Dios no juega a los dados – Einstein

«Dios no juega a los dados»

Probablemente muchos han escuchado esta frase de Einstein. Algunos sabrán que esta frase no habla sobre las creencias religiosas de este científico sino sobre sus ideas acerca de la teoría quántica. Al momento de escribir estas palabras, Einstein quería refutar una teoría que afirmaba que había un elemento aleatorio y probabilístico en el universo.

Escribo sobre este tema porque el día de hoy leí una carta que habla sobre las creencias religiosas de Einstein.

En palabras de Einstein…

“Dios no es para mi nada más que la expresión y producto de la debilidad humana, la Biblia una colección de honorables, pero aún así primitivas legendas infantiles. Ninguna interpretación, sin importar lo sutil puede (para mi) cambiar esto. … Para mí la religión judía, como las demás religiones, es una encarnación de superstición infantil”.

Para ser honestos, nunca imaginé que Einstein tuviera creencias tan fuertes. Por alguna razón pensaba que Einstein creía en Dios y era un hombre religioso. A pesar de saber que su frase  “Dios no juega a los dados” no se refería a sus creencias religiosas, erróneamente asocie esta idea e hice inferencias.

Asociar es algo peligroso. Leer esta carta me ayuda un poco a entender la forma en la cual se crean los rumores y creencias. El hecho de que mucha gente piense una cosa, a veces nos hace creer que es verdad. Bien dicen que una mentira dicha 100 veces deja de convertirse en mentira.

Si quieren ver la carta completa de Einstein pueden hacerlo aquí.

11 comentarios en “Dios no juega a los dados – Einstein”

  1. totalmente de acuerdo con Eistein ,yo creo que todo lo inexplicable ,antiguamente se le daba una valoración que era Dios que se enfadaba o premiaba,todas las catástrofes,como terremotos ,huracanes,tornados,sequías,inundaciones, eclipses de sol o de luna,erupciones de volcanes,pero hoy en día gracias a la ciencia al que se le ocurriera decir que eso es provocado por DIOS,se pondría en ridículo ,nadie que haya estudiado un poco lo pensaría pero antiguamente todo era provocado por la ira de DIOS,POR NO REZAR O CREER,pero todo esto a quedado atrás salvo para gente corta de mollera que cree que hay alguien hay arriba que lo dirige todo y controla cada vida del planeta y todo el universo con su 200.000 millones galaxias y en cada una más 100.000 millones de soles parecidos al nuestro.
    bueno si quieren creer que crean y sean felices,pero que me concedan la libertad de pensar en lo yo quiera y yo creo que dios no nos hizo a su imagen y semejanza,sino nosotros lo hicimos a la nuestra más bien.

    yo respeto al que le sirva como estimulo el creer que existe premio después de la vida ,pero yo pienso como los animales y los insectos, que el premio esta aquí es sentir que se esta vivo y disfruta de su vida mientras lo este.

  2. Guelgar
    Gracias por tu comentario. Yo también creo que el cielo (o como tu lo defines «el premio») se vive en este mismo instante por el simple hecho de estar vivos.

    Zambullida
    Gracias por la frase. No la había escuchado antes.

  3. Con todo el respeto que te mereces creo que tu traducción esta mal, interpretaste mal la carta de Einstein (que esta originalmente en ingles). Y hacer un post completo basado en una mala traducción no me parece bien.

    Un saludo.

    1. Hola Deista

      Gracias por tu comentario.
      No entiendo por que dices que traduje mal el fragmento. Estoy de acuerdo que no soy un traductor profesional. No obstante, no veo una diferencia significativa entre…

      «God is for me nothing more than the expression and product of human weakness, the Bible a collection of honorable, but still purely primitive, legends which are nevertheless pretty childish. No interpretation no matter how subtle can (for me) change this. … For me the Jewish religion like all other religions is an incarnation of the most childish superstition».

      y…

      “Dios no es para mi nada más que la expresión y producto de la debilidad humana, la Biblia una colección de honorables, pero aún así primitivas legendas infantiles. Ninguna interpretación, sin importar lo sutil puede (para mi) cambiar esto. … Para mí la religión judía, como las demás religiones, es una encarnación de superstición infantil”.

      Aunque mi traducción no es perfecta (dado que probablemente existen sinónimos que reflejan mejor el significado de algunas palabras y omití unos superlativos), no creo haber cambiado el significado del párrafo.

