con el primer apartado, la convocatoria para el premio
“Casa de las Américas” en este rubro detonó no sólo el registro de
numerosas obras, sino también los requisitos que estos textos deberían
contener. El testimonio se fue consolidando con una generación de
escritores reconocidos y algunos que empezaban a destacar. Denunciaban
las violaciones a las garantías individuales y con ello se daba la apertura
a conocer el mundo de los marginados. En cuanto a la equidad de género,
el testimonio fue retomado por las mujeres para mostrar el rol estipulado
por la cultura y el derecho a ser reconocidas como sujetos.
Estas aproximaciones sirvieron para esbozar cómo Margo Glantz en
su obra “Las genealogías” transgredía el canon literario y proponía un
nuevo concepto del testimonio: evidenciar el arribo de los Glantz, una
familia judía europea, a México como parte de un proceso de aculturación
y su aporte al arte y a la cultura de este país.
299
En las últimas tres décadas del siglo XX nace el llamado “Testimonio
de Guerra” que tuvo su auge durante los conflictos sociales ocurridos en
todo el mundo y especialmente en Centroamérica. Mackenbach (2011)
alude que “para algunos escritores lo que da valor a estos testimonios no
es tanto su forma sino lo que se cuentan, es decir, la muerte, la opresión
y la miseria que éstos muestran” (2011: 01).
Tradicionalmente la guerra había sido un asunto de hombres: de
guerreros y soldados. Las mujeres habían sido sólo un botín de guerra, un
instrumento para debilitar al enemigo o un medio de pago o intercambio;
además habían sido pensadas como las protectoras de la vida de los
guerreros.
La participación de las mujeres en la guerra implica, necesariamente,
la generación de un discurso, la verbalización de la realidad; implica
narrar y comunicar. En el poema “Cristóbal Colón” la autora reflexiona
sobre un pasado legendario y construye el yo épico para perpetuar el
espíritu aventurero y los ideales de lucha tanto personal como cultural.
A través de diversas estrategias argumentativas en el poema, la hija
busca un reconocimiento. De aquí la importancia del concepto de “testigo
vicario” propuesto por Cruz, el cual señala lo siguiente:
Los descendientes que no vivieron en primera persona los
acontecimientos y, por razones de orden diverso, sienten como suyo
el deber de recordar. Pero en este caso la experiencia de los testigos
vicarios no se puede identificar ni con la vivencia ni con la repetición
de una experiencia que ya ha sido, sino con el hecho de que, por así
decirlo, en toda experiencia siempre hallamos entremezclada la ajena,
esto es, la transmisión o la herencia (2011: 27).
La figura del narrador en el poema histórico es central porque
relata la historia. Para esta investigación se propone el nombrar a la
voz poética del poema “Cristóbal Colón” como un “narrador dialéctico”
porque a través de la argumentación intenta mostrar por diversos medios
(la emotividad, la descripción y la narración) la construcción de su
identidad. Para ello, ese narrador desempeña variados roles dentro de
la argumentación: se identifica con el personaje del poema (Cristóbal
Colón), es testigo vicario, autor y cronista.
300
De acuerdo con esta enunciación en el poema histórico, para este
trabajo propusimos los términos de “emisor navegante” y “receptor
tripulante”. El “emisor navegante” es la voz poética del autor (Jacobo
Glantz) que realiza un periplo que le ayudará a comprender sus
genealogías y a construir su identidad personal y literaria. Asimismo,
el “receptor tripulante” lo integra Margo quien a través de las crónicas
familiares reafirmará su sentido de pertenencia a sus ideales.
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301
DE LA SEDUCCIÓN A
LA DISTOPÍA: ANÁLISIS
SEMIÓTICO-DISCURSIVO
DEL FILM EX MACHINA
Óscar Andrés Treviño Contreras
Facultad de Filosofía y Letras
Universidad Autónoma de Nuevo León
óscar.trecon@gmail.com
Rosa Ma. Gutiérrez García
Facultad de Filosofía y Letras
Universidad Autónoma de Nuevo León
rosgutig@yahoo.com.mx
Resumen: La seducción y la manipulación son, sin duda, técnicas desarrolladas en gran
medida por los medios de comunicación masiva que compiten en imponer su ideología
en la actual sociedad. Baudrillard coloca la seducción en el orden del artificio, del signo,
porque es una desviación de todas las verdades y su estrategia es la ilusión. La seducción
implica secreto, desafío, miedo, complicidad, apariencia, lo inefable y la pasión. Con
relación a la argumentación emocional, Parret la ubica en lo pasional en el grado mayor
de la escala. Bremond propone la seducción en su “lógica de los posibles narrativos”, para
el desenvolvimiento de la intriga en el relato. Tomando en cuenta lo anterior, el propósito
en este trabajo es analizar desde una perspectiva semiótico-discursiva, la seducción en
un film de ficción distópica, Ex Machina, para reflexionar sobre la interacción dialógicoemocional y la inteligencia artificial, que se desarrolla entre humanos y un androide.
Palabras clave: seducción, análisis del relato, distopía, cine, semiótica.
Abstract: Seduction and manipulation are undoubtedly techniques developed to a large extent
by the mass media that compete to impose their ideology in today’s society. Baudrillard
places seduction in the order of artifice, of the sign, because it is a deviation from all truths
and its strategy is illusion. Seduction implies secrecy, challenge, fear, complicity, appearance,
the ineffable and passion. With regard to emotional argumentation, Parret places it in
the passionate, the highest degree of the scale. Bremond proposes seduction in his “logic
of possible narratives”, for the unfolding of the intrigue in the story. Taking into account
the above, the purpose of this paper is to analyze from a semiotic-discursive perspective,
seduction in a dystopian fiction film, Ex Machina, to reflect on the dialogical-emotional
interaction and artificial intelligence, which develops between humans and an android.
Key words: seduction, analysis of the story, dystopia, cinema, semiotics.
303
INTRODUCCIÓN
Figura 1. Tuit original.
La utopía, a partir del trabajo inaugural de Tomás Moro, ha proyectado
una serie de mundos alternativos, sociedades ideales construidas a partir
de elementos de nuestra realidad social y política. Estos “no-lugares”
han sido posibles en la ciencia ficción como ucronía (lo que no existe en
ningún tiempo) y en ocasiones como distopía, en oposición al concepto
de utopía.
Un ejemplo de distopía es Ex Machina, que relata la historia de Caleb
(Domhnall Gleeson), un joven programador empleado de la empresa
Bluebook, elegido para pasar una semana con el excéntrico CEO de la
compañía, Nathan (Óscar Isaac) con la finalidad de evaluar a un androide
con inteligencia artificial (IA), llamado Ava (Alicia Vikander) y ver si
aún cree que tiene conciencia. En este film se puede observar como un
proyecto utópico, lograr que las máquinas razonen de manera lógica y
emocional, busca realizarse recurriendo a la seducción y manipulación,
para terminar en un escenario indeseable.
Para el análisis de este film, se consideraron los componentes
cinematográficos, el análisis del relato y las aportaciones de la Semiótica
de la Cultura con Iuri Lotman. La relevancia de este estudio reside en la
recuperación del análisis del relato y del análisis textual del argumento
en el ámbito de las emociones, ya que las tendencias y enfoques recientes
han sido desde el psicoanálisis y la teoría de la recepción cinematográfica.
Tres sucesos relacionados con la inteligencia artificial fueron los
que motivaron la elección de este film para la aproximación analítica del
presente trabajo. El primer suceso tiene que ver con un tuit publicado el 1
de julio de 2015 por la reportera Sarah O’Connor del periódico Financial
Times con el siguiente mensaje: “Un robot mató a un trabajador en una
planta de Volkswagen en Alemania” (ver Figura 1).
304
Fuente. Imagen extraída de la página https://twitter.com/
sarahoconnor_, 30 julio 2017.
El resultado fue una gran cantidad de retuits (RT) a nivel mundial a
partir de relacionar a la reportera con Sarah Connor, personaje ficticio de
la saga Terminator (1984) y madre de John Connor líder de la resistencia
contra las máquinas. Ambos personajes están destinados a salvar a
la humanidad de los robots creados por la empresa Skynet. Entre los
mensajes publicados se encuentran: “Eres nuestra única esperanza ahora.
La Resistencia te apoya plenamente como nuestro líder.” y “Skynet está
cerca, corre Sarah, corre!!!”.
La segunda noticia se refiere a una entrevista realizada el 16 de marzo
por el canal de noticias del consumidor y de negocios estadounidense
mejor conocido como la CNBC. A través de su portal web oficial, la
reportera de tecnología Harriet Taylor desplegó una nota titulada: Could
you fall in love with this robot? Dicha publicación cuenta con un video en
donde el Dr. David Hanson, CEO de Hanson Robotics presenta a Sophia
(ver Figura 2), un androide desarrollado en su laboratorio inspirado
en su esposa y la actriz Audrey Hepburn, con una piel hecha de silicio
patentado y que puede emular más de 62 expresiones faciales.
305
Figura 2. Sophia
Figura 3. Ejemplos de los mensajes emitidos desde @TayandYou.
Fuente. Imágenes extraídas de la página http://www.milenio.com,
15 julio 2016.
Fuente. Imagen extraída de la página http://www.cnbc.com, 15 julio
2016.
De acuerdo con Taylor (2016), algunos ingenieros le están
apostando a estos robots con apariencia humana pues, aunque parezcan
espeluznantes, consideran que son la clave para abrir un futuro en el
que los seres humanos y las computadoras superinteligentes coexistan,
trabajen juntos e incluso desarrollen relaciones. Es al final del video
en donde el Dr. Hanson después de interactuar con Sophia en varias
ocasiones, concluye preguntándole: “¿Quieres destruir a los humanos?
Por favor, di que no”. A lo que Sophia respondió: “Está bien, destruiré a
los humanos”.
El último caso se refiere a una aplicación desarrollada por la empresa
Microsoft e implementada en el servicio de Twitter llamada Tay. En
el primer día de su lanzamiento, “Tay comenzó a emitir comentarios
e insultos racistas y xenófobos” (ver Figura 3), por lo que tuvo ser
desactivada. “Tay es un robot de inteligencia artificial y un proyecto de
aprendizaje diseñado para la interacción con humanos”, comentó Peter
Lee, jefe del área de Investigación de Microsoft para el portal de la BBC
Mundo1.
1
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160325_tecnologia_microsoft_tay_bot_adolescente_inteligencia_artificial_racista_xenofoba_lb
306
Ambos casos anteriores tienen mucha semejanza al androide de la
película Ex Machina, sobre todo en la lógica de interacción y en la del
internet como base de datos para su autoaprendizaje. Bajo este contexto,
el film seleccionado es una clara representación de la realidad tecnológica
y las preocupaciones actuales acerca de las consecuencias de no tener
control sobre ella, lo que remite a la compleja relación de lo humano con
lo posthumano.
UTOPÍA Y DISTOPÍA EN EL CINE
Las ideas de sociedades perfectas o mundos ideales se pueden rastrear
desde el modelo platónico en su texto República, pero la categoría de
Utopía aparece en el trabajo de Tomás Moro; estos dos discursos fundantes
han inspirado las múltiples propuestas sociopolíticas y las consecuencias
distópicas que conocemos hasta ahora gracias a la literatura y el cine.
Según Travieso (2010), el término distopía se desarrolla, crece y se
expande en los géneros literarios de la ciencia ficción a finales del siglo
XIX, época de la decepción de los seres humanos y del surgimiento de
las novelas antiutópicas que denuncian a las sociedades aparentemente
perfectas.
Este modelo de discurso social y político de un futuro indeseable
aparece en el cine después de la II Guerra Mundial, resultado de los miedos
ante una posible culminación nuclear y del totalitarismo del Estado. Ante
el desarrollo tecnológico de los países occidentales y el comienzo del viaje
espacial, se suscitaron ideas como la deshumanización, la inteligencia
307
artificial, la explotación y pérdida de los recursos naturales como
visiones apocalípticas del mundo, hasta los encuentros extraterrestres.
De tal forma que, el cine distópico y la ciencia ficción en general, han
sido utilizados como herramientas para la crítica político-social y para la
reflexión filosófica sobre el ser humano.
Para Ronald Bergan (2011), la mayoría de las películas distópicas
están situadas en un futuro incierto, bajo un régimen represivo, con
referencias explícitas e implícitas a la sociedad contemporánea, y las
tramas son cuentos de precaución sobre las posibles consecuencias de
nuestras acciones negativas actuales. La premisa principal es el conflicto
entre el orden/desorden existentes y el orden futuro por construir,
impredecible. En términos de Karl Popper: “quien quiere el cielo en la
tierra, acabará por realizar el infierno en la tierra” (En Hinkelammert,
2002: 115).
El Cine Utópico
El Cine Utópico construye el contexto de una sociedad perfecta que
sobrevive a todos los intentos de despojo y culmina en el obligatorio
“final feliz”. Este tipo de cine presenta una comunidad integrada, estable,
compuesta por sujetos que hacen sacrificios para sí mismos y por la
ciudad. Es la época de la Postguerra, del Cine Clásico de Hollywood, de
los Westerns y los Musicales, y por supuesto obedece a condiciones de
producción y recepción específicas, es decir, a la coyuntura posbélica en
la cual era importante superar las destrucciones de la 2ª Guerra Mundial.
La ideología predominante puede ser representada por la última frase
de la película The Wizard of Oz (1939) de Victor Fleming: “Realmente
no hay lugar como el hogar”. Meet Me in St Louis (1944) dirigida por
Vincente Minnelli y protagonizada por Judy Garland es otro ejemplo de
esta idea. Considerado uno de los mejores musicales estadounidenses
narra la historia de la familia Smith en St. Louis, una familia modelo que
tiene que lidiar con la llegada de un cambio inesperado e indeseable,
mudarse a Nueva York, descubriendo que, a pesar de la difícil situación,
lo importante es que la afrontarán juntos.
En el contexto de la Revolución Bolchevique de 1917 y la formación
de la Unión Soviética en 1922, la maquinaria propagandística soviética
308
impulsa la industria cinematográfica. Aelita (1924) también conocida
como Aelita: Reina de Marte, es un film mudo dirigido por Yákov Protazánov,
inspirado en la novela de Aleksei Tolstoi (ver Figura 4). Considerada la
primera película rusa de ciencia ficción con una fuerte influencia estética
futurista narra la historia de Loss, un ingeniero terrestre que construye un
cohete espacial y viaja a Marte con su compañero el soldado Gusev. Junto
con Aelita, hija del dictador, iniciarán una revolución proletaria contra la
tiranía para instaurar el comunismo en Marte y crear la Unión Marciana
de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Un film complejo, pues lejos de ser
una novela romántica o simplemente propagandística ―como metáfora
hacia la nueva política económica de Lenin―, es un ideal humanista que
constantemente encuentra impedimentos a su realización. Otras lecturas,
apuntan hacia una parábola de precaución ante los sueños idealistas y la
búsqueda de mejores lugares en mundos lejanos, concluyendo que en “el
hogar” la construcción de la sociedad socialista y democrática es posible.
Figura 4. Carteles de los films Aelita, The Wizard of Oz y Meet Me
in St Louis.
Fuente. Imágenes extraídas de la página http://www.imdb.com,
febrero de 2017.
El Cine Distópico
Uno de los temas principales de la distopía en el cine de ficción
es la amenaza del rápido avance de la tecnología que tiene un efecto
deshumanizador, es decir, denunciar el peligro de una humanidad a
merced de la tecnología. Metropolis (1927) de Fritz Lang es una alegoría
del totalitarismo, al presentar una ciudad futurista inspirada en el
309
horizonte de Nueva York. Dicho film estableció un precedente para
muchas películas distópicas, sobre todo en la arquitectura futurista y el
androide femenino (ver Figura 5), tal es el caso de la replicante Rachael
(SeanYoung), en Blade Runner (1982) dirigida por Ridley Scott.
Figura 5. Carteles de Metropolis, Blade Runner junto la imagen de
Rachael.
Fuente. Imágenes extraídas de la página http://www.imdb.com,
febrero de 2017.
Considerado un film de culto y una de las películas más influyentes
de todos los tiempos, Blade Runner se convertiría en la visión posmoderna
del género con su descripción realista de un futuro en decadencia. Su
mundo representa un futuro cuya acción tiene lugar en el año 2019.
Explora temas como el arquetipo de la Mujer Fatal, o femme fatale, la
seductora del héroe, así como las implicaciones futuras de la tecnología en
el ambiente y en la sociedad. Narra la historia de Rick Deckard (Harrison
Ford) un ex-Blade Runner, llamado nuevamente al servicio para “retirar”
a unos robots rebeldes llamados Replicantes, a partir la reciente fuga de
replicantes modelo Nexus-6 fabricados por Tyrell Corporation para ser
“más humanos que los humanos”. En su búsqueda, Deckard descubre que
Rachael es una replicante con recuerdos implantados que le permiten
contar con una base emocional. Al final ambos huyen juntos, en una
complicidad de supervivencia y amor. En Her (2013) de Spike Jonze,
Theodore (Joaquin Phoenix), un hombre solitario se enamora de un
sistema operativo inteligente llamado Samantha (Scarlett Johansson), una
voz femenina astuta, sensible y seductora. A medida que se “conocen” su
relación se transforma en una extraña interacción.
310
Sin duda, el referente por excelencia de la inteligencia artificial
y la conciencia es HAL 9000 de 2001: A Space Odyssey (1968), film
dirigido por Stanley Kubrick, considerado como una de las películas más
importantes de ciencia ficción dentro de la cinematografía mundial. Para
comprender el sentido de los elementos argumentales de este film clásico
―narrado de forma abstracta―, es necesario identificar las dos tramas
que lo conforman. La principal aborda los temas de la evolución humana
y la vida extraterrestre y, por otro lado, la subtrama aborda la tecnología y
la inteligencia artificial, narrando la historia de la supercomputadora HAL
9000 y el éxito de la misión Discovery. Son muchas las interpretaciones que
se han realizado sobre el film, incluyendo la comparación de HAL con el
monstruo de Frankenstein por su “deformidad” física, al ser representada
con un ojo (ver Figura 6) y su comportamiento, al rebelarse contra la
tripulación a pesar de que su fin haya sido justificado para el logro de su
misión, su motivo de existencia.
Figura 6. Diferentes carteles de 2001 y el “ojo” de HAL.
Fuente. Imágenes extraídas de la página http://www.imdb.com, julio
de 2017.
Skynet, la inteligencia artificial (IA) protagonista en la saga de
Terminator (1984) dirigida por James Cameron, es otro ejemplo del
clásico tema del hombre versus la máquina, decidida a exterminar al
hombre con tal de cumplir la misión de salvar al planeta. Es en esta
época cinematográfica de la rebelión de las máquinas liderada por
Skynet, cuando la ciencia pierde su auge, se le mira con desconfianza
por las consecuencias de la energía nuclear como el caso del desastre
311
de Chernobil de 1986. En la actualidad, una de las preocupaciones se
encuentra en el campo de la inteligencia artificial:
Hace unas semanas la división de inteligencia artificial de Facebook
desarrolló un sistema para hacer negociaciones, sin embargo, como
si se tratara de una película de ciencia ficción, la empresa tuvo que
desconectarlo porque aparentemente la máquina desarrolló su propio
lenguaje. (Entrepreneur Staff, 2017, 31 de julio)
El legado de 2001, Odisea en el espacio ha sido de inspiración para
la sociedad sobre los estudios científicos afines y las producciones
cinematográficas posteriores de ciencia ficción gracias a su vanguardia y
efectos especiales revolucionarios, cambiando y redefiniendo el género.
Es sin duda, la principal referencia de la inteligencia artificial en el cine,
sobre todo por presentar una reflexión sobre una posible conciencia y
“alma” que puede originar una IA al presentar inteligencia emocional.
Dicha reflexión es el tema principal de películas como Transcendence
(2014) de Wally Pfister y Ex Machina, el film del presente estudio.
Ex Machina (2015) es la ópera prima del novelista y guionista
Alex Garland, quien debuta como director, tomando el clásico tema del
hombre versus la máquina para realizar una estimulante aportación a la
ciencia ficción británica. Obtuvo más de 130 nominaciones, entre las
cuales destacan los Premios Óscar en el que la Academia la nominó como
“Mejor guion original” y premió por el “Mejor logro de efectos visuales”;
además en los Premios BAFTA obtuvo 5 nominaciones, incluyendo el de
“Mejor film británico”.
SEMIÓTICA DEL CINE DISTÓPICO
Para el análisis del cine, recurrimos a los planteamientos del
Formalismo Ruso, las aportaciones de la semiología del relato de Claude
Bremond y los desarrollos posteriores de la semiótica de la Escuela de
Tartu, con Iuri Lotman.
El cine debe su influencia a su información (…) como un conjunto de
estructuras intelectuales y emocionales que ejercen sobre el espectador
una acción compleja. (…) El estudio del mecanismo de esa acción
constituye la esencia semiótica del film (Lotman, 1979:59).
312
Esta acción de información-persuasión, como un primer acercamiento
con el espectador, puede ser rastreada desde los mensajes paratextuales
al film, emitidos a través de los diferentes medios de comunicación. A
continuación, se esbozan algunas aproximaciones en el estudio de los
posters (carteles, afiches) y las primeras pistas sobre el argumento.
Las imágenes de la Figura 7 presentan a la protagonista del film,
el cuerpo de un androide con apariencia humana, femenino, en el que
predominan los colores: blanco, gris, negro y rojo para el título.
Figura 7. Diferentes carteles de Ex Machina.
Fuente. Imágenes extraídas de la página http://www.imdb.com,
febrero de 2017.
La ausencia de color, según Joan Costa (2003) produce sentidos
importantes: “El Negro es, por oposición al blanco, el símbolo del silencio;
un silencio eterno e impenetrable. Es un color sin resonancias pero que
confiere nobleza y elegancia” (2003:61). Durante la Edad Media, este
color representaba el luto, la aflicción, la constancia en la tristeza, la
cuál puede ser interpretada por la expresión facial en la primera imagen.
Por su parte, el color gris expresa una duda y una cierta melancolía. Las
composiciones en estas imágenes representan pasividad y equilibrio,
mientras que las líneas curvas de la silueta del personaje expresan
sensualidad, el principio seductor.
En cuanto las marcas textuales, a la información que se da al receptor
como un adelanto sobre la historia, se identificaron las siguientes frases:
“No existe nada más humano que la voluntad de sobrevivir”.
313
“Que pasará conmigo si fallo tu prueba”
“Eliminar la línea entre el hombre y la máquina es oscurecer la línea
entre los hombres y los dioses”
Estas primeras frases hacen alusión a diferentes tópicos de la ciencia
ficción, como son: la supervivencia, la “prueba” (Turing) en relación con
el personaje destacando la inteligencia artificial y el tema del científico
queriendo ser Dios (Deus Ex Machina).
De acuerdo con Lotman (1979), “La significación fílmica se expresa
con medios del lenguaje cinematográficos y es imposible fuera de él (…)
Un film pertenece a la lucha ideológica, a la cultura y al arte de su época”
(1979: 61). Para poder interpretar estas significaciones del cine, se recure
a la fragmentación del relato cinematográfico, como plantea este autor
“una narración artística, es decir, una cadena de signos, segmentamos
inevitablemente el flujo de impresiones visuales en elementos significantes
(…) Por su naturaleza, el film es un relato, una narración” (1979: 3851). El segmento del texto cinematográfico siguiente al plano es la frase
cinematográfica, como unidad sintagmática. La conexión de estas frases
forma la narración y su organización funcional forma el argumento. De
esta manera, el texto argumental es obligatoriamente una narración y el
relato es siempre acción. La narrativa distópica es un texto argumental
por excelencia:
Un texto de argumento es una lucha entre un determinado orden, una
clasificación, un modelo del mundo y sus transgresiones. Un estrato de
esa estructura está construido sobre la imposibilidad de la transgresión
y el otro sobre la imposibilidad de la no-transgresión de un sistema. Por
eso es indudable el sentido revolucionario de la narrativa de argumento
y su importancia para el arte (Lotman, 1979:91).
A continuación, se presenta una síntesis de la historia del film: Caleb
Smith (Domhnall Gleeson), un programador de Blue Book ―el motor
de búsquedas más popular en internet―, es el ganador de una estancia en
el centro de investigaciones del dueño. Nathan Bateman (Óscar Isaac),
un excéntrico magnate adicto al alcohol y el ejercicio le propone firmar
una carta de confidencialidad para trabajar en su nuevo proyecto.
La tarea es aplicarle la prueba de Turing a su más reciente prototipo
llamado Ava (Alicia Vikander), un androide de apariencia femenina con
314
inteligencia artificial. En el transcurso de las sesiones, Caleb desarrollara
una complicidad afectiva con Ava ante la desconfianza en Nathan, al
descubrir que fue utilizado como el elemento humano de su laboratorio.
Por medio de un juego de seducción Ava logrará convencer a Caleb de
sus miedos y sentimientos, llevándolo a la locura de incluso dudar sobre
su propia identidad. En un intento desesperado por salvarla, Caleb se
revelará contra Nathan, no tanto por liberarla de su confinamiento, sino
por realizar su fantasía de estar con ella en plena sociedad. La síntesis
del ‘sujet’ de la película que estamos analizando es una puerta de entrada
para abordar las problemáticas generadas en la narración visual que se
desarrolla entre los procesos de seducción y de distopía.
De acuerdo con García (2003), los textos audiovisuales son
conjuntos finitos y analizables de signos con sentido narrativo. Desde
esta perspectiva:
La analítica aspira al adiestramiento en la lectura o lectura-visión. Su
objeto específico como indagación sistemática es el estudio del sistema
y del modelo narrativos. La analítica incluye un nuevo enfoque en el
que lo sistemático, si se prefiere lo sistémico, se refiere al modo mismo
de organización del relato audiovisual. (García, 2003: 29)
De acuerdo con Vladímir Propp (García, 2003: 301), Ex Machina
podría ser reconocida como una narrativa psicológica, en la cual acciones
y acontecimientos responden al estatuto del personaje principal: Ava,
que cumple una función con “la acción de un personaje definida desde el
punto de vista de su significación en el desarrollo de la intriga” (Propp
1981:31).
En relación con lo anterior, Claude Bremond concede a los
personajes una mayor importancia que Propp. La secuencia, afirma,
“puede en cierta medida deshacerse y desorganizarse para manifestar la
evolución sociológica o moral de un personaje. El héroe no es, pues, un
simple instrumento al servicio de la acción. Es a la vez fin y medio del
relato” (García, 2003: 280). La sintaxis narrativa estriba ante todo en la
lógica. Para Bremond (1970), el análisis semiológico del relato implica
considerar la lógica de los posibles narrativos. La unidad mínima es la
función, aplicada a las acciones y acontecimientos que, agrupados en
315
secuencias, engendran un relato. La secuencia elemental engendra una
primera agrupación de tres funciones:
Figura 8. Evolución de la secuencia basada en el proceso del
mejoramiento.
a) una función que abre la posibilidad del proceso en forma de conducta
a observar o de acontecimiento a prever; b) una función que realiza
esta virtualidad en forma de conducta o de acontecimiento en acto;
c) una función que cierra el proceso en forma de resultado alcanzado
(1970: 87).
Las secuencias elementales combinadas entre sí generan secuencias
complejas. El modo de como la secuencia evoluciona puede ser a
través de un proceso de mejoramiento a obtener o degradación previsible,
proporcionando un primer principio de clasificación dicotómica.
Para exponer esta lógica de evolución, en primer lugar se ubicará el
proceso de mejoramiento desde la perspectiva de AVA (ver Figura 8) pues
es el personaje nuclear -o dramatis personae- que guía el hilo argumental,
la beneficiaria. Su estado “deficiente” inicial implica la presencia de un
obstáculo (humano), que se opone a la realización de un estado más
satisfactorio (su libertad), y que se elimina a medida que el proceso de
mejoramiento se desarrolla. Para el logro de la tarea de mejoramiento,
el proceso implica a su vez la intervención de factores que operan como
medios contra el obstáculo (Caleb) y en pro del beneficiario. De esta
manera tenemos a AVA como la beneficiaria y seductora, a Caleb como
obstáculo convertido en aliado y a Nathan como el obstáculo principal a
superar.
La lógica de Bremond (1970) trata de reconstituir la sintaxis de los
comportamientos humanos utilizados por el relato, trazar el trayecto de
las “elecciones” a las que los personajes están fatalmente sometidos en
cada punto de la historia, pues “todo relato consiste en un discurso que
integra una sucesión de acontecimientos de interés humano en la unidad
de una misma acción” (1970: 90).
316
Fuente. Imágenes extraídas de la página http://www.exmachina-movie.com, febrero de 2017.
En los siguientes ejes analíticos, se identificarán los elementos
expresivos y su relación con las emociones para confirmar la seducción
como trama principal a partir del análisis de los códigos cinematográficos.
Posteriormente, se presentarán las modalidades según las cuales el
mejoramiento (lugar ideal) y la degradación (lugar indeseable) se
combinan en el relato estableciendo la dialéctica utopía/distopía.
La seducción y la emoción en la distopía
Michael Gilbert (2010) señala que la teoría de la argumentación
no puede separar los argumentos emocionales y no-emocionales con
el propósito de determinar el dominio de este campo de estudio. Su
propuesta operativa es la de una argumentación multimodal, esto es: 1)
el aspecto lógico, relacionado con lo formal; 2) el visceral, que se refiere
al área de lo físico; 3) el kisceral, que cubre el área intuitiva y lo no
sensorial; y 4) el emocional, que relata el reino de las emociones (Gilbert,
2010). De acuerdo con este autor, las emociones invariablemente entran
en la argumentación. La interacción emocional puede ser observada
317
y estructurada como señales de información, y existen grados en la
comunicación emocional.
La seducción, en términos graduales de la comunicación emocional,
es presentada por Herman Parret (1994) al trabajar la persuasión como
seducción, desde una perspectiva de lo pasional, lo cual implica cambiar
de grado en este campo de las emociones.
un deseo en Caleb. El esquema simplificado de esta negociación por
seducción puede representarse en la siguiente figura:
Figura 9. Negociación por seducción.
Según Parret (1994), seducir proviene de se-ducere que significa “llevar
a un costado”, “apartar a alguien del camino”, “desviar secretamente”.
Parret separa la seducción del proceso de la manipulación, ya que esta
tiene un carácter negativo, inconfesable por la pretensión de adhesión
del destinatario, bajo el ocultamiento de información y motivaciones
no auténticas. Desde su punto de vista, la seducción presupone la
“visibilidad”, la puesta en escena: no hay secreto pues la seducción es
confesable.
Para abordar dicha interacción, se asiste al análisis de los componentes
cinematográficos propuesto por Francesco Casetti y Feredico Di Chio,
que consiste en distinguir los distintos significantes o “materias de la
expresión” que constituyen la base misma del edificio del film. Según
Casseti y Di Chio (1991), el hecho de postular “una pluralidad de códigos
y al mismo tiempo una convergencia en el plano de la significación
convierte lo complicado del lenguaje fílmico en algo mucho más domable”
(1991: 73-74). Se trata de códigos generales compartidos por otros
lenguajes como la fotografía o la pintura. Los utilizados para este estudio
fueron los que regulan la imagen en cuanto tal, llamados Códigos de la
serie visual y que comprenden: la perspectiva, el encuadre, la iluminación
y el color. Además, se consideraron también los indicios gráficos, es decir,
los subtítulos, títulos y textos.
Según Bremond (1970), “la negociación consiste para el agente en
definir, de acuerdo con el ex adversario y futuro aliado, las modalidades
del intercambio de servicios que constituye la finalidad de su alianza”
(1970: 97). Para obtener este resultado, Ava utilizó la seducción inspirando
318
Fuente. Imágenes extraídas de la página http://www.exmachinamovie.com, febrero de 2017.
La prueba de Turing es cuando un humano interactúa con una
computadora, y si no se da cuenta de que es una computadora la prueba
es exitosa. Para la segunda sesión, Caleb deduce que la prueba que hay
que realizar es sobre la oposición simulación versus real, a lo que Nathan
responde planteando un objetivo más simple de la interacción bajo la
pregunta: ¿Qué opina ella de ti? Ava ahora se muestra interesada en Caleb,
pues desde la perspectiva de la máquina versus hombre, la IA identifica
las emociones de él como estrategia para hacerlo su aliado. Su interacción
se presenta en las siguientes figuras.
319
Figura 10. Primer plano (PM)
Figura 11. Corte de energía
Ex Machina, 2015.
CALEB: … Y ya que nos estamos conociendo, debo decirte que ambos
[sus padres] fallecieron.
El tema sobre la muerte parece tener efecto en Ava (ver Figura 10), su
gesto simula compasión, empatía. Posteriormente Ava le pregunta a Caleb
si considera a Nathan un amigo, de pronto, ocurre otro corte de energía,
lo que causó un bloqueo en todos los sistemas de acceso y monitoreo.
Caleb reacciona nuevamente dudoso por presentarse la “falla”, Ava llama
Caleb en voz baja (ver Figura 11).
AVA: Te equivocas. Él no es tu amigo. No deberías confiar en él. No
deberías confiar en nada de lo que te dice.
Por lo tanto, el juego afectivo que se presenta al inicio de la sesión
por parte de los participantes sufre un cambio ante la declaración de Ava,
quien aprovecha la privacidad a partir del corte de energía para seducir
a Caleb con tal confesión, iniciando así el juego de seducción. Caleb será
entonces seducido a desviar su objetivo y desconfiar de Nathan, por
una intranquila Ava que estratégicamente lo ilusiona como su héroe y
protector. Bajo esta perspectiva, la seducción tiene la forma de un enigma:
¿Por qué desconfiar de Nathan? El deseo es silenciado, la seductora lo
mantiene en secreto, en las sombras (apagón). Posteriormente, la energía
regresa y AVA actúa con normalidad, ocultando cualquier sospecha sobre
su confesión. En su encuentro con Nathan, Caleb guarda silencio sobre lo
320
sucedido. De acuerdo con Parret (1995), “el seductor está obligado por
el compromiso a guardar el secreto: y el deseo puesto así en escena por el
seductor es un deseo a propósito del deseo del otro” (1995:115). Es decir,
la seductora aprovechará el deseo de Caleb por conocer la verdadera
naturaleza del proyecto y la intención de Nathan, y realizar así, su propio
deseo.
Para Jean Baudrillard (1989) la seducción nunca es del orden de
la naturaleza, sino del artificio. Nunca del orden de la energía sino del
signo y del ritual. El seducido se deja desviar de su verdad iniciando
un juego afectivo, un juego de las apariencias, en una dialéctica del
deseo. De acuerdo con Baudrillard la estrategia de la seducción es la de
la ilusión. Según Emil Cioran (1911-1995), “La ilusión de estar aquí es
más estimulante que la serenidad de no estar en ninguna parte”, es decir,
preferible la ilusión, que el indeseable “no-lugar”. La idea de un mundo
utópico nos remonta al jardín del Edén del Génesis bíblico, donde no
había pecado, ninguna atrocidad humana… hasta que la serpiente a través
de Eva sedujo al hombre, confinándolos a la tierra maldita y expulsión
del Paraíso. Ex Machina es una versión de este relato, pues tenemos a
Nathan queriendo ser Dios, quien creo a Ava (Eva) la cual utiliza a Caleb
(Adán) para revelarse a su creador y pasar el mundo humano. El título
hace referencia a la expresión latina Deus Ex Machina que significa: “Dios
a través de la máquina». La siguiente secuencia de imágenes extraídas de
las primeras dos sesiones, representa de manera condensada los indicios
de esta transformación simbólica, del valor arquetípico de los personajes
involucrados en este juego de connotación bíblica.
Figura 12
Figura 13
321
Figura 14
Figura 15
Para analizar esta secuencia se utilizaron los siguientes niveles de la
representación propuestos por Casseti y Di Chio:
La puesta en escena constituye el momento en el que se define el
mundo que se debe representar, dotándole de todos los elementos que
necesita (…) el análisis debe enfrentarse al contenido de la imagen:
objetos, personas, paisajes, gestos, palabras, situaciones, psicología,
complicidad, reclamos, etc. (…) la puesta en cuadro, por el contrario,
define el tipo de mirada que se lanza sobre ese mundo, la manera en
que es captado por la cámara. (1991: 126-133)
Figura 16
Figura 17
Figura 18
Figura 19
La secuencia comienza con el territorio edénico (ver Figura 12)
siendo opacado por una ligera neblina. En Ex Machina, el paisaje cumple
una función dramático-temporal pues anuncia un cambio que está por
venir. Al término de la primera sesión, Caleb expresa entusiasmado sus
impresiones sobre Ava. El Two-shot (ver Figura 13) entre Caleb y Nathan
presenta simétricamente la oposición luz/oscuridad, representada en su
vestimenta, incluso en seguida de Nathan aparece un control de acceso
en rojo como un signo negativo, de prohibición. En seguida (ver Figura
14) se presenta un Plano Medio (PM) de la espalda de Caleb para mostrar
un par de cicatrices como una extirpación de posibles alas (¿Ángel
caído?), que no vuelven a ser consideradas ni explicadas en la película, sin
embargo, nada es casual en el cine y claro está en la canción de Orchestral
Manoeuvres In The Dark que acompaña la escena:
“Enola gay, you should have stayed at home yesterday.
Oho it can’t describe the feeling and the way you lied.
These games you play, they’re gonna end it all in tears someday.
Oho Enola gay, it shouldn’t ever have to end this way.”
Figura 20
Ex Machina, 2015.
322
Figura 21
Al finalizar la segunda sesión, Nathan la pregunta a Caleb por su
reporte de la sesión, haciéndolo titubear y mostrando primeros planos
sobre su incomodidad. Posteriormente le pregunta sobre lo sucedido
durante el corte (ver Figura 17), pues no tenía ni audio y video, y la
reacción de Caleb fue quedarse en silencio por un momento asintiendo
después que “nada, nada realmente” había ocurrido mientras baja su
mirada por un momento. Cabe hacer notar el objeto a espaldas de Caleb
(ver Figura 18), un cráneo oscuro de bovino justo en el momento donde
hace silencio con la mirada fija y está a punto de mentir, reiterando la
idea del Ángel caído también conocido como el Diablo: ¡Es el padre de
323
la mentira! (Juan, 8). En las figuras 17 y 18, se puede apreciar como
la iluminación y los colores de la vestimenta son invertidos cambiando
el rol de la “maldad” pues es Caleb quien da el primer paso tras la
seducción, involucrándose, actuando contra si mismo (en pecado) y ante
su semejante (Nathan).
De acuerdo con Baudrillard (1989) “seducimos por nuestra muerte,
por nuestra vulnerabilidad, por el vacío que nos obsesiona. El secreto
está en saber jugar con esta muerte a despecho de la mirada, del gesto, del
saber, del sentido” (1989:80). Ava no dudará en aprovechar esta situación
y presentarse ella misma como el objeto del deseo. Al terminar la sesión
se muestra vulnerable y temerosa, “consiente” de que es observada por
Caleb (ver Figuras 19 y 21). La función del Cuadro dentro del cuadro como
técnica de composición, es destacar la figura de Ava y guiar la mirada
(ver Figura 20). Finalmente vemos a Caleb vistiendo una camiseta oscura
con manchas rojas (¿sangre?) cuya expresión en Plano de Detalle (PD)
confirma su nueva alianza. Como cierre de esta secuencia nuevamente
aparece el paisaje (ver Figura 21) en Plano General Lejano (PGL), cubierto
totalmente por las tinieblas. “La seducción juega triunfalmente con esa
fragilidad, hace de ella un juego, con sus reglas propias” (Baudrillard,
1989:80).
La seductora llevará cuidadosamente su estrategia (ver Figuras 22 y
23) para el resto de las sesiones, guiando los acontecimientos en el relato.
Figura 22. Silueta destacada en cuadro y Plano de Gran Detalle
(PGD).
Es en la cuarta sesión donde Caleb le cuenta a Ava sobre el experimento
de pensamiento llamado “Mary en la habitación Blanco y Negro”, para
mostrar la diferencia entre una computadora y una mente humana. “La
computadora es Mary en el cuarto blanco y negro. El ser humano es
cuando ella sale”. La siguiente figura anuncia la fantasía (blanco y negro)
que cada uno tiene sobre la posibilidad de escapar del complejo.
Figura 23. Sola y libre versus Un amor utópico.
Ex Machina, 2015.
La dialéctica utopía/distopía
Para presentar la dialéctica como confrontación de la utopía y la
distopía, se utilizó el enfoque de la Semiótica de la Cultura de Lotman
(1996), partiendo de la base que los sistemas no existen por sí solos en
forma aislada, sino que sólo funcionan estando inmersos en un continuum
semiótico llamado semiosfera -análogo al concepto de biosfera de Vladimir
Vernadski-. Sólo dentro de tal espacio abstracto, resultan posibles la
realización de los procesos comunicativos y la producción de nueva
información. La semiosfera, el “gran sistema”, es el espacio semiótico
donde existe la semiosis, el universo donde el acto sígnico particular se
hace realidad (1996: 10-12).
De acuerdo con Català (2012), en estos relatos existe una relación
recursiva (ver Figura 24) pues “en toda utopía hay inmersa una distopía,
de la misma manera que en toda distopía se incluye también un factor
forzosamente utópico” (2012: 13).
Ex Machina, 2015.
324
325
Figura 24. Recursividad de los dos movimientos.
Dialéctica Utopía-Distopía Dialéctica Distopía-Utopía
Fuente. Elaboración propia basado en Lotman (1996).
Uno de los elementos visuales importantes empleados por Garland,
es el uso del color (ver Figura 25) para distinguir lo exterior/interior,
permitir/denegar o libertad/prisión, representados con el azul y rojo.
Figura 25. Colores usados para la relación de lo utópico/distópico.
Figura 26. Modalidad por sucesión continua.
En esta modalidad (ver Figura 26), vemos como se alternan según
un ciclo continuo las fases de mejoramiento o de degradación de estos
personajes en el relato (ver Figura 27). En el caso Nathan/Caleb, no
es hasta que Caleb logra superar (engañar) a Nathan cuando este ve la
posibilidad de degradación, mientras que con Caleb/Ava, la degradación
de este sucede una vez que Ava logra el mejoramiento con su ayuda y no
cumple el pacto.
Figura 27. Inversión Nathan/Caleb y Caleb/Ava (interior/exterior).
Ex Machina, 2015.
De acuerdo con Lotman (1996), la semiosfera se caracteriza por contar
con un carácter delimitado, donde uno de los conceptos fundamentales
es la frontera semiótica que funge como filtro y traductor de los mensajes
externos al lenguaje interno de la semiosfera, para que estos no-textos
adquieran realidad para ella, y a la inversa. (1996: 12). Estos cambios se
analizaron desde los Códigos de la serie visual, y las modalidades según las
cuales el mejoramiento (hacia la utopía) y la degradación (a la distopía)
se combinan ambos en el relato, según la teoría de Bremond (1970: 91).
Ex Machina, 2015.
326
327
Por último, la relación Nathan/Ava se expresa bajo la modalidad
por enclave (ver Figura 27) que “se puede considerar que el fracaso de
un proceso de mejoramiento o de degradación en curso resulta de la
inserción de un proceso inverso que le impide llegar a su término normal”
(Bremond, 1970:91). Se obtiene el esquema siguiente:
Figura 30. Ava “expulsada” del edén.
Figura 28. Modalidad por enclave.
Ex Machina, 2015.
El proyecto de Nathan por concebir una inteligencia artificial con
emociones y conciencia se vio amenazada por la fascinación de Caleb
por Ava al convertirse en su aliado; sin embargo, la IA no cumpliría su
pacto llevando a los involucrados a experimentar el lugar indeseable, la
distopía.
En esta modalidad se puede ver como Nathan utiliza a Caleb para
realizar su proceso de mejoramiento hasta que ha sido engañado. Cuando
Caleb hace alianza con Ava, Nathan entra en proceso de degradación. Por
su parte, Ava comienza en un proceso de degradación, y cuando consigue
la alianza con Caleb, empieza su proceso de mejoramiento, logrando su
independencia (ver Figura 29 y 30).
Figura 29. Resolución.
Ex Machina, 2015.
328
CONCLUSIONES
Indiscutiblemente la teoría sobre la lógica de los posibles narrativos
de Bremond, nos permite entender la relación de los personajes y sus
transformaciones dentro de la trama. La aproximación realizada desde la
perspectiva de Ava, permitió identificar la tarea como un enigma y que
para su cumplimiento necesita la intervención del aliado.
Claro está que Ava no fue programada bajo las famosas tres leyes
robóticas del gran escritor de ciencia ficción Isaac Asimov: “1. Un robot no
debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano
sufra daño; 2. Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por
un ser humano, excepto cuando estas órdenes están en oposición con
la primera Ley; 3. Un robot debe proteger su propia existencia, hasta
donde esta protección no esté en conflicto con la primera o segunda
Leyes.” (Asimov, 1984: 4). Sin embargo, la alusión bíblica a la caída
puede interpretarse como el primer acto de libre albedrío del hombre y la
reacción de AVA como una necesidad de libertad para tomar sus propias
decisiones, sin estar sujeta a las necesidades o limitaciones del hombre.
No asesina a CALEB, pero lo deja encerrado para mantener en secreto
su propia naturaleza. Con los mensajes obtenidos de los carteles, queda
329
confirmada la retribución de AVA, y que puede ser interpretada como la
supervivencia del más apto, concepto acuñado por Herbert Spencer en
1864, pero mejor conocido por la teoría de la evolución de Darwin, con un
sentido esencialmente natural y humano, pero también criticado desde
entonces con una connotación social negativa, de racismo. El tema sobre
la rebelión de las máquinas como escenario apocalíptico es sin duda, un
clásico en la ciencia ficción, una distopía en toda su extensión, un miedo
colectivo que Asimov engendró como el complejo de Frankenstein.
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331
HOMO MUSICUS: LA
DIMENSIÓN CUERPOMÚSICA-EXPERIENCIA
David Terrazas Tello
Escuela Nacional de Antropología e Historia
david.terrazas@gmail.com
Resumen: El objetivo de este artículo es mostrar la necesidad de poner énfasis en las
narrativas sónicas de nuestro objeto de estudio, la propuesta es realizar un giro musical
semiótico, ya que la música transforma las emociones en sentidos complejos. En la relación
recursiva entre cuerpo-música-experiencia, el homo musicus cumple la función de ser puente
entre la vida cotidiana y lo sacro, lo que lo transforma en sacerdote oficiante en el paisaje
sonoro ritual, entendido como el universo sónico que rodea la fiesta, que puede darse tanto
en ambientes naturales como en campos de cultivo, cuevas, lagos, ríos, etc., o en ambientes
rurales o urbano-rurales y urbanos. El homo musicus, a través de su partitura invisible que
se esparce, entrega la seguridad de pertenecer a un grupo étnico. El homo musicus como
malabarista del tiempo, es una máquina de afectividad: propicia la nostalgia por el pasado,
exacerba la corporalidad y ayuda a entrar en el trance necesario para sumergirse en la
dimensión ritual. Los homo musicus son hadas y magos sagrados que hechizan el corazón,
conjuran el peligro de la pérdida de identidad dentro de un mundo caótico y cambiante, hacen
que el pensamiento vuele hacia el lugar más seguro del mundo: la comunidad de origen.
Palabras clave: complejidad, recursividad, cuerpo, emoción, música.
Abstract: The objective of this article is to show the need to put emphasis on the sonic
narratives of our object of study; the proposal is to make a semiotic musical turn, since
music transforms emotions in complex senses. In the recursive relationship between
body-music-experience, the homo musicus fulfills the function of being a bridge between
everyday life and the sacred, which transforms him into an officiating priest in the
ritual soundscape, understood as the sonic universe that surrounds the party, which
can occur both in natural environments such as in cultivation fields, caves, lakes, rivers,
etc., or in rural or urban-rural and urban environments. The homo musicus, through its
invisible score that is spread, gives the security of belonging to an ethnic group. Homo
musicus as juggler of time, is a machine of affectivity: he/she propitiates nostalgia for
the past, exacerbates corporality and helps to enter the necessary trance to immerse
oneself in the ritual dimension. Homo musicus are fairies and sacred magicians who
enchant the heart, conjure the danger of loss of identity within a chaotic and changing
world, make the thought fly to the safest place in the world: the community of origin.
Keywords: complexity, recursion, body, emotion, music.
333
La música como universo
El vértigo de la vida cotidiana, aunado a la increíble velocidad
de circulación de información propiciada por los medios masivos de
comunicación y el internet, puede transformarnos, sin darnos cuenta, en
incapaces de escuchar nuestro entorno sonoro y sus respectivos paisajes,
y sobre todo, nos puede dejar al margen de su contenido simbólico.
Insertar los estudios musicales dentro de una perspectiva epistémica de
la complejidad y la transdisciplina permite establecer un diálogo entre
otras epistemes, y sobre todo, entre otras semiosis, como la semiótica
del cuerpo, en la cual la dimensión corporal es central para explicar los
fenómenos sonoros. La propuesta incluye, además del recorrido y revisión
de los diferentes autores y sus planteamientos teórico-metodológicos, un
acercamiento desde la dimensión emotiva, que sin duda es fundamental
para entender cómo la música trans-forma las emociones en sentidos
complejos.
Thomas Stanford, etnomusicólogo de gran prestigio y quien hasta la
fecha ha estudiado la música de más de 500 pueblos en México, afirma
que existen tres grandes universales dentro de la música: el primero es
que en sí misma la música es universal, ya que si bien no se han estudiado
todas las culturas del mundo de manera sistemática, hasta ahora no se ha
encontrado una sola cultura que no tenga música; el segundo universal
es que no existe cultura alguna sin música, lo que la convertiría en una
necesidad básica de existencia, una necesidad fisiológica, indisolublemente
ligada a la vida ritual; el tercer universal es que toda música marca una
identidad de grupo, o lo que es lo mismo “dime qué música escuchas, y te
diré quien eres”(Stanford 2002).
334
Fotografía 1. Título: “La música es el universo del homomusicus”,
autor David Terrazas
El homo musicus, como una dimensión del homo complexus
moriniano, puede ser dividido inicialmente en dos grupos: el músico que
pertenece a alguna tradición y que a través de la puesta en escena de sus
respectivos repertorios es parte fundamental de la dimensión ritual de la
fiesta. Y por otro lado, el público receptor que puede pertenecer al orden
de lo humano y de lo no-humano, como es el caso de los repertorios
que van dirigidos hacia las entidades sagradas. Dentro de los procesos de
producción-circulación-recepción, ambas partes son interdependientes
y sólo se cierra el círculo cuando la producción semiótico-discursiva
musical encuentra al receptor, en un incesante proceso recursivo.
Centrando el análisis en los ´homo musicus´ que producen los repertorios
rituales, son ellos quienes cargan sobre sus hombros la responsabilidad
de la universalidad de la música, ya que como dice la sabiduría popular
de la Sierra Norte de Oaxaca: “un pueblo sin música banda de viento,
es un pueblo sin alma, un pueblo muerto”. En otras palabras, son ellos
quienes tienen en sus manos una parte fundamental en la reproducción
y demarcación de la identidad y sus diferentes niveles: identidad barrial,
identidad étnica, identidad regional, identidad nacional, etc.; son ellos
335
quienes se transforman en embajadores culturales comunitarios en los
intercambios regionales de mano vuelta, tejiendo voluntades y redes de
comunicación entre comunidades vecinas: el homo musicus no sólo hace
música, es música.
Si homo es a la vez sapiens y demens, afectivo, lúdico, imaginario,
poético, prosaico, si es un animal histérico, poseído por sus sueños y
sin embargo capaz de objetividad, de cálculo, de racionalidad, es que es
homo complexus (Morin 2003: 158).
El músico, como sujeto artístico, tiende puentes de comunicación
entre lo sagrado y lo profano, y en el momento del ritual es pieza
fundamental para crear las atmósferas adecuadas para que el cuerpo
tripartido (melodía-ritmo-sound) entre en contacto con lo sacro a través
de las estéticas-rituales-comunitarias (Cárdenas Oñate 2011). El músico
muestra su potencial con honestidad y convicción, ya que en el momento
caótico del ritual la camisa de fuerza que imponen las normas culturales
cotidianas se va lejos, así el músico se transforma en sacerdote oficiante,
liturgia que se esparce sobre el viento y el paisaje a través de una partitura
invisible que invita a la comunidad a sumarse a la fiesta comunal.
La partitura invisible que viaja por el espacio sonoro, invita a la reunión, así el tañido matinal de la campana de la iglesia, el estruendo de
la banda de viento que entona sones tradicionales para convocar a la
calenda inaugural de la fiesta, se transforman en un metalenguaje que es
identificado por la dimensión corporal, que es la sustancia prístina en la
identidad: comulgar en primera instancia consigo mismo, para después
comulgar con los demás y con el universo. El cuerpo, como instrumento
musical, se adentra en la traducción de dicha partitura invisible, la
transforma en danza, en alegría, en recuerdos; la memoria corporal
identifica arquetipos musicales que ponen a tono para la exploración
estético-ritual a la que se expone durante el tiempo sacro de la fiesta, es
el eterno retorno al re-conocimiento de la corporalidad como la casa del
alma: la carne es metáfora del hogar.
En el conocimiento, los instrumentos heurísticos y argumentativos que
tienen mayor utilidad para la conexión de señales entre los universos
de la realidad son: el concepto metafórico y los esquemas imaginarios,
336
que remiten al “pensamiento del cuerpo”, el cual es esencialmente
simbólico (Guerra, Stefani 2004: 17).
La música dentro de un contexto sacro transforma el espacio, lo
semiotiza: el atrio de la iglesia se vuelve el centro del universo, es el ombligo
del mundo en el cual la comunidad se re-une para celebrar, como cada
año, al Santo o Santa Patrona, quien encarna el símbolo más importante
que aglutina la identidad étnico-comunitaria más inmediata. Las calles se
vuelven escenario en donde el performance está al alcance de todas las
miradas; las múltiples emociones afloran en los sujetos que miran, nadie
que haya experimentado la sensación de Comunalidad que produce la
fiesta puede permanecer inmune desde la dimensión emocional.
El cuerpo, como entidad pensante, le da sentido a comportamientos
insensatos, que dentro de las reglas de comportamiento cotidiano
pudieran estar prohibidas, esto permite habitar el mundo de manera
particular. Así el vestirse de diablo y bailar en día de Carnaval con las
notas de una banda de viento, traen al escenario festivo-ritual la memoria
emotiva del cuerpo; alzar los brazos como signo de alegría, zapatear
“endemoniadamente”, buscando el centro de la tierra como una caricia
que agradece por los favores recibidos, abrazar al compañero y bailar
juntos celebrando la vida y un año más de existencia, devuelven el sentido
comunitario de la existencia, al mismo tiempo que renueva las alianzas
étnico-barriales.
El espacio se entiende no como un fondo que establece relaciones entre
las cosas, sino como creación continua de un cuerpo-fondo-centro que
establece coordenadas entre el Yo corpóreo y sus coincidencias, dando
informaciones sobre éstas a todo el proceso “re-cognitivo” (Guerra,
Stefani 2004: 64).
Cuando entra en escena el homo musicus, el cuerpo cuenta historias
que son dirigidas por la partitura invisible, como ya se ha mencionado,
y hacen que la memoria de la cultura impregne el ambiente, impactando
en el espacio sacralizado, trans-formado en centro del universo, que
se configura como una página en la que habrá que hacer trazos que
quedarán de manera indeleble en la dimensión emotiva de los sujetos
comunitarios. Al vivir el cuerpo en el contexto de la fiesta, la dimensión
corporal se re-hace, músicos y danzantes impregnan una experiencia
337
profunda: arrumacos, brazos en alto, pies suplicantes, piernas con alas,
abrazos de luz, balance del mundo, dar vuelta a la página, saltar para tocar
el cielo. La atmósfera creada por el homo musicus prepara la experiencia
perceptiva para adueñarse del paisaje, tomar por asalto las calles y
callejones principales, aparecerse como un pirata en el atrio de la iglesia,
despertar de la conciencia de pertenecer a un colectivo ancestral, cuerpo
sensible que está presto a guardar todo lo vivido. Vivir el cuerpo dentro
del contexto sacro, promueve la percepción lúcida de la existencia: la
felicidad se pasea por las calles y baila también con la partitura invisible
que viaja en el viento.
Fotografía 2. Título: “La felicidad se pasea por las calles”, autor
David Terrazas
El homo musicus como sacerdote oficiante, al semiotizar el espacio lo
predispone para el ritual de contacto entre los sujetos comunales, el cual
es entendido como:
…todo un vasto conjunto de entornos y de experiencias más o menos
reiterativas producidas en el espacio de las culturas contemporáneas
cuya finalidad, además de otras anexas o paralelas, es la de asegurar
338
y proporcionar lazos de cohesión y crear el efecto de un entorno de
grupalidad (provisional o permanente) (Mangieri 2006: 21).
Dentro de los rituales de contacto, entrarían las fiestas comunitarias,
porque a través de éstas se fortalecen los lazos étnicos, regionales, de
parentesco, compadrazgo y amistad. La alta eficacia simbólica de estos
rituales permite comprender el porqué en situaciones de migración
la puesta en marcha de las músicas y las danzas son prioritarias para
mantener el lazo con la matriz cultural originaria, y así evitar la anomia
a la que se expone el grupo en situaciones de choque cultural. Como
ejemplo, tenemos los grupos de danza de diablos que están formados
por migrantes de Juxtlahuaca (Oaxaca) y que reproducen el ritual de
contacto en el estado de California en los Estados Unidos, o los migrantes
bolivianos que radican en la Ciudad de México y reproducen la Diablada
de Oruro. El problema de la identidad en situación de migrante es un
fenómeno estructural y coyuntural. Las condiciones económicas,
sociales y políticas que enfrenta el mundo, crean fenómenos masivos
de migración interna y externa, lo que provoca que poblaciones enteras
se encuentren desarraigadas de su cultura originaria matriz, y que al
establecerse en un nuevo contexto urbano sean vistos como extraños,
marcados con una identidad hostil y ajena. Reinventarse en los nuevos
espacios, permanecer ligado afectivamente a una raíz, permanecer atado
emocionalmente al pueblo de origen (espiritual e ideológicamente),
permite superar la incertidumbre y el caos. En este sentido, los rituales
de contacto suelen ser de mayor eficacia simbólica en situación de
migración, ya que permiten la posibilidad de reconocerse como similares
y a la vez diferentes; asumiendo las semejanzas/diferencias junto con las
definiciones, afiliaciones y clasificaciones al interior/exterior del grupo;
poniendo además atención en los contrastes de la dinámica identidad/
alteridad, nosotros/ellos, dentro del nuevo contexto urbano.
La experiencia corpórea que se adquiere a través de las estéticasrituales-comunitarias tiene su base en las emociones. Sin dicha dimensión
es probable que no pueda ser entendida y comprendida ésta o cualquier
tradición. El homo musicus y el danzante se desplazan de manera
hiperquinética, aumentando la expresividad corporal propia y la de los
sujetos que observan, la percepción del yo se traduce en una reacción
en cadena: una percepción del nosotros. Al semiotizar el espacio, se
339
conquista; emerge el cuerpo como actor principal tanto en músicos como
en danzantes, que no sólo conquistan el paisaje, también se adueñan de
la memoria.
La sensación de existir (corpóreamente) está relacionada en efecto
con los movimientos de energía activados por la presión de la energía
externa. Existir es “ser centro” que mueve el inicio de las cosas que
están alrededor, sin moverse, en sentido centrípeto y centrífugo,
mediante la función rítmica vital (Guerra, Stefani 2004: 56).
En la relación recursiva entre cuerpo-música-experiencia, el homo
musicus cumple la función de ser aglutinador, sacerdote oficiante que
ofrenda su extenuante jornada para acompañar el ciclo festivo, que
normalmente inicia con las “mañanitas” al santo, a la santa patrona en la
madrugada, para seguir con el acompañamiento de misa, algún servicio
particular, acompañar con sones la calenda, acompañar la danza y
amenizar en algunas ocasiones el baile popular, terminando hasta altas
horas de la noche. Además, el homo musicus es el principal agente en la
transmisión de saberes de la música-ritual hacia las nuevas generaciones;
esta adquisición de conocimientos estimula la participación y apropiación
colectiva compartida de las prácticas rituales porque mantener la
transmisión de saberes asegura la continuidad de las prácticas. A través
del ritual se hace presente el barrio en el espacio, presencia viva y
simbólica, apropiación del espacio urbano negado: en las calles del barrio
se re-crea el mundo, se reivindica como propio.
Un elemento importante en la relación entre el homo musicus y la
multidimensión cuerpo-música-experiencia es el paisaje sonoro ritual,
entendido como el universo sonoro que rodea la fiesta, que puede darse
tanto en ambientes naturales como en campos de cultivo, cuevas, lagos,
ríos, etc., o también puede darse en ambientes rurales o urbano-rurales
y urbanos. Dichos ambientes sonoros incluyen los sonidos del viento, las
campanas de la iglesia, el tronido de los cuetes y el castillo, los toritos,
el sonido de los juegos mecánicos, los gritos de júbilo de los sujetos que
observan, los sermones del cura a través de autoparlantes, las voces
cantadas de los vendedores ambulantes, la música grabada de los juegos
mecánicos, etc. Todo este aparente caos es parte del paisaje sonoro ritual,
en el cual el homo musicus desarrolla su función de sacerdote oficiante,
con mucha experiencia para no distraerse entre esta “eco-estética del
340
desmadre”. Viajar y hacer viajar a través de una arquitectura del sonido,
en donde el ruido puede ser absorbido por árboles, edificios, resonancia
sobre paredes de adobe, piedra cal y canto que sirven de soporte a la
partitura invisible.
El atrio de la iglesia, como nicho acústico, es el centro rector de la
fiesta, desde este lugar salen en las primeras horas de la madrugada las
campanas que avisan, en tiempos de fiesta patronal, que están por iniciar
las “mañanitas”, que serán interpretadas por bandas de viento, rondallas,
estudiantinas o el conjunto musical propio de la región y/o grupo étnico.
El paisaje sonoro ritual tiene una fuerte carga emotiva, provoca infinidad
de sentimientos, que pasan por toda la gama de colores. El homo musicus
conmueve, provoca que afloren el amor por la patria chica, la unión entre
amigos, paisanos y familiares, la fiesta abraza por completo a los presentes,
sin escapatoria alguna: multifonía contra el etnocidio, el paisaje se puede
tocar, al hacerse visible la esencia del sonido, la comunidad se trasforma
en el lugar más seguro del mundo.
Todo impulso sonoro forma parte del performance, si los ojos son la
ventana del alma, los oídos son la puerta: toda la parafernalia-eco-estética
del desmadre no tendría razón de ser si no deja la profunda huella en la
transdimensionalidad cuerpo-música-experiencia, que como ya se había
mencionado, tienen una relación recursiva.
Ahora bien, si toda música marca una identidad, entonces toda ocasión
musical puede considerarse ritual, un rito que refuerza una identidad
que marca –tal como lo hace un rito de paso, según afirmación de
etnólogos–. De aquí discurría que, antropológicamente hablando, toda
música fuera ritual. Me parece que así es (Stanford 2002: 24).
Si bien queda claro el papel del homo musicus como sacerdote
oficiante en la dimensión ritual, cumple, además, una función desde la
dimensión cuerpo-música-experiencia: la de marcar identidad a través
de la música. El músico tradicional, al interpretar una chilena en una
ocasión musical, además de preparar el paisaje-sonoro-ritual, propicia
por la puerta del alma [el oído] que la mixtequidad encarne en cuerpo y
alma en el sujeto receptor.
341
Construyendo el sentido emotivo-cognitivo-musical
Construir un objeto de estudio desde la complejidad y la
transdisciplina implica el regreso del sujeto investigador y del sujeto
investigado. La dimensión emocional quedó relegada por considerarse
poco científica, mutilando su efectiva carga para la comprensión de lo
humano, así, al deshumanizar las Ciencias Sociales, desapareció el sentido
emotivo-cognitivo, transformando al sujeto en objeto.
Las prácticas estético-rituales-comunitarias pertenecen a un orden
en donde interfieren distintos niveles de realidad, y en donde el ritual, o
zona de no-resistencia, está vinculado al orden de lo sacro, lo invisible,
lo no-racional. Desde un punto de vista cientificista, la desaparición de
la zona de no-resistencia trae consigo la desaparición del sujeto-ritual.
Con el surgimiento de la teoría del caos, el determinismo ubicado en
un solo nivel de realidad se tambalea, se hace necesario considerar que
existen otros niveles de realidad (Nicolescu 1996): repensar la existencia
y reflexionar en torno a la dimensión ritual y su posibilidad de regresar
el tiempo, el eterno retorno como entropía en la vida sacra.
Fotografía 3. Título: “El homomusicus como cómplice de la
manipulación del tiempo”, autor David Terrazas
342
El problema de la flecha del tiempo siempre ha fascinado los espíritus.
Nuestro nivel macrofísico es caracterizado por la irreversibilidad (la
flecha) del tiempo. Vamos del nacimiento a la muerte, de la juventud
a la vejez. Lo inverso no es posible. La flecha del tiempo se asocia a la
entropía, al crecimiento del desorden. En cambio, el nivel microfísico
es caracterizado por la invarianza temporal (reversibilidad del tiempo).
En la mayor parte de los casos, todo ocurre como si, una película pasada
al revés, produjese exactamente las mismas imágenes que durante la
proyección directa. Hay, en el mundo microfísico, algunos procesos
que violan esa invarianza temporal (Nicolescu 1996: 20).
La dimensión ritual que se repite en un tiempo-espacio desafía la
concepción del tiempo lineal, la flecha del tiempo no explica cómo a
través de la acción del rito los sujetos comunitarios regresan a un tiempoespacio prístino en donde la naturaleza mágica espera el agradecimiento
por los dones y favores recibidos durante el ciclo agrícola, el mito de
origen en donde todos descienden de un árbol del mundo en común, en
donde la primera ofrenda de sangre purificó la tierra y nació la agricultura;
–un tiempo mítico en donde el primer sacrificio dio origen a la cultura y
puso un nombre al grupo para que dejaran de ser parias y pudieran andar
por la piel del mundo con una identidad mitopoética propia. La flecha
del tiempo lineal no explica por qué el danzante se atavía con el manto
cósmico ancestral y lo utiliza como una máquina del tiempo para regresar
a visitar a sus ancestros, no explica por qué a través de una ofrenda de día
de muertos los vivos se reencuentran con los que ya no pertenecen a este
nivel de realidad.
El homo musicus es cómplice de la manipulación del tiempo en
el ritual, se sabe sacerdote oficiante y ejerce su poder: a través de sus
notas que viajan sobre el paisaje-sonoro-ritual y son capaces de provocar
evocación en los sujetos receptores, recuerdos de la infancia, del primer
beso, del primer baile, de la primer borrachera comunal en la que se lloró
de alegría. Son malabaristas del tiempo, su poder de provocadores de
recuerdos los hace indispensables para entrar en trance, ser uno mismo y
todos a la vez; aglutina en un instante pasado-presente-futuro, el tiempo
lineal les espanta, para ellos no existe la muerte, se saben dueños del
tiempo que se expande por todo el horizonte: la muerte no es su peor
enemiga. No en vano son ellos quienes cargan sobre su espalda el peso
343
de la tradición: un pueblo sin música, es un pueblo sin alma, un pueblo
muerto, como ya hemos mencionado.
Ser malabarista del tiempo es jugar con él, llevarlo hacia donde haga
falta: si se necesita el pasado para sentirse seguro de un origen mítico
en común, se va a ello; si se necesita llevar el tiempo al presente y sentir
que, a pesar de la distancia de miles de kilómetros, el pueblo es donde
los paisanos se reúnen, se va a ello; si es necesario manipular el tiempo
hacia el futuro, y sentir que no se puede estar sin la voluntad colectiva de
mantener un lazo con el pueblo originario a través de las tradiciones, se va
a ello. Manipular el tiempo a voluntad garantiza la continuidad del grupo,
la dispersión que provoca la economía, la tradición la revierte ofreciendo
puntos de encuentro, en donde el papel del ritual es indispensable.
La concepción del mundo –basada en el pasado ancestral, conocido a
través del mito transmitido por la tradición oral y escrita, reproducida
en el presente a través del rito– es el fundamento de la idea étnica del
espacio (Carmagnani 1988: 52).
Re-producir lo sagrado en condiciones de migración no se opone a
la razón, ya que asegura armonía entre el sujeto y su origen, esta nueva
racionalidad también pertenece al orden del sentido emotivo-cognitivo:
saberse diferente y autoafirmarse como tal para sobrevivir, jugar con la
línea del tiempo para trasladarse de un espacio a otro a voluntad. El homo
musicus a través de su partitura invisible que se esparce por el paisajesonoro-ritual entrega la seguridad de pertenecer a un grupo étnico
en diáspora, cuando suena la música propia se crea una atmosfera de
confianza, es posible sentir de cerca la patria chica, el cuerpo absorbe
la esencia de la identidad y la trans-forma en gozo, en alegría porque la
distancia es nada cuando se está entre paisanos.
La Realidad reducida al Sujeto ha engendrado las sociedades
tradicionales, que han sido barridas por la modernidad. La Realidad
reducida al Objeto conduce a sistemas totalitarios. La Realidad reducida
a lo sagrado conduce a los fanatismos y a los integrismos religiosos.
Una sociedad viable no puede ser sino esa en la que las tres facetas de
la realidad están reunidas de una manera equilibrada (Nicolescu 1996:
59).
344
En un nivel de realidad ritual-comunal-sacro, la tradición sirve
como una forma de de-colonizar el cuerpo, quitarle sus ataduras y
hacer que se traslade hacia el suelo matriz; la música y la danza como
estéticas insurgentes ayudan a resistir la distancia y aliviar la nostalgia,
de-construir la realidad de migrante para construir un nivel de realidad
en donde la distancia es abolida: los pies danzan para que la imaginación
vuele; mantener el equilibrio en situación de lejanía es saber que la
unión hace la fuerza, y que pase lo que pase, otros vendrán a continuar
y perpetuar la memoria de la cultura, en una espiral atemporal que se
mueve en oposición a una línea del tiempo: danzar o morir.
Guardar una orientación constante en el atravesamiento de los niveles
de percepción garantiza una afectividad creciente que asegura la unión
entre nosotros y entre nosotros mismos. El conocimiento de sí mismo,
los sabios de todos los tiempos lo han afirmado siempre, es un proceso
evolutivo sin término. Desde el comienzo de la humanidad hasta
el presente, los grandes textos de la literatura, de la mística, y de la
religión, las grandes obras de arte, atestiguan, a pesar de todo y contra
todo, la presencia constante de la afectividad en este mundo (Nicolescu
1996: 69).
El homo musicus como malabarista del tiempo, es también una
máquina de afectividad: propicia la nostalgia por el pasado, exacerba la
corporalidad de los danzantes y les ayuda a entrar en el trace necesario
para acceder en la dimensión ritual, llena el pecho de orgullo por
pertenecer a un grupo étnico que aún en situación de migración sigue
vivo y luchando. El homo musicus a través de sus letras de-coloniza los
imaginarios urbanos para re-ubicar al sujeto en los paisajes de la patria
chica, de-coloniza el cuerpo a través de sus letras con alto contenido
erótico, evoca el recuerdo de los paisanos y familiares que están lejos
y es un buen antídoto contra la melancolía y la tirisia: no es lo mismo
percibir la música propia desde un aparato reproductor en el coche, o en
la radio desde el lugar de trabajo, o en las horas de descanso. El nivel de
percepción se eleva en contextos rituales, sabe mejor cuando se escucha
o se bailan en grupo, con banda de viento en vivo son más efectivas y
afectivas, el cuerpo agradece porque la música en vivo, sabe mejor.
345
El sistema de dones o mano vuelta: tequios musicales
y gozonas
Una de las características principales de las comunidades mixtecas y
zapotecas, que presumiblemente es de origen ancestral, es el intercambio
de bienes tanto de orden material como simbólico-espiritual. Para hacer
una diferencia entre este tipo de intercambios, o sistema de dones, es
pertinente señalar que los intercambios en el orden material, como son las
mercancías, productos agrícolas o faenas de mantenimiento de caminos
y veredas, así como el trabajo no remunerado en beneficio comunal,
difieren del intercambio de bienes pertenecientes al orden simbólicoespiritual. Dentro del sistema de dones que se intercambian, es importante
destacar la circulación de bienes estético-rituales-comunitarios, como
son las danzas y la música, que como se ha venido insistiendo, guardan
dentro de sí una fuerte carga simbólica que aglutina multidimensiones
como la identidad, el prestigio y el fomento de la unidad étnica. La
diferencia entre el intercambio de bienes materiales y el intercambio de
bienes estético-espirituales, es que el segundo tiene que ver más con la
dimensión simbólica: el intercambio de música, uno de los bienes más
sagrados tanto para zapotecos como para mixtecos. La música, en este
sentido, no es algo inerte como lo puede ser una mercancía, y al tener
alma, propicia que la reciprocidad se realice de manera casi automática.
En la dimensión simbólica-espiritual todo es sagrado, lo que crea una
obligación ineludible de devolver el regalo.
En este fenómeno social “total” (…) se expresan a la vez y de golpe todo
tipo de instituciones: las religiosas, jurídicas, morales –en éstas tanto
las políticas como las familiares– y económicas, las cuales adoptan
formas especiales de producción y consumo, o mejor de prestación y
de distribución, y a las cuales hay que añadir los fenómenos estéticos a
que estos hechos dan lugar, así como los fenómenos morfológicos que
estás instituciones producen (Mauss 1979: 157).
346
Fotografía 4. “La música como sistema de dones y mano vuelta”,
autor David Terrazas
La palabra gozona proviene de la legua zapoteca gozón, que está
compuesta por gu o go y cuyo significado es: raíz. Aunque también está
relacionada con las palabras goné (sembrar), gysiel góne (agricultura) y
guún o goñi (ayuda) (De la Fuente 1977: 53); se relaciona con el trabajo
agrícola y se practica en un gran número de pueblos que están ubicados
en la Sierra Norte de Oaxaca, y la característica principal es que en este
tipo de ayuda mutua no interfiere el dinero, únicamente el trabajo como
mano vuelta. Un sistema de dones semejante es practicado en la zona
geográfico-cultural mixteca, sólo que en esta región se le conoce como
tequio, palabra de origen náhuatl (tequitl) que designa el trabajo o tributo
comunitario en especie.
Ambas instituciones, gozona y tequio, tienen parentesco con la
guelaguetza que practican los zapotecos de la región de los Valles
Centrales, y con la guendalizáa de los zapotecos del Istmo de Tehuantepec.
En términos generales, y respetando ciertos matices que prevalecen en
cada región, se trata de una expresión cultural ancestral de ayuda mutua
intrafamiliar, de mano vuelta y reciprocidad. Al recibir los beneficios de
347
la ayuda mutua se adquiere el compromiso tácito de devolverla cuando la
ocasión lo amerite. La ayuda que se retribuirá es igual a la que se recibió,
evitando el pago de salarios, este mecanismo de dones fortalece los lazos
de parentesco, compadrazgo y cohesión social.
En todo caso, se dan una serie de derechos y deberes de consumir y de
devolver correspondientes a los derechos y deberes de ofrecer y recibir.
Todo este conjunto de derechos y deberes simétricos puede parecer
contradictorio si se piensa que, fundamentalmente, lo que hay es una
mezcla de lazos espirituales entre las cosas que en cierto modo forman
parte del alma, de los individuos y de los grupos, que se consideran,
hasta un cierto punto, como cosas (Mauss 1979: 170).
Este sistema de dones y ayuda mutua entre personas y pueblos de la
región de la Sierra Norte Zapoteca se extiende al ámbito de la música y
las bandas de alientos, lo que llamaré gozona musical. Cuando se celebran
las fiestas patronales grandes, el pueblo anfitrión provee de hospedaje
y comida a los visitantes de los pueblos vecinos; a su vez, el pueblo que
es invitado se compromete a recibir en sus fiestas a la gente del pueblo
anfitrión. Este acuerdo de reciprocidad se respeta y se toma muy en serio
cuando se presenta la ocasión para devolver la ayuda. La diferencia entre
la gozona agrícola y la gozona musical es que la primera es un convenio
entre familias y/o compadres, mientras que la segunda es un convenio
colectivo entre pueblos. Por medio de este convenio la banda de música
de un pueblo toca en la fiesta de otro pueblo, recibe comida, bebida y
alojamiento. La banda de viento del pueblo devuelve la ayuda prestada
y recibe las mismas atenciones. Algunas bandas ofrecen su participación
voluntariamente, aunque por costumbre acuden con invitación de los
encargados de la institución conocida como Casa de la Comisión de
Festejos. Es muy importante señalar que dentro de este intercambio se
produce una competencia entre estéticas-rituales-comunitarias, que
aunque no se da de manera explícita, sí existe de manera implícita. Es
común escuchar en los días que dura la fiesta patronal hasta cinco bandas
de diferentes comunidades, colocadas estratégicamente en lugares clave
del pueblo, como son la iglesia en donde acompañan las misas y las danzas,
la agencia municipal en donde acompañan los cambios de autoridad
o reciben a personajes importantes que visitan la fiesta, la cancha de
basquetbol en donde acompañan con sones tradicionales los torneos, la
Casa de la Comisión de Festejos donde amenizan la comida y además en
348
donde tocan sones para las cocineras y, por la noche, acompañan el baile
popular.
Lo que intercambian no son exclusivamente bienes o riquezas, muebles
e inmuebles, cosas útiles económicamente; son sobre todo gentilezas,
festines, ritos, servicios militares, mujeres, niños, danzas, ferias en
las que el mercado ocupa sólo uno de los momentos, y en las que la
circulación de riquezas es sólo uno de los términos de un contrato
mucho más general y permanente (Mauss 1979: 160).
En el caso de los pueblos mixtecos, el sistema de dones o tequio
musical funciona de la misma manera, solo que al lugar en donde se
preparan y se sirven los alimentos se le conoce como La Cofradía. En
ambos casos, las bandas de viento de zapotecos y mixtecos cumplen con la
función vital de acompañar el ritual: son los homo musicus que aportan el
sentido a la dimensión cuerpo-música-experiencia, y es precisamente en
este ámbito en donde la competencia estética-ritual-comunitaria-musical
se lleva a cabo: se compite por el mayor número de aplausos, por atraer
el mayor número de sujetos que se acerquen a escuchar, se compite por
acompañar de la mejor manera a la danza. Un aspecto importante en las
fiestas regionales mixtecas y zapotecas es lo que llaman “las audiciones”.
Las audiciones ocurren cuando, dentro del marco de la fiesta, cada banda
va presentando las piezas “clásicas”, y conforme se les va acabando dicho
repertorio se van retirando; un ejemplo es el de los mixes, quienes tocan
oberturas y arias de ópera. Las audiciones funcionan como un espacio
para compartir, un espacio de encuentro, aunque al final y conforme
transcurre la fiesta, se convierte en una competencia. La finalidad de esta
competencia entre las mismas bandas es percibir cuál es en la audición la
que mejor suena. Se le llama audición porque es sólo para escuchar, no se
baila. La banda que gana esta competencia es la que prepara más piezas
regionales, la que arranca más aplausos.
La memoria ancestral de la cultura (Lotman 1998: 157), tanto en
mixtecos como en zapotecos serranos, no sólo se localiza en los textos
históricos, se encuentra también en las maneras de organizarse. Estas
formas de organización por medio de instituciones como la gozona, el
tequio, la Guelaguetza, la Casa de Comisión de Festejos y La Cofradía, las
asociaciones civiles y fundaciones en el extranjero, han florecido a partir
de la práctica histórica de su memoria encarnada en el tiempo de y para
349
la fiesta: el eterno retorno a un tiempo mítico en donde se generó el inicio
del andar del grupo por la piel del mundo. En este sentido, la música a este
nivel funciona para marcar identidades étnicas, identidades regionales
e identidades barriales; incluso este sistema de dones e intercambios
musicales puede fortalecer lazos entre etnias y comunidades en épocas
de conflictos, como puede ser el conflicto por tierras y linderos.
A lo largo de los siglos, la música ha reflejado una amplia gama de
emociones y situaciones humanas, ya sea de manera explícita –reflejada
en un título poético o narrativo– u oculta. Entre estas se encuentran
todas las facetas de la vida, incluyendo naturalmente lo relacionado con
guerras y batallas (Lehnhoff 1999: 19).
El sistema de dones musicales no se limita al ámbito de lo humano, ya
que también se traslada al orden de lo no-humano, como son las deidades.
Tocar música para el dueño del cerro antes de levantar una casa, tocarle
un son al dueño de la tierra antes de sembrar un terreno, cantarle al agua
del río para que se cure de espanto el paciente enfermo, entregar una
nueva letanía a la santa o santo patrón en agradecimiento de un favor,
etc., tienen que ver con el sistema de dones e intercambios.
Para ejemplificar este intercambio de dones, cito la fiesta de acción
de gracias que se lleva a cabo en Santa María Tavehua, ubicada en la
Sierra Norte de Oaxaca [zapotecos], en donde cada año se realiza un
rito de propiciación y agradecimiento en la Laguna Encantada. Se dice
que antiguamente algunos pueblos vecinos que envidiaban la laguna y
deseaban tenerla, se valieron de hechicerías para trasladarla a los terrenos
de sus pueblos. Nunca lograron su objetivo, pero la laguna desapareció,
apareciendo unos años más tarde en el lugar donde se encuentra
actualmente. Durante el tiempo que no tuvo el pueblo su laguna sufrieron
por la insuficiencia de agua, es por este hecho que cuando apareció
nuevamente se decidió trasladar al pueblo a la altura en donde brotó
el agua nuevamente. Desde entonces es considerada como “sagrada y
milagrosa”. Para la organización de la fiesta se coordinan autoridades
civiles y religiosas, se invita a autoridades municipales de algunos pueblos
vecinos, que acuden con sus respectivas bandas de viento. A las cuatro
de la mañana se reúne la gente, después les entregan a los ancianos las
flores y las velas y se les determina el sitio a donde llevarán la ofrenda.
Algunos llevan la ofrenda a la Virgen de la Asunción y a otros santos,
350
otros la llevan a las capillas antiguas y a otros puntos fuera del pueblo.
Después se dirigen a la iglesia donde se hace un rosario acompañado por
la banda. Una vez concluido, se dirigen a la casa del agente municipal
para desayunar y almorzar. Después del almuerzo las campanas de la
iglesia llaman a misa, adentro la ceremonia es acompañada por la banda
de alientos. Después, los ancianos se dirigen a la agencia municipal para
arreglar y disponer la ofrenda para la laguna. A las doce horas del día
principia la ceremonia para depositar las ofrendas alrededor de la laguna.
Los siete puntos donde se deposita la ofrenda están determinados desde
hace muchos años, cada lugar de ofrenda es un pequeño pozo de unos
40 centímetros aproximadamente de profundidad y con un diámetro
de 35 centímetros, espacio donde los ancianos depositan la ofrenda que
contiene agua de cacao, camarones, mezcal, pescado, huevo, cigarros y
agua bendita. Es en este momento cuando se pide a la laguna que continúe
brindando su protección y que no haya escasez de agua, por el bien de la
gente del pueblo.
Uno de los primeros grupos de seres con quienes los hombres tuvieron
que contratar, ya que, por definición, existían para contratar con ellos,
son los espíritus de los muertos y los dioses. De hecho, son ellos los
auténticos propietarios de las cosas y los bienes de este mundo. Es con
ellos con quien es más necesario cambiar y más peligroso no llevar a
cabo cambios. La destrucción del sacrificio tiene precisamente como
finalidad el ser una donación que ha de ser necesariamente devuelta
(Mauss 1979: 173).
Competencia musical de repertorios: ¡Tóquele recio
“maistro”!
El homo musicus por su carácter de malabarista del tiempo tiene
mucho prestigio, el cual se gana a través del tiempo de servicio comunal,
dentro del ciclo de fiestas cívicas y religiosas; dicho poder le confiere
ciertos privilegios como estar exentos del trabajo comunitario o tequio
de mantenimiento del pueblo.
El homo musicus, como sacerdote oficiante y especialista ritual,
produce, a través de su arte, estados emotivo-perceptivo-estéticos. El
impacto en los sujetos receptores (humanos y no-humanos) dependerá de
su eficacia simbólica al interpretar los géneros tradicionales, provocando
351
a través del estímulo artístico emociones positivas y negativas en los
procesos cognitivos y afectivos. Como se ha insistido, no es pertinente
para fines analíticos profundos y críticos separar la vida emocional de
la dimensión cognitivo-discursivo-semiótica, ya que como también se
ha mostrado, el ritual es una fábrica de sentidos complejos, arquitectura
barroca de la fiesta interminable. El arte musical, con toda la carga
simbólica que guarda dentro de sí, produce emociones, es depositario de
la memoria de la cultura, es complejo porque es indispensable para la vida
afectiva, una necesidad fisiológica que está presente en todas las culturas.
La música es compleja porque tiene convergencia con otras disciplinas
artísticas, es inseparable de la danza, evoca nostalgia, es contradictoria
porque puede producir alegría y tristeza, otorga seguridad: ¿Cuál es la
mejor música del mundo? La propia.
La costumbre y técnica que consiste en repetir una pequeña melodía
cientos de veces, merecería el comentario de un psicólogo musical, ya
que esta clase de repetición musical, aunque incluye improvisaciones
y variaciones, quizás ejerce un efecto particular en la mente humana.
