La subrepresentación de las mujeres en la universidad amenaza el objetivo de excelencia de la ciencia

A medida que aumenta el rango académico, la presencia de mujeres se reduce

A pesar de tratarse de un colectivo feminizado, 7 de cada 10 altos cargos del personal de administración y servicios están ocupados por hombres

La elección de los estudios universitarios todavía responde a los estereotipos de género

 

 

 

Valencia, 17 de diciembre de 2019

La Xarxa Vives d’Universitats ha hecho públicos los resultados del informe El biaix de gènere en el reclutament, la promoció i la retenció del personal a les universitats. La publicación analiza las diferencias entre hombres y mujeres en la carrera profesional y académica del estudiantado, el personal docente e investigador (PDI) y el personal de administración y servicios (PAS) de las universidades de la Xarxa Vives. El informe, coordinado por Inma Pastor (directora del Observatorio de la Igualdad de la Universitat Rovira i Virgili) y Anna Pérez-Quintana (directora de la Unidad de Igualdad de la Universitat de Vic - Universitat Central de Catalunya) tiene por objetivos informar de la situación de las mujeres en las universidades y contribuir al diseño de políticas para corregir los desequilibrios que hay.

 

El estudiantado universitario: mayoría de mujeres, con mejor rendimiento y menor tasa de abandono

Las estudiantes son mayoría en la universidad: 54% a los grados, 54% a los másteres y 51% a los doctorados. Aun así, su presencia es todavía minoritaria en áreas como la Ingeniería y Arquitectura, donde solo una de cada cuatro matrículas es de una mujer. La proporción de mujeres es mayor en las áreas de Ciencias de la Salud (68%), Artes y Humanidades (64%) y Ciencias Sociales y Jurídicas (59%). En Ciencias Experimentales, se mantiene el equilibrio respecto de los hombres.

Por titulaciones, aquellas carreras vinculadas al cuidado y la atención de otros son las más feminizadas, como es el caso de Educación Infantil y Enfermería, donde las mujeres son más del 75% del estudiantado. Así, según el informe, «la elección de estudios universitarios reafirma la tradicional segregación en las carreras académicas y responde a los roles y estereotipos de género adquiridos en el proceso de socialización».

Las mujeres aprueban en más proporción (85%) que los hombres (80%) en todas las disciplinas. Además, la tasa de abandono es más grande entre los hombres (20%) que entre las mujeres (17%), tanto en los estudios de grado como en los de máster y doctorado. Esta tendencia se mantiene también en las ramas más masculinizadas, como es el caso de Ingeniería y Arquitectura.

 

Profesorado y personal investigador: se mantiene la estructura tradicional de género

Las mujeres profesoras e investigadoras son minoría en la universidad (42%). La diferencia se reproduce en todos los campos de especialización, y se acentúa en los ámbitos de Ingeniería y Arquitectura y Ciencias Experimentales, que acontecen los más masculinizados, con un 76% y un 64% de hombres profesores e investigadores, respectivamente.

La evolución de la mujer en la carrera profesional académica no es más optimista. Si bien a las categorías laborales iniciales de entrada en la universidad no hay prácticamente diferencias entre sexos, a medida que se progresa y aumenta el rango académico las desigualdades se acentúan, y la presencia femenina se reduce en las categorías superiores de la trayectoria académica. Así, entre el profesorado titular de universidad y el profesorado de escuela universitaria, la proporción de hombres es de 6 de cada 10. En el caso de catedráticos de universidad, aumenta hasta 8 de cada 10. Para las coordinadoras del informe, esta diferencia marca el techo de vidrio en la promoción femenina y demuestra que «no se respeta el principio de presencia equilibrada establecido a la Ley de igualdad 3/2007», porque «las categorías superiores están dominadas por los hombres, mientras que las mujeres se concentran en la base de la pirámide jerárquica».

Los órganos de gobierno universitarios tampoco escapan al techo de vidrio, donde las mujeres están menos presentes en la mayoría de altos cargos (38%) y ocupan lugares con menos poder de decisión. Un ejemplo es el hecho que, de las 22 universidades de la Xarxa Vives, solo en cuatro hay una mujer rectora en la actualidad (Universitat Autònoma de Barcelona, Jaume I, Rovira i Virgili, y de València). Solo en la categoría de secretaría general hay más presencia de mujeres (67%) que de hombres (33%). Así, la desigualdad de género se muestra casi transversal y se manifiesta tanto entre cargos electos como entre cargos de libre designación, un hecho que denota, según el informe, que nuevamente, «la paridad exigida por la actual normativa universitaria no se cumple».

 

Personal de administración y servicios: un colectivo feminizado, pero dirigido por hombres

Entre el personal de administración y servicios (PAS) de las universidades hay una concentración femenina más grande, que supone el 63% del colectivo y se extiende a la mayoría de cargos. En casos como el de administración de centro, las mujeres son el 70% de la plantilla. Aun así, las proporciones se invierten al llegar al extremo superior de la escala jerárquica del funcionariado, donde 7 de cada 10 hombres ocupan el cargo de más alta dirección, la gerencia. Entre el PAS laboral (no funcionario), la proporción de mujeres (53%) y hombres (47%) está más equilibrada.

 

Propuestas y reivindicaciones

El informe concluye con una serie de propuestas y reivindicaciones dirigidas a corregir las desigualdades de género identificadas. Por un lado, se apunta a la necesidad de evaluar la incidencia que tienen en las políticas universitarias los indicadores que diagnostican la desigualdad de género en las universidades. En este sentido, se recomienda también estudiar la relación que puede haber entre la desigualdad de género y la calidad de las universidades. De otra, se reivindica la urgencia de llevar a cabo investigaciones que cuantifican las necesidades del personal universitario en materia de conciliación y corresponsabilidad. El informe recuerda, por último, que garantizar la igualdad formal por razón de género en la universidad no garantiza una igualdad real de oportunidades en la práctica; y por eso también reivindica la necesidad «de ir más allá de la regulación jurídica y revisar la estructura, dinámica y sistema de evaluación imperantes en cada momento en las universidades, como también los procesos de selección, promoción y retención, para garantizar instituciones científicas no sesgadas por razón de género».

El biaix de gènere en el reclutament, la promoció i la retenció del personal a les universitats (informe 2019) es fruto del plan de trabajo 2018-2019 del Grupo de Trabajo de Igualdad de Género de la Xarxa Vives. La publicación és el número 5 de la colección Política Universitaria de la Xarxa Vives d’Universitats.

Xarxa Vives d’Universitats