      Por otro lado, si te refieres a que no estoy dando el contexto completo de la carta, estoy 100% de acuerdo contigo (y por eso pongo también la liga a la misma). De hecho una de las cosas que no menciono es que Einstein menciona «The word God».

      La mayoría de mis posts son ideas que están escritas tal y como me llegan a la mente. Empiezo hablando de una cosa y termino escribiendo sobre otra. Comencé hablando sobre Einstein y terminé hablando sobre lo fácil que es hacer inferencias.

      Pude haber escrito sobre la diferencia entre creer en un Dios y ser religioso o escribir sobre causalidad o las ideas del libro mencionado en la carta. Aunque todos estos temas están relacionados, no creo estar haciéndole un daño a la sociedad por el haberlos omitido.

      Aprecio tu interés y agradezco la retroalimentación que me has dado.

      Saludos

      Marco Castillo

      P.s. se ve interesante tu blog.

      1. Estoy de acuerdo con algunos de tus pensamiento y de hecho te entiendo bastante bien cuando hablas respecto a «sobre lo fácil que es hacer inferencias», y tampoco haces daño a la sociedad por su puesto, pero sobre esta frase ya me encontraba escribiendo un articulo, que de hecho lo había pensado hacer desde que inaugure mi blog, ya que soy Deísta y el nombre de mi blog lo dice, al igual que la base de el nombre de mi blog (el Deísmo) había especificado ya a Albert Einstein como Deísta. Este articulo va contra todas mis formas de pensar y es por el hecho (que como tu mismo lo mencionaste) obviaste la palabra «Word» la que le da un significado totalmente diferente al texto ya que él escribió «La palabra de Dios para mi no es….» que es diferente a «Dios para mi no es…» sin embargo no tengo nada en contra el resto de la traducción.

        Te invito a visitar mi sitio, finalmente he publicado el articulo sobre Albert Einstein y su famosa frase.

  4. Lo que te dice Deísta es correcto, Einstein se refería en esa cita de la última carta que de él se han encontrado, a los llamados libros revelados, no a la idea de Dios. O eso, o Einstein era bastante «bipolar» :-) Para confirmar lo que digo, abajo más citas suyas. Y, de todos modos, tengamos cuidado con las conclusiones «definitivas» vengan éstas de donde vengan, porque siempre puede acontecer a la vuelta de la esquina un nuevo descubrimiento, un nuevo resultado, una nueva carta… En cuanto a que el único «premio» posible está en esta vida, díselo, por ejemplo, a una mujer q ha perdido a seis de sus ocho hijos en la guerra del narcotráfico colombiana. Vi una foto suya y vivía en una casucha miserable donde se veía una imagen desvaída de la Virgen María en una de las paredes. La mujer vivía convencida de q volvlería a ver a sus hijos en mundo mejor. Esto no demuestra q Dios exista, por supuesto, pero demuestra q la fe es necesaria para más del 70% de la población mundial que no tiene una vida tan satisfactoria como la tuya, y necesita un apoyo psicológico y moral q el multimillonario y acomodadísimo Richard Dawkins no le va a pagar porq prefiere gastar sus energías y recursos en quitar la esperanza a los que no tiene más que eso. Saludos, os dejo con Eisntein.

    «No soy positivista. El positivismo afirma que lo que no puede ser observado no existe. Esta concepción es científicamente indefendible, ya que es imposible hacer afirmaciones válidas sobre lo que la gente ‘puede’ o ‘no puede’ observar. Equivale a decir que ‘sólo existe lo que observamos’, lo cual, evidentemente, es falso'»
    ….

    “Hay dos maneras de vivir una vida: la primera es pensar que nada es un milagro. La segunda es pensar que todo es un milagro. De lo que estoy seguro es de que Dios existe”.

    ….

    «Las matemáticas son el alfabeto con el que Dios escribió el mundo»

    ‘No soy ateo y no creo que me pueda llamar panteísta. Estamos en la misma situación que un niño que entra en una biblioteca enorme llena de libros escritos en muchos idiomas. El niño sabe que alguien debe haber escrito esos libros. No sabe cómo. No entiende las lenguas en las que fueron escritos. El niño presiente oscuramente un orden misterioso en la disposición de los libros, pero no sabe cuál es. Tal es, me parece a mí, la actitud de hasta el más inteligente de los seres humanos ante Dios. Vemos un universo maravillosamente ordenado y sujeto a ciertas leyes. Nuestras mentes limitadas intuyen la fuerza misteriosa que mueve las constelaciones’

    ‘Lo que realmente me enfurece es que los ateos me citen para reforzar sus tesis’.