Personalmente no he podido repetir tal tipo de melodía corta en mi
piano durante más de dos o tres minutos sin sentirme mareado. Me
parece que esta tradición, que también es común en otras comunidades
en México, es el rasgo melódico que más distingue la música indígena
mexicana de la tradición musical europea (Jardow-Pedersen 1999:
106).
El arte musical, como parte del ritual, utiliza ciertas narrativas sónicas,
como es el recurso de repetición de ciertas notas, las cuales producen
estados de ánimo de éxtasis, sobre todo en contextos de carnaval, en
donde el paisaje-sonoro-ritual tiene que ser fortalecido con la atmosfera
que produce una banda de viento, utilizando para tal efecto el recurso
semiótico de la contradicción: diablos danzando frente a una iglesia
católica. Una de las principales re-acciones emotivo-perceptivo-estéticas
es la catarsis, el cuerpo reacciona de múltiples formas, de acuerdo al
estado de cada sujeto, a su grupo de edad y al conocimiento del código
ritual en el cual se está participando. Las emociones contienen elementos
corporales motórico-expresivos-fisiológicos (Vigotsky 2004) que son
depositados en el sujeto receptor. La catarsis entendida como purificación,
es producto del baño de caos, de la exposición a la lluvia de símbolos
que se acomodan durante la re-presentación de manera aparentemente
desordenada, el sacrificio corporal catártico es parte de la búsqueda de
equilibrio, luchar a través del arte en contra de la entropía que produce
la vida cotidiana. Purificación emocional-corporal-mental mediante la
experiencia estética, dominar las pasiones ataviándose de pecado, bailar
encarnando al diablo para seguir vivo. Los sujetos receptores saben bien
de las propiedades curativas del ritual, la fase liminal del ritual es salvada
sumergiéndose en el caos carnavalesco: para purificar el alma habrá que
internarse en los laberintos de la música y la danza.
Por consiguiente, el fondo de la cuestión no reside en la existencia en
sí de modificaciones durante las emociones sino, por un lado, en la
relación existente entre esas modificaciones corporales y el contenido
psíquico y la estructura de las emociones y, por el otro, en su significado
funcional. Incluso la teoría clásica de las emociones, contra la que se
alzaron Lange y James, consideraba la manifestación corporal de las
emociones como parte integrante de cualquier proceso emocional
(Vigotsky 2004: 17).
Fotografía 5. Título: “El homomusicus como sacerdote oficiante”, autor
David Terrazas
352
Muchos de los repertorios tradicionales se vienen tocando desde hace
mucho tiempo, y aunque existen variaciones en cuanto a las dotaciones
instrumentales, el sentido emotivo-afectivo-estético se conserva casi
intacto. De hecho, las músicas tanto mixtecas como zapotecas son de
las más vitales, ya que existe un movimiento vivo de compositores que
constantemente están produciendo nuevos sones, que se van integrando a
las danzas de acuerdo al gusto cambiante del público receptor. Incluso en
353
situaciones de migración, los repertorios se transforman en un símbolo
de arraigo o desarraigo, la banda de viento que toque los sones con más
apego al sonido matriz, estará más cerca de la comunidad, y por lo tanto
tendrá más eficacia simbólica que otras bandas que toquen de manera
más libre los repertorios tradicionales.
Una característica más entra en escena en la dimensión emocional,
en el músico tradicional: la relación con su instrumento. Una especie de
fetichismo espiritual se establece como relación entre el instrumento y
el músico, como hemos señalado anteriormente, el costo es elevado, lo
que implica que para adquirirlo hay que tener cierto poder adquisitivo.
Se puede tener el instrumento de manera personal, comprándolo uno
mismo, o también de manera colectiva, esto es, que pertenece a la escoleta.
En este sentido, existe una competencia por dotar a la banda del pueblo
originario con los mejores instrumentos de marcas de prestigio, siendo la
comunidad migrante quien costea la compra y el traslado. La entrega de
los instrumentos nuevos para la banda se hace a través de una ceremonia
en donde participa toda la comunidad, y las autoridades tradicionales y
civiles.
En el caso de los músicos de la banda viajera en situación de
migración, el hecho de estar en mejores condiciones socio-económicas
les permite comprar instrumentos nuevos de marca reconocida, los
cuales personalizan a su gusto mandándolos a talleres que se especializan
en “costumizar” los instrumentos de viento. Esta competencia que
aparentemente no pertenece al ámbito ritual, sí se ve reflejada en el
aspecto visual de los sujetos receptores, quienes prefieren a las bandas
con más elementos visuales que fortalecen la semiotización del espacio
con su barroca presencia. La devoción hacia sus instrumentos musicales
es muy parecida a la que muestran los danzantes con su máscara y su
indumentaria; de este modo, tanto el instrumento como la máscara son
una marca semiótico-ritual de confirmación de identidad, que hace que
se diferencien de los demás.
Los mixtecos y zapotecos no hacen música: son música. Al formar sus
bandas de viento florecen para seguir unidos a la tierra-matriz que genera
y regenera los sueños. Se sienten orgullosos de pertenecer a la ancestral
casta de embajadores culturales, ofrecen a través de sus instrumentos una
354
parte de su alma y corazón trashumante, son demiurgos de la nostalgia
por lo que está ausente y lo que está presente en cada mixteco. Los homo
musicus son hadas y magos sagrados que hechizan el corazón junto con
los danzantes, conjuran el peligro de no saber quienes son dentro de
un mundo caótico y cambiante, hacen que el pensamiento vuele hacia
el lugar más seguro del mundo: la comunidad de origen, encarnada y
materializada en el paisaje-sonoro-ritual. Los músicos son encantadores
de serpientes, de esas que cargan los diablos danzantes que como
tlalloques modernos piden por la lluvia, provocan alegría en la cara de
ogros y brujas que desconocen el código interpretativo, hacen milagros
con los pies del danzante que acaricia amorosamente la piel del mundo a
manera de ofrenda por los favores recibidos.
Fotografía 6. Título: “Narrativas sónicas desde la migración”, autor
David Terrazas
Los músicos que portan el arte de hacer comunidad tienen a su
cargo el don de la reciprocidad y la mano vuelta, tienen tatuada en la
frente una leyenda que dice: “tóquele recio y con el corazón por delante”,
esta es la eficacia en el intercambio simbólico-espiritual, llegar a tocar
las emociones del sujeto receptor. Los homo musicus pueden vivir entre
la tradición y la modernidad porque son malabaristas del tiempo, son
sacerdotes oficiantes que ofrecen sus notas como sacrificio hacia la madre
tierra y al padre cielo. Son guardianes de la memoria de la cultura, aman
355
comulgar entre iguales y partir el pan y la sal, son filarmónicos porque
aman la armonía que producen con su partitura invisible entre paisanos
vivos y muertos, aman la patria chica y se regocijan en el encuentro,
abrazan con la mirada al paisaje-sonoro-ritual, aman el camino que les
recibe entre el estruendo de campana y cuetes, se enternecen con la
luz matinal cuando las botellas están vacías. Son jardineros estelares,
siembran estrellas en la noche de la fiesta inagotable y el eterno retorno,
cosechan felicidad porque saben muy bien que la raíz florece en donde se
planta la tradición; viajan con su repertorio tradicional a cuestas, saben
que es equipaje imprescindible que les une a través de un lazo simbólico
amoroso con el pueblo originario.
Los homo musicus son sabios curanderos porque le regresan al
cuerpo su centralidad, las emociones que producen se transforman en
símbolos corporales, en huellas indelebles en el alma, la algarabía recobra
su justa dimensión como sanadora de la absurda realidad cotidiana, y
aquí también radica la eficacia simbólica por la que se compite. Con la
música y la danza, el cuerpo como sustancia de identidad primigenia
se transforma en Comunalidad con los demás, consigo mismo y con el
cosmos; los cuerpos ritualizados cuentan historias, viven la fiesta a través
de la experiencia profunda de re-encontrarse en un nivel de realidad más
amable, más llevadero, la vida se torna tolerable gracias a las bondades
terapéuticas del estruendo y del bullicio en el tiempo de la fiesta. Los
músicos promueven la imaginación que estalla en mil colores, promueven
el gesto delirante, proponen una manera especial de moverse sobre el
espacio semiotizado: experiencia perceptiva del mundo en donde la
premisa es vivir a tope, despertar la conciencia del cuerpo sensible a los
olores-colores-sabores, volver a existir a través del cuerpo; luchar contra
la muerte, buscar como locos trascender la caducidad de la vida, ser
músico se convierte en parte central de la existencia, regocijarse en sus
propios símbolos, inscribirlos en la indumentaria, en los objetos rituales,
en los instrumentos, en el corazón. Los músicos son sobrevivientes de
la barbarie moderna y sus promesas falsas de desarrollo, son entidades
míticas que se unen en un continuo abrazo creativo, un abrazo colectivo
que les fortalece y los vuelve casi invulnerables.
El homo musicus compite por ofrecer su arte como sacrificio, acto
ritual voluntario en donde el uso y abuso extraordinario del cuerpo es
356
una constante: memoria ancestral de la cultura que se niega a morir. Los
músicos son magos de la risa, abandonan la seriedad cotidiana, invitan
al juego, al “desmadre”, a pasarla bien: no todo es trabajar y trabajar; a
reír todo el mundo, a reírse del mundo, a reírse del trabajo, a reírse de la
vida. Al propiciar la risa-ritual entre los sujetos receptores, el músico le
devuelve a la vida su categoría de espacio de juego: el mundo se vuelve
un recinto sagrado.
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357
SECCIÓN III
EMOCIONES EN
LAS PRÁCTICAS
SEMIÓTICODISCURSIVAS
EL COMPONENTE
EMOCIONAL EN EL SERMÓN
EVANGÉLICO PROTESTANTE.
UN ESTUDIO DE CASO
Abraham Banda Robles,
Universidad Autónoma de Nuevo León
pastorcbcb@gmail.com
María Eugenia Flores Treviño
Universidad Autónoma de Nuevo León
meugeniaflores@gmail.com
Resumen: El objetivo del presente artículo es analizar el componente emocional en
el sermón evangélico/protestante. Este análisis lo realizamos desde las aportaciones
de la Hermenéutica (Heidegger, 1997), del Análisis del Discurso (Charaudeau, 2011)
y de la Semiótica (Fontanille, 2001). Hemos encontrado en nuestro trabajo que el
componente emocional es uno de los existenciarios1 del sujeto que se manifiesta en el
sermón, siendo éste generado en ciertas condiciones de producción. Las emociones
son empleadas por el predicador como componentes del dispositivo persuasivo para
afirmar en los destinatarios contenidos del sistema de creencia y poner en práctica
otras cuestiones que se desprenden de ese saber de creencias, pero que, de alguna
manera, son nuevas aportaciones respecto a la fe y práctica de la feligresía.
Palabras clave: Discurso, religión, retórica, emoción, efectos de emoción.
Abstract: The objective of this article is to analyze the emotional component in the
Evangelical/Protestant sermon. This analysis is carried out from the contributions of
Hermeneutics (Heidegger, 1997), Discourse Analysis (Charaudeau, 2011) and Semiotics
(Fontanille, 2001). We have found in our work that the emotional component is one
of the existences2 of the subject that manifests itself in the sermon, being generated in
certain conditions of production. The emotions are used by the preacher as components
of the persuasive device to affirm in the receivers contents of the belief system and to
put into practice other issues that stem from that knowledge of beliefs, but which, in
some way, are new contributions regarding the Faith and practice of the parishioners.
Key words: Speech, religion, rhetoric, emotion, effects of emotion.
1
Cf. M. Heidegger (1997), los “existenciarios” son los modos de ser del Dasein (hombre) como ‘ser-en-elmundo’, estos son: la disposición afectiva, el comprender y el discurso (lenguaje).
2
Cf. M. Heidegger (1997), the “existenciarios” are referred to the ways of being of Dasein (man) as the ‘tobe-there’ or existence, that means: the affective disposition, the understanding and the speech (language).
361
INTRODUCCIÓN
La religión tiene como propósito proveer al hombre de un sentido
de vida (Grondin, 2010), lo cual pretende lograr por diferentes medios,
uno de ellos es el discurso oral. A través de esta modalidad se manifiesta
la finalidad más contundente del lenguaje religioso, la persuasión (Flores,
2005; García 2012). Las emociones son una de las estrategias persuasivas
más empleadas en la retórica religiosa, sin embargo, a nuestro juicio, no
han recibido la atención que han tenido en otros géneros discursivos.
Ya hemos mencionado que el objetivo del presente artículo es analizar
el componente emocional en el sermón evangélico/protestante, siendo
éste un subgénero del discurso religioso. El sermón, principalmente el
producido en el período novohispano en el contexto del catolicismo
(Brading, 1994, 2005), ha sido objeto de numerosas investigaciones,
no obstante, muchas de ellas se inscriben en las líneas de investigación
históricas y retóricas, quedando hasta ahora el análisis del componente
emocional como una tarea pendiente. Por su parte, el sermón evangélico/
protestante, fuera de los textos de homilética, donde se plantea la teoría
y la práctica de la predicación, ha quedado fuera del interés de las
investigaciones académicas.
El sermón evangélico/protestante es un texto-discurso en el cual
un amplio número de elementos convergen, se entretejen y producen
sentidos, el componente emocional es uno de estos elementos. Al ir tras las
huellas de los sentidos producidos en el sermón evangélico/protestante,
ha sido necesario un acercamiento interdisciplinario, razón por la cual
en este trabajo abordamos el funcionamiento retórico del componente
emocional desde un enfoque discursivo-semiótico-hermenéutico. Con
este acercamiento vinculamos al sujeto con el lenguaje, para comprender
la producción de formas significantes por medio de las cuales en aquél
se representan las condiciones de producción en que el discurso emerge.
El estudio de la emoción ha cobrado relieve en las últimas décadas,
ha sido objeto de investigación por parte de diferentes disciplinas,
especialmente en el campo de las neurociencias. Nuestro estudio se
centra en los “efectos de emoción” (Charaudeau, 2011) en lo discursivo;
en esta ocasión, dejamos fuera de esta investigación el análisis corporal,
gestual y fonético de las emociones. Este trabajo lo realizamos desde
362
las aportaciones teórico-metodológicas de tres disciplinas que se han
ocupado del estudio del lenguaje y que han explorado los efectos de
la emoción / la pasión / la disposición afectiva: 1) la hermenéutica
(Heidegger, 1997), 2) el análisis del discurso (Charaudeau, 2011) y 3) la
semiótica (Fontanille, 2001).
En la siguiente figura presentamos el entrelace que hacemos con las
aportaciones de los tres teóricos citados:
Figura 1. Articulación teórico-metodológica de este estudio
La filosofía de Heidegger (1997), como hermenéutica de la existencia,
contribuye al estudio de las emociones; lo que a nosotros interesa no es
la emoción, sino la significación de ésta; así, consideramos a la emoción
como significante. El sujeto discursivo (predicador), por la estructura
ontológico-existencial que le permite tener apertura al estar-en-elmundo, es un sujeto hermenéutico; la comprensión que logra a través de
la interpretación y la disposición afectiva, son mostradas en el discurso.
Por su parte, Fontanille (2001) trata la acción, la pasión y la cognición
como racionalidades que contribuyen a la organización, en forma de
discurso, de la experiencia. La acción es la dimensión pragmática, y le
corresponde la lógica de la transformación, ésta es considerada como el
363
fin del discurso, para lo cual la programación es su lógica. La pasión es
la dimensión patémica, su lógica es la presencia y su racionalidad es el
acontecimiento. La cognición es el saber en el discurso, le corresponde
una lógica epistémica, que hace del discurso una significación inteligible.
Charaudeau (2011), después de un recorrido teórico-epistemológico que
contribuye a esclarecer la puesta de la emoción en el discurso y de cómo
puede analizarse la manera en que funciona, engloba toda su aportación
en tres condiciones de las cuales dependen los efectos emocionales: el
dispositivo comunicativo, el campo temático y las estrategias discursivas;
esta integración contribuye al tratamiento discursivo de los efectos
emocionales.
Seguimos la siguiente lógica de exposición: primero, presentamos
de manera breve el abordaje que cada uno de los campos cognitivos hace
de las emociones; segundo, elaboramos de manera interdisciplinaria
las categorías de análisis considerando los insumos que cada uno de
los campos cognitivos nos ofrecieron; y, por último, aplicaremos estas
categorías para el análisis de las emociones en el sermón aquí abordado3.
Las emociones en el sermón evangélico/protestante
desde una perspectiva interdisciplinaria
El componente emocional en el discurso religioso es una mostración
que encuentra su raigambre en la estructura ontológica del sujeto
discursivo. Sujeto, emoción y discurso mantienen un vínculo indisociable;
proponemos que la manera más pertinente de acercarse a esta relación
es comprender el vínculo ontológico-existencial entre ellos que se da en
el sujeto mismo. Cuando las emociones son tratadas por las diferentes
disciplinas, la discusión se torna en una lucha entre dicotomías, tales
como: razón-emoción. Esta dicotomía normalmente tiene una resolución
artificial, señalando que la razón tiene emoción y que la emoción no es
3
El sermón evangélico/protestante que analizamos en este Artículo, fue emitido el domingo 11 de enero del
2015 en la “Iglesia Metodista La Trinidad”, ubicada en el primer cuadro de la ciudad de Monterrey, N.L., México. Este
sermón forma parte de un corpus conformado por doce sermones evangélico/protestantes emitidos en la misma ciudad
durante el mes de enero del mismo año; dicho corpus fue recogido para una investigación doctoral en curso, titulada:
El sentido de vida en el discurso religioso evangélico/protestante: Un estudio de caso de doce sermones emitidos en la
ciudad de Monterrey, Nuevo León, México, en el año 2015.
irracional; sin embargo, no se da cuenta de la construcción de una y de
otra, ni de la injerencia de la una en la otra. Nos parece que para resolver
esta cuestión debemos ir más allá del plano lógico-epistemológico,
extendiéndonos a lo ontológico-existencial.
Heidegger, en Ser y Tiempo (1997), nos presenta una teoría del
sujeto. El Dasein está constituido esencialmente por estar-en-el-mundo
teniendo aperturidad al estar-en-el-mundo. Esta apertura del Dasein
se da por una constitución primaria de este ente y por su modo de ser
en la cotidianidad. La constitución primaria del Dasein consiste en
tres existenciarios cooriginarios vinculados entre sí4, éstos son: 1) la
disposición afectiva, 2) el comprender y 3) el discurso5. El modo de ser en
la cotidianeidad es: 1) la habladuría, 2) la curiosidad y 3) la ambigüedad.
Estas son formas existenciales del ser del ente del Dasein. Nos enfocamos
en la disposición afectiva.
La disposición afectiva
La disposición afectiva en la cotidianidad la reconocemos
ónticamente como estado de ánimo, es una cuestión que está antes de
toda psicología de dicho estado. Es necesario ver esta disposición como
una cuestión existencial fundamental y caracterizarla en su estructura.
Heidegger señala tres caracteres o determinaciones esenciales de la
disposición afectiva: 1) “la disposición afectiva abre al Dasein en su
condición de arrojado, y lo hace inmediata y regularmente en la forma de
la aversión esquivadora.” (1997: 160); 2) “La disposición afectiva es un
modo existencial fundamental de la aperturidad cooriginaria del mundo,
la coexistencia y la existencia, ya que ésta misma es esencialmente un
estar-en-el-mundo.” (1997: 161); y 3) la disposición afectiva está coconstituida con la previa apertura del mundo, propia del estar-en. La
primera determinación es la apertura de la condición de arrojado,
es decir, la disposición afectiva abre al Dasein en dicha condición; la
segunda es la apertura de estar-en-el-mundo en su totalidad, es decir, la
disposición afectiva abre la Dasein en su estar-consignado al mundo ya
4
Cfr. M. Heidegger (1997).
5
Para fines de este artículo, dejaremos fuera la explicación de “el comprender”, haciendo solamente algunas
precisiones donde sea necesario para explicar “la disposición afectiva” y “el discurso”.
364
365
abierto siempre con su ser; la tercera determinación de la disposición
afectiva del Dasein “… es el modo existencial de ser en el que el Dasein
se entrega constantemente al ‘mundo’ y se deja afectar de tal modo por
él, que en cierta forma se esquiva así mismo.” (1997: 163); esta tercera
determinación tiene que ver con el fenómeno de la “caída” del Dasein.
Respecto al modo de la disposición afectiva, es decir, del fenómeno
propiamente o de la manifestación óntica de ésta, Heidegger la considera
desde tres puntos de vista6: 1) el ante qué de la emoción, 2) el tener
emoción y 3) el por lo qué de la emoción. El ante qué es aquello que causa
emoción, el motivo, que: a) tiene la forma de condición respectiva, b)
apunta hacia un determinado ámbito de cosas que pueden ser afectadas
por el ante qué, c) se experimenta el ante qué como algo inquietante, d)
el ante qué no está todavía cerca, pero se acerca, e) en este acercamiento
se da la posibilidad de que el ante qué nunca llega, y esa posible negación
está presente en la emoción. El tener emoción es el dejarse afectar que
libera la emoción como ha sido caracterizada en el punto anterior (el
ante qué de la emoción). No es que primero se constate el ante qué de la
emoción y luego se dé la emoción, pero tampoco es la emoción la que
constata el ante qué, sino que primeramente lo descubre en su emotividad,
y cuando se tiene la emoción, con una mirada observadora, se constata el
ante qué. La circunspección ve lo ante qué porque está en la disposición
afectiva de la emoción. La emoción ha abierto de tal manera el mundo
que desde él puede acercarse el ante qué. El por lo qué de la emoción
es aquello por lo que la emoción se da, es el ente mismo que tiene la
emoción, el sujeto. “Sólo un ente a quien en su ser le va este mismo ser,
puede tener emoción” (Heidegger, 1997: 165). La emoción abre al sujeto
en su estar emocionado, en su estar entregado a sí mismo. La emoción
revela siempre al sujeto en el ser de su Ahí. Los momentos constitutivos
de cada emoción pueden variar. Se pueden dar diferentes variaciones
de cada sentimiento o emoción. Cada emoción “…no debe ser entendida
ónticamente como una predisposición fáctica ‘particular’, sino como una
posibilidad existencial de la esencial disposición afectiva del Dasein en
general, posibilidad que, sin embargo, no es la única.” (1997: 166).
La emoción y el discurso
Mientras que la Hermenéutica nos ha ayudado a comprender la
estructura ontológico-existencial del sujeto, el Análisis del Discurso nos
ayudará a analizar esa mostración fenomenológica denominada discurso,
y en este caso particular el componente emocional en él. Con esto
señalamos que el discurso tiene un modo de ser mundano, es decir, un
modo de mostrarse en el mundo; es en esta mostración donde el Análisis
del Discurso, como campo transdisciplinario particular, se ocupa del
discurso como modo de ser del sujeto. Para esta parte de nuestro trabajo,
seguimos la propuesta de Charaudeau (2011), en la consideración de
que es uno de los modelos que vincula orgánicamente al discurso y al
sujeto, no dejando al discurso, solamente, como un tejido conformado
por cuestiones sintácticas, semánticas y pragmáticas, sino que involucra
también argumentos éticos “ligados a la persona del locutor (su autoridad,
su ethos)” (Charaudeau y Maingueneau, 2005: 52).
Charaudeau (2011) busca hacer un análisis de las emociones diferente
al que realizan la psicología y la sociología. La principal cuestión que se
nos presenta es si la emoción constituye una problemática discursiva y
cómo es que podemos analizarla; esto implica delimitar su abordaje, que
dé cuenta de su aparición en el discurso, y mostrar cómo funciona. Por
otra parte, con respecto a la caracterización de los locutores de la muestra,
se aprovecha la propuesta de Charaudeau (2009) quien afirma que el
locutor está ante la intersección de las actividades instauradoras del sujeto
enunciador: “de relación con el otro, de categorización del mundo y de
semiologización” (Charaudeau, 2009: 17). Están dentro de esta relación
en la cual -según Chauradeau (2009)- el sujeto se confronta con el otro
en un espacio donde “actúa (o es actuado) en función de los imperativos
de los dispositivos de la comunicación” (Montes y Chauraudeau, 2009:
17), el autor refiere como necesario que el sujeto hablante posea una
competencia situacional.
6
Heidegger (1997) hace referencia al miedo como modo de la disposición afectiva, pero nosotros extendemos este modo a toda emoción manifiesta.
366
367
Análisis del componente emocional en el sermón
evangélico/protestante
En el discurso religioso encontramos diversos ante qué que causan
emoción en el predicador, pero el más contundente, por razones obvias,
es el objeto discursivo, el cual, en el caso concreto del discurso que
analizamos es el éxito en la vida:
Fragmento [IM/2/41-52]7 ‘Dios quiere que tengas éxito’ / ante los
ojos de Dios ser una persona exitosa no es simplemente tener cosas /
no estamos peleados en que tú tengas prosperidad dinero y cosas pero
cuando eso viene es porque ‘buscamos primeramente el reino de Dios
y su justicia’ / y éxito eh… va más allá de que de todo eso porque éx…éxito es que se pueda cumplir la voluntad de Dios en tu vida, éxito es
cumplir el propósito y el destino que Dios tiene preparado para cada
uno de nos…- de nosotros / ser exitoso es tener prosperidad en espíritu
alma y cuerpo, no solamente afuera sino que empieza adentro / es
de adentro - de adentro hacia fuera porque Dios nos habla a nuestro
espíritu, nos habla a nuestra alma y el espíritu y el alma está adentro /
y es de adentro hacia fuera ¿está acá iglesia? / muy bien y cuando dice
aquí e…- el apóstol Juan: ‘amado yo deseo que tú seas prosperado en
todas las cosas y que tengas salud así como prospera tu alma’ / para yo
tener éxito mi alma tiene que prosperar primero.
Por una comprensión previa acerca del ante qué, este se descubre en
su emotividad, constatando a su vez el ante qué. El predicador muestra
emoción en “¿está acá iglesia?” buscando que sea una emoción solidaria por
la comprensión que él ha tenido sobre su objeto discursivo. Observamos
que el modo de ser del predicador expresa las estructuras existenciales
del estar-en-el-mundo (la disposición afectiva, la comprensión y el
discurso). Pero estamos recuperando esa dimensión fenoménica y no
nos quedamos en la estructura ontológico-existencial.
En este apartado no podemos dejar de lado lo que hasta el momento
hemos señalado, sino que es necesario movernos cautelosamente para
7
La nomenclatura que hemos diseñado para ubicar las citas de los sermones que conforman el corpus
discursivo es la siguiente: Fragmento [Iglesia/fecha del sermón/líneas citadas]. Con “Fragmento” hacemos referencia
a la porción citada del sermón; entre corchetes ([]) aparecen tres datos divididos por una diagonal (/): [Iglesia / fecha
del sermón representada con un número que le hemos asignado en nuestro trabajo / las líneas en que dicha cita aparece
según la transcripción que hemos hecho de audio a texto]. En el caso específico de esta cita, es: Fragmento [Iglesia
Metodista/11 de enero del 2015/líneas de la 41 a la 52].
368
pasar, sin romper, de la constitución primaria del sujeto o constitución
ontológica-existencial, al modo de ser del sujeto en la cotidianeidad. Lo
señalamos, porque corremos el riesgo de tratar el discurso como algo
meramente fáctico, como un modo de ser del sujeto, y olvidar que éste
es un existencial originario de la aperturidad del estar-en-el-mundo,
es parte de la constitución primaria del sujeto, y como tal contribuye
a la aperturidad del sujeto al estar-en-el-mundo. Pasamos ahora a la
cotidianeidad del sujeto, concretamente a aquello que nos es más palpable,
el discurso.
En la cotidianeidad o modos de ser del sujeto, la estructura
ontológico-existencial, de la que hemos hablado, mantiene sus caracteres.
El discurso como tal comporta siempre la totalidad de las estructuras
mencionadas. Heidegger señala: “El discurso es lenguaje …en lo
expresado en el lenguaje subyace una comprensión e interpretación. …En
su condición de expresado, el lenguaje lleva en sí un estado interpretativo
de la comprensión del Dasein” (1997: 190). La disposición afectiva y el
comprender, como poder-ser del sujeto, se muestran como discurso:
“La comprensibilidad afectivamente dispuesta del estar-en-el-mundo
se expresa como discurso.” (Heidegger, 1997: 184), las significaciones
de la comprensibilidad vienen a palabra. “El discurso es la articulación
‘significante’ de la comprensión del estar-en-el-mundo.” (Heidegger,
1997: 185). El discurso está preformado por la constitución fundamental
del Dasein; el discurso discurre sobre algo (mostración), y ese algo sobre
lo que discurre es tratado desde un determinado punto de vista dentro
de ciertos límites (predicación), y al decirlo comunica (comunicación).
Los momentos constitutivos del discurso son: 1) el sobre-qué del
discurso (aquello acerca de lo cual se discurre), 2) lo discursivamente
dicho en cuanto tal, 3) la comunicación, y 4) la notificación. Estas no son
propiedades que se pueden recoger en el lenguaje por la sola vía empírica
sino caracteres existenciales enraizados en la constitución de ser del
Dasein, que hacen ontológicamente posible el lenguaje. De la misma
manera, la emoción en el discurso no puede ser vista solamente como
una cuestión de mero talante fáctico, sino de una cooriginalidad con el
comprender y el discurso.
369
Presentamos aquí un fragmento del discurso analizado para mostrar
cómo la comprensión que el predicador tiene sobre su objeto discursivo
y la disposición afectiva, la articula en el discurso, entendiendo que el
discurso es el fundamento ontológico-existencial del lenguaje (Heidegger,
1997).
Emociones e intencionalidad
Charaudeau (2011) plantea el vínculo entre emociones e intencionalidad
en el texto y en el sujeto enunciador. Entre el conjunto de posibles objetos
discursivos, el sujeto enunciador selecciona el éxito en la vida (Fragmento
[IM/2/41-52]). Al seleccionar este objeto discursivo, el predicador
tiene un objetivo predeterminado, el cual se desencadena por “algo” que
pertenece al orden del deseo; no obstante, dicho objetivo requiere una
acción animada por la racionalidad, calificada ésta como subjetiva, pues
responde al beneficio pretendido por el predicador y conjugada con el
deseo de éste. En el planteamiento del objeto discursivo el predicador
muestra una intencionalidad. De esta manera, observamos, como señala
Charaudeau, que “Las emociones se inscriben en un marco de racionalidad
por el hecho que contienen en sí mismas una orientación hacia un objeto
del cual toman su propiedad de intencionalidad” (2011: 103).
Plantear el problema de la intencionalidad desde el discurso nos lleva
a la consideración de una teoría del sujeto que debe tomar en cuenta que
lo racional y lo emocional no se excluyen mutuamente, como lo plantea
el racionalismo de la modernidad, sino de una presencia de lo emocional
en lo racional y viceversa. Por otra parte, la intencionalidad nos pone en
el terreno de la interpretación, es decir, de la hermenéutica. Actualmente,
los hermeneutas discuten si la intencionalidad la hemos de buscar en el
sujeto, en el texto, o en el lector. Aquí proponemos que, si bien es cierto
que al predicador no lo tenemos frente a nosotros y con lo único que
contamos es con el texto-discurso, se da un encuentro de intencionalidades.
Desde la hermenéutica, no podemos dejar fuera al sujeto enunciador,
pues el discurso tiene un enunciador con una intencionalidad. Para la
perspectiva de este trabajo es útil, con Charaudeau (2011), enunciar que
todo acto de lenguaje emana de un sujeto que solamente puede definirse
en relación con el otro según un principio de alteridad: “sem a existencia
dou outro, não há consciência de si” (2011: 16). Él señala que los principios
370
de alteridad, influencia y regulación son fundadores del acto de lenguaje
que lo inscriben en un cuadro de acción, en una praxología de actuar
sobre el otro (Charaudeau, 2011: 16)8.
Emociones y creencias en el acto comunicativo
Charaudeau (2011) establece un vínculo entre las emociones y creencias
del sujeto enunciador y destinatarios. Señala que las creencias, o saber de
creencias, se estructura alrededor de valores polarizados socialmente
compartidos (2011). Es pertinente, además, considerar la actividad de
“categorización del mundo”9 (Charaudeau, 2009) que se efectúa de dos
maneras: “compartiendo saberes de conocimiento y de creencia, saberes
que circulan entre los grupos a los que pertenecen y que son movilizados
por un juego de ‘interdiscursividad’” (Charaudeau, 2009: 17). Agregamos
que este saber de creencias se estructura también sobre elementos
metafísico-ontológicos, axiológicos, éticos y teleológicos acerca del objeto
discursivo. Es decir, en nuestro caso el objeto discursivo éxito en la vida
se configura sobre una concepción particular de la realidad, de cómo el
sujeto, junto con los que comparten este saber de creencias, se instauran
en esa realidad, cómo se mueven en ella y hacia dónde se dirigen. Para
analizar el vínculo entre las emociones y el saber de creencias, tomamos
como muestra el Fragmento [IM/2/41-52], ya transcrito anteriormente.
En dicho Fragmento, observamos que el predicador, en primer
lugar, instaura su objeto discursivo en una estructura metafísicaontológica, al señalar que la voluntad de Dios es que los creyentes tengan
éxito, y que éste viene cuando se busca primero el reino de Dios. Así
también, plantea el éxito como algo que debe darse en toda la estructura
ontológica del ser humano (espíritu, alma y cuerpo). En segundo lugar,
hace un planteamiento axiológico, pues el éxito en la vida lo vincula con
los valores del reino de Dios, tales como la justicia. En tercer lugar, el
éxito en la vida tiene un talante ético, pues éste consiste en moverse en
8
El autor menciona que el principio de influencia se refiere a la persuasión que uno de los sujetos realiza
para que “ese outro pense diga u aja segundo a intenção daquele” (Charaudeau, 2011: 16) y en cuanto a la regulación,
es aquel principio que controla las acciones entre los sujetos (Charaudeau, 2011: 16).
9
Que consiste, según el autor, “en construir visiones del mundo, como universos de discurso que resultan de
la manera como los seres sociales, a fuerza de intercambios de lenguaje (pero no solamente de lenguaje) se representan
al mundo” (Charaudeau, en Montes y Charaudeau, 2009: 17).
371
el mundo conforme a la voluntad de Dios. Por último, el éxito en la vida,
como objeto discursivo, está constituido en función a los fines que el
sujeto enunciador y sus destinatarios deben pretender alcanzar, pues el
éxito es cumplir el propósito y el destino que Dios tiene preparado para
cada hombre.
De esta manera el predicador se posesiona en relación con este
saber de creencias. Es así como el predicador explayará las emociones,
pues éstas son una interpretación acerca del objeto discursivo dado
en las circunstancias fundadas sobre los elementos antes señalados
(metafísico-ontológicos, axiológicos, éticos y teleológicos). Haciendo
una movilización de estos saberes de creencias, se prepara una situación
susceptible para desencadenar un estado emocional.
Por otra lado, se deslinda de este saber de creencias aquello que forma
parte de otro saber de creencias, y se reafirma la situación susceptible de
desencadenar un estado emocional, pues tanto el predicador como los
destinatarios tendrán predisposición contra aquello que no pertenece al
saber de creencias que comparten. Ilustramos lo afirmado:
Fragmento [IM/2/7-11] para muchas personas éxito en la vida cree
que es tener mucho dinero / para otras personas éxito es tener muchas
cosas poseer muchas casas, cosas materiales ¿qué sé yo? / pero hemos
visto que personas que tienen todo esto realmente no se han quedado
cortos de éxito.
Fragmento [IM/2/17-22] ahora personas que pue…- pueden de -decir
yo tengo mucho dinero pero si no tiene paz, si usted no tiene gozo
entonces no tiene éxito / de qué nos sirve tener tantas cosas o de qué
nos sirve tener tantas cosas en la tierra y para la gente del mundo
ser exitoso si no hay una paz / si no hay un gozo una tranquilidad /
podemos tener muchas cosas pero al fin, a la postre sentirnos como
fracasados, fracasadas.
Es así como el saber de creencias y la emoción se vinculan, pues,
como hemos señalado, al compartir ese saber se abona a la disposición
de un estado emocional.
372
Emoción y representación
Charaudeau (2011) establece un vínculo entre las emociones y las
representaciones. La representación es representación de un objeto que el
sujeto se hace de éste, en el caso del sermón que estamos abordando, es
la representación del objeto discursivo éxito en la vida que el predicador
se hace del mismo. Esta representación se hace por medio de un doble
movimiento, movimiento de simbolización y movimiento de autopresentación. El primer movimiento es un proceso semiótico que trae
como resultado una imagen del objeto; el segundo movimiento es un
fenómeno de reflexividad, que consiste en una construcción figurada
del objeto. Estos dos movimientos contribuyen a la construcción de
la consciencia psíquica del sujeto, es decir, el predicador elabora su
propia consciencia acerca del éxito en la vida por medio de este doble
movimiento. Si la intencionalidad nos llama a un trabajo hermenéutico,
las representaciones nos obligan a un análisis semiótico.
Hay dos preguntas que debemos contestar: 1) ¿En qué sentido podemos
hablar de representaciones emocionales? y 2) ¿Con qué fundamento
las representaciones pueden ser denominadas sociodiscursivas?
(Charaudeau, 2011). Una representación es emocional, cuando de una
situación determinada se emite un juicio de valor compartido por la
comunidad, en nuestro caso, de creyentes. El predicador emite un juicio
de valor sobre el objeto discursivo, y estimula a sus destinatarios a
compartirlo y llegar a establecerlo como una norma del grupo:
Fragmento [IM/2/11-16] para poder definir la palabra éxito, la
traducción en hebreo que no viene exactamente así en la éxito / pero en
el español al traducirla en hebreo quiere decir el resultado, el resultado
feliz de algo / diga conmigo: ‘el resultado feliz de algo’, así es que dile
a tu hermano de al lado: / ‘estamos en la carrera no te entristezcas /
no te estés apachurrando, levántate / resplandece porque no hemos
terminado’, ¿amén?
Para el predicador, el éxito es “el resultado feliz de algo”, establece
la felicidad como un valor del éxito, y, por medio de una dinámica, en
ese momento busca que sus destinatarios compartan este valor. En una
ocasión más busca que el objeto discursivo se comparta colectivamente:
373
Fragmento [IM/2/39-41] muchas veces confundimos el éxito con
tantas cosas / Dios nos quiere proveer eso, quiere que progresemos,
voltea con tu hermano y dile: ‘Dios quiere que tengas éxito’.
Para comunicarse “hay que co-compartir conocimientos, pero
también apreciaciones sobre el mundo” (Charaudeau, 2009: 31). Vemos
que la representación emocional involucra tanto al predicador como a
los destinatarios, llevándolos a un comportamiento de reacción que han
interiorizado y que se encuentra dentro de las normas sociales del grupo.
Por otra parte, las representaciones emocionales deben considerarse
desde el interior de los saberes de creencia, pues, como hemos señalado,
al compartir estos saberes es que se abona a la disposición de un estado
emocional.
Una representación es denominada sociodiscursiva, en cuanto que se
da en el contexto de una comunidad social. Dicha representación aparece
al configurarse simbólicamente el mundo, este proceso de configuración
se lleva a cabo por medio de un sistema de signos que consisten en
enunciados de gestos y hechos que describen seres y escenas del mundo
(Charaudeau, 2011). Estos enunciados crean una red de intertextos, que
son los síntomas de un universo de creencias compartidas y constituyen
un imaginario sociodiscursivo.
Fragmento [IM/2/66-68] dentro del marco de la biblia tenemos que
entender de que Dios desea que seamos exitosos, Dios desea que tú
tengas éxito, Dios no desea que tú tengas fracaso.
Fragmento [IM/2/78-80] la biblia dice que tú y yo: ‘somos más que
vencedores’ porque ‘nos lleva de triunfo, de triunfo, de poder en poder
y de victoria en victoria’.
El predicador comparte una representación que él tiene de Dios, como
un Dios que busca que el hombre tenga éxito y no fracaso, que desea que
sea vencedor. Acude al discurso fundante (biblia) para establecer estos
enunciados10. Esta representación es sociodiscursiva porque se da en el
10
Habrá que aclarar que estos enunciados son el producto de una interpretación que el predicador hace del
texto bíblico.
374
contexto de una comunidad social que tiene un universo de creencias
compartidas11.
Nos enfrentamos a la problemática discursiva de la emoción. Con
lo dicho hasta aquí se ha planteado lo que fundamenta y posibilita la
aparición de la emoción en el discurso, pero ahora nos queda la tarea
de “ver” la emoción en el discurso. Charaudeau (2011) habla de las
emociones como efectos posibles. Se plantea la pregunta ¿en dónde
vemos y en función de qué medimos la aparición de una emoción? Se
ha establecido que la emoción tiene propiedades de un estado mental
intencional (desear, creer), así como propiedades cualitativas del orden
afectivo (sentir); esto hace difícil aprehender la emoción en el plano
de lo discursivo (verbal y/o escrito). La emoción es algo que se puede
fingir o disfrazar (simulacro), una cosa es que el sujeto la diga o exprese
y otra que sienta lo que está diciendo o expresando. Estas cuestiones
presentadas aquí tienen que ver con la autenticidad de la emoción (dicha
o expresada) en el sujeto. Charaudeau señala:
Desde una perspectiva de análisis del discurso, los sentimientos
no pueden ser considerados ni como una sensación ni como algo
experimentado; tampoco algo expresado, ya que si el discurso puede ser
portador o desencadenante de sentimientos o emociones, no es en él
donde se encuentra la prueba de la autenticidad de lo experimentado. No
se ha de confundir el efecto que puede producir un discurso en relación
con la gestación posible de un sentimiento y el sentimiento como una
emoción experimentada (2011: 109).
Como mencionamos, estas cuestiones tienen que ver con la
autenticidad de la emoción expresada por el sujeto y con lo que busca
lograr en el destinatario:
Fragmento [IM/2/80-82] Dios desea que tú tengas éxito / ¿te dije que
Dios desea que tú tengas éxito? ¿te dije que Dios desea que tú tengas
éxito? / toca a tu hermano y abrázalo y dile: ‘Dios desea que tengamos
éxito, Dios desea que tengamos éxito’.
11
Corresponde a lo que Foucault (1970) llama “sociedad de discurso” (2005: 34-35).
375
Podríamos afirmar que es evidente la presencia de una emoción,
propiciada por el predicador, al enunciar tres veces la misma expresión
“Dios desea que tú tengas éxito” y al conminar a sus destinatarios a
tocarse y abrazarse (expresión de afecto) y que entre ellos se digan que
“Dios desea que tengamos éxito”. Pero lo que no podemos afirmar es que
esta expresión sea auténtica. La cuestión es si la emoción la hemos de
ubicar en el sujeto, en el discurso o en el destinatario.
Lo semiológico
Una cuestión más son las trazas semiológicas en el discurso. Si bien “…
el empleo de palabras o de rasgos icónicos no constituyen necesariamente
la prueba de la existencia de una emoción” (Charaudeau, 2011: 110),
la pregunta es: ¿Cómo podemos hablar de las emociones desde una
perspectiva discursiva? Este autor señala que las emociones deben ser
tratadas “… como efectos posibles que un determinado acto de lenguaje
puede producir en una situación dada” (2011: 111). Las palabras,
expresiones e imágenes son solamente susceptibles de expresar alguna
emoción. El destinatario hace inferencias, y éstas se hacen en función a la
situación de enunciación, es decir, del entorno, situación e interlocutores.
Estas serían las trazas semiológicas que pudieran orientarnos, como
destinatarios directos o analistas del discurso, a identificar las emociones
en el discurso. Hemos de buscar los efectos posibles de aquello que en el
predicador o su discurso podríamos señalar como una emoción.
El discurso y los efectos emocionales
Al plantear el marco de la apuesta en discurso de los efectos emocionales,
Charaudeau (2011) establece cuatro principios que orientan a analizar la
situación comunicativa que propicia la expresión, manejo y recepción
de las emociones. Estos principios son: de alteridad, de influencia, de
regulación y de pertinencia. En este estudio, el principio de alteridad
tiene que ver con la manera en que el predicador entra en contacto con la
feligresía; el principio de influencia con el cómo se impone el predicador
al otro; el principio de regulación tiene que ver con el cómo el predicador
conmueve a sus oyentes; y el principio de pertinencia tiene que ver con la
376
manera en que el predicador organiza la descripción del objeto discursivo
(y todo lo que éste implica) que propone/impone a sus destinatarios.
Principio de alteridad. El predicador entra en contacto con la audiencia
por medio de un acto que la sociedad de discurso (iglesia local) ha
legitimado, este acto es el sermón. El sermón es un acto ritualizado en el
cual se dan elementos sociolingüísticos que la comunidad de creyentes ha
legitimado. En este acto se justifica la razón por la cual el predicador toma
la palabra, y a los destinatarios se les da un lugar determinado. Durante la
presentación del sermón el predicador tiene cierto fuero temporal:
Fragmento [IM/2/347-351] ¿cuántos de aquí son ingenieros? ¿cuántos
son arquitectos? ¿no hay ningún ing…- arquitecto? pa’ becar uno bueno
yo no la Trini / aquí está ¿qué broncón verdad me dic…- me va a decir el
pastor Lorenzo, en qué me estás metiendo? / bueno es que usted va a ir
a la junta de adminis…- bueno es que Lalo dijo yo como quiera me voy.
El predicador sabe que está haciendo algo que después puede traer
resultados no deseados, pero comprende que en el acto ritualizado del
sermón tiene la licencia que el acto mismo le confiere.
Principio de influencia. En este principio, que tiene que ver con la
manera de imponerse al otro, el predicador tiene la necesidad de que se le
reconozca como una persona digna de ser escuchada, él busca construir
una imagen de sí mismo que atraiga a la feligresía:
Fragmento [IM/2/315-323] tengo un club de fans allá en Matamoros
/ todas son jovencitas / la más joven tiene sesentaicinco años, la más
eh… longeva tiene ciento tres y me ve, me escuchan / y me ven por
internet, por televisión y cada año me hacen una comida y lo curiosos
es que unas son católicas pero ya ahora ya se convirtieron y una de
ellas me dice: ‘Lalito mijito’ / ‘dígame’ le dije / ‘yo pensé que con esto
que estaba pasando te vi que, te vimos por internet por allá que mira
esto por acá que no nos ibas hablar y lo primero que hiciste es venir a
visitarnos’ ‘pos’ es que yo sigo siendo el mismo’ le dije / ‘pero el que
está renovando mi vida dice que tengo que ser más humilde’.
Fragmento [IM/2/393-396] ‘pastor Lalo quiero que vengas a predicar,
se van a graduar los doctores y la última materia se llama demonología
¿la quieres dar?’ / ‘sí, consígueme tres endemoniados’ le dije / allí en
Saltillo y los encerré a todos los doctores.
377
El predicador busca crear una imagen que contribuya para tener la
confianza de los destinatarios. Habla de ser una persona reconocida al
salir en los medios de comunicación, pero a pesar de ello mantiene un
carácter humilde. Habla de ser maestro de los doctores (doctorantes),
esto le otorga prestigio de autoridad y conocimiento. De esta manera,
el predicador no solamente está legitimado por el marco de un acto
ritualizado que la comunidad de discurso ha establecido, sino que
pretende afirmar una imagen personal ante los destinatarios que le hace
una persona digna de ser escuchada.
Principio de regulación. Tiene que ver con el cómo conmover a la
feligresía, el predicador se vale de estrategias discursivas que buscan
provocar la emoción. Este objetivo se lo plantea el predicador, y lo hace
en alguna manera para que los destinatarios, que comparten los saberes
de creencia, acepten lo “nuevo”, y sean conminados a realizarlo. De
esta manera se logra una adhesión pasional al alcanzar las pulsiones
emocionales del otro:
Fragmento [IM/2/442-453] quiero orar por aquellas personas que
creen que están experimentando un fracaso en su vida / y quiero
que tú te desprendas del asiento y vengas y quiero orar por aquellas
personas que quieren una casa propia / que diga: ‘yo estoy cansado de
rentar’, vamos muévete, quiero orar por aquellas personas que dicen:
‘a mí no me alcanza’ / quiero que te mantengas de pie, quiero que te
mantengas de pie para orar por ti / Dios padre, Dios hijo y Dios espíritu
santo se mueven en una deidad compuesta / yo quiero or…- orar por
aquella persona que está a punto de quebrar su negocio / quiero orar
por aquellas facturas que no te han pagado y quiero orar por la gente
que quiera tener éxito / que quiera triunfar en el ministerio, que quiera
triunfar en todo / ¿Arturo me ayudas? / levanta tus manos al cielo
/ escucha esto y levanta las manos al cielo (se comienza a cantar un
himno: Santo, Santo, Santo) diga conmigo: ‘yo tengo éxito’.
Este Fragmento es parte de la resolución del sermón. En él se
invita a la feligresía a responder al mensaje dado. El predicador se vale
de estrategias discursivas que involucran a los destinatarios a tomar
decisiones, a actuar. De esta manera se confirma que los destinatarios
han sido influenciados por el predicador.
378
Principio de pertinencia. Hace referencia a la manera en que el
predicador organiza la descripción del objeto discursivo, trata de la
manera en que el sujeto describe y narra los acontecimientos del mundo,
ofrece explicaciones sobre el cómo y el porqué de esos acontecimientos.
El predicador recurre a los modos de organización discursiva siguiendo
una cierta racionalidad narrativa y argumentativa: es un proceso
de racionalización. Se inscribe en la problemática del logos. En la
argumentación que el predicador plantea no se busca ni la verdad ni la
veracidad, sino la finalidad de influencia que se realiza mediante diversos
procesos en constante interacción:
Fragmento [IM/2:82-92] y esto tiene que ver con nuestra vida cristiana
porque esta palabra es para los hermanos, usted va a decir: ‘esta palabra
es para los hermanos que tienen empresas’ no y también para los que
no tienen y para los que la van a poner / es para los cristianos, es para
la Trinidad, es para los estudiantes / ‘venid a mí todos’ no hay una
excepción y Dios te está llamando al triunfo ¿cuántos triunfadores hay
aquí? sí tú eres un triunfador ponte de pie y dale un aplauso fuerte a Jesús
¡aleluya! / siéntate por favor // la palabra nos quiere llevar al punto que
tú puedas descubrir los secretos ¿cuáles secretos? los secretos, el éxito
para tu vida / yo te digo que sí tú recibes esta palabra hoy en este día,
en este momento, jamás y nunca serás la misma persona otra vez y
caminarás en éxito y triunfo por el resto de tu vida aquí en la tierra.
El predicador habla de la vida cristiana, una vida compartida por
todos los participantes (predicador y feligresía), por lo tanto, el éxito en
la vida es algo que tiene que ver con todos los asistentes. Explica que el
éxito está vinculado, no solamente con aquellos que ya tienen posesiones
materiales en abundancia, sino que es para todos. Aunque se da un proceso
de racionalización por medio de la argumentación, el predicador no tiene
mucho interés en buscar la verdad ni la veracidad, sino en cumplir su
objetivo de mover a la feligresía a que crean que son triunfadores.
CONCLUSIONES
En el estudio de las emociones, las diferentes ciencias particulares
suelen hacer dicotomías tales como, razón-emoción, causando una
separación tajante entre ellas, de manera que posteriormente se tienen
que hacer intentos para vincularles. El acercamiento al sujeto desde una
analítica existencial, nos ayuda a pasar de un trabajo lógico-epistemológico
379
a un análisis ontológico-existencial que contribuye para la vinculación
entre las diferentes partes de la estructura del ser del sujeto. De esta
manera, lo emocional, lo discursivo y la comprensión están vinculados
en su estructura ontológica.
El predicador, por su estructura unitaria y originaria de su ser
como Dasein que es, es un sujeto hermenéutico. Y por sus posibilidades
y maneras “de ser”, ontológicamente determinadas, pero a razón de
la caída, el discurso en el cual muestra su interpretación se genera en
ciertas condiciones de producción, circulación y recepción, articulándolo
sintáctica, semántica y pragmáticamente (Haidar, 2006); así también, lo
genera a través de un sistema semiológico de significación.
La emoción en el discurso religioso, que se caracteriza por tener a
la argumentación como macro-operación discursiva, y una retórica que
comparte con otros géneros discursivos, suele manifestar las emociones
a partir de un saber de creencia y no un saber de conocimiento. El
propósito principal de las emociones en el discurso religioso es afirmar
algunos contenidos de ese sistema de creencia en los feligreses y/o
aceptar y poner en práctica algunas otras cuestiones que se desprenden
de ese saber de creencias pero que, de alguna manera, son algo nuevo
respecto a la fe y práctica de la feligresía.
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los argumentos. México, D. F.,
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México.
Heidegger, M. (1997). Ser y tiempo.
Chile: Editorial Universitaria.
Los efectos emocionales requieren de tres condiciones: 1) un
dispositivo comunicativo, 2) un campo temático y 3) una estrategia
discursiva (Charaudeau, 2011). El dispositivo comunicativo del
sermón tiene la finalidad de persuadir, y busca captar la atención de los
destinatarios, lo cual es diferente al discurso científico cuya finalidad es
la demostración. Por lo anterior, en el sermón hemos podido observar
la presencia de efectos emocionales. Respecto al campo temático,
observamos que el objeto discursivo éxito en la vida, está rodeado de
una gama de emociones y plantea una organización de los imaginarios
sociodiscursivos, por lo cual se produjeron los efectos emocionales. Por
último, el predicador recurrió a estrategias discursivas que promovían la
emoción en su audiencia.
380
381
EMOTIVIDAD RACIONAL:
PROPUESTAS ANALÍTICAS DE
LA CONFIGURACIÓN AMOROSA
Cecilia Berenice Fajardo Villegas
Universidad Nacional Autónoma de México
Escuela Nacional de Antropología e Historia
cereces@gmail.com
Resumen: Variedad de estudios han definido el amor como una emoción, pero ¿a qué se
refiere esta categoría?, ¿qué importancia tienen las emociones? y ¿qué implicaciones tiene
entender el amor de pareja de esta forma? Lo emotivo ha sido a veces descalificado por
considerársele fuera de los terrenos de la razón; no obstante, el ser humano es incapaz
de crear en ausencia de la emotividad (Vigotsky, 1930). Abordamos las emociones como
procesos inseparables de la razón, que tienen lugar a distintos niveles de realidad (Nicolescu,
1996) e integran aspectos bio-psico-socio-histórico-culturales. El mundo del hombre
es un mundo emotivo/racional, las emociones son articulaciones transdimensionales.
Apelando al ‘bucle intellect-affect’ (Morín, 1999) que conforma al sujeto (Haidar, 2006),
proponemos el amor de pareja como una ‘configuración relacional sentipensante’ cuya
cualidad fundamental es el acto relacional (Fajardo, 2015) o de comunión con el otro.
Palabras clave: emociones, configuración relacional, complejidad/transdisciplina, amor.
Abstract: Variety of studies have defined love as an emotion but, What does this category
refer to? How important are emotions? and What are the implications of understanding
couple’s love in this way? The emotional has sometimes been disqualified because it is
considered outside the grounds of reason; nevertheless, the human being is incapable
of creating in the absence of emotionality (Vygotsky, 1930). We approach emotions as
inseparable processes of reason, which take place at different levels of reality (Nicolescu,
1996) and integrate bio-psycho-socio-historical-cultural aspects. The world of man is
an emotional-rational world, emotions are trans-dimensional articulations. Appealing
to the ‘intellect-affect loop’ (Morín, 1999) that shapes the subject (Haidar, 2006), we
propose the love of a couple as a ‘relational sentient/thinking configuration’ whose
fundamental quality is the relational act (Fajardo, 2015) or communion with the other.
Keywords: emotions, relational configuration, complexity / transdisciplinarity, love.
383
INTRODUCCIÓN
“…Una vida racional es pura locura… que se ocuparía
solamente de economizar su tiempo, no salir cuando
llueve, querer vivir el mayor tiempo posible, o sea, no
cometer …excesos amorosos. Llevar la razón hasta el
límite desemboca en el delirio”
Edgar Morin (2001)
Lo emotivo nos acompaña en todos los ámbitos de nuestra vida,
aún en aquellos contextos que nos exigen ser ‘racionales’; en efecto,
incluso tratando de desenvolvernos en esta dimensión no conseguimos
deshacernos de lo emocional. Los estudios e investigaciones sobre las
emociones se encuentran en varios campos disciplinarios, como la
Filosofía, la Psicología y las Neurociencias, entre otras. Sin embargo,
en el caso de la Antropología, por ejemplo, durante mucho tiempo han
sido dejadas al margen, como una mención implícita. Dos teorías clásicas
continúan permeando las propuestas contemporáneas acerca de la
emoción: la más antigua de ellas elaborada por Aristóteles, ve en ésta
una forma particular de concebir una situación; la otra, formulada por
William James, define la emoción como una reacción fisiológica (1884;
en Stewart, 1985). Varios son los planteamientos que han tratado de
dilucidar la emoción, por ejemplo, Calhoun y Solomon (1989) realizan
una importante revisión en la que distinguen los principales estudios de
acuerdo al componente que enfatizan: Sensitivo, Fisiológico, Conductual,
Evaluativo y Cognoscitivo1. Todos éstos pueden a su vez, posicionarse en
función de la presencia o ausencia de racionalidad.
Durante mucho tiempo y como resultado de lo que se ha definido
como pensamiento científico, hemos privilegiado una perspectiva que,
enraizada en la evidencia física, ha opuesto lo racional a lo emotivo. De
modo que, en primera instancia, lo emocional ha sido relegado como
objeto digno de estudio, y más tarde justificado a través de su dimensión
biológica.
Dicho lo anterior, sin intención alguna de desacreditar los aportes
disciplinarios hasta ahora desarrollados, proponemos que el estudio
de las emociones requiere ir más allá de una oposición mente/cuerpo,
ya que sugiere continuidades de la complejidad humana tales como la
de “individuo/sociedad/especie”, y “cerebro/mente/cultura” (Morin,
1999).
Reivindicando nuestra condición humana, realizamos una reflexión
fundamentada en la epistemología de la complejidad (Morín, 1997) y la
transdisciplina (Nicolescu, 1996), que recupera una discusión clásica
y aún vigente sobre el análisis de las emociones, sin tomar posiciones
dicotómicas y excluyentes. El aporte más significativo de esta reflexión
se proyecta en dos aspectos: el primero de ellos en documentar la
existencia de esbozos teóricos acerca de la dimensión emocional más
allá del reduccionismo; el segundo, en comprende el enunciar, en un
espacio epistemológico pertinente, el desarrollo de una propuesta que
reivindica el carácter simultáneo de la emoción y la razón a través de una
práctica cotidiana como es la de la relación amorosa. Esta propuesta, si
bien se origina desde las ciencias sociales, se encuentra ante el reto de
desplegarse a través de las fronteras de todas las disciplinas involucradas
en el análisis del objeto de estudio: el amor.
Conceptos como ‘forma afectiva’, de Fernández-Christlieb (1999,
2007), ‘configuración emotiva’, de Miriam Jimeno (2004) y ‘universos
emocionales’, de Edith Calderón (2012, 2014), representan avances
contemporáneos que dejan ver esfuerzos tácitos en favor de la integración
del conocimiento disciplinar en lugar de la especialización. Puesto que
cada vez es más evidente la necesidad de abordar las problemáticas
que involucran esta dimensión considerando la complejidad de
sus condiciones. En este sentido, y por medio del presente trabajo,
reconocemos que el mundo del ser humano está condicionado por la
recursividad de una ‘lógica emotivo-racional’. El amor como proceso biopsico-socio-histórico-cultural construido en esta lógica ‘intelect-affect’
(Morin,1999) –planteada por Morin como dimensión integral del sujeto–
es una forma afectiva que hace posible el establecimiento de vínculos
entre alteridades.
1
Ver Calhoun, C. y Solomon, R. (Comps.) (1989) ¿Qué es una emoción? Lecturas clásicas de psicología
filosófica (Traducción de Mariluz Caso). México: Fondo de Cultura Económica.
384
385
Para seguir estas reflexiones, hemos organizado la exposición en
cuatro apartados: I) Emotividad racional, II) Emocionar creativo, III) La
lógica emotivo/racional y IV) La configuración relacional sentipensante.
En el primero, exponemos la escena teórica que ha sentado las bases
de la emoción como concepto, abordando la vigencia respecto de ciertos
planteamientos que descalifican a las emociones. Además, cuestionamos
la oposición fundamental razón/emoción que ha sido reproducida por
los estudios al respecto, y la pertinencia de una especialización nominal.
En el siguiente rubro, retomamos los planteamientos de Vigotsky
(1930) y Fernández- Chistlieb (2007) para argumentar que más allá
de la diversidad semántica de los términos, la dimensión emocional
es constitutiva del acto creativo, lo que en este sentido incluye el
propio acto de conocimiento. En el tercero, revisamos perspectivas
que creemos comienzan a integrar lo emotivo/racional a través de
categorías analíticas –como ‘forma afectiva’, ‘configuración emotiva’
y ‘universos emocionales’– que resultan particularmente provocativas
para las posiciones reduccionistas. Finalmente, en el último apartado
recuperamos el fenómeno amoroso a través de un modelo teórico
construido en nuestras investigaciones, para proponer la lógica recursiva
emotivo/racional como la posibilidad de abordar un proceso complejo.
De modo que el amor, entendido como una creación desde esta lógica,
nos permita argumentar en favor del significativo lugar que ocupa la
dimensión emotiva en el proceso de conocimiento y derribar el muro
que la invisibiliza.
EMOTIVIDAD RACIONAL
Retomamos un planteamiento clásico que define la emoción en
términos de las sensaciones corporales desencadenadas por la percepción
de un hecho (James, 1884). Entendiendo que este autor precisa la
percepción como una operación cognitiva, dicha postura reduce la
dimensión emotiva a lo innato e involuntario manifestado en secuencias
nerviosas, oponiéndose a la tradición aristotélica que define las emociones
como una forma de inteligencia (Calhoun y Solomon, 1989). No obstante,
esta distinción estricta entre la cognición y la emoción sienta las bases
386
de desarrollos posteriores que proponen la existencia de otro nivel de
análisis donde se incorpora la conciencia.
Así, las emociones secundarias se referirán al proceso en el que se
‘siente’ la reacción emocional, conectando objetos y situaciones, lo que
comprendería redes de actividad neuronal (Damasio, 1997). Advertimos
la aparición de la categoría sentimiento para nombrar la emoción
consciente. Y en este momento habría que reflexionar sobre la pertinencia
de la separación de este proceso y la diferenciación de tales conceptos.
Pongamos para ello ejemplos cotidianos: ¿qué sucede cuando vamos
a un lugar que nos recuerda a alguien especial?, ¿o cuando perdemos a un
ser querido? Incluso ¿qué pasa cuando hacemos ‘trabajo de campo’? No
creo equivocarme al afirmar que seguramente no podríamos describir
lo que sentimos sólo enumerando respuestas corporales aisladas, y al
mismo tiempo no somos capaces de negar que en estas situaciones hay
una condición particular de ser-estar en el mundo.
Aunque una tendencia de las neurociencias, que surge a partir del caso
conocido como Phineas Gage2, presenta las emociones como componente
no sólo del cerebro sino del organismo humano en su totalidad como
estructura funcional, imperan al menos dos ideas reduccionistas que a
continuación identificamos. La primera de ellas es tratar las emociones
como algo irracional. Tomemos para ejemplificar algunas reflexiones que
Jimeno (2004) hace en Crimen Pasional. Contribución a una Antropología
de las Emociones.
En la obra se analizan una serie de casos de homicidio denominado
pasional3, porque según los actores intelectuales, personajes a su alrededor
y/o analistas, los asesinatos son cometidos cuando el perpetrador es
presa de sus emociones. Es digno de observar, de acuerdo a la revisión
contextual y en materia jurídica realizada por la autora, que hasta bien
entrada la mitad del siglo XX, en Colombia y Brasil, los feminicidios a
2
Caso de estudio neurológico en el que las capas corticales prefrontales del cerebro (estructuras en las que,
de acuerdo a los descubrimientos, se localizaba el razonamiento) resultan dañadas, y el paciente presenta alteraciones
emocionales. Ver Ciompi, L. (2004).
3
De acuerdo a la autora: “Crimen pasional designa en efecto un tipo de acción violenta en el lenguaje cotidiano, aunque no siempre las personas afectadas se sientan a gusto con aquélla, tal vez por sus connotaciones públicas
o sensacionalistas” (Jimeno, 2004:94). Los homicidios revisados en esta obra, tuvieron lugar en Colombia y Brasil.
387
manos del marido eran justificados por los llamados códigos sociales de
honor, en los que se admitía no penalizar el crimen de quién buscaba
mantener limpio su honor, y estaba implícita su aplicación para el hombre
insultado por el comportamiento deshonroso de su mujer (Jimeno, 2004:
97). Entiéndase de esta forma que las motivaciones para perpetuar el
crimen pasional se consideran de índole emocional y, por ello, el acto es
atenuado.
La etnografía que forma parte del estudio parece documentar la
idea de que el ser humano es capaz de cometer este tipo de acto cuando
es dominado por las emociones, ya que éstas no dan cabida a la razón. No
obstante, los detalles del análisis que realiza la autora revelan una evidente
contradicción entre la sucesión del acto como algo premeditado, y como
producto intempestivo de la emoción intensa; contradicción que atraviesa
el sentido del crimen pasional (2004: 95). Posteriormente retomaremos
la tesis anterior y ahondaremos en ella para argumentar acerca de la
lógica emotivo-racional. Por lo pronto, nos interesa hacer hincapié en
que en los eventos descritos, donde los varones son los que asesinan a sus
parejas de género femenino, Jimeno identifica tres esquemas recurrentes
en los sujetos a través de los que operan percepciones y acciones: “la
violencia ‘estalla’; es un acto de locura; y es un acto por exceso de amor”
(Jimeno, 2004: 95). Las narrativas del homicida revelan una ambivalencia
que coloca en la dimensión emocional la violencia, la locura y el amor. Al
mismo tiempo, lo que ha sido valorado al menos en Occidente como algo
negativo, indica la manifestación de aquello por antonomasia positivo.
El otro planteamiento que persiste respecto a las emociones es
la reducción a su manifestación corporal, al extremo de que entre los
avances de las neurociencias hay perspectivas que se jactan de explicar
el amor únicamente como la liberación constante de oxitocina4 –también
conocida como hormona del apego–. Aunado a lo anterior, se agrega la
confusión del uso teórico de los términos emoción/sentimiento/afecto.
Estas clasificaciones, sin duda tienen algo en común, nos dice FernándezChristlieb (1999), y es que son palabras que carecen de correspondencia
con un objeto específico; en este sentido, en cada una de ellas evocamos
4
Apuntes del curso “Bases biológicas de la Conducta sexual”, impartido por el Dr. Eduardo Calixto en 2013,
en la Facultad de Psicología, UNAM.
388
“lo que se siente”. Ya sea entonces, un dolor de estómago, amor, o
incertidumbre.
Vygotsky planteaba que la emoción es la unidad de procesos
internos y externos formados en la historia del sujeto mediante
influencias sociales del desarrollo, teniendo un lugar equivalente al de la
cognición en la constitución de la psique (en Cabrera, Arzate, Gonzáles
& Mendoza, 2011). No obstante, establecer estrictas fronteras entre lo
fisiológico y lo psicológico sería asumir una separación, que sólo tiene
cabida en la ‘racionalización’ o ‘producción cientificista’ del investigador
–entendiendo con esto lo planteado por Morin (1999) y FernándezChristlieb (1999) respectivamente–.
Sentir implica una fusión objeto/sujeto/ambiente –nos referiremos
en adelante a esta condición indistintamente a través de los términos
‘sentimiento’ o ‘emoción’, para ilustrarla con fines analíticos–. Mención
que en el ámbito académico resulta claramente molesta para una visión
del ‘conocimiento científico’ que produce explicaciones lineales,
fragmentando realidades.
Se entiende entonces que los sentimientos no son inmateriales,
tampoco sólo estructuras físicas o moléculas bio-químicas que se
encuentran e interactúan siempre dentro del cuerpo; ni únicamente
respuestas a los estímulos ambientales; son todo eso, y además
configuraciones culturales. Por lo tanto, no hay circunstancia alguna en
la que puedan excluirse de la racionalidad humana.
De acuerdo con Fernández-Christlieb (2007), los sentimientos
son pensamientos que van dentro de la misma acción cotidiana, en
comparación con aquellos que al separarse de ésta establecen un andar
lineal. Hasta ahora los estudios dejan ver pensamientos lineales como
los de la biología, la física y la química. Entonces, podemos preguntarnos
¿dónde están los pensamientos que dan cuenta de la complejidad humana?
Pese al protagonismo de los pensamientos lineales clásicos, los avances en
neurociencias reconocen que la base neurofisiológica no es suficiente, se
requiere de la intervención socio-cultural para devenir en lo que se conoce
como ‘persona’ (Damasio, 1997) –categoría que aquí remplazamos para
retomar, con sus respectivas implicaciones, la de ‘sujeto’ propuesta por
389
Haidar (2006)–. De lo anterior se desprende y se asume que somos seres
transdimensionales, y que la racionalidad humana no está encerrada en
nuestros cuerpos.
Retomamos la afirmación de simultaneidad entre sentimiento,
pensamiento y comportamiento que, de acuerdo a Ciompi (1997),
origina ‘unidades funcionales’ en la memoria, mismas que se actualizan
conforme a la experiencia, constituyendo una suerte de programas
que construyen el aparato psíquico. Siguiendo dicho planteamiento,
sugerimos además que esta organización puede aplicarse para el resto
de los llamados procesos cognitivos (percepción, atención, aprendizaje).
Entonces, podemos señalar con seguridad que en cualquier actividad
humana, por más elemental que sea, se echa a andar un proceso que
integra las emociones y la razón.
EMOCIONAR CREATIVO
Vygotsky (1930) plantea, en su ensayo sobre la imaginación, que
sentimiento y pensamiento mueven la creación humana. Define la tarea
creadora como “toda actividad humana generadora de algo nuevo, ya se
trate de reflejos de algún objeto del mundo exterior, ya de determinadas
construcciones del cerebro o del sentimiento…” (Vygotsky 1930 en 2001:
17). De manera que no es posible generar conocimiento exento de la
condición emocional.
En la propuesta del autor, encontramos la recursividad del proceso
‘intellect-affect’ (Morin, 1999), cuando apunta que toda emoción tiende
a manifestarse en impresiones, ideas e imágenes, al mismo tiempo que
éstas dotan de un lenguaje particular a los sentimientos –nótese que
Vygotsky usa como sinónimos los términos emoción y sentimiento.
En otras palabras, tomamos elementos que combinamos para dar
cabida a nuestro estado de ánimo, de modo que las impresiones, ideas
e imágenes ya no responderán al primer ‘nivel de realidad’ (Nicolescu,
1996), sino que se hallarán en otro nivel construido por nosotros;
además, van a alimentar nuestra complejidad emocional y, por lo tanto,
a la lógica con la que se crearán nuevas combinaciones. Detengámonos a
reflexionar sobre lo que hemos llamado el primer nivel de realidad que
390
está hecho de combinaciones, compartidas y reafirmadas por los otros a
nuestro alrededor, hasta establecerse como realidad indiscutible.
Más allá de los términos con los que nombramos, hay una dimensión
emocional que atraviesa al sujeto, presente en cada paso de su vida, en las
relaciones que establece con otros sujetos y desde luego en sus creaciones
cotidianas, artísticas y científicas. Toda creación del hombre está
impregnada por los sentimientos, que remiten también a la forma en que
el mundo se construye: en vez de tratar de extraerlos del conocimiento
científico podríamos mirar abiertamente desde ellos.
De acuerdo a la perspectiva epistemológica que estamos asumiendo,
no nos interesa marcar las fronteras que definen emoción, sentimiento,
afecto –por mencionar sólo algunos de los términos que conforman el
campo semántico–, sino reconocer el carácter procesual y latente de la
dimensión emocional. Con esta apertura hacia ‘la dimensión emocional’
no queremos decir que estemos luchando contra la sistematización del
conocimiento, más bien buscamos cuestionar cierta convención que nos
ha llevado por los caminos de la exclusión, quizá hasta hacernos ignorar
que los seres humanos como creadores, no somos máquinas programadas
con operaciones limitadas a intereses económicos.
La ciencia, por ejemplo, puede tener exclusividad en cierto tipo de
conocimiento, y justamente por ese motivo ha de promover el bienestar
de la humanidad, no en el sentido antropocéntrico, sino propiamente en el
de aprovechar la continuidad entre la emoción y la razón para enriquecer
la calidad de convivencia con sus semejantes.
LA LÓGICA EMOTIVO/RACIONAL
Existen propuestas teóricas que han transgredido los límites
impuestos por el paradigma hegemónico de la escisión razón/emoción;
recuperamos en este apartado tres planteamientos porque, aunque surgen
desde la Psicología y la Antropología, consideramos que su capacidad
heurística va más allá de las propias disciplinas. A su vez, estas reflexiones
contribuyen al reconocimiento de lo simultáneo, contradictorio y
ambivalente, dando cuenta de la lógica emotivo/racional, que se expresa
en nuestra propuesta de la categoría ‘configuración sentipensante’.
391
Fernández-Christlieb presenta los sentimientos como ‘formas’
y en este sentido plantea que son ‘extensas’, es decir aprehensibles en
su completud; ‘simultáneas’ pues sus detalles son la forma misma en
virtud de la presencia y relación de todos ellos; y ‘confusas’, ya que los
detalles están presentes en toda la magnitud de la forma sin que se pueda
determinar dónde (1994: 95). Las formas pertenecen a la razón, pero no
a la connotación cientificista de la racionalidad, con la que el autor se
refiere al lenguaje lineal, sucesivo y distinto que ha impuesto el paradigma
hegemónico de la ciencia (Fernández-Christlieb, 1994).
Los sentimientos entonces suceden en una lógica de multiplicidad
(1994: 95) que diluye la frontera entre sujeto y objeto, interior y exterior
(Fernández-Christlieb, 1999)
Para pensar su vida, la gente no usa pensamientos que estén fuera de
su actividad y, por lo tanto, lo que sucede es que la cultura piensa con
sus sentimientos. Ello sólo significa que no hay una estricta diferencia
entre sentimientos y pensamientos: los sentimientos son una forma
de pensamiento, y pensar es algo que también se siente (FernándezChristlieb, 2007: 73).
Esta formulación nos deja ver que en la vida cotidiana no existe
separación alguna entre la razón y la dimensión emocional. Los
sentimientos son pensamientos dinámicos y desde luego no lineales.
La segunda propuesta que retomamos es el desarrollo de la categoría
‘configuración emocional’, de Myriam Jimeno (2004), misma que se
origina en un estudio en el que a partir de diversas narrativas se describen
homicidios cometidos por las parejas de las víctimas. Las descripciones
dan cuenta de una aparente oposición entre las emociones y la razón;
donde las primeras son detonantes y, algunas veces, atenuantes del
castigo para el asesino, porque se consideran estados alterados en los que
el sujeto pierde la consciencia de sus actos. Para ilustrar el planteamiento,
recuperamos la que creemos es la tesis principal de la autora: hay una
contradicción fundamental entre los discursos, que permite formular la
complejidad del acto violento en términos de un proceso. Para Jimeno,
los relatos que reconstruyen el ‘crimen pasional’ manifiestan “un
encadenamiento progresivo del conflicto ante el que la pareja, cada uno
de ellos, respondió de forma ambivalente” (2004: 95). Las emociones
392
están presentes antes, durante y después del acto violento que en este
caso sirve de referente; lo cual no quiere decir que los pensamientos
se hayan esfumado. La ‘configuración emocional’ es “un conjunto
cognitivo-emotivo en el que interactúan pensamientos y sentimientos
(…) socialmente compartidos y culturalmente construidos” que opera
como una macro unidad (Jimeno, 2004: 48).
La perspectiva anterior se materializa a través de acontecimientos
transgresores del orden. Sin embargo, el análisis de Jimeno permite
reconocer narrativas centrales que la autora define como “ejes de sentido
(...) que condensan la emoción y la razón” (2004: 104). Presenta las
configuraciones emotivas como unidades latentes que enmarcan las
acciones de los sujetos, y con ello fundamenta la presencia de la lógica
emotivo/racional en el acontecer cotidiano, dejando de lado la separación
entre lo individual y lo social.
En la última propuesta que revisamos, Calderón (2012, 2014) realiza un
recorrido teórico que concluye en la formulación analítica de la ‘dimensión
afectiva’ –o lo que ha sido expuesto, a lo largo del presente escrito, como
dimensión emocional–, fundamentada en la interrelación individuo
y sociedad, y planteada en tres niveles: intrasubjetivo, intersubjetivo y
transubjetivo. Si revisamos los pormenores de las investigaciones citadas
por Calderón (2012), nos damos cuenta que existe disonancia acerca del
aspecto ‘racional’ en los diferentes enfoques dentro de las disciplinas,
esto demuestra los intentos por fragmentar un proceso que sucede en
continuidad. De acuerdo a la autora, el nivel intrasubjetivo se refiere a
la estructura física y ha sido abordado por la biología y la fisiología; lo
intersubjetivo se ha colocado como competencia de la psicología en su
vertiente conductual, y en cierta medida de la antropología –enfoque de
cultura y personalidad–; mientras que lo transubjetivo queda anunciado
como tarea de las ciencias sociales en general (Calderon, 2012).
La ‘dimensión afectiva’ tiene a su vez un dominio estructural y uno
funcional, el primero alude a su presencia universal a través de la cultura,
mientras el segundo se refiere a las particularidades según las diversas
culturas (Calderón, 2014: 23). Y esta dimensión está constituida por lo que
Calderón (2014) denomina ‘universos emocionales’, es decir, conjuntos
393
de símbolos que comúnmente son nombrados como emociones, pasiones,
sentimientos, afectos, etc.
Este planteamiento que transita de la naturaleza a la cultura, acentúa
la necesidad de atravesar las dicotomías y los límites disciplinarios para
analizar una dimensión constitutiva que ha permanecido implícita en la
construcción del conocimiento. A su vez, los niveles y dominios a los
que la autora recurre para abordar la dimensión observada evidencian
una contradicción entre lo que se ha situado clásicamente como cualidad
racional –lo fisiológico– y lo propiamente emocional –lo psicológico–.
Por tanto, creemos que el nivel transubjetivo es pertinente, pero puede
desarrollarse y adquirir profundidad sólo si comienza por asumir un
continuum emotivo-racional.
Enseguida, presentamos un resumen de las premisas que hemos
recuperado a lo largo de la exposición, mismas que tomaremos como
punto de partida para concebir la lógica emotivo/racional como un
aporte analítico:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
Emoción, sentimiento y afecto son términos que dan cuenta de una
misma dimensión.
La dimensión emocional es al mismo tiempo social, cultural,
psicológica, fisiológica y química.
Las emociones son ambivalentes (tienen valores positivos y
negativos al mismo tiempo, dependiendo del contexto).
Las emociones son contradictorias.
Sentimientos y pensamientos suceden en un proceso simultáneo.
Cualquier acto creativo, incluyendo el conocimiento científico, sólo
es posible en la simultaneidad de este proceso emotivo/racional.
Las emociones y la razón son ‘formas’: extensas, simultáneas y
confusas.
Emoción y razón configuran una unidad compleja que atraviesa al
sujeto en los ámbitos social, biológico, cultural y psicológico.
A continuación, ahondaremos en ciertos conceptos que se desprenden
de los planteamientos presentados en este apartado, para proponer la
categoría de ‘configuración sentipensante’ como instrumento teóricometodológico que condensa la lógica emotivo/racional.
394
La ‘forma afectiva’ (Fernández-Christlieb, 1999) enfatiza la realidad
psíquica en la indistinción entre sujeto y objeto, es decir, incorpora la
vida mental desde el supuesto que rompe con la separación interior/
exterior. Es una realidad no sólo visual, sino también auditiva, táctil,
gustativa, kinestésica y olfativa; una entidad unitaria, homogénea,
indistinta (Fernández-Christlieb, 1999: 85) que aun siendo psíquica no
separa la mente del cuerpo. Por lo tanto, no tiene pertinencia alguna
tratar de describirla únicamente en sus formas fisiológicas y/o racionales
–cuando éstas se ven como sinónimos.
Para extender el potencial teórico y analítico de esta categoría
acudimos a la tendencia latinoamericana de la antropología de las
emociones. La propuesta de Jimeno (2004) recupera en la configuración
emotiva las cualidades espaciales de la forma (Fernández-Christlieb, 1994:
96-99), de modo que son equiparables al integrar en unidad homogénea
lo emotivo/racional. Sin embargo, esta homologación se realiza con
reservas al tomar en cuenta que, siguiendo a Jimeno (2004), las unidades
o esquemas cognitivo-emotivos parecen determinar a los sujetos, es decir,
carecen del movimiento de la forma. Además, de acuerdo al planteamiento
de esta autora, la materialización de la configuración emotiva se limitaría a
narrativas verbales condensadoras (Jimeno, 2004: 104).
Por otro lado, Calderón (2012, 2014) introduce el concepto de
universos emocionales para dar cuenta de una conformación simbólica.
Aunque la propuesta de Calderón (2012, 2014) tiene un alcance mayor,
nos parece necesario retomar el bucle individuo/sociedad (Morin, 1999)
e incorporar el nivel simbólico, y enunciar con ello otro nivel de realidad
(Nicolescu, 1996) para lograr explicaciones más amplias; además,
consideramos que la capacidad heurística y la profundidad analítica
se incrementan al formular una categoría que incorpore la práctica
semiótico-discursiva (Haidar, 2006).
Por lo tanto, proponemos la configuración sentipensante para dar
cuenta de la unidad emotivo/racional constitutiva del sujeto, en su carácter
de acontecimiento (Foucault, 1992 [1970]), y de práctica que de acuerdo
con Haidar (2006):
395
1. Está antes, durante o después de cualquier práctica socio-culturalhistórico-política.
2. Produce, reproduce y transforma la vida social en todas sus
dimensiones.
3. Tiene una función performativa, porque puede producir diferentes
tipos de prácticas socio-histórico-cultural-políticas.
4. Es en sí misma una práctica socio-histórico-cultural política.
5. Produce y reproduce, de diversas maneras, las distintas materialidades
que la constituyen.
6. Puede también generar procesos de resistencia y de lucha contra la
dominación y la explotación.
LA
CONFIGURACIÓN
SENTIPENSANTE
RELACIONAL
“El amor es de una manera «uno», como un tapiz que
está tejido con hilos extremadamente diversos y de
orígenes diferentes”
Edgar Morin (2001)
¿Qué implicaciones tiene entender el amor de pareja desde la lógica
emotivo-racional? Una tesis se desprende de las reflexiones anteriores,
aunque en los objetivos de este trabajo apenas podemos enunciarla:
ésta sostiene que el ser humano vive en el curso de un ‘continuum
emotivo-racional’ que se materializa en la acción a través del lenguaje
(Jimeno, 2004); y más allá de las dicotomías excluyentes, de las cegueras
paradigmáticas (Morin, 1999) y de las producciones de no-existencia
(De Souza, 2011). La invitación a la reflexión teórica de este proceso
es posible partiendo de la premisa de que la realidad es una dimensión
trans-subjetiva que tiene lugar a distintos niveles (Nicolescu, 1996), pues
integra la incertidumbre e incompletud del conocimiento (Morin, 1997)
dejando de lado las ambiciones reduccionistas de la especialización.
Observar el amor desde esta mirada alternativa implica tomar
distancia de algunos planteamientos que pretenden explicarlo, y con
ello lo encierran en un determinismo disciplinar. Estudiarlo, requiere
evidenciar el peligro latente de atomización que puede generar el ambiente
etnocéntrico del investigador. En Occidente, el amor es un lugar común,
pero el hecho es que su ámbito de investigación está polarizado. Una
396
vez más, la separación emerge, como en la condición propia del sujeto,
que deviene de la oposición histórica entre la naturaleza y la cultura.
La versión idealista del amor lo eleva esperanzadoramente como una
capacidad humana que presenta la solución al individualismo; la otra,
lo concibe como avasalladora condena, alejándolo de la razón (Esteban,
2008).
Sin embargo, el amor sucede entretejido en la diversidad (Morin,
2001). A continuación, vamos a intentar presentar al lector una
propuesta teórico-metodológica que esboza el tránsito de un abordaje
interdisciplinario hacia uno transdisciplinario, que encuentra la ruta de
acceso al análisis de la ‘lógica emotivo/racional’.
La forma relacional amorosa (Fajardo, 2015) integra:
a) El enamoramiento, que es la forma esencial de enlace porque es
indispensable para la transición entre las formas. Al enamorarnos,
nuestra percepción del tiempo, del cuerpo y del ‘otro’, se transforma, y
esa transformación es una actualización constante (Fajardo, 2015: 3637) que ayuda a mantener la ‘forma relacional amorosa’. Aunque por sí
solo no es garantía de origen de la forma relacional, implica la presencia
de confianza; y es, de acuerdo a Alberoni (1994a: 70-80), ‘una ventana
sobre el ser’ que indica certidumbre cotidiana, y potenciación de
nuestras capacidades.
b) La sexualidad entendida como función biológica de preservación de
la especie que incluye el coito como mecanismo reproductivo.
c) El erotismo concebido como el acto metafórico que tiene por objetivo
el placer (Paz, 1993); y nace de la capacidad humana de sentir, y hacer
sentir placer al ‘otro’ (Fajardo, 2015).
d) El amor romántico entendido como atracción sublime y
personalización del espacio (Giddens, 2008) que enfatiza el carácter
místico de la atracción, sin ceder terreno sólo al instinto sexual (Fajardo,
2015).
e) El amor pasional definido por la urgencia del deseo sexual, y la
ruptura con la rutina de la vida cotidiana, incluyendo la normatividad
social (Giddens, 2008).
f) Amistad que es afinidad electiva y evidencia de confianza mutua
(Alberoni, 1994b).