    «Mi religiosidad consiste en una humilde admiración hacia el espíritu infinitamente superior que se revela en los leves detalles que somos capaces de percibir con nuestras frágiles y débiles mentes. Esa convicción profundamente conmovida de la presencia de un poder razonador superior, que se revela en el universo incomprensible, constituye mi idea de Dios… Que se preocupe el diablo si los curas se aprovechan de esto»

    ….

    «La intolerancia de los ateos fanáticos es análoga a la de los fanáticos religiosos y tiene el mismo origen»

  5. Einstein se declaró agnóstico, a la vez que rechazaba la etiqueta de ateo.58 Dijo que creía en el Dios «panteísta» de Baruch Spinoza, pero no en un dios personal, una creencia que criticó.59 60 Einstein distingue tres estilos que suelen entremezclarse en la práctica de la religión. El primero está motivado por el miedo y la mala comprensión de la causalidad y, por tanto, tiende a inventar seres sobrenaturales. El segundo es social y moral, motivado por el deseo de apoyo y amor. Ambos tienen un concepto antropomórfico de Dios. El tercero –que Einstein considera el más maduro–, está motivado por un profundo sentido de asombro y misterio.61

    En una carta a la Asociación Central de Ciudadanos Alemanes de la Fe Judía, en 1920, les escribe:

    Ni soy ciudadano alemán, ni hay nada en mí que pueda definirse como «fe judía». Pero soy judío y estoy orgulloso de pertenecer a la comunidad judía, aunque no los considero en absoluto los elegidos de Dios.62

    Einstein creía en «un dios que se revela en la armonía de todo lo que existe, no en un dios que se interesa en el destino y las acciones del hombre». Deseaba conocer «cómo Dios había creado el mundo». En algún momento resumió sus creencias religiosas de la manera siguiente:

    Mi religión consiste en una humilde admiración del ilimitado espíritu superior que se revela en los más pequeños detalles que podemos percibir con nuestra frágil y débil mente.

    La más bella y profunda emoción que nos es dado sentir es la sensación de lo místico. Ella es la que genera toda verdadera ciencia. El hombre que desconoce esa emoción, que es incapaz de maravillarse y sentir el encanto y el asombro, está prácticamente muerto. Saber que aquello que para nosotros es impenetrable realmente existe, que se manifiesta como la más alta sabiduría y la más radiante belleza, sobre la cual nuestras embotadas facultades sólo pueden comprender en sus formas más primitivas. Ese conocimiento, esa sensación, es la verdadera religión.

    En cierta ocasión, en una reunión, se le preguntó a Einstein si creía o no en un dios a lo que respondió: «Creo en el dios de Spinoza, que es idéntico al orden matemático del Universo».

    Una cita más larga de Einstein aparece en Science, Philosophy, and Religion, A Symposium (Simposio de ciencia, filosofía y religión), publicado por la Conferencia de Ciencia, Filosofía y Religión en su Relación con la Forma de Vida Democrática:

    Cuanto más imbuido esté un hombre en la ordenada regularidad de los eventos, más firme será su convicción de que no hay lugar —del lado de esta ordenada regularidad— para una causa de naturaleza distinta. Para ese hombre, ni las reglas humanas ni las «reglas divinas» existirán como causas independientes de los eventos naturales. De seguro, la ciencia nunca podrá refutar la doctrina de un dios que interfiere en eventos naturales, porque esa doctrina puede siempre refugiarse en que el conocimiento científico no puede posar el pie en ese tema. Pero estoy convencido de que tal comportamiento de parte de las personas religiosas no solamente es inadecuado sino también fatal. Una doctrina que se mantiene no en la luz clara sino en la oscuridad, que ya ha causado un daño incalculable al progreso humano, necesariamente perderá su efecto en la humanidad. En su lucha por el bien ético, las personas religiosas deberían renunciar a la doctrina de la existencia de Dios, esto es, renunciar a la fuente del miedo y la esperanza, que en el pasado puso un gran poder en manos de los sacerdotes. En su labor, deben apoyarse en aquellas fuerzas que son capaces de cultivar el bien, la verdad y la belleza en la misma humanidad. Esto es de seguro, una tarea más difícil pero incomparablemente más meritoria y admirable.