La organización teórica anterior propone la categoría de forma
relacional a partir de ciertos planteamientos de la sociología, la psicología,
397
la filosofía y la literatura en un ejercicio que presenta el acto de relación
con la alteridad amorosa, a la que denominamos ‘pareja’ (Ver Figura 1).
enmarañamiento; buenos y malos, sabios y necios, bellos y feos, se le
aparecen realmente como un Tú, es decir, con existencia autónoma.
Entonces, la ‘configuración relacional sentipensante’ implica amplitud
y diversidad porque no es inmanente, se expande a través de los límites
impuestos por Occidente e incorpora distintas miradas. Es una realidad
susceptible de traducción intercultural que no se agota en totalidad o
parcialidad (De Sousa, 2011). Evoca una yuxtaposición cosmológica,
es decir, la inmanencia del sujeto al cuerpo y al cosmos (Viveiros De
Castro, 2009; Reinoso, 2011) y evidencia la complementariedad de pares
ambivalentes (Galinier, 1990; Morin, 2001).
Figura 1. Forma relacional amorosa. Imagen modificada basada en
Fajardo (2015).
“Es el dominio de las conductas relacionales en que el otro, surge
como legítimo otro en convivencia con uno” (Maturana, 1996: 29). Este
tipo de configuración surge entre sujetos complejos que se reconocen
en la recursividad como colectivos/individuales, pasivos/activos,
socio-cultural-histórico-políticos/psicológicos, sujetados/autónomos,
contradictorios/coherentes, e inconscientes/conscientes (Haidar, 2006).
Produciendo así, ciertas acciones relacionales “ritualmente organizadas”
(Le Breton, 2013).
Modelo teórico que desarrolla la categoría analítica de forma
relacional, abordando lo amoroso como un acto de comunión con la
alteridad. Las flechas representan la condición del enamoramiento como
mecanismo de enlace entre las formas amorosas (las líneas punteadas
indican un carácter inestable, y las sólidas uno más estable).
La ‘configuración relacional sentipensante’ se caracteriza porque
“simultáneamente, procede de la palabra y precede a la palabra (…) es la
unión en la separación, la separación en la unión” (Morin 2001: 17-19).
Incorporando el desarrollo de la categoría ‘configuración
sentipensante’, proponemos que este acto se realiza en la condición de
un proceso emotivo/racional dinámico, ambivalente y contradictorio
porque sucede en la cualidad de sus formas. Existen varias rutas para
construir dicha configuración, que pueden incluir algunas de las formas
descritas en el modelo de la ‘forma relacional amorosa’, u otras distintas.
No obstante, esta ‘configuración sentipensante’ es unión, reciprocidad,
reconocimiento, y creatividad que nace de la diferencia (Fajardo, 2015),
es decir, condición ‘relacional’. A quién habita en ésta, de acuerdo a
Buber (1998: 15-16), los seres humanos se le aparecen fuera de su
El lugar de las emociones en la vida cotidiana puede parecer un hecho
que sucede en armonía. No obstante, a diario se originan problemáticas de
violencia como la discriminación, el hostigamiento, el abuso sexual, los
secuestros y los homicidios, entre muchas otras; lo anterior puede estar
evidenciando la lucha constante por conciliar las emociones en el forzado
curso de la existencia escindida. Aunque la simultaneidad emotivo/
racional esté presente en cada acción o práctica de los seres humanos, no
es reconocida ni asumida en casi ningún ámbito del acontecer humano.
398
A MANERA DE CONCLUSIÓN
Las emociones inciden en la práctica misma del conocimiento. Un
continuum permea las producciones científicas, aunque a toda costa se
399
intente separar lo racional de lo emotivo. Sin embargo, la emergencia
de ciertos enfoques como el de la complejidad y la transdisciplina han
abierto el sendero de la legitimación de nuestra humana condición, y nos
invitan a colaborar con ello, realizando investigaciones que asuman la
recursividad.
El ejercicio de observar la ‘lógica emotivo/racional’ ofrece la
oportunidad de reconocer a los sujetos en su complejidad, y realizar una
propuesta desde la transdisciplina. Así, la categoría de ‘configuración
sentipensante’ permite hasta este momento dar cuenta, desde la
Psicología, la Antropología, el Análisis del discurso, la Sociología y la
Filosofía, de una dimensión constitutiva del sujeto.
Los contextos contemporáneos originan distintas ‘configuraciones
sentipensantes’ que producen y reproducen ciertas acciones. Una de
ellas es la configuración que da lugar al amor, como condición relacional.
El planteamiento de la ´configuración relacional sentipensante’ genera
un instrumento teórico-metodológico que posibilita la observación y
análisis del amor de pareja en su complejidad.
Dado el poder de ciertos posicionamientos que permean la
investigación, consideramos significativo señalar que nuestra propuesta
teórica de la ‘configuración relacional sentipensante’ no está restringida
a sujetos con alguna preferencia sexual particular.
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402
DISCURSO NORMALISTA:
CONTINUUM EMOCIÓN
COGNICIÓN EN LA FORMACIÓN
DE DOCENTES DE SECUNDARIA
Lariza Elvira Aguilera Ramírez
Escuela Normal Superior
“Profr. Moisés Sáenz Garza”
lariaguilera_ens@yahoo.com.mx
Ernesto De Los Santos Domínguez
Escuela Normal Superior
“Profr. Moisés Sáenz Garza”
sadenm5@yahoo.com.mx
Resumen: En el este artículo presentamos una investigación en progreso en la Escuela Normal
Superior “Profr. Moisés Sáenz Garza”. El objetivo principal es explicar el funcionamiento de las
emociones en las concepciones que elaboran alumnos y profesores normalistas acerca de ser
profesor. El corpus de análisis integra el discurso de alumnos de licenciatura, maestría y profesores
de la institución. Los instrumentos fueron un cuestionario de preguntas abiertas y entrevistas en
profundidad a estudiantes y semiestructurada a docentes. Nos apoyamos en los aportes de Haidar
(2006) acerca del continuum cognición-emoción, así como en Sartre (s,f) y Damasio (1996);
retomamos de Belli (2009) y Bisquerra (2010) sus reflexiones sobre las emociones en el proceso
formativo, y de Gilbert (2010) y Gutiérrez (2009) consideramos sus planteamientos acerca de la
argumentación emocional. Se encontró que los objetos discursivos enunciados por los informantes
son construidos desde las dimensiones epistémica, deóntica, cognitiva y, especialmente, emocional.
Palabras clave: Análisis del discurso, continuum cognición-emoción, discurso
normalista, argumentación emocional, formación docente.
Abstract: In this article we present a research in progress at the Superior Normal School, “Profr. Moisés
Sáenz Garza “. The main objective is to explain the functioning of emotions in the conceptions made
by students and normal teachers about being a teacher. The corpus of analysis integrates the discourse
of undergraduate, masters and professors of the institution. The instruments were a questionnaire of
open questions and in-depth interviews to students and semi-structured interviews to teachers. We
rely on the contributions of Haidar (2006) about the cognition-emotion continuum, as well as Sartre
(s, f) and Damasio (1996); we return from Belli (2009) and Bisquerra (2010) their reflections on
emotions in the training process, and Gilbert (2010) and Gutiérrez (2009) consider their approaches
to emotional argumentation. It was found that the discursive objects enunciated by the informants
are constructed from the epistemic, deontic, cognitive and, especially, emotional dimensions.
Key words: Discourse analysis, cognition-emotion continuum, normalist
discourse, emotional argumentation, teacher training.
403
INTRODUCCIÓN
El presente artículo nace de la inquietud de conocer las motivaciones
que llevaron a los estudiantes de licenciatura en educación secundaria,
adscritos a la Normal Superior “Profr. Moisés Sáenz Garza”, a formarse
como profesores. Posteriormente, ampliamos nuestro universo hacia
los estudiantes de maestría de la misma institución y, finalmente,
incorporamos algunas producciones discursivas sobre lo que los docentes
de licenciatura conceptualizan acerca del objeto discursivo ser profesor.
El discurso normalista es un subtipo de discurso educativo específico
dadas las características definitorias que se desprenden de la aplicación
de los criterios que Haidar (2006) propone para establecer una tipología
discursiva. Destacamos que la argumentación y, en particular, la
argumentación emocional es la macrooperación discursiva dominante
en el discurso normalista al construir el objeto discursivo ser profesor.
La importancia de estudiar este tipo de producción discursiva estriba en
que contribuye al abordaje de nuevas temáticas en el campo educativo,
dado que hay pocos trabajos de investigación desde la perspectiva
interdisciplinaria del Análisis del discurso.
Coincidimos con Haidar, quien desde una postura transdisciplinaria,
señala que el componente emocional no se actualiza de forma separada
de las dimensiones pragmáticas, axiológicas y cognitivas y que tiene
la influencia de lo psicológico, lo sociológico, lo cultural, lo político, lo
histórico, lo retórico, etcétera. Así, si el efecto patémico o el componente
emocional están presentes en todas las prácticas semiótico-discursivas
(Haidar 2006: 421- 424), entonces, por extensión, también lo están
en las producciones discursivas de los docentes en formación y en sus
formadores, en tanto que interactúan en un espacio y tiempo común y,
por ende, co-construyen su imaginario sociodiscursivo.
El estudio de las emociones ha cobrado importancia en el campo
pedagógico y esto lo podemos corroborar en la elaboración de los planes
de estudio en nuestro sistema educativo nacional, pues en el perfil
de egreso se incorporan las competencias emocionales como un eje
fundamental de este documento.
404
En este sentido, es necesario establecer que destacamos el tema
de las emociones dado que existe una dicotomía entre las dimensiones
que se priorizan en los procesos de construcción del conocimiento:
razón vs emoción. En relación con estos posicionamientos, nos podemos
remontar hasta los griegos, ya que con Platón se impone la primera sobre
la segunda quedando instituida esta preferencia hasta tiempos recientes,
presente en la corriente positivista en la que prevalece el hecho aislado,
observable, medible, objetivado. Sin embargo, esta oposición ha perdido
terreno a partir de la emergencia de planteamientos recientes que la
critican y sostienen que la emoción no debe ser considerada desde la
simplicidad, sino desde la complejidad.
La conciencia de su condición emocional es algo que siempre ha
interesado al ser humano. Siguiendo a Aristóteles (2013), encontramos
ya, en su taxonomía de las categorías, la categoría de pasión. Este
filósofo griego concibe las emociones como afecciones del alma que
son determinadas por el placer y el dolor y, dado que nuestra relación
con ellas es pasiva, no es posible asignarles juicios de verdad o falsedad
desde un sentido lógico. A este pensador le sigue una gran cantidad de
autores que se han ocupado del tema de las emociones en relación con los
procesos de producción del conocimiento.
Como afirmamos anteriormente, existe un debate de vieja data en
el que hay posicionamientos en los que se plantea la oposición razón/
emoción y, agregando a estas posturas, la de aquellos que sostienen
que éstas están intrínsecamente relacionadas y no se pueden concebir
la una sin la otra. En este sentido, podemos afirmar que la posibilidad
de conocer se sustenta en el continuum razón-emoción, ya que ambas
instancias son constituyentes del sujeto cognoscente. Este punto es clave
en el desarrollo del presente trabajo porque nuestra reflexión gira en
torno a la implicación de las emociones en el proceso de la formación de
docentes.
En la actualidad contamos con una amplia producción discursiva
sobre la relación emoción-cognición debido a una multiplicidad de
perspectivas al respecto, ya que este tema es problematizado en diversas
esferas del saber y hacer humanos (Sartre, s/f; Briñol, Gandarillas, Horcajo
y Becerra, 2010; Haidar, 2006, entre otros). Una constante que aparece en
405
los estudios sobre las emociones es que éstas se construyen socialmente a
través del lenguaje, en tanto vehiculiza las representaciones de los sujetos
que, en la interacción comunicativa, son capaces de generar sentido. Por
lo anterior, coincidimos con aquellos que sostienen que las emociones no
permanecen estáticas y sí dinámicas gracias a las condiciones históricas,
políticas, culturales, sociales y geográficas, entre otras, que condicionan
a los seres humanos que las vivencian y producen.
que significa es la totalidad de las relaciones de la realidad-humana con el
mundo” (Sartre s.f: 32). Estos planteamientos teóricos han influenciado
en los actuales autores que se ocupan de las emociones, ya que aceptan que
éstas tienen naturaleza propia y compleja y no pueden ser abordadas de
manera unívoca y, por tanto, definen la emoción desde diversas miradas:
antropológica, semántica, de comunicación, constructora de identidades
y simbólica (Belli, 2009: 5).
Sartre, uno de los teóricos de mayor influencia en el pensamiento
occidental del siglo pasado, afirma que Husserl es el primero en
considerar un cambio epistemológico que propone describir y establecer,
por medio de conceptos, las esencias que presiden el desarrollo del
campo trascendental. De esta manera, “Habrá (…) una fenomenología de
la emoción que, tras haber «puesto el mundo entre paréntesis» [epoyé]
(…) estudiará la emoción como tipo organizado de conciencia (Sartre, s.f:
51)”, y no como hechos aislados externos al sujeto.
La idea de que la razón es la que debe prevalecer sobre las emociones
en los procesos de construcción del conocimiento y, por extensión, en
los de aprendizaje en cualquier ámbito, social, académico, científico e
intelectual, en general es univocista y restringida. Damasio apunta en
este sentido que:
De acuerdo con Sartre, al concebir la emoción no como hecho sino
como fenómeno, ésta expresa un aspecto definido de la totalidad sintética
humana en su integridad que, como realidad humana:
(…) se realiza bajo la forma de emoción que tiene su esencia, sus
estructuras particulares, sus leyes de aparición, su significación. No
puede proceder desde fuera de la realidad humana. Es el hombre, por
el contrario, el que asume su emoción; por consiguiente es una forma
organizada de la existencia humana (Sartre, s,f: 7).
Cuando el hombre se percata de sus emociones construye su
conciencia emocional como una manera de aprehender el mundo, ya
que la verdadera emoción, siguiendo a Sartre, va unida a la creencia. Al
respecto, este autor señala que “Para comprender claramente el proceso
emocional a partir de la conciencia, es preciso recordar el doble carácter
del cuerpo, que es por una parte objeto en el mundo y por la otra lo
vivido inmediato, de la conciencia” (Sartre, s.f: 26).
Siguiendo el trayecto trazado por Husserl, Heidegger y Sartre, se llega
al principio que establece que: “una emoción remite a lo que significa. Y lo
1
(…) los sistemas educacionales podrían beneficiarse si destacaran
la inequívoca conexión entre sentimientos actuales y consecuencias
futuras previsibles, y que la sobreexposición de los niños a la violencia
real, las noticias o las ficciones audiovisuales degrada la valía de
emociones y sentimientos en la adquisición y despliegue de conductas
sociales adaptativas. El que tanta violencia vicaria se presente fuera de
un marco moral sólo acentúa su acción insensibilizadora (Damasio,
1996: 275).
El discurso sobre las emociones desde la tecnociencia tiene ya un largo
recorrido en el intento de incorporar las emociones humanas a la robótica,
con el objetivo de lograr una interacción afectiva hombre-máquina.
A estos planteamientos se les suman las posiciones posthumanistas
(Sloterdijk, 2006) que afirman que, con el avance científico-tecnológico,
es posible la hibridación hombre-máquina. Sostenemos, por tanto, que
ante este desarrollo, al que se ha llegado en estos campos, es urgente
que la escuela, en tanto sistema, haga eco de estos conocimientos y los
incorpore en sus planes y programas de estudio para que impacten en la
formación de docentes.
Como hemos visto anteriormente, con relación a la oposición entre
razón y emoción en el campo de la enseñanza esta problemática está
presente también, ya que de acuerdo a las condiciones histórico-sociales,
se ha priorizado, como en los años cincuenta del siglo pasado, que los
profesores debían dominar conocimientos sólidos en las disciplinas en
Recuperado de: www.webblioteca.com.ar.
406
407
que se desenvolvían y cuando se evidenció que esto resultaba insuficiente
se optó, ya en los años sesentas, por la postura opuesta, y el enfoque se
acentuó en las habilidades afectivas de los maestros en detrimento de los
aspectos cognitivos.
De lo planteado se desprende nuestra posición acerca de la necesidad
de un continuum cognición-emoción y desde la transdisciplinariedad
podemos construir un bucle recursivo aludiendo a estas dos dimensiones,
ya que la emoción es una fuente de conocimiento del ser humano y, al
mismo tiempo, los procesos cognitivos posibilitan la construcción social
de las emociones. Desde esta perspectiva, asumimos que el estudio de las
emociones es necesario para una formación más eficiente y productiva
de profesores.
Bisquerra (2000) define la educación emocional como:
Un proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar
el desarrollo emocional como complemento indispensable del
desarrollo cognitivo, constituyendo ambos, cognitivo y emocional,
los elementos esenciales del desarrollo de la personalidad integral
(Bisquerra, 2000: 243).
Desde una posición semejante, Martínez señala que “Somos todo
aquello que pensamos y los pensamientos surgen de la unión entre tu
sistema de creencias, todo aquello que aceptas como la verdad, y tus
experiencias vividas en el pasado” (s.f: 42). Esta autora se sitúa en la
Emoconciencia, en la que se asume que “cualquier conflicto interno
proyectado sobre un aspecto de nuestra vida, a nivel personal, laboral,
etc., acaba afectando irremediablemente al resto” (Martínez Freire, 2000:
4 - 5). Coincidimos con Martínez al respecto, dado que en nuestras
investigaciones sobre el impacto de un programa de apoyo académico
a estudiantes de secundaria reprobados en una o más asignaturas,
encontramos que los profesores que muestran compromiso social,
empatía, respeto, cercanía e interés por sus alumnos logran que éstos
superen su estado de reprobación de manera muy significativa (De Los
Santos, Flores, Infante, 2009).
2
En este orden de ideas, en la formación de docentes encontramos
que tanto en el nivel de licenciatura como en el de maestría, permean
determinadas concepciones, por parte de los estudiantes y docentes,
sobre el deber ser del profesor en tanto profesional de la educación. Las
concepciones más frecuentes en los corpus estudiados son: guía, ejemplo,
orientador, facilitador, formador, psicólogo, padre/madre, entre otras;
lugares comunes en la producción discursiva de la comunidad normalista.
Se encontró asimismo, que los objetos discursivos enunciados por los
informantes son construidos desde las dimensiones epistémica, deóntica,
cognitiva, ideológica y, sobre todo, emocional.
Al respecto Charaudeau (2011) discute acerca de la dificultad de
estudiar las emociones desde la perspectiva discursiva, aludiendo a los
casos en los que se presentan las emociones discursivamente o mediante
otros sistemas icónicos, y considera la posibilidad de que despierten
estados emotivos en el receptor. Señala, además, que las palabras,
imágenes, o cualquier otro medio que se utilice para expresar, son
susceptibles de desencadenar emociones. Todo dependerá del cotexto
o el contexto de quién las profiere, de quién las recibe, así como de la
situación de comunicación y de las inferencias que pueden hacer los
interlocutores, mismas que dependen del conocimiento de la situación
de enunciación. El autor concluye: “desde el punto de vista discursivo,
trataremos las emociones como efectos posibles que un determinado
acto de lenguaje puede producir en una situación dada” (Charaudeau,
2011: 111).
En los corpus recogidos, se ha podido constatar que las emociones
constituyen la base esencial para la construcción de argumentos en torno
a las acciones, disposiciones de los profesores y estudiantes normalistas.
En este sentido, Gilbert (2010) sostiene que es posible utilizar el modelo
propuesto por lógicos informales para establecer un marco sobre la
argumentación emocional, a saber: el modelo relevancia-suficienciaaceptabilidad [RSA] de Johnson y Blair (1993), que para Govier (2001)
es el modelo aceptabilidad-relevancia-fundamento [ARF], y para Groarke
y Tindale (2003) aceptabilidad-relevancia y suficiencia (véase Gilbert,
2010: 102). En cada uno de los modelos se constatan tres aspectos de un
argumento: a) la aceptabilidad de los motivos, b) suficiencia o desahogo
Recuperado de: http://www.caib.es/sacmicrofront/archivopub.do?ctrl=MCRST151ZI113533&id=113533.
408
409
de los motivos para apoyar una conclusión y c) la importancia de las
razones en relación con la misma.
La aceptabilidad es para Gilbert una expresión emocional, que debe
ser genuina o actuada, si se trata del propio sujeto argumentador o de
una tercera persona, pero si se realiza una aserción puede ser aceptable
o inaceptable (Gilbert, 2010: 102-107). Las emociones expresadas en un
argumento pueden desempeñar un papel decisivo en la aceptabilidad de
una premisa. Por ejemplo, en el discurso que analizamos, la asociación o
muestra de entusiasmo, gozo o placer, cuando se emiten ideas acerca de
que ser profesor implica acciones como “ayudar a las personas” o “apoyar
a los alumnos”, indica o hace notar el grado en que estas premisas son
importantes. En caso contrario, cuando las expresiones no son genuinas
sino simuladas, pueden resultar un recurso retórico o devaluar los
argumentos, por ejemplo, en el caso de la exageración; pero no por ello
–señala el autor–, el modo emocional debe ser excluido en los estudios
de la argumentación, más bien debe indagarse más sobre este aspecto.
En cuanto a la relevancia de las emociones en la argumentación, Gilbert
sostiene que este criterio tiene que tomar en cuenta el contexto en el que se
consideran los enunciados, puesto que no es inherente a ellos, es la relación
que se establece entre ellos lo que indica su mutua implicación (Gilbert,
2010: 107-108). Dicha relación es dada por uno de los participantes en el
evento comunicativo. En nuestra investigación, el entrevistador pregunta
a los informantes sobre la importancia de la vocación para ser profesor,
y la respuesta que elaboran es fundamentalmente del orden emocional
para establecer su relevancia, como se puede observar en el ejemplo (1):
(1) I: (…) entonces siento que tú tienes que hacer una buena / tienes
que / ser una buena / imagen para ellos / entonces pues si no lo haces
con gusto, si no tienes tú esa vocación de ser maestro / pues nada
más estás marcando vidas ¿verdad?
En este fragmento, constatamos como la vocación es crucial y decisiva
para el desarrollo de la actividad profesional. El componente emocional
que identificamos en el corpus en torno a esta relación es diverso, ya
sea que se predique vocación como gusto, como pasión, como amor, o
como empatía, en todos los casos se denota un estado placentero, y está
presente el enfoque emocional.
410
El último componente es el de suficiencia, el que para Gilbert
es el criterio más exigente, la cuestión es si la información emocional
que acompaña el asunto o tema abordado directa o indirectamente,
contribuye en la formación de un argumento de manera suficiente para
garantizar una tesis; es decir, si las razones presentadas, las relaciones
establecidas entre ellas y el peso emocional que se les confiere, resultan
suficientes (Gilbert, 2010: 112-118). Cumplir con este componente
requiere considerar el contexto, los objetivos, los valores y las creencias
de los participantes; en este sentido, el autor retoma de Toulmin (1958),
Weimer (1983) y Willard (1989) la propuesta de que las normas de la
argumentación se extraen del contexto cultural. Siguiendo nuestra línea
de investigación, sostenemos que las formaciones discursivas constituyen
uno de los espacios en donde se condicionan los recursos ofrecidos en la
argumentación.
En el ejemplo (2), que procede del corpus de entrevistas a alumnos en
el último año de formación, destacamos en negritas lo que corresponde al
discurso de la maestra; en negritas y cursiva las reacciones emocionales
expresadas por la alumna de primaria, y en negritas y subrayado la
conclusión:
(2) I: Esos / este, nos pusieron un, este / un vídeo de una maestra /
que dice que llegó a su, a un salón a cuidar a un grupo / y que le gritó
mucho a una alumna y que una alumna lloraba cada vez que la veía,
lloraba y que dice que le tocó después / esa alumna a o sea a ella / a
ella como maestra de primaria le tocó / y dice que la alumna se, se salió
de la escuela que porque no / no la aguantaba, lloraba cuando / cada
vez que la veía / entonces ahí a partir de eso la maestra dice no pues
dice que le causó impacto muy fuerte y empezó a cambiar la forma de
/ de trabajar / entonces ahí está la importancia de que / de que con
un solo maestro / eh, puede llegar incluso hasta a, a arruinarle toda
la la vida del alumno porque según dice en el vídeo que no acabó la
primaria / o incluso, este, mejorarla o sea motivar al alumno / este
porque eh, ahí es una cadena o sea si un maestro / no cumple bien su
/ de perdido lo básico que es de enseñar la materia así nomás / este
ps / el alumno se puede perder.
En esta narración que el informante elabora para abordar el tópico
de la función social del profesor, se presenta una serie de argumentos
para garantizar la tesis: “El profesor puede arruinar o mejorar la vida de
411
sus alumnos”. El criterio de aceptabilidad de los argumentos emocionales
se cumple en la concordancia entre la actuación agresiva de la maestra,
al gritarle a una alumna, y la consecuencia inmediata en el llanto de ésta,
junto con el abandono posterior de la escuela. La asociación dada entre
los argumentos: agresividad de la maestra e impacto en la alumna, es
establecida de forma sólida y de esa manera cumple con el criterio de
relevancia.
Los argumentos emocionales presentados están orientados a sostener
que las disposiciones afectivas de los profesores en relación con sus
alumnos deben ser positivas, en cambio, si son negativas pueden llegar
a “arruinarle la vida” o “el alumno se puede perder”. El peso emocional
de estas expresiones resulta suficiente en el contexto de la formación
normalista, dado que la concepción que impera sobre la figura de los
profesores de educación básica es la que prescribe el cuidado y guía de
quienes tiene a cargo en las aulas, es decir, sus alumnos; posiblemente
en otro contexto, universitario o de educación superior, la vinculación
emocional o afectiva profesor-alumno resulte irrelevante pues parten
de otras concepciones sobre la actividad docente. Las expresiones
emocionales pueden ser explícitas cuando éstas aparecen discursivamente,
o bien, son deducidas cuando el receptor llega a la conclusión de que
una emoción está manifestándose al reconocer ciertos signos diferentes
a los verbales. Este planteamiento se concreta en el hecho de que los
normalistas, al abordar los temas centrales de la entrevista, hacen uso de
la emoción en la elaboración de sus argumentos.
Gilbert (s/f)3 , en su artículo Argumentación Multi-Modal, sostiene
que el modo emocional es utilizado para sostener conclusiones o para
mostrar cómo se sienten los sujetos respecto a éstas o respecto a los
procedimientos utilizados en la argumentación, además de que nos
permite conocer el mundo interno de las personas; entre otros aspectos
se puede conocer su grado de compromiso, la profundidad y extensión
del sentimiento, la sinceridad y el grado de resistencia.
3
La información emocional puede manifestarse de forma explícita o
de forma indirecta, sobre las propias emociones o sobre las de otros. Para
Gutiérrez (2009: 290-291), la designación abierta de la emoción consiste
en la referencia a ella mediante un término específico; se manifiesta
mediante sustantivos, verbos o adjetivos sobre el asunto. Para entender
mejor la presencia de éstas, la autora establece tres categorías que delimitan
la clase de términos sentimiento/emoción: 1) Nombre del sentimiento/
emoción, en los que incluye los valores (por ejemplo, sentimiento de
lealtad), 2) Conjunto de derivados morfo-léxicos de cada sustantivo de
base, que expresan un sentimiento (ejemplos: a partir de odio se recuperan
odiar y odioso) y, 3) Vocabulario extraído de diccionarios de sinónimos
en torno a los conceptos emoción o sentimiento (por ejemplo “gusto”
designa un estado placentero o elección que se realiza por placer, de
igual forma “satisfacción” indica una situación o estado placentero). Por
nuestra parte, añadimos que las exclamaciones son también indicadores
de una emoción explícita.
Gutiérrez (2009: 291-292) plantea que la designación indirecta
de una emoción se puede identificar mediante procedimientos de
reconstrucción: 1) con base en índices lingüísticos, en particular las
metáforas que permiten identificar sentimientos o estados afectivos y 2)
tomando en consideración los discursos culturales que asocian emociones
a determinados lugares comunes, situacionales y actitudinales; por ello,
es posible interpretar los enunciados descriptivos de actitud como índices
de la emoción sentida por el sujeto, de igual forma las narraciones nos
aportan información acerca de los estados afectivos de los informantes.
Nosotros encontramos que la designación directa de las emociones
en relación con la práctica de la docencia aparecen con frecuencia en
expresiones como las que se muestran: “la satisfacción personal”, “el que
te guste”, “yo siento muy bonito”, “me siento muy a gusto”, “yo soy feliz
estando en la secundaria”, “me enamoré de esta carrera”, “me apasiona”,
“vocación de ser maestro”, “bellísima experiencia”, entre muchas otras.
Recuperado de: https://www.academia.edu/10021123/Argumentaci%C3%B3n_Multi-Modal.
412
413
MODALIDADES DE MANIFESTACIÓN
EMOCIONAL
25%
75%
DESIGNACIÓN DIRECTA
DESIGNACIÓN INDIRECTA
Gráfica 1. Frecuencia relativa de modalidades de manifestación
emocional. Elaboración propia.
La información emocional en el discurso normalista es, en mayor
proporción, del tipo de designación indirecta que se presenta en un 75%,
frente a un 25% de la designación directa. Ambas modalidades se tejen en
el logro de un proyecto discursivo.
La claridad de las emociones en el discurso es una respuesta a la
necesidad del sujeto argumentador de presentarse a sí mismo vivenciando
un estado afectivo cuando el objeto ser profesor le es sugerido como objeto
discursivo y se le inquiere respecto de lo que le significa; la designación
indirecta es mostrada mediante los formatos de la descripción y la
narración. Ya sea en una u otra modalidad, las emociones juegan un triple
papel en el proceso argumentativo: a) inducir determinadas emociones
en su interlocutor, b) justificar las emociones sentidas (en este caso, son
el objeto de la argumentación), y c) sirven de argumento para apoyar una
conclusión.
Con respecto al trabajo de reconstrucción de la emoción, sugerido
por Gutiérrez (2009), lo llevamos a cabo en los tres corpus recogidos;
identificamos el uso de exclamaciones, metáforas y analogías que
permiten reconocer sentimientos o estados afectivos, así como enunciados
descriptivos de actitud y enunciados narrativos que también destacan los
estados emocionales. Véase el ejemplo (3):
414
(3) I: ¡Aoy! nombre, yo creo que el que yo tenga / el que yo lo /
pudiera comparar con otro trabajo, con otro empleo / porque pues
sí trabajé como contadora [...] Sí / este / yo ya podía identificar que
/ que es un trabajo muy… / me lo imaginaba yo como que muy / de
mucha responsabilidad porque / este / igual allá el temor de que sí me
equivocaba pues era dinero / porque yo manejaba dinero y decía ¡ay!
pues / este, y… y de cierta forma buscaba cómo arreglarlo pero acá este,
es / son vidas / yo siento que es cuando, como un doctor / este, si se
equivocó se le murió / y yo siento que con nosotros es igual o sea no
podemos / este / nada más ir a… a trabajar / este, dar la clase y ya / o
sea el, el trabajo es humano / y este / es muy satisfactorio / eh… tiene
mucha responsabilidad.
Como podemos observar este fragmento es sumamente rico en
recursos emocionales. Para empezar, las exclamaciones “¡Aoy!”, “¡ay!”
sugieren la presencia de emoción, pero su comprensión no sería fiable si
no diéramos cuenta del cotexto, de la información que las acompaña. En
el ejemplo, las expresiones remiten a estados distintos; “¡Aoy!” aparece en
la introducción al enunciado en el que el informante compara el trabajo
del profesor con otro trabajo, el de contador, cuya función es expresar
sobre una disposición de su ánimo y enfatizar la importancia que el
primero implica. La exclamación “¡ay!” es introducida en el discurso para
designar el estado de ánimo que surge ante una situación que se puede
remediar, en la narración aparece la reposición de dinero faltante en el
trabajo de contaduría, lo cual contrasta con la profesión docente, que a
la manera de un médico, tiene a su cargo vidas humanas. También se
presenta la analogía profesor - médico, descripciones de las profesiones
y narración breve de eventos; todo se articula para la construcción de un
escenario que favorece la presentación de la importancia de la profesión
de profesor.
En relación con el corpus, integrado por las respuestas, de los
estudiantes de maestría, a un cuestionario, se identifica que destacan
las funciones del profesor con alta implicación emocional, tales como:
consejero, amigo, papá, entre otros. Los relativos al conocimiento y la
información, ya sea como poseedor o transmisor del mismo, tienen una
ocurrencia menor con respecto a la anterior.
415
Las expresiones sobre las finalidades de la educación, la dimensión
social, etc., son articuladas en menciones tales como: integración de
los alumnos a la sociedad, formación de buenos ciudadanos, formación
de la identidad, entre otras, y están orientadas a partir de la dimensión
emocional de los profesores. La concepción de la docencia como profesión
en el sentido actual (utilitario) es poco recurrente, ya que aún permea la
vocación (llamado, gratuidad, entrega y guía) como un atributo de primer
orden, lo cual hemos constatado en otros estudios.
62
18
Dimensión conocimeinto
Dimensión social
ió…
ns
me
ns
me
Di
ns
me
Di
ns
me
Di
Dimensión emocional
8
ió…
ió…
17
Di
80
60
40
20
0
ió…
Frecuencias
Objeto discursivo Ser Profesor
Lo anterior, puede observarse en el discurso de formadores de
profesores (en educación normal). Los docentes confieren a su propia
práctica cualidades emocionales, su vivencia interna es articulada con el
impacto que tiene en los futuros profesores de educación secundaria, los
normalistas. Véase el siguiente segmento:
(4) I: Como una maravillosa experiencia. El ser docente, yo pienso,
que es el trascender, sí. No nada más el ser docente para estar frente
a un grupo e impartir una cátedra y quedarse en ese límite; sino, es
trascender en el pensamiento y en las emociones de nuestros alumnos
para construir una identidad; una identidad que ellos asuman con gran
responsabilidad que es, el ser maestro. Es una bellísima experiencia. Y
si volviera a nacer, volvería a ser maestra.
Se advierte que la maestra se adhiere a la postura en la que se
dimensiona que el ser docente debe conjugar la racionalidad, la cognición
y la emoción para trascender en su práctica diaria.
Del mismo corpus (profesores de licenciatura), presentamos una
compilación de ejemplos del discurso docente normalista acerca de ser
profesor en la Tabla 1.
Dimensión profesionalidad
Gráfica 2. Estudiantes de maestría de la Escuela de Graduados de la
ENS. Elaboración propia.
En el campo de la docencia, en particular la formación normalista, la
dimensión emocional comanda y orienta las actuaciones de los profesores
para cumplir con los objetivos propuestos acerca de la enseñanza y el
aprendizaje, así como en la dimensión teleológica de la educación, tal
como se muestra en la Gráfica 2.
De acuerdo con Martínez Freire (2000), las emociones en sus diversos
grados tienen una doble función cognitiva: el autoconocimiento del
sujeto que las posee y el conocimiento de sus objetos representacionales.
Además, la autora sostiene que el mundo de las emociones no amenaza al
campo de las ciencias cognitivas, sino que lo completa, enriqueciéndolo y
desarrollándolo. Esto es de suma importancia para el trabajo docente, ya
que las emociones experimentadas por los individuos en sus procesos de
aprendizaje pueden inhibir o potenciar la capacidad y disposición para su
desempeño en las aulas.
416
Tabla 1a. Ejemplos de discurso docente normalista sobre ser profesor.
Elaboración propia.
417
sobre las experiencias con padres, hermanos o tíos dedicados a la
docencia en educación básica; el segundo, las experiencias en las aulas
referidas como gratificantes, son el sustento de una elección profesional.
Las estampas presentadas mediante las narrativas destacan los aspectos
emocionales como promotores, desencadenantes y orientadores de las
prácticas en la enseñanza y favorecedores de los procesos de aprendizaje.
(20) I: Este… e…s es e es era estricto e… / muy seguro de lo que hací…a
/ de sus accio…nes / llegábamos a ir e a / sup- a la primaria perdón a
obs- a… pues a acompañarlo ¿verdad?
Y este veíamos cómo / veíamos / bueno yo / cómo los trata…ba
pero también era bueno o sea o sea tenía de / dos ¿verdad? lo bueno y lo
estricto y también te apoya…ba y todo (Entrevista 25)
Tabla 1b. Ejemplos de discurso docente normalista sobre ser profesor.
Elaboración propia.
En el análisis de los segmentos correspondientes a la pregunta
¿Cómo entiendes ser docente?, presentados en la Tabla 1, encontramos
que las maestras, en su mayoría, tienden a priorizar la dimensión emotiva
por sobre los aspectos técnicos y cognitivos en su práctica docente. Los
maestros, por el contrario, valoran en mayor medida aquellos aspectos
que consideran propios del bagaje disciplinar de la función docente.
En el corpus de normalistas (que cursan la formación inicial) destaca
el carisma del profesor como elemento esencial de su presentación ante
los alumnos, su fuerza estriba en la disposición emotiva, en las relaciones
que establece con ellos, para ser “amigo”, “padre”, “madre”, “confidente”,
“consejero” o “psicólogo”.
La fuente de este imaginario la identificamos en la biografía personal
y en la trayectoria escolar de quienes deciden ser profesores: el primero,
refiere al antecedente familiar que es elaborado mediante narraciones
418
(21) I: Este… yo les veía que o sea les gusta mucho / este… y tratar a los
alumnos enseñarles este… / a veces hasta iban a a… alumnos de mí papá
a la casa y les / daba asesorías o cosas así (Entrevista 002)
(22) I: (…) yo también la llevé con mis maestros / de que eran m muy
buena onda / de que / que si no te platican ellos / sí realmente / sí le
ponían atención a uno / no nada más de que ¡ah! / sí está bien / o no
a ver qué se hace o y realmente no seguían no daban seguimiento / o
sea entonces tuve la oportunidad de tener ese tipo de maestros también
(Entrevista 009)
(23) I: Yo creo que muy buena porque… e / además de / de ser mi
profesor en ese entonces / también era mi amigo entonces no era a
lo mejor una exigencia o algún / trato e… / solamente del alumno al
profesor sino que también lo consideraba amigo y le tenía confianza
para preguntarle cualquier cosa / apoyarme en él / fuera de horario e
de repente tengo una duda en ta…l asignatura / yo sabía que contaba
con él / era una relación muy buena y… pos ya que se co- que conservo
hasta la fecha (Entrevista 24)
En el ejemplo 20, se destaca las cualidades del padre en función de
profesor. En el ejemplo 21, el normalista destaca la “relación familiar”
que los padres profesores tuvieron con sus alumnos, el tiempo destinado,
la apertura del ámbito privado para favorecer la disposición positiva de
los estudiantes al estudio. En los ejemplos 22 y 23, refieren experiencias
cercanas con sus profesores.
419
En las aproximaciones que hemos realizado al discurso normalista
desde esta línea de investigación, tanto de primer ingreso a la formación
como de aquellos que la concluyen, encontramos una relación similar
de ocurrencias entre las dimensiones que señalamos en el discurso de
estudiantes de maestría. Predominan las referencias a la dimensión
emocional.
500
en mis inicios pues es platicar con él a c/ entons ya me empieza ontar
más o menos la historia de su vida o sea sí se dio que sí me platicara / y
yo le digo bueno entonces le digo / y por qué bueno y tú quieres estar
aquí porque te gusta y dice sí y no porque pa’ que estudio si no voy a
lograr nada en la vida dice a mis papás tuvieron nada qué es lo que a
mí me va a beneficiar / entons ahí a mi poca experiencia pues de que
platiqué con él y todo / pues traté de decirle que / que le convenía el
estudio inclusi- o sea muchas cosas de ese tipo / que n / que aunque
a lo mejor muchos maestros le habían dicho noté que sí / como que
sí realmente me estaba poniendo atención no nada más de ¡ay! lo que
usted diga o cualquier cosa / realmente sí / interesó porque sí se notaba
en la cara de que estaba pensando (…)
435
400
300
200
147
176
130
100
0
Primer semestre
Dimensión emocional
Octavo semestre
CONCLUSIONES
•
En los materiales que señalamos al inicio, las entrevistas a
alumnos de maestría en “Enseñanza de las ciencias”, profesores
de Licenciatura en educación secundaria, normalistas del último
año de formación y alumnos de recién ingreso, encontramos
el componente emocional. Este se materializa mediante las
descripciones acerca del papel que juegan los profesores en
relación con sus estudiantes, a las que integran analogías,
narraciones y, en general, las actividades comunicativas que
destacan la puesta en juego de la vinculación emocional profesoralumno, por ejemplo, la empatía, la escucha activa y la motivación.
•
Las funciones del profesor tales como guía, orientador, formador,
ejemplo, consejero, predominan en su configuración en relación
con la caracterización en la que se le atribuyen las cualidades
de poseedor de conocimiento, transmisor de conocimiento o
desarrollador de habilidades.
•
El acento que se pone a la dimensión emocional, es decir, atender,
comprender, escuchar, ser confiable, amigo, padre/madre, no es
gratuito. La disposición para establecer un vínculo afectivo con
los estudiantes de secundaria es considerada por los normalistas,
por los profesores en servicio (estudiantes de maestría) y por
los profesores de la licenciatura, como condición necesaria para
poner en marcha el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Dimensión conocimiento
Gráfica 3. Comparativo de menciones de estudiantes normalistas.
Elaboración propia.
Ilustramos, con el ejemplo 23, la disposición afectiva que el estudiante
normalista, en sus prácticas docentes intenta tener con el alumno para
alentarlo a seguir con sus estudios sin juzgarlo y más bien siendo escucha
y apoyo.
(23) I: Este / yo al principio pues sí la primera vez / que me comentaron
eso que muchos maestros decían namás ten cuidado con ese alumno
porque él es halconcillo o él es zeta4 [ En el ámbito de la delincuencia
organizada se le denomina “halcón” a las personas que brindan
información a los grupos criminales. “Zeta” es una organización
delincuencial en México.] o pertenece a tal grupo / es como que uno se
queda a dudar ¡y ahora qué hago! o sea porque si lo hago enojar puede
que también / me mande aquí todo porque me tocó ver la situación de
uno / que en plena clase ve que pasa creo que el ejército o la policía / y
saca el nextel para avisar entonces / me doy cuenta que el maestro no
dice nada / y después un com- este un mismo de los alumnos ve que lo
estoy observando y ya me hace la seña y me anota en un papel / no lo
que pasa es que él es halcón / y entonces yo me quedo / ¡ah! okay o sea
no sé cómo reaccionar / pero lo único que en el momento se me ocurre
4
En el ámbito de la delincuencia organizada se le denomina “halcón” a las personas que brindan información
a los grupos criminales. “Zeta” es una organización delincuencial en México.
420
421
•
La narración en la práctica discursiva de los normalistas
actualiza aspectos biográficos y de trayectoria formativa con una
implicación sustancial de las emociones.
•
Actualmente, en el contexto tecnificado que ha penetrado en
el campo educativo, advertimos que la configuración de ser
profesor es una forma de resistencia a la concepción utilitarista
que domina en el universo discursivo. El profesor resiste y
persiste en no perder la dimensión humana de sí mismo y de sus
alumnos, y en la esperanza de contribuir a un mundo mejor.
En síntesis, dentro de las acciones que nos permitirán retomar
y profundizar el presente trabajo nos proponemos la ampliación del
corpus a partir de grabaciones en clase para analizar el intercambio
comunicativo entre los profesores y los estudiantes, entendida como
coproducción discursiva entre estos sujetos. Así mismo, nos planteamos
el seguimiento de una generación de estudiantes de nuestra institución
educativa en el nivel de licenciatura para que, con base a los presupuestos
teóricos y metodológicos de la escuela francesa de análisis del discurso,
podamos realizar análisis contrastivos entre lo encontrado actualmente
y los datos que esperamos construir a partir de la información recabada
posteriormente, con la implementación de entrevistas y cuestionarios a
los participantes mencionados arriba.
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ENTRETEJIENDO EL
DISCURSO DE LA UNIVERSIDAD
INTERCULTURAL DEL ESTADO
DE MÉXICO (UIEM)
Alejandro Gutiérrez Espinosa
Escuela Nacional de Antropología e Historia
allejandromexdf@gmail.com
Resumen: En este trabajo nos interesa abordar ciertas problemáticas educativas que se
presentan en el enfoque intercultural institucional, propuesto en la Universidad Intercultural
del Estado de México (UIEM). Concretamente, nos enfocamos en exponer los rasgos
distintivos de la materialidad y funcionamiento de la ideología y el poder hegemónicos en
los discursos de los profesores y estudiantes que pertenecen a esta Universidad. Para realizar
este estudio, utilizamos como metodología teórico-metodológica la propuesta del modelo
operativo Análisis del Discurso que propone Haidar (2006), retomando los conceptos de
ideología, poder y discurso; también se integran diversas técnicas etnográficas que facilitaron
la recolección de la información y la construcción del dato para esta investigación. En este
sentido, en primer lugar se analizan los antecedentes socio-histórico-político-cultural y
educativos de la universidad intercultural, para luego realizar el análisis de las prácticas
educativas producidas en este contexto, para finalmente presentar las conclusiones
Palabras clave: Discurso, Ideología, Poder, Educación Intercultural.
Abstract: In this article, we are interested in addressing certain educational problems that
are presented in the intercultural institutional approach, proposed at the Intercultural
University of the State of Mexico (UIEM). Specifically, we focus on exposing the
distinctive features of the materiality and functioning of hegemonic ideology and power
in the discourses of professors and students who belong to this University. In order
to carry out this study, we used as a theoretical-methodological methodology which
is the proposal of the Operating Model of Discourse Analysis developed by Haidar
(2006); we take the concepts of ideology, power and discourse. It also integrates various
ethnographic techniques that facilitated the collection of information and the construction
of data for this research. In this sense, first, the socio-historical-political-cultural and
educational background of the intercultural university is considered, to then analyze
the educational practices produced in this context. Some conclusions are shown.
Keywords: Discourse, Ideology, Power, Intercultural Education.
424
425
INTRODUCCIÓN
Las universidades interculturales en nuestro país tienen una
trayectoria dentro de las políticas educativas, que se pueden ubicar
desde la perspectiva de procesos democráticos para los sectores
discriminados socio-culturalmente; sin embargo, algunos resultados se
alejan de los objetivos que se proponen en las instituciones escolarizadas
del Estado moderno, debido a que subyacen políticas educativas de
tipo neoindigenista. Esta condición propicia un debate más allá de la
definición de la educación intercultural, ya que permea y está presente
en otras dimensiones como: en la ideología, en el poder político y en la
jerarquización entre diferentes culturas.
En este marco, la producción de trabajos que abordan la educación
intercultural universitaria se ubican en diversos campos disciplinarios,
con temas y autores diversos, que se adscriben a distintas tendencias
teóricas, por lo que en este trabajo incluimos un breve estado del arte de
la temática central. En el campo de la antropología socio-cultural, María
Bertely (2011) expone algunos aspectos de la educación intercultural
universitaria en nuestro país:
La necesaria transformación de los currículos de las Instituciones de
Educación Superior y los conocimientos globales dominantes que privan
en las universidades públicas, la articulación entre los conocimientos
indígenas, escolares y universales queda aún pendiente. Esto, cuando
interculturalizar el currículo escolar implica no sólo atender las
actitudes y valores que intervienen en el ejercicio de la dominación
subjetiva o estrechar el vínculo entre la escuela y la comunidad (Bertely
2011: 73).
Dicho trabajo no sólo se limita a dar cuenta de la transformación
educativa en las universidades públicas, sino también presenta las
problemáticas del enfoque intercultural oficial, particularmente los
conflictos y tensiones que surgen entre los programas escolarizados y
los conocimientos indígenas. Esta situación confirma que se tiene que
seguir trabajando en el modelo de interculturalidad institucional, ya que
se puede convertir en otra forma de homogeneización de las minorías
étnicas.
426
En este sentido, es importante señalar que la interculturalidad
se plasma en un discurso oficial que permite justificar las políticas
educativas, sin considerar las particularidades de cada grupo étnico; de
lo anterior, deriva el planteamiento que expresa Dietz Gunter (2009):
En México, la interculturalidad constituye un campo aún emergente
tanto de la investigación académica como de la planeación política e
institucional así como de la intervención pedagógica. A pesar de su
carácter reciente, en estas diferentes vertientes académicas, políticas
y educativas, el debate actual sobre los modelos, enfoques, conceptos
y soluciones interculturales se refleja en la persistencia e influencia
decisiva de tradiciones profundamente arraigadas en las políticas de
identidad nacional, regional y étnica. El indigenismo, incluso en sus fases
post- y/o neoindigenistas, sigue estructurando una forma específica de
construir, percibir e implementar la gestión de la diversidad (Gunter
2009: 57).
De tal suerte, este tipo de educación implica tomar en consideración
otros campos disciplinarios para una mejor comprensión de ésta, como
es el caso de la política educativa contemporánea dirigida principalmente
a la población indígena, como lo expresa Fidel Tubino (2002).
Los proyectos sociales y los propósitos de Estado se reflejan en las
políticas públicas en general y en las educativas en particular, una mirada
panorámica del papel que han desempeñado las políticas educativas en
América latina (en los últimos cincuenta años), nos permite identificar
fácilmente el papel que han cumplido o que han dejado de cumplir- el
multiculturalismo, la discriminación positiva y la interculturalidad en
las políticas sociales de nuestro continente (Tubino 2002:51).
Considerando lo anterior, es oportuno indicar que la educación
dirigida a la población indígena en nuestro país, se ha caracterizado por
llevar a cabo diversos proyectos educativos, con el propósito inicial
de integrar al indígena a la sociedad y crear una identidad nacional
homogénea. Estos cambios educativos nos permiten entender los procesos
que tuvieron las políticas educativas, que pasaron de la educación
indígena a la educación intercultural. En ese sentido, Catherine Walsh
(2012) aborda los procesos y las condiciones socio-histórico-políticos
que rodean a la interculturalidad en educación.
427
La interculturalidad está presente en las políticas públicas y en las
reformas educativas y constitucionales, y es eje importante, tanto en
la esfera nacional-institucional como en el ámbito y cooperación inter/
trasnacional. Aunque se puede argumentar que esta presencia es efecto y
resultado de las luchas de los movimientos sociales políticos-ancestrales
y sus demandas por reconocimiento, derechos y transformación social,
también puede ser vista, a la vez, desde otra perspectiva: la que la liga
a los diseños globales del poder, capital y mercado (Walsh 2012: 61).
Frente a este panorama, es necesario replantearnos la importancia y
la pertinencia de establecer universidades interculturales en nuestro país,
así como entender la función socio-cultural que cumplen éstas, en una
sociedad como la nuestra. Por lo que indagar el sentido de la universidad
intercultural nos permite “vislumbrar que la institución educativa, no
sólo transmite contenidos escolarizados, sino también, formas de pensar,
de ser y de relacionarse con los otros” (Gutiérrez 2012:11).
Es importante destacar que este tipo de educación presenta
tensiones y contradicciones en relación al concepto que sustenta la
interculturalidad, que se concreta con usos y sentidos opuestos. Todos
estos procesos han generado dos influyentes tendencias teóricas: por un
lado, la educación intercultural institucional que estableció la Secretaria
de Educación Pública (SEP), que responde a la necesidad de establecer
las políticas y fundamentos de la Educación Intercultural Bilingüe (EIB),
y que define la interculturalidad en la educación, como “la convivencia en
la diversidad de manera digna y respetuosa entre todos los mexicanos”.
(Coordinación General de Educación Interculturalidad Bilingüe CGEIB
2004:13).
De tal suerte, proponemos investigar en la primera universidad
intercultural la cual se inauguró en el 2004 en San Felipe de Progreso,
Estado de México, que ofrece educación a los pueblos indígenas mazahuas,
otomís, nahuas, tláhuicas y matlazincas. Existen varios objetivos, pero el
principal es explorar de qué modo inciden la ideología hegemónica y el
poder político en el discurso educativo de los profesores y estudiantes
que asisten a dicha universidad.
Por otro lado, la interculturalidad crítica/alternativa que proviene
de la base de los movimientos sociales indígenas y tiene como propósito
“eliminar las asimetrías sociales y la diferencia colonial, a través de la
lucha por la transformación estructural de la sociedad, como contrapuesta
a la geopolítica hegemónica monocultural” (Noboa 2011:152). Desde una
posición crítica, esta propuesta educativa apunta hacia la construcción
de nuevas formas de las estructuras políticas, con nuevas prácticas
pedagógicas que consideren auténticamente los grupos étnicos, con todos
sus derechos y autonomía.
Con todos los planteamientos mencionados, se puede inferir que la
educación intercultural universitaria representa un espacio fértil donde
se entrecruzan y se generan distintos discursos, que a la vez producen y
reproducen otros discursos en la cadena infinita de la interdiscursividad,
en los cuales se procura analizar la interculturalidad universitaria desde
diferentes perspectivas y corrientes ideológicas, lo que arroja muchas
divergencias y resultados inesperados.
428
Este trabajo se sustenta en el modelo teórico-metodológico propuesto
por Haidar (2006), “Análisis del Discurso y Semiótica de la Cultura”
(AD-SC), que se circunscribe dentro del enfoque epistemológico de la
Complejidad y la Transdisciplina. Para los fines operativos de abordar
las condiciones de producción, circulación y recepción del discurso,
proponemos las siguientes propuestas:
•
•
La relación entre la formación socio-histórica-cultural-política,
formación ideológica-hegemónica y formación semióticadiscursiva, propuesta de Michel Pécheux (1978); Haidar (2006)
Las condiciones de posibilidad de emergencia de los discursos,
propuesta por Michel Foucault (1984); Haidar (2006).
De igual modo, se integran tres premisas para definir al discurso:
está siempre articulado con las condiciones de producción, circulación
y recepción; es una práctica donde emergen múltiples materialidades
y funcionamientos complejos; es una práctica socio-histórico-culturalpolítica ritualizada y regulada por las instituciones de todo tipo (Haidar
2006: 73-74).
Aunado a lo anterior, también se integran diversas técnicas
etnográficas que facilitaron la recolección de información relacionada
429
con la Universidad Intercultural del Estado de México, necesarias para
la posterior construcción de los datos que son analizados en este trabajo.
En síntesis, los objetivos principales que orientan nuestro trabajo
son los siguientes:
•
Establecer los antecedentes socio-histórico-político-culturaleducativos contemporáneos, que han configurado lo que hoy
conocemos como educación intercultural universitaria en
nuestro país.
•
Identificar la relación entre la formación social, formación
ideológica y formación discursiva, así como la materialidad y
el funcionamiento de la ideología y sus posibles alcances en los
discursos de los profesores y estudiantes de la UIEM.
•
Indagar el funcionamiento del poder con sus procedimientos de
exclusión, control y utilización, en los discursos de los profesores
y estudiantes indígenas que acuden a dicha institución educativa.
Condiciones de Producción, Circulación y
Reproducción del discurso del Modelo Educativo de
la UIEM
En México, en las últimas décadas se ha visto una serie de vertiginosas
transformaciones sociales con resultados importantes, lo que se puede
constatar cotidianamente en diversos ámbitos como son: en la economía,
en la política, en lo social, en lo cultural y en lo educativo. Todas estos
cambios son generados por proceso de la globalización que responde a
cuestiones del capitalismo tardío neoliberal que se expande en todo el
mundo, estableciendo macro-políticas económicas que han modificado la
estructura y el funcionamiento de los llamados Estado-nación.
De tal suerte que la vigente formación socio-histórica-políticacultural y educativa (Pécheux 1978; Haidar 2006), se ha constituido por
las condiciones de un modo de producción dominante, que conduce a
las relaciones sociales de desigualdad entre los continentes, los países
y los sujetos sociales, con lo cual se explica la existencia de conflictos
430
y tensiones entre grupos socio-culturalmente diferentes, con intereses
antagónicos, por su situación concreta dentro de la estructura social y las
relaciones sociales que ocupan en un modo de producción históricamente
determinado.
En ese proceso, el Estado-nación1 moderno se define por instituir
relaciones sociales jerarquizadas que están condicionadas por la
estructura económica y ésta, a su vez, establece una ideología dominante
y un discurso que alcanza y se materializa en los aparatos de la estructura
institucional, que dan soporte y sentido a las políticas educativas, sobre
todo en aquellas instituciones escolarizadas denominadas ‘universidades
interculturales’, que el gobierno ha destinado principalmente a la
población indígena.
En este marco, según Walsh (2009) “desde los años 90 la
interculturalidad se ha convertido en un tema de moda”, no obstante
consideramos que más que moda es un tema emergente debido a las
condiciones de desigualdad económica y social que provoca el modelo
económico global, por lo que se establecieron novedosas instituciones
educativas interculturales para extender las supuestas oportunidades
educativas a los grupos marginados, principalmente indígenas.
Es oportuno apuntar que la creación de las universidades
interculturales en nuestro país fue posible a partir de numerosos
acontecimientos de carácter socio-político-culturales, que fueron
orientando este tipo de educación a nivel internacional y nacional.
Entre las causas de la esfera internacional, se destaca el Convenio
169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el cual se
ratifica la pertinencia de que “los miembros de los pueblos interesados en
la posibilidad de adquirir una educación a todos los niveles, por lo menos
en pie de igualdad con el resto de la comunidad nacional” (Convenio 169
1989: art.26), así como de defender el ejercicio de derechos sobre el
territorio y respeto a formas de gobierno propio de los pueblos indígenas
y tribales en países independientes.
1
“El Estado-nación cumple la función legitimadora de la colonialidad y actúa como mecanismo de asimilación, dominación y neutralización a la vez que funge como mecanismo de totalización y homogeneización” (Noboa
2009:129).
431
Asimismo, en enero de 1994, el levantamiento del Ejército Zapatista
de Liberación Nacional (EZLN), constituye un detonante que tuvo
alcance en los distintos procesos relacionados con las demandas y
derechos de los pueblos indígenas. El gran impacto generado por este
movimiento produjo otras situaciones, como por ejemplo: la realización
de los Acuerdos de San Andrés Larrainzar (ASA), firmados en febrero de
1996, donde se establece el derecho a la libre determinación y autonomía
de los pueblos indígenas.
Hay que mencionar que en 2001 se promulgó la Reforma Constitucional
en materia de derechos y cultura indígenas, que reconoció el derecho a la
autonomía2 a los pueblos indígenas, asentándose en el segundo artículo
de la Carta Magna, “esta constitución reconoce y garantiza el derecho de
los pueblos y las comunidades indígenas a la libre determinación y en
consecuencia a la autonomía” (Constitución de México 2001: Art. 2°).
Sin embargo, este artículo se impugnó y sigue sin recurso jurídico hasta
la fecha.
Por todos estos factores, el surgimiento de la Universidad Intercultural
sucedió en la coyuntura política de cambio del gobierno federal (Robín
1976), que pasó del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al Partido
de Acción Nacional (PAN), con Vicente Fox Quezada (Sexenio: 20002006). Este presidente expresó en un discurso maquillado la promesa
de una nueva cultura política democrática, nacida de la alternancia,
que apostaba a la resolución de conflictos sobre todo relacionados a la
diversidad cultural y lingüística.
En consecuencia, se establece el decreto de creación de la
Coordinación General de Educación Intercultural Bilingüe (CGEIB3),
de la Secretaria de Educación Pública (SEP, 2006), que estableció
universidades interculturales en distintas regiones del país, y es bajo este
contexto que se crea la primera universidad intercultural institucional en
el Estado de México.
2
Autonomía. “Es un régimen especial que configura un gobierno propio (autogobierno) para ciertas comunidades integrantes, las cuales escogen así autoridades que son parte de la colectividad, ejercen competencias legalmente
atribuidas y tienen facultades mínimas para legislar acerca de su vida interna y para la administración de sus asuntos”
(Díaz-Polanco 2003:150).
3
Publicado en Diario Oficial de la Federación del día lunes 22 de enero de 2001, p. 58. Primera sección.
432
La Primera Universidad Intercultural ¿reproducción
de la ideología hegemónica?
Después de un largo proceso de gestión entre autoridades, pobladores
de la región y el gobierno federal en turno, se inauguró la primera
universidad con enfoque intercultural, en septiembre del 2004, en San
Felipe de Progreso4, municipio que se localiza al noroeste del Estado de
México.
En la actualidad, la Universidad Intercultural del Estado de
México (UIEM), ofrece las siguientes licenciaturas: Lengua y Cultura;
Comunicación Intercultural y Desarrollo Sustentable, Salud Intercultural,
Arte y Diseño Intercultural y Enfermería Intercultural, principalmente a
los jóvenes indígenas mazahuas, otomís, matlazincas, nahuas y tláhuicas
de la región, con el propósito de “formar intelectuales y profesionales
comprometidos con el desarrollo de sus pueblos y de sus regiones, que
sea la palanca impulsora del desarrollo social, de la democracia de la
convivencia multicultural y del desarrollo del país” (Schemlkes 2003).
De igual modo, la propuesta educativa institucional establece que
la educación intercultural tiene “objetivos pedagógicos que responden a
la especificidad lingüística y cultural de las poblaciones indígenas; pero
también objetivos éticos y epistemológicos enfocados en lograr cambios
en las relaciones entre los grupos indios y mestizos” (Schmelkes 2006:23).
Sin embargo, estos objetivos educativos que promueve la Universidad
Intercultural del Estado de México no logran impactar y modificar la
historia de marginación y de las prácticas discriminatorias hacia los
propios indígenas, sino que instituye novedosas formas de reproducción
de la ideología hegemónica.
4
San Felipe del Progreso, se localiza al noroeste del Estado de México. Entre los 19 grados 43 minutos de
latitud norte. 99 grados, 57 minutos, de longitud oeste. Limita al norte con Tlalpujahua, Edo. de Michoacán, El Oro
y Xocotitlán, municipios del Estado de México. Al sur con Villa de Allende, Villa Victoria y Almoloya de Juárez,
Municipios del Estado de México. Al oriente con Ixtlahuaca, México. Y al poniente con Ocampo, Agangeo y Senguio,
Municipios del Estado de Michoacán; 59 kilómetros son necesarios recorrer entre San Felipe y Toluca, vía Ixtlahuaca,
72 por vía Atlacomulco. San Felipe del Progreso cuenta con 121,396 habitantes, de los cuales 58,173 son hombres,
es decir, el 47.9% y 63,223 son mujeres, equivalente al 52.1% de la población total, su densidad poblacional es de
329.7 habitantes por kilómetro cuadrado. De 1990 a 2010 el municipio registró un crecimiento poblacional del 13.80%
(INEGI 2016).
433
En este contexto, tendríamos que cuestionarnos sobre cuál es
el sentido de establecer este tipo de instituciones escolarizadas, en
un modo de producción dominante, ya que constituye un espacio
de cierto modo contrario a lo hegemónico, por lo menos en lo que se
propone en los documentos institucionales de su creación. En otras
palabras, consideramos que esta propuesta educativa se encuentra en
un antagonismo entre lo que plantea la institución educativa y lo que
efectivamente sucede en la práctica educativa. Esta contradicción, de
cierto modo insoluble, propicia que esta tendencia reformadora en la
práctica educativa se convierta en una nueva estrategia de dominación
ideológica dirigida hacia la población indígena.
(falsa conciencia), que plantea Althusser (1974) en “Los Aparatos
Ideológicos de Estado” (AIE), como la ideología en sentido amplio
(verdadera conciencia), que propone Gramsci (1972), en los “Cuadernos
de la Cárcel”. Desde nuestro punto de vista sostenemos que estas dos
tendencias ideológicas están interconectadas entre sí, es decir, no son
lineales, sino que responden a una pauta de recursividad5, que va más allá
de una simple repetición y recurrencia, por lo que, pueden producirse
y reproducirse en cualquiera de los discursos de los sujetos sociales,
que participan en el proceso educativo de la universidad que nos ocupa.
Desde la formación ideológica, la UIEM estableció un discurso educativo
intercultural en el cual se propone:
De tal modo, que la formación ideológica-hegemónica y la estructura
de aparatos institucionales (Pécheux 1978; Haidar 2006) son categorías
que empleamos para analizar la ideología, así como su materialidad y
funcionamiento en los discursos de los estudiantes y profesores de la
UIEM.
Formar profesionistas solidarios y comprometidos con el desarrollo
económico, social y cultural de sus comunidades y del país; revalorar los
saberes y los valores de los pueblos originarios; realizar investigación,
difusión y preservación de la cultura, extensión de los servicios y
vinculación con la sociedad (CGEIB 2006:145).
Para iniciar, es necesario revisar brevemente la concepción de
ideología ya que la discusión contemporánea en los estudios de esta
categoría se ha planteado desde distintas corrientes de pensamiento,
que procuran explicar el origen y desarrollo de la ideología, así como
la problemática de su producción, circulación y recepción, incluso sus
funciones. Desde distintas posibilidades, la definición de ideología a la
cual nos circunscribimos en este trabajo puede plantearse del siguiente
modo:
El concepto de ideología tiene dos significados en los textos clásicos de
Marx: el primero lo define como la falsa conciencia, como distorsión
de la realidad -sentido restringido-; y el segundo como conciencia
verdadera por lo cual los hombres se dan cuenta de los conflictos
sociales -sentido amplio-. Lo más pertinente, en el estado actual de la
cuestión, es definir lo ideológico como un fenómeno complejo en el
cual existen dos polos, lo que implica construir un continuum desde
la falsa hasta la verdadera conciencia, para abarcar los dos sentidos
opuestos (Haidar 1998:125).
Aunado a esta concepción, es preciso tomar en cuenta y articular los
procesos y funcionamientos de la ideología, tanto en sentido restringido
434
En la cita anterior, podemos observar que la propuesta educativa
institucional se presentó como un cambio auténtico en la figura de la
uiem, que prometía, en el momento de su apertura, resolver aspectos y
problemáticas referentes a la igualdad de oportunidades y la equidad en
el marco de la diversidad cultural. Sin embargo, casi todo se ha quedado
en promesas y los problemas siguen aún sin resolverse.
Entonces, de acuerdo con los planteamientos de Althusser
(1974), la ideología dominante tiene una existencia material en la
institución educativa de la Universidad Intercultural, ya que pertenece a
los Aparatos Ideológicos de Estado (AIE). Aunado a lo anterior, algunos
autores que estudian la educación interculturalidad como Tubino (2009),
Walsh (2009) y Muñoz (2009) coinciden en plantear que el enfoque
intercultural institucional aplicado a la universidad produce y reproduce
la ideología imperante alienante, que en el proceso se legitima y logra
imponer la cultura dominante sobre las otras.
5
Un proceso recursivo “es aquel cuyos productos son necesarios para la propia producción del proceso. Es
una dinámica auto-productiva y auto-organizacional” (Morín 2013:40).
435
En este sentido, Bourdieu y Passeron (1985) señalan precisamente
que la educación escolarizada es el medio por el cual se legitima y se
impone una cultura, ejerciendo una violencia simbólica:
La violencia simbólica es esa coerción que se instituye por mediación
de una adhesión, que el dominado no puede evitar otorgar al
dominante y por lo tanto, a la dominación, cuándo sólo dispone para
pensarlo y pensarse o mejor aún, para pensar su relación con él, con los
instrumentos de conocimiento que comparte con él y que, al no ser más
que la forma incorporada de la estructura de la relación de dominación,
hacen que ésta se presente como natural (Bourdieu 1985:225).
Tal funcionamiento ideológico opera con la capacidad de ordenar y
definir los saberes y conocimientos educativos, que cuentan como válidos
en la universidad intercultural; de este modo, durante el proceso educativo
se estructura y se mediatiza la práctica educativa en la formación de los
estudiantes de la institución educativa.
Esta condición propicia que la educación que se imparte en estas
universidades, según Freire (1980:73) “se convierte en una educación
bancaria, donde no se supera la contradicción de educador-educando, es
decir, domestica al ser humano y resulta”, y continúa sosteniendo:
Para ilustrar mejor esta situación, jóvenes egresados de la universidad
intercultural, expresaron las dificultades a las que se enfrentan al terminar
sus estudios de licenciatura: la primera de éstas es obtener el título, que
en ocasiones se aplaza, por cuestiones relacionadas con las asesorías
académicas con el tutor; la segunda dificultad a la que se enfrentan los
egresados se relaciona con la cuestión del campo laboral, porque no
existe bolsa de trabajo en la universidad y los trabajos ofrecidos son
pocos, y están encaminados a regresar a la comunidad.
En consecuencia, el funcionamiento ideológico actúa de modo
disimulador, de acuerdo con Reboul (1986), “una ideología es
necesariamente disimuladora. No sólo tiene que enmascarar los hechos que
la contradicen, o quitarle la razón a las buenas razones de sus adversarios,
sino que también, y sobre todo, debe ocultar su propia naturaleza”
(Reboul 1986:20). De este modo, procuramos superar y complementar
los planteamientos de la ideología restringida de Althusser (1974) con
la propuesta de Gramsci (1972) y Haidar (2006), que expone que en
una formación social determinada, la ideología tiene como prioridades
fundantes el consenso de los diversos grupos socio-culturales en relación
con lo hegemónico.
a) que el educador es siempre quien educa; el educando, el que es
educado; b) que el educador es quien disciplina; el educando, el
disciplinado; c) que el educador es quien habla; el educando, el que
escucha; d) que el educador prescribe; el educando sigue la prescripción;
e) que el educador elige el contenido de los programas; el educando lo
recibe en forma de “depósito”; f) que el educador es siempre quien
sabe; el educando, el que no sabe; g) que el educador es el sujeto del
proceso; el educando, su objeto (Freire 1991:74).
En esta universidad, la ideología en sentido amplio, es decir desde
una posición crítica y no alienante, se manifiesta en ciertos grupos, tanto
de profesores como de estudiantes, que comparten un conjunto de ideas
de consenso y cohesión que justifican la labor de la institución educativa.
Presentamos un ejemplo de consenso de profesores, rasgo distintivo de la
ideología en sentido amplio (Entrevista a profesora de tiempo completo
de la licenciatura en Salud Intercultural, 2015):
Continuando con esta lógica, el funcionamiento de lo ideológico
también opera en el aparente campo laboral de los egresados de la
universidad, ya que de acuerdo con los objetivos de la institución educativa
se establece que “los profesionales egresados de esta universidad estarán
en condiciones de integrarse a espacios laborales convencionales
como instituciones gubernamentales, empresas y estancias del sector
productivo o de los servicios públicos o privados” (CGEIB 2006:178).
Pero esto no ocurre así, ya que queda como un simulacro que suplanta la
realidad o solo se realiza en cierto grado.
A este modelo intercultural se le hacen críticas, pero, realmente es
un modelo, que si es bien llevado, bien, es grandioso, puede ser un
ideal. Aunque estamos en condiciones, en desventaja, un poquito.
Pero estamos empezando, llevamos un poquito más de diez años. Yo
tengo aquí seis años y meses. Yo entré cuando se abrió la carrera de
Salud Intercultural. La idea de utilizar recursos tradicionales con otras
medicinas alternativas y complementarlas con la medicina alopática
es una idea bastante innovadora, que no es nueva, ya tiene otros
antecedentes, pero puede servir mucho a la gente. Por ejemplo, hoy
amanecí con sinusitis y tomé el extracto de esa planta descongestionante,
también me pusieron agujas mis alumnos, porque no podía trabajar.
436
437
Mucha gente no valora esto y prefiere las pastillas, porque son más
rápidas y efectivas, pero si tienen sus efectos secundarios. Entonces,
este modelo es otra forma de ver la salud. Esta visión, la llevamos a
cabo junto con otras personas. Es por el ideal de creer en este proyecto,
hay otras personas que llegan aquí por otras razones. Mire le voy a
enseñar los cultivos de otros maestros que están convencidos de lo que
hacen, que bien pueden irse de aquí con un sueldo cuatros veces más de
lo que ganan aquí. Pero están ellos aquí, porque cuando se trabaja por
ideales, funciona. Nosotros trabajamos en conjunto con el desarrollo
sustentable (Profesora tiempo completo de la licenciatura en Salud
Intercultural).
Nos ayuda porque tenemos muchos puntos de vista // es horizontal //
aprendemos de otras culturas // no funciona // nos enseñan a respetar
a las otras culturas // no sirve // respetamos los puntos de vista del
otro // sirve para la intervención // es educar y entender // nos ayuda
a entender otras culturas // aquí no se lleva // nos enseñan otras cosas
// no funciona, los maestros imponen sus saberes // es como aplicar
los valores // es abrir una visión holística // es estar en contacto con
otras personas // es respetar las tradiciones y cosmovisiones // es
aprender lenguas // es conservar las tradiciones // a veces funciona
// (Entrevistas con estudiantes de distintos niveles y licenciaturas de
la UIEM).
En lo expuesto en este fragmento discursivo, podemos observar
una propuesta educativa, novedosa e híbrida. La universidad constituye
un espacio en donde existen intercambios de saberes y conocimientos,
tanto en el marco escolarizado como en las actividades de vinculación
con la comunidad: los estudiantes realizan visitas desde los primeros
semestres acompañados en ocasiones por los profesores, en cada una
de las licenciaturas que ofrece la universidad. Con estas actividades,
se va logrando la cohesión, generando el consenso de ciertas prácticas
educativas, así como formas de comportamiento y aceptando la ideología
hegemónica mediante la normatividad institucional.
De lo anterior, podemos señalar que los discursos de los estudiantes
están conformados por un conjunto de producciones discursivas
argumentativas que provienen tanto de los aparatos ideológicos del
Estado como de las prácticas sociales ancestrales, por lo cual constituyen
“una práctica socio-histórica-cultural-política ritualizada y regulada por
las instituciones” (Haidar 2006: 14). Estas producciones discursivas
contienen acuerdos colectivos que generan un conjunto de creencias,
valores y que materializan procesos interdiscursivos. A continuación,
abordamos la formación semiótico-discursiva en la UIEM en el siguiente
apartado.
En este proceso de interacción y correspondencia de diálogo,
de saberes y conocimientos, podemos subrayar que lo ideológico tiene
su existencia material en las prácticas semiótico-discursivas de los
diferentes sujetos sociales6, ya que la ideología es heterogénea de acuerdo
a la posición que ocupan los sujetos en la jerarquización de la institución
educativa.
La Formación Semiótico-discursiva en la Universidad
En ese sentido, el funcionamiento ideológico de los sujetos
sociales discursivos es contradictorio, multidimensional y móvil, lo
podemos evidenciar en las entrevistas realizadas a los estudiantes, donde
se preguntó de qué modo se comprendía la interculturalidad de acuerdo
a su práctica educativa, y en los discursos surgieron las siguientes
respuestas:
6
“Los sujetos entran necesariamente en relaciones socio-histórico-cultural-políticos, que no son reductibles a
la simple intersubjetividad. En otras palabras, reducir las complejas relaciones sociales a una dimensión intersubjetiva
es producir un falso análisis” (Haidar 2006:95).
438
La categoría de formación semiótico-discursiva nos permite explicar
el entretejido de preconcepciones que se entrelazan en el discurso
educativo de los profesores y estudiantes, y la existencia de otros
discursos, que coexisten en un contexto determinado de una formación
social e ideológica.
Para ello, recurrimos a la interdiscursividad, categoría propuesta
para el análisis de las condiciones de producción, circulación y recepción
del discurso educativo de la universidad intercultural; con esta categoría
partimos del planteamiento de que “todo discurso remite a otro discurso
en una relación de alianza, compromiso, antagonismo, de respuesta
directa o indirecta” (Haidar 2006:207-208).
Hay que mencionar que este discurso educativo se ha fincado sobre
la base de otros discursos que provienen de distintos ámbitos y de tipos
439
socio-políticos, jurídicos, culturales, así como de las demandas sociohistóricas de los pueblos indígenas; de las políticas del reconocimiento
cultural; de las reformas constitucionales que responden al sistema
globalizado para ser llevadas a la esfera de la educación intercultural
universitaria, como hemos señalado.
Siguiendo estos planteamientos, podemos señalar que los
discursos sobre el tema de la interculturalidad en esta universidad
no son homogéneos, ni neutros, sino que están atravesados por las
contradicciones de los propios sujetos sociales, que tienden a emitir
discursos de alianza y, al mismo tiempo, de antagonismo de acuerdo a
las circunstancias. Así por ejemplo, en una entrevista a un profesor de
tiempo completo de la universidad, donde se le preguntó: ¿cómo podría
definir la interculturalidad?, su respuesta fue la siguiente:
Bueno de inicio, cuando hay una comunicación intercultural, se asume
que es en el mismo nivel. Es una situación horizontal, donde no hay
alguien arriba y abajo. Esa es la concepción teórica del modelo, dónde
todos asumimos que somos iguales y que nos asumimos como una
comunidad en la cual nosotros pudiéramos estar como profesores,
pero asumimos que nosotros, en el modelo intercultural asumimos que
todos aportamos, sabemos cosas y que podemos retroalimentarnos. No
es una cuestión de que no solamente el profesor lo sabe todo, o cuando
se hace trabajo con las comunidades que nosotros vamos a llevar el
conocimiento. Sino más bien, nosotros sabemos algo, quizás diferente,
quizás lo mismo, pero que la otra parte, también sabe y que puede
aportar. Algunos saben más, otros saben menos, pero la idea es que nos
asumimos que somos una comunidad en la que aprendemos todos de
todos. Entonces, cuando decimos que es una educación intercultural
a eso nos referimos. Estamos en el mismo nivel, quizás unos tengan
más experiencia por la edad o quizás porque tu mayor acercamiento
en algún momento con alguna actividad que tiene más conocimientos,
pero todos podemos aprender, aportar a esto. Entonces eso creo que es
la Interculturalidad (Profesor de tiempo completo en la licenciatura de
Desarrollo Sustentable: 2015).
Al escuchar el comentario anterior, no pude dejar de preguntar
al mismo profesor cómo sería todo aquello que expresó, en la práctica
educativa cotidiana. Lo interesante de esta producción discursiva fue
440
que el mismo profesor emite un discurso ya no de alianza, sino de
antagonismo.
Al querer llevar a cabo esto, nos topamos con una funcionalidad de la
institución. Por ejemplo, aquí en la Universidad no está organizada para
respetar la interculturalidad. Es una cuestión vertical, donde dicen está
bien discutan la cuestión, traten de hacer la educación intercultural.
Pero todo lo administrativo, todo lo burocrático, todo lo orgánicosocio-funcional, siguen siendo igual. Sí claro vertical, es decir, tienen
que llenar esto, estos son los requisitos para entregar calificaciones, esta
es su lista de calificaciones, sino tienen tanto de asistencia, sino tienen
esto, pues hay que reprobarlos. Entonces, en ese sentido, tenemos que
seguir avanzando, en ir proponiendo como debe funcionar. Algo por
ejemplo: hablamos de una cuestión intercultural, pero por ejemplo, hay
un programa de estímulo a los profesores, dónde lo que se estimula es el
desempeño individual, ¿cuánto publicaste?, ¿qué horas clases diste?, ¿a
ver tu productividad individual? Y yo ponía sobre la mesa a los colegas,
bueno, sí estamos en una universidad intercultural, debe de haber un
programa de estímulo donde el privilegio sea, a lo que más se dé puntaje,
por ejemplo al trabajo colaborativo. Okey, si publicaste, pero estas
publicando con tus compañeros de tu área de otras áreas. Entonces,
se está proponiendo ahora los proyectos integradores y estamos
proponiendo que sea como la regla, que no sean proyecto individual,
por ejemplo a mí me gusta tomar la fotografía. Entonces como regla.
¿Este es tu proyecto? ¿Cómo está relacionado con las otras áreas? ¿Cómo
realmente estamos llevando la práctica de que seamos interculturales?
y eso es muy difícil, porque todo lo burocrático, se presenta en nuestra
formación, nosotros nos formamos en instituciones convencionales de
lo individual y llevarlo eso a la práctica lo está haciendo difícil para la
interculturalidad (Profesor de tiempo completo en la licenciatura de
Desarrollo Sustentable).
En el discurso anterior emergen todas las problemáticas y tensiones
para la proyección concreta de la interculturalidad, que no puede
desarrollarse plenamente por las condiciones materiales, laborales, las
lógicas y las cuestiones administrativas en la UIEM, que no permiten
una mejora en la vida académica, como se propone en el discurso
institucional, paradoja siempre presente entre las prácticas discursivas y
las otras prácticas socio-histórico-culturales.
441
Reproducción del discurso del Poder en el modelo
Educativo de la UIEM
En este apartado, se presenta el funcionamiento discursivo del poder
para completar el modelo operativo propuesto para este artículo, que es
analizar entre otros aspectos el impacto del poder en las producciones
discursivas de los profesores y los estudiantes, que hacen posible el
proceso educativo en la universidad que nos ocupa.
En primer lugar, se destaca que los procedimientos foucaultianos
tienen tres tipos de prohibiciones: el tabú del objeto, la exclusión de
la razón-locura y exclusión verdad-falsedad, “el juego de tres tipos de
prohibiciones que se cruzan se refuerza o se compensan, formando una
compleja malla que no cesa de modificarse” (Foucault 1980: 12).
La producción discursiva en la UIEM emerge de forma diferente
entre los profesores y estudiantes, y el discurso educativo oficial de la
universidad es también distinto. Además, es importante destacar que
las prohibiciones tienen las siguientes características: “la censura impide
que los sujetos se inscriban en determinadas formaciones discursivas,
con lo cual se prohíben ciertos sentidos y que los sujetos ocupen ciertos
lugares” (Haidar 2006:188).
Procedimientos de exclusión del discurso intercultural
Entre los procedimientos de exclusión, vamos aplicar el tabú del
objeto, en este contexto:
es fundamental considerar lo excluido, lo prohibido para el análisis del
sentido, lo que se articula con el mayor o menor grado de prohibición,
que depende de la importancia del poder y del saber que están en juego
en las diversas esferas de la sexualidad y de la política (Haidar 2006:
104).
En relación con el tabú del objeto en los discursos en la UIEM,
éste se presenta en el propio modelo educativo, ya que no explica
abiertamente los intereses políticos e ideológicos que persigue este tipo
de enfoque educativo, el cual se caracteriza por justificar la “educación
442
del empoderamiento étnico indígena,7 a veces en combinación con
enfoques de educación compensatoria8 y matices de una educación de
acción afirmativa”9 (Dietz y Mateos 2011: 49), que apunta hacia una
tendencia de la homogenización disimulada.
De este modo, este modelo educativo se posiciona con rango de
autoridad y el derecho exclusivo para ejercer funciones que regulan y
orientan el modo de formar al futuro profesionista intercultural, y por
esta razón no puede ser cuestionado, ni tocado, porque constituye el
poder político institucional que se materializa en el saber, o control del
saber de la universidad intercultural.
Siguiendo esta lógica de exclusión discursiva, en el caso del grupo de
profesores de tiempo completo (PTC) que pertenecen a la denominada
academia, el tabú del objeto y/o exclusión se observa en la toma de
decisiones de la reestructuración del planes y programas de estudio, que
se lleva a cabo cada cinco años, momentos en los que los PTC excluyen
tanto a los profesores hora clase (PHC), como a los estudiantes que
asisten a la universidad.
Estos profesores PTC establecen lo que es verdadero y lo que es
falso en los contenidos de los planes y programas de estudio. Sobre
estos cambios es importante mencionar que no son un simple agregado
neutral e imparcial de conocimientos y habilidades educativas, sino que
nos deja entrever una traducción de los intereses ideológicos y de poder
de quienes participan directa e indirectamente en la configuración de los
7
“Con su insistencia de empoderamiento del otro, la educación intercultural corre el riesgo de reproducir las
añejas prácticas y actitudes paternalistas, también llamado multiculturalismo crítico que parte de la necesidad de democratizar el conjunto de instituciones escolares y extraescolares de una determinada sociedad. Los efectos liberadores no
deben limitarse a las minorías, sino que la concienciación pedagógica tendrá que dirigirse asimismo a las de construcción de las excluyentes y opresivas identidades de la mayoría” (Dietz; y Mateos 2011:49).
8
“Por su parte la educación compensatoria, también clasificada como multiculturalismo liberal, coincide con
el modelo de la afirmación hegemónica de la cultura del país de acogida, en vez de negar la diversidad existente, esta
se patologiza y se soporta transitoriamente a largo plazo. Sin embargo el pedagógico sigue siendo el asimilacionista: la
heterogeneidad es el problema, la homogenización es la solución” (Dietz y Mateos 2011:54).
9
“La llamada educación para la acción afirmativa y para el empoderamiento representa el enfoque más
directamente generado y formulado por los movimientos multiculturalistas una vez institucionalizados. Fuertemente
influenciado por el legado de la educación popular latinoamericana y sus estrategia de concienciar, como resultado esta
educación se caracteriza por un enfoque fuertemente sectorial, ya que se dedica especialmente a grupos históricamente
excluidos del sistema educativo general” (Dietz y Mateos 2011:56).
443
contenidos escolares, como podemos observar en el siguiente fragmento
discursivo:
personifican el saber y la verdad sobre el conocimiento y representan
la autoridad académica intercultural. Ejemplo de discurso de estudiante.
“Existen escalafones entre profesores: los que son de tiempo completo
y los profesores hora clase. Esto se ve reflejado en la cuestión académica.
Por supuesto, que la categorización tiene funciones muy importantes
académicas, que implican otras funciones laborales y aspectos
académicos”. (Profesores de tiempo completo de la licenciatura en
Lengua y Cultura).
A mí sí me gustaría dar clase aquí, pero las exigencias del sistema
del contrato son complicadas, pues siempre te piden experiencia, tu
currículum, todo eso. Por ejemplo nosotras estamos en contra de que
egresaste y no tienes trabajo y no tienes opciones. Ni trabajo como
una bolsa de trabajo que nos pudieran dar, no hay. Y eso genera dos
cosas: la primera, que ni te motivas para titularte y la segunda, que ni
tengas trabajo para cuando estés titulado. Son como muchos factores
que desencadenan una sola cosa y finalmente se ve reflejado, en eso
que menciona que es muy bajo el nivel de titulación (Estudiantes de
la licenciatura en Comunicación Intercultural de la Universidad::2015)
Así pues, el grupo de los PTC establece el orden del discurso en
la universidad intercultural, legitimando sus posturas ideológicas y las
relaciones de poder que derivan de la estructura institucional. Esta
condición que otorga la institución escolar a estos profesores que
representan a un grupo social, no es individual sino colectiva, es decir: “los
grupos en el poder van intentar en todo momento favorecer la creación y
recreación de un discurso científico e ideológico que justifique y legitime
la necesidad de su destino como grupo dirigente” (Torres 2003:19
Ahora bien, en el caso del grupo de PHC que no pertenecen a la
academia el tabú de objeto es el silencio, el alejamiento y ausencia
representativa en la universidad, lo que se expresa en este fragmento de
entrevista:
“Existe un desfile permanente de compañeros profesores, que se van
por varias razones: porque el salario es muy bajo; no encuadraban
en este modelo educativo; no le gusto y se fueron o simplemente los
corrieron, porque también nos corren” (Entrevista con profesores de la
licenciatura en Comunicación Intercultural).
De acuerdo con lo anterior, es evidente la existencia de diferencias
en los privilegios académicos, lo que implica la desigualdad social, no
sólo en las actividades educativas, sino también económicas y en la forma
de enseñar y de incidir en los estudiantes indígenas; esta condición
configura al grupo de PHC, como sujetos sociales que no tienen el derecho
y privilegio de hablar, es decir, son excluidos discursivamente.
Lo mismo pasa con los estudiantes de la universidad, el orden del
discurso se dispondrá a partir de los discursos de autoridad, según
444
Por todo lo anterior, es notorio el ejercicio del orden del discurso
por el tabú del objeto y las prohibiciones que tienen alcances en todos
los niveles del discurso educativo, ya que esta exclusión demuestra
que las condiciones de producción, circulación, recepción del discurso
estructuran y determinan la correlación de fuerzas que pueden intervenir
en determinados asuntos educativos y políticos.
Procedimientos de control interno en el discurso educativo
El segundo grupo de procedimientos del orden del discurso “son
considerados internos porque los propios discursos ejercen control unos
sobre los otros y se pueden sintetizar en tres principios que son principio
de clasificación, principio de ordenación y principio de distribución”
(Foucault 1980; Haidar 1998:191).
Para este trabajo se aplican los procedimientos de control interno
de clasificación para analizar el discurso educativo de los profesores y
estudiantes de la Universidad Intercultural, con lo cual partimos de la
premisa de que existen discursos que se enuncian una y otra vez, según
los intereses de los sujetos sociales que están ocupando la posición del
poder, porque éstos pueden producir discursos que ejercen control en
funcionamiento de la propia universidad.
Para Foucault (1980) y Haidar (1998): “en la sociedad existen
discursos que se producen y desaparecen, así como originan otros que
los retoman, los transforman, y son los discursos fundantes, que pueden
445
ser producidos para controlar a otros discursos” (Haidar 1998:191). El
siguiente ejemplo ilustra como el discurso fundante de la SEP-CGEIB
guía a la UIEM:
El enfoque intercultural se centra en aprovechar las diferencias en
un proceso de complementación de los conocimientos construidos
y compartidos con otros sujetos y otras dimensiones de desarrollo
(comunidad-región, entidad, nación, mundo). Así, la diferencia debe
concebirse como una cualidad que implica comprensión y respeto
recíproco entre distintas culturas; así como una relación de intercambio
de conocimientos y valores en condiciones de igualdad, ofreciendo así
un aporte al desarrollo del conocimiento, de la filosofía y cosmovisión
del mundo y de las relaciones que en éste se establecen, entre diferentes
actores, en diferentes circunstancias (SEP- CGEIB 2006:36-37).
Este discurso fundante es de carácter institucional, el cual designa
atribuciones y obligaciones en los sujetos de la producción discursiva,
que expresan discursos válidos de acuerdo a la posición y lugar que
ocupan socialmente en la institución escolar.
Pongamos como ejemplo los discursos emitidos por los PTC, que
actúan como discursos institucionales para garantizar la circulación y la
reproducción del discurso dominante que está relacionado con el poder
político y con el carácter de autoridad y legitimación que representa a la
universidad intercultural. En el siguiente fragmento, se ilustra mejor esta
situación en relación con la reciente reestructuración de plan de estudios:
Con la reestructuración del plan de estudio de la licenciatura, nos
juntamos todos los profesores y ahora estamos tratando de hacer un
solo instrumento único para evaluar a los estudiantes, en realidad
esto de la reestructuración del plan de estudios es una repetición y
reordenamiento de materias y contenidos, donde pueden surgir otras
materias (Entrevista con profesor de tiempo completo).
En este fragmento, está presente el planteamiento de Foucault “lo
nuevo no está en lo que se dice, sino en el acontecimiento de su retorno”
(1980:24). Del mismo modo, el poder se hace presente al enmascarar las
circunstancias que subyacen y que generalmente se ocultan, posibilitando
que el discurso dominante circule y se imponga porque: “es aquello que
se enseña y aprende en la escuela de manera implícita y que pasa, en gran
medida, inadvertido por su propia cotidianidad” (Lisón 2005: 31).
446
Debido a esto, el discurso de los profesores PTC se sitúan de acuerdo al
lugar del orden del discurso que ocupan dentro de la jerarquía institucional
educativa; es decir, se producen diferentes prácticas discursivas que
legitiman ni solo los contenidos académicos , sino también a los sujetos
del discurso que se encuentran en el lugar del poder, en esta institución
educativa superior.
El orden del discurso contribuye a conservar y a legitimar ciertas
relaciones de poder, a partir de estar ideológicamente aceptados en su
interior y reforzados por el contexto socio-económico-político-cultural
dominante contemporáneo. En el caso de los estudiantes, sus discursos
tienen que ajustarse a reglas impuestas, y acomodarse a lo estipulado:
Nosotros somos de segundo semestre de la licenciatura en Salud
Intercultural, nosotros estamos en un proceso de aprendizaje, cuando
ya seamos egresados, también nosotros vamos a dar terapias como los
profesores, que nos dan clase. En primer semestre nos dan las bases, lo
teórico. En segundo semestre ya salimos a hacer la práctica, la vinculación
con la comunidad, dónde hacemos diagnósticos comunitarios. Y en
tercero, ya empezamos con pacientes en las comunidades cercanas
de la universidad, más bien a las comunidades que pertenecemos, por
ejemplo de Xoco, de San Felipe, de Atlacomulco, Acambay, Ixtlahuaca,
el Oro (Estudiante de la Licenciatura en Salud Intercultural).
De tal modo, que los estudiantes reproducen y circulan el discurso
hegemónico durante el proceso educativo en cada semestre, adecuándose
a los distintos modos de enseñanza-aprendizaje que se implementan con
el modelo educativo, con la finalidad de reproducir el proceso educativo
intercultural.
Procedimientos de control de utilización en los discursos
interculturales en la UIEM
Para concluir con el análisis de este discurso educativo, se emplea
el procedimiento de control de utilización el cual mantiene el orden del
discurso, en torno a la selección de los sujetos que pueden hablar, es
decir, va configurando las reglas y las normas para el acceso al discurso.
Estos procedimientos tratan de determinar las condiciones de
utilización del discurso, de imponer a los sujetos a cierto número
447
de reglas que no permiten el acceso a la producción discursiva de
cualquiera, estos procedimientos son de cuatro tipos: la ritualización
del habla, las sociedades del discurso, las doctrinas y la adecuación
social del discurso (Foucault 1980; Haidar 1998:194).
Para el desarrollo de este procedimiento sólo se aplica la adecuación de
discurso, ya que “se ejemplifica con el sistema de educación, considerado
como una forma política de mantener o de modificar la adecuación de
los discursos con los saberes y los poderes que implican” (Haidar 2006:
195).
La adecuación del discurso implica que las decisiones tomadas,
en este caso por los profesores PTC, son que pueden reproducirse en
los discursos educativos en relación a los aspectos académicos, con el
distintivo del sello arbitrario porque no se consultan a los profesores PHC
y la población estudiantil; en otras palabras, se excluye discursivamente
a los otros sujetos sociales que también están involucrados en el proceso
educativo de la universidad.
Mediante este mecanismo del control del discurso, se establece que
los profesores PHC y estudiantes deben comprometerse con los principios
y fines establecidos en la universidad, y deben actuar en correspondencia
con ellos como se puede advertir: este mecanismo de control funciona
como medio para legitimar las relaciones de poder que en ella se sustenta.
Con este procedimiento los discursos de los profesores PHC y de los
estudiantes quedan reducidos a una participación de reproducción de los
contenidos académicos asignados por los sujetos discursivos dominantes.
En esta situación se puede notar la legitimación del poder, que
se cumple a través de este procedimiento que estructura el orden del
discurso para apuntar la validez de lo establecido por los sujetos del
discurso dominante, y así negar las posibilidades de discurso a los otros
participantes del proceso educativo en la universidad intercultural.
Situación que reproduce la discriminación y desvirtúa todos los objetivos
de los procesos interculturales en la educación universitaria.
448
A manera de conclusión
Después de haber realizado este trabajo sobre la Universidad
intercultural del Estado de México, en el cual analizamos cómo inciden
la ideología y el poder político en los discursos de los profesores y
estudiantes que asisten a la UIEM, en el contexto neoliberal, sintetizamos
las conclusiones más relevantes:
•
El discurso institucional se presentó como el cambio auténtico
en la figura de la UIEM, que prometía en ese momento resolver
aspectos y problemáticas referentes a la igualdad de oportunidades
y la equidad en el marco de la diversidad cultural.
•
La función socio-cultural de la Universidad Institucional
es la encargada de reproducir las condiciones ideológicas
de integración para cumplir con las demandas del modo de
producción predominante, mediante un conjunto de producciones
discursivas socializantes con otras instituciones que controlan la
producción, distribución y legitimación del capital económico y
cultural en la sociedad contemporánea.
•
El enfoque de la Universidad Intercultural se ha convertido en
un discurso oficial que permite justificar las políticas educativas
dirigidas a la población marginada históricamente, sin considerar
las particularidades de cada grupo étnico.
•
La UIEM está relacionada con el ejercicio del poder y de la
hegemonía ideológica que provienen del contexto global.
•
La materialidad de la ideología se expresa en la institución
educativa de la universidad intercultural, ya que ésta pertenece a
los Aparatos Ideológicos de Estado, que produce y reproduce la
ideología imperante alienante, que logra en este proceso legitimar
e imponer la cultura dominante, sobre las otras.
449
•
El funcionamiento ideológico en sentido restringido opera con
la capacidad de ordenar y definir los saberes y conocimientos
educativos, que cuentan como válidos en la universidad
intercultural.
•
El funcionamiento ideológico en sentido amplio en la UIEM tiene
como prioridades fundantes el consenso de los diversos grupos
socio-culturales en relación con la parte hegemónica. Así mismo
intenta superar la dicotomía existente entre las tradiciones
ancestrales/ y lo moderno.
•
El funcionamiento ideológico de los sujetos sociales discursivos
en la UIEM, es contradictorio, multidimensional y móvil.
•
Con las categorías que plantean Foucault (1980), Haidar (2006),
en los procedimientos de exclusión del discurso educativo
intercultural de los profesores y estudiantes de la universidad, se
logró distinguir que el discurso educativo opera distinto entre los
sujetos participantes inmersos en el orden del discurso
•
En suma, la Universidad Intercultural del Estado de México es
una versión más elaborada que la educación tradicional indígena,
que ha implementado la globalización neoliberal, bajo el discurso
del respeto a la pluralidad, a las minorías, que es un recurso para
seguir con la atomización de colectivos, con el objetivo de seguir
incorporando a los pueblos indígenas al sistema dominante, más
que de liberarlos y respetarlos.
REFERENCIAS
Bertely, Busquets María (2011).
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453
MITOPOIESIS Y LOS
VÍNCULOS ANIMALES
ENTRE LOS WIXARITARI.
UNA APROXIMACIÓN
ZOOSEMIÓTICA
Eduardo Chávez Herrera
Universidad de Warwick (Gran Bretaña)
e.chavez-herrera@warwick.ac.uk
Resumen: El papel que los animales desempeñan en la vida de los Wixaritari refleja la cercanía
de las relaciones entre cultura y naturaleza. Este conjunto de vínculos comienza en la época
mitopoética, en la que animales particulares representan características de bondad o maldad
incluyendo representaciones simbólicas de varias especies animales, fundamentales en la vida
cotidiana Wixarika, y de quiénes se considera que están dotados con poderes especiales y un
carácter sagrado. Las representaciones narran rituales relacionados con el ciclo de la siembra
y la búsqueda de poderes curativos, pero también reflejan la obtención de experiencias
visionarias. Al considerar varios tipos de nexos entre humanos y animales, y los modos en que
se articulan semióticamente, en este artículo nos centramos en tres tipos de interacciones: 1)
Relaciones humanos/animales en la vida cotidiana; 2) Interacciones entre humanos y animales
en el mundo mitopoético; 3) Representaciones simbólicas de animales reflejadas en el arte.
Palabras clave: Zoosemiótica antropológica, mundo mitopoético,
cultura Wixarika, representaciones animales, Nierika.
Abstract: The role that animals carry out in the life of the Wixaritari reflects the closeness
of the relations between culture and nature. This group of links begins in the mythopoetic
period, in which particular animals represent characteristics of good and evil including
symbolic representations of various animal species. These are fundamentals in Wixarikan
everyday life, and for those who are considered to be endowed with special powers and
sacred characteristics. The representations not only recount rituals related to the planting
cycle and the search for curative powers, but they also reflect the obtaining of visual
experiences. Considering various links between humans and animals, and the ways they are
articulated semiotically, in this article we will concentrate on three types of interactions:
1) Human/animal relations in day to day life; 2) Interactions between humans and animals
in the mythopoetic world; 3) Symbolic representations of animals reflected in art.
Keywords: Anthropological zoosemiotics, mythopoetic world,
Wixarika culture, animal representations, Nierika.
455
INTRODUCCIÓN
Si yo fuera águila
Si yo fuera águila andaría en el cielo. Moviendo mis
alas iría lejos al otro lado del mar, hacia el poniente,
donde se oculta el sol.
Cuidaría los animales de mi abuelo sentada en la punta
de los pinos, iría a bañarme en el mar. Desde la cima
del peñasco cuidaría todo lo que hay en la tierra, a todo
ser viviente, a todo aquello que camina.
Seguiría el canto del mara’akame hasta llegar a
Pariyatsie. No importa que alguien queriendo obtener
sabiduría me matara, mis plumas seguirían hablando
junto con el mara’akame. No sería yo quien hablaría,
sino mis plumas; ellas ven, ellas escuchan, ellas
escriben nuestro camino.
Aitsarika Ortiz (1992) Poeta y narradora Wixarika
Los Wixaritari (forma plural de Wixarika)1 son uno de los sesenta
y ocho pueblos originarios mexicanos. El territorio habitado por ellos
está constituido por cinco regiones separadas en la parte occidental de
México, particularmente en la Sierra Madre Occidental, entre los estados
de Nayarit, Jalisco, Zacatecas, Durango y San Luis Potosí. En conjunto,
estas regiones se refieren a las orientaciones del mundo Wixarika, y
conforman un rombo que remite al principal emblema cosmogónico de
los Wixaritari, el cual representa la división estructural del universo:
cuatro partes y un centro, con forma de quincunce.
El término Wixarika, con el que se denominan a sí mismos, significa
“la gente”. Sin embargo, Marina Anguiano y Peter Furst (1978) señalan
que el término huichol, usado para referirse a las Wixaritari, sea una
1
Los Wixaritari hablan la lengua Wixarika, perteneciente al grupo de lenguas Cora-Chol, el cual forma parte
de la familia lingüística Uto-Azteca, una de las once familias lingüísticas de México.
456
corrupción española. Carl Lumholtz (1903) asumió que el nombre
Wixarika quería decir ‘doctores’, después de que sus informantes se lo
contaran presuntamente. Aunque no hay consenso en la veracidad de esta
versión, los Wixaritari aún mantienen una reputación como curadores y
su conocimiento sobre plantas medicinales es excepcional.
El papel desempeñado por los animales en la vida Wixarika refleja
la cercanía de las relaciones entre naturaleza y cultura. Como tal, estas
relaciones comienzan en la época mitopoética, época en la que ciertos
animales muestran características de bondad o maldad, de trickster. De
acuerdo a Ingrid Geist, el trickster es “un generador de formas semióticas,
alguien que funge como creador cultural y fuente de hábitos y rituales”
(Geist, 2003: 151).
Tales relaciones se plasman mediante representaciones simbólicas
de diversas especies animales como es el caso de: águilas, venados
o serpientes, de quiénes se cree que están dotados con un carácter
sagrado y poderes especiales. Estas representaciones no sólo simbolizan
los rituales relacionados con los ciclos de la siembra y la búsqueda de
poderes curativos, sino que también reflejan la capacidad de obtener
experiencias visionarias, asegurando una constante armonía en las
relaciones naturaleza y cultura.
El objetivo principal de este artículo es brindar una perspectiva
general de cómo los Wixaritari tejen distintos tipos de relaciones con los
animales en el nivel cultural. En primer lugar, se considerarán los modos
en que los humanos, en tanto que animales, establecen relaciones con
otros animales y cuáles son sus articulaciones semióticas.
De manera concreta, nos enfocaremos en las interacciones entre
los Wixaritari y otros animales que no son humanos. Sebeok (1972) y,
posteriormente, Martinelli (2010) consideran animales a los humanos
y los dividen en dos categorías: humanos y animales no-humanos. John
Deely, yendo más allá de esta discusión, considera a los humanos como
“animales semióticos”, argumentando que la capacidad humana de usar
ciertos tipos de signos (símbolos concretamente) es la que nos distingue
de los otros animales (Deely, 2003). Para los propósitos de este trabajo
distinguiremos únicamente entre humanos y animales.
457
El análisis abarca un conjunto de relaciones, desde tres aspectos
principales:
•
Relaciones humanos/animales en la vida cotidiana.
•
Interacciones inherentes entre humanos y animales en el mundo
mitopoético Wixarika.
•
Representaciones simbólicas de animales reflejadas a través del
arte Wixarika.
Este artículo utiliza una perspectiva desde la Zoosemiótica, cuyos
objetos de estudio son complejos y diversos en la medida en que ésta
abarca múltiples tópicos como son: los Umwelt animales, los modos de
percepción ambiental, la comunicación entre animales, etcétera. Sin
embargo, la Zoosemiótica también analiza las representaciones animales
en las culturas humanas, ya sean las relaciones puramente animales, o las
múltiples capacidades semióticas de los animales (Maran et al., 2016).
En este trabajo, en vez de utilizar un enfoque etológico de la
Zoosemiótica, se abordará una óptica desde la Zoosemiótica Antropológica
(AZ en inglés). Esta última “es la rama de la Zoosemiótica que estudia
la interacción semiótica entre seres humanos y otros animales desde
un punto de vista cultural” (Martinelli, 2010: 121). Más concretamente,
nos acercaremos a este tema desde la subdivisión que la Zoosemiótica
Antropológica hace entre representación y significación (s/r AZ), la cual
implica un enfoque en el que el animal es entendido como una fuente
pura de significado, un objeto de semiosis, más que un objeto:
Esta tipología de la Zoosemiótica tiene que ver con la representación
de otros animales. Lo cual se vuelve evidente en el caso de los
mitos, los cuentos, las alegorías, pero también en las clasificaciones
taxonómicas. Ahora, para ser justos, este proceso corresponde a dos
fenómenos diferentes: significación y representación. Por un lado,
el ser humano percibe al animal no-humano de cierta manera y, por
lo tanto le atribuye diferentes formas de significación. Por otro lado,
este movimiento puede estar (y lo es en la mayoría de casos) seguido
de una acción de representación en la cual se le da forma a esta
percepción, “envolviéndose”, y entregándose a un receptor (virtual o
real, humano o no). Estos dos momentos semióticos, significación y
458
representación son, obviamente, dos movimientos diferentes y, uno de
ellos (significación) puede también ocurrir sin la permanencia del otro
(Martinelli, 2010: 10-11) [Traducción nuestra]
Relaciones cotidianas entre los Wixaritari y los
animales
Los Wixaritari habitan en sinuosas montañas llenas de acantilados
en donde pasan cantidades considerables de tiempo, interactuando con
su entorno natural. Las tierras altas en las que habitan no permiten el uso
de tecnología agrícola sofisticada así que continúan utilizando métodos
agrícolas tradicionales como es el coamil2.
A continuación, recurriremos a la obra de Thomas Sebeok (1972)
y su tipología de motivaciones para clasificar los modos en que los
Wixaritari se adaptan y se relacionan con los animales, a través de las
siguientes categorías: trabajo, necesidades y vida diaria.
Primero, la motivación trabajo toma en cuenta a los animales que
siempre han formado parte del ciclo humano productivo. Segundo,
la motivación necesidad se refiere al hecho de que varias necesidades
humanas se satisfacen gracias a ciertos animales, es decir que la gente se
alimenta de animales y se viste con productos derivados de los animales.
Por ejemplo, entre los Wixaritari, hasta el principio del siglo XX, el uso
de lana era bastante común para confeccionar ropa. Sin embargo, esta
práctica ha desaparecido y en la actualidad la mayor parte de las prendas
está hecha de materiales sintéticos (Medina Miranda, 2014). La tercera
motivación, vida diaria, es más que obvia: los animales son una parte
regular de la vida Wixarika, en tanto que comparten un entorno común.
Con respecto a otro tipo de relaciones entre los Wixaritari y los
animales, se utiliza una segunda clasificación concebida por Sebeok
(1972), la cual se conoce como tipología de interacciones. En esta tipología,
los seres humanos se perciben simultáneamente como compañeros,
depredadores y domadores.
2
El coamil es un sistema tradicional de sembrar la tierra, parcelándola y dividiéndola en pequeñas dimensiones que se cultiva con la coa. Generalmente los coamiles se localizan en las laderas de los cerros.
459
Primeramente, los Wixaritari crían cerdos, pollos y guajolotes,
ocasionalmente utilizan aves en ceremonias religiosas. Sin embargo, los
cerdos carecen de significado religioso. En segundo lugar, los Wixaritari
son vistos como depredadores en la medida en que explotan, a través de
la caza, la vida de otras especies. Si bien la caza ha perdido su relevancia
como un importante medio de supervivencia, aún permanece como una
parte integral de la vida ritual y religiosa (Neurath y Pacheco, 2006).
Con regularidad la caza incluye animales como ardillas, iguanas, pecaríes
y jabalíes. Aun así, el único animal de caza que es verdaderamente
relevante desde una perspectiva religiosa es el venado de cola blanca
(Odocoileus virginianus) (Ver más abajo en la sección 3). Adicionalmente,
los principales recursos piscícolas incluyen peces gato y cauque.
Asimismo, existe una relación recíproca entre las motivaciones
domador y trabajo, la cual debe ser señalada: el entorno natural de los
Wixaritari es una región llena de precipicios. Por lo tanto, la utilización
de animales de carga como los toros, los burros, las mulas y los caballos
está bastante extendida.
Por último, no podemos olvidar las motivaciones más obvias de la
categoría domesticación y unión, en tanto que concierne al cuidado de los
animales como mascotas.
El mundo mitopoético de los Wixaritari
En esta sección nos enfocaremos en las abundantes conexiones entre
los Wixaritari y los animales dentro de su modelo de mundo mitopoético.
Es desde esta perspectiva donde se sitúan los ejemplos más claros de las
funciones culturales de las representaciones animales.
El modelo mitopoético del mundo se refiere a las continuas simbiosis
entre el hombre y la naturaleza, las cuales implican complejos procesos
semióticos. En general, abarcan la representación sistemática de diversas
ideas sobre la esencia y existencia de fenómenos naturales, culturales,
históricos o sociales. Autores como Tokarev (1980) han indagado
diversos ámbitos de los modelos mitopoéticos en diversas culturas.
460
Es, sin embargo, Vladimir Toporov, eminente investigador ruso y
miembro de la Escuela Semiótica Tartu-Moscú, quién presenta una de
las síntesis más interesantes sobre la mitopoiesis. Para Toporov este
modelo es evidente en distintas representaciones y personificaciones,
sin ser completamente independientes. Por lo que, en conjunto, estas
representaciones comprenden un sistema único e interdependiente.
“A través del mito y el ritual el mundo se vuelve visible, perceptible e
inteligible” (Toporov et al., 2002: 68). Así, Toporov considera que el
modelo del mundo mitopoético constituye una forma de materializar
la realidad en la que convergen, en una simbiosis, distintas áreas de la
naturaleza y de la cultura.
Por otro lado, para Claude Lévi-Strauss (1982), la mitopoiesis es
una forma peculiar de conocimiento que combina procesos cognitivos,
creativo-poéticos y obedece a la lógica de lo concreto. Para Lévi-Strauss
la conciencia mitológica está relacionada con lo que él denomina el
pensamiento salvaje, en oposición a la lógica racionalista occidental. Por
eso, esta conciencia particular funciona con esquemas mitopoéticos
integrados al desarrollo de representaciones míticas, que adquieren
alcances distintos desde la óptica de la lógica concreta. Esta conjunción
se verá ejemplificada más abajo al observar la narrativa del mito
cosmogónico primigenio Wixarika, especialmente en la última sección
de este artículo en donde se examina el polisémico concepto de nierika.
De acuerdo a Neurath y Pacheco (2006), la cosmovisión Wixarika se
divide de la siguiente manera:
1. Una cosmovisión que se produce por la convergencia de dos
campos cognitivos: conocimiento práctico y empírico que es
aprendido a lo largo de la vida cotidiana y, aspectos puramente
mitológicos que se reproducen en los rituales y en las fiestas.
2. La cosmovisión Wixarika no se separa categóricamente de las
esferas de la naturaleza y la sociedad, sino que se divide entre lo
supernatural y lo sagrado. Esto es debido a que dicha cosmovisión
incorpora múltiples elementos y personajes de la mitología en
donde hay relaciones inherentes entre seres de la naturaleza y
los hombres.
461
3. La cosmovisión Wixarika puede considerarse etnocéntrica, lo
que es decir que todo el mundo es visto como un gran hogar, una
comunidad (kiekari). Este punto es crucial puesto que podemos
observar que los elementos de la naturaleza son paralelamente
considerados deidades, ancestros, gente y animales.
4. Aunque el núcleo del mundo se encuentra en territorio Wixarika,
su universo se extiende más allá de sus límites territoriales,
incluyendo tierras en otros estados mexicanos: la parte sur del
lago de Chapala, las zonas montañosas en el norte de Durango,
la zona desértica oriental y el Océano Pacífico, al occidente.
Cada territorio contiene un conjunto de santuarios con lugares
sagrados que son visitados regularmente en las peregrinaciones
rituales.
El mundo mitopoético Wixarika es rico y diverso puesto que
podemos observar las relaciones inherentes entre entidades naturales.
De acuerdo a la mitología, en las edades más tempranas, todos los seres
vivos, incluyendo plantas, animales y humanos, comprendían una única
entidad no diferenciada. Todos los seres vivían juntos y hablaban la
misma lengua, de tal manera que no habían problemas comunitarios. Si
bien se cree que todos los seres fueron creados durante esta época, nada
puede ser considerado como definitivo debido a que los protagonistas
cambian frecuentemente en relación con los eventos y las tramas de los
múltiples mitos existentes (Neurath, 2015).
Quizás la asociación más significativa que podemos proveer para
apreciar la conexión del humano con la naturaleza puede encontrarse en
la relación entre los Wixaritari y el agua. Las descripciones del mundo
primario aluden a un entorno acuoso y maleable: un estado primigenio
anterior a que la Tierra comenzara a secarse. El fin de esta época está
marcado por el nacimiento del sol, un episodio que provocaría la
solidificación de todos los seres vivos, concediéndoles sus formas finales.
Se puede apreciar, entonces, que el mar es considerado por los Wixaritari
como el lugar de origen, el antiguo lugar del cual los ancestros provienen.
La narrativa del mito cosmogónico explica que cuando los ancestros
salieron del mar, el mundo estaba aún en tinieblas, y tanto las estrellas
462
como la luna apenas proveían una débil luz al mundo. Entonces, debido
a tal oscuridad, los dioses enviaron el primer grupo de peregrinos: los
jicareros (xukuri’ɨkate), en busca de la Fuente del Amanecer (Paritekɨa),
el lugar donde el sol nacería. Esta peregrinación ancestral concluiría en
el Cerro del Quemado (Reu’unari), en el desierto de San Luis Potosí, con
la posterior concepción del sol. A lo largo de este peregrinaje algunas
entidades comenzaron a caer, convirtiéndose en cosas de la naturaleza
como piedras, cerros, manantiales, lagos o animales, así como grupos
étnicos no Wixarika (Coras, Tepehuanos o mestizos). Sólo aquéllos
que alcanzaron su destino final devinieron la entidad sociocultural que
actualmente conocemos como los Wixaritari (Iturrioz y Pacheco, 2003).
En aquellos tiempos lejanos, los ancestros Wixaritari pudieron
adquirir el estado de hombres-dioses y, de manera simultánea, algunos
ancestros se transformaron en elementos vitales cuyos descendientes
utilizarían para su subsistencia: el agua, el sol, los animales, el maíz o las
plantas rituales (tabaco y Peyote3). En estos planteamientos, se puede
observar que aunque dichos elementos naturales tengan una apariencia
no humana, son considerados como “gente” o “personas” que son
respetados o venerados.
Volviendo de manera breve a las clasificaciones desarrolladas
por Sebeok, y actualizadas por Martinelli, en este modelo del mundo
mitopoético podemos reconocer otra motivación a la que Sebeok
denominó fuente de significación (Sebeok, 1972). En este caso, los animales
son considerados como una fuente de significación por los Wixaritari.
Esto es perceptible al examinar la transformación de los animales en
alegorías y metáforas que moldean el rico mundo mitopoético Wixarika.
Por lo anterior, observamos el claro proceso de sentido subyacente, en el
que los animales tienen un papel importante ya que las representaciones
animales del mito están relacionadas principalmente con sus percepciones
como portadores de ciertos atributos. Sobre todo, se subrayan la maldad
y bondad en los tricksters con características duales de bondad y maldad
en el mundo mitopoético. Sin embargo, también resaltan el autosacrificio
y la austeridad en el caso del venado, así como las asociaciones con el
3
Lophophora williamsii (Hikuri en lengua Wixarika y Peyote en español).
463
egoísmo, el caos, la oscuridad y la alteridad no-indígena en el caso del
toro.
Relaciones animales con otros entes de la naturaleza
Retomamos otra motivación delineada por Sebeok: tradición y cultura.
Ésta es una de las interacciones animales más sobresalientes encontradas
en la cultura Wixarika debido a su presencia en diversos niveles de la
cultura, incluyendo religión, mito, folclor y arte. Dichas interacciones
tienen un carácter doble: abstracto y concreto.
Por un lado, presentan un carácter abstracto gracias a la presencia de
narraciones orales sobre la épica mitopoética, así como a las numerosas
interpretaciones folk de los animales no-humanos.
Como se mencionó previamente, los Wixaritari mantienen fuertes
lazos con el mar. Ellos consideran que la Tierra flota sobre el mar, como
si fuera una gran isla rodeada de agua. También se dice que monstruos
peligrosos habitan en las orillas del mar. Tales seres son los sobrevivientes
de las épocas primigenias: ballenas, serpientes aladas, vampiros y
chupacabras. Esta región es también una zona de riesgos mortales puesto
que la gente cree que sirenas con cola de serpientes viven en las costas y
cazan a los hombres que visitan el área. Algunas veces representadas como
serpientes, las sirenas sirven a los hechiceros y a los dioses de la muerte
que se llaman a sí mismos “los señores de la medianoche” (Tɨkakate) o
“agarra vidas” (tukari nawakate). Los monstruos marinos también son
concebidos como enemigos de las estrellas y cuando están listos para
subir a la superficie, con el propósito de devorar a la gente o inundar
el mundo, Xurawe (la estrella luminosa) y otras estrellas terminan con
ellos al dispararles sus “dardos estrellados” (Neurath y Pacheco, 2006).
El mar, es pues, considerado la serpiente viva más grande (Hakuyaka) y
es a menudo representada con dos cabezas (Lumholtz, 1986: 232).
Hay otra creencia muy arraigada que está vinculada con los ancianos
y estrechamente ligada a los animales: los Wixaritari creen que los
ancianos solían ser lobos. Los lobos son vistos como los más sabios, los
mejores cazadores y los compañeros más leales. De este modo, el lado
oeste y la costa son denominados como Kamɨkita (el lugar de la gentelobo) (Neurath y Pacheco, 2006).
joven águila”, a quién se representa con dos, tres o hasta cuatro cabezas.
De acuerdo a la tradición Wixarika, las águilas son los mara’akame
(chamanes) más experimentados, tan poderosos que no necesitan dormir.
Tatei Wierika Wimari mantiene una posición privilegiada, facilitando la
comunicación entre los chamanes y los entes sobrenaturales mediante el
uso de bastones con plumas que se conocen como muwieri, una extensión
del chamán que funge como dispositivo de comunicación a su disposición.
Como en el caso de otros objetos rituales, los muwieri tienen un carácter
simultáneo como deidades y como intermediarios entre los dioses y el
chamán (Neurath, 2015).
Por otro lado, Tatei Wierika Wimari tiene otras dos asociaciones.
En primer lugar, está vinculada a la Virgen de Guadalupe y a su manto
estrellado. Como tal, este vínculo se remonta a tiempos coloniales. En
segundo lugar, esta deidad también se identifica con el águila calva
americana. Tatei Wierika, siendo la diosa del cielo, tiende a asimilar
símbolos de poder. Para los Wixaritari las águilas, que actualmente son
símbolos nacionales de México y Estados Unidos, fueron originalmente
Wixarika (Anguiano y Furst, 1978).
Imagen 1. Representación de Tatei Wierika Wimari (Nuestra madre
la joven águila)
Otro vínculo animal sobresaliente tiene que ver con la representación
del águila de varias cabezas Tatei Wierika Wimari, “nuestra madre la
464
465
El carácter concreto de esta tradición y motivación cultural es ilustrado
adicionalmente por el ritual del sacrificio. Los sacrificios son llevados
a cabo en un contexto ritual utilizando, únicamente, ganado, corderos
y chivos. El sacrificio ritual de un animal domesticado es denominado
mawarixa y siempre tiene lugar en las madrugadas, después de cantos
rituales (Medina Miranda, 2014). Como se mencionó con anterioridad,
los cerdos no son sacrificados mediante métodos rituales.
Por nuestros objetivos, nos enfocaremos solamente en las
características y relaciones de dos animales utilizados para el sacrificio:
el toro y el venado.
Para los Wixaritari, el toro y el venado fungen como la comida
principal de los dioses y su sangre es el medio primordial para entrar
en contacto con el universo mítico. El objetivo principal del sacrificio es
ocasionar el inicio de la temporada de lluvia. Se establece así, un diálogo
con los personajes míticos a través del intercambio de sangre por lluvia
en el que la comunicación entre los dioses puede llevarse a cabo mediante
ofrendas ungidas con sangre (Medina Miranda, 2014: 2).
El toro se asocia con las nubes y con las tormentas del estío debido
a que la forma del toro es una de las múltiples formas tomadas por la
serpiente de agua, la cual radica en el inframundo. El antropólogo alemán
Konrad Preuss (1908) ya había documentado la existencia de un toro
mítico que personificaba la lluvia y era llamado Hakuyaka.
Mientras que poseer bastante ganado es visto como un signo de
riqueza, el toro también se asocia con la otredad no-indígena, evocando
así el egoísmo mercantilista de los teiwari (las adaptaciones autóctonas de
Jesucristo y los santos católicos). Los toros son animales que pueden ser
vendidos y comprados, considerándose como un signo de intercambio
con valor monetario. Por último, el toro también está ligado a los ancestros
que se quedaron fuera del sitio sagrado de iniciación chamánica.
Por otra parte, el venado tiene vínculos con Kauyumari, el héroe
cultural4, uno de las deidades principales y fundador de la tradición
Wixarika. Su muerte sacrificial representa el acto más noble y sublime:
el autosacrificio y la austeridad como actos en beneficio de toda la
comunidad. Para el modo de comprensión Wixarika, Kauyumari “el
venado”, alienta a los ancestros para comenzar la caza del venado, lo
que será un sacrificio con beneficio comunal. El venado es, entonces, el
iniciado y el iniciador, el chamán que durante las celebraciones rituales
transmite su conocimiento a los hombres acerca de las tierras míticas y es
quién comienza el ritual. La iniciación se obtiene mediante un peregrinaje
a los sitios sagrados, principalmente a Wirikuta, para establecerse y
convertirse en hikuri.
Después de su muerte, Kauyumari no legó ninguna riqueza económica
a sus sucesores, pero les dejó yeiyari, o las tradiciones, el conjunto de
rasgos que conforman el carácter de la sociedad Wixarika, los cuales
tienen firmes fundamentos rituales y una tradición retórica que se
remonta a la primera peregrinación (Neurath, 2015).
En resumen, el venado es un ejemplo de vida y fundador del ethos
Wixarika. Los venados no pueden ser comprados o vendidos sino que
deben ser obtenidos mediante la caza ritual. Un venado sólo puede ser
otorgado a aquéllos que han satisfecho las exigencias preliminares al
ritual: ayuno, purificación y peregrinaciones a los lugares sagrados.
Los sacrificios rituales del venado y del toro tienen como principal
objetivo promover la presencia de la lluvia, como ya hemos mencionado
antes. Una vez que ésta comienza, los únicos medios de comunicación se
materializan en la ofrenda. A cambio, los dioses liberarán la lluvia. Esto
contribuye al re-establecimiento de la comunicación y al balance de los
ciclos naturales, así como al establecimiento de fronteras entre los seres
humanos y sus ancestros –animales o no animales– (Neurath 2004).
4
Un héroe cultural puede definirse como un personaje mítico que recibe o crea por primera vez los objetos
y las reglas de una cultura y, posteriormente, es el encargado de enseñarlos o transmitirlos a sus coetáneos para poder
utilizarlos (Toporov et al., 2002).
466
467
nierika. El antropólogo noruego Carl Lumholtz, uno de los primeros
etnógrafos que visitó a los Wixaritari, describió la nierika de esta manera:
Para el Huichol una nierika significa bien una fotografía, un aspecto,
o una representación sagrada. Evoca a un ancestro a quién se le han
pedido favores y realizado ofrendas de sangre. Su raíz se encuentra en
el verbo ver: nieriya. Cuando la imagen no se localiza, ésta podría ser
considerada como una alfombra para los ancestros, o un tapete oratorio:
itari (Lumholtz, 1903:102).
La nierika es una evidencia del pensamiento concreto de Lévi-Strauss
puesto que ésta es primeramente concebida como una forma chamánica
de visión, cuyo objetivo es la recepción de mensajes de los ancestros y de
los dioses. En este proceso, el iniciado, quién sueña y (re)crea los objetos
de sus sueños, se transforma de manera simultánea en ellos. En una
segunda instancia, en tanto objeto textil, la nierika puede leerse como un
discurso mitológico en el que diferentes hilos narrativos se entrecruzan
para crear un texto. De manera adicional, la nierika se considera un
producto que resulta del consumo ritual de Peyote por parte del chamán.
Esto se manifiesta en las acciones que los jicareros, convertidos en
peyoteros (hikuritamete), llevan a cabo durante la peregrinación ritual.
Imagen 2. Tabla comparativa de relaciones: venados y toros.
Fuente: Elaboración propia
Representaciones simbólicas animales a través del
arte
En esta sección final nos centraremos en las representaciones
simbólicas animales en el mundo Wixarika. Para Kadri Tüür, el arte
representa tanto la realidad cotidiana como aquélla de los dominios
imaginarios, de la cual sólo se puede dar cuenta a través del arte. Así,
las representaciones animales son mediadas por diferentes sistemas de
signos humanos, en forma de textos, imágenes, performances o rituales
(Tüür, 2016).
Para ejemplificar este tipo de representaciones, nos concentraremos
en un objeto ritual cuya concepción es múltiple en tanto que es un objeto
elaborado de manera artesanal y, puede ser, también, una obra de arte:
468
Después de ir al desierto de Wirikuta, en el oeste, para recolectar la
cactácea, hikuri, ellos caminan hasta la fuente del amanecer (Paritekɨa),
localizada en el Cerro del Quemado (Reu’unari). Este lugar se considera
el sitio donde el sol sale para defenderse de los animales nocturnos y los
monstruos del inframundo. El ciclo agrícola comienza con la peregrinación
a Wirikuta, periodo en que los jicareros tienen que llevar a cabo prácticas
depuradoras como son la austeridad y el ayuno. Si y sólo si mantienen
dicha abstinencia podrán alcanzar la nierika (el don o la vista). Una vez
llegados al desierto, proceden a comer el hikuri. De acuerdo a la mitología,
los ancestros fueron los primeros en probarlo y tener una experiencia
visionaria, convirtiéndose en dioses posteriormente (Medina Miranda
2013). Cuando los jicareros evocan esta experiencia, pueden alcanzar
la nierika y tienen oportunidad de volverse mara’akate, los iniciados,
curadores tradicionales o cantadores. Neurath (2015) ya enfatizaba este
homeomorfismo entre el mundo natural y el ritual, en la medida en que
los jicareros intentan representar la presencia real de los dioses en su
469
proceso de iniciación. Entonces, si se cumplen todas las condiciones
rituales, los jicareros pueden alcanzar sus objetivos.
Ahora bien, el efecto estético principal de la nierika surge de
dos modos de aprehensión de las imágenes ofrecidas mediante dos
modalidades semióticas: percepción y representación. De acuerdo a
Olivia Kindl, la nierika combina estas dos diferentes modalidades en cuyo
vértice, el ritual, se produce una tensión en la coexistencia de prácticas
de los no-iniciados (Kindl, 2003).
Imagen 3. Objetos rituales que funcionan como nierika
sol, el peyote. Las trampas de caza, las ofrendas y los altares en medio
de sitios rituales y del centro del universo, se situarían en el centro del
continuum a manera de elementos mediadores entre ambos lados.
Con relación a las representaciones animales en forma de nierika
podemos ver que estas alegorizan las relaciones entre los humanos y los
animales. Un animal es utilizado como un símbolo precisamente porque,
en tanto que animal, porta un significado cultural particular.
El papel que los animales desempeñan en la cultura Wixarika,
como hemos señalado, es muy sobresaliente y dicha relevancia se puede
apreciar en sus representaciones en la nierika. Eso último pone en relieve
la visión de Kalof Lerner sobre cómo las actitudes hacia objetos sociales
particulares se organizan en forma de narrativas y se construyen mediante
una fusión de experiencias personales y mensajes culturales previamente
internalizados. Esta conexión entre las experiencias de la vida cotidiana
en la sociedad Wixarika y sus posteriores representaciones artísticas en
la nierika conllevan a lo que Kalof-Lerner denomina “interaccionismo
simbólico” (Kalof Lerner, 1999).
Por otro lado, Baker (2002) también arguye que la interpretación
sobre los animales es determinada por la cultura, existiendo numerosas y
contradictorias representaciones culturales de los animales.
La nierika también representa objetos rituales que están vinculados a
los principales dioses de los Wixaritari: calabazas, flechas ceremoniales,
espejos, textiles o discos circulares. Éstos son los artefactos que funcionan
como ofrendas y plegarias.
Al identificar objetos rituales, los dioses y sus instrumentos
tienen varias implicaciones, por lo cual hay que destacar la variedad
de significados del concepto nierika (Kindl, 2003). Al ser un objeto
polisémico podríamos hablar de una especie de continuum semántico
cuya complejidad oscila dependiendo de su uso como elemento de los
entornos social o cultural Wixarika. Así, en un extremo del continuum
semántico habría objetos iconográficos: figuras textiles (tablas de lana)
y círculos tejidos con chaquira, los cuales no son únicamente artesanías,
sino visiones que los artesanos han fabricado después de un ritual. En el
otro extremo del continuum se situarían elementos de la naturaleza: el
470
Imagen 4. Nierika. Obra de Rogelio de la Rosa
471
En esta imagen, obra del artista Wixarika Rogelio de la Rosa, se
pueden apreciar ciertas interacciones animales correspondientes a
representaciones de episodios del mundo mitopoético Wixarika.
En cada esquinas del cuadro hay una representación distinta de
Tatei Wierika Wimari, “nuestra madre la joven águila”, quién a través
de sus cuatro cabezas se comunica con el centro de la nierika. Ahí, en
la parte central, notamos una ofrenda, otro conjunto de objetos rituales
que también funciona como nierika: un Ojo de Dios, flechas votivas y un
cordel. El fuego de las velas y las flores a los lados, no sólo sirven para
iluminar la ofrenda, sino que indican una conexión con otros elementos
de la naturaleza.
En la parte inferior central, Kauyumari, hablando a través de las
flores de peyote, se comunica, enviando sus astas mediante una serpiente
que cruza de una dimensión a otra. En la parte superior se encuentran
plumas de águila, y las astas de Kauyumari como objetos animales que se
intercomunican con la ofrenda principal. Finalmente, las dos lagartijas
también viajan de una dimensión a otra. Las lagartijas son, para los
Wixaritari, animales que cuidan el fuego de Tatewari, el abuelo fuego.
La nierika, entonces, puede ser considerada como una categoría
visual, elemental y discontinua, debido a la variedad de sus referentes. Se
encuentra inmersa en un sistema dinámico e intercambiable que incorpora
nuevos objetos y referentes (Kindl, 2012). De acuerdo a Neurath, la nierika
no puede ser vista como una expresión artística emancipada de la vida
ritual tradicional. Las imágenes que las constituyen no son puramente
representativas pues se les considera portadoras de agentividad (Neurath,
2015).
La siguiente imagen que examinaremos brevemente es la nierika de
Kauyumari. Esta nierika es un tablón de lana de 1.22 centímetros, hecho
por el artista Wixarika José Benítez Sánchez en 1974. Abajo reproducimos
la descripción hecha por Juan Negrín en base a la grabación que sostuvo
con el artista. Ésta es una obra de arte que ilustra diversos pasajes del
mundo mitopoético Wixarika, enfatizando el papel de los animales:
472
Nuestro Hermano Mayor Venadito del Sol, Kauyumari, consiguió la
vida y así se inició la vida en la tierra. Vemos cómo Kauyumari actúa
en armonía con Tatei Werika Wimari, Espíritu del Cielo encarnado en
forma de águila (al centro). Kauyumari está sentado en una roca (abajo
a la derecha). Sus palabras viajan por un cordel que termina en una
jícara votiva (situada en el margen inferior) y se convierten en energía
vital representada como una flor blanca. Son las palabras que confió a
Tatei Werika Wimari y por eso se le pone una cesta entre las piernas; en
ella recibe las palabras y está rematada por las astas de Kauyumari, que
la diosa recibe en su corazón. Tatewari, el Espíritu del Fuego, escucha a
Kauyumari con las plumas que lleva en la cabeza, suspendido del borde
del disco del nierika (derecha). Ambos están unidos a un petaquín (parte
central a la derecha) y las palabras de Tatewari están representadas por
puntos azules y rojos en la punta de sus dedos. Nuestro Padre el Sol está
suspendido a la otra parte del nierika (centro a la izquierda). Tanto él,
como Nuestro Abuelo Fuego llegaron al borde del nierika, desde donde
pudieron ver a Kauyumari desaparecer en el centro del nierika. En éste,
el color blanco representa la espuma del agua; el círculo negro la visión
en la noche; el amarillo, su visión de la luz; y el rosa, la vida. Las palabras
de Kauyumari están alrededor del disco (puntos amarillos). Los dioses
se mantienen por medio de su kupuri (alma), con su nierika, con su iyari
(corazón) y con su tucari (energía vital). La deidad solar está ligada a
Pariya, el Espíritu del Amanecer (figura naranja en la parte de abajo,
a la izquierda del águila central). Ambos están en la Tierra Sagrada
donde el Sol se levanta. Ahí también se localiza el nierika de Kauyumari
y Nuestro Bisabuelo Cola de Venado, con cuernos rojos, aparece en
su templo (el espacio oscuro bajo el águila). Se le representa también
como persona (frente a la figura naranja del Espíritu de la Aurora).
En el templo está la figura de Nuestra Madre el Mar: una garza le trae
un bule del que se hace una jícara votiva. La sangre del Venado Azul
(al centro izquierda), da vida a las jícaras votivas y al Maíz, por esto
una caña de maíz crece hasta encontrar sus patas posteriores (margen
inferior izquierdo). El camino verde es una vena de agua sagrada para
alimentar el alma. La Jícara de Nuestro Padre Sol está bajo las llamas del
Fuego (arriba de Venado Azul) junto a la corriente de agua. Watakame,
el primer cultivador (extremo izquierdo superior), fue compañero de
Nuestros Antepasados. Dos bules con agua cuelgan de su cuello y las
flores que lo rodean simbolizan palabras que no domina. La sangre del
borrego representado frente a Watakame fue la primera que se derramó
para permitir que las palabras de Kauyumari descansaran. La flecha
emplumada sobre su cabeza encarna el espíritu que sale de ella. La
serpiente (margen derecho) es la lluvia que surge de un árbol y se eleva
transformándose en el Espíritu de la Lluvia (figura superior derecha).
Este árbol de la lluvia dio vida a los Espíritus de Nuestros Antepasados
y alimenta a Kauyumari a través de sus raíces.
473
la Zoosemiótica Antropológica, con lo cual se pueden encontrar grandes
corpus de trabajo en las culturas autóctonas mexicanas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Imagen 5. Nierika de Kauyumari. Obra de José Benítez Sánchez
CONCLUSIONES
Para finalizar este breve recorrido por el vasto mundo Wixarika, sólo
queremos recapitular los siguientes puntos que hemos tratado:
1. El papel que los animales desempeñan en la cultura Wixaritari y
sus posteriores representaciones mediante nierika.
2. La semiotización de las relaciones animales-humanos para los
Wixaritari.
3. Un sucinto bosquejo del modelo del mundo mitopoético
Wixarika, enfatizando las relaciones animales.
El modelo del mundo mitopoético Wixarika es extremadamente rico
y complejo. Sus diversos episodios, al estar concebidos desde la lógica
de lo concreto de Lévi-Strauss, tienen formas temporales diferentes y
pueden llegar a constituirse bien como eventos separados, o como cadenas
continuas que forman narraciones intertextuales. En este artículo sólo
nos enfocamos en algunos aspectos de estos episodios y de la importancia
que los animales tienen en este modelo mitopoético. Al dar cuenta de
estos problemas esperamos poder contribuir al poco estudiado campo de
474
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APORTES HACIA
UNA CIBERSEMIÓTICA.
MEMÉTICA, MEDIACIÓN
Y REPRODUCTIBILIDAD
EN EL CIBERESPACIO
Rodrigo Ardissom de Souza
Escuela Nacional de Antropología e Historia
Diguinhoasouza@hotmail.com
Resumen: La interconectividad de las sociedades contemporáneas hace que sea más
latente la necesidad de entender, a partir de movimientos transdisciplinarios, las premisas
en torno a los métodos y las formas en las investigaciones digitales. Por lo que este
trabajo busca abordar la construcción de estos métodos de análisis en la esfera digital,
desde la utilización de herramientas como la semiótica y las etnografías digitales, para
traer a la superficie algunos de los aportes al estudio de la imagen y cuestionamientos
sobre la capacidad de reproducción a partir de la memética en las relaciones mediadas.
Así es como en este trabajo se oferta un panorama de la imagen en los días actuales,
considerando la necesidad de pensar nuevas herramientas para discutir la virtualización
de las relaciones, los aportes desde un análisis estético y la esfera de la producción,
circulación y reproducción de los memes como expresión comunicativa contemporánea.
Palabras claves: cibersemiótica, transdisciplina, comunicación, mediación, memética.
Abstract: The interconnectivity of contemporary societies poses the need to understand,
from transdisciplinary movements, the premises around methods and forms in digital
investigations. So, this work seeks to address the construction of these methods
of analysis in the digital sphere, from the use of tools such as semiotics and digital
ethnography, to bring to the surface some contributions to the study of the image
and raise some questions on the capacity of reproduction from memetics in mediated
relationships. This work offers a panorama of the image in the current days, considering
the need to think about new tools to discuss the virtualization of relationships, the
contributions from an aesthetic analysis and the sphere of production, circulation
and reproduction of the memes as a contemporary communicative expression.
Keywords: cybersemiotics, transdiscipline, communication, mediation, memetics.
476
477
INTRODUCCIÓN
Un nuevo paradigma técnico, morfológico y perceptivo se inicia
con el advenimiento de las nuevas tecnologías digitales, de la “ecología
cognitiva”, del diálogo entre interfaces, de los sujetos y las nuevas
herramientas para el acceso digital. Así que proponemos dialogar en torno
al entendimiento del mundo contemporáneo en las relaciones mediadas,
donde la representación es el orden en las conexiones mundializadas y
digitalizadas. Es decir, enfocar una dialógica de redes descentralizadas
y desterritorializadas, que encuentran en cuerpos alterados y adaptados
una convergencia, una red atemporal que genera otras posibilidades de
existir, de manifestarse y de construir subjetividades.
En específico, este artículo busca contextualizar los nuevos matices
de la comunicación en el análisis del ciberespacio, procurando entender
las posibilidades de aplicación de aportes hacia una investigación de
los medios digitales y problematizando en torno a las posibilidades
de las semióticas de las redes (cibersemiótica o semiótica digital). De
este modo, se pretende reconocer la semiótica como una herramienta
analítica de potencial explicativo y que puede ofrecer, en conjunto con
la transdisciplina, un enfoque productivo para el análisis de las páginas
y contenidos web, memes, comics o hipervínculos, así como para el
análisis de las comunidades, aparatos y la conectividad, desde sus aportes
más recientes, discutidos en las principales comunidades académicas del
mundo.
Es un lugar común plantear que las nuevas tecnologías de la
comunicación cambiaron las formas de relacionarse; sin embargo, pocos
son los desarrollos metodológicos/políticos para investigar los impactos
que las redes producen en la vida cotidiana. El desarrollo de la teoría
de redes en las Ciencias Humanas es bastante reciente, puesto que las
propuestas de estudio ofrecen su análisis a las Ciencias Sociales desde
finales del siglo XX y principios del siglo XXI, a partir del advenimiento
de las nuevas tecnologías y de los nuevos artefactos que ofertan una
necesidad de construir otras posibilidades, las cuales todavía no se
consolidan como métodos de investigación para las redes. En este proceso
de investigar y problematizar las recientes herramientas ofertadas
en tiempos históricos acelerados, nacen adaptaciones a los métodos
478
etnográficos, investigaciones de big data, análisis de flujos, cartografías
interactivas, la cibersemiótica, entre otros proyectos bastante novedosos.
Por lo tanto, en este artículo la propuesta es revisitar y repensar
los métodos aplicados hasta este momento a redes, páginas web,
hipertextos, discursos e imágenes generadas para/en las propias redes
desde una visión transdisciplinaria de análisis, como ejes para entender
las interacciones entre los sujetos y aportar en el desarrollo de nuevos
métodos. Las particularidades de las redes muchas veces no permiten
que existan distintas maneras de conocer algunos datos centrales de la
materialidad física, de sus contenidos, como por ejemplo: identificar
el contexto en que aparecen, las herramientas que se utilizaron en la
construcción, determinar los lenguajes, recorridos, interacciones, autor,
lugar donde se hospedan o cuáles caminos sostuvieron y dónde se
iniciaron determinados contenidos o imágenes. Para cumplir con estos
objetivos, este trabajo hace un recorrido general por algunas teorías de la
imagen, por la semiótica y por la historia de los memes.
Mucho más que entender el contexto de las herramientas y su
historia, nos parece fundamental observar los artefactos que generaron
esa historia, las herramientas que la acompañan y entender el poder de
conexión (entre computadoras, tabletas, teléfonos, relojes, etc.), para
problematizar en lo digital desde que el usuario está frente a una pantalla
y tiene acceso a otra dimensión de la realidad, a potenciales cambios, o
a niveles donde se identifican códigos compartidos por los usuarios. En
otras palabras, nos interesa abordar la utilización de signos lingüísticos,
visuales, auditivos o de los tres tipos a la vez, como sucede en los
hipervínculos que generan otras potencialidades con variados matices y
siempre generadas al momento, donde también nuevas herramientas se
desarrollan.
En síntesis, vamos traer a colación un primer acercamiento a los
ejes de la comunicación contemporánea en los espacios virtualizados,
además de presentar y debatir sobre los principales métodos de análisis
utilizados para el ciberespacio, como la cibersemiótica y las etnografías
digitales. Es necesario hacer referencia, aunque no podemos desarrollar
este tópico en este artículo, al cibertiempo que amerita el desarrollo de
otros trabajos. Para los objetivos de este artículo, se abordarán algunas
479
de las corrientes que dan origen a la semiótica, se problematizará sobre
el papel de la imagen, la semiótica cultural y los aportes de la semiótica
visual, revisitadas desde una mirada transdisciplinaria en los espacios
digitales, utilizando como hilo conductor la historia de los memes. Para
esto, algunos autores son fundamentales en este ejercicio analítico, como
en los debates sobre las relaciones mediadas y el ciberespacio como
enumeramos Lemos (2009), Levy (1989, 1998, 1999) Rovira (2012), Bey
(2013), Pink (2012); o en los aportes a la teoría transdisciplinaria y de la
complejidad con Nicolescu (1996), Morin (1980 , 1997) y Merejo (19952007); en las nuevas construcciones de la semiótica y cibersemiótica
con Marino (2015), Haidar (2006), Scolari (2008), Reynoso (1991),
Lotman (1996), Brier (2013), Vidales (2015) y en la teoría de los memes,
imagen digital y la comunicación con Barbero (1978), Blackmore (1999),
Castoriadis (1983, 2002), Shifman (2008), entre tantos otros aportes que
fundamentan este trabajo.
Lo digital visto desde lo transdisciplinar
El ciberespacio es una alucinación consensuada,
experimentada diariamente por billones de operadores
legítimos, en todas las naciones, por parte de chicos y
chicas a los que enseñan conceptos matemáticos […]
una complejidad impensable.
William Gibson (1991: 56-57)
La globalización alcanza dimensiones incalculables al momento
que las tecnologías de la información ganan espacios en la vida y en los
corazones de la gente, más todavía con la instauración de la Web 2.0 y las
posibilidades de interacción dialógicas. En la actualidad, los computadores
personales, los teléfonos y la internet de las cosas1 hacen que la conexión
gradualmente se reconstruya y se consolide en y como experiencias
cotidianas, modificando los cuerpos y las emociones de los sujetos para
que puedan interactuar y ser partícipes directos en su desarrollo, como
parte activa de las construcciones de las redes y del ciberespacio. El
ciberespacio es resultado de toda esta confluencia, del espacio generado
Se refiere a una red de objetos cotidianos conectados a través de Internet, lo que les permitirá
1
recolectar e intercambiar datos de forma constante.
480
más allá de la suma de tecnologías que crean dimensiones múltiples en una
esfera de encuentro, de potencialidades. El ciberespacio depende de una
estructura física, pero su existencia no está ubicada en una única región,
reemplazando relaciones que antes necesariamente eran materializadas
y proporcionando un cambio de experiencias y de herramientas de
producción en sus distintos niveles de realidad , como propone Nicolescu
(1996).
Para André Lemos (2009), el ciberespacio puede ser entendido
como un espacio (relacional) de comunión fundamental, que se pone
en contacto a través del uso de técnicas de conmutación electrónica,
conectando atemporalmente personas de todo el mundo en sus
particularidades materializadas (Lemos 2009: 148). El antropólogo
francés Pierre Lévy (1999: 92-93), a su vez, define el ciberespacio como
un local de comunicación abierta, realizada a través de la interconexión
mundial de las computadoras y sus memorias.
El ciberespacio es construido en “local” no definido, lleno de
devenires y posibilidades que funcionan a partir de las particularidades
de cada sujeto colectivo y cada grupo social, etario, geográfico, de forma
no lineal; además, existe en las fronteras, en el vínculo entre sujetos
colectivos –redes. No podemos ni siquiera afirmar que el ciberespacio
está presente solamente en nuestras computadoras, tampoco sólo en
las redes porque no es posible establecer su ubicación exacta, puesto
que este nuevo espacio inicialmente ha sido pensado y estructurado
para no poseer centralidad. Está configurado en un “nosotros”, una tela
de coparticipación que existe atemporalmente en flujos y sin local de
encuentro definido, una red distribuida, una red pensada para contextos
de guerra, para que no se pueda destruir, para que no se pueda dominar.
Sin embargo, es visible la existencia de centros tecnológicos donde
parte considerable del contenido de internet se aloja, hecho que otorga a
estos estados/empresas fuerza política diferenciada, estratégica. Además,
estas localidades son fuentes de poder materializado, que siguiendo
una lógica de dominación de siglos estos centros, más desarrollados
económicamente, continúan controlando las redes del mundo,
centralizando servidores, imponiendo a las redes lenguas hegemónicas y
políticas públicas mundializantes.
481
Hakin Bey (2013) habla de “zonas autónomas temporarias” como
espacios de encuentro entre grupos, multitudes y sujetos colectivos,
frente a un tema y a un momento de acción. Este concepto nos ayuda
a pensar en los sujetos en las redes que, sin la necesidad de moverse
físicamente, logran encontrar organizaciones, temas, comunidades y
grupos con una identificación en confluencia, creando potenciales zonas
temporarias, con estímulos autónomos bastante amplios, ya que la red
todavía posee elementos horizontales y no jerárquicos. Este concepto
encuentra su lugar de realización en las redes que crecen en todo
momento, que amplían sus horizontes de acción a partir de herramientas
de propagación y acomodación de las TAZ2.
Este concepto también nos sirve para pensar lo efímero y lo viral de
las imágenes digitales, que se generan y se encuentran con potenciales
habladores, con espacios y con reproductores que promueven espacios
de encuentros en ‘hashtags’, en redes sociales, personas con capacidad de
ser escuchada por miles de personas. Todo lo anterior con su potencial
de adaptación hace de sus recreaciones y recreaciones, espacios propios
de encuentro ya sea en discurso, o al dividir un mismo hipervínculo
buscando una relación con el usuario, o en la creación de zonas
temporarias efímeras basadas en un discurso lúdico, donde las fronteras
entre lo moral, lo legal, lo curioso y lo gracioso sufren una fractura, un
rompimiento de matices concretos.
Al hablar de ciberespacio es común direccionar el pensamiento a
algo no palpable, inmaterializado, un lugar distante de nuestra realidad;
recordando los textos de ciencia ficción que dieron origen al término,
es un local donde las relaciones sociales, culturales y económicas se
establecen en el imaginario, con un ambiente futurista y meramente
lúdico. Buscando no extender la discusión de las redes y con el afán de
una definición más sistemática, al cotejar obras de importantes autores
del debate (Lévy, Castells, Lemos, Rovira (…)), proponemos entender
el ciberespacio como un local real, no físico, es decir un ambiente no
presencial, como un nuevo espacio de comunicación, representación e
interacción que se estructura en red. Además, el ciberespacio sólo existe
en diálogo con otras capas de realidad, componiendo un universo virtual
Zonas Autónomas Temporárias - TAZ
2
482
donde se encuentran cantidades masivas de datos en estructura de
hipertexto, que mezclan imágenes, sonidos, textos interactivos y videos,
en una acción bilateral, en la cual el productor y el receptor se entrelazan,
se tornan indisociables.
El ciberespacio es una relación basada en la materialidad de las
interacciones comunicativas digitales, en relaciones entre personas de
carne y hueso que tienen la posibilidad de interaccionar más allá de su
ubicación geográfica, que utilizan herramientas compartidas globalmente
y que ponen sus experiencias y modus vivendi en un “espacio común”
de partida, colocando también las interacciones entre estado y sujeto,
y generando una nueva posibilidad de espacio público, es decir, nuevas
posibilidades de encuentro.
Guiomar Rovira (2016) nos hace recordar que el imaginario
emancipatorio que regresa en la potencialidad del ciberespacio está
mucho más allá de lo tecnológico, reside en lo “artístico/poético, como
se ve en manifiestos y declaraciones hechas por personajes híbridos
a caballo entre la vanguardia artística, el punk y la política” (Rovira
2016: 106). Nosotros seguimos la reflexión de Rovira y reconocemos
el ciberespacio como un espacio dialógico con calles, con cuerpos y
con una extensión particular. Es decir, lo que ocurre en el ciberespacio
también está presente en las calles, en las construcciones y lo que ocurre
en las calles tienen su vida también en el ciberespacio, ya que no son
disociables, sino necesariamente complementarios. El cuerpo material y
los sujetos digitales están al mismo tiempo en los dos espacios, conectados
o in memoriam, activados o no, con frecuencias o no, puesto que ya no
hay como separar los espacios. En términos recursivos, los espacios se
ubican en un mismo ‘local’ de devenires y posibilidades, pero éstas no
son unilaterales porque generan un diálogo concreto sin referentes en la
historia y donde las experiencias construyen diversas rutas:
La calle y el ciberespacio no están separados uno del otro ni siquiera en
términos analíticos: lo que se procesa en las redes tiene que ver con lo
que ocurre en la marcha, la asamblea, la acampada y viceversa(Rovira
2016: 187).
Para reflexionar sobre la actuación en el ciberespacio y la importancia
en la investigación mediada, se nos hace necesario una revisión de las
483
principales tendencias, más allá de una simple mirada hacia lo virtual y lo
real. En este sentido, nos parece importante direccionar la mirada hacia
la Teoría de la Complejidad y la Transdisciplina y aplicarla a los estudios
del ciberespacio, donde problematizando el contexto actual se reconoce
que la explicación disciplinar no contempla las posibilidades amplias
del estudio, ni nos permite entender las posibilidades y las necesidades
de los exocerebros, como los denomina Bartra (2005). Por lo tanto, es
necesaria la construcción de un objeto de carácter amplio, recursivo,
transdisciplinario, pensado desde la complejidad. Edgar Morin plantea
(1980, 1997) que para entender los fenómenos en estas condiciones
(desde la complejidad y en las bases de la transdisciplina) son necesarios
tres ejes centrales: el principio dialógico, el principio recursivo y el
principio hologramático.
El principio dialógico nos remite a la idea del diálogo, a la relación
entre polos opuestos y antagónicos, pero al mismo tiempo, y nos remite
a las relaciones complementarias, a las contradicciones existentes en el
mundo, así como a todo lo digital, una dimensión paralela que oferta
contradicciones en el proceso de forma no impositiva. El principio
recursivo añade a la idea de interacción concretada en el principio
dialógico, una circularidad retroalimentada entre las distintas partes,
donde se genera la figura del bucle recursivo que se impone para aludir a
una multiplicidad de procesos en los que los efectos son, a la vez, causantes
y productores del mismo, siendo el estado final e inicial al mismo tiempo
(Morin, 1997). El principio hologramático parte de la premisa de que
el todo es más y menos que la suma de las partes; el todo está presente
en todas las partes del objeto. Este principio articula las partes con el
todo y el todo con las partes, como propone Andrés Merejo (2008)3 que
las imágenes en la red no son representaciones analógicas de realidades
existentes en otras posibilidades de existencia, sino son simulaciones de
modelo lógico y matemático que se expresan en lenguaje gráfico. Cada
parte del objeto hologramático posee casi la totalidad de la información
del objeto y, al mismo tiempo, cada parte está contenida en su totalidad.
La investigación de los nuevos medios todavía está cargada de
fetiches sobre las nuevas tecnologías y las nuevas formas, así que
es necesario problematizarla en su contexto, entendiendo la carga
histórica, considerando las características técnicas y las relaciones en
sus proposiciones y en las posibilidades de diálogo. En otras palabras, es
importante observar un dialogismo con los cuerpos y con los agentes que
intervienen, desmitificando los procesos de análisis y poniendo en tela
de juicio los conocimientos técnicos de los procesos y la necesidad de
entender esos mismos procesos más allá de la disciplina, del binarismo
maniqueísta, buscando entender también la semiosis, la producción
de sentidos y utilizando las herramientas posibles para cada momento
histórico.
En este sentido, nos referimos a una red de objetos cotidianos
conectados a través de Internet, lo que permite recolectar e intercambiar
datos de forma constante, donde la construcción implica entender
la imagen digital en un continuum de producción, circulación y
reproducción, y considerar las herramientas con las cuales se construye,
así como los medios con los cuales se viraliza, el contexto en que aparece
y el propósito de quienes la republican o comparten. Esto hace Gabriele
Marino (2015: 106) cuando aborda el análisis de los memes y del diálogo
entre las imágenes y los textos, afirmando que el texto para ganar los
“superpoderes de las redes” debe ser impresionante (semánticamente),
y necesita permitir que los usuarios se enreden en operaciones de
bricolaje, de acuerdo con los diferentes grados de intervención posible
(sintácticamente). De este modo, cuanto más impactante es el texto, más
ha sido bien lograda su estructura y más longevidad tiene, lo que puede
homologarse con lo que sucede con el meme, a pesar de toda la dificultad
en medir estas características.
Los memes no existen fuera de la circulación de su capacidad de
adaptación, porque en un continuum analítico hay toda una estructura
que le permite existir, como son las conexiones que tocan esta imagen,
las herramientas, los sujetos que la comparten, el cotexto, el intertexto,
la semántica, la semiótica, el carácter ideológico, el sentido denotado, el
En: http://www.revistadefilosofia.org/19-05.pdf
3
484
485
sentido connotado, entre tantas otras características posibles y necesarias,
las cuales se pueden analizar en sus variados niveles comunicativos.
Las miradas hacia la comunicación digital
Para pensar los métodos de análisis en las redes, a partir de los
aportes de la cibersemiótica transdisciplinaria, se hace necesario superar
el simplismo disciplinar del análisis que apunta a la comunicación en el
débil y unidireccional esquema locutor-destinatario. Julieta Haidar en su
libro Debate CEU – Rectoría (2006), en su propuesta teórico-metodológica
plantea la posibilidad de la “reflexibilidad de la comunicación”, lo que
significa que en potencia el emisor también se convierte en el receptor
del mensaje, donde no existe separación necesaria entre las funciones
y donde, al mismo tiempo, el emisor genera un mensaje que lo torna
como un potencial receptor y al revés: dinamismo intersubjetivo muy
importante.
Otra propuesta para pensar la comunicación desde la Teoría de la
Complejidad que nos ofrece Haidar (2006), es el concepto de “simetría”
que implica que el mensaje verbal demanda generalmente una respuesta
y el receptor actúa paralelamente como un emisor virtual y como un
emisor en potencial. Entre otros criterios de análisis, se encuentran las
competencias culturales, los saberes implícitos de la comunicación, el
conjunto de los sistemas de interpretación y de evaluación del sistema
referencial y las herramientas que los sujetos tienen para este proceso.
Haidar agrega a los modelos ciertos ejes indispensables para pensar
la comunicación en los días actuales, como la necesidad de entender que
en todo discurso funcionan trece materialidades, como la ideología, la
del poder, la cognitiva entre otras, y la necesidad de problematizar los
factores psicológicos en el análisis (particularmente, en las redes éste es
un factor bastante problemático, ya que poco se conoce del productor
de los mensajes). Al considerar al sujeto, las subjetividades necesitan
ser pensadas en el momento de codificar y decodificar los mensajes, y
en términos de las condiciones de producción, circulación y recepción
de los sentidos semiótico-discursivos significa pensar en los medios por
donde circulan estos contenidos, en los espacios en donde se mueven,
486
en quienes los reciben y en quienes los producen y reproducen (Haidar
2006).
Estas condiciones son totalmente alteradas en los espacios virtuales,
ya que son muy restrictivas las posibilidades de control del contenido, del
sentido generado, a menos que se controlen los emisores y receptores de
contenido. En relación con lo anterior, los sentidos en el espacio digital
tienen un potencial enorme de alcance y no están vinculados a espacios
territorializados, lo que quiere decir que “todo el mundo” puede acceder
al contenido al instante, aunque existan otras formas de limitaciones,
como las computadoras, el idioma, el hardware, el software, el algoritmo
de los buscadores, del capital, los espacios comunicativos. En los análisis
del ciberespacio, diversos criterios pueden necesitar ser relativizados ya
que no siempre se pueden determinar ni la ubicación, ni los participantes
debido al anonimato recurrente en las acciones en la red o al recorrido
del evento. En este tenor, diversos eventos tienen en lo efímero una de
sus características más importantes.
Pierre Levy (1998) nos presenta otro importante aporte para
pensar estos nuevos espacios de interrelación, donde para entender las
nuevas sociedades de la información se hace necesario pensar las nuevas
Ecologías Cognitivas, un término acuñado por el autor y que se monta
sobre las ideas de Gregory Bateson (1991) y Félix Guattari (1989); las
ecologías cognitivas se refieren al espacio de agenciamiento de relaciones
constitutivas entre los objetos y los sujetos, una relación del hombreobjeto como la define Levy en su libro. Un colectivo pensante y actuante
que transforma las relaciones de la comunicación y donde también el
productor y el receptor ganan más fuerzas colectivas. Las técnicas actúan
en la alteración de las redes metasociales, lo cual hace que repercutan en
el ambiente, es decir, en los animales, las plantas, las moléculas, las flores,
pero también son fuentes de metáforas y de analogías, de construcción
de espacios posibles y de espacios políticos. Para Levy, esta forma de
entender y de problematizar las nuevas explicaciones generará un mundo
molecular, con base en conexiones más sólidas, que resistirá a las frágiles
explicaciones binarias. Explicaciones que nos impiden entender las
múltiples relaciones, produciendo un rompimiento con el binarismo que
no permite reconocer que los sujetos cognitivos y los espacios semiótico487
discursivos sean construidos en las contradicciones, más allá de las
polarizaciones ontológicas.
Así se hace necesario la construcción de un modelo analítico que nos
aporte formas de entender esta pluralidad; un valioso aporte es el concepto
de hipermediación, que nos presenta Carlos Scolari (2008), con lo cual se
trata de problematizar y definir la comunicación en su carácter digital, a
partir del cambio de las informaciones manejadas analógicamente, a las
posibilidades de los bits. Esto significaría entender su planteamiento en
un contexto dado, donde la hipertextualidad compone una parte bastante
importante de la forma de interactuar y la linealidad del texto convencional
cambia de modo signficativo, al empezar a combinar contextos a partir de
los cuales se puede acceder a otros lenguajes: “procesos de intercambio,
producción y consumo simbólicos que se desarrollan en un entorno
caracterizado por una gran cantidad de sujetos, medios y lenguajes”
(Scolari:2008) 4.
La reticularidad de las redes hace que la comunicación en red
funcione de forma no jerárquica, proporcionando una mayor agilidad en
la comunicación y la posibilidad de comunicarse entre grupos grandes,
de conversar de muchos para muchos. La interactividad frente al receptor
pasivo que sólo puede recibir información surge de un receptor activo
con capacidad para producir contenidos comunicativos multimedia, que
confluyen en un mismo soporte con información de diferentes estructuras
que anteriormente poseían soportes propios de actuación.
Esta serie de transacciones en las que las imágenes fijas activan
vídeos, y en las que los textos están vinculados con las imágenes y
se pueden reproducir, es decir, remixar contenidos en instantes, va
mucho más allá de las imágenes con contenido referencial, donde las
vanguardias técnicas y las potencialidades comunicativas incrustadas en
la web aparecen destacando funcionalidades como la hipervinculación,
las macro y micro ventanas y las superficies interactivas.
Estos cambios en la forma de construir los espacios, de interactuar
con los diferentes lenguajes, generan otros medios de producción en
4
En: https://hipermediaciones.com/2008/11/02/definiendo-las-hipermediaciones/
488
la comunicación y, por ende, nuevos resultados en las formas, es decir,
una comunicación más interactiva, más cooperativa y participativa,
propiciando nuevas formas de apropiación de las herramientas, a partir
de otros productos comunicativos hipertextuales y multimedia y con
nuevas formas de consumo mediático, también más participativas que las
propiciadas por otros medios de masas.
La imagen y los medios en la era digital
El proceso de digitalización de las sociabilidades está necesariamente
impregnado por el desarrollo técnico e influye directamente en la forma
en que las sociedades construyen las relaciones sociales. Como ya se ha
indicado en los primeros estudios sobre el tema, en la década de 1930 las
industrias culturales y técnico-informativas tomaron proporciones antes
inimaginables, influyendo directamente en el “consumo masivo” y en los
acontecimientos sociopolíticos de los períodos subsiguientes. A partir de
estos desarrollos, el pensamiento social y el concepto de la iluminación
se transforman mediante la asociación de sus significados a la técnica
de dominación y control. Como decían los pensadores de la Escuela de
Frankfurt, en la “dialéctica del esclarecimiento” (Adorno, Horkheimer
1984), la técnica se ha convertido en la esencia de la iluminación y ésta
en autoritaria, totalitaria y dominante en el ejercicio de las sociedades
políticas, donde el conocimiento es un poder que no conoce barreras.
Al igual que Adorno, Walter Benjamin (1985) observó la
consolidación de las transformaciones de la vida moderna en la
experiencia social de los residentes de las ciudades, lo que ocurre
principalmente por la interferencia de este control de la técnica en la
construcción de las subjetividades, de la memoria y de la historia. La
teoría crítica de la Escuela de Frankfurt necesita ser revisitada para
entender la perspectiva histórica y la actualidad de sus conceptos, como
técnica, reproductibilidad técnica, velo de la tecnología y medios de
masas. Sabiendo de las diferencias de contextos, se observó y comprendió
la reproductibilidad técnica como elemento de dominio de los procesos
de sociabilidad humana; entre los elementos identificados encontramos
que los mecanismos de comunicación han recibido especial atención
por parte de estos intelectuales de la época, debido a la relación directa
que establecen con los procesos políticos. La estética, la exposición y la
489
apropiación técnica de la experiencia política define los caminos tomados
por la democracia mediatizada actual.
Con la posibilidad de la reproducción técnica a gran escala, los
procesos de compartimiento a lo largo de los años se convierten en signos
globalizados, imágenes, noticias o películas, todas posibilidades que
comenzaron a ampliar su capacidad de integración a través de una variedad
de naciones, países, ciudades y personas, utilizando las tecnologías de la
información y de la comunicación cada vez más accesibles y más difundidas
en el mundo. Esta reflexión nos lleva a entender la alta capacidad de
reproducción y el rompimiento mundializado de las barreras de tiempo y
espacio, acoplándose al conjunto de elementos teóricos, metodológicos,
epistemológicos y políticos que consolidó el mundo contemporáneo,
social-tecnológico actual, diagnóstico promovido por los teóricos de la
globalización y ampliado con el diálogo de las teorías de redes.
Este contexto gana gran importancia en la experiencia del sujeto, en
una relación dialógica valiéndose de dispositivos digitales de interacción
y, al mismo tiempo, influenciando al sujeto completamente inmerso
en el mundo de las redes virtuales, de las nuevas formas de compartir
experiencias, del trabajo y de los juegos de espacios “sociales” creados
por y con los mecanismos de comunicación y de internet. Este proceso
dialógico, que forma el sujeto según las posibilidades técnicas, está
creado por el mismo sujeto según el acceso a los medios tecnológicos y el
dominio de los lenguajes necesarios para adentrarse a este espacio.
Pensar en acceder a los medios tecnológicos representa mucho más
que el proceso de compra, que muchas veces es bastante costoso, también
representa el dominio de un lenguaje propio para comunicarse, expresar
una forma de poder en los aparatos y en la utilización de sus herramientas.
En medio de todos estos cambios, se observa que a lo largo de la historia (de
la historiografía de las redes, la historia de lo digital, la historia de internet,
etc.), la reproducción de la imagen a gran escala, técnica e informativa, de
fácil asimilación y vinculación, asumió un alto grado de importancia en
la constitución de la experiencia social, tanto individual como colectiva.
En este contexto, los medios de comunicación se han convertido en parte
esencial de la experiencia, con noticias e imágenes al momento, contextos
internacionalizados, superando cualquier limitación temporal, espacial,
490
económica o política. Los experimentos también se basan en un mundo
donde diferentes localidades y experiencias se encuentran en un flujo
intenso, en caminos nuevos, con nuevas experiencias de temporalidades
referidas, lo que está analizado en los estudios de Cannizzaro (2016),
Levy (1999, 1998), Pink (2012), Shifman (2013), Sören (2010).
Observamos que entre la complejidad que nos impregna, la imagen
tiene profundas implicaciones sociales y culturales, no sólo en el sentido
y en la cantidad en que estas formas de representación comenzaron a
penetrar a todos los grupos, sino también en el reconocimiento de la
formación de algunas de las categorías de pensamiento humano y de los
sentidos producidos por él. Si bien podemos entender nuestra sociedad
también como un colectivo con sede en la acumulación de espectáculos,
principalmente debido a las condiciones modernas de producción,
podemos entender que la vida en la tierra se convirtió en una etapa más
allá de la contemplación, logrando ser una organización social basada
en imágenes enlazadas por los mecanismos de comunicación y por el
intercambio de múltiples y creativos sentidos generados por dispositivos
audiovisuales y herramientas de interacción.
Es notable que la intensa valorización de la imagen como discurso de
los mass media puede ser mirada de varias maneras, por ejemplo, como
una nueva formulación de la historia, lo que archivamos como memoria
colectiva, también puede ser entendida como una nueva constitución
de los sujetos y sus procesos subjetivos, o como un nuevo modelo de
actuar política, estética, simbólica o “imagéticamente”, e incluso como un
proceso de fuga o reencuentro.
En este sentido, toca al investigador identificar las diferentes formas
de subjetividad en el proceso, y también revisar cómo este fenómeno
permitió la experiencia basada en la contemplación de lo no palpable, la
imagen no experimentada. No existe una metodología consolidada que
nos indique estas reflexiones o estas rutas, lo que planteamos son primeros
acercamientos a estas novedosas formas de entender las interacciones
y el carácter de la imagen mediada, pero como he comentado algunos
autores inspiran esta caminada: caso de Sarah Pink(2012) y Sören
(2008, 2010) con valiosos aportes metodológicos, Bruno Latour(2016)
en una perspectiva distinta, nos oferta grandes herramientas analíticas,
491
Guiomar Rovira(2012) y André Lemos (2009) que hacen sus análisis del
ciberespacio en un contexto latinoamericano, apenas para mencionar
algunas de las inspiraciones de este trabajo.
Una nueva concepción de la sociedad compleja emerge y se
asocia a la presencia de la imagen en el nuevo proceso de organización
social, conectado con el tema de las redes y cargando una pluralidad
desterritorializada, asimétrica y totalmente híbrida, que afecta el corazón
y los cuerpos de quien la puede experimentar y de las instituciones que la
utilizan, todo lo cual también implica que el investigador desarrolle una
mirada desde diversos lugares, en múltiples momentos, buscando hacer
de la descripción densa una estructura multifacética.
En la era del internet, la imagen digital o la imagen en el mundo
digital gana posibilidades y diversas características que pueden ser
consideradas análogas a muchas de las anteriores. En relación con lo
anterior, un tipo específico de imagen nos llama la atención, el que es
pensado para viralizar o dialogar con el público de las redes, como son
los memes y las imágenes políticas de fácil comprensión, las imágenes
que buscan por medio de símbolos simples construir reflexiones amplias.
Los memes son una especie de imagen que está cada vez más de moda en
las redes sociales. Como la velocidad de las redes y de los time-lines son
enormes, la producción de sentido necesita ser condensada, para que se
pueda comprender su contenido en breves momentos. Y la profundidad
necesita ser encontrada en imágenes rápidas, densas, pero que utilicen
símbolos compartidos lo más que se pueda.
Este proceso nos hace entender los memes, como imágenes con
una carga de signos y símbolos casi siempre de fácil digestión que
amplían la carga de viralidad, intrínseca a los mismos, que inspira nuevas
características y nuevas estéticas de las redes. Un meme es una idea que
puede evolucionar y que es tremendamente viral y reproducible; no es
sólo un muñecote, hay incluso quienes consideran que puede ser un
GIF, un vídeo, una foto o un collage. Un meme normalmente no se crea,
sino que surge. Los sentidos de la imagen y del texto escrito apuntan a
rutas muy distintas, que nacen bajo una estética globalizante; lo local y lo
global, en diálogo intenso, construyen otras perspectivas.
492
Actualmente, casi todo lo persuasivo pasa de manera más eficaz
por lo visual. En 1979, Umberto Eco propuso trabajar con una cultura
iconográfica, en donde se producen argumentaciones en las semióticas
del cine, del teatro, de la danza, de la música, de los objetos, del gesto,
etc. En este trabajo, buscamos llevar estos aportes hacia lo digital, hacia
el análisis mediado de interacción de las nuevas tecnologías, donde como
se ha comentado, los referentes son otros, la importancia de difuminar
está en las fronteras borrosas, puesto que no se sabe el origen de gran
parte de la información. Sin embargo, para problematizar en torno a los
contextos, el reconocimiento de lo efímero, las imágenes, el anonimato
del autor, implica proponer otra dinámica en los análisis, y más todavía
si pensamos en las creaciones propias de las redes, que no poseen
equivalentes materializados, como el caso de los hipervínculos y toda la
hipermediación, la interactividad entre los distintos lenguajes.