    En una carta fechada en marzo de 1954, que fue incluida en el libro Albert Einstein: su lado humano (en inglés), editado por su fiel secretaria Helen Dukas y su colaborador Banesh Hoffman y publicada por Princeton University Press, Einstein dice:

    Por supuesto era una mentira lo que se ha leído acerca de mis convicciones religiosas; una mentira que es repetida sistemáticamente. No creo en un dios personal y no lo he negado nunca sino que lo he expresado claramente. Si hay algo en mí que pueda ser llamado religioso es la ilimitada admiración por la estructura del mundo, hasta donde nuestra ciencia puede revelarla.

    La carta al filósofo Eric Gutkind, del 3 de enero de ese mismo año, subastada en mayo del año 2008,63 deja al parecer las cosas más claras, de ser posible, y aunque sólo sirva para animar el debate, conviene conocerla. Dice Einstein:

    La palabra dios para mí no es más que la expresión y producto de las debilidades humanas, la Biblia, una colección de honorables pero aún primitivas leyendas que sin embargo son bastante infantiles. Ninguna interpretación, sin importar cuán sutil sea, puede (para mí) cambiar esto…

    También hay una carta poco conocida de Einstein, enviada a Guy H. Raner Jr, el 2 de julio de 1945, en respuesta a un rumor de que un sacerdote jesuita lo había convertido desde el ateísmo, en la cual se reconoce directamente como ateo (citado por Michael R. Gilmore en Skeptic Magazine, Vol. 5, No.2)64

    “He recibido su carta del 10 de junio. Nunca he hablado con un sacerdote jesuita en mi vida y estoy asombrado por la audacia de tales mentiras sobre mí. Desde el punto de vista de un sacerdote jesuita, soy, por supuesto, y he sido siempre un ateo.”

    William Herrmanns, veterano superviviente de Verdún, profesor de literatura alemana, entrevistó varias veces a Einstein, la primera en Berlín en 1930, en la que planteó la idea de una religión cósmica, una idea a la que había hecho referencia en la conversación sobre la realidad que había tenido con Rabindranath Tagore y que después desarrolló y tituló «Religión y Ciencia», publicado en el «New York Times» en 1930. Einstein siguió desarrollando esta idea y Herrmanns, que la consideraba compatible con las creencias tradicionales se propuso fundar un movimiento que integrara las tradiciones judías, cristiana, vedista, budista e islámica. Estaba dispuesto a obtener declaraciones concisas y precisas sobre Dios. Einstein no pudo serlo más:

    Con respecto a Dios, no puedo aceptar ningún concepto basado en la autoridad de la Iglesia. Desde que tengo uso de razón me ha molestado el adoctrinamiento de las masas. No creo en el miedo a la vida, en el miedo a la muerte, en la fe ciega. No puedo demostrar que no haya un dios personal, pero si hablara de él, mentiría. No creo en el dios de la teología, en el dios que premia el bien y castiga el mal. Mi dios creó las leyes que se encargan de eso. Su universo no está gobernado por quimeras, sino por leyes inmutables.65

    Para Einstein, su religión cósmica y su condición judía no guardaban relación entre sí. Cuando se le preguntó si existían un punto de vista judío replicó:

    En el sentido filosófico no hay, en mi opinión, un punto de vista específicamente judío. Para mi, el judaísmo tiene que ver casi exclusivamente con la actitud moral en la vida y hacia la vida […]El judaísmo no es, pues, una religión trascendental; tiene que ver como vivimos la vida y, hasta cierto punto, con cómo la entendemos […], y nada más. Tengo dudas si se le puede llamar religión en el sentido aceptado de la palabra, o bien considerarla no como una «fe» sino como la santificación de la vida en el sentido suprapersonal que se les exige a los judíos

  6. Ok. Einstein como muchos genios, también tenía problemas de personalidad. Y su concepto de Dios también es personal. Curiosamente también sirve enseñanza para quienes desean la salida final a la controversia de la religión. ¿Que mejor que las palabras de un genio para confirmar nuestro ateísmo? El hecho es que la adoración a Einstein lo convierte en Dios y por tanto, en una deidad que se niega a si misma y contradice a sus seguidores. Lo bueno es que Einstein no es Dios.

Deja un comentario