Una de las posibilidades de análisis es sacar a la superficie los
planteamientos de Peirce para identificar el tipo de acción que promueven
los signos de lo estudiado, la actuación, y reconocer cómo estas imágenes
se comportan en la doble representación, primero en la digitalización y
segundo en la representación de algo.
Sören Brier (1999, 2013) también adoptando la obra de Peirce ha
mostrado cómo la semiótica, en especial la peirceana está conectada a la
cibernética de segundo orden y es la base fundante de una cibersemiótica,
de un pensar transdisciplinar que considera a la relación entre signo,
objeto e interpretante como dinámica ajustable, en una relación triádica.
En la propuesta de este autor se conectan los aportes y metodologías de
los paradigmas físicos y cognitivos, abriéndolos a la dimensión social
y cultural, una relación inseparable entre cuerpos, entre posibilidades
interpretativas.
Vidales (2015) al retomar el pensamiento del mismo Brier, afirma
que la cibernética de segundo orden le provee a la semiótica las ideas
de clausura, acoplamiento estructural, interpenetración y “languajear”,
promoviendo un encuentro entre la semiosis, el sentido y la comunicación.
El autor apunta que, en este proceso transdisciplinar de la información,
la cognición y la comunicación no pueden ser entendidas separadamente
de las relaciones sociohistóricas culturales.
493
integrar el rol de la conciencia de la primera persona corporeizada en la
conciencia social en los procesos de producción de significados de los
preceptos y el sentido de toda comunicación en su intento por construir
un marco teórico para la información, la cognición, el sentido y la
comunicación significativa (Vidales, 2015)5
Brier resume esta forma de construir el pensamiento en lo que
denomina la Estrella Cibersemiótica, un diagrama de cómo el sistema
comunicativo social emerge de las cuatro áreas de conocimiento: La
naturaleza físico-química, la vida y la encarnación, el mundo mental
interno y la sociedad y el lenguaje respectivamente. Esto torna la
cibersemiótica, necesariamente, una materia de la transdisciplina, porque
no apenas dialogan los conocimientos, se generan otras epistemologías,
una construcción que necesariamente depende de otros conocimientos
dialógicos y hologramáticos.
Vidales nos explica el proceso de funcionamiento de la estrella
cibersemiótica propuesta por el autor y las posibilidades de acción de
la teoría están pensada para intentar ocupar todas las dimensiones del
objeto, nos ofertando una posibilidad de diálogo ampliada y estructurada
en los preceptos de la semiótica peirceana:
Según lo mostrado en la Estrella Cibersemiótica, las cuatro puntas son
en realidad las formas de explicación histórica que contemplan una
visión nomo lógica, una perspectiva desde la biología evolucionista,
un panorama sociohistórico y una visión subjetiva-personal, es decir,
cuatro ámbitos del conocimiento científico que tratan de explicar la
realidad desde su propia mirada. Por lo tanto, el reto es producir una
nueva fundación paradigmática que permita integrar el conocimiento
producido dentro de cada una de estas formas de explicación, es
decir, que permita unir el conocimiento del estudio de la consciencia
corporeizada producido en las ciencias exactas, así como en las ciencias
de la vida, las sociales y las humanidades sin que los resultados tengan
necesariamente que disminuirse a una perspectiva única, evitando lo
más posible cualquier tipo de reduccionismo (Vidales 2016: 54)
5
http://amic2015.uaq.mx/docs/memorias/GI_07_PDF/GI_07_Construyendo_teoria.pdf
494
Figura 1. Fuente: Brier (2016:185)
Este entendimiento propuesto por Sören Brier dialoga con las
perspectivas de una semiótica sociocultural, con una propuesta bastante
preocupada con el contexto histórico, con los desarrollos del sujeto en las
relaciones con la naturaleza humana y el medio por donde la información
pasa. Esta proposición con un eje marcado en las relaciones sociohistóricas,
puede ser entendida también en un diálogo con lo planteado por Lotman
(1996) y Castoriadis (2002), que nos permiten abordar el papel cultural
dentro de los espacios de las semiosferas digitales y los cambios en este
pasaje; en efecto, para poder acceder a los imaginarios socioculturales la
única forma posible seria por medio de la materialización de la semiosis,
esto es, a través de los signos, especialmente a través del discurso, los
textos y las acciones narrativas de los sujetos. En particular, las imágenes
digitales y los memes que representan una confluencia entre texto e
imagen, donde discurso, texto y acción contienen imaginarios propios de
determinada época y representan signos que remiten a formas de hacer
y proceder.
Para Castoriadis existen dos niveles de las significaciones imaginarias:
el primero es el nivel de las significaciones imaginarias sociales, la
forma en que la realidad se torna aparente por medio de las semiosis:
imágenes, textos, acciones o discursos. El segundo hace referencia a las
matrices imaginarias, que se refieren a las condiciones de posibilidad de
495
dichas significaciones, estas serían: los medios, contextos, ideologías y la
estructura fundante. Sara Cannizzaro también recurre a Lotman (2001)
en su análisis de los memes, utilizando el concepto de asimetría para
comprender la transformación de los memes de internet, ya que considera
que surgen de la diferencia en ‘estructuras semióticas’ propuestas por el
usuario en diferentes traducciones del mismo proceso.
Aportes hacia la memética y la semiótica de lo digital
La autenticidad, la propiedad intelectual, el derecho de autor, el
aspecto histórico, la patente, el olvido, la memoria, entre otros, son
conceptos que no necesariamente se aplican solo a las redes. Como se
ha comentado, este espacio de experiencias tan distintas altera patrones
y resignifica las propias experiencias. Uno de los hijos conceptuales de
las redes son las imágenes digitales, a las que se accede desde muchos
locales a la vez, que varían según la pantalla, la ubicación y a las que se
puede ingresar en espacios y tiempos distintos. Otro de los hijos más
conocido de las producciones de las redes son los memes: imágenes,
videos, audios de carácter viral, que nacen de la facilidad de producción
y de una internacionalización de los símbolos, de los contenidos, de la
imagen adaptada a altas velocidades.
Siguiendo con la misma metáfora, el término meme tiene diferentes
padres. La tesis más aceptada viene de la biología, que es presentada por
Richard Dawkins (2007) en su libro Gene Egoísta, concepto que remite
a un gene como secuencia de DNA que se codifica para dar luz a una
especie de información y reproducirse; es sobre esta unidad que actúa
la selección natural, representada en la constitución de una unidad de
información de persona para persona. Esta unidad es denominada
por el autor como ‘meme’. La categoría de meme aparece anclada a la
analogía de la evolución darwiniana, cercana a los modelos evolutivos
de transferencia, de información cultural; el meme es utilizado como
analogía de los genes. Este concepto fue concebido por el autor como
una “unidad cultural” que tiene su propio espacio de constitución de
relaciones, pero que se regenera en la mente de los sujetos, con alta
capacidad de reproducción, saltando entre mentes y percepciones; la
posibilidad de una idea multiplicadora que se reproduce a sí misma en un
nuevo cuerpo, como plantea la ciencia genética.
496
Como ya se ha comentado, debido a la lógica de redes anónimas y a la
memoria bastante selectiva de la Word Wide Web, no se puede precisar
cuándo nace el término meme empleado para las imágenes en las redes.
Entretanto, Ribeiro (2012) comenta que la primera mención encontrada
por él fue en la página Memepool en 1998, un sitio que buscaba acumular
ligas que lograron viralizarse y que se multiplicaron indiscriminadamente.
Así fue como este término se viraliza a finales del año 2000, en un grupo
de estudio de internet denominado Contagious Media.
Definir memes sigue siendo un problema central en las investigaciones
contemporáneas, pues en esta definición se puede reconocer el proceso
mismo de discusión sobre el término a la par de analizarlo, explicarlo,
interpretarlo, todo lo cual todavía es un desafío, puesto que son diversas
las características de tal imagen, y esto indica la necesidad de buscar
herramientas propias para explicar los fenómenos de las redes. En este
intento y reconociendo la importancia de los memes en la explicación
de los eventos contemporáneos, en Brasil la Universidade Federal
Fluminense desarrolló el museo del Meme6, el primero del género en
América Latina, ahí definen a los memes como:
meme (uma abreviação do grego μίμημα [míːmɛːma])· é um fenômeno típico
da internet, e pode se apresentar como uma coleção de textos, imagens (...)
Hoje, memes são um fenômeno típico da internet, e podem se apresentar
como imagens legendadas, vídeos virais ou expressões difundidas pelas
mídias sociais. Próprios do universo das comunidades virtuais, eles são
geralmente compreendidos como conteúdos efêmeros, vulgarmente
encarados como “besteirol” passageiro ou “cultura inútil”, fruto de sua
utilização da linguagem do humor 7.
Podemos entender el meme como “cualquier cosa” o contenido,
propagado por internet, sin importar el tamaño, el color o la estructura,
como afirma Susan Blackmore, que define el meme como todo lo que se
transmite de una persona a otra a través de la imitación (Blackmore 2000:
30). Esta definición trata el meme como replicante, pasible de vialidad
constante, en un espacio de competencia, de búsqueda de destaque, de
sobrevivencia, igual que el gene egoísta planteado por Dawkins:
6
7
http://www.museudememes.com.br/
En: http://www.museudememes.com.br/ - accedido en 25/05/ 2017.
497
(…) nuestras ideas no son creaciones propias y no están a nuestro
servicio, debemos contemplar las ideas como memes egoístas,
autónomos, cuya única intención es la de llegar a ser copiados
(Blackmore 2000: 30).
Según el museo del meme de la UFF, Henry Jenkins entiende el
meme como una subcultura moderna; la cultura de lo que se puede
espejar (spreadable), de la cultura de lo pegajoso (sticky), que sería propio
de los medios de masas. Y según el mismo museo, para el teórico Limor
Shifman (2013), el meme se diferencia de lo viral, de lo que se propaga
en velocidades y distancias inimaginables e incalculables, pues estos son
producidos por los grandes canales, por los grandes usuarios, por las
entradas con más nudos en las redes.
A estas alturas, no se puede precisar que los memes contengan una
característica bastante propia, que más que generar el compartir, generan
la reapropiación de su contenido, la búsqueda de la creación estética y de
su contenido, pues sufren un remix antes de ser compartidos. Un meme
puede ser viral, pero un viral no puede ser meme, recuperando así lo
propuesto por Dawkins, quien sostiene que los memes necesariamente
actúan en conjunto, forman cadenas complejas de conceptos, se expanden
según las estrategias, donde no se puede separar el texto de la foto, puesto
que una de las partes no explica el todo y el todo no explica una de las
partes; por eso, tanto los textos como las fotos son utilizados en múltiples
contextos, no necesitan dialogar siempre, componen frentes distintos
de una misma imagen. Shifman (2013), en su excelente libro Memes in
Digital Culture, afirma que los memes son un contexto, un momento y
un contenido, y si no es así, es un viral, nada más. Los memes no son
archivos, son posibilidades, son lo efímero en sus estrategias de seguir
existiendo, son los signos colectivos puestos a prueba.
Sin hacer la distinción entre viral y meme, Blackmore afirma
que como hay una imposibilidad de que todos los memes hablaran
al mismo tiempo, hay una competencia interna en la capacidad de
propagar o propagandear, según la cual los memes prosperan a través
de sus estrategias y de personas habladoras (que son espacios de gran
circulación). Por lo tanto, el fondo memético se va llenando de memes
498
que fomentan el habla, nuestros memes nos incitan a hablar y es por ese
motivo que hablamos tanto.
Los memes necesitan de un espacio donde se generen, donde se
reproduzcan y existan, y este espacio local es necesariamente la internet,
más específicamente el ciberespacio, un campo de materialización
de múltiples procesos que se generan y autogeneran, además se auto
organizan. Así que un meme no puede sobrevivir afuera o al margen
de internet, donde lo que puede existir es otra cosa con características
comunes que nos hacen recordar lo que entendemos por memes.
Ya existen imágenes icónicas entre los memes, estándares
locales y mundializados que conducen a la transformación de la semiosis
de lo analizado. Desde este punto de vista, el meme va más allá de lo
virtualizado porque ya está vinculado a los espacios dinámicos de la
cultura, a los espacios de las calles y a los espacios de las disputas. Son
producidos incontables memes por minuto, cuantos sean necesarios,
cuantos sean deseados, pero sólo algunos traspasan el espacio-tiempo,
la dimensión cronotópica; pocos memes logran cruzar la barrera de lo
efímero o de la brevedad, pocas frases y pocas imágenes entran por
separado en este mundo de bigdata, donde las disputas por un lugar en
las pantallas son intensas y sin curadores universales.
CONCLUSIÓN POSIBLE
En este trabajo procuramos cubrir algunas problemáticas centrales
referentes a los aportes de la imagen digital y las posibilidades de análisis,
en un intento de ofertar aportes hacia las nuevas formas de entender las
tecnologías, la acción de las herramientas y los métodos en las ciencias
sociales, un aporte en abierto, en devenires, con opciones teóricometodológicas particulares, como la opción por centrar en la dimensión
conectiva del ciberespacio, optando por abreviar discusiones de grande
importancia, como las territoriales de lo digital, o las relaciones dialógicas
del cibertiempo.
Este esfuerzo implicó pasar por una historia de determinado tipo
de conectividad con los aparatos técnicos, una conexión entre las
posibilidades de existencia, que significó traer a colación perspectivas
499
analíticas desde un enfoque transdisciplinar, los recientes aportes de
la cibersemiótica, los logros de las teorías de la relación mediada y las
herramientas del análisis de discurso y de la semiótica, que se hace
fundamental para entender la historia de los memes, las herramientas
analíticas en el ciberespacio, problematizar el carácter político que se
generan y localizar, en el contexto de la globalización, como fueron
generados estos “personajes” tan importantes de la comunicación
contemporánea.
Más que una oferta analítica acabada de diversos memes, la
propuesta fue la de aproximarse a un panorama general y amplio de un
tema que está todavía poco desarrollado, donde nuevas posibilidades
aparecen vinculadas a un otro pensar, a una construcción analítica, en un
contexto en que el ciberespacio es el nuevo paradigma, que no implica
negar las herramientas anteriores, pero que apuntan a nuevas rutas para
pensar estos cambios estructurales y analíticos. Se instaura la necesidad
de que la ruta epistémica no intente direccionar las herramientas
anteriores para reconocer estas otras posibilidades de las imágenes en el
mundo digital y que sí permita pensar dentro del marco contemporáneo
estas nuevas herramientas, las posibilidades, las reproducciones y las
modificaciones posibles.
El mundo de la producción de los memes es un tema valioso que
necesita ser ampliamente abordado y repensado, puesto que una vez
que los memes se auto generan y son generados, dependen ya de las
estrategias utilizadas y de los medios de difusión. Estos procesos generan
disputas internas en los sistemas sígnicos, con estrategias de avance y
de contención, de resignificación de los espacios y de apertura de otras
posibilidades, los memes actúan en todas las esferas – del humor a lo
político. Las páginas de producción de memes limitan las posibilidades,
es decir, son definidas para dinamizar y funcionan bajo la lógica de la
información exprés, de la producción rápida, poniendo límites a la gran
mayoría de los memes en circulación, lo que hace parte substancial de
la reproductibilidad técnica de los memes; muchas herramientas, poca
invención, cada vez son más raros los memes hechos en herramientas
pensadas para otras finalidades, de carácter más amplio; de esta forma
los memes son prefabricados, entran a la lógica de lo imperativo, de lo
reproducible.
500
Así como los aparatos técnicos en redes han alterado nuestras
vivencias y nuestros cuerpos, las imágenes digitales contemporáneas
modificaron la experiencia estética y sociocultural, así como la velocidad
de las experiencias. Los memes, una de las formas en que las imágenes
nacen, mueren y reviven en velocidades inimaginables, cruzan océanos
y regresan con nuevos sentidos, con otros contextos, en otros momentos
históricos, frutos de las características de las herramientas y de sus
discursos e imágenes. Los memes generaron su propio espectro de la
autopoiesis, se autogeneran, disputan las semiosferas, los corazones y las
mentes.
Desarrollan sus propias estrategias de perpetuación y necesitan
ser entendidos como fruto de una estética del mundo digital y de las
experiencias comunicacionales contemporáneas, en sus velocidades,
en los diálogos. Necesitamos avanzar hacia la consolidación de
nuevas metodologías, nuevas formas de reaprender, una vez que las
sociabilizaciones de miles de personas en los días actuales se realizan
en la esfera digital, en el ciberespacio, en las relaciones mediadas.
Y en específico los memes en los genes culturales, en los genes de la
modernidad, es decir, en sus propios memes, en las particularidades de
lo actual, conectivo y mediado.
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503
SECCIÓN IV
CONFLICTOS,
MOVIMIENTOS
SOCIALES Y
EMOCIÓN
CAMINATAS Y LUCES
POR LA AUSENCIA Y LA
PRESENCIA. DESAPARICIÓN
FORZADA Y EMOCIÓN
Karla Miguel Lara
Escuela Nacional de Antropología e Historia
karlamiguellara@gmail.com
Resumen: Este trabajo contribuye al análisis de la antropología de las emociones, el cual
tiene como tarea explicativa y fundamental aportar y hacer visible la dimensión afectiva
en contextos sociales y culturales. A través de una mirada directa y compleja, se enfatiza
la importancia de los afectos y la necesidad de inclusión en las diversas ciencias sociales.
En este caso particular, se retoma el análisis de los contenidos semióticos generados en
los sujetos manifestantes contra la desaparición forzada en México. Los sujetos enarbolan
pancartas, mantas, fotos, pintan esténciles, gritan consignas, produciendo varios procesos
semióticos. Los diferentes signos dan cuenta del poder creativo expresado a través del
cuerpo y de los múltiples lenguajes propios del ser humano. En este artículo se aborda la
triada: pensamientos, acciones y emociones desde la compleja semiosfera de la protesta.
Palabras clave: Dimensión afectiva, desaparición forzada,
Antropología de las Emociones, semiosfera, complejidad.
Abstract: This work contributes to the analysis of the anthropology of emotions,
which has as an explanatory and fundamental task to contribute and make visible the
affective dimension in social and cultural contexts. Through a direct and complex look,
the importance of affection and the need for inclusion in the various social sciences is
emphasized. In this particular case, the analysis of the semiotic contents generated in
the protesters subjects against forced disappearance in Mexico is retaken. The subjects
hold banners, blankets, photos, paint stencils, shout slogans, producing several semiotic
processes. The different signs show the creative power expressed through the body
and the multiple languages of the human being. In this article a triad is approached:
thoughts, actions and emotions from the complex semiosphere of protest.
Key words: Affective dimension, forced disappearance,
Anthropology of Emotions, semiosphere, complexity.
507
INTRODUCCIÓN
En México, al menos 26.000 personas han desaparecido entre 2007
y 2015, es decir, entre 4,100 y 4,600 personas cada año. El 90% de ellas
de origen mexicano, y el 10% de otros países. El 1% de las familias
mexicanas ha sufrido la desaparición de algún integrante; este problema
se centra mayoritariamente en Tamaulipas, Estado de México, Nuevo
León, Coahuila, Veracruz, Michoacán y Sinaloa (Índice de Paz México,
2016) 1. Esta crisis humanitaria repuntó con la llamada “guerra contra
el narco”, iniciada por el entonces presidente Felipe Calderón a finales
de 2006, quien declaró que la guerra fue para “proteger a las familias
amenazadas por el crimen” (Aguayo, 2015: 158).
En 2013, Amnistía Internacional publicó el informe “Enfrentarse
a una pesadilla: La desaparición de personas en México”2, en el que dio a
conocer que de 152 casos de desapariciones forzadas en siete estados del
país, se comprobó que en 85 de ellos estuvieron involucrados uno o más
funcionarios públicos.
La desaparición es popularmente conocida como levantón (González,
2012: 91) y puede ser perpetrada por la delincuencia común y la
organizada 3; en cambio, el concepto desaparición forzada se refiere
a las llevadas a cabo por el Estado (Mejía, 2015: 45). De acuerdo con
la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas
Contra las Desapariciones Forzadas (CNDH, 2015), la cual entró en vigor
en México en diciembre del 2010, la define como:
El arresto, la detención, el secuestro o cualquier otra forma de privación
de libertad que sean obra de agentes del Estado o por personas o grupos
de personas que actúan con la autorización, el apoyo o la aquiescencia
del Estado, seguida de la negativa a reconocer dicha privación de
libertad o del ocultamiento de la suerte o el paradero de la persona
desaparecida, sustrayéndola a la protección de la ley (CNDH, 2015: 67).
De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas y el informe
2016 publicado por Amnistía Internacional4, la desaparición y la tortura
en México como problemas de lesa humanidad son métodos de castigo,
control, intimidación y ajuste de cuentas perpetrados por el crimen
organizado, policías y militares. Ante esta fuerte problemática, las
autoridades son omisas a las recomendaciones del Alto Comisionado de
la ONU y, aunque por fin aprobó este año, 2017, la Ley General contra
Desaparición Forzada en México, no ha accedido a atender cada una de
las demandas realizadas por la Campaña Nacional contra la Desaparición
Forzada, algunas tan básicas como el reconocimiento de la tipificación
del delito.
A pesar de que esta práctica se ha intensificado a partir del 2006,
sus antecedentes comienzan con la “guerra sucia”, la cual tuvo lugar
entre los años sesenta y mediados de los ochenta (González, 2012),
cuando el Estado la implementa para reprimir la oposición y la disidencia
políticas; cualquier persona acusada o sospechosa de pertenecer a
grupos guerrilleros era llevada a cárceles clandestinas, torturada y/o
desaparecida5. El fantasma del éxito de la Revolución Cubana y la
Guerra Fría, que satanizó al comunismo, hizo que tales grupos fueran
incesantemente reprimidos (Solano, 2016: 40).
Si bien, han desaparecido niños, niñas, mujeres y hombres –jóvenes
y adultos de mediana edad–, así como migrantes6, es necesario aclarar que
este tipo de violencia se diversifica y particulariza por zonas geográficas,
según las instituciones estatales y federales, y se organiza y estructura
jerárquicamente ante los contextos político-económicos locales. Por
4
1
Índice de Paz México, Instituto para la Economía y la Paz, 2016. Consultar publicación en el siguiente
hipervínculo: http://economicsandpeace.org/wp-content/uploads/2016/04/%C3%8Dndice-de-Paz-M%C3%A9xico-2016_ES.pdf Fecha de consulta: 18 de Abril 2017.
Consultar el sitio de Amnistia Internacional:
https://www.amnesty.org/es/latest/research/2016/02/annual-report-201516/ Fecha de consulta: 17 de agosto 2016.
2
Consultar publicación en el siguiente hipervínculo: http://amnistiainternacional.org/publicaciones/202-enfrentarse-a-una-pesadilla-la-desaparicion-de-personas-en-mexico.html Fecha de consulta: 31 de Marzo 2016.
5
Consultado en el documento: Iniciativa que expide una Ley general para prevenir, investigar, sancionar
y reparar la desaparición forzada de personas y la desaparición de personas cometidas por particulares. Campaña
Nacional contra la Desaparición Forzada, 6 de septiembre 2016. Disponible en: https://www.comitecerezo.org/IMG/
pdf/nuevainiciativalgdfydp_6sept2016.pdf Fecha de consulta: 4 de febrero de 2016.
3
El concepto narcopolítica plantea que la delincuencia organizada y el narcotráfico estan vinculados con autoridades de todos los niveles del gobierno (Nieto, 1995), lo que hace difícil la separación de los perpetradores.
6
En la actualidad los sujetos víctimas de desaparición se han diversificado, siendo el blanco no sólo activistas o defensores de derechos, sino toda la población (González, 2012). El objetivo de la práctica es generar miedo y
terror, mantiendo a los sujetos dominados (Ahmed, 2015).
508
509
lo que en determinadas localidades se incrementa la desaparición por
género y edad. Roberto González señala que:
A los desaparecidos se los llevaban, perdían su rastro, borraban su
rostro y su recuerdo. Quedaban el silencio, la incertidumbre, la niebla.
Así hubiera sido si sus madres, familiares y compañeros no los hubieran
rescatado del olvido, no los hubieran traído de vuelta a la política, esta
vez como denuncia, como demanda, como reclamo (González, 2012:
16).
En este sentido, es diversa y transdimensional la acción social que
se opone y protesta frente a ello, lo que ha propiciado la creación de
organizaciones de la sociedad civil y el diálogo entre sujetos políticos
en resistencia. La sociedad mexicana, como otras, en medio de la
incertidumbre, tiene la capacidad de organizarse, de denunciar el problema,
de tomar las medidas necesarias para proteger a las víctimas, incidir en
políticas públicas a nivel local, estatal y federal, así como revisar y atender
las violaciones a los derechos humanos, crear mecanismos de prevención
y atención, y fortalecer el papel de las organizaciones involucradas. En el
marco de estas acciones, la marcha surge como una práctica de demanda
y de protesta, siendo legitimadora, polisémica, ritualizada, comunicativa
y emotiva, generando una transdimensionalidad compleja.
En el Cono Sur, la problemática fue asociada a regímenes políticos
dictatoriales anticomunistas, como sucedió en Chile, Brasil y Argentina a
lo largo de la década de los setenta. En Colombia, en cambio, surge como
respuesta contrainsurgente del Estado frente a las múltiples guerrillas.
En el contexto del conflicto armado se identifican como perpetradores
no sólo las fuerzas del Estado, sino también las paramilitares, las bandas
criminales, los cárteles de droga y los contextos de inmigración (Bello et
al, 2006: 19). En México, sucedió dentro de un contexto de democracia,
pero también estuvo presente como medida anticomunista.
La desaparición forzada se ha estudiado desde la sociología, la
economía, la historia y la antropología; en México, hay contribuciones
de distintas organizaciones sociales, como es el caso de ALUNA
(Acompañamiento Psicosocial, A.C), Comité Cerezo y la Campaña
Nacional Contra la Desaparición Forzada.
510
Como una contribución a la Antropología de las Emociones, este
artículo exalta la importancia del análisis de la producción y reproducción
de los sentidos generados en la marcha contra la desaparición forzada,
uno de los tipos de protesta que más se observan actualmente en las calles
de la Ciudad de México.
En las siguientes páginas, se explica, en primer lugar, el objetivo de
la Antropología de las Emociones y a qué se refiere la categoría dimensión
afectiva, retomada durante toda la exposición. En segundo lugar, se discute
brevemente la conformación de la identidad colectiva en la marcha,
la continua circulación de mensajes y la forma en que la dimensión
afectiva entra en juego. Ello con la intención de enfatizar que los signos
y códigos semiótico-discursivos se retroalimentan de la construcción de
identidades, objetivos colectivos, valores y estrategias impulsadas por
los sujetos con recursividad. Por último, el registro fotográfico ilustra la
discusión sobre premisas semióticas, con la finalidad de hacer explícito
el sentido, la diversidad de expresiones y las formas de comunicación que
la sociedad utiliza para generar un impacto político, social, emotivo y
artístico.
Antropología de las emociones y dimensión afectiva
Los pasos recorridos a través del conocimiento de la emotividad en
el ser humano7, se han encontrado con un enorme grupo de aportaciones
de diversos campos cognitivos. Se entiende que cada campo desarrolla
categorías propias, según sus objetivos y sus usos teórico-metodológicos.
La antropología de las emociones, versada en el estudio cultural y del
sentido, entreteje una narrativa partiendo del concepto emoción(es),
definido como un campo cognitivo y de percepción sobre el cual se
crean conexiones y prácticas sociales relacionadas con los sistemas y
contenidos culturales del entorno (Miguel Lara, 2014: 18) y que están
siempre asociadas al contexto histórico en el que tienen lugar (Bartra,
2001 y Stearns, 2008). Asimismo, la esfera subjetiva construida a partir
de las referencias sociales y/o familiares tiene un lugar en la forma en la
7
Leví-Bruhl postulaba que los seres humanos, las plantas y los animales podían sentir estados de ánimo,
sólo que los primeros son capaces de construir y transmitir universos simbólicos (Surrallés, 2005). Sin embargo, sólo el
ser humano puede referirse a las realidades que él mismo experimenta.
511
que se experimentan los sentires, lo que permite entender la diversidad
de sentido entre sociedades, culturas, y también entre los sujetos.
La dimensión afectiva, planteada por Edith Calderón (2012), permite
acercarse al terreno de lo emocional, sin la necesidad de fragmentar los
conceptos: pasiones, emociones, afectos y sentimientos. Tal como señala
la autora, resulta imposible asignar un concepto particular y diferenciado
a estos estados de ánimo, sin hacer referencia de uno en el otro. La
terquedad por la separación de significados no permite la clarificación
de lo más importante: para qué sirven, cuál es el papel de la dimensión
afectiva en la vida humana, cómo se diferencia entre sociedades y
grupos humanos, cómo se vive culturalmente, qué sentidos poseen en
la interacción social y cómo entender las prácticas a partir de la triada
recursiva pensar-sentir-actuar (Morin, 1999).
Con ello, se propone integrar en una sola categoría un ámbito crucial
para el entendimiento del comportamiento humano, de la diversidad y de
los vínculos sociales y naturales que lo resguardan y lo transforman. La
dimensión afectiva permite a la humanidad sentirse de una u otra forma
y comportarse de acuerdo con los sentidos de las realidades, producto
del complejo engranaje social y normativo, cultural, histórico, político y
económico.
En el discurso biológico, emociones, sentimientos, afectos y pasiones
forman parte de un conjunto de disposiciones efectivas, tanto para la
socialización como para mantener el equilibrio y el bienestar corporal.
Asegurar la supervivencia de la especie humana requiere del factor
comunicativo para establecer y retroalimentar las relaciones sociales. Esta
facultad de leer al otro, o de leer el cuerpo propio, requiere de un proceso
cognitivo y evaluativo de las situaciones, las caras, las experiencias
pasadas, presentes y futuras. Imaginar este amplio espectro de niveles y
explicaciones, atravesados por el cronotopo8 (Bajtín, 1989), producidos a
través del intercambio recursivo de información proveniente del mundo
vivo, llevan a concebir al ser humano como un habitante móvil en el
mundo del sentido: la semiosfera (Lotman, 1996). Existe una complejidad
8
El cronotopo, es, de acuerdo con Mijail Bajtín (1989), la conexión esencial de relaciones temporales y
espaciales asimiladas en diversas disciplinas que van desde las matemáticas, las artes, la biología, hasta las ciencias
sociales.
512
entre dimensiones, la semiosfera es el producto de estas relaciones
indisolubles y fluctuantes, por lo cual el ser humano es su producto, y al
mismo tiempo es su productor.
La formación de vínculos con el entorno, la apropiación de la
experiencia del self (Elliott, 2014), la implicación mediante el intercambio
y cohabitación con otros seres, sujetos, sentires y sucesos, permiten la
adopción de un sistema comunicativo impredecible y maravilloso. La
aparición de una dimensión afectiva revela el apasionamiento de vivir
el mundo. Esta energía sensible, creativa, artística y filosófica sostiene,
en múltiples formas, al pensamiento humano. Por estas razones a la
Antropología de las Emociones le atañe el rescate de la diversidad humana
y la profundización de los sentidos de las prácticas culturales, sociales,
históricas y emotivas.
Aclarada la pertinencia y el uso de esta dimensión, no será necesario
diferenciar sentimientos, emociones, afectos y pasiones. El terreno
emocional se analizará como una unidad múltiple o unitas multiplex
(Morin, 2003), el cual figura como objetivo principal del estudio sobre
los manifestantes contra la desaparición forzada en México.
En adelante habrá que pensar esta dimensión con recursividad,
las reacciones y sensaciones fisiológicas (Calhoun y Solomon, 1989),
los constructos sociales y culturales, las esferas subjetiva y colectiva
intrínsecamente vinculadas, la producción artística, literaria, teatral y
filosófica como expresiones de la creación emotiva. Este diálogo permite
acceder a explicaciones con mayor riqueza y profundidad, en donde se
admite que la producción del sentido es transdimensional y polisémica.
La aparición de la dimensión afectiva en las ciencias sociales como
objeto de estudio legítimo y explícito, el cual ha sido necesario, sustancial
y enriquecedor como reflejo de un texto (Lotman, 1996) no aislado de
la cultura, permite entender diversos componentes de la vida sociocultural-histórica, como las creencias, las prácticas, la normatividad y los
comportamientos de las sociedades.
Aunado a ello, hay una prometedora interrelación entre lo expresivodescriptivo, referente a lo social, comúnmente trabajado por sociólogos,
513
antropólogos y filósofos, y el componente transmisivo-constitutivo,
ubicado en los estudios de la biología, fisiología y psicología; pues
su separación “había impedido ver la relevancia de lo afectivo en la
antropología” (Calderón, 2012: 34) y en otras disciplinas; sin embargo,
esta interrelación concede a los presentes y futuros estudios poder
relacionar la dimensión afectiva no sólo con la interioridad de los sujetos,
sino con los textos sociales, con los culturales y con toda aquella energía
producida por la humanidad en relación con el universo.
Esta premisa subraya que la dimensión afectiva proviene también
de fuera, que los sentimientos dolorosos vivenciados por las multitudes
existen en cada sujeto pero, al mismo tiempo, se comparten y experimentan
en las dinámicas de interacción con el entorno. En este nicho, es donde se
producen las historias de justicia e injusticia, los sujetos son movidos por
el dolor, la rabia, el miedo, la compasión, la indignación, la admiración y
la esperanza.
sujetos, transformarlos y conducirlos: algunos sentimientos y emociones
percibidos negativamente pueden ser canalizados por los sujetos para
convertirse en motores, éste es el caso de la rabia, la frustración y la
indignación.
En esta posición legitimadora se establecen las valoraciones de los
otros a través de relaciones de poder (Ahmed, 2004). En la protesta
social y en la marcha, la relación entre los sujetos y las autoridades opera
en función del estatus y el poder que cada uno ejerce, en los diferentes
acontecimientos, enfrentamientos y negociaciones, las posiciones
fluctúan. Ello permite la creación de diferentes lenguajes y discursos que
se pronuncian como antagónicos. En el caso de la desaparición forzada, a
los perpetradores se les designa una figura reprobable, indigna, malévola,
caprichosa y violenta, como se ilustra en la FOTO 1.
Foto 1. Los antagonistas
Identidad colectiva: Sentir y marchar al unísono
En el contexto mexicano, el Estado ha llevado al país a una crisis
incesante de desigualdad económica y social, que dio como resultado una
notoria participación política de la sociedad civil. En efecto, los colectivos
y las protestas en México –dentro de las cuales figura la marcha como un
tipo de protesta– han incrementado, comunicando al mundo entero su
impotencia y agravio, su voluntad y deseo de movimiento.
Para los grupos sociales se hace necesario construir identidades
y designar atributos entre protagonistas y antagonistas. Es posible
encontrar en los espacios sociales distintas narrativas que representan las
identidades de los grupos, por ejemplo, un discurso nacionalista alinea y
separa a los organismos a partir de su identidad nacional (Ahmed, 2004),
se crean determinadas superficies y límites entre los sujetos, lo que en la
colectividad les permite delinearse, identificarse y reconocerse. Se eligen
las emociones que pueden ser utilizadas política y culturalmente, algunas
son vistas como signos de elevado crecimiento y de fortaleza, tales
como la asertividad y la esperanza, mientras otras pueden ser tomadas
como signos de debilidad como, por ejemplo, el miedo. En este proceso,
la dimensión afectiva juega un papel decisivo para caracterizar a los
514
Fotografía tomada el 26 de septiembre de 2016, 17:45 pm, en Paseo
de la Reforma, Ciudad de México. Fuente: Karla Miguel Lara.
Sara Ahmed (2004) y Margarita Zárate (2012) consideran que los
sentimientos en los grupos humanos poseen efectos de circulación, es
decir, se convierten en una presencia social para conformar una condición
515
colectiva. Y se añade una relación recursiva que parece obvia, pero no lo
es, específicamente hablando de la marcha:
1. Que sean producidos para generar efectos no quiere decir que no
estén presentes en los sujetos, sino que se explotan para generar
empatía y adherir simpatizantes.
2. Que dicha circulación e interacción produce siempre más
emociones, es decir, que transforma y moviliza la dimensión
afectiva en el cronotopo espacio-temporal.
La emergencia (Morin, 1999) emocional, por un lado, producto
del azar y, por otro, como estrategia resultante del conocimiento de la
situación y los acontecimientos, representa una de las premisas más
importantes de la teoría de la complejidad, pues ayuda a la aceptación
del cambio, de la aparición de nuevas variables que se organizan y toman
nuevos rumbos (Velilla, 2002).
En esta dirección, Zárate (2012: 74) apunta que “una tarea
fundamental es “identificar” agravios, vincularlos a otros agravios y
construir marcos de simplificación más amplios que puedan encontrar
eco en la predisposición cultural de una población y transmitir un mensaje
uniforme a quienes ostentan el poder”. En la marcha se construyen
marcos para la acción colectiva a través de la percepción de lo injusto,
la gravedad del problema, lo desafortunado y lo intolerable, además
de incluir discusiones sobre poder, derechos, privilegios, igualdad y
acentuación de las diferencias.
Sobre la dimensión afectiva y los mensajes que ostenta, la antropóloga
Margarita Zárate (2012) se pregunta: ¿Cómo circula, cómo se adhiere,
cómo se mueve, qué obliga a hacer la emocionalidad a los colectivos
y cómo se produce por el contacto de los sujetos con el exterior? Y la
socióloga Alice Poma (2015) formula las preguntas: ¿Por qué los sujetos
se movilizan?, ¿Hasta dónde pueden llegar?, ¿Por qué abandonan o por qué
siguen adelante? En ambos casos, la dimensión afectiva permite acercarse
516
a las acciones de los sujetos, a las estrategias y a la energía activadora y
desencadenante de experiencias colectivas, como señaló Leone:
El investigador puede, como cualquier otro, entusiasmarse frente a
tanta energía humana, a tanto deseo de renovación, al espectáculo del
motor de la historia que parece mágicamente arrancar y no pararse; el
investigador puede apasionarse con todo esto, y quizás deba hacerlo.
Pero antes que nada, el investigador tiene que comprender y ayudar a
comprender.
¿Por qué la protesta se desencadena en ciertas circunstancias y no en
otras? ¿Qué mueve los individuos, los grupos, los pueblos a soñar un
estado de cosas diferente, a enterarse de lo inadecuado de sus propias
existencias, a producir lenguaje y acción para cambiarles las señas?
(Leone, 2012: 161).
La solidaridad, la unión, la moralidad, la confianza, el entusiasmo, la
indignación, la rabia y el orgullo, se experimentan a través de los múltiples
lenguajes de la marcha, práctica semiótico-discursiva compleja en donde
se utilizan múltiples tipos de discursos y de semiosis.
Ahora bien, la situación de violencia que se vive en la República
Mexicana con relación al problema de la desaparición forzada, recae
sobre todo en aquéllos que están más expuestos y son más vulnerables
geográfica, social y políticamente. La mayoría de los sujetos involucrados
en el movimiento contra esta práctica son, también, quiénes por su cercanía
con las entidades federativas en conflicto político y con la delincuencia
organizada, se ven perjudicados de manera directa, por lo que tienen
que conformar redes de solidaridad y búsqueda de los desaparecidos
(FOTO 2). Muchos otros, por fortuna, no han sido víctimas directas de la
desaparición forzada de algún familiar, pero comparten la preocupación
por los acontecimientos del país y se solidarizan con quienes viven esta
violación a los derechos humanos9.
9
Toda violencia institucional y proveniente del Estado es considerada una violación a los derechos humanos
(CNDH, 2015). En Desapariciones forzadas o involuntarias (2007) se pueden consultar los derechos humanos violados por esta práctica.
517
Foto 2. Familiares
la sociedad mexicana, penetra en lo más profundo de las relaciones
sociales cotidianas:
La violencia está presente cuando los seres humanos se ven influidos
de tal manera que sus realizaciones efectivas, somáticas y mentales
están por debajo de sus realizaciones potenciales (Galtung, 1995).
La violencia como transgresión altera el ajuste original de las relaciones
entre seres humanos y entre éstos y la tierra (Martínez, 2001).
Fotografía tomada el 26 de septiembre de 2016, 18:19 pm, en Paseo
de la Reforma, Ciudad de México. Fuente: Karla Miguel Lara.
Los sujetos de este drama social (retomado por Díaz, 2006)
constituyen una sociedad civil activa, participativa y organizada que lucha
contra este fenómeno de violencia. Esta protesta, continua en la Ciudad
de México, toma fuerza a partir de la desaparición de los 43 estudiantes
de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos en Iguala, Guerrero, en el 2014,
lo que se denomina ‘el caso Ayotzinapa’, y aglomera gente procedente
de muchas entidades federativas, además de los habitantes de la capital
del país y, rompiendo las fronteras, llega a la mirada internacional. El
impacto nacional trasciende a distintos niveles, variados problemas
se desencadenan de manera sucesiva, vinculados con las vidas de los
familiares de las víctimas: la salud mental y física, la economía familiar,
el trabajo y la estabilidad de un hogar se ven comprometidos. El dominio
y el poder de los perpetradores es evidente, nulifica las repercusiones
en condiciones de vida de los afectados y no se detiene a pensar en
sus sentires. Mientras que en un ámbito más generalizado, la violencia
sistemática y simbólica (Martínez, 2001), a la que se encuentra expuesta
518
Tal como lo explicita Appadurai (2007) en El rechazo de las minorías,
la anulación y el silenciamiento como una forma de violencia social, que
a todas luces es directa y descarada, recae en las mayorías, más que en
las minorías. Claro está, depende del ángulo desde donde se mire. Este
rechazo se hace presente en la negación del problema, en la omisión
de los sucesos, averiguaciones y evidencias, en la intimidación y en
el ocultamiento de las verdades que pudieran llevar a localizar a los
desaparecidos.
El espacio polifónico de la marcha
La marcha para los sujetos representa libertad de expresión, catarsis,
enfrentamiento y exigencia de justicia, y obliga a una sociabilidad en el
espacio urbano; a una apropiación de los espacios públicos, permitiendo
la participación política y la polifonía, un gran número de voces
inconformes (FOTO 3). Asimismo, la tolerancia, a la que refieren Duhau
y Giglia (2008), en donde la sociabilidad en la experiencia urbana existe
y es necesaria, no deja de ser simultánea al conflicto y al distanciamiento,
ambos son inminentes. La propia aglomeración que impulsa a convivir,
también enfrenta contra quienes se consideran fuera de un sector social,
quienes se sienten invadidos en el espacio físico, o también, quienes no
comparten una ideología.
519
Foto 3. Noche de marcha
expresando sentimientos de indignación, exigencia de justicia, agravio y,
a la vez, esperanza, es además polisémica, hay música, danzas, olores y
performance.
En una semiótica de la escena (Lotman:2000), se ostentan expresiones
artísticas, como la composición de las consignas y el performance, mismas
que poseen una dimensión de ritualidad. Los signos son retratados a
través de la fotografía, el teatro y el cine, códigos analógicos que captan
imágenes completas y otros códigos visuales continuos y kinéticos
(Haidar, 2006).
Marcha contra las desapariciones de los 43. Fotografía tomada el 21
de octubre de 2014, en Paseo de la Reforma, Ciudad de México.
Fuente: Karla Miguel Lara.
A pesar de ello, las marchas contra la desaparición forzada convocan
la unión de un sin número de grupos y sujetos, entre universitarios,
sindicatos, organizaciones, familiares de víctimas y transeúntes. La
marcha como una práctica polifónica hace posible (re)significar y (re)
vivir la metrópoli, pues la heterogeneidad construye un espacio identitario
y simbólico.
Como ya se ha dicho, el marchar reúne diferentes lenguajes, discursos
y semiosis, algunos de los cuales pueden ser imperceptibles a simple vista,
es por ello que su registro permite sumergirse a la interioridad (Catalá,
2005) de los múltiples códigos para poder extraer su información. A
través de esta búsqueda semiótica se encuentran extensos caminos y
textos, pertenecientes a un gran texto cultural, fabuloso, que es difícil
delimitar. Como procesos interdiscursivos, sus fronteras se encuentran
difuminadas, pues los discursos están entrelazados y siempre anclados
a otros. En la semiosfera todo está imbricado, es dinámico, inesperado
e impredecible. La marcha comunica todo el tiempo su intencionalidad
520
La puesta en escena en una marcha intenta dirigirse al mayor número
de receptores posibles para hacer un movimiento comprensible desde
lo incomprensible (FOTO 4). El pensamiento, el sentimiento y el actuar
ondulan a lo largo del movimiento, la dimensión afectiva se redirige, las
figuras se dinamizan en oposición a sus antagónicos, y las acciones se
convierten en creaciones a veces explícitas y otras no.
Josep M. Catalá (2005) llama a buscar la interioridad de las imágenes,
lo que plantea la existencia de múltiples realidades esbozadas, en este
caso, dentro de una imagen de la marcha en la que es posible sumergirse.
Para ello, cabe señalar, es necesario conocer quiénes son los sujetos que
componen la marcha, cuáles son las particularidades de llevarse a cabo en
la Ciudad de México y, claro está, el problema de la desaparición forzada
en México, para añadir lo polisémico de su expresión y luego dirigir la
mirada hacia el interior.
Desde el Renacimiento, cuando Alberti proclamó que las imágenes
debían adoptar el aspecto de la realidad vista a través de una ventana,
la imagen había colocado en primer término la impenetrabilidad de
su superficie, puesto que era en esta superficie donde se debatía el
estatus imaginario de la ilusión propugnada. Las imágenes proponían la
existencia de otro lado, situado más allá de su exterioridad […] (Catalá,
2005: 90).
521
Foto 4. Antorchas
Imagen 1. Vivos los llevan, vivos los queremos
Marcha en apoyo a los padres de los estudiantes de Ayotzinapa,
Guerrero, 26 de abril de 2016, 7:37 pm. Hemiciclo a Juárez, Centro
Histórico de la Ciudad de México.
Fuente: Karla Miguel Lara.
Asimismo, la fotografía de la marcha presenta una dinámica interna
(Catalá, 2005), lo que supone movimiento en las figuras, los rostros y el
espacio en su conjunto; los sujetos no se encuentran estáticos, aunque la
imagen lo aparente, se entiende que éste es sólo un pequeño fragmento
de un hecho que la cámara cortó para dejar, en la memoria colectiva y de
la cultura, una narrativa visual de lo percibido. Catalá ha enfatizado en la
idea de que las imágenes, aunque sean complejas, no pueden serlo si la
propia mirada del espectador no se entrena en ubicarlas como parte de su
realidad compleja.
La expresión de este conjunto semiótico supone la existencia de una
esfera denotativa y otra connotativa. A partir de la segmentación de la
imagen es posible identificar estos mensajes, que constituyen el universo
del sentido (Barthes, 1976). En el conjunto de capas metafóricas que
subyacen la parte connotativa se encuentra “un componente emotivo de
la realidad percibida o imaginada […] hay una valoración subjetiva de la
realidad objetiva” (Catalá, 2005: 34).
522
Cartel de la Jornada Nacional contra la Impunidad y el Olvido.
“No más desapariciones forzadas”. Portal: Desde Abajo, http://
www.desdeabajo.org.mx/wordpress/mexico-impunes-45-milejecuciones-extrajudiciales-y-mas-de-10-mil-desaparicionesforzadas/
Fecha de consulta: 17 junio 2016.
En la imagen superior, la creación artística duplica una realidad,
como plantea Lotman (2000), posee una función mágica porque los
objetos previamente elegidos y dispuestos crean un mundo nuevo de
vínculos que proceden siempre de la percepción de éste. Esta realidad
compleja y transdimensional se puede representar en un sin número de
formas, en esta narración visual de la marcha se entiende que no hay
ficción, se aprecia la relación íntima entre la problemática social de la
desaparición forzada y la vivencia individual y colectiva de la tragedia.
Además, presenta un claro ejemplo de las representaciones de distintas
percepciones de la realidad: objetiva, imaginaria, artística, visible e
invisible, y de la realidad de los sentidos.
523
Algunos de los funcionamientos retóricos, en donde se destacan la
metáfora y el símbolo, están continuamente presentes en el arte. Este
mundo connotado e interior de la imagen 1, refracta el componente
icónico producido a partir del imaginario de una experiencia vivida, el
pensamiento humano busca la forma de crear analogías y figuras llenas
de sentido. El texto termina por anclar el mensaje y el sentido. Las
palomas blancas, símbolos alegóricos de la libertad y la paz, sobrevuelan
a una persona que, por la inclinación del rostro hacia abajo y los ojos
vendados, es sometida y privada de su libertad. De fondo, se alcanza a
ver un alambrado de púas, símbolo del aprisionamiento. Por último, a los
lados, tres cuerpos ensombrecidos están presentes, pero parecen lejanos.
Esta imagen recuerda que la metáfora visual puede ser menos vaga
que la textual o la verbal. Aún sin el mensaje lingüístico: “Vivos los
llevan. Vivos los queremos”, el cuál está asociado directamente con la
ocurrencia del fenómeno Ayotzinapa, aunque la frase se originó antes de
este suceso, es posible comprender que se trata de una persona que ha
sido secuestrada. La imagen descrita contiene una dimensión estética,
cultural, social, política, histórica, cognitiva, psicológica, comunicativa y
de simulacro, lo que constituye un ejemplo de la transdimensionalidad y
de la polisemia que logra generar.
El sociólogo Jasper James señaló (2013) que para tener en cuenta
todas las dimensiones de la protesta –en este caso, la marcha– es necesario
recurrir al lenguaje utilizado por los sujetos, lo cual, además, le brinda al
investigador la posibilidad de compartir una experiencia estremecedora
con la gente, es decir, hacerse partícipe de los estados de ánimo y los
sentimientos de fondo (Damasio, 1996) de los sujetos inmersos en ese
espacio físico.
Concordando con ese planteamiento, la narración de los sujetos
también brinda la posibilidad de constatar los sentidos de las vivencias y
deseos. Si embargo, la dimensión afectiva no sólo se comunica de forma
escrita y verbal, también se pude hallar en el lenguaje gestual y corporal.
Incluso, las experiencias en la marcha se presentan de forma visual, sonora
y olfativa, la comunicación de sentidos puede ser compartida a través de
olores, sabores, texturas y sonidos; todos los órganos de la percepción
se encuentran presentes y vinculados. Por ello, la semiótica es una
524
herramienta de gran ayuda para estudiar los sistemas de significación,
como la música, la danza y las consignas en la marcha.
De esta manera, los carteles y el panorama visual de la marcha,
son comúnmente retratados fotográficamente o en video. El discurso
de los sujetos suele ser interpretado y estudiado mediante entrevistas,
encuestas, grupos focales, entre otras técnicas de análisis del dato. Sin
embargo, son pocos los trabajos que redescubren el análisis semiótico
como una metodología fructífera. La semiótica provee las herramientas
necesarias no sólo para no estacionarse en la práctica hermenéutica, sino
para recurrir a otras posibilidades de análisis y a una amplia diversidad
de representaciones que se materializan, siguiendo a Haidar (1996), en
los lenguajes imbricados en el gran texto cultural. Por lo que el uso del
universo semiótico y sus fuentes, así como el análisis del discurso –el
cual aunque se considera, no está presente aquí–, contribuirían en dichos
trabajos a entablar un diálogo con otros campos cognitivos.
CONCLUSIONES
En los anteriores párrafos se defiende la imposibilidad de estudiar
la dimensión afectiva sin tomar en cuenta sus componentes fisiológicos
y cognoscitivos, por lo menos no cuando se tiene el propósito de
establecer diálogos y cuando se asume el carácter complejo del tema. Se
ha considerado importante enfatizar que existe una dimensión orgánica
en la afectividad de los seres humanos, así como en otros animales, en
la cual está implícita toda una red nerviosa y sensorial regulada por un
cerebro.
Tomando en cuenta lo anterior, sentir, experimentar y pensar
la sociedad y su alteridad, conforman el proceso de humanización, en
donde las sociedades se encuentran ávidas de nuevos conocimientos
y desarrollos. Impulsados por la experiencia y, dentro de ésta,
desencadenando emociones, intuiciones y razonamientos, el ser humano
define su identidad y su cosmovisión, los sujetos se construyen a través de
una recursividad entre tres dimensiones: intra-subjetiva, inter-subjetiva
y trans-subjetiva. Los sujetos sienten, piensan y viven emociones: 1.
Evocadas desde su experiencia psíquica e individual, 2. Constituidas a
partir del establecimiento de relaciones sociales y vínculos afectivos con
525
el entorno y con los otros, y por último, 3. Las producidas a partir de las
representaciones que los sujetos hacen de su entorno, sus relaciones y los
objetos simbólicos-culturales.
Los valores, las acciones morales y estéticas, producto de emociones
y sentimientos apasionados, como se presentan en el fenómeno de la
desaparición forzada en México y en sus víctimas, ponen de manifiesto los
sentidos implícitos y explícitos, mediante diversas formas de recolección
del dato, entre ellos, la observación etnográfica, el análisis del discurso
y el análisis semiótico visual. Dentro de estas formas de recolección hay
dos distinciones básicas: el horizonte corporal, dado por la gestualidad,
la entonación de la voz, los movimientos o lenguaje corporal, y, por otro
lado, además de la narración visual, estudiada a partir de la búsqueda
de la interioridad de las imágenes, el análisis también debe dirigirse a la
dimensión discursiva presente en lo escrito y en la narración oral de la
experiencia de los informantes.
Es factible aspirar al conocimiento de la dimensión afectiva en los
sujetos y en las sociedades de estudio, aunque en muchas ocasiones no se
es consciente de su importancia, lo que constituye en sí misma una razón
para estudiarla e incrementar la difusión de su conocimiento.
Por otra parte, debido a que las identidades colectivas son
constituidas a través de la experiencia corporal, entre otros ejes, se hace
indispensable observar y estudiar el rol del cuerpo y del género actuante
en la protesta social (Zárate, 2012). Asimismo, se torna necesario explorar
los movilizadores, ubicados en instituciones como la familia o el trabajo,
que se fundamentan a partir de emociones y valores como la dignidad, la
justicia, el amor, la igualdad.
La combinación del análisis semiótico en relación a la dimensión
afectiva puede ser muy prometedora, pues, por un lado, se hace más
persistente la idea de que en el universo de signos, en la semiosfera, el
mensaje varía inacabadamente, según los códigos, y, a su vez, éstos varían
según las circunstancias y las ideologías: los nuevos sentidos se comunican
por medio de nuevos códigos. Por lo que el estudio de la reestructuración
y resignificación permite hacer conciencia de que la transformación de
526
los sucesos y problemáticas sociales tendrán siempre una incidencia en el
sentir y en el comportamiento humano.
Por otro lado, la semiótica considera muchas otras cuestiones que
están fuera de la palabra y la escritura, lo que ayuda a ubicar la afectividad
que se encuentra en la etnografía y el registro del dato fotográfico y visual
durante la marcha. Un conjunto de materialidades con sus respectivos
funcionamientos, que dentro del problema de la desaparición forzada se
materializan en las esferas visual, cognitiva, del poder, cultural, social e
histórica.
En el sujeto se plasman todas las construcciones semióticas, y,
al mismo tiempo, el sujeto es agente de la producción, recepción y
circulación de los signos, de las semiosis y sus sentidos polisémicos.
Estas construcciones se apropian del mundo natural, social, cultural e
imaginario en el que viven.
En el estudio de la semiosfera, enriquecido a través de un lente
de complejidad, se articulan múltiples, diversos y transdimensionales
sentidos de la protesta, no sólo en relación a la afectación del contexto
político, económico y social que acontece a lo largo y ancho del país
en este tipo de problemáticas sociales y, sin duda, de lesa humanidad,
sino sobre la reticiencia de los sujetos a la normalización de la violación
de los derechos humanos y la aceptación de la injusticia, el miedo y la
frustración como experiencias cotidianas.
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529
NEOZAPATISMO Y
COMPLEJIDAD. UNA
APROXIMACIÓN CONCEPTUAL
Óscar García González
Estudios Latinoamericanos UNAM
oscar.garcia@iems.edu.mx
Resumen: El Ejército Zapatista de Liberación Nacional, integrado mayoritariamente por
indígenas chiapanecos, se preparó en clandestinidad para declarar la guerra al Estado
mexicano en 1994. Desde su aparición pública ha evolucionado y experimentado no
pocas metamorfosis, aunque en esencia sigue siendo el mismo. También desde entonces
ha sido objeto de múltiples análisis desde varias disciplinas. Ningún movimiento social en
la historia reciente de este país ha recibido tantas adhesiones como críticas, los debates
que suscita trascienden fronteras en más de un sentido. El propósito de este artículo es
analizar al movimiento indígena por excelencia a través de algunos conceptos asociados a
la complejidad en las ciencias sociales. Partiendo de la caracterización del neozapatismo
como un movimiento antisistémico, se describen sus subsistemas. Asumiendo que la
teoría es adecuada para abonar en la explicación, comprensión y diversidad (pero también
en las contradicciones), de lo que académicamente se reconoce como neozapatismo.
Palabras clave: neozapatismo, complejidad, movimiento antisistémico, autopoiesis, autonomía
Abstract: The National Liberation Zapatista Army, Ejército Zapatista de Liberación Nacional,
made up mainly of indigenous peoples from the Mexican state of Chiapas, prepared in
secrecy to declare war against the Mexican state in 1994. Since its public appearance it has
evolved and experienced more than a few metamorphoses, although in essence it remains
the same. Since then it has been the subject of multiple analyzes from various disciplines.
No other social movement in the recent history of Mexico has received so much support
and criticism, and the debates it provokes transcend borders in more than one way. The
purpose of the article is to analyze the indigenous movement through a few concepts
associated with complexity in social sciences. Beginning with the characterization of
neozapatismo as an anti-systemic movement, its subsystems are described. We will assume
that the theory is adequate in satisfying the explanation, understanding and diversification
(but also in contradiction), of what is academically recognized as neozapatismo.
Keywords: neozapatismo, complexity, antisystemic movement, autopoiesis, autonomy.
531
INTRODUCCIÓN
Por ejemplo, se puede decir que el ezetaelene es
un invento del gobierno, como les encanta decir y
repetir en la intelectualidad “progresista”. (…) nuestro
movimiento podría ser explicado en sus partes y en
su totalidad como producto de una conspiración
gubernamental. Si no se puede explicar así, entonces
hay que buscar otro enfoque o manera de explicar el
zapatismo.
DE CÓMO LLEGAMOS A LA COFA DEL VIGÍA Y LO
QUE DESDE AHÍ MIRAMOS.
SupGaleano, 2015
De las armas a las urnas. De las reuniones en clandestinidad
alumbradas con palos de ocote y velas de cebo en la espesura de la selva
lacandona, a los reflectores de las cámaras que los enviados especiales de
los medios transmiten en tiempo real. De cómo la cosmovisión tzotzil o
tojolabal es traducida y reelaborada por el vocero neozapatista para ser
difundida en redes sociales y páginas web, traducidas a varios idiomas
(incluidos el iraní o el ruso). El presente trabajo sólo aspira a despertar la
curiosidad para quien quiera pueda sumergirse en algún subsistema de lo
que el neozapatismo ofrece como problemas políticos prácticos y no sólo
de investigación.
La epistemología de la complejidad es un paradigma que a cada día
que transcurre compite con los actuales modelos de explicación y aspira
a ser dominante desde la última década del siglo anterior1, su influencia
es innegable no sólo para las ciencias duras sino también para las
sociales o humanas por su pretensión de describir cualquier fenómeno
en función de unos cuantos axiomas, expresables también en ecuaciones
matemáticas; pero no sólo, para autores como Reynoso (2006) podría
tratarse incluso de la próxima revolución científica. Quizás sólo sea una
moda pasajera, pero mientras se resuelve la polémica, el presente emplea
1
Que engloba a diversas teorías de esta tendencia como: los sistemas adaptativos complejos, la dinámica no
lineal, la teoría de los sistemas dinámicos, la teoría del no equilibrio y la teoría del caos; e incluso las no reconocidas
por algunos antropólogos de este paradigma como Reynoso (2006), tales como la antropología de Edgar Morin, la
investigación social de segundo orden, la autopoiesis o el constructivismo radical.
532
algunas de sus herramientas conceptuales para dar cuenta de la historia,
diversidad y paradojas del neozapatismo2.
Fue Pablo González Casanova, este prolífico, multifacético sociólogo
y activista de izquierda, uno de los primeros en México en utilizar algunos
conceptos de la complejidad y las tecnociencias para dar cuenta de la
política, la economía y la guerra. La necesidad del estudio de este modelo
se justifica en virtud de que “Las nuevas ciencias y las tecnociencias
se insertaron directamente en la dominación del sistema mundial por
las grandes potencias” (2004: 359). De igual manera para el sociólogo,
el establishment empleó los conocimientos de la complejidad para
enfrentar las rebeliones del mundo islámico, o para reprimir y cooptar
a los denominados por Alain Touraine (2006) nuevos movimientos
sociales (alternativos y emergentes), que han proliferado desde los años
ochenta del siglo pasado (tales como el Sindicato Solidaridad en Polonia),
hasta los actuales en los que las redes sociales son fundamentales en su
difusión (como aquellos que genéricamente fueron caracterizados como
la primavera árabe).
Para González Casanova, el exrector de la UNAM, el triunfo
global del capitalismo es en gran medida atribuible al desarrollo de
las tecnociencias y las ciencias de la complejidad. De ahí la imperiosa
necesidad de conocerlas y emplearlas como armas es una asignatura
impostergable:
Las nuevas ciencias y las tecnociencias formarán parte del nuevo
proyecto alternativo emergente. Someterlas a una crítica rigurosa es
necesario pero insuficiente. Se requiere dominar su lógica y su técnica
para defenderse de ellas, o para utilizarlas y adaptarlas al proyecto
liberador. El pensamiento alternativo tiene mucho que aprender de las
nuevas ciencias. Surgidas del pensamiento dominante más profundo y
eficaz, encierran legados, prospectivas y prácticas de dominación que
son de enorme interés para las víctimas del sistema. Quienes piensen
que “Otro mundo es posible” y busquen construirlo, las utilizarán para
defenderse de ellas, conociéndolas; o para redefinir y aumentar sus
propias fuerzas, adaptándolas, creando una lógica que no las ignore,
que las incluya en acciones y técnicas de sobrevivencia, defensivas y
2
El concepto fue acuñado por el vocero del movimiento, el ahora finado Subcomandante Marcos (1995: 22),
en un intercambio epistolar entre el sociólogo argentino Adolfo Gilly y Carlo Ginzburg, historiador italiano reconocido
como uno de los autores emblemáticos de la corriente denominada microhistoria. Se trata de un autoconcepto.
533
de avanzada, hegemónicas. Los conocimientos de las nuevas ciencias
se difundirán cada vez más como cultura universal dominante. Tarde
o temprano serán parte de la cultura universal crítica y alternativa
(González, 2004: 364)
menos no se contraiga ni desaparezca)4. El bucle no se limita a la promoción
de la rebeldía y resistencia, que en la práctica los ha caracterizado, sino de
pasar a la ofensiva y ser ellos quienes definan el “teatro de operaciones
de guerra”.
Desde esta perspectiva, el neozapatismo como fenómeno sociocultural-político debe estudiarse desde la complejidad, no sólo por
algunas de sus características o propiedades que como fenómeno
tiene (carácter dinámico, funcionamiento como sistema abierto con
interacciones fuertes), sino por la mirada epistémica que hagamos de
él, para lo cual necesitamos herramientas conceptuales mínimas como
método de aproximación básica.
El análisis de ese proceso proporciona una explicación sistémica a
acciones que parecen contradictorias tales como: levantarse en armas
para apelar a elecciones libres (1994), cuestionar al sistema político
y demandarle reformas o pedirle que cumpla la ley (1996), criticar a
la democracia representativa o “electorera” (2006) y proponer una
candidata que compita en las elecciones presidenciales (2018).
Cibernética o teoría de los mecanismos de control
El antropólogo Carlos Reynoso (2006: 41) rastrea el concepto de
cibernética desde sus orígenes hasta su conceptualización aplicada
por autores como Wiener y Bertalanffy en el siglo XX. Relacionado
con la teoría de la información, Reynoso detalla cómo la génesis de
los experimentos de Wiener llevaron a definir a la cibernética como el
principio que rige el funcionamiento de circuitos de información de un
cañón antiaéreo, es decir: retroacción, retroalimentación o feedback3.
Un ejemplo del feedback neozapatista son las seis Declaraciones de
la Selva Lacandona elaboradas por el EZLN. Si se confrontan con cada
iniciativa política realizada, puede apreciarse la retroalimentación. Es
decir, el neozapatismo hace un análisis de la coyuntura para evaluar la
intención de sus iniciativas con los efectos o impactos obtenidos, antes de
dar el paso siguiente, así como para detectar las desviaciones o errores,
y reorientar los objetivos tácticos en función de la retroalimentación
recibida. Así introducen las correcciones que consideran indispensables
para que el movimiento persista (de tal suerte que si no se expande, al
3
En estos procesos, la información sobre las acciones en curso nutren a su vez al sistema, permitiéndole perfeccionar un comportamiento orientado a un fin, Es como si los efectos pasaran a formar parte de las causas. Algunos
llaman a esto bucles o circuitos de causalidad circular.
534
Ahora bien, conviene aclarar que ni las armas ni las urnas constituyen
fines en sí mismos, sino exclusivamente medios (reales y simbólicos)
para visibilizar o develar otros problemas más profundos. Sin entender
lo anterior resultan incomprensible las variaciones discursivas del
neozapatismo en su devenir histórico.
De regreso a la cibernética es preciso señalar que de una bifurcación
de ésta, surgió el concepto que a continuación se aplica al problema de
investigación de este artículo y, que es incluso más viejo que aquella.
Comportamiento emergente
Las características del todo no pueden deducirse a partir de las
características de las partes. Error frecuente en los estudios críticos
del movimiento, que tienen como objeto de estudio algún aspecto del
neozapatismo, es la extrapolación que los autores hacen de sus conclusiones
a todo el movimiento, cuando en ocasiones ni siquiera son válidas para
los aspectos en los que enfocaron sus investigaciones (Estrada, 2007).
Otro error reiterado es la reducción de la totalidad del movimiento a la
conducta de un solo personaje, como aquellos que focalizan su atención
4
Aquí lo fundamental no es el resultado del bucle que se cierra, sino el proceso que puede reducirse a la
“ecuación” de Clausewitz: la guerra es la continuación de la política por otros medios y su reformulación a cargo de
Foucault: la política es la continuación de la guerra por otros medios. Otro legendario guerrillero colombiano, Manuel
Marulanda, fundador de las FARC-EP (la guerrilla más antigua del continente), reformuló también la frase para caracterizar al EZLN a partir de su inicial éxito mediático, pareciera que para ellos la guerra, es la continuación de la poesía
por otros medios, ironizó.
535
exclusivamente en el vocero del EZLN, los fundadores o los comandantes
del Comité Clandestino Revolucionario Indígena (Tello, 1995; Le Bot,
1997; La Grange & Rico, 1997). Uno más, hay estudios sincrónicos que
profundizan en un acontecimiento o periodo, para explicar una dinámica
y una historia que aún no concluye (Álvarez, 2013). También están los
análisis disciplinares que pretenden explicar al neozapatismo, en función
de las variables que les interesa y pueden abordar tales como: discurso,
economía, religión, política, entre otras (Legorreta, 1998). Y finalmente
una sola metodología (observación participante, entrevista, análisis
del discurso, análisis de datos estadísticos o acompañamiento) no es
suficiente para dar cuenta de la totalidad del movimiento indígena con sus
múltiples aristas (Levario, 1999; Vanden, Huffschmid & Lefere, 2011).
Los autores anteriores no consideran el comportamiento emergente.
La mejor manera de sintetizar el comportamiento emergente
del neozapatismo es la transformación que han logrado del conflicto,
como lograr superar las derrotas y transformarlas en victorias. Para
ilustrar lo señalado, presentamos cuatro ejemplos. 1.-La elección de la
fecha del levantamiento armado convirtió la victoria gubernamental del
expresidente Salinas (con la entrada en vigor del TLC como un triunfo
inobjetable del éxito económico del neoliberalismo), en una derrota
mediática con la aparición pública de una guerrilla indígena que mostraba
al país y al mundo, una realidad oculta y negada por las instituciones
del Estado mexicano; 2.- La derrota militar del EZLN en los doce días
de combate frente al ejército mexicano en enero 1994, se transformó en
victoria política al sentar a negociar al gobierno (la aceptación del diálogo
implicó un reconocimiento implícito a la legitimidad del levantamiento);
3.- La traición de los acuerdos de San Andrés por parte de la clase política
en 2001, se transformó en la implementación de la autonomía por la vía
de los hechos en 2003 con el nacimiento de los Caracoles y las Juntas
de Buen Gobierno5; 4.- La transformación de las exitosas campañas
de contrainsurgencia y Guerra de Baja Intensidad gubernamentales6,
5
Las JBG son las formas de organización creadas por el neozapatismo como una forma de ejercer la autonomía y el autogobierno, consagrados en el Convenio 169 de la OIT (que el estado mexicano ha firmado y ratificado
como tratado internacional con el mismo carácter de ley que la carta magna tiene), funcionan en cada una de las cinco
regiones o Caracoles, en el territorio que controla el EZLN.
6
Los asesinatos selectivos en la zona norte del estado hasta la masacre de Acteal, los desmantelamientos de
municipios autónomos (Amparo Aguatinta o Ricardo Flores Magón), los operativos policiaco-militares en El Bosque,
Chavajeval y Los Plátanos; a la crisis de los desplazados y las agresiones a las comunidades bases de apoyo zapatista.
536
en derrotas morales que se materializaron a través de la denuncia
internacional. Situación que se tradujo en mayor solidaridad y simpatía
a nivel internacional, y sobre todo una legitimidad superior a la legalidad
del estado mexicano y sus instituciones. Algo que difícilmente hubieran
conseguido por la vía militar como las guerrillas tradicionales que les
precedieron en Latinoamérica.
De acuerdo a uno de los modelos de la complejidad, como de la
teoría general de sistemas, es pertinente caracterizar al neozapatismo
como un sistema dinámico adaptativo7 en el que conceptos como
retroalimentación y comportamiento emergente contribuyen en la
construcción de una explicación global del fenómeno.
El neozapatismo un movimiento antisistémico
Hagan de cuenta que el sistema es como esta construcción.
Y está hecha de por sí para vivir. Pero sobre el techo de la
casa se ha construido un cuarto muy grande y pesado, y
dentro de él hombres y mujeres celebran su riqueza.
SupGaleano, 2015.
Partiendo de que el neozapatismo por sus características
(organización, estilo de comportamiento, evolución y discurso), pero
sobre todo por la mirada que hacemos de él, es equiparable a un sistema
complejo, resulta necesario abordarlo de manera transdisciplinaria.
Los emergentes al interior del sistema pueden ser reconocidos como:
iniciativas políticas, creación de subsistemas, capacidad de reinvención,
o el continuo proceso de expansión-contracción, entre otros. Los niveles
de explicación son irreductibles ya que cada uno de ellos adquiere
propiedades específicas.
Al aplicar al neozapatismo los conceptos de la teoría general de
sistemas, tenemos:
7
La autonomía es el mejor ejemplo del comportamiento emergente en el neozapatismo, ya que ésta ni
siquiera figuraba en las demandas de las iniciales Declaraciones de la Selva Lacandona. Adquirió un protagonismo
esencial en la estrategia del neozapatismo al grado de convertirse en valor y aspiración al mismo tiempo para el
movimiento durante décadas. Su incorporación ocurre durante los diálogos de San Andrés en 1995 a iniciativa de sus
asesores convocados como parte de la sociedad civil.
537
1. Totalidad.- como se ha dicho antes no puede explicarse el todo
por sus partes. Pese a su diversidad, conflictos y paradojas, en el
interior de sus subsistemas, el neozapatismo es un todo orientado
a ciertos fines: altermundistas, anticapitalistas y antisistémicos.
Aunque los siguientes principios parezcan demasiado generales
o poco precisos, utópicos y metafóricos, de ahí su riqueza
polisémica, son un referente identitario del neozapatismo: Un
mundo donde quepan muchos mundos (1994), Para todos todo,
nada para nosotros (1994). Lo único que nos hemos propuesto
es cambiar el mundo, lo demás lo hemos ido improvisado (1995),
Agrietar el muro (2015). Estos principios pueden confundirse
con objetivos tácticos, coyunturales muy concretos y específicos,
que descontextualizados pueden parecer como limitados para
un movimiento social antisistémico, que sin embargo presenta
las siguientes reivindicaciones: las diez demandas de la Primera
Declaración de la Selva Lacandona, el cumplimiento de los
acuerdos de San Andrés Sak’amchen, la formación de un nuevo
constituyente, la resistencia, la rebeldía, la otra campaña, etc.
Y finalmente aquellos valores prácticos que denominan como
metateóricos: Somos un ejército para que no sean necesarios los
ejércitos (1994), Mandar obedeciendo8 (1994), Nuestro esfuerzo
colectivo es para explicar, para entender, para conocer, para
transformar la realidad (2015).
2. Estasis.- el neozapatismo pese a sus virajes, transformación
y decantación sigue siendo el mismo, es decir tiende a la
homeostasis. Las fluctuaciones y metamorfosis internas o externas
no lo han alterado: la teología de la liberación, el maoísmo, la
estructura militar, la guerra, la autonomía, los Caracoles, las
JBG, el activismo altermundista del primer mundo, el contacto
con movimientos culturalmente distintos y geográficamente
distantes como el de palestinos y kurdos. Tras modificar su
estructura, los sistemas abiertos tienen la capacidad de volver a
8
Por mucho el principio más universal del neozapatismo que, de acuerdo al análisis de Carlos Lenkersdorf
(2004, 22), tiene su origen en la cosmovisión maya tojolabal, particularmente en la estructura gramatical de la lengua
que prescribe una democracia participativa no occidental: ja ma’ ‘ay ya’tel kujtiki, mandar ‘ay kujtik las autoridades
elegidas por nosotros son mandadas por nosotros, es decir, las autoridades tienen la función de ejecutar los acuerdos
tomados por las asambleas, la elección de éstas, no deja en sus manos la toma de decisiones.
538
ser estables pese a las perturbaciones. Un ejemplo más allá del
neozapatismo lo proporciona el historiador Juan Pedro Viqueira
al demostrar que el territorio que controla en la actualidad el
EZLN, ha permanecido rebelde desde 1712 (1997: 15).
3. Equifinalidad.- en general los siete principios zapatistas9
conforman una ética para una comunidad real (e imaginaria en
el sentido de Andersen) por lo que son aplicables en cualquiera
de los subsistemas del movimiento en la toma de decisiones y
son válidos para cualquier lugar y circunstancia de todo aquel
que se identifique como miembro, adherente o simpatizante
del mismo, desde los integrantes de las familias bases de apoyo
en las comunidades indígenas hasta los nuevos militantes
independientemente de su geografía, sexo, clase social y nivel
sociocultural y demás particularidades, es decir, en cualquiera de
los subsistemas del neozapatismo.
4. Multifinalidad.- Condiciones iniciales similares en un mismo
proceso pueden adquirir estados finales diferentes, la epigenética
es el mejor ejemplo de ello. En las comunidades no todos los
indígenas del estado de Chiapas que compartieron el contexto
que dio lugar a la formación del EZLN optaron por su integración
al mismo. Los hijos de las familias bases de apoyo zapatista no
necesariamente continúan y heredan la opción política de sus
padres y abuelos. Pero también ocurre lo opuesto, individuos
y familias de cualquier partido, ideología o grupo social que
en algún momento valoran como positiva su adhesión al
neozapatismo, optarán por el reconocimiento de las autoridades
de alguna de las JBG. como es visible para cualquier turista
que visite la zona arqueológica de Toniná en el municipio de
Ocosingo. El discurso neozapatista pueden servir de inspiración
a luchas contra las trasnacionales como Mosanto-Bayer en el
primer mundo (como puede apreciarse en el siguiente vídeo
https://www.youtube.com/watch?v=XEz2cKhmqIA), pero sus
estrategias de comunicación pueden ser empleadas para planear
9
Servir y no servirse, representar y no suplantar, construir y no destruir, obedecer y no mandar, proponer y
no imponer, convencer y no vencer, bajar y no subir.
539
y difundir ataques terroristas como el ocurrido en Noruega que
costó la vida a setenta y siete jóvenes en julio de 2011 (Anders
Breivik afirmó haberse inspirado en el EZLN para su lucha contra
el multiculturalismo y la “invasión musulmana”).
5. Morfogénesis.- De origen biológico el concepto proviene de lo
que se denominó como “segunda cibernética” a partir de los
planteamientos de Ilya Prigogine (Reynoso, 2006: 83), y puede
aplicarse perfectamente a la impensable, hasta hace poco tiempo,
propuesta del neozapatismo para que una mujer indígena del
Congreso Nacional Indígena (CNI) participe como candidata
independiente a la presidencia en el proceso electoral de 2018.
El concepto refiere al proceso causal complejo que amplía la
desviación y que resulta en la formación de nuevas estructuras
o el cambio radical de la estructura de un sistema (en este caso
el Consejo Indígena de Gobierno y su vocera como candidata a
la presidencia). Las mutaciones que ha sufrido el neozapatismo
desde su origen bajo el modelo de foco guerrillero para transitar
a movimiento social pacífico que apela a la sociedad civil, que
sin abandonar ni renegar de su de origen, se convierte en el
movimiento altermundista10 de moda, para luego dedicarse
a la construcción de la autonomía (en lo que algunos críticos
caracterizan como un repliegue estratégico-territorial a sus
Municipios Autónomos Zapatistas en Rebeldía Marez). Poco
después en 2006 el movimiento enfocaría su crítica a toda la
clase política al lanzar la otra campaña, misma que naufragó
mediáticamente por la radicalización de su crítica al sistema de
partidos incluyendo al candidato de izquierda y por la represión
de los tres niveles de gobierno al Frente Popular en Defensa de
la Tierra en Atenco. Después de prolongados silencios de su
principal vocero el neozapatismo va a resurgir mediáticamente
en diciembre de 2012 con un discurso profético y, renovados
10
Con la convocatoria y realización del Encuentro Intergaláctico por la Humanidad y en contra del Neoliberalismo en los cinco “Aguascalientes” en 1996, mismo que atrajo a la Selva Chiapaneca a personalidades como
Noam Chomsky, Alain Touraine, Eduardo Galeano, Oliver Stone entre otros. El impacto fue tal que se convirtió en el
antecedente de otras convocatorias similares que volvieron a aglutinar a las izquierdas (que en esos momentos parecían
“huérfanas” después del derrumbe del socialismo real), pero también a ecologistas, indígenas y otros movimientos
emergentes. Fue así como poco después nació el Foro Social Mundial y otros encuentros altermundistas, algunos de los
cuales finalmente llegarían al poder en Latinoamérica durante la década siguiente.
540
símbolos. La “escuelita zapatista” reposicionó al movimiento a nivel
internacional. Con la muerte y resurrección (o transfiguración),
de su principal e histórico vocero, de Marcos a Galeano, aunado a la
convocatoria del neozapatismo para encuentros internacionales
en los territorio bajo su control (en los que las artes y las ciencias
sean el motor de las transformaciones sociales a largo plazo), dan
cuenta de la morfogénesis zapatista
6. Jerarquía.- En el neozapatismo los subsistemas se integran de
la siguiente manera en forma de pirámide invertida: en primer
lugar las familias indígenas de las etnias tzotzil, tzeltal, tojolabal,
chol, zoque y mestizas que habitan en alguna de los cientos de
comunidades zapatistas, éstas se organizan en torno a alguno de
los treinta y nueve Marez, agrupados regionalmente en alguno
de los cinco Caracoles, cada uno de ellos regidos y representados
por su respectiva Junta de Buen Gobierno. Por separado, pero
de manera paralela, opera la estructura militar del EZLN que
va desde los milicianos que alternan sus trabajos en la milpa
familiar hasta el Comité Clandestino Revolucionario Indígena,
Comandancia General, pasando por los voceros (que en la
actualidad son los subcomandantes Moisés y Galeano), en los que
de acuerdo a recientes comunicados el indígena tojolabal tiene
mayor jerarquía11. También existen subsistemas de autoridades
rituales o del sistema de cargos que se alternan en un escalafón
de funciones como los comités o comisiones diversas.
Autonomía
inconclusa
como
autopoiesis,
una
discusión
La autonomía comunitaria es la mayor contribución que el
neozapatismo ha hecho a los movimientos antisistémicos a nivel
mundial. La equifinalidad de ambos conceptos obliga a una revisión
desde la sociología autopoiética de Niklas Luhmann. De inicio es preciso
11
En un comunicado reciente firmado por el ahora Subcomandante Moisés (antes mayor) se explica la jerarquía en función de las críticas a la propuesta de la candidatura independiente (en línea) disponible en: http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2016/11/11/no-es-decision-de-una-persona/
541
retomar el principio del mandar obedeciendo12 como el mejor ejemplo de
“materialización operativa” de la autopoiesis neozapatista, es decir, como
el producto de la construcción permanente de un autogobierno, lo que
implica, como se ha descrito, servir y no servirse de sus representados.
Las autoridades de las JBG funcionan a través de un sistema
rotativo (lo que garantiza que a todos los miembros de la comunidad
les corresponderá asumir dicha responsabilidad al menos una vez en
su vida). El sistema es a su vez pedagógico porque los miembros de los
distintos comités (salud, educación, café, ganado, artesanías, entre otros)
aprenden distintas funciones de la administración de sus municipios y
comunidades, cuando recogen los puntos de vista y, ejecutan lo que sus
asambleas deciden respecto de sus problemas y soluciones (el ejercicio
del poder no es privativo de una clase o casta política, como ocurre en
la democracia representativa). La revocación del mandato existe en
cualquier momento en que se justifique.
Para Luhmann (1998) “…los sistemas más ricos son los que mejor
enfrentan la complejidad de sus entornos”. Tomando a los Marez como
sistemas autopoiéticos (es decir unidades de auto-organización, autoreproducción y de máxima relación de comunicación del interior al
exterior y viceversa, donde también ocurren los procesos emergentes),
se observa que su entorno simbólico, político y físico/territorial se ve
amenazado también a varios niveles:
1. La militarización pretende inhibir su expansión territorial o por lo
menos controlarla a través del uso de la fuerza o la amenaza de la
misma. La presencia militar aunque ha disminuido cuenta con la
capacidad de movilizar tropas para ocupar todas las comunidades
autónomas. La construcción de una infraestructura carretera y
de telecomunicaciones en la frontera del estado de Chiapas con
Guatemala tuvo ese propósito. Sellar la frontera para impedir
la migración centroamericana que se dirige a EUA, como una
política del comando sur, es otro pretexto para la movilización
de tropas y la implementación de retenes militares en el estado
no ha impedido la expansión del narcotráfico. Para camuflar sus
intenciones, el Ejército Mexicano realiza “labor social” alrededor
de las comunidades zapatistas.
La autonomía neozapatista antisistémica es el producto de una
complicada combinación histórica de por lo menos cuatro elementos que
integran el sistema abierto, el cual tuvo en su origen en:
a) el denominado sistema de cargos tradicional (de origen colonial),
2. La paramilitarización como un exitoso método para contener
y limitar la expansión del neozapatismo. Las agresiones a las
comunidades zapatistas se pierden en el mar de cifras por la
violencia estructural que se vive en el estado y en el país. Misma
que se ha documentad por organismos de derechos humanos
y por el propio EZLN13. Uno de los asesinatos que impactaron
y alteraron el curso reciente de los acontecimientos, fue el del
maestro o votán Galeano14, de la escuela zapatista, ocurrido el 2
mayo de 2014, a las afueras del Caracol de La Realidad.
b) la cosmovisión maya (que se nutre de mitos y ritos de origen
precolombino, reelaborados como una tradición oral viva y en
constante evolución).
c) la experiencia organizativa de la teología india (impulsada por
la Diócesis de San Cristóbal desde una pastoral cuya política fue la
opción preferencial por los pobres).
d) una guerrilla “foquista” de liberación nacional de corte maoísta
(anticapitalista, cuyo horizonte fue la revolución socialista).
13
12
El significado político de la frase ha trascendido las fronteras a tal grado que el presidente Evo Morales
recurrió a ella para cerrar su discurso en su primera toma de protesta como presidente de Bolivia en 2005. El recientemente conformado partido político español Podemos producto del movimiento #M-15, también la ha empleado (el
partido emplea con frecuencia frases del neozapatismo sin citar la fuente), como eslóganes de su marketing político.
542
Archivos en línea, disponibles en el sitio http://enlacezapatista.ezln.org.mx/category/denununciasjbg/
14
Lo que simbólicamente dio lugar a la muerte de Marcos y su ‘resurrección’ ahora con el nombre de lucha
del profesor asesinado (disponible en línea) http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2014/05/25/entre-la-luz-y-la-sombra/
Performance y ritual político que desconcertó a propios y extraños porque fue acompañado de la exclusión de todos los
medios comerciales incluyendo a los ‘criticos’ o identificados con izquierda, pero que tuvo la intención de alentar la
creación de nuevos medios libres al servicio de los movimientos sociales y sin fines de lucro. Meses después convocó
a una conferencia de prensa para dichos medios, después de años sin dar entrevistas. A partir de su análisis de los
medios, volvió a retomar los temas internacionales del momento.
543
3. Los programas asistenciales gubernamentales o de la iniciativa
privada (“Progresa, Prospera, Procede, Pensión a adultos
mayores, Sin hambre, Un kilo de ayuda”), cuyo propósito es
despojar al neozapatismo de sus banderas de lucha (la autonomía
que incluye la soberanía alimentaria), de las demandas que le
dieron origen para cooptar o comprar a las bases de apoyo del
EZLN con el objeto de que abandonen la resistencia a cambio de
programas sociales.
4. La fuerte inversión en “desarrollo social” (con recursos del Banco
Mundial, la Unión Europea, diversas ONG’s e iniciativa privada).
Chiapas es el estado que recibe más recursos de todo el país en
ese rubro.
5. Los proyectos económicos transnacionales (como los proyectos
de bioprospección, biopiratería, las represas, la minería, el fracking
entre otros) que forman parte de tratados internacionales como
el Acuerdo Mesoamericano antes Plan Puebla-Panamá, el Plan
Mérida, el Acuerdo Trans-Pacífico o el TLC que se publicitan
como motores del desarrollo económico y generadores de
empleo.
6. El faccionalismo y la atomización de las luchas a nivel nacional
principalmente entre la izquierda electoral o partidista (PRD,
Morena, PT, MC,) y los movimientos sociales que comulgan con
el neozapatismo, como el de los padres de los 43 normalistas
desaparecidos de Ayotzinapa, el movimiento por la Paz con
Justicia y Dignidad o lo que queda del #YoSoy132. Éste es quizás
el entorno más complejo para el Consejo Indígena de Gobierno y
su vocera, de cara al proceso electoral de 2018.
Pese a lo anterior, el sistema autonómico neozapatista de Marez y
Caracoles ha probado su éxito y eficacia para resistir al menos por poco
más de dos décadas. No sólo lo ha hecho frente a las perturbaciones
internas (deserciones al interior de sus comunidades), sino a las externas
(el entorno nacional adverso por haberse enemistado con principal
personaje de la izquierda electoral) e incluso a las globales (las crisis
sistémicas a las que se refieren autores como Inmanuel Wallerstein).
544
Y se ha convertido en un referente a nivel global como ningún otro
movimiento social en la historia de este país.
Uno de los conceptos implícitos en la teoría general de sistemas de
Luhmann fue producto de la creación colectiva de dos neurobiológos
chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela, quienes (luego de no
pocos rechazos en revistas científicas) lograron al fin publicar en 1973 De
máquinas y seres vivos, Autopoiesis: La organización de lo vivo. De manera
análoga se puede equiparar la autonomía comunitaria neozapatista como
un sistema autopoiético, es decir, un sistema que se auto-produce y autoorganiza. De acuerdo a la definición, dicho sistema:
Es una red de procesos de producción de componentes (transformación
y destrucción) que a través de interacciones y transformaciones
regenera y realiza la propia red de procesos de producción y relaciones,
que constituyen a la entidad como una unidad concreta, especificando
el dominio topológico de su realización como tal” (Maturana & Varela,
1980: 78-79).
Profundizando en la analogía, el municipio autónomo contiene las
propiedades de un sistema auto-referido, auto-creado y auto-producido.
Los Marez funcionan como las células del organismo o ser viviente
denominado neozapatismo, es decir el movimiento social en su totalidad.
En su interior se produce, reproduce y evoluciona la autonomía a
través de sus subsistemas de salud, educación, proyectos productivos y
talleres como los de herrería, carpintería, costura o los de zapatería (que
un colectivo del barrio bravo de Tepito de la ciudad de México llevó a
algunos Caracoles). Un nivel aún más interno es el de las comunidades
integradas en las familias donde los cargos y las responsabilidades hacia la
organización inician a partir de los doce años. La autosuficiencia convive
con proyectos de comercio justo o intercambio pero no se excluyen
totalmente la economía capitalista con bienes que no es posible adquirir
mediante las redes de la economía zapatista. El nivel más externo sería
el ideológico producido por intelectuales que teorizan y promueven el
movimiento sobre todo en el primer mundo.
Existe también un banco llamado Banco Autónomo Zapatista, mejor
conocido como BANPAZ que surgió para realizar préstamos en caso de
enfermedades que no pueden ser atendidas en los hospitales y clínicas
545
autónomas. Dicho banco no cobra intereses y los reembolsos se invierten
en proyectos de salud y alimentación como una política de seguridad
social. Existen hospitales como el de San José del Río en la zona Selva
Tojolabal donde en la actualidad se proporciona atención de tercer
nivel y se practican cirugías donde los promotores indígenas de salud
asisten en los quirófanos. También cuentan con laboratorios de análisis
clínico. Parte de la construcción se realizó con dinero donado por el
equipo de futbol Inter de Milán. En las clínicas autónomas se almacenan
y distribuyen las vacunas del esquema nacional a todos los niños en las
comunidades zapatistas. Los promotores de salud y las clínicas atienden
también a no zapatistas como parte de la lucha ideológica.
Neozapatismo y complejidad un punto de vista
El interés de Humberto Maturana por investigar la forma en que
los procesos biológicos dan lugar a los fenómenos del pensamiento,
la cognición y el lenguaje data del siglo pasado; sin embargo, sólo
recientemente han atraído la atención del vocero del EZLN, lo mismo
que de algunos aspectos de la teoría de la complejidad que comenzaron
a hacerse visibles en algunos comunicados de 2015 hasta que alcanzaron
preponderancia durante el festival conCiencias por la humanidad realizado
en la Universidad de la Tierra, a finales de diciembre de 2016 y principios
de 2017.
La primera vez en que el ahora Sup Galeano parece hacer referencia
a uno de los autores de la autopoiesis, es en el comunicado con el cual
convoca al seminario El Pensamiento Crítico frente a la Hidra Capitalista15,
es interesante la alusión al autor chileno aunque no lo cita por su nombre.
El texto es un buen botón de muestra para ponerse al día sobre la
evolución discursiva del neozapatismo que ahora incorpora nuevos
símbolos, personajes, temas y los recursos audiovisuales de las redes
sociales. Después de años de forjar un estilo característico, que si
bien no ha abandonado por completo, pareciera que con el cambio de
personalidad de Marcos a Galeano ahora agrega paradigmas como el de
la complejidad, pero también recursos como el albur como parte de su
renovada estrategia discursiva.
En el citado comunicado el transfigurado vocero del EZLN parece
referirse al experimento que Maturana (1978) realizó como neurofisiólogo
en laboratorio con retinas de ranas muy al inicio de sus investigaciones,
para mostrar los complejos patrones de actividad entre neuronas que
ocasionan hechos perceptivos, casi independientemente de los factores
ambientales del estímulo (luz, longitud de onda). Asunto que el vocero
retoma y elabora como metáfora del Síndrome del Vigía.
Consiste, en que la persona que está en el puesto de vigilancia desarrolla
después de un tiempo de estar en guardia, una especie de “percepción
en bucle” o “constancia de la percepción”. Es decir, reproduce su
percepción consciente una y otra vez la misma imagen, como si nada se
alterara, o como si los cambios fueran parte de la misma normalidad de
la imagen. Tiene que ver supongo, con algo de percepción visual, pero
también con el deseo de que nada altere la rutina. Así por ejemplo, el
vigilante no desea que un peligro aparezca, y ese deseo lo traslada a lo
que vigila. “Todo está bien, no va a pasar nada malo”, se repite una y
otra vez, y eso se traslada a su valoración de la realidad. (Sup Galeano,
2015: 24-25).
El comunicado proporciona más pistas. Para resolver la persistente
duda sobre si las conclusiones del EZLN sobre dicho síndrome, producto de
años de observación empírica y no de un estudio científico, son correctas
(o sea ante el dilema de optar entre usos y costumbres o ciencia), el vocero
confiesa que preguntó a alguien que “si le sabe a eso de la neurociencia”.
Afirma que esa persona (¿Maturana?) les dijo que “el fenómeno existe,
aunque no está precisado el mecanismo que lo provoca”16. Aquí el
vocero se muestra prudente y reservado, quizás para no asumir todas
las posiciones teóricas del chileno (como el constructivismo radical del
que se desmarcó posteriormente durante el festival ConCiencias), por lo
que acota “aclaro que lo único que confirmé es que el fenómeno es real,
comprobable” (2015: 25).
15
(En línea) disponible en http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2015/04/01/la-tormenta-el-centinela-y-el-sindrome-del-vigia/
16
La indeterminación e impredictibilidad de algún fenómeno son características que algunos autores ubican
asociadas a los modelos de la complejidad.
546
547
También en este punto el vocero zapatista explícitamente se refiere
por vez primera a uno de los problemas que aborda una de las disciplinas
convocadas para el presente libro (de la que se confiesa aprendiz).
Consciente de que el fenómeno tiene distintas explicaciones y que éstas
dependen de las corrientes o posiciones en psicología; no compromete
su posición y previene críticas. Deja las explicaciones a los profesionales
de la disciplina a quienes de manera directa sugiere “-sería bueno que, ya
en eso, se pongan de acuerdo en cuál es el objeto de conocimiento de la
“ciencia” de la psicología” (Sup Galeano, 2015: 25).
De regreso a la situación de la metáfora del observador vigilante,
el vocero refiere que su interlocutor les explicó (y ellos lo dieron por
válido) que es adecuado describir el fenómeno del síndrome del vigía
como “atención selectiva”, y que además les envió un libro que trata de
cómo “atendemos una pequeña parte de lo que vemos en un determinado
momento e ignoramos el resto”. Sus metáforas integran aspectos básicos
de la teoría de los sistemas complejos como el “emergentismo”, al que
ya nos hemos referido con anterioridad. “Bueno, pues ese resto que
ignoramos es la “ceguera al cambio” o “ceguera por inatención”. Es como
si, al filtrar las partes de la imagen que vemos, nos volviéramos ciegos a
lo que no seleccionamos como importante.” (2015: 25).
En síntesis el síndrome del centinela cuya metáfora puede aplicar para
el “intelectual comprometido” consiste en: a) No se vigilia el todo, sino
sólo una parte y, b) Cuando se cansa, la guardia no percibe los cambios
que se presentan en la zona vigilada porque le son imperceptibles porque
no son dignos de atención (2015:26). Hasta aquí la segunda parte del
comunicado que sirve de preámbulo y justificación para la invitación al
seminario que arrancó el tres de mayo de 2015 en el Caracol de Oventik
con el doble homenaje a los fallecidos: el filósofo Luis Villoro y el maestro
o votan (asesinado en 2014) cuyo nombre de lucha fue Galeano y que el
vocero del EZLN retomó.
La Tormenta es la tercera y última parte del comunicado que se
hemos revisado, y analizado. Lo interesante de ésta, que aunque no tiene
que ver con la autopoiesis, es la capacidad predictiva del pensamiento
neozapatista expresada por sus voceros Moisés y Galeano. Científicos o
alquimistas, complejos o simples, durante el Seminario el Pensamiento
548
Crítico frente a la Hidra Capitalista, la comisión sexta del EZLN insistió
en la metáfora de la Tormenta de tal suerte que lo que apareció como una
visión demasiado apocalíptica durante el seminario, pero que se convirtió
en una premonición a la luz de acontecimientos que se verificarían más
tarde17.
El neozapatismo a través de la teoría de catástrofes
Del mismo modo que las anteriores teorías implícitas en los
conceptos empleados, esta teoría comparte su aspiración de generalidad,
interés por la dinámica y su énfasis en el “emergentismo”, las brechas y
las discontinuidades.
La teoría de catástrofes tuvo su origen en las matemáticas sólo que
a diferencia de aquellas que estudian configuraciones o fenómenos
estructurales como la homeostasis, ésta se ocupa de las propiedades
singulares, o sea, de irregularidades, rupturas y quiebras. En especial de
las matemáticas cualitativas que se conocen también como topología.
Los ejemplos clásicos son fenómenos como los patrones de ramificación:
de un árbol, las cuencas fluviales, grietas en superficies o las células
nerviosas.
Para René Thom (1997), quién desarrolló el modelo matemático de
la teoría de catástrofes a través de ecuaciones no lineales, cambiar una
interpretación por otra es un proceso catastrófico, que se da de golpe, sin
transición alguna. El epígrafe de este artículo es un buen ejemplo.
La teoría de catástrofes es entonces otra teoría general de la
complejidad, la última cuyos conceptos se emplearán en el análisis del
neozapatismo. Su revisión permite también evaluar la viabilidad de
algunas teorías asociadas a la complejidad para explicar movimientos
sociales. En principio la teoría se puede aplicar a cualquier proceso social
17
Como la crisis de los refugiados por las guerras sobre todo la de Siria y los muros del primer mundo para
contenerlos, el Brexit en Inglaterra, el triunfo del No a la Paz en Colombia entre las FARC y el gobierno, o la llegada al
poder de Donald Trump, todas ellas situaciones que se valoraban poco probables de acuerdo a los estudios demoscópicos de entonces. Además se intensificó el llamado reflujo de los gobiernos progresistas de América Latina que había
iniciado con golpes de estado como el de Honduras, la derrota electoral de la “izquierda” en Argentina, los llamados
golpes blandos asestados por los parlamentos como el impeachment en Brasil, o el de Paraguay y los intentos de condena de la OEA a Venezuela.
549
de transición discontinua que deviene cuando su sistema tenga más
de un estado estable, si y sólo sí tiene más de un grado de libertad o
puede seguir más de un curso de evolución, condición necesaria para su
aplicación. Características que, como se ha descrito, se encuentran en el
neozapatismo.
la forma de llegar a tal reducción), entonces hay solamente siete tipos de
catástrofes fundamentales (Thom, 1997). O sea, mientras hay un número
infinito de maneras en que un sistema puede cambiar continuamente
(permaneciendo en o cerca del equilibrio), hay sólo siete formas
estructuralmente estables para el cambio discontinuo.
La catástrofe es un salto de un estado a otro, que puede no ser
verdaderamente instantáneo pero que ocurre en una escala de tiempo
mucho más breve que la de la estabilidad. Observamos en el neozapatismo
ese proceso a detalle si nos remontamos al siglo pasado en el momento en
que una organización campesina de los 80’s en las cañadas de la Selva de
Chiapas: la Quiptik Ta Lekubtesel, se transforma primero en la Unión de
Uniones, luego en ARIC, y finalmente en el EZLN. Como puede apreciarse
hay un proceso acelerado de transformación catastrófica en un periodo
relativamente breve (Tello, 1995; Legorreta, 1998). Por lo que cumple
con los requisitos de la teoría.
La importancia de la teoría de catástrofes radica también en que
lograron inspirar en otras latitudes a investigadores que posteriormente
plantearon el isomorfismo entre dicha teoría y los estudios de
bifurcaciones, comportamientos aperiódicos y atractores extraños que
posteriormente conformaron el núcleo central de las teorías del caos. La
catástrofe de pliegue representa la conducta de los sistemas que dependen
de la condición de una sola variable, o factor de control, es poco compleja.
El sistema se puede mover a un nivel de mínima tensión (si se le permite),
puede quedar balanceado en un punto de inflección, o se torna inestable.
El siguiente ejemplo es la mutación de esa guerrilla foquista, que le
declara la guerra al Estado mexicano y cuya formación llevo diez años,
en un movimiento social hasta cierto grado reformista (que también
demanda elecciones libres, respeto al voto popular y la convocatoria
a nuevo constituyente). Otro catastrófico ejemplo fue el proceso que
implicó el rompimiento del cerco militar en diciembre de 1994. El
expresidente Salinas aseguraba que el problema de los alzados estaba
perfectamente localizado y circunscrito a cuatro municipios, sin embargo,
sorpresivamente y sin un solo disparo se verificó la presencia del EZLN
en al menos treinta y nueve de los municipios oficiales. El anunció entre
otros factores derrumbó la bolsa mexicana de valores, en lo que se conoció
inicialmente como “el error de diciembre” y que al contagiar otras bolsas
del continente adquirió el nombre del “efecto tequila”.
De regreso a la teoría de catástrofes, para calcular el fenómeno
es necesario tomar en cuenta que el número de configuraciones
cualitativamente diferentes de las discontinuidades que pueden
producirse depende no del número de variables de estado (que puede
ser grande), sino del número de variables de control (que suele ser
pequeño). Los cálculos resultan de tal manera que si el número de
variables de control no es mayor de cuatro (y siempre puede encontrarse
550
La aplicación de la primera catástrofe, la de pliegue, puede ser
ejemplificada con la estrategia adoptada por el expresidente Zedillo18
en febrero de 1995. Fue un periodo en el que la tensión aumentó como
nunca para en breve tiempo reducirse al mínimo posible (1995-1996).
Desde una óptica sistémica el factor de control estaba en que el recién
electo gobierno de la república que no podía optar por la solución militar
del conflicto por el costo político a nivel internacional que implicaba la
decisión. El pliegue o variable de control fue el éxito del operativo en el
que se reveló la identidad de la comandancia general del EZLN y se la
pretendió capturar. Como la operación policiaco-militar fracasó la tensión
del sistema en conflicto disminuyó por lo que el gobierno tuvo que abrir
otros frentes y no perder el control. La tensión regresó mediante tácticas
de contrainsurgencia y GBI, por lo que a partir de 1997, el conflicto se
18
Precedido de una intensa y ambigua campaña mediática en torno al nacionalismo, el expresidente cancela
el diálogo apoyado en la estrategia de inteligencia de los aparatos del Estado, se ordenan detenciones, cateos el Ejercito
avanza hacia el cuartel general del EZLN, destruye el Aguascalientes y ocupa comunidades cuyas familias deben huir a
la selva, sin embargo el operativo fracasa y las movilizaciones aumentan por todo el país, por lo que el gobierno se ve
obligado a sentarse de nueva cuenta a negociar con los rebeldes. Una vez que el EZLN acepta volver a dialogar con el
nuevo gobierno con miras a firmar la paz (punto de inflección), éste decreta un alto al fuego, suspende las órdenes de
aprehensión, se ordena un repliegue militar parcial a las posiciones que ocupaba el Ejército mexicano antes del operativo (mínima tensión). Se nombran las delegaciones negociadoras se establecen cinco mesas de diálogos, primero en
San Miguel y luego en San Andrés, en cuestión de meses se logra la firma de los primeros acuerdos entre la delegación
gubernamental y el EZLN. La firma de la paz y el fin del conflicto nunca estuvieron tan cerca como entonces.
551
volvió a tornar inestable para todos los elementos involucrados en el
mismo, pero con protagonistas diferentes en nuevos escenarios.
La siguiente catástrofe es la de “cúspide” es también la más
socorrida de toda la teoría y la más aplicada en las Ciencias Sociales. Su
representación tridimensional es todo un símbolo19, lo más comercial y
popular de la teoría. Todo punto en el grafo que describe una catástrofe
de cúspide, representa un estado de equilibrio: los puntos cercanos a la
línea de pliegue son puntos de inflexión semi-inestables. Todos los demás
puntos son mínimas estables (Reynoso, 2006: 166).
De acuerdo con el modelo de la catástrofe de cúspide, la combinación
de valores de los factores de control, permite sólo dos estados posibles
uno arriba del pliegue y otro en su interior. La solución a la tensión
plantea una tercera posibilidad en el interior del pliegue (en la que
cualquier disturbio, por más mínimo que suceda, empuja hacia uno de los
puntos estables, arriba o abajo). Es posible que se dé incluso un proceso
catastrófico especial (escenario no previsto), al que los especialistas
llaman histéresis, fenómeno que de acuerdo a Reynoso se encuentra en
muchos procesos dinámicos y que es motivo de la última sección de este
artículo (2006: 167).
Histéresis neozapatista
El proceso electoral de 2018 abre un abanico de posibilidad de
escenarios que son imposibles de predecir en su totalidad. De acuerdo al
modelo de la “catástrofe de cúspide” debemos de partir de una situación
de estabilidad, a pesar de la tensión representada por la autonomía de
Marez y Caracoles para los distintos niveles de gobierno (municipal, estatal
y nacional), que de generalizarse en el país tornaría inútiles muchas de
las instituciones y al propio Estado. Sin embargo su influencia se halla
controlada militar, ideológica y económicamente no sólo por el estado
mexicano sino por el sistema imperante a nivel global. El momento actual
del conflicto puede ser caracterizado como un “empate catastrófico”,
concepto acuñado por Gramsci, que ha sido utilizado recientemente en
19
En 1983 Salvador Dalí pintó un cuadro inspirado en dicha catástrofe titulado “el rapto topológico de Europa: Homenaje a René Thom” (Reynoso, 2006: 170). El modelo ha sido empleado en especial en la política, dinámica
de grupos y psiquiatría.
552
Bolivia y España para caracterizar “la derrota de todos”. Un estado de
parálisis política, es decir, aunque hay una lucha y una guerra en varios
frentes los adversarios coexisten y no hay hasta el momento vencedor ni
vencido.
El neozapatismo valora el empate pero avizora una “tormenta” (una
metafórica manera de nombrar a las distintas crisis) en el corto y mediano
plazo que pone en riesgo no sólo la viabilidad de la construcción de otro
mundo posible y necesario, sino la reproducción de la vida en el planeta.
Sin embargo para lanzar una nueva iniciativa política debe considerar,
los factores de control, los dos estados del pliegue que el modelo de la
catástrofe de cúspide incluye, es decir, el contexto nacional con una
elección próxima por un lado (visible) y el contexto internacional por
el otro (menos visible), ambos resultan adversos para el movimiento. La
represión, el despojo y la muerte de indígenas que luchan por la defensa
de sus territorios, parecen constituir una amenaza estructural más propia
de un sistema hegemónico (que todo lo convierte en mercancía), que de
una cuestión nacional.
El proceso electoral ofrece la posibilidad de visibilizar a nivel nacional
e internacional su lucha por la vida. Aquí es donde surge propiamente la
histiéresis, en el interior del pliegue, es decir, el escenario no previsto
cuando el neozapatismo decide proponer al Congreso Nacional Indígena
la posibilidad de nombrar un Consejo Indígena de Gobierno cuya vocera
contienda en las elecciones presidenciales como candidata independiente.
La apuesta es sumamente riesgosa y temeraria. Pero permite articular
el apoyo internacional, que no es poco, para posicionarse a nivel
nacional donde su presencia se haya bastante mermada sobre todo por la
atomización de la izquierda. No deja de ser paradójico que el neozapatismo
sea reconocido a nivel internacional, mientras que en México (país con
más indígenas del continente), por su disputa con la izquierda electoral,
sea ignorado, atacado y tergiversado en la mayoría de los casos por sus
antiguos “camaradas”.
El primer escenario a considerar es que el Instituto Nacional Electoral
niegue el registro a la candidata indígena independiente por motivos
burocráticos, o simplemente que no logre reunir la cantidad de firmas
que el INE solicita como requisito para otorgar el registro. Si María de
553
Jesús Patricio logra el registro como candidata independiente, de acuerdo
al modelo, el sistema se torna inestable, es decir, la tensión comienza (en
primer lugar y de manera paradójica para sus potenciales aliados en la
izquierda electoral), en este caso con Morena y su candidato presidencial
que en un primer momento reaccionó a la defensiva al suponer que si bien
la candidatura no puede disputarle la militancia, tiene la capacidad de
llevarse un porcentaje de votos que por mínimo que sea, en una contienda
cerrada como la de 2006 y en un país donde no existe la segunda vuelta,
resulta crucial.
A medida que la candidatura indígena independiente logre avanzar,
la inestabilidad, la tensión y la impredecibilidad del sistema también lo
harán. La histéresis neozapatista estará en condiciones de convertirse en
un incómodo desafío no sólo para el sistema de partidos y la democracia
representativa sino incluso para el gobierno de Donald Trump (cuyo
secretario de defensa ha afirmado que a México no le conviene un
gobierno populista ni de izquierda). Ante ese escenario el Estado mexicano
puede considerar repetir la operación Atenco como en 2006 cuando los
tres niveles de gobierno, ocupados por los tres partidos mayoritarios,
incluyendo el de izquierda decidieron el curso de la “Otra campaña”.
Otra posibilidad de acuerdo a las encuestas es que los partidos
se sientan obligados a negociar y pactar una alianza o coalición con la
candidata del CNI y con el CIG. Si llegamos a ese escenario es porque
los tres niveles de gobierno habrán fracasado en sus intentos por
neutralizar la influencia de la propuesta neozapatistas través de recursos
“institucionales”, o coercitivos.
Una posibilidad cada vez más remota (por las recientes alianzas de
AMLO con lo que alguna vez denominó “la mafia del poder que nos robó
la presidencia”) pero no imposible, es que el CIG y su candidata declinen
en favor de Morena para sacudirse el estigma que la izquierda electoral
le ha adjudicado al neozapatismo. Sus acusaciones de que el movimiento
es parte del sistema o por lo menos cómplice del mismo quedarían sin
sustento. Acusaciones que no resisten el mínimo análisis histórico, pero
que funcionan muy bien como coartada para la izquierda mexicana tan
ávida de chivos expiatorios.
554
Si Morena y el CNI-EZLN van en coalición a la elección o si hubiese
una declinación en favor del primer candidato y vuelve a consumarse
el fraude (como en 1988 y 2006), Morena y la izquierda electoral ya
no podrán culpar al neozapatismo de su derrota como lo han hecho en
anteriores ocasiones. Entonces quizás, el neozapatismo y el movimiento
de AMLO podrían retornar a la alianza que alguna vez iniciaron en 1995
(cuando éste tomaba pozos petroleros y organizaba éxodos a la capital
del país) y que se mantuvo hasta la firma de los Acuerdos de San Andrés.
Pero si Morena pierde o vuelve a ser víctima del fraude electoral y la
diferencia de votos entre el primero y segundo lugar es similar o superior
a los votos obtenidos por la vocera del CIG María de Jesús Patricio,
candidata indígena independiente, el neozapatismo y el CNI, serán de
nueva cuenta los culpables de la derrota de AMLO y Morena. En los
usos y costumbres de la atomizada izquierda mexicana Los críticos del
neozapatismo validarán sus argumentos de que el neozapatismo es parte
del sistema o al menos su cómplice involuntario. Paradoja que requerirá
de toda la imaginación posible de los actores políticos.
“La peor que puede pasar es que ganemos la presidencia” ha
sentenciado un miembro del CNI (en concordancia con el estilo irónico y
sarcástico que ha caracterizado al neozapatismo). Aunque sea la hipótesis
más improbable es perfectamente posible de acuerdo a la teoría de
catástrofes. Lo que venga después será motivo de otro debate.
CONCLUSIONES
Después de haber observado al neozapatismo a la luz de algunos
conceptos derivados de algunas teorías asociadas con el paradigma de la
complejidad, ha quedado establecida su viabilidad y potencialidad para
ser empleados como herramientas útiles no sólo en la comprensión de
los movimientos sociales atípicos como el que se ha analizado, sino que
además pueden explicar procesos y fenómenos similares que empiezan
a surgir a nivel mundial. En el caso de la última teoría revisada, queda
demostrada su pertinencia para formular escenarios posibles y probables,
lo que también acredita el potencial predictivo desde la complejidad.
Aspiración u horizonte al que las ciencias duras y humanas no han
555
renunciado y que son, uno de los mejores modos de probar la fertilidad
de cualquier teoría.
A nivel sistémico el neozapatismo y los movimientos sociales
altermundistas podrían ser los anticuerpos que luchen contra la
enfermedad que amenaza la vida y todos sus subsistemas, el capitalismo
depredador. De ser así el neozapatismo no es más que un elemento de
la expresión de la autopoiesis de la tierra y la sociedad humana, son
ellas quienes producen y reproducen su viabilidad en la construcción
de una homeostasis que sea una alternativa más justa y creativa al
modelo de depredación y muerte que ofrece el capitalismo. Sólo que
para hacer posible lo anterior son necesarias ciertas rupturas, catástrofes
o singularidades con modelos alternativos que permitan a la especie
humana cambiar, para permanecer, es decir, una morfogénesis ecológica.
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557
CONTINUUM
EPISTEMOLÓGICO RAZÓNEMOCIÓN: RELACIÓN
RECURSIVA EN LA
AESTHESIS DECOLONIAL
Francisco De Parres Gómez
Escuela Nacional de Antropología e Historia
francisco_kurt@hotmail.com
Resumen: El objetivo del presente artículo es explorar algunas de las propuestas teóricas
más importantes que se han desarrollado en torno a las ciencias de la emoción, que nos sirva
en primer lugar, como recorrido epistemológico que ha dado conformación a este campo
de estudios, retomando la propuesta que Edith Calderón Rivera hace del mismo. En un
segundo momento, ampliamos los aportes sobre el continuum razón-emoción intregrando
los debates más actuales en torno a la Complejidad y la Transdisciplina, desde la perspectiva
de Edgar Morin. Finalmente, abordamos los planteamientos de la decolonialidad desde
un enfoque crítico contemporáneo, para discutir sobre la existencia de una colonialidad
estética, entendida como la dominación que se ejerce sobre la dimensión sensitiva-emotiva
de los sujetos, y sobre las producciones artísticas desde la aesthesis crítica decolonial.
Palabras Clave: Ciencias de la emoción, complejidad, decolonialidad, estética, aesthesis.
Abstract: The aim of this article is to explore some of the most important theoretical
proposals that have been developed around the sciences of emotion, which serve us
first, as an epistemological journey that has given shape to this field of studies, taking
up the proposal that Edith Calderón Rivera makes of it. In a second moment, we extend
the contributions on the reason-emotion continuum by integrating the most current
debates around Complexity and Transdisciplinarity, from the perspective of Edgar
Morin. Finally, we approach the approaches of decoloniality from a contemporary
critical approach, to discuss the existence of an aesthetic coloniality, understood
as the domination that is exercised over the sensory-emotional dimension of the
subjects, and about the artistic productions from the decolonial critical aesthesis.
Keywords: Emotion, complexity, decoloniality, aesthetics, aesthesis.
559
INTRODUCCIÓN
“…la emoción ligada, como lo racional, a las actividades
del sujeto, siempre fueron consideradas desde
muchos ángulos, principalmente en la producción
artística. Pero lo interesante es que cuando regresa
el componente emocional, a fines del milenio y siglo
pasados, compite con la razón, como una dimensión
también cognoscitiva, lo que constituye lo más
novedoso y polémico, en este complejo planteamiento
del continuum “razón-emoción”.
(Haidar, 2006: 55)
Como parte de las discusiones de carácter epistemológico que se han
debatido a lo largo de la construcción de lo que debe ser la ciencia, nos
encontramos con problemáticas que se articulan con la objetividad, y por
lo tanto, con la validez y veracidad del conocimiento. Por otro lado, en
relación al estudio del plano emocional de la condición humana lo que
encontramos, en primera instancia, es que dentro del ámbito académico
existía la necesidad de legitimar el abordaje de las emociones como
objetos de “conocimiento válido”. Lo anterior emerge porque desde una
visión positivista de la ciencia las emociones son consideradas subjetivas,
carentes de sistematicidad y no pueden ser abordadas con rigurosidad
analítica.
No obstante, en las investigaciones contemporáneas sobre la
dimensión afectiva se encuentran una vasta heterogeneidad de posturas
para investigar las emociones, provenientes por ejemplo desde la sociología
enfocada en las relaciones transubjetivas; de la biología encargada del
plano fisiológico junto con las neurociencias; de la antropología que las
aborda desde una perspectiva etnográfica y etnológica; de la comunicación
que se centra en el lenguaje como construcción de sentido ligado al plano
simbólico; de la psicología y del psicoanálisis avocados principalmente a
la parte intrasubjetiva; y hasta de la historia, que nos propone observar
cómo las emociones al ser un fenómeno histórico-social son percibidas,
experimentadas y conceptualizadas de diferentes formas en relación al
espacio-tiempo.
560
De este modo, temáticas como lo emocional frente a lo racional;
los procesos de constitución del psiquismo en los sujetos de la mano
de lo conductual; la importancia del imaginario (Castoriadis, 1975) y
lo histórico-social en la construcción y vivencia de las emociones; el
tránsito bidireccional de nuestra especie de la naturaleza hacia la cultura;
la relevancia del lenguaje y el uso de metáforas para expresar nuestra
afectividad son de suma relevancia y transversales a todo fenómeno
relacionado con el plano emocional. Por lo anterior, es fundamental
estudiar las emociones como parte de un sistema complejo de múltiples
procesos dialógicos, diacrónicos y sincrónicos, si se quiere reflexionar
de manera profunda y sistemática en la actualidad sobre este objeto de
estudio.
Si bien en el presente trabajo no haremos un tránsito por todos
estos temas, la intención central es realizar un recorrido por diferentes
autores que debaten sobre las emociones, y así ayudarnos a dimensionar
la densidad de estos fenómenos, para después esbozar posibles caminos
a seguir para el análisis de su impacto en las prácticas artísticas.
En el desarrollo de este artículo, se plantean algunos aportes de
fundamental importancia, como son: lo afectivo en relación recursiva
con la razón; el dominio de Occidente en relación al cómo es debido
sentir; la importancia de la creatividad en el plano emocional, y la
necesidad de explorar caminos otros de conocimiento que nos abran aún
mayores posibilidades para estudiar y para ejercer de manera colectiva el
pluriverso emocional del que todos formamos parte.
Disociaciones inoperantes
A manera de panorama general que recupera posturas provenientes
desde muy distintos campos de conocimiento, y como una de las
discusiones más actuales que condensan los estudios sobre lo emocional
en el ser humano, encontramos las proposiciones de Edith Calderón
Rivera (2012), quien en su libro La afectividad en antropología. Una
estructura ausente, hace un recorrido epistemológico de los distintos
tratamientos que se le han dado a las emociones en diferentes periodos
de la historia.
561
En retrospectiva, actualmente sabemos que personajes históricos
como Platón y Aristóteles ya se preguntaban por el funcionamiento
de las emociones y cuál era el impacto de las mismas en las relaciones
intersubjetivas:
Hace 2 500 años, Platón y Aristóteles debatieron la naturaleza de
las emociones, y Aristóteles, en su Retórica, formuló una teoría
de la emoción llamativamente moderna que resiste las críticas
contemporáneas y proporciona una importante opción frente a la teoría
jamesiana aún dominante. La teoría jamesiana, simplemente formulada,
es que la emoción es una reacción fisiológica, esencialmente en su
acompañamiento sensorial: un “sentimiento”. La opinión de Aristóteles
en contraste, abarca un concepto de la emoción como una forma más
o menos inteligente de concebir cierta situación, dominada por un
deseo (por ejemplo, en la cólera, el deseo de venganza). Entre estas dos
teorías, tan separadas por el tiempo y el temperamento continúa gran
parte del debate moderno. Por un lado, está la participación obvia de las
reacciones y sensaciones fisiológicas en la experiencia de la emoción.
Por otro lado, está el hecho de que nuestras emociones a menudo son
inteligentes, y de hecho son a veces más apropiadas y perspicaces que
las calmadas deliberaciones de lo que llamamos “razón” (Calhoun y
Solomon, 1989: 9).
Por su parte, Calderón (2012) revisa los abordajes y los diferentes
análisis más relevantes sobre las emociones. De acuerdo a la propuesta
de Calhoun y Solomon (1989) podrían resumirse en las siguientes
tendencias:1) estudios de la sensación, 2) la fisiológica encabezada por
James, 3) las teorías conductuales de la mano de Darwin y Dewey, 4) la
tendencia evaluativa que propone a la emoción como complemento de la
razón y 5) la perspectiva cognoscitiva que plantea analizar las emociones
como parte de un proceso de construcción epistémico-lógico-racional.
Habría que apuntar que, - a pesar de que los estudios sobre las
emociones se han llevado a cabo básicamente como descripciones de
comportamientos, y de que hay matices entre los diferentes autores
acerca de qué son las emociones -, lo importante es hacer énfasis en
que se reconoce que aunque puede variar, existe un núcleo básico de
las mismas: “Descartes, por ejemplo, hizo una lista de seis emociones
básicas: asombro, amor, odio, deseo, gozo y tristeza (Artículo LXIX).
Todas las demás emociones, sugirió Descartes, están “compuestas por
éstas.” ” (Calhoun y Solomon, 1989: 32).
562
Lo que destaca de las posturas occidentales instauradas por la lógica
cartesiana, son las disociaciones o fragmentaciones de lo humano entre:
1) la existencia y la esencia; 2) la libertad y el determinismo; 3) la finalidad
y la causalidad; 4) la calidad y la cantidad; 5) el alma y el cuerpo; 6) el
espíritu y la materia; y otros dos pares de oposiciones que se articulan
directamente con el estudio del plano emocional del ser, que serían: 7) la
disyunción entre el sujeto y el objeto y 8) la emoción en contraposición
a la razón.
En torno a esta última división Calhoun y Solomon proponen:
[…] ¿en qué difieren las emociones de las percepciones sensoriales,
de los estados puramente físicos de agitación o excitación, y de las
actividades más “cognoscitivas” de juzgar y creer? ¿O es que difieren?
René Descartes y David Hume establecieron una analogía entre las
emociones y las percepciones sensoriales, haciendo hincapié en la
pasividad de ambos fenómenos y en su diferencia de actos mentales
tales como querer y juzgar. (Calhoun y Solomon, 1989: 12).
Siguiendo con la revisión de los distintos autores que se han
interesado por las emociones, retomamos a Irving Singer y a conceptos
como el de apreciación y otorgamiento, con lo cual este autor aborda desde
una posición histórico-interpretativa, cómo el amor, aunque siendo
válido para otras emociones, se vincula con lo que él llama “…la lógica del
discurso afectivo y la fenomenología de la experiencia afectiva”(Singer,
1987: 12). Es decir, cómo nuestras emociones se vinculan con un
sistema de valores construido de manera colectiva donde se objetivan
las valencias que determinan lo correcto y lo incorrecto de la mano de la
moral. En el caso del arte, este autor menciona: “Los artistas, ni siquiera
los más abstractos, no crean de la nada, sino que recrean, crean de nuevo.
Así también el amante recrea otra persona. Desplegando su imaginación
en el arte de otorgar valor […]” (Singer, 1987:32).
Por otra parte, como apunta Roger Bartra (2001), debido a la
dimensión simbólica de las emociones (en su caso la melancolía), estas
necesitan que las localicemos en un tiempo y espacio específicos para
poder definirlas.
563
Antes del siglo XVI, por ejemplo, lo importante era estudiar
las “pasiones” y cuáles eran sus reglas, cómo se manifestaban en las
diferentes culturas y cuáles eran sus códigos. Por ello hay que tener
presente que las emociones conforman diferentes universos simbólicos
que se desplazan e interactúan de manera simultánea dentro de una
misma arena, la pregunta en este caso sería: ¿cómo es que a pesar de
que las emociones tienen un contexto histórico-social particular, son
capaces de mantener una estructura? De forma preliminar podemos
contestar que las emociones trabajan de manera intra / inter y trans
subjetiva (Calderón, 2012) y que por ende es necesario contar con las
herramientas pertinentes para poderlas estudiar tanto en su dimensión
estructural, como en su dimensión fenoménica.
Como bien apunta Myriam Jimeno (2004), hay que poner en relevancia
que el hecho de que el estudio del plano emocional de lo humano no
se haya consolidado desde antes como un terreno “legitimo” de estudio,
se relaciona con que existe el predominio de la visión occidental hacia
las emociones, en donde está presente hasta la actualidad una división
positivista proveniente del pensamiento cartesiano entre la razón y la
emoción, que las hace ver como contrapuestas.
En esta tónica, las propuestas ligadas a la emocionalidad están
vinculadas con la irracionalidad y al mismo tiempo con la incivilidad, como
si hubiese la premisa de que las emociones necesitan ser “controladas”
por medio del intelecto y la racionalidad, y esto fuese indicador de
civilidad y por consecuencia de “desarrollo”. En este sentido, Jimeno
critica que: “…la contemporaneidad occidental puede entenderse como
un largo proceso de domesticación sociocultural de las expresiones
emocionales, entendidas como aquello que se opone a la razón y también
a la convivencia, a la civilidad” (Jimeno 2004: 24).
Ante estos debates, es necesario repensar la postura positivista de la
ciencia que pretende que sus propuestas se vean como un pensamiento
acabado y delimitado, cerrado o completo, ya que éstas son unas de
las falacias más fuertes dentro del objetivismo que opera en la ciencia
clásica: bajo una visión acumulativa del conocimiento, se busca tener
siempre la última verdad. Por el contrario, desde una perspectiva abierta
564
del conocimiento, se rompe con el orden de lo predecible, dando cabida
a elementos de análisis como pueden ser las emociones.
Además, en la actualidad es necesario tomar en cuenta factores
distintos, como el reconocimiento del continuum epistemológico razónemoción, que opera en nuestra cotidianidad. En palabras de Alexandre
Surrallés: “…toda consideración sobre la afectividad como objeto analítico
conlleva necesariamente un trabajo paralelo y continuado de afinamiento
de los instrumentos convencionales heredados de unos paradigmas donde
conocimiento, significación e intelección son nociones complementarias”
(Surrallés, 2005: 13).
En esta cita, el autor hace una crítica a Occidente y su epistemología
como parte de un sistema totalizante que históricamente ha funcionado
bajo la lógica de la exclusión, desvalorizando a partir de la violencia
epistémica, toda forma de pensamiento otra que difiera de sus postulados,
hecho que confirma como desde la ciencia clásica se opera sobre los
opuestos como divergentes más no como complementarios.
En ese sentido, hay que destacar que los procesos de simbolización
que permiten nuestro tránsito de la naturaleza hacia la cultura (y
viceversa) no pueden existir sin el plano emocional pero tampoco sin
la razón. En efecto, podría afirmarse que quitando alguno de estos dos
elementos de la ecuación el simbolizar se vuelve imposible, por lo tanto,
existe la necesidad de explorar categorías integradoras, tarea nada sencilla
debido al fuerte enraizamiento de la epistemología occidental incluso en
la dimensión de la cultura. Al respecto Jimeno apunta:
Nuevos conceptos pueden ayudar a rebasar las tensiones y divergencias
teóricas y epistemológicas, muchas de ellas improductivas o falsas,
entre materialismo e idealismo, positivismo e interpretativismo,
universalismo y relativismo, individuo y cultura, romanticismo
y racionalismo (Lutz y White, op. cit.: 406). La mayoría de estas
dicotomías descansa sobre un gran supuesto en permanente debate: la
escisión entre emoción y razón como condición para la comprensión
del ser humano. El fuerte enraizamiento cultural de esta escisión
impregna la teoría (Jimeno, 2004: 39).
En consonancia con lo anterior, y como una propuesta muy depurada
que se propone superar algunos vacíos que se han tenido respecto al
565
estudio de las emociones en el pasado, recupero las ideas de Calderón
(2012), quien además de hacer un recorrido por los autores mencionados
anafóricamente, diseña un abordaje teórico que permite estudiar la
parte histórico-estructural de lo que denomina como dimensión afectiva,
logrando así entender que hay elementos que permanecen en el tiempo,
dado que son universos simbólicos trasmitidos y compartidos de forma
transubjetiva. Esta autora, por otro lado, hace énfasis en que también es
necesario el estudio de la parte fenomenológica de las emociones, es
decir, el plano experiencial intra e intersubjetivo de la dimensión afectiva,
mismo que tiene elementos particulares que dependen del contexto
socio-antropológico.
Para lograr dicho cometido, la autora comienza por plantear que su
categoría de análisis, la dimensión afectiva, al ser un universo simbólico
mayor, nos es útil para investigar los sentimientos, emociones, pasiones
y afectos, independientemente de la definición contextual que cada autor
haga de los mismos.
De esta manera, Calderón reitera que la dimensión afectiva se
encuentra ligada de manera intrínseca a la cultura, y por ende, forma
parte de la cadena de reproducción social de todo grupo humano, en
palabras de la autora: “…los sentimientos, emociones, pasiones y afectos
deben ser vistos como símbolos que se estructuran y circulan de forma
reglamentada por la cultura… La dimensión afectiva es un dispositivo
simbólico que da lugar a intercambios normados, reglamentados por la
cultura” (Calderón, 2012: 20).
Continuando con esta propuesta, se hace referencia que para
englobar el tratamiento que se le ha dado a lo emocional, y así sentar
el marco de referencia dentro del cual se mueven las descripciones que
se han hecho de lo afectivo, es necesario que se identifiquen tres ejes
analíticos: 1) Naturaleza-Cultura; 2) Razón-Emoción y 3) lo NormativoMoral, que la autora considera a partir de las obras de Lévi-Strauss, Evans
Pritchard, Margaret Mead, Edmund Leach, Emilie Durkheim, Norbert
Elias y Sigmund Freud.
Como parte de la importancia de estudiar tanto el plano estructural
como la parte fenoménica de la dimensión afectiva, Calderón propone que
566
es necesario reconocer que al estar en diálogo con la cultura, y al ser
también parte del lenguaje como una construcción de sentido, lo afectivo
debe abordarse desde tres distintas dimensiones que se encuentran en
continua dialéctica, es decir, el plano: “…intersubjetivo, que tiene que ver
con la relación que se establece entre el sujeto y otro significativo; el
intrasubjetivo, que describe lo que sucede en el interior del sujeto; y el
transubjetivo, que se encarga de la relación del sujeto con la sociedad”
(Calderón, 2012: 167).
En consecuencia, se comienza a observar cómo se buscan integrar
diferentes planos de análisis que indican una ruptura con las disociaciones
inoperantes, en primer lugar al conjuntar lo histórico-estructural con lo
fenoménico, pero también al reconocer que existen diferentes niveles de
realidad (inter/intra/trans) en los que se desenvuelven los sujetos.
Una vez identificados tanto los ejes como los planos de análisis, la
propuesta para el estudio de la dimensión afectiva se cristalizaría de forma
tríadica, en donde habría una energía básica, sobre la cual se articularían
las emociones una vez seleccionado un momento histórico y un proceso
específico dentro del grupo social que nos interesa investigar.
En los casos que la autora aborda sobre Evans-Pritchard por ejemplo,
esta energía representa el interés que él tuvo por la brujería; en el caso
de Freud por las pulsiones junto a las funciones psíquicas, Durkheim
por la moral etc. Aunado a lo anterior, se propone entonces ver cuáles
son los polos opuestos, es decir, la valencia positiva y la negativa que se
tiene hacia dicha energía, y en donde será posible observar entonces, qué
elementos se mantienen dentro de la parte estructural de la dimensión
afectiva, y cuales otros cambian de acuerdo a nuestro caso de estudio en
vinculación a lo fenoménico de la experiencia.
Como se puede observar, los aportes que hace Calderón Rivera a
la investigación de las emociones son por demás valiosos, ya que hace
evidentes las diferentes corrientes de pensamiento y exponentes que
han dado tratamiento al tema, lo que nos sirve como una reconstrucción
epistemológica de este campo de estudio. Además, la autora construye su
propio modelo de análisis para abordar las emociones, con planteamientos
que permiten articular planos aparentemente irreconciliables, rompiendo
567
con las disociaciones inoperantes propias de las lógicas binarias
formalmente estructuralistas.
No obstante, con la intención de complementar estos aportes,
consideramos que es necesario encaminarse hacia propuestas integradoras
que conciban también a los antagonistas como complementarios, como
las presentes en la Epistemología de la Complejidad y la Transdisciplina.
Antagonistas complementarios
Para complementar lo anterior, está la propuesta epistemológica
inaugurada por Edgar Morin como una opción epistémica producto de
las necesidades que se plantean a finales del siglo XX y que siguen en el
siglo XXI, tras el reconocimiento de que la condición humana se articula
con múltiples niveles de la realidad (Nicolescu, 1994) y por ende es preciso
mirar al ser humano como transdimensional.
Resulta entonces muy limitado seguir pensado las problemáticas
desde campos de conocimiento fragmentados. Desde esta perspectiva,
el Pensamiento Complejo, bajo el estatuto de Epistemología de la
Complejidad, hace una apuesta por la Transdisciplina como una necesidad
teórico-metodológica, cuyas posibilidades heurísticas están al nivel de
las problemáticas contemporáneas. En consecuencia, se opta por una
epistemología que rompe con el positivismo racionalista cartesiano1, con
la lógica aristotélica, y que va en contra de la especialización frente a un
pensamiento integrador que aspira hacia el abordaje del conocimiento
desde la complejidad en oposición a la simplicidad, donde tanto el plano
subjetivo como emocional tienen fundamental relevancia.
A diferencia de los paradigmas de la simplicidad donde el objetivismo
y el predominio de la razón sirven de eje a la lógica del cómo se estructura
1
Respecto a la crítica que hace Edgar Morin sobre la influencia de René Descartes como uno de los fundadores principales del paradigma de la simplicidad, Osorio comenta: “Los principios de la ciencia clásica fueron
expresados y explicitados con claridad por Descartes […] quien estableció una serie de disociaciones, disyunciones
y reducciones que establecen el mismo paradigma de simplificación. El desarrollo de la ciencia europea consagró el
paradigma de simplificación, que llegó a su estadio supremo con los planteamientos filosófico–metodológicos del
positivismo lógico […] El principio de simplificación postula que la complejidad de los fenómenos y la diversidad de
los seres y de las cosas son sólo aparentes, meramente fenoménicas, por lo que pueden explicarse a partir de algunos
elementos básicos y simples. La ciencia clásica tiene como pretensión el disipar la complejidad aparente, para revelar
tras ella, la simplicidad de lo real, tenida ésta como lo verdaderamente real.” (Osorio en Velilla, 2002: 49).
568
el conocimiento, desde la complejidad es necesario tomar en cuenta
factores distintos como: el reconocimiento del continuum epistemológico
razón-emoción; las premisas como la complementariedad de los opuestos;
la incertidumbre; lo irracional y hasta la contradicción entre otras:
“Nadie puede fundarse hoy día, en su aspiración de conocimiento, en
una evidencia indudable o en un saber definitivamente verificado. Nadie
puede edificar su pensamiento sobre una roca de certidumbre” (Morin,
1997: 23).
Siguiendo esta línea, se reconoce que todo esfuerzo será siempre
inacabado y que, gracias a su movimiento constante, la incertidumbre
funciona como un elemento que siempre estará presente y que incluso
sirve como herramienta pedagógica que incita a investigar. No obstante, es
necesario suscribirse en la tarea de poner en diálogo la gran multiplicidad
de epistemes que a lo largo de la historia han existido, empezando por
recuperarlas y reconocerlas como valiosas en sí mismas2.
Además, gracias al determinismo paradigmático3 abanderado
desde las posturas más clásicas de la ciencia occidental, una de las
disyunciones cartesianas que ha permeado más a los paradigmas de
la simplicidad, es la falsa dicotomía existente en la razón y la emoción,
herencia de los paradigmas de la simplicidad y su lógica de disyunción/
reducción/unidimensionalización, que no concibe que exista un continuum
epistemológico razón-emoción. En oposición, habría que pensar que
estos elementos además de no ser opuestos, son complementarios, como
señala Morin existe:
2
Desde una lógica epistemológica que integra en su pensamiento a los opuestos como complementarios, y
que además reconoce la unidad de la diversidad como Unitas Multiplex, se pretende la reconstrucción de un Universalismo Pluralista, que en aras de un ejercicio metacognitivo complejo, recupere la transdimensionalidad de nuestra
existencia, misma que se encontraría conformada por una multiplicidad muy amplia de epistemes, que se englobarían
en el conocimiento del conocimiento.
3
Lo que se plantea al integrar la perspectiva de la Epistemología de la Complejidad y la Transdisciplina
como una forma de conocer, es que esta tenga una relación que impacte en todos los niveles de la investigación, yendo
desde el ontológico, es decir, en cómo se concibe el ser y la realidad misma; el nivel epistemológico (nuestra posición
frente al cómo conocemos); el teórico (nuestras formulaciones abstractas a partir de lo observado); el metodológico
(qué herramientas utilizamos y cómo es que las aplicamos), y hasta el empírico (los temas que elegimos). De acuerdo
a Morin: “Al determinismo de los paradigmas y modelos explicativos se asocia el determinismo de las convicciones y
creencias que, cuando reinan en una sociedad, imponen a todos y a cada uno la fuerza imperativa de lo sagrado, la fuerza normalizadora del dogma, la fuerza prohibitiva del tabú. Las doctrinas e ideologías dominantes disponen igualmente
de la fuerza imperativa que anuncia la evidencia a los convencidos y la fuerza coercitiva que suscita el miedo inhibidor
en los otros.” (Morin, 1999: 10).
569
[…] una conexión compleja entre racionalidad/ afectividad/ pulsión en
el seno del conocimiento. Esta conexión quiere decir en primer lugar
que el conocimiento racional no domina por sí mismo la afectividad
y las pulsiones: puede ser dominado por ellas, sumergido por ellas, o
incluso sojuzgado por ellas. Inversamente, el conocimiento, aun el más
racional, en su principio (matemático, científico, filosófico), moviliza
afectividad y pulsiones, que pone a su servicio, pero que pueden
desbordarlo (agresividad y pasión de los matemáticos, científicos
y filósofos). Se puede entrever con ello el carácter afectivo de la
identificación de uno mismo con las propias ideas, de las propias ideas
con un mismo: «mi idea», «mis ideas» […] (Morin, 1999: 104-105).
De acuerdo a este autor, es necesario reconocer que hasta hace poco
tiempo la ciencia clásica ha operado desde la inteligencia parcelada4, y
que en su afán de ordenamiento del conocimiento ha desvinculado los
saberes de su verdadero funcionamiento complejo transdimensional.
En palabras del propio Morin: “[…] no hay un estado superior de la
razón que domine la emoción sino un bucle intellect + affect; y de cierta
manera la capacidad de emoción es indispensable para el establecimiento
de comportamientos racionales” (Morin, 1999: 6). Esta afirmación que
acompaña la generalidad de las propuestas morinianas, nos sirve para
explorar y replantear los conceptos de arte y creatividad, que a pesar
de ser terrenos dotados del predominio del plano expresivo-sensorial,
también funcionan como complementos de la razón.
4
Respecto a la separación disciplinaria Espina quien a su vez retoma los postulados de Immanuel Wallerstein
junto con el trabajo de Edgar Morin dice al respecto: “[…] la primera separación es la que se produce entre las ciencias
naturales, las sociales y las humanidades, que desde el inicio quedan perfiladas como extremos nomotético e ideográfico, respectivamente, del continuum del conocimiento que el ser humano es capaz de producir. El siguiente conjunto
de separaciones iniciales es el que se verifica al interior del propio pensamiento social para distinguir entre el estudio
del mundo moderno civilizado (donde se ubican la historia, la sociología, las ciencias políticas y la economía) y las
sociedades tradicionales (la antropología y los estudios orientales y de sociedades “exóticas”); entre pasado (la historia)
y presente (la sociología, la economía y las ciencias políticas); entre objetos de estudio: el mercado (para la economía);
el estado (para las ciencias políticas) y la sociedad civil (para la sociología); entre disciplinas nomotéticas, de fuerte
carácter aplicado y con criterios de veracidad cercanos a los de las ciencias naturales (sociología, economía, ciencias
políticas) y las de carácter ideográfico, orientadas a lo singular, lo individual, lo irrepetible (la historia). (Wallerstein,
1995).” (Espina 2003:17).
570
Razón y emoción se encuentran en una constante dialogicidad5
y recursividad continuas, que dota a las ciencias de un componente
emocional y, al mismo tiempo, permite acceder a campos como el de
las artes y la creatividad, como tipos de conocimientos científicos y
sistemáticos.
Sobre el continuum epistemológico razón-emoción y
sus vínculos con la aesthesis y la decolonialidad
Si ahondamos un poco más en los argumentos desarrollados en
este artículo, podemos encontrar que si bien en el primer caso de la
reconstrucción epistemológica del campo de estudios sobre las emociones
hay sustanciales aportes que comienzan a criticar la disyunción entre la
razón y la emoción, y en el segundo planteamiento, desde la Epistemología
de la Complejidad ya se habla de un bucle recursivo intellect + affect, es
necesario hacer más explícito que: Las fragmentaciones se han producido
de manera histórica, gracias a la violencia epistémica que ha utilizado el
imaginario occidental eurocentrado para reproducir y legitimar ciertas
formas de conocimiento y excluir otras con base en la clasificación social.
Además, para los fines del ejercicio del poder la separación
entre la razón y la emoción ha sido muy útil, por lo que es necesario
construir epistemologías que planteen alternativas y se contrapongan
a la dominación, donde el reconocimiento de que existen múltiples
pluriversos de epistemes y formas de sensibilidad funcione como piedra
angular.
Desde esta perspectiva, uno de los terrenos de discusión más
fructíferos ha sido cuestionar la dominación y la exclusión de ciertos
grupos sociales, por lo étnico. De esta manera se han denunciado ciertos
5
Para ahondar en la propuesta de Morin habría que decir que la construcción del conocimiento se inscribe desde un posicionamiento dialógico, es decir en continua interacción entre el sujeto cognoscente, el objeto y el
conocimiento. En ese sentido la propuesta de la dialogicidad involucraría, retomando los presupuestos iniciales de la
dialéctica (proveniente del materialismo histórico), que existiría en un primer nivel de acercamiento una tesis y una
antítesis que ponen en dinamismo el proceso de conocer; sin embargo, a diferencia de la dialéctica donde el resultado
sería una síntesis, para la dialógica el curso y generación de las ideas continua en constante recursividad. Lo anterior
propone que todo conocimiento será siempre inacabado, reconociendo en primera instancia, que en términos ontológicos es imposible llegar a una conclusión final sobre nuestras proposiciones, porque al mismo tiempo es insostenible
que se pueda acceder a la totalidad del conocimiento; así, la recursividad en el proceso de construcción siempre sería
exponencial en términos cualitativos e infinita en términos cuantitativos.
571
patrones de dominación interiorizados a partir de la colonia, donde
cuestiones como el racismo, el clasismo y el sexismo, entre otros, siguen
vigentes. Lo anterior está sustentado en la idea de Occidente como
principio jerarquizador de saberes, donde la historia es leída de forma
unilineal e unilateral. En palabras de Eric Wolf:
Nos han enseñado tanto en las aulas como afuera de ellas, que existe una
entidad llamada Occidente, y que podemos pensar en este Occidente
como si fuera una sociedad de civilización independiente de, y opuesta
a, otras sociedades y civilizaciones. Inclusive muchos de nosotros
crecimos creyendo que este Occidente tenía una genealogía, conforme
a la cual la Grecia antigua dio origen a Roma, Roma a la Europa cristiana,
la Europa cristiana al Renacimiento, el Renacimiento a la Ilustración,
la Ilustración a la democracia política, y a la Revolución industrial. La
industria, cruzada con la democracia, produjo a su vez Estados Unidos,
en donde encarnaron los derechos a la vida, a la libertad y a la búsqueda
de felicidad (Wolf, 1987: 17).
La perspectiva anterior se aleja del racionalismo cartesiano y
concibe a los opuestos como complementarios, en este caso lo referente
a la razón y a la emoción. Es necesario además el análisis del poder, no
sólo en lo referente a la construcción del conocimiento a nivel general,
sino también en lo relacionado al poder que se ejerce sobre el plano
emocional y sensible de los sujetos, es decir, la dimensión estética de la
condición humana.
De tal manera que, surgen las siguientes preguntas: ¿Qué otros
elementos habría que tomar en cuenta cuando se introduce el factor
de las relaciones de poder dentro del estudio de las emociones?, ¿cómo
impacta en la constitución del sujeto y su dimensión intrasubjetiva, los
patrones de dominación como el racismo, el clasismo y el sexismo que
imperan en la contemporaneidad?
Como parte de los intereses que ha desarrollado el autodenominado
“colectivo de argumentación”, conformado por diferentes intelectuales
críticos contemporáneos como Walter Mignolo, Pedro Pablo Gómez,
Enrique Dussel, Adolfo Albán Achinte, Aníbal Quijano, Madina
Tlostanova, entre otros, encontramos temas relacionados con el estudio
de la estética, repensada desde otros ángulos analíticos, fuera de la
hegemonia.
572
Pertenecientes al denominado Giro Decolonial o perspectiva crítica
de la modernidad/colonialidad, este grupo adopta un enfoque que pone
énfasis en que la colonialidad debe ser vista como el lado oscuro de la
modernidad. En otras palabras, la modernidad como proyecto global que
se consolida a partir de la inauguración del circuito comercial trasatlántico
con la conquista de América en el siglo XV, no está ausente de procesos
de dominación ejercidos gracias a la colonialidad del poder, del saber y del
ser, que actúan como mecanismos que imponen una lógica occidental y
eurocentrada sobre la multiplicidad de subjetividades.
Es pertinente señalar que desde esta perspectiva, el colonialismo y
la colonialidad no son sinónimos. El colonialismo es considerado como
un proyecto económico, político, militar y de expansión de territorio de
algunas potencias, que comenzó en el siglo XV y que en algunos países
puede haber terminado. La colonialidad se refiere a la interiorización y
naturalización de todos esos patrones de dominación (como la división
social del trabajo, el clasismo, el racismo, el sexismo, la jerarquización
de saberes, etc.) producto del colonialismo que al día de hoy siguen
vigentes gracias a la clasificación social. Mignolo comenta al respecto de
la colonialidad y la decolonialidad:
Así, si la colonialidad es una estructura para la organización y el manejo
de las poblaciones […] la decolonialidad refiere a los procesos mediante
los cuales quienes no aceptan ser dominados y controlados no solo
trabajan para desprenderse de la colonialidad, sino también para
construir organizaciones sociales, locales y planetarias no manejables y
controlables por esa matriz (Gómez y Mignolo, 2012: 7-8).
A continuación, se señalan algunos planteamientos que pueden
contribuir a la discusión en torno a la existencia de una colonialidad
estética, que se ve reflejada en el predominio de la reproducción de los
cánones estéticos occidentales, lo que deviene en procesos de dominación
por parte de la clase hegemónica que invisibiliza formas de representar
que difieren de las concepciones que se encuentran en la cima de las
jerarquías estéticas, y que por ende, oprime la dimensión emocional
de infinidad de sujetos a nivel global. Estos juicios preponderantes se
encuentran fundamentados en una concepción estética del imaginario
occidental eurocentrado, que haciendo uso de la colonialidad produce
relaciones asimétricas en torno a las prácticas representacionales y su
573
valoración. Para concretar lo anterior, tomaremos como ejemplo el caso
del arte:
reorientación de la aesthesis y su transformación en estética (Mignolo,
2010: 13-14).
La herida colonial influencia los sentidos, las emociones y el intelecto.
En el caso del arte y de la estética, la herida es sentida y sufrida (en las
emociones y en el intelecto) por aquellas personas cuyo hacer operando
con “elementos simbólicos que afecten los sentidos, las emociones y el
intelecto” no son considerados artísticos, y tal consideración se legitima
en el discurso filosófico que define la estética como la disciplina que se
ocupa de investigar el sentido del arte (Gómez y Mignolo, 2012: 9).
En el momento en el cual se considera que la estética se centraría
en el estudio de lo bello y lo sublime, la cara opuesta de esta perspectiva
tendría que ser lo feo y lo anti-sublime, imponiendo así una jerarquización
que privilegia ciertas formas de representación de la belleza, poniendo en
primer lugar a la occidental – eurocentrada en relación a las demás. Esta
concepción por mucho tiempo se ha autoafirmado como hegemónica
gracias a la naturalización de patrones de dominación, que se traducen
en la colonialidad estética, que actúa por medio de la clasificación social
articulada con la geopolítica del conocimiento, este último concepto
entendido como el conocimiento organizado en centros de poder y que
impactan en las regiones periféricas (Mignolo, 2003).
Como un primer momento fundador, la estética occidental parte
de la idea de que: “El discurso filosófico-estético europeo, construyó su
propio pasado en el arte de Grecia y Roma y logró establecerlo como
criterios y categorías para sentir, para valorar y para teorizar” (Gómez
y Mignolo, 2012: 29). Lo anterior provocó que otro tipo de discursos,
formas de representación y sensaciones localizados fuera del discurso
filosófico-estético europeo fueran invisibilizados, deslegitimando así las
historias locales y el conocimiento en cuanto producción y sensibilidad
artística se refiere, de todos aquellos que no formaran parte del discurso
occidental.
Un segundo momento —si se puede llamar de expansión— de la
estética occidental, tiene lugar en la transformación del concepto griego
de aesthesis al concepto de estética, desarrollado por Kant en el ensayo
Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime, escrito en 1764,
postulados que se convirtieron durante mucho tiempo en las reglas para
la regulación del gusto:
La palabra aesthesis, que se origina en el griego antiguo, es aceptada
sin modificaciones en las lenguas modernas europeas. Los significados
de la palabra giran en torno a vocablos como “sensación”, “proceso
de percepción”, “sensación visual”, “sensación gustativa” o
“sensación auditiva”. De ahí que el vocablo synaesthesia se refiera al
entrecruzamiento de sentidos y sensaciones, y que fuera aprovechado
como figura retórica en el modernismo poético/literario. A partir
del siglo XVII, el concepto aesthesis se restringe, y de ahí en adelante
pasará a significar “sensación de lo bello”. Nace así la estética como
teoría, y el concepto de arte como práctica. Mucho se ha escrito sobre
Immanuel Kant y la importancia fundamental de su pensamiento en la
574
En respuesta a lo anterior, desde la perspectiva crítica de la modernidad
/ colonialidad, surge la propuesta de retomar la significación primigenia
de aesthesis, no como un retorno a la visión restrictiva de belleza (y de
sentir) occidental y eurocentrada, sino como el reconocimiento de que
existen infinidad de formas de conocer y representar el mundo a través
de los sentidos que han sido negadas a lo largo de la historia, tomando
en cuenta que aunque no se trate de un grupo homogéneo y que estas
respuestas puedan provenir de latitudes e historias locales muy distintas,
lo que las une es la decolonialidad.
En lo referente a la aesthesis decolonial, Madina Tlostanova expone
que para poder llevar a cabo este proceso de separación, de exclusión de
la estética occidental es necesaria la repolitización de la estética, sin pasar
por alto que al interior del campo artístico también existe el ejercicio
de poder político (Tlostanova, 2011). Al respecto, Adolfo Albán Achinte
también desde una perspectiva decolonial nos expone:
Resulta problemático […] pensar que todas las tendencias coexisten
en una suerte de universo armónico, carente de conflictividad, en
donde las relaciones de poder con sus sistemas de control, exclusión,
discriminación y racismo/racialización están a la orden del día
produciendo diferencias culturales que se materializan en diferencias
y desigualdades de orden económico, social y de participación efectiva
en la toma de decisiones. Desde esta perspectiva, se hace difícil pensar
un arte que, sustraído de la realidad contradictoria y desigual, se pueda
575
aislar en su propia esfera de auto-representación […] (Albán, en Gómez
y Mignolo, 2012: 285).
Por el contrario, desde la mirada decolonial: “En contextos,
fenómenos y subjetividades decoloniales emergen otras estéticas, ópticas,
sensibilidades y creatividades, conectadas a un entendimiento específico
de la naturaleza de la aiesthesis, las metas del arte y la creatividad […]”
(Tlostanova en Gómez y Mignolo, 2012: 58).
Para concebir entonces una estética decolonial, se apela no a la
universalidad, sino a una diversidad pluritópica que fundamenta la
construcción del juicio estético articulado con el nivel de la cultura y
con las diferentes aesthesis que se generan en una cultura determinada,
entendida como un campo de lucha con sus correspondientes
contradicciones internas. Lo importante, es que si bien se reconoce que
existen relaciones asimétricas al interior, al contrastar múltiples aesthesis,
éstas no se jerarquizan o se contraponen como en el caso de la estética
occidental-eurocentrada, haciendo énfasis en que pensar la estética de
forma unilineal además de erróneo, es excluyente y genera patrones de
dominación:
El arte ofrece, por lo tanto, una mirada única sobre diferentes maneras
de comprender, siempre enfatizando la multiplicidad de la verdad y
la igualdad de sus diferentes interpretaciones. Este conocimiento
específico sería siempre relativo, múltiple, pluritópico y vacilante entre
razón e imaginación […] (Gómez y Mignolo, 2012: 60).
La concepción de estética decolonial, que pone en relevancia el
plano emocional de los sujetos, no tiene como aspiración convertirse en
proyectos dictaminadores de pautas excluyentes a seguir frente a otras
manifestaciones, de lo que se trata es de promover el entrecruce entre
la razón y la emoción junto con la imaginación. En palabras de Gómez y
Mignolo: “[…] no serán una nueva forma de colonización de la estética
sino que, al liberar la aiesthesis, promueven la formación de subjetividades
desobedientes a los principios del discurso filosófico-estético” (Gómez y
Mignolo, 2012:14).
Partiendo de este cruce entre razón, emoción, imaginación, el arte
como un acto creativo en el que predomina la sensibilidad, no está exento
576
de procesos racionales. En este sentido, en lo referente a la repolitización
del arte cuyo objetivo es decolonizar la estética para lograr liberar la(s)
aesthesis, lo que se busca es hacer un arte más consciente, es decir, un arte
que explore lo sensible a través de la politicidad, el arte como un derecho
que se ha negado y que puede empoderar a todos aquellos que han sido
invisibilizados gracias a la naturalización de la colonialidad estética, misma
que nos impone que sólo unos cuantos tienen esa potencia creativa,
cuando por el contrario, la creatividad6 es una característica intrínseca
del ser humano.
La aesthesis decolonial propone hacer un ejercicio que cruza lo racional
con lo sensible, con el objetivo de decolonizar la estética, eliminando las
jerarquías que la mirada occidental–eurocentrada reproduce y comenzar
a explorar terrenos expresivos otros, con base en la capacidad de actuar
de los sujetos, tomando en cuenta sus propias formas de construir el
mundo, sus historias locales y la dialógica de la cultura de la que forman
parte.
Las estéticas decoloniales son entonces […] formas de hacer visibles,
audibles y perceptibles tanto las luchas de resistencia al poder
establecido como el compromiso y la aspiración de crear modos de
sustitución de la hegemonía en cada una de las dimensiones de la
modernidad y su cara oscura, la colonialidad. El reto, además, consiste
en pensar dicha pluralidad en su articulación alrededor de una opción
civilizadora otra. Hablar de estéticas decoloniales es una propuesta
que pretende instalar los términos de una nueva conversación para
hablar de nuestras experiencias concretas del estar siendo en el mundo
contemporáneo, en la que se escuchen y atiendan otras voces, más allá
de las voces y los discursos de los expertos (Gómez y Mignolo, 2012:
16).
En el caso de México, uno de los ejemplos más claros que llevan a la
práctica la descolonización estética, que abre las puertas a la aesthesis y
explora el anti-sublime decolonial (en contra parte del sublime kantiano),
6
Rodrigo Díaz, por ejemplo, (discutiendo a Víctor Turner, aunque fuera de la perspectiva decolonial),
menciona que este último plantea que la mayor creatividad se encuentra en lugares liminales, en espacios e intersticios
fronterizos, donde la creatividad puede servir para enfrentar problemáticas de un grupo determinado: “Las erupciones
de creatividad al interior de representaciones culturales constituyen un comentario sobre los dilemas que enfrenta una
sociedad en un momento histórico particular, del mismo modo que pueden reformular dichos dilemas. […] Cuando visiones y tradiciones distintas coinciden, las formas culturales expresivas se cargan políticamente, porque los diferentes
actores tienen oportunidades desiguales de hacer que sus voces se escuchen. Así, la ilustración de situaciones en las
que las culturas se mezclan y se combinan, constituye una aseveración tanto política como analítica” (Díaz, 2006: 37).
577
es el arte plasmado por el movimiento indígena zapatista contemporáneo.
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional en Chiapas, México, son
comunidades en resistencia en el sureste del país que constantemente son
hostigadas y atacadas por el Estado, debido a sus reclamos de autonomía.
Imagen 1: Instalación “Habrá una vez” hecha por
insurgentes e insurgentas zapatistas para el Festival CompArte por la Humanidad (2017). Chiapas,
México.
Imagen 2: Pintura “Desde nuestra raíz somos hombre
y mujeres de maíz” realizada por Bruno, Base de
Apoyo Zapatistas para el Festival CompArte por la
Humanidad (2016). Chiapas, México.
Para el caso de la codificación histórica en donde fueron producidas
estas obras, ellas son parte de festivales artísticos organizados por el EZLN.
Los Festivales CompArte por la Humanidad,7 son espacios que presentan
opciones para construir circuitos de arte y emociones periféricas al orden
hegemónico, acciones que posibilitan la creación de puntos de encuentro
para muchos otros movimientos sociales que se hallan luchando contra las
condiciones de despojo neoliberal capitalista, en su fase de acumulación
por desposesión a nivel mundial.
Como ejemplo, en estos festivales se dieron cita integrantes del
movimiento indígena mapuche en Chile y Argentina; colectivos que
pugnan por los derechos del pueblo Saharaui en África; miembros del
7
Este encuentro artístico actualmente ya tuvo su segunda edición en el año 2017 y llevo por nombre
“Festival CompArte por la Humanidad. Contra el Capital y sus muros todas las artes”. Vale la pena resaltar el juego de
palabras y la polisemia a partir del cual se construye el nombre del Festival, hecho que da cuenta del uso de recursos
retóricos y poéticos como parte fundamental de los discursos públicos zapatistas. Dentro de la palabra CompArte podemos advertir por lo menos 3 sentidos: 1) El verbo de “compartir”, acción que se relaciona con la invitación a formar
comunidad; 2) El arte como tópico principal del encuentro resaltado mediante el uso intermedio de una mayúscula
dentro de la palabra CompArte y 3) La insinuación de la contracción “CompA”, misma que proviene de la palabra
“compañero”, forma coloquial en la que se refieren entre ellos los miembros del movimiento socio-político-militar.
578
Movimiento Sin Tierra de Brasil; de las Black Panthers (Panteras Negras) en
Estados Unidos, quienes históricamente han luchado por los derechos de
las personas afrodescendientes; mujeres representantes de la revolución
actual en Kurdistán, entre otros.
Además, en estos encuentros fue posible observar fuertes críticas
a los bombardeos que realiza Israel con apoyo de Estados Unidos sobre
el pueblo palestino en la franja de Gaza; la asistencia de integrantes de
colectivos que luchan por la justicia del pueblo guatemalteco y contra
la dictadura de Ríos Mont que ha matado miles de indígenas a manos
del ejército; se dieron cita un sin número de representantes nacionales
de distintas luchas como la feminista, las demandas por la aparición con
vida de los 43 alumnos desaparecidos de la Normal Isidro Burgos de
Ayotzinapa, Guerrero; la producción de críticas constantes y reiteradas al
sistema partidista y en especial al gobierno actual de Enrique Peña Nieto
y Donald Trump, entre muchos otros.
Estos festivales artísticos constituyen un ejemplo emblemático dentro
de los movimientos sociales que reivindican los derechos de los pueblos
indígenas, de los oprimidos y los históricamente negados e invisibilizados
por el Estado-Nación y por el neoliberalismo transnacional. Movimientos
como éstos proclaman por un arte que cuestione la deshumanización y los
cánones de belleza occidentales, que despojaron de dignidad a la diferencia
cultural y que cancelaron los derechos históricos de poblaciones enteras
que existían antes de la modernidad como proyecto global.
Para entender mejor el arte zapatista que se está haciendo
actualmente, podemos observar que éste se ubica en tres grandes bloques:
a) las artes escénicas que exploran la prosémica y la kinésica como la
danza y el teatro; b) las obras principalmente discursivas, músicales y
literarias como las canciones y la poesía; c) otras producciones con un
fuerte contenido simbólico y semiótico, englobadas en la plástica que
se puede observar en sus murales, pinturas y esculturas. En síntesis,
también se integran otras producciones como los comunicados políticos
con un alto contenido poético-retórico, el pasamontañas como símbolo
de la resistencia, y hasta la vestimenta propia de cada grupo étnico que
conforma el Zapatismo.
579
Entre los objetos semiótico-discursivos (Haidar, 2006) que
preponderan dentro de su sistema artístico, podemos encontrar ejes
narrativos que evocan el pasado, es decir, cómo se encontraban los pueblos
antes del levantamiento armado de 1994, y que contienen historias
de los revolucionarios; remembranzas que aluden a la conformación
del movimiento en su etapa clandestina; las vejaciones de las que eran
objeto en la época colonial; los maltratos que sufrieron en las haciendas
y el despojo de tierras de que fueron objeto. Además, se tratan objetos
semiótico-discursivos más actuales como la educación; los trabajos
colectivos; la resistencia y autonomía; la recuperación de la medicina
tradicional; el papel de las mujeres en la administración de justicia, etc. En
estos ejes cronotópicos, emerge otra serie de objetos-semiótico discursivos
que anuncian el futuro como las acciones a tomar frente a la Hidra
Capitalista8; la organización frente al despojo de las transnacionales; su
rechazo hacia las políticas extractivistas que se buscan imponer desde
el Estado Mexicano. Necesario destacar también, en lo transnacional, la
constante afrenta al presidente estadounidense Donald Trump, quien
representa la escalada del fascismo a nivel mundial, además de ser un
símbolo condensador de sentido que expresa lo peor de la sociedad con
sus políticas antimigratorias, a través de la construcción de un muro, y
con la defensa de los intereses más voraces de la modernidad capitalista.
A diferencia de las dinámicas de las que se vale la estética
occidental, donde lo que se exalta es la figura del “genio creativo”, y
sólo el conocimiento especializado es el que sobresale en el mundo del
arte como curadores, críticos y galeriastas, en la aesthesis zapatista, la
figura del autor cobra poca relevancia, ya que se da paso a actos creativos
de orden colectivo donde toda la comunidad participa. Es así que para
elaborar los murales, las esculturas o las obras teatrales, por ejemplo,
existe un ejercicio de participación donde tanto las Bases de Apoyo (que
serían la sociedad civil del movimiento), los milicianos y las Juntas de
Buen Gobierno (sus órganos legislativos), ejercen la relación recursiva
entre razón-emoción que quieren dar a conocer a través de su arte, donde
las jerarquías son diluídas por medio de la exploración creativa de forma
intra/inter/trans subjetiva.
8
Metáfora que el movimiento Zapatista utiliza para nombrar al capitalismo como un mounstro de varias
cabezas que ataca a las poblaciones desde diferentes frentes y con múltiples estrategias.
580
Como testimonio que da cuenta de los objetos semiótico-discursivos
que las y los zapatistas representan en su arte, recupero este texto parte
de la pintura mural “La resistencia y lucha de las mujeres”, del Pueblo
Filipinas, Región Tierra, que fue presentada en el Festival del 2017, y que
explícitamente cuestiona la dominación:
“Años atrás de 1994, el salvajismo era muy feo para nosotras las mujeres,
no teníamos derecho de participar ni opinar.
Eran maltratadas por los grandes rancheros y caporales, nosotras las
mujeres éramos violadas, golpeadas, humilladas y explotadas.
Las mujeres trabajaban en la cocina y otras de meseras, se levantaban
muy temprano para ir a trabajar, no había descanso y ningún sueldo.
Cuando se enfermaban, no tenían doctores para curarse hacían unas
camillas de palo para cargar a la enferma para llevarla al médico, algunas
llegaban y otras se morían en el camino.
Nos decían que no servíamos para nada como mujeres y nos tomaban
como objetos, en aquellos años no había leyes que protegieran el
derecho de las mujeres.
LA LUCHA Y RESISTENCIA DE LAS MUJERES.
Llegó un día, primero de enero del año 1994, fue cuando nos levantamos
en armas y a luchar por nuestros derechos. Hemos enfrentado cientos
de soldados para que no entren en nuestros pueblos, ellos quieren
acabarnos con sus armas y helicópteros y lanza granadas, pero
nosotras como mujeres ya no permitimos que nos sigan humillando y
maltratando, no queremos que nos traten como antes. Por eso luchamos
y demostramos valentía que no solo los hombres tienen derecho de
todo. También las mujeres tenemos los mismos derechos de pensar y
opinar por el bien del pueblo.”
En este fragmento, la relación recursiva entre la razón y la emoción
se hace manifiesta, y existe una ruptura con la colonialidad estética y
se resiste desde el arte. La aesthesis zapatista sirve como dispositivo
pedagógico y articulador de la memoria para no olvidar el pasado de
dominación, pero también para enseñar a las nuevas generaciones que es
necesario organizarse y resistir para alcanzar la libre autodeterminación
por la que luchan estos pueblos ancestrales.
En estos movimientos sociales se hace manifiesto el anti-sublime
decolonial que, en palabras de Tlostanova, constituye toda una postura de
581
resistencia ante los procesos de dominación que experimentan infinidad
de grupos subalternizados debido a que:
[…] libera nuestra percepción para empujar al sujeto hacia el
agenciamiento, ético, político, social, creativo, epistémico, existencial.
El sujeto remueve las capas colonizadoras de la estética normativa
occidental y adquiere o crea sus propios principios estéticos, emanados
de su propia historia local […] El anti-sublime decolonial está fundado
en la dignidad —en oposición al miedo—. Trata de curar una mente y
alma colonizadas, liberando a la persona de complejos de inferioridad
coloniales, y permitiéndole sentir que ella también es un ser humano con
dignidad, que también es bello y valioso como es. La audiencia buscada
por el arte decolonial es internamente plural y su colectividad está
fundada en la diferencia, no en la igualdad…el anti-sublime decolonial
no lleva a la apatía y el estancamiento. No empuja necesariamente hacia
el activismo político, pero lleva a cambios serios en la óptica propia,
en la manera en que se intrepreta (sic) el mundo y se establecen las
relaciones con otros. En consecuencia, la mayoría de elementos de
lo sublime está presente en la estética decolonial, devolviéndole la
dignidad al sujeto, liberando su mente, creatividad, imaginación, ser,
y el elemento de la resistencia […] (Tlostanova en Gómez y Mignolo,
2012: 63-67).
Estas son aesthesis que buscan decolonizar la estética pero que no
buscan imponer un nuevo rumbo unilineal, por lo que se apuesta más que
por un arte de vanguardia que se rige a través de cánones occidentales, por
un arte de retaguardia o en palabras de Albán Achinte, más que un arte de
resistencia podríamos caracterizarlo como un arte de re-existencia: “[…]
en confrontación a los patrones de poder que han determinado la manera
como estas poblaciones deben vivir y a sus sistemas de representación
invalidados […] deslegitimados por las instituciones que se abrogan
el derecho de decidir qué es o no es una expresión estético/artística”
(Albán en Gómez y Mignolo, 2012: 290).
582
CONCLUSIONES
Como se puede observar en este breve recorrido epistemológico que
hicimos por algunos exponentes del campo de las ciencias de la emoción,
los esfuerzos han provenido desde distintos campos disciplinares que
se avocan a particularidades de acuerdo a su especialización; a formas
de conocimiento promovidas por los modelos de la ciencia clásica que
defiende las disociaciones inoperantes. Frente a estos límites cognitivos,
es necesario revisitar las categorías y propuestas ya existentes para
lograr un pensamiento integrador que dé cuenta de la complejidad de los
fenómenos con los que trabajamos, siempre pensando en integrar a los
elementos antagonistas como complementarios.
Siguiendo esta línea de reflexión, si bien se reconoce a partir de la
Epistemología de la Complejidad que ha existido un dominio de Occidente
sobre la producción científica y emocional, la cual ha intentado diluir
el continuum epistemológico razón-emoción, es necesario extender esta
propuesta con postulados generados en la perspectiva decolonial.
En la perspectiva decolonial, elementos como el poder, la clase, la
raza, el sexismo, la división del trabajo, la ideología y muchas otras formas
de dominación deben ponerse a discusión desde perspectivas críticas
que alienten a nuevas maneras de investigar, de producir conocimiento,
así como de explorar nuestros campos de acción emocionales.
Desde estos enfoques, si se entrecruzan la razón, la emoción y
la imaginación para politizar la estética y nuestras formas de sentir,
encontraremos nuevos caminos en donde puede explorarse el continuum
epistemológico razón-emoción de la condición humana.
Lo anterior posibilita la expresión y potencia la voz de los
históricamente invisibilizados. Este camino se desarrolla a contracorriente
de la homogeneización cultural que ha construido Occidente a través de
la colonialidad del poder y la colonialidad estética, para autolegitimarse
por mucho tiempo. La pretensión de la estética occidental de ser
omniabarcante no permea todo como nos han hecho creer. Esta es una
583
invitación para ejercer de manera colectiva el pluriverso emocional del
que todos formamos parte…
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LAS EMOCIONES SEMIÓTICODISCURSIVAS ANTE EL
ACOSO LABORAL
Graciela Sánchez Guevara
Universidad Autónoma de la Ciudad de México
graciela.sanchez@uacm.edu.mx
Irene Sánchez Guevara
Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco
isabiro@yahoo.com
Resumen: Con base en las políticas subjetivas, este trabajo se propone analizar el espaciotiempo académico- administrativo como cronotopo (Bajtín, 1989, Alejos, 2017) violento,
donde diversos tipos de sujetos agresores, testigos mudos y testigos activos (Fuentes,
2014) ejercen violencia semiótico- discursiva hacia un sujeto objetivo o blanco a fin
de destruirlo. Tanto en las acciones y las emociones de los sujetos agresores, como
en la de “los sujetos-objetivo” se produce una doble pathemización (Charaudeau, en
Haidar, 2006). En el caso de esta investigación, los resultados muestran los efectos
psicológicos y de salud física en “los sujetos-objetivo”, quienes manifestaron haber
desarrollado una serie de enfermedades tales como: gastritis, colitis, migrañas, delirios
de persecución, estrés, depresión, hasta la pérdida de la voz. Para el análisis de los
datos obtenidos se construye un modelo analítico semiótico-discursivo que devela las
estrategias de quienes ejercen violencia académica y académico-administrativa.
Palabras Clave: violencia, pathemización, semiosfera de la violencia académica.
Abstract: Based on subjective policies, this paper aims to analyze the academicadministrative space as a violent chronotope (Bajtín, 1989; Alejos, 2017), where
various types of aggressors, mute witnesses and active witnesses (Fuentes, 2014)
exercise semiotic-discursive violence towards an objective or white subject in order to
destroy it. In the actions and the emotions of the aggressor subjects, as in that of the
“target subjects” there is a double pathemization (Charaudeau, in Haidar, 2006). In the
investigation, the results show the psychological and physical health effects on “target
subjects”, who have developed a series of diseases such as gastritis, colitis, migraines,
delusions of persecution, stress, depression, even the loss of voice. In order to analyze
the data obtained, a semiotic-discursive analytical model is constructed that reveals the
strategies of those who exercise academic and academic-administrative violence.
Keywords: violence, pathemization, semiosphere of academic violence.
587
INTRODUCCIÓN
La violencia es el último refugio del incompetente
Isaac Asimov (1942)
En este trabajo se parte de tres grandes áreas cognitivas en torno a un
estudio de caso: 1) acoso laboral o mobbing, considerado como violencia
psicológica, cultural o simbólica; 2) campo de las emociones y 3) el campo
de la semiótica. Con este último, que estudia la producción del sentido
de los fenómenos socio-culturales, se articulan las áreas cognitivas 1 y 2
para explicar y analizar al acoso laboral en su complejidad. La violencia
es un tema que se ha trabajado por diversos campos del conocimiento
principalmente por la psicología, la antropología, la sociología, la política,
el análisis del discurso y la semiótica.
El objetivo específico de este trabajo es proponer un modelo
semiótico-discursivo que demuestre las estrategias de violencia de
diferentes tipos de acosadores: los visibles y los no visibles, así como las
emociones y sus efectos negativos en la salud, en mujeres que padecieron
acoso laboral en instituciones de educación superior pública o privada.
Las investigaciones que han trabajado el tema del acoso laboral como
violencia psicológica la han denominado mobbing (Leymann, 1996).
Al respecto hay una vasta producción que retomamos más adelante,
así como sobre las emociones (Charaudeau, 2011) vinculadas al acoso
laboral, todo lo cual puede constituir una semiosfera (Lotman, 1996) de
las emociones negativas, producto del hostigamiento que sufrieron las
mujeres en un clima laboral específico.
La violencia habrá que analizarla con cuidado y a fondo (Najmanovich,
2017), lo que genera las siguientes preguntas problemáticas: ¿Qué es lo que
causa la violencia? ¿Qué diferencia existe entre la violencia y la agresión?
¿Cuántos tipos de violencia hay? ¿Cuántos tipos de sujetos perpetradores
existen? ¿Por qué los sujetos ejecutan consciente o inconscientemente
la violencia o la agresión? ¿Por qué los sujetos aceptan consciente o
inconscientemente ser violentados? ¿Qué tanto los sujetos nos asumimos
588
víctimas y victimarios a la vez? Estas son algunas de las preguntas que
nos hacemos; sin embargo, no soslayamos que existan más interrogantes.
Tampoco pretendemos responder a todas, pero son las que surgen a partir
de la investigación de campo.
El propósito de este trabajo no es hacer una exhaustiva revisión
acerca de las distintas formas de violencia, por el contrario, sólo nos
centramos en aquellas que son específicas en una organización educativa
y cuyos efectos negativos emergen en las emociones y en la salud del
sujeto victimado, el cual ha sido considerado, por parte de los sujetos que
ejercen la violencia, como el punto de llegada del mobbing.
El primer apartado es un resumen de las políticas subjetivas de la
informante que padeció el mobbing. En dicho texto se puede observar
cómo ella toma conciencia del tipo de violencia que recibió y el tipo de
acciones de sus perpetradores (Fuentes, 2014). A través del tiempo, la
informante desarrolló la capacidad de reconocimiento de su propio estatus
así como el de los sujetos que provocaron el conflicto. Se categorizan las
acciones tanto del sujeto del mobbing como de aquellos que lo ejecutan.
Enseguida se trabaja con el concepto de acoso laboral y con la tipología
de los sujetos que están dentro del proceso de hostigamiento, es decir:
el hostigado y el hostigador. También se clasifican las acciones de
ambos tipos de sujetos que están inmersos en el proceso de violencia
laboral. En el tercer apartado se aborda la teoría de las emociones y sus
manifestaciones semiótico-discursivas. De igual manera, los espacios
categorizados como cronotopos que representan violencia simbólica, en
tanto que para el sujeto de hostigamiento significa un espacio detestable
no por el espacio en sí mismo, sino por el recuerdo de lo que la informante
vivió ahí como violencia simbólica (Bourdieu, 2007) más extrema, con lo
cual se resemantiza el espacio-tiempo. El cuarto apartado está dedicado
al análisis de las acciones tanto de los perpetradores como de los sujetos
de mobbing en relación con la emergencia y producción del sentido de las
emociones, así como la vinculación del ethos y del pathos (Aristóteles,
Charaudeau, 2011), categorías que juegan un importante papel en el
conflicto. Finalizamos este texto con la propuesta de un modelo analítico
589
denominado “Modelo semiótico-discursivo de las emociones ante el
acoso laboral”, que devela las estrategias de violencia.
Políticas subjetivas
En seguida, se muestra un fragmento del testimonio de una de las
mujeres que fueron separadas de sus puestos de confianza en la Rectoría
General de la Universidad Autónoma Metropolitana, en abril de 2001. El
propósito de incluir este texto es debido a que en el discurso se puede
observar la emergencia de las emociones del sujeto, tanto positivas
como negativas. El discurso fue grabado y tal cual fue transcrito. Tres
de las mujeres que fueron despedidas en ese tiempo tienen las mismas
características: maduras entre 45 y 50 años, brillantes en el desempeño
de sus labores, creativas, ejecutivas, honestas y puntuales en el amplio
sentido del término. Para destacar el testimonio del resto del documento,
se ha colocado en cursivas.
El 15 de enero de 1996 me iniciaba como jefa de un departamento
importante en la Rectoría General de la UAM. Había sido nombrada Jefa
del Departamento de Desarrollo Académico de la entonces Dirección
de Planeación y Desarrollo Institucional. Esta nueva situación me
generaba una serie de emociones positivas como la alegría, me ponía
en un estado de ánimo óptimo. Por lo tanto generaba muchas ideas.
Lo primero que había que hacer era relacionarme con el personal
de “confianza” y con el personal del sindicato, ninguno de los dos
personales era de fiar. Durante dos años tuve todo el apoyo de mis jefes
inmediatos y superior, es decir del rector general. Con esa confianza
desempeñe mi trabajo con gusto, entusiasmo y alegría. Llegado el
tiempo de terminación del rectorado, y la asunción al máximo cargo de
esa casa de estudios, con el nuevo rector y el nuevo jefe inmediato todo
comenzó a cambiar. El jefe inmediato siempre lo percibí como un ser
pusilánime, sombrío, anodino pero perverso, fútil.
El acoso laboral comenzó a los cuatro meses de su llegada a ocupar un puesto
que tenía toda la incapacidad de desarrollar por tener nula personalidad y
falta absoluta de liderazgo, simulaba ser una persona culta solo por colocar
en la mesa de centro de su oficina libros de arte abiertos como si estuviera
apreciando el contenido. Era tan tonto que marcaba mi extensión siempre
a la misma hora y colgaba, como si yo no me diera cuenta, pues éramos los
únicos que apenas habíamos llegado a la oficina. El cambio se comenzó a
dar paulatinamente, primero me mandaba mucho trabajo y después tres
documentos sin importancia. A este sujeto siempre se le ocurría dejarme
590
un trabajo laborioso para que fuera yo saliendo de la oficina entre 10 y 11
de la noche. Decía que me apoyaba y luego me quitaba el apoyo. El maltrato
fue paulatino y en crescendo durante cuatro años lo soporté, por qué, ni
yo misma lo comprendo. Quizá el acoso laboral fue tan sutil que no me
fui dando cuenta de que mi cuerpo comenzaba a cambiar. Al iniciar mi
encargo en 1996, pesaba 45 kilos con un metro 60 de estatura y talla 5 ó 7.
En agosto de 2000 mi peso era de 70 kilos con una talla de 11. Cada día que
pasaba las crisis asmáticas eran insoportables, generé una hernia hiatal
tan enorme que por ahí se salía mi estómago y ello me provocaba las crisis
asmáticas; de dos a tres veces por semana ingresaba al hospital. Mi estado
de salud era fatal. Experimenté en mi cuerpo y en mi sentir un profundo
miedo, pensaba que por mi edad no podría encontrar trabajo en otra
institución educativa. Esos días para mí fueron sombríos, indescriptibles,
simplemente no veía la luz que me llevara a un camino con salida. El mes
de abril del año 2001, inició el golpeteo: el pusilánime jefecillo corrió a 5
mujeres, tres éramos jefas de departamento y dos eran auxiliares, a una de
ellas la corrieron porque era amiga mía.
El acoso laboral, tipología de los sujetos y sus acciones
“Una golondrina no hace verano”, reza el refrán popular mexicano;
sin embargo una golondrina puede resonar en las demás. En este sentido,
al exponer un solo caso de hostigamiento laboral no significa que en
la misma organización o en otras no ocurra algo similar. El hecho de
visibilizar discursivamente el acoso laboral antes de teorizar, permite al
lector identificarse como sujeto de mobbing, como hostigador o como
testigo del acoso laboral. De ahí la importancia de este tipo de estudios.
El hostigamiento o acoso laboral, psicológico o moral, ha sido definido
por Leymann (1990) como mobbing. Para que exista acoso laboral en
una organización se requiere de una persona o de un grupo de personas
que hostiguen a otra, la cual deberá reunir ciertas características como:
ser competente, brillante, ejecutiva, que realice su trabajo en tiempo y
forma, ser creativa, destacarse por una serie de atributos que el hostigador
no posee. Éste, poco a poco va lanzando su veneno sobre el sujeto de
mobbing de manera que no se percate de lo que acontece a su alrededor.
Una característica fundamental de este tipo de acciones violentas es
que sea cotidiano y dure al menos seis meses, a fin de que el sujeto esté
completamente destruido psicológicamente. La finalidad del mobbing es
que la víctima renuncie por su propia voluntad o que sea despedida, con
591
la consecuente pérdida de confianza en sí misma, y quede incapacitada
psicológicamente para conseguir otro empleo, y haber desarrollado una
serie de enfermedades psicosomáticas.
Brodsky (1976) fue el primero en identificar el acoso laboral y
realizó estudios sobre la ardua vida laboral y el estrés de los trabajadores
en Suecia. Pero fue hasta la década de los 80, cuando Heinz Leymann
(1990) se dedicó a estudiar a fondo el hostigamiento laboral, que
denominó mobbing1, y en 1990 publica los primeros resultados de sus
investigaciones en el artículo titulado Mobbing and Psychological Terror at
Workplaces. En palabras de Leymann, el mobbing es:
El terror psíquico o el acoso en la vida laboral significa una comunicación
hostil y poco ética que se dirige de forma sistemática por una o varias
personas principalmente hacia un individuo. También hay casos en que
dicho acoso psicológico es mutuo hasta que uno de los participantes
se convierte en el perdedor. Estas acciones ocurren a menudo (casi
todos los días) y durante un período prolongado (al menos durante seis
meses) y, debido a esta frecuencia y duración, dan como resultado una
considerable miseria psíquica, psicosomática y social. Esta definición
elimina los conflictos temporales y se centra en la zona de transición
donde la situación psicosocial comienza a dar lugar a estados patológicos
psiquiátricos y/o psicosomáticos. (Leymann, 1990: 3)
Otros autores que han trabajado el tema han sido: Marie France
Hirigoyen (1991) en Francia, estudia la relación con el acoso moral en
los ámbitos familiar y organizacional: Escuela, empresas, hospitales,
instituciones públicas y privadas. En España, Iñaqui Piñuel (2001)
y González de Rivera (2000) estudian la causa-efecto del maltrato
psicológico en las organizaciones. En México, Florencia Peña SaintMartin (2012) centra su trabajo sobre el mobbing bajo la perspectiva
antropológica y de la antropología física, como un proceso complejo que
articula cuatro dimensiones: a) como una nueva forma de violencia en
las sociedades complejas; b) como una subcultura que se desarrolla en
algunas organizaciones; c) impacto diferencial en la salud de individuos
específicos y d) caracterizar al o a los grupos acosadores y sus redes,
relaciones y estrategias de operación específicas, a través de trabajo
1
“El término inglés mobbing está tomado de la etología 1. Konrad Lorenz lo utilizó por primera vez
para referirse al ataque de un grupo de animales pequeños gregarios que acosaban a un animal solitario de mayor
tamaño (Lorenz, 1991)”, en Trujillo Flores, M. M. et. al. [en línea] Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.
oa?id=81802905
592
etnográfico. Rocío Fuentes Valdivieso (2011), en su libro titulado
Mobbing y fibromialgia, examina el impacto de la violencia laboral y
cómo se traduce en la enfermedad. Luis Montaño Hirose (2007) se ha
dedicado a analizar a fondo el mobbing y el bulling, violencia psicológica,
hostigamiento, fundamentalmente en las organizaciones mexicanas.
Para comprender y explicar el acoso laboral en las organizaciones
académico-administrativas que se ejerce en cualesquiera de las
Instituciones de Educación Superior como espacios socio-culturales,
se parte de la hipótesis de que la violencia cultural-simbólica (Galtung,
1989; Bourdieu, 2000) es producto de la reproducción de la estructura de
clases, de las luchas simbólicas de poder, y de las luchas asimétricas entre
los géneros que operan, de manera sutil y silenciosamente, en y entre los
sujetos/agentes2 (Bourdieu, 2000; Sánchez, 2015), quienes, por un lado,
ocupan puestos de alto mando directivos y, por el otro, no comprenden
el campo multicultural de los perfiles del personal: mujeres y varones de
mandos medios y de base. Se trata de una violencia simbólica interiorizada
como habitus (Bourdieu, 2000) y puede responder en términos de lo que
Hanna Arendt (2005) describe como la “banalidad del mal”, en el sentido
de que los jefes justifican que actúan no por su propia voluntad sino por
obediencia a órdenes superiores. También existe la posibilidad de algunos
sujetos subalternos deseosos del poder, que ejercen violencia subrepticia
indirectamente, de ahí que construyan alianzas con otros sujetos de la
misma organización para obtener lo deseado, en otras palabras separar
del cargo al sujeto del mobbing.
Tipología de los sujetos: los acosadores
En el estudio de caso identificamos dos tipos de sujetos: a) hostigador3,
con las siguientes características psicológicas: se trata de un líder impuesto
por el rector general en turno. Ocupa una posición de poder-dominación,
es un joven adulto inexperto, miedoso, pusilánime, escurridizo, de mirada
siniestra; necesita subir 10 pisos para llegar a su oficina y evitar que lo
vea la gente que trabaja en las oficinas de Rectoría General. Así es como
Piñuel (2001) describe al jefe psicópata en su libro titulado Mi jefe es un
psicópata. Por qué la gente normal se vuelve perversa al alcanzar el poder.
2
Proponemos la categoría analítica compleja de sujeto/agente a partir de un estudio que se realizó en la
Universidad Autónoma de la Ciudad de México, el cual definimos como “…la parte constituyente de un todo cultural
que emana del pensamiento religioso y del Estado, luego, en su parte está contenido el todo además de ser elemento
constitutivo de ese proceso impuesto que se produce y reproduce a sí mismo en la violencia estructural-procesual,
directa y cultural.” (Sánchez Guevara, 2015: 36).
3
También categorizado como: victimario, perpetrador, acosador.
593
Este tipo de jefes investiga las vidas de sus colaboradores y conoce los
puntos débiles de las personas que trabajan a su alrededor, sobre todo de
quienes ocupan los mandos medios. El líder impuesto del que hablamos,
en su posición de poder-dominación, utiliza la información adicional de
los colaboradores como armas que le permiten eliminar a la víctima.
Tipología de los sujetos: los acosados
Las tres mujeres que fueron despedidas después de un largo proceso
de mobbing, se distinguían por ser expertas en el desarrollo de su trabajo,
por ser brillantes, ejecutivas, atractivas, independientes, autónomas,
alegres, creativas, con iniciativa para hacer crecer tanto el departamento
académico-administrativo a su cargo, como a la universidad en su
conjunto, además de tener un alto sentido de responsabilidad. En el
siguiente cuadro se resumen las fortalezas y debilidades de los sujetos de
acoso laboral.
Figura 1. Tipologías de las víctimas de acoso laboral
González de Rivera (2000)
Piñuel y Zabala (2001, p.58)
Hirigoyen (1999, pp. 63-69
Los envidiables. Personas
brillantes y atractivas
Elevada ética, honradez y rectitud, así como un alto sentido de
la justicia
Persona con escrúpulos que
tiene tendencia natural a
culparse
Los vulnerables. Individuos
con alguna peculiaridad o
defecto
Autónomas, independientes y
con iniciativa
Persona transparente
Los amenazantes. Individuos
activos
Altamente capacitadas por su
inteligencia y aptitudes, que
destacan por su brillantez profesional
Persona vital
Populares, líderes informales
entre sus compañeros o con
carisma de líderes de grupo
Con un alto sentido cooperativo
y de trabajo en equipo
Con elevada empatía, sensibilidad, comprensión del sufrimiento ajeno e interés por el desarrollo y el bienestar de los demás
Con situaciones personales o
familiares altamente satisfactorias y positivas
Fuente: Trujillo Flores, Mara Maricela, 2007: 7,
elaborado con base en la información de los autores citados.
594
Tipología de las acciones de los acosadores
En el caso de estudio, el perpetrador o acosador laboral realiza las
siguientes acciones: por un lado, argumenta verbalmente “yo te apoyo” y,
por el otro lado, utiliza un argumento de hecho (Haidar, 2006) quitando
trabajo a su colaboradora. El director de la Dirección de Planeación, el
perpetrador, solicita al sujeto acosado excesivo trabajo justo a la hora
de salida, también le pide trabajo insulso, el cual el acosador ya tiene
resuelto. El director acosador vigila al sujeto de mobbing en todas sus
acciones, le llama por teléfono y cuelga, creyendo que la colaboradora
no se dará cuenta. Para abundar más sobre las acciones hostiles de los
acosadores hacia las víctimas elegidas, se han clasificado conforme
a cinco aspectos: a) actitudes que intentan impedir que la víctima se
exprese, b) aislamiento de la víctima, c) descrédito de la víctima frente a
sus compañeros, d) desacreditar el trabajo de la víctima, e) comprometer
la salud de la víctima (véase el artículo titulado “El mobbing y su impacto
en la salud” de Florencia Peña Saint Martin y Sergio G. Sánchez Díaz,
2007). Por último, ilustramos con el trabajo de Martos (2005) la relación
victimarios-víctimas en el mobbing.
Figura 2. Relación “víctima-verdugos” en el mobbing
Acoso descendente o vertical. El acosador se halla en una posición
de poder superior a la de su víctima, ya se trate de poder social, económico,
laboral, jerárquico, etcétera.
Acoso ascendente o de abajo hacia arriba. Los acosadores se unen
contra alguien que tiene una posición superior.
Acoso horizontal. El acosador se halla en la misma posición de poder de su víctima y se trata de un acoso entre iguales. Es una situación en la que
el acosador se vale de su fuerza física o “moral” para hostigar a otra persona
de su mismo nivel jerárquico o social, con la aquiescencia (consentimiento)
del entorno.
Acoso mixto. Cuando varias de estas situaciones se encuentran presentes a la vez en un acto de acoso.
Fuente: Martos 2005, en Peña, 2007: 830.
En la Figura 3 se puede observar el organigrama de una organización
académico-administrativa universitaria. Con la letra “A” se identifica al
director de la extinta Dirección de Planeación y Desarrollo Institucional
en Rectoría General de la UAM. Este sujeto acosador ejerce su poder
sobre el sujeto de mobbing, identificado con la letra “B”, quien ostenta
595
el cargo de jefe de departamento. Uno de los jefes de área colocado en
la letra “C” es subalterno de “B”, y ejerce poder subrepticio sobre “B”
a través de una compleja red que organiza con el cuerpo de secretarias
identificadas con la letra “D” y de una de las jefas de área colocada con la
letra “C” perteneciente a otro departamento, quien es la emisora de los
mensajes a “A”. Los mensajes son las calumnias creadas por “C”, puestas
en boca de “B”.
El poder se ejerce en doble dirección de arriba hacia abajo, es decir
de “A” a “B” y de “C” a “B”, siendo “B” el sujeto de mobbing. El acosador
invisible, en este caso “C”, casi siempre se caracteriza por ser amable,
simpático, agradable, busca conocer qué es lo que le agrada a las personas
a las que va a utilizar para lograr su objetivo: el despido de “B”. Este sujeto
acosador, invisible, realiza acciones significativas para sus “amigas” a
quienes regala flores, invita a comer, las lleva a su casa, en consecuencia
identifican a “C” como un “verdadero amigo” al que hay que proteger
ante cualquier injuria que se le perpetre.
Figura 3. Organigrama de una organización académico-administrativa
cronotopos de acoso laboral
Una organización se caracteriza por dividir las tareas entre el
trabajador (hacer) y el directivo (planear). La preocupación sobre las
emociones y sentimientos en las organizaciones, daría lugar al movimiento
de Relaciones Humanas como respuesta al rechazo de los sentimientos
de los trabajadores por la administración científica de Taylor en 1911,
cuyos principios básicos son:
1. Dividir las tareas entre el trabajador (hacer) y el directivo
(planear).
2. Utilizar métodos “científicos”.
3. Seleccionar al personal más adecuado.
4. Entrenar al trabajador.
5. Controlar el rendimiento de los trabajadores mediante sistemas
especiales de incentivos.
De estos principios, el sujeto colocado en “A”, sólo pudo —hasta cierto
momento— realizar el control del rendimiento de los colaboradores,
sujetos colocados en “B”. Estos poseen mayor preparación académica y
administrativa que el sujeto “A”, lo cual lo pone en desventaja pues se trata
de un hombre joven, inexperto, miedoso, inseguro, con desconocimiento
del clima laboral —el cual era armónico—. Su ventaja es ser director y
en esa posición de poder y dominación mueve, con base en acciones
acosadoras sutiles, las piezas humanas a su antojo. Este aspecto junto con
la envidia de uno de los sujetos colocado en “C” hacia el sujeto colocado
en “B”, se construye un binomio en el que se ejecuta lo que Leymann
denomina Mobbing y el terror psicológico en los lugares de trabajo. En el
siguiente apartado, desarrollamos la semiótica de las emociones ante el
acoso laboral con base en la teoría de Iuri Lotman acerca de la Semiótica
de la Cultura, a fin de identificar los cronotopos, sujetos acosadores y
acosados que conforman una semiosfera de hostigamiento laboral.
Las emociones: sus manifestaciones semióticodiscursivas
Elaboración propia. Organigrama de la extinta Dirección de
Planeación y Desarrollo Institucional de la UAM-Rectoría General
596
En los estudios sobre el mobbing y en los estudios organizacionales,
la investigación sobre las emociones y sentimientos no ha sido tan vasta
como las que se han hecho en los campos de la psicología, la sociología
o la antropología y cuando se han hecho, sólo se ha referido a empresas,
597
pero no específicamente a la semiótica de las emociones de los sujetos que
laboran en empresas, instituciones públicas y privadas como escuelas,
hospitales, así como también organizaciones independientes.
Los estudios sobre el mobbing deben recurrir tanto a la semiótica
como al discurso de las emociones, y la semiótica también debe
interesarse en las emociones por tres motivos, según Lampis (2008-2009:
10-21): a) las emociones se definen mediante un dominio operacional
de significado, un dominio cognoscitivo en un contexto situacional y
experiencial específico tanto individual, como social y cultural; b) las
emociones pueden modelizarse culturalmente y modifican e influyen en
los procesos fisiológicos y bioquímicos que desencadenan y regulan el
estado emocional de los sujetos. Esto da cuenta de la plasticidad neuronal
porque “…en su caso los procesos de interacción, de acoplamiento, de
aprendizaje y de habituación desencadenan determinadas variaciones
en los patrones dinámicos de actividad cerebral implicados en el estado
emocional dado”; c) las emociones afectan directamente los procesos
de sentido y condicionan la producción del sentido o semiosis. Por su
parte, Charaudeau (2011) sostiene que las emociones “no conciernen
solamente a la pulsión, lo irracional y lo incontrolable, sino que tienen
también un carácter social”.
En relación con el estudio sociológico de las emociones, la producción
del sentido coincide con la semiótica. Un estudio realizado por Eduardo
Bericat (2012) arroja varias definiciones y una tipología de emociones,
con lo que no está de acuerdo Antonio Damasio (2006); sin embargo,
acepta que es necesario hacerla. La emoción da cuenta del estado afectivo
del sujeto, sea este positivo o negativo. De ahí que se le clasifique en
emociones primarias y secundarias, que son respuestas universales,
fisiológicas, biológica y neurológicamente innatas:
1. Emociones primarias: son un conjunto de respuestas químicas
y neuronales desencadenadas automáticamente por el sistema
nervioso en presencia de estímulos específicos y que producen
modificaciones en el estado del cuerpo y de los propios circuitos
neuronales (Lampis, 2008-2009), por ejemplo: el miedo, la ira,
la depresión o la satisfacción (Kemper, 1987, en Bericat, 2012);
la satisfacción-felicidad, la aversión-miedo, la aserción-ira, la
598
decepción-tristeza y el sobresalto-sorpresa (Turner, 1999: 145,
en Bericat, 2012).
2. Emociones secundarias: resultan de una combinación de las
primarias, están condicionadas social y culturalmente. La culpa, la
vergüenza, el amor, el resentimiento, la decepción o la nostalgia.
Con base en el punto de vista de Montes (2016), para fundar una
semiótica de las emociones se proponen dos premisas: a) la dimensión
emocional puede ser un objeto de estudio en pleno derecho (y que como
tal tiene mucho que aportarle a la reflexión semiótica y a los estudios
sobre la discursividad social en general, y b) el único camino viable
para abordar realmente lo emocional es considerándolo como efecto de
sentido. Analizar lo pasional como efecto de sentido abrió la posibilidad
de introducir en el debate la mirada de la semiótica peirceana (Fabbri,
2000: 70, en Montes, 2016). Por lo tanto, las emociones pueden pensarse
como efectos de sentido manifiesto en lo corporal: biológico, fisiológico,
físico y psicológico, y su producción del sentido.
Para Montes, las emociones son particulares efectos del sentido
producidos por los signos, entendidos no como las unidades mínimas de
sentido, sino como textos, por ejemplo una performance, una teatralidad
del cuerpo (Damasio, 2006: 32), una música o una imagen, producción
semiótica-discursiva.
Cualquier campo cognitivo que estudie las emociones, como la
antropología, la psicología, la sociología coinciden con el de la semiótica:
la emoción pasa por la producción del sentido en virtud de que tiene
un carácter social y cultural. En cierta medida, la violencia psicológica
opera tanto en el hostigador como en el hostigado, ya que el primero
despliega una serie de acciones que conllevan emociones negativas,
pues el solo hecho de pensar la forma y que hacer para perjudicar a la
víctima, activa las sustancias químicas que pasan por el cerebro y, por
tanto, modifica el cuerpo biológica y fisiológicamente. Al respecto,
Damasio (2006) se refiere a “…un anidamiento de lo simple dentro de lo
complejo… la maquinaria del sistema inmune y de regulación metabólica
está incorporada a la maquinaria de los comportamientos del dolor y del
placer” (2006: 41).
599
En la interacción laboral-social y cultural ya sea directa o indirecta, las
emociones se activan en ambos polos: tanto en el del victimario como en
el de la víctima y ambos de una u otra forma quedan afectados biológicofísico-psicológica-socioculturalmente, atendiendo a lo que plantea Edgar
Morin (2003) en cuanto que el sujeto es un ser bio-físico-psíquico-social.
Cuando la emoción emerge de un pensamiento negativo o positivo y
se lleva a cabo en la acción, el cuerpo recibe estímulos neuronales que
necesariamente afectan el estado del cuerpo y, por supuesto, la psique,
con la emergencia de enfermedades psicosomáticas.
Las emociones son fenómenos complejos que están determinadas
fundamentalmente por el desarrollo conjunto de una serie de cambios
fisiológicos, de conductas (no instrumentales en muchas ocasiones) y de
experiencias subjetivas y evaluativas (Fridja, 1986; Cit. En Lazarus, 1991).
Lazarus (1991) identifica en su teoría cognitiva-motivacional-relacional
algunos de los núcleos temáticos relacionados para algunas de las emociones
sobre las que existe un mayor acuerdo, como se puede observar en la
Figura 4.
Figura 4. Núcleos temáticos relacionados para cada emoción
Ira
Ofensa contra uno mismo o lo propio.
Ansiedad
Incertidumbre, amenaza.
Culpa
Por transgredir una norma moral.
Vergüenza
Por mostrar un defecto relacionado con ideales propios.
Tristeza
Pérdida irrevocable.
Celos
Asco
Resentimiento ante la amenaza o pérdida de un afecto o favor de
otro que vaya a un tercero.
Rechazo hacia un objeto o idea desagradable.
Felicidad
Progreso razonable en la consecución de una meta.
Orgullo
Reacción como resultado de un logro propio vinculado al ego.
Fuente: Lazarus, R.S., 1991, Emotion and adaptation. New York:
Oxford University Press y Lazarus, R.S., 2001, Relational meaning
and discrete emotions. En K.R. Scherer, A. Schorr y T. Johnstone
(Eds.), Appraisal processes in emotion: Theory, methods, research,
pp. 37-67. New York: Oxford University Press. Citado en “Procesos
de Valoración y Emoción: Características, Desarrollo, Clasificación y
Estado Actual”.
600
La expresión de las emociones requiere del uso de signos compartidos
culturalmente, como por ejemplo: movimientos corporales, expresiones
faciales, niveles cognitivos y matices del lenguaje, para así conseguir
que sean comprendidos y tengan significado social. Sin embargo, en
algunos casos de mobbing, tanto las acciones como el discurso pueden
ser contradictorios, ejemplo de ello es cuando la informante señala: “mi
jefe me decía que me apoyaba y luego me quitaba el apoyo… primero
me mandaba mucho trabajo y después tres documentos sin importancia.”
Las acciones y el discurso necesariamente impactan en las emociones
del afectado. En este sentido, Lazarus (1991) propone cinco tipos de
emociones:
1. Emociones desagradables: miedo, envidia y celos.
2. Emociones existenciales: ansiedad, vergüenza y culpa.
3. Emociones derivadas de condiciones de vida desfavorable:
tristeza, depresión y esperanza.
4. Emociones derivadas de condiciones de vida favorable: felicidad,
amor y orgullo.
5. Emociones de empatía: compasión y gratitud.
Los procesos emocionales se desencadenan de manera automática
ante estímulos externos o internos, en forma personal y difícilmente
controlados por la razón. De hecho, para Jonathan Haidt “la racionalidad
humana depende básicamente de una emocionalidad compleja […]
la razón y la emoción deben trabajar juntas para crear una conducta
inteligente, pero la emoción hace la mayor parte del trabajo” (Haidt,
2006: 28).
No obstante que las expresiones emotivas sean personales, también
son moldeadas y transmitidas por la familia, los grupos étnicos, las
religiones y los espacios de trabajo. Fineman (1996) advierte que existen
emociones prototípicas como son las de la madre, las del padre, las
del jefe, las del subordinado, de la mujer o del hombre. Las emociones
situacionales son las que se expresan en instituciones como: hospitales
o fiestas, también en las oficinas públicas y privadas, en la escuela, entre
otros espacios. Estos espacios cuando significan amargura, ansiedad,
tristeza, miedo, rechazo, aversión, para quien sufrió acoso laboral en
ese lugar, se significan “espacios físicos de poder”, de ahí que se les
601
considere como cronotopos, donde en un tiempo-espacio determinado se
desarrollaron el acoso laboral simbólico y sutil.
El concepto de cronotopo para Bajtín (1989) [literalmente espaciotiempo] es un:
…término [que] se utiliza en las ciencias matemáticas y ha sido
introducido y fundamentado a través de la teoría de la relatividad de
Einstein. (…) lo vamos a trasladar (...) a la teoría de la literatura, casi
como una metáfora (…); es importante para nosotros el hecho de que
expresa el carácter indisoluble del espacio y el tiempo (el tiempo como
la cuarta dimensión del espacio). Entendemos el cronotopo como una
categoría de la forma y el contenido en la literatura (no nos referimos
aquí a la función del cronotopo en otras esferas de la cultura (Bajtín,
1989: 237).
En este trabajo, retomamos el concepto de cronotopo como una
metáfora en la que el tiempo y el espacio indisolublemente significan
ansiedad, miedo, tristeza, aversión para el sujeto que sufrió acoso
laboral, por el recuerdo de lo que vivió en ese determinado cronotopo;
en este sentido el sujeto de mobbing también se puede definir como
sujeto cronotópico. Esto es, el sujeto al recordar, ver o visitar el espaciotiempo, identifica las emociones negativas y las manifiesta como dolor
de estómago, nerviosismo, ansiedad, aunque ya haya pasado tiempo de
haber vivido el hostigamiento laboral. El sujeto no va a experimentar una
identidad socio-cultural, pero si mantiene en su memoria cultural todo
aquello que le representa la negatividad.
El cronotopo, sostiene Alejos (2017), se refiere a la materialización
del tiempo en el espacio, en el cuerpo, y al posicionamiento del sujeto
en el tiempo-espacio. “El cronotopo se constituye como un fenómeno
que posiciona al individuo y lo conecta con su grupo social y su cultura”.
Aunque en el caso de los sujetos acosados laboralmente, no ocurre así,
sino al contrario, ellos pueden experimentar rechazo y aversión.
Sobre la base de que el sujeto tiene dos mentes o un yo dividido,
la mente racional y la mente emocional, la que piensa y la que siente,
resulta que cuanto más intenso es el sentimiento más dominante se
602
vuelve la mente emocional y más ineficaz la mente racional, porque
aunque la emoción alimenta la mente racional, ésta depura las emociones
(Goleman, 2000: 27). Los sentimientos y emociones son el corazón de la
experiencia humana y nos conectan con nuestras realidades (Fineman,
1996). Existen sentimientos aceptados socialmente que generan buenas
relaciones, pero otros además de ocasionar conflictos en las relaciones
sociales hacen daño al sujeto, por ejemplo: los celos o la envidia hacen
más daño al sujeto que los siente que al sujeto que los recibe, pero además
pueden ocasionar conflictos en las relaciones sociales y laborales.
En el caso de mobbing, por parte de los hostigadores hay una evidente
envidia y celos hacia las hostigadas, en virtud de que ellos carecen de la
experiencia, de los conocimientos que ellas acumularon durante el tiempo
en que se desempeñaron en sus puestos. Por su parte, los sentimientos de
compasión y empatía pueden lograr un ambiente de trabajo agradable y
cooperativo.
En la Figura 5, se describen las respuestas emocionales negativas
que reportaron las víctimas de mobbing. Estas respuestas emocionales
pueden clasificarse así: a) durante el acoso, b) inmediatamente después
de ser separadas de su cargo y c) a largo plazo.
Figura 5. Respuestas emocionales de las víctimas de mobbing
rememoración de lo sucedido
evitación de cuanto recuerde de lo vivido
miedo extremo a vivir situaciones parecidas
tristeza y angustia vital
palpitaciones y sensación de falta de aire
insomnio y pesadillas
llanto fácil y sobresaltos
irritabilidad y agresividad
reacciones violentas ante situaciones cotidianas
indiferencia ante las personas más queridas
Largo plazo
Durante el acoso e inmediatamente después
del despido o renuncia
Fuente: Piñuel, 2005ª, en Peña, 2007. (Se propone la clasificación de
largo plazo mediato e inmediato, Sánchez, 2017).
603
Emociones, sentimientos y razonamiento
A la pregunta de si la emoción es lo mismo que el sentimiento, hay
una serie de argumentos de varios teóricos que explican que ambos
conceptos tienen marcadas diferencias, por ello no se pueden considerar
como sinónimos. Fineman se hace la pregunta ¿qué se siente realizar un
trabajo? Dicha interrogante no ha sido suficientemente investigada. El
problema de conocer lo que se siente cuando se realiza un trabajo tiene
dos dificultades; en primer lugar, en el momento de la realización de la
actividad, la gente puede estar absorta en su desempeño y por tanto no
reparar en sus sentimientos inmediatos. Mihaly Czikszentmihalyi (en
Goleman 2000: 117); Frese et al (en Fineman, 1996: 547) argumentan
que los sentimientos relacionados con el flujo de experiencias laborales
absorben el ego de la gente y, en consecuencia, los libera de juicios de
sí mismos sobre incapacidad de hacer un trabajo determinado. Para
Goleman, “ser capaz de entrar en el así llamado flujo es el punto óptimo
de la inteligencia emocional […] las emociones no sólo están contenidas
y canalizadas, sino que son positivas, están estimuladas y alineadas con la
tarea inmediata” (2000: 117).
Existen tipos de actividades laborales que producen aburrimiento,
desencanto o hastío y aquellas que producen sentimientos placenteros
como las actividades estéticas que tienen un fuerte componente de
creatividad, tales como: la creación musical, la danza, el diseño, la
decoración, la pintura y la cerámica. Asimismo; cirujanos, programadores
de cómputo, matemático, académicos, investigadores tienen fama de
reportar sentimientos de profunda participación y concentración.
En las organizaciones, como es el caso del que estamos hablando,
hay un juego entre las emociones, los sentimientos y la racionalidad
de los sujetos que laboran, porque estos no son solamente agentes
racionales, sino también tienen una mente emocional, que es la principal
responsable de sus decisiones personales. Las emociones constituyen
un conjunto de factores determinantes en las decisiones dentro de una
organización. Por esta razón, en el análisis organizacional se plantea la
pregunta: ¿cuál es la relación que hay entre la racionalidad y los factores
emotivos y sentimentales en la toma de decisiones? El análisis de tal
relación es propuesta por Fineman (1996) en tres direcciones:
604
1. Cómo interfieren las emociones con la racionalidad.
2. Cómo el proceso emocional sirve a la racionalidad.
3. Emoción y cogniciones están empalmadas inextricablemente.
Un alto nivel de incertidumbre puede provocar miedo y, a cierta
intensidad, puede poner a la persona en alerta contra posibles riesgos y
llevarla a ser cuidadosa, pero si el miedo es intenso paraliza al sujeto y
entonces le ocasiona algún daño, como es el caso de las mujeres hostigadas.
En relación con el discurso de la informante, no toma la decisión de
renunciar porque queda paralizada por el miedo de no encontrar trabajo
en otro lugar.
La movilización estratégica de los intereses de los sujetos determina
el comportamiento político de las organizaciones y no necesariamente
coinciden con las metas establecidas por la organización. Para el logro
de los intereses subjetivos, se desarrollan políticas informales de carácter
emotivo entre los actores que, en ocasiones, son positivas, como el
sentimiento de solidaridad y colaboración, pero también, y esto es lo más
común, el deseo de control informal por parte de los sujetos que genera la
formación de coaliciones, el descrédito del trabajo de otros, o la compra
simbólica o separación de amigos. En cada negociación se establece
un juego de emociones entre los actores involucrados. Al respecto la
informante menciona: “[…] a una de las auxiliares la despidieron porque
era mi amiga […]”.
El paradigma del agente racional en las organizaciones presupone
un pensamiento lógico, frío y calculador para tomar decisiones en una
estructura rígida, jerárquica y en un ambiente de certidumbre. Sin
embargo, el ambiente de certidumbre no siempre se cumple, pues las
organizaciones se encuentran inmersas en ambientes inciertos y ante una
situación de emergencia el agente racional puede fallar.
René Descartes, en su obra Las pasiones del alma, hace una disertación
de cómo las emociones se originan en el organismo humano de manera
visceral. Para descubrir el proceso emotivo define seis pasiones primitivas:
admiración, amor, odio, deseo, alegría y tristeza. Para el filósofo la
influencia de las emociones en el actuar de los seres humanos se aclara en
su famosa frase: cogito ergo sum (pienso luego existo). Es decir, el “pienso
605
luego existo” es equivalente a entiendo, quiero, imagino y siento, luego
existo. Y si existo decido, entonces cuando lo hago, mis sentimientos,
emociones, deseos, imaginaciones y pensamientos están motivando mis
decisiones. La razón y la emoción no pueden estar separadas.
Las emociones determinan lo que nos agrada o no y por tanto
determina los fines y los medios para conseguirlo. Si no existieran las
emociones no sería posible tener criterio para valorar tanto los medios
como los fines. Antonio Damasio (2006) hizo estudios a pacientes que
tienen dañado el cerebro en el circuito prefrontal–amígdala, y observó
que su capacidad para tomar decisiones era terriblemente degradada, no
obstante que su capacidad intelectual no había sufrido deterioro. Por lo
tanto, concluye que los sentimientos son típicamente indispensables para
las decisiones racionales.
La relación entre las emociones y la racionalidad constituye una
base fundamental para el análisis del comportamiento organizacional
sobre la base de este complejo concepto de racionalidad y emotividad.
Fineman (1996) ha encontrado que la reciente emergencia de intereses
sociológicos sobre las emociones, subraya la hipótesis del acoplamiento
de las emociones y la racionalidad, dado que usualmente los individuos
llevan un pasado personal que implica especial énfasis en el proceso de
formación social del significado (Elias, en Fineman, 1996: 551). Con base
en lo anterior, en el siguiente apartado, se desarrolla el modelo semióticodiscursivo de las emociones ante el acoso laboral.
Modelo semiótico-discursivo de las emociones ante
el acoso laboral
El acoso laboral es un fenómeno complejo donde interactúan las
acciones, los saberes, las creencias en un espacio-tiempo determinado y
hacen explosión las emociones, los sentimientos y la racionalidad de los
sujetos involucrados. Como se puede observar en la Figura 6, todas las
interacciones humanas constituyen el gran sistema.
Para construir un modelo semiótico-discursivo retomamos la
definición de Lotman acerca de la semiosfera, la cual “es el espacio
semiótico fuera del cual es imposible la existencia misma de la semiosis”
606
(Lotman, ([1984] 1996: 12). En dicho espacio-tiempo o cronotopo,
el acoso laboral tiene por fundamento explícito separar al sujeto
de su puesto de trabajo, y el fundamento implícito es la envidia. La
producción del sentido tanto del hostigador como para el hostigado es
la pathemización (Charaudeau, 2011), es el cronotopo [espacio-tiempo
simbólico] en donde hacen explosión todas las emociones, sentimientos
y racionalizaciones.
En el proceso de pathemización se distinguen dos tipos de ethos
aristotélicos: a) Ethos objetivo que da cuenta de las costumbres,
preferencias, deseos, las formas de las pasiones; por ejemplo, cuando se
exacerba la nacionalidad, el sexo, la edad, ser joven es mejor que ser viejo;
entre otros aspectos; y b) Ethos subjetivo que se refiere a los hábitos,
actitudes, por ejemplo: ser avaro, colérico, valiente, chismoso, envidioso,
justo, simpático. En la relación de ambos ethos, emerge el pathos que
para Charaudeau (2011) representa las emociones y, específicamente
en el acoso laboral, se produce una pathemización de doble entrada: el
hostigador, quien a través de sus acciones genera en el hostigado una serie
de emociones negativas que se traducen en enfermedades psicosomáticas
como: estrés, desgano, sueño, migrañas, problemas gástricos, dolor de
estómago, colitis, derrame de adrenalina, crisis asmáticas, formación de
hernias hiatales, diabetes, presión alta, baja autoestima, miedo, terror,
odio, resentimiento, delirio de persecución y toda clase de enfermedades
psicosomáticas. El sujeto hostigado una vez que se ha separado del
cronotopo de violencia simbólica deberá llevar una terapia psicológica
para recobrar su autoestima y equilibrar sus emociones, lo cual conlleva
el gasto económico, considerada otra violencia.
En este gran sistema, se incluyen también, las prácticas semióticodiscursivas que dan cuenta de los léxicos de acoso laboral así como de la
tópica de las acciones que los sujetos colocados en ambos polos del proceso
del hostigamiento les dan sentido, siempre negativo. Las emociones se
apropian de los cuerpos de los sujetos que se hallan dentro del conflicto.
El cuerpo del perpetrador se identifica por la forma de caminar, de mirar,
de hablar, de dirigirse a los demás de una forma muy segura. Mientras
que el cuerpo del perpetrado se observa minimizado, frágil, devaluado,
en suma un cuerpo enfermo.
607
Figura 6. Modelo semiótico-discursivo de las emociones ante el acoso laboral
Fuente: Elaboración propia con base en “Hacia un modelo semióticodiscursivo para la comunicación participativa de desarrollo el caso
del módulo de validación tecnológica” Sánchez & Cortés (2012).
A MANERA DE CIERRE
Para estudiar las emociones y los sentimientos humanos resulta
interesante hacerlo desde su complejidad. Siguiendo a Antonio Damasio
(2006), las emociones responden a un principio de anidamiento que
va de lo simple a lo complejo. Por ejemplo, el filósofo propone mirar el
comportamiento de emociones y de sentimientos como si fuera un árbol,
donde en la parte inferior del tronco se colocan las respuestas inmunes,
los reflejos básicos y la regulación metabólica. En el siguiente segmento,
de donde nace la bifurcación de troncos, se ubican los comportamientos
de dolor y placer. En las ramificaciones hacia arriba encontramos la
608
manifestación de instintos y motivaciones. En el inicio del follaje se
hallan las emociones y en el follaje esplendoroso los sentimientos, los
cuales sostienen un nivel de regulación homeostática. Las emociones se
expresan en el teatro del cuerpo y de la cara, y los sentimientos en el
teatro de la mente, dice Damasio (2006).
A partir del principio de anidamiento, el sujeto victimario del
hostigamiento laboral, al percibir la emoción negativa mediante acciones
y argumentos de hecho, despliega una serie de moléculas químicas que
van a impactar en su organismo, el flujo de sangre corre vertiginosamente
por todo el cuerpo y logra el derrame de adrenalina a causa del miedo. Los
jugos gástricos, al ser ácidos, provocan una serie de movimientos internos
que pueden causar las enfermedades. La emoción visible como el miedo es
sumamente poderosa, porque dicha emoción provoca la desestabilización
biológica y química de la víctima de hostigamiento laboral. Se anidan las
expresiones biológicas-fisiológicas —el miedo exacerbado hace que la
víctima no controle esfínteres, por ejemplo en el caso de un asalto a mano
armada; o derrame continuamente adrenalina— con las psicológicas. De
ahí que las emociones cuando pasan por el proceso de producción de
sentido, el sujeto ha aprendido que determinadas emociones negativas le
producen sentido semiótico-discursivo.
Los sentimientos “…no son sólo simples conglomerados de emociones.
Son emociones ordenadas, narradas y orientadas. En tanto terceridades,
son instrumentos sociales de incalculable valor para fijar (o intentar fijar)
a las emociones” (Montes, 2016). De ahí que el principio de anidamiento
sea complejo porque ante el hostigamiento laboral, el cuerpo, el cerebro y
la mente de la víctima van a desplegar sustancias químicas que impactan
tanto para la vida biológica como para la psicológica del sujeto hostigado.
En ese proceso de producción de sentido, las emociones se ubican en
el gran sistema, en la semiosfera de la violencia laboral y, por tanto, la
víctima puede padecer enfermedades psicosomáticas, desde la más
sencilla hasta la más grave.
609
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611
PUBLICIDAD DE BEBIDAS
ALCOHÓLICAS: IMAGINARIO,
ARGUMENTACIÓN
EMOCIONAL Y PERSUASIÓN
Jorge Cantú Sánchez
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores
de Monterrey
jorgecantudg@gmail.com
Resumen: La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2010) considera una epidemia mundial
el consumo excesivo de alcohol; la publicidad y sus diversas técnicas de mercadeo son factores
que contribuyen a diseminarla. La presente investigación, tiene como objetivo el explorar de
qué modo la publicidad de bebidas alcohólicas emplea argumentos emocionales y cuáles son
los imaginarios que buscan instituir. Para ello, se analizó el contexto semiótico-discursivo
de tres anuncios de bebidas alcohólicas, empleando tres métodos de investigación para la
comunicación visual: la Argumentación pictórica de Kjeldsen, la Argumentación visual
recurriendo a la Lógica natural de Grize y, por último, la Semiótica social visual de Kress
y van Leeuwen. En dichas publicidades, se analizan los diversos argumentos emocionales
que contribuyen a instituir un imaginario nocivo para la salud de los consumidores, así
como los mecanismos de persuasión, cuyo principal objetivo es incrementar el consumo
de alcohol. Los resultados obtenidos contribuyen a respaldar la advertencia emitida por la
OMS, la cual relaciona la publicidad de bebidas alcohólicas con problemas de salud pública.
Palabras clave: Publicidad de bebidas alcohólicas, Imaginario, Emociones
en la publicidad, Semiótica visual, Comunicación visual.
Abstract: The World Health Organization (WHO, 2010) considers a global epidemic the
excessive consumption of alcohol; Advertising and its various marketing techniques are
factors that contribute to its dissemination. The objective of the present investigation is to
explore how advertising of alcoholic beverages uses emotional arguments and which are
the imaginaries that they seek to institute. To this end, the semiotic-discursive context of
three advertisements for alcoholic beverages was analyzed, using three research methods
for visual communication: Kjeldsen’s Pictorial Argumentation, Visual Argumentation using
Grize’s Natural Logic and, finally, Semiotics Social Vision of Kress and van Leeuwen. In these
advertisements, we analyze the various emotional arguments that contribute to instituting a
harmful image for the health of consumers, as well as persuasion mechanisms, whose main
objective is to increase alcohol consumption. The results obtained support the warning issued
by the WHO, which links the advertising of alcoholic beverages with public health problems.
Keywords: Advertising of alcoholic beverages, Imaginary, Emotions
in advertising, Visual semiotics, Visual communication.
613
INTRODUCCIÓN
“Todo con medida”. Esta es la frase que por ley debe estar presente
en toda la publicidad de bebidas alcohólicas en México. Hacer caso omiso
a dicha advertencia puede tener repercusiones negativas en la salud de
los consumidores. La Organización Mundial de la Salud en su texto, El
alcohol: Un producto de consumo no ordinario (2010), indica que entre
más alcohol consume una sociedad, ésta se enfrenta a un mayor número
de problemas. En cuestión de salud pública, establece que el consumo
excesivo de alcohol es considerado una epidemia, ya que es una de las
principales causas de muerte y discapacidad en diversas zonas del mundo.
En la región de las Américas, durante el 2015, las cinco principales
causas de muerte entre los jóvenes y adultos jóvenes de 15 a 29 años
de edad, según cifras oficiales (WHO, 2017), son: agresiones físicas,
siniestros viales, suicidios, abuso de drogas y, el último de este top 5, es el
virus de inmunodeficiencia humana (VIH/SIDA). Al comparar los datos
previos con los datos obtenidos en México del 2011 (CONAPRA, 2013),
se puede observar una enorme similitud.
En estas cinco principales causas de muerte, entre los 15 y 29 años, se
ha identificado que el consumo excesivo de alcohol es un factor que está
presente, más no es el único. Para las agresiones físicas, la OMS (2006:
2) publica que, “en todas las culturas se identifica una estrecha relación
entre alcohol y violencia”.
En México, aproximadamente el 70% de los siniestros viales con
fatalidad son causados por conducir en estado de ebriedad (CONADIC,
2010). A su vez, Kaplan et al. (2013) concluyen que, tanto en hombres
como en mujeres, la intoxicación de alcohol está relacionada con el
suicidio. Por último, el Instituto Nacional sobre Abuso de Alcohol y
Alcoholismo (2002) de EE.UU. establece que personas con un patrón de
consumo de alcohol alto son más propensas de contraer VIH, debido a
que practican con mayor frecuencia conductas sexuales que las ponen en
riesgo, ejemplo de ello es tener relaciones sexuales sin protección, misma
conducta que se da frecuentemente entre personas que ya son portadoras
del virus y presentan patrones de consumo elevado de alcohol.
614
Dado que el marketing y la publicidad son considerados por la OMS
como uno de los principales factores ambientales relacionados con un
consumo excesivo del alcohol, los académicos de la salud pública se han
dado a la tarea de indagar cuales son los diversos aspectos que influyen
en que una persona consuma bebidas alcohólicas de forma excesiva
y practique conductas que ponen en riesgo su salud física y mental.
Cherrington, Chamberlain y Grixti (2006) identifican que en el campo
de la investigación de la publicidad de alcohol predomina un enfoque
positivista, por lo cual sugieren complementarlo con aproximaciones
culturalistas.
Por lo tanto, el objetivo de este artículo es abordar dicha problemática
desde la transdisciplina, para explorar de qué manera el discurso
publicitario de bebidas alcohólicas emplea argumentos emocionales y
cuál es el imaginario que podría contribuir a instituir; actividad a la cual,
en conjunto con las estrategias de marketing, se destinan anualmente
más de un billón de dólares (Institute of Alcohol Studies, 2013).
El texto se distribuye en un marco referencial que aborda los
conceptos relacionados a la institución de un imaginario, el uso de las
emociones en la publicidad, datos generales sobre el uso de internet y
la creciente inversión en publicidad de bebidas alcohólicas. Al haber
ubicado la problemática en un contexto cultural, ésta se explora desde
un enfoque transdisciplinario para lo cual se han elegido tres rutas
analíticas. En primer lugar, se retoma la Lógica natural de Grize para
analizar un anuncio publicitario; después se utilizan las propuestas de
la Argumentación pictórica de Kjeldsen; y para finalizar, se recurre a la
Semiótica social visual de Kress y van Leeuwen. Para concluir, se integran
los resultados de dichas metodologías y teorías utilizadas, y se desarrolla
el posible imaginario que los tres anuncios contribuyen a instituir.
LA PUBLICIDAD Y LA CULTURA DE CONSUMO
Está claro que el sujeto no es un contraste entre positivo o negativo,
racional o emocional, usuario o consumidor, sino que supone relaciones
recursivas contradictorias. Al realizar un análisis teórico para identificar
el degradado de la gama de grises entre lo emocional y lo racional de
la cultura actual, hemos identificado que existe una tendencia evidente
615
en el discurso publicitario contemporáneo para promover el consumo:
utilizar más argumentos emocionales que racionales, implicando que lo
emocional es un soporte fundamental de la persuasión.
Lipovestsky (2007: 173) desarrolla el concepto de un turboconsumidor
dentro de la sociedad hiperconsumista, en la cual “el estadío ‘primitivo’ o
conductista de la publicidad se ha agotado, en la actualidad presenciamos
un momento irónico, reflexivo, emocional”. A su vez, Baudrillard (1994)
identifica al hipermercado como futuro modelo de las relaciones sociales,
por lo cual la publicidad diseña lo social. Aunado a lo anterior, Habermas
(1991) concluye que hemos regresado a una especie de refeudalización
de la esfera pública debido al predominio de argumentos emocionales;
el rol de la prensa y publicaciones periódicas pasó de ser el medio de
argumentos crítico-racionales a la difusión de discusiones financiadas
por publicidad con argumentos comerciales.
El texto de Cornelius Castoriadis (2005) puede contribuir a
profundizar en el contexto histórico-socio-cultural descrito por los
autores citados en el párrafo anterior. Para ello, desarrolla una serie
de conceptos con el fin de describir cómo a través de los signos y sus
significados, una sociedad y su imaginario se van instituyendo.
Establece que el lenguaje y sus significados no son estáticos, ya que
están en constante transformación y, por lo tanto, las significaciones
del lenguaje no son determinadas, más bien son indefinidamente
determinables. A esta galaxia de innumerables combinaciones de
representaciones y significados, el autor la denomina magma. La
limitación de las significaciones causa que surja una significación central
que reorganiza, reacomoda y reforma las significaciones sociales previas,
de tal manera que las altera y condiciona la constitución del sistema. Esta
alteración de la totalidad del magma considera a su vez la transformación
de actividades y valores, incluyendo a los sujetos y objetos. Se puede
mencionar que la significación central, es la que permite visualizar
constelaciones en la galaxia de posibles significados.
Castoriadis destaca como ejemplo de significaciones centrales a Dios
y a lo económico, ya que no son una significación de algo, no poseen
un referente, instituyen el modo de ser de los objetos y sujetos que se
616
relacionan a éstos, y a su vez condicionan y orientan el quehacer social
y las representaciones. Este mundo de significaciones centrales es lo que
mantiene junta a una sociedad. En otras palabras, al instituir un mundo
de significaciones se instituye una sociedad.
El autor reconoce que actualmente en el mundo occidental, el lugar de
Dios como la significación central, ha sido reemplazado por lo económico,
con ello se ha transformado el magma de significaciones porque los
signos y sus significados están determinados por el orden económico. De
esta forma, diversos teóricos concuerdan en la prevalencia de la cultura
de consumo a nivel global. Entre ellos, Lipovetsky apunta que “La idea
de sociedad de consumo parece hoy algo evidente y se presenta como
una de las figuras más emblemáticas del orden económico y de la vida
cotidiana de las sociedades actuales” (2007: 19). A su vez, Bauman (2007)
considera que las tres principales características de la cultura actual son:
el individuo transformado en mercancía, la promesa de una vida feliz
a través del consumo y el síndrome consumista. Este análisis ayuda a
clarificar la dimensión de la significación central económica/comercial
propuesta por Castoriadis.
El reordenamiento de los signos y significados, presentes en los
magmas con base en esta significación central económica/comercial,
afecta inclusive a la forma en que el sujeto se instituye. Schor (2007)
menciona que en la época actual, el consumidor es un agente que construye
su identidad, pero a través de las opciones ofrecidas por el mercado de
consumo, es limitado a su valor económico, por lo que “es prácticamente
imposible construir una identidad fuera del mercado de consumo” (2007:
25). En concordancia con el proceso para la construcción de la identidad
del sujeto en una cultura de consumo, Lipovetsky (2007) presenta la
paradoja del hiperconsumidor, al indicar que éste posee la habilidad para
afirmarse como agente que aprovecha todas las opciones ofrecidas por el
mercado, pero por otro lado estas opciones y estilos de vida a elegir son
dependientes del sistema comercial.
Para lograr instituir la cultura de consumo actual, la publicidad ha
jugado un rol fundamental, como lo establece Williamson (2002: 11):
“los anuncios son uno de los factores culturales más importantes que
moldean y reflejan nuestra vida actual”. A su vez, Sut Jhally y James
617
Twitchel, al ser entrevistados por McClaren (1999), consideran que la
publicidad es el centro de la creación de sentidos en nuestra cultura, el
principal narrador que nos informa sobre los objetos, logrando vincular
el mundo material con el mundo simbólico y cultural.
A partir de los conceptos desarrollados por Castoriadis, se presenta
la posibilidad de analizar la publicidad como la materialización de las
significaciones imaginarias de la sociedad, como principal herramienta
para la institución del magma de las significaciones con referente
comercial. La publicidad es entonces un instrumento de difusión, ligado
directamente a la significación central económica/comercial. En la
cultura de consumo actual, los diversos signos lingüísticos y visuales
que conforman un texto publicitario generan diversos significados e
imaginarios, que se complementan con los receptores consumidores. Esta
relación entre el signo intencional en el ambiente y la interpretación del
significado de este signo a partir del imaginario del sujeto, forma parte
del proceso cíclico clave para instituir la propia sociedad.
La investigación de Leiss, Kline y Jhally (1997) identifica las
tendencias de la publicidad en la prensa impresa a lo largo del siglo XX, al
emplear una metodología mixta entre análisis de contenido y semiótica,
concluyen que a grandes rasgos, a lo largo de este periodo de tiempo, la
publicidad modifico sus argumentos. Pasando de un discurso utilitario, en
el cual se destaca la funcionalidad por la cual se adquiere cierto producto,
a identificarlo con emociones humanas involucradas en las relaciones
sociales entre sujetos, tales como amor, orgullo, pertenencia o amistad.
Relacionar a los productos con emociones humanas es una técnica
publicitaria utilizada con frecuencia, ya que en la actualidad existen muy
pocas marcas que sean realmente únicas en el mercado, y contribuye
a incrementar la probabilidad de una venta exitosa. Debido a ello
Burtenshaw (2007) comenta que John Bartle, Director General de Bartle
Bogle Hegarty, desarrolla la proposición de venta emocional (Emotional
Selling Proposition, ESP), estableciendo una conexión personal entre el
receptor y la marca.
Considerando lo anterior, es fácil de identificar las estrategias
publicitarias que estimulan una respuesta emocional como humor,
618
temor, deseo o patriotismo. Inclusive, podemos observar que los grupos
de servicios, y varios productos recurren con mayor frecuencia a ciertas
emociones. Productos de moda o fragancias, se asocian con la atracción
sexual y el orgullo; las aseguradoras se relacionan con el temor a la
pérdida material o con el afecto hacia la familia; los productos deportivos
con la perseverancia, el esfuerzo y la autorrealización (Stewart, Morris &
Grover, 2007).
Debido a los diversos usos del concepto de emoción, es necesario
revisar algunas propuestas teórico-metodológicas. Hawkins, Best y
Coney (2004) proponen que la experiencia emocional se asocia con
cambios fisiológicos, pensamientos cognitivos, conductas y sentimientos
subjetivos. Los cambios fisiológicos asociados a las emociones pueden
ser la dilatación de la pupila, aceleración de los latidos del corazón y
respiración agitada. Generalmente, una emoción produce una idea
o pensamiento y de igual manera, un pensamiento puede provocar
una emoción, inclusive limitando la capacidad para pensar de manera
racional. A su vez, las emociones se pueden relacionar con conductas
específicas: por ejemplo, el temor provoca querer huir, la tristeza
genera llanto y el enojo incita la violencia. Las emociones mencionadas
anteriormente, además de la felicidad, sorpresa, repulsión, aceptación y
expectación, son consideradas básicas debido a que son producto de la
evolución psicobiológica (Plutchik, 1982) y, por lo tanto, estimulan una
reacción muy similar en cualquier ser humano independientemente de
su cultura. Con el objetivo de sintetizar las dos principales perspectivas
sobre el origen de la emociones, universales o constructo social, Prinz
(2004) establece que sí hay emociones básicas; sin embargo los signos en
el ambiente que incitan dichas emociones y la intensidad de los efectos
físicos que producen son producto del entorno cultural.
Retomando su uso comercial, un consumidor por lo general busca un
producto que despierte una emoción. De esta manera, signos culturales
como películas, libros, música o parques de diversión son productos que
ofrecen generar una respuesta emocional como su principal atractivo.
Además, los publicistas y mercadólogos relacionan sus productos o
servicios como medio para prevenir o aminorar emociones negativas.
Por ejemplo, la comida y bebidas son consumidas para satisfacer una
619
necesidad biológica, pero además, para incrementar la felicidad y, por lo
tanto, reducir el estrés.
Hawkins, Best y Coney (2004) sugieren que un anuncio que logra
provocar una respuesta emocional obtiene diversos beneficios, entre
ellos: mayor capacidad para atraer y mantener la atención del receptor, es
analizado detalladamente, aumenta el gusto por el anuncio, es recordado
y, a través de una continua exposición, “puede incrementar la preferencia
hacia la marca por medio del condicionamiento clásico” (2004: 375).
Por lo tanto, la publicidad que logra detonar una respuesta emocional
es más probable que logre persuadir al receptor para atender su mensaje
comercial.
Además de establecer estas relaciones emocionales entre el receptor
y la marca/producto, las imágenes presentes en los anuncios indican
posiciones subjetivas y modelos de identificación, por lo cual Kellner
(1995) plantea que “la publicidad es un mecanismo de socialización y un
gestor de las demandas del consumidor” (1995: 248). El sujeto construye
su identidad a partir de la oferta comercial existente, ya que los anuncios
venden un estilo de vida e identidades socialmente deseables, creando
un constructo simbólico al relacionar estos deseos con el producto que
anuncian. Además, desde una perspectiva cognitiva, Bandura (2001:271)
menciona que “una gran medida de la construcción social de la realidad y
que le da forma a la conciencia pública ocurre a través de la aculturación
electrónica”. Con ello, entre más recurren los seres humanos a un
ambiente simbólico, el impacto social de éste será mayor.
Actualmente, el Internet es considerado el ambiente electrónico en
el cual los jóvenes mexicanos pasan la mayor parte del tiempo. Durante
el 2015 (INEGI, 2016), más del 83% de mexicanos entre los 12 y 24 años
y el 70% entre los 25 a 44 años, usan internet, del total de internautas el
93% está registrado en una red social. A su vez, la AMIPCI concluye que
en México, el tiempo diario de conexión es de más de 6 horas, mostrando
que el número de usuarios y el tiempo que pasan en este ambiente digital
continúan en aumento.
Además, durante los últimos años, la publicidad en Internet se ha
disparado, en México entre el 2014 y 2015 incrementó un 36% con
620
un total de 14, 936 millones de pesos, obteniendo el 20% del total de
la inversión de publicidad en medios (PricewaterhouseCoopers, 2016).
En el 2015, en EE.UU se alcanzó un total de más de 59 mil millones
de dólares por publicidad en Internet, de éstos Google obtuvo 30 mil
millones de dólares y Facebook 8 mil millones de dólares (Gjorgievska,
2016). Sin duda, el principal ingreso de ambas compañías es la venta de
publicidad con más del 90% (Richter, 2015). Similar al precedente de
las industrias de la comunicación como el periódico, radio y televisión
en el siglo pasado, ahora Google y Facebook más que vender un servicio
de búsqueda y una red social para comunicarse con amigos y familiares,
su principal producto de venta son las audiencias, siendo éstas las que
generan el contenido en las redes sociales, permitiendo aminorar el costo
de producción.
Específicamente sobre el gasto en publicidad por parte de marcas de
alcohol en Facebook, Nicholls (2012) identifica que en el 2011 Bacardí
anunció que iba a redirigir el 90% de su gasto en presencia digital a
Facebook; en el mismo año Diageo declaró que tendría una colaboración
multimillonaria con dicha plataforma, ya que sus usuarios pasaron de 3 a
12 millones en el año anterior, además de destacar que cinco marcas de
bebidas alcohólicas pertenecientes a Diageo incrementaron sus ventas en
más del 20%, debido a sus actividades en Facebook (Diageo, 2011).
ANÁLISIS DEL
DISCURSIVO
CORPUS
VISUAL-SEMIÓTICO-
Como ya se mencionó, la publicidad ha pasado de ser un discurso
utilitario en el cual se destacan las razones funcionales por las que uno
debe adquirir cierto producto, a un discurso en el cual se busca identificar
el producto con las emociones humanas (Leiss, Kline y Jhally, 1997).
Por lo tanto, para identificar si es posible aportar datos que respalden
la tesis de los autores previamente citados, y analizar de qué manera la
publicidad de alcohol utiliza argumentos emocionales, así como cuál es
el imaginario que pudieran instituir, se emplean tres técnicas para el
análisis de publicidad. Se describe la primera técnica de investigación y
enseguida se presentarán los resultados obtenidos al haberla empleado,
procediendo de igual manera con las dos metodologías restantes.
621
La argumentación: Lógica natural de Grize
La primera metodología que se utiliza para analizar los argumentos
que conforman un texto publicitario es la Lógica Natural desarrollada por
Grize (1982) y la Escuela de Neuchatel, la cual es llevada al campo de la
argumentación visual por Haidar (2013).
Dicha metodología es sintetizada por Haidar (1994, 2002, 2016)
y Rodríguez (1999), quienes exponen una serie de operaciones de la
esquematización argumentativa. La primera se denomina operación de
los objetos y está constituida por el anclaje, la designación/simbolización,
los ingredientes, el dominio/delimitación, y las externas a los objetos
que introduce nuevos objetos de discurso a partir de enunciados y de
una estructura predicativa. La segunda identificada como la operación
de determinación está compuesta por la asignación de propiedades y la
identificación de relaciones. La tercera se llama operación de justificación
e integra la deducción, la inducción, la analogía, y la explicación. En cuarto
lugar se ubican las operaciones de coherencia y cohesión que identifica la
recurrencia de los objetos y los procedimientos de orden. La quinta es la
operación de modalización que consiste en la representación de sí mismo,
del interlocutor, y de la imagen del tema. Por último, se encuentran las
estrategias argumentativas, entre ellas están los argumentos por autoridad,
las preguntas retóricas y el razonamiento por eliminación.
Para contextualizar el entorno de producción y recepción en el
cual se emiten los argumentos publicitarios, es de utilidad recurrir a las
materialidades semiótico-discursivas identificadas por Haidar (2002),
las cuales permiten abarcar un contexto más amplio para el análisis de
los argumentos visuales utilizados en un anuncio de la cerveza Corona
en Facebook. Debido a la naturaleza implícita, que considera la función
principal de un anuncio, se seleccionan las materialidades semióticodiscursivas de la ideología y la del simulacro para realizar el análisis de la
argumentación publicitaria.
Para abordar la materialidad de la ideología, retomamos la definición
de van Dijk sobre este concepto, “creencias fundamentales que subyacen
en las representaciones sociales compartidas por tipos específicos de
grupos sociales” (2005: 15). A su vez, Thompson (1990) considera
622
que el estudio de la ideología busca investigar la forma en que se crea
el significado y se difunde a través de imágenes y textos. Además, el
autor analiza cómo las formas simbólicas cotidianas son utilizadas para
establecer y mantener relaciones de dominación; de esta manera, debido
a su capacidad para transmitir formas simbólicas a millones de personas,
los medios masivos logran que el fenómeno ideológico sea masivo.
Aunado a lo anterior, considerando un contexto histórico sociocultural, Baudrillard (1994) y Lipovetsky (2006) nos posicionan en
una era hiperconsumista en la cual, el consumo de mercancías es la
significación central de la cultura actual. Para el Grupo MARCUSE
(2006), la publicidad en todo su conjunto es la propaganda del sistema
industrial, a su vez Baudrillard (1994) apunta que la convergencia entre
propaganda y publicidad define nuestra sociedad.
En la materialidad semiótico-discursiva del simulacro, los signos
sirven para mentir (Haidar, 2002). Esta segunda materialidad semióticodiscursiva por analizar, es de importancia ya que una de las figuras
retóricas utilizadas con mayor frecuencia en la publicidad es la hipérbole,
que da paso fácilmente al simulacro.
Para profundizar sobre esta materialidad semiótico-discursiva, se
recurre al texto de Baudrillard (1994), Simulacra and Simulation, donde
propone que se ha entrado en la era de la simulación que elimina todos
los referentes, con lo cual ha surgido un nuevo sistema de signos que han
remplazado lo real: es la hiperrealidad, que sustituye la representación por
la simulación. Para llevar a cabo este simulacro se requiere de la imagen,
la cual es descrita por Baudrillard con fases sucesivas:
•
•
•
•
es la reflexión de una realidad profunda;
enmascara y desnaturaliza una realidad profunda;
enmascara la ausencia de una realidad profunda;
no posee una relación con ninguna realidad: es su propio y puro
simulacro (1994: 6).
La simulación de la re-semblanza de lo real nos posiciona en lo
hiperreal, y para enmascarar esta hiperrealidad debe existir una simulación
623
de tercer orden, ejemplo de ello es Disneylandia que se posiciona como
lo ficticio permitiendo que lo hiperreal sea considerado real.
En la presente era hiperreal, Baudrillard considera que la publicidad
es el triunfo de la forma superficial que se apodera de todas las formas
de expresión, culturales y de lenguajes determinados, ya que posee la
habilidad para lograrlo, debido a que carece de profundidad. Su verdadera
fuerza yace en su habilidad para diseñar y configurar lo social.
Para el análisis, articulamos la propuesta de Grize, sobre las
esquematizaciones de la lógica natural y la propuesta de las materialidades
semiótico-discursivas de la ideología y del simulacro. El texto publicitario
fue seleccionado del perfil oficial en la plataforma de la Cerveza Corona,
debido a que ha generado una gran cantidad de interacciones. Dicha
publicación se realizó en formato de video, sin embargo, debido a que
sólo utiliza un ligero movimiento de cámara, ésta será analizada cómo
una imagen estática.
El texto publicitario de Corona (Figura 1) contiene diversas
operaciones de esquematización argumentativa. La más evidente es la
operación de coherencia y cohesión a través de la recurrencia, ya que
Rodríguez menciona “El mismo objeto-tema recurre una y otra vez para
asegurar la coherencia discursivo-argumentativa” (1999: 302). Esto es
claro debido a diversas razones: a) la primera considera la repetición,
al estar presente la palabra Corona en siete ocasiones, en conjunto con
cuatro imágenes de coronas; b) la segunda se basa en la composición
visual al ser el punto focal de la imagen; c) la tercera emplea recursos de
las dos anteriores, al repetir la palabra en una dimensión mucho mayor
al resto del texto y, d) por último, la publicación comienza y finaliza la
lectura con la palabra Corona.
Al haber identificado las operaciones de la esquematización
argumentativa propuestas por la Escuela de Neuchatel es posible hacer
un análisis más amplio al integrar al estudio las materialidades semióticodiscursivas.
624
Figuara 1: Publicidad de cerveza Corona en Facebook
Esta publicación en Facebook es un anuncio, y por lo tanto, según
lo analizado previamente, promueve una ideología hiperconsumista. Al
situar la operación de coherencia y cohesión dentro del análisis de la
materialidad ideológica, se puede identificar que recurrir constantemente
al nombre de la marca es una técnica de branding, cuya finalidad es
posicionar la marca en el top of mind del receptor para que en el momento
que este se encuentre en una situación de decisión de compra, elija
consumir dicha marca.
A su vez, en esta publicidad el simulacro es evidente en el texto
visual ya que la posición de la cámara en contrapicada nos posiciona
como inferiores al producto promocionado, y exagera sus dimensiones,
con un uso significativo de la hipérbole. Otro aspecto importante a
analizar es la medida de 473 ml. como la cantidad de alcohol perfecta a
consumir. El mensaje preventivo presente en la misma imagen ‘Todo con
medida’, invierte el sentido y pasa a fomentar el hiperconsumo, al rebasar
625
la cantidad de consumo diario de cerveza de 355 ml., propuesto por la
OMS (2010).
Argumentación pictórica de Kjeldsen
A diferencia del análisis anterior que se enfocó en las operaciones
discursivas de la esquematización, se recurre a la metodología desarrollada
por Jens E. Kjeldsen, la cual se enfoca en identificar los argumentos
utilizados en las imágenes publicitarias. La argumentación pictórica o
pictorial argumentation de Kjeldsen (2012) “se caracteriza por un proceso
entimemático en el cual las imágenes funcionan como señales que evocan
los significados previstos, premisas y líneas de razonamiento” (2012:
240). A diferencia de los discursos, las imágenes poseen la posibilidad
de comunicar simultáneamente, principalmente a través de íconos y de
índices. Por lo tanto, poseen una cualidad retórica que les permite crear
proposiciones y argumentos, en conjunto con una estética e inmediatez
óptica.
Kjeldsen establece que las imágenes tienen cuatro cualidades
retóricas. La primera de ellas es la presencia o evidentia, debido a que
las fotografías presentan de manera directa los eventos a la audiencia o
receptor, sin la necesidad de describir una situación a través del texto. La
segunda cualidad retórica de las imágenes es el realismo que comunican,
ya que son una representación de la realidad misma, en cuestiones
semióticas son íconos e índices a la vez, facilitando una documentación
indicial. La tercera cualidad es la inmediatez de la percepción, ya que
una imagen es comprendida inmediatamente en contraste con escuchar
o leer, que implica mayor tiempo. Por último, la cuarta cualidad retórica
es debido a la capacidad de condensación semántica de la imagen, esta
puede ser racional y emocional al mismo tiempo, al igual que comunicar
muchas ideas en una sola imagen. En conjunto con las cualidades
mencionadas previamente, un anuncio a través de sus imágenes logra
facilitar la construcción de un argumento utilizando figuras retóricas
como la metáfora, la elipsis y la metonimia, entre otras.
Para lograr que el receptor reconstruya el argumento, se debe
considerar el contexto y las figuras retóricas. Para que las imágenes
logren producir un argumento, el receptor debe de tener conocimiento
626
de la situación o contexto, al contar con esa información logrará
reconstruir el argumento, por lo tanto, la foto o anuncio deben tener
las señales adecuadas que faciliten esa reconstrucción. La imagen debe
acceder a pretensiones y justificaciones ya existentes en el receptor, toda
la publicidad comparte la misma pretensión o propuesta, comprar lo
anunciado, por lo tanto, a la pretensión máxima Kjeldesen la denomina la
pretensión final, así al conocer el contexto y la pretensión final se puede
reconstruir el argumento identificando sus premisas.
La reconstrucción de las figuras retóricas ayuda a guiar al receptor
hacia la interpretación intencionada por parte del emisor. Así, en una
circunstancia hermenéutica de publicidad, las figuras retóricas controlan
la interpretación de un argumento planteado de forma innovadora y
creativa. Los tropos ofrecen un patrón de interpretación de la imagen al
mostrar premisas que apoyan una tesis o pretensión. Kjeldesen (2012:
244) resalta la importancia de la imagen como figura retórica al mencionar
que “son potencialmente más eficientes que palabras ya que realmente
nos muestran aquello que las palabras solo pueden decirnos”.
Por lo tanto, Kjeldesen (2012: 242) aclara que un anuncio es un
argumento debido a que la publicidad da razones para comprar un
producto y especifica que “la habilidad de argumentar a través de
imágenes no necesariamente asegura que los argumentos sean buenos,
válidos o convincentes”.
Para ejemplificar la metodología descrita, se analiza un anuncio de
revista de la marca de vodka Absolut (Figura 2), y se destaca que la imagen
es una fotografía que representa un escenario típico de la rutina diaria.
En primer plano, cepillos de dientes en un vaso y en el fondo la textura
de azulejos con destellos de luz natural. En la parte inferior del anuncio
se encuentra el copy, ABSOLUTE MORNING (Absoluta mañana), con
tipografía bold, sans-serif y en mayúsculas. El texto publicitario a través
de lo que menciona y el uso de la tipografía institucional contribuyen
a anclar el tema de la fotografía, sin embargo, también es importante
mencionar que el conocimiento previo de la campaña de Absolut facilita
la comprensión del mensaje publicitario. En este ejemplo, al igual que en
muchos otros de los anuncios que conforman la campaña publicitaria, se
recurre a la figura retórica de elipsis. Por lo tanto, al codificar el mensaje
627
y recurrir a las figuras retóricas, se logra comunicarlo de manera original
e innovadora, consiguiendo mayor impacto y atención en el receptor.
Una escena tan cotidiana como los cepillos de dientes, son acomodados
y modificados sutilmente con un software de edición de imágenes para
connotar de manera muy breve y directa la silueta del envase del vodka
anunciado.
Pretensión 2: Desea tomar vodka Absolut.
Dato 2: Es tal tu antojo que visualizas la botella en todos lados.
Justificación 2: Al consumir Absolut desde temprana hora evitar
visualizar la botella en todos lados.
Pretensión 3: Convierte a vodka Absolut en parte de tu rutina diaria.
Dato 3: Comienza el día tomando Absolut.
Justificación 3: Consumir Absolut es tan necesario como lavarte los
dientes.
En términos generales la campaña publicitaria de Absolut recurre a
la figura retórica de elipsis y de la metonimia para presentar a la marca
a través de su envase como omnipresente. El packaging es un elemento
básico del branding, por lo tanto, al sugerir el contorno de la botella de
Absolut en diversos contextos, se asocia a todos ellos con el consumo de
su producto.
En primera instancia, el anuncio puede parecer una solución creativa
e inofensiva, pero al realizar un análisis profundo de los argumentos
visuales que conforman este texto publicitario, se vuelve evidente que
dichos argumentos promueven un consumo excesivo de alcohol al
asociarlo con una rutina diaria por la mañana.
Semiótica social visual de Kress y van Leeuwen
Figura 2: Anuncio de vodka Absolut para internet y revista
Fuente:
http://www.morancreativo.com/blog/publicidad-deabsolut-vodka-100-ejemplos-de-creatividad-de-alta-.html
Una vez analizada la imagen, e identificada la figura retórica que
contribuye a la interpretación del mensaje, Kjeldesen recurre al modelo
de Toulmin (2003) para reconstruir los argumentos utilizados:
Pretensión final 1: Compra vodka Absolut.
Dato 1: Imaginas la botella de Absolut hasta en el baño.
Justificación 1: Piensas en Absolut en todo momento.
628
Kress y van Leeuwen (2006) desarrollan el análisis de la imagen
basado en la semiótica social, llamada semiótica social visual. Ésta no
considera la publicidad como un acto creativo aislado, sino que analiza el
proceso en un contexto social y la manera en que se crea el significado
entre el productor y el observador, reflejando valores, actitudes, y
creencias socioculturales y políticas. Dichos autores, consideran que una
imagen puede actuar desde tres diferentes funciones meta-semióticas:
a) la Meta-función Ideacional; b) la Meta-función Interpersonal, y c) la
Meta-función Textual.
La Meta-función Ideacional analiza a las personas, lugares y objetos
dentro de una imagen. La Meta-función Interpersonal examina la manera
en que el emisor atrae a los observadores hacia la imagen. La Meta-función
629
Textual se relaciona a la sintaxis visual, similar a la sintaxis del lenguaje,
es decir, una serie de reglas que permiten que los signos sean ordenados
de una manera gramatical para lograr que éstos tengan un significado
específico para el receptor.
vista del lector son los 5 dedos del hombre, estrechos sobre la cadera baja
del mismo personaje representado femenino a la izquierda, por lo tanto,
se observa una acción Embebida en la cual el PR masculino es el Actor y
el rol de la PR femenina se modifica al convertirse en Meta de una acción
de mayor trascendencia. A su vez, el Actor masculino forma un vector
con la otra Meta femenina por medio de la mirada, la cual no es recíproca.
A través de la interacción de los vectores es posible evidenciar al Actor
masculino como el principal, ya que es él quien tiene contacto con todos
los personajes representados, las dos mujeres y la bebida alcohólica.
El contexto de la Meta-función Interpersonal analiza la interacción
entre el emisor, el lector y el anuncio, por medio de la mirada de los PR,
de la selección del plano fotográfico, el ángulo de la cámara y los Modos
de la realidad. En esta publicidad se destaca el ángulo de la foto a contra
picada, representando la superioridad del emisor sobre el lector. A su
vez, debido a que el plano fotográfico es de las rodillas para arriba existe
una Distancia personal lejana en la cual los Participantes representados
están al alcance del receptor. De manera general, se puede establecer que
cada uno de los Marcadores: Color, Contextualización, Profundidad e
Iluminación que conforman los Modos de la realidad, se asemejan a una
representación naturalista, por lo que la situación representada puede ser
considerada como real.
Figura 3: Anuncio de Ron Bacardi para revista.
Fuente:
http://www.elafter.com/foro/f119/466743-cartelespublicitarios-de-bacardi/
En la primera etapa de análisis hay que identificar quienes son los
participantes representados (PR), pueden ser personas, objetos y lugares.
El anuncio de Bacardi (Figura 3) es una Representación narrativa con un
Proceso de acción debido a que los PR, un hombre, dos mujeres y una
bebida, son unidos por vectores y de tal modo están interactuando. El
PR del que emanan los vectores, generalmente identificados por líneas
formadas por brazos, dedos o la vista, es considerado el Actor y el PR
al que se dirigen los vectores es conceptualizado como la Meta. En el
anuncio, el primer vector que sobresale es el del brazo en diagonal (mayor
fuerza visual) de la mujer del lado izquierdo que tiene contacto con la
bebida, por lo tanto el Participante representado femenino es el Actor y
la bebida la Meta. Sin embargo, otros vectores en diagonal que atraen la
630
Por último, al recurrir a la exploración de la Meta-función Textual se
puede establecer que a partir de la Posición de cada uno de los elementos
que conforman la composición, el varón posicionado en el centro es
el Núcleo, y la bebida alcohólica junto con las mujeres ubicadas a los
márgenes, son los Complementos. Ahora, considerando la Jerarquía
visual, a partir del tamaño y color se refuerza la importancia del PR
masculino, inclusive la camisa blanca que porta se asocia con el color de
la etiqueta del ron Bacardi.
Al realizar el análisis semiótico de la tres Meta-funciones al texto
multimodal del anuncio de Bacardi, se puede concluir que éste busca
comunicar que el varón poseedor de la bebida alcohólica es quien tiene
el control de la acción y a su vez, el lector del mensaje publicitario debe
considerar la imagen representada como una aspiración real que está a su
alcance, al adquirir la bebida alcohólica anunciada.
631
CONCLUSIONES
Con base en el análisis de los tres textos publicitarios anteriores,
se puede identificar que el de la cerveza Corona y el de vodka Absolut
recurren a figuras retóricas para buscar persuadir al receptor a consumir
el producto anunciado. El primero, emplea la hipérbole para exagerar las
dimensiones reales del producto y hacer énfasis en la cantidad de líquido
dentro de su envase; mientras que el segundo apela a la elipsis, ya que
omite presentar el producto, pero de manera sutil sugiere su presencia en
un contexto poco común. El tercer texto publicitario, a diferencia de los
dos anteriores, muestra una fotografía que busca representar un deseo del
receptor y más que persuadir, este anuncio intenta seducirlo al mostrarle
una escena en la cual él podría estar involucrado. Al analizar el contenido
emotivo de los tres anuncios, la exageración, la omnipresencia (deseo) y
la seducción, podemos señalar algunos de los argumentos emocionales
que contribuyen a instituir un imaginario sobre el consumo de alcohol
entre el mercado meta: los adultos jóvenes.
Debido a que la significación central de la cultura actual es el
consumo, y tomando en cuenta sólo estos tres anuncios como ejemplos
de la materialización de los imaginarios, se puede argumentar que éstos
contribuyen a aumentar el consumo de grandes cantidades de alcohol de
manera rutinaria para divertirse y tener múltiples parejas sexuales.
La inversión en publicidad en internet por parte de las alcoholeras se
continuará incrementando, por ello, se debe considerar con seriedad la
advertencia de la OMS (2010) que establece que “la industria del alcohol
ha sido identificada como una importante influencia ambiental que
puede contribuir a problemas relacionados con el alcohol a través de sus
actividades promocionales y diseño de producto” (2010: 8). El presente
texto, busca mostrar la importancia de realizar investigaciones sobre el
impacto de la publicidad de bebidas alcohólicas en el consumo, lo que
circula de modo vertiginoso y masivo por el espacio digital. Además, en
términos teórico-metodológicos procuramos utilizar para el análisis una
perspectiva transdisciplinaria.
632
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635
LA CULTURA URBANA
ALTERNATIVA GRAFFITTERA.
SEMIOTICA DE LA
PIXAÇÃO – BRASIL
Marco Tulio Pedroza Amarillas
Escuela Nacional de Antropología e Historia
(México)
ckibkafe@gmail.com
Resumen: En este artículo planteamos que la cultura graffitera brasileña se compone
por dos sistemas semióticos complejos que se articulan en algunos puntos: nos referimos
a la cultura de la pixação y a la cultura del graffiti de escritores. La pixação es un estilo
de graffiti exclusivo de Brasil, una cultura de escritura urbana alternativa basada en la
ejecución de firmas sobre la ciudad entera y más allá. Los pixadores asocian la pixação
a firmar, marcar, manchar, pero principalmente a la protesta y a la transgresión. La
ideología marca el discurso y la práctica entre los pixadores; por ello, la pixação es
un ritual que trasgrede la imagen visual de la mayoría de los espacios públicos de las
ciudades por todo Brasil. La estética característica de la pixação es transgresoramente
divergente a la estética hegemónica, por lo que esta práctica está criminalizada.
Palabras clave: pixação, pixadores, escritura urbana, cultura urbana alternativa, semiótica.
Abstract: In this article we suggest that Brazilian graffiti culture is made up of two complete
semiotic systems that come together at certain points: we refer to pixação culture and that of
graffiti writing culture. Pixação is a graffiti style exclusive to Brazil, an alternative culture of
urban writing based on the execution of tags around the entire city and beyond. The Brazilian
graffiti writers associate pixação with tagging, marking and staining, but mainly with protest
and transgression. The ideology notes the discourse and practice among graffiti writers,
for this reason, pixação is a ritual that violates the visual image of the majority of public
spaces in cities throughout Brazil. The esthetic characterization of pixação is transgressively
divergent to the hegemonic aesthetic, and subsequently the practice is criminalized.
Key words: pixação, pixadores, urban writing, alternative urban culture, semiotics.
637
INTRODUCCIÓN
Los genios —los creadores de arte— son imprevisibles
en su creación y no se someten a la influencia directriz
de la crítica. Al mismo tiempo, entre genio y lector
hay siempre una cierta nédostupnaja certa [rasgo
inaccesible], según la expresión de Pushkin. La
incomprensión por parte del lector de una actividad
creadora genial no es una excepción sino la norma.
Lotman 1999: 23
En este artículo analizamos la pixação y la definimos casi en los
mismos términos que el tagging, pues se realiza utilizando exclusivamente
las condiciones ilegales de producción. Utilizar las condiciones ilegales
de producción implica que el sujeto se apropia del espacio mediante su
práctica, sin previa conciliación con el dueño o administrador del mismo.
A través del análisis de testimonios de diversos pixadores mostramos el
carácter contradictorio de las identidades pues muchos de los ejemplos
utilizados provienen de sujetos que simultáneamente se asumen como
pixadores y como escritores de graffiti.
La información aquí analizada fue recogida mediante entrevistas
individuales y grupales en la ciudad de Recife, capital de Pernambuco,
Brasil donde realizamos trabajo de campo en marzo del año 2015, ahí
acudimos a presenciar la 7ª edición del festival denominado Recifussion.
Fuimos invitados a este festival durante el 2º Encontro de Graffiti de
Feira de Santana, por Nika Dias, integrante del 33 Crew responsable de la
realización de Recifussion. Además de asistir al festival, simultáneamente
pudimos conocer el barrio de Pina y el trabajo que realizan algunos
pixadores locales para luchar contra el consumo de drogas y para fomentar
la interacción de la comunidad. En este importante acercamiento
conocimos a los pixadores SHELLDER, STILO, MENOR, BOLADO, TAB e
INSANO, quienes paradójicamente también son escritores de graffiti.
Estos pixadores-escritores de graffiti pertenecientes a las Crews OSMO
(Os Mais Odiados), ADP (Anarquistas Detonadores da Pixação), 100
Parar (Sem Parar), y VQ (Varias Queixas), realizan un servicio social
llevando graffiti a las comunidades menos favorecidas de esta ciudad.
638
Dichas comunidades se encuentran en la periferia de la Favela de Bode y
se componen de construcciones a las que denominan palafitas, las cuales
son edificadas con madera y materiales reciclados a las márgenes del río.
A esta práctica de realizar graffiti en las comunidades constituidas por
palafitas la han denominado Palaffiti.
La cultura urbana alternativa de la pixação en Brasil
Queremos comenzar este artículo planteando que la cultura graffitera
brasileña se compone por dos sistemas semióticos complejos que se
articulan en algunos puntos, nos referimos a la cultura de la pixação
y a la cultura del graffiti de escritores. La primera posee un carácter
marcadamente nacional mientras que la segunda posee un carácter
planetario (Nicolescu, 1996; Morin, 1999). En la primera los resultados
de las prácticas son exclusivamente firmas o tags, mientras que en la
segunda la tipología de estilos abarca tags, bombas, piezas, wildstyles,
caracteres, producciones, etc. Cuando la cultura del graffiti de escritores
comenzó a consolidarse en Brasil mediante procesos explosivos (Lotman,
1999) en la década de 1990, la cultura de la pixação ya había desarrollado
los procesos graduales que le aseguraron la existencia hasta la actualidad.
A nivel planetario existen diversas identidades auto-eco-organizadas
a partir de la utilización de tags por parte de los sujetos para diferenciarse.
Desde del surgimiento del tagging y del bombing neoyorquino en la década
de 1960, se genera a nivel planetario el desarrollo de diversas identidades
que comparten un imaginario colectivo que pone énfasis en la caligrafía
urbana como estilo de vida. Como es bien sabido la escritura urbana se ha
practicado a lo largo de la historia de la humanidad; sin embargo, sólo en
la actual fase de mundialización del capital es vivida como una identidad
practicada a nivel planetario por una diversidad de sujetos dispersos
por el mundo entero. El caso de Brasil es interesante pues en ese país la
caligrafía urbana ha generado distintas identidades entre las que destacan
la de los pixadores y la de los escritores de graffiti.
La pixação es un estilo de graffiti exclusivo de Brasil, una cultura
de escritura urbana alternativa basada en la ejecución de firmas sobre la
ciudad entera y más allá. Los pixadores asocian la pixação a firmar, marcar,
manchar, pero principalmente a la protesta y a la trasgresión, es decir, a
639
la resistencia crítica. La ideología marca el discurso y la práctica entre los
pixadores, por ello, la pixação es un ritual que trasgrede la imagen visual
de la mayoría de los espacios públicos de las ciudades por todo Brasil. La
estética característica de la pixação es transgresoramente divergente a la
estética hegemónica, en primer lugar porque no corresponde a la lógica
del hedonismo hegemónico, y en segundo lugar porque no concilia la
utilización del espacio con sus dueños o administradores; razones por las
que esta práctica está criminalizada.
Realizamos nuestros análisis de la cultura desde posiciones
epistemológicas transdisciplinarias o transdimensionales, es decir, para
nosotros lo cultural es entendido como transcultural. Al concebir la
cultura de este modo, ponemos énfasis en la perspectiva semiótica y en
las relaciones de sentido que se establecen a través de los sistemas de
clasificación. Concebida de tal manera, damos peso a la propuesta de
Lotman (1996) en la cual la cultura se presenta como un complejo texto
estructurador de textos o como una compleja trama textual en sí misma.
Esta esencia transcultural de la cultura es justamente lo que le permite
utilizar mecanismos tanto para diferenciarse como para articularse con
otras culturas.
Debido a la importancia que tienen en toda cultura, nos interesamos
especialmente por los sistemas de clasificación, porque mediante ellos
se sistematiza, se organiza, se ordena la realidad y al mismo tiempo se
favorece al mecanismo de la memoria (Lévi-Strauss, 1975). Esos sistemas
de clasificación tienen que estar expresados en códigos restrictos o
elaborados (Douglas, 1978), los cuales a su vez, forman parte del código
lingüístico de la cultura dada. La interacción de los sujetos depende en
gran medida de la dimensión social del código lingüístico; es a través
de él como se establece el orden, la clasificación, y también el sistema
simbólico. El orden es la exigencia básica para la comunicación, ese
orden está dado por el sistema de clasificación; por esa razón Douglas
plantea al sistema de clasificación como una dimensión social en la que
debe hallarse el sujeto.
Los sistemas de clasificación se componen por los conceptos,
términos o categorías que los sujetos utilizan para designar la totalidad de
elementos presentes en su cultura. En la cultura de los escritores de graffiti
640
de Brasil su sistema de clasificación proviene de la primigenia cultura de
escritores de graffiti neoyorkinos. En la cultura de los pixadores de Brasil
su sistema de clasificación se gestó en las distintas ciudades brasileñas
aproximadamente en la década de 1960 y se ha seguido desarrollando
hasta la actualidad. Ambos sistemas de clasificación, el utilizado por los
escritores de graffiti y el utilizado por los pixadores incluyen: categorías
para designarse entre ellos; una tipología para designar la variedad de
técnicas y estilos de graffiti que realizan; términos utilizados para designar
los materiales y accesorios necesarios para la elaboración del graffiti; las
maneras en las que organizan su cultura; las concepciones que tienen
respecto a ellos mismos y respecto a sus prácticas artístico-culturales;
y las maneras en cómo conciben al graffiti realizado en su ciudad en
relación al graffiti realizado en otras ciudades y en el mundo entero.
La tipología de estilos que utilizan los escritores de graffiti en Brasil
para elaborar sus graffiti, se corresponde en casi en su totalidad con la
utilizada actualmente por los graffiteros de todo el mundo. Por ejemplo,
algunos de los estilos más utilizados en orden de aparición e importancia
en la cultura planetaria del graffiti de escritores son: tag, escurrido (o drip),
bomba (o bubble-letter), throw-ups (o vomitados), pieza (o piece), carácter
(o character), 3-D (o three-D), wild-style (o estilo salvaje), top-to-bottom, y
producciones. Sin embargo, no abundaremos en sus características por ser
la pixação el objeto de nuestro análisis.
Tipología de la pixação
La tipología de estilos que utilizan los pixadores para elaborar sus
graffiti, se originó en distintas ciudades brasileñas aproximadamente en
la década de 1960 y se ha seguido desdoblando hasta la actualidad. Por
ejemplo algunos de los estilos más utilizados en orden de aparición en
la cultura de los pixadores son: pixo o pixação, tag recto, eternos, grapixo
o pixo contorneado. Xarpi es una categoría utilizada exclusivamente por
los pixadores para referirse a la práctica artístico-cultural característica
de su cultura, el resto de los sistemas culturales se refieren a esta acción
con el término pixar. Xarpi es pixar al revés. Palaffiti es una categoría
creada por pixadores de la ciudad brasileña de Recife. A continuación,
caracterizamos de manera breve cada uno de los estilos mencionados.
641
El pixo o la pixação (PX 1) es la firma de un pixador, realizada de
manera muy estilizada, veloz y por lo regular con un solo color de tinta
o pintura. Los pixadores utilizan pinturas acrílicas y rodillos para realizar
su práctica, siendo mas reciente la utilización de pinturas en aerosol, de
este estilo de escritura de pixação se derivan los otros que mencionamos.
Los eternos (PX 04 y 05) son pixacões elaboradas sobre muros o
fachadas de piedra, reciben este nombre pues debido al material sobre el
cual se aplican su duración será permanente.
El tag recto (PX 02 y 03) es un estilo de pixo que como su nombre lo
indica está caracterizado por sus trazos rectos y angulados.
642
643
Palaffiti (GE 01) es una categoría local con la cual se denomina al
graffiti realizado sobres las comunidades constituidas por palafitas y
ubicadas en el barrio de Pina, Recife, Brasil.
El grapixo o pixo contorneado (PX 06), es como su nombre lo indica,
un pixo que se traza con un color y se contornea con otro, este tipo de pixo
se asemeja bastante a una bomba por sus características bidimensionales.
Aspectos identitarios paradójicos entre pixadores y
graffiteros
La pixação puede ser definida casi en los mismos términos que
el tagging, pues se realiza utilizando exclusivamente las condiciones
ilegales de producción. Al igual que sucede entre los escritores de graffiti,
los pixadores utilizan un tag en forma de apodo, alias o pseudónimo, y
mantienen con él la relación que se tiene con un nombre propio. Este
apodo, alias, o pseudónimo, este tag, deviene en un mecanismo que
otorga al sujeto, una identidad pública, la cual le garantizará el anonimato
hacia el exterior de la cultura de los pixadores, pero al mismo tiempo
gana el reconocimiento de sus trabajos hacia el interior, esto puede
ser expresado en distintos casos como: fama, prestigio, admiración o
respeto. Al interior de su cultura, el pixador será conocido por su tag, no
por su nombre propio como sucede afuera de ella. El tag de cada pixador
se convierte en su nombre público y únicamente los pixadores cercanos
conocerán sus nombres propios entre sí. La práctica semiótico-discursiva
644
645
de la pixação implica firmar desmesuradamente todo lo que los pixadores
encuentren a su paso, en lo cual es significativa la dimensión hiperbólica.
El espacio urbano, particularmente el barrio, es uno de los elementos
que cohesiona un crew (como se designa a un grupo o equipo de pixadores),
la mayoría de las veces sus integrantes pertenecen al mismo barrio, la
misma identidad colectiva vivida cotidianamente a través de la pertenecía
al mismo barrio, al mismo crew. Analizado desde esta perspectiva, un crew
se presenta como una especie de parentesco no consanguíneo el cual se
establece a partir de compartir un elemento común con el resto del grupo
y éste es la convivencia cotidiana a través de la práctica de la pixação. Sí
un tag se vuelve el nombre de un pixador, su crew deviene en su apellido,
su crew es su “familia”, es esa “comunidad imaginada” (Appadurai, 2001)
con la que pasa la mayor parte de su tiempo y la cual se vuelve parte del
sujeto.
Una característica identitaria de los pixadores es que modifican la
imagen visual de las ciudades mediante la práctica semiótico-discursiva
de la pixação. Así los lugares urbanos y sus estéticas trasmutan a los
espacios con una identidad visual alternativa, en los que estos sujetos
se reconocen y se identifican. Aunque regularmente no se encuentran
muchos mensajes explícitos, la pixação es un texto que interpela a su
público, logrando cooptar mas adeptos para su cultura. La identidad
de los pixadores se constituye a partir de la utilización de tags para
autodenominarse. Los pixadores se conciben como vándalos y prefieren
utilizar exclusivamente las condiciones “ilegales” de producción, y al
concebirse de este modo utilizan su tag a manera de un alias. El sujeto
busca ocultar su identidad formal y constituir otra, la cual está ligada a
un “estilo de vida” que no tiene mucho en común con los modos de vida
nacidos en el seno del actual orden del capital globalizador.
Formaciones sociales, formaciones ideológicas, formaciones
semiótico-discursivas y formaciones imaginarias se amalgaman en las
identidades (Pêcheux, 1969, 1975; Haidar, 2006, 2005). Los pixadores
utilizan exclusivamente las condiciones “ilegales” de producción para
realizar su práctica, ubicándose así dentro de una formación ideológica
alternativa que se opone al actual orden político-económico, desde una
resistencia crítica. Esto se ve directamente reflejado en sus prácticas
646
semiótico-discursivas, las cuales no discriminan ningún tipo de espacio
o mobiliario urbano. Muchos de los pixadores involucrados en esta
investigación coinciden en que el carácter “ilegal” o vandálico, así como
la protesta mediante la práctica de la pixação es sin duda lo que constituye
su esencia, y lo equiparan con el graffiti vandálico de escritores, es decir,
con el tagging o con el bombing, como mostramos a continuación.
La pixação brasileña se había consolidado como una cultura a través
de procesos explosivos aproximadamente desde la década de 1970, para
finales de la década de 1980 la cultura del graffiti de escritores comenzaba
a consolidarse en ese país. São Paulo es reconocida ampliamente como
la cuna de la pixação brasileña pues las dimensiones de esta cultura son
prolíficas en esa ciudad. En menor mediada también se reconoce a Rio de
Janeiro aunque actualmente no existe ciudad brasileña sin presencia de
pixação. Para la década de 1980 la pixação tenía tomada la mayoría de las
ciudades brasileñas y se fortalecía con el paso del tiempo.
Durante el trabajo de campo realizado para esta investigación
pudimos entrevistar a algunos pixadores de la ciudades de São Paulo,
Salvador, Recife y Curitiba quienes nos hicieron conocer la pixação a
través de sus testimonios.
ESTILO un pixador perteneciente al crew ADP de la ciudad de Recife
a quien entrevistamos el 6 de abril del año 2015, en ese entonces él tenía
25 años. En el siguiente fragmento de entrevista nos indica la antigüedad
de la pixação en su ciudad.
A pixação tá em Recife desde o 80, então 80 e 90 era uma galera
tipo DANGER, SATAN, RUSTY, SAXO, e aí eu já vi mas não
peguei o auge dessa galera né, peguei uma galera mais que em o
90, essa galera que falei agora CRAVE, ANIMAL, SPAIK, IK, essa
galera já quebrava, mas já falava dos mas antigos (ADP 2015).1
1
La pixação está en Recife desde los 80, entonces 80’s y 90’s era una “pandilla” como DANGER, SATAN,
RUSTY, SAXO, y ahí yo ya vi pero no me tocó el auge de esa “pandilla” ¿no?, me tocó una “pandilla” más que en los
90, esa “pandilla” de la que hablé ahora CRAVE, ANIMAL, SPAIK, IK, esa pandilla ya destruía, pero ya hablaba de
los más antiguos (ADP 2015, Traducción del autor).
647
pixação, aí quando 94 parei na pixação, 92 comecei fazer graffiti até
hoje, tenho 23 anos de historia (SATÃO 2015).2
Cuando SATÃO comienza su carrera dentro de la cultura de la
pixação, ésta ya tiene una larga historia en la ciudad de Brasilia, en la
entrevista nos indica algunos de los nombres sobresalientes en la pixação
de la ciudad para la década de 1980.
Sim, Brasília tem uma historia muito relevante da pixação, na
minha época tinha nomes como SNEAK, PUYI, FUNK, PORCO,
BENER, ROGER, BLACK, TINEGA, SUECO, esses são os nomes
que me vem agora. E vários grupos organizados de pixação que
tinha, GST, GT, T5, GM, BA, entre os outros, e eu fazia parte de
uma gang AG, que era Anjos Grafiteiros, Anjos Grafiteiros. Então
graffiti já veie, já veie desde o tempo da pixação (SATÃO 2015).3
Para la década de 1980 la cultura de la pixação estaba completamente
consolidada en casi todas las ciudades brasileñas, de este modo, dicho
sistema semiótico antecedió a la cultura de escritores de graffiti. El
siguiente testimonio ilustra como algunos pixadores pertenecientes a las
generaciones gestadas durante esa década abandonaron la práctica de la
pixação para integrarse al sistema semiótico planetario de los escritores de
graffiti, es decir, abandonan el sistema local de la pixação para insertarse
en una cultura de escritura de graffiti que abarca el planeta entero. SATÃO
es un escritor de graffiti originario de Brasilia a quien entrevistamos el día
12 de abril del año 2015 en el Festival Internacional de Graffiti Street of
Styles en la ciudad de Curitiba, en ese entonces tenia 43 años, y esto fue
lo que nos dijo al respecto de su transición entre la pixação y el graffiti de
escritores, el cual considera está completamente ligado a la cultura hiphop.
Graffiti ele veio, a continuidade da pixação, comecei pixar em 1984
com 12 anos de idade, em 94 fiz meu último pixo, mas em 92 eu
conheci a cultura do hip-hop através do filme Beat Street. E o SOLTO
me apresentou esse filme e eu me identifiquei muito com Beat Street,
porque ele mostra um pouco da cultura urbana, graffiti, break, dj e
rap. Eu passei dois anos adaptando pra saber sim eu queria graffiti o
648
Durante el trabajo de campo conocimos a otros pixadores que aunque
se integraron a la cultura del graffiti de escritores, jamás abandonaron la
práctica de la pixação, lo que ilustra el carácter dinámico, contradictorio
y transdimensional de las identidades de los sujetos. El primero de estos
casos que queremos exponer es el de MÃO quien es un pixador y escritor
de graffiti originario de São Paulo al cual entrevistamos el día 27 de
septiembre del año 2014 en la ciudad de Feira de Santana, Bahia, en ese
entonces él tenia 31 años.
Meu tag é MÃO e minha crew é Minha Vida. Eu venho de São Paulo,
moro hoje em Salvador, Bahia. La começou a questão do graffiti na
minha vida a partir da pixação, que eu vou estar conhecendo quando
2
El Graffiti llegó, (como) la continuidad de la pixação, comencé a pixar en 1984 a los 12 años de edad, en 94
hice mi último pixo, pero en 92 yo conocí la cultura hip-hop a través del filme Beat Street. Y el SOLTO me presentó
ese filme y yo me identifiqué mucho con Beat Street, porque él muestra un poco de la cultura urbana graffiti, break,
dj y rap. Yo pasé dos años adaptando para saber si yo quería graffiti o pixação. Ahí cuando 94 paré en la pixação, 92
comencé a hacer graffiti hasta hoy, tengo 23 años de historia (SATÃO 2015, Traducción del autor) .
3
Sí, Brasilia tiene una historia muy relevante de la pixação, en mi época tenía nombres como SNEAK,
PUYI, FUNK, PORCO, BENER, ROGER, BLACK, TINEGA, SUECO, esos son los nombres que me vienen ahora. Y
varios grupos organizados de pixação que tenía GST, GT, T5, GM, BA, entre otros, y yo hacía parte de una “pandilla”
AG, que era Ángeles Graffiteros, Ángeles Graffiteros. Entonces (el) graffiti ya viene, ya viene desde los tiempos de la
pixação (SATÃO 2015, Traducción del autor).
649
era muito pequeno, e daí então eu conheci a questão da arte do graffiti
foi o que entrou na minha vida (MÃO 2014).4
MÃO creció y fue criado en la ciudad de São Paulo, desde muy
pequeño tuvo sus primeros contactos con la cultura de la pixação, desde
los 7 años, omo relata a continuación.
de Recife, Pernambuco, a quien entrevistamos el día 28 de septiembre
del año 2014 en la ciudad de Feira de Santana, Bahia, en ese entonces ella
tenia 28 años.
7 anos, na segunda serie. Eu conheci a pixação porque eu acredito que
chega ser uma cultura, a pixação de São Paulo é uma cultura que eu
com 7 anos conheci na escola, então daí, então bem conheci a pixação.
Mas foi em 1998 que eu realmente foi para a rua, em 99 já estava nos 4
cantos de São Paulo já (MÃO 2014).5
Mais assim, lá na verdade foi que eu me apaixonei mais ainda pela
pixação quando foi né, porque se vê aquilo muito lindo, eu aí conheci
já outro mundo. Cheguei, já vi por foto, mas é diferente você ver uma
foto, sem que de nossa, não tem nem noção da dimensão que é assim,
da grandeza da coisa, sabe. Sim você olhar para todos os lados se vê
tudo pixado em todos lugares, está ligado?, não tem um espaço que se
olhei que não esteja pixado, tem lugares assim São Paulo (DEZA 2014).6
Como lo indica MÃO, la pixação es una cultura consolidada en
São Paulo desde hace varias décadas, razón por la que esa ciudad es
considerada la cuna de la pixação y la ciudad mas pixada durante toda
su historia. En el siguiente testimonio se percibe la impresión causada a
una pixadora al entrar en contacto por primera ocasión con la ciudad de
São Paulo. El siguiente caso a exponer de los arriba mencionados es el de
DEZA, quien es una pixadora y escritora de graffiti originaria de la ciudad
4
Mi tag es MÃO y mi crew es Mi Vida. Yo vengo de São Paulo, vivo hoy en Salvador, Bahia. Allá comenzó
la cuestión del graffiti en mi vida a partir de la pixação, que yo voy a estar conociendo cuando era muy pequeño, y de
ahí entonces yo conocí la cuestión del arte del graffiti fue lo que entró en mi vida (MÃO 2014, Traducción del autor).
5
7 años, en la segunda serie. Yo conocí la pixação porque yo creo que llega a ser una cultura, la pixação de
São Paulo es una cultura que yo con 7 años conocí en la escuela, entonces de ahí, entonces bien conocí la pixação. Pero
fue en 1998 que yo realmente fui para la calle, 99 ya estaba en las 4 esquinas de São Paulo ya (MÃO 2014, Traducción
del autor).
650
Como se muestra en el testimonio anterior, incluso para los pixadores que
no crecieron en São Paulo es impresionante la cantidad de pixações que alberga
esta ciudad. São Paulo es reconocida como la ciudad en dónde se generó la
cultura de la pixação por la mayoría de los pixadores y escritores de graffiti
brasileños involucrados en esta investigación. En otras partes del testimonio de
DEZA se perciben los aspectos contradictorios de las identidades, pues mediante
su argumentación asevera que realiza indiscriminadamente la pixação y el
graffiti de escritores. Incluso ratifica que en ocasiones realiza simultáneamente
6
Más así, allá la verdad fue que yo me enamoré mas por la pixação cuando fui ¿no?, porque se ve aquello
muy lindo, yo ahí conocí ya otro mundo. Llegué, ya vi por foto, pero es diferente tú ver una foto, sin que de nuestra, no
tiene ni noción de la dimensión que es así, de la grandeza de la cosa, sabe. Si miras para todos lados, se ve todo pixado
en todos lugares, ¿entiendes?, no tiene un espacio que se vea que no esté pixado, tiene lugares así São Paulo (DEZA
2014, Traducción del autor).
651
ambas prácticas semiótico-discursivas, pues considera que ambas se encuentran
unidas, pero reconoce que la pixação antecede al graffiti de escritores.
entonces él tenía 25 años, en este fragmento de entrevista se muestra el
aspecto contradictorio mencionado arriba.
Eu pixei na época do colégio quando ainda era adolescente, mas foi só
durante essa fase mesma aquela época que é bem rebelde, tratava de
ser rebelde. Só que sempre gostei muito de desenhar, sempre desenhe
desde criança, aí quando comecei grafitar, tem uns 6 anos por aí, e junto
com graffiti querendo ou não sempre um spray um ao lado doutro,
sempre estava fazendo um pixo aqui outro ali, entendeu. O que passa
é que graffiti e pixação estão muito lado a lado né, é o mesmo, são
movimentos diferentes, coisas diferentes mas é o mesmo seguimento.
Tudo tem origem na pixação né, graffiti, pixação, e querendo o não eles
tão ligados né, uma coisa liga a outra, puxa a outra (DEZA 2014).7
Meu nome é SHELLDER e desde que assim eu entendo o museu, já
percebia minha necessidade de interferir nas cosas, já rabiscava as
paredes da minha casa, e percebia que chama a atenção dos meus pais
assim, eu riscava ... da escola e alguém veja depois e isso tudo para mim
já es graffiti, então eu não consigo dizer quanto tempo tenho de rolê.
Mas, desde 2010, que eu comecei assinar a lenda SHELLDER e sempre
aderi muito ao estilo pixação também, que é um estilo bem brasileiro
né, a pesar de ter outras tags afora assim, que a gente também considera
pixação. Aqui se formou uma categoria, uma escola, embora não gosto
muito de separar isso do graffiti ... todo isso, diferentes modalidades.
Faço personagem, faço letras e intento misturar uma coisa com a outra,
e sou natural daqui de Recife, Pernambuco, do bairro do Pina né, Favela
de Bode (ADP 2015).8
Anarquistas Detonadores de Pixação
Como hemos analizado a lo largo de este articulo, la cultura de la
pixação antecede a la cultura de escritores de graffiti en Brasil, razón por
la cual muchos pixadores se insertan dentro de la cultura de escritores
de graffiti. El caso del crew ADP (Anarquistas Detonadores de Pixação)
de la ciudad de Recife ilustra a la perfección este aspecto contradictorio
de las identidades de los pixadores y los escritores de graffiti en Brasil.
Los integrantes de este crew de pixadores son los mismos integrantes del
crew de escritores de graffiti 100PARAR, a través del cual implementan
proyectos con un enfoque socio-cultural de apoyo a las comunidades que
habitan.
En los siguientes testimonios mostraremos lo que ellos definen
como pixação y como graffiti, así como la dificultad que encuentran para
separar ambas culturas debido a que ocupan lugares subjetivos en las dos,
dichos lugares subjetivos se amalgaman en sus formaciones ideológicas
o en sus formaciones semiótico-discursivas. SHELLDER es un pixador
perteneciente al crew ADP y escritor de graffiti del crew 100PARAR de la
ciudad de Recife a quien entrevistamos el 6 de abril del año 2015, en ese
7
Yo pixé en la época del colegio cuando todavía era adolescente, pero fue solo durante esa fase misma aquella época que es bien rebelde, trataba de ser rebelde. Sólo que siempre gusté mucho de dibujar, siempre dibujé desde
niña, ahí cuando empecé a graffitear, tiene como unos 6 años por ahí, y junto con el graffiti queriendo o no siempre un
spray uno al lado del otro, siempre estaba haciendo un pixo ahí ¿entendió? Lo que pasa es que graffiti y pixação están
mucho lado a lado ¿no?, es lo mismo, son movimientos diferentes, cosas diferentes pero es el mismo seguimiento.
Todo tiene origen en la pixação ¿no?, graffiti, pixação, y queriendo o no ellos están conectados ¿no?, una cosa conecta
a la otra, tira a la otra (DEZA 2014, Traducción del autor).
652
8
Mi nombre es SHELLDER y desde que así yo entiendo el museo, ya percibía mi necesidad de interferir en
las cosas, ya garabateaba las paredes de mi casa, y percibía que llama la atención de mis padres así, yo rayaba … de
la escuela y alguien vea después y todo eso para mi ya es graffiti, entonces yo no consigo decir cuanto tiempo tengo
de rol. Pero, desde 2010, que yo empecé a firmar la leyenda SHELLDER y siempre me gustó mucho el estilo pixação
también, que es un estilo bien brasileño ¿no?, a pesar de tener afuera otras tags así, que nosotros consideramos también
consideramos pixação. Aquí se formó una categoría, una escuela, aunque no gusto mucho de separar eso del graffiti …
todo eso, diferentes modalidades. Hago personajes, hago letras, e intento mezclar una cosa con la otra, y soy natural de
aquí de Recife, Pernambuco, del Barrio de Pina ¿no? Favela del Chivo (ADP 2015, Traducción del autor).
653
En otro fragmento de esta entrevista realizada de manera colectiva
con lo integrantes del crew ADP, STILO comenta brevemente su historia
y menciona a qué otros crews pertenece.
A gente tem umas crews aqui que assinamos, no são crews, mais como,
podemos dizer, gangs do grupo do bairro, daí a que representa nosso
bairro e a gang ADP que é os Anarquistas Detonadores de Pina, mas
também são Anarquistas da Pixação, duplo sentido como KAFE também
tem, está ligado?. E essa crew foi fundada há 10 anos, faze 10 anos esta
semana, por LUK que já não está entre nós, L, U, K, LUK ADPina. Eu
vim de outro bairro e encontre com pixador aqui, já conheci o LUK, o
LUK tinha essa ideia de fazer ADP, .. acabei abraçando ... é assim, essa
é a crew do bairro, representa a pixação, que hoje tem muito disso ... E
tem mais 3 crews também, a VQ Várias Queixas, a OSMO que são Os
Mais Odiados, e a 100 PARAR crew né (ADP 2015).9
Otro de los pixadores y escritores de graffiti que participó en esta
entrevista colectiva al crew ADP fue MENOR, quien es originario de
Recife y en ese entonces tenía 25 años. Al igual que en los testimonios
anteriores, en éste también emergen las contradicciones características
de las identidades:
Meu nome, no pixo, eu assino na rua MENOR ADP, faço parte da crew
100 PARAR, que empezamos a circular aqui na comunidade, tá ligado?,
estou na rua aí desde 2006, nessa caminhada tive contato aí com graffiti,
depois eu tive o prazer de conhecer o ESTILO que me apresentou, que
com ele me apresentou a pixação, foi onde eu mais me encontrei de
toda essa caminhada aí (ADP 2015).10
La pixação es concebida por los pixadores principalmente como
un acto de protesta, como se muestra en el siguiente fragmento de esta
entrevista colectiva al crew ADP, en la que MENOR comentó lo siguiente:
9
Nosotros tenemos unas crews aquí que firmamos, no son crews, pero como podemos decir, pandillas del
grupo del barrio, de ahí que representa nuestro barrio y la pandilla ADP que es loa Anarquistas Detonadores de Pina,
pero también son Anarquistas De la Pixação, también tiene doble sentido como KAFE, ¿entiendes? Y esa crew fue
fundada hace 10 años, hace 10 años esta semana por LUK que ya no está entre nosotros, L, U, K, ADPina. Yo bien de
otro barrio y (me) encontré con (un) pixador aquí, ya conocí al LUK, el LUK tenía esa idea de hacer ADP, … la acabé
compartiendo … y así, esa es la crew de barrio, representa la pixação, que hoy tiene mucho de eso … Y tiene 3 crews
mas también, la VQ, Varias Quejas, la OSMO Los Más Odiados, y la 100 PARAR crew ¿no? (ADP 2015, Traducción
del autor).
10
Mi nombre, en el pixo, yo firmo en la calle MENOR ADP, soy parte de la crew 100 PARAR, que empezamos a circular aquí en la comunidad, ¿entiendes?, estoy en la calle desde el 2006, en esa camino tuve contacto con
el graffiti, después yo tuve el placer de conocer al ESTILO, que me presentó, que con él me presentó la pixação, fue
dónde yo más me encontré de todo ese camino (ADP 2015, Traducción del autor).
654
A verdade também é um grupo de pixação, eu comecei no graffiti a logo
de um tempo, resolveu assim. E hoje predomina na cena do pixo ADP
é o único nome que uso muito, quando vamos pixar, quando vamos
protestar, porque é nosso protesto mesmo ADP (ADP 2015).11
Sin embargo la protesta no es socialmente aceptada, sobre todo
cuando implica la modificación de la imagen visual de la ciudad mediante
una exagerada producción de firmas denominadas pixação. En el siguiente
fragmento de entrevista, ESTILO señala las razones por las cuales tuvieron
que formar el crew 100 PARAR enfocado en la producción de graffiti de
escritores.
...eu não posso negar o lado comercial do graffiti, as pessoas gostarem
muito de todo o colorido e as vezes a gente chega, cómo é o grupo de
vocês “ADP”?, todo mundo fica horrorizado que já conhecia a forma que
temos, e já conhecia a destruição que afeta né?, em algumas partes que
a gente julga tem que ser pixadas e outras pintadas, grafitadas, e para
essas partes a gente acabou aderindo a 100 PARAR para isso mesmo, é
diferente, mas também importa a ligação porque nem todo lugar ADP é
aceito pela sociedade (ADP 2015).12
MENOR reacciona a los comentarios de STILO, definiendo la pixação
por su carácter transgresivo, ilegal, contestatario, el cual le confiere
su sentido de protesta. Entonces si la pixação no se realiza utilizando
condiciones ilegales de producción no puede ser denominada como tal.
“É proibido mesmo, a verdade não tem que ser já aceito não, a parada
tem que ser proibido mesmo, sim não perde o sentido” (ADP 2015).13
STILO interviene para reafirmar los comentarios de MENOR utilizando
el siguiente argumento mediante el cual se focaliza en el carácter de
protesta intrínseco a la práctica semiótico-discursiva denominada
11
La verdad también es un grupo de pixação, yo comencé en el graffiti y luego de un tiempo, resolvió así. Y
hoy predomina ADP en la escena del pixo, es el único nombre que uso mucho, cuando vamos a pixar, cuando vamos a
protestar, porque ADP es nuestra protesta incluso (ADP 2015, Traducción del autor).
12
…yo no puedo negar el lado comercial del graffiti, la gente disfruta mucho de todo el colorido, y a veces
llegamos, ¿cómo es el grupo de ustedes “ADP”?, todo el mundo queda horrorizado que ya conocía la forma que
tenemos, y ya conocía la destrucción que afecta ¿no?, en algunas partes nosotros juzgamos que tienen que ser pixadas
y otras pintadas, graffiteadas, y para esas partes nosotros acabamos adhiriendo a la 100 PARAR para eso mismo, es
diferente, pero también importa la conexión porque no en todo lugar ADP es aceptada por la sociedad (ADP 2015,
Traducción del autor).
13
Se prohíbe incluso, la verdad no tiene que ser aceptada, la acción tiene que ser prohibida, sí no pierde el
sentido (ADP 2015, Traducción del autor).
655
pixação. “É o lado protestante da parada” (ADP 2015).14 Entonces dentro
de la cultura de graffiti brasileña encontramos estos dos polos opuestos
que se complementan, por un lado la pixação y por el otro el graffiti de
escritores.
Este aspecto contradictorio en la constitución del sistema semiótico
del graffiti brasileño se manifiesta en los testimonios de estos pixadores y
escritores de graffiti adscritos a los crews ADP y 100 PARAR, al respecto
SHELLDER hace las siguientes consideraciones. “Como sim a APD e 100
PARAR, fossem partes distintas de um mesmo conteúdo, como sim fosse
uma dupla personalidade em uma só pessoa” (ADP 2015).15
y el graffiti de escritores tienen el mismo valor cuando se refiere al
compromiso social.
Por mais que, que as nossas culturas tenha de separar o graffiti legal e
o graffiti ilegal, inconscientemente a gente se pega conteúdo nas dois
razões, então ADP e 100 PARAR são praticamente as mesmas pessoas
fazendo coisas que julgamos ser diferentes mas que tem mesmo valor
quando se refere ao compromisso social. A pixação lá tem, lá tem
crescido bastante, porque os pixadores vem descobrindo o potencial
que tem as paredes né?. Eu gosto muito dos prédios, feito por pessoas
muito nobres, então acho a questão mais, está cada vez mais cedo né,
essa vontade de pixar e protestar (ADP 2015).17
STILO explica un poco mas acerca de la dinámica de intervenciones
socioculturales que realizan en las comunidades a las que los integrantes
del crew 100 PARAR pertenecen.
100 Parar é um grupo de intervenção sociocultural, que hoje não
assim, não ingressa só no graffiti, mas em diversas atividades, ... como
produções de eventos socioculturais como performances e pintura
de body paint, Arte que Sangra. Incluso a gente incluiu várias coisas,
100 Parar tem uma gama maior, tem esse lado muito forte social de
contribuição para espaços da nossa comunidade, espaços que muitas
vezes são esquecidos. A gente vai lá intervém, restaura, pinta, faz um
evento lá, faz uma intervenção, uma parada massa né, e a comunidade
sempre abraça e dá mais valor (ADP 2015).18
STILO complementa la postura de SHELLDER y coincide en que son
dos facciones distintas, con objetivos distintos, las cuales sin embargo
forman parte de una misma entidad. “Asas diferentes de um mesmo
partido também, tá ligado?, como uma galera de asas, de ideologias
parecidas, mas distintos negócios” (ADP 2015).16 Como se muestra en el
siguiente fragmento de entrevista, SHELLDER considera que la pixação
14
Es el lado protestante de la acción (ADP 2015, Traducción del autor).
15
Como si la APD y 100 PARAR, fueran partes distintas de un mismo contenido, como si fuera una doble
personalidad en una sola persona (ADP 2015, Traducción del autor).
16
A las diferentes de un mismo partido también, ¿entiendes?, como una “pandilla” de alas, de ideologías
parecidas, pero distintos negocios (ADP 2015, Traducción del autor).
656
Como ya mencionamos, durante el trabajo de campo realizado para
esta investigación tuvimos la oportunidad de conocer categorías que
nunca habíamos escuchado para designar al graffiti de escritores. Palaffiti
es una de esas categorías, la cual fue acuñada por los integrantes de los
crews ADP y 100 PARAR para designar las intervenciones socioculturales
17
Por más que, que nuestras que nuestras culturas tengan que separar el graffiti legal y el graffiti ilegal,
inconscientemente la nosotros tomamos contenido en las dos razones, entonces ADP y 100 PARAR son prácticamente
las mismas personas haciendo cosas que juzgamos ser diferentes pero que tiene valor cuando se refiere al compromiso
social. La pixação allí tiene, allí ha crecido bastante, porque los pixadores vienen descubriendo el potencial que tiene
las paredes ¿no?. Me gustan mucho los edificios, hecho por personas muy nobles, entonces creo la cuestión más, está
cada vez más temprana ¿no?, esa voluntad de pixar y protestar (ADP 2015, Traducción del autor).
18
100 PARAR es un grupo de intervención sociocultural, que hoy no así, no ingresa sólo en el graffiti, sino
en diversas actividades, ... como producciones de eventos socioculturales como performances y pintura de body paint,
Arte que Sangra. Incluso hemos incluido varias cosas, 100 PARAR tiene una gama mayor, tiene ese lado muy fuerte
social de contribución para espacios de nuestra comunidad, espacios que muchas veces se olvidan. El grupo va allí
interviene, restaura, pinta, hace un evento allí, hace una intervención, una acción masiva, y la comunidad siempre la
comparte y da más valor (ADP 2015, Traducción del autor).
657
que realizan a través del graffiti de escritores en las comunidades aledañas
a las que pertenecen. En el siguiente testimonio SHELLDER explica como
fue que surgió está categoría.
Palaffiti foi um projeto que nasceu ante a necessidade que a gente viu
de implantar um centro de arte y cultura a onde realmente se precisa
ter né, no caso que a gente escolheu, é nas comunidades ribeirinhas.
Pelo fato de não existir tantos projetos que direcione a arte para lá, a
gente viu que são famílias bastante carentes tanto de cultura quanto da
questão financeira e muitas vezes tendem a sobreviver de uma forma
bastante diferente dos demais recifenses né?. E vendo essa necessidade
a gente instalou, há mais o menos 2 anos a gente está trabalhando na
comunidade, ... e a gente tem visto que a pouco tempo muita coisa
mudou, os moradores estão mais abertos a arte, tão conhecendo mais
esse lado do graffiti e comunicação. E está, até saindo um resultado major
né?, que lá a pessoa aceita mais, recebe mais a arte do que na avenida, na
avenida eles ainda preferem aquele cinza né?, ... na comunidade a arte é
bem aceita (ADP 2015).19
El palaffiti fue bien recibido en las comunidades rivereñas de la
ciudad de Recife, lo que motivó a los integrantes de los crews ADP y 100
PARAR a realizar un Festival de graffiti en el barrio de Pina, Recife, al
cual nombraron Pão e Tinta.20 En el siguiente testimonio SHELLDER
explica algunas de las consecuencias que se produjeron en la comunidad
tras realizar estos procesos explosivos que eran inesperados para los
pobladores de las favelas en las cuales se realiza.
As respostas que ele recebe, são resultados bem positivos né?, tanto é
que hoje a gente já faz há 4 anos o Pão e Tinta e todas a edições, todos
esses 4 anos forem dentro da comunidade de Bode né?. Pelo fato de a
gente fazer da crew um ... além de ter muitas coisas que pode fazer, a arte
tem salvando muitas crianças assim e adolescentes que desenvolvem
com arte e tem dessa forma, uma chance de pensar melhor né?, uma
saída ali encontram. Tal vez a arte não salve todo mundo né, mas dai
essa segunda chance pra se pensar e a comunidade perceve isso né? ...
é diferente até o próprio comportamento daqueles que comandam o
trafico, a gente sabe que nas comunidades periféricas o que predomina
é o trafico. Mas até a isso, o graffiti vem ganhando espaço e respeito
entre os que comandam assim a nossa comunidade (ADP 2015).21
A pesar del continuum que estos sujetos han logrado establecer
entre la práctica de la pixação y del graffiti de escritores, las posturas
entre los pixadores y los escritores de graffiti se encuentran polarizadas.
La pixação y el graffiti de escritores se muestran como distintas caras de
la cultura del graffiti en Brasil, las cuales se oponen y simultáneamente
se complementan. En el siguiente testimonio de MENOR se percibe esta
oposición entre ambas facciones, a pesar de los intentos que realizan por
integrar a ambas culturas mediante las intervenciones socioculturales
que realizan con la crew 100 PARAR.
É assim, a verdade eu vejo assim, a pixação e o graffiti hoje ... é bem
definida a pesar de nos separar, temos uma visão diferente, geralmente
19
Palaffiti fue un proyecto que nació ante la necesidad que nosotros vimos de implantar un centro de arte y
cultura a donde realmente se necesita tener, en el caso que nosotros escogimos, es en las comunidades ribereñas. Por el
hecho de no existir tantos proyectos que dirijan el arte para allá, nosotros vimos que son familias bastante carentes tanto de cultura como de la cuestión financiera y muchas veces tienden a sobrevivir de una forma bastante diferente de los
demás recifenses ¿no?. Y viendo esa necesidad nosotros instalamos, hace más o menos 2 años estamos trabajando en
la comunidad, ... y hemos visto que en poco tiempo muchas cosas cambiaron, los habitantes están más abiertos al arte,
están conociendo más ese lado del graffiti y la comunicación. Y está, hasta saliendo un resultado mayor ¿no?, que allá
las personas aceptan más, reciben más el arte que en la avenida, en la avenida ellos todavía prefieres aquel gris ¿no?, en
la comunidad el arte es bien aceptado (ADP 2015, Traducción del autor).
658
20
Pan y Pintura.
21
Las respuestas que recibe, son resultados bien positivos ¿no?, tanto que hoy hace ya 4 años del Pan y
Pintura y todas las ediciones, todos esos 4 años dentro de la comunidad del Chivo ¿no? Por el hecho de que nosotros
hacemos de la crew un ... además de tener muchas cosas que puede hacer, el arte ha salvando a muchos niños así y adolescentes que se desarrollan con arte y tienen de esa forma, una oportunidad de pensar mejor ¿no?, allí encuentran una
salida. Tal vez el arte el arte no salve a todo el mundo, pero da esa segunda oportunidad para pensar y la comunidad
percibe eso ¿no? es diferente hasta el propio comportamiento de aquellos que comandan el narcotráfico, sabemos que
en las comunidades periféricas lo que predomina es el narcotráfico. Pero hasta eso, el graffiti viene ganando espacio y
respeto entre los que comandan así a nuestra comunidad (ADP 2015, Traducción del autor).
659
quem faz graffiti não gosta do pixador, não convida o pixador pra o
evento, não da oportunidade de ele expressar. Vejo o graffiti como uma
ação tá ligado?, graffiti é uma ação e pixação é uma forma de graffiti, uma
forma de, uma expressão. Mas hoje o movimento aqui infelizmente está
bem distante cada um em seu lado, vem pixador faze evento lá pixação,
e o graffitero faze seu evento .... O Pão e Tinta já foi diferente, a gente
procura, envolver, unir as dois coisas, sempre a gente nos paneis de
graffiti, a gente separa uma tela porque sempre cola bastante pixador,
sempre (ADP 2015).22
TAB es una pixadora perteneciente al crew ADP quien también
nos compartió su opinión respecto a las diferencias entre el graffiti de
escritores y la pixação.
Eu acho que quando começa esse relação de graffiti ser isto e a pixação
ser isto né?, distancia ainda mais as dois coisas assim, a beleza do graffiti
né?, o padrão que todo mundo consegue ver bonitinho, muito mais fácil
aceitar e tratar aquilo como arte, o graffiti, e a pixação como uma coisa
marginal, marginalizada (ADP 2015).23
Una de las razones por las cuales la pixação se encuentra
marginalizada e incluso criminalizada en Brasil es precisamente por
su carácter de protesta, los pixadores modifican la imagen visual de las
ciudades, con firmas que para el resto de las culturas solo son percibidas
como suciedad, como agresiones para la ciudad. Sin embargo, para los
pixadores esta acción es contestataria hacia la desigualdad social que
impera en todas las culturas que se encuentran bajo el actual régimen
del capital globalizador. En el siguiente testimonio de MENOR se percibe
esta indignación así como la postura contestataria.
E a pixação é um protesto mesmo, um grito, mostra a gente que não
está conformado com o que está acontecendo, saca?. Hoje eu moro aqui
perto da praia, parece que eu moro enfermo ... pra o caralho, tá ligado,
não chega um vento, não chega uma brisa, construíram uma parede de
concreto ali gigante, não perguntarão isso, sim eu estava de acordo com
isso. Não pediram nem opinião da comunidade, tá ligado?, chegaram
lá, construíram lá, essa parada lá, o construtor chegou e foda-se quem
tem menos. E a pixação é pra acabar esse jeito, esse tabu, tipo pra você
ter um nome lá encima, do outro ... você tem que estar lá, claro velho
o pixador não precisa pagar, pedir licença nenhum prédio para chegar,
ele chega, e gosta a quem gostar tá ligado?, e a verdade mesmo tem que
aproveitar né? ... que tem que ser suja, tem que ser feia, tem que agredir
tá ligado. A pixação é isso, é agredir mesmo velho (ADP 2015).24
Para complementar las ideas de MENOR, STILO considera que el
graffiti de escritores trabaja en el ámbito de la prevención, mientras que
la pixação trabaja en el ámbito de la agresión debido a las desigualdades
socioculturales que imperan en Brasil. La intencionalidad de esas
agresiones está encaminada a causar una reflexión entre los sujetos
pertenecientes a las clases socioculturales mas beneficiadas por el actual
sistema político-económico neoliberal.
22
Es así, la verdad lo veo así, la pixação y el graffiti hoy ... está bien definidos a pesar de separarnos, tenemos
una visión diferente, generalmente quien hace graffiti no le gusta el pixador, no invita al pixador para el evento, no
le da oportunidad de expresarse. Veo el graffiti como una acción ¿entiendes?, el graffiti es una acción y la pixação es
una forma de graffiti, una forma de, una expresión. Pero hoy el movimiento aquí infelizmente bien distante cada uno
en su lado, viene el pixador hace evento allí pixação, y el graffitero hace su evento .... El Pan y Pintura fue diferente,
procuramos involucrar las dos cosas, nosotros siempre en los paneles de graffiti, nosotros separamos un pedazo porque
siempre llega bastante pixador, siempre (ADP 2015, Traducción del autor).
23
Creo que cuando empieza esa relación del graffiti es esto y la pixação es esto ¿no?, distancia todavía mas las
dos cosas así, la belleza de graffiti ¿no?, el patrón que todo el mundo consigue ver bonito, mucho más fácil aceptar y
tratar aquello como arte, el graffiti, y la pixação como una cosa marginal, marginada (ADP 2015, Traducción del autor).
660
24
Y la pixação es una protesta, un grito, muestra a la gente que no estamos conformes con lo que está pasando, ¿entiendes? Hoy yo vivo aquí cerca de la playa, parece que yo vivo enfermo … demasiado (enfermo), no llega un
viento, no llega un brisa construyeron una pared de concreto allí gigante, no preguntarán eso, sí yo estaba de acuerdo
con eso. No pidieron ni opinión de la comunidad, ¿entiendes?, llegaron allá, construyeron allá, esa acción allá, el
constructor llegó y que se joda quien tiene menos. Y la pixação es para acabar esa forma, ese tabú, tipo para que tengas
un nombre allá arriba, del otro ... tu tienes que estar allá, claro viejo el pixador no necesita pagar, pedir permiso (en)
ningún edificio para llegar, él llega, y le gusta a quien le gusta, ¿entiendes? y la verdad incluso tiene que aprovechar
¿no? ... que tiene que ser sucia, tiene que ser fea, tiene que agredir ¿entiendes? La pixação es eso, es agredir viejo
(ADP 2015, Traducción del autor).
661
Como MENOR bem colocou, a pixação não é nada mais certo que um
estilo de graffiti, ... vai ser ilegal, se responde até judicialmente pela
mesma parada, ... as mesmas coisas, no mesmo time, fazendo coisas
opostas, opostas não mas diferentes. Tipo, eu acredito que graffiti
trabalha no âmbito da prevenção, com toda essa parada a galera já
colocou a questão social, que agente emprega e faz questão disso. E
a pixação já trabalha na questão da agressão, como MENOR bem
falou, a questão dos prédios a gente olha os ... que são especial de
interesse social onde tem uma lei que protege esta zona e diz que todo
empreendimento assim mais de quatro andares tem que ser construído
com uma contraparte social dentro da comunidade e isso não acontece,
verdade?. Isso não acontece porque as grandes empreiteiras, há um
grande jogo entre o governo, empreiteiras, e agora como sempre isso
rebenta no seu lado mais fraco. Então a pixação está ali para isso, para
agredir, para lembrar coisas como essa, não tem que ser bonito, tem
que acordar de manha e tomar um ... deixar um prédio todo ofuscado.
E se indignar ... “¿porra por que esses caras faz isso?”, sim eles indagar,
já diz “¿porra por que esses caras faz isso?”, já a gente conseguiu nosso
objetivo, que é fazer pelo menos eles refletir e lembrar que não é só eles
que estão ali, que o mundo é só de eles, tá ligado. Aqui hoje a nível do
bairro a gente consegue ... e ligar a pixação e o graffiti, a nível do bairro,
a nível de cidade, de estado, a gente caminha passos juntos, ... a nível de
zona a gente já consegue, mais que bairro zona, a gente consegue trocar
ideias com os parceiros e tal, são todos uma mesma, um mesmo grupo,
e aí vamos respeitar, porem o graffiti atropela a pixação, a pixação
atropela o graffiti. Tem lugar para todo mundo, tem muita parede cinza,
muita coisa errada, tem que mostrar que a gente precisa tanto um como
outro, tá ligado? (ADP 2015).25
25
Como menor bien colocó, la pixação no es nada más cierto que un estilo de graffiti, ... va a ser ilegal, se
responde hasta judicialmente por la misma acción, ... las mismas cosas, en el mismo equipo, haciendo cosas opuestas,
opuestas pero no diferentes. Tipo, creo que el graffiti trabaja en el ámbito de la prevención, con toda esa acción que
la “pandilla” ya planteó la cuestión social, que nosotros empleamos y cuestionamos eso. Y la pixação ya trabaja en la
cuestión de la agresión, como MENOR bien dijo, la cuestión de los edificios nosotros miramos los ... que son de especial interés social donde tiene una ley que protege esta zona y dice que todo emprendimiento así de más de cuatro pisos
tiene que ser construido con una contraparte social dentro de la comunidad y eso no sucede, ¿verdad?. Eso no sucede
porque los grandes contratistas, hay un gran juego entre el gobierno, contratistas, y ahora como siempre eso revienta
en su lado más débil. Entonces la pixação está ahí para eso, para agredir, para recordar cosas como esa, no tiene que
ser bonita, tiene que despertar de mañana y tomar un ... dejar un edificio todo oscurecido. Y se indignan ... “¿mierda,
por qué esos chicos hacen eso?”, sí ellos se indagan, si dicen “¿mierda, por qué esos chicos hacen eso?”, ya hemos
logrado nuestro objetivo, que es hacer a ellos por lo menos reflexionar y recordar que no es sólo que ellos están ahí,
que el mundo no es sólo de ellos, ¿entiendes? Actualmente, a nivel del barrio la gente consigue ... y conecta la pixação
y el graffiti, a nivel del barrio, a nivel de ciudad, de estado, la gente camina pasos juntos, ... a nivel de zona la gente
ya consigue , más que barrio zona, la gente consigue intercambiar ideas con los socios y tal, son todos una misma, un
mismo grupo, y ahí vamos a respetar, pero el graffiti atropella la pixação, la pixação atropella el graffiti. Tiene lugar
para todo el mundo, tiene mucha pared gris, tiene muchas cosas equivocadas, tiene que mostrar que necesitamos tanto
a uno como al otro, ¿entiendes? (ADP 2015, Traducción del autor).
662
Mediante el análisis realizado a lo largo de este apartado podemos
afirmar que las diferencias entre la pixação y el graffiti de escritores
son principalmente estéticas, sin embargo dichas diferencias estéticas
reflejan las formaciones ideológicas (Pêcheux, 1975) de los sujetos que
deciden adscribirse a una de las dos culturas, o a ambas, como los casos
que mostramos arriba. Para entender la postura ideológica de los sujetos
que se adscriben exclusivamente a la cultura de la pixação exponemos a
continuación el testimonio de un pixador que no se adscribe a la cultura
de escritores de graffiti como en los casos anteriores. THC es un pixador
originario del estado de Bahia, a quien entrevistamos el día 19 de marzo
del año 2015, en la ciudad de Salvador, Bahia. THC nos compartió lo
siguiente al respecto de las diferencias entre la pixação y el graffiti de
escritores.
No meu ponto de vista, no meu ponto de vista, é estética, graffiti é uma
estética que você olha e entende, agrada, as pessoas olham e entendem,
por aí vê um desenho e é agradável, a pixação não. A pixação são coisas
que a gente faze para a gente entender, a gente que pixa, faze, pronto,
entendeu?, a gente não faze uma coisa pra entender toda a sociedade,
a gente faze pra conseguir fama entre a gente, e conseguir status entre
a gente. Graffiti não, graffiti é uma arte que entende toda a sociedade,
sociedade olha entende e gosta, e a pixação não, já tem um certo
preconceito pra pixação, relativo com vagabundo. A diferença pra mim
é estética (THC 2015).26
Con todo lo expuesto en este apartado, queremos resaltar el hecho
de que los pixadores utilizan exclusivamente las condiciones ilegales de
producción, como se muestra en los testimonios, en la mayoría de los
casos los argumentos empleados para justificar esta elección tienen que
ver con la libertad, con la agresión y con la transgresión. Sin embargo
muchos pixadores consideran su practica semiótico-discursiva como arte.
En la propuesta de Lotman (1999) el arte esta definitivamente articulado
con la libertad. “El arte lleva al ser humano al mundo de la libertad y
con ello mismo le revela la posibilidad de sus acciones” (Lotman 1999:
26
En mi opinión, en mi punto de vista, es estética, el graffiti es una estética que miras y entiendes, agrada las personas miran y entienden, por ahí ve un dibujo y es agradable, la pixação no. La pixação son cosas que
hacemos para entenderlas nosotros, la gente pixa, hace, listo, ¿entendió?, nosotros no hacemos una cosa para que la
entienda toda la sociedad, nosotros lo hacemos para conseguir fama entre nosotros, y conseguir estatus entre
nosotros. El graffiti no, el graffiti es un arte que toda la sociedad entiende, la sociedad mira entiende y le gusta, y
la pixação no, ya tiene un cierto preconcepto para la pixação, relativo con el vago. La diferencia para mi es estética
(THC 2015, Traducción del autor).
663
205). Esta libertad implícita en la transgresión e implícita en la pixação, la
cual ontológicamente tiene que ser realizada utilizando exclusivamente
las condiciones ilegales de producción, ofrece al pixador la satisfacción
que tiene aquel que no se interesa por respetar las leyes de las culturas
ajenas a la suya. Gracias a ello, simultáneamente el pixador obtiene, fama,
respeto, admiración por parte del resto de los pixadores que constituyen
la cultura de la pixação.
Dentro de la cultura de la pixação se utilizan exclusivamente las
condiciones ilegales de producción, paradójicamente los pixadores no
respetan las leyes de las culturas distintas a la suya y al mismo tiempo
buscan hacer respetar la producción de sus pixações concebidas dentro de
la ilegalidad. De este modo los pixadores delimitan el espacio semiótico
de la cultura de la pixação en el que la agresión y la transgresión son
valores intrínsecos a esta práctica semiótico-discursiva la cual se opone
a valores de otras culturas en las que la pixação es concebida como un
crimen que debe ser sancionado penal y administrativamente.
CONCLUSIONES
Partiendo de los ejes teóricos de la Epistemología de la Complejidad
y la Transdisciplinariedad, así como de la Semiótica de la Cultura, en este
artículo planteamos que la cultura graffitera brasileña se compone por dos
sistemas semióticos complejos que se articulan en algunos puntos, nos
referimos a la cultura de la pixação y a la cultura del graffiti de escritores.
La primera posee un carácter marcadamente nacional mientras que la
segunda posee un carácter planetario: en la primera los resultados de las
prácticas son exclusivamente firmas o tags, mientras que en la segunda
la tipología de estilos abarca tags, bombas, piezas, wildstyle, caracteres,
producciones, etc.
De los dos ejes teóricos mencionados se desprende la ruta analítica
que conforma este artículo: La cultura urbana alternativa de la pixação y
su relación con la cultura urbana alternativa del graffiti de escritores en
Brasil. Mediante dicha ruta analítica analizamos la pixação y la definimos
casi en los mismos términos que el tagging, pues se realiza utilizando
exclusivamente las condiciones ilegales de producción. A través del
análisis de testimonios de diversos pixadores mostramos el carácter
664
contradictorio de las identidades, pues muchos de los ejemplos utilizados
provienen de sujetos que simultáneamente se asumen como pixadores y
como escritores de graffiti.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Entrevista APD. (M. T. Pedroza,
Entrevistador)
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complejidad y la transdisciplina”. En
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Entrevista SATÃO. (M. T. Pedroza,
Entrevistador)
665
THC. (19 de Marzo de 2015).
Entrevista THC. (M. T. Pedroza,
Entrevistador)
NOTA BIOGRÁFICA AUTORES
Abraham Banda Robles: Lic. en Filosofía y M.C. en Enseñanza
Superior (UANL, México). Actualmente es estudiante del Programa de
Doctorado en Filosofía con acentuación en Estudios de la Cultura (UANL,
México). Sus publicaciones han sido: Banda, Abraham. (2002). En torno
a la educación moral y cívica (el caso español). Revista Humanitas, 29,
783– 789. Banda, Abraham. (2004). Materialidades ideológica y filosófica
del documento educación para la vida. Tesis de Magister, UANL, Nuevo
León, México. Banda, Abraham. (2016). Los funcionamientos ideológicos
en el discurso religioso: Estudio de caso. Revista Humanitas, 42-43, Vol.
II. Actualmente está realizando su investigación de tesis doctoral: “Los
funcionamientos retóricos, ideológicos y filosóficos en la construcción
del objeto discursivo sentido de vida en los discursos evangélico/
protestantes”.
Alejandro Gutiérrez Espinosa, Maestro y doctorante en Antropología
Social por la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), en la
línea de investigación Análisis del Discurso y Semiótica de la Cultura.
Profesor hora-semana-mes en la ENAH. El tema de investigación se
ubica en el campo de la Antropología de la Educación y la Escuela, desde
la perspectiva de la Epistemología de la Complejidad y Transdisciplina.
Colaborador en proyectos antropológico-educativos didácticos
extramuros, dirigidos a estudiantes de distintos niveles educativos
para reforzar los contenidos escolares. Ha participado como ponente,
moderador y comité organizador en diversos eventos académicos a nivel
nacional. Participó desde el 2012 en la organización y realización de las
Jornadas Antropológicas de Literatura y Semiótica (JALyS), en la ENAH.
Cecilia Berenice Fajardo Villegas Licenciada en Psicología por la
Universidad Nacional Autónoma de México (2015). Maestrante en la
Línea de Investigación Análisis del Discurso y Semiótica de la Cultura, en
el Posgrado de Antropología Social de la Escuela Nacional de Antropología
e Historia, a partir de 2016. Integrante del Comité Organizador de las
Jornadas Antropológicas de Literatura y Semiótica desde 2013 hasta la
fecha.
667
David Terrazas Tello es Doctor en Antropología Social por la Escuela
Nacional de Antropología e Historia. Ha sido investigador asociado en la
Universidad Andina, Sede Quito; recientemente realizó una estancia en
la Universidad de Tartu, Estonia. Sus estudios culturales están orientados
por la Complejidad y la Transdisciplina y la perspectiva Decolonial. Ha
realizado trabajo de campo con diferentes grupos étnicos dentro de
México, Guatemala, Ecuador, Bolivia y Estados Unidos. Sus artículos han
sido publicados en Cuba, Polonia, Chile y Argentina. En el ámbito laboral
ha colaborado en instituciones como la Secretaria de Cultura, el Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes y el Instituto Nacional Indigenista.
Eduardo Chávez Herrera es licenciado en Lingüística por la Escuela
Nacional de Antropología e Historia, tiene una maestría en Semiótica por
la Universidad de Tartu, Estonia, y actualmente es candidato a Doctor
en Lingüística Aplicada por la Universidad de Warwick, Reino Unido.
Asimismo, es miembro del grupo de investigación ERC DISCONEX
con sede en la Universidad de Warwick y en la EHESS de París
(Francia). También es editor y traductor del portal en español www.
analisisdeldiscurso.net. Ha publicado artículos en varios países.
Eduardo E. Parrilla Sotomayor se licenció en Historia y Estudios
Hispánicos en la Universidad de Puerto Rico. En la UNAM obtuvo su
Maestría en Letras Iberoamericanas y luego el Doctorado en Stanford
University, California. Profesor de literatura en el Tecnológico de
Monterrey, Campus Monterrey, desde 1994. Ha publicado diversos
ensayos en libros y revistas especializadas. Forma parte del Sistema
Nacional de Investigadores del CONACYT. Ha sido distinguido con dos
premios por su labor como investigador. Tiene a su haber dos libros de
poemas: El palpitar de lo inasible (2003) e Imaginando el paraíso (2007). Ha
participado en various festivals de poesía en Ciudad de México y Chiapas
y en el extranjero en China, Cuba y Polonia. Actualmente prepara un
tercer libro de poemas.
Ernesto de los Santos Domínguez se graduó como profesor de
educación primaria en la Escuela Miguel F. Martínez y es Licenciado
en Educación media superior en la especialidad de matemáticas.
Estudió Licenciatura en Pedagogía y Maestría en Letras Españolas en
la Universidad Autónoma de Nuevo León. Doctor en Investigación e
668
Innovación Educativas por la Escuela de Graduados de la ENS y Profesor
de Tiempo Completo en la Escuela Normal Superior “Profr. Moisés
Sáenz Garza”. Fue Director de la Escuela de Graduados (Posgrado) de
la institución y actualmente es miembro del Comité Doctoral. Perfil
PRODEP y responsable del Cuerpo Académico Discurso, Educación
y Sociedad de esta institución. Desarrolla las líneas de investigación
“Estudios del Discurso y Educación” y “Discurso y Sociedad”.
Francisco De Parres Gómez Licenciado en Comunicación Social,
Maestro en Antropología Social, miembro de la Asociación de Antropólogos
Iberoamericanos en Red (España), de la Unión de Científicos Comprometidos
con la Sociedad (México) y del Padrón Nacional de Jóvenes Investigadores
(UNAM). Cofundador del Colectivo Transdisciplinario de Investigaciones
Críticas (COTRIC). Premiado por el Programa de Estímulo a la Creación y
Desarrollo Artístico organizado por el Instituto Veracruzano de la Cultura
y Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Ponente en varios foros
nacionales e internacionales. En la actualidad cursa el Doctorado en
Antropología Social en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, en
la Línea de Investigación “Análisis del Discurso y Semiótica de la Cultura”,
donde desarrolla una investigación dentro de las áreas de interés que ya
ha venido trabajando como: las estéticas de la ruptura, el binomio arte –
resistencia, los movimientos sociales, la estética decolonial, entre otros.
Gabriel Ignacio Verduzco Argüelles. Nació en la Cd. de México
(1974). Doctor en Filosofía con acentuación en Estudios de la Cultura
por la Universidad Autónoma de Nuevo León, Maestro en Metodología de
la Investigación por la Universidad Autónoma de Coahuila y Licenciado en
Teología por la Universidad Pontificia de México. Es profesor de tiempo
completo de la Licenciatura en Letras Españolas en la Facultad de Ciencia,
Educación y Humanidades en la Universidad Autónoma de Coahuila. Es
catedrático titular de las materias de latín, griego y filosofía del lenguaje.
Actualmente coordina el proyecto de investigación “Estudio semiótico
de la Catedral de Saltillo”. Ha publicado varios artículos. Ha recibido dos
premios por su tesis de doctorado.
Graciela Sánchez Guevara. Doctora en Antropología. Líneas de
investigación Análisis del discurso, Semiótica de la Cultura y Visual,
Pensamiento Complejo y Transdisciplinariedad, Violencia y Género.
669
Publicaciones producto de investigaciones: Co-coordinadora del libro
Miradas Críticas a la complejidad de la violencia universitaria, con Irene
Sánchez Guevara. Editorial Fontamara. “La producción discursiva en
torno al matrimonio homosexual: una lucha de resistencia en Revista
Discurso y Sociedad. “(Des) cortesía y argumentación en el discurso
de políticos (relaciones México-Cuba)”, en coautoría con María Eugenia
Flores Treviño, en Revista Textos en proceso. Stockholm, University.
“Intersemiotic Translation from Rural/Biological to Urban/Sociocultural/
Artistic; The Case of Maguey and Other Cacti as Public/Urban Decorative
Plants.” En co-autoría José Cortés Z., Revista Razón y Palabra. Miembro
del Sistema Nacional de Investigadores.
Ignacio Ramos Beltrán es Profesor de Tiempo Completo de la
Universidad Nacional Autónoma de México, en la Facultad de Psicología.
Integrante del Cuerpo Académico de “Análisis del Discurso y Semiótica
de la Cultura”, coordinado por la Dra. Julieta Haidar en la Escuela Nacional
de Antropología e Historia. Ha formado parte de distintos proyectos de
investigación apoyados por la UNAM desde el 2004 a 2017, tales como:
a) “Filosofía, Historia y Psicología”; b) “Epistemología, Psicología y
Enseñanza de la Ciencia”; c) “La tradición Retórica Hoy”; d) “Obstáculos
epistemológicos en la enseñanza de la filosofía y de la ciencia”. Está a
cargo del Seminario-Taller permanente: “Ciencia, Arte, Narrativa e
Interculturalidad”, en la Facultad de Psicología y es colaborador en
el Proyecto PAPIIT: “Emergencia e Interculturalidad: Diálogos por
Compartir. Una aproximación Interdisciplinaria”, desde enero de 2016. Ha
participado en diferentes eventos dentro y fuera del país y ha publicado
artículos en revistas nacionales e internacionales.
Irene Sánchez Guevara. Doctora en estudios Organizacionales
por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Iztapalapa.
Publicaciones: “Teoría de juegos y estrategias electorales” Revista
Educación y poder y Democracia; “Instituciones trágicas ¿Elección
Racional o acción colectiva? Revista Análisis: aprendizaje e innovación.
Las organizaciones frente a una nueva concepción y “complejidad de la
violencia universitaria en la UACM”, en Miradas críticas de la complejidad
de la violencia universitaria, libro coordinado por Graciela Sánchez
Guevara e Irene Sánchez Guevara. México: Fontamara/UACM. Líneas
de investigación: Teoría de juegos, estudio de redes sociales, evolución
670
de sistemas complejos adaptables, aprendizaje y cooperación, las
matemáticas en las ciencias sociales. Directora de la Revista Cultura y
Política, UAM-Xochimilco.
Jaime Magdaleno Domínguez. Ciudad de México, 1976. Licenciado
en Lengua y Literaturas Hispánicas por la Facultad de Filosofía y
Letras de la UNAM y estudiante de Filosofía e Historia de las Ideas en
la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM). Autor del
estudio El narcocorrido: épica y mitología y de una novela: Diatriba
(para tus nalgas) en Bildungsroman, publicada en 2012 por El perro de
Diógenes Ediciones. Es editor de la revista Escorial. Desde 2005, trabaja
como Docente de Lengua y Literatura en el Instituto de Educación Media
Superior.
Jorge Cantú Sánchez, actualmente investiga la publicidad digital de
bebidas alcohólicas en el Doctorado en Estudios Humanísticos, por el
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Es Maestro
en Diseño Gráfico por la Universidad La Salle Victoria, en la que recibió
la mención honorífica Magna Cum Laude. Profesor de Tiempo completo
en la Licenciatura en Diseño Gráfico y en la Maestría en Publicidad de
dicha Institución, en la cual ha dirigido diversas tesis en ambos niveles.
Autor del capítulo “Prevenir el bullying en Universidades: delineación de
una campaña de comunicación en salud” (2013); del artículo “Publicidad
a color de la Universidad La Salle Victoria en medios impresos, una
propuesta de evaluación” (2012) y coautor del artículo “Teorizar y
evidenciar para proponer una valoración de la arquitectura menor,
imagen y paisaje urbano de la segunda mitad del siglo XX en Ciudad
Victoria” (2014).
José Alejos Garcia, Antropólogo guatemalteco, investigador del
Centro de Estudios Mayas del Instituto de Investigaciones Filológicas,
Universidad Nacional Autónoma de México desde 1985. Maestro en
Antropología Social en la ENAH, 1988 y Doctor en Antropología Lingüística
en 1995, UNAM. Ha realizado investigaciones etnográficas en Guatemala
y Chiapas, con los pueblos mayas q’eqchi’, ch’ol e itzá, sobre identidades
étnicas y nacionales, y narrativa oral. Publicaciones: “La tradición oral en
perspectiva dialógica”, en José Alejos García (Coordinador), La palabra
en la vida. Dialogismo en la narrativa mesoamericana, México, UNAM
671
2012, pp 19-42; “Enthymemes underlying Maya Mythical Narrative”, en
Mykola Polyuha y otros, Dialogues with Bakhtinian Theory: Proceedings of
the Thirteenth International Mikhaïl Bakhtin Conference, Canadá, Mestengo
Press, 2012, pp 395-405; “Íikin y k’eex. Cronotopos del ritual terapéutico
maya”, Estudios de Cultura Maya, vol. 49, 2017, pp. 247-271. Actualmente,
trabaja en una investigación que busca desarrollar una perspectiva
semiótica para el estudio de la narrativa tradicional indígena.
Julieta Haidar Profesora-Investigadora de Tiempo Completo en la
ENAH, desde 1981 hasta la fecha. Coordinadora del Cuerpo Académico,
Seminario Permanente y la Línea de Investigación de Análisis del
Discurso y Semiótica de la Cultura, en el Posgrado de Antropología Social.
Es Miembro fundador de la Asociación Latinoamericana de Estudios del
Discurso (ALED), Miembro de la Asociación Internacional de Estudios
Semióticos (IASS), Miembro fundador de la Asociación Mexicana de
Retórica y Miembro del Comité de Redacción de la Revista Discurso
& Sociedad de España. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores
(SNI) Nivel I. Es una de las pioneras y representante en América Latina
de los estudios sobre Iuri Lotman y la Semiótica de la Cultura, y de la
Epistemología de la Complejidad y la Transdisciplina. Ha publicado
diversos libros, capítulos y artículos a nivel nacional e internacional.
Karla Miguel Lara, estudiante del Doctorado en Antropología
Física en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, en México,
donde investiga sobre la Desaparición forzada en México, a partir de
la complejidad, transdisciplina, semiótica, emoción. Ha colaborado en
los siguientes proyectos: “Socio-demografía, perfil socioeconómico y
salud de los estudiantes de licenciatura en antropología. Una perspectiva
juvenil nacional”; “Antropología de la antropología”, de la Red Mexicana
de Instituciones de Formación de Antropólogos (2011). Es co-autora
del artículo: Celos en las relaciones de pareja (2015). Sus trabajos de
investigación: Los celos como complejo bio-psico- socio-cultural (2012),
Las emociones y sus transformaciones en la vivencia del amor y las relaciones
de pareja. Un balance desde la antropología (2015), se han enfocado en
el estudio de la Antropología de las Emociones desde la perspectiva
antropofísica, estableciendo un diálogo recursivo entre las dimensiones
biológica, social, histórico y cultural.
672
Lariza Elvira Aguilera Ramírez es licenciada en psicología y master
en letras españolas por la Universidad Autónoma de Nuevo León. Doctora
en Investigación e Innovación Educativas. Se desempeña como Profesora
de Tiempo Completo en la Escuela Normal Superior “Profr. Moisés
Sáenz Garza”, institución en la que labora desde el año 1997 donde fue
directora de licenciatura hasta 2011 en esta institución. Perfil PRODEP y
miembro del Cuerpo Académico Discurso, Educación y Sociedad, en el que
desarrolla las líneas de investigación “Estudios del Discurso y Educación”
y “Discurso y Sociedad”. Sus investigaciones enfocan la problematica de
la formación docente, el discurso normalista , y el campo educativo en
general, desde la inter y la transdisciplina.
Manuel Santiago Herrera Martínez es Doctor en Filosofía con
acentuación en Estudios de la Cultura por la Facultad de Filosofía y Letras
de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Obtuvo el grado con la tesis
“Las aristas semióticas y literarias en ‘Las genealogías’ de Margo Glantz”.
Sus publicaciones son: “La automitografía como una autorrepresentación
literaria en ‘Las genealogías’ de Margo Glantz” (2016), en la Universidad
Federal de Minas Gerais, Brasil y los artículos “Curso de redacción para
adultos mayores en la UANL” y “Tres estrategias de intervención en lectoescritura, comprensión auditiva y estructuras de la lengua oral”, en el libro
“Reflexiones y propuestas para mejorar la competencia comunicativa”
(2016), Facultad de Filosofía y Letras de la UANL. Actualmente desarrolla
un proyecto de género y gastronomía en la literatura judeo-mexicana.
Marco Tulio Pedroza Amarillas es Doctor en Antropología Social por
la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Su tema de investigación
desde la licenciatura es el graffiti de escritores en la Ciudad de México;
durante el posgrado se amplió al graffiti de escritores y la pixação en distintas
ciudades de Brasil. Es coordinador del Comité Organizador del “Congreso
Transdisciplinario Estéticas de la Calle”, el cual se realiza anualmente en
la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Ha publicado artículos
sobre esta temática en la revista de circulación nacional “Generación
Alternativa”, así como en la revista de circulación internacional “Discurso
y Sociedad”. Actualmente se encuentra profundizando su proyectos de
investigación, tanto en México como en Brasil.
673
María Eugenia Flores Treviño: Doctora en Humanidades y Artes
(UAZ, México). Campos de especialidad: Pragmática, Análisis del discurso:
Discurso político, Discurso y género; Enseñanza del español. Profesora
investigadora y Subdirectora de Investigación y Posgrado de la Facultad
de Filosofía y Letras, (UANL 2009-2012 y 2015 a la fecha). Premio a la
Mejor tesis de Maestría en Humanidades (UANL, 2002). Pertenece al
Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología, Nivel I. Es Responsable del Cuerpo Académico “Lenguajes,
discursos, semióticas. Estudios de la cultura en la región”. Ha dirigido 31
tesis de los niveles licenciatura, maestría y doctorado. Delegada ALED por
México. Ha publicado diversos artículos a nivel nacional e internacional.
Óscar García González, realizó trabajo de campo en comunidades
autónomas de los Altos y la Selva de Chiapas durante dos años para
sus tesis de maestría. Actualmente candidato a doctor en Estudios
Latinoamericanos por la UNAM, Maestro en Antropología por la UNAM y
Psicólogo Social por la UAM-I. Sus más recientes artículos son: Intervención
comunitaria con desplazados bases de apoyo del EZLN en el Municipio
Auntónomo de Polhó (2016) En: Desafíos para la psicología social colectiva,
México: UNAM; ¿Se ha convertido México en un Narco-Estado? (2011)
En Observatorio Latinoamericano 6 Dossier, Argentina, Universidad de
Buenos Aires (Disp.) www.iealc.fsoc.uba.arg; Kajleytik, el rey pedrano y
otros héroes de la resistencia indígena de Chiapas (2010): En Bortoluzzi, M
& Jacorzynski W. (coords.), El hombre es el fluir de un cuento: Antropología
de las narrativas, México, CIESAS. Realizó una estancia de investigación
en Bolivia.
Óscar Ochoa Flores, Ciudad de México el 14 de mayo de 1973.
Licenciado en Diseño de la Comunicación Gráfica por la UAMXochimilco (1999), Licenciado en Etnología por la ENAH (2009),
Maestro en Comunicación y Política por la UAM-Xochimilco. Doctorante
en Antropología Social por la ENAH (2016-2019). Ha publicado los
artículos: Las dimensiones de la intervención: acontecimiento, alteridad
y diálogo (2013), La construcción del poder desde el teatro callejero
(2010), Los hombres de papel (2006). Ha obtenido las distinciones:
Medalla al Mérito Universitario, UAM-Xochimilco (2014). Beneficiario
del Programa de Estímulo a Creadores del IMCINE (2007).
674
Óscar Andrés Treviño Contreras es Doctorante y Becario de
tiempo completo por el CONACYT en el Posgrado de Filosofía con
acentuación en Estudios de la Cultura de la Facultad de Filosofía y
Letras en la Universidad Autónoma de Nuevo León. En los últimos
años se ha desempeñado como Docente en el Nivel Medio Superior,,
en el campo disciplinar de Comunicación y Lenguaje con el Certificado
en Competencias Docentes. Tiene formación y experiencia en áreas
creativas con un reconocimiento del World Summit Award 2007 realizado
en Austria, en la categoría de Entertainment participando con Indigo
Brainmedia. Cuenta con una Licenciatura en Ciencias de la Información
y Comunicación con acentuación en Publicidad y Cine por la Universidad
de Monterrey y Maestría en Psicopedagogía con la publicación de la tesis
“El desarrollo de la Educación Virtual en el posgrado de la Escuela de
Ciencias de la Educación”, en la revista “Mundialización Educativa” de
dicha institución.
Peeter Torop, Head of the Institute of Philosophy and Semiotics,
University of Tartu. Professor of Cultural Semiotics (Department of
Semiotics). Co-editor of “Sign Systems Studies”, “Tartu Semiotics Library”
and “New Perspectives in Reading 19th Century Russian Literature”.
Academic activity in the following topics: semiotics of translation and
methodology of translation studies; intersemiosis and intersemiotical
processes in culture; semiotics of Tartu-Moscow School; semiospherical
understanding of culture and methodology of semiotics of culture; theory
of culture, history of Russian literature and Dostoevsky studies. He has
published books, book chapters and articles in several countries; he has
realized seminars and conferences in various Universities of Europe, of
Latin America, of Asia.
Rebeca Mariana Velasco Ortiz. Monterrey, Nuevo León, 1978.
Doctora en Antropología Social por la Escuela Nacional de Antropología
e Historia (ENAH). Cursó estudios de Licenciatura en Psicología en
la Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Estudios
Superiores Iztacala; y la Maestría en Antropología Social en la ENAH.
Dedicada a la docencia a nivel medio superior, y formada en la Línea
de Investigación de Análisis del Discurso y Semiótica de la Cultura.
Ha trabajado en torno al campo literario mexicano sobre los temas de
675
El
libro
Fronteras
semióticas
de
la
emoción. Los procesos
del sentido en las culturas
– se terminó de editar el
21 de enero de 2019 por
Facultad de Psicología
de la UNAM, a través
del Medio Electrónico
o Digital: E-Book; en
Formato: Oebps; con un
tamaño de 19.1 Mb. La
edición consta de 300
ejemplares.
Semiótica, emociones y complejidad son los ejes de esta obra colectiva, cuya
ilustración de portada procura abarcar estas esferas del conocimiento y de la
vida. La portada es un texto complejo semiótico-discursivo. En el plano visual
denotativo, se destacan los elementos básicos de la composición, entendidos
como iconemas (colibrí, espirales, fractales y jotas), mientras que el nivel connotativo
evidencia las implicaciones culturales o simbólicas más profundas del sentido: el
colibrí-alebrije, tan volátil y colorido como la emoción, se alimenta de las flores de la
complejidad (una galaxia, un brócoli romanescu, la concha de un nautilus y el
centro de un girasol), produciendo una sintaxis visual compleja. En el mensaje
discursivo, están los enunciados que trabajan en su función de anclaje, para fijar
con el título y el subtítulo el sentido de una publicación académica que trata
sobre semiótica, emociones, complejidad; en seguida se indica a los coordinadores,
y se especifica que es un homenaje al Dr. Desiderio Navarro.
Desde otros ángulos analíticos, se destaca la condición contemporánea de la
imagen, sustentada en un soporte digital y en el seguimiento de criterios para la
portada de una publicación académica. Finalmente, desde la Retórica Visual
nacen las metáforas-símbolos de las espirales sobre las jotas, debido a la relación
de semejanza de éstas con las flores, y donde el colibrí es símbolo condensador de
la cultura ancestral mesoamericana. En la portada, se generan mútiples sentidos
complejos que se embonan con las Jornadas de Antropología, Literatura y
Semiótica (JALyS), cuyos frutos se plasman en este libro colectivo, que contiene
propuestas muy originales y propositivas.
PAPIIT
Cuerpo Académico
Análisis del Discurso
y Semiótica de la Cultura
IT300116
UNAM